Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AR/JUR/12833/2010
Hechos
Una sociedad dedicada a la fabricación de muebles interpuso una demanda de daños y perjuicios en virtud de
la ruptura intempestiva de las tratativas por parte de una empresa que a través de correos electrónicos le
había confirmado un pedido que luego se negó a pagar. El juez de primera instancia hizo lugar a la demanda.
La Cámara confirmó el fallo apelado.
Sumarios
1 - Si bien las constancias de correos electrónicos constituyen documentos que, por carecer de firma digital,
no pueden ser equiparados a los instrumentos privados en cuanto a su valor probatorio, ello no obsta a que se
las pueda presentar en juicio para probar un contrato, siendo consideradas como principio de prueba por
escrito.
2 - Corresponde hacer lugar a la acción de daños y perjuicios deducida, en virtud de la ruptura intempestiva de
las tratativas por parte de la demandada, toda vez que ha quedado acreditado que un empleado de ésta había
confirmado la fabricación de los muebles encargados a la actora por medio de correos electrónicos enviados
desde una casilla institucional de la empresa demandada, y que existía entre las partes la costumbre de
formular los pedidos de trabajo en forma verbal antes de la remisión de las notas de pedido.
TEXTO COMPLETO:
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
2ª Instancia. — Buenos Aires, marzo 2 de 2010.
¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada?
A la cuestión propuesta, el señor Juez de Cámara, doctor Dieuzeide dice:
1.- Que corresponde conocer en el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada contra la
sentencia definitiva dictada en fs. 260/265. Los agravios fueron expresados en fs. 304/309 y contestados en fs.
311/318.
a) La sentencia de la primera instancia admitió parcialmente la demanda promovida por Bunker Diseños S.A.
cuyo objeto mediato era el de obtener el pago de ciertos trabajos realizados a pedido de la demandada, con
más una indemnización por los daños materiales y morales que la conducta de aquella le habría ocasionado.
La resolución apelada condenó a IBM Argentina S.A. a pagarle a la actora la suma de catorce mil trescientos
pesos, en concepto de daño material con más sus intereses, rechazando el resarcimiento por daño moral.
I) Para así decidir la señora juez tuvo por probado -con sustento en la documentación acompañada por la
actora- que constituía una costumbre entre las partes formular los pedidos de trabajo en forma verbal, previo
envío de notas de pedido, con la seguridad de que esos encargos serían después volcados en estas notas y
aceptados y pagados por IBM, pues tal modalidad no sólo es mencionada expresamente en la nota de fs. 24,
sino que además puede corroborarse por el escaso tiempo que transcurría entre la remisión de las notas y la
entrega del material fabricado. Asimismo, la señora juez asignó a los correos electrónicos impresos, que
fueron emitidos algunos y recibidos otros por Daniel Galache -empleado de la demandada-, suficiente aptitud
probatoria de las tratativas que existieron entre las partes tanto con relación a la fabricación de unos sesenta
y siete gabinetes (entre los meses de julio y agosto de 2001), cuanto de los veinticinco que se destinarían al
Banco Río y que constituyen el objeto de este proceso.
II) Estos elementos llevaron a la magistrada a concluir que pese a que no medió incumplimiento contractual
por parte de IBM, sí se rompieron bruscamente las tratativas después de haber sido confirmada la fabricación
de los gabinetes por medio de los correos electrónicos atribuidos al mencionado Galache, configurándose
entonces un supuesto de responsabilidad precontractual, en razón de la intempestiva interrupción de los
preliminares aun cuando no se habían concretado todavía en una oferta definitiva pues se realizaron trabajos
preparatorios con la autorización expresa o tácita de la otra parte. En cuanto a la extensión del resarcimiento
consideró que estaba conformado básicamente por aquello que debió desembolsar el actor para fabricarlos, y
en uso de las facultades previstas en el cpr. 165 fijó la indemnización tomando como base de cálculo el costo
neto de $ 572 que se obtiene detrayendo un veinte por ciento al valor unitario de los gabinetes encargados y
pagados por IBM en 2001.
