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1.

INTRODUCCION

La biomasa es actualmente transformada mediante diversas tecnologías para la obtención de


productos alternativos a los obtenidos a partir del petróleo, en un mercado tradicionalmente
monopolizado. La evolución del precio del petróleo y su tendencia ascendiente en los últimos
años debido a la creciente demanda mundial y agotamiento en las explotaciones de este recurso,
son factores que favorecen el desarrollo de nuevas tecnologías para el aprovechamiento de la
biomasa como recurso renovable. Las principales aplicaciones de la biomasa son las siguientes:

*Obtención de energía eléctrica/térmica a través de la biomasa como combustible:

*Valorización directa de la biomasa. Obtención de energía térmica y/o eléctrica.

*Valorización indirecta de la biomasa. Obtención de gas combustible, biocombustibles líquidos


(bioalcoholes, biodiesel), residuos sólidos del tratamiento térmico (carbón vegetal).

*Obtención de productos químicos: materias químicamente simples a través de procesos de


síntesis a partir de gases, productos de fermentación y destilación, entre otros procesos.

Muchas de las técnicas utilizadas con la biomasa se han utilizado durante años, algunas de ellas
perdurando en la actualidad (ej.: hogares para la combustión). Otras técnicas son de reciente
aprobación y demostración (gasificación) y otras parecen tener un buen potencial para llegar a
ser técnicas futuras concebibles, aunque no se haya
demostrado aún su aplicación directa y rentabilidad para un uso industrial (pirólisis).
Por otro lado, la obtención de productos químicos a partir de recursos renovables es también en
la actualidad objeto de estudio a escala internacional. En el marco de la Química Verde, la
investigación en éste área se enfoca en la búsqueda de nuevos productos menos contaminantes a
partir de recursos forestales, agrícolas, cultivos energéticos u otros residuos de origen
lignocelulósico, substituyendo a los actuales productos químicos de procedencia no-renovable.
[1]

2. LA BIOMASA
«Biomasa es la fracción biodegradable de productos, deshechos y residuos de la agricultura
(incluyendo substancias vegetales y animales), silvicultura e industrias relacionadas, así como
la fracción biodegradable de los residuos municipales e industriales».
Esta definición tiene un carácter muy amplio, ya que dentro de ella se engloba una diversidad
de fuentes energéticas que comparten determinadas características, pero que difieren entre
sí en cuanto a las tecnologías para su obtención y aplicación para la producción energética.

3. TIPOS DE BIOMASA

El observatorio que realiza el mejor seguimiento de la situación de las energías renovables en


la Unión Europea (EurObserv’ER Barometer) distingue dentro de la bioenergía, o biomasa en
sentido amplio, cuatro fuentes energéticas diferentes: (1) biomasa sólida, (2) biogás, (3)
fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (FORsU), y (4) biocarburantes (también
llamados biocombustibles líquidos).
La definición exacta de cada una de estas cuatro fuentes energéticas que constituyen lo que
conocemos como bio- masa, en sentido amplio, aparece al principio del párrafo dedicado a
continuación a cada una de ellas.
3.1. Biomasa sólida: aprovechamiento térmico o eléctrico de la materia orgánica de origen
vegetal o animal (excluyendo aquellos usos que se definen en las siguientes categorías).
Dependiendo del origen y composición de cada uno de los materiales y residuos utilizados,
la biomasa sólida se divide en: i)
3.1.1. Primaria:

Formada por cultivos energéticos, que son cultivos de especies vegetales destinados
específicamente a la producción de biomasa para uso energético. Entre las especies
agrícolas para producción de biomasa lignocelulósica podemos citar el cardo, el sorgo
o la colza etíope, entre otras. Entre las especies forestales leñosas se pueden citar, entre
otras, el chopo, el sauce, el eucalipto o la paulownia..
3.1.2. Residual o secundaria:

Residuos forestales (como los generados en operaciones de limpieza o poda), residuos agrícolas
leñosos (como podas de olivos, viñedos y frutales), residuos agrícolas herbáceos (como la paja
de cereales de invierno o el cañote del maíz), residuos de industrias forestales y agrícolas
(astillas, cortezas, serrín, huesos de aceitunas, cáscaras de frutos secos, cascarilla de arroz, etc.)
3.2. Biogás:

Se denomina «metanización» al proceso de fermentación anaeróbica de los componentes


orgánicos de los residuos. Dicha fermentación es producida por bacterias que se
desarrollan en ambientes carentes de oxígeno. Durante el proceso de
transformación de la materia orgánica, llamado digestión, dichas bacterias producen un gas
denominado por su origen «biogás».
El biogás puede proceder de la metanización natural de los residuos sólidos urbanos depositados
en los vertederos (desgasificación) o puede ser producido en digestores anaerobios
(metanización voluntaria). La digestión anaerobia puede aplicarse a excedentes de cosechas,
cultivos energéticos, residuos agrícolas, residuos ganaderos, lodos procedentes de depuradoras
de aguas residuales o efluentes industriales.
Estos residuos se pueden tratar de forma independiente o conjunta (codigestión). El biogás
resultante de aguas residuales urbanas y efluentes industriales generalmente es producido
en las mismas plantas depuradoras. Los residuos agrícolas y ganaderos pueden ser
tratados en pequeñas plantas de biogás a nivel de granja o grupo de granjas
7
.
En cuanto a sus usos, el biogás puede destinarse a la generación de calor y electricidad en una
caldera, generación de electricidad en motores y turbinas, pilas de combustible previa
realización de una limpieza de H 2s y otros contaminantes de las membranas,
introducción en una red de transporte de gas natural previa purificación y agregación de
los aditivos necesarios (especialmente en alemania, suecia y Holanda), material de base para
la síntesis de productos de elevado valor añadido como el metanol o el gas natural licuado, e
incluso como combustible de automoción

3.3. Biocarburantes.

Se denominan biocarburantes a los combustibles líquidos de ori gen biológico que por sus
características físico-químicas resultan adecuados para sustituir a la gasolina o al gasóleo, bien
sea de manera total, en mezcla con estos últimos o como aditivo.[2]
El tema de los biocarburantes, o combustibles líquidos, se aborda en otro artículo de este
número monográfico, por lo que en este trabajo nos centramos en la biomasa sólida, el biogás y
la FORsU. al referirnos a recursos de biomasa de bioenergía como fuentes de energía
renovable hay que distinguir entre materias primas y combustibles. por ejemplo, los
excrementos de animales de granjas constituyen materia prima a partir de la cual se obtiene el
combustible biogás, o ciertos residuos forestales constituyen la materia prima a partir de la cual
se obtienen los combustibles llamados pellets. Las diferentes cadenas de suministro para
producción de calor y electricidad a partir de biomasa están muy bien descritas .

3.4. Usos de la biomasa

En cuanto a los usos de la energía producida con biomasa, éstos pueden ser para calefacción,
refrigeración y producción de agua caliente en el sector doméstico (viviendas unifamiliares,
comunidades de vecinos, barrios o municipios enteros), calor para procesos industriales y
generación de electricidad. En resumen, todo el conjunto de fuentes energéticas que
comprende la biomasa puede tener tanto aplicaciones térmicas como eléctricas.

3.4.1. Aplicaciones térmicas

La producción térmica sigue una escala de usos que comenzaría con las calderas o estufas
individuales utilizadas tradicionalmente en los hogares. En un segundo escalón se sitúan las
calderas diseñadas para un bloque o edificio de viviendas, equiparables en su funcionamiento
a las calderas habituales de gasóleo C o gas natural, que proveen a las viviendas de
calefacción y agua caliente. En un tercer escalón aparecen las redes de calefacción
centralizada (district heating), muy extendidas en el norte y centro de Europa. La red de
calor y agua caliente llega no sólo a viviendas y urbanizaciones sino también a edificios
públicos, centros deportivos, complejos comerciales e incluso industrias. Estas centrales
térmicas requieren instalaciones exclusivas, debido al mayor tamaño tanto de las calderas
como de los silos de almacenamiento. Estas instalaciones también permiten la distribución de
frío para la climatización de viviendas y otros edificios en verano. Asimismo, en algunos
casos también pueden cubrirse las necesidades térmicas de ciertas industrias con calderas de
biomasa. Las industrias agroforestales normalmente aprovechan sus residuos para la
producción de calor y, en ocasiones, se acompaña de producción eléctrica (cogeneración con
biomasa).

