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Créditos
Moderadora: Nelly Vanessa

Traductoras Correctoras

Malu_12
Nelly Vanessa
Bibliotecaria70

AriannysG

Flor212 3
Curitiba

Meli Eli

Nanis

Recopilación y Revisión

Nanis

Diseño

Auroo_J
Contenido
Sinopsis ............................................................................. 5
Prólogo .............................................................................. 6
Capítulo 1 ............................................................................ 7
Capítulo 2......................................................................... 18
Capítulo 3 ......................................................................... 22
Capítulo 4 ......................................................................... 27
Capítulo 5 ......................................................................... 33
Capítulo 6 ......................................................................... 60 4
Capítulo 7 ......................................................................... 66
Capítulo 8 ......................................................................... 83
Capítulo 9 ......................................................................... 87
Capítulo 10 ........................................................................ 93
Capítulo 11 ....................................................................... 102
Capítulo 12 ...................................................................... 108
Capítulo 13 ...................................................................... 112
Capítulo 14 ...................................................................... 115
Capítulo 15 ...................................................................... 124
Próximamente: ................................................................. 132
Sobre Bec Botefuhr: ........................................................... 133
Sinopsis
Después del shock de averiguar acerca de la esposa de Jagger, Willow huye.
Necesitaba tiempo, necesitaba espacio para arreglar su corazón. El amor de su vida
tiene una gran decisión que tomar. Ella o su esposa.

Cuando regresa, Willow se ve obligada a enfrentarse a Jagger y a su esposa


Sharleen. Tiene que hacerle frente a la elección que tendrá que realizar. Él la ama,
sabe eso, pero también sabe que su lado leal puede ser mucho más fuerte que su
corazón.

Ven a esta emocionante aventura llena de lujuria, romance y gente mortal


lista para partir en dos a Willow y Jagger una vez más. Willow está a punto de
descubrir que todo lo que pensó y cree... estaba equivocado. 5
Prólogo
La oscuridad en su mejor forma es aún mucho mejor que el dolor. Si me
hubieran preguntado hace dos meses, habría dicho que elegía la oscuridad sobre el
dolor. Tiré mi vida, y me permito ser absorbida en la oscuridad, antes de que le dé
a mi corazón dolor. Es una opción realmente, ¿no es así? La gente sabe con lo que
pueden vivir, y sin lo que no pueden vivir. Sé con lo que puedo vivir, y desde
luego sé que no puedo vivir sin él. Él. Eso es sin lo que no puedo vivir.
Estoy en el aeropuerto lleno de gente, reviviendo la noche. Una mujer de su
pasado estaba en mi puerta y no puedo encontrar una manera de escapar de eso.
Su rostro, su expresión, todo acerca de la forma en que la miraba me hace querer
acurrucarme y hundirme en la oscuridad. No puedo hacer eso, sin embargo, y por
primera vez en mi vida, me entrego al dolor. Me siento un toque más fuerte al
hacer eso, pero sólo un toque.
―Vuelo 193, abordando ahora.
Tomo la pequeña bolsa, con la poca ropa que compré en una tienda del 6
aeropuerto, y camino hacia la entrada del avión. Al subir al avión, me quedo
mirando a la oscuridad y me pregunto qué está haciendo Jagger justo ahora.
¿Reuniéndose con su antigua amante? ¿O buscándome? Vuelvo la cabeza, miro
hacia adelante y abordo el avión. Huyo de mis demonios una vez más. Es lo que
mejor sé hacer, ¿verdad?
Capítulo 1
―¡Estoy en casa! ―grito, dando un paso a través de la puerta principal.
Silencio. Bien, esa era una agradable bienvenida a casa. Entro en la cocina de
mi apartamento y parece como si nadie hubiera estado aquí en un par de semanas.
Dejo caer mis maletas y camino por el pasillo. Me asomo en la habitación de Ava;
está vacía. Mi corazón palpita. ¿Pasó algo mientras estaba fuera? No lo sabría, dejé
mi teléfono aquí. Necesitaba ese tiempo lejos después de todo lo que pasó.
Sí, algunos me llamarían débil, pero no tenía elección. Me rompieron el
corazón después del regreso de Sharleen y no podía hacerle frente a la espera.
Nada era peor para el corazón que sentarse a esperar a saber si todavía era
amada o no. Sólo que no lo tenía en mí después de la muerte de mi padre y de mi
experiencia con las pandillas psico y la misteriosa información.
Había estado fuera seis semanas, ¿qué infiernos había pasado en ese tiempo?
Abro la puerta de mi habitación y me detengo en seco. En mi cama hay docenas y
docenas de rosas muertas. Han sido puestas allí mientras estaba fuera, y poco a
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poco se habían muerto. Cierro los ojos para recuperar la compostura; me tomo un
momento para respirar. Entonces, los abro y me acerco a las flores, todas de Jagger.
No he visto ni hablado con Jagger desde esa noche en la acera. No sé si
consiguió de vuelta a su esposa, no sé si está esperando por mí, no sé nada. Al ver
estas flores, una chispa de esperanza crece dentro de mí, trayendo mi corazón de
nuevo a la vida. Había estado muerto durante semanas. Había luchado por evitar
que fuera robado por completo y que así me arruinara. Tomo una de las tarjetas y,
con una respiración profunda, la giro y leo lo que dice.

Willow,
Sé lo mucho que esto debe dolerte y lo siento por eso. Las palabras no pueden describir
lo confundido que estoy en este momento, pero la idea de perderte me duele más de lo puedo
describir. Eso tiene que significar algo. Por favor, habla conmigo sobre esto. No quiero que
este sea el final de la unión que creamos.
Llámame, por favor.
Jagger x
Me trago mis lágrimas. Había estado destruida cuando me enteré de lo de
Sharleen. Aunque no culpo a Jagger, todavía no puedo superar el hecho de que
nuestro pequeño festival de amor haya sido puesto patas arriba tan horriblemente.
¿Cómo podría competir con ella? Podía ver el vínculo que compartían; podía ver la
forma en que él la jalaba a sus brazos. Simplemente no podía vivir estando de
acuerdo con eso.
Hurgo a través de mis cajones hasta encontrar mi teléfono. Planto mi trasero
en la cama y me quedo mirándolo. No he tenido esta cosa durante seis semanas,
dejé mi apartamento sin nada y me alegro por ello. Sé eso cuando lo enciendo y
soy bombardeada con mensajes y noticias que no quiero ni puedo oír. Cierro los
ojos, dando otra de esas respiraciones profundas, y luego lo enciendo. Un
momento después, oigo una cadena de vibraciones.
Sí, mensajes.

J: Llámame, por favor.


J: Willow, ¿dónde estás?
J: ¿Willow? Ya pasaron dos semanas, por favor llámame.
J: Demonios, Willow, fui a tu casa. ¡¿Dónde estás?! Jenny y
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Ava están como locas.
J: Por favor, llámame.
A: ¡WILLOW! ¿Dónde estás? Oh, Dios, estamos tan preocupadas.
Ava x
A: ¿Willow? En serio, esto no es divertido, joder.
R: Oh, Dios mío, acabo de recibir esa nota que enviaste.
¿Estás en Hawái? ¿Qué demonios? Lo que sea, voy a golpearte cuando
llegues a casa.
A: Willow, tengo noticias…
R: No voy a estar ahí cuando regreses, no te asustes, te lo
explicaré cuando finalmente muestres tu cara de nuevo x P.S
¡Jenny está tan enojada contigo!

Con un suspiro, le respondo rápidamente a Ava.

W: Hola, Ava, estoy de vuelta. ¿No estás aquí? ¿Dónde estás?


Luego, con dedos temblorosos y un peso en el corazón, le envío un mensaje
de texto a Jagger.

W: Hola, Jagger. Siento no haber respondido. Me fui por un


tiempo. Estoy en casa. Espero que estés bien. Willow.

Oh, Dios mío, eso suena tan poco convincente. ¡Espero que estés bien! Es
probable que se esté riendo justo ahora. Probablemente ha seguido con Barbie y se
ha olvidado de mi nombre para ahora.
Basta, Willow, me castigo, no puedes pensar eso. Mi teléfono emite un sonido y
miro hacia la pantalla. Un mensaje de texto nuevo; no esperaba mucho de él, pero
lo logra.

J: Diablos, Willow, ¿tienes alguna idea de lo preocupado que


estaba? Ava me dijo que fuiste a Hawái. ¿Estás bien?
W: Necesitaba tiempo.
J: Contesta mi pregunta, Willow, ¿estás bien? 9
W: Bien.
J: Así que eso es un no. ¿Cuándo podemos hablar?
W: ¿Sharleen sigue ahí?

Un largo momento, como siempre, pasa antes de que mi teléfono suene de


nuevo.

J: Así es.
W: Entonces terminamos de hablar. Sólo quería que supieras que
estaba en casa. Adiós, Jagger.
J: No lo hagas, no me des la espalda. Tenemos que hablar.

No respondo. Veo un mensaje destellando en la pantalla de Ava.

A: Jen y yo estamos en camino, cúbrete el trasero, ¡se va a


poner rojo!
Sonrío ante el texto y miro hacia abajo a la pantalla porque un mensaje ha
llegado a través de un número que no he guardado. Lo abro y sonrío. Es Joey.
Conocí a Joey en el complejo en el que me alojé y formamos una buena amistad.
No era nada romántico, pero él vive aquí y prometimos reunirnos y ser amigos
cuando finalmente me decidiera a volver a casa.

Joey: Hola, chica ¿estás en casa?


W: Ya estoy en casa.
J: ¿Cuándo podemos ponernos al día? Volví ayer. Estoy hecho
polvo sin ti.
W: ¿Mañana?
J: Claro que sí, ¿pizza y películas?
W: Es una cita.

Apago mi teléfono cuando veo a Jagger intentando llamar. No puedo lidiar


con todo a la vez. Pienso en Joey y en cómo los otros pueden ver la situación. Él es
un hombre muy atractivo, realmente muy atractivo. No exactamente de la forma 10
en que Jagger lo es, pero llama la atención de todos modos. Tiene una figura
similar a la de Jagger, con músculos ondulantes y piel bronceada y perfecta. Sus
ojos son de color marrón oscuro y su cabello es rubio. Sé muy bien que es gay, pero
ellos no sabrán eso y podría no decírselos. Simplemente todavía no.
Desempaco mi ropa mientras espero a Ava y a Jenny. Me pregunto dónde
estarán. Cuando oigo un coche llegar, me apresuro y me quedo junto a la puerta
principal. Cuando se abre, miro a Ava y a Jenny entrar.
Ambas se ven bien y Ava se ve extraordinariamente feliz de verme, aunque
está tratando de ahogarlo con una expresión seria. Cuando ponen sus ojos en mí,
ambos se ensanchan.
―Mierda, Willow, ¿eres tú?
Sí, sé que me veo diferente. Mi cabello una vez rojo oscuro ahora es negro.
Quería un cambio, sólo necesitaba sentirme mejor conmigo misma. De hecho, me
gusta, creo que hace que mis ojos verdes realmente se destaquen. Sé que perdí un
poco de peso y que cambié completamente mi apariencia, lo que es probablemente
una sorpresa para ellas.
Estoy bastante segura de que van a pensar que estoy en el fondo del pozo.
―¡Soy yo!
―¡Mierda! ¡Tu cabello se ve increíble! ¡Ahora, ven aquí!
Voy corriendo y ambas extienden la mano y dan una bofetada a mi trasero,
tan fuerte que chillo. Entonces nos abrazamos y nuestros ojos están llenos de
lágrimas.
―Estábamos muy preocupadas por ti ―dice Jenny, limpiando sus lágrimas.
―Lamento haberles hecho esto, pero no podía hacerle frente a todo. Sólo
necesitaba un descanso. Sinceramente no podía hacerle frente a todo de una vez, y
estaba tratando de proteger mi mente. Ya había aguantado lo suficiente.
―Entendemos. ―Ava sonríe―. ¿Cómo te sientes ahora?
Suspiro y me siento en el sofá; ambas caen a mis lados.
―No estoy segura, creo que todavía estoy en modo vacaciones.
―¿Hablaste con Jagger?
―Le envié un mensaje de texto antes, quiere hablar. Sé que sigue con
Sharleen.
―Quién diablos sabrá lo que está pasando allí ―murmura Ava, rodando los
ojos―. La mujer es una serpiente. En realidad no la he visto hacer nada, él es
siempre tan callado cuando estamos allí. Estuvo muy molesto cuando te fuiste,
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estaba fuera de sí.
Parpadeo un par de veces, preguntándome si escuché eso correctamente.
¿Cuándo estuvimos allí?
―¿Qué estaban haciendo ahí?
Las dos se sonrojan y mis ojos se amplían.
―Oh, diablos, no, ¡escupan la mierda!
―Bueno… es una larga historia. Primero, nos mantuvimos en contacto,
porque todos estábamos preocupados por ti. Cuando la mierda con el jefe de la
banda terminó, Jagger y los chicos decidieron mudarse de nuevo a la ciudad.
Todos compraron el complejo de apartamentos en la carretera. Compraron todo y
tomaron un apartamento cada uno. Elegimos no preguntar cómo podían
permitírselo. En fin, empezamos a visitarlos más y más y…
―¿Y? ―dije.
―Bueno, como que estoy saliendo un poco con Angel ―espetó Ava.
Mi boca se abre, literalmente.
―¿Qué?
Ava se encoge de hombros y sonríe estúpidamente.
―Bueno, simplemente sucedió.
―¿Y ahora vives con él?
―No… bueno… está bien, sí… pero, ¿y qué?
―¡Pasaron seis semanas!
―Lo sé, ¡lo sé muy bien! Jenny ya me dio ese discurso, pero realmente me
gusta, es realmente fuerte, Willow.
―Ava, te estás preparando para el dolor.
―No lo estoy, por favor, confía en mí.
Meto la cabeza entre mis manos. No puedo juzgarla cuando ella estuvo allí
para mí después de mi captura. Rayos, yo me enamoré de mi propio secuestrador,
por lo que es un poco grosero de mi parte juzgarla.
―Lo siento, Willow, sé que no necesitas esto ahora mismo, especialmente
teniendo en cuenta tus problemas con Jagger. No quería enamorarme de él.
Suspiro y levanto mi cabeza, sosteniendo sus manos.
―Cariño, nunca podría estar enojada contigo. No es tu culpa. Mis problemas 12
con Jagger son sólo eso, míos.
―Debe ser tan extraño saber que tienes que verlo de nuevo ―dice Jenny
dándome una mirada triste. Ha estado extrañamente callada todo este tiempo.
―Voy a estar bien, la vida es la vida.
―Willow, ¿realmente estás bien con todo esto?
Fuerzo una sonrisa.
―Tengo que estarlo.
―Pero con esto y lo de tu padre…
―Estoy bien ―digo, poniéndome de pie. Aplaudo―. Digo que vayamos a
almorzar, ¿quién está conmigo?
Ambas chicas se levantan con apariencias cansadas y luego sonríen.
―Estamos dentro.
Esperan mientras me cambio, y empezamos a caminar por la calle hacia
nuestra cafetería favorita.
―Tengo que advertirte que estamos a punto de pasar delante de la nueva
casa de los chicos…
Trago.
―No importa.
Ava y Jenny asienten y Jenny me sorprende tomando mi mano; seguimos
caminando y cuando llegamos al gran complejo de apartamentos mi boca se abre.
Mierda. ¿Compraron todo este complejo? Reconozco que sólo tiene alrededor de
seis apartamentos, pero aun así…
―¿Supongo que tienen funcionamiento libre en todo el lugar? ―pregunto.
―Bueno, son los únicos inquilinos, así que sí, todo es suyo.
―Wow.
―Son apartamentos bonitos.
―Apuesto a que sí.
Rápidamente nos apuramos a pasarlo y cuando llegamos a la cafetería doy un
suspiro de alivio. Gracias a Dios por eso. Cuando pedimos nuestro cafés y vamos a
una mesa, vemos el menú.
―Entonces, tú y Angel ¿eh? ―le digo a Ava, y ella se ruboriza de nuevo.
―Él es tan dulce. 13
―Sí, Angel es un buen tipo.
―Ace no es tan malo tampoco ―lanza Jenny.
Muevo mis ojos hacia ella.
―Jennifer Anne Lawrence, te juro por Dios que si tú y Ace están follando…
Ella se ríe.
―No voy a follar a nadie, ¡sólo dije que estaba muy bien!
Le doy una mirada y ella me sonríe.
―Chica mala.
―No puedo evitarlo. ―Se ríe.
Hablamos y charlamos durante el resto de la tarde. Para el momento en que
llego a casa, estoy agotada. Jenny toma un café más conmigo antes de volver a su
apartamento en la ciudad, que consiguió hace unas pocas semanas con su nuevo
trabajo; estoy orgullosa de ella porque le vaya tan bien. Ava ya está de vuelta con
su amante, un trol sucio.
Me hundo en el sofá con comida congelada que recogí en la tienda de camino
a casa. Es ternera y pasta, y realmente sabe a mierda. La tiro y me conformo con un
bloque de chocolate y la laptop. Trágico, lo sé, pero es todo lo que hay. Estoy
segura de que esta película se pasa todas las semanas, en serio,
nunca se pone vieja.
Estoy comiendo el cremoso chocolate cuando el timbre suena. Mi corazón se
detiene un momento. Me pregunto quién será. Me levanto y enderezo mis
pantalones de pijama de algodón y mi vieja camiseta holgada. Camino hacia la
puerta y la muevo para abrirla; el chocolate cae de mis manos.
De pie en la puerta, está Jagger. Siento que mis ojos se amplían mientras él se
inclina contra el marco y me observa, sus ojos se abren en estado de shock. Tiene el
mismo aspecto de cuando me fui, y es tan jodidamente precioso. Sus ojos azules
son tan ligeros como el cielo y su cabello oscuro está desordenado. Tiene un tono
claro de barba que cubre su mandíbula y lleva unos jeans desteñidos y una camisa
blanca que se extiende por su hermoso pecho.
―Willow, ¿eres tú?
―No, en realidad soy alguien que decidió irrumpir aquí y pasar el rato en la
casa de una extraña ―digo, rodando los ojos.
Sus ojos se entrecierran.
―Cambiaste tu cabello. 14
No es una pregunta.
―Sí, bueno, necesitaba un cambio. ¿Por qué estás aquí, Jagger?
Él se apoya en el marco de la puerta.
―Quería verte.
―Bueno, ya me viste. ¿Puedes irte?
―¿Ni siquiera vas a hablar conmigo?
―No hay nada de qué hablar…
―Mierda si no lo hay, voy a entrar.
Se mete por la puerta y entra, dejando caer ese perfecto trasero en mi sofá y
dándome una sonrisa de complicidad. Oh, bien, me alegro de que piense que es
gracioso. Me quedo con mis manos en mis caderas, mirando hacia él.
―Vete, Jagger, no quiero hablar.
Se recuesta en el sofá y toma el control remoto, hojeando los canales y
arrugando su rostro. No se irá, así que con un suspiro me siento a su lado,
asegurándome de dejar una gran brecha entre nosotros. Mira hacia ese espacio y
me da una mueca de disgusto; luego sus ojos suben para encontrarse con los míos.
―Ciertamente no huelo tan mal.
Lo fulmino con la mirada.
―Deja de mirarme así, Willow, no es halagador.
―¿Por qué estás aquí, Jagger?
―Para hablar, ya te dije eso.
―¡Entonces habla! ―ladré.
―Alguien está hormonal.
Tomo el mando a distancia y se lo arrojo a la cabeza, él se agacha y se ríe.
Luego agarra mis manos y tira de mí a su regazo. Me retuerzo y peleo, pero él
anida su cara en mi cabello e inspira.
―¡Suéltame, imbécil!
―No hasta que hables conmigo, y si tengo que abrazarte lo haré.
―No hay nada que decir, ya te lo dije.
―Y yo dije que eso es pura mierda.
―Jagger, por favor ―respondo, dejando mi lucha y desplomándome―. No
puedo hacer esto.
15
―¿Por qué te fuiste?
Todavía me está abrazando, con sus brazos envueltos alrededor de mí, y su
rostro está tan cerca… Dios.
―Estaba herida, necesitaba tiempo.
―¿No pudiste llamar? Diablos, ¡¿ni siquiera pudiste decirme a dónde ibas, así
no pensaría que algo te había pasado?!
Me encuentro con sus ojos y le doy una mirada gélida.
―Te dije que necesitaba tiempo, y te dije que me lo iba a tomar. No creíste
que haría eso por aquí, ¿verdad? Sé que debería haberte dicho todo lo que estaba
pasando, y lo lamento por eso, pero no voy a pedir disculpas por tomarme ese
espacio.
―Bastante justo.
―Sharleen todavía está contigo. ―No era una pregunta.
―Sí.
―¿Por qué?
―Es complicado.
―Está embarazada ¿verdad?
Él resopla.
―No.
―Bueno, entonces, ¿por qué?
―Mira, Willow, es mi esposa y…
―¿Así que la elegiste?
―No dije eso. No iba a hacer esa elección mientras no estabas, no soy tan
egoísta.
―Déjame ir, Jagger, por favor, sólo déjame ir…
Él suspira y me suelta, y yo me pongo de pie.
―¿Puedes irte?
―Willow, ¿podemos actuar como adultos acerca de esto?
Cierro los ojos. Mantén la calma, Willow, no te rompas.
―Sólo vete.
―No. 16
Abro los ojos y los cierro.
―¿Saldrás como la mierda de mi casa, Jagger? ¿Cómo te atreves a venir aquí
y pretender que todo está bien? No hagas eso, porque NO está bien. He pasado por
el infierno ida y vuelta en las últimas seis semanas y me las arreglé para
atravesarlo todo. Y tú vienes aquí y haces como si todo estuviera bien. Ni siquiera
hiciste una elección, estás jugando conmigo y no voy a permitirlo. Por lo que sólo
lárgate de mi casa, ¡y déjame en paz!
Me doy vuelta y corro a mi habitación, cerrando y bloqueando la puerta.
¿Infantil? Sí, pero es el único escape que tengo. Me dejo caer sobre mis rodillas y
entierro mi cara entre mis manos.
―Abre, vamos.
Jagger golpea sus puños en la puerta, pero no me muevo. Él lo intenta una y
otra vez, animándome, pero no me muevo.
―¿Qué estás haciendo, Jagger?
Oigo la voz de Ava a través de la puerta.
―Ella corrió ahí dentro después de que tuvimos una pelea y no quiere salir.
―¿Por qué viniste aquí? ¡Te dije que no lo hicieras!
―Necesitaba hablar con ella.
―¿Sobre qué? ¿Sobre el hecho de que todavía estás viviendo con esa mujer?
¿Cómo te atreves a entrar aquí en su primera noche en casa y hacerle esto? No
jodas con sus emociones, Jagger, ¿tienes alguna idea de lo que pasó?
―Sé lo que pasó, y no estaba tratando de meterme con sus emociones. Sólo
quería hablar, saber cómo se sentía.
―¿En beneficio de quién? ¿Tuyo o suyo? ¿Te importa en absoluto cómo se
sienta? ¿O simplemente quieres oírle decir lo mucho que te ama? Fuera, Jagger, no
la mereces.
El silencio llenó la habitación y luego lo oí hablar de nuevo.
―Lo siento, Willow, por todo.
Un momento después, oigo cerrarse la puerta delantera y Ava golpea
suavemente a mi puerta. Me arrastro y la abro, y ella sonríe débilmente al ver mi
expresión vacía.
―Hola, hermosa.
―Duele, Ava, mucho.
―Lo sé, cariño ―dice, dejándose caer al suelo y envolviendo sus brazos
17
alrededor de mí―. Lo sé.
Capítulo 2
Encontrar un trabajo, suena fácil, pero no lo es. Camino arriba y abajo por la
calle principal durante aproximadamente dos días, pidiendo en casi todas las
tiendas trabajo. Termino consiguiendo uno en nuestro café favorito, en la misma
calle de mi casa. Ahora, ¿por qué no pensé en esto antes? No se me da del todo
bien lo de ser camarera, pero por ahora tendría que ser suficiente.
Mi padre me dejó un poco de dinero cuando murió y con ello pagué por mis
vacaciones, así como mi apartamento y coche. Estoy agradecida con él por eso. Lo
echo de menos algunos días, pero no entiendo bien por qué me siento así cuando
no hizo más que mentirme. Pienso en mi mamá y sé que realmente debería ir a
verla, y lo haré, tal vez mañana. Cuando ya he llenado mis papeles de la cafetería,
voy a la tienda. Necesito un poco de comida, en serio, no hay nada.
Agarro un canasto y empiezo a caminar a través de la tienda. Es bastante fácil
comprar para una sola persona. Estoy a medio camino de la sección de comida fría
cuando escucho mi nombre. Me doy la vuelta para ver a Jagger y a Sharleen de pie 18
junto a los congeladores, mirándome. Los ojos de Jagger se ablandan cuando me
ven y los míos no dudan en endurecerse. Mucho.
―Oh, mira, nene, ¿no es esa tu amiga? ―ronronea Sharleen.
O Jagger no le ha dicho acerca de que fuimos amantes o ella es una perra.
Apuesto por lo de perra. Quisiera darle una cachetada a su hermoso rostro.
―Willow, es bueno verte ―dice Jagger.
―Síp.
―¿Vendrás a la fiesta de mañana en la noche en la casa de Angel?
Me detengo justo cuando estoy a punto de darme la vuelta.
―No, probablemente no.
―¿Por qué no?
Lo miro a los ojos y luego miro a Sharleen, quien está sonriéndome. Su mano
acaricia el trasero de Jagger y yo me doy la vuelta, incapaz de lidiar con ella por
más tiempo.
―¡Willow!
Me apresuro hacia las cajas, horrorizada. Jagger llega justo cuando empiezo a
poner mis artículos sobre el mostrador.
―Willow, no es lo que parece.
―No me importa, Jagger.
―¡Sí importa! ―gruñe, golpeando su mano sobre la cinta deslizante.
El joven cajero nos mira y se remueve incómodamente.
―Vuelve con tu esposa, Jagger.
―Estábamos consiguiendo comida para la fiesta.
―¡No tienes que darme explicaciones!
―¿Willow?
Oigo el sonido de una voz familiar y me giro. Allí está Joey, sonriéndome.
Con un chillido, corro y salto encima de él. Envuelve sus brazos alrededor de mí y
me hace dar vueltas alrededor.
―¡Estaba buscando pizza para nuestra noche de películas y no podía creer
que te viera aquí! ¡Chica, cuatro días sin ti y ya te extrañaba!
Jagger mira a Joey y sus ojos siguen saltando de él hacia mí, y de regreso a él. 19
―Yo también te extrañé, Joey, me alegra que me encontraras.
―¿Quién es tu amigo, Willow? ―dice Jagger con voz helada, sus ojos aún
estrechados sobre Joey.
―Lo conocí mientras estaba fuera. Joey, te veré en la cafetería cerca de mi
casa en quince, ¿está bien? Hablaremos entonces.
―Estaré allí.
Me besa en los labios y se aleja. No fue un beso apasionado, Joey es sólo el
típico varón gay que no tiene problemas en mostrarle su afecto a las mujeres. Me
doy vuelta y los ojos de Jagger queman, oh-oh.
―¿Quién era? ¿Seguiste adelante? Estabas tan malditamente destrozada por
mí y Sharleen, pero claramente estás haciendo lo mismo que yo.
Oh, mi-mi-mi, esto es delicioso. El gran trasero malo de Jagger está loco de
celos. Tal vez no le diga que Joey es gay, lo dejaré sudar un poco más.
―No hice nada. Lo conocí mientras estaba lejos y no es de tu incumbencia,
porque claramente todavía estás pasando el rato con tu esposa, así que no vamos a
ponernos juiciosos.
―Willow, te juro…
―¡Ahí estás, nene!
Sharleen aparece detrás de Jagger y se estira para tomar su mano, pero él le
da un golpecito alejándola y gruñe una maldición.
―Tenemos que irnos ―murmura Sharleen, como si él no acabara de alejar su
mano tan violentamente―. Dile adiós a Wilmer.
La miro y mi temperamento se pone como una bengala.
―Es Willow, estúpida tarad…
Jagger pone su mano arriba, deteniéndome.
―Basta ya ―gruñe, luego se vuelve hacia Sharleen―. Nos vemos en el coche,
y, ¡sabes muy bien que su nombre no es Wilmer! ¡No lo hagas de nuevo!
Sharleen asiente y me sonríe una vez más antes de caminar hacia la salida.
Continúo acomodando mis artículos y esforzándome por evitar la mirada que está
quemando un lado de mi cara.
―Willow, ¿estás viendo a ese hombre?
No le hago caso.
―¡Willow! 20
El cajero dispara sus ojos entre nosotros, claramente sorprendido por el
momento que estamos teniendo justo en medio de una tienda. Muy maduro.
―Me tengo que ir ―le digo, entregándole al chico algo de dinero―. Adiós
Jagger.
Agarro mis cosas y salgo. Jagger gruñe una maldición y siento una pequeña
sonrisa deslizarse en mis labios.
Jagger está celoso, eso tiene que significar algo, ¿no?