b) La demandada en su expresión de agravios cuestionó: I) La atribución de responsabilidad realizada por la
señora juez de la primera instancia, en el entendimiento de que se basó en una errónea interpretación de sus
manifestaciones al contestar el traslado de la prueba documental. Explicó, en esa línea argumental, que para
concluir en que existió responsabilidad atribuíble a su parte -sea esta contractual o precontractual- debió
acreditarse la relación de causalidad entre el daño alegado y un hecho que le fuera imputable, lo que no
sucedió. Subrayó que en oportunidad de expedirse con respecto a los correos electrónicos acompañados por
la parte actora, tras una referencia al principio general contenido en el c.p.c. 356, negó expresamente la
emisión y recepción de los atribuidos a su empleado Daniel Galache de fechas: 23.07.01, 05.08.01, 04.12.01,
22.01.02, circunstancia que no fue merituada por la señora juez. II) También criticó que se hubiera tenido por
acreditada la existencia del daño y la forma en que se determinó su cuantía. Afirmó, en primer lugar, que no
existe certeza acerca de que los gabinetes fabricados por la actora sean los encargados para el Banco Río y en
segundo lugar que -sin perjuicio de la facultad que c.p.c. 165 otorga al juez para establecer la cuantía de los
daños-, el cálculo realizado para su determinación es arbitrario e injusto, pues la magistrada se limitó a reducir
en un veinte por ciento el valor por unidad informado por el perito sin tomar en consideración que los
gabinetes pueden venderse a terceros, hecho que generaría una doble ganancia pues el reclamante además
del monto de la indemnización se beneficiaría con el precio de la venta a un tercero.
2.- Sin perjuicio de señalar que la presentación fs. 304/309 no cumple acabadamente con los requisitos que
exige el c.p.c. 265, pues no contiene una crítica concreta, objetiva y razonada demostrativa del error de la
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
injustificada de las tratativas preliminares que es generador de responsabilidad en tanto presuponen un deber
general de no causar un daño y el eventual deber de repararlo en caso contrario (v. Etcheverry, R.A. “Derecho
comercial y económico -Obligaciones y contratos comerciales- Parte general”, nro. 68.c. p. 212, ed. 1994;
Waisman, A "Responsabilidad precontractual en función del precontrato” en www. laleyonline.com.ar).
V) Por lo tanto, corresponde rechazar este agravio de la demandada.
b) En cuanto a la determinación del resarcimiento el recurrente afirmó que la ponderación realizada por la
señora juez con sustento únicamente en el informe del perito en informática, sin tomar en consideración otras
variables -v.gr. la posibilidad de vender a terceros los gabinetes- resultaba arbitraria.
I) Debe recordarse con relación a este agravio que el resarcimiento en los supuestos de responsabilidad
precontractual debe limitarse solo a la reparación del daño al interés negativo, pues como es lógico esta
responsabilidad deberá ser menos intensa que la contractual (v. Llambías, J. J. "Tratado de Derecho Civil -
Obligaciones" t. I, nro. 182, nota nro. 108, p. 229, ed. 1973). Tal daño es el que es sufrido por una de las partes
por haber confiado en la celebración de un contrato, que se vio frustrada; en cuyo caso debe dejarse al
contratante dañado en la misma situación en que estaría de no haberse realizado las tratativas que
condujeron al negocio frustrado (v. CNCom., Sala A, 12.04.2007 "Coy J. c/ Coopers & Lybrand Harteneck K y
Cía. Bertpra & Asc. UTE s/ord." y doctrina allí citada). En otros términos, el resarcimiento deberá limitarse a los
gastos reales efectuados con motivo de las negociaciones, debiendo descartarse las ganancias que se dejaron
de obtener (v. Barbier, E. "Tratativas preliminares y responsabilidad precontractual", LA LEY, 1993-D, 1081).
II) Con base en estas consideraciones examinaré el agravio relativo al monto del resarcimiento:
A) La señora juez en uso de la facultad que le confiere el c.p.c. 165, fijó en $ 14.300 el resarcimiento por daño
material. Explicó que esa suma la obtenía de detraer un veinte por ciento de su valor al precio unitario pagado
por la demandada en agosto de 2001 ($715) y luego multiplicar el resultado de esa operación por la cantidad
de unidades fabricadas para IBM.
B) Considero que tanto el valor tomado como base para el cálculo, como el porcentaje a deducir resultan
razonables y se adecuan al ejercicio legítimo de la facultad otorgada a los magistrados por el cpr. 165 en tanto
no encuentro acreditada en autos la existencia de elementos objetivos que demuestren que la mencionada
facultad discrecional ha sido ejercitada con arbitrariedad (CNCom. esta sala, 19.10.2006, "Olivera, H. c/ ICI
Argentina SA s/ ordinario”), con mayor razón cuando el informe pericial contable individualizado en el punto
2.a.III indica que en la fecha en que fue realizado (16.3.06) la demandada no había vendido la mercadería.
III) En consecuencia propiciaré también el rechazo de este recurso.
3.- Como conclusión de lo expuesto propongo al acuerdo, si mi voto es compartido, desestimar el recurso de
apelación interpuesto por la parte demandada, y confirmar la sentencia apelada en cuanto fue materia de
agravio. Con costas de esta instancia a la apelante vencida (c.p.c. 68).
Los señores Jueces de Cámara doctores Heredia y Vassallo adhieren al voto que antecede.
Concluida la deliberación los señores Jueces de Cámara acuerdan:
(a) Desestimar el recurso de apelación interpuesto y en consecuencia confirmar la sentencia apelada en
cuanto fue materia de agravio.
