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Universidad de Durango Campus Chihuahua

Escuela de Medicina

Salud Pública II

Ensayo: Educación Sexual en México

Juan Francisco Hernández Reyes

Catedrático: Dra. Rossana Avitia Talamantes


Aun recuerdo cuando cursaba sexto de primaria, algunos compañeros soltaban risas
tímidas al mirar el libro de ciencias naturales, “Ve la pagina 69”, me decían, y como el
curioso que soy me volque a la pagina del mencionado libro encontrándome un dibujo
burdo de la anatomía humana bajo el título, Sexualidad. Para mis compañeros y para mi
a esa edad ya no nos era ajeno la anatomía del sexo opuesto, ya que la mayoría de
alguna manera u otra habíamos tenido contacto con alguna pieza de pornografía, sin
embargo, una chispa de curiosidad surgió en mí y mientras los otros se burlaban de los
dibujos intentaba casi a escondidas leer la información que versaba el libro y añorando
el día en que tuviéramos la clase de sexualidad con el fin de conocer el porque de todo
lo que yo conocía solo a altas horas de la noche en televisión o en páginas de internet;
lamentablemente asistí a una escuela católica, por lo que la “clase de sexualidad”, si así
se le puede llamar, fue escueta, dejándome con más dudas que repuestas.
Afortunadamente mis papás son médicos y me dieron una platica más amplia aunque
llevándolo más por el lado fisiológico, pero que me fue suficiente en el momento para
saciar mis cuestionamientos, pero al pasar el tiempo, una prima quedo embarazada en
la víspera de sus 15 años, a partir de esto su conversación sobre sexualidad para
conmigo cambio y se volvió más alarmante, por lo que desde ese momento me empecé
a cuestionar el cómo surgió la educación sexual, si ha tenido resultados en la población
en general y porqué esta falla.

La educación sexual se define como una intervención educativa para mejorar


conocimientos, actitudes y habilidades en siete ámbitos: el género, la salud sexual y
reproductiva, la ciudadanía sexual, el placer, la violencia, la diversidad y las relaciones (1);
este tipo de educación fue introducida en México en el año de 1932 pero fue cancelada
en 1934 debido a la oposición de grupos de padres de familia y organismos eclesiásticos,
por lo que tuvo que ser hasta 1974 cuando oficialmente se incluyó en los programas de
educación básica, comenzando en los últimos años de primaria con temas sobre
reproducción humana y pubertad, ampliándolos en el grado de secundaria, y aunque al
igual que en los años 30s, no estuvo absente de grupos que repudiaban este tipo de
educación, la misma tuvo que ser reforzada en los años 80s debido a la aparición del
VIH, transformando la educación sexual en algo más preventivo que informativo y
promoviendo el uso del condón y desde 1994 se han querido ampliar los temas que toca
la educación sexual en las escuelas para incluir tópicos como lo son el género, la
diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos, aunque estos esfuerzos no
han tenido éxito por la oposición de la iglesia y los grupos de padres(2), haciendo que la
educación sexual se haya quedado estancada.

A pesar de la introducción de la educación sexual desde tiempo atrás, esta no ha tenido


los resultados esperados en cuanto a tres indicadores que son de relevancia para la
salud pública: la edad de inicio de la vida sexual, los embarazos adolescentes y la
prevalencia de infecciones de transmisión sexual, todo esto de acuerdo a la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición del 2012 (Ensanut 2012), que demostró que el 23% de la
población entre 12 y 19 años ya habían comenzado su vida sexual y aunque la mayoría
de estos adolescentes, el 90%, mencionaban tener el conocimiento adecuado sobre
métodos anticonceptivos el 15% de los hombres y el 33% de las mujeres no utilizaron un
método anticonceptivo en su primera relación sexual, pero, sin subestimar las demás
estadísticas la más relevante es que de las mujeres que habían empezado su vida sexual
en la adolescencia más de la mitad, el 51.3%, habían estado por lo menos una vez
embarazada.(3) En el respecto de las infecciones de transmisión sexual, se encuentran
entre las 10 causas de muerte en general en el grupo etario de los 15 a los 44 años y
aunque los estudios epidemiológicos son escasos se ha comprobado que la incidencia
de herpes tipo 2, virus del papiloma humano y virus de la inmunodeficiencia humana en
personas entre 15 y 18 años de edad van en aumento.(2) Todos estos datos nos dan
información pertinente para afirmar que además de estancarse en cuanto a su temática,
la educación en México no ha tenido los resultados esperados.