* * *

Veo a Joey tan pronto como entro en el café, mi corazón se acelera. Lo eché de
menos. Él se pone de pie cuando llego a la mesa y saca una silla para mí. Me siento
y sonrío a través de la mesa hacia él.
―Entonces, ¿ese era el hombre del que estabas huyendo?
Suspiro.
―Ese era él.
―Ay, pero es muy atractivo.
Me río.
―Manos fuera, es todo mío.
―No parece de esa manera, ¿cómo vas a atraerlo de vuelta?
Hago pucheros.
―No puedo, parece que ya hizo su elección.
Joey se estira a través de la mesa y golpea mi cara ligeramente.
―¡Chica, si tengo que entrar en esto, desearás no acabar de decir eso!
Me eché a reír y él se me unió.
―Hablando en serio, no estarás tan solo renunciando, ¿verdad?
Sonrío débilmente.
―No veo que tenga mucho de dónde elegir.
Deja que su mirada me acaricie.
―Él está caliente por ti, y tú tienes el cuerpo para hacerle sudar. Así que
trabájalo, chica, trabájalo y hazle ver lo que se está perdiendo. 21
―Bueno… hay una fiesta mañana y él como que piensa que estoy saliendo
contigo… ¿Ves a dónde voy con esto?
Joey sonríe y aplaude.
―Este día es el mejor, ¡dime dónde estar y lo pondré tan malditamente celoso
que intentará golpearme detrás de los arbustos; y me encantará!
Resoplo con una risa y las personas que nos rodean se vuelven para mirar.
―¿Estás libre, entonces?
Él sonríe.
―¡Estaré ahí y tan encima de ti que pareceré un mal sarpullido!
Sonrío y chocamos los cinco.
―Gracias, Joey. ¿Vendrás esta noche?
―¡Demonios, sí!
Capítulo 3
―Hola Willow ―dice Angel cuando él y Ava entran por mi puerta esa noche
con los brazos llenos de pizza y refresco de cola.
―Hola Angel, ¿cómo estás?
―Malditamente grandioso, es bueno verte.
―Igual.
―Me encanta tu cabello.
Me río.
―Gracias.
―Así que dinos ―dice Ava, lanzando un rectángulo de pizza sobre el
mostrador―. ¿Qué le hiciste a Jagger?
―¿Qué? Nada.
―Llegó a casa de la tienda tan enojado que rompió cuatro platos. Luego le 22
dijo a Sharleen que se fuera a la mierda cuando trató de seguirle a su habitación, lo
que fue épico y completamente agradable.
¿Lo hizo? ¿Estaba tan molesto? Sé que no debería hacerme sentir bien por
dentro, pero lo hace. Me da esperanza.
―Me vio con… err… un amigo que era hombre y se enojó.
―Oh, no me digas. ―Ava sonríe, abriendo la caja de pizza.
―Lo conocí en Hawái, vendrá pronto.
―¿Qué? ―chilla Ava―. ¿Por qué no me lo dijiste?
―Sólo somos amigos. Jagger debió haberlo entendido mal.
―Jagger se equivocó bien, ¡estaba furioso! ―Rió Angel.
―No sé por qué enloqueció; él estaba allí con Sharleen.
Angel ríe.
―Sharleen lo tiene comiendo de su mano. Lo está utilizando porque sabe que
se siente culpable de haber seguido con su vida cuando ella no estaba realmente
muerta. Lo que sea que hiciste hoy, funcionó. Enloqueció, lo que significa que no
terminó con eso. De hecho, me dice que te desea más de lo que está dejando
entrever. Él y Sharleen no serán lo mismo nunca más, así que todo lo que hiciste,
hazlo de nuevo. Hazlo sudar.
Me río.
―¿Y crees que eso funcionará?
Se encoge de hombros.
―Trátalos mal y ahí seguirán, ¿correcto?
Ava le da una palmada en el hombro y se ríe.
―Es cierto ―protesta―. No está cayendo a sus pies ni rogándole, y está
volviéndole hambriento de ella. Sigue haciéndolo Willow, si lo quieres de vuelta,
pelea.
Frunzo el ceño.
―No puedo competir con Barbie Malibú allí.
Angel ruge de risa.
―Barbie Malibú tiene la personalidad de una roca.
―¿Entonces por qué se casó con ella?
―Era joven, estúpido y estaba enfadado. Jagger cree en hacer lo correcto, que
23
es la única razón por la que ella todavía está allí. Piensa que va a resultar igual que
su padre si es un mal marido.
―¿Crees que todavía la ama?
―Creo que la amó, pero ahora… no. Creo que está luchando consigo mismo.
―Me parece que hizo su elección…
Ava sonríe y agita las cejas.
―No, si tú peleas.
―No debería tener que pelear. ―Hago pucheros.
―¿Lo deseas, Willow? ―dice Angel simplemente.
―Por supuesto que sí.
―Después de que vayas a mi fiesta mañana por la noche y que lo hagas
babear hasta que no pueda babear más, trabájalo, vuélvele desesperado, y
muéstrale lo que se está perdiendo. Si estás más que dispuesta a renunciar a pelear,
entonces está bien, pero no te puedes quejar ni abatir. Si no has terminado de
pelear, entonces lleva tu trasero por allá mañana y muéstrale sin lo que está
viviendo.
Sonrío débilmente y Ava me empuja.
―Vamos… ¿qué será nena? ¿Estar deprimida o pelear?
Siento un tramo de sonrisa en mi cara.
―¡Pelear, sin duda pelear!
―¡Chica lista! ―grita Angel―. Ahora me voy a comer, me muero de hambre.
Joey llega diez minutos más tarde y le presento a Angel y a Ava.
―Oh, ya veo por qué Jagger se emocionó. ―Sonríe Ava, guiñándole un ojo a
Joey.
―Me gusta ella, conoce a un hombre bueno cuando lo ve. ―Joey se ríe,
dándole palmaditas en el hombro.
―Es gay… ¿captaron eso correcto? ―le digo, riendo.
―Sí, lo hicimos. ―Angel grita desde el sofá mientras cambia los canales de
las películas.
―Entonces, ¿te comentó acerca de nuestro plan? ―le pregunta Joey a Ava.
―Claro que no… ¿Qué plan?
Repaso lo que haremos en la fiesta de Angel, y Ava chilla de alegría.
24
―Me encanta, ¡totalmente, me encanta!
―¿De verdad? ―Joey se ríe.
―Son un grupo cruel ―dice Angel desde el sofá.
―Es un buen plan, tienes que admitir eso Angel ―dice Ava.
―Demonios, es un buen plan, pero el hombre se volverá loco cuando se
entere.
Me río y todos nos acomodamos para ver películas. Estoy agradecida de que
estos chicos estén aquí, lo que realmente ayuda. Me sentiría horriblemente sola en
este apartamento ahora que Ava está conviviendo con Angel. Cuando se van más
tarde, me meto en la cama agotada. Saco mi teléfono y miro para ver los textos de
Jagger.

J: Estás malditamente desgarrando mi corazón.


J: Te necesito Willow, te necesito jodidamente tanto.
J: Willow… lo siento.
Creo que está borracho. De hecho, casi puedo apostar que lo está. Le
respondo de todos modos.

W: ¿Estás borracho?
J: Sip.
W: Entonces, ¿sólo me deseas cuando estás borracho?
J: No es un hecho.
W: ¿Dónde está tu esposa?
J: Me importa un carajo.
W: Me parece difícil de creer.
J: ¿Puedo ir?
W: No.
J: ¿Por?
W: Porque estás borracho...
J: ¿Y?
W: voy a dormir, te veré mañana.
25
Mi teléfono suena entonces, el gran borracho Jagger no captó la indirecta. Lo
recojo y contesto con un ágil.
―¿Qué?
―¿Por qué no me hablas? ―dice en un tono de suspensión.
―Porque estoy cansada.
―No me hablas cuando no estás cansada tampoco.
―Jagger, tienes que irte a dormir.
―¿Quién era ese hijo de puta de hoy?
―¿Qué importa?
―Malditamente importa, malditamente mucho.
―Jagger…
―Te deseo, tan jodidamente mal. Estoy tan malditamente duro por ti Willow.
Mi boca se abre, ¿qué narices fue lo que dijo? Oh, está borracho.
―Tienes una esposa para eso.
―Vete a la mierda, deja de decir eso.
―Bueno, la tienes. ¿No puedes follarla? Estoy segura de que ya lo hiciste.
Hay un momento de silencio y mi corazón se detiene.
―Lo hiciste, ¿no es cierto?
Todavía está en silencio.
―¿JAGGER?
No responde y eso es suficiente para mí. Cuelgo el teléfono. El dolor llena mi
corazón.
¿Cómo pudo? Ni siquiera tuvo el coraje de romper conmigo primero. Me dejo
caer de rodillas y toda la fuerza que he creado durante las últimas seis semanas, se
desmorona a pedazos. Él era mi todo y me acaba de romper, sólo me rompió.

26
Capítulo 4
―¡Willow! ¡Abre!
Estoy en mi sofá, acurrucada y sollozando. Mi corazón está roto, ¿cómo pudo
dormir con ella? ¿Cómo pudo hacerme eso? ¿No pudo decirme adiós primero?
Permitirme continuar. Déjame ir. Es un acto de egoísmo, me dijo que no había
tomado una decisión, pero todo el tiempo estaba probando sus opciones.
―Joder, ¡abre la puerta!
Ha estado golpeando mi puerta hace una hora, y me niego a ir a abrirla.
Desaparecerá finalmente, o hará algo estúpido como romper una ventana.
―Jagger, hombre de mierda, ¿qué estás haciendo?
―Ace, no abre la puta puerta. Dije algunas cosas y… joder… ¿Willow? ¡No la
estoy follando!
Mis ojos se abren y me siento en el sofá. ¿Acaba de decir que no la está
follando? No entiendo, si no lo hace, ¿por qué diablos está golpeando mi puerta? 27
―¿De qué estás hablando hombre? ―le pregunta Ace.
―Piensa que follo a Sharleen, ¡no lo hice! ¡WILLOW NO LO HICE!
―Vamos, te irás a casa y yo voy a hablar con ella. Ella, obviamente, no quiere
verte hermano, por lo que sólo vete.
―Ace, ¿y si…?
―¿Qué?
―Willow… ella… se lastima.
Bien Jagger, ¿por qué no se lo dices a todo el mundo?
―Joder, sólo tienes que irte y entraré. Ella no necesita mierda adicional si
estás borracho y tienes desvaríos. Te llamaré.
―No puedo irme…
―Jagger, vete a la mierda, estás borracho y ella no necesita eso.
―Bien, pero malditamente me llamas Ace, te juro por Dios que si no lo
haces…
―Lo haré, ahora vete.
Un momento después, un suave golpe suena afuera.
―¿Willow? Soy Ace, él se fue.
Me levanto y me acerco, abro la puerta. Los ojos de Ace se ensanchan y veo
un flash de alivio a través en sus encantadoras facciones. He echado de menos a
Ace y no me di cuenta de cuánto hasta ahora. Se ve bien, tan hermoso como
siempre y me da esa sonrisa deslumbrante.
―Bueno, hola chica, ¿cómo estás?
Sonrío débilmente.
―Bien.
―Se fue.
―Lo sé, lo oí.
―¿Quieres decirme qué está pasando?
―Pensé… Le pregunté si se acostaba con Sharleen y se quedó en silencio,
cuando le pregunté otra vez y permaneció en silencio, pensé…
―Me dijo que no lo hizo…
―Sé que dijo eso, ¿crees que es cierto?
―Ni siquiera he visto que la toque Willow, creo que es verdad. 28
Con un suspiro, me desplomo en el sofá y Ace cae a mi lado.
―Te ves como una mierda ―murmura.
―Gracias, tú también.
Se ríe.
―No, ¡no lo hago! ¿No me has visitado?
Me doy la vuelta y le miro.
―¿Querías que lo hiciera?
―Claro, pensaba que éramos amigos.
―Así es.
―Bien, porque iba a venir aquí y patear algún trasero seriamente si no ibas
pronto. Ese Diablo, nos está volviendo locos.
―¿Ese diablo?
―Perra Troll, Demonio, Mujer con cuernos, Monstruo del siglo… la conocen
como Sharleen.
Me eché a reír y agarré mi estómago con calambres.
―Pensé que te gustaba.
―Dios no, es jodidamente horrible.
―Entonces, ¿qué hace la Diablo, Perra Troll, Monstruo del siglo, que es tan
malo?
―Es una perra sarcástica. ¿Vendrás a la fiesta de Angel mañana?
―Sí, Ava me dijo que es de disfraces.
―Maldita sea, sí. Jagger irá como un vaquero semidesnudo. La sexy piensa
que va a verse bien. ¿Puedes adivinar de qué va a ir la maldita Trol?
―¿De vaquera monstruo?
―Sí, y supongo tú irás como… ―Él alzo las cejas:
―Creo que estás a punto de decirme...
―¡Vaquera monstruo!
―Aw, Ace, no puedo…
―¿Por qué no?
―Él no quiere que…
29
Ace golpea mi muslo y grito.
―Sal de eso, te desea y le harás rogar. Tengo un traje escogido, tu hermana y
yo encontramos el perfecto…
―¿Mi hermana? Dime por qué tienes un repentino interés en mi hermanita.
Sonríe.
―Salimos, sólo somos amigos.
―Creo que eres genial Ace, pero si le haces daño…
Se ríe.
―Lo tengo niña, ella me gusta. Te lo juro.
Estrecho mis ojos a él.
―Entonces, cuéntame sobre ese traje que elegiste.
Saca su teléfono y me muestra una foto. Mis ojos se abren y miro fijamente la
pantalla. Es una foto de una mujer vestida con botas altas de vaquera hasta la
rodilla, un corto… vestido negro, sombrero de vaquera y medias de red.
―¿Desde cuándo se ven las vaqueras de esa manera?
―Desde mañana… Jenny vendrá y te vestirá, sin excusas.
―Está bien, lo haré sólo para verle caer.
Ace sonríe y rápidamente le manda un texto a Jagger. Me inclino y lo leo.

A: Está bien. Estamos hablando. ¡Veta a dormir!


J: Vete a la mierda Ace, dormiré cuando sepa que está bien.

Ace me apunta con su teléfono y me toma una foto, después, la envía.


―¡ACE!
―Qué, te veías atractiva.
―¡Me veo como una rata peluda!
―Una rata peluda linda.

J: Joder, se ve mal.

―Mira, ahora le pusiste más preocupado. 30


Ace pone su brazo alrededor de mí, presiona su cara en la mía y extiende el
teléfono.
―¡Sonríe!
Me río y mientras lo hago, hace clic en la foto y la envía.

J: Bueno, tengo la indirecta Ace, mantén tus manos fuera.

Ace me sonríe y pongo los ojos en blanco.


―Ahí vamos, está bien y de nuevo amenazando a todo el mundo.
―¿Cómo ha sido desde que Sharleen regresó?
―Irritable, en todas partes. Creo que tienes que ir y aliviarle un poco la
presión, al tenso hijo de puta.
Resoplo.
―Gracias, pero no creo que eso ayude a la situación.
―Podría hacerle más feliz. ―Sonríe Ace.
―Eres un hombre enfermo Ace.
Envuelve un brazo a mi alrededor.
―Los dos han pasado por muchas cosas, sé suave con él niña, se preocupa
por ti.
―Lo sé.
―Bueno, voy a dejarte para que puedas conseguir tu sueño de belleza, no es
que lo necesites, pero tienes que verte extra atractiva mañana.
―Gracias por venir Ace.
Ace se levanta y besa mi cabeza.
―No seas más extraña Willow, eres parte de nosotros ahora. De hecho, tengo
decidido el apodo de niña para ti.
―¿Dónde encaja eso con Jagger?
Se ríe.
―Jagger K, es sexy.
―Eres una extraña galleta.
Me guiña el ojo.
―Hasta más tarde niña.
31
―Te veré mañana.
―¡Diabla está fuera!
Me río y le hago señas mientras camina por la puerta. Cuando está cerrada y
bloqueada, camino pesadamente a mi habitación y me acurruco en la cama. Saco
mi teléfono y le mando un texto a Jagger.

W: Estoy bien, buenas noches.


J: Lo siento Willow, me quede en silencio porque Sharleen
entró en la habitación… ni siquiera capté tu pregunta hasta que
colgaste… me di cuenta de lo que dijiste y me asusté. No la follé.
No soy un perro.
W: Lo sé.
J: ¿Vendrás mañana?
W: Estaré allí.
J: Te veo entonces…
W: Buenas noches Jagger.
J: Buenas noches nena.
¿Nena? Bueno, hemos progresado. Meto mi teléfono debajo de la almohada y
caigo en un pacífico y calmado sueño.

32
Capítulo 5
―Claro que sí, ¡vamos a estremecer esta mierda! ―Ava sonríe, dándome la
vuelta.
Miro hacia abajo a mi piel en el ajustado vestido negro, botas altas de vaquera
hasta la rodilla, medias de red… y suspiro.
Dios, espero poder sacar esto adelante.
―Aquí, necesitarás esto porque cuando veas a Jagger, caerás muerta. Se ve
tan malditamente comestible esta noche ―dice Jenny, dándome un trago.
―Dios, no digas eso…
―En serio, tienes que caminar por allí y ni siquiera darle una mirada de
soslayo. Joey hará bien en darle celos…
Joey, quien está sentado en el sofá, le da a Jenny un pulgar hacia arriba.
―Maldita sea, sí, lo haré sudar.
33
―Correcto; tan genial, tranquilo y sereno ―dice Ava, apretando mis
hombros.
―Y sexy como el infierno ―lanza Jenny.
―¡Claro que sí! ―grito, tomando otro trago.
Miro fijamente a Jenny y a Ava con una sonrisa socarrona. Ambas s se ven
sexys también. Jenny está vestida como una Blanca nieves sucia y Ava es una
Alicia en el país de las maravillas muy al descubierto. ¿Quién sabía que podía
haberlo hecho? Miro a Joey, quien se vistió como policía semidesnudo y se ve muy
atractivo a la vista.
―¿Lista? ―dice Jenny.
Tomo otro trago.
―¡Maldita sea, sí!
Todos caminamos fuera del apartamento y vamos por la carretera a la fiesta.
El complejo se encuentra engalanado con luces, cubetas y mesas de comida. La
piscina está justo en el centro y está rodeada de sillas y cuerpos medio desnudos. A
medida que avanzamos por las puertas, Joey envuelve un brazo alrededor de mí.
Levanto la vista hacia él y le sonrío.
―¿Lista para ver directamente a Joey?
―Me bailan los calcetines.
―¡Mierda!
Me vuelvo hacia Ava para ver sobre qué dice “mierda”. Jagger acaba de salir
de su apartamento y santo, dulce niño Jesús. Mi boca y mis ojos se abren. Lleva
unos jeans azules colgados bajos ataviados con chaparreras de vaquero. Tiene
pesadas botas de vaquero debajo de ellas. Su parte superior está completamente
desnuda excepto por el látigo colgando sobre su hombro. Lleva sombrero de
vaquero en la cabeza.
Me lamo los labios, ¿quién sabría que Jagger podía lograr eso?
―Santo cielo, acabo de mojar mis bragas ―respiro.
Joey me empuja ligeramente.
―¿Engañándome tan pronto?
Me río y cuando mis ojos se encuentran con Jagger, veo su cambio de
expresión. Primero, veo pura, cruda hambre. Su mirada se mueve arriba y abajo de
mi cuerpo y se lame el labio inferior. Luego su mirada se posa sobre Joey y se
vuelve de acero. 34
―¡Creo que fue un éxito! ―susurra Joey―. Malditamente te vio y luego
totalmente se puso celoso.
―Nos iremos al infierno por ser tan infantiles ―le digo y extiendo la mano
para tomar la mano de Joey.
―Él se irá también, ¡porque esa mierda es atractiva!
Me río y nos acercamos a la mesa para tomar un tarro de cerveza. Ahí es
cuando veo a la perra Troll. As tenía razón, mi traje no era competencia para el
suyo. Ella se había ido al estilo clásico, pantalones cortos, una camisa atada y botas
de vaquera. Es sexy, pero no como para babear…
―Oh, Dios mío, ¿acabas de ver los puñales que te disparó? ―Ríe Ava.
―Bueno, bueno, mírense señoritas…
Nos sonreímos mientras Angel y Ace pasean hacia nosotros. Ambos están
vestidos como los Blues Brothers.
―¡Chicos originales reales! ―les tomo el pelo.
―Dice la vaquera. ―Sonríe Ace, tirando de mí a un abrazo―. Él no te ha
quitado los ojos de encima.
Miro a As y sonrío.
―¿En serio?
―De verdad.
―En serio ―dice Joey cuando Ace se aleja―. ¿Todos son tan atractivos?
―¡Síp!
Tomo la mano de Joey y vamos por algunos tragos. Ava está a mi lado y Joey
se levanta al otro lado.
―Bien, ¿cuántos años tienes Angel? ―le digo en voz alta.
―Veintiocho.
―Muy bien, no soy tan buena, pero vamos a poner un dos y un ocho juntos.
¡Yo puedo tener diez!
―¡Apuesto a que no puedes! ―Ríe Angel.
―¡Apuesto a que puedo!
Él saca su mano.
―Si puedo, voy a correr desnudo por la calle principal.
35
―¿En seeeerio? ―le digo, alargando la palabra
―Y si tú no, irás desnuda…
―¡Reglas justas!
―Niños… ―murmura Sharleen.
Me giro hacia ella.
―¿Qué sucede princesa, no puedes beber con hombres?
Ella me mira y Jagger resopla su cerveza, riendo hasta que se dobla en dos.
Sharleen lo fulmina con enojo.
―Bien, ¡vamos a contar! ―grita Angel.
Tomo un trago y me lo bebo.
―¡UNO! ―grita todo el mundo.
Tomo otro.
―¡DOS!
Tomo otro.
―¡TRES!
A los cinco ya siento mi cabeza dar vueltas y me estoy riendo.
―Whoa, creo que es suficiente ―dice Joey, pasando un brazo alrededor de
mí.
―No, ¡veré su fino trasero!
Tomo dos más.
―¡Tres más! ―Angel se ríe.
Saludo a todos mientras me bebo los otros dos, el líquido quema mi garganta
y le pega a mi estómago con furia. Lo agarro y me concentro en mi respiración,
estoy a punto de terminar, puedo hacer esto. No correré desnuda por la calle. Por
supuesto que no. Cuando voy por el último trago, lo recojo y derribo. Golpeo mi
mano en la mesa y todos aplauden ruidosamente.
―¡Angel se desnudará!
―Mierda. ―Se ríe―. ¡Estoy jodido!
Me lanzo hacia él y planto un beso en su mejilla.
―Hagamos esto.
―Estoy consiguiendo totalmente la cámara. ―Ríe Ava.
Todos caminamos hacia la calle principal, y está llena. Angel se queda 36
mirando a toda la gente, y luego toma otros dos tragos cuando Ava se los entrega.
Entonces comienza a desnudarse. Angel tiene un gran cuerpo, por lo que las
mujeres en la calle se detienen y lo miran. Cuando está desnudo, chillo y aplaudo.
Ava se ruboriza y los ojos de Jenny se amplían.
―¡Corre perra, corre! ―Me río.
Angel me guiña el ojo, y luego arranca por la calle principal. Todos tenemos
alegría y risa, viendo cómo su apretado trasero desaparece por el camino. Cuando
se da la vuelta, está cubriendo sus partes, pero sigue corriendo. Unos policías salen
de un club local y lo atrapan.
―¡ANGEL CORRE! ―todos chillan mientras comienzan a perseguirlo.
Él toma ritmo, y todos nos estamos riendo histéricamente. Cuando llega al
complejo, todos entramos y cerramos de golpe las puertas.
―¡Mierda! ―Joey se ríe.
―Abran esta puerta ―gritan los policías, golpeando las rejas.
Me asomo, dándoles una sonrisa inocente.
―¿Les puedo ayudar oficiales?
―Si vemos que alguno de ustedes se comporta mal otra vez, los
encerraremos. ¡Mantengan su ropa puesta!
―Sí, señor, lo siento señor. ―Sonrío.
―Cuidado señorita, bocas inteligentes se quedará encerradas también.
―Ella lo siente ―dice Jagger, dándoles una mirada dura.
―Muy bien, mantengan la ropa puesta.
Cuando ya se van, todos nos echamos a reír de nuevo.
―Mierda Angel, eso fue clásico ―dice Jagger, su voz llena de humor.
Angel se estira para darme la mano.
―¿A mano?
―Ew, no voy a tocar esa mano, vi dónde estaba.
Él se ríe y se pone los pantalones, entonces levanta a Ava para un beso que
chisporrotea. Me vuelvo hacia Joey, pero me revienta hacer pis. Sonrío y aprieto
mis piernas juntas.
―Tengo que hacer pis…
―Él está mirando, voy a besarte ahora.
37
Mis ojos se abren mientras Joey entra en acción y me arrastra a un beso
bastante chisporroteante. Mis mejillas enrojecen y me encuentro con la mirada de
todos. Cuando él se aleja, sonrío hacia él.
―¿Quién sabía que un hombre gay podía besar a una mujer mejor que un
hombre heterosexual? ―bromeo, todavía aturdida.
―Soy conocido por mis muchos talentos, ahora sal de aquí y encuentra el
pene de ese hombre ¡y compénsame usándolo y compartiendo las fotos más tarde!
Me río.
―Gracias Joey.
Me toma la barbilla.
―Cuando quieras.
Me tambaleo al cuarto de baño del apartamento de Jagger. Cuando entro,
miro a mi alrededor. Wow, es muy brillante. Todo en el interior es muy moderno,
cocina nueva, pisos de cerámica, accesorios negros y un bonito mobiliario. Me
tambaleo por el pasillo, pero no puedo encontrar el baño.
―A la izquierda…
Me doy la vuelta y veo a Jagger apoyado en el marco de la puerta.
―Bueno, hola vaquero. ―Sonrío.
―Hola.
―Te ves… muy… ummm…
Él sonríe y Dios, le hace parecer tan jodidamente perfecto.
―¿Muy qué?
―Caliente… follable… lo que sea.
Él levanta las cejas.
―Bueno, podría decir lo mismo.
―¿Te gusta? ―Sonrío, haciendo un giro.
―Me gusta mucho, me gustaría aún más si no besaras a otros hombres
delante de mí.
Agito la mano con ebriedad.
―Pffft, Joey es gay.
Sus ojos se abren y hacen clic. 38
―¿Estabas tratando de ponerme celoso?
―¿Funcionó?
Él sonríe.
―No.
―Mentiroso. Tengo que hacer pis.
Me deslizo en el baño, cerca de la puerta, sonriendo estúpidamente a mí
misma. Cuando termino, me deslizo fuera y Jagger ya se fue. Camino de vuelta
afuera y oigo mi canción preferida, chillo y aplaudo, saltando arriba y abajo. Ah,
estar borracha y ser libre, es una gran sensación.
―¡Ven aquí! ―grita Ace.
Jenny toma mi brazo y le sonrío, entonces nos apresuramos. Saltamos en la
parte posterior de la camioneta de Ace y empezamos a menear el trasero. Los
miembros de la banda comienzan a cantar en voz alta la canción. Sus voces caen
sincronizadas y suena muy graciosas.

Country girl shake it for me girl, shake it for me girl, shake it


for me…
Jenny y yo sacudimos el trasero de la manera más seductora. Movemos
nuestras caderas lentamente, bajando nuestros cuerpos y levantándolos de nuevo a
medida que avanzamos seductoramente. Ace salta en la camioneta y le da
apretones a Jenny, y comienza moverse con ella. Whoa, acaba de ponerse caluroso
aquí. Me doy vuelta y le echo un vistazo a Jagger, quien está mirándome con una
expresión tan hambrienta que bien podría estar desnuda. Levanto la mano y mi
dedo hacia él.
Él sonríe y pone su mano en su pecho como diciendo “¿quién yo?” Asiento y
brinco hacia abajo, y merodeo hacia él lentamente. Cuando él se levanta, engancho
mis dedos en sus jeans y empiezo a tirar hasta que llegamos a la camioneta.
Subimos y comenzamos a movernos con la música.
Él toma mis caderas con sus manos y comienza a restregarse en mi contra. Su
pelvis está presionada contra mi parte inferior y gimo cuando siento que está duro.
Sus manos agarran mis caderas, sus dedos se clavan en mi piel mientras mueve mi
cadera con la música, por lo que fluyo con él. Sus labios están cerca de mi cuello y
oh, Dios, se siente increíble.
Apoyo la cabeza en su hombro, y roza mi cuello con sus labios. Oigo su 39
nombre llamado, pero lo ignoramos, nuestros cuerpos continúan su danza
seductora. También podríamos quitarnos la ropa y follar, estamos siendo lascivos.
Sus manos se deslizan debajo de mi vestido y presiona cerca de mi espalda y
puedo sentir cada centímetro de él con fuerza. Su nombre es gritado de nuevo, y
suspira, girando.
―Regresaré ―murmura en mi oído, y luego salta abajo y se va tras Sharleen
quien ahora sale corriendo como si estuviera terriblemente lastimada. A la perra no
le importó cuando me estaba lastimando, así que no me importa lastimarla
tampoco. Sí, sí, dos errores no hacen un acierto y toda esa mierda.
Salto de la camioneta y me alejo, se está haciendo tarde así que me deslizo
detrás del complejo y encuentro un viejo camión de cajuela plana. Me subo a la
parte trasera y me acuesto, mirando las estrellas. Cruzo mis piernas y toco con mis
dedos el suelo. Maldita Sharleen, tenía que poner en obras el agua cuando
estábamos teniendo un buen momento. Perra Troll. Siento que mi cabeza nada un
poco, y cierro los ojos para estabilizarla.
Me quedé así durante unos diez minutos, y luego oigo botas crujiendo a
través del pasto. No me muevo, deseando que sea quien sea, no me vaya a ver.
Cuando siento unas manos en mis rodillas, me levanto y veo a Jagger de pie al
final de la camioneta. Agarra mis rodillas y las abre, y dejo que mi cabeza vuelva a
caer. Nada un poco y aprieto los ojos cerrándolos de nuevo.
―¿Sabes cuán puto duro estoy ahora mismo? ¿Sabes cuánto quiero subir allí
y deslizar mi pene en tu hermoso coño?
¿Coño? Qué palabra tan vulgar. Gimo, pero no le contesto. Él mueve un dedo
por el interior de mi muslo hasta que encuentra mis bragas mojadas.
―Húmeda, sabía que lo estarías. Admítelo, me quieres dentro de ti tanto
como quiero estar ahí.
―Sabes que lo deseo ―maúllo.
Desliza su dedo debajo de mi ropa interior y encuentra mi sexo mojado.
Gruñe y empuja su dedo dentro de mí, mientras juega con mi clítoris con su
pulgar. Se mueve hacia adelante, no hay caricias esta noche. No, simplemente se
sumerge como si nunca lo fuera a sentir de nuevo. Tal vez no lo hará.
―Jagger… ―gimo.
―¿Me deseas nena? ¿Quieres que te folle aquí?
―¡Sí! ―grito―. Dios, sí.
―¿Cuánto?
40
―Más que nada ―digo en voz ronca y gutural.
Se inclina, sin mover el dedo del interior de mi calor. Desliza su lengua sobre
mi clítoris y yo gimo, arqueando mi espalda.
―Extrañé este dulce coño, extrañé cómo sabe, cómo se siente…
Me vendré vergonzosamente duro, pero no me importa.
―Jagger, por favor, oh, Dios…
Él mete su dedo dentro de mí y chupa mi clítoris hasta que estoy gritando y
temblando, cuando desciendo de lo alto, él se sube a la camioneta y me detiene,
enclavándome en su regazo. Puedo sentir su pene duro presionando contra mi
trasero y lo deseo, quiero cada pedacito de él.
―Jagger, quiero que me folles, Dios, te quiero dentro de mí…
―Chica sucia ―gruñe, mordiéndome la oreja.
―Pero… Jagger, no quiero que juegues conmigo.
Él me da la vuelta, así que estoy a horcajadas; toma mi rostro entre sus
manos.
―No jugaré contigo.
―Te fuiste antes de…
―Tuve que decirle que lo iba a hacer, no era justo que no lo hiciera.
―Y ahora…
―Ahora quiero estar dentro de ti, porque si no lo hago, explotaré
jodidamente.
―Sí ―le susurro.
Me agacho y agarro sus vaqueros, tirando del botón de apertura. Así como
saco su pene, oigo otra canción favorita comenzar. Save a horse, ride a cowboy. Sonrío
y Jagger me la devuelve con plena fuerza.
―Qué apropiada. ―Sonríe.
Agarro su pene y su sonrisa se convierte en un gruñido.
―Joder, Willow.
Sonrío y me inclino hacia abajo, deslizando mi cuerpo y llevándolo a mi boca.
Él gruñe y enreda las manos en mi cabello. Mi lengua va por entre los piercings,
cómo los he echado de menos. Él silba entre dientes apretados y me levanta.
―Si me chupas, me vendré. 41
Subo a horcajadas de nuevo, y levanto mis rodillas y empiezo a cantar a la
ligera.

