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No causar daño ni perjuicio al exempleador o compensar el tiempo dejado de laborar con jornadas

extraordinarias no eximen del despido al trabajador que reiteradamente llega tarde a su centro de
labores.

La impuntualidad reiterada del trabajador constituye una falta grave sancionable con el
despido. Por tal razón, el trabajador despedido por dicha causal no puede alegar como
argumento para solicitar su reincorporación que compensó el tiempo dejado de laborar por
sus tardanzas o no haber causado perjuicio a su empleador. 

Tales alegaciones no son válidas en tanto que el despido por tardanza reiterada se justifica
válidamente en el quebrantamiento de la buena fe laboral y la transgresión de la normativa
del Reglamento Interno de Trabajo. Por tal razón, no puede ser tildado de “arbitrario”, ya
que la tardanza reiterada constituye una causa justa de despido (artículo 25.h de la Ley de
Productividad y Competitividad Laboral).

Así, lo señaló el Tribunal Constitucional (Exp. Nº 00414-2013-PA/TC) al desestimar la


demanda de amparo presentada por una extrabajadora de una cooperativa, quien solicitaba
su reposición. Aquella señalaba que su empleadora no había respetado los principios de
razonabilidad y proporcionalidad al sancionarla con el despido. Además, que la tardanza
reiterada (falta grave) no causó daño ni perjuicio a su exempleador y que compensaba el
tiempo dejado de laborar con jornadas extraordinarias. 

Al contrastar dichos argumentos con los hechos, el TC verificó que el despido se sustentó
en una causa justa y que la empleadora respetó los referidos principios. En efecto, antes de
despedirla, la empleadora ya había sancionado a la trabajadora con amonestaciones escritas
y suspensión de sus labores por las tardanzas reiteradas. Así, el Colegiado evidenció que la
actora mostró resistencia a las órdenes y sanciones de su empleador. 

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