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Una operación de pavimentación requiere además de otros equipos, tales como escobillas para
remover el polvo o el sucio de la superficie a ser pavimentada, camiones para el transporte del
asfalto desde la planta al lugar de trabajo, un camión distribuidor de asfalto para aplicar la
imprimación o los sellos asfálticos, una pavimentadora y los compactadores. De manera
opcional se pueden usar vehículos de transferencia de material y elevadores de carga.
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Capitulo 8 Proceso y equipo de pavimentación
Los distribuidores de asfalto tienen tanques protegidos para mantener la temperatura del
material y están equipados con calentadores para lograr la temperatura de aplicación
adecuada. Para mantener la presión continua y constante en toda la longitud de la barra de
aspersión se usan bombas de descarga con potencia independiente o del tipo PTO.
El ángulo de aspersión de los agujeros debe establecerse adecuadamente, generalmente entre
15° y 30° desde el eje horizontal de la barra de aspersión, de modo que los flujos individuales
no interfieran entre sí o se mezclen. La altura de los agujeros sobre la superficie determina el
ancho de un flujo individual. Para asegurar el adecuado traslape de cada salida, la altura del
agujero debe fijarse y mantenerse durante toda la operación (Figura 8.4). Una altura mayor
originaría un mayor traslape del flujo y una cantidad mayor de asfalto por pasada. La relación
entre la tasa de aplicación (galones por metro cuadrado) y la velocidad del camión es obvia; la
velocidad del camión debe mantenerse constante durante todo el proceso de aspersión para
lograr una aplicación uniforme.
Hay dos brazos conectados con un pin a la unidad de tracción que tiran la unidad de acarreo
por detrás del tractor. Esta unidad controla el ancho y la profundidad del asfalto colocado e
imparte el acabado y la compactación iniciales del material. Hay un fabricante que ofrece una
pavimentadora que tiene dos juegos de estos contenedores para mover la mezcla a través del
túnel hacia la parte posterior de la unidad. El uso de estos mezcladores busca reducir la
segregación de la mezcla.
pendiente en el caso que la base no tenga ya los niveles. Esta curvatura o pendiente se logra
ajustando la posición de la barra durante la colocación, pero debe establecerse con mucho
cuidado los niveles exactos para lograr buenos resultados (Figura 8.6).
8.2.5.1. Producción de la pavimentadora
Las operaciones de pavimentación continua dependen del balance entre la producción de la
pavimentadora y la producción de la planta de asfalto. Los aspectos críticos que deben
controlarse son las unidades de carga y acarreo (camiones) y las características de transporte
de la pavimentadora.
La producción de la pavimentadora se puede estimar como el volumen colocado en una
unidad de tiempo. Si se denomina B al ancho de pavimentación, e el espesor de la capa y V la
velocidad a la que circula la pavimentadora, se podría proponer la Ec. 8.2 para estimar la
producción P:
P B e V
Ec. 8.2
Las velocidades de viaje de las pavimentadoras de asfalto durante el esparcido no exceden los
10 Km/h, y el ancho estándar es el de un carril, de aproximadamente 3 a 4 m. Los espesores
varían según el diseño, pero por lo general se suele trabajar con espesores entre 2 a 4.
Para un solo camión de transporte se establece la producción con la Ec. 5.9. El balance de la
flota se consigue dividiendo la producción de la pavimentadora (Ec. 8.2) entre la producción
de un solo camión (Ec 5.9), obteniéndose el número de camiones necesario para mantener un
abastecimiento constante de asfalto a la pavimentadora.
Cuando la pavimentadora está provista de una unidad de descarga, las demoras en los
camiones tienen poco efecto en la velocidad de pavimentación porque la capacidad de
almacenamiento permite el movimiento continuo. Esta es una gran ventaja en la colocación de
asfalto. Sin embargo, hay una limitación de longitud para evitar el almacenamiento excesivo
de material que produzca un enfriamiento por debajo de las temperaturas especificadas. El
ingeniero a cargo de la construcción debe reconocer estas restricciones en la temperatura y
asegurarse que las unidades de descarga no se sobre-extienda más allá de la capacidad de la
pavimentadora.