Save a horse, ride a cowboy.

Él sonríe, amplia y hermosamente. Me deslizo hacia abajo sobre él y él rueda


los ojos ligeramente. Echa la cabeza atrás y agarra mis caderas, tirando hacia arriba
de ellas para empalarme plenamente. Pasaron un par de semanas y siento una
pequeña punzada de dolor.
―Dios, Willow, tan malditamente perfecta.
―Jagger, quiero que me folles, quiero que me folles duro…
Sus ojos se abren y me mira. Muevo mis caderas y él se tensa, tragando
rápidamente. Lo hago una y otra vez hasta que los dos estamos gimiendo.
―Si quieres que te folle duro, es mejor que dejes de hacer eso ―dice
agitado―, o me vendré.
Me deslizo fuera de él y se queja por la liberación de la presión. Me pongo de
rodillas y miro por encima de mi hombro. Sus ojos están oscuros y toma su pene en
la mano y lo coloca detrás de mí.
Se desliza dentro de mí y yo gimo, sí, oh Dios, sí. Me empala completamente y
mueve sus caderas hacia arriba para llegar a ese punto.
―Jagger, oh, Dios.
―Se siente tan jodidamente bien.
Empuja sus caderas tan duro que nuestra piel suena al juntarse. Agarro el
lado de la camioneta y tiro mi cabeza hacia atrás, gritando mientras mi segundo
orgasmo me estremece. Jagger gruñe su propia versión un momento más tarde, y
lo siento latir dentro de mí. Cuando acaba, se desploma hacia atrás y suspira. Me
doy vuelta y tiro de mi vestido hacia abajo, observándolo tirar hacia arriba de sus
pantalones y meter su pene semi duro dentro de ellos.
―Wow ―le susurro, arrastrándome hacia él.
―Wow bien.
Los dos tenemos un momento de silencio, y luego escuchamos el teléfono de
Jagger que está sonando. 42
―¿Quién es? ―le pregunto.
Él se queda mirando la pantalla y suspira.
―Tengo que terminar esto, ¿vendrás?
―¿Terminar qué?
―Vamos.
Saltamos de la parte trasera de la camioneta, bien, más como que
graciosamente tropezamos. Caminamos de vuelta a la fiesta y Sharleen viene como
una tormenta. Me da una bofetada tan fuerte que veo estrellas, tropiezo hacia atrás
y mi cabeza gira. Cuando me las arreglo para re orientarme, me aviento pero
Jagger me toma por la cintura antes de que pueda dar un golpe decente.
―¡Basta! ―ruge―. Sharleen, mierda, ¡retrocede!
―Esta pequeña pájara está arruinando todo.
―¡Ella no hizo nada! Si alguien está arruinando las cosas, ¡eres tú! ―grita
Jagger.
―¿Qué quieres sinceramente con esta pequeña perra “me corté”? No tiene
nada de mí Jagger, nada.
―¿Qué dijiste? ―gruño.
―Todos sabemos acerca de ti y tus problemas mentales. Él es demasiado
bueno para ti, ¿cuándo vas a meterte eso en tu gruesa cabeza?
Tiro hacia atrás y golpeó a Jagger en la espinilla, haciendo que me deje ir el
tiempo suficiente para ponerme en marcha hacia adelante. Muevo un puño sólido
a la cara de Sharleen y ella grita, cayendo hacia atrás en la mesa. Salto a la parte
superior de ella, y lanzo otro puñetazo en su nariz. Ella grita de nuevo y se mueve
alrededor. Cuando Jagger se las arregla para tirar de mí de nuevo, todo el lugar se
ha quedado en silencio.
―¡Ya terminé! ―grito―. Ya terminé Jagger!
―Ya está bien, cálmate.
―No voy a calmarme, no puedo sentirme así nunca más. No pedí esto. Toma
una decisión Jagger, en este momento o me voy
Sus ojos se abren y Sharleen se levanta, limpiándose la sangre de su labio.
―Sí Jagger, haz una elección porque no voy a estar alrededor ni a jugar.
Él cierra los ojos un momento y luego inclina la cabeza hacia un lado como si
estuviera escuchando algo. 43
―Hice mi elección, la hice la noche que volviste Sharleen, no me había dado
cuenta hasta ahora. Escucha la canción… la que están tocando en este momento…
es para ti… es mi elección.
Sharleen sonríe cuando escucha la canción, es una canción que suena
hermosa y mi corazón se vuelve de piedra. Él la levanta, ¿cómo pude ser tan
estúpida? ¿Cómo iba a creer que sería suficiente? Las lágrimas comienzan a rodar
por mis mejillas y me giro, pero Jagger agarra mi brazo.
―¡Déjame ir!
―Escucha… simplemente escucha…

We have done a lot of growing up; we were never meant to be


together. Coz’ something changed you’ve been actin’ so strange and
it’s taking its toll on me. It’s safe to say that I’m ready to let you
leave…1

1 Hemos crecido un montón; nunca estuvimos destinados a estar juntos. Porque algo cambió en ti y
has actuado tan extraño y eso está cobrando su peaje en mí. Es seguro decir que estoy listo para
dejar que te vayas…
―Se acabó Sharleen ―comienza Jagger―. Te amé una vez, lo hice, pero soy
una persona diferente ahora. Pensé que estaba haciendo lo correcto dándote una
oportunidad cuando volviste, pero el sentimiento no está más allí. Siempre me
importarás, cambiaste una parte de mí, pero Willow es mi vida ahora.
―Jagger, ¡no quieres decir eso! ―Sharleen llora.
Él da un paso hacia delante y toma su cara entre las manos.
―Nos divertimos mucho, pero pensé que estabas muerta y me enamoré de
nuevo. No puedo darle la espalda a ella, no querrías que estuviera contigo cuando
no te amo. Lo siento, pero mi elección está hecha.
Estoy llorando, grandes, gordas, feas lágrimas corren por mi cara. ¿Él me
ama? ¿Jagger me ama y me eligió?
El rostro de Sharleen se convierte en acero mientras agarra su bolso.
―Esto no ha terminado, te vas a arrepentir de esa decisión Jagger y también
lo hará ella.
Jagger la mira.
―¿Acabas de amenazarme, Sharleen? Porque no tomo demasiado bien ser
44
amenazado…
―No es una amenaza Jagger, es una promesa. Esto no ha terminado.
¡Deberías cuidar tu espalda!
―No tengo miedo de ti ―gruño.
―No es a mí a quien debes temer, esto no ha terminado.
Luego se da la vuelta y sale corriendo. Me vuelvo hacia Jagger y sus ojos
están entrecerrados. Ace y Rusty están de pie uno al lado del otro.
―Eso no sonó bien jefe.
―No, ella está tramando algo.
―Estuve sobre ella todo el tiempo ―murmura Bull, acercándose al lado de
ellos.
Jagger gira sobre él.
―¿No te hubiera importado compartir eso conmigo?
―Pensé que estabas todo enamorado y empalagoso con ella, y no iba a ser el
idiota en arruinar eso.
Jagger se frota la cabeza.
―No puedo lidiar con esto ahora, me llevaré a mi chica y saldremos de aquí.
Repasaremos esto en la mañana.
Jagger se vuelve hacia mí y una gran sonrisa se extiende por su cara. Me
guiña un ojo y luego dice:
―Ven aquí punk.
Voy corriendo hacia adelante y salto a sus brazos. Su mano se pone en mi
trasero y lo cubre rápidamente.
―Todo el mundo acaba de conseguir una buena vista de lo que es mío ―se
queja.
―Bonito trasero Willow. ―Se ríe Angel.
―Gracias Angel.
Suelto a Jagger y planto un sonoro beso en sus labios.
―¿Tenemos que irnos ya? Quiero bailar un poco más.
Él sonríe y agita su brazo hacia el espacio abierto.
―Por supuesto.
Le doy una sonrisa feliz luego lo rodeo y agarro los brazos de Ava y de Jenny, 45
arrastrándolas para salir a la pista de baile. Chillan cuando estamos lejos de los
hombres.
―¡Eso fue épico! —se ríe Jenny.
―No lo sabré yo.
―Estoy muy contenta de que ustedes dos estén juntos de nuevo. ―Ava
sonríe, abrazándome de nuevo.
―Hola chica.
Me vuelvo para ver a Joey, está sonriendo y asintiendo hacia mí.
―Oye Joey, ¿viste el gran show?
—Lo vi, bien hecho. ¿Por qué no estás arriba haciéndolo gemir?
Me reí.
―Quiero bailar.
―Bueno, me encantaría quedarme y ver eso, pero tengo una sesión de
gemidos a la cual asistir.
―¿OH?
Él asiente hacia la izquierda y espero, veo a un hombre rubio atractivo
esperándolo.
―Ahhh, buen trabajo.
Él sonríe.
―¿Verdad? Buena suerte, ¡te llamaré mañana!
Lo abrazo y me da vueltas, haciéndome chillar.
―¿No creo que nos hayamos conocido?
Oigo la voz de Jagger y me volteo, él está de pie con los brazos cruzados
sonriendo.
―Oh, Jagger, este es Joey.
―Joey, encantado de conocerte.
Se dan la mano y Joey me sonríe.
―A mí también, seguro.
―Te vi besando a mi chica por ahí antes…
Joey me mira y pongo los ojos en blanco.
46
―Sabe que eres gay, no le hagas caso.
Jagger me da una sonrisa de come mierda y me da palmadas en el brazo.
―¡Es una agitadora de mierda también, ignórala!
Joey se ríe.
―Bien, voy a dejar dos pájaros enamorados golpear la choza. ¡Chica, te veo
después!
Lo abrazo de nuevo y lo veo desaparecer en la oscuridad con el caliente
desconocido. Me dirijo a Jagger y doblo mi dedo. Con una sonrisa de lobo, él se
pasea de nuevo con una cerveza en la mano. Dios, es tan jodidamente sexy. Pongo
mis pulgares en su pantalón de nuevo y tiro de él cerca.
―Quiero follarte otra vez.
Sus ojos se abren y muestra los dientes en una mueca diabólica.
―¿Ah, sí?
―Sí, ahora llévame a la cama Jagger.
―No puedo decir que no a eso.
Se traga la cerveza y se apodera de mi cabello, tirando de mí para darme un
beso. Sus labios están fríos por la bebida, pero me encanta la amargura de la
cerveza en su lengua. Lo beso profundamente, presionando mi cuerpo contra el
suyo.
―¡Ah! ¡Consigan una habitación! ―grita Jenny.
Tiro hacia atrás y tomo su mano, comenzamos a caminar hacia la casa.
―Feliz cumpleaños Angel, ¡estaremos fuera!
―Aw, ¡qué aguafiestas! ―Angel se ríe.
Sonrío y Jagger se mueve hacia él como un pájaro. Cuando llegamos al
apartamento de Jagger, cierra la puerta y me tira a su habitación. Cuando
llegamos, toma rápidamente ropa tirada del piso.
Me quedo mirando un par de bragas de color rosa caliente y cuando Jagger se
fija en ellas, se pone rígido. Las recoge y las lanza hacia la puerta.
―Esa jodida perra, las dejó allí a propósito.
―Jagger, dime ahora, sin mentiras… ¿ustedes dos…?
―¡NO!
Me asusto de su tono agresivo y él suspira, caminando y tomando mi rostro.
―No la follé. 47
―¿Hiciste algo?
Él cierra los ojos.
―La besé un par de veces.
―Beso de piquito o beso, beso…
―Willow…
―Respóndeme.
―Beso, beso, pero no fue bueno, ¿está bien?
―No me mientas Jagger, no hará que me sienta mejor.
―Fue un par de veces cuando había bebido, pero nunca la follé ni la toqué
sexualmente. Te lo juro.
Cierro los ojos un momento, y luego los abro.
―Te creo.
―Bien, ¿podemos dejarlo ir y seguir adelante con esto? Quiero follarte tanto
que me duele.
Sonrío, pero rápidamente me pierdo cuando llega el dobladillo de mi vestido.
―Jagger, hay algo que no te he dicho.
Él cierra los ojos y tensa la mandíbula.
―Si estás a punto de decirme que follaste a alguien más, no lo hagas.
―No es eso.
Abre los ojos.
―¿Qué es entonces?
Tomo una respiración profunda.
―Cuando fui por primera vez a Hawái… estaba tan deprimida. Dios, fue tan
malo para mí. Estaba segura de que no volvería a estar contigo otra vez y
realmente me esforcé.
Él da un paso adelante y mueve mi vestido hacia arriba, gruñendo una
maldición cuando ve las cicatrices frescas en mi estómago.
―Maldita sea el infierno Willow, ¿trataste de matarte a ti misma?
―No, Dios no; Es sólo que… me hizo sentir mejor.
―¿Qué te pasa?
Aparto la mirada herida.
48
―Pensé que te había perdido.
Él agarra mi barbilla.
―Capto lo de tu vida, entiendo lo difícil que han sido las cosas, pero no
necesitas hacer esta mierda. Si veo otra marca en tu hermoso cuerpo, voy a
estrangularte Willow… Jesús nena…
Siento una lágrima escaparse y Jagger me la limpia con el pulgar.
―Willow nena, no necesitas hacer eso.
―Pensé que te había perdido Jagger.
Toma mi cara entre sus manos.
―No lo hiciste. Nunca me diste la oportunidad de decirte eso.
Asiento y me muerdo el labio.
―Deja de hacer eso…
―¿Qué?
―Morderte el labio…
―¿Por qué?
―No podré contenerme.
Sonrío y él ríe debajo de mi barbilla.
―Ahí está la chica que conozco y amo.
Se inclina para quitarse las botas y yo inclino la cabeza hacia la izquierda y
consigo una gran vista de su trasero.
―¿Quisiste decir lo que dijiste antes?
Él se endereza y desabrocha la parte superior de sus pantalones vaqueros. Yo
trago.
―¿Qué nena?
―Que te enamoraste de nuevo…
Él encuentra mi mirada.
―Sí, lo dije en serio.
―¿Me amas?
Me da una media sonrisa perezosa y se baja los pantalones vaqueros. Su pene
brota y me lamo mis labios. Dios, es hermoso.
―Te amo mi pequeña aspiradora, te amo putamente.
49
Me pongo colorada y le doy una pequeña sonrisa. Él da un paso hacia
delante, envolviendo su mano alrededor de su pene y lo acaricia ligeramente.
―Deja de hacer eso ―le susurro.
―¿Por qué?
Usa la otra mano para tomar sus bolas, y siguen las caricias y los toques. Yo
trago.
―Jagger… Dios… eres tan caliente.
―¿Te gusta eso nena?
―Sí.
―Si no estuviera tan interesado en follarte, dejaría que me vieras venir así.
Me muerdo el labio de nuevo y mi hambrienta mirada se desliza por encima
de la suya. De sus perfectas abdominales, de sus picos perfectos, de todos los
tatuajes y de trasero de hombre en forma de V.
―Bien ―le susurro, cayendo de rodillas―. Empecemos la fiesta.
Agarro su longitud y él silba entre dientes. Deslizo mi lengua y acaricio sus
piercings, él siempre tiene una reacción incondicional a eso. Gime y sacude sus
caderas. Envuelvo una mano alrededor de su dura longitud y comienzo a acariciar
y chupar, suavemente, tiernamente, hasta que me está pidiendo que me detenga.
―Detente o me vendré nena, jodidamente me vendré…
―Entonces vente ―susurro.
―No, no fuera de ese hermoso cuerpo.
Me levanta sobre mis pies y luego continúa levantándome hasta que estoy
envuelta alrededor de él; mis piernas firmemente alrededor de su cintura. Su pene
se presiona contra mi entrada, pero no entra.
―Te deseo de tantas maneras, que no puedo elegir una.
Agarro su cuello y tiro de él cerca, llevándolo a un profundo beso que nos
deja a ambos jadeando. Me encanta la manera que sabe, me encanta lo suave de
sus labios y su lengua contra la mía y sus besos, oh, Señor sus besos.
Son alucinantes. Mueve la boca como un profesional. No es que alguna vez
haya conocido a un profesional, pero apuesto a que no hay nada mejor que esto.
―¿Contra la pared nena?
―Sí ―gimo.
50
Él aprieta mi espalda contra la pared y besa un camino por mi cuello.
Destraba mis piernas y estoy confundida por un momento, hasta que él empieza a
bajar su cuerpo. ¿Qué demonios? En segundos mis piernas están alrededor de su
cuello y su cara está enterrada en mi sexo. Dulce madre de Jesús, ¡está justo sobre
mí!
Su lengua se desliza hacia afuera y acaricia mi clítoris, mientras me retuerzo y
gimo su nombre sin poder hacer nada.
Sacudidas de placer atraviesan mi cuerpo mientras va más y más alto.
Cuando siento sus dedos deslizarse alrededor de mi espalda, me pongo rígida.
―Confía en mí nena ―murmura en mi sexo muy húmedo.
Acaricia con un dedo arriba y abajo de mi sexo, y luego poco a poco presiona
contra mi trasero. Ay no, realmente va a ir allí… ¿en serio? No estoy segura de lo que
siento con eso. Él no empuja su dedo, simplemente lo desliza alrededor y sigue
lamiendo y chupando mi clítoris hasta que estoy lista para venirme.
Entonces, empuja su dedo en ese lugar sin ser tocado y yo grito.
Un sentimiento de invasión me llena por un momento, pero pronto es
reemplazado con placer. Con su lengua en mi clítoris y sus dedos explorando, no
puedo aguantar. Grito su nombre mientras me estremezco a su alrededor.
Cuando él consigue hasta el último estremecimiento de mi parte, me
decepciona.
―Quiero follarte allí.
Siento que mis ojos se abren.
―¿Qué?
―Déjame intentarlo, si no te gusta, me detendré.
―Jagger, dolerá.
―Confía en mí nena.
―Sigue diciendo eso…
Me lleva hasta el sofá y empuja lentamente mi frente por la borda. Cuando mi
trasero está en el aire, siento que usa mi humedad para lubricar ese lugar. Trago,
no estoy segura de esto. Realmente no. Cuando pone algo frío a lo largo de mi
trasero, tiro.
―Es sólo lubricante…
―Jagger…
―Di basta y me detendré. Sabes eso, Willow nena. 51
Asiento y cuando lo siento presionándose contra esa entrada, me pongo
rígida. Oh, Dios, ¿realmente estamos haciendo esto? Se siente tan mal. Desliza la punta
y me pongo rígida mientras una sensación de ardor se dispara a través de mi
cuerpo. Duele, mierda, me duele. Él da un tirón de sus caderas y se desliza en mí, y
siento como que estoy siendo dividida por en medio. Agarro el sofá y me arrojo
hacia adelante, aterrizando en el cojín suave. Me apresuro a alejarme tan
rápidamente que aún no sé lo que está pasando. No entiendo mi propia reacción.
―Nena, hey, deja de…
Aterrizo con un golpe en el suelo, y jalo mis rodillas hasta mi pecho.
Lágrimas calientes caen por mis mejillas. Jagger está a mi lado en un segundo,
envolviendo sus brazos alrededor de mí y abrazándome fuerte.
―Nena, lo siento.
―Me dolió.
―Mierda, es mi culpa. Debería haberte trabajado hasta que, mierda, lo siento
Willow.
Me aferro a él y nos sentamos envueltos uno en el otro por un largo tiempo.
Jagger sólo se sienta en silencio, acariciando mi cabello y presionando besos en mi
cara. Me aferro a él con todo lo que tengo, sin querer dejar ir este momento entre
nosotros.
―Lo siento Jagger, lo arruiné para ti.
―Cierra la puta boca, si te oigo decir eso de nuevo te voy a patear tu hermoso
trasero. No arruinaste nada para mí, porque cada momento contigo se siente bien,
cada maldito momento.
Agarro su rostro y le doy un beso largo y profundo, lo siento excitarse debajo
de mí y decido asegurarme de que se va a dormir feliz esta noche. Me deslizo por
su cuerpo, besando sus picos y tomando su pezón en mi boca. Él gime y se inclina
contra el sofá, así que continúo. Lamo sus abdominales, tomando cada unidad de
montículo en mi boca y chupándola hasta que él jadea encima de mí.
Le doy besos haciendo un sendero hacia abajo y sobre su pelvis hasta que
encuentro su longitud y se siente pulsátil. Realmente no quiero chuparlo cuando
ha estado… dentro de mí de esa manera, así que lo tomo en mi mano y puedo
sentir el latido de sus venas debajo de la piel suave y aterciopelada.
Me arrastro sobre la parte superior de él, y cargo con mis piernas a cada lado
de las suyas. Entonces me bajo.
52
―Joder Willow, Jesús.
Él agarra mis caderas y me ayuda a bajar mi cuerpo, cuando estoy totalmente
enfundada gimo. Me levanto sobre mis rodillas, y luego me deslizo hacia abajo de
nuevo. Otro gemido. Mi cabeza todavía no está bien después de todos esos tragos,
y el movimiento desigual la obliga a que haga un ruido sordo. Me agarro y caigo
encima de su hombro.
―¿Quién folla cuando está borracha? ―Se ríe en mi oído.
―¡No voy a dejar que te vayas a la cama como un hombre infeliz!
―Nunca seré infeliz contigo, Willow nena.
Me deslizo fuera de él y me muevo, así que estoy sentada en el sofá. Estiro las
piernas al otro lado de la mesa de café y él capta la indirecta, gatea agachándose
debajo de ellas y luego se arrodilla entre mis muslos y está a la altura perfecta.
Agarra mis caderas y se empuja dentro de mí y yo gimo. Mi cabeza cae hacia atrás,
pero esta vez es amortiguada por el sofá.
Él se empuja con suavidad, lentamente, entrando y saliendo hasta que estoy
pidiéndole a gritos una vez más. Sus gemidos llenan mis oídos, él es tan erótico
cuando hace esos sonidos con su garganta y sus caderas se mueven con placer.
Lo observo a través de pestañas medio bajadas mientras él echa la cabeza
hacia atrás y ruge su liberación, los músculos de su pecho terminan tan apretados
que las venas se notan debajo de su piel.
―Mierda… ―raspa.
Él se deja caer abajo en el sofá junto a mí, y veo cómo levanta y deja caer el
pecho rápidamente. Me mira por el rabillo del ojo y empiezo a dar una sonrisa,
pero resulta un bostezo. Jagger se levanta y saca un par de bóxers antes de
levantarme en sus brazos. Me deposita en la cama y tira de la sábana superior. De
buen grado me arrastro, y se sienta a mi lado y me acaricia el cabello.
―¿No te acostarás conmigo? ―Le frunzo el ceño.
―Lo haré nena, sólo tengo que hablar con Bull.
―¿Acerca de Sharleen?
―Sí.
―Jagger, he pensado en eso a menudo, pero siempre se ha sentido mal.
¿Cómo encontró ella mi casa esa noche?
Él mueve la cabeza hacia atrás, como si no hubiera pensado en ese hecho.
―Yo… joder… nunca se me pasó por la mente.
53
―Ella tenía que saber de mí, para saber dónde buscarme.
―Tienes razón… mierda.
―Hay algo que no está bien con ella Jagger, puedo sentirlo.
―Sí nena, lo sé.
Bostezo de nuevo y él se ríe.
―Duerme hermosa, regresaré pronto.
Observo mientras él se pone el pantalón y una camisa de color negro. Se
inclina para besarme una vez más, y luego está fuera de la puerta. Me tumbo en la
almohada, y luego me siento y busco mi bolso. Lo veo en el sofá, así que me bajo
rápidamente de la cama y lo busco alrededor hasta que encuentro mi teléfono.
Quiero ver cómo va la sesión de amor de Joey. Cuando miro hacia abajo a la
pantalla, veo un mensaje de texto de un número desconocido.

U: Esto no ha terminado. Te metiste con la mujer equivocada.


Espero que te guste ser una esclava.
¿Esclava? ¿Qué carajos? Sé que es Sharleen, pero, ¿de qué demonios está
hablando esa Troll?

W: Vete a jugar Sharleen, nadie te quiere aquí.


U: Tu vida está a punto de cambiar Willow. La oscuridad está
llegando y va a aplastarte.
Buenas noches.

¿Qué mierda? Qué psicópata. Apago el teléfono y lo tiro a través del cuarto.
Esa perra loca va a arruinar todo para mí. No es buena para nada, la mujer se ve
seriamente torcida. Ruedo a mi lado pero me parece que no puedo quedarme
dormida. Estoy demasiado acabada después del mensaje de texto. ¿Sobre qué
demonios estaba hablando? Me deslizo fuera de la cama y voy por mi teléfono de
nuevo. Cuando lo encuentro, le envío un texto a Jagger.

W: ¿Puedes volver? Recibí un mensaje de Sharleen.


