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La capacidad de hablar y entender, surge y tiene sentido, sólo porque hay otros organismos semejantes
alrededor. La perspectiva inter-organismos toma en cuenta el comportamiento del individuo, sus
acciones e interacciones con el medio. Es decir, que se lo considera como un todo integral y se lo
observa desde el exterior.
Al hablar de hombre social, se considera al individuo como una sola entidad. Estas dos orientaciones se
complementan, en el sentido de que es posible encajar una perspectiva en la otra. Se puede abordar el
comportamiento lingüístico como si fuera un aspecto de nuestro conocimiento de la lengua, y así
considerarlo en términos de la capacidad del cerebro humano .
Podemos considerar los hechos sociales desde un punto de vista biológico, o los hechos biológicos desde
un punto de vista social. El generativismo estudia la lengua como conocimiento (perspectiva intra-
organismo), mientras que el funcionalismo la estudia como comportamiento (perspectiva inter-organismo).
La enunciación es el acto de producir un enunciado; acto individual de utilización de la lengua por parte del locutor que
la moviliza por su cuenta. La relación entre éstos (el locutor y la lengua) determina los caracteres lingüísticos de la
enunciación. La cual es un proceso de apropiación, donde el locutor se apropia del aparato formal de la lengua. En la
enunciación se considera sucesivamente el acto mismo, las situaciones donde se realiza, los instrumentos que la
consuman. Según Benveniste, la enunciación supone la conversión individual de la lengua en discurso. Aquí la
cuestión es ver cómo el sentido se forma en palabras, en qué medida puede distinguirse entre las dos nociones y en
qué términos describir su interacción..
El locutor se coloca en posición de hablante por medio de índices específicos (pronombres personales, tiempos
verbales, etc.) o procedimientos accesorios. Desde el momento en que se declara locutor y asume la lengua, implanta
el otro frente de él (cualquiera sea el grado de presencia que atribuya a ese otro). Toda locución es explícita o
implícitamente una alocución, ya que postula siempre un alocutario.
Principio cooperativo para que nuestro interlocutor entienda lo que queremos decir se debe adecuar a las
condiciones de la conversación, siguiendo la dirección o el propósito de la misma. Este principio se concreta en
categorías (máximas) que describen como debe ser una conversación para q sea más precisa y menos ambigua. Las
máximas conversacionales son conocidas x ambas partes de la conversación, guiándola y haciendo posible que las
inferencias deducidas x el oyente sea exactamente las que el hablante quiera comunicar.1. Máxima de cantidad:- Que
la contribución sea tan informativa como se requiere - Que su contribución no contenga más info de la que se requiere
2. Máxima de calidad: Que la contribución no sea de algo que crea que es falso - Que la contribución no sea de algo
que carezca de pruebas 3. Máxima de relación:- Que la contribución sea relevante y pertinente 4. Máxima de
modo:- Evite ser oscuro al expresarse- Evite ser ambiguo- Sea breve - Proceda d forma ordenada
YULE ¿En qué consisten las propiedades especificas de los sistemas lingüísticos?
(productividad, dualidad y arbitrariedad)
Benveniste VALOR DEL SIGNO. Explicar y desarrollar con ejemplos la frase desde
la teoría saussureana "El valor de un signo se define solamente en el sistema que lo
integra"
->Pero para que el signo sea formado x 1era vez, se debe admitir la diferencia e/ signo y significado, y que c/ signo se
comprende en un sistema específico. Por lo tanto, no pueden funcionar los signos idénticamente en todos los sistemas,
ni pertenecer todos a un mismo sistema.
Saussure: considera la lengua como objeto exclusivo de la cs de los signos. La lingüística po seerá como objetos:
describir y comparar las lenguas conocidas, definir las leyes generales que actúan en las lenguas, y definirse a sí
misma. Lengua (totalidad en sí y un principio de clasificación) ≠ Lenguaje (es multiforme y heteróclito, pertenece al
dominio individual y social). Este autor va a proponer que la lingüística forma parte de una cs que todavía no existe: la
semiología. Esta se ocupara de definir los signos y sus leyes.
Benveniste: Saussure ve a la lengua como un sistema de signos, al igual que la escritura, las señales de tránsito, el
alfabeto sordomudo, los ritos y costumbres, etc. Pero… ¿es la lengua solo un sistema más?
Según Benveniste hay que tomar la noción d Saussure para estudiar la semiología de la lengua, pero hay que abrir
una nueva dimensión para estudiar la semántica d la lengua.
Arbitrariedad: por esta entendemos que no hay una conexión necesaria entre las formas lingüísticas y su
significado. Es decir, que el significante es arbitrario con relación al significado, con el cual no guarda en
la realidad ningún lazo natural. No se adecua la palabra con el objeto que denota. La relación es “porque
si” (es inmotivado). Sin embargo, los signos lingüísticos son, a su vez, relativamente arbitrarios.
Mutabilidad/Inmutabilidad: el signo lingüístico esta fuera del alcance de nuestra voluntad, ya que un
individuo solo no puede modificar de un momento a otras formas existentes y heredadas. Sin embargo, el
signo está en condiciones de modificarse porque se continúa en el tiempo; los factores de alteración
siempre conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante. Ambos hechos
son distintos pero solidarios entre sí.
Discurso social -> es todo lo q se dice y escribe en un estado d sociedad, es decir, q es el sistema
regulador que tiene reglas de producción y circulación q son especificas en cada época. Se conforma x
sistemas genéricos, repertorios tópicos, reglas de encadenamiento de enunciados q en una sociedad
dada organizan lo decible, lo narrable y opinable, y aseguran la división del trabajo discursivo. Angenot
entiende el discurso social como un espacio atravesado por la hegemonía, entendida como un conjunto
complejo de reglas prescriptivas de diversificación de lo decible y de cohesión, de integración. Ejemplo:
De acuerdo con Angenot, en las sociedades primitivas, el concepto de hegemonía puede intervenir,
estableciendo quién puede decir qué y en qué circunstancias, y cómo se instauran las reglas de
transcodificación entre mitos, rituales y otras prácticas significantes.
simone las caracteristica de la lengua segun ( arbitrariedad, productividad, dualidad
sintacticidad , transformalidad, recursividad , la composicionalidad
Lo que necesitamos conocer respecto de un contexto de situación a fin de predecir las características lingüísticas que
probablemente se vinculan a él se resume en tres encabezados:
•Campo: se refiere al marco institucional en que se produce un trozo del lenguaje e incluye no sólo el tema de que se
trata, sino también toda la actividad del hablante o del participante en determinado marco. Es el escenario donde surge
la situación comunicativa, en relación con determinados temas. Ejemplo: un estudiante universitario de medicina
escribe una carta de amor dirigida a su amante.
