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La planificación de la enseñanza: principales aspectos y

consideraciones

Introducción:

Este documento de lectura interno ha sido redactado con la intención de recuperar los
principales aspectos que Davini (2008) retoma sobre la programación de la enseñanza,
dando un cierre al mismo a partir de las reflexiones que como equipo de trabajo hemos
obtenido de su lectura.

La autora nos invita a pensar que, al momento en que consideramos viajar para nuestras
vacaciones generalmente no lo hacemos sin antes realizar alguna especie de previsión
sobre el destino al que nos dirigiremos; sobre cómo haremos para llegar al sitio elegido y
tendremos suficientes argumentos sobre las razones por las que lo hemos seleccionado y
descartado otros. Además, han influido en esas decisiones el tiempo con el que contamos
y los recursos de los que podremos disponer.

De modo similar debiera acontecer cuando se piensa en qué enseñar, sobre todo por ser
una tarea de gran relevancia tanto en lo humano y en lo social, como en lo cultural. Es
una tarea revestida de intencionalidad, comprometida con propósitos de transmisión
cultural, dirigida a sujetos concretos en formación y al logro de resultados de aprendizaje.
En este marco de situación, la enseñanza no puede ser improvisada. Davini (2008) nos
expresa que por más creativo y experimentado que sea el docente, será necesario que
programe previamente el desarrollo de las acciones y que hacerlo les facilitará tres
instancias:

 adecuarla a los alumnos y al contexto particular, buscando la congruencia entre los


propósitos y los medios.
 anticipar las acciones, organizando los contenidos, las metodologías y actividades de
modo de prever la disponibilidad de los alumnos, así como la selección de los recursos y
herramientas del ambiente de enseñanza.
 hacer comunicable a los otros las intenciones educativas y las actividades que se
proponen.
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El punto de partida y los niveles de planificación:

El punto de partida para cualquier programación específica será el plan de estudios o


currículo oficial, en el que se define, estructura y organiza la propuesta educativa. Será
ese el marco general, pero para nada una camisa de fuerza ni un reglamento de
obligaciones. Davini (2008) expresa que el profesor tiene muchos espacios propios de
decisión para que pueda considerar sus enfoques, su filosofía de la enseñanza y los
modos en que planteará realizarla. Programar anticipadamente facilita la reflexión acerca
del para qué, el qué y el cómo concretar sus intenciones, así como las maneras para
adecuarlas a las características de los alumnos y a los contextos particulares.

La autora diferencia la existencia de al menos dos niveles en la programación de la


enseñanza: la planificación general del curso o materia y las programaciones más
puntuales en relación a un plan. A continuación se refieren las descripciones otorgadas
para cada una:
- La planificación general del curso o materia: constituye el primer mapa y mantiene el
mayor vínculo con el plan de estudios o currículo institucional. Su función es definir las
principales ideas reguladoras de la enseñanza y organizar los núcleos o unidades de
contenido. En general incluyen:
o La comunicación de los propósitos educativos generales que se persiguen.
o La selección y la organización de los contenidos del curso.
o Las características centrales de la enseñanza que se propone.
o En algunos casos, se incluyen las principales herramientas o recursos culturales que se
utilizarán (bibliografía, medios, tecnologías, enlaces, etcétera).

- Las programaciones propiamente dichas: son más analíticas y más próximas al diseño
de estrategias de enseñanza de los distintos núcleos de contenidos o unidades de
enseñanza, en lo que se desarrolla la organización de la enseñanza de esos núcleos.
Implica:
o Clarificar los propósitos educativos y definir los objetivos de aprendizaje específicos.

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o Seleccionar y organizar los contenidos.
o Diseñar la estrategia particular de enseñanza, apoyándose o integrando aportes de
distintos métodos, pertinentes para los objetivos planteados.
o Diseñar una secuencia de actividades de aprendizaje y su distribución en el tiempo,
incluyendo las formas de seguimiento y evaluación.
o Organizar el ambiente, seleccionando los materiales y los recursos.
Cada uno de estos componentes mencionados guarda una estrecha relación y
congruencia con los otros, incidiéndolos o modificándolos. Por ello, la planificación que
describe Davini (2008) no refiere a una propuesta lineal, sino al desarrollo de un
programa que incluye una flexibilidad constante; no es forzosamente algo fijo sino que se
trata de una previsión y una explicitación de lo que se busca a fin de tornarla
comunicable y comprensible para todos (alumnos, padres, otros docentes).

Definiciones y criterios a tener en cuenta de los distintos componentes de


la planificación

La autora brinda una serie de alusiones a los distintos elementos que conforman una
planificación a fin de señalar su importancia y lo que implica su formulación. Son los que
referimos a continuación:

 Propósitos: expresan las intenciones educativas del profesor a la hora de organizar su


propuesta de enseñanza.

 Objetivos: expresan los aprendizajes que se espera que los alumnos alcancen
(asimilación de conocimientos, cambio conceptual, capacidades para la resolución de
problemas, transferencia a las prácticas, trabajo cooperativo, habilidades, destrezas,
etcétera).

 De la selección de los contenidos:

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Hay que tener en cuenta que será imposible que entre todo. En este sentido Davini
(2008) menciona que un programa "hipertrofiado" no representa una mejor opción para
aprender y enseñar bien, sino que lo más importante es su adecuación al contexto, nivel
educativo y posibilidad de desarrollo y transferencia que permitirá a los alumnos.
También se debe considerar la actualidad o validez de los contenidos y el tiempo
disponible.

 De la organización de los contenidos:


 Priorizar la organización integrada de los contenidos de modo que no se atomicen
y constituyan una lista desagregada de información. Si se integran se postularan
relaciones entre los mismos y de ese modo se tenderá a evitar su memorización.
Para confeccionar esa integración debe tomarse en cuenta su relación lógica y sus
posibilidades de comprensión por parte de los alumnos.
 Es importante también establecer una jerarquía interna del contenido, porque no
todos los elementos desagregados poseen igual valor sino que existen núcleos de
sentido más sustantivos que otros y los implican de distinta manera. Esto requiere
un análisis, una posible red conceptual y un conocimiento del grupo de alumnos.
 Habrá que darle un orden al contenido a enseñar, es decir, determinar qué se

enseñará antes y qué después, según los propósitos que se hayan enunciado y
las relaciones lógicas entre las distintas dimensiones del contenido. Según lo que
se decida habrá distintos tipos de secuencias que podrán adoptarse:
- secuencia lineal: se va progresando en la complejidad del tema sucesivamente;
- secuencia con idas y vueltas: habrá una progresión sucesiva pero a la vez se
recapitulará lo ya enseñado o abordado para que la misma sea más potente;
- secuencia abierta: se irá definiendo sobre la marcha a partir de las decisiones de
los alumnos, la creatividad y autonomía que caractericen cada situación.

 Del diseño de la estrategia de enseñanza:


Al pensar en la estrategia se debe reconocer qué énfasis se tiene en relación al
protagonismo de los alumnos durante la actividad de enseñanza o de la conducción más

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orientada por el profesor (siempre se puede observar un peso relativo entre una y otra).
Además se deberá analizar cuál es la actividad o habilidad a la que se propende: habilidad
práctica; habilidad estratégica; habilidad de análisis; habilidad expresiva; cooperación,
entre otras.

 Del diseño de las actividades de aprendizaje:


Pensar qué actividades deberían hacer los alumnos para aprender implica analizar el
contenido y la estrategia. Davini (2008) menciona que la experiencia indica que, a veces
solo se plantean verbalmente en el momento y representan todo lo contrario de lo
explicitado como propósito educativo.
Importa además prever la diferencia de tareas a considerar según la finalidad: actividades
de apertura que sensibilizan con la tarea; actividades de desarrollo; actividades de
integración final de los aprendizajes y actividades que estimulen a que los propios
alumnos analicen la experiencia desarrollada.
Otro aspecto será discernir la cantidad de sesiones de clase que implicará lo pautado en
función del tiempo disponible y de lo que se desea generar como aprendizaje.

 De la organización del ambiente y los recursos:


Es relevante considerar que los recursos aseguren la interacción con distintos lenguajes
porque permiten representar de distinto modo la realidad y eso garantiza distintas vías de
acceso al conocimiento más allá de la palabra del profesor.

A partir del repaso de las ideas descriptas, Davini (2008) expresa que la planificación no es
un instrumento rígido, sino una “hipótesis de trabajo” que se pone a prueba en cada acto
de enseñanza. Identificar los puntos que deben modificarse o aquellos que dan resultado
permite a los profesores desarrollar su propio "banco" de actividades y propuestas. Dada
la reflexión que implica cada consideración descripta, la autora sugiere que no se conciba
como una tarea solitaria sino que se comparta con otros para buscar coherencia y
complementariedad que asegura a su vez mayor continuidad de aprendizaje a los
alumnos en los distintos cursos y niveles educativos.

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Algunas reflexiones finales que podemos pensar a partir de estos aportes:

 Por el nivel de análisis y decisión que implica una planificación es importante que
el equipo directivo promocione su realización colaborativa y tenga en cuenta que ante la
rotación docente, será importante dar la oportunidad de que cada docente pueda revisar
y ajustar la planificación. Lo importante es que facilite la continuidad de los aprendizajes,
que se evite el volver a comenzar.

 Asegurar su concreción o tratamiento implicaría que se decida con claridad qué


aspectos nodales deben ser explicitados para poder comunicarla a otro, incluso como
recorrido a compartir con la comunidad de padres.

 Preguntarse como equipo directivo si será necesario que la bibliografía o recursos


mencionados se dejen a disposición para su uso, porque a veces se explicitan excelentes
fuentes pero no están disponibles y la temporalidad restringe su búsqueda.

 Si el punto de partida de la planificación es el currículo oficial, es muy importante


que todo el equipo docente conozca la estructura, articulación y expectativas del diseño
vigente en cada ámbito y nivel.

 Será importante que pueda ser una herramienta que pueda escribirse, subrayarse,
que registre un uso activo y sobre todo intentar compilar en una sola carpeta todas estas
declaraciones.

 Cabe preguntarse si es necesario solicitar la planificación a nivel individual o


colaborativa para cada año. Lo que importa no es la entrega en sí, sino la continuidad de
los aprendizajes que se han asumido garantizar.

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Bibliografía de referencia

Davini, M. (2008). Programación de la enseñanza. En Métodos de enseñanza: didáctica


general para maestros y profesores. Buenos Aires: Santillana.

Créditos

Coordinación Autoral: Mg Romina Campopiano


Autor: Lic. Carolina Emetz

Campopiano, R. (coord.) y Emetz, C. (2017). La planificación de la enseñanza: principales


aspectos y consideraciones. Curso: La gestión pedagógica del equipo directivo: estrategias
para acompañar las prácticas de enseñanza. Buenos Aires: Ministerio de Educación y
Deportes de la Nación.

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