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TREA

JOSÉ MARTÍNEZ DE SOUSA

Manual de estilo
de la lengua española
MELE 4
4.a edición, revisada y ampliada
José Martínez de Sousa (El Rosal [Pontevedra],
1933) estudió tipografía y fue cajista de imprenta
antes de dedicarse a la corrección tipográfica y
de estilo en varias editoriales y periódicos. En
1974 publicó su primera obra, el Diccionario de
tipografíay del libro, al que seguirían otros vein-
te libros sobre lenguaje, siglas, periodismo, bi-
bliología, lexicografía, redacción y estilo, edición
y autoedición, usos y dudas del español actual,
entre los que podemos destacar los siguientes:
Dudas y errores de lenguaje, Diccionario de or-
tografía técnica, Diccionario internacional de si-
glas y acrónimos, Diccionario de ortografía de la
lengua española, Diccionario de redacción y esti-
lo, Manual de edición y autoedición, Diccionario
de usos y dudas del español actual, Pequeña
historia del libro, Manual de estilo de la lengua
española, Diccionario de edición, tipografía y ar-
tes gráficas, Libro de estilo Vocento, Diccionario
de bibliología y ciencias afines, Ortografía y or-
totipografía del español actual, La palabra y su
escritura, Diccionario de uso de las mayúsculas
y minúsculas, y, finalmente, Manual básico de
lexicografía (los diez últimos publicados por Edi-
ciones Trea). Ha dado infinidad de conferencias
y cursos sobre cuestiones de lenguaje, edición,
traducción, lexicografía, ortografía y ortotipo-
grafía, al tiempo que ha publicado contribucio-
nes en otros libros y artículos en periódicos y
revistas nacionales y extranjeros. José Martínez
de Sousa ha sido presidente de la Asociación
Internacional de Bibliología (aib) (1998-2000) y de
la Asociación Española de Bibliología (aeb), de la
que actualmente es presidente honorario.
MANUAL DE ESTILO
DELA

LENGUA ESPAÑOLA
(MELE 4)
José Martínez de Sousa

MANUAL DE ESTILO
DELA

LENGUA ESPAÑOLA
(MELE 4)

Ediciones Trea, S. L.
BIBLIOTECONOMÍA Y ADMINISTRACIÓN CULTURAL - 38

Primera edición: marzo del 2000


Segunda edición: setiembre del 2001
Tercera edición: enero del 2007
Cuarta edición: febrero del 2012

© José Martínez de Sousa, 2000, 2001, 2007, 2012

© de esta edición:
Ediciones Trea, S. L., 2012
María González la Pondala, 98, nave D
33393 Somonte-Cenero, Gijón (Asturias)
Tel.: 985.303.801. Fax: 985.303.712
trea@trea.es
www.trea.es

Dirección editorial: Alvaro Díaz Huici


Coordinación editorial: Pablo García Guerrero
Producción: José Antonio Martín
Cubiertas: Pandiella y Ocio
Impresión: Gráficas Apel, S. L. (Gijón)

Depósito legal: As.-275-2012


ISBN: 978-84-9704-606-0

Impreso en España - Printed in Spain

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ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por
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www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra
Para Pili ,

mujer con estilo


Índice

LISTA DE CUADROS: 17 5. Bibliografía específica para


PRESENTACIÓN: 21 escritores y traductores: 53
PRÓLOGO: 27 5.1. Diccionarios: 54
MANEJO DE LA OBRA: 31 5.1.1. Diccionarios de lengua: 54
5.1.2. Diccionarios bilingües: 55
5.1.3. Diccionarios monográficos:
INTRODUCCIÓN 55
LA NORMALIZACIÓN, EL ESTILO 5.1.4. Diccionarios ideológicos: 58
Y LA EDICIÓN 5.1.5. Diccionarios etimológicos: 58
5.1.6. Diccionarios de usos y dudas:
1. La normalización: 35 58
1.1. Los orígenes de la normaliza- 5.1.7. Diccionarios de sinónimos: 59
ción: 36 5.2. Libros y manuales de estilo:
1.2. La aplicación de las normas: 37 59
1.3. El sistema internacional de 5.2.1. En español: 59
unidades (si): 38 5.2.2. En otros idiomas: 60
1.4. El sistema de medidas angloes- 5.3. Gramáticas y ortografías: 63
tadounidense: 43 5.4. Otros temas: 63
5.4.1. Lenguaje: 63
2. El estilo: 44 5.4.2. Manuales de tipografía y bi-
2.1. La labor de los humanistas: 45 bliología: 64
2.2. Los códigos tipográficos: 46
2.3. Los libros de estilo: 47
2.4. Los manuales de estilo: 49 PRIMERA PARTE
EL TRABAJO INTELECTUAL
3. La edición científica: 50
1. El trabajo documental: 67
4. Norma, uso y autoridad lin-
güística: 51 1. Las fuentes de consulta: 67
4.1. Norma y uso: 52 1.1. Fuentes de primera y de segun-
4.2. Autoridad lingüística: 53 da mano: 67

