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La ortografía nace a partir de una convención aceptada por una comunidad lingüística
para conservar la unidad de la lengua escrita. La institución encargada de regular estas
normas suele conocerse como Academia de la Lengua.
Introducción
Los signos de puntuación (la coma, el punto, los paréntesis, los puntos suspensivos, etc.)
facilitan la lectura y la comprensión de los textos. Estos signos ortográficos desempeñan
funciones diversas: pueden limitar la extensión de elementos de la oración, indicar la
modalidad de un enunciado (si es enunciativo, interrogativo, exclamativo, imperativo, etc.) e
incluso señalar la omisión de una parte del mismo.
Los signos de puntuación en español son de uso obligatorio en la mayoría de los casos, pues su
presencia o ausencia marca cambios de significado o son u reflejo de la función sintáctica de
los componentes de una oración. Solo en determinados contextos el uso de los signos de
puntuación es opcional y una cuestión de estilo personal del orador.
En los subapartados siguientes podrás consultar los signos de puntuación que existen en
español y acceder a una explicación detallada sobre sus reglas de uso.
La coma
La coma (,) es un signo de puntuación que marca pausas breves entre los enunciados y de uso
obligatorio en determinados casos.
El punto
El punto (.) es la marca gráfica del final de una oración, un párrafo o un texto. Los puntos
pueden ser punto y seguido, punto y aparte y punto final.
Los dos puntos (:) introducen algo un ejemplo, una enumeración, una explicación o una
conclusión que enuncia en la primera parte del enunciado. Además, sirven para expresar con
cifras las horas.
El punto y coma
El punto y coma (;) representa una pausa más fuerte que la de la coma y más débil que la del
punto. Se utiliza en enumeraciones y listados, junto a conjunciones y entre dos oraciones
independientes relacionadas semánticamente.
Los puntos suspensivos (...) son tres puntos consecutivos que se emplean para dejar un
discurso en suspenso o interrumpirlo con fines expresivos.
El apóstrofo
El paréntesis
La raya
La raya (—) enmarca incisos en un enunciado o introduce las intervenciones de cada personaje
en un diálogo.
El guion
El guion (-) permite dividir palabras al final de un renglón y formar palabras compuestas.
Las comillas
morfema
Cómo se pronuncia
1. nombre masculino
LINGÜÍSTICA
Unidad más pequeña de la lengua que tiene significado léxico o gramatical y no puede dividirse
en unidades significativas menores.
Similar:
formante
o LINGÜÍSTICA
morfema derivativo
Morfema que añadido a una palabra sirve para formar palabras derivadas.
"los prefijos, los infijos y los sufijos son morfemas derivativos"
o LINGÜÍSTICA
morfema gramatical
Morfema que expresa la información gramatical de una palabra: caso, género, número,
persona, tiempo, aspecto y modo verbal.
"en la palabra ‘linda’, ‘-a’ es un morfema gramatical que indica género femenino"
o LINGÜÍSTICA
morfema léxico
Morfema que expresa el significado léxico y se mantiene en todas las formas de una palabra
variable.
"en la palabra ‘comían’, ‘com-’ es el morfema léxico, el mismo que aparece también en
‘comeremos’ y ‘comida’"
Similar:
Imprenta de Gutenberg
La imprenta moderna basada en tipos móviles fue uno de esos inventos que marcaron un
antes y un después en la historia de la humanidad. Se trataba de una buena solución ante la
necesidad real de difusión del conocimiento, que repercutió en ámbitos políticos, religiosos y
artísticos. Mayor eficacia con abaratamiento de costes. ¿Quieres saber cómo?
Los expertos datan a mitad del siglo XV la invención de la imprenta moderna. Aunque China y
Europa contaban con sistemas de impresión avanzados, el alemán Johannes Gutenberg tuvo la
idea de perfeccionar la xilografía del momento (mecanismo de impresión para publicar
panfletos de pocas hojas) centrándose en la utilización de los tipos móviles. El objetivo:
reducir el tiempo de copiado y aumentar la tirada de las copias.