•Tenor: relación entre participantes, no sólo a la variación de formalidad, sino también a cuestiones como la
permanencia de la relación y el grado de carga emotiva que hay en ella. Son los participantes que actúan en una
situación comunicativa; y de acuerdo a ellos cambia el nivel de formalidad. Ejemplo: los participantes que intervienen
en la carta que se escribió; Hugo (emisor) y María (receptor) tienen una relación amorosa entre ellos.
•Modo: se refiere al canal de comunicación adoptado; no sólo a la elección entre médium hablado y médium escrito,
sino a elecciones mucho más detalladas. Es el vocabulario específico utilizado para la situación comunicativa que
puede ser oral o escrito. Ejemplo: el modo es escrito, es una carta individual que va a ser leída sólo por una persona.
.Todo lenguaje es lenguaje en uso, en un contexto de situación. Nuestro lenguaje también está determinado por lo que
somos y esa es la base del dialecto. Este refiere la variedad según el usuario; es “lo que yo hablo debido a lo que soy”.
La manera en que Halliday ha considerado el estudio del lenguaje y del hombre social, mediante el concepto de
“potencial de significado”, puede describirse como una especie de “socio-semántica”, en el sentido de que es el estudio
del significado en un marco social o sociológico.
HALLIDAY Explicar y desarrollar en el desarrollo del niño como ser social, la lengua
desempeña la funcion más importante
En el desarrollo del niño como ser social, la lengua desempeña la función más importante, actuando
como canal principal por el que se le transmiten los modelos de vida, por el que aprende a actuar como
miembro de una sociedad y adopta su cultura, sus modos de pensar y de actuar, sus creencias y sus
valores.
Un hecho importante respecto del habla y la comprensión de la lengua, radica en que siempre se
producen en un contexto; es decir, los sujetos saben cómo comportarse lingüísticamente.
Colocar el aprendizaje de la lengua en la sociedad (y no la función lingüística del individuo en el centro de
la escena) nos obliga a optar una postura funcionalista, en el sentido de que nos interesa lo que la lengua
puede hacer, o, mejor dicho, lo que el hablante puede hacer con ella.
SEARLE -Desde la teoría de los actos de habla explicar "el contexto decide la fuerza
ilocucionaria de una emisión lingüística
La gramática generativa surgió en el contexto de lo que a menudo se llama “la revolución cognitivista” de
los años 50 y fue un factor importante en el desarrollo de ésta. Ya que implicó un cambio de perspectiva:
del estudio del comportamiento y sus productos, se pasó al estudio de los mecanismos internos que
participan en el pensamiento y la acción.
La perspectiva cognitivista no considera el comportamiento y sus productos como objetos de estudio, sino
como datos que pueden proveer evidencia respecto a los mecanismos internos de la mente y los modos
en que estos mecanismos funcionan al ejecutar acciones e interpretar la experiencia.
Lo que mejor define el contraste epistemológico entre la teoría lingüística generativa y otras teorías del
lenguaje es el desplazamiento del objeto de estudio impulsado por la gramática generativa (GG).
La gramática generativa hace un cambio de objeto de estudio porque ya no le interesa el lenguaje como
exterior al individuo sino que estudia la competencia, es decir, el conocimiento que el hablante tiene
acerca de la lengua.
Esta perspectiva parte de pensar la competencia lingüística. Especifica las reglas gramaticales que
subyacen a la construcción de oraciones. Realiza un procedimiento de evaluación y estudia los estados
de la mente/cerebro que entran dentro de la conducta.
El desplazamiento del objeto de estudio ha tenido lugar de la lengua-E (lengua exteriorizada y
extensional) a la lengua-I (lengua internalizada, intencional e individual). Esta última se opone a aquella,
en la medida en que la lengua-E es simplemente un conjunto de enunciados producidos por la facultad
lingüística o lengua-I (enfoque mentalista).
Los filósofos han dado por sentado que las únicas cosas por las que están interesados son las emisiones
descriptivas que, como su nombre lo indica, describen los estados de las cosas. También son
denominadas como enunciados constatativos, los cuales pueden ser clasificados por su falsedad o
veracidad.
Hubo enunciados que fueron catalogados por los filósofos como sinsentido porque no se podía determinar
si eran verdaderos o falsos. Pero se descubre que dichos enunciados hacen un uso.
Austin afirma que este tipo de emisiones son enunciados (porque tienen la misma gramática), no carentes
de sentido y que, sin embargo, no son verdaderos ni falsos; sino que son afortunados o desafortunados. A
este tipo de emisiones las denominó como enunciados realizativos.
- Emisiones asertativos o constatativos -> son enunciados que describen el estado de cosas, y son ciertos
o falsos. Ej: está lloviendo.
- Emisiones realizativas o performativas -> Son enunciados que no se limitan a describir un hecho, sino
que por el mismo hecho de ser expresado se realiza el hecho. Estos no es susceptible de clasificar en
verdadero o falso, sino que pueden ser adecuados o inadecuados. Estas emisiones son coherentes, con
verbos corrientes en 1era persona del singular del presente indicativo del hablante, q implican cosas y
conllevan a afirmar determinadas cosas, pero igualmente no pueden ser v o f. Ej: prometer, bautizar, jurar,
perdonar.
Por ejemplo: “lo siento”, ¿es una emisión realizativa o una constatativa? Si hubiese dicho “me siento
profundamente apenado por ello”, se entiende que es una descripción de un estado de sentimientos
(emisión constatativa). Y si hubiese dicho “pido disculpas por lo que sucedió”, se está llevando a cabo
efectivamente el acto de pedir disculpas (emisión realizativa).
La hegemonía discursiva solo es un elemento de una hegemonía cultural más abarcadora, que establece
la legitimidad y el sentido de los diversos “estilos de vida”, de las costumbres, actitudes y “mentalidades”
que parecen manifestar.
Aparece como un sistema que se regula por sí mismo. A pesar de muchos “puntos de fricción” de
conflicto, la hegemonía apunta a la estabilidad y a la homeostasis, mientras que ella misma está
constantemente en vías de reparación, de renovación. Dicha hegemonía es “social” porque produce
discursivamente a la sociedad como totalidad. No representa a la ideología de la clase dominante, sino
que se produce entre las clases, no es propiedad de una de ellas, aunque resulta obvio que favorece a
quienes están mejor situados socialmente.