J: ¿Qué? ¿Cómo diablos consiguió tu número? Voy para allá. 54
Pongo el teléfono lejos y me tumbo en la cama. Unos diez minutos más tarde,
Jagger entra. Patea y se quita las botas y tira de su camisa y pantalón vaqueros, y
luego se desliza en la cama.
―Muéstramelo.
Le lanzo mi teléfono y lee los mensajes, sus ojos se abren.
―¡Puta mierda! ¡Puta perra puta!
Trago, ¿qué? Sé que Jagger no aborrece a su esposa, pero Jesús, que significa
ese mensaje furioso.
―Whoa, calma al gran hombre. ¿Qué pasa?
―Esa maldita perra. Voy destriparla.
―Jagger, ¿qué significa eso?
―Willow, no irás a ir a ninguna parte sin mí de ahora en adelante.
¿Entiendes?
―¿Qué?
―¿ME ENTIENDES?
Me estremezco.
―Jagger…
Él cierra los ojos y se agarra la cabeza. Lo veo respirar profundamente, y
luego suspira y me mira.
―Sólo prométemelo.
―No hasta que me digas por qué.
―Haz lo que te digo, ¿por favor?
―No.
―Willow, ahora no es el momento de ser terca.
―Entonces habla conmigo.
―¿Recuerdas que te hablé de ese ring de drogas, en la isla?
―Sí.
―Bueno, también es utilizado para la trata de personas.
―¿Qué? ―le susurro.
―Sexo con esclavas, mano de obra… a veces… de órganos. 55
Siento la bilis en mi garganta.
―Yo no… entiendo.
―Ellos roban y venden o utilizan a las mujeres, incluso a los hombres, como
esclavos sexuales. A veces los usan para trabajar y otras veces… los utilizan para
extraerles partes del cuerpo.
Agarro mi estómago, la realización me golpea duro y rápido.
―Ella… ella… me quiere para esclava. Oh, Dios Jagger, me quiere para
esclava.
―Creo que sí, lo que no sé es por qué. Estás en peligro Willow, más aún de lo
que pensaba.
―¿Qué hacemos?
Él saca su teléfono y marca un número.
―Ace, consigue que vengan Angel, Rusty y Bull aquí ahora. Tenemos un
gran problema.
Cuelga y marca otro número. Un momento después, comienza a hablar.
―¿Huck? Necesito cobrar mi favor. Necesito información.
¿Huck? ¿Cómo en el oficial que nos habló de la muerte de mi padre? Sabía
que era parte de esto, pero no me di cuenta que le debía un favor a Jagger. Esto se
pone cada vez peor.
―Quiero información sobre mi encantadora esposa, quiero saber si estuvo en
protección los dos años pasados.
Silencio.
―Sí, llámame cuando lo sepas… ¿y Huck? Si siquiera le respiras una palabra
de esto a alguien, te corto la garganta.
Jagger cuelga el teléfono y mis ojos se abren. Me mira fijamente por un
momento.
―Nena, lo siento, pero hay partes en mí que no te gustarán.
Asiento, tragando saliva.
―Entiendo.
―Lo siento, pero esto sólo se puso serio y yo también.
―Lo entiendo Jagger, entiendo lo que tienes que hacer.
―Lo siento, sé que prometí que no estarías en peligro… 56
―No prometiste ningún peligro en absoluto, yo elegí esto, estoy en esto
contigo. Estoy tan segura de lo que estaría con alguien más.
Él asiente y cuando escucha el golpe de la puerta delantera, da un tirón a su
ropa de nuevo por segunda vez esta noche.
―Vístete y sal cuando hayas terminado.
Camina por la puerta sin decir nada más. Me pongo un poco de ropa y salgo.
El grupo completo está aquí, incluyendo a Jenny y Ava. Jagger está de pie junto a
la mesa de café y el resto están sentados. Me siento junto a Ava y me da una
pequeña sonrisa.
―Está bien, entonces recibimos un mensaje de Sharleen esta noche
amenazando a Willow. Dijo que haría de ella una esclava.
―Mierda ―jadea Angel.
―Santa mierda, ¿está trabajando para los traficantes?
―Creo que sí, lo que significa que Manchez no era el líder más alto.
Estoy tratando de procesar eso en mi mente. ¿Manchez no era el más alto?
¿Quién lo está entonces?
―Así que alguien todavía está tratando de conseguir algo, ¿por qué quieren a
Willow y quién lo haría? ―pregunta Ace.
―No sé, es por eso que estoy llamándolos a todos para informárselos.
―¿Crees que quieren la información que tengo? ―pregunto.
Jagger niega.
―No saben que la copié, y uno de los hombres de Manchez terminó con esas
coordenadas. Querían asegurarse de que no estaban en las manos equivocadas,
pero como dije, no saben que la tienes. Es algo más.
―¿Qué hacemos? ―pregunta Rusty, cruzando los brazos―. Si la quieren,
tiene que haber una razón de por qué.
Jagger se frota la cabeza.
―Malditamente averiguaré la razón.
―Y hasta entonces, ¿está ella a salvo? ―pregunta Jenny.
―No, no está segura. Uno de nosotros tiene que estar con ella en todo
momento.
Ava me aprieta la mano y me obliga a sonreír. 57
―Muy bien, entonces, ¿en dónde encaja Sharleen en todo esto? ―pregunta
Bull.
―No sé, pero está muy metida. Definitivamente está en eso.
―Maldita perra ―murmura Angel.
―No tienes que decírmelo dos veces ―gruñe Jagger. Su teléfono suena y
mira hacia abajo―. Tengo que contestar esta.
Él sale de la habitación y me dirijo a Ava y a Jenny.
―¿Estás bien cariño? ―pregunta Jenny.
―Estoy bien, estaré bien.
―Sabes cómo atraerlos, ¿no?
Fuerzo una risa ronca.
―Sí, supongo que sí.
―No te preocupes chica, no vamos a dejar que ningún hijo de puta te toque
―dice Ace, apretando los puños.
Extiendo la mano y tomo sus puños apretados y muevo mis dedos sobre los
suyos hasta que relaja sus manos.
―No tiene sentido lastimar Ace, Jagger ordenará esto ―digo, acariciando sus
manos y luego dejando que se vaya.
―Lo siento chica.
Me encojo de hombros.
―No lo hagas.
Cuando Jagger regresa, su rostro está duro de ira.
―Esa zorra maldita puta ―ruge―. ¡Nunca estuvo en protección de testigos!
Me siento mal por Jagger. A pesar de que no puedo soportar a Sharleen, sé lo
mucho que debe dolerle. La amaba, se casó con ella y ella lo estaba traicionando.
Entonces pensó que había muerto y cuando regresó, su corazón se rompió en
tantas direcciones diferentes que debió haber estado tan horriblemente
confundido. Todo para averiguar que ella estaba jugando. Me levanto y camino
hacia él, agarrando sus hombros. Vuelve la cabeza hacia otro lado, jadeando de
furia.
―Hey, mírame ―le digo.
Él no lo hace.
―Johnny Black, ¡putamente mírame ahora!
58
Se vuelve y se encuentra con mi mirada, y oigo a Angel dar una risa detrás de
mí. Miro la cara de Jagger y veo fijamente sus ojos.
―Esto no es culpa tuya y sé que estás enojado, pero tienes que mantener la
calma. Tienes que ser mejor que ella en este momento, tienes que estar un paso por
delante. No dejes que tus emociones saquen lo mejor de ti.
Él traga saliva y cierra los ojos un momento.
―Era mi esposa, carajos, la amaba y me casé con ella, sólo para descubrir que
estuvo jugando conmigo todo el tiempo.
―Lo siento por eso ―digo suavemente.
Él sacude su cabeza hacia otro lado, es evidente que aún está furioso.
―No te apartes de mí Jagger, o te patearé el trasero realmente duro. Ninguno
de nosotros te hizo nada, si quieres estar enojado, enójate, pero no te apartes de
nosotros ahora.
Él se vuelve y me da una mirada helada, me preparo para su arrebato de ira,
pero en su lugar me agarra y me besa con tanta fuerza que mis labios queman.
―Eres jodidamente increíble, no voy a dejar que nadie te haga daño Willow
nena, lo prometo.
―Lo sé ―digo, acariciando su mejilla.
―Entonces, ¿ahora qué jefe? ―pregunta Bull.
―Esperaremos, alguien intentará algo pronto. Mientras tanto, haré lo que
pueda para averiguar quién está detrás de esto.
―Me parece bien.
Yo bostezo y me paro.
―Me duele la cabeza, voy a la ducha y a la cama, ¿de acuerdo?
Jagger asiente.
―Estaré allí pronto.
Asiento débilmente luego me giro y abrazo a Jenny y a Ava.
―Quédate con Angel esta noche ―le digo a Ava, y luego me dirijo a Jenny―.
Quédate aquí también.
―Ella puede tomar mi habitación de invitados, la salva de dormir en el sofá
―dice Ace, poniéndose de pie. 59
Jenny asiente y pone la mano en la parte baja de su espalda y la conduce
hacia la puerta.
―Haremos el desayuno de mañana ―dice ella y todo el mundo asiente.
La tensión en la sala es gruesa. Cuando Ava y Angel se van, camino por el
pasillo a la habitación de Jagger. Me desnudo y me meto en la ducha, dejando que
el agua caliente caiga sobre mi cuerpo y calme mis dolores musculares. Estoy tan
estresada, que no puedo detener la creciente preocupación en mi pecho. Alguien
me quiere y quién quiera que sea, no va a parar hasta que me atrape.
Cuando termino la ducha, me meto en la cama desnuda y me acurruco debajo
de la sábana, con un suspiro de cansancio.
Cierro los ojos y me duermo de inmediato, agradecida por el alcohol en mi
cuerpo que, al menos, garantizará que tenga un sueño sólido.
Capítulo 6
Me despierto antes que Jagger a la mañana siguiente. Miro hacia él y está
profundamente dormido, con los brazos escondidos detrás de la cabeza. Tengo la
tentación de lamer cada parte de su hermoso cuerpo desnudo, pero sé que necesita
el descanso. Maldita sea. Me deslizo de la cama y me pongo el vestido negro. En
serio necesito algo de ropa. Furtivamente salgo de la habitación y el apartamento
está callado.
Jenny mencionó desayuno, así que decido ir a buscar algo de comida y ropa.
Parece que voy a estar quedándome con Jagger hasta que esto se arregle. Me
pongo mis botas y agarro mi bolso, y luego me deslizo silenciosamente por la
puerta principal. Estoy agradecida por el sol de esta mañana, cierro los ojos y
respiro el aire fresco. Alivia mi estómago revuelto. El camino a casa es tranquilo y
silencioso.
Cuando llego a mi casa, meto algo de ropa en una mochila y me dirijo a la
tienda. Está justo en la carretera, a poca distancia, así que me imagino que es lo 60
suficientemente seguro. Cuando llego, tomo una cesta y comienzo a reunir
suministros. Tengo carne, tocino, huevos, tomates, champiñones y unos pocos
baguettes. Tomo un poco de jugo de naranja y café también.
Mientras salgo de la tienda con mis bolsas en la mano, oigo que alguien grita
mi nombre. Me congelo al instante. Conozco esa voz; recuerdo esa voz desde hace
años. Cerrando los ojos, ruego estar equivocada. Me vuelvo lentamente y abro los
ojos sólo para encontrarme cara a cara con Danny. Mi ex. Mi corazón comienza a
golpear duro y rápido, no me gusta esta situación en absoluto.
―Eres tú ―gruñe Danny.
Los años no han sido amables con Danny. Su una vez bello rostro está
desfigurado con cicatrices y contusiones. Un luchador. Siempre fue un luchador.
Debería haber sabido en ese entonces que estaba en una peligrosa situación, a
Danny le encanta usar sus puños en lo que sea posible, y eso me incluye. Sus ojos
azules están más apagados de lo que recuerdo y su cabello rubio está recortado.
Danny es un hombre grande y fornido. Levanta pesas y es bastante fuerte. Me
siento retrocediendo poco a poco, preparándome para correr. No tengo que lidiar
con él ahora mismo, no sé ni por qué está en esta ciudad. Probablemente por
dinero, hay un montón de peleas subterráneas alrededor de esta área.
―Finalmente, encuentro a la mujer que arruinó mi vida y tengo la
oportunidad de darle un pedazo de mi pensamiento.
―No sé lo que quieres Danny, pero déjame en paz.
―¿Dejarte en paz? ―Él se ríe―. Fui a la cárcel por un año gracias a ti, ¿tienes
alguna idea de lo que me pasó ahí?
―Todo lo que te pasó, ¡fue bien merecido! ―chasqueo.
Sus ojos estallan y da un paso adelante.
―Tú y yo vamos a hablar, Willow Barnes.
―¡No, no lo haremos!
―Oh, sí, lo haremos.
Agarra mi brazo tan fuerte que me estremezco.
―¡Déjame ir!
―Fuiste mía, te di todo.
―No me diste nada ―lloro, tirando de mi brazo.
―¡Estuve contigo durante mucho tiempo, me hice cargo de ti y lo arruinaste
yendo hasta la ciudad y pescando a putos hombres al azar!
61
―No follé a nadie, estaba bailando.
―¡Mierda!
―Déjame en paz Danny, te arrepentirás de esto.
Él echa la cabeza hacia atrás y se ríe.
―¿Lo haré ahora? ¿Qué vas a hacer? Nada. Nada de nada. Eres débil Willow,
siempre lo fuiste. Patética y débil. Me dejaste ganar, mierda, incluso ni trataste de
defenderte. No tienes nada, eres igual que tu madre. La manzana no cae lejos del
árbol…
Me doy vuelta y corro, balanceando las bolsas de comestibles. Prefiero salir
de aquí antes de dejarlas caer. Danny es peligroso y no estoy a punto de sentarme
y dejar que abuse de mí en la calle.
―Oh, no, no, no hemos terminado.
Llego a mitad de camino a casa cuando se apodera de mí. Me doy la vuelta y
le doy una bofetada tan fuerte que tropieza hacia atrás. Supe que fue un error tan
pronto como lo hice. Sus ojos estallan y extiende su mano, es como si hiciera un
lento movimiento. Su puño conecta con mi cara antes de que pueda apartarme.
Caigo hacia atrás, aterrizando en el suelo con un ruido sordo. Un dolor agudo se
dispara a través de mi labio y mandíbula, y lucho por detener el mareo que me
produce.
―Putamente me pegaste, ¡perra estúpida!
De repente Danny se eleva en el aire y aterriza con un golpe en la acera. Jadeo
y me oriento lo suficiente para girar y ver Jagger a mi lado. Su rostro es salvaje.
Danny se levanta y se limpia la sangre de su labio, y luego Jagger arremete.
―¡No! ―grito.
Estoy preocupada, Danny es más amplio que Jagger y es un luchador
entrenado. Danny aterriza un golpe sólido en el pecho de Jagger, enviándolo a
tambalearse hacia atrás. Mi grito pasa inadvertido. Jagger se recupera rápidamente
y golpea a Danny con tanta fuerza que oigo romperse su mandíbula. Ante mis ojos,
Jagger toma la cabeza de Danny en el rincón de su codo y le da seis golpes sólidos
a la cara.
Danny ruge de dolor cuando su nariz y mandíbula se agrietan. Chorros de
sangre caen de su cara y Jagger lo suelta en el suelo. Se inclina sobre él y agarra su
camisa, acercándose y susurrando:
―Si alguna vez tocas a mi mujer otra vez, te mato. ―Entonces estrella su 62
cabeza en el concreto y Danny se pone flácido. Yo grito y me revuelvo hacia atrás.
Angel y Ace se apresuran a llegar ahora, y están de pie y miran con los ojos
muy abiertos a Danny sangrado e inconsciente en el suelo.
―Joder Jagger, ¿qué hiciste?
―Él la golpeó. Deshazte de él, asegúrate de que no vuelva.
―¿Está muerto? ―pregunta Ace.
―No lo sé, ni me importa. ¡Sácalo de aquí, AHORA!
Los coches están desacelerando, mirando en estado de shock la sangrienta
escena. Jagger agarra mi brazo y me jala, y yo lloro en voz alta.
―¿Qué diablos crees que estabas haciendo? ―ruge―. ¡Te dije que no salieras
sola!
Abro la boca para responder, pero no sale nada. Él me dijo que no saliera sola
y no lo escuché. Como siempre, no le hice caso y lo que sucedió aquí está todo
sobre mí.
―¿Y bien? ―ruge.
―Yo… yo… ―No tengo nada más que decir.
Él tira de mí hacia el complejo y les gruñe más órdenes a Angel y a Ace,
quienes están recogiendo a Danny y arrojándolo al auto de Ace.
―Lejos chicos, no dejen que vuelva.
―Sí jefe, lo tenemos.
Cuando se meten en el coche y se marchan, me derrumbo.
―¿Lo mataste Jagger?
―Eso no es de tu incumbencia, ve como la mierda dentro.
Me empuja a través de la puerta principal y mis pies se mueven lentamente.
Jenny y Ava están en el apartamento y vienen corriendo cuando entro a la sala de
estar.
―Oh, Dios mío, ¿qué pasó? ―grita Ava.
―Danny ―susurro.
―¿Danny? ¿Cómo tu ex?
Los ojos de Jagger se ensanchan.
―¿Ese hijo de puta era tu ex?
―Sí ―le susurro.
63
―Joder Willow, ¿qué diablos te pasa? Simplemente no puedes seguir
órdenes, ¿no? ¿Quieres que te maten, maldita sea? ―Jagger hace que me
estremezca.
―No, yo…
―Joder, no puedo ni mirarte en estos momentos. ¡Estoy tan jodidamente
enojado!
Ava se encuentra delante de él y se cruza de brazos.
―Bueno entonces piérdete, tenemos que limpiarla y no necesita que le grites.
Él la mira fijamente un momento, sin duda sorprendido que está
enfrentándolo, entonces se vuelve y toma sus llaves y el teléfono, avasallando y
dando un portazo tan fuerte que el apartamento se estremece. Tomo mi cara en mis
manos y mi cuerpo tiembla.
―Hey, preciosa, está bien. ―Ava me calma.
―No es tu culpa ―interviene Jenny.
―Está tan enojado conmigo.
―Se calmará.
―No debería haber salido esta mañana, es mi culpa. No puedo creer que siga
siendo tan densa.
―No digas eso cariño, no eres densa en absoluto. Es fácil no estar
acostumbrada a estar atada a dondequiera que vayas.
Miro hacia arriba y trago, mi mandíbula está palpitando.
―Él me dio miedo como la mierda, fue tan brutal allí. Creo… creo que podría
haberlo matado.
La mirada de las chicas se mueven de una a otra, entonces Jenny se levanta y
camina hacia la cocina.
―Estoy segura que no es tan malo, vamos, vamos a limpiarte.
Me siento en silencio y aprieto los dientes mientras Jenny y Ava me curan.
―Ahí, todo terminado ―dice Jenny, de pie y recogiendo los hisopos con
sangre.
―Gracias a ustedes ―susurro.
―Willow, él se calmará ―me asegura Ava.
―Espero que sí. 64
―Sólo se asustó, pensó que alguien te había secuestrado. Realmente se puso
en shock, tenía que sacarlo.
―Gracias, chicas, las aprecio mucho a las dos. Voy a acostarme, mi cabeza
está golpeando.
Ava me da palmaditas en la mano.
―Estaremos aquí.
Las abrazo a las dos y me trago mis lágrimas. Cuando estoy en el pasillo y en
la habitación de Jagger, me dejo caer. Entro en el cuarto de baño e hipo cuando veo
mi cara. Una leve contusión empieza a mostrarse en mi mejilla y tengo una buena
cortada en el labio. Me abrazo y me dejo caer al suelo. Estoy tan avergonzada, no
pensé y acabé pagando por ello.
Quince minutos después de mi sesión de sollozos, Jagger pasa por la puerta
del baño y me ve lastimosamente abrazándome y sollozando. Se pone de rodillas
delante de mí y me tira a sus brazos. Me aferro a él, desesperada porque las cosas
estén bien.
―Lo siento Jagger, no te hice caso. Lo siento.
―Shhh, no importa. Estás bien.
―No fue mi intención hacerlo ―le susurro―. Sólo estaba tratando de
conseguir el desayuno…
―No debería haber reaccionado así… mierda Willow… Me desperté y no
estabas. Me asusté. Cuando te vi en el suelo, sangrando… Podría haber hecho que
murieras.
―Lo siento, no sabía que él iba a estar allí.
―Bueno, él está fuera de la foto ahora.
Tiro hacia atrás y levanto la vista hacia él. Él hace una mueca y pasa el pulgar
sobre mi mejilla.
―Jagger, me asustaste ahí afuera.
Se encuentra con mi mirada y toma mi barbilla en su mano.
―Lo siento, pero nadie toca lo que es mío. Nunca.
―No sabía que podías pelear.
―Aprendí a una edad temprana, es sólo parte de mi jodida vida.
―Gracias, por estar ahí…
Me besa la cabeza, alargando el momento 65
―Siempre estaré ahí Willow nena, nunca maldita sea te dejaré. Averiguaré
quién te hizo daño, y voy a hacerlo desear nunca haberte tocado.
Yo trago y miro hacia abajo, ahí es cuando me doy cuenta de que sus nudillos
están ensangrentados. Tomo sus manos en la mía y las llevo a mis labios, besando
suavemente alrededor de las heridas abiertas.
―Estás herido.
―Voy a vivir.
Me pongo de pie y salgo corriendo de la habitación. Voy a la cocina a buscar
el botiquín de primeros auxilios y, después camino de regreso y encuentro a Jagger
en la cama. Me siento a su lado y tomo sus manos. Empiezo a limpiárselas,
quitándole la sangre y aplicando crema calmante. Él me mira todo el tiempo, ni
una vez sus ojos se apartan de mi cara.
―Te amo Willow, eres mi oscuridad, mi luz, mi maldito todo.
Levanto la vista hacia él y sus ojos azul claro queman en los míos.
―Yo también te amo, siempre.
Capítulo 7
―Hola Sarah, ¿cómo estás? ―le digo mientras estoy iniciando mi sesión en la
institución de mi madre tres días después.
―Estoy bien, ¿cómo estás tú? ―pregunta Sarah, mirando de Jagger a mí y
viceversa.
―Estoy bien, ¿cómo está mamá?
―Está muy bien.
―Oh, Sarah este es Jag… um… Johnny. No creo que te lo haya presentado en
el funeral.
―Encantada de verte de nuevo, Johnny.
―A ti también ―dice Jagger.
―Muy bien, bueno, ella está esperando así que vamos. Jenny vino ayer, así
que está de buen espíritu.
66
Jagger me besa en la cabeza y se sienta en la sala de espera, y yo sigo a Sarah
hacia el pasillo.
―Bueno, en realidad es algo.
―¿Jagger?
Ella parece desconcertada.
―¿Creí que habías dicho que se llamaba Johnny?
―Bien, lo siento, es su apodo.
Ella asiente.
―Bien, bien, estoy segura que tu madre estará encantada.
Asiento y camino por los pasillos. Cuando llegamos a la habitación de mi
madre, Sarah me lleva dentro y después hacia el patio. Mi madre está sentada,
mirando hacia los jardines. Cuando nos escucha se gira y sonríe.
Le doy una sonrisa débil y ella se pone rígida, como siempre, cuando se
apresura a abrazarme.
―Cambiaste tu cabello ―grita, acariciando mis cabellos negros.
―Se aclarara pronto.
―Me gusta, pero el rojo es mucho mejor.
―Gracias. ¿Cómo estás mamá?
―Estoy lo suficientemente bien, te he echado de menos. Pensé que vendrías
de visita después del funeral de tu padre.
―Necesitaba un poco de tiempo, lo siento.
―No lo sientas. ¿Oíste la buena noticia? Si sigo así, me puedo ir en dos
meses.
Mis ojos se abren.
―¿En serio?
―Sí, ¿no es maravilloso?
Fuerzo una sonrisa. La idea de mi madre alrededor todo el tiempo provoca
una oleada de confusión de emociones que pululan por todo mi cuerpo.
―Por supuesto ―miento.
―Podremos hacer el almuerzo y la cena, e ir de compras y…
―¡Mamá! ―grito.
Su cara cae y me siento terriblemente culpable. Pego una sonrisa en mi cara,
67
no es el momento de matar su espíritu.
―¡Me encanta!
Ella brilla y comienza a parlotear sobre lo divertido que se volverá con Jenny.
Cuando la visita termina, salgo agotada. No puedo negar que verla feliz trae un
pequeño estallido de felicidad a mi propia alma. Una parte de mí, en el fondo, sabe
que ella no tenía intención de hacerme daño.
Sólo puedo hacer mi mejor esfuerzo para dejarlo atrás y tratar de construir
poco a poco una relación con ella de nuevo.
―Hola nena. ―Jagger sonríe cuando salgo.
―Hola a ti.
―Necesito tus habilidades en la loca cocina esta noche.
―¿Ah, sí?
―Maggie y la tía María vendrán, quieren llegar a conocerte mejor.
―¿La tía María?
―Es la hermana de mi mamá, nos recibió cuando mamá murió. Ella es genial.
Sonrío.
―Me encantaría conocerla, y me encantaría ver a Maggie de nuevo. Claro
que cocinaré.
―¿Olla de asado?
Sonrío.
―Lo tienes guapo.
Él sonríe y agarra mis caderas, tirando de mí cerca. Me mira desde su lugar
en las sillas de la sala de espera y siento calor en mis mejillas. Mirar hacia abajo a
sus ojos azules de cristal hace que todo caiga en su lugar.
―¿Puedo tener lo que quiera?
Tomo su rostro entre mis manos.
―Dentro de lo razonable.
―¿Puedo tener este cuerpo… todo para mí?
―Ya lo tienes.
―Quiero todo de él.
Frunzo el ceño.
―Tendrás todo, tú, trasero impaciente. No es mi culpa que tu pene sea
68
demasiado grande como para…
Una señora se aclara la garganta y mis mejillas se sonrojan al instante. Me
había olvidado por un momento de dónde estamos. Me doy vuelta y miro a las dos
familias mirándonos en estado de shock. Miro hacia abajo a Jagger, cuya cara está
en blanco por un momento, y luego se echa a reír, agarrando su estómago y
doblándose. Me apresuro a salir, mortificada de que lo dije tan fuerte.
―Aw, ¡ven aquí bebé! ―Se ríe, corriendo detrás de mí cuando me precipito
por la calle.
―¡No puedo creer que haya hecho eso!
―Yo tampoco, fue un clásico.
Doy una palmada en su brazo y él me sonríe.
―Llévame de compras, necesito chocolate, un montón de él.
Él me guiña un ojo y me ayuda a entrar en el coche donde procede a reír. Yo
enciendo la radio y lo ignoro.
―Aw, bebé, vamos, ¡fue divertido!
―Tarado.
Nos dirigimos por la carretera, y bajo la ventana, dejando que el látigo del
viento vaya a través de mi cabello.
―Te ves putamente perfecta sentada a mi lado en este momento, Willow.
Me doy vuelta y le sonrío,
―¿Ah, sí?
―Sí.
Escucho mi canción favorita, y chillo y aplaudo. Jagger pone los ojos en
blanco.
―Aw, vamos bebé ―canturreo-―. Canta conmigo.
―Sí, eso no va a suceder.
Sonrío hacia él, y luego empiezo a cantar más fuerte, con voz más fea. Él ruge
de risa, pero yo sigo.

Girl you make my speakers go boom boom…

―Vamos nene, vive la vida para mí. Pensé que harías cualquier cosa por mí
69
―bromeó.
Él se ríe y me sorprende cantando.

That kinda thing makes a man go mhmm mhmm;


You're lookin' so good in what's left of those blue jeans.

Wow, eso fue malditamente sexy. Jagger tiene una voz ronca, y cuando es feliz y
despreocupado como ahorita, sólo se ve tan perfecto. Tiene esa profunda clase de
belleza que puede expresarse en tantas diferentes maneras. Es profundo.

I’m a little drunk on you, and high on summer time!

Ambos cantamos en voz alta.


―Ves, ¡ya sabes por qué me amas! ―Yo río, cuando la canción termina.
Él me mira por un momento, y su sonrisa se desvanece y se sustituye por una
expresión seria.
―Siempre he sabido por qué te amo, Willow, nena.
Sonrío y sigo cantando y riendo todo el camino a la tienda.
―Por lo menos ya terminaste con lo que sucedió en la institución de tu madre
―se burla.
―Oh, eso fue un verdadero refuerzo del ego para ti, ¿verdad Sr. Black?
―Maldita sea, sí, sólo te entusiasmaste con lo grande que es mi pene…
Mis mejillas se sonrojan y con voz ronca, ronroneo:
―Dilo de nuevo.
―Pene. ―Se ríe, sonriéndome.
―Y otra vez…
―Pene nena, pene, pene, pene.
―Me encanta cuando dices eso, tienes una boca sucia de mierda Jagger Black.
Él sonríe.
―Putamente amo mi sucia boca tanto como amas mi pene…
Cierro los ojos y gimo. Me encanta la forma en que la palabra sale de su 70
lengua. Me encanta la forma en que su profunda, ronca voz brota de sus labios
cuando lo dice. Es una excitación enorme.
―Chica mala, ¿lo quieres? ―susurra, deteniendo el coche.
―Jagger… estamos en un estacionamiento.
Él sonríe y agarra el primer botón de sus vaqueros, abriéndolo.
―Jagger ―respiro.
Él desliza la cremallera y cuando se estira y saca su longitud, siento mis ojos
lanzándose alrededor del estacionamiento, para asegurarme de que no hay nadie
alrededor. Afortunadamente estamos al final y está oscuro y tranquilo.
―Tócame, aquí…
―¡No puedo! ―jadeo.
―Nena, puedes y lo harás…
Siento que mis cejas se levantan.
―Oh, ¿lo haré?
Él comienza a acariciarse, inclinando la cabeza contra el reposacabezas y gime
suavemente. El bastardo sabe que me gusta eso.
―Si no lo tocas, yo lo haré.
―¡Jagger!
Él se acaricia y siento que mis ojos se vuelven pesados viendo su mano
moverse arriba y abajo de ese hermoso pene, acariciándolo y ajustándolo hasta que
está jadeando y gimiendo. Una parte de mí quiere estirarse y tomarlo, pero la otra
parte quiere verlo venirse por su cuenta.
―Será mejor me toques pronto ―dice―. Porque me vendré.
Él se acaricia y da golpes, su mirada azul se reúne con la mía y me inclino
sobre él, arrastrando mis labios en los suyos. Él gime y su mano trabaja más
rápido, apretando y tirando con estocadas rápidas. Beso su cuello, chupando y
lamiendo hasta que está tan excitado que puedo ver las venas en sus abultados
brazos.
―Me vendré, mierda.
Me inclino hacia abajo rápidamente, sustituyendo su mano con mi boca. Le
chupo con fuerza y me entusiasmo con su rugido y sintiendo sus caderas sacudirse
mientras se libera en mi boca caliente. Él gruñe mientras da una sacudida después
de que un chorro golpea la parte trasera de mi garganta. 71
―Mierda… mierda…
Cuando termina, me levanto y sonrío por su mirada.
―Bueno, creo que deberíamos ir de compras.
Sus cejas se levantan y una sonrisa tira de esos hermosos labios.
―Simplemente te acabo de follar…
Me inclino y lo beso suavemente.
―Demonios, lo hiciste y me encanta.
Me deslizo fuera del coche, y un momento más tarde él también lo hace. Se
acerca y toma mi mano cuando caminamos alrededor del coche y nos dirigimos a
la tienda juntos. Se siente bien estar juntos en público, y es como si nos
perteneciéramos. Todo sobre Jagger y yo se siente como si fuera donde pertenezco.
Recogemos todo lo que necesitamos para la cena, y volvemos a casa, ambos
sonriendo y felices por primera vez en mucho, mucho tiempo.

