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RECURSOS PARALINGÜÍSTICOS

Antes de empezar a leer un texto debemos fijarnos en los aspectos no verbales o


paralingüísticos que contiene, tales como tipo de letra, títulos, fotos, esquemas, presentación
formal, etc.
Algunas partes del texto (índice, subtítulos, etc.) son especialmente relevantes para
anticipar la información del texto. Algunos autores se refieren a estos aspectos como “marcas”,
Díaz y Hernández las denomina, pistas tipográficas.
Díaz y Hernández (2000, 93) manifiestan que “las pistas tipográficas se refieren a los
”avisos” que se dan durante el texto para organizar y/o enfatizar ciertos elementos de la
información contenida”.
En este sentido podemos considerar pistas tipográficas, las siguientes:
 Manejo alternado de mayúsculas y minúsculas.
 Uso de distintos tipos (negritas, cursiva, etc.) y tamaños de letras.
 Subrayado, enmarcados y/o sombreados de contenidos principales (palabras clave,
ejemplos, definiciones, etc.).
 Empleo de logotipos (avisos).
 Empleo de diferentes colores en el texto.

“ . . . Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente,


como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en
quechua. Deseaba convertir esa realidad en lenguaje artístico y tal parece,
según cierto consenso más o menos general, que lo he conseguido. Por eso
recibo el premio Inca Garcilaso de la Vega con regocijo.
El otro principio fue el de considerar siempre el Perú como una fuente
infinita para la creación. Perfeccionar los medios, de entender este país
infinito mediante el conocimiento de todo cuanto se descubre en otros
mundos. No, no hay país más diverso, más múltiple en variedad terrena y
humana; todos los grados de calor y color, de amor y odio, de urdimbres y
sutilezas, de símbolos utilizados e inspiradores. No por gusto, como diría la
gente llamada común, se formaron aquí Pachacamac y Pachacutec,
Huaman Poma, Cieza y el Inca Garcilaso, Túpac Amaru y Vallejo,
Mariátegui y Eguren . . . ; los yungas de la costa y de la sierra; la
agricultura a 4 000 metros; patos que hablan en lagos de altura donde todos
los insectos de Europa se ahogarían; picaflores que llegan hasta el sol para
beberle su fuego y llamear sobre las flores del mundo . . . “

Palabras de José María Arguedas


En el acto de entrega del premio
“Inca Garcilaso de la Vega”
Lima, octubre 1 968
Estudios sobre los miedos humanos demuestran
que después del miedo a la muerte, el más común es
aquel que nos provoca hablar en público. En gran
cantidad de ocasiones este miedo impide el ascenso y
desarrollo de muchos profesionales. Para evitar esta
situación es importante que comprenda la verdadera
razón de nuestro miedo.

Si estuviéramos en la selva y nos encontráramos con un tigre salvaje,


nuestro cuerpo experimenta la respuesta condicionada de “pelea – fuga”. Nos
subiría la adrenalina, que nos prepara ante una posible pelea o fuga. El ritmo
cardíaco se aceleraría para bombear más sangre a las extremidades, de
manera que estemos en mejores condiciones para pelear o correr, y al cerebro
para pensar. Aumentaría la respiración para enviar más oxígeno a la sangre y
finalmente se clausuraría la parte racional del cerebro para que nos podamos
concentrar exclusivamente en correr o pelear.
La respuesta de “pelea- fuga” es una conducta que se remonta a la
época de las cavernas, cuando el hombre era acechado por bestias salvajes.
Hoy, cuando nos paramos al frente de un auditorio, nos ocurre exactamente lo
mismo. Vemos a las personas como si fueran tigres salvajes que nos quieren
comer, y la respuesta “pelea – fuga” se activa. A continuación algunos
antídotos para enfrentar ese problema:
Piense en servir y no en pedir. Cuando nos paramos frente a un
público para pedir aprobación, admiración y aceptación, nuestro ego tiene
mucho que perder. Así al exponerse a una posible tragedia consistente en
sentirse poco querido o aceptado, entra en pánico. En cambio, cuando nos
paramos frente al público con una actitud de servicio, el miedo disminuye. Si
nos enfrentamos a un público con una actitud de entregarle lo mejor que
podemos ofrecer, de enriquecerlo y ayudarlo, el miedo no tiene cabida.
Prepárese, prepárese, prepárese. Otro aspecto que contribuye a
reducir el miedo es conocer anticipadamente a nuestra audiencia. La audiencia
es como una rosa: si la agarras bien puedes disfrutar su belleza, pero si la
coges mal, te hincas.
No pierdas la perspectiva. El miedo a hablar en público se basa en
tigres imaginarios que llevamos en la mente y que no tiene sustento en la
realidad. Cuando nos enfrentemos al público descubriremos que el tigre es solo
un espejismo. Como dijo Roosvelt: “No tenemos nada que temer, excepto el
temor en uno mismo”.

David Fischman, El camino del líder. Pp 125-126


Son elementos paralingüísticos encontrados en el texto:

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1. El título más apropiado para el texto es :

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3. El propósito comunicativo del autor es:

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4. El texto anterior es del tipo:
A. narrativo
B. instructivo
C. expositivo
D. descriptivo

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