Está en la página 1de 12

ACTUALIZACIÓN

PUNTOS CLAVE

Inmunodeficiencias Inmunodeficiencias primarias. Representan un


conjunto de enfermedades asociadas a defectos
primarias genéticos congénitos. Estos defectos
moleculares son los causantes de un anormal

y secundarias comportamiento de nuestro sistema inmune,


produciéndose infecciones repetitivas por
bacterias extracelulares, intracelulares, virus,
J. Monserrat Sanza, C. Sánchez Mingoa, D. Díaz Martína, hongos e incluso una alta incidencia de
J. Sánchez Escribanoa, E. Reyes Martína, A. Prieto neoplasias.
Martína y M. Álvarez-Mon Sotoa,b
Son raras, infrecuentes, y cada año se descubren
Laboratorio de Enfermedades del Sistema Inmune y Oncología.
Departamento de Medicina. Unidad Asociada I+D al Consejo Superior de nuevas inmunodeficiencias primarias (IDP) o
Investigaciones Científicas (Centro Nacional de Biotecnología). nuevos hallazgos científicos sobre las ya
Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares (Madrid). España. conocidas. En este artículo se actualizan los
b
Servicio de Enfermedades del Sistema Inmune y Oncología. conceptos de las IDP y se incorporan las nuevas
Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares (Madrid). España. que se han descubierto a la clasificación de 8
grupos internacionalmente reconocidos. Entre
ellas tenemos: el defecto en CD25, la deficiencia
en el canal de Ca++, la deficiencia en Stat5b,
las displasias inmuno-óseas, los síndromes de
Introducción hiper-IgE, la candidiasis muco-cutánea
crónica, inmunodeficiencias con autoinmunidad
La inmunodeficiencia constituye un heterogéneo síndrome
como las APECED y la IPEX, la encefalitis por
condicionado por el desarrollo patológico de la función de-
herpes simple y 5 nuevos defectos en el
fensiva del sistema inmune. Esta alteración predispone a una
complemento.
mayor incidencia de eventos infecciosos en el paciente, y a
una inadecuada respuesta al microorganismo infeccioso que Inmunodeficiencias secundarias. Condiciones
permite su viabilidad en el organismo (cronificación). Ade- fisiológicas como la edad, el estrés y el embarazo
más, conduce en su desarrollo a daños inflamatorios a distan- conllevan cierto grado de inmunodeficiencia
cia o sistémicos en el entorno del agente patógeno, y a una asociada. Enfermedades como la diabetes, la
mayor incidencia y acelerada progresión del crecimiento de cirrosis o la insuficiencia renal avanzada
las células tumorales. Desde una perspectiva de clasificación, presentan alteraciones en la función neutrofílica,
clásicamente se diferencian por su etiopatogenia las inmuno- en el complemento o en la inmunidad celular o
deficiencias denominadas primarias, o debidas a alteraciones humoral, objetivándose en estos pacientes mayor
propias del sistema inmunológico, o las secundarias en las incidencia de infecciones. En los trastornos
que las anomalías inmunológicas son adquiridas o debidas a autoinmunes y neoplasias, fundamentalmente
factores externos al propio sistema. En esta actualización se hematológicas, también se objetivan alteraciones
seguirá esta aproximación a las inmunodeficiencias. de la función linfocitaria. El tratamiento
esteroideo crónico, la quimioterapia y los
fármacos inmunosupresores e
Inmunodeficiencias primarias inmunomoduladores utilizados en enfermedades
reumatológicas y trasplantados afectan al
Las inmunodeficiencias primarias (IDP) representan un gru- sistema inmune produciendo inmunodepresión
po de enfermedades resultantes de un inadecuado comporta- secundaria y aumento del riesgo de infección. El
miento del sistema inmune como consecuencia de diferentes virus de la inmunodeficiencia humana produce
alteraciones funcionales o estructurales. En Estados Unidos deterioro de la inmunidad celular, a expensas de
existen más de 800.000 casos descritos, detectándose más de la destrucción progresiva de linfocitos CD4, con
50.000 casos anuales1. El Registro Español de Inmunodefi- el consiguiente riesgo de padecer infecciones
ciencias Primarias (REDIP) comenzó en 1993 con un regis- oportunistas y tumores.
tro anual de 670 casos, incluyendo en la actualidad más de
2.600 pacientes. Más del 75% eran niños menores de 13
años2. Por lo general, son muy poco frecuentes, con inciden-
cias del orden de 1/50.000 a 1/500.000; incluso de algunas

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1909


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)

inmunodeficiencias descritas en la bibliografía no se han pre- TABLA 1


Clasificación de las inmunodeficiencias primarias
sentado aún casos en España. No obstante, algunas IDP, en
general de menor gravedad o impacto en el estado de salud, Tipos Número de IDP
presentan frecuencias más altas, con incidencias del orden de 1 Inmunodeficiencias combinadas de células T y células B 24
1/500 casos. Muchas de ellas son muy graves, alcanzando ta- 2 Deficiencias predominantemente de anticuerpos 23
sas de mortalidad de hasta el 96% de los casos afectados, lo 3 Otros síndromes de inmunodeficiencias bien definidos 15
que pone de relieve la importancia de su estudio. 4 Enfermedades disreguladoras inmunes 15
Las IDP se caracterizan por ser congénitas y hereditarias, 5 Defectos congénitos en el número de fagocitos, 26
función o ambos
y se definen como un defecto o conjunto de defectos mole-
6 Defectos en la inmunidad innata 7
culares que provocan la incapacidad de respuesta de nuestro
7 Desórdenes autoinflamatorios 9
sistema defensivo ante la presencia de microorganismos pa-
8 Deficiencias en el complemento 23
tógenos. Clásicamente se las clasificaba en simples o combi-
IDP: inmunodeficiencia primaria.
nadas para definir si este defecto molecular era único o múl-
tiple. Dado que el sistema inmunológico es también
responsable de la respuesta inmune ante oncoproteínas y an-
tígenos extraños generados en el proceso de transformación inmunodeficiencias más graves, como por ejemplo todas las
neoplásica, su deficiente funcionamiento conlleva que en inmunodeficiencias severas combinadas (SCID). La magni-
ciertas inmunodeficiencias se observe una mayor incidencia tud de la patología depende de la dimensión del compromiso
de neoplasias. inmunológico. Muchas de ellas son mortales si no se realiza
No hace muchos años las inmunodeficiencias eran enfer- con rapidez un trasplante de células hematopoyéticas alogé-
medades desconocidas, y la mortalidad por infecciones era nicas, siendo este el tratamiento adecuado para dicho grupo
frecuente. En los últimos años, el estudio y comprensión de de inmunodeficiencias.
las IDP ha sufrido importantes avances. En primer lugar, el En general, son enfermedades en las que la respuesta in-
mejor y más profundo conocimiento del funcionamiento munológica adaptativa frente a diferentes antígenos está
tanto a nivel molecular como celular de nuestro sistema in- comprometida o es funcionalmente indetectable. Las mani-
mune, nos ha permitido establecer los mecanismos por los festaciones clínicas aparecen entre los primeros 3-6 meses de
cuales cursan estas enfermedades, si bien hay muchos que vida, y se caracterizan por infecciones repetitivas del tubo
todavía permanecen desconocidos. En segundo lugar, actual- digestivo y del aparato respiratorio. Suelen cursar con infec-
mente son las propias inmunodeficiencias las que obligan a ciones muco-cutáneas crónicas, diarreas y neumonías. Pre-
profundizar en el comportamiento de nuestro sistema inmu- sentan infecciones virales recurrentes por agentes como en-
ne, y las que han permitido lograr una mejor comprensión terovirus, citomegalovirus (CMV) o el virus de Epstein Barr
del mismo3. (VEB), hongos como Candida albicans y Aspergillus, y parási-
Este desconocimiento provocó que los criterios de clasi- tos como Pneumocystis jirovecci. Un caso especial ha sido la
ficación, diagnóstico y mecanismos moleculares de las llama- utilización del bacilo de Calmette-Guerin (BCG), el cual se
das hasta entonces IDP no estuvieran claros. Fue en 1970 ha inoculado en niños para proporcionarles inmunidad fren-
cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó te a la tuberculosis, o en tumores para activar nuestro sistema
una comisión de expertos internacionales para poder unificar inmune contra ellos. Se observó que existían niños que no se
los criterios y la nomenclatura para la definición y clasifica- inmunizaban, e incluso como consecuencia de su vacunación
ción de este grupo de enfermedades. El comité de expertos sufrían los síntomas de la tuberculosis como resultado de la
estableció una primera clasificación en 5 grupos: deficiencias infección por el BCG. Estos enfermos también pueden ma-
combinadas, deficiencias en anticuerpos, deficiencias en fa- nifestar infecciones por micobacterias ambientales no tuber-
gocitos, en el sistema del complemento y otras inmunodefi- culosas7,8.
ciencias bien definidas4,5. Este comité ha seguido reuniéndo- Esta ausencia del sistema inmune adaptativo provoca que
se periódicamente y en el último encuentro del 2007, el tejido linfoide de estos enfermos se encuentre profunda-
celebrado en Estados Unidos, se publicó un resumen con los mente hipoplásico. El timo aparece indiferenciado, no se
últimos criterios y las nuevas inmunodeficiencias añadidas, distinguen las zonas córtico-medulares, los corpúsculos de
clasificándolas actualmente en 8 grupos (tabla 1)6. Hassar, las áreas T o los folículos B.
De la última reunión del comité de expertos en inmuno-
deficiencias surgieron criterios para agrupar en 17 tipos las
Clasificación de las inmunodeficiencias 24 inmunodeficiencias que debían estar incluidas como com-
primarias binadas de linfocitos T y B, añadiendo así tres inmunodefi-
ciencias más sobre el cuadro anterior6,9. Entre éstas se en-
A continuación se definen y describen por cada grupo algu- cuentran:
nas de las más importantes o mejor conocidas.
Inmunodeficiencias combinadas severas. Representan un
1. Inmunodeficiencias combinadas de células T y de células B conjunto de defectos moleculares que impiden la correcta
Se definen en este grupo aquellas alteraciones que presentan diferenciación de las células del sistema inmunológico en sus
defectos moleculares que afectan a los linfocitos T, a los lin- órganos primarios, como son el timo y la médula ósea. Son
focitos B o a ambos. En este grupo se incluyen algunas de las muy graves y se han divido en dos grandes grupos: a) aque-

