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UNIVERSIDAD NACIONAL SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

Escuela Profesional
OBSTETRICIA
Semiología obstetrica
“CUIDADOS PREOPERACIONES”

Obs : Roberto Torres Rúa


Integrantes:
 Ccente Cuaresma Rosmery
 Cjanahuire Huaman Heidy Karen
 Ramirez Huaman Liz
 Junco Velasque Ruth Sonaly
 Vargas Huachuhuillca Giovana

2019-I

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DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo, en primer lugar a Dios por darnos la vida y permitirnos cada día ver un
nuevo amanecer. A nuestros Padres que nos brindaron apoyo incondicional para lograr nuestras
metas trazadas. A nuestras familias en general por darnos aliento día a día y motivarnos para seguir
en la búsqueda de nuevos conocimientos .

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Introducción
“La cirugía viene siendo un componente esencial de la asistencia sanitaria en todo el mundo
desde hace más de un siglo” (OMS, 2012). Las intervenciones quirúrgicas conllevan un
riesgo, ya sea por la anestesia a recibir o por el trauma en el sitio quirúrgico, la respuesta de
cada paciente estará determinada por su reserva funcional y por las patologías asociadas. Por
lo tanto, cada uno de los pacientes debe ser valorado y evaluado en cuanto al riesgo,
especialmente en la fase preoperatoria.

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Los cuidados por parte de Enfermería en el área preoperatoria son el conjunto de actividades
destinadas a la preparación física y psicológica del paciente, también comprenden aquellas
dirigidas a organizar la historia clínica. Además se pretende identificar condiciones que
puedan alterar los resultados de la intervención y la prevención de posibles complicaciones
quirúrgicas.
La atención al paciente en la etapa posquirúrgica se lleva a efecto, una vez que ha sido
concluida su intervención quirúrgica, para ser trasladado de la sala de operaciones a sala de
recuperación. La valoración preoperatoria consiste en el proceso de valoración clínica y
paraclínica que precede a una cirugía. Esta evaluación considera la información obtenida de
múltiples maneras como la historia clínica, incluyendo la anamnesis y el examen físico entre
otros. A partir de esta valoración se seleccionan además los diferentes exámenes
complementarios, si correspondieren, así como las eventuales interconsultas con otros
especialistas. Si bien esta descrita como una tarea propia del anestesiólogo, es
imprescindible que el especialista quirúrgico defina también, los diferentes exámenes,
interconsultas y valoraciones preoperatorias.

Marco teórico
I. Preoperatorio
El periodo preoperatorio comprende el estudio y preparación del enfermo para la intervención
quirúrgica, abarca el espacio de tiempo comprendido desde que el paciente es informado de que
su problema de salud ha de ser tratada mediante una intervención quirúrgica, el paciente acepta

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este tratamiento y se fija una fecha para la intervención quirúrgica hasta que el enfermo o paciente
sea trasladado al área de quirófano.

El estudio del paciente quirúrgico tiene la finalidad de llegar a un diagnóstico integral, que incluye
tanto el conocimiento exacto de la patología que será tratada mediante la cirugía. Hay que
recordar que, además del manejo que se vaya a realizar del padecimiento propiamente de orden
quirúrgico, el enfermo o paciente debe ser tratado de la enfermedad que está asociada y que
deberá ser controlada antes o durante la cirugía de acuerdo a las circunstancias en particular

Esta etapa a su vez se divide en periodo preoperatorio mediato e inmediato. En este periodo los
cuidados exclusivos deben orientarse a mejorar el estado general del enfermo o paciente, corregir
el déficit, mantener y/o recuperar el estado nutricional, prevenir la infección y planear la indicación
quirúrgica correcta a través del examen médico, anamnesis y estudios complementarios, de rutina
y especiales.

Objetivo

 Recoger datos con el fin de identificar los factores de riesgo y planificar cuidados para
mantener la seguridad del paciente a lo largo de toda la experiencia o proceso quirúrgico.
 Determinar el estado psicológico y emocional para reforzar las estrategias de superación y
conseguir las condiciones óptimas para afrontar la intervención y prevenir las posibles
complicaciones postoperatorias.
 Determinar los factores fisiológicos relacionados y no relacionados con el procedimiento
quirúrgico que pueden aumentar el riesgo operatorio.
 Establecer los datos basales para comparar durante el periodo preoperatorio y postoperatorio.
 Educar el paciente y sus familiares sobre su patología que padece y la intervención quirúrgica.