(b) Imponer las costas de esta instancia a la apelante vencida (c.p.c. 68). —Juan José Dieuzeide. —Pablo D.
Heredia. —Gerardo G. Vassallo.
Nota a Fallo
"En el tiempo anterior al consentimiento contractual y durante su iter formativo pueden darse dos
alternativas, conformadas por otros tantos caminos conducentes a la formación del contrato: el de las
tratativas contractuales que apuntan al acuerdo aún no logrado y el de los contratos previos, que son
contratos destinados a regular otros futuros, pero siendo ellos verdaderos contratos. Estos últimos pueden ser
preliminares o precontratos, "pactum de contrahendo" que obligan a celebrar en el futuro el o los contratos
definitivos o bien contratos preparatorios, "pacta de modo contrahendo", sin esa obligación, pues su objeto es
contemplar futuros contratos de las partes si llegan a celebrarse, regulando su posible concreción."
1. Las tratativas contractuales preliminares
En el tiempo anterior al consentimiento contractual y durante su iter formativo pueden darse dos alternativas,
conformadas por otros tantos caminos conducentes a la formación del contrato: el de las tratativas
contractuales que apuntan al acuerdo aún no logrado y el de los contratos previos, que son contratos
destinados a regular otros futuros, pero siendo ellos verdaderos contratos. Estos últimos pueden ser
preliminares o precontratos, "pactum de contrahendo" que obligan a celebrar en el futuro el o los contratos
definitivos o bien contratos preparatorios, "pacta de modo contrahendo", sin esa obligación, pues su objeto es
contemplar futuros contratos de las partes si llegan a celebrarse, regulando su posible concreción. (1)
El caso analizado es de tratativas preliminares realizadas como prolegómenos del negocio, que forman parte
del tiempo precontractual, pero no son indiferentes respecto del contrato ulterior. Servirán para interpretarlo
si se concreta, y si se frustra pueden generar responsabilidad por la actuación de cada parte en la instancia y
por los daños causados a la otra.
Durante las tratativas preliminares o pourparlers, las partes intercambian información, se ilustran y cercioran
sobre las calidades y condiciones de los bienes y servicios objeto de negociación, pero esos actos no
constituyen oferta ni aceptación, ni obligan a contratar. Generalmente en estos contactos preparatorios se
fijan puntos de negociación, precisándose cláusulas y elementos a tener en cuenta para un futuro contrato,
haciéndolo sin vínculo establecido y sin renunciar a la facultad de abandonar las negociaciones, siempre que
sea de modo regular. Si alguna constancia queda de esta primera etapa, los negociadores cuidarán de acotar
los efectos. En nuestro derecho, en armonía con el art. 1152 sobre la aceptación, el art. 1148 del Cód. Civil
establece que: "Para que haya promesa, ésta debe ser a persona o personas determinadas sobre un contrato
especial, con todos los antecedentes constitutivos de los contratos".
En esta etapa, como en todo el iter negocial, las partes deben obrar de buena fe y si no lo hacen pueden
resultar responsables del daño que generen. (2) La directiva del art. 1198 del Cód. Civil respecto de la
celebración, interpretación y ejecución del contrato, incluye la etapa previa, como lo dispone, refiriéndose a
las tratativas contractuales, el art. 920 del Proyecto de Unificación de 1998, expresando: "Deber de buena fe:
Las partes deben comportarse de buena fe para no frustrar injustamente las tratativas contractuales, aunque
todavía no haya sido emitido una oferta. El incumplimiento de este deber genera responsabilidad por daño al
interés negativo".
2. El deber de buena fe en el antecontrato
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
La buena fe debe imperar en la relación contractual, antes, durante y después del contrato. La directiva del
art. 1198 comprende toda relación y abarca todas sus instancias, pudiendo afirmarse que como imperativo
excede al derecho privado y debe proyectarse también sobre el derecho público. Su presencia en el tiempo
precontractual comprende dos aspectos esenciales, que son la conducta leal de los que realizan las tratativas,
quienes deben dirigir su actividad a la concreción del negocio, y suministrar información adecuada a la
contraparte sobre las características del mismo.
Si el negocio proyectado se concreta "normalmente", todo este esfuerzo previo quedará subsumido en el
mismo, y no cabrá analizar reclamos por incorporarse su consideración como álea propio del negocio. Distinta
será la conclusión si el negocio se frustra por culpa de uno de los negociadores, se concreta en condiciones de
invalidez o nulidad atribuibles a una parte, o una de las partes lo celebra basándose en una errónea
concepción del negocio, provocada por su co-contratante.
