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COSMOLOGÍA
La cosmología en la historia 1
Programa
Desde el comienzo de las culturas humanas ya encontramos intentos de hallar una explicación
al origen del universo, de la materia y de la vida.
* La cosmogonía judeo-cristiana nos dice que ha sido creado por Dios, sacado de la nada por
su poder. Pero en los pueblos antiguos encontramos muchas otras cosmogonías que lo
explican de maneras muy curiosas:
* En Babilonia se conserva un poema que se remonta al s. XIX aC, llamado "enuma elish" por
las dos primeras palabras con que empieza. Resumiendo dice que las aguas de los dos
principios eternos Apsu (masculino) y Tihamat (femenino) se juntaron y de ahí surgieron los
1
Este programa está básicamente inspirado en el libro de Nicolau, Francese.
Introducción a la cosmología. Encuentro Ediciones. Madrid, 1988. 188 pp.
2
* En Egipto se conservan tres textos, uno de ellos, el de Memfis, del 700 aC, que supone la
existencia de una masa acuosa eterna, tenebrosa y abismal, denominada NOU, en la que está el
germen de todo. De ella surgió el huevo cósmico del que nació PTAH, director supremo que
por encarnación panteísta engendró las otras divinidades.
* En Fenicia, Filón de Biblos, del s. I a C, dice que una masa de agua primordial, el caos y el
espíritu tenebroso, el Pneuma, se unieron y formaron MOT, que es una masa arcillosa con los
gérmenes de todos los seres.
* En la India, el Rig-Veda dice que las aguas tenían la primera semilla de todos los seres. De
ella salió TAD (el único), que hizo todas las cosas.
* En Grecia, Hesiodo nos dice que primero hubo un caos y luego la tierra con el tártaro
(infierno) tenebroso. De ellos fueron surgiendo todos los dioses y los seres del cosmos.
La narración del Génesis tiene semejanzas en ciertos detalles: abismo tenebroso, aguas que se
separan de la tierra, ornamentación del universo por Dios... Pero las diferencias son más
grandes: 1a. En el Génesis Dios existe desde antes; no surge de las aguas como en aquellas
cosmogonías que al mismo tiempo son teogonías (origen de dioses). 2a. Dios actúa creando y
luego ornamentando, totalmente independiente de la materia. 3a. Sólo hay un Dios que crea.
4a. El orden con que Dios hace las cosas, en seis días, no se parece en nada al de aquellas
narraciones.
Podemos decir, que la cosmogonía bíblica es un caso único entre las que se redactan en los
otros ambientes culturales de la época. Ya sabemos, naturalmente, que contiene la auténtica
revelación divina. Lo que guarda relación con la cultura ambiental es solamente la vestimenta
literaria. ¿Cuál es entonces la enseñanza religiosa del Génesis?: Que Dios es el creador y el
ordenador de toda la materia. Algo que no puede ser contradicho por la ciencia ni tampoco,
demostrarse científicamente; el trabajo de ella es decirnos cómo era ese universo en el instante
siguiente a haber salido de la nada por voluntad de Dios y qué fuerzas poseía para organizarse
hasta convertirse en la materia que ahora contemplamos.
2. En la Grecia antigua
+ Tales de Mileto (624-547 a C), enseñaba que la materia fundamental de todas las
cosas y el término a donde van a parar es el agua.
+ Anaximandro (610-546 a C), también era partidario de la teoría de que una sola
sustancia ha de constituir todas las cosas, pero no el agua sino otra cosa, intermedia entre el
agua y el aire, un "infinito" dotado de una fuerza "vital" que se disgrega formando todos los
seres.
+ Anaxímenes (585-475 a C), de modo parecido pone un principio único de todas las
cosas, pero dice que es el aire el cual, condensándose produce nubes, agua, tierra y
dilatándose, es el fuego.
* Pitágoras y la Escuela Itálica: para Pitágoras la constitución íntima de todas las cosas es la
cantidad, el número. De la configuración del cosmos nos dice que la tierra es una esfera
suspendida en el firmamento, y el sol, la luna, los cinco planetas (entonces sólo se conocían
los cinco que se ven a simple vista) y el conjunto de las estrellas fijas están incrustados en
ocho esferas transparentes que tienen por centro a la tierra y giran produciendo una armonía
celestial, como si el cielo fuese una inmensa lira de ocho cuerdas circulares. Filolao de
Tarento (480 aC), sigue afirmando, después de Pitágoras (580-500? A C), que la tierra es
esférica, pero discrepa al decir que no es el centro del universo, sino que el punto central está
ocupado por una esfera de fuego a cuyo alrededor giran la tierra y los otros astros. Heráclito
del Ponto, prescinde del fuego central de Filolao y dice que la tierra gira sobre ella misma sin
moverse de lugar.
3. En Platón y Aristóteles
Piensa que el universo es como un inmenso animal, cuyo cuerpo visible es la materia, y que
tiene como una especie de "alma" que ha sido dada al mundo por un Dios supremo y eterno,
que no es el creador de la materia porque ella también es eterna, sino solo el que organiza, el
que hace que sea "cosmos": Dios es providencia.
Dice con un gran respeto por sus predecesores, que la tierra es esférica y el centro del cosmos.
A su alrededor están las ocho esferas de Pitágoras (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte,
Júpiter, Saturno y las estrellas fijas) y, además, una novena esfera que es la morada de Dios
eterno. De la Luna hacia abajo las cosas están sometidas a cambios y están formadas de los
cuatro elementos de Empédocles. De la Luna hacia arriba todo es inmutable y constituido por
un solo elemento: el éter2 que es la 5a. esencia. En el cielo los movimientos siguen, como
decía su maestro Platón, la curva perfecta: son circulares. Ahora bien, siendo así que la
observación meticulosa de los movimientos planetarios demostraba que no recorrían
circunferencias, Aristóteles, para mantener el principio intocable de la perfección en el cielo,
acepta la explicación de su contemporáneo Eudoxo de Cnidos (408-355 a C) que decía que las
esferas a las que estaban adheridos los planetas eran compuestas: dos o tres esferas
concéntricas de modo que el eje diametral de rotación de una no coincida con la de otra y al
girar todas al tiempo resultaba el complicado movimiento que observamos.
La gran autoridad de Aristóteles hizo que estas ideas influyesen largamente en el pensamiento
hasta más allá de la Edad Media. Y aunque un gran astrónomo, Aristarco de Samos (310-230
a C), nacido doce años después de la muerte de Aristóteles, tuvo ya la intuición que, diecisiete
siglos más tarde, tendría Copérnico de que era la tierra la que daba vueltas alrededor del sol, y
lo mismo hacían los demás planetas, no tuvo seguidores, y la visión de Aristóteles fue la que
prevaleció.
Estudió las obras de sus predecesores, sobre todo la de Hiparco de Nicea (150-80 d C), y,
2
Del latín aether, y este del griego : un fluido sutil, invisible, imponderable y elástico que se creía
llenaba todo el espacio, y por su movimiento vibratorio transmitía la luz, el calor y otras formas de energía
(ver Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
5
añadiéndoles sus propias observaciones, que no eran pocas, compuso un monumental tratado
de astronomía en 13 volúmenes, que denominó "Composición matemática" o "Gran sintaxis",
más conocido por el nombre de "Almagesto" que le dieron los traductores árabes del s IX. Esta
obra, recopilación de todos los conocimientos astronómicos de la antigüedad, fue el libro
básico para estudiar astronomía durante quince siglos. La máxima autoridad en la materia e
indiscutible.
Coincidió con algunos de sus predecesores en poner a la tierra en el centro del universo (teoría
geocentrista); decía: la luna gira alrededor de la tierra; ¿por qué extraña razón, pues, no deben
hacerlo los planetas? Y, por otra parte, afirma que hay que aceptar el axioma del círculo, curva
perfecta. Modifica la idea aristotélica: en lugar de colocar a los planetas incrustados en esferas
múltiples transparentes, los imagina como unidos a unas ruedas de la siguiente manera: cada
planeta, y también el sol, se mueve describiendo un pequeño círculo, denominado "epiciclo",
mientras que el centro de este epciclo recorre una gran circunferencia que tiene por centro a la
tierra, a la que llama "círculo deferente". De este modo tenemos sol y planetas a veces más
cerca y a veces más lejos de nosotros, cosa que explicaba, y muy racionalmente, las
diferencias de brillo de los planetas y la variación de la amplitud aparente del disco solar, que
eran inexplicables con las esferas aristotélicas.
5. En la Edad Media
Durante este largo período de más de un milenio siguieron teniéndose en cuenta las
observaciones de la astronomía tolemaica y pocos cambios sufrió ésta. Sólo quizás Albategnio
(854-929) encontró algunos pequeños errores que corrigió con acierto. Es también digno de
recuerdo el astrónomo de la escuela de Bagdag (la más importante y avanzada del momento),
Al-Sufí (903-986), con su obra Uranographia, obra en la cual consignó la clasificación de
todas las estrellas celestes.
Habrá que esperar al genio revolucionario de Copérnico para proponer una nueva forma y más
real de ver al universo y, en él, al hombre mismo.
6. La revolución copernicana
Enmanuel Kant pretendió con su filosofía -estructurada y lógica- emprender lo que él mismo
llamó una "revolución copernicana" por la cual el conocimiento del hombre no partiría ya del
objeto exterior al sujeto cognoscente cuanto del análisis a priori del concepto hecho por el
sujeto mismo; es decir, ubica en el centro del conocimiento no al objeto externo, como lo
creyó Aristóteles y Santo Tomás, sino al sujeto, punto de partida y de llegada en el
conocimiento para los filósofos modernos a partir de Descartes.
Nicolás Copérnico (1473-1543), se atrevió a lanzar una nueva teoría por la cual desplazaba a
la tierra del puesto que había ocupado en la mente de los hombres y en los libros científicos
durante más de quince siglos para poner allí al sol, conformando así su teoría heliocéntrica
(helios = sol). No faltarían los que pensaron que su intento era una forma de restaurar el culto
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mitológico al sol.