8.2.6. Equipo de compactación
Como hay una relación entre los vacíos del pavimento con la estabilidad mecánica, la
durabilidad y la permeabilidad al agua, los pavimentos asfálticos se diseñan asumiendo que
serán compactados a la densidad especificada. Para un pavimento bien diseñado, el contenido
de aire en los vacíos debe estar entre 3% y 5%. Los factores que afectan la compactación son
las características de la mezcla, el espesor de la capa, la temperatura de la mezcla y las
características operativas del equipo de compactación.
Hay tres rodillos básicos que se usan para compactar las mezclas de asfalto: rodillo liso,
rodillo neumático y el rodillo liso vibratorio. El rodillo liso se aplica inicialmente para darle el
acabado y el espesor requeridos, mientras que el neumático se usa para las pasadas de
acabado final (Ver Figura 8.7). Los rodillos neumáticos y los rodillos lisos están disponibles
con una articulación en el centro de su eje que permite a las llantas delanteras y posteriores o
neumáticos mantener un traslape cuando la máquina gira. Éstos se usan para dar el acabado
final a la capa de rodadura de la carretera.
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Programa de Titulación 2006. Ingeniería Civil. Universidad de Piura.
El área de contacto del rodillo liso está conformada por el ancho del rodillo y el arco de la
superficie del cilindro. Esta área de contacto disminuye conforme el rodillo avanza y la
presión de contacto llega al máximo volumen.
El área de contacto del rodillo neumático es una elipse, determinada por la carga de la llanta,
la presión de inflado y la flexión de los lados del neumático. Con un rodillo neumático, el
cambio del área de contacto durante la compactación es menos dramática que en el caso de un
rodillo liso.
La capacidad de compactación de los rodillos neumáticos y rodillos lisos vibratorios puede
alterarse para cumplir con las condiciones de la construcción. Con los rodillos neumáticos,
cambiando el balastro y la presión de las llantas se altera el esfuerzo de compactación.
Ajustando la frecuencia y la amplitud de vibración se altera el esfuerzo de compactación del
rodillo vibratorio. Estas capacidades incrementan la flexibilidad operativa de ambos tipos de
compactadores.
La compactación debe hacerse con el concreto asfáltico caliente. La temperatura no debe
bajar de 100°C para proceder a la compactación. Con el rodillo liso por ejemplo, debe rodarse
con una pequeñísima proporción de agua sobre su superficie para evitar la adherencia del
asfalto. Algunos modelos traen una barra delantera a manera de tope, que facilita el despegue
del asfalto sobre el rodillo; otros cuentan con una barra de aspersión que aplica el agua con
una dosificación controlada (Figura 8.8). En reemplazo de la barra de limpieza o la barra de
aspersión, se dispone de un ayudante con un trapo húmedo a lo largo de la rola. En este caso,
debe cuidarse la cantidad de agua aplicada para evitar que moje y enfríe el asfalto.
El cálculo de la producción de los compactadores es similar a lo descrito en 2.7. El balance
entre la compactadora y la pavimentadora se logra determinando el número de rodillos que se
requiere para unas determinadas condiciones de trabajo (ancho del rodillo o neumático, la
velocidad de operación, número de pasadas y espesor de la capa) o estableciendo las
condiciones de trabajo a partir de un número de compactadores.
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Capitulo 8 Proceso y equipo de pavimentación
Figura 8.8 Rodillo liso de dos tambores, con barra de limpieza y aspersor de agua.
En el caso de capas de asfalto, es indispensable asegurar un traslape entre cada pasada del
compactador. Cada franja tendrá entonces un ancho efectivo, menor al ancho del rodillo,
estimado como el ancho menos el traslape entre franjas. Las pasadas del rodillo liso
convienen que sean largas (entre 30 a 50 m.) para facilitar el trabajo al operador; cada vez que
el rodillo completa la distancia, regresa en reversa por el mismo ancho. Debe evitarse en todo
momento los giros del compactador sobre el concreto asfáltico, para evitar los daños a la
superficie. Las velocidades de recorrido del rodillo liso están alrededor de 10 Km/h y se
suelen dar entre 3 a 4 pasadas por franja.
