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deshumidificadores

El exceso de humedad en el entorno es un factor que puede afectar en más de un sentido a


estructuras de construcciones, objetos, a procesos industriales específicos y por su puesto,
al estado de salud de las personas que habitan en lugares con problemas de humedad. Son
muchos los agentes que influyen en la presencia de un nivel elevado de humedad y no
necesariamente todos tienen que ver con la acumulación de agua durante la temporada de
lluvias ni con la cercanía a lagos, estanques, al mar o con fugas en tuberías. Los defectos en
las construcciones, la falta de ventilación, el realizar actividades que generan vapor de agua
y una diferencia de temperatura interior respecto a la exterior, también provocan que el
nivel de humedad exceda los límites aceptables para la salud y para la conservación de
objetos o del éxito de procesos industriales.

Es en el estado de las construcciones donde podemos identificar más fácilmente que existe
un problema de humedad, pues los techos y muros presentan alteraciones, producto del
deterioro interno de las estructuras. Las manchas de agua, el moho, el desprendimiento de
los muros y la descamación de la pintura son indicadores de que existe un exceso de
humedad. Asimismo, en los muebles, la ropa, zapatos, en documentos y libros es posible
detectar que la humedad está causando estragos pues presentan daños y un olor molesto
muy característico de la humedad. Hasta ahora sólo hemos mencionado los daños
materiales que se presentan en entornos en exceso húmedos, sin embargo, consideremos
que la humedad propicia la aparición de bacterias, ácaros, moho y otro tipo de hongos,
agentes causantes de infecciones y de una larga lista de enfermedades respiratorias
encabezada por el asma y la sinusitis.

En la industria de procesamiento y fabricación de papel, en la industria alimentaria,


principalmente en el almacenamiento de alimentos y en la producción de bebidas como
cerveza y vino, así como en la producción textil, el exceso de humedad puede ocasionar
grandes pérdidas y poner en riesgo la seguridad de los trabajadores de tal industria. Esto
último se debe a que los factores ambientales, principalmente la humedad y temperatura,
influyen en gran medida en el funcionamiento de la maquinaria industrial que se emplea y
sin un control adecuado sobre las condiciones ambientales es posible que se presenten
fallas que generen todo tipo de accidentes.

Por todo lo anterior, los deshumidificadores tienen gran importancia en nuestros días,
tanto en residencias como en grandes industrias. Estos aparatos cumplen la función de
filtrar la humedad del aire para regular el nivel de vapor de agua en el ambiente y de esta
manera garantizar un entorno saludable y seguro. En términos generales funcionan por
ventiladores que extraen el vapor de agua en el aire y lo desechan por el desagüe
devolviendo aire seco. Existen dos tipos de deshumidificadores que se distinguen entre sí
por la manera en que funcionan: los de condensación y los de rotor desencante. Los equipos
de condensación extraen el vapor de agua del aire y lo comprime hasta que se condensa, y
ya en estado líquido lo desechan por el desagüe. Por otra parte, los de sistema desecante
para extraer el vapor utilizan sustancias químicas higroscópicas, por lo regular, gel de
sílice.

Para uso residencial se recomienda emplear deshumidificadores de condensación que se


encuentran disponibles con capacidad para extraer desde 5 hasta 50 litros de humedad del
ambiente en un día. Son equipos fáciles de usar que se tienen que conectar al ducto de
desagüe y a la corriente eléctrica para funcionar, por lo que se recomienda contratar a un
experto que se encargue de su instalación. Además cuentan con sistema de encendido y
apagado programable por lo que funcionan automáticamente y disminuyen los riesgos de
accidentes por sobrecargas. Sin embargo, aunque sean equipos que contribuyen
enormemente a regular el nivel de humedad en interiores, para que resulten eficientes y el
problema de humedad pueda resolverse, es necesario hacer una evaluación de la gravedad
del problema e identificar qué es lo que ocasiona que haya exceso de humedad.

Como ya mencionamos, el exceso de humedad no se debe únicamente a una mala


impermeabilización de los techos ni a las fugas de tuberías; las fallas en la construcción y
las características del terreno en las que se encuentra también influyen. La falta de
ventilación y los materiales empleados en la construcción, sobre todo si son muy porosos y
si el edificio se encuentra sobre un suelo muy húmedo, incrementan las probabilidades de
que haya un exceso de humedad, por lo que se tiene que recurrir a mejorar las instalaciones
y hacer ductos de ventilación para que la ayuda del deshumidificador en el control de
humedad sea más evidente y tenga un impacto positivo a largo plazo.

En el caso de aplicaciones industriales, los deshumidificadores recomendados son los de


rotor desecante y para poder determinar la capacidad de filtración de humedad y el tiempo
de operación del equipo es necesario contemplar las necesidades de producción en cuestión.
El uso de sistemas de ventilación y extracción de aire, calefacción y aire acondicionado
influyen en el nivel de humedad y temperatura del espacio por lo que antes de instalar un
deshumidificador se debe evaluar que tan funcional resultará y si es necesario
complementar su uso con otro tipo de equipo.

EN H2OTEK contamos con un amplio catálogo de equipo para control ambiental y


tenemos deshumidificadores de la más alta calidad que garantizarán un control óptimo
sobre las condiciones de humedad. Si necesitas asesoría no dudes en contactarnos, para
nosotros será un placer ayudarte a encontrar la solución ideal para tu proyecto.

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