Conociendo el estado de la educación en México, llegamos a la pregunta cúspide, ¿por


qué ha fallado? El resolver esta pregunta es compleja debido a que están involucrados
varios actores, no solamente la escuela o los padres. El origen del fallo esta en nuestra
propia idiosincrasia como mexicanos, ya que tenemos creencias muy arraigadas que se
alejan del pensamiento científico, estas creencias permean tanto en padres como en
maestros y la sociedad en general, negando el acceso a la información sobre sexualidad
a infantes y adolescentes, rechazando la diversidad sexual, el debate sobre la
interrupción legal del embarazo y las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Aunado
a esto hay quejas constantes de asociaciones de eclesiásticas y de padres de familia,
culpando a la educación sexual de hipersexualizar la niñez, de incitar a un inicio temprano
de la actividad sexual y promover la homosexualidad, esto esta muy lejos de la realidad,
debido a que los temas que tocan en la mayoría de las escuelas del país no van más allá
de tocar aspectos fisiológicos y de prevención, además que esto es realizado de manera
muy pobre.(1) Se podría decir entonces que la educación sexual tanto en casa como en
la escuela ha fallado por la negativa de estos grupos que abogan a que la educación
sexual solo debe ser provista por los padres, cuando estos padres están claramente
influenciados por una cultura que se aleja de lo que la educación sexual quiere conseguir.

La mayoría de los adolescentes e incluso los adultos jóvenes no tienen la educación


sexual suficiente para desarrollar su sexualidad de manera plena y responsable, y como
las principales barreras para que esto ocurra son los padres mismos, debido a la
influencia de la cultura y la religión, las escuelas de deben de tomar el rol formador en
este ámbito, aunque vayan contra las creencias de los padres, ya que los embarazos
adolescentes y las infecciones de transmisión sexual van más allá de una cuestión
personal siendo un problema de salud publica que debe ser tratado desde reformas
educativas para ampliar la educación sexual tanto en tópicos como en el pronto inicio de
ella en la educación básica, así como duración más allá de la escuela secundaria. Estas
modificaciones a lo que hoy conocemos como la educación sexual en México ayudara a
romper tabúes y ampliar el dialogo en la materia, ya que para muchas familias el hablar
de sexo representa un tema intocable, dejando a los adolescentes desprovistos de
información pertinente, en una etapa de su vida en la que la mayoría comenzara su vida
sexual, por lo que al cambiar estos paradigmas se lograra disminuir el numero de
embarazos adolescentes, bajar la incidencia de infecciones de transmisión sexual e
incluso terminar con la discriminación a personas con una orientación sexual diferente a
la propia, todo esto más allá de las creencias personales. A modo de conclusión espero
que la educación sexual en el país siga avanzando venciendo las ataduras hasta ahora
impuestas en vistas hacia una educación sexual integral para todos sin oscurantismos y
planeada específicamente para las edades de las personas que la reciban, de esta
manera no sólo se generan adultos consientes de ella, sino que también, ayudaran a
transmitirla a las siguientes generaciones, convirtiéndolo en una tarea conjunta de
escuela y sociedad civil.

Bibliografía

1. Garduño, V. (2018). Educación sexual: una polémica persistente. junio 02,


2020, de Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación Sitio web:
https://www.inee.edu.mx/educacion-sexual-una-polemica-persistente/

2. Escamilla, M., & Guzmán, R. (2017). Educación Sexual en México ¿Misión de


la casa o de la escuela?. junio 02, 2020, de Universidad Autónoma del Estado
de Hidalgo Sitio web: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n10/e1.html

3. Rojas, R., de Castro, F., Villalobos, A., Allen-Leigh, B., Romero, M., Braverman,
A., & Uribe, P. (2017). Educación sexual integral: cobertura, homogeneidad,
integralidad y continuidad en escuelas de México. Salud Pública de México,
59, pp.19-27.

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