Está en la página 1de 5

Inclusión social en el trabajo social

cómo modificar su intervención para que la inclusión sea una realidad para todas y todos.

1.- La defensa de un sistema de servicios sociales públicos y de calidad.

2.- La defensa y promoción del empoderamiento de las y los ciudadanos ante los distintos obstáculos que pueda
encontrarse en el camino para erradicarlos y conseguir la inclusión.

3.- En este sentido la propuesta va encaminada a una reformulación de conceptos, de terminología y de metodología a
la hora de trabajar con personas con diversidad funcional.

sea un medio de intervención para potenciar las cualidades internas que ayuden a la persona a que sea ella misma la
que rompa con las barreras que se encuentre en el camino, sin perjucio de la labor que las instituciones y
administraciones tienen que hacer para remover esos obstáculos y facilitar la inserción. En este sentido, es por lo que
me uno a una corriente ya existente que utiliza el término diversidad funcional para sustituir conceptos como
discapacidad, minusvalía, etc por que nos permite reconocer que lo que nos diferencia a todas las personas
independientemente de que podamos o no oir, o ver, o caminar o cualquier otra dificultad, es la diversidad del ser
humano para enfrentarnos a la vida diaria lo que hace que necesitemos un apoyo o ayuda de una manera u otra.
Debemos entender esta diversidad como algo común que está íntimamente ligado a nuestra dignidad como seres
humanos, nuestro derecho a la autonomía, a la integridad, al disfrute del tiempo libre, al posibilidades de acceso al
mercado laboral y a desarrollar nuestra vida tal como queramos, y el Trabajo Social que se realice en los Servicios
Sociales tanto comunitarios como Especializados debe tener en cuenta este cambio de perspectiva para el abordaje de
las problemáticas que se presenten.

A parte de estas claves conceptuales tenemos que tener en cuenta unos principios éticos del quehacer profesional de la
trabajadora/or social:

Reconocer el valor de la personas independientemente de cualquiera de sus circunstancias y fomentar su sentimiento


de dignidad y de respeto propio.

Respetar las diferencias entre los individuos, grupos y comunidades

Fomentar el propio esfuerzo como medio de desarrollo de las personas, ayudándolas a desarrollar la confianza en sí
mismas y sus capacidades.

Promover oportunidades para una vida más satisfactoria independientemente de las circunstancias personales y
familiares que les rodee.

Trabajar a favor de la aplicación de medidas sociales que facilite un mejor desarrollo de las personas.

Respetar la confidencialidad de la relación profesional y hacer un uso responsable de esta relación

Teniendo en cuenta todos estos criterios que deben estar todo el tiempo presente en la mente del profesional debe
basar su intervención en un buen diagnóstico social y en una detección adecuada de las necesidades y demandas
sentidas y manifiestas por la persona pero también aquellas que no manifiestan abiertamente por no ser conscientes o
porque simplemente no se atreven o no lo ven necesario.

En este sentido podemos determinar que las demandas pueden venir o por parte de la persona con diversidad funcional
o sus familiares. En este último caso es vital poner de relieve que a los servicios sociales comunitarios viene muchos
padres/madres con una demanda de información en ocasiones relativa a recursos sociales específicos pero en una gran
medida en cómo hacer para que sus hijos e hijas tengan una vida autónoma, sobre todo en el momento en que ellos
falten, esto en ocasiones lo viven con un alto nivel de angustia porque han desarrollado a lo largo de su vida y de su
relación personal con sus hijas/os una sensación de responsabilidad e incluso de culpabilidad en algunos casos que les
dificulta la toma de decisiones o la realización de acciones para que sus hijas sean más autónomas y activas. En este
sentido es función de la trabajadora social es orientarles y derivarles hacia los recursos adecuados, informarles y
orientarles en cuanto a lo que supone la discapacidad y la implicación en el desarrollo de la vida diaria, pero no desde un
punto de vista negativo centrándonos en los inconvenientes sino desde la óptica positiva enseñándoles las acciones a
realizar para saltar los obstáculos con los que podrán encontrarse, así como apoyarles y hacerles entender su valor como
cuidadores pero también la limitación de sus funciones como algo natural, buscando la manera de que vean la relación
con sus hijas/os como algo positivo independientemente del nivel de dependencia que tengan hacia ellos. Realizando
inclusive acciones de mediación entre madres e hijas para el desarrollo de esa autonomía e independencia. Asimismo es
importante que se les recalque y se les potencie el acceso a las actividades de ocio y de autocuidado, sobre todo en
aquellos casos en los que los niveles de dependencia puedan ser mayores, y ayudarles a irse desprendiendo del miedo
que les supone a muchos padres/madres el dar autonomía a sus hijos, sobre todo a edades tempranas.