* * *
La tía de Jagger, ¿qué puedo decir? Se ve como una mujer encantadora, con
su deslumbrante sonrisa, cabello oscuro y ojos claros color avellana. Es alta,
delgada y muy bella para su edad. Habla en tonos suaves y sonríe y asiente un
montón cuando escucha. Claramente ama a Jagger y a Maggie, tal vez un poco
demasiado. Parece que no pueden hacer ningún mal a sus ojos, especialmente
Jagger.
―Entonces, dime Willow, ¿qué haces para ganarte la vida?
Sólo estoy poniendo la carne en la cacerola sobre la mesa cuando hace la
pregunta. ¿Cómo responder a eso? La miro con una sonrisa, captando la expresión
feliz de Jagger mientras me muevo.
―Actualmente estoy haciendo un poco de camarera.
―Oh ―dice ella en un tono similar que podría utilizar al poner la comida en
su boca. ¿Soy la única quien puede ver que no le gusto? O tal vez estoy
exagerando.
―Es sólo temporal, y luego iré de nuevo al trabajo de oficina.
Eso parece impresionarla un poco más.
―Eso está bien. 72
―Willow es inteligente como el infierno tía María, tiene una buena cabeza
sobre sus hombros ―dice Jagger, tirando de una cucharada de patatas fuera de la
olla.
―Estoy segura nene, estoy segura.
¿Nene? ¿Quién llama nene al sobrino más grande? Es espeluznante.
―Oh, ¡no me llames así tía María! ―dice Jagger, su rostro se endurece un
poco.
―Johnny, mi amor, siempre fuiste mi nene. Cuando tu mamá murió, solías
acurrucarte en mi regazo y te arrullaba durante horas, eras un encanto.
¿Lo arrullaba? ¿Está bromeando esta mujer? Camino de vuelta a la cocina. Estoy
a mitad de camino de llegar por algunos vasos cuando Mary entra.
―Oh, mi Dios, ¿qué le pasó a tu estómago?
Bajo rápidamente los brazos, y puedo sentir mis ojos muy abiertos.
―Oh… accidente de coche.
―Dios mío, ¿cómo sucedió eso?
―Um… bueno… ―Mierda, estoy tropezando con mis palabras―. Bueno,
estaba lloviendo y…
―Ahí estás, espero que no estás aquí molestando a Willow ―dice Jagger,
entrando en la cocina.
―No, en absoluto, sólo estaba ayudando.
Mary lleva los vasos y se va; suspiro y cierro los ojos.
―¿No es grandiosa nena?
¿Grandiosa? Claro, para ellos tal vez.
Pego una sonrisa en mi cara.
―Es hermosa.
―Te ves tan jodidamente comestible con ese delantal.
Sonrío y envuelvo mis brazos alrededor de él, apoyando mi cabeza en su
pecho tomándome un momento para simplemente escuchar los latidos de su
corazón.
―¿Estás bien? ―me pregunta.
―Hmmmm. 73
―Ahora hijo, deja de hacer eso delante de tu tía. ¡No es apropiado!
Pongo los ojos en blanco y doy un paso atrás de Jagger, poniendo esa maldita
sonrisa falsa de vuelta en mi cara.
―Lo siento tía Mary, no puedo evitarlo ―dice Jagger, sonriéndome antes de
salir.
Tomo rápidamente el plato de salsa y salgo corriendo. Todo el mundo ha
comenzado a comer, qué malditamente groseros. Me sirvo y me siento,
mordisqueando la comida.
―La carne está fenomenal ―dice Jagger, felicitándome.
―Es una maravilla Willow, gracias. ―Maggie sonríe.
―Está un poco seca, pero es probable que sea porque nos mantuvimos
hablando. ―Mary sonríe, pero es tan falsa que quiero estirarme y darle una
cachetada en la cara. ¿Seca? ¿Habla en serio?
Me volteo hacia Maggie, necesitando calmarme.
―¿Cómo va la práctica Maggie?
―Todo va bien, estoy muy ocupada. Estaré empleando a otro médico la
próxima semana, sólo para un poco de ayuda.
―Suena como una buena idea, debe ser estresante.
―Maggie se sostiene bien sola ―comienza Mary―. Siempre ha hecho
grandes cosas. No es estresante para ella.
―Puede ser ―dice Maggie, y me da una cálida sonrisa.
En este momento quiero lanzar mi cuchillo directo en la cara de la tía
Haggard. Empujo mi plato, no tengo hambre.
―Dios mío, ¿no vas a comer más? Estás demasiado delgada, espero que no
tengas algún desorden.
―¡TÍA MARY! ―ruge Jagger.
Los ojos de Mary se ensanchan y finge estar en shock.
―No estaba tratando de ser grosera.
―Disculpen ―susurro, empujando mi silla hacia atrás y caminando por el
pasillo.
Cuando llego a nuestra habitación, entro en el baño y abro el agua,
salpicando mi cara. La mujer no me quiere, pero no puedo entender por qué. Tomo
unas cuantas respiraciones calmantes y camino de vuelta, sólo para hacer una
pausa a mitad de camino por el pasillo cuando los oigo hablar.
74
―Ella no es buena para ti Johnny, es oscura.
―No la conoces ―Jagger encaja.
―Vi las cicatrices, las tiene sobre todo su estómago y muñecas. Tiene un
trastorno, apenas comió. Una chica como ella sólo te arrastrará hacia abajo. Te amo
lo suficiente como para verlo. Ella es peligrosa para alguien como tú. Su vida ha
sido bastante difícil, no necesitas a alguien como ella sumándose a todo. Aléjate
hijo, retrocede.
―Retrocede tú tía Mary, te quiero, pero no voy a tolerar que la humilles.
―Me preocupo por ti también, ¡por eso lo estoy diciendo!
―Está bien, es suficiente tía Mary, Willow es preciosa ―dice Maggie.
―Sharleen era preciosa, era brillante, burbujeante y perfecta para ti. Después,
comenzaste a ver esta Willow y ella te está cambiando. Johnny, tu vida estaba
mejorando, tú y Sharleen estaban tratando de tener un bebé y todo estaba saliendo
bien y ahora están viviendo peligrosamente de nuevo.
―¡Esto no es debido a Willow!
―¿No? Me enteré de lo de su padre, no estarías en este lío si no fuera por su
familia. Ella va a ahogarte Johnny, las chicas así no son buenas para el alma.
Estoy aplastada, en verdad machacada. Agarro mi chaqueta mientras corro
por la puerta. Jagger dice en voz alta mi nombre pero cierro la puerta antes de que
pueda llegar a mí. Voy corriendo a través del complejo y salgo por las puertas. Está
oscuro y mi visión es borrosa por las lágrimas. ¿Ahogarlo? ¿Oscura? ¿Es así como me
encuentra? Sé que he tenido una vida oscura, pero siempre he tratado de ser una
amable, cuidadosa persona hacia los demás.
Voy corriendo a cruzar la calle y dirigirme a la playa, necesito respirar.
Cuando llego a la arena me dejo caer, sabiendo que Jagger vendrá directo a mí.
Cree que voy a ir a la pequeña cala que me gusta, así que me aseguro de ir en la
dirección opuesta. Estoy corriendo por la arena con lágrimas cayendo por mis
mejillas cuando me estrello con una forma dura. Caigo hacia atrás, sobre mi trasero
con un grito.
―Whoa allí pequeña dama.
Una mano se extiende hacia abajo y me levanta y siento mi respiración cesar
durante un momento cuando miro hacia el hombre sosteniendo mi brazo. Lo veo
muy bien bajo la luz que brilla de las lámparas en la acera. Mis ojos se abren y mi 75
boca se abre ligeramente cuando miro los familiares ojos. He visto eso ojos antes;
los he mirado casi todos los días durante los últimos dos meses.
Cielo azul, aguas cristalinas y hermosas, son los ojos de Jagger, sólo que él no
es Jagger. Estudio la cara del hombre, viendo su mandíbula cincelada, su espeso
cabello largo y oscuro que está recogido en una cola de caballo y sus labios
carnosos. Este hombre es el padre de Jagger, sin duda. Nunca he visto a dos
hombres tan iguales antes, la única diferencia es su edad. El hombre que me
sostiene tiene una cara más vieja, pero aparte de eso… es aterradoramente similar.
Mi corazón se acelera y lucho por alejarme, tratando de tirar de mi brazo.
Jagger me habló de su padre y por lo que sé, no es un buen hombre. No, en
ningún sentido. Él me estabiliza de nuevo, sus dedos se aprietan en mi brazo. Está
estudiando mi cara de cerca y sus rasgos son suaves y sin temor, lo que me asusta
más.
―Ahora Willow, cálmate, no estoy aquí para hacerte daño.
―¿Cómo sabes mi nombre? ―grito.
―Sé quién eres. Todo el mundo sabe quién eres.
Exploro su enorme figura de uno ochenta. El hombre es enorme; más
voluminoso que Jagger. Detendría a más mujeres en sus carreras con una
construcción como esa. Es un hombre muy atractivo, puedo ver de dónde obtuvo
Jagger su impresionante apariencia.
―Por favor, no quiero problemas. No quiero nada de esto.
Él sonríe suavemente.
―Willow hermosa, no estoy aquí para causar problemas. Vine a ver a mi hijo
y en el minuto siguiente fui abrumado por una mujer muy hermosa.
―Yo… yo… no corrí encima de ti ―tartamudeo.
Él se ríe y se trata de un sonido rico y oxidado.
―No me importa, te lo aseguro ángel.
¿Por qué me dice nombres como hermosa y ángel?
―No me llames así ―susurro.
―¿Qué te voy a llamar?
―¡Willow! ―chasqueo.
―Willow, no estoy aquí para causar problemas. Sólo quiero ver a mi hijo.
―Te aseguro que él no quiere verte.
76
―Lo que sea que te dijo, es verdad. Hice cosas malas con él Willow, pero eso
fue hace mucho tiempo. Era un alcohólico, lo fui y conseguí ayuda. No puedo
deshacer lo que hice, pero él tiene que saber que nunca fue su culpa. Puede
golpearme si quiere, pero tiene que hacerse.
Mi corazón se ablanda sólo un toque. Sé que a veces la vida no es perfecta y la
gente se enreda en mierda sucia. Él admitió abiertamente lo que hizo y no trató de
decir alguna pequeña mentira, así que tal vez esté aquí por una buena razón.
―Esta noche no es una buena noche, Maggie y Mary están de visita y no va
bien.
Él me mira, su mirada azul arde en la mía.
―¿Mi hija está allí también?
―Sí, pero no es un lugar para que vuelva y simplemente lo tire en sus caras.
―Está bien, lo entiendo. Diles que estoy aquí, sin embargo, ¿quieres?
―Sí, lo haré.
Él se acerca y me acaricia la mejilla, haciendo que me ponga rígida.
―Ten cuidado corriendo por aquí sola, nena, gente mala te desea…
―¿Perdón? ―susurro.
Él sonríe, pero no es encantador ya.
―Ten cuidado, eres bien conocida por ahí y Jagger no siempre va a estar ahí
para protegerte. Correr por la noche, es peligroso.
―¿Es una amenaza? ―chasqueo, con rabia.
―Chica hermosa, no hago amenazas. Por favor, dile a mi hijo que estoy aquí,
fue una maravilla hablar contigo, Willow.
De mala gana, me deja ir y me alejo, envolviendo mis brazos alrededor de mí.
Algo sobre él tiene mis sentidos en alerta máxima, mientras que parece genuino,
no tengo un buen presentimiento sobre él.
Tal vez es sólo el estado de ánimo de esta noche por todas partes. Me doy la
vuelta y camino hacia la luz, sintiendo que es un poco más seguro allá arriba.
Encuentro un viejo columpio y me siento en él, envolviendo mis manos alrededor
de la cadena y con la mirada fija en la oscuridad.
Veo un par de manos en torno a las cadenas junto a las mías, y sé de quién
son. De Jagger. Él tira del columpio hacia atrás y lo deja ir, me balanceo
suavemente. Hacemos eso por un tiempo, me empuja y ninguno de los dos habla.
Por último, agarra las cadenas y hace más lento el movimiento, inclinándome para 77
envolver sus brazos alrededor de mi cuello y para tirarme hacia atrás a su pecho.
Cuando mi cabeza está descansando contra la dura pared de músculo, se agacha y
me levanta del columpio, me lanza sobre la suave hierba al lado de él.
―Lo siento nena, la forma en que ella se comportó allí… fue un error.
―No me quiere Jagger, no sé por qué.
―Le gustaba Sharleen, simplemente es amarga al respecto.
―Nunca podré competir con ella Jagger, sólo no encajo. Sharleen era todo sol
y yo soy lluvia…
Me acaricia la mejilla.
―Me gusta la lluvia.
―Quizá ella tenga razón ―le susurro―. Tal vez soy oscura.
―Ella no está bien, sé lo que quiero y nunca he sido tan claro acerca de a
dónde necesita ir mi vida. Mi vida está contigo Willow nena, lo fue desde el
momento en que puse los ojos en ti. No renunciaré, no me daré por vencido,
porque te arrastraste dentro de mí y envolviste tus manos alrededor de mi
corazón, haciendo todo bien de nuevo.
―No quiero que ella me odie Jagger, no es justo para ti.
Él me besa la cabeza suavemente.
―Deja que haga lo que piensa que necesita, no va a cambiar lo que siento.
―Ella es tu familia.
―Si ella es mi verdadera familia, te aceptará Willow. Una vez te dije que eres
mi pequeño rayo de oscuridad, y encajas perfectamente. No estaba mintiendo, eres
todo lo que necesito y más. Nunca, jamás renunciaré a ti.
Trago y lo abrazo más cerca.
―Jagger, tengo que decirte algo…
―Willow ―dice en un tono duro―. ¿Qué hiciste?
―No hice nada, pero si no te lo digo luego lo voy a lamentar.
―Willow…
―Cuando estaba corriendo antes, me encontré con alguien en la playa.
Él tira hacia atrás y me mira, sus ojos se entrecierran.
―¿Quién fue?
Cierro los ojos y murmuro:
78
―Tu padre.
Él se levanta, antes de que pueda abrir mis ojos, me levanto después de él,
pero él ya se ha ido. Está caminando hacia abajo de la calle tan rápido que tengo
que abrir y cerrar los ojos rápidamente para mantenerme al día con él. Está
desgarrando el camino, con los puños apretados.
―¡Jagger! ―lo llamo, pero no se detiene.
Cuando llegamos al complejo, él entra y tengo que correr para no quedarme
atrás. Bull está caminando fuera de su apartamento con una mujer rubia, pero la
suelta rápidamente cuando ve a Jagger.
―Jefe, ¿qué pasa?
Jagger conduce su puño a la ventana de su coche, rompiéndola. Yo grito y me
precipito, la sangre brota de su mano. Me detengo cuando él se vuelve y me mira
tan enfadado que me congelo a media zancada.
―No me toques carajo, ninguno de ustedes me toque.
―Jagger, está bien ―dice Bull.
―Vete a la mierda Bull, te romperé tu puta cara.
La sangre está goteando de su mano y me preocupa que se haya cortado una
vena.
―Jagger, podrías haberte cortado una vena.
Mary y Maggie vienen corriendo del apartamento al escuchar el alboroto.
―Johnny, cariño, ¿qué pasó? ―grita Mary.
―Él está de vuelta.
―¿Qué?
―Mick está de vuelta.
Así que ese es su nombre. El rostro de Maggie palidece y Mary traga. Una vez
que se dan cuenta de la mano de Jagger sin embargo, salen rápidamente de su
pequeño trance.
―Oh, Dios, Johnny, déjame ver eso ―dice Maggie, dando un paso adelante.
Él la deja tomar su mano, pero su mirada enojada está en mí.
―¿Cómo sabes que está de vuelta? ―pregunta Mary.
―Willow le habló.
Mary me lanza una mirada tan repugnante que tengo que mirar hacia otro
79
lado.
―¿Cómo pudiste traicionarlo así?, ¡tú, serpiente! ―grita Mary.
Mi boca se abre.
―No traicioné a nadie, me encontré con él, no sabía quién era hasta que me
lo dijo al final.
―¿Y no pensaste en decírmelo de inmediato? ―ruge Jagger.
Doy un paso atrás, confundida.
―Yo… yo…
―Estabas pensando en ti misma todavía, en lugar de en mí. Deberías
habérmelo dicho de inmediato, al minuto que me viste.
―No estaba pensando en mí, estaba confundida. Él fue tan agradable
conmigo y quería que te diera un mensaje. No sabía qué pensar, él…
―¿Fue amable contigo? ―gruñe Jagger.
―Él… él dijo que era mejor y que quería verte…
―¿Ahora estás dando la cara por él? ―ruge.
Mary acaricia su espalda con simpatía, mirándome.
―No, por supuesto que no. Eso no es lo que estoy tratando de decir. Jagger,
¡no hice nada malo!
―No lo puedes ver, ¿verdad? Siempre estás corriendo tan maldito rápido que
no lo puedes ver. Deberías habérmelo dicho en el momento en que me viste. Te
sentaste a charlar conmigo sobre tus propios malditos problemas, y ni una vez
mencionaste el hecho de que acababas de ver a mi padre. ¿Por qué Willow?
―¡No lo sé! ―grito.
―Sé exactamente por qué, porque estás poniendo esa jodida pared otra vez.
No quieres verme lastimarte porque significa que tienes que enfrentar las cosas
que no quieres.
―¡Eso no es cierto!
―Es jodidamente cierto, siempre estás huyendo de lo que temes, nunca
enfrentas nada de eso. ¿Cuándo vas a bajar ese muro de piedra y dejar de proteger
tu corazón tan fuertemente que dejes entrar a alguien?
―Tengo que proteger mi corazón ―grito―. ¡No tengo a nadie más!
―¡Me tienes a mí! ―grita, golpeando su mano hacia abajo sobre el capó del
coche. 80
―No, no lo hago Jagger. Tú te fuiste con tu ex esposa tan pronto como ella se
presentó, ¡me descartaste como vieja maldita basura!
―No me hables de eso, tú malditamente escapaste y desapareciste así que no
te atreves a decir que te descarté como basura. La noche en que ella regresó querías
respuestas en ese momento, no te detuviste a pensar que estaba fuera de mi mente
con confusión. Pensé que estaba muerta, pero no, tenías que salir corriendo y
dejarme sin contacto durante seis semanas de mierda porque asumiste que hice mi
elección. Cuando volviste, continuaste negándote a dejarme hablar hasta que te
convino, y luego te fuiste en tu pequeña misión para darme celos. No voltees esto
hacia mí Willow, esto siempre ha sido acerca de ti y de protegerte del daño.
Lo miro, y muchas cosas me pegan a la vez. Una de ellas es que no habíamos
resuelto esto antes y que debemos hacerlo. Dos, que él tiene razón, huí y nunca me
molesté en darle la oportunidad de explicarse. Eso fue débil de mi parte. Tan
terriblemente débil. Asiento, y las lágrimas ruedan por mis mejillas. ¿Qué puedo
decir? Él tiene razón, todo en lo que he trabajado en los últimos cinco años de mi
vida es en asegurarme de que no me hagan daño.
―Tenía que protegerme ―le susurro―. Tenía tanto miedo de caer.
―Tienes tanto miedo que empujas a todos los que amas lejos, empujas y
empujas hasta que no pueden aguantar más. No puedo tomarlo Willow, no puedo
estar preguntándome cada día si vas a huir porque se pone demasiado duro. No
puedo tomar que te quieras hacerse daño cada vez que las cosas van mal…
―No hago eso ―le susurro.
―Mierda, ¿me estás diciendo que no vas a ir al baño y pensar en cortarte a ti
misma?
Miro a Maggie, a Mary, a Bull y a los otros hombres que salieron y ahora
están mirándonos a Jagger y a mí. Él acaba de revelar mis secretos más oscuros a
todos ellos.
―Crees que soy débil, lo entiendo, pero, ¿cómo te atreves a tirar eso
alrededor…?
―No creo que seas débil ―chasquea Jagger ―. ¡Eres tú quien piensa que eres
débil!
―¡Soy débil!
―¡NO, NO LO ERES! ―ruge―. Tú eres la que te lo permites.
―¡No sabes nada! 81
―Lo sé todo. Sé lo que has vivido, he vivido algo similar, ¿pero me ves
huyendo cada vez que las cosas se ponen difíciles? Tienes que luchar Willow,
tienes que luchar por lo que crees porque nadie más lo hará por ti.
―Yo…
―Tienes que dejarte ir, sino te ahogas. Tienes una madre que tan
desesperadamente quiere compensarte, pero te niegas a verlo.
―¿Cómo te atreves? ―grito―. Sólo me maltrataste delante de todos, porque
me atreví a mencionar que tu padre lo sentía. ¿Cómo es aceptable que lo odies,
pero no está bien que yo odie a mi madre?
―Tu madre estaba enferma, estaba jodidamente enferma. Nunca lo dijo en
serio y ha trabajado para arreglarlo. Mi padre no estaba enfermo, sino que lo hizo
porque podía. Hay una puta diferencia y si no puedes verla estás más
ensimismada de lo que pensaba.
¿Ensimismada? Me derrumbé. Mi cuerpo empezó a temblar de vergüenza.
Todo el mundo me estaba mirando, incluso Ava estaba de pie al lado de Angel, sin
atreverse a interrumpir. Nunca me había sentido tan humillada en mi vida. Dejo
caer mi cabeza y mi cabello cae sobre mi cara. Fue entonces cuando la tía Haggard
decidió hablar.
―Tienes que irte, él se merece algo mucho mejor que tú. La oscuridad es todo
lo que eres, y él no necesita la oscuridad.
Levanto la cabeza en alto y la miro con rabia.
―¿Nunca has tenido oscuridad en tu vida? ¿Nunca has vivido algo que
pruebe quién eres y que lo cambió todo? Cómo te atreves a estar parada aquí y
juzgarme si no me conoces. A él le permito juzgarme porque me conoce, pero…
―gruño metiendo mi dedo en su cara―, tú no tienes derecho. Me voy, así que
adelante y confórtate con patéticos chismes sobre alguien que no conoces.
Miro a mi alrededor al grupo de hombres de pie detrás de Jagger; todos están
mirándome. No me ven, pero su lado ha sido escogido desde el principio. Son sus
hermanos, nunca serán nada excepto eso. Me encuentro con la mirada de Jagger,
una vez más, y luego levanto la cabeza y asiento.
―Terminamos Jagger, haz que uno de los hombres deje mis cosas.
Entonces me vuelvo y salgo, dejando la cascada de lágrimas caer por mi cara.

82
Capítulo 8
―¡Willow!
La voz de Jagger llena la noche mientras me apresuro por la acera. No me
detengo.
―¡Alto!
No lo hago.
―¡Maldita sea detente!
Él agarra mi brazo cuando me alcanza y me da la vuelta. Quito su mano de
mi brazo y él gruñe.
―Déjame en paz. ¿No tuviste suficiente? ¿Cuánto más quieres compartir con
el mundo sobre mí Jagger? ¿Cuánto más quieres hundirme? SÓLO ¡DÉJAME EN
PAZ!
―No puedes estar sola, tu vida está en peligro.
83
―No me importa, no es tu problema.
―Es mi problema, tú eres mi problema.
―No tengo ningún interés en conseguir ninguna ayuda de ti.
―No puedo aceptar un no por respuesta, lo siento.
Lo fulmino con la mirada y luego me doy la vuelta y empiezo a caminar.
Agarra mi brazo de nuevo.
―Willow, ¡no estás a salvo!
Me doy la vuelta y las lágrimas ruedan fuertemente por mis mejillas.
―¿Qué quieres de mí Jagger? ¿Derribarme delante de todos y ahora quieres
que vaya contigo? ¿Cuánto crees que puedo tomar? ¿Por cuánto es lo que quieres
que pase?
―Te quiero segura, ¿está bien? No voy a descansar si no estás a salvo.
―Déjame en paz, por favor.
―No puedo hacer eso, lo siento.
Se inclina hacia abajo y antes de darme cuenta, estoy por encima de su
hombro. Grito y aporreo su espalda, pero él no me deja ir. Incluso con una mano
vendada, sigue siendo más fuerte que yo. Camina con propósito por la acera hasta
llegar al complejo. Todo el mundo sigue de pie y hablando. Se quedan con los ojos
abiertos cuando pasamos junto a ellos y a su apartamento. Me lleva a su habitación
y me lanza en la cama.
―Déjame, ¡no me mantendrás prisionera nuevamente Jagger!
―No, no lo haré, pero no voy a dejar que te hagan daño tampoco.
―¡No me quedaré contigo!
―No te estoy dando la opción.
―Entonces dame otra habitación, no quiero dormir en algún lugar cerca de ti.
―¿Cuándo vas a parar? ―ladra, lanzando un juego de llaves a la habitación.
―¿Parar de qué? ―grito.
Él me mira, sus ojos azules están en su apogeo.
―Dejar de correr de todas las cosas malas en tu vida. Lo que hice por ti ahí
afuera fue por tu propio bien.
84
―¿Cómo sabes eso? ―gruño.
―Tienes que dejar de huir, dejar de bloquear a la gente cada vez que algo
sale mal. Joder Willow, tienes a gente que se preocupa.
―¡Sí, me mostraste claramente lo mucho que te importé ahí antes!
―Lamento haberlo hecho delante de todos, pero me rompí.
―Bien por ti Jagger, ahora déjame en paz.
Me doy vuelta y salgo como una tormenta de la habitación, en dirección a la
habitación de invitados. Cuando llego, abro la puerta y le doy un golpecito a la luz.
Es una habitación sosa, con paredes claras, muebles oscuros y una cama Queen
size con cubierta marrón. Cierro la puerta tras de mí y entro. Necesito una ducha,
tengo que pensar. Mi mente es un lío confuso y todo dentro de mí duele.
Entro en el baño y me quito la ropa lentamente. Hay tantas cosas que me
duelen en este momento, tantas emociones en conflicto. Jagger está en lo correcto y
me duele. Sé que he estado escondiéndome, desesperadamente tratando de
protegerme. Sé que soy sólo un dolor en el trasero, con toda mi oscuridad. Abro la
ducha y entro, lleno mi palma con jabón y lavo mi cuerpo.
Ahí es cuando veo la navaja. Hay tantas cosas que pasan por mi mente. Él
tiene razón acerca de lo que pienso al respecto, y no me gusta eso. No me gusta
sentir la necesidad de darle vuelta hacia el dolor cuando las cosas se ponen
difíciles. Odio que mi mente me lleve por el camino de pensar que no soy lo
suficientemente buena y que sería más fácil simplemente acabar con ella. Agarro la
navaja en la mano y trago.
Puedo ser mejor que esto, puedo parar esto ahora y seguir adelante. Puedo hacer algo
mejor a mí misma, si realmente lo deseo. No tengo por qué ser así. No tengo porqué
desmoronarme. El impulso de ignorar lo correcto es fuerte, y una gran parte de mí
sólo quiere alejar el dolor. Desearía que la gente pudiera entender el impulso
desgarrador que siento cuando estoy haciéndome daño, con ganas de hacerme
daño más. No quiero ser así. No me desperté un día y decidí pensar de esta
manera.
―Deja eso, nena, bájalo.
Mi cabeza se mueve bruscamente hacia arriba y veo a Jagger de pie en la
puerta. Me doy cuenta de que tengo mi mano envuelta tan firmemente alrededor
de la maquinilla de afeitar que la sangre escurre de mi dedo. No iba a hacerme daño,
iba ir alrededor de él, estaba hablando basura. Sé que no se ve de esa manera para él, sin
embargo, sé ahora que me veo completamente desquiciada.
―Nena, vamos, déjalo ir. 85
Abro la boca para contestar, pero el único sonido que sale es un sollozo de
dolor.
―Nena…
Da un paso hacia adelante, pero no me muevo. Mete la mano en la ducha y
agarra mi muñeca con suavidad y luego le da a mi mano una buena sacudida. La
maquinilla de afeitar cae al suelo. Levanto la vista para mirarlo a los ojos y puedo
ver la agonía en ellos.
―No estaba… ―le susurro―. No iba a hacer nada, por primera vez… estaba
luchando contra ello.
Entrecierra los ojos.
―Tu mano está sangrando.
―Yo… no me di cuenta de que estaba sosteniéndola con tanta fuerza.
―¿Sabes lo que es para mí caminar aquí y verte de esa manera?
―Estaba pensando, honestamente no quería hacer eso. Por primera vez en
mucho tiempo, estaba luchando y se sentía bien… se sentía bien…
―Lo que hice ahí, Willow, no debería haber hecho eso en frente de todos.
Quise decir lo que dije, pero fue un error habértelo transmitido así.
Asiento, débilmente. Él está empapado y todavía completamente vestido.
Siento caer mis hombros, y hay tantas cosas que quiero decirle para que esté bien.
Quiero decirle que tiene razón y que quiero cambiar. Quiero decirle que no quiero
huir más, sólo quiero arreglar esto, pero digo una cosa.
―Te amo Jagger, realmente lo hago.
Acaricia mi mejilla.
―Ya lo sé, y joder, si no sabía que iba a pelear como lo hago.
Bajo la cabeza, apretándola contra su pecho.
―Vamos, necesitas dormir un poco.
Me levanta en sus brazos, empapado y cierra la ducha. Envuelve una toalla
alrededor de mí y me lleva por el pasillo hacia su dormitorio. Cuando entramos,
me coloca en la cama y me seca con la toalla, ninguno habla. La tensión es gruesa,
tan gruesa que duele. Mi corazón late con fuerza con enojo contra mis costillas,
quiero desesperadamente aliviar la presión al hablar con Jagger, pero mi orgullo
no deja que eso suceda.
Cuando me está secando, se cambia de ropa en el baño y vuelve a salir
completamente vestido. Supongo que me iré sola a la cama. Sus ojos se encuentran 86
con los míos y pasa mucho entre nosotros, y sin embargo ninguno de los dos está
dispuesto a hablar. Sé que está esperando que diga algo, y estoy esperando a que él
diga algo… y ninguno de nosotros está diciendo nada. Estúpido, ¿no es así?
―Bien, voy a ir a que cosan mi mano.
Miro hacia abajo a su mano vendada, Maggie se la vendó, pero sabía que iba
a necesitar puntos de sutura.
―¿Quieres que vaya?
―No, quédate aquí. Volveré.
Se acerca y pone un beso en mi frente, luego se vuelve para salir.
―Jagger, siento no haberte dicho lo de tu padre inmediatamente…
Hace una pausa en la puerta y mira por encima del hombro hacia mí.
―Está olvidado.
Luego se va y sé que está lejos de ser olvidado.
Capítulo 9
Ruedo, tiro, giro y, finalmente, dejo de tratar de dormir. Me levanto y
enciendo la luz, Jagger aún no está de vuelta. Son las dos de la mañana y no está
aquí. Mi corazón se aprieta con un dolor que va tan increíblemente profundo. La
jodí, pura y simple. No sé cómo hacer eso mejor, no sé cómo hacerle ver que deseo
cambiar. Tal vez sea demasiado tarde para eso, tal vez no tengo la oportunidad de
arreglar esto. Saco mi teléfono y le envío un texto.

W: No puedo dormir, te extraño. ¿Dónde te quedaste?

Luego le envío un texto a Ava y a Jenny.

W: Chicas, siento que las cosas hayan estado fuera los últimos
tiempos. Las extraño tanto, ¿podemos almorzar mañana? Sólo
nosotras.
R: Claro que sí nena, ¡estaremos allí!
J: Siempre tendré tiempo para almorzar contigo. ¿Nuestro café 87
favorito?

Les envío un texto a las dos de vuelta con un bien, y luego hecho un vistazo a
la pantalla de mi teléfono esperando un mensaje de Jagger. Llega diez minutos más
tarde.

J: Estoy en el bar. Me iré a casa pronto.


W: Pensé que tu mano estaba toda dañada…
J: Tengo puntos de sutura. Está bien. Te veo pronto.