1910 Medicine. 2009;10(28):1909-20


INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

llos defectos moleculares implicados en la diferenciación ex- lulas de médula transfectadas con un retrovirus que contenía
clusiva de las células T; como consecuencia de estas mutacio- el gen gamma-C. La terapia fue un éxito. Sin embargo, en el
nes no existen linfocitos T en la sangre de estos enfermos, o 2002 la inserción del gen gamma-C, muy próximo al gen
están tan disminuidos que no pueden ejercer su papel correc- LMO2, activó la expresión anómala de éste, dando lugar a la
tamente. También se asocian disminuciones de linfocitos na- proliferación incontrolada de los linfocitos T, manifestándo-
tural killer (NK), pero no de linfocitos B; b) aquellos defectos se un cuadro similar al de una leucemia. Se procedió a la
genéticos implicados en el correcto desarrollo tanto de los suspensión del tratamiento11-13.
linfocitos T como de los B, en cuyos pacientes existe una dis- El defecto génico asociado al déficit en recombinasas se
minución tanto de los linfocitos B como de los linfocitos T. encuentra en el cromosoma 11. Es junto a la deficiencia en
ADA una de las más frecuentes. Es en este cromosoma don-
a) Deficiencia de linfocitos T. En las primeras fases de la dife- de se localizan los genes que codifican para las recombinasas
renciación aparecen alteraciones en la cadena γ del receptor 1 y 2 (RAG1 y RAG2), las cuales son las responsables de la
de IL-2 y en la enzima quinasa Jak3. En una segunda fase de recombinación de los segmentos génicos v(d)j, responsables
esta diferenciación existen deficiencias en el receptor de IL-7, de la variabilidad de reconocimiento antigénico tanto del
con alteraciones en estadios de maduración más terminal, en TCR como de los anticuerpos que producen nuestras células
la expresión del CD45 y del CD3. Las alteraciones en la cade- B (BCR) para poder reconocer microorganismos patógenos
na γ del receptor de IL-2 también pueden afectar a otras cito- y asegurar nuestra supervivencia ante mutaciones de los mis-
quinas como la IL-4, IL-7, IL-9, IL-15 e IL-21, ya que com- mos. El síndrome de Omenn es una variedad menos severa
parten la misma cadena. El papel de este receptor es crítico del déficit en recombinasas; en este síndrome existen muta-
para la proliferación de las células T. La deficiencia de IL2R es ciones en estos genes que bajan la efectividad de la recombi-
la única de las inmunodeficiencias combinadas severas (SCID), nación. Similar es la deficiencia Artemis, que consiste en la
hasta ahora conocida, que está ligada al cromosoma X, y por mutación de un factor nuclear codificado por el gen Artemis
ello se la ha denominado SCDI recesiva ligada al cromosoma encargado de la reparación de ADN después de su exposi-
X, frente al resto de las SCID, que son todas autosómicas. El ción a radiaciones ionizantes o después de la recombinación
defecto en Jak3 provoca una alteración en la transducción de somática, provocando una deficiente recombinación de v(d)j.
información a través de la cadena γ del IL-2R. Por último, tenemos la disgénesis reticular, la cual es muy
El IL-7Rα es un receptor crítico para el desarrollo de los rara y severa, produce una ausencia de ganglios linfáticos,
linfocitos T, pero no para los B; en ratones privados de la tonsilas y placas de Peyer, con un timo pequeño y displásico
expresión de este gen se ha descrito que una deficiencia total sin timocitos ni corpúsculos de Hassar. El bazo es normal,
de este receptor provoca la detención en la diferenciación de pero con ausencia de manguitos periarteriolares. La médula
las células T, pero no de las B. Mutaciones parciales permiten ósea tiene números normales de eritrocitos y megacariocitos,
un cierto grado de diferenciación y un retraso en la manifes- pero con ausencia de células mieloides y linfoides6,10.
tación de la enfermedad. El defecto en CD45, una importan- En ambos grupos cada uno de estos genes afectados sue-
te fosfoproteína implicada en la señalización del TCR (T- le presentar mutaciones únicas, y cada enfermo puede tener
cell-receptor), también impide la diferenciación terminal de una mutación en un lugar diferente dentro del gen que codi-
los linfocitos T. El déficit en CD3δ CD3ε o CD3ζ no pro- fica para la proteína afectada. Por esta razón, la terapia géni-
voca tanta depleción en sangre como en los anteriores, y sin ca es complicada en estos pacientes, exceptuando la deficien-
embargo son muy importantes en el momento de ensamblar cia de ADA. Las SCID sin tratamiento son mortales; el más
el TCR, además de ser los módulos de transducción de seña- adecuado es el trasplante de medula ósea con un grado de
les desde el TCR al producirse el reconocimiento de antíge- supervivencia del 70%.
nos de microorganismos patógenos6,10.
Otra de las inmunodeficiencias bien conocidas en este
b) Deficiencias de linfocitos T y linfocitos B. En el segundo grupo es el síndrome de hiper-IgM. Primero se descubrió
grupo de defectos dentro de las SCID se incluyen los defec- que se debía a un defecto en la expresión del CD40L por
tos en la enzima adenosín deaminasa (ADA), defectos en las parte de los linfocitos T, para constatar más tarde que su
recombinasas (RAG1 y RAG2) y en el gen Artemis y la dis- complementario, el CD40, presente en los linfocitos B, tam-
génesis reticular. El defecto en ADA se debe a una mutación bién podía estar afectado. La deficiencia en CD40L está li-
en un gen que se encuentra en el cromosoma 20. Es una de gada al cromosoma X, mientras que la deficiencia en CD40
las más frecuentes, constituyendo cerca del 10-15% de las es autonómica recesiva. En ambas, la señalización CD40-
SCID. La ausencia de esta enzima provoca la acumulación de CD40L es indispensable para que los linfocitos B realicen el
productos tóxicos metabólicos (metil-adenosina, adenosina) cambio de isotipo de sus inmunoglobulinas. Estos enfermos
dentro de los linfocitos, lo que ocasiona su muerte o la inca- presentan exclusivamente células B que coexpresan IgM e
pacidad de proliferar ante señales de activación. Los pacien- IgD, se activan, producen IgM, pero carecen de células plas-
tes presentan niveles muy bajos en el recuento de linfocitos máticas productoras de IgG, IgE e IgA, y de células memo-
T y B. Aparte de las infecciones bacterianas y víricas habitua- ria. Muy similar a la deficiencia de Bruton, son pacientes
les suelen llevar asociadas manifestaciones condrodisplásicas. muy susceptibles a infecciones repetitivas por bacterias pió-
La deficiencia en ADA ha sido la gran esperanza de la terapia genas, pero además llevan asociadas neutropenias y trombo-
genética, siendo la primera inmunodeficiencia en la que se citopenias. La inyección intravenosa de inmunoglobulinas es
intentó. El primer paciente tratado fue trasplantado con cé- la terapia más eficaz en estos pacientes6,14,15.

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1911


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)

En este grupo también se incluye la deficiencia en purin- linfocitos pro-B. En este grupo se encuentra la deficiencia de
nucleosil fosforilasa (PNP), similar a la deficiencia de ADA; Bruton, o también llamada agammaglobulinemia ligada al
los linfocitos T acumulan metabolitos de las purinas que son cromosoma X, la única del grupo que no es autosómica rece-
tóxicos para los linfocitos T y que inhiben la síntesis de ADN siva. El resto del grupo incluye la deficiencia en la cadena
y su proliferación. Se incluye también el defecto en ADN pesada μ, en λ5, en Igα, Igβ, en BLNK, la inmunodeficiencia
ligasa IV, incapaz de reparar la unión de extremos no homó- con timoma y la mielodisplasia. Todas son autosómicas rece-
logos después de la recombinación somática, promoviendo la sivas menos la inmunodeficiencia con timoma, que es de ori-
diversidad en la recombinación de v, (d) y j. gen desconocido.
Para el defecto en el complejo mayor de histocompatibi-
lidad (MHC)-I y II se han descubierto diferentes factores Agammaglobulinemia de Bruton. Una de las mejor carac-
transcripcionales que alteran la adecuada presentación de terizadas es la de Bruton, debida a un defecto primario en la
péptidos por el MHC-II a los linfocitos T CD4 y por MHC- enzima tirosina-quinasa, implicada en la maduración de los
I a los linfocitos T CD8, provocando disminución de los ni- linfocitos B. Los enfermos carecen de células B en sangre,
veles en sangre de CD4 en el primer caso y de CD8 en el médula ósea o ganglios linfáticos, manifiestan hipogamma-
segundo. La deficiencia en ZAP-70 y en CD8 provoca tam- globulinemia severa de todas las inmunoglobulinas, estando
bién ausencias de linfocitos T CD8 en sangre, e impide la los linfocitos T normales. Se manifiesta por infecciones re-
correcta activación de los linfocitos T que queden, que ade- currentes por bacterias piógenas (Streptococcus pneumoniae,
más no responden ante estimulación mitogénica. Haemophilus influenzae). No se observan infecciones crónicas
La deficiencia en Wing helix nude (WHN), comparable al por hongos, excepto cuando existe una neutropenia asociada.
modelo clásico de ratón atímico, en los humanos se manifies- Existen infecciones por virus de las hepatitis y enterovirus.
ta con alopecia severa y el timo atrofiado, debido a la altera- La tirosina-quinasa tiene 5 dominios en los que se han iden-
ción del gen WHN, que codifica para FOXN1, el cual está tificado más de 300 mutaciones distintas entre deleciones,
implicado en el correcto desarrollo del timo y de los folículos inserciones y cambios de pauta de lectura, e incluso cambios
pilosos. Por último, cabe describir las nuevas incorporacio- conformacionales de la estructura terciaria de la proteína.
nes de la deficiencia en CD25, en el canal de Ca++ y en el gen Cualquier mutación en esta proteína provoca una severa pa-
STAT5b. En estas tres inmunodeficiencias se alteran meca- tología. El tratamiento más eficaz es la inyección intravenosa
nismos imprescindibles en la regulación, activación y proli- de las inmunoglobulinas14.
feración de los linfocitos T a través del IL-2R y el TCR,
además del gen STAT5b, que es importante en el desarrollo Inmunodeficiencia común variable. El segundo grupo está
de los linfocitos T γδ, los linfocitos T reguladores y las compuesto por la inmunodeficiencia común variable (CVID),
NK6,16. las deficiencias en ICOS, CD19 y el síndrome linfoprolifera-
tivo asociado al cromosoma X, estando también este último
2. Deficiencias predominantemente de anticuerpos incluido en el grupo de enfermedades con disregulación in-
Se definen por la ausencia parcial o total de uno o más tipos mune (véase el grupo 4 de IDP)6. La inmunodeficiencia co-
de inmunoglobulinas (hipogammaglobulinemias y agamma- mún variable es una de las IDP más frecuentes, siendo deno-
globulinemias de los diferentes isotipos). Este grupo se ca- minada hipogammaglobulinemia adquirida debido a que en
racteriza porque incluye las inmunodeficiencias más frecuen- su génesis intervienen factores ambientales y genéticos. Los
tes. Las consecuencias clínicas pueden aparecer a partir del tratamientos con sales de oro o hidantoína, y la infección por
segundo semestre de vida, o cuando las madres dejan de ama- algunos virus puede contribuir a su aparición en individuos
mantar a los recién nacidos, siendo éstos privados de las in- con un fondo genético permisivo.
munoglobulinas maternas o después de varios años de vida. Se han descubierto algunos de los genes implicados
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son las infec- (TACI, BAFFR, Msh5), aunque se piensa que hay más meca-
ciones recidivantes o prolongadas, infecciones de vías respi- nismos desconocidos. Siempre se la ha considerado como un
ratorias altas con enfermedad bronco-pulmonar crónica o conjunto heterogéneo de mutaciones con mecanismos varia-
persistente acompañada de sinusitis, otitis, bronquitis y neu- dos, pero cuyo efecto común es la incapacidad de las células
monías de repetición. Simultáneamente pueden aparecer B para producir anticuerpos. El número de células B es nor-
infecciones cutáneas o muco-cutáneas, meningitis e incluso mal en sangre, hay cambio de isotipo, pero son incapaces de
sepsis. Son frecuentes las infecciones por bacterias encapsu- madurar a células plasmáticas. Son capaces de reconocer an-
ladas como Streptoccocus pneumoniae, Staphiloccocus aureus y tígenos, se activan y proliferan, pero no maduran ni se dife-
Haemophilus influenzae. Otros síntomas frecuentes son las rencian, dando lugar a hiperplasias del tejido linfoide con
diarreas agudas recurrentes o síndromes de mala absorción. esplenomegalias y hepatomegalias. Algunos de los pacientes
En la última reunión se acordó dividir en 6 grupos las 23 tienen alteraciones funcionales de las células T, presentando
inmunodeficiencias que componen este apartado. hipoproliferación ante mitógenos y poca producción de cito-
El primer grupo lo componen inmunodeficiencias que quinas. Sufren infecciones bacterianas frecuentes que les lle-
tienen en común defectos genéticos que provocan una inten- van a la insuficiencia respiratoria, junto con una incidencia
sa reducción en todos los isotipos de inmunoglobulinas en aumentada de tumores17,18.
suero, asociadas a una profunda disminución o ausencia de
linfocitos B. Esta disminución es sanguínea, manteniéndose Deficiencias de IgG e IgA. Síndrome de hiper-IgM. El
en la diferenciación de los linfocitos B niveles normales de tercer grupo incluiría las deficiencias con reducción en IgG

1912 Medicine. 2009;10(28):1909-20


INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

e IgA, con o sin hiper-IgM, pero con un número normal de y enfermedades autoinmunes, como anemia hemolítica auto-
células B en sangre. En este grupo están el síndrome de hi- inmune, vasculitis, enfermedad renal y artritis20.
per-IgM o deficiencia en CD40, y la deficiencia en CD40L,
incluidas y ya revisadas en el grupo de IDP anterior. Tam- Defectos en la reparación del ADN. Dentro de los defec-
bién forman parte de este grupo la deficiencia en la activa- tos en la reparación del ADN tenemos la ataxia telangiecta-
ción inducida por citidín-uridín deaminasa (AID) y la defi- sia, la enfermedad ataxia telangiectasia like, el síndrome de
ciencia por uracil nucleótido glucosilasa (UNG), dos Nijmegen y el síndrome de Bloom. Las 4 son autosómicas
variantes del síndrome de hiper-IgM6. recesivas. Las dos primeras se caracterizan por dos defectos
moleculares que cursan con alteraciones en el ciclo celular y
Deficiencia de IgA. El cuarto grupo lo constituyen las defi- en la reparación de roturas en la doble cadena de ADN (ge-
ciencias en isotipo o en cadena ligera con números normales nes ATM y MRE11). Los niños afectados presentan ataxia
de linfocitos B. En éste se incluye la más frecuente de todas cerebelosa, con dificultades para iniciar el movimiento, te-
las inmunodeficiencias, la deficiencia en IgA (1/500). Su me- langiectasias óculo-cutáneas (lesiones vasculares) e infeccio-
canismo es desconocido y su herencia variable, pero se ha nes recurrentes por bacterias piógenas y virus. Presentan
encontrado que aproximadamente la mitad de los pacientes también un aumento a la sensibilidad de rayos X y otras ra-
presentan anticuerpos IgG anti-IgA. Esto provoca una au- diaciones, junto con inestabilidad cromosómica. Manifiestan
sencia total de IgA en sangre y mucosas, produciéndose disminución progresiva de linfocitos T e hipogammaglobu-
como consecuencia infecciones de los tractos respiratorio, linemia de IgA, IgE e IgG.
gastrointestinal y genitourinario. Esta enfermedad también El síndrome de Nijmegen es parecido a la ataxia telan-
presenta un aumento en la incidencia de neoplasias, y con giectasia, pero los enfermos no manifiestan ni ataxias ni te-
frecuencia, de enfermedades autoinmunes. La administra- langiectasias; es más grave y suele llevar asociada la aparición
ción intravenosa de productos sanguíneos, o de inmunoglo- de linfomas. Los pacientes pueden presentar microcefalia
bulinas que contienen IgA, provoca reacciones anafilácticas progresiva con pérdida de las habilidades cognoscitivas e in-
severas. Se ha visto que tratamientos con sulfasalazina, peni- fecciones pulmonares recurrentes. Al igual que la ataxia-te-
cilamina y oro pueden inducir esta inmunodeficiencia, y su langiectasia, el defecto se encuentra en la reparación de las
retirada coincide con su remisión, lo que le confiere cierto roturas de nuestro ADN, en la replicación, o incluso en la
carácter de inmunodeficiencia adquirida influenciada por recombinación somática (gen NBS1). Por último, el síndro-
factores ambientales19. me de Bloom se debe a la alteración en una helicasa (gen
Los dos últimos grupos incluirían la deficiencia específica BLM) necesaria para la separación de las hebras de ADN,
de anticuerpos con concentraciones normales de inmunoglo- por cuya consecuencia no se produce la replicación. Lo en-
bulinas y números normales de linfocitos B, y la hipogamma- fermos manifiestan rostros particularmente alargados, nariz
globulinemia transicional de los niños, con números norma- prominente y eritema, con placas eritematosas con descama-
les de linfocitos B. Ambas son de herencia y mecanismo ción fina en las mejillas. Tienen retraso en el crecimiento,
desconocidos. con estatura baja, delgadez y huesos finos. Presentan alta in-
cidencia de tumores, particularmente leucemias, infecciones
3. Otros síndromes de inmunodeficiencias bien definidos bacterianas pulmonares y diabetes21.
Se definen como síndromes mayores complejos y severos en
los que la inmunodeficiencia forma parte en alto grado de los Síndrome de Di George. En el síndrome de Di George,
mismos. En este grupo se incluyen síndromes complejos o aplasia congénita del timo, se produce una mutación del
como el de Wiskott-Aldrich, defectos en la reparación del factor de transcripción TBX1 que conlleva una alteración
ADN, el síndrome de Di George (aplasia congénita del en el desarrollo embrionario de la tercera y cuarta bolsas
timo), las displasias inmuno-óseas, el síndrome de hiper-IgE, faríngeas. Este defecto provoca una aplasia o hipoplasia
la candidiasis muco-cutánea crónica, la enfermedad veno- severa del desarrollo del timo y de las glándulas paratiroi-
oclusiva hepática con inmunodeficiencia y el síndrome de des, de tal manera que se manifiesta una depleción de lin-
Hoyeral-Hreidarsson. focitos T en sangre, mientras los B permanecen normales.
También pueden presentar anormalidades cardíacas, facia-
Síndrome de Wiskott-Aldrich. Se debe a diferentes muta- les e hipocalcemias. Algunos niños afectados no presentan
ciones encontradas en el gen WASP, que codifica una proteí- excesivas infecciones, y pueden crecer normalmente sin
na imprescindible para el adecuado funcionamiento de los requerir tratamiento. Los casos más severos cursan con
linfocitos y las plaquetas. Este gen también puede provocar manifestaciones similares a las IDCV, con susceptibilidad
alteraciones en el correcto desarrollo de las células madre a infecciones por patógenos oportunistas (virus, hongos
hematopoyéticas. Su herencia está ligada al cromosoma X. y Pneumocystis jirovencci). Estos enfermos se tratan con
Este síndrome se manifiesta de forma característica con trasplante de timo fetal de donantes idénticos para HLA-
trombocitopenia asociada a eczemas y neutropenia. Los en- DR6.
fermos presentan infecciones recurrentes por Streptococcus
pneumoniae, Haemophilus influenzae, Meningococcus e infeccio- 4. Enfermedades disreguladoras inmunes
nes víricas, tanto en tracto respiratorio superior (conjuntivi- Se definen como inmunodeficiencias secundarias a alteracio-
tis, sinusitis y otitis) como en el tracto respiratorio inferior nes en la regulación del sistema inmune. En este grupo se
(bronquitis y neumonías). También están asociados linfomas incluyen las IDP que presentan como rasgo dominante ma-