Conoció muy bien el Almagesto de Tolomeo, estudió matemáticas en Polonia, leyó muy bien
a Pitágoras y a Aristarco de Samos (quien junto con Nicolás de Cusa 1401-1464 ya había
lanzado a siglos de distancia uno de otro la idea de que la tierra era realmente la que se movía
alrededor del sol), y dedicó buena parte de su vida a la observación del universo.
La obra de este autor comprendía seis libros. En las primeras veinte páginas expone su
pensamiento fundamental. El resto de la exposición no es más que la demostración
matemática de cómo con esta nueva idea todo resulta más sencillo. Realmente es esta la única
razón científica que puede dar a favor del nuevo "Sistema Mundi" que propone. Hasta mucho
después de la invención del telescopio no se podrá "ver" la razón que tenía... en la idea
fundamental, pero no en ciertos detalles importantes. Dice: el Sol ocupa el centro del cosmos;
a su alrededor giran los planetas en trayectorias circulares situadas aproximadamente en un
mismo plano, y también la Tierra, que no es más que un planeta como los demás y que, al
mismo tiempo, gira sobre sí mismo cada día. Sólo la luna gira alrededor de la Tierra. Así se
explica todo y ya no hacen falta círculos, ni epiciclos ni superciclos.
Para investigar: * Velocidad del movimiento de la tierra * Características generales de nuestro sistema solar.
Quiz de Cosmología
Por favor escriba no más de un renglón de respuesta
1. ¿Cuál es la diferencia entre cosmología y cosmogonía?
2. ¿Por qué a filósofos como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes y Heráclito se les denomina
“físicos”?
3. ¿Quién fue el primero que tuvo la intuición de que era la tierra la que daba vueltas alrededor del sol?
4. ¿Cuál es básicamente la cosmología de Tolomeo?
5. ¿En qué consiste la “Revolución copernicana?
7. Tycho Brahe: un nuevo sistema del mundo
Tycho Brahe (1546-1601) fue el astrónomo más célebre del s XVI pero no admitió la teoría
copernicana y se aferró al geocentrismo tolemaico. Su nombre comenzó a tener celebridad en
1572, cuando, observando el cielo, descubrió con sorpresa una estrella "nueva" en la
constelación Casiopea, lo que lo llevó a cuestionar la teoría de la inmutabilidad de los cielos
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de Aristóteles y a pensar quizás en el movimiento de esos cielos al notar los cambios que en él
se experimentaban.
Tycho publicó un librito titulado "De Nova Stella", en el que explicaba todo el proceso de
aquella estrella misteriosa, haciendo notar que estaba más lejos que la luna, según él había
calculado: ¡ya no era verdad aquello de Aristóteles de la inmutabilidad del cielo superlunar!
Pero sólo después de cuatro siglos han encontrado los astrónomos la explicación al fenómeno
que observó Tycho: es una estrella moribunda que se desequilibra y produce como una
explosión-implosión.
En el año 1577 apareció un cometa que Tycho observó cuidadosamente. La paralaje 3 daba que
estaba más lejos que la luna. Otra afirmación aristotélica por tierra. Aristóteles había dicho que
los cometas son del mundo sublunar, porque más allá de la luna no había cambios. Y otra
cosa: tampoco seguía una trayectoria circular; ¿será falso el axioma del círculo?
Johan Kepler (1571-1630) hizo dar a las ideas cosmológicas un avance más importante
todavía, en nuestra opinión, que el dado por Copérnico. Y esto, gracias a las precisas
observaciones de Tycho, que no fueron aprovechadas por su autor.
Establecido Tycho en Praga, hacia el año 1600 le vino a las manos un librillo de un tal Johan
Kepler: "Prodromus dissertationum mathematicarum continens mysterium cosmographicum",
texto muy curioso, por cierto, porque el autor exponía en él, entre otras cosas, la idea de que
las distancias de los planetas al sol debían seguir alguna ley que describió pero que después
corrigió; en todo caso, Tycho quiso conocer a Kepler al que luego aceptó como su ayudante;
convivieron y este último heredó sus descubrimientos.
* Los planetas giran alrededor del sol pero no trazando círculos sino elipses y no con el sol en
el centro sino en un foco de la elipse;
* El movimiento de los planetas no es uniforme (Aristóteles), a velocidad constante, sino que varía de
acuerdo con la distancia de los planetas al sol; cada planeta corre más aprisa cuando está más
cerca y más despacio cuando está más lejos.
Kepler publicó en 1609 sus descubrimientos en el libro que tituló Astronomía Nova, año en
3
Paralaje es el ángulo bajo el cual se vería de forma normal, a partir de un astro, una longitud igual al radio
terrestre, en el caso de los astros del sistema solar, o al semieje mayor de la órbita terrestre, en el caso de las
estrellas.
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Harmonices Mundi, fue la obra que en 1619 publicó como complemento de sus experimentos
y para responder a esta pregunta: ¿qué relación tiene la distancia de cada planeta al sol con el
tiempo que tarda en dar la vuelta completa a su alrededor? Expuso allí su tercera ley:
* Los cuadrados de los tiempos que cada planeta emplea para dar la vuelta al sol son
proporcionales al cubo del semieje mayor de la elipse que describe.
La innovación dada a la astronomía por Kepler es más importante que la que introdujo
Copérnico, creemos nosotros, porque además de anular principios que parecían intocables,
enseña que el cosmos obedece a unas leyes matemáticas. Ya se prepara el camino para la
cosmología de Newton.
famosa carta. Galileo se entera y escribe al Santo Oficio diciendo que la ciencia demuestra que
el sistema de Copérnico es el verdadero, y expone el argumento de que las mareas son debidas
al movimiento combinante de la rotación de la tierra y de su traslación alrededor del sol (está
demostrado que este movimiento se debe a la acción gravitatoria de la luna sobre los océanos
terrestres).
Nuevas instancias de sus adversarios provocaron que una comisión de once teólogos del Santo
Oficio publicasen en 1616 un decreto sobre la cuestión: en él se prohibía (mientras no se
corrigiera) el libro de Copérnico y cualquier escrito que enseñase que la tierra se movía. El
papa Pablo V encargó al cardenal Bellarmino que citara a Galileo para exhortarle a cambiar de
opinión. Así lo hizo, y Galileo efectivamente prometió no defender más su teoría que no podía
demostrar de un modo convincente. No hubo juicio ni se le impuso ninguna penitencia.
En 1623 fue elegido papa Urbano VIII, favorable a Galileo. Este último lo visita, es bien
recibido pero le recomienda que no enseñe como verdadero el sistema copernicano a causa de
la prohibición del Santo Oficio; que sólo lo proponga como hipótesis. Galileo publica
entonces una obra que termina en 1630: "Diálogo sopra i due massimi sistemi del mondo"
(Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo), que es una conversación sobre los
sistemas tolemaico y copernicano entre tres personajes: Salviati, el sabio (Galileo); Sagredo,
un hombre ignorante pero con gran sentido común) y Simplicio, un convencido de la autoridad
de Aristóteles e incapaz de juzgar sobre los hechos. En un pasaje del diálogo Simplicio
interviene diciendo que "era conveniente aceptar el sistema copernicano, con la condición de
tomarlo sólo como una hipótesis". La alusión a lo que le había dicho el papa era clara. Galileo
se las arregló para conseguir el permiso de publicar el libro en 1632. El papa, que se vio
retratado en Simplicio, y el Santo Oficio se indignaron. El libro fue confiscado y Galileo
obligado a comparecer en Roma. En abril de 1633 comenzó el proceso en el cual se le acusó
de desobediencia por lo cual fue obligado a abjurar públicamente de lo que había afirmado y
aceptó retirarse a su villa en Ancetri. Allí vivió los últimos nueve años de su vida. En 1638
publica el libro "Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno a due nuove scienze", el más
valioso científicamente de su autoría, que establece las bases de la nueva mecánica que
Newton acabará de estructurar.
La nueva visión del cosmos: Kepler, después de un trabajo de años, había descubierto tres
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leyes que cumplían los planetas. Ahora Newton generaliza diciendo que todos los cuerpos del
cosmos cumplen una ley: "entre dos cuerpos cualesquiera existe siempre una fuerza de
atracción que es directamente proporcional a la cantidad de materia que poseen e
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa". De esta ley se derivan
como simples y fáciles consecuencias no sólo las tres leyes keplerianas sino también la
explicación de otros hechos muy conocidos y no explicados hasta el presente: la irregularidad
del movimiento de la luna, la precesión de los equinoccios, la órbita de los cometas, las
mareas.
La simplicidad del cosmos no está, pues, en el movimiento circular de los astros, como creían
los antiguos, sino en una sola ley que regula todos sus movimientos por diferentes que
parezcan, esa ley que ahora llamamos "Ley de la Gravitación Universal". Alexander Pope
propuso este epitafio para su tumba: "La naturaleza y las leyes de la naturaleza estaban
escondidas en la noche; Dios dijo: ¡Hágase Newton! y todo fue luz".
La cosmología de Newton:
* La acción a distancia entre los cuerpos: en 1666, Newton planteó de forma hipotética que
los cuerpos se atraían con una fuerza inversamente proporcional al cuadrado de la distancia
que los separaba. Y sacó la consecuencia de la forma elíptica de las órbitas planetarias.
También fue enfático en aclarar esta acción mutua entre los cuerpos (“actio in distans”): "Es
inconcebible que la materia inerte, inanimada, sin que haya nada material por en medio,
actúe sobre otra materia sin contacto mutuo... Que un cuerpo pueda actuar sobre otro sin
ninguna mediación... es para mí un absurdo tan grande que no creo que nadie dotado de
razón para pensar filosóficamente pueda aceptarlo nunca" (Carta a Bentley, 1962; cinco años
después de haber publicado su famosa obra).