Hasta el momento, el clero era el encargado de realizar a mano las copias de los manuscritos.
Es decir, los monjes trascribían letra a letra de unos libros a otros, una tarea que normalmente
llevaba años de trabajo. La escasez de copias por el enorme trabajo de elaboración hacía que
solamente unos pocos pudiesen acercarse al contenido. La imprenta moderna fue capaz de
reducir considerablemente este tiempo y, por lo tanto, aumentar la tirada de las copias y
permitir la difusión de los manuscritos.
El sistema de copiado era sencillo. Se trataba de elaborar pequeñas piezas de metal con una
letra o signo en relieve, y a la inversa, para elaborar el texto. Sólo era necesario componerlo
una sola vez para crear todas las copias.
Los tipos estaban compuestos de plomo, que previamente era fundido en un horno.
El plomo se vertía en unos moldes con las letras y los signos. Luego, se pulían.
Una vez el texto hecho, la composición se entintaba. Se trataba de impregnar los tipos con
aceite y hollín.
La imprenta moderna supuso una revolución cultural. Facilitó el acceso del pueblo a los libros
y ocasionó transformaciones en el ámbito político, religioso y artístico. El verdadero valor de la
imprenta recayó en que, por primera vez, era y fue posible la difusión y el acceso al
conocimiento.
Fuentes de referencia
Socías, Marcel (2002) “La Imprenta” Historia y Vida
Máquina de escribir
Máquina de escribir. Este objeto fue uno de los más utilizados en el siglo XIX en todas las
oficinas del mundo, su gran utilidad aceleró el trabajo manual disminuyendo en tiempo y
obteniendo mayor estética y uniformidad en la documentación.
Antecedentes
Sin embargo, el número de documentos seguía creciendo y junto a ellos, las ideas para
encontrar una forma de escribir más y en menos tiempo. Hubo cientos de inventores que
trataron de lograrlo en distintos lugares del mundo. Durante los siglos XVIII y XIX, los
inventores buscaron una forma de escritura mecánica, pero todos los ensayos fracasaron. Si
bien existía una patente inglesa de 1714 de una máquina de transcribir e imprimir cartas,
realmente el primer proyecto conocido de máquina de escribir fue el "címbalo escribiente" de
Giuseppe Ravizza, de 1837 y patentado en 1856.
Historia
El primer intento registrado de producir una máquina de escribir fue realizado por el inventor
Henry Mill, que obtuvo una patente de la reina Ana de Gran Bretaña en 1714. La siguiente
patente expedida para una máquina de escribir fue concedida al inventor estadounidense
William Austin Burt en 1829 por una máquina con caracteres colocados en
una rueda semicircular que se giraba hasta la letra o carácter deseado y luego se oprimía
contra el papel. Esta primera máquina se llamó tipógrafo, y era más lenta que la escritura
normal.
En 1833 le fue concedida una patente francesa al inventor Xavier Progin por una máquina que
incorporaba por primera vez uno de los principios utilizados en las máquinas de escribir
modernas: el uso, para cada letra o símbolo, de líneas de linotipia separadas y accionadas por
palancas separadas.
El mecanismo utilizado para mover el papel entre caracteres y entre líneas es en casi todas las
máquinas de escribir modernas un rodillo cilíndrico, contra el que se sujeta el papel con
firmeza. El rodillo se mueve horizontalmente para producir el espaciado entre las líneas.
La primera máquina que utilizó este método de espaciado fue construida en 1843 por el
inventor estadounidense Charles Grover Thurber. La parte impresora de esta máquina de
escribir era un anillo de metal que giraba en sentido horizontal sobre el rodillo y que estaba
provisto de una serie de teclas o pistones con piezas de caracteres en su parte inferior. La
máquina funcionaba girando la rueda hasta que la letra adecuada se centraba sobre la posición
de impresión en el rodillo y luego se oprimía la tecla.