Suspiro y cierro los ojos, realmente jodí esta. Me levanto y camino hacia el
baño, y me miro en el espejo. Tan diferente de mí, y sin embargo, tan igual. ¿A qué
parte de mí es a la que quiero aferrarme? Me quedo mirando mi cabello y ojos de
color verde oscuro en el espejo, y no me veo más. Me doy la vuelta y me quito mi
ropa, y luego me meto en la ducha y empiezo a tallar mi cabello.
Me lavo diez veces, aclarando el color semipermanente. Se suponía que debía
durar ocho semanas o veinte lavadas, pero lo quiero ahora. Una vez que lo lavo y
seco, verifico el color en el espejo. No es exactamente el color rojo oscuro que era
antes, sino más de un color marrón oscuro con tinte rojo. Es bonito, y casi mi viejo
color. Unos cuantos lavados y volverá. Me seco y cepillo, y entonces camino de
vuelta a la habitación.
Jagger está entrando cuando salgo. Su mano buena está extendida hacia
arriba y se inclina contra el marco de la puerta mirándome. Puedo ver en sus ojos
que ha estado bebiendo, tiene esa mirada lejana. No sé qué decir, no sé ni cómo
hacerlo mejor, así que sólo hago lo que he estado tan desesperada por hacer desde
temprano en la noche, me acerco y pongo mis manos en su pecho, entonces me
inclino y lo beso.
Al principio él no responde, sólo como que se queda parado allí. Con nueva
determinación, sigo besándolo. Deslizo mi lengua por su labio inferior, y
mordisqueo su mandíbula. Él hace un gruñido, por lo que sé que estoy llegando a
alguna parte. Huele a whisky mezclado con Jagger y es un olor embriagador.
Quiero envolverlo alrededor de mí para poder despertar igual todos los días. Tiro
hacia atrás por un momento y lo miro, está mirando hacia mí con una mirada
intensa.
Alcanzo su camiseta, y empiezo suavemente a tirar de ella por encima de su
cabeza. No me detiene, pero no dice nada tampoco. Sólo se queda allí, mirándome.
Cuando está sin camiseta, pongo mis manos sobre su pecho cálido y deslizo mis
dedos por él. Cuando llego a su abdomen, disfruto de la sensación de él juntándose 88
y moviéndose bajo mis palmas mientras lo acaricio.
Doy un paso atrás antes de quitarme los pantalones vaqueros, y empiezo a
desvestirme sola. Él me mira con esa hambrienta mirada, pero todavía no habla ni
hace algún movimiento hacia mí. Sólo está de pie en ese lugar, dejándome
terminar el trabajo. Así que eso es lo que hago. Deslizo la camisa que llevo por
encima de mi cabeza, y veo que sus ojos arden en deseos cuando caen a mis
pechos.
Me agacho y agarro mi ropa interior, deslizándola a su lado, y tirándola a sus
pies. El fantasma de una sonrisa juega alrededor de sus labios, pero no habla.
Maldito sea este silencio. Cuando estoy de pie delante de él desnuda, me estiro y
dejo mi cabello suelto cayendo por mi espalda. Sus ojos se abren cuando ve que el
color ha cambiado. Doy un paso adelante y conecto mis pulgares en su jeans,
tirando de él hacia delante.
Él se mueve conmigo hasta llegar a la cama, y luego se detiene. Me siento en
el borde, por lo que mi cara está ahora en línea con su ingle. Le desabrocho su
pantalón, mirando hacia él y sintiendo un hormigueo en la piel por todas partes
con la forma en que me mira. El deseo está ahí, ardiendo e intenso. Le abro el jeans,
y luego los deslizo por sus piernas. Comando, Jagger nunca usa ropa interior y
hace calor.
Me quedo mirando la dura longitud frente a mí, con su piel rosada y venas
palpitantes. Los piercings lo hacen variar en tamaño. Cuando está de pie en estado
de alerta, hay uno que hace que su pene parezca que lleva una corbata de lazo. Los
otros tres le atraviesan la cabeza. Mierda. Ouch. Tomo su pene en mi mano y lo
sacudo. Él gruñe y se pone rígido. ¿El bastardo no va a gemir para mí?, bien,
vamos a ver si puedo cambiar eso.
Me inclino y lamo su cabeza, deslizando mi lengua en pequeños círculos
sobre la piel suave y tensa. Sus manos están a su lado, y lo miro mientras toma sus
bolas con su mano buena en un puño. No me va a tocar, se niega a cooperar en
absoluto. Bien, puedo jugar este juego. Deslizo su longitud en mi boca y chupo, él
gruñe de nuevo por encima de mí, pero sus manos se mantienen a su lado.
Deslizo mi lengua en su eje, y luego hacia abajo de nuevo. Tomo sus bolas en
una mano y son pequeñas y estrechas. Él está emocionado, incluso si se niega a
mostrar eso. Lo chupo de nuevo, deslizando mi boca arriba y abajo, pero no lo
suficiente como para que se venga. No, se vendrá dentro de mí. Lo veo, y él sigue
mirándome con esa expresión oscura. Tomo su mano libre y la pongo de nuevo en
la cama.
Él cae de rodillas y se ve como un depredador mientras se arrastra hacia mí.
Cuando estoy presionada contra la cabecera, deja de gatear. Su rostro está a 89
centímetros del mío, sus ojos están ardiendo dentro de mí. Me cambio y me
muevo, hasta que estoy libre de esa mirada mortal. Él se vuelve y se sienta,
apoyando su espalda contra la cabecera. Está duro y grueso, su pene se apoya en
su vientre.
Me siento frente a él, sin tocarlo, y hago algo que nunca he sido lo
suficientemente valiente para hacer antes; abro las piernas. Sus ojos se abren y me
mira con aprecio de puro macho mientras deslizo mis dedos entre mis piernas.
Puedo sentir lo mojada que estoy, y sé que él puede verlo. Deslizo mis dedos a
través de mi calor, gimiendo por el contacto. Me vendré con tanta fuerza.
Él estira su mano y la envuelve alrededor de su pene, acariciándolo
lentamente mientras me observa deslizar el dedo a través de mi calor. Cuando
inserto un dedo en mis profundidades, finalmente gime. Su mano se mueve más
rápido y me doy cuenta de que no quiero que se dé placer, quiero dárselo a él.
Detengo lo que estoy haciendo y gateo hacia él, subiendo en su regazo.
Él me mira fijamente, con sus ojos buscando en mi cara. Pongo mis manos en
su hombro y comienzo a bajar en su pene. Él gime cuando estoy totalmente
envuelta y con la mano libre por fin toma mi cadera. Me envuelvo alrededor de él,
desesperada por sentirlo cerca. Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y
entierro mi cabeza en su hombro. Giro mis caderas y él gime, envolviendo sus
brazos alrededor de mí y tirándome más cerca.
Estamos moldeados juntos ahora, cada parte de nosotros es conmovedora.
Mis piernas están a ambos lados de sus brazos, envueltos alrededor de su cintura y
mi cara está en su hombro. Sus brazos se envuelven alrededor de mí, y sus labios
están en mi cabello. Estamos tan cerca, tan juntos. Que con el movimiento suave de
mis caderas arriba y abajo, puedo sentir su hombro tensarse y juntarse debajo de
mi boca.
El placer se dispara a través de mí y puedo oírle jadear, así que sé que él
también lo siente. Continúo moviendo mis caderas suavemente, y mi pináculo está
cada vez más alto, hasta que no puedo soportarlo más. Me vengo, tan duro que mi
mundo desaparece por un momento y estoy completamente saciada. Tornillos de
placer tiran a través de mi cuerpo y mi boca se hunde en el hombro de Jagger. Un
momento más tarde, sus gruñidos complacidos se oyen y lo siento latiendo dentro
de mí.
Cuando los dos nos bajamos de nuestra montaña, estamos en silencio. Salgo
de él y caigo sobre el suave colchón a su lado. Se mueve hasta que queda acostado,
entonces pone sus manos detrás de su cabeza y mira fijamente al techo. Quiero
preguntarle qué le pasa, pero ya sé la respuesta, así que realmente, sólo hay una
cosa que realmente quiero saber.
―¿Terminamos Jagger? 90
Él se pone rígido, y luego vuelve la cabeza para fijar esa mirada azul.
―No.
Es una respuesta simple y tan carente de emoción que quema a través de mí.
―¿Eso es todo? No.
―Eso es todo, estoy cansado. ¿Podemos dormir?
―Claro ―le susurro.
Él rueda a su lado, de espaldas a mí. ¿Habla en serio? Sólo me dejó follarlo, se
dejó disfrutar de ello, y ahora ¿me está dando la espalda? ¡Oh infiernos, a la
mierda! ¡NO! Me levanto, tirando de mi ropa. Él rueda y se queda mirando por
encima de mí.
―¿Qué haces?
―Tú puto trasero Jagger. Sólo te quedas allí y dejas que te folle, y ahora
¿seriamente te das la vuelta y duermes? Bien, haz eso, pero no me quedaré a jugar
para aguantar más castigo. Dijiste lo que había que decir, me lo dijiste en frente de
todo el complejo antes y lo tomé. Lo tomé porque te amo, pero no voy a sentarme
aquí y seguir siendo castigada por lo que soy. Entonces, esto es lo que no dije. Sé
que soy oscura, sé que estoy jodida y sé que no me perdonarás fácilmente. Déjame
decirte por qué, soy así porque tuve que serlo. ¿Crees que cuando era niña quería
vivir con el hecho de que mis padres no se amaban más por mi culpa? No lo
entendía, diablos, no sabía lo que había hecho mal, no pedí nacer. Entonces,
sobreviví a mi madre tratando de matarme, y sí, ella estaba enferma, sé eso, pero el
perdón no siempre es fácil. Estoy tratando. No podría estar haciendo el mejor
trabajo en eso, pero joder Jagger, lo estoy intentando. No siento lástima por mí
misma por la vida que tuve, porque hay gente por ahí que la tienen peor, mucho
peor, pero tengo derecho a herir, tengo derecho a sentir las cosas que siento y tú no
tienes derecho a decirme que no puedo sentirlos. Estoy aquí, perdí mucho, pero
todavía estoy jodiendo aquí porque estoy luchando. Estoy luchando para ser lo
que necesitas que sea, y estoy luchando para ser lo que necesito ser. Si eso no es
suficiente para ti, entonces eres tú quien debe alejarse, no yo.
Me vuelvo y salgo por la puerta, sin dejar que responda. Él está arriba y fuera
de la cama antes de que haya llegado al final de la sala. Agarra mi brazo y me da
vuelta, tomando mi rostro entre sus manos y besándome con tal furia que todo el
aliento sale de mi cuerpo. Cuando tira hacia atrás, sus ojos son intensos y me está
mirando.
―No voy a alejarme de ti; no lo haré porque eres mi todo Willow. Acabas de
probar que eres más fuerte de lo que pensaba, porque lo hiciste, te levantaste por lo
que eres y lo que crees. Todo este tiempo dudaste de tu propia mente, analizando
cada pensamiento, pero esta vez por fin sabías quién eras y lo que querías. Estoy
tan orgulloso de ti por Dios, por todo lo que eres. 91
Siento una pequeña sonrisa tocar mis labios cuando miro sus ojos.
―¿Lo estás?
―Maldita sea, claro que sí.
―Jagger, ¿podemos parar esto? Todo lo que quiero es ser feliz contigo. Sé que
en este momento tenemos una gran cantidad de mierda pasando, pero eso no
quiere decir que necesite arruinar lo que pasa aquí.
―Vamos a parar, ahora mismo.
―Bien, ya que me debes… como dos orgasmos serios.
Él sonríe.
―Puedo hacer eso.
Me hago cuchara en sus brazos y caminamos de vuelta a la habitación, donde
me deposita en la cama y agarra mis pantalones cortos, arrastrándolos hacia abajo.
No toca mi top, sino que simplemente quita mis capas inferiores y mira fijamente
mi carne desnuda. Agarra mis rodillas y tira, extendiendo mis piernas hasta que
están abiertas ante él.
―Tan putamente perfecta aquí, tan malditamente preciosa.
Se pone de rodillas y agarra mis caderas, deslizando mi trasero al final de la
cama. Llega adelante y golpea con un dedo mi clítoris y mi cabeza se cae. Desliza
un dedo dentro de mí, luego dos, y poco a poco los empuja dentro y fuera. Dios
mío, estoy tan malditamente apretada. Él gime y se inclina, chupando mi clítoris en
su boca con necesidad hambrienta. Mierda.
―Oh, Dios, Jagger.
Él me chupa con más fuerza, con la punta de su lengua chasqueando
mientras su boca hace el resto de la obra. Sus dedos se deslizan dentro y fuera más
y más fácil hasta que mi cuerpo se calienta por la necesidad. Arrastra los dedos,
luego se desliza de nuevo, coordinándolo con sus chupadas y caricias. Mis
gemidos llenan la habitación mientras mi espalda se arquea y un intenso orgasmo
comienza a tomar el relevo. Mete los dedos más duro y me rompo, gritando hacia
el techo mientras el calor y el placer se extienden a través de mí.
Él está de pie antes de que yo haya bajado de mi pico, y mis piernas están
sobre sus hombros y está dentro de mí, incluso antes de tener la oportunidad de
hablar. Balancea sus caderas, deslizando dentro apenas la punta y saliendo de mi
calor húmedo. Me quejo, desesperada por sentir más. Se desliza dentro, después
sale, lenta y deliberadamente.
―Jagger, si no me follas duro voy a…
Él me interrumpe chocando contra mí, grito y gimo cuando mueve sus
caderas de esa forma suya, haciendo que esos piercings me froten en la zona
correcta. No quiero saber incluso el tiempo que le llevó aprender a utilizar esos. 92
Me estremezco mientras otro orgasmo crece, elevándose lentamente más y más
alto.
Cuando se libera, agarro las sábanas a mi lado y me retuerzo de placer. Jagger
está empujando tan duro que nuestra piel suena al juntarse y la expresión de su
cara es puro hombre primitivo. Él gime entrecortadamente cuando otra liberación
lo encuentra también. Mueve la cabeza hacia atrás y gruñe una maldición mientras
pulsa caliente y profundo.
Cuando sale, aterriza junto a mí y al instante me tira a sus brazos.
―Me vas malditamente a matar ―susurra.
―Bueno, te lo mereces.
Él se ríe:
―Nena, eres dura conmigo.
―Tú eres duro conmigo también.
Él se ríe y rodamos, su pecho se presiona contra mi espalda.
―Duerme.
Sonrío y me aprieto más atrás en él.
―Buenas noches, señor Black.
―Buenas noches, Willow nena.
Capítulo 10
―Willow, ¡ordena!
Volteo mis pies doloridos y recojo los platos de la encimera. Mi jefa Katie me
sonríe, y le devuelvo la sonrisa débilmente. Llevo la bandeja a la mesa en la que
dos hombres muy hermosos están sentados. Angel y Ace. Sí, esos pobres diablos
que tienen que cuidar de mí mientras trabajo; por protección. Eso no podía apestar
más, para mí y para ellos. Sonríen con gratitud, por lo menos su comida es de casa
y es buena.
―Lo siento chicos, estoy a punto de terminar.
Se han sentado en la cafetería durante cinco horas en espera de que termine.
Tomaron un descanso yendo y viniendo, e hicieron un montón de trabajo en la
computadora tratando de averiguar más información sobre la isla donde se
encuentran todos los capos de la droga y traficantes. Le di a Jagger la copia de las
coordenadas y ha estado trabajando frenéticamente para tratar de averiguar qué
diablos está pasando. 93
―No hay problema, estamos felices de estar aquí. ―Sonríe Ace, zampando
su BLT.2
―Media hora más y ya está.
Ambos me guiñan un ojo y me vuelvo para servir. Estoy en el mostrador
recorriendo un pago y yendo a la caja registradora cuando alguien dice mi nombre
en tono suave y sedoso.
―Bueno, hola nena.
Nena. Cristo. Levanto la mirada a los ojos de Mick, el padre de Jagger. Magia.
―¿Qué estás haciendo aquí? ―disparo.
A la luz del día, Mick es aún más atractivo. Su cabello negro como de cuervo
está trenzado por encima del hombro y cuelga hacia abajo apretado y grueso por
encima de su pecho. Sus ojos azules son brillantes, claros y devastadores. Su
cuerpo es duro, firme y puedo ver la línea de tatuajes de su brazo y hombros
desnudos. Viste una camiseta.

2 BLT: es una variedad de sándwich que contiene una mezcla proporcionada de tocino, lechuga y
tomate.
―Quería saludar a mi dulce nuera, ¿hay algo de malo en eso?
―No finjas que estás aquí para jugar bien conmigo, no tengo ningún interés
en hablar contigo.
―Vamos Willow, me estás juzgando incluso antes de llegar a conocerme. No
pensé que fueras tan superficial.
―No soy…
―¿No puede un hombre querer ver a sus propios hijos?
―Bueno, sí, sólo…
―¿Vas a ofrecerme un café?
Sonrío, y no es agradable:
―Si pagas por él, claro.
―Oh, te pagaré, no te preocupes por eso.
Empiezo a ir a la máquina de café, sintiéndome incómoda.
―¿Hablaste con mi hijo?
― Sí, ¡ella jodidamente me habló!
94
Oigo el látigo de la voz de Jagger y veo que su padre se da la vuelta y se
queda mirando a su hijo, quien está de pie con los brazos cruzados sobre el pecho.
Oh, oh, Jagger parece enojado.
―Johnny muchacho, te ves bien, ha pasado mucho tiempo hijo. ¿Extrañaste a
papá?
Jagger balancea su puño con tanta rapidez que casi lo pierdo. Su padre es
lanzado a la tierra y se estrella contra el mostrador. Gritos hacen erupción
alrededor de la tienda y siento mis ojos muy abiertos. Angel y Ace
saltan y corren otra vez, tirando de la espalda de Jagger. Su padre se levanta y la
sonrisa en su rostro es casi agradable.
―Mi hijo todavía puede pelear, es bueno saberlo.
―Sal como la mierda de aquí antes de que te mate, ¡maldito bastardo! ―ruge
Jagger.
Todo el mundo en la tienda está ahora en silencio. Jagger mira sobre el
mostrador hacia mí y sé que parezco un ciervo ante unos faros. He visto a Jagger
pelear, pero nunca me di cuenta de lo letal que realmente es. Su enojada mirada
quema a través de mí y luego se da la vuelta a su padre.
―A la mierda, ella no es de ninguna utilidad para ti.
Su padre sonríe:
―Tal vez, en tu opinión.
―¡VETE!
Su padre se limpia una vez más la ensangrentada cara, sonríe, y luego se da la
vuelta y sale de la cafetería. Jagger gira y se mueve pasando la puerta de bloqueo
del mostrador. Me agarra del brazo y me arroja fuera de la cafetería antes de que
mi jefe pueda incluso murmurar una palabra. Me hala por la calle con rabia; Ace y
Angel lo siguen detrás sin decir una palabra. Cuando llegamos al complejo, me
empuja al apartamento y cierra la puerta.
Cuando gira sobre mí, puedo ver pura rabia en sus ojos y trato
desesperadamente de sacar mi brazo del suyo. Él está jadeando, pero es entonces
cuando me doy cuenta de que no es por mí. He visto a Jagger enojado conmigo, y
esta no es la ocasión.
Está enfadado, pero lo está obviamente con su padre. Extiendo la mano y
tomo la suya con suavidad.
―¿Te hizo algo?
Niego. 95
―No.
―Dios Willow, está tras de ti y no me gusta eso…
―No sé para qué me quiere ―le susurro.
Jagger niega, y pasa los dedos por su cabello. Sus nudillos están hinchados,
Dios, pobrecito.
―Tengo que salir, algo está pasando, él no está aquí para hacer las cosas
bien.
―Tampoco lo creo ―susurro, abrazándome.
―Cariño, ¿estarás bien aquí?
Asiento débilmente.
―Cierra las puertas, llamaré antes de volver a casa. No abras a nadie.
Me besa rápidamente, y luego agarra su teléfono y las llaves.
―¿Jagger?
Se vuelve para mirarme, sus ojos exploran mi cara.
―Siento seguir poniéndote en medio de todo esto.
Él se acerca y toma mi rostro entre sus manos.
―No hiciste nada, esto no es sobre ti nena, esto es él haciéndolo con o sin ti.
Asiento y él me besa de nuevo, después se va y me quedo sola. No puedo
envolver mi mente alrededor de lo que pasó allí. Jagger es un luchador letal y su
padre lo sabe. ¿Por qué no supe esto? Me siento como que he estado perdiéndome
una gran parte de la historia de Jagger. Con una respiración profunda, me paro y
camino a la cocina. Necesito algo para calmar mis nervios.
Mi teléfono suena cuando estoy preparándome un trago de whisky. Echo un
vistazo a la pantalla, es Joey.
Cierro los ojos un momento, y luego contesto:
―Hola Joey.
―Oye chica, no suenas tan bien. ¿Estás bien?
―Estoy bien, sólo tengo uno de esos días. ¿Qué pasa?
― No mucho, sólo quería decirte que me voy por unos meses. Me ofrecieron
un increíble trabajo de modelo.
―Aw Joey, ¡apenas te he visto! ―frunzo el ceño.
Él se ríe.
96
―Lo sé chica, pero no te preocupes, regresaré. Te lo juro.
―Estoy feliz por ti, de verdad. Cuéntame sobre él.
Me habla de un contrato que pescó y de cómo su sede está en Nueva York.
Estoy orgullosa de él, Joey tiene talento y no me sorprende que haya sido escogido
y que le hubieran ofrecido un trabajo increíble.
―Estoy tan feliz por ti. ―Sonrío.
― Gracias chica, ¿cómo van las cosas contigo de todos modos?
―Oh… ya sabes… el usual novio proteccionista.
Él se ríe.
―Por lo menos lo compensa con ser caliente.
Me río.
―Es cierto.
―Mira, me tengo que ir. Te llamaré cada semana, ¿de acuerdo?
Suspiro.
―Está bien Joey, buena suerte. ¡Te voy a echar de menos!
―Yo también, te llamaré.
―Adiós Joey.
―Adiós chica.
Cuando cuelga, cierro los ojos y frunzo el ceño. Echaré de menos a Joey,
apenas llegué a conocerlo y ya se está yendo lejos. Lanzo mi teléfono hacia la mesa
y tomo un trago del whisky. Es cuando suena el timbre. Jagger me dijo que me
llamaría, así que sé que no es él. Dudo. No quiero abrirla después de lo que pasó
allí.
―¿Hola? ¿Johnny?
Que mierda. Es la tía Haggard. Me acerco y abro, sólo para enfrentarme a una
Mary conmocionada. ¿Por qué alguien simplemente no me dispara? Sería más
amable.
―Mary ―digo con voz llena de acero.
Ella frunce el ceño. Está sosteniendo un bolso grande bajo el brazo izquierdo
y una bolsa llena de comestibles en su otra mano.
―Estoy buscando a Johnny.
―Jagger no está aquí.
Hago un punto al llamarlo Jagger, porque sé que lo odia. Ella arruga la cara y
97
me mira. Sonrío dulcemente.
―Bueno, esperaré por él.
―Preferiría que no lo hicieras.
Sus ojos se abren.
―¿Él sabe que eres tan grosera cuando no está?
―Igual que tú, TÍA Mary.
Ella entrecierra los ojos y me da una mirada verdaderamente horrible.
―Bueno, tengo algunas cosas para él que sé que va a apreciar.
Pasa junto a mí y entra en la cocina.
―Claro, entra, siéntete como en casa ―murmuro sarcásticamente.
Ella deja caer las bolsas en el mostrador y comienza a sacar el contenido. Pone
las fotos sobre el banco y mi corazón brinca cuando veo que esas fotos son de
Jagger y Sharleen. Mi corazón se aprieta y me quedo mirando con horror mientras
ella sonríe hacia ellas como si fueran fotos de su hijo perdido hace mucho tiempo.
Maldita bruja.
―Estaban tan enamorados, hasta que llegaste tú y le hiciste pensar que
quería algo diferente. Si no estuvieras alrededor, habrían estado juntos cuando ella
regresó.
Puedo ver las fotos claramente ahora, y el dolor que se clava en mi corazón es
extremadamente desagradable.
Jagger y Sharleen mirándose a los ojos en una playa, ella está en un hermoso
vestido blanco y él está usando una camisa negra y jeans. Está sonriendo hacia ella,
y puedo ver puro amor en su expresión.
Mi mandíbula rechina mientras voy a la siguiente foto en la colección de la tía
Satanás.
Es una foto de Jagger, con los brazos envueltos alrededor de Sharleen desde
atrás. Su cara está enterrada en su hombro, como si estuviera respirando en su
cabello, y puedo ver su sonrisa. Ella ríe, su cabeza está echada hacia atrás y el
viento sopla en su bonito vestido amarillo. Mi corazón se agrieta por la mitad, sólo
muriendo un poco más.
―Estaban tan enamorados, no tienes idea.
―Te agradecería ―le susurro―, si te vas ahora. 98
Ella se da vuelta y me mira fijamente, la expresión en su cara no tiene precio.
Esa perra está actuando como si no hubiera hecho nada mal. Sus ojos son grandes
y se encoge suavemente.
―¿Te ofendí de alguna manera?
―¿Ofendida? ―siseo―. Sí, me ofendiste muy bien. ¿Quién te crees que eres?
Si no te gusto, bien, pero cómo te atreves a venir aquí y hacerme sentir así. Eres
una cruel, horrible mujer y todo lo que estás haciendo lo está empujando más y
más lejos de ti. Si te gusta tanto Sharleen, ve y malditamente cásate con ella.
Su boca cae abierta, y la puerta principal se abre al mismo tiempo. Jagger da
unos cuantos pasos dentro y se detiene cuando la ve. Entonces sus ojos se posan
sobre la foto y se amplían.
―¿Qué es esto? ―articula.
―Pensé que te podían gustar, estaba haciendo una cosa buena y tu noviecita
decidió abusar de mí.
Quedo atónita.
―¿Cómo te atreves?
Ella se cruza de brazos y lágrimas realmente corren por sus mejillas. Oh
maldita falsa, ahora está fingiendo llorar. Jagger se acerca y mira hacia las fotografías
por un largo rato, y luego me mira. Me preparo, segura de que estará enojado
conmigo, pero cuando su fría voz rompe el silencio, no está dirigida a mí.
―Era una persona diferente en ese entonces, un pobre hombre que no tenía
futuro. Tuve una mujer que me importaba, y me casé con ella, pero esa mujer me
mintió. Me rompió el corazón y mintió. ¿Cómo te atreves a venir a mi casa y traer
fotos como éstas y meterlas bajo la nariz de mi novia? Si no puedes aceptar que
Sharleen y yo terminamos, entonces ya no eres bienvenida en mi casa. Si puedes
aceptarlo, entonces necesitas superar tu odio hacia Willow, porque si ALGUNA
VEZ vuelves a tratarla así, juro por mi alma y todo en ella, que verás lo peor de mí
y no te va a gustar.
Mary lo mira con horror, quien no alzó la voz ni una vez, pero las palabras
están esculpidas en hielo estucado y son mortales. Ella pone una mano sobre su
corazón.
―Yo te crié, te di todo, ¿y así es como me hablas?
―Te quiero tía Mary, y te quiero en mi vida, pero no tienes derecho a venir
aquí y comportarte de esta manera. No voy a tolerarlo ni un momento más. Esta 99
mujer es mi vida y puedes aceptarlo o no, pero no voy a aguantar esta mierda de
juegos mentales.
―Estoy tan herida Johnny, ¿cómo puedes decir esas cosas?
―No quiero tener que decirlas, pero sabes tan bien como yo lo que estás
haciendo. Necesito que te detengas, porque estoy en un infierno de estado de
ánimo en este momento y no tengo paciencia para esto.
Ella agarra su bolso y levanta la barbilla, actuando como si sus palabras no la
hubieran golpeado con fuerza, pero ambas sabemos que sí fue así.
―Te llamaré más tarde, estoy demasiado enojada para hablar contigo ahora
mismo ―dice, y luego sale por la puerta.
Jagger gira y agarra las fotos en la mesa y comienza a romperlas. Lo miro, y
después a los marcos de las fotos que ahora están en pedazos.
―No importa que las hayas roto, ya las vi.
Él se detiene en romperlas y me mira. Está salvaje, puedo verlo en sus ojos.
Estoy bastante segura de que nunca lo he visto tan enojado. Algo debe haber
sucedido durante su ausencia.
―Me importa un carajo si las viste, no las quiero.
Continúa rompiéndolas y yo mirando, herida.
―Se veían felices.
Él me mira de nuevo y ladra:
―Yo era feliz, jodidamente me casé con ella. ¿Por qué crees que fue Willow?
No voy a retroceder y mentir, y fingir que me vi obligado a casarme y que odiaba a
mi esposa. Los hombres débiles les mienten a sus nuevas esposas sobre sus
antiguas esposas. Me casé con ella porque la amaba, porque fue mi mundo una
vez. ¡Quiero malditamente superarlo y seguir adelante, porque ya lo hice!
Miro hacia abajo y siento temblar mi labio. Una sola lágrima caliente se
desliza por mi mejilla y oigo a Jagger gruñir una maldición. Luego, su mano está
en mi mandíbula, moviendo mi cabeza hacia arriba.
―Tú eres mi vida ahora, eres por lo que me despierto. Tengo sentimientos
por ti como nunca he experimentado con ninguna mujer, nunca mentí sobre eso,
pero tampoco voy a pretender que una vez, no fuiste importante. El pasado es
exactamente eso Willow, pasado.
Asiento, demasiado cansada como para molestarme en hablar. La mirada de
Jagger busca en mi cara, y antes de que pueda decir cualquier otra cosa sus labios 100
están en los míos. Su beso no es suave, ni persuasivo. Es una demanda, una
demanda de que sienta lo que siente, una demanda de que sepa de la
desesperación en su corazón. Su mano libre se enreda en mi cabello y su cuerpo
presiona contra el mío. No puedo evitar responder, no quiero nada más que sentir
cada parte del hombre que tiene capturada mi alma.
Él comienza apoyarme hasta que mi espalda está contra la pared. Rompe el
beso abrasador y me mira fijamente a los ojos. No sé si está buscando confirmación
para seguir adelante, o si sólo quiere ver mi cara cuando me desviste. Agarro su
mandíbula, y tiro de su boca de nuevo a la mía. Con un gruñido, su mano
desciende y resbala hasta mi muslo. Cuando llega al dobladillo de mi vestido, se
desliza hacia arriba. Luego agarra mi pierna y la envuelve alrededor de su cintura.
Sé que esto no será hacer el amor, sé que no habrá ningún juego previo o
besos tiernos. Esto será duro, rápido, crudo y primitivo. Está perfectamente bien
conmigo, porque tener a Jagger en mi interior, follándome desesperadamente hasta
que no podamos respirar, es lo único que quiero ahora. No sólo es lo que quiero, es
lo que necesito. Su mano libre se arrastra hacia abajo y encuentra mis bragas, con
un movimiento rápido su muñeca desaparece.
Agarra sus vaqueros y tira hacia abajo con tanta fuerza que el botón sale
volando. Cuando su pene se libera, lo agarra en su mano y luego se mete de sólo
un toque. En una fracción de segundo, está dentro de mí, llenándome hasta la
empuñadura. Gimo y agarro sus hombros, presionando mi pecho contra el suyo.
Me estremezco cuando sus labios encuentran mi cuello y comienza a morder y
chupar la carne allí.
Mueve sus caderas hacia arriba, hundiéndose en mí y tirando hacia atrás con
tal intensidad que estoy mareada de deseo. Sus dedos pellizcan mi trasero
mientras los utiliza como apoyo para sus embestidas. Son furiosas, llenas de lujuria
y es tan jodidamente increíble que mi cabeza da vueltas. Siento un golpe en ella
contra la pared mientras las lágrimas de un orgasmo me recorren tan rápido que
momentáneamente me aturde.
Los gruñidos y gritos de Jagger llenan mis oídos mientras entierra su cabeza
en mi hombro y me monta con tanto calor, que quema. Está murmurando mi
nombre y silbando maldiciones mientras sus embestidas se endurecen y son
más rápidas. Entonces, echa la cabeza hacia atrás y ruge mi nombre mientras
encuentra su liberación. Puedo sentirlo palpitar dentro de mí, y sé que tendré
moretones en mi trasero una vez que haya terminado de apretarme con cada pulso
de su pene. Poco a poco, se detiene, pero no mueve la cabeza de mi hombro.
―¿Jagger? ―susurro. 101
―Malditamente te amo Willow, pero estás matándome.
Pongo mis manos en su pecho y puedo sentir su corazón latiendo
rápidamente. Me deslizo hacia arriba hasta que mis dedos se enredan en su cabello
desordenado.
―Todo mejorará.
― No importa si lo hace o no, tú eres mi vida ahora y no hay una puta forma
que te deje ir.
Y quería decir eso, lo sabía tan bien como lo conocía.
Capítulo 11
―¡Mierda! Esta película es una basura. ―Ava se ríe, recostándose contra el
sofá en su pijama floral.
―Totalmente una mierda. ―Jenny está de acuerdo.
Sonrío y giro mi cabello entre los dedos.
―Por lo menos tenemos una noche lejos de los chicos, eso tiene que ser algo,
¿correcto?
―Lo sé, pero, ¿en serio? ¡Estamos viejecitas!
Me río.
―¿Qué crees que están haciendo por allá?
―Probablemente jugando póker y presumiendo quién tiene el pene más
grande.
Todas nos echamos a reír. 102
―¿Qué crees que piensan que estamos haciendo? ―pregunta Jenny.
―Probablemente bailando desnudas y golpeándonos una a la otra con
almohadas.
―Dios, ese es un pensamiento masculino tan típico. ―Me río.
Ava se ríe y se levanta.
―¿Qué dices si agitamos esta olla?
Jenny levanta las cejas.
―¿Ah, sí?
Ava recoge mi teléfono, y hace señas frente a mi cara.
―Esos viejos hombres y su juego de póquer, no sabrán lo que les golpeó
cuando vean las fotos que estamos a punto de enviarles.
Sonrío maliciosamente y me paro.
―Claro que sí, vamos a mostrarles una fiesta de pijamas real.
Ava toma la chaqueta de su pijama y se la quita, sólo dejándose el sujetador.
Se deja caer en el sofá, dándome mirada seductora.
―¡Vamos chicas!
Jenny sonríe y se quita su pijama, está sentada en sujetador y ropa interior.
Hago lo mismo y me enredo entre ellas, estirando mi brazo para poder
sacarnos a todas en la foto. Hacemos todo lo posible por poner ojos sexys y hago
clic en una foto.
―¡Muéstramela!
Se las muestro y todas nos echamos a reír.
―¡Tendrán un ataque!
Le envío la foto a Jagger, y veo a Jenny y a Ava haciendo lo mismo. Me
pregunto a quién se la enviará Jenny.
Apuesto a que es a Ace. Como si no nos hubiéramos dado cuenta de cómo
han estado viéndose el uno al otro toda la semana pasada.
Mi teléfono suena un momento después.

