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Para poder brindar un excelente manejo a las heridas en general hay que saber que
cuando el tejido no puede cerrar de forma natural, se utilizan medios mecánicos que le
ayudan a soportar la tensión mientras esté pueda hacerlo por sí solo y logre cicatrizar.
La etiología de las heridas va a variar pero entre las más usuales se encuentran por
ejemplo, caídas, accidentes de tráfico, mordeduras, heridas por arma de fuego, entre
otras. Todo este mecanismo (de cómo se produjo la herida) nos orientará y nos ayudará a
saber cuál será el manejo adecuado que le debemos dar a dicha herida.
Para poder brindar un excelente manejo de las heridas en general hay que seguir una
serie de pasos que son:
Anamnesis.
Antes de empezar con el tratamiento de la herida como tal, se debe prestar suma
importancia a los siguientes puntos:
Todos estos pasos nos ayudarán a que el tratamiento que se le dé a la herida sea de
calidad.
Durante el tratamiento de las heridas hay dos aspectos importantes que debemos siempre
de tener en cuenta:
Anestésico local: Son varios los anestésicos locales que pueden ser utilizados, pero
entre los más importantes se encuentra la lidocaína, la cual viene en presentaciones de
1% (10mg por cada ml) y 2% (20mg por cada ml). Además de esto la podemos encontrar
con o sin vasoconstrictor, que en este caso sería la epinefrina. Esto del vasoconstrictor
ayuda a que el inicio de la acción comience mucho más rápido y a qué dicha acción se
prolongue por mucho más tiempo, pero hay unos casos en los que no se debe usar
vasoconstrictor como es: en heridas de los dedos de las manos o de los pies, las orejas,
la nariz o el pene esto es por el riesgo de necrosis tisular secundaria a vasoespasmo de
las arteriolas terminales en estas estructuras.
DOSIS
Hay algo muy importante que debemos tener en cuenta cuando suministramos estos
anestésicos, y es evitar su toxicidad ya que nos puede traer varias complicaciones.
Entre las manifestaciones de la toxicidad por anestésicos locales tenemos: Los síntomas
principales afectan al SNC y al cardiovascular. Los signos iniciales son el hormigueo o
adormecimiento de lengua y labios, sabor metálico, vahído, acufenos o trastornos
visuales. Pueden progresar a lenguaje entrecortado, desorientación y convulsiones. Con
dosis mayores de anestésico local puede producirse un colapso cardiovascular.
La irrigación para visualizar todas las áreas de la herida y eliminar material extraño se
realiza mejor con solución salina normal (sin aditivos). Está demostrado que el yodo, la
yodopovidona, el peróxido de hidrógeno y los preparados antibacterianos basados
orgánicamente deterioran la cicatrización de heridas porque lesionan a los neutrófilos y
macrófagos de las mismas y, por lo tanto, no deben emplearse. Han de evacuarse con
cuidado todos los hematomas que se encuentran dentro de las heridas y controlar
cualquier hemorragia restante mediante ligadura o cauterio.
Posterior a esto y con el fin de prevenir cualquier tipo de infección, se aislará la herida con
apósitos. Actualmente las heridas secas (transcurridas 24-48 horas de la lesión) suelen
dejarse al aire. Por tal motivo, se deben inspeccionar con frecuencia, prestando especial
atención a los siguientes puntos:
Sutura: Esta se realizará con el fin de eliminar espacios muertos y así evitar el acumulo
de secreciones que formarían seromas, hematomas o abscesos. Los bordes se deben
aproximar sin tensión, con el mínimo material extraño y manteniéndola en reposo, para
que así se dé una correcta cicatrización, ya que el movimiento de la zona aumenta la
tensión de los bordes, y la irritación de los puntos de sutura interfiriendo en el proceso
cicatricial.