Varios inventores intentaron crear máquinas diseñadas para hacer impresiones grabadas en
relieve que pudieran ser leídas por personas ciegas. Una de esas máquinas, desarrollada
en 1856, era semejante a la máquina de escribir moderna en cuanto a la disposición de las
teclas y líneas de linotipia, pero grababa las letras en relieve en una tira de papel estrecha en
lugar de en una hoja. Una máquina similar, creada y patentada en 1856, tenía las líneas de
linotipia dispuestas en sentido circular, un soporte de papel móvil, un timbre que sonaba para
indicar el final de una línea y una cinta con tinta. La disposición del teclado de esta máquina
era semejante a las teclas blancas y negras de un piano.
Evolución
El retroceso del carro se conseguía mediante un pedal similar a las de estas máquinas de coser.
En esta máquina de escribir quedaron pendientes las resoluciones a dos defectos; La escritura
se llevaba a cabo únicamente en mayúscula y permanecía oculta al escribano, además la
máquina de escribir era de un tamaño desmesurado siendo por otra parte muy cara por lo que
siempre fue una máquina de escribir que solo utilizaban las altas sociedades.
Luego de que en 1920 la máquina de escribir, mecánica o manual, alcanzó un diseño más o
menos estándar, se empezaron a realizar pequeñas variaciones de un fabricante a otro por
ejemplo uno de los diseños se caracterizaba porque cada letra estaba unida a una clase que
poseía el correspondiente carácter en relieve; cuando se presionaba una tecla con la suficiente
firmeza el tipo golpeaba una cinta que se encontraba extendida a un cilindro que sostenía el
papel y se movía hacia delante y hacia atrás. El papel era enrollado desde este cilindro que
sujetaba el papel y rotaba al accionar una palanca cuando ya se alcanzaba el final de la línea
escrita.
Muchas de estas cintas eran bicolores, mitad roja y mitad negra, y por lo general, cuando una
máquina de escribir era mediante este método, poseían una palanca que permitían cambiar
entre este dos colores al escribir ya que esto estaba especialmente ideado para libros de
contabilidad en donde las cantidades que se encontraban en negativo debían ir escritas
en color rojo.
En la década de 1940 se comercializó una máquina de escribir muy silenciosa pero que resulto
ser un fracaso, lo que llevó a los fabricantes de estas máquinas a sacar la conclusión que a los
usuarios de éstas les gustaba escuchar el sonido del tipeo mientras escribían.
Armazón
Timbre marginal
Teclado
Tabulador
Espaciador
Palanca de carro libre.
Tecla de retroceso.
Botón de rodillo libre.
Teclas marginales.
Tecla de mayúsculas.
Carro
Tecla fija para mayúsculas .
Rodillo
Cambiador de dirección de cinta y posición para esténciles.
Palanca para rotar el rodillo.
Palanca para regular la tensión de las teclas.
Fijadores de papel.
Dispositivos para uno, dos o tres espacios.
Tecla marginal.
Palabras Homófonas
Las palabras homófonas son aquellas que se escriben diferente pero suenan igual y
tienen un significado distinto entre ellas, dicho de otra forma, los que tienen igual
pronunciación, pero su ortografía es distinta y su significado diferente.
En algunos países y regiones la pronunciación de las letras C, S y Z es similar, usar con
discreción dichos ejemplos.
