COLOMBIA, ¿EN QUE NOS SIRVE EL ESTADO UNITARIO?

Después de vivir más de 100 años con una constitución creada en la época de los años
ochenta del siglo XIX, en 1991, el estado colombiano ratificó su constitución en república
unitaria, quedando definida en “Estado social de derecho, organizado en forma de
República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista”1 lo cual se traduce en que el estado colombiano,
haciendo caso a su concepción de estado independiente y autosuficiente, se encuentra
constituido como un estado con el poder centralizado en su capital, Bogotá, desde la cual
el poder se ejerce sobre sus 32 entidades territoriales o departamentos (excepto el distrito
capital, Bogotá) con capacidad administrativa y autonomía limitada al poder central,
aunque cada departamento tiene también su administración concentrada en una capital
que cumple las funciones de concentrar el poder ejecutivo (gobernación departamental) y
el poder judicial (entendido como centros de administración de justicia como los juzgados
departamentales, por ejemplo, los cuales están por debajo del poder judicial central,
representados en las altas cortes con sede en Bogotá). Todo esto hace parte de la
constitución de la República de Colombia como estado unitario, pero esto ha traído a
través de los años algunas falencias en este tipo de estado, aunque también ciertas
ventajas.

Primero encontramos que el estado unitario tiene mayor solidez al encontrarse el poder
centralizado y administrado directamente hacia otras regiones, evitando en mayor medida
una posible quiebra, debido al manejo directo de las finanzas entre estado-persona,
concibiendo la idea de que, al no estar desconcentrada la economía y la falta de
autonomía de los departamentos, el control ejercido desde Bogotá favorece más a
aquellos departamentos que aportan más a la economía, mientras que invierte más para
el desarrollo de los departamentos que tienen un incipiente desarrollo económico, ya que
estos, al no tener un gran desarrollo y grandes ingresos, no pueden sostenerse de una
manera al menos aceptable, como es el caso de los departamentos de Antioquia, el que
más aporta a la economía después del distrito capital, Bogotá, y el caso del departamento
de Vichada, el cual es uno de los departamentos que menos aporta a la economía, ya que
subsiste de la agricultura (subdesarrollada) y los servicios, por lo cual, el gobierno central
destina recursos extra a este departamento para que haya inversión que mejore el
desarrollo del departamento y su aporte a la economía sea mayor.

Aunque el estado unitario tenga un buen control

1
Constitución Política de Colombia, artículo 1°