Después de aplicar el rodillo liso, si se observa cierta porosidad en la superficie del asfalto se
esparce manualmente arena fina y se aplica el rodillo neumático. El rodillo neumático se pasa
a velocidades entre 10 a 20 Km/h, con 6 a 8 pasadas, o hasta que ya no se observe las huellas
del neumático. La apertura al tráfico se puede realizar después de 2 horas de culminada la
compactación.
8.3. Pavimentos de concreto
El concreto consiste en una adición de cemento, agua y agregados que han sido mezclados,
colocados y consolidados, dejados secar y endurecidos. El cemento y el agua forman una
pasta que actúa como un pegamento o ligante de los agregados. Cuando se adiciona el
agregado fino, la mezcla resultante se denomina mortero. Cuando se incluye además agregado
grueso, se conforma ya el concreto.
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Un concreto normal está formado por tres cuartas partes de agregado y una cuarta parte de
cemento, medidos en volumen. La pasta usualmente está formada por agua y cemento en
proporciones de 0.4 a 0.7 en peso. Los aditivos que se le agregan tienen diferentes propósitos:
algunos son incorporadores de aire, otros mejoran la trabajabilidad, otros dan color, hay
algunos capaces de retardar la fragua del concreto y los hay también impermeabilizadores.
En el caso de pavimentos de concreto, los hay de concreto simple y de concreto reforzado,
con acero colocado en malla continua y en paños. La configuración final del acero de refuerzo
depende del diseño. Otro elemento fundamental en los pavimentos de concreto son las juntas,
que determinan finalmente el comportamiento del pavimento.
Las operaciones contenidas en la producción del concreto varían con el fin y uso del concreto.
En el caso de las obras de concreto, puede establecerse primero el diseño de mezcla que es la
determinación de la proporción de los materiales, seguido luego del proceso de preparación y
transporte, la colocación y la consolidación, además del acabado y curado finales. Esta
tecnología es aplicada también al caso de pavimentos de concreto.
8.3.1. Proporción de materiales
Para un adecuado uso de la mezcla de concreto, ésta debe estar debidamente proporcionada.
El Instituto Americano del Concreto (ACI) tiene numerosas recomendaciones prácticas para
ello.
Para el diseñador, el concreto fresco es generalmente de poca importancia, pero para el
constructor, es más bien el concreto fresco el material de trabajo, que se mezcla, transporta,
coloca, consolida, se le da acabado y se cura. Para que un concreto satisfaga tanto al diseñador
como al constructor, debe ser de fácil mezcla y transporte, tener una variabilidad mínima
entre tandas y dentro de una misma tanda, y tener una trabajabilidad adecuada, de modo que
pueda ser consolidado, llenar completamente las formas, no segregar y que se le pueda dar
acabado adecuadamente.
Para el constructor, la trabajabilidad es una propiedad importante. Sin embargo, es muy difícil
de definir. Así como los términos frío o caliente dependen de la situación, la trabajabilidad
también depende de la situación. Una medida muy usual es el slump, cuyo ensayo está
normado por la ASTM C143. El ensayo consiste en colocar el concreto fresco en un cono y
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Capitulo 8 Proceso y equipo de pavimentación
retirarlo luego, dejándolo que se desparrame. La diferencia entre la altura del cono y la ruma
final proporciona la medida del slump, en pulgadas. Un concreto más trabajable tendrá un
slump mayor que uno más seco. El Instituto Americano del Concreto (ACI) sugiere que para
pavimentos y losas, el concreto tenga un slump entre 1 y 3 (ACI 211.1).
Dependiendo del volumen de producción, la mayoría de las tandas de concreto, aunque se
diseñan sobre la base de volúmenes absolutos de los ingredientes, se controlan por peso. Por
lo tanto, es necesario conocer las relaciones de peso-volumen de los ingredientes. Cada
ingrediente debe pesarse con precisión si se desea conseguir un buen resultado. La función del
equipo de pesado o las plantas de concreto realizar esta medida de los pesos.