Ejemplos de palabras homófonas:
A = (primera letra del alfabeto)
Ha = (del verbo haber)
Abrasar = (quemar)
Abrazar = (dar un abrazo)
Acerbo = (áspero)
Acervo = (conjunto)
Acético = (vinagre)
Ascético = (ermitaño o practicante de virtud)
Adolecente = (persona que se adolece; tiene dolor)
Adolescente = (joven en la pubertad)
Ascenso = (subida)
Asenso = (consentimiento)
Asia = (continente)
Hacia = (preposición)
Aya = (niñera)
Halla = (de hallar)
Haya = (de haber y ciudad de Holanda)
Bacía = (recipiente)
Vacía = (desocupada)
Bacilo = (bacteria)
Vacilo = (vacilar o guasa)
Baqueta = (pieza para limpiar la escopeta; pieza para tocar la batería o tambor)
Vaqueta = (cuero o lienzo de baca)
Basto = (tosco)
Vasto = (extenso)
Baya = (frutilla)
Valla = (cerca o vallado)
Vaya = (ir a un lugar)
Botar = (saltar)
Votar = (sufragar voto electoral)
Casa = (Vivienda)
Caza = (de casería)
Ciervo = (venado)
Siervo = (esclavo o sirviente)
Cima = (altura)
Sima = (profundidad)
Concejo = (ayuntamiento)
Consejo = (opinión que se da o se pide)
Hierba = (planta)
Hierva = (cocer, hervir o calentar)
Hierro = (metal)
Yerro = (error)
¡Hola! = (saludo)
Ola = (movimiento de agua en el mar)
Kilo = (mil)
Quilo = (forma de llamar al liquido)
Malla = (tejido)
Maya = (cultura prehispánica americana)
Dequeísmo
Fabián Coelho
Lingüista
Por lo general, el dequeísmo se produce por ultracorrección, es decir, para evitar cometer
queísmo, error frecuente en el habla coloquial.
Vea también Ultracorrección.
Ejemplos de dequeísmo
Quechuismos
Achira (achira). Planta cuyo nombre científico es Canna indica o Canna ascendens. Sus hojas
se utilizan para hacer lhumitas y tamales, platos típicos cordilleranos.
Alpaca (allpaqa). Animal similar al camello, cuyo nombre científico es Lama pacos Linneo. La
lana de la alpaca es fina y suave y se utiliza para confeccionar prendas de vestir abrigadas.
Anticucho (antikuchu). Carne de vaca a la parrilla, generalmente preparada en brocheta. El
término “anticucho” se utiliza especialmente para brochetas de corazón de vaca.
Calato (q’ara, qarashtu, qalla). El término significa “sin pelos” y se utiliza en español como
sinónimo de descubierto, desataviado o de forma figurada como sinónimo de pobre.
Calincha (qharincha). Mujer varonil, es decir, una mujer que tiene características que
tradicionalmente se atribuían a los hombres.
Cancha (kancha). Esta palabra tan utilizada en español proviene del quechua, que se refería
a un espacio delimitado de terreno. En español la utilizamos para designar el terreno
designado para un juego deportivo.
Cancha o canchita (kamtsa). Preparación gastronómica a base de maíz tostado. Suele
servirse como guarnición.
Carpa (karpa). Palabra que se utiliza en diversos países de habla hisptana para referirse a
una tienda de campaña.
Chacra (chakra). Granja o una porción de tierra cultivable donde habitualmente también se
encuentra una vivienda.
Chala (chhalla). Nombre que se le da a las hojas del maíz.
Chango. En muchos lugares de Latinoamérica es la forma en que se nombre a niños o
muchachos.
Choclo. Nombre que se le da a la mazorca.
Chunchule o chinchulín. Intestinos de vaca asados a la parrilla (barbacoa).
Cóndor (kuntur). Ave de gran tamaño, carroñera, que habita en la Cordillera de los Andes.
Gaucho (wakcha). En quechua significa pobre y huérfano, pero se utilizaba en Argentina y en
Uruguay para referirse a los hombres de campo, habitualmente mestizos. En un principio el
nombre se les dio por ser los hijos de las mujeres indígenas que habían tenido hijos con criollos
(descendientes de españoles) y que, por lo tanto, su padre estaba ausente.
Guagua (wawa). Bebés muy pequeños.
Llama. Tipo de camélido que existe únicamente en América.
Mate. Bebida que se realiza por la infusión de hojas de una planta del mismo nombre.
Costumbre que continúa hasta hoy en diversos países de Latinoamérica.
Morocho (muruch’u). Persona de pelo y/o tez morena.
Nanay. En quechua significa “herida”, pero hoy la palabra se utiliza para designar a una
caricia que se hace para calmar el dolor, principalmente a los niños.
Ojota (ushuta). Tipo de calzado similar a una sandalia. Si bien era usada por campesinos,
actualmente se utiliza en versiones de plástico, principalmente como calzado para la playa y
zonas de veraneo.