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1913


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)

nifestaciones autoinmunes6,22. Las enfermedades inmuno- Síndrome hemofagocítico familiar con linfohistiocitosis.
disreguladoras se han clasificado en 4 grupos principales. Incluye tres deficiencias autosómicas recesivas: la deficiencia
en perforina, la deficiencia en Munc 13 y la deficiencia en
Inmunodeficiencias con hipopigmentación. El primer sintaxina 11.
grupo, y el más conocido, lo constituyen las inmunodeficien-
cias con hipopigmentación. En éste se incluye el síndrome de 5. Defectos congénitos en el número o función de los
Chediak-Higashi, el de Griscelli (tipo 2) y el de Hermansky- fagocitos o ambas anomalías
Pudlak, siendo los tres autosómicos recesivos. El síndrome En este grupo se incluyen pacientes que presentan alteracio-
de Chediak, quizás el más conocido, es también la deficiencia nes en la adecuada capacidad por parte de los granulocitos,
de Lyst, gen que codifica para una proteína que provoca una macrófagos y fagocitos en general de adherirse, extravasarse,
alteración en el tráfico lisosomal. Afecta a neutrófilos y a me- migrar a los tejidos inflamados y atacar los patógenos, tanto
lanocitos, en los cuales se producen gránulos lisosomales intracelulares como extracelulares. Son trastornos raros que
grandes, incapaces de fusionarse con los fagosomas. Las cé- presentan infecciones graves en piel, pulmones, hígado y
lulas NK y T citotóxicas pierden su capacidad efectora lítica huesos. Como consecuencia presentan esplenomegalia, he-
y los neutrófilos presentan alteraciones quimiotácticas. Estas patomegalia y linfadenopatías, con aumento del sistema retí-
inmunodeficencias con hipopigmentación se caracterizan culo-endotelial y de los ganglios linfoides. Manifiestan infec-
porque presentan un albinismo parcial, y en los casos más ciones repetitivas por bacterias como Staphiloccocus aureus,
severos manifiestan encefalopatías23. Pseudomonas, Klebsiella y Serratia, y hongos como Candida al-
bicans y Aspergillus sp. Es uno de los grupos clásicos, inclu-
Síndrome linfoproliferativo ligado al cromosoma X. Un yendo en la actualidad a 26 defectos moleculares diferentes,
segundo grupo son las dos variantes del síndrome linfoproli- siendo la enfermedad granulomatosa crónica (EGC) una de
ferativo ligado al cromosoma X (XLP1 y XLP2) o también las más importantes y frecuentes.
llamado enfermedad de Duncan. Las alteraciones de ambas
están ligadas al cromosoma X, y se diferencian en el gen afec- Enfermedad granulomatosa crónica. Esta IDP se caracte-
tado: XLP1 presenta un defecto en SH2D1A, una proteína riza por una incapacidad de producir especies oxidantes por
adaptadora que regula señales intracelulares, y el XLP2 afec- parte de neutrófilos y macrófagos. Estas células son incapa-
ta al gen XIAP, que codifica para un inhibidor de la apopto- ces de eliminar los microorganismos fagocitados, acumulán-
sis. Los portadores de esta inmunodeficiencia presentan una dose en el citoplasma formando granulomas cutáneos. Está
respuesta inmune inadecuada a la infección por el VEB. Es- causada por mutaciones en los genes que codifican para cual-
tos individuos están aparentemente sanos hasta que sufren quiera de las 4 subunidades que conforman a la enzima NA-
una mononucleosis infecciosa. Aproximadamente tres de DPH oxidasa. Esta mutación genética se presenta tanto liga-
cada cuatro afectados desarrollan una mononucleosis grave y da al cromosoma X, como autosómica recesiva. Los afectados
mortal, fundamentalmente causada por una necrosis hepáti- presentan una elevada susceptibilidad a infecciones bacteria-
ca. Los linfocitos T citotóxicos son activados policlonalmen- nas y micóticas por los microorganismos antes citados. El
te al reconocer células B infectadas por el virus. Aquéllos que tratamiento más sencillo consiste en antibióticos de amplio
sobreviven a la infección primaria desarrollan alteraciones espectro para mejorar la vida de los enfermos. En casos muy
que afectan a linfocitos T, B y NK, hipogammaglobulinemia graves se están utilizando terapias con IFNγ intentando res-
y linfomas (neoplasia de células B) que son fatales, aunque el tablecer el citocromo citoplasmástico y su función oxidativa.
trasplante de médula ósea compatible permite la superviven- El trasplante alogénico de medula ósea podría ser la cura
cia de estos individuos24. para esta inmunodeficiencia6,25.

Síndromes con autoinmunidad. En este grupo se encuentra Defectos en las moléculas de adhesión. Otra de las inmu-
el síndrome autoinmune linfoproliferativo (ALPS), la polien- nodeficiencias clásicas en este grupo son los defectos en las
docrinopatía autoinmune con candidiasis y distrofia ectoder- moléculas de adhesión (LAD). Se caracterizan porque se pro-
mal (APECED) y la disregulación inmune con poliendocrino- duce la incapacidad por parte de los leucocitos de adherirse y
patía y enteropatía ligada al cromosoma X. Las ALPS son una extravasarse a través de endotelios inflamados hacia los focos
de las IDP de este grupo más estudiadas, ya que se caracterizan de infección. En estos pacientes se producen infecciones por
por una disregulación del funcionamiento del sistema que bacterias piógenas y hongos. Existen tres tipos: I, II y III, he-
provoca la ejecución efectiva de la apoptosis (muerte celular redados de forma autosómica recesiva. Su expresión fenotípica
programada). Se conoce la existencia de 5 defectos molecula- es variable, pudiendo expresar desde el 1% de las moléculas de
res: en CD95 (Fas), en CD95L (FasL), en caspasas 8 y 10 y en adhesión normales (casos severos) hasta el 10% (fenotipo mo-
el gen N-Ras. Los 5 son autosómicos dominantes, aunque se derado). En los casos más severos la enfermedad se manifiesta
han encontrado casos de deficiencias en CD95 y CD95L que en los primeros meses de vida, con retraso en la caída del cor-
son autosómicos recesivos. Todos ellos se caracterizan por un dón umbilical. Además, estos enfermos tienen con frecuencia
incremento de la subpoblación linfocitaria T CD4-CD8– (do- celulitis, periodontitis, neumonías y sepsis. El defecto de adhe-
ble negativa) y se manifiestan con adenopatías y esplenomega- sión de tipo I (LAD-1) presenta mutaciones que afectan al gen
lias intermitentes, citopenias sanguíneas autoinmunes, defecto que codifica para la integrina CD18 (β2). Esta molécula inter-
en la apoptosis linfocitaria, posibilidad de linfomas, lupus e viene en las interacciones de leucocitos con el endotelio y en
infecciones repetitivas bacterianas y virales. la opsonización de inmunocomplejos (la fagocitosis de par-