El tipo de sutura que utilizaremos va a depender del tipo de herida, por ejemplo, se
utilizará material no absorbible, monofilamento (nylon o polipropileno) en heridas
cutáneas. El grosor del hilo dependerá de la tensión que vaya a soportar y la zona
anatómica:
El esparadrapo microporoso se puede emplear solo o sobre una sutura para ayudar a la
aproximación de los borde, a disminuir la tensión y a aislar la herida.
Las pérdidas de tejido deberán ser evaluadas por un cirujano plástico para evaluar la
posibilidad de injerto o colgajo.
Cierre por segunda intención: Cuando se permite que la herida cierre por sus
propios medios. Esto se da mediante un proceso conocido con re-epitelialización
(como la que podemos observar en heridas que afectan la la piel de forma
superficial), su evolución toma más de 15 días para sanar y no deja una cicatriz
aparente.
Cierre por tercera intención: Este hace uso de los dos cierres anteriores, primero
se deja la herida abierta por un tiempo, esto es para disminuir las bacterias, y
posterior a esto se realiza el cierre. Se utiliza en heridas en las que el contenido
bacteriano es elevado y contaminadas, en las que si se intenta llevar a cabo la
unión por primera intención se dejan atrapadas bacterias en altas concentraciones
en el interior y por tanto tejidos no viables que obstaculizan la evolución óptima.
Cierre por cuarta intención: En este se hace uso de los injertos y colgajos para
la reconstrucción de los tejidos. Un injerto corresponde a un segmento de tejido o
combinación de varios de estos que es separada de su ubicación original (zona
dadora o donante) hasta otro lugar (zona receptora). Existen varios tipos de
injertos entre los que se encuentran:
Se lesiona un solo tejido y solamente afecta la epidermis y la dermis (hasta la zona que
delimita con la fascie). En general son de buen pronóstico y suelen curar bien, sin
alteraciones en la cicatrización.
BUSCAR EL MANEJO.
Heridas por asta de toro: Son frecuentes en el mundo iberoamericano. Debido a las
características de estos animales un herido por asta de toro debe considerarse
politraumatizado y se le hará el tratamiento se le hará específico según el órgano que el
paciente tenga afectado. Estas heridas tienen unas características específicas que son:
Heridas por armas de fuego: El tratamiento de estas heridas se divide en tres fases:
inicial, intermedio y reconstructiva.
En resumen se le realizará:
Limpieza de la herida
Agentes: soluciones yodadas, alcohol y H2O2.
Profilaxis antibiótica y antirrábica.
Cierre:
1ra. Intención: <8 hrs y es en rostro.
2da y tercera intención: >24h, heridas puntiformes o aspecto
infeccioso.
Calmar al paciente.
Limpiar herida con agua y jabón.
Inmovilizar extremidad.
Analgésico: Acetaminofen, dipirona o tramadol.
Determinar el tipo de serpiente.
Profilaxis tetánica.
Suero antiofídico: Dependiendo si se conoce el
Polivalente: se utiliza para tratamiento de accidentes provocados
por los géneros Bothrópico (mapaná), Crotálico (cascabel) y en
algunos casos -por reacción cruzada- por el Lachésico (verrugosa).
Heridas o lesiones en la piel en las que se deposita tierra, vidrio, madera o metal.
Fracturas abiertas.
Heridas por arma de fuego o pólvora.
Heridas por asta de toro.
Mordedura de serpiente.
Mecanismo de acción.
Tétanos inmunoglobulina contiene anticuerpos activos frente a toxina tetánica.
Neutralización de la toxina tetánica. La IGTH confiere una inmunidad pasiva
temporal de 3 a 4 semanas.
La protección contra el tétanos es dependiente de anticuerpos y sólo puede
lograrse mediante la inmunización activa (vacuna antitetánica) o pasiva
(inmunoglobulina antitetánica específica).
Las vacunas contra el tétanos se basan en el toxoide tetánico, una neurotóxica
modificada que induce la formación de una antitoxina protectora. La madre
inmunizada transfiere la antitoxina al feto a través de la placenta, evitando de ese
modo el tétanos neonatal.
Manejo a realizar: