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CONSEJERIA PASTORAL
2019
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PANDILLAS EN EL SALVADOR.
1. Introducción
2. Establecimiento de Las Causas de las Pandillas
3. Consecuencias de las Pandillas
4. Secuelas de las Pandillas
5. Aplicaciones Concretas de Pasajes Bíblicos
6. Tratamiento en sus Diferentes Etapas, Crisis, Crisol y Etapa de
Reconstrucción.
7. Conclusiones.
Introducción.
La realidad nacional de El Salvador urge de un profundo análisis acerca del exponencial y
desmedido crecimiento de la violencia y criminalidad que se está viviendo en la actualidad,
dejar atrás ya colores y preferencias políticas, crear planes a corto, mediano y largo plazo;
ejecutar acciones conjuntas entre entidades gubernamentales, alcaldías, ONG"s, iglesias,
empresa privada formal e informal, familias, pandillas y demás estructuras sociales que
logren evidenciar un verdadero cambio en la sociedad.
La principal intención del presente estudio pretende no solamente exponer la realidad
acerca de las pandillas en El Salvador. La estructura en que se divide el documento es de
seis partes fácilmente identificables: la primera es el establecimiento de las causas de las
pandillas; la segunda son las consecuencias de las pandillas; la tercera son las secuelas
de las pandillas; la cuarta son las aplicaciones concretas de pasajes bíblicos; la quinta es
el tratamiento en sus diferentes etapas, crisis, crisol etapa de reconstrucción y
tratamiento; finalmente tendremos la etapa de las Conclusiones donde se presenta al
lector el resumen del análisis de los puntos expuestos.
Establecimiento de Las Causas de las Pandillas
en el sur de Europa (en Italia y España). La mayoría de las pandillas están integradas por
migrantes centroamericanos (salvadoreños, guatemaltecos y hondureños) y se encuentran
activas en zonas urbanas y suburbanas. Tienen células (clicas) localizadas principalmente
en Centroamérica. Los países más afectados por la mara Salvatrucha son Guatemala,
Belice, El Salvador, Honduras, en menor medida Canadá, Estados Unidos y México. Sin
embargo, los únicos países centroamericanos que han logrado mantener alejado este
movimiento son Nicaragua, Costa Rica y Panamá. En Sudamérica se han reportado algunos
brotes en Ecuador, Bolivia y Venezuela, aunque han fracasado en sus intentos de
establecerse.
Los miembros de la mara Salvatrucha se distinguen por tatuajes que cubren el cuerpo y, a
menudo, la cara, así como el uso de su propio lenguaje de señas. Son conocidos por su uso
de la violencia y un código moral propio que consiste, en su mayor parte, en severos actos
de venganza y retribuciones crueles.
Esta crueldad excesiva de los miembros de las maras o «mareros», les permitió ser
contratados por la organización delictiva de Sinaloa, dirigida por Joaquín Guzmán Loera,
para ser entrenados en el manejo de armas y contrarrestar la fuerza de la Organización del
Golfo (Los Zetas), una guerra que azota el sur de la frontera de Estados Unidos.
Las actividades criminales de la mara Salvatrucha incluyen venta de drogas, extorsión,
venta de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, entre otras. En Centroamérica su
presencia se debe a la deportación de delincuentes desde Estados Unidos a sus países de
origen.
Sus actividades en los Estados Unidos atrajeron la atención del FBI quien junto a la DEA
hizo redadas contra los mareros en las que fueron detenidos cientos de miembros de la mara
Salvatrucha.
La etimología de el nombre es Mara (grupo de personas) Salvatrucha (por el país de origen
el salvador).
Algunas fuentes afirman que la banda lleva el nombre de La Mara, una calle de la ciudad de
San Salvador, pero esa calle no existe.
Otra hipótesis es que el nombre proviene de una guerrilla Salvatrucha que habría luchado
en la Guerra Civil de El Salvador, pero la guerrilla jamás fue llamada Salvatrucha, sino
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
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La Mara Salvatrucha se creó en los años 80 y 90 en las calles de Los Ángeles, California
(Estados Unidos), con el propósito de cuidar a los salvadoreños emigrantes. El proceso de
migración salvadoreño fue facilitado por la guerra civil en la que el país se vio envuelto
dentro del contexto de la Guerra Fría.
La Mara Salvatrucha comenzó por la emigración de los salvadoreños a Estados Unidos. Se
presume que comenzó por el maltrato y discriminación que existía hacia los salvadoreños
por parte de los mexicanos, argentinos, afroamericanos y estadounidenses. Así, un grupo de
salvadoreños, hondureños y guatemaltecos se unieron y crearon esta pandilla, una de las
más violentas del mundo. Tienen rivalidades con otras pandillas como: Barrio 18, Mafia
mexicana, Latin Kings, La Redada Gloriosa (de Fuerte Apache, Buenos Aires, Argentina),
Bloods, Crips, etc. Por su parte el FBI y la DEA han llevado, en varias ocasiones, acciones
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para detener a este grupo organizado, llegando a deportar muchos de sus miembros a sus
países de origen.
La mara ha experimentado un incremento notable. Se presume que parte del crecimiento de
las maras en los jóvenes se debe a diversos problemas familiares, abandono, maltrato,
abuso, etc. Los mareros suelen iniciarse cuando tienen entre 12 y 21 años. Estos jóvenes
entran a la mara en busca de apoyo o una familia, siendo esa una de las principales razones
por las que un alto porcentaje de adolescentes en Centroamérica se han visto vinculados de
una u otra forma con pandillas callejeras.
Los mareros pueden ser reconocidos por su forma de caminar, vestimenta y por su lenguaje
oral y de señales. Se dice que los tatuajes expresan su lealtad y amor a la mara, y cada uno
tiene un significado. El rival más conocido de la mara Salvatrucha es el Barrio 18, con los
que han tenido, en diversas ocasiones, episodios violentos, e incluso mortales [15]. En
general, se entiende que para mantenerse en la mara, es necesario cometer estos actos de
violencia. De hecho, se dice que los mareros no pueden salir de la mara, ya que la única
manera de salir es muerto.
Consecuencias de las Pandillas
Las maras son un fenómeno que se ha apoderado de la paz de nuestro país y de muchos
más, las pandillas han venido creciendo muy rápido. El salvador es uno de los países más
desarrollados en la violencia de pandillas, día a día se encargan de mantenerlos con temor
de perder nuestras vidas, todas las personas somos víctimas de daños causados por
pandillas. A diario se ven involucrados en asaltos a autobuses, supermercados, extorsiones,
secuestros, el tráfico de drogas, violaciones y asesinato. Algunos mareros que han sido
entrevistados cuentan que ellos defienden su territorio de otras maras, por eso es que se
enfrentan con otra contraria a la de ellos, y que los tatuajes que se hacen es para reflejar
alguna historia triste que han tenido o para que las personas les guarden respeto. Con los
tatuajes, la manera de vestir, el peinado hace que cada marero distinga a que pandilla
pertenece si es amigo o enemigo, los mareros son personas muy peligrosas que no tienen
amor por nadie, son organizaciones bien preparadas cada grupo es dirigida por un jefe que
tienen que obedecerlo como su superior, el jefe nunca sale hacer homicidios porque al
verlos no parecen mareros, andan menos tatuados, se visten bien para no ser comparados
con los demás del gremio. La mayoría de mareros son jóvenes entre 16 a 25 años que dejan
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sus estudios para encargarse de extorsionar a los buses para ganar dinero fácil y no trabajar.
En los últimos años ha habido varios motoristas muertos a causa de tener asaltos por no
pagar la renta, las autoridades no alcanzan a cubrir las zonas más peligrosas ya que hay mas
mareros que policías. La violencia sin embargo para ciertos sectores sociales se ha
convertido en un negocio que deja grandes rentas y ganancias, el crimen que no paga
impuestos, quienes tienen que pagar para tener sus vidas a salvo son los ciudadanos que día
a día salen a trabajar para sobrevivir junto a su familia. Los pequeños empresarios tienen
que gastar una cifra extra de dinero cuando son extorsionados, por los mismos mareros que
les prometen no meterse con su negocio a cambio de una cantidad de dinero, las personas
que trabajan en lugares que frecuentan los mareros o viven donde hay pandillas de mara,
tienen que darles cada vez que los encuentran de una a dos coras con una sonrisa aunque no
les guste para mantenerlos contentos.
No hay cifras exactas, aunque en 2019 el gobierno salvadoreño cifró entre 60.000 y 90.000
los miembros activos con los que las maras cuentan en sus filas. Aunque a esa cifra se le
han de sumar los afiliados a las pandillas como familiares y amigos de los mareros. Se
habla de entre 800.000 y 900.000 personas vinculadas directa o indirectamente a las maras.
Según fuentes gubernamentales del país centroamericano, cerca del 9% de la población
salvadoreña está relacionada con el negocio de las maras. La mara “Salvatrucha” y “el
Barrio 18”, son las dos grandes pandillas que se reparten gran parte del país.
Las maras son horizontales, no existen líderes de forma oficial. Se estructuran entorno a las
“clicas”, grupos integrados por hasta 40 miembros. El reclutamiento de nuevos mareros es
constante. Sus víctimas más comunes son chicos procedentes de familias desestructuradas.
Para entrar a formar parte de las maras es necesario sufrir todo tipo de vejaciones y
agresiones físicas. Para entrar en la “Salvatrucha” el “aspirante” tiene que aguantar 13
segundos de puñetazos en una paliza colectiva. Para ingresar en “la 18”, son 18 segundos.
Si uno sobrevive se convierte en parte de la pandilla, no hay alternativa. “Hay un cierto
punto esquizofrénico, no quiero pertenecer, pero pertenezco, y a la vez obedezco sus
órdenes, matar, pegar, violar…”.
Secuelas de las Pandillas.
La presión asfixiante que ejercen las maras sobre su propia gente está originando tres tipos
de desplazamientos. El urbano, cuando los jóvenes perseguidos o familiares de mareros se
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ven obligados a abandonar su barrio y trasladarse a otro, libre de grupos juveniles violentos.
Existe también el desplazamiento interno dentro del propio país, que normalmente se
realiza desde los núcleos urbanos a las zonas rurales. Aunque lo que más preocupa a la
comunidad internacional son la gran cantidad de menores no acompañados que intentan
llegar a Estados Unidos desde El Salvador. En los últimos años el número ha aumentado de
forma exponencial. En 2014 el ex presidente norteamericano Barack Obama tuvo que
declarar situación de emergencia humanitaria por el gran tapón de emigrantes ilegales que
se formó en el paso de Río Grande (México). Fue la primera vez que intentaban cruzar más
centroamericanos que mexicanos.
Y la ultima consecuencia que se tiene de las pandillas es la guerra que sostiene con los
cuerpos de seguridad, PNC y ejercito nacional, de lo cual podemos ver un ataque directo
que han emprendido en contra de ellos para demostrar cuanto poder tienen y así presionar
al gobierno central para que puedan tener negociaciones para llegar a un acuerdo de paz, el
cual no genera credibilidad ya que el verdadero fin que buscan es mutar a otro tipo de
ilícito, como la droga y prostitución y tráfico ilegal de cualquier producto que genere
ganancias.
Aplicaciones Concretas de Pasajes Bíblicos
La palabra de Dios, habla acerca de sus orígenes como grupo social identificable y
organizado, la actualidad que como individuos viven y de cómo tiene afectación social,
espiritual, económica, familiar, físico etc.
Este problema no es algo que haya nacido de la noche a la mañana si observamos en la
palabra de Dios ya están las advertencias acerca de este tipo de personas que se involucran
en estos grupos denominados pandilleriles, los cuales se dedican a operar de forma delictiva
y se fundamenta en proverbios 6:12-15 ( 12 El hombre malo, el hombre depravado, Es el que
anda en perversidad de boca;13Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas
con los dedos. 14Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
Siembra las discordias. 15Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será
quebrantado, y no habrá remedio). Y una de las características de estos grupos
delincuenciales es precisamente el lenguaje que utilizan a manera de comunicación e
identificación entre las diferentes agrupaciones existentes. Y también en Eclesiastés 7:17
(No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?).
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Cotto, señaló que 318 pandilleros habían resultado muertos en lo que iba del año, en 316
“intercambios de disparos” con la policía. Esa cifra es comparable con el número de
confrontaciones armadas por año entre el ejército y los carteles en México, en la llamada
“guerra contra las drogas” que vive ese país, o las confrontaciones armadas que se observan
en el conflicto interno en Colombia. La comparación es más asombrosa al considerar que la
población total de El Salvador, de alrededor de 6 millones es menos que la de las capitales
de México o Colombia.
Y no todas las ejecuciones que hace la policía son legales. El día del anuncio de Cotto, las
autoridades arrestaron a siete agentes de policía vinculados con un hecho muy publicitado,
conocido como la masacre de San Blas. También han aflorado a la superficie informes
sobre escuadrones de la muerte conformados por policías.
Crisol.
El sistema falla en mostrarles un camino diferente dado que se vuelve parte del mecanismo
de confrontación ascendente de desafío y respuesta. En su lugar, los penales deberían
otorgar un trato humano que permita la adquisición del respeto por caminos pacíficos y
entregue opciones diferentes de vida.
¿Por qué los seres humanos pueden ser violentos? ¿Por qué las personas adoptan la
violencia como lenguaje? El doctor James Gilligan, que dedicó buena parte de su vida a
buscar las respuestas, identificó que la razón fundamental de la violencia es lo que llamó la
humillación abrumadora.
Se entiende por humillación las acciones que hieren el amor propio o la dignidad de la
persona, y por abrumadora la condición que produce una carga grave que agobia y hastía.
La humillación abrumadora en nuestros niños y jóvenes es producida, esencialmente, por
las condiciones de marginalidad en que viven las mayorías. Una vez instalada, afecta al
agresor y le genera un sentimiento de inadecuación. Es claro que existen las personas
violentas debido a psicopatías, esos casos pertenecen al ámbito clínico. Pero, en el caso de
la violencia social, por ser tal, la causa se remite a condiciones de la estructura y dinámica
colectiva. Estamos hablando de niños y jóvenes sin afectaciones psicopáticas pero que son
capaces de abrazar la violencia como recurso último para recuperar el respeto y la valía
personal. No se afirma que la pobreza conduce a la violencia. Porque el patógeno de la
humillación solo deriva en violencia cuando la persona carece de las herramientas para
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defenderse de otra manera. Las herramientas son, en el fondo, los valores. Aquí es donde
entran en juego los factores de riesgo. Cuando la humillación se combina con el abuso
infantil o negligencia, machismo, altos niveles de delincuencia, acceso a armas, drogas y
alcohol, las condiciones para una epidemia de violencia están llegando a su punto. Pero,
aún no se desencadenará hasta que se presenten los vectores de propagación que la
eclosionen. En el caso salvadoreño los vectores evidentes son el sistema penitenciario y las
pandillas mismas.
El sistema penitenciario, muy alejado de su responsabilidad constitucional, es un
instrumento que se utiliza para incrementar la humillación. Pretendiendo, por su
inhumanidad, mostrarse como un disuasivo, en realidad, es un mecanismo de
fortalecimiento de un vector de la violencia. Las pandillas son un esfuerzo colectivo por
construir y defender el respeto, operan sobre la base de un mecanismo de desafío-respuesta
que se practica interminablemente dentro del grupo y contra otros grupos.
Bajo esa lógica, mientras mayores sean las penurias en las prisiones mayor el respeto que
otorgan a los reclusos. Éstos, al salir en libertad, son reconocidos y acogidos como tipos
probados y pulidos para el liderazgo. Así, los centros penales se convierten en crisol que
provee continuamente de líderes duros a las pandillas.
El sistema falla en mostrarles un camino diferente dado que se vuelve parte del mecanismo
de confrontación ascendente de desafío y respuesta. En su lugar, los penales deberían
otorgar un trato humano que permita la adquisición del respeto por caminos pacíficos y
entregue opciones diferentes de vida.
Reconstrucción.
El conjunto del patógeno, los factores de riesgo y los vectores de propagación deben ser
tratados de manera simultánea. No se debe confundir a los factores de riesgo con las causas
de la violencia. El atender a los factores de riesgo, cosa menos difícil, no da respuesta a las
causas. Es menos complicado construir e iluminar, pero las condiciones que producen el
patógeno continuarán intactas. Las respuestas deben ser necesariamente integrales,
sostenidas, simultáneas y, dadas nuestras carencias, focalizadas.
Seguimiento
Entre los servicios que se pueden ofrecer es la creación de un programa que incluya:
• Cursos de idiomas, incluyendo cursos de inmersión en ingles y otros.
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Iglesias, ONG"s y grupos de ayuda harán frente común en guerra contra las
pandillas, sin embargo poco o nada harán sin lograr entender su origen y realidad.
El gobierno salvadoreño (independientemente del partido de turno) solicitará ayuda
internacional a organismos como la ONU, OEA, PARLACEN y otros, endurecerán leyes,
penales, crearán grupos policiales especializados contra las pandillas, gastarán millones de
dólares en todos los rubros, poco o nada harán peleando cuando el enemigo ya esta filtrado
entre sus filas.
Las pandillas más pequeñas serán eliminadas, únicamente quedarán las más grandes
quienes habrán de liderar el paso de droga en la región.
Luego de dominar el paso de droga por el país, crearán sus propias variedades de
drogas sintéticas en laboratorios privados.
Restringirán que sus clientes en Estados Unidos únicamente compren sus variedades
y no la de otros.
Las guerras entre pandillas pasarán a guerra contra las bandas de traficantes, contra
proveedores colombianos y mexicanos.
Los asesinatos, masacres, torturas y crímenes impunes no terminarán hasta que la
sociedad civil, gobierno, iglesias e instituciones de mano con las pandillas hagan frente
común al problema real de la desigualdad social.
El gobierno debe desligarse de cualquier presión de pandilleros para lograr
beneficios legales o penales, cumpliendo y no trasgrediendo las leyes ya existentes.
Los medios de comunicación deben dejar de mentir acerca de la condición y
realidad de las pandillas, informar y transmitir correctamente a la población, sin
conveniencias políticas.
El gobierno deberá de dejar de pensar en coyunturas temporales y ver que la
solución real está en la estructura social.
Bibliografía.
Borys Efraín Burgos.
Pandillas en El Salvador. Origen, Actualidad y Futuro de una Generación
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Pastor General de Iglesia ELIM MARIO VEGA
La humillación abrumadora