1914 Medicine. 2009;10(28):1909-20


INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

tículas recubiertas de complemento). La función de células Displasia ectodérmica anhidrótica. La displasia ectodér-
fagocíticas y linfocitos citotóxicos (T y NK) está alterada. La mica anhidrótica presenta dos variantes, la autosómica rece-
deficiencia de adhesión de tipo II (LAD-2) se debe a la altera- siva debida al defecto del gen que codifica para el gen EDAR
ción en los neutrófilos en la expresión de la molécula sialil- (IKBA) y la ligada al cromosoma X debida al gen NEMO
Lewis X, ligando de la E-selectina del endotelio vascular. Esto (IKBKG). En ambas no se produce la correcta activación del
provoca una alteración en el proceso de rodamiento, impres- NF-Kβ. Se caracteriza por el desarrollo anormal de la piel y
cindible para su extravasación a los tejidos inflamados, y es estructuras asociadas como cabello, uñas, dientes y glándulas
consecuencia de la alteración molecular en las enzimas involu- sudoríparas, presentando piel delgada, incapacidad de sudar
cradas en la síntesis de GDP-mucosa (fucosilación) mediante y a veces ausencia de lágrimas8. En el crecimiento de los ni-
el transportador específico GDP-mucosa. Los síntomas son ños esta inmunodeficiencia afecta al desarrollo del ectoder-
muy parecidos a los de LAD-1, pero además, en los enfermos mo y a sus apéndices, desencadenando displasia, pudiendo
puede aparecer retraso mental. El tercer defecto de adhesión además presentar retraso, reducción o ausencia en la apari-
(LAD-3) es una alteración en la cascada de transducción para ción de los dientes.
la activación de las integrinas (β1-3) en leucocitos. No se co- La encefalitis por herpes simplex, que es debida a la alte-
noce muy bien su mecanismo, pero en algunos casos se han ración del gen que codifica para el TLR 3 en su versión au-
descubierto mutaciones en la proteína Rap1, imprescindible tosómica dominante o debida al gen UNC93B1 en su ver-
en los procesos de transducción de información por medio de sión recesiva, caracterizadas ambas porque afectan a más
citoquinas o quimiocinas6,25-27. tipos celulares, como células residentes del sistema nervioso
Además de estas IDP brevemente descritas, en este grupo central, epiteliales y leucocitos, y se manifiestan con menin-
también están incluidas: la neutropenia severa congénita, la en- gitis y encefalitis por virus herpes simplex6. Por último tene-
fermedad de Kostman, la neutropenia cíclica, la mielodisplasia mos el síndrome WHIM (verrugas-hipogammaglobuline-
ligada al cromosoma X, la deficiencia en P14, la deficiencia en mia-infecciones-mielocatexis), caracterizadas por una
RAC 2, la deficiencia en β-actina, el síndrome de Papillon, la neutropenia debida a una alteración en el tráfico de la células
periodontitis juvenil localizada, la deficiencia granular específi- mieloides, secundario a un defecto en el quimiorreceptor
ca, el síndrome de Shwachman-Diamond, la deficiencia en neu- CXCR4 o a su ligando el CXCL1228 y la epidermodisplasia
trófilos de G-6PD, l en IL-12 e IL-23 y por último las deficien- verruciforme, cuyo mecanismo se desconoce, y que manifies-
cias en el receptor 1 y 2 del IFNγ y en la señalización mediante ta infecciones por el virus del papiloma humano (grupo B1)
el IFN α/β/γ con defectos en STAT16. pudiendo aparecer cánceres de piel6.

6. Defectos en la inmunidad innata 7. Desórdenes autoinflamatorios


Las alteraciones en la inmunidad innata se han incorporado Los desórdenes auto-inflamatorios también se han incorpo-
en los últimos años en esta clasificación, siendo sólo 7 las rado recientemente como entidad propia en esta clasifica-
IDP descritas hasta ahora para este grupo. Se definen como ción, definiéndose como mutaciones genéticas que provocan
alteraciones en genes que codifican para proteínas que for- fiebres recurrentes y urticarias hereditarias, con alteraciones
man parte de las cascadas metabólicas implicadas en la defen- que afectan principalmente a los polimorfonucleados, mono-
sa que ejercen nuestros fagocitos ante la presencia de pató- citos y, en el caso de la enfermedad inflamatoria multisisté-
genos, y que termina con la activación de la fagocitosis y la mica en neonatos, afectaba también a los condrocitos. Son 9
explosión oxidativa. Este grupo tiene en común que estas los incluidos en este grupo, siendo todos autosómicos domi-
cascadas terminan en la activación de monocitos a través de nantes excepto tres, que son autosómicos recesivos. Los más
la translocación del factor NF-Kβ al núcleo, donde se esti- representativos son la fiebre mediterránea familiar, el síndro-
mulará la expresión de los genes implicados en su activación, me de hiper-IgD y la mutación en el receptor de TNF
proliferación y la regulación de la apoptosis. La deficiencia (TRAPS). También se incluyen la urticaria inducida por frío,
en IRAK-4 y la displasia ectodérmica anhidrótica en sus dos la enfermedad inflamatoria multisistémica neonatal y el sín-
variantes, la autosómica recesiva y la ligada al cromosoma X, drome crónico infantil. El síndrome de Blau, la osteomielitis
son tres ejemplos en los que la transducción a través del fac- multifocal crónica recurrente y la artritis estéril piogénica
tor nuclear NF-Kβ finalmente no se produce. con síndrome de acné terminan este grupo6,22.

Deficiencia en IRAK-4. En las células de nuestro sistema Fiebre mediterránea familiar. La fiebre mediterránea fa-
inmune innato la deficiencia en IRAK-4 consiste en la alte- miliar (FMF), la más representativa del grupo, es bastante
ración de una tirosina-quinasa (IRAK-4) responsable de la infrecuente, aunque desde que se ha descubierto el gen res-
señalización celular derivada de la transducción de informa- ponsable de la enfermedad, la FMF está siendo diagnosticada
ción a través de los Toll like receptor (TLR), de los receptores cada vez con mayor frecuencia. La FMF es una enfermedad
de la IL-1 y la IL-18. Sin embargo, IRAK-4 también inter- genética caracterizada por episodios recurrentes de fiebre
viene en la señalización a través del TCR de los linfocitos T que se pueden acompañar de dolor abdominal y torácico, así
de nuestro sistema inmune adaptativo. Por lo tanto, ambos como de dolor e inflamación articular. Afecta a personas con
tipos celulares comparten la necesidad de activar NF-Kβ ancestros procedentes de la cuenca del Mediterráneo y de
para poder ejercer su función defensiva, la cual está impedi- Oriente Medio, incluyendo judíos (especialmente sefardíes),
da. Como consecuencia, estos enfermos sufren infecciones turcos, árabes y armenios. En estas etnias la frecuencia es
por bacterias piógenas y hongos. 1-3/1.000, siendo muy rara en el resto de las razas. Se trata

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1915


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)