REPORT THIS AD

Por otro lado tenemos las demandas propias de las personas con diversidad funcional, que de forma general también
van encaminadas a la orientación e información sobre aspectos relacionados con su discapacidad y como superarlas a la
hora de la integración en la sociedad. Aquí la intervención social desde los Servicios Sociales comunitarios es importante
que vaya de la mano con una coordinación constante con los recursos sociales especializados en discapacidad y de salud
para ayudar la persona a estar siempre informada y que pueda tomar sus propias decisiones que les permita una vida
autónoma y timoneada por ellos mismos, y que a su vez por medio de esa coordinación con el recurso especializado y la
persona se puedan poner los medios adecuados para hacer frente a los obstáculos del día a día.

Puedes ser que esta persona acuda a los servicios sociales comunitarios de forma habitual y por ello el diagnóstico
realizado por la trabajadora social podrá irse mejorando y ampliando por medio de las diversas entrevistas que vaya
manteniendo con la persona, y éste deber ir más allá de centrarse en los problemas derivados de su discapacidad para
hacer un análisis de sus necesidades que superen estos problemas, ya que muchas de las demandas son bastante
genéricas, por ejemplo en el tema de empleo y la formación, en el tema de acceso a la vivienda, en el tema del acceso a
los recursos sociales y sanitarios, en el acceso a unos medios económicos dignos y estables, etc.

En definitiva debemos ser conscientes de que mucha de la demanda que se recibe por los servicios sociales comunitarios
es común a cualquier tipo de persona, y que la intervención debe estar fundamentada en un buen diagnóstico social y
teniendo siempre presente los valores de la profesión y el Código deontológico, y que el objetivo principal de la
Trabajadora social debe ser favorecer la inclusión de la persona en la sociedad, su autonomía y apoyarle para que viva su
vida tal y como quiere vivirla.

La discapacidad es natural. Debemos dejar de creer que las discapacidades hacen que una persona deje de hacer algo.
Tener una discapacidad no me para de hacer cualquier cosa.-Benjamin Snow.
El artículo tuvo como resultado que los Trabajadores Sociales tienen un verdadero reto al momento de desarrollar su
intervención con respecto a la inclusión en el área educativa, ya que existe complejidad al momento de manejar las
diferentes ideologías de las personas sobre la aceptación y el respeto que merece otra persona por el hecho de tener
otras costumbres, religión, color de piel, alguna discapacidad, orientación sexual etc. Sin embargo para ver reflejada una
inclusión dentro de una institución educativa el Trabajador Social debe desarrollar un ambiente armónico, participativo
e integral donde estén involucrados estudiantes, familias, autoridades y profesionales competentes.

un primer paso fue el reconocer que la educación debía ser para todos, dejando a un lado la exclusión, posteriormente
se da una asistencia a las escuelas dependiendo de las diferencias de los niños, niñas y jóvenes, más tarde encontramos
ya la integración escolar donde se ve la incorporación de los individuos con ciertas necesidades educativas especiales a
la escuela regular, en la cual se los acoge, sin embargo en este proceso no se presentan cambios significativos, pues aquí
los individuos son los que se adaptan al sistema.

Globalmente lo que se quiere alcanzar es la inclusión educativa, en la que todos los individuos tengan el mismo derecho
y las mismas oportunidades de avanzar, de aprender junto al otro, no con discriminaciones, segregaciones o
simplemente con integraciones, lo que se desea es el reconocimiento de las diferencias de cada persona, que se las
valore, aprecie como un bien humano, porque la diversidad es lo que nos hace ser especiales, únicos, es decir lo que nos
hace seres humanos.

La discriminación no debe surgir por motivos culturales, lingüísticos, sociales, de género e individuales, es un derecho
humano irrenunciable y que debe ser respetado y fomentado por los sistemas educativos.

entro de esta apuesta gubernamental para mejorar el acceso y la calidad educativa aparece la intervención del
Trabajo Social como la profesión que investiga procesos concretos relacionados a las condiciones de vida de los
individuos, sus necesidades y potencialidades para que atreves de sus funciones reconozca y establezca
soluciones a problemas entre las interacciones humanas e institucionales, a fin de lograr un mayor bienestar social
de los estudiantes.
Rol del trabajador social en el Sistema Carcelario y Penitenciario

El propósito del trabajador social con los reclusos es el lograr alcanzar la reinserción social del individuo, con el fin que
éste tome conocimiento e identifique las circunstancias que originaron su conducta delictiva y las consecuencias
derivadas de la privación de la libertad.