La cuestión más controvertida es cómo entendía el espacio y el tiempo absolutos que define
así: "El tiempo absoluto, verdadero y matemático, en sí mismo y por su propia naturaleza sin
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relación con nada externo, permanece siempre similar e inmóvil." Estas nociones son más
filosóficas que físicas. ¿Cómo interpretarlas? ¿Acaso identifica espacio y tiempo con la
inmensidad y la eternidad de Dios? Berkeley escribe en 1710: "o bien el espacio real (de
Newton) es Dios, o bien, además de Dios, hay algo eterno, increado, infinito, indivisible,
inmutable. Ambas cosas son perniciosas y absurdas".
Pero las definiciones y los principios newtonianos seguirán inalterables durante dos siglos.
Hasta el siglo XX no se atreverá alguien a decirnos que va contra la misma ciencia postular un
espacio y un tiempo absolutos (Einstein).
Quiz de Cosmología
2. Las principales obras de Galileo fueron escritas en el latín de su época: F__ V__
3. En la obra “Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo”, Galileo usa 3 personajes:
Salviati, Sagredo y Simplicio: ¿Cuál de ellos representa a Galileo y cuál al Papa?
4. Newton, científico y filósofo, propone una cosmología en la que Dios juega un papel
importante: F__ V__
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Hasta el s XVII hemos visto cómo astrónomos y cosmólogos se han dedicado a investigar los
movimientos de los astros y las leyes que los regulan. La culminación de los esfuerzos para
conocer el porqué de cómo se mueven los planetas, la luna y los cometas ha sido la ley de la
gravitación universal formulada por Newton, que completa y unifica todo lo que se ha
descubierto hasta este momento, especialmente las leyes de Kepler, y lo ilumina y simplifica
con meridiana claridad.
Pero en este siglo se plantea una nueva cuestión más profunda y más propiamente
cosmológica: ¿cómo se ha formado el sistema solar? Nosotros, cristianos, creemos que lo ha
creado Dios, pero: ¿lo ha creado tal como es ahora?, ¿o ha dotado a la materia creada por Él de
unas potencialidades que han hecho que de ella surgiese el sol y nuestro sistema planetario?
Analizando las órbitas de los planetas se observan dos características que dan que pensar: si
exceptuamos a Plutón, que como nos dicen los astrónomos actuales, no es un planeta
originario, todos los planetas giran recorriendo elipses situadas prácticamente en un mismo
plano y todos se mueven en el mismo sentido que también es el de la rotación del sol sobre sí
mismo. La coincidencia de estos dos hechos sugiere un origen común a sol y planetas, como si
de una masa pastosa giratoria (sol) se hubiesen desprendido partículas (planetas) que han
quedado girando y no se han ido más allá porque la atracción gravitatoria del sol los ha
retenido. Esta idea ha sido explicada y desarrollada de diversos modos por muchos autores.
Trataremos de explicar las más sobresalientes:
En el año 1633 está a punto de publicar un libro de cosmología "Le Monde". Es el año de la
condena de Galileo y al oír los rumores de tal hecho escribe: "ya sé que lo que han dicho los
inquisidores de Roma no es artículo de fe..., pero no tengo tanto amor a mis pensamientos... y
el deseo que tengo de vivir en paz... hace que no me decida a publicar "Le Monde". Sólo doce
años después de su muerte se edita su libro. Newton lo criticó duramente. Al parecer, no supo
encontrar el léxico adecuado, pero traduciéndole las palabras a la terminología actual se ve
cómo plantea el problema cosmológico de un modo que recuerda lo que dirá Einstein casi tres
siglos después. Resumiendo dice: la extensión es la substancia única que compone el mundo
material, tanto la tierra como los astros. El vacío no existe y los planetas se mueven gracias a
unos remolinos o turbulencias que salen del sol. En cuanto a la formación del sistema solar
sostiene que de una nebulosa solar de gas y de polvo se formó un disco aplanado en el que se
concentró la materia en ciertos puntos y arremolinándose más y más resultaron los planetas,
que por eso tienen movimientos de rotación con sus satélites, los que los tuvieron.
Descartes, no obstante, nos da pues el germen de la teoría actual sobre la formación del
sistema solar.
La contribución cosmológica de Kant tuvo lugar cuando todavía era joven y desconocido: en
1755 publicó una obrita titulada "Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels"
13
(Historia Natural General y Teoría del Cielo), sin consignar el nombre del autor y dedicada a
Federico II. Lo que allí expone es un razonamiento para explicar cómo de una nebulosa se
formaron el sol y los planetas gracias a la fuerza gravitatoria de Newton, de quien se muestra
entusiasta. Dice así:
Si suponemos que en un principio la materia del sol y de los planetas estaba dispersa por el
espacio y que en algún punto, allí donde se formó el sol, había una pequeña
preponderancia de densidad y, por lo tanto, de atracción, inmediatamente se
manifestó una tendencia a la condensación en dicho lugar, los materiales afluyeron
allí y, poco a poco, la primera masa se agrandó. En los movimientos que habían de
resultar de la desigual caída de los cuerpos las resistencias entre partículas no podían
ser iguales por todas las partes, cosa que provocó forzosamente una circulación
común, en el mismo sentido y en el mismo plano... Así el sistema se transformaría, por
las leyes combinadas de la ley y de la resistencia, en otro sistema, en el cual todo el
espacio comprendido entre dos planos paralelos, bastante próximos a uno y otro lado
del centro del sol, fuese recorrido por partículas que se movían en círculos con la
velocidad que les correspondía por su distancia del centro...
La idea de Kant es buena pero deja cosas sin explicar: no se ve claro por qué había de adquirir
un movimiento de rotación la masa primitiva, ni tampoco por qué la rotación del sol sobre sí
mismo es ahora tan lenta (26 días). Es preciso hacer más cálculos!
La obra de Laplace que hace referencia al origen del sistema solar: "Exposition du Systeme
du Monde" es de 1976. En ella expone una teoría semejante a las de Kant pero más razonada:
supone la existencia de una nebulosa incandescente con una condensación central y rodeada
de una atmósfera extensa y tenue, dotada ya de un movimiento de rotación. La nube
inicialmente caliente debió irse enfriando y por tanto debió contraerse y, en consecuencia,
debió crecer la velocidad de rotación en virtud de la ley de las áreas; la rotación cada vez más
rápida haría que se desprendiesen trozos por la fuerza centrífuga, que formarían como unos
anillos inestables que terminarían rompiéndose y condensándose, convirtiéndose en los
planetas. Laplace daba por principio que la nebulosa tenía una temperatura alta y que giraba
sobre ella misma, pero no justificó de dónde le venían estas dos propiedades. Diversos autores
retocaron su teoría.
Laplace escribió todavía otra obra importantísima, la gran "Mécanique Celeste", en cinco
volúmenes, aparecidos entre 1799 y 1785, donde reunió todos los trabajos de Newton, Halley,
Clairaunt, d´Alambert, Auler y los propios sobre las consecuencias de la gravitación universal.
Ha sido llamado el Newton francés.
* Planetas capturados por el sol: es la teoría de See (1910), Berkeland (1912), Berlage
(1927), Afven, Schmidt (1944), como ampliación quizás de la de Buffon (1745). Este último
había dicho que un gran cometa se acercó tanto al sol que le arrancó material que, al
dispersarse por el espacio, y condensándose después, formó la tierra, los planetas y los
satélites. Los cosmólogos mencionados y que corresponden a este siglo afirman que primero
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Según esta teoría, pues, el material de los planetas procedería de materia interestelar, de una "edad"
diferente de la del sol que se habría formado con anterioridad y, por tanto, sería mucho más viejo.
* Hipótesis planetesimal: es la hipótesis que dice que los planetas han nacido del sol, cuando
éste ya hacía tiempo que se había formado, por influencia de otra estrella. En cierta forma es la
misma teoría de Buffon, pero más razonada. En el presente siglo la propusieron Chamberlin
(1901) y Moulton (1905), pero fue J. H. Jeans (1916) quien la explicó con un análisis más
depurado: una estrella que pasó cerca del sol le produjo un fuerte tirón de su materia que se
desprendió en forma de cigarro y luego se condensó en los distintos planetas. En su libro El
Origen de la Vida, Oparin considera que es la explicación de que hay que partir para explicar
la existencia de planetas alrededor de nuestro sol. En esta hipótesis el material de los planetas
sería estelar, pero no de la misma edad que el sol, que sería mucho más vejo.
En esta teoría, pues, el sol y los planetas se forman de una misma materia interestelar y tienen
aproximadamente la misma edad.
* Teoría actual del origen del sistema solar: en los últimos treinta años, la situación para
juzgar el valor de una teoría planetaria ha cambiado enormemente. La astrofísica nos ha
proporcionado un cúmulo tal de noticias que limitan mucho la hipótesis que se quiera elaborar.
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2. La edad de los planetas se ha podido calcular fácilmente por medios radiactivos, midiendo
los porcentajes de rubidio, torio y uranio que contienen, respecto de sus productos de
desintegración, las rocas más antiguas de la tierra, la luna y los meteoritos, y da
aproximadamente 4.600 millones de años; cifra que ya todos los científicos dan por válida con
un máximo de error posible de 100 millones de años. La del sol no puede medirse
directamente, pero por la cantidad de hidrógeno que todavía le queda no puede ser una estrella
con una vejez de 5.000 millones de años o más. Si el sol y los planetas son de la misma edad,
sólo queda como válida la cuarta teoría.
