Está en la página 1de 2

INTERACCIÓN CON PERSONAS CON DISCAPACIDAD

1.2. TIPOLOGÍAS DE LA DISCAPACIDAD

Discapacidad Intelectual / Conginitiva

Diversidad

Veamos ahora, aspectos relacionados con el Síndrome de Down y con las personas
que lo poseen.

El síndrome de Down o trisomía 21 es una entidad que aparece en la especie humana


como resultado de una anomalía cromosómica por la que los núcleos de las células
del organismo humano, poseen 47 cromosomas en lugar de 46. Ese cromosoma extra
o excedente pertenece a la pareja 21, que ya no es pareja sino trío. Por eso se llama
también trisomía 21.

Es importante aclarar que no hay dos personas iguales con síndrome de Down aunque
ambas tengan 47 cromosomas, que no hay ninguna relación entre rasgos físicos y
desarrollo de las actividades cognitivas y que como lo hemos venido mencionando el
desempeño funcional, no es fruto exclusivo de la carga genética sino también del
ambiente en el que se desenvuelve.

Actualmente y debido a las acciones de prevención y de atención oportuna en los


campos de la salud, la educación y la inclusión social, las personas con Síndrome de
Down, están logrado mejores e importantes desarrollos de habilidades y destrezas que
les permiten desarrollar diversas actividades y participar en diferentes contextos.

En general las personas con discapacidad intelectual, aunque de forma más lenta,
pueden llegar a alcanzar completa autonomía para el cuidado personal, en actividades
de la vida diaria del hogar, en el manejo de la comunidad y sus servicios y en el
desarrollo de una ocupación productiva de su interés.

Las personas con discapacidad intelectual/cognitiva, son heterogéneas debido a la


variedad de necesidades y al tipo de respuesta que demandan.

Algunas presentan necesidades específicas relacionadas con su conducta y a través


de los programas específicos de técnicas de modificación de conducta, con apoyo
emocional y transformación de los estilos de crianza en familia y sociedad, logran
modificar y alcanzar conductas adaptativas adecuadas para participar, alcanzar
aprendizajes y desarrollar las habilidades sociales propias de los entornos en los que
se desenvuelven.

Esta adaptación de la conducta, además, está relacionada directamente con las


oportunidades educativas y sociales que se les brinden.

Otras personas con discapacidad intelectual presentan deficiencias importantes, en


funciones cognitivas básicas (atención, memoria, motivación, iniciativa, tiempo de
respuesta...) lo que incide de manera negativa en el acceso y procesamiento a
información de carácter complejo, como son los procesos de simbolización,
procesamiento secuencial, entre otros.
INTERACCIÓN CON PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Esta población requiere de ajustes curriculares, exposición a aprendizajes concretos y


su transferencia a situaciones del contexto, para lo que puede precisar apoyos de
diferente índole o la mediación de la persona adulta.

En el desarrollo del lenguaje oral, se encuentran personas con discapacidad intelectual


que presentan, además de una evolución lenta y a veces incompleta del desarrollo del
lenguaje, importantes dificultades articulatorias, por causas orgánicas (respiración,
tono muscular) que con frecuencia alteran la velocidad y el ritmo del habla (bradilalia,
taquilalia y tartamudeo).

En casos más graves, se puede presentar inhibición en el uso del lenguaje oral, (falta
de interés, escasa iniciativa, situación de estrés). Para estas personas, existen
facilitadores para la comprensión y expresión del lenguaje, como son los medios
gráficos, gestuales y el uso cuando sea preciso, de sistemas aumentativos de
comunicación.

Con frecuencia encontramos personas con discapacidad intelectual que adquieren


niveles básicos de lectoescritura, al menos en sus aspectos mecánicos. Pero un grupo
significativo encuentra dificultades en comprensión y expresión de estructuras
morfosintácticas complejas y del lenguaje figurativo (expresiones literarias, metáforas),
posibles dificultades en los procesos de análisis / síntesis de la lectoescritura y más
frecuentemente, en la comprensión de textos complejos. Al respecto, desde el inicio
del proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura, debe primar el
enfoque de comprensión y uso significativo de la lectoescritura.

También podría gustarte