La importancia de la negociación previa al contrato está dada por el desarrollo de técnicas y métodos de
negociación, que dieron lugar a estudios y enseñanzas de distinta índole, algunas de valía y otras no tanto. Si
bien exceden el marco de lo jurídico, (3) el derecho no puede ignorarlas, debiendo fijarles pautas generales,
que las partes no podrán desconocer, pues hacen a la legalidad de su conducta y a sus responsabilidades. (4)
En cuanto a la delimitación temporal del período precontractual, para una corriente de opinión comprende
todas las instancias y actividades previas a la conclusión del contrato —criterio que compartimos (5)— con
prescindencia de la extensión temporal que se les asigne. Otra postura distingue entre la etapa de las
conversaciones y tratativas preliminares y la oferta, que configuraría una segunda etapa, a culminar con una
tercera dada por la interacción entre oferta y aceptación hasta la celebración del contrato. (6)
Para nuestra legislación civil, el comienzo regulatorio del tiempo precontractual comienza con la oferta y las
consideraciones que le dedica el art. 1148, sin que norma alguna contemple la actividad anterior a esta
instancia. Este criterio coincide con el pensamiento no vinculante de Vélez, quien prefirió dejar a los
negociadores en esta etapa un margen amplio de libertad, postura que adoptó al regular la fuerza vinculante
de la oferta contractual, permitiendo retractarla como regla general. Esta opinión no es la de las legislaciones
más modernas, que refuerzan el efecto vinculante de la oferta. (7)
En esta instancia cabe preguntarse si, conforme a los principios de los arts. 1149 y 1150 del Cód. Civil, que
permiten retractar las ofertas salvo que el oferente "hubiese renunciado a la facultad de retirarlas" (art. 1150),
como supuesto de excepción, corresponde interpretar que un negociador puede arbitrariamente romper
tratativas contractuales o retirar una oferta sin responsabilidad. La respuesta es negativa y la doctrina
reconoce esa responsabilidad, distinguiendo entre discrecionalidad y arbitrariedad. Antes de analizar sus
fundamentos, fijaremos pautas de conducta para la instancia precontractual.
El deber de buena fe se exige para todas las etapas de negociación y, obviamente alcanza la instancia
precontractual. Ha sido definido como "el estado ético o de conducta exigido por el ordenamiento jurídico, a
través de los principios generales, consistente en que cada parte de la relación precontractual, se entregue
confiadamente a la conducta de la otra, confiando en que ésta no la engañará". (8) La confianza es anverso y
reverso de la buena fe objetiva.
La directiva del art. 1198, al referirse a la celebración del contrato, comprende toda actividad conducente a la
misma y no se circunscribe al acto en que ésta se concreta o formaliza. Abarca toda etapa previa a la
conclusión, (9) e implica deberes y obligaciones de conducta, que pueden sintetizarse en los siguientes:
a) Deber general de consideración y respeto a los intereses del otro negociador.
Implica no hacerlo incurrir en gastos inconducentes, no prolongar las tratativas cuando la decisión sea no
concretar el negocio, (10) haciendo saber prestamente esa determinación.
b) Deber de información recíproco.
Comprende tanto aspectos jurídicos como materiales del negocio conducentes a la formación del
consentimiento. (11) El Proyecto de Código Civil Unificado de 1998, en su art. 927, dispone bajo el título
"Deber de información del oferente" que "el oferente está obligado conforme a la regla de buena fe y según
las circunstancias, a poner al alcance del destinatario de la oferta, información adecuada sobre hechos
relativos al contrato, que pueden tener aptitud para influir sobre la decisión de aceptar".
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
servicio. Como señala Cobas, (31) esta base atributiva relacionada con la culpa o dolo, no excluye el elemento
objetivo consistente en comparar la conducta real con las pautas de conducta del agente impuestas por la
buena fe objetiva (32) y la existencia de supuestos objetivos de responsabilidad. Específicamente lo son los
derivados de la caducidad de la oferta por muerte o incapacidad, (art. 1156 del Cód. Civil), o el supuesto de
quien efectuó gastos ignorando la retractación del proponente (art. 1156), cuya fundamentación está en el
principio de equidad. (33) Objetivando la responsabilidad, algunos autores señalan la imputabilidad objetiva
por abandono arbitrario y lesivo de las tratativas, que sería un ejercicio antifuncional de la facultad de no
contratar. (34) Lorenzetti, (35) destaca el parentesco de esta responsabilidad con la teoría de los actos
propios, señalando que si alguien ejecuta actos que generan expectativas jurídicas fundadas, resulta contrario
a la buena fe contradecirlas lesivamente. Recuerda que en los Estados Unidos se ha fundamentado esta
responsabilidad a través de la doctrina de los actos propios y la figura de las "promissory estoppel". Según esta
doctrina, una promesa que no es exigible bajo los principios tradicionales del derecho de los contratos (por
ejemplo por carencia de "consideration"), puede hacerse exigible en la medida necesaria para prevenir una
injusticia si el "promisor" (quien hizo la promesa), pudo razonablemente esperar que el "promisee"
(destinatario de la promesa), hubiese actuado confiando en la promesa y el "promisee" así lo hubiese hecho
(Dictionary of the Law "Random House Websters" James E. Clapp, p. 164).