Así pues, una nube de materia interestelar de éstas, situada en un brazo de la galaxia, a unos
2/3 del centro, hace 4.600 millones de años, empezó a contraerse por acción gravitatoria. La
concentración provocó grandes remolinos y rompió la nube en fragmentos, porque a medida
que se concentraba giraba más de prisa (ley de las áreas). La fuerza centrífuga originó como
un disco aplanado en torno a una masa central. El disco tendría un 3% de la materia total que
sería como de dos masas solares. Al empezar la reacción nuclear por el aumento de calor en el
centro, empezó a dispersarse materia por el espacio, hasta reducirse a la mitad en un tiempo
relativamente corto (menos de 100.000 años), y quedando de aquel 3% del disco sólo un 1,3
por mil del total concentrado en los planetas...
13. La astronomía posterior a Newton: William Herschel (1738-1822)
Once años después de la muerte de Newton nació en Hannover, el que está considerado como
el astrónomo observador más grande de toda la historia y que ha merecido también el nombre
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Con Herschel y con los cosmólogos que siguieron después de él también se han ido
esclareciendo otros fenómenos relativos al universo como la luz que han permitido acercarse
más a los astrónomos a la verdad de los fenómenos observados para explicarlos y darnos razón
de ellos a través del discurso científico: la velocidad de la luz es siempre la misma tanto si el
cuerpo luminoso está quieto como si está en movimiento, contrario a lo que se había dicho
anteriormente acerca de la velocidad de la luz. Einstein fue el que se atrevió a proponer las cosas de esta manera.
La primera consecuencia de la no existencia del éter es que en el universo no hay nada que
podamos decir que esté en reposo absoluto; todo se mueve en relación a uno u otro punto y,
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por otra parte, "todo movimiento es relativo": sólo podemos conocer el movimiento de un
punto material relativamente a otro punto, fuera de él mismo; hablar de "movimiento
absoluto" no tiene sentido. De aquí procede el nombre de "Teoría de la Relatividad". Pero
esta teoría tiene dos partes: la primera se denomina "Relatividad Restringida" porque sólo
demuestra que, si la velocidad de la luz en invariante y el éter no existe, no hay medios físicos
para decir si un cuerpo está en "Reposo absoluto" o en "movimiento uniforme" (quiere decir:
manteniendo su velocidad constante). Y la segunda "Relatividad Generalizada", afirma que
tampoco se puede distinguir matemáticamente un cuerpo en movimiento acelerado de uno que
está sometido a un campo gravitatorio. Esto, llevado a las últimas consecuencias, nos dice que
físicamente es lo mismo que baile un trompo o que lo haga todo el universo en sentido
contrario y que el trompo esté quieto. Einstein aprendió esta idea, como él mismo confiesa, de
Ernest Mach (1838-1916), que en el año 1883 había enunciado el principio: "la inercia de
un cuerpo es el resultado de la acción mutua de todas las masas del universo". Quizá
parecerá que es poca cosa la teoría einsteniana tal cual la hemos expuesto. Pero es que la
trascendencia cosmológica le viene de muchas consecuencias que se derivan de ella.
Podríamos resumirlas en las siguientes:
3. Espacio y tiempo ya no son dos entidades separadas; se funden en una sola que
denominaremos "espacio-tiempo", que tiene cuatro dimensiones.
4. La energía y la masa son dos aspectos de una única realidad física y puede
transformarse la una en la otra según la fórmula E= mc 2, "la energía es igual al producto de la
masa por el cuadrado de la velocidad de la luz". Esta fórmula se pudo comprobar
espléndidamente cuando se descubrió el mecanismo de las reacciones nucleares: la bomba
atómica.
7. Aunque la luz sea un flujo de fotones imponderables por el hecho de ser éstos
portadores de energía, tienen una cierta masa y, en consecuencia, debe ser desviada al pasar
cerca de un campo gravitatorio y, por la misma razón, si sale de un cuerpo que tiene más masa
que otro "experimentará" más resistencia a salir de él, es decir, sufrirá un enrojecimiento que
se manifestará en un corrimiento de las rayas espectrales hacia el rojo.
Todas estas consecuencias habían sido establecidas por vía puramente matemática, pero la
mayoría eran susceptibles de ser comprobadas por la experiencia. Muy pronto, pues,
empezaron los intentos de comprobación.
La cosmología de Einstein
Si en tiempos de Newton el cosmos conocido era el sistema solar y poco más, cuando Einstein
quiere construir la cosmología científica hemos de decir que sólo es conocida la galaxia y poca
cosa más. Ni en el año 1905 ni en el 1916 nadie sabía que las "nebulosas extragalácticas"
-aquellos puntitos confusos, nebulosos, de fondo estelar- fuesen galaxias lejanísimas de
magnitudes como la "nuestra". El panorama, pues, de conocimientos astronómicos con que
Einstein se encontró era reducidísimo comparado con el actual, en el que las dimensiones del
universo se han multiplicado por más de mil. Hay que reconocer, pues, el mérito de Einstein
que, adelantándose a los conocimientos de su tiempo, fue el primero en plantear, e intentar
resolver, el problema fundamental de la cosmología moderna: “¿Por qué el universo se
mantiene en equilibrio de tal modo que, a pesar de la atracción newtoniana los astros no
se aglutinan ni siquiera después de millones de años?" Einstein quería encontrar una
respuesta a esto a partir de sus principios de la Teoría de la Relatividad.
Por eso un rayo de luz, además de dejar de ser recto cuando pasa cerca de una gran masa, por
causa de la atracción gravitatoria, tampoco es recto en sí mismo, sino que tiene una
pequeñísima curvatura a causa de esta forma del universo, y, por consiguiente, si tuviésemos
telescopios bastante potentes, mirando hacia adelante al final de todo veríamos nuestra
espalda. Si llamamos "recta" a la dirección de un rayo luminoso, la geometría del espacio real
19
Las zonas donde hay materia (ponderable) no son más que regiones de más curvatura, la cual
es causa de los fenómenos gravitatorios, es decir, matemáticamente, no existe materia
sumergida en un espacio, sino sólo "espacio" (quiere decir: espacio-tiempo), con lugares de
mayor curvatura que son los cuerpos materiales.
Las ecuaciones de Einstein dan un radio de curvatura del universo de 48.000 millones de años
luz, si su densidad media es de media quintilionésima de gramo por centímetro cúbico.
La corrección de Friedmann
Este matemático ruso, ampliando la idea lanzada en 1917 por el holandés W. de Sitter, en dos
trabajos publicados en 1922 y en 1924, demostró que el universo esférico y cerrado de
Einstein era el único universo estacionario posible, pero... que era inestable, excepto el caso de
que estuviese vacío de materia ponderable, es decir, sin ninguna modificación local de su
curvatura. Por consiguiente no podía corresponder al cosmos real, que como sabemos tiene
materia, y, en consecuencia, no puede ser estable, ha de variar con el tiempo, ya sea
encogiéndose ya sea ensanchándose. Y, además, aquel misterioso término de repulsión
cósmica (la constante lamdba: λ) era totalmente inútil; si ponemos, por ejemplo, que el
universo se está expansionando, como si se hinchase, la lambda valdrá cero, no será necesario
ponerla en la ecuación. Einstein le dio la razón, aceptando de buen grado aquella corrección.
¿Tenía razón Friedmann? Precisamente mientras él hacía sus cálculos sobre el papel, había un
astrónomo norteamericano Edwin Hubble, que estaba haciendo unas observaciones importantísimas en
el cielo descubriendo nuevas galaxias y... ¡llegando a la conclusión de que el universo se
expansionaba! Ignorante de los cálculos de Friedmann, Hubble empezó a publicar los resultados de
sus observaciones en 1930.
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Einstein había presupuesto para exponer su ecuación tensorial que explicaba el equilibrio del
universo que, tal como creían todos a principios de siglo, el cosmos era estacionario,
globalmente estático. Eso quería decir que su densidad global es siempre la misma y que los
cambios que se observan son únicamente locales, no del conjunto. Incluso se creía que las
estrellas globalmente consideradas también se mantienen iguales a lo largo de los siglos. La
idea de la inmutabilidad de los astros era muy antigua: Aristóteles ya lo creía así, y en un
sentido mucho más rígido todavía, recogiendo, seguramente, una idea de sus antecesores. Por
eso la mayor revolución que se ha hecho en cosmología ha sido el descubrimiento de que no
tan sólo cada estrella tiene una "vida" y está destinada a la muerte, sino que todo el universo
como tal evoluciona, ha tenido un principio y tiende a un fin. Las observaciones de este
astrónomo norteamericano fueron el origen del cambio de mentalidad de los científicos.
La recesión de las galaxias: Hubble, después de haber hecho grandes descubrimientos de la
forma y la amplitud de las galaxias, hizo un descubrimiento sensacional: en el momento de
analizar la luz que nos llega de las galaxias lejanas se encuentra con la sorpresa de que las más
distantes tienen un corrimiento de líneas espectrales hacia el rojo, y más acusado cuanto más
débiles son. Eso quiere decir, en virtud del principio de Doppler-Fizeau (si un cuerpo en
vibración se mueve respecto de un observador la frecuencia de la vibración que éste captará
será más alta que en el punto de partida si el cuerpo se acerca y más baja si el cuerpo se
aleja. Si la vibración es acústica el sonido será más agudo o más grave. Este efecto es válido
también en el fenómeno de la luz), que se nos están alejando y más de prisa cuanto más lejos
están; parece que se alejan de nosotros con una velocidad proporcional a la de su lejanía.
Ahora bien, si las galaxias más distantes se nos separaran más de prisa quiere decir que el
universo se expansiona como un globo que se infla y ya no se mantiene igual a sí mismo en el
transcurso del tiempo; incluso varía su densidad.
Y si el universo se "hincha" quiere decir que hace unos años era más pequeño, y que más años
atrás, todavía era más pequeño... Y, naturalmente, eso quiere decir también que la expansión
empezó un día, y entonces, ¿cómo era de pequeño? ¿Qué propiedades físicas tenía? ¿Cuánto
tiempo hace esto? ¿Qué o Quién le dio el gran impulso inicial? He aquí unos interrogantes
que será preciso intentar responder.