Generalmente, las especificaciones de concreto requieren que se use agregado al menos con
dos granulometrías diferentes; en algunos casos puede requerirse de seis. El agregado de cada
una de las gradaciones debe medirse con precisión. Este agregado junto con el agua, el
cemento y los aditivos (si se usan) se introducen en un mezclador y se mezclan por un período
de tiempo determinado hasta que todos los ingredientes estén muy juntos. Algunas de las
plantas de concreto modernas tienen información de desempeño de sus mezcladores que
pueden mezclar adecuadamente tandas de hasta 6 m3 en 1 minuto.
Para el control de los pesos de los ingredientes se mantienen tolerancias muy pequeñas. Estos
controles pueden ser mecánicos, hidráulicos, neumáticos, eléctricos o una combinación de
todos ellos. Los sistemas de control son (1) manual, (2) semiautomático y (3) automático.
8.3.2. Mezcla de concreto
Hay tres tipos de mezcla: (1) una mezcla durante el transporte, (2) una mezcla en una planta
central y (3) una mezcla antes de la descarga en obra. En la actualidad, a pesar de que el
proyecto esté en una ubicación alejada o relativamente muy grande, se prefiere medir y
mezclar el concreto en una planta central y transportarlo a la obra en camiones de mezcla,
algunas veces llamados camiones concreteros o mixer. Este tipo de concreto se controla con la
especificación ASTM C94.
8.3.2.1. Concreto pre-mezclado
El concreto se proporciona en una planta central y se transporta al comprador en estado
fresco, mezclándolo en el camino. Este tipo de concreto se denomina concreto pre-mezclado.
Es un concreto que se mezcla completamente en el camión, con 70 a 100 revoluciones a una
velocidad suficiente para mezclar el concreto completamente. Obviamente, para ser útil, este
concreto pre-mezclado debe estar disponible en una distancia razonablemente corta respecto
del proyecto. En localidades muy alejadas y que requieren grandes cantidades de concreto,
generalmente las plantas de concreto son portátiles y se colocan muy cerca de la obra (Figura
8.10).
Las especificaciones para añadir los ingredientes en la planta y en los camiones de transporte
se cubren con todo detalle en la norma ASTM C94. El aspecto más importante es el tiempo
entre la adición del agua a la mezcla y la colocación del concreto. La normativa ASTM
permite un máximo de 1.5 horas o antes de que el trompo haya completado 300 revoluciones,
lo que ocurra primero.
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Los camiones mezcladores están disponibles en diferentes tamaños hasta 11 m3, pero el
tamaño más popular es 6 m3. Son capaces de mezclar el concreto con sólo 100 revoluciones
del trompo. La velocidad de mezcla es generalmente de 8 a 12 rpm. Esta mezcla durante el
transporte generalmente produce un cierto secado de la mezcla, de modo que se permite la
adición de agua en la obra para restaurar el slump, seguido de un remezclado. Esto ha causado
problemas y surgió la pregunta sobre la uniformidad del concreto pre-mezclado. ACI 304
recomienda reservar parte del agua total para adicionarla al momento de llegar a la obra
(especialmente en climas calurosos), mezclándola con las últimas 30 revoluciones. Para
prevenir cualquier resecamiento se permiten pequeñas cantidades de agua adicionales,
procurando que no se exceda el contenido agua-cemento de diseño.
(aunque hay otras que pueden mezclar hasta 11 m3 por tanda) y pueden producir más de 153
m3/h de concreto. El mezclador puede descargar el concreto en el interior de un camión
directamente o en algunos casos, se inserta un chute en un mixer. Para incrementar la
eficiencia, las plantas centrales más grandes tienen dos tambores mezcladores.
Para determinar las cantidades requeridas y la salida para una planta dada, se debe incluir las
demoras en la productividad como resultado de los factores de reducción de la operación.
8.3.2.3. Concreto mezclado antes de la descarga en obra
Este sistema es novedoso y se usa mucho cuando las distancias de transporte son muy largas
que el tiempo de viaje excede al máximo tiempo permitido por las normas para la colocación
del concreto fresco.