Palta. Nombre que se le da al aguacate en diversos países.
Pampa. Es una llanura sin vegetación. En Argentina existe una provincia con este nombre.
Papa. Tubérculo que en otros lugares se denomina papata.
Poroto. Semilla comestible también llamada judía o frijoles.
Redundancia
Una redundancia puede ser la repetición o uso reiterado de una palabra o expresión para
expresar una idea, así como la sobra o abundancia excesiva de cualquier cosa. La palabra,
como tal, proviene del latín redundantia.
Las redundancias, en el lenguaje, son formas de expresar las cosas repitiendo o reiterando
ciertas palabras, ideas o conceptos, con el fin de enfatizar el mensaje que se quiere trasmitir.
Es, como tal, un recurso expresivo, pero puede incurrir en la tautología.
En teoría de la información, se considera que la redundancia es una propiedad de los mensajes
según la cual, gracias a la existencia de repeticiones o partes predecibles que no aportan en
realidad información nueva, se puede inferir el resto del mensaje. Es, sobre todo, una
extrategia fundamental de comunicación para evitar malos entendidos o errores en el
decodificación.
Sinónimos de redundancia, por su parte, pueden ser abundancia o sobra, o repetición,
reiteración o pleonasmo. Antónimos serían escasez o parquedad.
Redundancia en retórica
En retórica, la redundancia es una figura literaria denominada pleonasmo. Se caracteriza por
no añadir información nueva al mensaje que se quiere trasmitir, sino por insistir o enfatizar
alguna parte de dicho mensaje.
Ejemplos de redundancias:
Subir para arriba
Bajar para abajo
Salir para afuera
Volver a repetir
Testigo presencial
Volar por el aire
Claramente obvio
El frío hielo
Competencia lingüística
Competencia lectora: el fomento de la lectura en el aula debe ser algo primordial, a través de
la lectura el individuo comprende y se relaciona en la sociedad. La mayor parte de las cosas
que sabemos, las aprendemos a través de los libros.
Competencia para hablar y escuchar: son dos conceptos imprescindibles en nuestra sociedad,
debemos escuchar y comprender, el ser humano necesita hablar para comunicarse, para
relacionarse y transmitir mensajes a través de su lengua. Los alumnos deben aprender a
comprender lo que escuchan y a expresarse correctamente para poder llegar a establecer una
buena comunicación.
Competencia en composición de textos: habilidad para componer distintos textos de carácter
escrito, transmitiendo un conocimiento o satisfaciendo las necesidades personales y
participando en la vida social.
Competencia plurilingüe y pluricultural: en la última década ha habido un aumento
considerable de la diversidad lingüística, hoy en día en una misma aula pueden existir varias
culturas, esto no debe ser un obstáculo para la enseñanza-aprendizaje, sino una oportunidad
para enriquecerse y conocer otras culturas y otras lenguas.
Cabe destacar que se dividen en tres textos poèticos,narrativos y dramáticos.
Competencia comunicativa
Frente a la idea de competencia lingüística aparece la noción de competencia
comunicativa de Dell Hymes referida al uso del lenguaje en actos de comunicación
particulares, concretos y social e históricamente situados. De este modo, Hymes introduce
una visión más pragmática del lenguaje, en la que los aspectos socio-culturales resultan
determinantes en los actos comunicativos.
Umberto Eco concibe dos enfoques pragmáticos, una pragmática de la significación y otra
de la comunicación, pues fenómenos como la coreferencia textual, el topic, la coherencia
textual, la referencia a un conjunto de conocimientos, la implicación conversacional y
muchos otros, atañen a un proceso de comunicación efectivo y ningún sistema de
significación puede preverlos.7
Va tomando forma así la competencia enciclopédica, referida a la capacidad de poner en
juego, en los actos de significación y comunicación, los saberes con los que cuentan los
sujetos y que son construidos en el ámbito de la cultura escolar o socio-cultural en general,
y en el micro-entorno local y familiar.