J: ¿Qué mierda?
W: Es una fiesta de pijamas, ahora estamos desnudas.
J: ¡Malditamente yendo para allá ahora! 103
W: Ah, ah, va contra las reglas.
J: Me da malditamente igual.

Sonrío y le muestro los mensajes a Ava, ella se ríe y me dice que Angel tuvo
una reacción similar. Por el aspecto de la cara de color rosa de Jenny, Ace tuvo una
buena reacción también.
―Necesito un trago ―digo, parándome.
Ambas se levantan y me siguen, y acomodamos una línea de vasos de
chupito.
―¿Cuál es tu sabor? ―pregunto―. El gran hombre tiene un poco de todo.
―¿Whisky? ―dice Ava.
Jenny sonríe y se encoge de hombros, estando de acuerdo. Vierto los vasos de
chupito y todas nos bebemos una ronda, así que echo otra. Al cabo de una hora
estamos bailando con la música y muy alto por lo que la casa tiembla.
―Mierda, ¡haremos enojar a algunos vecinos! ―grita Ava sobre el sonido en
pleno auge.
―¡No tenemos vecinos! ―Me río.
―¿Deberíamos irrumpir en la fiesta de los hombres?
Aplaudo.
―Oh, infiernos sí, vamos a hacerlo.
Todas nos colamos fuera del apartamento, riendo como un montón de…
bueno… de chicas borrachas. Estamos en nuestra ropa interior todavía, y no nos
importa. Nadie nos puede ver en el complejo de apartamentos. Nos apresuramos
al apartamento de Angel y podemos oír sus voces en el interior.
Miro a Jenny y Ava, y todas reímos.
Entonces, llamamos a la puerta.
―¿Quién es? ―grita Angel.
―Servicio de habitaciones. ―Todas damos una risita.
La puerta se abre, un momento después y Angel sonríe hacia nosotras.
―Sabía que las chicas no podrían mantener su distancia. ¿Dónde demonios
está su ropa?
Me asomo a la vivienda, y toda la pandilla está sentada alrededor de una 104
mesa de naipes. Jagger me sonríe cuando entro, llevando casi nada. Me deslizo en
su regazo y le doy un infierno de beso.
―Bueno, hola a ti también. ¿Te bebiste todo mi whisky nena y dónde diablos
está tu ropa?
―La mitad y la dejé en tu casa. ―Sonrío.
Ava se encuentra en el regazo de Angel y para mi sorpresa, Jenny está
sentada al lado de Ace riendo y susurrando en su oído. La mano de Jagger se
desliza hacia arriba de mi muslo desnudo y se inclina cerca, su aliento hace
cosquillas en mi oído.
―No me gustan estas piernas desnudas, nena.
Sonrío y Bull atrapa mi mirada y me guiña un ojo. Rusty se ríe y niega.
―¡La maldita noche de póquer ha sido asesinada! ―Se ríe.
―Podemos irnos, sólo queríamos un beso… o dos.
Los dedos de Jagger están bajo mis bragas ahora y está acariciando mi clítoris.
Esa mierda descarada, él no es lento sino absolutamente seguro. Agarro su brazo,
deteniéndolo pero su dedo sigue dándome estocadas. Maldita sea, tanto como amo
sus dedos encima de mí, no voy a venirme en una mesa. Me giro y su mano se
desliza libre.
Tomo su cara y miro hacia él, pasando mi lengua por su labio inferior.
―Después nene.
―Ahora ―raspa.
Mueve sus caderas y puedo sentir su erección contra mi trasero. Me levanto y
les sonrío a todos.
―Tengo que hacer pis.
Camino por el pasillo y escucho a Jagger decir lo mismo.
―Ah, amigo, ¡jodidamente no dejes manchas en mi lavabo! ―grita Angel.
Oigo la risa floreciente de Jagger venir por el pasillo detrás de mí. Cuando
entra al cuarto de baño, salto sobre él. Tengo los brazos alrededor de su cuello y
mis piernas están alrededor de su cintura antes de que pueda hablar. Él gruñe y
me empuja contra el lavabo, cerrando de golpe la puerta detrás de él. Me apoya
contra él y muerde mi labio inferior.
―¿Quieres que te folle duro, nena?
105
―Sí ―gimo.
―Bueno, porque te haré gritar.
Sus manos están en mi ropa interior, y sus labios se encuentran en mi cuello
en un segundo. Sus dedos se deslizan dentro de mí y yo grito, agarrando sus
hombros.
―Eso te enseñará a no jugar conmigo, no juego bien cuando se están
burlando de mí.
―Dios ―gimo mientras desliza sus dedos dentro y fuera más rápido.
Coloca una mano sobre el espejo de cristal detrás del lavabo y le oigo abrir
sus vaqueros. Usa la otra para sostener mi trasero y me deslizo hacia adelante así
que estoy sentada en la pequeña parte de la banca antes de hundirme en el lavabo.
Él se inclina hacia mis caderas y luego se conduce en mí con fuerza y rapidez.
―Jagger, oh, mierda.
―Llámame Johnny cuando te vengas nena, quiero oírte decirlo. Di mi
nombre real, grítalo.
Sus palabras envían temblores violentos a través de mi cuerpo y me muevo
abajo, mientras él choca contra mí con tanta fuerza que el banco cruje. Su mano
golpea el vidrio y la otra está una vez más pellizcando mi muslo que utiliza para
conducir sus embestidas.
―Eres tan perfecta nena, tan malditamente hermosa.
Su voz es ronca y profunda, y me lleva al límite. Aprieto y luego libero tan
duro que grito su nombre.
―Johnny, mierda. ¡Oh, mierda!
―Dilo de nuevo ―ruge, empujando con más fuerza.
―Johnny, oh, Dios ¡Johnny!
Ruge su liberación y su mano golpea con tanta fuerza contra el cristal que
estoy bastante segura de que casi lo destruyó.
Se deja caer hacia abajo, un momento después y mi trasero se desliza hacia
atrás en el lavabo. Aterrizo con una risita y él retrocede, sonriéndome.
―Bonito asiento.
―Creo que todos me oyeron gritar tu nombre, sabes eso ¿verdad?
Él sonríe.
―Oh nena, lo sé. 106
―Sucio vagabundo.
Él se ríe y me saca del lavabo, y luego me acomoda, para que parezca
razonable de nuevo. Le ayudo con sus vaqueros y él se queda mirando hacia mí
con ojos lujuriosos mientras lo hago.
―Deja de mirarme así ―digo, ruborizándome.
―Por qué, eres malditamente bonita.
―Tú también.
Él sonríe y me da un beso en los labios. Después dejamos el baño. Cuando
salimos, todo el mundo se levanta y aplaude. Mis mejillas se calientan y me
gustaría poder hundirme. Me oyeron bien.
―¡Tú, maldito animal Jagger! ―Ríe Angel.
―Oh, Dios ―gimo, cubriendo mi cara.
―¡Johnny, oh Johnny! ―Ace se burla.
Recojo lo más cercano, que es el teléfono de Jagger y se lo tiro a la cabeza. Él
ruge de risa cuando se cae de su silla tratando de esquivarlo.
―La venganza es dulce hermano. ―Ríe Jagger.
―¡Le doy la bienvenida a tu venganza, Johnny! ―Finge gemir.
―Cállate, tú herramienta. ¡Por lo menos recibí un poco! ―le digo, lanzando
una almohada a su cabeza.
―¡De verdad! ―dice él riendo, poniéndose de pie.
―Volvamos a nuestra fiesta ahora. ―Sonrío.
Ava y Jenny, quienes se encuentran en lágrimas por la risa, se levantan. Se
toman las manos y me disparan una mirada que no puedo aguantar mucho
tiempo. Pronto me estoy riendo también. Jagger se apodera de mi cara y se inclina
hacia abajo, besándome una vez más.
―Nos vemos luego, cariño.
―Que se diviertan ¡Y no hagan nada que no haríamos!
Le sonrío a Jagger, una vez más, y le digo te amo antes de salir por la puerta.
Poco puedo saber, que mi vida está a punto de cambiar.

107
Capítulo 12
Caminamos a través de mucho para volver a nuestro apartamento cuando de
la oscuridad salen Mick y Sharleen.
Me detengo, viéndolos. Estoy sorprendida, no sólo porque su padre tuvo el
descaro de volver sino porque Sharleen está con él. Ava y Jenny se detienen
cuando yo lo hago, y siento una ola de inquietud recorrerme.
―Hola Willow ―dice Mick, levantando un arma.
―No grites. Me aseguraré de disparar ―encaja Sharleen.
Jenny y Ava calman los gritos que iban a dejar salir. Mi corazón empieza a
golpear.
Esto no es bueno, esto no es bueno en absoluto.
―Sharleen, si gritan, dispárales.
Observo mientras Mick camina alrededor, sacando una botella y un paño del
bolsillo de su mochila. Inclina el líquido sobre la tela y lo sostiene sobre la boca de 108
Ava, me toma un momento darme cuenta de lo que es. Es cloroformo.
Grito mientras Ava se hunde en el suelo. Un momento después, Jenny está a
su lado.
―¡No las lastimes! ―grito.
―No lo haré. Permanecerán aquí hasta que alguien las encuentre, no es que
las quiera.
Me quedo mirando a Mick y luego me vuelvo hacia Sharleen.
―¿Cómo pudiste?
Ella se encoge de hombros.
―Tuve que hacer lo que tenía que hacer.
―¡Él te amaba! ―gruño.
―Bueno, esa es su propia culpa, ¿no?
―Lo siento Willow, pero simplemente no tenemos otra opción ―dice Mick, y
luego sus brazos están alrededor de mí y esa tela está en mi cara antes de que
pueda gritar.
En momentos, mi mundo se vuelve negro.
* * *

Me despierto de un salto, saliendo de mi bruma lentamente. En un minuto


estoy en la oscuridad, al siguiente estoy ampliamente despierta y mirando a la
oscuridad. No sé dónde estoy, ni siquiera sé cuánto tiempo he estado desmayada,
pero sé que estoy en algo profundo, con mierda hasta el cuello.
Me esfuerzo por moverme, solo para encontrar que estoy atada con fuerza.
Mis brazos están detrás de mi espalda y mis pies atados juntos con tanta
fuerza que mis tobillos están latiendo.
Grito cuando trato de maniobrar, y las ataduras cortan furiosamente mi piel.
Gruño de frustración y parpadeo rápidamente para tratar de ajustar mis ojos a la
luz. Revivo mis últimos momentos, y me acuerdo de Mick y de Sharleen. Todo el
tiempo ella estuvo trabajando con el padre de Jagger, todo el tiempo lo estuvo
traicionando. Deberíamos haberlo sabido, ¿cómo podríamos haber sido tan
ingenuos? Me muevo de nuevo, pero el dolor es simplemente demasiado.
Oigo pasos fuera de la puerta, y luego ésta se abre y la luz es encendida. 109
Cierro mis ojos a la cegadora luz, es como tener a alguien prendiendo la luz a
primera hora de la mañana. Cuando finalmente logro abrir los párpados, veo a
Mick parado en la puerta con Sharleen. Los dos están mirando hacia mí, y mientras
la expresión de Mick es reflexiva, la de Sharleen es simplemente sádica. Maldita
perra.
―Estás despierta, ¿cómo te sientes Willow querida?
―¡Vete a la mierda! ―escupo.
―Ya, ya, no te vayas enojar conmigo. No te lastimaré.
―Mierda, ¡eres un mentiroso y un cobarde!
Mick aprieta la mandíbula.
―Cierra la puta boca o la cerraré por ti ―gruñe Sharleen.
―Shaz… detente ―le ordena Mick.
Sus ojos se abren y mira a Mick. Él no la mira.
―¿Me malditamente escuchaste?
Con una maldición, ella se da la vuelta y se va. Mick cierra la puerta y,
entonces se queda mirando pensativo hacia mí. Después se arrodilla a mi lado y
extiende el brazo, pasando sus dedos por mi mejilla. Yo le doy un tirón a mi
cabeza.
―Sabes, no te quería cuando este plan se tramó, pero luego te vi en la playa
esa noche y cambié de opinión.
¿Él no me quería? ¿De qué está hablando?
―Me secuestraste, si no me querías, ¿por qué estoy aquí? ―le susurro.
Se ríe, es un sonido sordo y profundo.
―No te diste cuenta, ¿verdad?
―Me di cuenta lo suficiente. ¡Eres un psicópata y también lo es tu pequeña
perra de allí!
Él pierde su sonrisa.
―No soy el psico Willow, sólo estoy haciendo lo que es necesario.
―¿Qué tengo yo que ver con eso? ¡No les hice nada a ninguno de ustedes, no
voy a ser su esclava!
Él se ríe de nuevo.
―Como te dije, no te diste cuenta, ¿verdad? 110
―¿Darme cuenta de qué? ―gruño.
―Nunca se trató de ti, Willow. Mi hijo centró todo su tiempo en tratar de
protegerte, cuando no era a ti a quien queríamos.
―Yo no…
―Viste a mi hijo pelear, ¿no?
―¿Qué tiene eso que ver con nada?
―¿Cuánto te dijo sobre mi ring de pelea?
¿Su ring? ¿Él dirigía el ring letal? Oh, Dios.
―Esa isla es tuya…
―Por supuesto que es mía. Por qué crees que me fui después, sabía que tu
padre tenía la información y la necesitaba. También sabía que mi hijo quería esa
información para delatarnos. Porque fui yo quien empezó su pequeña pandilla.
―Él la empezó ―protesto.
―No, él la empezó cuando no le di otra opción. Yo enganché a su amigo en
las drogas y cuando se comenzó a meter en problemas, mi hijo tomó su elección. Se
unió con ellos y aquí estamos.
―Yo no…
Todo hizo encajo ahora.
Ace estaba en problemas y Jagger creó la banda para ayudarlo. Quería esa
información de mí, para poder detener lo que estaba dirigiendo su padre. Mi padre
se apoderó de esa información, y así es como entré en la imagen.
―¿Lo sabe? ―le pregunto, mi voz ronca.
―No, sabe que tengo a Ace enganchado pero no tiene ni idea de que estoy
dirigiendo todo el espectáculo.
―Tenías a Sharleen contigo. ―Pienso en voz alta.
―Sí, Sharleen siempre tuvo algo por mí, así que fue bastante fácil usarla.
Conocía a Jagger y habían comenzado algo, así que la envié a averiguar más sobre
él. La amó una vez, sabía que se enamoraría de su historia. Ella consiguió la
información que necesitaba para secuestrarte a ti, consiguió el código de acceso a la
puerta e instaló cámaras para que viera todo lo que pasaba.
Oh Dios… esa maldita vagabunda.
―¿Por qué me atrapaste a mí? ―digo, llegando directamente al grano.
―¿No es obvio?
111
―No para mí.
―Es muy sencillo niña, tengo un ring de pelea y me dará mucho… mucho
dinero.
Entonces la verdad me golpea como un ladrillo en la cara.
Nunca ha sido acerca de mí, todo esto… es por Jagger.
Él quiere a Jagger.
Capítulo 13
Decir que estoy recuperada es un eufemismo. Todo el tiempo me han estado
protegiendo, y lo único que querían era una cosa. A Jagger. No puedo creer que
fuéramos tan ingenuos y ahora su vida está en grave peligro. Mick me dijo que me
va a utilizar como intercambio, que me dejará ir cuando Jagger se compromete a
pelear para él. Si Jagger trata de huir, hará que alguien me mate. Funcionará
porque sin la protección de Jagger, estoy por mi cuenta.
―Él es tu hijo ―le susurro, horrorizada.
―Exactamente, y tiene talento. No pienso hacerle daño…
―¡Le estás pidiendo pelear por dinero, podría morir!
―Mi hijo es el mejor boxeador que hay, no morirá.
―Tal vez no de inmediato, pero no es mucho tiempo el que alguien puede
sobrevivir cuando están siendo golpeados todos los días.
―No es ningún asunto tuyo, cuando él no esté de acuerdo puede negarse. 112
―Lo amo, ¡no podré seguir adelante!
―Podría ser peor. ―Asiente―. Lo podría usar para traficar, o para el caso.
―Me suicidaría antes de que llegaras tan cerca.
Él sonríe.
―Escuché que tuviste ciertos… inquilinos…
―No soy débil, si eso es a lo que estás tratando de jugar.
―No, no creo que seas débil, ahora ¿por qué dices eso?
Él está sonriendo hacia mí y quiero darle una bofetada.
―Sé lo que estás tratando de hacer, y no va a funcionar.
Su sonrisa se ensancha.
―¿Y qué es eso?
―No juegues conmigo, estás tratando de hacerme reconsiderar lo que sé de
mí misma. Estás tratando de entrar en mi mente, pero no va a funcionar.
¿Entiendes?
Sus ojos brillan.
―Sabes Willow, tienes chispa, sólo podría usarte hasta que mi hijo llegue
aquí.
¿Usarme? Se me revuelve el estómago. Él no… ¿verdad?
―Lo intentas y te morderé el pene y lo escupiré en tu cara.
Sus ojos tienen hambre.
―Mira ahora, eso sólo me excita, el que me digas ese tipo de cosas.
―Maldito enfermo ―gruño.
―No estoy enfermo, sólo soy un hombre. Tal vez deberías volver a pensar en
palabras como pene antes de decírselo a un hombre que te encuentra
increíblemente atractiva.
¿Él me encuentra atractiva? ¿Qué carajos? Tal vez sea una especie de cosa de
“pertenece a mi hijo y no puedo tenerla”. Siento que se me acelera el pulso, y no en
el buen sentido, cuando él toma mi cara de nuevo.
―Voy a besarte Willow, porque simplemente me estás pidiendo que lo haga.
―Por favor, no ―susurro, apretando los labios con fuerza.
―No hagas como si no me encontraras atractivo, tú y yo sabemos que lo 113
haces.
―Pensar que eres atractivo y sentirse atraída por ti son dos cosas muy
diferentes.
―Chica inteligente, pero no me importa cualquiera.
―No me violes, te lo ruego.
Él se sienta de nuevo, sus ojos muy abiertos.
―¿Crees que te violaría?
―Sé lo que pasa en ese ring, también sé que no eres un buen hombre. No
finjas que no quieres violarme.
―¿Te das cuenta de que la mitad de las mujeres están aquí porque quieren
estarlo y que la otra mitad son tan débiles mentales que no les importa?
―¡LES IMPORTA! ―grito―. Han estado tan jodidas de la cabeza que no se
dan cuenta. No me convertiré en esa chica. Intenta eso conmigo y me mataré antes
de que puedas acercarte.
Él niega, sonriendo de nuevo.
―Ahora Willow, sígueme amenazando y no tomaré amablemente las
amenazas.
―Entonces me golpearás, me atarás pero no pondrás ninguna parte de ese
sucio cuerpo sobre el mío.
Él se inclina cerca y con propósito desliza sus labios sobre los míos. Yo tiro mi
cabeza hacia atrás y me zafo de él, me siento como un perro rabioso en estos
momentos.
―Haré lo que me dé la gana, y si me amenazas otra vez, podría reconsiderar
mis valores sobre violación.
Luego se pone de pie y camina hacia fuera, dejándome sola y tan jodidamente
asustada que no puedo pensar con claridad. No sé lo que me va a pasar ahora,
pero sé esto, no quiero que Jagger venga aquí. Preferiría arriesgar mi vida, a que él
termine donde sé que lo hará si viene a salvarme. Lo triste es, que sé que me va a
salvar, porque piensa de la misma manera que yo.

