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Luego de siete años al frente de la presidencia de Ecuador, Rafael Correa tiene sorprendido al
mundo con sus logros en infraestructura y educación. Dinero viajó a Ecuador para entender en
qué consiste esa transformación y por qué el éxito de su modelo.
Ecuador tiene nueva cara. Una revolución de infraestructura ha transformado el
país. Relucientes carreteras de doble calzada atraviesan el territorio, construidas
dentro de los tiempos y costos programados.
Para Colombia, el modelo de Correa despierta, sin duda, una enorme envidia. Las
carreteras se hacen sin escándalos de corrupción y sin que haya que esperar
años para que se resuelvan unos alegatos con comunidades. Los intereses
particulares no frenan las iniciativas. Las carreteras no están llenas de huecos. El
cambio se ve.
Esto no significa que el modelo de Ecuador sea ideal. Al contrario, enfrenta retos
enormes: el déficit fiscal es creciente; el país tiene problemas de competitividad
pues su economía está dominada por el petróleo; la creciente presencia de China
implica grandes interrogantes hacia el futuro(exportaciones). Un equipo
periodístico de Dinero viajó a Ecuador para recorrerlo y hablar con actores del
gobierno y los distintos sectores. Encontramos una nación que está orgullosa de
sus logros y expectante frente a su futuro. La transformación del país es real, pero
la falta de confianza del sector privado podría convertirse en el eslabón débil en la
cadena de logros de Rafael Correa.
Sin lugar a dudas, Correa es un presidente exitoso. Cuando ganó las elecciones
presidenciales de 2006, el cargo era prácticamente una silla eléctrica, pues
Ecuador había tenido siete presidentes en una década. El último mandatario que
había logrado terminar su periodo constitucional había sido Sixto Durán Ballén,
quien entregó el poder en 1996. Correa ya ha ganado tres elecciones y mantiene
en niveles récord su popularidad. En Quito muchos creen que buscará cambiar la
Constitución para aspirar por cuarta vez. Si eso ocurre, se da por descontado que
ganaría de nuevo. No obstante, en todos los escenarios, Correa ratifica que
terminará en 2017 y no insistirá en quedarse en el poder.
“Woody Allen dice: ‘no conozco la fórmula del éxito, pero la fórmula del
fracaso es querer contentar a todo el mundo’ ”, le dijo Correa a Dinero.
¿Modelo sostenible?
El economista Fausto Ortiz, quien salió del gobierno en medio de una disputa y
hoy no tiene contacto alguno con el presidente Correa, insiste en que la gran
incógnita hacia el futuro es el déficit fiscal. Esa brecha sólo se podría cerrar por la
vía de un ajuste en los gastos del gobierno. El problema, afirma Ortiz, es que
cualquier reducción en la inversión pública inmediatamente afectaría el
crecimiento económico general, pues el gasto público es uno de los componentes
más importantes del PIB. Otra opción sería eliminar el subsidio a la gasolina, que
le cuesta al Ecuador US$3.300 millones al año y permite tener el precio del
combustible cerca de los US$2 el galón. Sin embargo, esta decisión es impopular.
Por otra parte, Correa entiende que Ecuador no podrá aislarse, pues el 31 de julio
de 2013 venció el Atpdea para Ecuador y el 31 de diciembre de este año terminará
el Sistema de Preferencias con Europa.
El panorama es más que complejo para el atún, flores y banano. Por ello, el
gobierno se vio forzado a reiniciar negociaciones con la UE para un tratado de
libre comercio.(IMPORTACIÓN) Sin un acuerdo con Europa, el atún entraría a ese
mercado con un arancel de 24%, los jugos de frutas con 40%, el camarón con
18% y las rosas con 12%, una situación que sacaría estos productos del mercado.
Correa también decidió denunciar los acuerdos de inversión bilaterales que tenía
con 19 países, un hecho que, sumado a la renegociación de los contratos
petroleros, derrumbó la inversión extranjera directa. En 2008 era de US$1.058
millones y en 2012 bajó a US$591 millones. Todo esto ha creado un ambiente
muy difícil para la inversión privada. La falta de claridad en el entorno es un
poderoso freno para la inversión, según afirma Pablo Dávila, presidente de la
Cámara de Industrias de la Producción. Aún así, los empresarios tratan de poner
la mejor cara.
Correa afirma que está interesado en estimular la inversión privada. Sin embargo,
será muy difícil para el gobierno generar confianza entre los empresarios. El
vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil, Luis Alberto
Salvador, aseguró que esperan que el gobierno les abra más las puertas a los
empresarios para superar la incertidumbre y los temores sobre la certeza jurídica
para la inversión privada.
Los logros del presidente Correa son evidentes y su popularidad los ratifica. El
modelo podría sintetizarse así: primero, construir infraestructura; segundo,
cambiar la base productiva del país. La primera etapa ha sido exitosa, la segunda
necesitará un cambio radical frente a la inversión privada. ¿Cuál será el resultado?
En esta historia todavía quedan varios capítulos por desarrollar.
Buenas relaciones
Las relaciones entre Colombia y Ecuador pasaron por su peor momento en 2008,
con el bombardeo al campamento de Raúl Reyes. Eso es historia del pasado. Hoy
todo marcha por muy buen camino y uno de los protagonistas de esta nueva etapa
es el embajador en Ecuador, Ricardo Lozano.
El comercio pasa por buen momento. A noviembre del año pasado le exportamos
a Ecuador US$1.800 millones y les compramos US$800 millones. Sin embargo,
falta ver cuál será el efecto en las exportaciones colombianas ante las
restricciones aplicadas recientemente por el gobierno ecuatoriano.
El modo en que se llevan las relaciones entre ambos países ha sido tan eficiente,
que la cancillería colombiana ha decidido replicar el modelo con Perú y Venezuela.
Los problemas se discuten a través del gabinete ministerial binacional, que se
desarrolla todos los años y permite la interlocución entre todos los ministros de
lado y lado, para definir proyectos específicos y temas concretos de agenda. A esa
agenda se le hace seguimiento en tiempo real.