Otra diferencia importante entre las competencias lingüística y comunicativa corresponde
al carácter dinámico de la segunda frente al carácter estático de la primera. La
competencia lingüística es innata, tiene base biológica, es estática, tiene un carácter
absoluto y no implica comparación. La competencia comunicativa es un concepto dinámico
que depende de la negociación del significado entre dos o más personas que comparten
hasta cierto punto el mismo sistema simbólico. Como Savignon (1983) propone, tiene un
carácter interpersonal y no intrapersonal. Además, la competencia comunicativa tiene un
carácter relativo y no absoluto y los diferentes usuarios de la lengua pueden presentar
distintos grados de competencia comunicativa. La competencia comunicativa, por lo tanto,
tiene base social y es específica del contexto en el que tiene lugar la comunicación.
Desde la comunicación se perfilan tres grandes competencias, la argumentativa, la
interpretativa y la propositiva. En la argumentación se valoran las acciones que
directamente legimtiman y dan cuenta de lo planteado en el acto comunicativo, para
ampliar la confrontación de significados y la capacidad de decisión en situaciones, se
relaciona con el habla, con la retórica y con la ética. En la interpretación se domina un
sistema de reglas para inferir expresiones posibles, se relaciona con la lectura,
la hermenéutica y la semiótica. En la proposición se formula o produce un nuevo sentido
que se da en las acciones de confrontación, refutación o en las alternativas de solución
plantadas frente a un texto o discurso; se relaciona con la escritura, la pragmática y la
crítica. La habilidad de escuchar es importante en las tres competencias comunicativas.
Debido al aumento de la inmigración en el mundo, muchas personas cuyo idioma es
diferente al local utilizan servicios públicos. En principio, todas las personas deberían tener
acceso a estos servicios, dado que en muchos casos el acceso igualitario es requerido por
la ley. Asimismo, una buena comunicación es importante para que estos puedan proveer
una ayuda eficaz a quienes los utilizan. En este sentido, problemas de comunicación
pueden llevar a tomar decisiones equivocadas y a resultados deficientes, por lo que se
deberían ofrecer comunicaciones que se adapten a las personas con habilidades limitadas
en el idioma del país en el que residen.
Una revisión sistemática de cuatro estudios comparativos examinó la eficacia de las
ayudas comunicacionales entre los servicios públicos y los inmigrantes. Estas ayudas se
dividieron en tres categorías:
Discurso
Ampliar: Elementos de la comunicación.
En los actos importantes se efectúan discursos, así como lo hacen los políticos, los
directivos de una empresa o colegio, etcétera. Un discurso busca orientarse a un tema o
temas en particular y desarrollarlo de manera que capte el interés del público. Muchos
discursos se apoyan en recursos informáticos como presentaciones de diapositivas,
vídeos, imágenes expuestas en pantallas, entre otras cosas.
Además, según la postura que toma el hablante, el lenguaje dentro del discurso toma
distintas formas. Si el mensaje apela a expresar un sentimiento, el discurso tendrá una
función expresiva. Si buscamos llamar la atención del oyente, será apelativa.
Cuando deseamos saber si el otro ha oído bien nuestro mensaje, fática. La función que
retoma el mismo lenguaje se llama metalingüística. Cuando se trata de ficción, el discurso
es poético y si brindamos información objetiva, la función será informativa o referencial.
Ensayo
La palabra ensayo proviene del latín exagĭum.
Hay quienes sugieren que la lógica juega un papel elemental en los ensayos. Esto se
debe a que a partir de estos textos se intenta convencer o demostrar algo al lector. Para
ello es muy importante la manera en que serán postuladas las ideas. Suelen ser utilizadas
dos tipos de lógicas, por un lado la deductiva y por otro la inductiva.
Ensayo literario
Este es uno de los tipos de ensayo más común. Cuando hablamos de ensayo literario,
nos referimos a un texto argumentativo que por su estilo puede llegar a considerarse como
algo artístico.
Los ensayos literarios abordan los temas con mayor subjetividad, pueden partir de una
obra literaria y combinarla con la experiencia personal y las opiniones propias.