a. Cuidados preoperatorios: La cirugía constituye no solo un riesgo por la posibilidad de una


infección y trastornos metabólicos, sino también una crisis para el paciente y su familia, por la
serie de interrogantes y dudas que se crean. La entrevista con el paciente es de suma
importancia para una buena preparación del trans y postoperatorio.
b. Funciones principales del personal de enfermería-.
1. Recoger información En muchos hospitales está en funcionamiento la «consulta de
anestesia», llevada por un anestesista. Asimismo, la enfermera de planta debe elaborar una
historia de enfermería centrada en el paciente que va a ser sometido a intervención quirúrgica,
para poder anticiparse a los problemas que pudiera presentar éste.
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La historia de enfermería permite a la enfermera elaborar un plan de cuidado adaptado al
paciente, y complementa la recogida de datos con la historia médica, garantizando así una
atención de calidad. Por tanto, la realización de la historia médica no exime a la enfermera de
realizar la historia de enfermería. En este sentido, podemos identificar los siguientes bloques
de información, que finalmente posibilitarán a la enfermera identificar los diagnósticos de
enfermería y la elaboración de un plan de cuidados:
1.1. Primer bloque

• Nombre y apellidos, edad, actitud ante la cirugía, así como el nivel de información
recibido sobre su intervención, la dudas al respecto y si conoce el nombre del cirujano.

• Identificar al cuidador principal tras la cirugía.

• Experiencias en cirugías previas y qué resultado espera obtener.

• Medicaciones que toma en la actualidad.

• Historia de tabaquismo.

• Si es consumidor de alcohol y en qué medida.

• Capacidad que tiene el paciente para afrontar una situación estresante.

• Afectación de la intervención a sus necesidades básicas, y más en concreto a su nivel


de autoestima, a su imagen corporal, a su trabajo y a sus relaciones sociales.

• Comprobar si tiene firmado el consentimiento informado para la cirugía, y comprobar


órdenes preoperatorias.

• Comprobar si están realizadas todas las pruebas complementarias.

Estas pruebas, o estudios complementarios diagnósticos, indicadas por el médico, por


norma general son:

• Electrocardiograma (ECG), es un examen que registra las actividades eléctricas del


corazón muestra ritmos anormales, detecta daño del musculo del corazón y ayuda a
determinar las causas del dolor de pecho, palpitaciones del corazón y soplos cardiacos.
Pacientes mayores de 45 años deben llevar un electrocardiograma en especial aquellos
con algún riesgo.

• Placa de tórax.

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Analítica de sangre, que según la intervención podría ser:

• Hemoglobina, hematocrito.

• Recuento de leucocitos.

• Tiempo de protrombina.

• Plaquetas.

• Glucemia en ayunas.

• Bioquímica.

Pruebas cruzadas.

• Análisis de orina: sistemático y sedimento.

1.2. Segundo bloque

El segundo gran bloque de recogida de información del paciente se lleva a cabo para
determinar la presencia de cualquier problema de salud que pudiera suponer un riesgo
quirúrgico. En este sentido se indaga si el paciente tiene o ha tenido:

• Alteraciones cardíacas.

• Alteraciones de la coagulación.

• Alteraciones del aparato respiratorio.

• Enfermedad renal.

• Diabetes mellitus.

• Enfermedad hepática.

• Enfermedades neurológicas no controladas.

2. Preparar al paciente para la intervención: Una vez recogidos y comprobados todos los
datos, debemos llevar a cabo una serie de actividades encaminadas tanto a reducir los
temores e informar al paciente, como a prepararle físicamente.
 Reducir temores: la enfermera deberá averiguar a qué tiene miedo el paciente (al
pronóstico de la enfermedad, a cuestiones relacionadas con el desarrollo de la
intervención, etc.). El paciente va a ser separado de su núcleo familiar y va a poner su