de una IDP de herencia autosómica recesiva caracterizada TABLA 2


Causas de inmunodeficiencias secundarias
por episodios recurrentes de fiebre con inflamación de sero-
sas. Los afectados presentan una mutación en el gen MEFM Condiciones fisiológicas Edad, embarazo, estrés
localizado en el cromosoma 16. Este gen codifica para la pi- Condiciones patológicas Enfermedades endocrinológicas: diabetes mellitus,
rina, una proteína encargada de regular la respuesta inflama- desnutrición
Enfermedades digestivas: cirrosis
toria. La ausencia de esta pirina provoca un desequilibrio, de
Enfermedades renales: síndrome nefrótico, insuficiencia
tal manera que se produce una respuesta proinflamatoria renal crónica avanzada, hemodiálisis y diálisis
mantenida, cuando ésta debería haber sido suprimida una vez peritoneal
se hubiese iniciado para dar lugar a los mecanismos de con- Enfermedades hematológicas: hipoesplenismo,
esplenectomía, linfomas, leucemias, mieloma múltiple
trol anti-inflamatorios29,30. Enfermedades autoinmunes: lupus eritematoso
sistémico
8. Deficiencias en el complemento Tumores sólidos: mama, SNC, colon, melanoma
Se incluyen en este grupo de deficiencias aquellos pa- Infecciones: herpesvirus, gripe, parásitos, VIH
cientes en los que se han encontrado defectos molecula- Fármacos Inmunosupresores: glucocorticoides, metotrexato,
azatioprina, ciclosporina, ciclofosfamida
res en alguna de las proteínas del sistema del comple- Inmunomoduladores: rituximab
mento. Se han descrito defectos, prácticamente, en todas Traumatismos Politraumatismos, grandes quemados, etc.
las proteínas que forman parte del sistema del comple- Agentes ambientales Radiaciones
mento31,32. Son bastante infrecuentes, representando el Tóxicos químicos
1-2% de las IDP. En la última revisión se incluyeron SNC: sistema nervioso central ; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
nuevas deficiencias sumando ya 23 IDP del complemen-
to conocidas. Son todas autosómicas recesivas, excepto el
defecto en properdina, que está ligada al cromosoma X.
Se han descrito tres grandes grupos: el primero incluiría
Inmunodeficiencias secundarias
los déficits genéticos de los componentes de la vía clásica
Existen múltiples condiciones que de forma secundaria afec-
y/o alternativa, el segundo los déficits de los componen-
tan al funcionamiento del sistema inmune, produciendo, de
tes terminales y el tercero los déficits de las proteínas
forma similar al de las IDP, un cuadro clínico caracterizado
reguladoras del complemento, solubles y unidas a las
por aumento de la incidencia y gravedad de las infecciones.
membranas. Las manifestaciones clínicas de todas ellas
También pueden asociarse a mayor aparición de tumores y
son bastante parecidas. Por ejemplo, deficiencias en pro-
de enfermedades o desórdenes de carácter autoinmune. Las
teínas del complemento como C3, C2, factores como el
más relevantes se enumeran en la tabla 2.
F o el I se manifiestan con infecciones repetitivas por
Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae. Defec-
tos en las proteínas del complemento del C5-C9, el fac-
tor d, o ausencia de la proteína properdina se manifiesta
Condiciones fisiológicas
con infecciones por Neisseria meningiditis o Neisseria
gono-rrhoeae, dando lugar a meningoencefalitis. Niveles Diversos factores coexisten favoreciendo cierto grado de in-
bajos de C4 junto con la disfunción o ausencia de C1q se munodepresión en los ancianos: con la edad disminuyen y se
manifiestan con característicos angioedemas hereditarios deterioran los mecanismos inespecíficos de defensa (tales
o edemas angioneuróticos familiares, provocando edema como la piel o la secreción de las mucosas), disminuye la
no doloroso, sin urticaria de labios, extremidades y pár- función fagocítica, la capacidad funcional de las células T y
pados. El compromiso de la laringe es muy peligroso, el título de anticuerpos específicos. Sin embargo, esta inmu-
pudiendo ser mortal. El estrés, ejercicios intensos o ciru- nodepresión es sólo relativamente moderada, siendo raras las
gías de cualquier clase pueden actuar como desencade- infecciones graves, y sí más frecuentes, por ejemplo, las reac-
nantes. También se les asocia en algunos casos infeccio- tivaciones tuberculosas o herpéticas34.
nes por Mycobacterium leprae33. Durante el embarazo los estudios de laboratorio han des-
Una de las manifestaciones comunes que tienen todas las crito un efecto inhibitorio de la progesterona sobre la linfo-
inmunodeficiencias del complemento es que pueden inducir proliferación in vitro, así como sobre la respuesta a mitóge-
enfermedades autoinmunes. El complemento tiene una fun- nos de las células T, lo cual se correlaciona con una mayor
ción esencial retirando inmunocomplejos de la sangre, evi- incidencia de ciertas infecciones directamente relacionadas
tando que se depositen en los endotelios o en los tejidos. El con la inmunidad celular, tales como las hepatitis A y B, las
déficit de estas proteínas del complemento produce depósi- infecciones herpéticas, la tuberculosis o las micosis35.
tos de inmunocomplejos que manifiestan los síntomas de un Diversos estados cotidianos de estrés se relacionan típica-
lupus eritematoso sistémico (LES-like), presentando rash, mente con mayor incidencia de infecciones respiratorias o
glomerulonefritis o vasculitis. En algunos casos también reactivaciones herpéticas, habiéndose demostrado en estas si-
pueden presentar anticuerpos antinucleares y enfermedad tuaciones disminución de la actividad NK, así como de la res-
reumatoide6,31,33. puesta linfocítica a mitógenos; se ha especulado sobre el papel
El tratamiento proporcionando de forma intravenosa la pro- del sistema nervioso autónomo y el eje corticotropo, aunque
teína de la que se carece es muy efectivo. También se está inten- los mecanismos de regulación neuronal de la inmunidad aún
tando aplicar terapias génicas para sustituir el gen mutado. no están bien definidos36.

1916 Medicine. 2009;10(28):1909-20


INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

Condiciones patológicas Alteraciones hematológicas


Dado que el bazo constituye aproximadamente el 25% de
toda la capacidad fagocítica del organismo (lugar de interac-
Enfermedades endocrinológicas
ción entre células presentadoras de antígeno, células T y cé-
En los pacientes diabéticos los niveles elevados de glucemia
lulas B y aclaramiento de partículas pobremente opsoniza-
se correlacionan con la disfunción neutrofílica encontrada;
das), el hipoesplenismo o la ausencia de bazo tras
este déficit, añadido a la microangiopatía de estos pacientes,
esplenectomía condicionan un mayor riesgo de infecciones
y la consiguiente mala perfusión periférica de los tejidos,
diseminadas por bacterias encapsuladas como neumococo,
condiciona un típico aumento de la incidencia de celulitis,
Haemophilus y meningococo, haciendo preciso dichas vacuna-
candidiasis, otitis, etc.37.
ciones en estos casos39. Por otro lado, las transfusiones san-
Asimismo, diversas alteraciones inmunológicas han sido
guíneas se han relacionado con un mayor riesgo de infección,
descritas en los estados de malnutrición: disminución de cé-
sin conocerse exactamente el mecanismo de inmunodepre-
lulas T, aumento de NK, niveles de inmunoglobulinas nor-
sión asociado.
males, o incluso elevados, con respuestas serológicas especí-
ficas disminuidas, disminución de IL-2, etc.
Enfermedades autoinmunes
La función inmune se renormaliza al restablecer la situa-
Las infecciones son la principal causa de morbimortalidad en
ción nutricional. Esta condición favorece la frecuencia de
los pacientes afectos de LES (aproximadamente 33% de las
infecciones como neumonías y gastroenteritis, con alta tasa
muertes); esta alta incidencia se deriva no sólo de las terapias
de mortalidad en los países con alto porcentaje de desnutri-
inmunosupresoras (ver más adelante), sino también de las
ción38.
diversas alteraciones inmunes que se producen en estos pa-
cientes: descenso en la producción de interleuquinas (IL-2 e
Enfermedades digestivas IFNγ), linfopenia CD4, disminución de células NK, neutro-
Las hepatopatías crónicas y la insuficiencia de este órgano se penia y disfunción fagocítica, existencia de autoanticuerpos
han asociado a diferentes alteraciones del sistema inmunoló- IgM contra células T y déficit de complemento, entre otras40.
gico, que se han implicado en la patogenia de diferentes ma- La autoinmunidad conlleva la existencia de una alteración
nifestaciones clínicas e incluso en la propia progresión del del sistema inmunitario que constituye una inmunodeficien-
daño tisular. La patogenia es compleja con factores físicos cia. Además, los tratamientos empleados alteran todavía más
como el shunt portal, que reduce la capacidad de las células las respuestas inmunes frente a microorganismos.
de Kupffer para eliminar partículas opsonizadas, añadiéndo-
se la hipocomplementemia presente en estos pacientes y la Tumores
traslocación bacteriana, manteniendo e intensificando un es- En las neoplasias hematológicas es donde, obviamente, se
tado inflamatorio sistémico. También se ha observado que las observan más típicamente alteraciones inmunes. En los lin-
alteraciones neuroendocrinas propias de estas enfermedades fomas Hodgkin existe una alteración generalizada de la in-
pueden implicarse en el desarrollo de la inmunodeficiencia, munidad dependiente de células T41, que puede persistir
destacando el aumento de los niveles de glucocorticoides en- hasta 10 años después de la remisión, lo cual apoya la teoría
dógenos. Las consecuencias patológicas son diversas e inclu- de la existencia de una inmunodepresión previa al desarrollo
yen la incidencia de infecciones, los episodios de sepsis y la de la enfermedad. Si a ello se suma que en muchos casos el
peritonitis bacteriana37. tratamiento contempla no sólo quimioterapia y radioterapia,
sino también esplenectomía, el riesgo de infecciones se mul-
Enfermedades renales tiplica. Tanto la inmunidad humoral como la función fagocí-
La uremia se asocia a la inducción de alteraciones del sistema tica permanecen, en cambio, estables.
inmunológico, así como la introducción del tratamiento sus- En el 60% de los pacientes afectos de leucemia linfática
titutivo con exposición a membranas de diálisis. Se han des- crónica se observa una marcada hipogammaglobulinemia,
crito alteraciones en la función fagocítica y dendrítica en los autoanticuerpos anticélulas B, disminución de actividad del
enfermos con insuficiencia renal crónica avanzada en hemo- complemento y disfunción de células NK, así como de la
diálisis, así como disminución de la producción de anticuer- citotoxicidad dependiente de anticuerpos. Las infecciones
pos, alteración cuantitativa y cualitativa de los receptores FC constituyen en torno al 50% de las causas de mortalidad en
de IgG y disfunción de las células T. El mecanismo inmune esta enfermedad42.
de estas anomalías no se conoce con exactitud, aunque tam- En el mieloma múltiple está disminuida la capacidad de
bién se cree que está relacionado con los altos niveles de glu- producción de anticuerpos efectivos, aunque cuantitativa-
cocorticoides endógenos existentes37. Los pacientes en diáli- mente el nivel de inmunoglobulinas séricas esté aumentado
sis peritoneal presentan mayor susceptibilidad a la peritonitis a expensas del componente monoclonal; asimismo está alte-
bacteriana, no sólo por la presencia de material extraño, sino rado la ratio CD4/CD8, y se da una alteración del comple-
por efecto directo del dializado y el aclaramiento de inmuno- mento y de la función neutrofílica que favorece las infeccio-
globulinas y complemento que produce. En los pacientes nes por microorganismos encapsulados43.
afectos de síndrome nefrótico la pérdida urinaria de inmuno- En cuanto a las neoplasias no hematológicas se ha postu-
globulinas y complemento favorece una alta incidencia de lado la existencia de una alteración funcional del sistema in-
infecciones, entre las que destacan los episodios de peritoni- munológico que puede ser previa a la aparición del tumor, o
tis. secundaria a su desarrollo y progresión. La secreción por