Dentro de las funciones que lleva a cabo el trabajador social, dirigido al ámbito carcelario se encuentra:

Intervención con individuos y familias

Ponderación de riesgo-transición

Servicio de protección

Manejo de caso-mantenimiento

Provisión de servicios y recursos

Resolución de disputas: Manejo de conflictos

Mantenimiento de la organización

Desarrollo de programas

El trabajador social debe estimular a lograr desarrollar un ambiente al encuentro y al intercambio para facilitar el camino
a la superación de conflictos, teniendo como base principal la responsabilidad al dialogo. Otro enfoque a el cual va
dirigido los servicios de un profesional de trabajo social dentro de una institución carcelaria es: la socialización
institucional o integración adaptativa de la entrada del individuo a la cárcel, ya que el recluso se enfrentara a la falta de
coherencia interna entre los integrantes de una institución, los intereses contrapuestos, humana ausencia de
coordinación de las actividades y los criterios de compresión del hecho social que erige en la figura del detenido.

Las FUNCIONES de los/as Trabajadores/as Sociales Penitenciarios son:

· Conocer la situación socio-familiar y laboral de cada usuario.

· Detectar carencias y necesidades sociales y personales y elaborar el diagnóstico social.

· Participar en la elaboración de los programas individuales de tratamiento, en los aspectos socio-familiares, así
como en su evaluación.

· Ejecutar los procedimientos del Manual de las líneas básicas de actuación de Trabajo Social, tanto en el
Departamento de Trabajo Social, como en los Servicios Sociales Penitenciarios, llevando a cabo las actividades y
elaborando el soporte documental:

- Atención al ingreso en Prisión del interno

- Atención al Interno durante su estancia en prisión.

- Atención a familias de internos con residencia familiar en la provincia de ubicación del Centro Penitenciario.

- Atención a familias de internos con residencia familiar en diferente provincia al Centro Penitenciario.

- Atención social en Régimen Abierto.

- Atención social a Madres con hijos.

- Seguimiento de Liberados Condicionales.


- Elaboración de Informes Sociales para internos pendientes de cumplir Pena de Trabajo en Beneficio de la
Comunidad.

- Localización Permanente.

· Canalizar las demandas planteadas por los usuarios o sus familias.

· Realización de aquellas actuaciones de trabajo social que, desarrolladas en el exterior, se consideren necesarias
para la reinserción socio-laboral del interno.

· Documentar al interno que acredite su identidad, se realizarán las gestiones necesarias para la obtención o
renovación.

· Proponer al/la Coordinador/a de Trabajo Social actuaciones de relación con los servicios sociales generales y
específicos, con el fin de implicar a estos en los programas individuales de tratamiento.

· Evaluar la evolución en el área convivencial y familiar y participar en programas específicos de intervención de los
internos en régimen de semilibertad, de las personas sometidas a sustitutivos penales y medidas de seguridad, con los
profesionales encargados de su mantenimiento.

· Participar en los Equipos Técnicos y Juntas de Tratamiento, aportando la información social.

● Entrevista al interno, su familia, empresarios y entidades públicas y/o privadas.

se encargan de canalizar todas demandas que plantean los presos y sus familias, comentando a los coordinadores
respecto de estos inconvenientes y buscando soluciones a estas problemáticas, resolviéndolas con acciones como la
motivación a los presidiarios para que se apunten en programas de formación que les ayude a reinsertarse en la
sociedad, o que mejoren su calidad de vida dentro del recinto.

El propósito del trabajador social con el recluso es lograr alcanzar la integración social del individuo, con el fin que éste
tome conciencia y pueda identificar las causas que originaron su conducta ofensiva y las consecuencias que lo llevaron a
la privación de la libertad. El trabajador social debe conseguir la manera de estimular al recluso para lograr desarrollar el
ambiente más idóneo pese a las circunstancias en las que se encuentre porque si este logra reivindicarse y aceptar las
razones por las que fueron originadas estas circunstancias el trabajador social podrá conseguir una reducción de
sentencia o hasta libertar condicional para el recluso siempre y cuando este demuestre interés por lograr el cambio.

La verdad es que el trabajo social es una profesión muy noble, y las personas que la realizan en las cárceles tienen una
calidad humana incomparable.

En el escenario actual, el sistema penitenciario se encuentra en crisis, ya que ha estado presentando hace más de dos
décadas un continuo incremento en la población carcelaria en que, a que a pesar de que se han tomado ciertas medidas
en mejorar la infraestructura de las instituciones de prisión preventiva, se vulneran ciertos factores que influyen en la
vulneración de diversos principios y derechos humano básicos, tales como hacinamiento y condiciones mínimas de
habitabilidad, falta de condiciones mínimas de higiene, malos tratos de gendarmes hacia reclusos internos y el
secretismo respecto de lo que sucede en los recintos penales.

Sin embargo, pese a esta situación, los programas y políticas de reinserción social resultan ser escasos y poco efectivos
en cuanto a la promoción de la reinserción social de los individuos involucrados, cuya reinserción busca establecer
herramientas y mecanismos capaces de crear perspectivas que les posibilite una vida después de haber cumplido con
una condena penal.

También podría gustarte