3.4.2. Aplicaciones eléctricas


La producción de electricidad a partir de biomasa sólida precisa de sistemas complejos, dado el
bajo poder calórico de esta fuente energética, su alto porcentaje de humedad y su gran contenido
de volátiles. Para ello se necesitan centrales específicas con grandes calderas, con volúmenes de
hogar mayores que si utilizaran combustibles convencionales, que conllevan inversiones
elevadas y reducen su rendimiento. Todo ello, unido a la dificultad de aprovisionamiento de la
biomasa, hace que tenga menor peso la biomasa eléctrica que la biomasa para usos térmicos en
el cómputo global de esta energía .No obstante, la aplicación eléctrica de la biomasa sólida
contribuye a la estabilidad de la red de distribución, dada su capacidad para proporcionar al
sistema eléctrico garantía de suministro a cualquier hora del día, independientemente de las
diferentes condiciones meteorológicas (sol, viento o lluvia). Se trata, por tanto, de una energía
renovable con un carácter gestionable lo que la distingue de otras fuentes renovables.
En general, para cualquier combustible, la generación de electricidad típicamente tiene una
eficiencia de conversión directa del 35 por 100, lo cual significa que el 35 por 100 del
contenido en energía primaria es convertido en electricidad (energía final). La producción de
calor tiene una eficiencia de conversión directa del 85 por 100. Una planta de cogeneración
genera a la vez calor y electricidad (por cada unidad de electricidad da dos unidades de
calor). La cogeneración con biomasa permite acercar la generación eléctrica y térmica a
los centros de producción, reduciendo pérdidas de transporte y evitando la construcción
de nuevas plantas de energía convencional que suministren esa demanda eléctrica y
térmica.

3.5. Tecnologías de conversión de biomasa en calor o electricidad


Hay que distinguir entre procesos termoquímicos (combustión, pirólisis y gasificación) y
procesos bioquímicos (digestión anaerobia).

3.5.1. Combustión de biomasa.

Se trata de un proceso en el que el carbono y el hidrógeno contenidos en el combustible


reaccionan con el exceso de oxígeno para formar CO 2 y agua y liberar calor. Los procesos
de combustión son bien conocidos y existe una amplia variedad de tecnologías comerciales
adaptadas a las características de la biomasa y a la escala de sus aplicaciones. La
combustión consiste en la combustión de biomasa junto con carbón en las plantas de
generación de energía eléctrica de carbón.

3.5.2. Pirólisis.
Se trata de un proceso de descomposición de biomasa a través de una oxidación incompleta
en ausencia de oxígeno que genera compuestos sólidos (carbón vegetal), líquidos y gaseosos
aptos como materiales para distintas industrias o como combustibles.

3.5.3. Gasificación de biomasa.


Ocurre cuando se produce una oxidación parcial de biomasa a través del calor. Ello produce
un combustible compuesto por una mezcla de gases, rico en CO y en hidrógeno que tiene un
contenido energético del orden del 10 al 45 por 100 del valor calorífico del gas natural
(dependiendo del tipo de biomasa y de si la gasificación tiene lugar con aire, oxígeno o calor
indirecto). El gas obtenido puede ser enriquecido para obtener una mezcla de gases de
mayor calidad llamada gas síntesis de biomasa o syngas. según Kirkels y Verbong (2011),
comparado con la combustión, la gasificación es más eficiente, proporcionando calor más
controlado, mayores eficiencias en la producción de electricidad y la posibilidad de producir
a la vez combustibles y productos químicos.

3.5.4. Digestión anaerobia.


Es un proceso biológico en el que la materia orgánica (estiércol, purines, residuos agrícolas,
lodos de aguas residuales, residuos urbanos só- lidos o líquidos, residuos de la industria
alimentaria etc.), mediante la acción de un consorcio de microorganismos específicos y en
ausencia de oxígeno, se descompone en biogás (en el que entre el 50 y el 70 por 100 es
metano) y en digestato, que es una mezcla de productos minerales y compuestos de difícil
degradación.
3.6. Tecnologías para la producción de biocombustibles
La tecnología para la producción de biocombustibles ha sido mejorada a lo largo de los años.
Los biocombustibles que actualmente son producidos son: bioetanol, metanol, biogás,
biodiesel, hidrógeno y “Biomass to Liquid” (BtL).
Las principales redes europeas sobre biocombustibles son: European Biodiesel Board (EBB),
European Bioethanol Fuel Association (eBIO), European Union of Ethanol Producers
(UEPA). Estas redes engloban a los mayores productores de biodiesel o bioetanol,
instituciones, asociaciones y empresas europeas que dan apoyo a la producción y consumo de
los biocombustibles. A continuación se describirán las características básicas de las
tecnologías para la obtención de los biocombustibles anteriormente mencionados.