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1917


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)

parte de las células tumorales de sustancias actuarían como medad. Tras la primoinfección, que puede manifestarse como
inmunosupresoras, habiéndose descrito disminución de la un cuadro pseudogripal o mononucleósido, continúa con
actividad citotóxica de las células NK y/o de los TIL (Tumor una fase de latencia asintomática. Posteriormente la cifra de
infiltrating lymphocytes) en neoplasias cutáneas, neurológicas, CD4 prosigue con un lento declinar, en estrecha relación
mamarias y digestivas44. Las alteraciones de la respuesta in- con la carga viral existente, a un ritmo aproximado de 50
mune inflamatoria son un elemento patogénico relevante en células/μl por año; en virtud de esa progresiva inmunodepre-
el desarrollo local y en la aparición de metástasis en diferen- sión comienzan a aparecer las infecciones oportunistas. En
tes tumores. En algunas neoplasias la respuesta inmune anó- 1993 los CDC (Centers for Disease Control) de Atlanta estable-
mala generada en el entorno del tumor y sistémicamente cieron una clasificación definitiva de los estadios de la infec-
poseen significación pronóstica, como en el colon, riñón o ción en función de las condiciones clínicas y de número de
mama. CD4, redefiniendo como caso sida (síndrome de inmunode-
ficiencia adquirida) a todo aquel paciente infectado por el
Infecciones VIH con menos de 200 CD4 por mm3, con o sin síntomas, y
Aunque la infección por el virus de la inmunodeficiencia hu- a todos aquellos pacientes que hubieran presentado en algún
mana (VIH) constituye el ejemplo por excelencia de inmuno- momento alguna de las condiciones clínicas indicativas de
depresión secundaria a un agente infeccioso, otros microorga- inmunodepresión severa46 (tabla 3). Hoy en día, gracias al
nismos producen también cierto grado de inmunodeficiencia. tratamiento antirretroviral, el pronóstico de estos enfermos
Se ha descrito alteración de la inmunidad celular inducida por ha mejorado espectacularmente.
el virus de la gripe, que infecta directamente las células T y las
células dendríticas. La infección por citomegalovirus produce
una disminución de la secreción de INFγ durante la fase agu- Fármacos
da de la enfermedad. Ciertas parasitosis, como la malaria, la
leishmaniasis y la tripanosomiasis, alteran la función macrofá- En muchos casos los tratamientos farmacológicos tienen la
gica e inducen la síntesis de células supresoras, probablemente intención expresa de disminuir la actividad inmunitaria,
mediado todo ello por factores inmunodepresores producidos como es el caso de los inmunosupresores en el tratamiento
por los mismos parásitos45. de las enfermedades autoinmunes, o los inmunomoduladores
A raíz de la descripción en 1981 de varios casos de neu- en el tratamiento y prevención de los rechazos postrasplante.
monía por Pneumocistis carinii y sarcoma de Kaposi –patolo- En el primer grupo destacan por su uso generalizado los glu-
gías hasta entonces casi exclusivas de enfermos con profunda cocorticoides: su administración produce disminución de la
inmunodepresión por otras causas– entre homosexuales capacidad fagocítica de neutrófilos y monocitos, descenso de
americanos previamente sanos, se llegó en 1983 a la identifi- los leucocitos totales, inhibición de la activación linfocitaria
cación y aislamiento de un nuevo retrovirus: el VIH. Tras dosis-dependiente, así como supresión de la producción de
entrar en el organismo por vía parenteral (transfusiones san- anticuerpos por las células B47. La susceptibilidad a las infec-
guíneas, drogas por vía intravenosa, transmisión materno-fe- ciones durante el tratamiento esteroideo parece estar clara-
tal) o por mucosas (relaciones sexuales) el virus infecta las mente aumentada en los ancianos.
células T CD4+ a través de su proteína gp120, y en su inte- Otros fármacos de marcado efecto inmunosupresor son
rior se replica, destruyéndolas finalmente a un ritmo aproxi- metotrexato, ciclosporina, azatioprina o ciclofosfamida, de
mado de 109 células diarias en las primeras fases de la enfer uso extendido para el control de numerosas enfermedades
autoinmunes como lupus, artritis reumatoide o vasculitis sis-
témicas.
Entre los fármacos inmunomoduladores destaca rituxi-
TABLA 3 mab, anticuerpo contra el receptor CD20 de los linfocitos B
Clasificación de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
(CDC 1993) maduros, empleado en neoplasias de células B y más recien-
temente en enfermedades autoinmunes. Debe destacarse que
Categorías clínicas la alteración del sistema inmunológico producida por el em-
A: asintomático, pleo de inmunosupresores también se ha asociado a la mayor
primoinfección,
o linfadenopatía B*: síntomas C: condiciones incidencia de neoplasias en los enfermos inmunosuprimidos,
no A no C indicativas de sida**
persistente como por ejemplo los tumores de la piel en pacientes tras-
generalizada
plantados de corazón.
CD4 /mm3
> 500 A1 B1 C1
200-449 A2 B2 C2
< 200 A3 B3 C3 Traumatismos
B*: candidiasis vaginal persistente, leucoplasia oral, herpes zóster recidivante o
polimetamérico, neuropatía periférica, angiomatosis bacilar, displasia cervical, carcinoma Como consecuencia de un traumatismo, y directamente pro-
cervical in situ, síndrome constitucional, púrpura trombocitopénica idiopática, enfermedad
inflamatoria pélvica, listeriosis. C**: candidiasis esofágica o respiratoria, cáncer de cérvix, porcional a la extensión del daño, se observan distintas alte-
coccidioidomicosis, criptococcosis, criptosporidiosis, citomegalovirus, herpes simplex,
histoplasmosis, demencia asociada al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), síndrome raciones inmunológicas, probablemente derivadas de la se-
comsuntivo asociado al VIH, isosporiasis, sarcoma de Kaposi, linfoma cerebral,
tuberculosis, infección por Mycobacterium avium o kansasii, neumonía recurrente, creción masiva de citoquinas inflamatorias (IL-1, TNF) y la
neumonía por Pneumocystis carinii, leucoencefalopatía multifocal progresiva, toxoplamosis, activación del sistema monocito-macrófago por los produc-
salmonelosis.
SNC: sistema nervioso central; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana. tos de necrosis tisular48: linfopenia, disminución de CD4 e

1918 Medicine. 2009;10(28):1909-20


INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS

inversión de la ratio CD4/CD8, disminución de actividad ✔


10. r Kalman L, Lindegren ML, Kobrynski L, Vogt R, Hannon H,
Howard JT, et al. Mutations in genes required for T-cell develop-
NK, menor expresión de receptores MHC II, aumento ment: IL7R, CD45, IL2RG, JAK3, RAG1, RAG2, ARTEMIS, and
PgE2, disminución de quimiotaxis y fagocitosis, así como de ADA and severe combined immunodeficiency: HuGE review. Genet
la expresión de integrinas. Las quemaduras producen mayor Med. 2004;6:16-26.

inmunodepresión que los traumas mecánicos, sin saberse la ✔


11. r Cavazzana-Calvo M, Hacein-Bey S, Yates F, de Villartay JP, Le
DF, Fischer A. Gene therapy of severe combined immunodeficien-
causa intrínseca con certeza. cies. J Gene Med. 2001;3:201-6.

12. Case of leukaemia associated with X-linked severe combined immunode-
ficiency gene therapy trial in London. Hum Gene Ther. 2008;19:3-4.

13. Hacein-Bey-Abina S, Von KC, Schmidt M, McCormack MP, Wulffraat
N, Leboulch P, et al. LMO2-associated clonal T cell proliferation in two
Exposiciones ambientales patients after gene therapy for SCID-X1. Science. 2003;302:415-9.