En conclusión, Angenot entiende el discurso social como un espacio atravesado por la hegemonía,
entendida como un conjunto complejo de reglas prescriptivas de diversificación de lo decible y de
cohesión, de integración.
Ejemplo: De acuerdo con Angenot, en las sociedades primitivas, el concepto de hegemonía puede
intervenir, estableciendo quién puede decir qué y en qué circunstancias, y cómo se instauran las reglas de
transcodificación entre mitos, rituales y otras prácticas significantes.
Benveniste: Saussure ve a la lengua como un sistema de signos, al igual que la escritura, las señales de
tránsito, el alfabeto sordomudo, los ritos y costumbres, etc. Pero… ¿es la lengua solo un sistema más?
Lengua: se presenta como una dualidad en todos sus aspectos:
- como institución social es puesta en práctica individualmente
- como discurso continuo es comprendido por unidades.
Signos > su función es representar otra cosa evocándola como sustituto.
Los usamos todo el tiempo y nos condicionan la vida de forma individual y social.
Todos los sistemas de signos se caracterizan x tener significancia, y lo que los diferencian e/ sí son:
- su modo de operación: al sentido (vista, oído..) que se dirigen
- su dominio de validez: donde se impone y se reconoce (en la calle, en una escuela..)
- la naturaleza y tipos de signos: (nros, letras, carteles, luces..)
- su tipo de funcionamiento: la relación que tienen los signos e/ si (alternar colores..)
Principios que afectan las relaciones e/ sistemas:
1) principio de no redundancia e/ sistemas: dos sistemas semióticos diferentes no pueden ser
mutuamente convertibles
2) dos sistemas pueden tener un mismo signo en común, ya que su valor va a definirse en su sistema.
Los sistemas semióticos se reparten e/ sistemas d unidades significantes (ej una lengua) y sistemas de
unidades no significantes (ej música). Tipos de relaciones e/ sistemas semióticos: - un sistema puede
engendrar otro d igual naturaleza - un sistema puede ser homologo a otro - un sistema puede ser
interpretante d otro > así la lengua puede ser interpretante de todos los demás sistemas y de sí misma
Lengua > es el único sistema que es semiótico en su estructura formal y en su funcionamiento:
- se manifiesta en la enunciación - consiste en signos distintos formales - se produce y recibe en los
miembros d una comunidad - es la única actualización d la comunicación
La lengua también combina 2 modos d significancia:
- semiótico > significancia propia del signo lingüístico. Cada signo afirma su significancia en el conjunto d
los signos, y este existe cuando es reconocido como significante x los miembros d la comunidad.
- semántico > significancia engendrada x el discurso. El mensaje producido x la lengua no es solo la suma
d los signos, sino que el sentido global es el q se divide en signos particulares. El discurso es
comprendido x los miembros d la comunidad.
Los demás sistemas tienen significancia unidimensional. Esto produce q la lengua pertenezca a un nuevo
nivel d enunciación.
Saussure no solo deja planteado un programa disciplinar para el desarrollo de la semiológica, sino que
además, sus investigaciones influyeron en otras ciencias sociales. Sienta las bases de una corriente de
pensamiento que tuvo mucha influencia durante la primera mitad del Sxx y que se llamo Estructuralismo.
Saussure define a la lengua como un producto social, de naturaleza psíquica, es decir, que se ubica en la
mente de los hablantes que perteneces a una comunidad lingüística determinada. Saussure es muy
influenciado por la psicología (que venia investigando la asociación entre la palabra y la idea) y lo llevan a
plantear a la lengua como un fenómeno que responde a dos cuestiones. Por un lado que esta
determinado socialmente, que es un producto de convención social y por otro lado que es un fenómeno
psíquico (que nos lleva a individualizar el sujeto). Se contempla a este sujeto y se trata de ver como este
sujeto se articula con la sociedad.
Pierce dice que la relación entre significante y significado no es automina y tampoco univoca, sino que
ante un significante se relacione con un significado.
Para Pierce hay tres tipos de “interpretamen”: en primer lugar lo llama “inmediato” que es el significado del
diccionario; a otro lo llama “dinámico” mira al interprete y trata de explicarlo y al tercer tipo lo llama
“interprete final” que el significado que fija la cultura. Clasifica a los signos en tres tipo “icono” que es el
que presenta una relación entre significado y significante. “índice” son signos indícales porque indican que
hay una relación de proximidad entre el sujeto que habla y el objeto que esta mostrando. La relación entre
el significado y significante es arbritaria cuando esto ocurre Pierce habla de “símbolo”.
Los seres humanos estamos permanentemente expuestos a signos. Estos signos se pueden superponer:
un signo puede ser un símbolo que esta funcionando como índice, o ser un icono con valor inicial. El
dibujo de una mujer es la puerta de baño de damas, es tanto un icono como índice. Los seres humanos
estamos expuestos a representamenes, a signos de todo tipo, tanto de tipo natural como de tipo cultural.
El representamen y el objeto se relacionan de forma inmediatamente
Benveniste llamo “enunciación” a ese acto en el cual un sujeto se apropia del aparato formal de la lengua
y produce un enunciado. El discurso es el momento en que un sujeto lleva adelante un acto de
enunciación para producir un enunciado. El producto de ese acto de enunciares el enunciado. Se
considera que los dos componentes del discurso son el enunciado y su contexto. La lingüística de
Enunciación es muy diferente a la lingüística Estructuralista (sausseriana). La Lingüística de Enunciación
considera que hay que estudiar el discurso, el momento en que se pone en funcionamiento y uso del
sistema de la lengua, cuando se estudia un discurso lo que se hace es estudiar el texto y su contexto, el
enunciado y su enunciación. No existe el discurso objetivo, porque detrás de todo discurso siempre hay
un sujeto que podrá manifestarse mas o menos en su enunciación pero que siempre esta en el origen de
ese hecho histórico que es producir un enunciado.
Lingüística: es una práctica discusiva tanto en acto como en acción científica: practica
de los discursos teóricos. La categoría principal es la verediccion (se quiere decir la
verdad): el sujeto creador d teorías en su voluntad x decir la verdad, busca al mismo
tiempo destruir toda subjetividad, busca desaparecer como sujeto lo más posible,
aunque sea imposible hacerlo. Esto es porque lo importante es la objetividad de la
teoría. Hay en todo discurso teórico la voluntad de hacer saber, dentro de la cual hay
que considerar 3 categorías:1) saber hacer: concierne a la coherencia del discurso y a
la relación d este con la realidad 2) poder hacer: se refiere a la autoridad necesaria en
el discurso científico 3) debe hacer: porque es un deber el mismo hacer científico.