114
Capítulo 14
No me di cuenta hasta que me estaba moviendo, que estábamos en un barco.
Cuando salgo a la luz del día, mis ojos se abren. Estamos en una isla, bien, pero
básicamente se ha construido como una pequeña ciudad. Casas, refugios, diablos,
incluso coches se extienden sobre ella. Sé por qué Jagger estaba tan decidido a
averiguar sobre este lugar; diablos sé por qué los policías querían este lugar. Es
alucinante.
Mick me jala y empuja mis piernas para que se muevan. Sharleen está de pie
a su lado y me está dando esa horrible sonrisa malvada que ha practicado con
tanto cuidado. Pasamos por delante de muchas personas, quienes casi parecen
normales, si no sabes lo que pasa aquí. Mick me tira a una gran casa de piedra, y el
hombre de pie en la puerta lo saluda. Cuando damos un paso dentro, miro a mi
alrededor y mis ojos se abren.
La casa en sí es enorme, con paredes de piedra, techos altos y pisos de
cemento. No es lujosa en ningún sentido, pero es enorme. Hay muebles básicos 115
llenando las habitaciones, pero nada espectacular. Mick me lleva por un largo
pasillo, y luego presiona algunos números en un teclado y entramos en una
habitación asegurada.
Cuatro hombres y dos mujeres están en esa sala y siento la bilis en mi
garganta.
La vista ante mí verdaderamente me cambia la vida. Dos mujeres están en sus
manos y rodillas, con la cabeza inclinada. Dos de los hombres están inclinados
hacia atrás en el sofá, fumando cigarros y descansando los pies sobre las mujeres…
como si estuvieran colocados en taburetes. Trago, de repente dándome cuenta de
la situación en que me han puesto.
Mick me tira más cerca de los hombres y sus dedos se aprietan alrededor de
mis brazos.
―La tengo ―dice con sencillez.
Los cuatro hombres me recorren con sus miradas; dos continúan fumando
sus puros.
―¿Él va a venir por ella? ―dice uno.
―Sí, estoy seguro que vendrá por ella.
Los hombres se inclinan, pero no puedo quitar mis ojos de las mujeres en el
suelo.
―¿Te gusta lo que ves, pequeña? ―ronronea uno de los hombres y yo muevo
mi cabeza.
―¡Ustedes, malditos monstruos!
Ellos lanzan la cabeza hacia atrás y se ríen.
―Mick, parece que necesitas enseñarle a tus invitados algunos nuevos
modales.
―Parece que sí.
―¿Va a unirse a nosotros, entonces?
―¡Y una mierda! ― gruño―. Nunca me pondré de rodillas para ninguno de
ustedes.
Los ojos de Mick dan una llamarada y se vuelve hacia mí.
―Ahora, podemos hacer esto por las buenas o por las malas, la elección es
tuya pequeña. Puedes hacer lo que te digo, y ser mía y sólo mía, o puedo
compartirte. ¿Cómo será?
116
―¡Ninguna de los dos!
Sharleen ríe amargamente.
―Crees que te está tomando el pelo, ¿verdad?
―Sharleen, tal vez puedas mostrarle lo que pasa por aquí y tal vez ella pueda
hacer la elección por su cuenta.
Sharleen sonríe, y de repente está en sus rodillas. Sus manos van a los
pantalones vaqueros de Mick y miro lejos. ¿Qué está haciendo? ¿Qué diablos está
haciendo? Ella llega dentro de sus pantalones y saca su erección, creo que voy a
vomitar.
―Sharleen me pertenece, me complace cuando le pregunto, cuando le pido
algo. Si no, entonces pertenecerá a ellos. Mira querida, ve tus opciones.
No puedo, simplemente no puedo mirar. Mick agarra mi barbilla y da un
tirón a mi cabeza, pero cierro los ojos.
―Ábrelos o que Dios me ayude, voy a encadenarte y dejar que todo el
mundo en este lugar te folle antes de que la noche termine.
De mala gana, abro los ojos. Sharleen está chupando a Mick, su cabeza sube y
baja en su erección. Él está duro como una pared, de pie y mirándome a los ojos
afectados por el miedo. Es como si no sintiera nada de nada, es como si ella fuera…
fuera un objeto. Ella chupa más fuerte y me siento enferma, quiero acurrucarme y
arrojar el contenido de mi estómago por todo el suelo.
Mick gruñe, y luego miro a Sharleen tragar frenéticamente. Dulce Jesús. Me
voy a desmayar. Mick todavía está agarrando mi cara, sus ojos todavía están
depositados en los míos con esa mirada mortal. Luego, mueve mi cabeza en torno
a los otros cuatro hombres.
―Ahora bien, esto es lo que pasa si no me sirves como Sharleen acaba de
hacer. Muchachos, por todos los medios, muéstrenselo.
Uno de los hombres ladra una orden, y las dos chicas se sientan. Sus ojos
están vacíos y huecos. Veo que no hay nada. Han sido despojadas, están desnudas
de sus almas, y los bloques de hormigón son reemplazados. Uno de los hombres
jala a una chica rubia por el cabello y la levanta. Ella ni siquiera gime. Le ordena
desnudarse y ella lo hace. Cuando está desnuda, él la pone sobre la mesa.
Dos hombres comienzan a desabrocharse el cinturón y me quiero voltear,
pero la amenaza de Mick cuelga en mi mente. Lágrimas ruedan por mis mejillas a
medida que veo a los hombres sacar sus erecciones. El primero la guía a la boca de
la chica, mientras el otro la empala por detrás mientras golpea con su cinturón su 117
parte trasera. Yo gimo y más lágrimas corren por mi cara mientras el hombre
enreda sus manos en su cabello y tira causándole un dolor tan fuerte por su
expresión.
―Detente, por favor ―grito.
―Viste suficiente, entonces, ¿verdad? ―dice Mick, su voz tranquila y fría.
―Sí, por favor detente.
Mick truena los dedos y los hombres se retiran de la mujer. Aparto la mirada,
horrorizada. Sé que esa es la parte más suave de ser una esclava sexual y sólo me
hace desear poder caer y morir justo ahora. Los hombres mueven sus pantalones
hacia arriba, y luego le dan una patada a la chica en la parte posterior de las
rodillas cuando ella se levanta, y se desmorona en el suelo y toma su posición de
rodillas delante de él una vez más. Ay, Dios, ¿qué les pasó a estas pobres chicas para
que estén tan vacías?
―Ahora la decisión es tuya, puedes tenerme como tu Maestro o puede que lo
hagan muchos hombres, ¿qué será?
―N-n-ninguna ―le susurro.
Mick envuelve sus manos en mi cabello y grito. Me empuja al suelo y le da un
tirón a mi pantalón, jalándonos hacia abajo. Grito, pero él es demasiado fuerte.
―¿Quién quiere follarla por primera vez?
―Por favor ―grito, moviéndome―. Por favor, sólo tú Mick, solo tú.
Él tira de mí tan rápido que estoy segura de que cabello fue arrancado.
―Bien.
Los otros hombres se ríen, y quiero gritar. Qué enfermo… cuán terriblemente
enfermo. ¿Cómo puede un ser humano encontrar bien este acto? Mick me aplasta
contra su pecho, calmándome con palabras inútiles. Todo lo que quiero hacer en
este momento es apuñalarlo, quiero acabar con él y hacerle llegar al suelo y que lo
follen como a un perro.
―Sharleen, haz mi cama, la voy a necesitar esta noche.
El rostro de Sharleen se arruga de celos.
―Pero nene… pensé que…
―No me hagas malditas preguntas. No eres la única chica en mi mundo en
este momento, así que haz lo que putamente te diga o dejaré que éstos te lo hagan
durante la noche.
Sharleen se calla y se escabulle. No es la mujer valiente, confiada a quien
conocí con Jagger. Aquí, con Mick, está tan rota como el resto de ellas. Tengo que
118
preguntarme lo que vio, para salir corriendo con la orden de esa manera. ¿Mi
conjetura? Que experimentó siendo el juguete sexual de alguien y su taburete.
Mick les dice algo más a los hombres y, entonces se da vuelta y me saca de la
habitación.
Me lleva al final de algunas salas grandes, y luego hace otra parada. Presiona
algunos números en el teclado y desbloquea las puertas. Me lleva a una habitación
grande, que está decorada con toques lujosos. Una enorme, me refiero enorme,
cama está en medio de la habitación. A la izquierda está un sillón grande,
esquinado y de cuero y una televisión de plasma. Alfombras persas de líneas
marrones están en el suelo delante de la cama. A la izquierda hay un cuarto de
baño enorme, terminado con un spa.
―¿Te gusta mi habitación, Willow?
―No.
Él se ríe.
―Estuviste en cautiverio antes, pero permítanme asegurarte que mi pelele
hijo no se compara conmigo. No tolero las bocas inteligentes.
―¡Jagger no es un cobarde! ―gruño.
―Jagger fue demasiado blando contigo, tal vez si hubiera hecho lo correcto
cuando te secuestró, entonces podrías no tener una boca tan inteligente.
No me molesté en contestar. Mick tenía un comentario para todo y no tengo
energía para discutir.
Él me arrastra hacia el baño, y abre la ducha.
―Tienes que ducharte, no llevo mujeres impuras a mi cama.
Lo miro fijamente, horrorizada.
―¿Tú… esta noche?
Él sonríe.
―Te dije que soy yo o ellos…
―No puedo ―dejo escapar―. ¡Estoy en mi período!
Él frunce el ceño, y luego sonríe de nuevo.
―Pruébalo…
―No puedo… en frente de ti.
―Entonces me voltearé, pero lo probarás o te follaré esta noche.
119
Él se da la vuelta y tengo que pensar con rapidez. Me quedo mirando las
largas uñas de mi mano. Es eso o tener sexo con él. Haría cualquier cosa por no
tener sexo con él. Meto la mano en mi ropa interior y agarro mi sexo, cortando mi
carne con mi uña. Me muerdo la lengua para ahogar mi gemido. Aprieto con enojo,
y después deslizo mi mano justo cuando él se está girando. Gracias a Dios para mí,
está recubierta con sangre. Sus ojos se abren y frunce el ceño.
―Muy bien, pero tomarás una ducha… no voy a tener a una mujer
sangrando arruinando mis sábanas de raso.
¡Cerdo!
Me siento agradecida por mi pensamiento rápido cuando se vuelve y se va,
ladrando la orden de que tengo cinco minutos y si trato cualquier cosa, me follará
incluso sangrando. Cuando se va, trago rápidamente.
El dolor entre mis piernas es bastante intenso, así que tiro de mi ropa y abro
la ducha. Aprendí algunas lecciones estando cautiva, y una es que te duchas y
comes cuando te lo ofrecen.
Doy un paso bajo el agua tibia, y sólo es un alivio leve para los dolores en mi
cuerpo. Tengo moretones sobre mí, e incluso algunos pequeños rasguños en brazos
y piernas. Mi conjetura es que me arrastró cuando me desmayé y es probable que
no fuera muy amable transportando una chica inconsciente arrastrándose.
Agarro un poco de jabón, y me lavo en la pequeña porción que tengo en mi
área privada. En serio, nunca en mi vida pensé tener que recurrir a este tipo de
cosas horribles, pero aquí estoy. Me limpio lo mejor que puedo, y después salgo y
me seco rápidamente. Voy a tirar de mi ropa cuando él abre la puerta. Me paro y
jalo la toalla, jadeando mientras Mick entra. Me mira y una pequeña sonrisa juega
alrededor de sus labios.
Trae algo de ropa para mí.
―Póntela.
Luego se va. Agradecida de que en realidad se fuera, me pongo rápidamente
la ropa, preocupada de que pueda cambiar de opinión. Me quedo mirando la toalla
sanitaria que puso en el montón de ropa. ¿En serio? El hombre me dio una toalla
sanitaria... ¿Qué… en… el… infierno? No voy a ponérmela obviamente, así que la
escondo en los cajones de mi lado.
Luego, con un suspiro de calma profunda, salgo.
Mick está sentado en la cama sin camisa. Si no estuviera en la situación en la 120
que estaba, y estuviera mirándolo desde el punto de vista de una mujer normal,
diría que es un hombre impresionante. Por supuesto, no me extraña que Jagger
tuviera padres impresionantes teniendo en cuenta lo hermoso que es. Mick es
musculoso y enorme, su cuerpo está cubierto de tatuajes y tiene piercings en los
pezones… y en todas partes… como vislumbré antes.
Me mira, y por un momento su expresión es una réplica exacta de Jagger. Es
esa expresión que pone justo antes de besarme con tanta intensidad que mis
piernas se derriten. Mick me está dando la misma mirada, aunque mis piernas no
se están derritiendo, sino que están rígidas y mi estómago comienza a girar. Se
pone de pie y se acerca, y sus ojos se posan en la pequeña camisa de dormir que
tengo puesta. Temo, porque sé qué significa esa mirada. Sé lo que significa y no sé
cómo salir de ella.
―Puede ser que consigas alejarte de lo del sexo Willow, pero tendré tu boca
esta noche.
―Por favor ―le susurro―. Por favor, no me hagas esto.
Da un paso adelante y me acaricia la mejilla, casi con suavidad.
―Ahora Willow, no tengas miedo de mí. No estoy aquí para hacerte daño,
sólo quiero protegerte.
―¿Protegerme? ―le digo en voz baja, infantil.
―Por supuesto, si no estás aquí conmigo, estarás ahí con ellos y ellos no se
preocupan por tu pequeña visitante mensual.
Trago. A veces la vida te enfrenta a una elección, y a veces ambos lados de
esa elección son horribles, pero tienes que separarlas y escoger con la que puedas
vivir en su mayoría. Tengo una elección, y sé que puedo atravesarla, pero la idea
de hacerlo me enferma con su misma esencia. Echo un vistazo alrededor de la
habitación, desesperada por una salida.
―Incluso si te las arreglaras para salir de aquí, nunca conseguirías salir de
esta isla pequeña, así que no te molestes en mirar.
Me encuentro con su mirada y veo que toma mi mano y tira de mí hacia la
cama. Estoy rezando, por primera vez en mucho, mucho tiempo. Estoy rezando.
Estoy orando por mi libertad, por la liberación, por lo que sea.
Incluso estoy rezando por una enorme explosión asolando la isla y
matándonos a todos, sólo para no tener que hacer esto.
Cuando Mick me obliga a ir a la cama, con la mano enredada firmemente en
mi cabello, no me resisto. 121
Tomé la decisión con la que puedo vivir, y es Mick. Si bien la idea de tocarlo
es tan repugnante que me hace sentir mal, tiene que ser mejor que dejar que un
grupo de violentos desconocidos tomen su turnos con mi cuerpo. Mick se desliza
en la cama junto a mí, y sólo ahora me doy cuenta de lo grande que es
comparado conmigo. Viene hacia mí, su grueso cabello negro cae sobre sus
hombros.
Por un momento, me pregunto cuántas mujeres han sido puestas debajo de
Mick y pensado que todos sus sueños se había hecho realidad. Un hombre muy
atractivo y musculoso haciéndolas vivir todos sus deseos más salvajes. Yo, sin
embargo, no siento nada… estoy completamente entumecida. Me apagué, para no
dejar que me afecte, no lo haré. Mick acaricia mi cabello y me obliga a volver a mi
estremecimiento.
―Eres tan hermosa, Willow. Sé por qué él te desea, yo te deseé en el
momento en que puse mis ojos en ti. Eres una de esas mujeres con esa belleza
excepcional que es tan diferente y distinta a cualquier otra…
Cierro mis ojos, alejándome de Willow. Yéndome lejos y pensando en otra
cosa excepto en el olor de su aliento, mientras que es agradable, me revuelve el
estómago. Hazte más fuerte que él. Encuentra tu fuerza. Apágate. Mick se acerca y
quiero gritar, pero mantengo mis ojos cerrados.
Cuando sus labios tocan los míos, inhalo bruscamente. Le toma ese momento
hundir su lengua en mi boca y yo trago.
―Bésame, Willow, o te enviaré fuera en estos momentos.
No puedo… no puedo… por favor Dios, acaba por matarme. No puedo besarlo. No
puedo hacer que mi boca se mueva con la suya cuando lo único que quiero es
apuñalarlo hasta que tenga un montón de sangre en el suelo. Cuando agarra mi
brazo con dureza, mis ojos se abren.
―Es tu última oportunidad, te voy a enviar afuera y te enseñaré un infierno
de lección. ¿Crees que juego bonito, Willow?
―No ―le susurro.
―Bueno, entonces dame un beso o te arrastraré por ahí desnuda y te arrojaré
a los lobos, porque lo que harán contigo, te hará desear no haber nacido.
Cuando su boca se cierra sobre la mía de nuevo, obligo a mis labios a
moverse. Están entumecidos, no puedo sentir nada más que los latidos de mi
corazón. Oigo su gemido satisfecho y quiero vomitar. Cuando su lengua se enreda
con la mía, toma todo dentro de mí no vomitar. Con más fuerza de voluntad de la
que tuve antes, me obligo a moverme con él. 122
―Muy bien, eres una principiante rápida ―murmura cuando se retira.
No puedo pensar, su erección se presiona entre mis piernas y me quiero
morir. Sólo quiero morir. Él se mueve y estoy agradecida cuando se aleja.
―Ahora, mientras voy a disfrutar besándote, no te voy a violar o forzar tus
manos o boca para hacer cosas que no quieran. No esta noche por lo menos. No
soy tan horrible.
Se desliza de la cama y el alivio me llena. Lo veo caminar hacia el baño y me
incorporo rápidamente, echando un vistazo alrededor de la habitación por
cualquier cosa que pueda encontrar. Un teléfono… ¡un teléfono! Lo veo junto a la
mesita de noche. Me arrastro sobre la cama rápidamente y lo recojo, y luego se me
cae al suelo. Puedo escuchar la ducha abierta, y puedo escuchar los gemidos de
Mick. Sé lo que está haciendo y sé que me va a comprar unos cuantos minutos.
Puedo marcar.
―¿Hola?
La voz de Jagger es un alivio, es oro puro en mis oídos.
―Jagger, soy yo ―susurro.
―¿Willow? A la mierda Willow… ¿dónde estás?
―Tu… papá… ―Me asomo por la cama, la ducha sigue abierta―. Me
secuestró. Estoy en la isla.
―Oh, Dios, Willow, lo siento tan jodidamente. Iré por ti, ¿me oyes?
―Sí, pero Jagger…
―¿Estás lastimada?
―No ―le susurro.
―Willow, tienes que hacer lo que dice. No entiendes lo que te hará si no
haces lo que te diga.
―Jagger, por favor, sólo escucha… no puedes…
El teléfono es arrebatado de mi mano y soy enviada a volar por la habitación
cuando Mick me da una cachetada con tanta fuerza que casi veo negro. Cierra el
teléfono y acecha con el trasero desnudo, y me levanta del suelo.
―Cometiste un gran error, Willow.
Me arrastra por un pasillo y hacia una zona oscura de la casa. No parece
importarle tener el trasero desnudo y que realmente muestra cómo le falta en ese
lugar. Cuando bajamos cuatro tramos de escaleras, y llegamos a un área oscura y
maloliente, sé que estoy en problemas. Mick me empuja contra una pared en una
123
pequeña celda, y encadena mis manos sobre mi cabeza.
―Por favor, sólo quería que supiera que estaba bien.
―¡Cállate! ―ruge.
Cierro mi boca, porque no quería hacerlo enojar más.
―Pasarás la noche aquí, y créeme cuando digo que querrás por DIOS no
haber utilizado ese teléfono.
Luego se gira y se va, y yo me quedo en la oscuridad.
Capítulo 15
El infierno no comenzaba a cubrir este lugar. Tuve a todo tipo de criaturas
subiendo por mí esa noche. Ratas, arañas, insectos y Dios sabe qué más. Grito, pero
con el tiempo mi voz se desvanece y no puedo siquiera manejar eso. Las ratas
trepan por encima de mi pie, las arañas descansan en mi cabeza… no puedo
respirar. Creo que en realidad me desmayé, porque cuando abro mis ojos el sol
está arriba y las criaturas se han ido.
Exhalo, a pesar de que acabo de despertar de mi sueño. Mi corazón se acelera,
el sudor escurre hacia abajo por mi cara y por primera vez, me arrepiento de haber
tomado el teléfono. Una parte de mí se pregunta si Mick dejó ese teléfono a
propósito, tal vez quería que llamara a Jagger y le dijera dónde estaba, para
asegurarse de que llegara. Quería gritar, quería decirle a Jagger que no viniera,
pero ahora ni siquiera puedo hacer eso.
Oigo pasos y me pongo rígida, no quiero enfrentar lo que hoy tiene reservado
para mí. Sinceramente, no lo deseo. 124
Cuando la puerta de la celda se abre, veo a Mick caminar con Sharleen a su
lado. Esa zorra está sonriendo de nuevo, un día voy a limpiar esa sonrisa de su
cara. Mick se inclina, sonriéndome. Quiero escupirle, pero tengo demasiado miedo
de abrir la boca. Si lo hago, mis gritos no se detendrán.
―¿Tuviste una buena noche?
No digo nada.
―Ah, el trato del silencio. Eres dura Willow, la mayoría de las chicas que
están aquí abajo, o ya se cortaron a sí mismas en pedazos tratando de salir, o están
completamente rotas por la mañana. Eres más dura de lo que pensé.
Lo miro.
―Sharleen, desátala, es hora del desayuno.
El desayuno es por lo general una palabra dicha sobre la deliciosa comida de
la mañana, pero me imagino que en este lugar, es todo lo contrario. Sharleen se
inclina y muy cerca desata mis manos. Cuando son liberadas, Mick me levanta la
cabeza y envuelve sus brazos alrededor de mí. Ese cerdo, ese asqueroso cerdo de
mierda. Sin embargo… parte de mí… una pequeña, insegura parte… necesita el
consuelo y ahí es cuando finalmente me doy cuenta por qué se rompen esas
mujeres.
Es todo un proceso inteligente de verdad. Te tratan horriblemente, pero te
consuelan y acariciaran después. Las mujeres crecen necesitando la comodidad,
tanto así, que harán cualquier cosa por ella y voilà3, una esclava ha nacido. Estaba
seguro de que estas mujeres tenían una vida dura o tal vez eran huérfanas o habían
sido niñas criadas en hogares horribles, pero me doy cuenta de que no lo son.
Algunas son sólo mujeres que fueron capturadas y harán cualquier cosa por un
poco de paz. Incluyendo ser tratadas como perros.
Mick acaricia mi cabello, y me estremezco. Él lo toma como una debilidad,
pero no lo es, es repulsión.
―Ahí estás ahora, nena, estoy aquí.
Quiero hacerle daño. Dios quiero lastimarlo.
―Mick, ¡deja de mimarla, nunca putamente aprenderá! ―Sharleen encaja.
―Ponte de jodidas rodillas Sharleen, ahora.
Los ojos de Sharleen se ensanchan.
―¿Perdón?
―Haz lo que te digo malditamente y si alguna vez me cuestionas otra vez, te
voy a tirar a los lobos, ahora ponte sobre las malditas rodillas. 125
Se deja caer de rodillas sin otra pregunta, y su cabeza se inclina. Miro hacia
abajo en estado de shock.
Ver a Sharleen así casi me hace sentir lástima por ella. Casi. No puedo sentir
lástima por completo por ella, porque se puso aquí. Tenía a un hombre quien
hubiera muerto por ella, y eligió a su padre sobre él. Por eso, no tiene mi simpatía.
―Ahora, ¿qué tal una buena ducha? ―canta Mick.
No respondo.
―¿Aún en silencio? Está bien, vamos a cambiar eso.
Tira de mí hacia fuera de la celda y le ladra a Sharleen para organizar el
desayuno. Me lleva de nuevo a las escaleras y pasamos a unas cuantas personas
con mujeres pegadas a sus lados en el camino. Trato de hacer contacto visual con
esas chicas, pero ninguna se atreve a mirar hacia arriba. Dios, las pobres cositas.
Me comprometo allí y entonces, a ayudar a esas mujeres. De una forma u otra, las
sacaré.
―Ahora ―dice Mick cuando entramos en la habitación―. ¿Una ducha?

3
Voilà: eso es todo.
No digo nada. Él me lleva a la habitación y abre la ducha, y luego me
sorprende al retirarse.
―Cinco minutos Willow.
Me desnudo rápidamente, desesperada por eliminar el olor a rata de mi
cuerpo. Estoy segura de que en un momento dado durante la noche masticaron mi
piel. Una mirada a mi ropa hecha jirones, me dice que sí me masticaron.
Compruebo mi piel frenéticamente; afortunadamente no hay marcas de
mordeduras. Doy un suspiro de alivio y entro en la ducha, frotándome hasta que
huelo como una maldita persona recién levantada.
Cuando salgo, Mick entra y rápidamente me da mi toalla. Deja un poco de
ropa, pero sus ojos permanecen sobre mi piel mojada. Cuando se acerca y se
inclina, lamiendo la humedad de mi hombro, me estremezco. Él lo toma como una
buena señal y da pasos hacia atrás sonriente, cuando se va, caigo de rodillas y
vomito en seco hasta que mi estómago me grita que pare. Lágrimas tropiezan por
mis mejillas y me las limpio airadamente. No me van a romper. Ni ahora, ni nunca.

* * *
126
Sharleen trae el desayuno una hora más tarde. Mick se le queda mirando un
momento y luego le entrega una pistola.
―Tengo que hacer una llamada, si ella se mueve, dispárale.
Ella sonríe.
―Sí Mick.
Genial, me está dejando con el bate de loca mierda y sin duda me va a
disparar y a decir que intenté moverme. Es ese tipo de mujer. Cuando Mick sale de
la habitación, miro a Sharleen y ella vuelve con toda su fuerza.
―¿Por qué? ―chasqueo―. Él te amó.
Sharleen se ve sorprendida por un momento, y luego su rostro se vuelve
pedregosamente duro otra vez.
―No planeé mi vida así, pero estaba en problemas y Mick me ayudó.
―¿Por qué no fuiste a Jagger?
―Porque estaba embarazada de un hijo que no era suyo.
Mi boca se abre.
―¿Lo engañaste?
―Sí, y cuando el otro hombre se enteró de mi hijo, no quiso tener nada que
ver con eso. Necesitaba un aborto, pero no podía decírselo a Jagger, así que fui con
su padre. Había conocido a Mick un par de veces y sabía que él… conocía a la
gente que podría lograr que lo hiciera más barato.
Oh, Dios mío. Me siento mareada.
―De todos modos, hice un trato con él y aquí estoy.
―¿Lo amaste en absoluto? ―le susurro.
Ella me lanza una expresión horrible.
―Por supuesto que malditamente lo amaba. Jagger era mi vida, pero tenía
que tomar una decisión.
―Lo traicionaste, podrías haberlo hecho mejor, pero en lugar de eso te
hundiste a ti misma aún más.
―Mick es bueno conmigo, lo amo.
―Crees que lo amas ―siseo―. Pero, en realidad, no eres más que un
juguete.
127
Ella apunta con el arma a mi cabeza.
―Te voy a disparar Willow, créeme.
―Hazlo, ¿crees que me importa? No tengo manera de salir de este lío, pero te
puedo decir algo. Moriré antes de traicionar a Jagger.
Su cara se cae por un momento, y baja el arma.
―Podrías muy bien huir, Willow. Mick te dará la oportunidad de ser libre
cuando tengo a Jagger en sus garras. Te sugiero que la tomes, ya que si no lo haces,
nunca sabrás el significado de la palabra felicidad de nuevo.
Antes de que pueda responder, Mick vuelve. Le sonríe a Sharleen y la
recompensa con un beso que chisporrotea.
Cuando él se retira, puedo ver el amor y la admiración en sus ojos. Él
realmente está pensando en follarla.
―Ve y prepara lo que hay que preparar ―le dice a ella―. Te llamaré más
tarde.
Cuando Sharleen se va, Mick me sirve un poco de comida. Muerta de
hambre, me la como pero estoy llena cuando voy a la mitad. No quiero
enfermarme, por la que la empujo.
―Ahora Willow, ¿no puedes comer más? ―dice Mick, señalando mi medio
plato vacío.
―No ―grazno.
―¿No tienes hambre?
―No.
―Muy bien, vamos a jugar de esa manera.
Su teléfono suena a su lado y mira hacia abajo a la pantalla, sonriendo.
―Sí, mi querida. ―Silencio―. Está bien, nena, que hagan su habitación.
Estaremos allí en un momento. ―Silencio―. ¿Y Sharleen? Será mejor que estés
debajo de mi mesa con la boca abierta.
¿Qué carajos? Quiero enfermar. La comida en mi estómago se revuelve con
enojo. Mick se acerca a mí, quita el cabello de mi cara y luego me pone de pie,
presionando sus labios sobre los míos. No retrocedas, no retrocedas.
―Tengo una sorpresa para ti, querida.
Toma mi mano y me pone unas esposas, y entonces me lleva por la puerta y
por las enormes salas. Damos un paso afuera y la luz del sol me quema los ojos. No
me había dado cuenta que las luces de la casa estaban atenuadas hasta que salimos.
128
Tal vez es otra táctica de ruptura. Caminamos a través de un gran espacio abierto,
un campo con aviones y furgonetas están estacionadas en el centro. Gente está
pululando alrededor, moviendo bolsas y dando órdenes.
Cuando ven a Mick, todos parecen dejar de hacer lo que están haciendo. Es
como si tuvieran miedo de él, o que no se atreven a verse como si estuvieran
haciendo algo malo cuando él está cerca. Él les ladra a todos para que sigan en
movimiento, y todos siguen corriendo alrededor como lo hacían antes. Mick me
lleva hacia un enorme edificio abierto como la estructura. Cuando entramos, hay
cerca de medio centenar de personas que rodean algo.
―Muévanse.
Todo el mundo se mueve con la orden y veo lo que están viendo. Jagger está
sentado en una silla, encadenado a ella. Abro la boca y grito. Su cabeza se mueve
bruscamente y su mirada se encuentra con la mía. Él se mueve hacia adelante,
volcándose. Un hombre se inclina y lo levanta de nuevo.
―¡Willow!
Mick me lleva, sosteniendo mi brazo con tanta fuerza que no puedo moverme
más de un centímetro, no me atrevería a moverme incluso si pudiera.
―Hola hijo, ¿cómo nos sentimos?
―Tú, maldito cobarde, deja que se vaya.
―Oh, planeo hacerlo. Primero, ¿cómo estuvo tu viaje? ¿Agradable espero?
―Sólo llega al punto de mierda, ¿por qué estoy aquí? ¿Y qué vas a hacer con
ella?
―Bueno, veamos, estoy dirigiendo los rings de pelea de nuevo.
La cabeza de Jagger cae, lo sabe incluso antes de que su padre lo diga.
―Todo el tiempo, ¿me querías a mí? ―Su voz sale rota.
―Por supuesto, y yo que pensaba te había criado para ser inteligente.
―Maldito bastardo ―sisea Jagger.
―Ahora, éste es el trato. Tú por ella. Voy a dejar que se vaya, me aseguraré
de que sepas que llega a casa de manera segura.
―Hecho ―dice Jagger, sin pensarlo dos veces.
―¡Jagger no! ―grito.
―Ah, pero eso no es todo. Si trata de volver, o envía a alguien para salvarte,
voy a cazarla y matar a su familia. Después, iré por ella y la utilizaré como esclava
129
hasta el día de su muerte. No alardeo, te aseguro que conseguiré que sea capturada
si siquiera piensa en tratar de sacarte de aquí.
No, oh mierda, no.
―Hecho ―dice Jagger de nuevo.
―Bien, mi hijo es más inteligente de lo que pensaba.
―Jagger no, por favor, no lo hagas.
Jagger mira hacia arriba y se encuentra con mi mirada. No muestra ninguna
emoción ahora, ni una maldita cosa.
―Déjame hablar con ella, tráela más cerca.
―Ahora hijo…
―¡Hazlo o putamente no haré nada para ti! ―ladra Jagger.
Mick me empuja hacia adelante y Jagger se cerca. Me inclino, mis labios
tiemblan y con mi mano libre tomo su mejilla.
―Willow, nena, tienes que hacer lo que te digo, ¿me entiendes?
―No Jagger, no te dejaré.
―Willow, por una vez en tu vida tienes que confiar en mí. Si te quedas aquí,
no cambiarás lo que me pase. Tienes que irte, tienes que salir de este lugar y luego
tomar a tu hermana y dejar L.A. Ve a donde quieras, no me importa a dónde
simplemente no te quedes allí. Lo digo en serio Willow, no jodidamente regreses
por mí.
―Jagger, no, no puedo dejarte. ―Las lágrimas corren por mis mejillas.
―Tienes que hacerlo. Willow, esta es tu oportunidad de empezar de nuevo.
Fuera de este mundo, sal y no vuelvas. Olvídate de mí, sigue adelante y no trates
de ser una heroína.
―Jagger, no, no puedo. Te amo. Por favor…
Él se traga su emoción, y sus ojos están vidriosos.
―Nunca te mereciste esto, y ahora tienes la oportunidad de hacer tu vida sin
todo el peligro. Volver por mí sólo hará que termines aquí.
―No me importa, ¡no te voy a dejar!
―Willow ―ladra―. No seas una puta heroína. No tienes idea de lo que hay
almacenado para ti aquí, ¿verdad?
Mick se ríe a carcajadas y Jagger le lanza una mirada. 130
―Sí, lo sé, pero puedo soportar esa pena si puedo estar contigo.
―¡No estarás conmigo! ―ruge―. Ellos nunca dejarán que te vea. No te
quiero aquí Willow, ¿me entiendes? ¡VETE Y NO VUELVAS!
―Jagger…
―Sal como la mierda de aquí. Lo digo en serio, ¡VETE!
Estoy llorando tan fuerte que no puedo ver. Mick tira de mí y yo grito, dando
bandazos hacia adelante. Mis brazos se envuelven alrededor de Jagger y lo beso
con tanta furia que duele.
―No voy a dejar que esto suceda ―susurro.
―Vete Willow. ―La voz de Jagger es como el acero. Ya ha sacado cada
emoción fuera.
Mick me sacude la espalda y yo lucho en su agarre.
―Jagger, por favor…
―Vete Willow. Joder, si quieres hacer algo de mí, entonces escucha. Escucha
lo que te dije y haz lo que te pido. Ya terminamos, esto se acabó. Sigue adelante y
olvídame.
―¡No! ―Lloro, gritando y luchando.
Los ojos de Jagger son pura agonía mientras me observa ser apartada,
gritando y rogando que no me vaya. En este momento me gustaría hacer algo por
Jagger, pero una parte de mi alma lesionada sabe que tiene razón. No
quiero quedarme en este lugar, porque incluso si lo hago, no lo veré. Ellos nunca lo
permitirán. La mano de Mick se pone sobre mi boca y una de las manos de un
desconocido al azar me pone esa horrible botella de cloroformo.
Jagger tira en su asiento, mientras elevan el paño a mi boca. La última cosa
que veo es que me dice “Te amo”. Entonces estoy rodeada de nada excepto de más
oscuridad.

Continuara…
131
Próximamente:

132

É ha estado fuera durante meses. No sabe si está vivo. Ha estado doliéndose


por él.
Willow ha sufrido, ha estado haciendo lo mejor que puede sin él.
Él la salvó, dio su vida por la de ella.
La banda la dejó sola.
No tiene nada.
Ahora están de vuelta. Ellos quieren ayudar. Le están dando esperanza.
¿Podrá Willow llegar a Jagger antes de que sea demasiado tarde? ¿Estará dispuesta
a arriesgar su vida por él? ¿Estará dispuesta a renunciar a todo para salvarlo?

Vamos a esta salvaje conclusión de la oscura serie oscura Brothers, ¡y a enamorarse de


nuevo! ¡Willow y Jagger le llevarán a un viaje en busca del amor verdadero!
Sobre Bec Botefuhr:
Soy una madre de veinticinco años de dos
niñas hermosas. He estado escribiendo desde
hace mucho tiempo, desde que tenía quince
años. Finalmente tuve el coraje de llevar mi
trabajo allá y publiqué mi primer libro Damned.
Soy una chica australiana de principio a
fin, mi país es mi alegría. Me encanta Australia y
todo lo relacionado con él, desde las serpientes
hasta los canguros. Me encanta estar al aire libre, me encanta la música country y
¡amo a mi familia! Tengo una piedra en mi esposo, que inspiró el personaje de Jax,
son tan parecidos.
Estoy loca, loca, loca y soy una verdadera chiflada, me encanta una buena
broma, me encanta una buena carcajada y me encanta una buena cerveza. La vida
es demasiado corta para vivirla con el ceño fruncido. Lo único que odio en el
133
mundo es que la gente te juzgue. No entiendo por qué la gente tiene que ser tan
desagradable. Como autora, somos a menudo desagradables, pero nos ocupamos
de ello. ¿Sabes por qué? ¡Porque hicimos algo que esa persona no y podemos estar
orgullosas de ello!
134

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