3.6.1. Producción de bioetanol

El bioetanol se obtiene a partir de la fermentación de los azúcares contenidos en las siguientes


materias primas:
Materias ricas en sacarosa: caña de azúcar.
Materias ricas en almidón: cereales (maíz, trigo, cebada) y tubérculos (patata, yuca).
Materias ricas en celulosa: madera, residuos agrícolas o residuos municipales de naturaleza
lignocelulósica.
La fermentación del azúcar contenido en la materia lignocelulósica es posible cuando
primeramente se realiza una hidrólisis ácida de la materia . (Figura VII.10). A diferencia del
“bioetanol de 1ª generación”, el etanol de celulosa o “bioetanol de 2ª generación” se basa en el
aprovechamiento de la materia celulósica procedente de residuos agrícolas (ej.: paja, caña del
maíz), otros materiales lignocelulósicos (ej: astillas de madera) o cultivos energéticos (ej:
Miscanthus, switchgrass, etc.) como materias primas, obteniendo rendimientos energéticos
elevados . A partir de 1 tonelada de paja de cereal se producen: 310 l de etanol, 70 m3 de CH4,
20 m3 de H2 y 230 kg de combustible sólido.
El conflicto del uso de la biomasa para fines alimenticios y para la producción de
biocombustibles sería resulto mediante el avance de esta tecnología.
3.6.2. Producción de metanol
El metanol obtenido a partir de la biomasa se basa en la síntesis química a partir del gas
(syngas) producido en la gasificación de la biomasa (Figura VII.11). El gas de síntesis debe
tener un ratio de H2/(2CO + 3CO2) cercana a 1,05, con un contenido de CO2 aproximado del
3%. El mantenimiento de la proporción H2/CO se da a cabo mediante las técnicas de separación
del CO2 y/o adición de H2 [33].
3.6.3. Producción de biogás

El biogás se produce a partir de la gasificación bioquímica de materia orgánica presente en


vertederos, plantas de compostaje y plantas industriales con tratamiento de efluentes
orgánicos (empresas agroalimentarias, lodos de depuradora, etc.). La gasificación bioquímica es
la resultante de la fermentación anaeróbica u oxidación parcial de la materia orgánica
biodegradable, producida por determinados microorganismos bajo condiciones controladas de
temperatura y humedad. Cuando el biogás se genera en grandes cantidades, suele ser quemado
para generar energía térmica y/o eléctrica. El biogás se compone de las siguientes fracciones en
volumen: CH4 (50-80%), CO2 (20-45%) y H2 (<2%). PCI total = 20 MJ/m3N.

Figura VII.10. Producción de biocombustibles de primera generación a partir de biomasa


vegetal: bioetanol, metanol y biodiesel.
3.6.4. Producción de biodiesel
Según la ASTM (American Society for Testing and Materials) el biodiesel se define como al
éster monoalquílico de cadena larga de ácidos grasos derivados de recursos renovables (aceites
vegetales o grasas animales) apto como combustible en motores Diesel . Las materias primeras
utilizadas para la producción del biodiesel son:
*Plantas oleaginosas convencionales: Colza, girasol y soja.
Producción de otros biocombustibles líquidos
El término BtL (Biomass to Liquid) se aplica a los combustibles líquidos procedentes de la
conversión termo-química de la biomasa, basado en un proceso de gasificación en tres etapas
(Choren Carbo-V ® Process).
El proceso Fisher-Tropsch (FT) es utilizado en la fabricación del combustible líquido a partir de
biomasa, llamado SunDiesel ®. El proceso FT se basa en una reacción catalítica (con hierro y
cobalto) donde el CO y el H2 convertidos a hidrocarburos líquidos en varias formas.
Inicialmente desarrollado a partir del carbón y del gas natural como materias primeras, la
aplicación comercial del proceso FT a la biomasa es limitada debido a las elevadas inversiones
y el coste de la materia primera.
*Aceites usados y grasas animales
El método comercialmente utilizado para la producción de biodiesel es la transesterificación de
aceites y de grasas animales . La reacción de transesterificación se efectúa mediante la reacción
de un aceite o grasa con un alcohol en presencia de un catalizador. El medio físico de reacción
requiere una determinada temperatura, tiempo de reacción, cantidad de ácidos grasos libres y
contenido de agua de los aceites o grasas.
Cultivos energéticos alternativos. Especies productoras de semillas oleaginosas no
convencionales: el cardo (Cynara Cardunculus), la colza etíope (Brassica carinata) y la
camelina (Camelina sativa), entre otra.