BENVENISTE lenguaje como instrumento de comunicación, por qué?.
La expresividad humana puede objetivarse de manera q su disponibilidad se extienda más allá del “cara a
cara” (ej: si aparece un cuchillo en mi cama tras tener una disputa con otro, el arma pasa a ser una
objetivación de la subjetividad humana). Estas objetivaciones se encuentran presentes todo el tiempo en
la vida cotidiana. El signo es una de ellas de importancia crucial porque todas las
objetivaciones son susceptibles d usarse como signos, pero a la vez, existen ciertas objetivaciones
destinadas originariamente a servir de signos. Los signos se agrupan en sistemas. Estos se caracterizan
x su “separatividad” (pueden ir mas allá de la intención subjetiva del aquí y ahora).
Lenguaje > es el sistema de signos vocales más importante d la sociedad porque es el que sustenta la
vida cotidiana y la relación con otros. Este se origina cara a cara, pero puede separarse fácilmente x su
capacidad d comunicar significados q no sean exclusivos del aquí y ahora.
En la situación directa de comunicación, el lenguaje produce una sincronización continua con los que
conversan. Esto es irrepetible para otros sistemas de signos, ya q el lenguaje a medida q se produce se
hace “más real” la subjetividad del hablante, tanto para el otro como para sí mismo.
El lenguaje así como puede referirse a otras realidades, igualmente conserva su arraigo en la realidad
actual. Este puede transcender x completo la actualidad, ascendiendo a regiones inaccesibles a la
experiencia d uno.
AUSTIN: qué plantea como superación de la dicotomía entre emisiones constatativas
y emisiones realizaticas (esto es, los actos de habla). Había que definir a qué
conclusión llegaba y de qué manera.
Austin decía: realizar una promesa no es sólo decirlo sino que tienen que darse
otras cosas-
Se refiere a cuando habla de que unn hablante puede fracasar en el intento de realizar
una acción mediante la proferencia de una expresión realizativa por varias razones,
razones que tienen que ver con otras condiciones de la realización de la acción que no
son las de su pura proferencia. Aun siendo esa proferencia una condición necesaria,
no es sin embargo una condición suficiente para la consecución de la acción. No basta
con decir `prometo...' para efectuar una promesa, sino que además hay que observar
otras condiciones que permiten realizar promesas.
Las emisiones realizativas sufren de ciertas incapacidades propias y pueden fracasar
de maneras especiales. Se denomina infortuito cuando la emisión realizativa es
insatisfactoria (desafortunada). Y éstos surgen si se rompen determinadas reglas:
• La convención invocada debe existir y ser aceptada.
• Las circunstancias en que nos proponemos invocar este procedimiento deben
ser apropiadas para su invocación.
Es decir, si esto no se observa, el acto propuesto será un fallo. Si alguna de estas
reglas no se cumplen decimos que el acto que nos proponíamos realizar es nulo, sin
efecto. Esto también ocurrirá si no se lleva a cabo el procedimiento correcta y
completamente.
Hablar de discurso es hablar de una práctica social, de una forma de acción entre las personas que se
articula a partir del uso lingüístico contextualizado. El discurso es parte de la vida social y a la vez un
instrumento que crea la vida social. Hablar o escribir no es otra cosa que construir piezas textuales
orientadas a unos fines y que se da en interdependencia del contexto. Los usos lingüísticos son variados.
Las personas tienen a su disposición un repertorio comunicativo que puede estar formado por una o más
lenguas, por diferentes variedades lingüísticas y por otros instrumentos de comunicación. La lengua,
materia primera del discurso, ofrece a quienes la usan una serie de opciones de entre las cuales hay que
elegir en el momento de interactuar discursivamente. Esa elección sujeta o no a un control consciente se
realiza de acuerdo con unos parámetros contextuales que incluyen la situación, los propósitos de quien la
realiza y las características de los destinatarios. El discurso es complejo y heterogéneo, pero no caótico.
Complejo en cuanto a los diversos modos de organización en que puede manifestarse, también en cuanto
los diversos niveles que entran en su construcción, complejo a sí mismo en cuanto a las modalidades en
que se concreta.
La heterogeneidad está regulada por una serie de normas/reglas principios o máximas de carácter textual
y sociocultural que orientan a las personas en la tarea de construir piezas discursivas coherentes y
apropiadas a cada situación de comunicación. Comunicación que se entiende como un proceso
interactivo mucho más complejo que incluye la continua interpretación de intenciones expresadas verbal y
no verbalmente, de forma directa o velada.
Uno de los puntos fundamentales de la lingüística moderna afirma que la lengua hablada es más
básica que la escrita. Esto se puede explicar haciendo referencia a diferentes perspectivas:
La prioridad histórica se refiere a que no existe ni ha existido en el pasado ninguna sociedad humana
conocida sin la capacidad de hablar (aunque sí se encuentran sociedades analfabetas). Pero resultan
aun más importantes la prioridad estructural, funcional y biológica.
La prioridad estructural refiere a que la estructura de las oraciones escritas depende de distinciones
reconocibles de forma grafica, mientras que la de las oraciones habladas se basa en distinciones
reconocibles del sonido. Hay una importante diferencia respecto a las combinaciones de letras y de
sonidos que resultan admisibles. La capacidad combinatoria de los sonidos utilizados en una lengua
depende, en parte, de las propiedades del medio mismo en que se manifiestan y, por otra parte, de
restricciones más concretas que valen sólo para las lenguas en cuestión. A su vez, la capacidad de
las letras para combinarse entre sí resulta totalmente impredecible en las lenguas que emplean un
sistema de escritura alfabético si se atiende a la asociación de las formas con los sonidos y a la
capacidad combinatoria que presentan en el habla los propios sonidos..
Sobre la prioridad funcional, Lyons afirma que la lengua hablada se emplea para una serie de
cometidos más extensa que la lengua escrita, mientras que ésta sirve de sustituto funcional del habla
sólo en situaciones que hacen imposible, poco fiable o ineficaz la comunicación vocal-auditiva.
La prioridad biológica es la cuestión más controvertida. Se refiere a que hay muchos indicios que
sugieren que los seres humanos están genéticamente programados no sólo para adquirir el lenguaje,
sino también y como parte del mismo proceso, para producir y reconocer sonidos de habla.
