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ATR I M
D E L M
E NTO
CR A M
EL SA
Insolubilis
FECÚNDITAS
GRECORROMANA El matrimonio tenía como fundamento no el acto procreativo, ni la Separación de la mujer de su casa o su entrega al novio,
autoridad paterna o materna, sino el fuego sagrado del hogar. Este fuego era en un contexto de fiesta, se hacia sacrificio y luego el
el centro de la liturgia familiar. Allí se recitaban las plegarias. El padre de papá ponía a su hija en manos del novio. Esto era
considerado como un acto religioso y jurídico: traditio
familia era el responsable de mantener el fuego encendido, era algo asi puellae.
como el sacerdote de esa liturgia domestica; su oficio se transmitía de hijo a La procesión de la casa paterna a la casa del esposo, la
hijo, la procreación era consecuencia no fin. Había que procrear para novia iba velada y adornada, llevaba flores y vestido
garantizar que ardiera el fuego sagrado. En esta mentalidad la familia era blanco (algo religioso).
una sociedad domestica en torno al fuego sagrado encendido por los La ceremonia sagrada en la casa del esposo, donde
padres. culminaba la celebración, ella no podía entrar hasta que
el novio hiciera como si la raptara y la entrara. El novio la
lleva hasta el fuego sagrado, se hace oración y se ofrece
sacrificio con un pan sagrado, y es comido por ambos,
esta es la esencia del rito: pan sagrado ante el fuego
sagrado.
El padre de familia es el sacerdote de la liturgia, por eso tiene
potestad sobre esposos, hijos, sirvientes y bienes, este
sacerdocio también lo comparte con la mujer.
A lo largo de la historia nos hemos encontrado frente a uno de los ritos que más han prevalecido en todas las
épocas y en todas las culturas: el matrimonio. El matrimonio un hecho lleno de significado, de signos que dicen
no solo del rito como tal sino de los contrayentes como sujetos de derechos y deberes, hoy por hoy este rito ha
sido cargado con otros signos que desdicen del matrimonio, un paso quizás gigantesco entre lo religioso y lo
social, la modernidad ha logrado hacer del rito un hecho más externo que interno (unidad indisoluble), nos
vamos por las modas, lo suntuoso, los regalos, el vestido, la comida, el carro etc, y se deja atrás lo
verdaderamente importante, lo que la cultura judía y grecorromana han dejado como heredad, un compromiso
perpetuo y religioso entre varón y mujer para vivir como una sociedad de valores que camina hacia lo divino
En los primeros siglos de nuestra era cristiana, no encontramos propiamente ritos, solo podemos contar Los anillos (bendecidos por el sacerdote)
con algunos consejos prácticos donde se resalta la figura del obispo, san Ignacio así nos lo explica: simbolizan la prenda material de posesión, se
conviene a los hombres y a las mujeres que se casan contraer su unión con el consentimiento del obispo, agregan las arras, símbolo de la promesa de
a fin de que su matrimonio se realice según el Señor y no según la pasión. Aun el matrimonio mantiene matrimonio, las arras al principio son el contrato
su aspecto legal: el contrato. Alrededor de la mitad del siglo IV encontramos documentos que hablan de escrito, al que se agregan con el tiempo algunas
la bendición del matrimonio hecha por el sacerdote, la esencia del matrimonio es el consentimiento, monedas.
pero complementada con el trato, una especia de “comprar” la novia, lo que significa que el varón tiene Suele ratificarse la celebración con un beso entre
dominio sobre ella. los esposos.
En este periodo la iglesia como tal no ha creado ni
intervenido en el ritual del matrimonio.
En tiempos de Pipino y Carlomagno en los ss VIII y IX y podemos decir hasta nuestra actualidad, empiezan a parecer leyes relativas al matrimonio eclesiástico,
nacido de una preocupación moral y legal: el matrimonio debe ser un hecho público, que requiere testigos que garanticen dicho acto público. De esta manera
empiezan a aparecer leyes sobre el matrimonio, contra el concubinato, y se exigen publicaciones o amonestaciones y un examen previo al sacramento sobre la
libertada, que redundará en los actuales expedientes matrimoniales. Aunque el consentimiento se de en la casa de la novia se pide que se celebre el rito en la
Iglesia para que asi se haga público.
En los siglos posteriores ss XIV-XVI, con el concilio de Trento se establece la exigencia de una forma jurídica para la validez del matrimonio. A fin de impedir los
matrimonios clandestinos, Trento determina que el matrimonio sea contraído en presencia del párroco, obispo, un sacerdote autorizado o al menos dos
testigos