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Terapia Grupal Adleriana PDF
Terapia Grupal Adleriana PDF
Terapia Grupal
Raúl Corres Ocampo - 6° “A”
Este enfoque crea la idea de que las personas están motivadas fundamentalmente por
fuerzas sociales y se esfuerzan para alcanzar ciertas metas. La búsqueda de significado se
relaciona con los sentimientos de inferioridad y éstos motivan el esfuerzo para alcanzar
dominio, superioridad, poder y perfección. Con esto se argumenta que dichos sentimientos
son la fuente de la creatividad y que el placer no es la meta de la vida, sino que es la
perfección.
Este enfoque tiene una visión holística de la persona, es decir, considera a la persona como
un todo significativo e indivisible. La persona es más que la suma de sus partes y
características. El interés se dirige en mayor medida a los factores interpersonales que a los
intrapersonales, lo que permite comprender la situación social del cliente y sus actitudes al
respecto.
Todas las formas de vida se caracterizan por una tendencia hacia las explicaciones
teleológicas, que significa que el humano vive en base a sus metas y propósitos. Así la
persona actúa en consecuencia de una visión de un yo perfecto que le mueve a cambiar
partes de sí mismo porque pretenden alcanzar dichas metas. El enfoque adleriano se
enfoca al futuro de la persona por sobre su pasado.
La terapia grupal adleriana también entiende que la relación social de las personas con un
grupo implica compromiso, pues la persona se verá motivada a generar un mejor futuro
para quienes le rodean y esto verá un impacto directo en su persona. Al mismo tiempo, la
persona no puede ser aislada del contexto que la rodea, porque la influencia existe en vías
recíprocas, así como el individuo influye en el grupo, el grupo lo hace en él; no se distingue
si hay un primer actor en dicha relación.
Todos estos conceptos se puede aplicar desde el enfoque grupal, en un primer momento en
Viena en el año de 1921. Bajo la premisa de que si los problemas del hombre se pueden
reconocer y contextualizar gracias a su naturaleza social, el grupo está perfectamente
preparado y es adecuado para encontrarlos y posteriormente generar una influencia
correctiva en ellos. El grupo entonces representa un lugar en que la persona puede
desarrollar el sentido de pertenencia comunidad, para que el impacto del mismo se
intensifique.
El terapeuta adleriano no es anónimo ni lejano al grupo, sino que interviene en él desde una
posición igualitaria con el resto de los integrantes. Establece de manera intencionada una
estructura e indica pautas de conducta y funge como facilitador que crea y anima el
desarrollo de factores terapéuticos. Los terapeutas también sirven de modelos a los clientes
y así pueden aprender incluso más de lo que el terapeuta esperaba.