4. Extensión de la responsabilidad precontractual. El daño al interés negativo. Responsabilidad por abandono
de las tratativas. Por invalidez del contrato
Las responsabilidades precontractuales se rigen por los principios generales, sean éstas extracontractuales,
que es la más corriente, o de carácter contractual. Los supuestos comunes de una y otra responsabilidad son:
a) el hecho ilícito; b) el daño; c) el nexo causal y d) el factor de atribución, preponderantemente subjetivo pero
no se excluye el factor objetivo. Cuando se considera la extensión de la responsabilidad precontractual
encontramos que sus particularidades requieren identificar la especie de daño "al interés negativo".
A diferencia del daño al interés positivo que comprende la expectativa fundada del acreedor para el caso de
que el deudor cumpliera su obligación (interés de cumplimiento), el relativo al interés negativo se constituye
con el daño que el acreedor no habría sufrido si se hubiese constituido la frustrada obligación. En el daño al
interés positivo, el resarcimiento consistirá "... en la reposición de las cosas a su estado anterior" (art. 1083,
Cód. Civil s/modif. ley 17.711) o bien a una situación lo más semejante posible a aquélla en que se hubiese
encontrado si el contrato se hubiera cumplido sin producirse el hecho dañoso. Si ello fuera imposible, la
indemnización se fijará en dinero, lo cual será opción del damnificado (art. 1083 del Cód. Civil, 2ª última
parte). El resarcimiento del daño al interés positivo, por su plenitud hace para la víctima indiferente la
conducta del deudor, pues si cumple obtiene la prestación convenida y si no lo hace logrará el resarcimiento
equivalente.
Frente el interés negativo, el daño resarcible sólo comprende aquel que el acreedor no hubiere sufrido si la
obligación se hubiese constituido y, si el negocio se hubiese celebrado. (36) Este rubro carece de regulación
específica en nuestro derecho, su identificación proviene de la doctrina que se remite a los estudios de
Ihering, (37) quien distingue la reparación de las ventajas patrimoniales que el damnificado hubiese obtenido
de la ejecución del contrato (interés positivo o de cumplimiento), de la reparación de las consecuencias
dañosas por no concretarse el negocio (interés negativo). Este último tipo de daño, asociado a la
responsabilidad precontractual debe comprender: a) Los gastos que el damnificado realizó causados por el
frustrado contrato y b) Tanto el daño emergente como el lucro cesante, derivado de la pérdida de otro
negocio sustitutivo ocasionado por las frustradas tratativas o la inconducente actividad precontractual.
Entendemos que corresponde reconocer el daño moral que se hubiese provocado, si efectivamente existió
(arts. 1078 y 1109 del Cód. Civil) al cual consideramos autónomo y resarcitorio. (38) En el daño al interés
negativo integran el daño emergente, todos los gastos inútilmente realizados para el frustrado negocio
(asesoramiento de profesionales, estudios económicos, técnicos, de factibilidad, de mercados, traslados, etc.)
y el lucro cesante, el valor que represente la pérdida de realizar un negocio alternativo ante la expectativa
razonable generada por el frustrado. Los tribunales crecientemente reconocen el supuesto, exigiendo probar
la efectiva oportunidad perdida. (39)
(1) Gregorini Clusellas, E. L., "Derecho de los Contratos", Hammurabi, Buenos Aires, 2009, t. I, Cap. VI, p. 371 y
ss.
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
(2) Faggella, "I periodi precontrattuali e la responsabilitá precontrattuale", p. 4 y ss.; Tamburrino, "I vincoli
unilaterali nella formazione progressiva del contratto", p. 1 y ss. Coinciden con la solución del Derecho
argentino, el Código Civil italiano de 1942 (arts. 1321 y 1326), el de Portugal (arts. 232 y 233), el de Japón (art.
528) y el de Noruega (art. 318), entre otros.
(3) Cfr. Martín, "Negociación racional. Introducción a la negociación profesional"; Cerini, "El poder y la
negociación"; ídem, "Manual de negociación"; ídem, "Negociación sin vicios".
(4) Salerno, "Derecho civil profundizado", p. 344 y ss.; Leiva Fernández, "Responsabilidad precontractual.
Aportes para su estudio", LA LEY, 1998-D, 1229 y ss.; Goldenberg, "Fundamento de la responsabilidad
precontractual", p. 190; Stiglitz, "Contratos civiles y comerciales. Parte General", t. I, p. 141 y ss.; López
Fidanza, "La oferta contractual y las tratativas precontractuales", LA LEY, 2000-B, 1124 y ss.; Barboer,
"Tratativas preliminares y responsabilidad precontractual", LA LEY, 1996-D, 1084; Venini, "Responsabilidad
precontractual. Deberes de información, publicidad y propaganda", ED, 172-818; Cobas, "Responsabilidad
precontractual", en Derecho privado, libro homenaje a Alberto J. Bueres, Oscar J. Ameal (dir.) - Dora M.
