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RADIOGRAFÍA PERIAPICAL

La radiografía periapical es una técnica de radiografía


intraoral con la que se obtiene una imagen completa de una o varias
piezas dentales. Por definición, consiste en la colocación, dentro de la
boca, de pequeñas placas radiográficas de diferentes tamaños que se
impresionan a través de un aparato de rayos X externo. Los
dispositivos actuales permiten sustituir las placas radiográficas por
sensores intraorales, lo que permite generar una imagen digital que se
puede ver directamente en pantalla, y así evitar realizar revelados.

La radiografía periapical se utiliza para poder observar y analizar la


totalidad de una pieza dental: corona, raíz, ápice, tejido óseo y
espacio periodontal y poder así diagnosticar posibles lesiones o
enfermedades en los dientes y encías que no son visibles a simple
vista. Se utiliza mucho para detectar caries que no se ven con una
observación externa o cuando existe dolor en alguna pieza dental.

CÓMO SE REALIZA UNA RADIOGRAFÍA PERIAPICAL


Para realizar una radiografía periapical, se coloca una pequeña placa
radiográfica o sensor dentro de la boca del paciente, en la cara lingual
o palatina de la pieza a analizar. Una vez posicionada en el lugar
adecuado, el paciente debe sujetar la placa mientras el técnico realiza
la radiografía, colocando un tubo de rayos X desde el exterior. La
radiación impresionará la placa o generará un imagen digital con la
que se puede ver la pieza dental completa.
Existen dos técnicas o procedimientos para realizar este tipo de
radiografías: la técnica de bisección y la técnica de paralelismo, que se
diferencian en cómo se coloca la placa radiográfica y en el ángulo en
el que inciden los rayos X sobre ella.

RADIACIÓN
Cuando se realiza una radiografía periapical, la radiación que recibe el
paciente es mínima. Para disminuir esta cantidad todavía más, se
utilizan placas rápidas que reducen el tiempo de exposición a la
radiación, y colimadores, unos tubos largos que se extienden desde el
aparato radiográfico y que limitan el tamaño y la forma del haz de
rayos que llega al paciente.

En el caso de las radiografías periapicales digitales, la utilización de un


sensor intraoral para generar imágenes digitales en sustitución de la
placa radiográfica, permite reducir la radiación hasta en un 80%.

Para medir la radiación que el paciente recibe cuando se realiza una


radiografía se utiliza la unidad de dosis efectiva: el sievert. La dosis
efectiva de rayos X que se recibe con una radiografía periapical es
muy pequeña, de 1 a 8 microsieverts, inferior incluso a la radiación
natural de fondo (la radiación que existe en el ambiente) que se recibe
en un día.

CONSIDERACIONES
La radiografía periapical se realiza en gabinete y no necesita de
ninguna preparación especial ni tratamiento previo. Tampoco causa
ningún tipo de molestia al paciente, salvo algunas personas que
puedan sentir náuseas por el hecho de tener la película radiográfica o
el sensor intraoral en la boca. Estas náuseas se pueden aliviar
simplemente con una respiración correcta por la nariz.

En el caso de mujeres embarazadas, aunque este tipo de radiografía


no presenta ningún riesgo para el bebé ya que éste no se expone
directamente a los rayos X, no se les debe tomar ningún tipo de
radiografía a menos que sea absolutamente necesario.

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