Un signo lingüístico es lo que está en lugar de otra cosa. Es la unión de una imagen acústica (parte
psíquica del sonido; el significante) con un concepto (la idea; el significado). Estos dos elementos están
íntimamente unidos y se requieren recíprocamente. Llamamos signo, entonces, a la totalidad.
Una característica primordial de los signos lingüísticos es la arbitrariedad. Saussure afirma que solo una
parte de los signos es absolutamente arbitraria; en otras interviene un fenómeno que permite reconocer
en lo arbitrario sin suprimirlo: el signo puede ser relativamente motivado. Esto es así porque en la lengua
existe un principio de arbitrariedad absoluta y relativa.
Con respecto a la arbitrariedad absoluta, por esta entendemos que no hay una conexión necesaria entre
las formas lingüísticas y su significado. Es decir, que el significante es arbitrario con relación al
significado, con el cual no guarda en la realidad ningún lazo natural. No se adecua la palabra con el objeto
que denota. La relación es “porque si” (es inmotivado).
Sin embargo, la arbitrariedad del signo es también, en parte, relativa. Ya que el hecho de que el signo sea
arbitrario no quiere decir que el significante sea libre de elección por parte del hablante, sino que es
inmotivado con relación al significado. Por ejemplo: carta-cartero; el símbolo de la justicia (la balanza) no
podría reemplazarse por un objeto cualquiera, como un carro. En estos casos la arbitrariedad esta
relativizada y el signo puede así, ser relativamente motivado.
. Chomsky se opone al conductismo lógico, que tiende a reducir el lenguaje (y el resto de las
manifestaciones cognitivas) a un conjunto de variables ambientales a las que el comportamiento quedaría
sujeto.
La teoría conductista de la adquisición del lenguaje plantea las nociones de estímulo, respuesta y refuerzo
(el lenguaje se aprende por repetición), suponiendo que los niños reciben estímulos completos y ricos.
Defiende que la conducta lingüística es un reflejo de la experiencia y del entrenamiento y, por tanto,
sobrevalora la función de los datos lingüísticos (de la experiencia) en el desarrollo de la capacidad
lingüística.
Por el contrario, el argumento de Chomsky es que ni bien nacemos podemos comenzar a adquirir una
lengua, que es un sistema complejo, a pesar de que al principio el niño recibe estímulos pobres,
fragmentados y no sistemáticos (pobreza de estímulos). El autor cuestiona que si los niños se basaran en
la analogía y en la imitación (tal como lo plantean las teorías conductistas) no se podría explicar cómo
producen oraciones que nunca han escuchado.
Chomsky afirma que lo que realmente hacen los lingüistas cuando describen una determinada lengua no
es describir el comportamiento, sino la competencia de sus hablantes que subyace a la actuación y la
hace posible.
Hubo enunciados que fueron catalogados por los filósofos como sinsentido porque no se podía determinar si eran
verdaderos o falsos. Pero se descubre que dichos enunciados hacen un uso.
Austin afirma que este tipo de emisiones son enunciados (porque tienen la misma gramática), no carentes de sentido y
que, sin embargo, no son verdaderos ni falsos; sino que son afortunados o desafortunados. A este tipo de emisiones
las denominó como enunciados realizativos.
Por ejemplo: si digo “te apuesto cinco pesos que lloverá mañana” o “le pido disculpas”; en estos casos, lo que digo no
puede considerarse como un registro de la realización de la acción que indudablemente se hace (la acción de apostar o
de disculparse).
Si una persona realiza una emisión de este tipo, se dirá que está haciendo algo más que diciendo algo; es decir, está
efectuando una acción. Por ejemplo: “sí, quiero” (efectivamente se está casando); o “te apuesto que mañana llueve”
(está realizando una apuesta). Al decir lo que digo, realizo efectivamente esa acción.
Las emisiones realizativas sufren de ciertas incapacidades propias y pueden fracasar de maneras especiales. Se
denomina infortuito cuando la emisión realizativa es insatisfactoria (desafortunada). Y éstos surgen si se rompen
determinadas reglas: •La convención invocada debe existir y ser aceptada. •Las circunstancias en que nos
proponemos invocar este procedimiento deben ser apropiadas para su invocación.
La arbitrariedad, entendida esta como convencionalidad en oposición a iconicidad, se podría pensar que
el carácter icónico de muchos de los signos de las diversas lenguas de signos del mundo es un indicio
claro de su carácter no convencional. Es cierto que en muchas ocasione es posible reconocer los objetos
denotados en determinados signos como también es cierto que el lenguaje de signos aprovecha sus
posibilidades miméticas con fines lúdicos o estéticos, como recurso comunicativo o simplemente para
crear nuevos signos. No obstante, todo ello no nos debe conducir a afirmar que los signos de las lenguas
de signos no son convencionales, por varias razones. Los signos icónicos están sujetos a las reglas
querotácticas de la lengua en cuestión y pierden su carácter imitativo con el paso del tiempo. Además tal
iconicidad es en no pocas ocasiones engañoso, pues se ha demostrado que lo normal en las personas
ajenas al lenguaje de signos es que identifiquen el significado de un signo sólo después de tener
conocimiento de su posible referente. Ello no debe extrañarnos si tenemos en cuenta, por último, que las
lenguas de signos de diferentes países suelen ser mutuamente ininteligibles, diferenciándose tanto e sus
signos arbitrarios como en los icónicos. La conclusión a la que llegamos por tanto, es que las lenguas de
signos cumplen el criterio de la arbitrariedad y consecuentemente no necesitan crear un signo distinto
para cada realidad distinta y pueden hacer uso de los procesos metafóricos para aumentar el número de
denotaciones de un signo.
Por productividad se entiende aquella propiedad del sistema lingüístico que permite a los signantes
nativos de una lengua de signos en cuestión construir y comprender una cantidad indefinidamente grande
de enunciados, incluidos los que nunca se han considerado previamente, empleando elementos
conocidos de algunos enunciados para formar otros nuevos. Cuando dos signantes nativos se comunican
espontáneamente, ofrecen una prueba convincente de la capacidad productiva o creativa de este
lenguaje: a partir de un conjunto finito de lexemas y de una serie de reglas de combinación, el signante
sordo puede producir o entender cualquier mensaje concebible.