Gesualdi (coord.), Hammurabi, Buenos Aires, 2001, p. 1299 y siguientes.
(5) Cobas, "Responsabilidad precontractual", en Derecho privado, libro homenaje a Alberto J. Bueres, Oscar J.
Ameal (dir.) - Dora M. Gesualdi (coord.), p. 1304, quien a su vez cita a Llobet Aguado, "El deber de información
en la formación de los contratos", p. 15.
(6) Faggella, "Dei periodi precontrattuali e Della loro vera ed esatta costuzione scientifica", en Studi giuridici in
onore di Carlo Fadda, t. II, p. 269 y ss.; ídem, "I periodi precontrattuali e la responsabilitá precontrattuale";
Alonso Pérez, "La responsabilidad precontractual" en "Revista Crítica de Derecho Inmobiliario", nº 485, jul-
ago. 1971, p. 72.
(7) Podemos señalar en esta orientación al art. 145 del Cód. Civil alemán, al art. 1080 del Cód. Civil brasileño, o
al art. 925 del Proyecto de Unificación de 1998, y, obviamente, impera en la relación de consumo (art. 7º, ley
24.240).
(8) "III Jornadas de Derecho Civil y Comercial de la Provincia de La Pampa", Santa Rosa, 1991. La Comisión nº 3
sobre "Teoría general del contrato" elaboró esta definición y aprobó por unanimidad recomendar la
regulación de la responsabilidad precontractual.
(10) Llobet Aguado, "El deber de información en la formación de los contratos", p. 33; Cobas, "Responsabilidad
precontractual", en Derecho privado, libro homenaje a Alberto J. Bueres, Oscar J. Ameal (dir.) - Dora. M.
Gesualdi (coord.), p. 1309.
(12) Faggella, "Dei periodi precontrattuali e Della loro vera ed esatta costruzione scientifica", en Studi giuridici
in onore di Carlo Fadda, t. III, I periodi precontrattuali e la responsabilitá precontrattuale.
(13) Von Ihering, "De la faute "in contrahendo" ou des dommages-intérêts. Dans les conventions nulles ou
restées imparfaites", en Oeuvres choisies, t. II, p. 1 y siguientes.
(14) Brebbia, "Responsabilidad precontractual en un caso de daño producido durante los preliminares de una
compraventa", LA LEY, 1993-C, 92, nota al fallo del Trib. Col. Resp. Extracontractual Santa Fe, nº 4, 19/05/92,
"Bertolo, Mario c. Federico Tomaso".
(15) CNCiv., sala F, 02/07/82, "Winograd, Marcos c. Erenfryd, A.", ED, 102-357.
(16) Von Ihering, "De la faute "in contrahendo" ou des dommages-intéréts dans les conventions nulles ou
restées imparfaites", en Oeuvres choisies, t. II, cuya traducción ("culpa in contrahendo o acción de daños a raíz
de contratos nulos o que derivaron en imperfectos"), fue publicada en 1861.
(17) Cfr. Faggella, "Dei periodi precontrattuali e della loro vera ed esatta costruzione scientifica", en Studi
giuridici in onore di Carlo Fadda, t. III; ídem, "I periodi precontrattuali e la responsabilitá precontrattuale", p. 4
y siguientes.
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
(18) Saleilles, "De la responsabilicé precontractuelle, à propos d´une nouvelle étude sur la matière", en "Revue
Trimestrielle de Droit Civil", 1907, p. 697 y siguientes.
(19) López de Zavalía, "Teoría de los contratos", t. 1, "Parte general", p. 178; Mosset Iturraspe, "Contratos", p.
110 y ss.; Stiglitz, "Contratos", t. I, p. 144 y ss.; Lorenzetti, "Tratado de los contratos. Parte General", p. 308 y
ss.; Cifuentes, "De la responsabilidad precontractual y los contratos preliminares", ED, 169-508, Alterini,
"Contratos civiles, comerciales, de consumo. Teoría general", p. 343 y ss.; Leiva Fernández, "Contratos civiles y
comerciales", p. 36; ídem, "Responsabilidad precontractual. Aportes para su estudio", LA LEY, 1998-D, 1229 y
ss.; Cobas, "Responsabilidad precontractual", en Derecho privado, libro homenaje a Alberto J. Bueres, Oscar J.
Ameal (dir.) - Dora M. Gesualdi (coord.), p. 1299 y siguientes.
(21) Alterini, "Naturaleza de la responsabilidad precontractual", en "Revista Jurídica de San Isidro", t. I, 1967,
p. 51, con referencia a las tratativas que preceden a la oferta.