4. LA BIOMASA A NIEVEL INTERNACIONAL


Existen diversos convenios internacionales y acuerdos sectoriales relacionados con los aspectos
ambientales de la biomasa.
Para clarificar toda esta normativa, debemos distinguir dos tipos de biomasa: biomasa de origen
forestal en el ámbito internacional y biomasa de origen agrícola en el ámbito internacional.
4.1 Biomasa de origen forestal en el ámbito internacional
Se encuentra regulada por los siguientes convenios y acuerdos:
A. «Cumbre de la Tierra» de Río de Janeiro en 1992:
Desde su celebración y bajo la iniciativa de Naciones Unidas, se han ido desarrollando diversos
instrumentos y acuerdos internacionales sobre los bosques y la política forestal:

 Acuerdos no vinculantes sobre política forestal y un capítulo titulado «Combate a la


deforestación» dentro de la Agenda 21 en la citada Cumbre en 1992.

 Creación de un Panel Inter-gubernamental sobre Bosques, en 1995 que posteriormente


se transformó en un Foro Inter-gubernamental sobre Bosques.

 Creación en 2001 del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Bosques.
Sin embargo la falta de acuerdos vinculantes ha provocado que, según la FAO, se haya
mantenido durante los años 90 y primeros años del nuevo siglo, el ritmo anual de destrucción de
bosques naturales, cifrado en 16.000.000 has (estimándose que en los últimos 20 años la
superficie de los bosques destruida equivale al territorio de la India).
B. Protocolo de Kyoto
Entre las medidas propuestas en la Unión Europea para el logro de los objetivos planteados,
están, la promoción de las instalaciones de CHP o de cogeneración o producción combinada de
calor y electricidad, la promoción de los bio-combustibles y las medidas y políticas que
favorezcan la eficiencia energética.
Su alcance incluye las instalaciones de combustión para generación eléctrica y co-generación
mayores de 20 MW, no incluyéndose las plantas o las emisiones generadas por la combustión
de biomasa o residuos.

 FSC (Forest Stewardship Council)


Acuerdo celebrado por un importante grupo de industrias y ONGs, que han favorecido la
evolución hacia un modelo sostenible de gestión forestal, que evite la tala y comercio ilegal o
incontrolado de madera en los países más afectados (desde Canadá a Brasil, y varios países
asiáticos como Indonesia).
Otro avance en este sentido fue la firma de la Declaración Ministerial sobre Cumplimiento de
las leyes forestales, en Bali, 2001.

 Worldwatch Institute
En su documento de conclusiones con motivo de la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo,
señala las siguientes como las medidas a promover para conseguir la conservación y la gestión
sostenible de los bosques:

 Evitar la tala y el tráfico ilegal de madera.

 Reducir los niveles inadecuados de consumo de madera (Estados Unidos y China como
las dos economías con mayor consumo de derivados de la madera).

 Implantar sistemas de gestión e información forestal (inventarios y estudios oficiales y


periódicos sobre el estado de los bosques (que no existen aún en el 75% de los países)
con una periodicidad recomendada de 5 años, que deben estar libremente disponibles
para los ciudadanos.
Mejora de las prácticas forestales:

 Eliminar la práctica de la tala de bosques naturales para el establecimiento de cultivos,


plantaciones u otros usos.

 Estimular la reforestación de zonas no arboladas y el adecuado mantenimiento de las


zonas forestales, que proveen numerosos servicios, como la protección de la
biodiversidad, del suelo y las aguas, productos forestales y efecto de fijación del CO2.

 Incrementar la superficie certificada según los estándares FSC.


