Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Desde hace ya unos años se infiere la existencia de la gerencia tóxica como un tipo de
liderazgo, ya que esta se muestra como una patología propiciada en ambientes
laborales dañados, generando así la ausencia de trabajos productivos y un sano
desarrollo de quienes la conforman. Todo esto debido a la presencia de situaciones
donde el miedo al fracaso, desconfianza, el engrandecimiento personal, etc., ciegan y obligan
actuar a las personas de forma total y autoritaria por sobre todos los demás; esta forma de
liderazgo es empleada como única ventaja quizás en aquellas situaciones donde se amerite una
respuesta inmediata y de amplio nivel de experiencia en la toma de decisiones y no exista el
tiempo para consensuar una resolución grupal. Este tipo de liderazgo puede ser efectivo con
empleados que requieran una vigilancia estrecha sobre sus tareas, ya que así se evita
que se relajen, mejoren el rendimiento, la productividad y la velocidad con la que estos
llevan a cabo su trabajo sin desmejorar la calidad.
Para lograr que los empleados sean eficaces, competitivos y efectivos estos deben
poseer una afinidad tanto con los objetivos organizacionales, como los individuales que
les permita conocer, adaptarse y aplicar estrategias de trabajo que generen un
desarrollo positivo de los objetivos. Es por ello que los gerentes tóxicos deben ser
orientados o entrenados de manera apropiada con el fin de identificar soluciones para
evitar una cultura toxica en todos los niveles de la organización.
Para el empleado manejarse dentro de una gerencia toxica de manera efectiva, debe identificarse
con la empresa, sentirse valorado tanto como trabajador y como persona, pedir que le sean
proporcionada de manera clara y especificas cuáles son sus actividades y objetivos a desarrollar,
enfocarse en su formación como líderes para que tengan un amplio manejo de resolución de
conflictos, comunicación, riesgos laborales, etc.; todo de la mano de una buena política de
formación de líderes y directivos en actitudes y técnicas para el dialogo, también se debe
proporcionar un sistema de ascenso basado en méritos y no en política, amiguismo o favoritismo
todo asentado en un desarrollo de carrera, que permita transmitir al empleado que todos sus
esfuerzos serán valorados.