(22) Messineo, "Doctrina general del contrato", t. I, p. 337, con cita de jurisprudencia en nota 34 de la misma
página de fallo de casación del 20 de julio de 1943, en MFI, 1943 n. 1892, col. 465.
(23) Alonso Pérez, "La responsabilidad precontractual", en "Revista Crítica de Derecho Inmobiliario", nº 485,
jul-ago. 1971, p. 904.
(24) Trib. Col. Resp. Extracontractual Santa Fe, nº 4, 19/05/92, "Bertoia, Mario c. Federico, Tomaso", LA LEY,
1993-C, 92, con nota de Roberto Brebbia. El fallo afirma la existencia de un tercer género de responsabilidad
llamado "precontractual", que surge a raíz de la comisión de un acto ilícito, generalmente culposo, sucedido
(25) Alterini, "Contratos civiles, comerciales, de consumo. Teoría general", p. 345 y ss.; Lorenzetti, "Tratado de
los contratos. Parte general", p. 308 y siguientes.
(26) Subyace como fundamento general en la mayoría de los enfoques. Lo desarrollan en el derecho italiano
Benatti, Francesco, "La responsabilità precontrattuale" Guiffrè, Milano, 1963; De Ruggiero, Roberto,
"Instituciones de Der. Civil", Trad. de Fosset, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1931. Ver asimismo García
Rubio, "La responsabilidad precontractual en el derecho español", p. 64 y ss; Cobas, Manuel, "Responsabilidad
precontractual", ob. cit. 1309 y ss.
(27) Sustentan este fundamento Josserand en el derecho francés y entre nosotros Alberto Spota, JA, 1954-II-
88, citados por Mosset Iturraspe J., "Contratos", ob. cit. p. 423 quien comparte el criterio.
(28) Windscheid, Bernard, "Diritto delle pandette", trad. de C. Fadda y P. E. Bensa, Torino, 1925, t. II, N° 307, p.
188, Nota 5. Se critica este fundamento sosteniendo que la ley es en todos los casos fuente mediata de las
obligaciones.
(29) Desarrollan este fundamento entre nosotros Lorenzetti R., "Tratado de los Contratos" Parte Gral., ob. cit.,
p. 310 y ss., fue sostenido en las "III Jornadas de Derecho Civil y Comercial de la Provincia de La Pampa"
celebradas en Santa Rosa en 1991", donde la Comisión N° 3 por unanimidad aprobó regular la responsabilidad
precontractual en coherencia con la protección de la confianza. Igual criterio sostiene Gamarra en su "Tratado
de derecho civil uruguayo", t. XI, p. 35.
(30) Lorenzetti, Ricardo, "La responsabilidad precontractual como atribución de los riesgos de negociación" LA
LEY, 1993-B, 717. Paz García, Rubio, "La responsabilidad precontractual en el derecho español", p. 131. En
igual sentido CNCiv., sala E, 16/09/82 "Sánchez Sorondo, Matías G. c. Pereyra Iraola, Diego M. F.", LA LEY,
1983-A, 127 con nota de Alberto Spota.
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
(32) Bueres, Alberto J. "Responsabilidad contractual objetiva" en Derecho de daños, La Rocca, Buenos Aires, p.
65 señala que con posterioridad a la sanción de la Ley 17.711, las responsabilidades objetivas por equidad del
art. 907, párrafo 2° y por abuso del derecho del art. 1071 pueden funcionar tanto en la órbita contractual
como extracontractual. A su vez Santos Jaime, "Derecho Civil", Edersa, t. I, p. 300, señala que lesiona la
directiva de buena fe quien ejercita un derecho que se ha proporcionado mediante una conducta desleal o
contraria a lo convenido, también el que ejercita un derecho en contradicción con su anterior conducta con la
que hizo confiar al otro, y especialmente infringe dicho principio, quien ejercita su derecho tan tardíamente,
que la otra parte pudo razonablemente pensar que no lo haría.
(33) Gregorini Clusellas, E., "Proyección del contrato en el Siglo XXI", LA LEY, 2004-A, 856 donde señalamos
como una de las características "La equidad y su rol preponderante - La razonabilidad y la solidaridad".
(34) Josserand, Louis, "El espíritu de los derechos y su relatividad", Cajica-México, 1946, p. 146. Mosset
Iturraspe, J.: dirección, "Responsabilidad Civil", Hammurabi, Buenos Aires, 1992, p. 73.
(35) Lorenzetti, R. "Tratado de los contratos. Parte General", p. 326 y doctrina allí citada.