4.2. Biomasa de origen agrícola en el ámbito internacional

 Cumbre de Río de Janeiro en 1992


La agricultura resulta uno de los temas claves en la agenda internacional, puesto que está
directamente asociada a temas como el agua, la pobreza y el hambre y la salud.
En la Cumbre Mundial de la Alimentación celebrada en Roma en Junio del 2002, se concretó un
diagnóstico sobre la necesidad de cambiar el modo actual de producción agrícola (hacia un
nuevo paradigma que cabría definir como agro-ecológico), por considerarlo disfuncional y
excesivamente dependiente de los insumos químicos y la tecnología, alejándose de los objetivos
de garantizar el suministro de alimentos y conservar los ecosistemas naturales.
A medida que la agricultura (incluyendo la ganadería) se ha hecho tecnológicamente más
sofisticada, se puede decir que «industrializada», se ha convertido en destructiva desde las
perspectivas ecológica y social.
La agricultura industrial contribuye a alguno de los problemas ambientales más importantes a
escala global, como el efecto invernadero y la difusión de sustancias tóxicas en el medio
ambiente, especialmente nitratos, fosfatos y pesticidas en las aguas continentales susceptibles de
ser usadas para consumo, y bromuro de metilo y otros productos químicos destructores de la
capa de ozono atmosférica. (Se estima que el consumo de pesticidas se ha multiplicado por 17
desde el año 1950 hasta el año 2000).
La agricultura industrial también constituye una seria amenaza para la conservación del
patrimonio genético vegetal y la biodiversidad, por orientarse hacia un número muy limitado de
especies y variedades y la técnica del monocultivo, amenazando la «seguridad y soberanía
alimentaria» de las poblaciones rurales y las de países menos desarrollados.
Diversos estudios y experiencias confirman la validez del enfoque agro-ecológico para
conseguir una agricultura sostenible e integrada en los ecosistemas naturales, algunos de cuyos
principios esenciales serían los siguientes:

 Práctica rutinaria de las rotaciones de cultivo.

 Conservación y uso de las variedades autóctonas.

 Protección del suelo contra la erosión mediante la reducción del laboreo y otras
prácticas (cultivo en bandas, creación de setos y ribazos entre parcelas, realización de
cultivos con cubierta vegetal permanente, etc.).

 Uso de la materia orgánica (abonados en verde, estiércoles, composta, etc.), como


enmienda, fertilizante natural y elemento de control natural de enfermedades (promotor
de la actividad biológica del suelo).

 Reducción de la fertilización química y los pesticidas.

 Utilización de la analítica y evaluación eco-biológica de la materia orgánica, el suelo y


los cultivos.

 Rechazo de las variedades modificadas genéticamente u OGMs.


4.3. Informe de IPCC
De acuerdo con el trabajo de la IPCC 2011 el tamaño del potencial técnico futu- ro de la 
biomasa depende de diferentes factores que son inciertos por naturaleza entre los factores mas
importantes están:

 Poblacion.

 Desarrollo economico.

 Desarrollo tecnologico

Gráfica del incremento en demanda del informe IPCC 2014

5. CONCLUSIONES
- La combustión es el proceso térmico más desarrollado y empleado en la valorización directa
de la biomasa. El coste de su tecnología en relación a la gasificación y pirólisis, hacen de la
combustión el proceso actualmente más competitivo en la valorización de la biomasa como
combustible.
-El uso y combinación de los sistemas de tratamientos de gases garantizan la eliminación de casi
la totalidad de los contaminantes atmosféricos generados en la combustión, alcanzando niveles
de emisión atmosférica inferiores a los legislados.
- La gasificación y la pirólisis de la biomasa, en fase de demostración, se caracterizan por tener
numerosas aplicaciones industriales según la cantidad de productos obtenibles en sus procesos.
6. REFERENCIAS

[1] S. Martínez-Lozano, Evaluación de la biomasa como recurso energético renovable en


Cataluña. 2009.
[2] E. Cerdá Tena, “Energía obtenida a partir de biomasa,” Cuad. económicos ICE, no. 83,
pp. 117–140, 2012.
[3] Informe IPCC 2014 resumen, pp. 117–140, 2014.
[4] EUROPEAN CLIMATE FOUNDATION (2010): Biomass for heat and power.
Opportunity and economics.

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