En cuanto al carácter discreto, los signos de este lenguaje se construyen a partir de una serie de
elementos formativos llamados queremas, comparables a los fonemas del lenguaje oral. Los queremas se
agrupan en diferentes categorías conocidas con el nombre de parámetros: configuración (forma de la
mano), localización, movimiento, orientación, dirección y expresión facial. Pues bien, cada uno de los
valores o realizaciones de estos parámetros, es decir, los queremas, tienen carácter discreto, son
claramente discriminables, se oponen entre sí de forma absoluta y no admiten gradaciones. Dos
significados pueden diferir mínimamente (por un solo elemento discreto) y pertenecer a lexemas sin
ninguna relación de significado. Por ejemplo, IGUAL y CRITICAR, se diferencian únicamente por el
movimiento.
Doble articulación o dualidad de estructuración. Las lenguas de signos, al igual que las lenguas
orales, son sistemas que constan de dos niveles: un sistema físico formado por un número limitado de
elementos, los queremas, que no tienen un significado intrínseco; y un segundo nivel en el que los
queremas se combinan de modo diferente para formar signos que transmiten significado. Un puño
cerrado sin más no significa nada, como tampoco significa nada una mano situada delante de la nariz, ni
una mano orientada hacia arriba, ni una mano que hace un movimiento circular hacia abajo, ni una
expresión facial neutra, pero combinándolos todos ellos obtenemos el signo para BORRACHO.
CHOMSKY explicar el problema de Platón Y PARA QUE LE SIRVE “datos a los que
ha estado expuesto el niño“
Austin critica a la teoría filosófica básica del lenguaje y la lógica clásica, ya que para ellas la principal
función del lenguaje era descriptiva. Se ha dado por sentado que las únicas cosas que el lenguaje podía
hacer era describir situaciones, de forma verdadera o falsa. Pero Austin pone en duda que todo
enunciado sea v o f, ya que al evaluar un enunciado debemos tener en cuenta el propósito y la intensión
con la que se produce, es decir que hay que tener en cuenta el concepto de adecuación.
A principios del s XX se comenzó a distinguir oraciones del lenguaje ordinario que no podían clasificarse
como verdaderas o falsas, y por lo tanto se comenzó a pensar que hay distintos usos que se pueden
hacer con el lenguaje. Austin llega a la conclusión de que el lenguaje no es exclusivamente descriptivo:
- Emisiones asertativos o constatativos -> son enunciados que describen el estado de cosas, y son ciertos
o falsos. Ej: está lloviendo.
- Emisiones realizativas o performativas -> Son enunciados que no se limitan a describir un hecho, sino
que por el mismo hecho de ser expresado se realiza el hecho. Estos no es susceptible de clasificar en
verdadero o falso, sino que pueden ser adecuados o inadecuados. Estas emisiones son coherentes, con
verbos corrientes en 1era persona del singular del presente indicativo del hablante, q implican cosas y
conllevan a afirmar determinadas cosas, pero igualmente no pueden ser v o f. Ej: prometer, bautizar, jurar,
perdonar.
La facultad del lenguaje (posibilidad, capacidad de producir una lengua particular) puede ser considerada
razonablemente el órgano del lenguaje (un órgano es un subsistema de una estructura más compleja). La
adquisición del lenguaje se parece más al crecimiento y desarrollo de un órgano. Es algo que le acontece
al niño, no algo que el niño hace.
Damos por supuesto que el órgano del lenguaje es como otros órganos, en cuanto a que su naturaleza
esta genéticamente determinada. Cada lengua es el resultado de la interacción de dos factores: el estado
inicial y el curso de la experiencia. El curso general del desarrollo y los rasgos básicos de los que emerge
están pre-determinados por el estado inicial, aunque el medio ambiente juega un papel importante.
El estado inicial, común en todas las especies, es un mecanismo de adquisición de lenguas que procesa
la experiencia como input y genera lengua como output (un output que esta internamente representado en
la mente/cerebro).
La facultad del lenguaje está dentro de la arquitectura más amplia de la mente/cerebro. Ella interactúa con
otros sistemas, los cuales imponen condiciones que el lenguaje debe satisfacer.
Austin, como refuta la posicion según la cual vale la pena analizar enunciados en
tanto se determine si son verdadeos o falsos
“Según Austin, hay un tipo de emisiones que parecen enunciados, que no son carentes de sentido y que,
sin embargo, no son verdaderas o falsas”.
Los filósofos han dado por sentado que las únicas cosas por las que están interesados son las emisiones
descriptivas que, como su nombre lo indica, describen los estados de las cosas. También son
denominadas como enunciados constatativos, los cuales pueden ser clasificados por su falsedad o
veracidad. Hubo enunciados que fueron catalogados por los filósofos como sinsentido porque no se podía
determinar si eran verdaderos o falsos. Pero se descubre que dichos enunciados hacen un uso.
Austin afirma que este tipo de emisiones son enunciados (porque tienen la misma gramática), no carentes
de sentido y que, sin embargo, no son verdaderos ni falsos; sino que son afortunados o desafortunados. A
este tipo de emisiones las denominó como enunciados realizativos.
"Un modelo ingenuo de transmisión de información no problematiza cómo se refieren lingüísticamente los
hechos seleccionados en un relato".
La información consiste en alguien que posee un cierto saber y lo transmite (con la ayuda de cierto
lenguaje) a alguien que, se supone, no lo posee. Se produciría, por lo tanto, un acto de transmisión que
haría pasar al individuo social de un estado de ignorancia a un estado de saber (lo sacaría de lo
desconocido para sumergirlo en lo conocido).
El fenómeno de la información es el único fenómeno humano y social que depende del lenguaje. Ya que
éste último es lo que permite que se establezcan intercambios entre los miembros de un grupo social
dado, que se construya la identidad de estos miembros como sujetos hablantes y que, en dichos
intercambios, se construya, por medio de la palabra proferida, sentido simbólico.
El lenguaje así definido, remite no sólamente a los sistemas de signos internos de una lengua, sino
también a sistemas de valor de uso de esos signos, a lo que se llama discurso y que da cuenta de la
manera como se organiza la circulación de la palabra en una comunidad social para producir sentido.
Podemos, entonces, decir que la información es una cuestión de discurso.
La información es pura enunciación, no existe en sí misma, en un espacio exterior al hombre (es
dependiente de la acción humana). Construye un saber en forma de discurso y, como todo discurso,
depende a la vez del campo de conocimientos que trata, de la situación de enunciación en la que se
inserta y del dispositivo en el cual circula.
