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Reflexiones sobre genética

Primera reflexión sobre el texto: El ADN, la llave maestra de la


evolución humana
Por Aída Citlali Hernández Montaño

Este texto introduce un debate que ya existe desde hace tiempo el de “naturaleza contra crianza”
me parece evidente que dentro de nuestro código genético existan diferenciadores muy notables
de nuestra especie como homo sapiens que, gracias a estos códigos, podamos adquirir ciertos
aprendizajes y habilidades como lo es el lenguaje, la capacidad de reflexión etc. pero estos son
factores comunes y creo que todo el mundo estaría de acuerdo en esto. Cuando comienza el
verdadero debate en mi opinión es cuando se piensa en diferenciadores individuales, de homo
sapiens a homo sapiens, de persona a persona, cuando hablamos físicamente estos son evidentes;
los ojos característicos de las personas asiáticas, los diferentes tonos de piel que existen e incluso
otras cosas como el vitíligo, las pecas, los lunares, las manchas etc. pero cuando se habla de
comportamiento, de aprendizajes, de habilidades surgen las cuestiones ¿se puede decir que
existan personas con una predisposición a ser más extrovertido o introvertido? ¿Algún freno de
inhibición social que sea más sensible en algunas personas que otras? ¿personas con
predisposición a entender abstracciones como las matemáticas? ¿personas con predisposición a la
esquizofrenia, a la depresión? Estas dos últimas en lo personal yo he escuchado de conocidos que
existe esta predisposición a desarrollar depresión según tu carga genética, así como lo puede
existir con la diabetes.

Continuo mi reflexión sobre que se puede hacer como psicólogos, y utilizo una parte siguiente del
texto que habla de una adaptabilidad de los genes al contexto, a lo que sucede a los aprendizajes,
me recuerda algo a la plasticidad cerebral, o a experimentos que he visto se hacen donde se crean
“recuerdos falsos”. Este tema y estas lecturas me abren la puerta a considerar la genética como
un factor más en el comportamiento, pero yo sigo siendo una fiel creyente del contexto, no creo
que estemos determinados ni mucho menos nuestro comportamiento por los genes en la misma
medida que lo estamos por el contexto. Me recuerda esta frase de el “talento” es tan solo el 20% y
el trabajo duro es el otro 80% aquí sería la genética es el 20% y el contexto es el 80% como una
aproximación y si podemos tener ese 20% a nuestro favor me parece excelente, pero creo que no
sirve de nada tener personas que genéticamente tengan predisposiciones para grandes
aprendizajes, para no padecer depresión, en un contexto que no apoya a esto y sin embargo
podríamos tener una persona con predisposición a la depresión en un contexto, positivo, donde se
siente tomado en cuenta y otra serie de factores y la persona se desarrollara sin ningún problema,
al igual que con la diabetes, por eso creo que desde la psicología nuestro mayor trabajo sigue
siendo con el contexto.
Segunda reflexión sobre el texto: ¿Puede heredarse la memoria?
Por Lady Lorena Parrado Perdomo

Claramente la memoria como tal no se puede heredar, pero nuestros genes tienen memoria,
tienen recuerdos de nuestros ancestros como por ejemplo, si a un niño pequeño le das dos palos,
aunque este niño jamás haya visto una película sobre prehistoria o se le haya explicado o dicho
algo sobre esto, va a coger estos dos palos y los va a frotar por instinto respondiendo a sí mismo
que está haciendo fuego, esta respuesta se puede denominar como respuesta innata o inmune;
podríamos hacernos preguntas como: ¿entonces las experiencias y los aprendizajes se van
guardando en el ADN? No, el ADN es el mismo, lo que tenemos es memoria genética, tú, yo, todos
los seres vivos, pero en nuestros genes como el de todos los seres vivos hay genes primitivos que
están desactivados y que con el pasar del tiempo podríamos recordar. Este tema puede referirse al
código genético del ADN; cambios epigenéticos del material genético que averiguando más a
fondo encuentro que es definida como la disciplina de la genética que estudia los mecanismos de
control de la expresión de los genes (cuándo funcionan y cuándo no) sin modificación alguna de la
secuencia de ADN. Finalmente hay que indicar que las marcas epigenéticas también pueden
heredarse y pasarse de padres a hijos. Dado que es una capa adicional de información que está
situada encima de la genética por eso la llamamos "epigenética"; la herencia de instintos, o la
memoria racial en psicología teniendo en cuenta también la memoria cultural, que consiste en la
retención de hábitos, costumbres, mitos y artefactos por los grupos sociales. Esta última sería
posterior a la memoria genética en la evolución de la especie humana, apareciendo solamente tras
el desarrollo del lenguaje, y por lo tanto la posibilidad de transmisión de las experiencias. Según en
la parte psicológica nuestro comportamiento está influido por nuestra constitución genética y el
ambiente en el que vivimos., así que podríamos decir que tanto el medio ambiente como la
interacción social, puede ser el facilitador para desarrollar estas características heredadas de
nuestros padres.

Con la aceleración que tiene nuestro avance en los conocimientos, pronto llegarán nuevas
lecciones, nuevas ideas y herramientas.

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