Para esta tecnología se cuenta con camiones dispensadores, los cuáles tienen una serie de
compartimentos donde almacenan el cemento, los agregados, el agua y los aditivos de manera
separada hasta que llega a la obra. Una vez en obra, el camión tiene bomba que impulsa los
materiales y los mezcla dentro de una manguera, siendo la colocación casi inmediata.
Existe escepticismo en cuanto a la conveniencia de su uso, puesto que el tiempo de mezclado
de los ingredientes del concreto es mucho menor que en un camión mixer o una planta
convencional, disminuyendo la posibilidad de una resistencia a la compresión adecuada. Esto
no se ha logrado descartar totalmente, pero una investigación realizada en la Universidad de
Piura en coordinación con Cementos Pacasmayo S.A. demostró que una mezcla de concreto
colocada en dispensador tenía la misma resistencia a la compresión que la misma mezcla
preparada en una planta y transportada en un mixer, con la diferencia que la trabajabilidad era
mucho mayor (Carrillo, 2003).
8.3.3. Colocación del concreto
Una vez que el concreto llega a la obra, se debe mover hasta su posición final sin ninguna
segregación y antes de que se inicie la fragua. Este desplazamiento puede lograrse de muchas
maneras, dependiendo de la distancia horizontal del desplazamiento y otras consideraciones
que deben imponerse en obra. Los métodos pueden ser baldes o cubos, chutes, fajas
transportadoras y bombas de concreto. Las fajas transportadoras y las bombas no son equipos
muy usados en la construcción de pavimentos.
En pavimentos, los baldes no representan un problema, porque la altura de caída no implica
una segregación del concreto. Además, permite la colocación del concreto aún cuando tiene
un slump muy bajo.
Los buggies tienen la capacidad de llevar entre 0.1 a 0.25 m3 de concreto, ya sean manuales o
autopropulsados. Se usan en proyectos donde la vía de acarreo es suave y rígida, en distancias
menores de 60 m., aunque los autopropulsados con capacidades de hasta 0.4 m3- pueden ser
económicos hasta 300 m.
Los chutes se usan para transferir el concreto desde una elevación dada a una zona menos
elevada (Figura 8.12). Deben tener un interior redondeado y la pendiente debe ser
suficientemente empinada para que el concreto fluya libremente sin segregación. En
pavimentación sirven de apoyo para descargar el concreto desde los camiones a la losa o a la
pavimentadora.
Las pavimentadoras de concreto son los equipos ideales para la construcción de un pavimento
rígido de calidad. No se ha registrado aún la experiencia de su uso en pavimentos rígidos,
aunque sí se han construido sin uso de estas pavimentadoras. En el punto 8.3.6 se detalla su
operación.
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En realidad, en un concreto con un slump menor de 3, es casi imposible exceder el vibrado con vibradores
internos y es mejor vibrarlo un poco más, en caso de dudas. No se puede decir lo mismo del concreto con un
slump mayor a 3. Si este concreto se vibra en exceso, se produce segregación como resultado del
compactador y (3) regla con rodillo vibratorio (Figura 8.14). Todos estos vibradores operan en
el rango de 3,000 a 6,000 vibraciones por minuto.
Figura 8.13 Consolidación superficial del concreto en pavimentos usando con regla
vibratoria propulsada a gasolina.
8.3.5. Acabado
No se puede afirmar fehacientemente que ningún trabajo realizado sobre la superficie de
concreto después de haberla consolidado debilitará la superficie. Pero muchas veces, los
acabados de concreto obvian este hecho y manipulan la superficie del concreto, algunas veces
añadiendo agua, para producir una superficie suave y atractiva. En las paredes se puede desear
tener una superficie atractiva y la resistencia superficial puede que no sea importante, pero en
una losa de pavimento esta resistencia superficial sí lo es. En los pavimentos de concreto sólo
se permite un mínimo acabado para darle la textura deseada y no se permite otras prácticas
convencionales, ya que la superficie se puede debilitar significativamente.