Las ciencias humanas y las ciencias sociales sustentan todo intercambio comunicativo en un postulado de
intencionalidad: “Todo hablante comunica con el proyecto más o menos consciente de significar el mundo
a un destinatario y de ser comprendido por él”; completado por un principio de influencia: “Todo hablante
comunica para modificar el estado de los conocimientos, las creencias o los afectos de su interlocutor, o
para hacerlo actuar de determinada manera”. Sin embargo, este postulado y este principio remiten al
sujeto hablante, a sus intenciones, a sus propósitos, sin prejuzgar el efecto real que estos actos de
lenguaje producen sobre el interlocutor.
Una cosa es la intención y el propósito de influencia, otra cosa es lo que sucede realmente en el receptor.
Este tiene su propia libertad para interpretar los mensajes cuyo sentido construye, a su vez, en función de
lo que es, de lo que sabe, de lo que cree y de sus propios proyectos. Por ello es conveniente distinguir en
el análisis de todo acto de comunicación, y por lo tanto de información, entre el efecto propuesto u el
efecto producido.
Hablar, comunicar, informar: todo es elección. No solamente elección de contenidos para transmitir y de
formas adecuadas para expresarse, sino también elección de efectos de sentido para influir sobre el otro.
Es decir, elección de estrategias discursivas.
El discurso no es la lengua. Si bien es cierto que con la lengua se fabrica el discurso y este, a su vez, la
modifica. El discurso siempre se dirige hacia algo más que las reglas de uso de la lengua. Es lo que
enlaza las circunstancias en las que se habla o escribe, con lo que se dice. Las circunstancias no son solo
el lugar o el momento en el que se habla, sino también incluyen la identidad de quien habla y de su
interlocutor, la relación de intencionalidad que los vincula y las condiciones físicas del intercambio.
Por ello, el sentido de lo que se dice sólo puede descubrirse tomando como referencia todos estos datos.
El discurso es una “manera de decir” más o menos prevista, codificada o improvisada según un conjunto
de condiciones intencionales que rigen dicha manera de decir.
Maingueaneu Modalidades
Es entendida como la forma que posee el hablante para expresar su subjetividad, es decir la marca dada
por el sujeto a su enunciado. Se trata sobre todo de la adhesión del hablante a su propio discurso.
Ciertos adverbios constituyen modalizadores que se pueden detectar con facilidad. Pero la mayoría de las
veces las cosas están lejos de ser tan claras, generalmente es la entonación la que sobrelleva lo esencial
del peso de la modalización. Las modalidades pueden ser:
Modalidades de enunciación:Corresponde a una relación que se establece en el texto entre el hablante y
el oyente. Una frase no puede recibir más que una modalidad de enunciación, que puede ser declarativas,
interrogativas, imperativas y exclamativas.
Modalidades de enunciado:Caracterizan la manera en que el hablante se sitúa frente su enunciado.
Según la relación que toma el lector con su enunciado, la modalidad puede ser: lógica (se relaciona el
contenido del enunciado con la verdad o falsedad) o apreciativa (se relaciona el contenido del enunciado
según juicios apreciativos: lo feliz, lo triste, lo útil, etc.)
Modalidades de mensaje: Es la organización de la información dentro del enunciado, la cual se puede
organizar poniendo de manera principal al tema (tematización); en relación a lo que al locutor menos le
importa (pasivación); o categorizando la información (nominalización).
Tiene que ver con la alteración del orden canónico, del orden lógico de la frase (sujeto-predicado).
La enunciación consiste en poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización. Supone la
conversión individual de la lengua en discurso; ver cómo el “sentido” se forma en “palabras”. En la
enunciación se considera el acto mismo, las situaciones donde se realiza, los intrumentos que lo
consuman. En
tanto que realización individual, la enunciación puede definirse, en relación con la lengua, como un
proceso de apropiación. El locutor se apropia el aparato formal de la lengua y enuncia su posición de
locutor mediante indicios específicos, por una parte, y por medio de procedimientos accesorios, por otra.
Pero inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro delante de él
(cualquiera que sea el grado de presencia que atribuya a este otro). Toda enunciación es, explícita o
implícita, una alocución, postula un alocutario.
El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla en su habla. La presencia del locutor
en su enunciación hace que cada instancia de discurso constituya un centro de referencia interna.
Entonces, la referencia es parte integrante de la enunciación. Lo que en general caracteriza a la
enunciación es la acentuación de la relación discursiva al interlocutor (ya sea éste real o imaginado,
individual o colectivo).
Están primero la emergencia de los indicios de persona (relación yo-tu), donde el término “yo” denota al
individuo que profiere la enunciación; y el término “tú”, al individuo que está presente como alocutario.
De igual naturaleza y atinentes a la misma estructura de enunciación son los indicios numerosos de la
ostensión (este, aquí, etc.): términos que implican un gesto que designa el objeto, al mismo tiempo que es
pronunciada la instancia del término.
Las formas llamadas tradicionalmente “pronombres personales”, “demostrativos”, aparecen ahora como
una especie de “individuos lingüísticos”, de formas que remiten siempre y solamente a “individuos”
(trátese de personas, de momentos, de lugares). Estos individuos nacen de una enunciación.
función representativa del lenguaje: éste siempre tiene relación con un contenido. Todas las
doctrinas admiten cierta función representativa, explicada gracias a su linealidad y ligada a la
temporalidad.
2 teorías contemporáneas :
- Expresionista: consideran que el lenguaje expresa el pensamiento, lo representa. Descartes
toma esta posición, al igual que Chomsky. Este último afirma que la gramática expresa la
realidad mental del hablante
- Articulista: el lenguaje articula el pensamiento, es decir que el pensamiento no existe antes
del lenguaje. Esta posición la adquiere Condillac y Saussure, que afirman que el lenguaje es el
que hace posible el razonamiento y el conocimiento.
La enunciación es el acto de producir un enunciado; acto individual de utilización de la lengua por parte del locutor
que la moviliza por su cuenta. La relación entre éstos (el locutor y la lengua) determina los caracteres lingüísticos de
la enunciación. La cual es un proceso de apropiación, donde el locutor se apropia del aparato formal de la lengua.
En la enunciación se considera sucesivamente el acto mismo, las situaciones donde se realiza, los instrumentos que
la consuman.
Según Benveniste, la enunciación supone la conversión individual de la lengua en discurso. Aquí la cuestión es ver
cómo el sentido se forma en palabras, en qué medida puede distinguirse entre las dos nociones y en qué términos
describir su interacción.