Esquema de la vida de una estrella: después que se supo con certeza científica que las
reacciones nucleares son el secreto de la energía irradiada por una estrella, la astrofísica ha
calculado con bastante precisión cómo se desarrolla la vida de una estrella.
Una estrella no es más que una esfera de gas incandescente que se ha formado por contracción
gravitatoria de una nube gaseosa en el interior de la galaxia. Cuando esta contracción llega hasta causar
una presión central que produce una temperatura de 12 millones de grados, es cuando "se enciende" la
21
estrella: se ponen en marcha unas reacciones nucleares que fusionan el hidrógeno en helio, irradiando
al mismo tiempo una gran cantidad de energía hacia los espacios cósmicos. Entonces se ponen a actuar
dos fuerzas antagónicas: la gravedad que tiende a seguir contrayendo al astro y la radiación calorífica
que presiona para dilatarlo. En el equilibrio de estas dos tendencias es donde se realiza la fusión nuclear
que hemos citado: el hidrógeno producirá helio durante largo tiempo; el proceso puede durar desde un
millón de años hasta diez mil millones o más, según la masa de la estrella. Así lo dicen los cálculos.
Pero, naturalmente, llega un momento en que el hidrógeno escasea y ya no es posible continuar su
fusión, entonces disminuye la presión de radiación y gana la gravedad provocando el hundimiento del
astro sobre su centro. Esta nueva contracción provoca un aumento de la temperatura central que puede
llegar a 100 millones de grados y se produce el resplandor de una nova que dura solamente unos meses
originándose en el núcleo una nueva reacción de fusión: el helio forma carbono. Esta nueva fase de la
vida de la estrella es más corta que la anterior: unas cien veces más breve. La estrella se encuentra fuera
de la secuencia principal. Y cuando todo el helio se haya transformado en carbono, una nueva
contracción puede hacer subir la temperatura hasta 700 grados e iniciarse la síntesis del carbono con
otros elementos, sobre todo hierro. Esto varía según la masa inicial de la estrella; como también
depende de ella el modo de su "muerte": puede terminar en enana blanca, estrella neutrónica o
agujero negro.
¿Y qué hay que decir de nuestro sol?: el sol es una estrella amarilla más bien pequeña. Ya hemos
dicho que la duración de una estrella depende de su masa, y son precisamente las más pequeñas las de
vida más larga, ya que las grandes consumen más de prisa en proporción, su "combustible"; el
hidrógeno originario del Sol le daba como mínimo para unos diez mil millones de años, y como que
sabemos que hace 4.600 millones que brilla, aún le queda seguro para más de 5.000 millones. No hay
por qué alarmarse. Pero una vez hayan transcurrido, tendrá la gran explosión que lo convertirá en una
gigante bola roja que llegará hasta más allá de la órbita de nuestro planeta que quedará quemado.
Después de un tiempo, se encogerá, y al cabo de un par más de convulsiones terminará en enana
blanca, que es lo que le corresponde por su "poca" masa.
Y si todas las estrellas han de terminar muriéndose es que verdaderamente hubo un principio...
*****
Investigar sobre:
- La teoría del big-bang
- La creación continua
- Teilhard de Chardin
Quiz de Cosmología
1. Debido a sus ingentes esfuerzos por la paz ante el poder destructivo de la bomba atómica,
A. Einstein fue galardonado con el premio Nobel en 1921. F __ V__
2. El físico ruso Friedmann corrigió algunas teorías de A. Einstein. F __ V __
3. Que el universo evoluciona, ha tenido un principio y tiende a un fin, es una intuición,
principalmente de uno de estos físicos:
a. A. Einstein
b. Hubble
c. Friedmann
4. Según A. Einstein, el universo es cerrado sobre sí mismo, finito pero ilimitado. F __ V __
La teoría lanzada por Hubble sobre la expansión del universo requería para su mejor
comprensión y comprobación una explicación adecuada. En este contexto surgen diversas
cosmogonías científicas, superando quizás a las míticas porque los astrónomos tienen muchos
más elementos que los antiguos para dar explicaciones más veraces y porque el espíritu
positivo que caracteriza a la ciencia la lleva a plantear siempre causas razonables para explicar
los hechos reales. Veamos:
Georges Edward Lemaitre (1894-1966) y el "Huevo cósmico: su teoría decía que, si ahora
las galaxias se separan , volviendo atrás en el tiempo hemos de llegar forzosamente a un
momento que será el inicial, en que todas estén juntas formando un conglomerado ("huevo" o
"átomo") que contenga en potencia toda la materia del universo. Sólo una superexplosión
puede haber causado la dispersión de sus fragmentos que son las galaxias que vemos ahora.
Los fragmentos que alcanzaron velocidades más altas están ahora más lejos, naturalmente, y
por eso las galaxias se alejan de nosotros con velocidades de recesión proporcionales a las
distancias.
George Gamow (1904-1968), siguió con algunas variaciones propias la teoría del sacerdote y
astrónomo Lemaitre y fue quien llamó a esta teoría del big-bang (gran explosión o gran
estallido).
2) estudiada la explicación de la aparición de los elementos dada por Gamow (un "huevo"
cósmico formado de neutrones que, descomponiéndose, generaron los protones y electrones
con los que se aglutinaron los átomos ligeros -hidrógeno, helio, etc.- y, a partir de ellos todos
los restantes), se encontraba correcta la formación del hidrógeno y del helio, ¡pero no la de los
noventa restantes!
¿Era preciso, pues, encontrar otra explicación al hecho de la expansión del universo? Lo que
veremos enseguida nos aclarará este intento...
A grandes males, grandes remedios. Las dificultades que, como veíamos antes, surgieron
contra la teoría del big-bang hicieron que muchos científicos buscaran otras formas de
explicar la expansión del universo. Y la que encontraron algunos astrónomos ingleses era
ciertamente extraordinaria y fantástica: la teoría del estado estacionario o Steady State,
llamada también de la Creación Contínua.
El astrónomo y matemático inglés Sir Edward Arthur Milne (1896-1950) había anunciado
en 1936, en su obra Relativity, Gravitation and Structuure of Universe, el denominado
Principio Cosmológico, que rezaba: el universo es uniforme en todo el espacio. Esta
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afirmación podemos decir que es cierta, según las observaciones, al menos dentro del margen
de error de una milésima, si tomamos como unidad dentro del cosmos no la estrella (que es
como se hacía antes) sino la galaxia. Este principio cosmológico se convirtió en el fundamento
de la nueva teoría cosmológica. Los dos astrónomos de Cambridge, Hermann Bondi (1919-
2005) y Thomas Gold (1920-2004), en el año 1948, en que Gamow publicaba su famoso
artículo sobre la evolución del universo exponiendo la idea del big-bang, ya daban a conocer
en la revista su nueva teoría que denominaban Steady State. Según ellos, era preciso ampliar el
principio cosmológico de Milne convirtiéndolo en el Principio Cosmológico Perfecto: el
universo es fundamentalmente idéntico a sí mismo en el espacio y en el tiempo. Esto quería
decir que no tan sólo las 20 o 30 galaxias más próximas a la nuestra forman un conjunto muy
parecido, con la misma densidad de materia, a cualquier grupo de 20 o 30 galaxias que ahora
se encuentran a millones de años luz de nosotros, sino que también todo el universo es igual
actualmente, en conjunto, a como era hace millones de años. Ahora bien, para compaginar
esto con el hecho de la expansión del universo hay que admitir que la naturaleza
constantemente crea nueva materia y así se mantiene la densidad global. Los cálculos nos
dicen que basta con la "creación" de un miligramo de materia por metro cúbico cada billón de
años, que es como aparecer un átomo por año en cada millón de metros cúbicos. Esto haría
que un volumen como nuestra tierra en 5.000 millones de años sólo había proporcionado unos
5 gramos de materia nueva! Evidentemente eso es tan poco que nos es imposible comprobarlo
de modo alguno con medidas experimentales, por más que, teniendo en cuenta las
dimensiones del universo conocido, llegue a dar unos 50.000 astros como nuestro sol por
segundo, es decir, unos 10 a la 32 toneladas de materia.
Este autor nos sorprende con la exposición de una nueva teoría cosmológica. Parece que su
larga reflexión sobre cómo hay que interpretar los datos de observación, le llevó a formular de
un modo diferente la hipótesis del estado estacionario, que ya no será ahora de creación
contínua: tomando como base, como hizo Einstein, el principio de Mach que dice que la masa
de cada cuerpo está en relación de la distribución de la materia en todo el universo, llega a la
conclusión de que la masa de las partículas crece a medida que pasa el tiempo. Esto lo deduce
del hecho de que, siendo el volumen del universo observable cada vez mayor con el correr de
los años ya que cada día son más los objetos que vienen a caer en nuestro campo de visión
desde distancias cada vez más lejanas, la masa de las partículas percibe de ellos influencia,
creciendo en función del tiempo. Así las "constantes" fundamentales de la física ya no son
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¿Qué hay que decir? En primer lugar, que no puede demostrar lo que presupone. Y luego, que
es un Steady State (estado estacionario) muy particular que casi ni merece este nombre: si la
masa de las partículas ha ido aumentando quiere decir que hay un principio en que su masa era
0, como reconoce el mismo Narlikar, y entonces se llega a la misma conclusión que en el big-
bang, que hubo un principio, una singularidad inicial. Y, naturalmente, la ciencia puede decir
quizás poco de cómo sucedió la cosa, consecuencia que querían evitar los que negaban un
creador.