Ensayo argumentativo
Lo primero que vamos a decir al respecto, es que en esencia, todos los ensayos son
argumentativos. No obstante, si existe una categoría específica, es por algo.
Tal vez dirás que este tipo de ensayo es muy parecido al argumentativo, sin embargo la
diferencia radica en que el ensayo argumentativo aborda los temas desde la generalidad y
con mayor libertad de interpretación, mientras el ensayo científico tiene mayor
profundidad, y cada afirmación debe ser sustentada teóricamente.
Ensayo expositivo
El ensayo expositivo está creado específicamente para abordar aquellos temas que son
más difíciles de comprender. El objetivo del ensayista es crear un texto detallado y
minucioso que exponga a profundidad todos los detalles relevantes de un tema, con
el fin de que el concepto quede claramente explicado.
Es por esto, que a diferencia de otros tipos de ensayo, el expositivo, más que una
disertación personal, tiene una finalidad didáctica y está pensado para enseñar a otros.
Ensayo filosófico
El ensayo filosófico es un texto en prosa que versa sobre temas filosóficos o sobre
cualquier concepto que involucre la existencia y la experiencia vital como el amor, la
muerte, la vida o la soledad.
Los ensayos filosóficos se caracterizan por tener una argumentación lógica que busca el
desarrollo de una afirmación a partir de ideas sólidas. Asimismo, permite la subjetividad y
opinión del autor para contrastar los datos desde su propia experiencia, y se diferencia de
los demás porque aborda los temas de un modo más trascendental, encaminándose
siempre hacia alguna disciplina filosófica.
Ensayo crítico
El ensayo crítico es comúnmente confundido con el argumentativo, porque en ambos el
autor tiene la plena libertad de expresar sus pensamientos. Sin embargo, cabe aclarar que
la palabra “crítico” implica rigor y profundidad en los análisis, y por ende, solo se puede
hacer un ensayo crítico con una buena investigación previa.
Para que un conjunto de opiniones puedan considerarse crítica, deben estar sustentadas
por pruebas y evidencias que solo se consiguen a partir de un estudio meticuloso de un
tema o hecho puntual.
Ensayo sociológico
El ensayo sociológico aborda temas relativos a la sociedad. En ellos se puede
profundizar sobre problemáticas y manifestaciones culturales que han influido en el
desarrollo de una comunidad. Estos textos tienen licencia de argumentación con ideas
propias, pero deben estar sustentadas por pruebas y teorías científicas.
Es por esto, que este tipo de ensayo puede considerarse a su vez, un ensayo científico.
Ensayo histórico
Como su nombre lo dice, el ensayo histórico es aquel que versa sobre hechos
históricos. En ellos, el ensayista puede hablar de la historia con mayor libertad,
recurriendo a opiniones propias sobre los temas que se puedan contrastar con los datos
históricos proporcionados.
Como ves, los tipos de ensayo son muchos y sus diferencias en realidad son sutiles.
Podría decirse que las clasificaciones varían de acuerdo a las características culturales de
la época. Sin embargo, aunque los límites de este género puedan ser difusos, estos son
los tipos de ensayo más representativos y de más difusión en el mundo.
Se entiende por las funciones del lenguaje a los distintos cometidos con que el ser
humano emplea el lenguaje, es decir, los propósitos comunicativos con los que utiliza esa
herramienta cognitiva y abstracta. Esto ha sido objeto de estudio de la Lingüística y
las Ciencias de la Comunicación durante décadas, y distintos teóricos les han atribuido
clasificaciones y órdenes, destacando los de Karl Bühler y, sobre todo, los que Roman
Jackobson elaboró a partir de ellos.
Las distintas funciones del lenguaje, entonces, hacen énfasis cada una en los elementos
básicos de la comunicación que se han identificado, y que son:
Las funciones del lenguaje son seis, según lo estableció Jackobson, y a través de ellas
puede darse cuenta de los límites y las capacidades del lenguaje humano, así como los
propósitos o los objetivos con los que podemos usarlo en cualquier ocasión.