(36) Alterini, A. A. - Ameal, Oscar - López Cabana, Roberto, "Derecho de obligaciones civiles y comerciales", N°
495, pp. 228/9. Ghersi, Carlos "El daño al interés negativo" JA, 1987-IV-962; Zannoni, Eduardo A. "El daño en la
responsabilidad civil", Astrea, 1993, p. 113, CNCom. Sala C, "Klaus Bocker G.M.B.H. c. Litoral Citrus S.A.", LA
LEY, 1997-F, 166 y ss. con nota de Xanttos, "De la responsabilidad contractual por incumplimiento de la prueba
del daño".
(37) Von Ihering Rudolf, "De la culpa in contrahendo ou des dommages intérêts dans les conventions nulles ou
restées imparfaites", ob. cit., p. 29.
(38) Nuestro trabajo "Daño moral su carácter autónomo y resarcitorio", LA LEY, 2000-E, 1 y ss. Nota a fallo por
E. L. Gregorini Clusellas.
(39) CNCiv., sala K, 01/10/98, "Rico L. c. El Puente S.A.", LA LEY, 2000-C, 941. "La pérdida de la chance es
resarcible cuando importa una probabilidad suficiente de obtener un beneficio económico que resulta
frustrado por culpa ajena, no siendo indemnizable si representa una posibilidad general y vaga". En igual
sentido la Cám. Nac. en lo Comercial, sala E en fallo del 06/06/96 autos: "Farkley, Omar D. c. LR1 Radio El
Mundo" resolvió: 1) En los supuestos de "culpa in contrahendo" sólo corresponde indemnizar al damnificado
el daño al interés negativo. Dicha limitación del resarcimiento por la necesidad lógica de hacer la
responsabilidad precontractual menos intensa que la contractual; 2) Dicha indemnización engloba el reintegro
de los gastos efectuados por el damnificado y el resarcimiento de la probable ganancia no realizada en alguna
otra operación que haya sido dejada de lado para encarar el contrato frustrado, es decir se resarce el
(40) Art. 1820 ter. Proyectos de reformas al Código Civil. El Proyecto de Código Único de 1987 establece el
efecto vinculante de la oferta a plazo (art. 1149) e impone a las partes un comportamiento de buena fe para
no frustrar injustamente las tratativas preliminares, aunque aún no haya sido formulada una oferta (art. 1158)
y prevé para el caso de frustración, el resarcimiento del daño al interés negativo (art. 1159) que comprende
"los gastos y pérdidas sufridos en el proceso de formación de un contrato" (art. 520). El Proyecto de Reformas
al Código Civil de la Cámara de Diputados de 1993 repite lo que había previsto aquel en cuanto a la oferta a
plazo (art. 1149), e insiste en la exigencia del comportamiento precontractual de buena fe (art. 1158). En el
artículo 520 se dispone que en el tiempo de las "tratativas previas" anteriores a la oferta, hay responsabilidad
sólo por el daño al interés negativo, consistente en "los gastos ocasionados al dañado durante ese período";
pero, "en los restantes supuestos de responsabilidad precontractual, el obligado debe indemnizar el daño
moral y todos los daños patrimoniales causados al acreedor" (daño al interés positivo). El Proyecto del Poder
Ejecutivo de 1993 (arts. 871 y 872) toma como fuente al Proyecto de Código Único, y también impone el
comportamiento precontractual de buena fe y da lugar a la reparación del daño al interés negativo en el caso
en que es transgredido.
(41) Los Principios de Unidroit - Art. 2.15 establecen: "1) Cualquiera de las partes es libre de entablar
negociaciones y no incurre en responsabilidad en el supuesto de que estas no culminen en un acuerdo; 2) Sin
embargo, la parte que ha negociado o ha interrumpido las negociaciones con mala fe, será responsable por los
daños causados a la otra parte; 3) En especial se considera mala fe el entrar en negociaciones o continuarlas
con la intención de no llegar a un acuerdo". El Anteproyecto de Código Europeo de contratos dispone la
CNCom, Sala D, “Bunker Diseños S.A. c. IBM Argentina S.A.” responsabilidad precontractual
reparación del daño al interés negativo que comprende según el art. 6 inc. 4°: 1) El daño emergente "hasta el
máximo de los gastos comprometidos en el curso de las tratativas en vista de la celebración del contrato; 2) el
lucro cesante resultante de "la pérdida de oportunidades similares, causados por las tratativas pendientes". El
"Contract Code" no regula la responsabilidad derivada de las tratativas precontractuales por cuanto el
common law la considera una especie de la responsabilidad aquiliana o extracontractual, (delictual liability).
(43) CNCiv., en pleno, 22/02/90 "Civit, Juan c. Progress S.A. y otro", LA LEY, 1990-B, 474 y ss. que tuvimos
oportunidad de comentar bajo el título "Pacto comisorio y el resarcimiento del lucro cesante. "Civit c.
Progress", N° 77, p. 1217 y ss. por Gregorini Clusellas, E. L., en "Bueres, Alberto J. Libro Homenaje", ob. cit.