Figura 8.15 Badilejo para acabado del concreto en pavimentos. Alguno es propulsado
con diesel o gasolina.
En ningún caso se debe iniciar el acabado si hay alguna lámina de agua en la superficie, ni se
debe aplicar ninguna mezcla de cemento y arena o cemento para secar las superficies antes de
trabajarlas. Además de la colocación y consolidación, es extremadamente importante un
curado adecuado del concreto. En el punto 8.3.8 se detalla la operación de curado del
concreto.
8.3.6. Pavimentadoras de concreto
Las pavimentadoras de concreto realizan las funciones de esparcido, vibrado, consolidación y
acabado de los pavimentos de concreto descritos anteriormente y requieren un mínimo de
mano de obra. Su denominación en inglés slipform (encofrado deslizante) se deriva del hecho
de que los encofrados laterales de la máquina avanzan hacia delante con el pavimento y dejan
los lados de la losa sin soporte (Figura 8.16). Este equipo ha demostrado ser un método rápido
y económico para producir pavimentos de concreto suaves y durables.
Figura 8.17 Guías de la pavimentadora de concreto usadas para definir las líneas de
pendiente.
Figura 8.18 Estacas colocadas para el control de los niveles del pavimento de concreto.
Figura 8.19 Auger posterior para el transporte del concreto antes de su consolidación.
En pavimentos que llevan refuerzo, se coloca el acero en la base soportado con topes o apoyos
antes de la operación de pavimentación. En ese caso, las pavimentadoras usan una faja para
transportar el concreto delante de la pavimentadora ya que los camiones que llevan el
concreto no peden maniobrar por delante de ella (Figura 8.20).
Figura 8.20 Colocación del concreto en pavimentos de concreto reforzado con dowels.
8.3.7. Juntas
Las juntas típicas se colocan en los pavimentos de concreto en intervalos y dimensiones de
ancho y profundidad establecidas en las especificaciones del proyecto. Las juntas de
contracción en la dirección transversal de la vía del pavimento se cortan normalmente en el
pavimento. Se cuenta con cortadoras que se adaptan a todas las situaciones de juntas (Figura
8.22). El corte de estas juntas de contracción se hace tan pronto como es posible en un
pavimento nuevo, evitando dañar la superficie.
Las juntas longitudinales se forman por el uso de un material de polietileno continuo que
sujeta los lados del pavimento cuando se mueve. Las juntas de expansión, cuando se
requieren, se instalan generalmente con métodos manuales.
En la práctica local en Piura no se cuenta con las cortadoras de concreto. Sin embargo, la
solución se ha logrado realizando un vaciado continuo y aplicando una regla conformado con
piezas metálicas que le dan la forma de la junta a manera de bruña- una vez que el concreto
ha fraguado o templado, en el lenguaje coloquial Este tiempo no es más de 15 minutos y
muchas veces, según las condiciones del clima, puede ser menor.
8.3.8. Curado
El curado involucra todos los métodos a través de los cuáles el concreto se protege del tiempo
y la temperatura adecuados y se le proporciona el agua suficiente para continuar la hidratación
del cemento. El tiempo que normalmente requiere es de 3 días y la temperatura óptima está
ente 5°C a 25°C. La mayor parte de los concretos se preparan con suficiente agua para la
hidratación; el único problema es asegurarse que el concreto no se seque.
El curado se logra esparciendo una membrana de un compuesto impermeabilizante para
curado de pavimentos aprobado por las especificaciones técnicas. Este compuesto se
denomina también membrana de curado y se puede aplicar con equipos similares a los
fumigadores portátiles (Ver Figura 8.23). Usualmente una máquina acompaña a la
pavimentadora y aplica el compuesto después de completar el acabado. También se pueden
aplicar otras soluciones, como sumergiendo la losa en agua, cubriéndola con lino o láminas de
polietileno (Figura 8.24).
La práctica en Piura es aplicar una membrana impermeabilizante, que se aplica como pintura
sobre la superficie del concreto. Se debe esperar a que el concreto fragüe y tenga una lámina
de agua superficial.