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vida en manos de un equipo de profesionales a los que acaba de conocer. Sin duda,
se trata de una situación estresante para el paciente.
 Informar al paciente: con frecuencia después de que el cirujano ha obtenido el
consentimiento informado del paciente, éste vuelve a preguntar a la enfermera
respecto del mismo. La enfermera debe notificar al médico aquellas dudas que le
presente el paciente cuya resolución no sea de su competencia. Debe conocer
aspectos relacionados con el período operatorio: quién le operará, qué tipo de cirugía,
riesgos, pronóstico, y aclarar dudas o malos entendidos. Escuchar con atención,
identificar dudas y temores ayuda al paciente a afrontar con mayor tranquilidad el
proceso y sin duda abrevia la recuperación en el postoperatorio.
La enfermera indicará al paciente que entregue a sus familiares los objetos de valor:
reloj, anillos, cadenas, pendientes, prótesis dentales, etc.
Asimismo, establecerá contacto con la familia y facilitará apoyo y orientación.
La enfermera favorecerá un ambiente de reposo y tranquilidad.
 Preparación general del paciente: Pasamos a describir estos dos últimos aspectos.
El cirujano indica el tipo de intervención en la historia del paciente y la enfermera.
 Preparación de la piel: La zona cutánea que preparemos tiene que ser mayor
que la extensión de la incisión quirúrgica. El objetivo que se persigue con la
preparación de la piel del paciente es reducir el riesgo de infección de la herida
en el postoperatorio.
 Dieta: Dejándolo en ayunas, reduciremos el riesgo de broncoaspiraciones en el
momento de la anestesia. La tarde anterior a la intervención el paciente
realizará su higiene personal según sus posibilidades o le ayudaremos para que
la realice. La cena será ligera. Lavado de boca después de la cena y dieta
absoluta a partir de las 24 horas.
 Higiene: incluye lavado de cabeza y retirada de esmalte en las uñas.
Valoraremos la presencia de lesiones o heridas en la zona de piel a preparar,
así como alergias a soluciones. Si la intervención afecta al aparato intestinal, la
enfermera proporcionará al paciente las sustancias evacuadoras según pauta y
protocolo, vigilando de forma estrecha la posible aparición de alteraciones
hidroelectrolíticas.
La mañana antes de la intervención se le indica que orine (anotando hora y cantidad),
se le facilitará un pijama del hospital, a continuación se administra la medicación

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pautada, se toman las constantes y se registran. En caso de aparición de fiebre,
aumento del estado de ansiedad, aparición de signos de alteración respiratoria o
cualquier otro signo de complicación, la enfermera deberá avisar al médico. Se
comprueba que la historia clínica está completa y que corresponde al paciente. Se
procede al traslado del paciente al quirófano una vez que seamos avisados por ellos.
Irá al quirófano con toda su historia.
 Educar al paciente
Antes de realizar una determinada cirugía, en la que hay una incisión abdominal o
toracotomía, la enfermera debe enseñar al paciente, antes de la intervención, una
serie de ejercicios con el fin de:
• Mantener y estimular la circulación sanguínea.
• Evitar la formación de trombos y tromboflebitis.
• Estimular la función respiratoria, evitando así las atelectasias y la embolia pulmonar.
• Desprender secreciones respiratorias.
• Disminuir el acúmulo de gas en el intestino.
 Movimientos en la cama
Para girarse la cama debe sujetarse la herida con la mano contraria al lado que desee
girarse. Puede colocarse una almohada.
Debe flexionar las rodillas, empujar con el pie contrario al lado del giro y agarrar la
barandilla de la cama del lado a donde quiere girar.
Si se trata de una cirugía ortopédica (cadera), utilizar ayuda especial, como un
trapecio.
 Ejercicios de piernas
 Flexión dorsal y plantar de los pies: este ejercicio contrae y relaja alternativamente los
músculos de la pantorrilla y gemelos.
 Flexión y extensión de las rodillas con la parte posterior de las rodillas contra la cama
mientras hace flexión dorsal de los pies (sin levantar las piernas).
 Elevar y descender la pierna con la rodilla extendida. Primero una y luego otra. Este
ejercicio contrae y relaja los cuádriceps femorales.
 Ejercicios de respiración diafragmática
 Colocar las palmas de las manos debajo del borde de la caja torácica.

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 Inhalar lentamente a través de la nariz, con la boca cerrada, sin arquear la espalda,
hasta conseguir la mayor expansión torácica. Aguantar el aliento 2-3 segundos y
exhalarlo lentamente por la boca hasta conseguir la máxima contracción del tórax.
 Para comprobar la profundidad de la respiración (la expansión basal de los pulmones)
se hace igual colocando nosotros las manos en la parrilla costal del paciente, así
vemos cuánto de profundas son sus respiraciones.
 Si queremos ayudar a ventilar las zonas apicales de los lóbulos superiores de los
pulmones, debemos colocar nuestros dedos por debajo de las clavículas del paciente
ejerciendo una presión suave. El paciente debe mantener unos segundos la
inspiración y espira lentamente por nariz o boca en silencio y pasivamente mientras
nos concentramos en mover la parte superior del tórax hacia dentro y hacia abajo.
Este ejercicio ayuda a expandir el tejido pulmonar.

3. Diagnósticos de enfermería en el preoperatorio: Los diagnósticos de enfermería en el


preoperatorio pueden ser los siguientes:
 Ansiedad relacionada con miedo a no despertar de la anestesia y entorno desconocido.
 Déficit de conocimientos relacionado con falta de instrucción en realización de ejercicios
respiratorios, importancia de la movilización precoz.
 Riesgo de aspiración relacionado con disminución del nivel de conciencia (inducción
anestésica).
 Riesgo de infección relacionado con procedimientos invasivos.
 Riesgo de lesión relacionado con disminución del nivel de conciencia (inducción
anestésica).

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