Este astrónomo consideró esta teoría como un mito adornado con fórmulas matemáticas
sofisticadas que lo hace más creíble pero no necesariamente más verídico. No es más que una
entre infinitas soluciones posibles. Y si consideramos inaceptable el big-bang, ¿qué otra
hipótesis podrá reemplazarlo? La respuesta es simple e inequívoca: "Ninguna. El big-bang es
un mito, quizá un mito maravilloso, clasificable junto al mito hindú del universo cíclico, el
huevo cósmico chino, el mito bíblico de la creación en seis días, el mito cosmológico de
Ptolomeo, y muchos otros; será siempre admirado por su belleza y tendrá siempre, como los
viejos mitos milenarios un gran número de defensores. Pero no ganamos nada si ponemos este
mito en el lugar que hoy ocupa el big-bang".
¿Cómo era, pues, el universo a los 10 a la -43 segundos de empezar su existencia? Los
cálculos nos dan que tenía un diámetro de 10 a la -28 cm, es decir, mil billones de veces más
pequeño que un átomo de hidrógeno, de densidad casi infinita y con una temperatura de 10 a
la 32; en este momento las fuerzas fundamentales de la naturaleza, según parece, todavía
estaban unidas en una sóla fuerza, aunque hasta el presente no se ha hallado el modo de
expresar matemáticamente esta gran unificación. A continuación, el universo comenzó a
dilatarse y a enfriarse, mientras la gravedad se separaba de las demás fuerzas. A 10 a la -35
segundos la expansión se hace más rápida, hasta 10 a la -32 segundos, momento en que ya
tiene el tamaño de una naranja con una temperatura que ha bajado a la 10 a la 25 , ahora es
la fuerza fuerte la que se separa de la electrodébil. Empiezan a formarse las partículas:
quarks y leptones, y el universo se hace homogéneo y llano. La naturaleza tiene una
milmillonésima más por la materia que por la antimateria lo cual hará que más adelante aún
se conserve una partícula de materia (protón o neutrón) por cada mil millones de fotones. Si
no hubiese sido así, todo el cosmos se hubiese reducido a sólo radiación al aniquilarse la
25
*****
26
1. LA CANTIDAD EN GENERAL
Hay que distinguir la cantidad de la extensión externa, es decir, del hecho que los cuerpos
pueden compararse en su extensión y medirse unos por otros. La cantidad como tal es
evidentemente anterior a la extensión externa, que es su consecuencia, y la cantidad como tal
constituye primero lo que podríamos llamar medida por dentro. El cuerpo tiene su cantidad, no
en cuanto se relaciona con los objetos exteriores, sino en sí mismo, en el hecho de su
divisibilidad interna.
1.2. El número
Génesis: el número no es una realidad sensible y empírica. Pero tampoco es innato al espíritu.
Es el resultado de una elaboración hecha por el espíritu a partir de los datos experimentales. El
número no es más que un caso particular de la actividad abstractiva.
1.3. La extensión
La realidad de la extensión, es decir, del mundo corporal, ha sido negada por ciertos filósofos,
especialmente por los idealistas, por razones sacadas de la naturaleza del conocimiento; estos
filósofos afirman que la extensión no tiene existencia real (Berkeley). Esta afirmación va
contra el sentido común que profesa la realidad objetiva de la extensión.
Extensión es idéntico a cantidad contínua y se refiere a la cantidad cuyos extremos forman un uno.
1.4. Materia, cantidad y extensión
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Establezcamos las relaciones que existen entre materia, cantidad y extensión. La materia es
fundamento de la cantidad, y la cantidad lo es de la extensión. a) Antes de concebir un cuerpo
como extenso, es decir, como ocupando un lugar en el espacio, es necesario concebirlo como
cuanto, es decir, hay necesidad de concebir partes en él, en lo cual consiste la cantidad. b) Pero
antes de concebir partes en el cuerpo, debemos concebir en él un principio que las reciba; este
principio o sustrato es la materia prima.
De esta suerte, a) la materia es principio substancial del cuerpo, junto con la forma, y raíz de la
cantidad. b) la cantidad es el primer accidente que modifica la sustancia corpórea,
complementando la materia; c) la extensión es una propiedad de la cantidad.
2. LUGAR Y ESPACIO
2.1. Lugar
2.2. Espacio
Definición: es la medida de la distancia extensiva entre las partes de un cuerpo, o entre varios
cuerpos en su triple dimensión. Decimos:
d) O entre varios cuerpos en su triple dimensión: en efecto, entre los cuerpos podemos
establecer relaciones de distancia, no sólo en el sentido de su longitud, sino también entre su
anchura y profundidad. El conjunto de esas relaciones de distancia viene a formar el espacio
entre ellos.
Teorías sobre el espacio: pueden dividirse en tres grupos: los que opinan que es una noción
de la mente sin fundamento en la realidad, los que creen que es una realidad objetiva
sustancial y los que le dan realidad objetiva pero no substancial, de suerte que para ellos ni son
puras nociones de la mente, ni realidades objetivas en sí.
* Teorías subjetivas: el espacio es mera noción de la mente. Son defensores de élla Leibnitz
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3. EL MOVIMIENTO
Diferencia de movimientos: el movimiento local, que es el paso de un lugar a otro (m. físico
propiamente dicho); luego el movimiento interior o cambio por el que una misma sustancia se
transforma, ya cuantitativamente (aumento o disminución), ya cualitativamente (alteración).
Acción y pasión: la compleja realidad del movimiento nos lleva a distinguir lo que mueve
(motor) y lo que es movido (móvil); o, en otros términos, un agente que ejerce una acción y un
paciente que sufre esa acción.
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4. EL TIEMPO
El tiempo es una cosa tan familiar que ninguna nos parece tan clara y evidente, pero, al mismo
tiempo, difícil de definir. San Agustín decía: "si no me lo preguntan lo sé, pero si me lo
preguntan no lo se". Para Aristóteles es la medida del movimiento según el antes y el después.
Problemática del tiempo: podemos preguntarnos si el tiempo es una cosa real , y cuál es esa
realidad. A veces los filósofos han hecho del tiempo una cosa concreta e independiente, otros
han negado su realidad objetiva, reduciéndolo a una pura creación del sujeto sensitivo e
intelectual.
* Teorías subjetivistas: para Leibnitz, el tiempo no es nada fuera del espíritu; sólo posee
existencia ideal y representa simplemente el orden de las sucesiones posibles que nosotros
atribuímos a las cosas. Para estas teorías la sucesión no es una realidad objetiva, sino un acto
del espíritu. Para Kant el tiempo no es otra cosa que la intuición de nuestro estado interior.
a) Medida, porque el tiempo no es una substancia sino un accidente relativo, una relación de
medida.
c) Entre los varios momentos de un ser: todo ser tiene duración, y en este caso el tiempo es
lo encerrado entre los límites de ella, o sea, la distancia entre sus varios momentos.
d) O entre varios seres o acontecimientos. En este caso el tiempo los relaciona entre sí y
mide la distancia transcurrida entre ellos.
1) En ningún caso se les puede conceder la realidad absoluta propia de la substancia; no son
seres en sí, sino modos de ser.
2) En ningún caso se les puede considerar como nociones a priori de la mente, sin fundamento
en la realidad, pues se basan siempre en las nociones de extensión y duración, que nos
suministran los sentidos y el yo sicológico.
3) En consecuencia, son siempre o accidentes reales o nociones de la mente con fundamento
en la realidad.
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Espacio y Tiempo
ESPACIO:
Definición: es la medida de la distancia extensiva entre las partes de un cuerpo, o entre varios
cuerpos en su triple dimensión. Decimos:
c) entre las partes de un cuerpo: todo cuerpo tiene su extensión, y el espacio no es otra cosa
que lo encerrado entre los límites de ella.
d) o entre varios cuerpos en su triple dimensión: en efecto, entre los cuerpos podemos
establecer relaciones de distancia, no sólo en el sentido de su longitud, sino también entre su
anchura y profundidad. El conjunto de esas relaciones de distancia viene a formar el espacio
entre ellos.
Teorías sobre el espacio: pueden dividirse en tres grupos: los que opinan que es una noción
de la mente sin fundamento en la realidad, los que creen que es una realidad objetiva
sustancial y los que le dan realidad objetiva pero no substancial, de suerte que para ellos ni son
puras nociones de la mente, ni realidades objetivas en sí.
* Teorías subjetivas: el espacio es mera noción de la mente. Son defensores de élla Leibnitz
y Kant. Para el segundo el espacio es una forma a priori de la mente, y no un concepto
fundado en la realidad sensible. Para él no podemos percibir ningún fenómeno externo sino a
través de la forma innata del espacio. Siendo una forma innata a priori, no sabemos si nuestro
conocimiento corresponda a la realidad. Crítica: es cierto que adquirimos la noción de
espacio por medio de la conciencia sicológica, a saber, por medio de la noción de extensión
que intuimos en nosotros. Pero además de intuirla en nosotros mismos por la conciencia
sicológica, nuestros sentidos la advierten en el mundo exterior, que indudablemente se nos
muestra como extenso. En consecuencia espacio no es una noción a priori, sino suministrada
por la experiencia interna y externa, y tiene su fundamento en la realidad del mundo y del yo.
* Teorías objetivas: el espacio existe en sí, como realidad sustancial, independiente de los
cuerpos y del conocimiento. Las defienden Newton, Clarke y Gassendi. Newton, y en forma
más explícita Clarke, conciben el espacio como una substancia independiente de nosotros
mismos y de los objetos exteriores, de tal suerte que existirían aunque no existieran los
cuerpos. En realidad confunden el espacio con el atributo divino de la inmensidad. Gassendi y
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otros le dan también realidad absoluta al espacio pero sin confundirlo con la inmensidad.
Crítica: ambas son teorías inaceptables, ya que el espacio es divisible y finito, y Dios es
simplísimo e infinito. Tampoco puede aceptarse la de Gassendi, porque si el espacio fuera
realidad sustancial concreta, sería él mismo cuerpo; y a su vez debería tener un espacio que lo
midiera...
* Teoría moderada: corresponde a Aristóteles, seguido por los escolásticos y los filósofos
modernos. Puede sintetizarse en estas afirmaciones: a) ni al espacio ni al tiempo se les puede
atribuir la realidad propia de la substancia. No es un ser en sí, sino un accidente, o bien una
noción de la mente fundada en la realidad. b) tampoco se le puede considerar como idea de la
mente sin fundamento en la realidad, porque se basa en la noción de la extensión, que
suministra la experiencia externa e interna.
* TIEMPO:
El tiempo es una cosa tan familiar que ninguna nos parece tan clara y evidente, pero, al mismo
tiempo, difícil de definir. San Agustín decía: "si no me lo preguntan lo sé, pero si me lo
preguntan no lo se". Para Aristóteles es la medida del movimiento según el antes y el después.
Problemática del tiempo: podemos preguntarnos si el tiempo es una cosa real, y cuál es esa
realidad. A veces los filósofos han hecho del tiempo una cosa concreta e independiente, otros
han negado su realidad objetiva, reduciéndolo a una pura creación del sujeto sensitivo e
intelectual.
* Teoría subjetivista: para Leibnitz, el tiempo no es nada fuera del espíritu; sólo posee
existencia ideal y representa simplemente el orden de las sucesiones posibles que nosotros
atribuímos a las cosas. Para estas teorías la sucesión no es una realidad objetiva, sino un acto
del espíritu. Para Kant el tiempo no es otra cosa que la intuición de nuestro estado interior.
a) Medida, porque el tiempo no es una substancia sino un accidente relativo, una relación de
medida.
c) entre los varios momentos de un ser físico, todo ser físico tiene duración, y en este caso el
tiempo es lo encerrado entre los límites de ella, o sea, la distancia entre sus varios momentos.
d) o entre varios seres o acontecimientos, en este caso el tiempo los relaciona entre sí y mide
la distancia transcurrida entre ellos.
distintas de Dios, que no teniendo cuerpo, no tienen movimiento local, ni medida en sus
movimientos.
1) En ningún caso se les puede atribuir la realidad absoluta propia de la substancia; no son
seres en sí, sino modos de ser.
2) En ningún caso se les puede considerar como nociones a priori de la mente, sin fundamento
en la realidad, pues se basan siempre en las nociones de extensión y duración, que nos
suministran los sentidos y el yo sicológico.
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Quiz de Cosmología
Los cuerpos no sólo están sometidos al movimiento local, sino que sufren, además, otra
especie de movimiento, por el cual se modifican constantemente, en su naturaleza o
intensidad, las cualidades que actúan sobre nuestros sentidos y que por esta razón se llaman
cualidades sensibles.
1. Noción de cualidad
Es la que califica a las cosas; es una manera de ser que afecta a las cosas en sí mismas, por lo
cual se le designa como un accidente absoluto. División: cualidades primarias y secundarias;
las cualidades primarias son aquellas que se refieren a la cantidad, a saber: la extensión, la
figura o forma, el movimiento y la resistencia. Las cualidades secundarias son las que son
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objeto de un sentido propio: color y luz, sonido, olor, sabor, calor, etc.
* Desde hace mucho tiempo los filósofos se han preguntado si las cualidades sensibles poseen,
objetivamente hablando, toda la realidad que les atribuimos espontáneamente.
Los mecanicistas, para quienes todos los fenómenos materiales se reducen a meros
movimientos mecánicos de la materia, sostienen que las cualidades mencionadas como el
calor, color, sabor, densidad... son meras vibraciones moleculares o atómicas o electrónicas,
siendo en consecuencia diversos efectos o diversas manifestaciones de esos movimientos
materiales.
Aristóteles y los escolásticos en general consideran que las cualidades son formas
accidentales específicamente diversas entre sí y específicamente diversas de la cantidad y del
movimiento.
¿Qué decir entonces acerca de la objetividad de las cualidades sensibles? Que poseen una
realidad formal, es decir, que estas cualidades existen en las cosas tales como las percibimos
por los sentidos: el color, el calor, etc., tienen una realidad objetiva, precisamente como color
y calor, independientemente de los sentidos que las perciban. Se sostiene la anterior
afirmación en el sentido común y además en el hecho de que no se pueden negar las
cualidades secundarias sin negar las primarias, pues estas últimas no pueden ser si no captadas
a través de las cualidades secundarias, así, no se puede percibir la dureza de un elemento sin
que haya una materia extensa que la sustente; no contemplamos la figura ni el color del viento
pero lo sentimos y lo respiramos lo cual demuestra que es extenso y medible (anemómetro), y
así, se pueden citar muchos ejemplos.
Recordemos lo visto acerca del movimiento (p. 3) cuando afirmábamos que la transformación
de la sustancia podía darse a dos niveles: cuantitativamente y cualitativamente (alteración),
esto segundo es lo que ahora nos interesa.
filosofía tiende a conocer los primeros principios, tales como nos los manifiestan las
propiedades sensibles. Procuraremos entonces definir al cuerpo en su esencia, es decir,
determinar los principios constitutivos por los cuales es un cuerpo.
La concepción atomista de los cuerpos es de origen griego. Es un posición aún muy aceptada
hoy día.
Epicuro vuelve sobre este atomismo, pero modificándolo: los átomos son siempre eternos,
indivisibles e inmutables, pero están en movimiento en un vacío real (porque según él, sin
vacío real no habría movimiento); y por otra parte están, aunque indivisibles, compuestos de
mínima, pues, de lo contrario, el átomo sería divisible al infinito, lo cual es absurdo. No
obstante, estos mínima (o las partes más pequeñas posibles) no son capaces de existencia
separada; sólo por el espíritu puede hacerse la separación.
de todos los cuerpos. "Dadme materia y movimiento, y yo fabricaré el mundo" son sus
palabras. En consecuencia le niega a los cuerpos todas las propiedades que no pueden
deducirse lógicamente de la extensión, en especial la actividad. Para él toda actividad o
causalidad viene de Dios.
4) Afirma la imposibilidad del vacío y, en consecuencia, afirma que el movimiento local sólo
puede verificarse en espiral o torbellino: no puede moverse un cuerpo sin que todos los
demás del universo se muevan.
Crítica a Leibniz: su error más grave es afirmar que los cuerpos no son extensos pues según
esto no puede explicarse la existencia de la materia que en sí misma es extensa (medible, con
una figura y unas cualidades evidentes); su doctrina lleva al determinismo, pues al negar la
causalidad de las criaturas, debe lógicamente negar la libertad, que no es otra cosa que la
causalidad libre; también lleva al pansiquismo, pues al poner en todos los seres percepción y
apetición, debe conceder a los cuerpos puramente materiales, vida, sensibilidad y conciencia,
lo cual no es aceptable.
4
Cfr. Faría, Rafael. Cosmología y Etica. 4a ed. Voluntad. Bogotá, 1956. p.49.
37
El energetismo admite en los cuerpos cualidades diferentes del movimiento local (calor,
electricidad, etc.), pero no admiten sino un sólo principio fundamental en los cuerpos, al que
reducen la materia y la energía; para muchos de ellos la materia es energía condensada y
niegan la sustancia o la declaran incognoscible: para ellos la única realidad son lo fenómenos:
energía, luz, calor, electricidad, etc.
********
Como preparación al estudio del hilemorfismo vamos a leer para la próxima clase dos
artículos de Aubert, J. M. Filosofía de la naturaleza. Curso de filosofía tomista. (2-7) Herder.
Barcelona, 1981. "Originalidad de la solución de Aristóteles". pp. 47-61. y "Planteamiento del
problema es un contexto hilemórfico". pp. 279-282.
3.1.3. Hilemorfismo
a. Originalidad
Aristóteles tomó para elaborar su explicación de la composición de los cuerpos, sobre todo
orientaciones del pensamiento de Demócrito y Platón; para conservar el contacto con la
experiencia y la observación de los fenómenos, fuente de todo conocimiento, de los platónicos
quiso alcanzar la verdadera inteligibilidad de los seres pero situándola en la tierra, en un
espacio de "desacralización" de la idea platónica.
Para Aristóteles la inteligencia humana extrae de los seres sensibles su forma inteligible; por
tanto la experiencia contiene en potencia a la ciencia.
Partiendo de la observación de los hechos, es fácil ver que todo cambia, a partir de dos
momentos del ser corporal: el punto de partida (términus a quo) y el punto de llegada
(términus ad quem), son dos principios que definen cualquier cambio. El cambio lo definirá
principalmente el punto de llegada y es llamado por Aristóteles "forma"; designa aquí todo lo
que constituye a un ser en su especifidad actual; expresa una riqueza inteligible que hará
posible una definición más o menos completa del objeto. Con ello "forma" se convierte en
sinónimo en idea realizada.
El terminus a quo, será definido de manera puramente negativa, por relación a tal forma; y es
llamado "privación"; ciertamente en sí mismo está ya determinado pero únicamente en
relación al estado que lo ha precedido.
38
Entre estas dos etapas contrarías subyace un sujeto, que proporciona una especie de substrato.
Este razonamiento es evidente cuando el cambio es superficial y afecta a un cuerpo ya
constituido. Este substrato, no es en sí mismo perceptible por los sentidos; sólo la inteligencia
alcanza su existencia y es llamado por Aristóteles la "materia". Por tanto hay tres principios de
cambio privación, materia y forma.
Privación: concepto necesario sólo para explicar el cambio de un cuerpo; algo de lo que él
estaba privado y que en virtud de la actualización de la materia desaparece.
La materia no existe jamás sin ser determinada por una forma. Por tanto estos dos elementos
físicos no existen jamás en estado puro; no son seres sino solamente principios del ser;
únicamente existe su compuesto.
En oposición con la materia, la forma es la que determina, la que hace que el ser real sea tal
ser, de tal tipo, posea cierta estructura inteligible; se dice entonces que dicha forma es entonces
"acto", que determina, acaba o realiza la potencia que es la materia correspondiente.
Entre estos dos principios hay que señalar también otra diferencia: la materia, que es el
substrato, sobrevive al cambio, pero jamás en estado puro, sino siempre en alguna
determinación formal. La forma, por el contrario, si bien evoca un idea más noble, más rica
que la materia es también más efímera; puesto que no es un ser, no es engendrada, sino
simplemente "extraída" de la potencia de la materia.
estos seres en una misma categoría; por una clasificación química o biológica llega a algo real,
que se expresa en la propiedad de estabilides específicas o de un comportamiento particular.
La razón humana afirma que realizan todos una misma forma individualizada en la materia, de
la cual permite la multiplicidad del mismo tipo formal, encarnado y realizado en ella. En
resumen, la multiplicidad y diferenciación formales no pueden provenir de un único principio
homogéneo, sino de la interpretación de dos principios situados el uno con referencia al otro,
en relación de potencialidad y de determinación.
Todo cuerpo de la naturaleza encierra dos niveles ontológicos. Uno es básico y fundamental:
ser una substancia, que revela un tipo de ser bien constituido específicamente, con una
estabilidad de propiedades o de comportamientos característicos. Pero, el mismo ser
comportará determinaciones muy variables, que se llaman "accidentes"; que le superponen y
cuya variación no le afecta en su fondo.
Los accidentes, no son algo sebreañadido desde fuera como una capa que recubre la
substancia. Estas dos formas (accidentes y substancia), están estrechamente unidas, no son de
orden fenoménico, solo los discierne la inteligencia, viendo en ellos una relación de potencia y
acto.
La substancia no quedará jamás al desnudo; en ella unos accidentes sucederán a los accidentes
eliminados.
El ser humano realiza una unidad profunda, pese a una dualidad de composición; en él,
materia y espíritu no son dos realidades autónomas y separadas, extrañas la una a la otra; pese
a su diversidad, estas realidades no destruyen la unidad de la persona.
¿Qué nos revela la observación imparcial del hecho humano, si no es que la materia es
asumida en él por el espíritu?. Continuamente experimentamos que nuestro pensamiento y
nuestra voluntad más espirituales se encarnan en nuestro comportamiento físico, en nuestros
gestos, nuestra mímica, nuestro lenguaje sobre todo; e inversamente, sólo son posibles por el
instrumento que es nuestro cuerpo en su función más elevada (sistema nervioso central). Todo
nuestro ser es a la vez espiritual y material, pero bajo dos aspectos diferentes; cuerpo y alma
no son dos realidades yuxtapuestas, sino que se compenetran íntimamente. El alma no tiene
sólo esa función pensante como afirmó el cartesianismo, sino también es principio de su
dinamismo vital.
Esta unidad del hombre nos lleva a la conclusión de que la materia, presente en nuestro
cuerpo, revela la capacidad natural de ser penetrada por el espíritu, y a recibir de éste su
significado.
3.2.1. Definición
Los cuerpos compuestos son los que pueden desintegrarse en otros de naturaleza diferente;
p.e. el agua que se descompone en O y H. Los cuerpos simples (3.1.) toman el nombre de
elementos. Se han descubierto alrededor de 105. Cada cuerpo simple tiene propiedades
específicas diferentes: v.gr. diferente peso, masa, etc. Por tener propiedades específicas
diferentes es legítimo concluir que todos los cuerpos simples son de naturaleza diferente.
Los cuerpos compuestos son muy numerosos y suelen tener propiedades muy diferentes a las
de los cuerpos simples que los componen; como se ve en el agua, compuesta de dos gases: el
O. y el H.; y en la sal de cocina, compuesta de cloro, gas verdusco de olor sofocante y de
sodio, metal blanco de color plateado.
a. Explicación atomística
Mas, por una parte, esta concepción es contradicha por numerosos hechos y, por otro lado, no
se compagina siquiera con la teoría física que, por sí misma, no implica en modo alguno el
puro atomismo. La noción de cuerpo compuesto, en esta teoría, defínese simplemente por la
indivisión, y hace abstracción absolutamente de la cuestión de saber si esta indivisión implica
la unidad accidental o la unidad esencial.
b. Explicación filosófica
La teoría hilemórfica parece ser la que explica mejor el conjunto de los hechos que nos revelan
las ciencias de la naturaleza y la reflexión filosófica.
1. Teoría electrónica
Esta teoría, (que supone lo que hemos dicho más arriba acerca de la composición de los
cuerpos) y que tan claramente excluye la concepción del átomo como todo accidental, nos
lleva a admitir, desde el punto de vista filosófico, en razón de la diversidad de las propiedades
del átomo, una composición metafísica de materia y de forma sustancial.
Todo lo que hemos dicho acerca de los cuerpos simples hay que recordarlo aquí. Baste resaltar
que la teoría hilemórfica explica perfectamente el funcionamiento de las leyes de proporciones
mediante la noción de una forma sustancial que se apodera de los elementos potenciales (es
decir, por modo de materia) y les impone, de manera más o menos profunda, su propia ley,
que viene a ser la ley del todo como tal.
En fin, sólo la teoría hilemórfica permite comprender la permanencia virtual, dentro del
cuerpo compuesto, de los elementos que lo constituyen. En efecto, esta permanencia virtual no
se puede explicar sino por la realidad de una forma específica única que reduce a su ley
elementos que, en cuanto elementos o seres corporales en acto, conservan necesariamente en
el cuerpo compuesto cierta autonomía e imponen a éste una heterogeneidad cualitativa que no
es otra cosa que una especie de medida variable de las cualidades elementales.
42
COSMOLOGÍA – BIBLIOGRAFÍA
Estany, Anna (Editor). Filosofía de las ciencias naturales, sociales y matemáticas. Trotta,
Madrid, 2005
Faría, Rafael. Cosmología y Ética. Curso de filosofía. Tomo III. Librería Voluntad Ltda. Bogotá,
1958. 287 pp
Ferris, Timothy. La aventura del universo. De Aristóteles a la teoría de los cuantos: una
historia sin fin. Grijalbo - Mondadori. Barcelona, 1995
Hawking, Stephen. Stephen Hawking y su historia del tiempo. Globus. Madrid, 1993. 110pp
Jolivet, Regis. Lógica y Cosmología. Ediciones Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1960. 426 pp
May, Eduard. Filosofía Natural. 2a. ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1953. 168 pp
Merleau-Ponty, Jacques. Cosmología del siglo XX. Biblioteca hispánica de filosofía. Editorial
Gredos S.A. Madrid, 1971. 651
Soler Gil, Francisco José. Dios y las cosmologías modernas. BAC, Madrid, 2005
Von Der Osten - Sacken. A través del espacio y del tiempo. Editorial Gredos, S.A. Madrid,
1967. 381 pp
Artículo
CANTO MÁGICO...
En el centro, el sol, atrayendo hacía sí irremediablemente los astros que lo circundan; en una
de las elipses, la tierra, celosa y nostálgica del Almagesto tolemaico, triste por la pérdida del
culto geolátrico que la hizo creer por siglos el centro del espacio sideral; más allá, estrellas y
planetas que contemplan al sol radiante en el esplendor de sus "apenas" cinco mil millones de
años...
Nunca había contemplado al sol tan consciente de sí mismo, "todo lo que toco lo abraso en el
fuego incontrolable de mis millones de grados centígrados"; quizás no debería sentirse tan
solo si supiera que un sol diminuto nos mantiene a los seres terráqueos apegados a esta
estupenda masa donde habitamos, en virtud de la gravedad que ejerce sobre todo lo que se
pasea diariamente por ella... No lo noté orgulloso de haber desplazado a la tierra del centro de
los centros, quizás porque él también sabe que es una "masita" insignificante entre los 48.000
millones de años luz que, según los cálculos einstenianos, tiene el universo, con tendencia a
crecer, si es verdadera la más moderna teoría de su creciente expansión...
Pero nada tan cierto -la poesía es la verdad del corazón- como lo que cantaba el músico
arjoniano, lleno de lamento arropado en el lirismo de las cuerdas de su guitarra, entonando con
verdades en palabras alargadas por el canto las tristezas de la tierra agobiada por los hombres
que no son capaces de sentirla como su casa y a los otros hombres como a sus hermanos!
Tal vez, la más pequeña de todas, con luz tenue y voz serena, sea la que mejor haya sabido
expresar los sentimientos del universo. Atrapada por la tierra ha venido a servirle con
misteriosa eficacia; consciente de su inevitable subordinación ha trocado en amor lo que
principio fue captura accidental…
En fin, tantos puntos suspensivos como los hay en el espacio significando diminutos y grandes
universos reflejen el misterio escondido en los elementos del universo, la profundidad de la
filosofía natural, la mitología -verdad genial del pueblo culto-, la ciencia, erigida hoy como
autoridad en creciente poderío -y también amenaza- y, finalmente, la poesía -verdad del
corazón- en coro profundo, pintoresco, lleno de proporciones para conformar un Canto
Mágico...
Afirma que el big-bang no puede darse por demostrado ni el estado estacionario descartado
por las observaciones, por más que lo digan la mayoría de los astrónomos. Suyas son estas
palabras: "¿Acaso las observaciones astronómicas han asesinado realmente la teoría del
estado estacionario? Si esta pregunta se plantease en una encuesta, la mayoría de los
astrónomos contestaría probablemente en sentido afirmativo. Pero en la historia de las ciencias
las teorías.
46
Usted ha matriculado esta materia en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Carmen para
verla por tutoría.
Este es el trabajo que Ud. debe hacer para aprobar esta materia:
Nota: si Ud. tiene una pregunta sobre el material leído, puede acudir a uno de los estudiantes
de III de Filosofía que ya vio esta materia conmigo, o si es necesario, puede acudir al profesor
directamente.
Buena suerte.