2. Función referencial
Por ejemplo, cuando describimos cómo lucía ayer un amigo común, cuando indicamos el
resultado de una operación matemática o cuando le decimos la hora a un transeúnte.
Estamos indicando, informando o referenciando la realidad a nuestro alrededor.
3. Función emotiva
La función emotiva o expresiva del lenguaje tiene que ver con la realidad psíquica o
emocional del emisor, en quien lógicamente se centra. A menudo contiene formas
verbales en primera persona, aunque no necesariamente; en todo caso se basa en
transmitir al receptor algún elemento de ánimo o de subjetividad del emisor.
Por ejemplo, cuando nos quejamos tras recibir un golpe, o cuando nos lamentamos con un
amigo tras haber sido abandonados por la pareja, o cuando le decimos a alguien cómo nos
sentimos o qué sentimos en ese exacto momento, ya sea directamente o a través
de metáforas: “¡Qué hermoso día!” o “Me siento de la patada”.
4. Función apelativa
Por ejemplo, cuando le decimos a alguien que nos abra la puerta, cuando le indicamos a
alguien qué calle tomar para llegar a su destino, cuando pedimos que nos digan la hora o
mandamos a callar a alguien.
5. Función metalingüística
6. Función fática
Por ejemplo, en algunos países, al atender el teléfono se dice “¿Aló?”, “¿Hola?” o “Diga”,
palabras que no tienen un sentido real en el mensaje a transmitir, simplemente sirven para
verificar que hay alguien del otro lado del aparato.
7. Función poética
REDACTAR
El término redactar proviene del latín. Procede del participio redactus, redacta, redactum del verbo
redigo, redigis, redigere, redegi, redactum cuyo significado es recoger, reducir, amontonar, hacer
pasar a, convertir. Este vocablo a su vez, está formado por el prefijo red-/re- (reiteración) y el verbo
ago, agis, agere, egi, actum que significa mover hacia adelante, hacer avanzar, moverse, llevar a
cabo, cuya raíz indoeuropea es *ag-.
El concepto de esta palabra está vinculado con la utilización del verbo redigere. Primero, los
romanos lo usaron para hablar de la acción de recoger materiales para una construcción o de apilar
leña para hacer una hoguera. De allí pasó a la acción de “poner en orden” estos materiales y luego,
poner en orden las palabras de una escritura.
Clase: verbo, infinitivo, 1era conjugación.
DEFINICION
Si se toma la etimología de este verbo y se lo relaciona con el uso que le daban en Roma, se
puede aplicar esto a la definición de este vocablo en español: poner en orden las palabras por
escrito de lo que se ha pensado o establecido con anterioridad. También se puede definir como
expresar por medio de la escritura pensamientos o ideas. Por extensión es también relatar o narrar
algo que ha sucedido.
De esta manera, quien desarrolle un contenido escrito que sea producto de conocimientos o
razonamientos es considerado un redactor. Por su parte se puede diferenciar entre un escritor que
puede ser definido como el que relata y redacta historias ficcionales y un periodista el que
redacta hechos reales.
Pero no solamente se utiliza este verbo cuando se habla de este tipo de redacciones, sino que
también se aplica cuando se está confeccionando una disposición, norma legal o ley. Quien
la propone es el primero que la ha redactado, o sea ha volcado en la escritura la normativa legal.
Y luego, quienes la discuten, por ejemplo, en el ámbito del congreso en los sistemas
democráticos, son quienes reformulan esa redacción original.
Otro tipo de redacción es la comercial o administrativa que es la que se utiliza en áreas como la
laboral, o institucional. Dentro de esta están los informes, balances, solicitudes, memorandos etc.
Tanto la redacción comercial y administrativa, como la legal, tienen un formato y una
diagramación que le son propias.
Sea cual fuera el tipo de redacción que se realice lo fundamental para tener en cuenta en el
momento de efectuar la redacción es: saber con certeza lo que se quiere comunicar; diseñar un
esquema de cómo se va a tratar el tema en cuestión; respetar la gramática; hacer uso correcto de
los signos de puntuación.