Antes de la enunciación, la lengua no es más que la posibilidad de la lengua. Después de la enunciación, la lengua se
efectúa en una instancia de discurso que emana de un locutor (forma sonora que espera un auditor y que suscita
otra enunciación a cambio; actúa como parámetro de la enunciación).
El locutor se coloca en posición de hablante por medio de índices específicos (pronombres personales, tiempos
verbales, etc.) o procedimientos accesorios. Desde el momento en que se declara locutor y asume la lengua,
implanta el otro frente de él (cualquiera sea el grado de presencia que atribuya a ese otro). Toda locución es
explícita o implícitamente una alocución, ya que postula siempre un alocutario.
Por lo tanto, los primeros elementos constitutivos de un proceso de enunciación son: por un lado, el locutor (el que
enuncia); y por otro, el alocutario (aquel al que se dirige el enunciado). Ambos se definen como interlocutores,
alterando sus posiciones. Existen en la lengua diferentes índices de persona, espacio, tiempo, modalidad, etc., que
permiten identificar cuál es la posición del enunciador frente a lo que está enunciando, y así poder llegar a
establecer las variaciones entre un discurso más o menos subjetivo.
En el texto Halliday insiste en que un aspecto muy importante del lenguaje es el social, pero además trata de
encontrar las relaciones entre el entorno social y el contenido comunicativo. Cita un párrafo donde se evita la
distinción entre la competencia y la actuación que postulaba Chomsky. Con la reintroducción del termino
estructuralista de potencial (de comportamiento linguistico) parece que es posible acercar dos mundos que en
Chomsky se hallan muy alejados y cuya relación necesita de una teoría especial (la de la actuación) que en este caso
es innecesaria , puesto que ya no estamos ante coordenadas de conocimiento (competencia) y comportamiento
(actuación) sino ante un mundo de comportamientos actualizados o por actualizar.
Otro de los aspectos esenciales del estudio sociológico del lenguaje es que hay que estudiar las funciones que dicho
lenguaje realiza en la comunidad de hablantes . si el lenguaje es lo que es por lo que hace, tiene forzosamente que
haber, como dice Halliday una infinita variedad funcional en la utilización adulta del mismo, aunque esto no resulte
aparente en la estructura del lenguaje mas que de una manera muy general y abstracta. En este punto y al igual
que Chomsky , Halliday trata de basar su teoría en su concepción peculiar de la adquisición del conocimiento
linguistico. Distingue en el lenguaje insipiente varios tipos de funciones básicas que son fácilmente comprobables si
observamos atentamente la manera en la que el niño emplea sus primeras palabras y estructuras linguisticas, los
cuales, posteriormente evolucionan con la maduración de las personas, creándose una relación de mayor
complejidad.
Jacobson: lenguaje. Y diferencia con Saussure en relaciones Sintag y Paradig (julio 2013)
Jakobson plantea el modelo de la teoría de la comunicación. Según este modelo el proceso de la comunicación
lingüística implica seis factores constitutivos que lo configuran o estructuran como tal.
El emisor Corresponde al que emite el mensaje.El receptor recibe el mensaje, es el destinatario. El mensaje es la
experiencia que se recibe y transmite con la comunicación. Pero para que el mensaje llegue del emisor al receptor
se necesita además de: El código lingüístico que consiste en “un conjunto organizado de unidades y reglas de
combinación propias de cada lengua natural”. Y por último el canal, que permite establecer y mantener la
comunicación entre emisor y receptor. Este modelo permite establecer seis funciones esenciales del lenguaje
inherentes a todo proceso de comunicación lingüística, y relacionadas directamente con los seis factores
mencionados en el modelo anterior. Por lo tanto las funciones del lenguaje son la emotiva, conativa, referencial,
metalingüística, fática y poética.
Según Ferdinand Saussure, el lenguaje se compone de lengua y habla: Lengua (langue): llamada también idioma,
especialmente para usos extralingüísticos. Es un modelo general y constante para todos los miembros de una
colectividad lingüística. Los humanos creamos un número infinito de comunicaciones a partir de un número finito
de elementos, por ejemplo a través de esquemas o mapas conceptuales. La representación de dicha capacidad es lo
que conocemos como lengua, es decir el código. Habla (parole): materialización o recreación momentánea de ese
modelo en cada miembro de la colectividad lingüística. Es un acto individual y voluntario en el que a través de actos
de fonación y escritura, el hablante utiliza la lengua para comunicarse. Son las diversas manifestaciones de habla las
que hacen evolucionar a la lengua. El dialecto es la variación geográfica de un idioma, (por ejemplo el español
hablado en la República Dominicana y el español hablado en Madrid). Los idiomas se expresan con rasgos distintivos
en cada región o grupo social. Estos rasgos distintivos pueden ser de tipo fónico, morfológico, sintáctico, semántico
y pragmático.
Jakobson diferencia dos tipos de afasia según la deficiencia resida en uno u otro de los modos especificados. Al
primer tipo, lo denomina trastorno de la semejanza. A estos pacientes cuando se les muestra trozos de palabras o
de frases, las completan rápidamente. Hablan por pura reacción: mantienen fácilmente una conversación, pero les
es difícil iniciar un diálogo. Cuanto más dependen sus palabras del contexto más éxito tienen en sus esfuerzos de
expresión. Por ejemplo, la frase “está lloviendo” no pueden articularla a menos que el sujeto vea que realmente
llueve. Cuanto más profundamente se inserte el enunciado en el contexto (verbal o no verbal), más probabilidades
existen que este tipo de pacientes lleguen a pronunciarlo
Al segundo tipo afásico, Jakobson lo denomina el trastorno de la contigüidad por la pérdida que experimentan en la
combinación de entidades lingüísticas simples para construir otras más complejas. No se trata de que haya carencia
de palabras sino de que se altera la capacidad de contextura, y por lo tanto disminuye la extensión y variedad de las
frases. Es el trastorno opuesto al anterior. En este segundo tipo se pierden las reglas sintácticas, pérdida que recibe
el nombre de agramatismo y que es la causa de que la frase degenere en mero “montón de palabras”. El orden de
las palabras se vuelve caótico y desaparecen los vínculos de la coordinación y la subordinación gramaticales, tanto
de concordancia como de régimen. Si en el primer tipo decíamos que las palabras menos afectadas eran las
palabras dotadas de funciones puramente gramaticales (como las conjunciones, preposiciones, pronombres y
artículos), en este segundo tipo afásico son las primeras en desaparecer. Por ello surge un modo de expresión que
se ha denominado “estilo telegráfico”.