14. r Rosen F, Geha R. Estudio de casos clínicos en inmunología. Bar-
celona: Masson; 2000.
Las radiaciones ionizantes (rayos X y radiación gamma) afec-
tan a las células del sistema inmune de la misma forma en

15. Pascual-Salcedo D, de la Concha EG, García-Rodríguez MC, Zabay JM,
Sainz T, Fontan G. Cellular basis of hyper IgM immunodeficiency. J Clin
Lab Immunol. 1983;10:29-34.
que se ven alteradas por la quimioterapia oncológica: impi-
diendo la división celular, y por lo tanto, produciendo un

16. r Notarangelo L, Casanova JL, Fischer A, Puck J, Rosen F, Seger R,
et al. Primary immunodeficiency diseases: an update. J Allergy Clin
Immunol. 2004;114:677-87.
descenso de linfocitos circulantes en sangre; este efecto se
observa tras las primeras horas y es dosis dependiente, siendo

17. Haymore BR, Mikita CP, Tsokos GC. Common variable immune defi-
ciency (CVID) presenting as an autoimmune disease: role of memory B
cells. Autoimmun Rev. 2008;7:309-12.
más radiosensibles las células B que las T49. También se sabe
que la radiación puede inducir apoptosis sobre los linfocitos. ✔
18. Daniels JA, Lederman HM, Maitra A, Montgomery EA. Gastrointestinal
tract pathology in patients with common variable immunodeficiency
De forma más directa el tracto gastrointestinal y la piel se (CVID): a clinicopathologic study and review. Am J Surg Pathol.
2007;31:1800-12.
ven afectados por la radiotoxicidad, favoreciendo las infec- ✔
19. Latiff AH, Kerr MA. The clinical significance of immunoglobulin A defi-
ciency. Ann Clin Biochem. 2007;44:131-9.
ciones al romperse las barreras naturales de defensa.
Por último, una larga lista de productos químicos han ✔
20. Notarangelo LD, Ochs HD. Wiskott-Aldrich Syndrome: a model for de-
fective actin reorganization, cell trafficking and synapse formation. Curr
sido descritos con efectos nocivos sobre el funcionamiento Opin Immunol. 2003;15:585-91.
del sistema inmune: hidrocarburos policíclicos aromáticos ✔
21. Lavin MF, Kozlov S. DNA damage-induced signalling in ataxia-telan-
giectasia and related syndromes. Radiother Oncol. 2007;83:231-7.
(disminuyen la citotoxicidad T y la producción de anticuer- ✔
22. Matamoros N. Clasificación de las inmunodeficiencias primarias, unas
entidades múltiples y diversas. VII Meeting of the Spanish group for pri-
pos), pesticidas (producen linfopenia, atrofia tímica, reducen mary immunodeficiencies; 2005.
la citotoxicidad y la producción de anticuerpos), metales pe- ✔
23. Kaplan J, De DI, Ward DM. Chediak-Higashi syndrome. Curr Opin He-
matol. 2008;15:22-9.
sados (producen mielosupresión y linfopenia, reducen la ac-
tividad NK), etanol (reduce la quimiotaxis, la producción de

24. Stewart DM, Tian L, Notarangelo LD, Nelson DL. X-linked hypogam-
maglobulinemia and isolated growth hormone deficiency: an update. Im-
munol Res. 2007;38:391-9.
anticuerpos y la citotoxicidad) y dióxido de nitrógeno am-
biental (disminuye la actividad macrofágica alveolar).

25. Malech HL, Hickstein DD. Genetics, biology and clinical management
of myeloid cell primary immune deficiencies: chronic granulomatous di-
sease and leukocyte adhesion deficiency. Curr Opin Hematol. 2007;14:29-
36.

Bibliografía ✔
26. Malech HL, Nauseef WM. Primary inherited defects in neutrophil func-
tion: etiology and treatment. Semin Hematol. 1997;34:279-90.

27. Dinauer MC. Disorders of neutrophil function: an overview. Methods
Mol Biol. 2007;412:489-504.
r Importanterr Muy importante ✔
28. Notarangelo L, Badolato R. Intracellular protein trafficking, granules
formation, and the pathophysiology of congenital neutropenia. VII
✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión Meeting of the Spanish group for primary immunodeficiencies; 2005.

✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica ✔


29.
p. 405.
Gok F, Sari E, Erdogan O, Altun D, Babacan O. Familial Mediterranean
✔ Epidemiología fever and IgA nephropathy: case report and review of the literature. Clin
Nephrol. 2008;70:62-4.

✔1. Cooper MA, Pommering TL, Koranyi K. Primary immunodeficiencies.



30. Ryan JG, Kastner DL. Fevers, genes, and innate immunity. Curr Top Mi-
crobiol Immunol. 2008;321:169-84.


Am Fam Physician. 2003;68:2001-8.
2. Registro Español de Inmunodeficiencias (REDIP) 2008. Disponible en:

31. Sullivan KE. Complement deficiency and autoimmunity. Curr Opin Pe-
diatr. 1998;10:600-6.


web.hsd.es/redip/.
3. r Conley ME. Molecular basis of immunodeficiency. Immunologi-

32. Picard C, Puel A, Bustamante J, Ku CL, Casanova JL. Primary immuno-
deficiencies associated with pneumococcal disease. Curr Opin Allergy
cal Reviews. 2008;203:5-9. Clin Immunol. 2003;3:451-9.
✔4. Fudenberg H, Good RA, Goodman HC, Hitzig W, Kunkel HG, Roitt
IM, et al. Primary immunodeficiencies. Report of a World Health Orga-

33. Oleastro M, Galichio G, Krasovec S. Inmunodeficiencias primarias. Edu-
cación Médica Continuada. Buenos Aires (Argentina): PRNAAi; 2001.


5.
nization Committee. Pediatrics. 1971;47:927-46.
Fudenberg HH, Good RA, Hitzig W, Kunkel HG, Roitt IM, Rosen FS,

34. Solana R, Villanueva JL, Pena J, De la FM. Cell mediated immunity in
ageing. Comp Biochem Physiol. 1991;A99:1-4.
et al. Classification of the primary immune deficiencies: WHO recom-
mendation. N Engl J Med. 1970;283:656-7.

35. Matthiesen L, Berg G, Ernerudh J, Hakansson L. Lymphocyte subsets
and mitogen stimulation of blood lymphocytes in normal pregnancy. Am

6. rr Geha RS, Notarangelo LD, Casanova JL, Chapel H, Conley ME, J Reprod Immunol. 1996;35:70-9.
Fischer A, et al. Primary immunodeficiency diseases: an update from
the International Union of Immunological Societies Primary Im-

36. Irwin M. Stress-induced immune suppression: role of brain corticotropin
releasing hormone and autonomic nervous system mechanisms. Adv
munodeficiency Diseases Classification Committee. J Allergy Clin Neuroimmunol. 1994;4:29-47.


7.
Immunol. 2007;120:776-94.
Laval RE. Sobre la transmisión de la tuberculosis y los primeros ensayos

37. De Marie S. Diseases and drug-related interventions affecting host defen-
ce. Eur J Clin Microbiol Infect Dis. 1993;12:36.


8.
de BCG. Rev Chil Infect. 2003; 20 Supl: 51-3.
Rodríguez Gallego JC. Inmunodeficiencias primarias por defectos del

38. Santos JI. Nutrition, infection, and immunocompetence. Infect Dis Clin
North Am. 1994;8:243-67.
sistema IFN, IL-12, IL-23 y deficiencias de señalización a través de re-
ceptores de tipo toll (TLRs). VII Meeting of the Spanish group for pri-

39. Bohnsack JF, Brown EJ. The role of the spleen in resistance to infection.
Annu Rev Med. 1986;37:49-59.


9.
mary immunodeficiencies. 2005;24:396.
Ku CL, von BH, Picard C, Zhang SY, Chang HH, Yang K, et al. Selecti-

40. Padula SJ, Clark RB, Korn JH. Cell-mediated immunity in rheumatic
disease. Hum Pathol. 1986;17:254-63.
ve predisposition to bacterial infections in IRAK-4-deficient children:
IRAK-4-dependent TLRs are otherwise redundant in protective immu-

41. Holm G, Mellstedt H, Bjorkholm M, Johansson B, Killander D, Sundblad
R, et al. Lymphocyte abnormalities in untreated patients with Hodgkin’s
nity. J Exp Med. 2007;204:2407-22. disease. Cancer. 1976;37:751-62.

Medicine. 2009;10(28):1909-20 1919


ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (I)


42. Molica S. Infections in chronic lymphocytic leukemia: risk factors, and
impact on survival, and treatment. Leuk Lymphoma. 1994;13:203-14.

48. Faist E, Schinkel C, Zimmer S. Update on the mechanisms of immune
suppression of injury and immune modulation. World J Surg. 1996;20:

43. Jacobson DR, Zolla-Pazner S. Immunosuppression and infection in mul- 454-9.


tiple myeloma. Semin Oncol. 1986;13:282-90.
44. Miescher S, Whiteside TL, Carrel S, Von FV. Functional properties of

49. Anderson RE, Warner NL. Ionizing radiation and the immune response.
Adv Immunol. 1976;24:215-335.
tumor-infiltrating and blood lymphocytes in patients with solid tumors:
effects of tumor cells and their supernatants on proliferative responses of
lymphocytes. J Immunol. 1986;136:1899-907.

45. Dessaint JP, Capron A. Immunodeficiencies in parasitic diseases. Immu-
nodefic Rev. 1989;1:311-24.
✔r
46. Jones JL, Hanson DL, Dworkin MS, Alderton DL, Fleming PL,
Kaplan JE, et al. Surveillance for AIDS-defining opportunistic ill-
Páginas web
web.hsd.es/redip/
nesses, 1992-1997. MMWR CDC Surveill Summ. 1999;48:1-22. www.esid.org/home.php

47. Fedor ME, Rubinstein A. Effects of long-term low-dose corticosteroid
therapy on humoral immunity. Ann Allergy Asthma Immunol. 2006;
www.info4pi.org/whoiuis/index.cfm?section=expertreport&CFID=2813523&
CFTOKEN=3
97:113-6. www.jmfworld.com/

1920 Medicine. 2009;10(28):1909-20

También podría gustarte