9
índice

2. Las citas: 69 1. Zona de responsabilidad


2.1. El estilo de la cita: 69 principal: 88
1. Cita directa: 69 1.1. El autor: 88
2. Cita indirecta: 70 1.2. El autor individual: 88
3. Cita indirecta libre: 70 1.3. El autor colectivo: 92
2.2. Citas de primera y de segunda 1.4. El autor corporativo o
mano: 70 entidad: 93
2.3. Reproducción del texto de la 1.5. El autor anónimo: 93
cita: 70 2. Zona del título: 93
1. Disposición de las citas: 70 2.1. Grafía del título: 94
2.4. Intervención en el texto de la 2.2. Dos o más títulos: 94
cita: 71 2.3. El subtítulo: 94
2.5. Identificación del autor y de la 2.4. Abreviaciones de títulos y
procedencia de la cita: 75 subtítulos: 94
1. La cita bibliográfica: 75 2.5. Títulos en caracteres no
2. Sistema autor-año: 76 latinos: 94
3. El sistema numérico: 77 2.6. Títulos de capítulos o par-
4. Otros sistemas de identi- tes de monografías: 94
ficación del autor de la 2.7. Título clave: 95
cita: 77 3. Zona de responsabilidad
subordinada: 95
3. Los derechos de autor, el dere- 4. Zona de la edición: 95
cho de cita y el plagio: 78 4.1. Grafía de la edición: 95
3.1. El derecho de autor: 78 4.2. Pie editorial: 95
3.2. El derecho de cita: 78 5. Zona de la descripción físi-
3.3. El plagio: 78 ca: 98
6. Zona de la colección: 98
4. Las notas: 79 7. Zona de las notas: 98
4.1. Función de las notas: 79 8. Zona del número normali-
4.2. Contenido de las notas: 79 zado: 98
4.3. La llamada de nota: 80 7.2. Las bibliografías de monogra-
4.4. Situación de la llamada: 82 fías y artículos: 99
4.5. Situación de las notas: 83 7.2.1. Definición: 99
7.2.2. Ordenación de los datos: 99
5. Las remisiones: 83 7.2.3. Ordenación de las referen-
cias: 99
6. Los cuadros: 85 7.2.4. Puntuación de las zonas y los
6.1. Título general del cuadro: 85 elementos de las bibliografías:
6.2. Las casillas: 86 99
6.3. El cuerpo del cuadro: 86 7.2.5. Grafía tipográfica de las zonas
6.4. Los filetes en los cuadros: 86 y sus elementos: 102
6.5. Notas en los cuadros: 86 7.3. Referencias bibliográficas de
otros documentos: 103
7. Las referencias bibliográficas y 7.3.1. Patentes: 103
las bibliografías: 86 7.3.2. Recursos electrónicos: 104
7.1. Referencias bibliográficas: 88 7.3.2.1. Zonas y grafías de las referen-
7.1.1. Problemas de las referencias cias de recursos electrónicos:
bibliográficas: 87 104
7.1.2. Datos de las referencias biblio- 1. Responsabilidad princi-
gráficas: 88 pal: 104

10
índice

2. Título: 105 1.2.2. Las revistas científicas: 114


3. Tipo de soporte: 105 1.3. El destinatario: 115
4. Edición: 105
5. Fascículo: 105 2. La redacción: 115
6. Lugar de edición y editor: 2.1. Cómo se empieza: 116
106 2.2. Elementos de la redacción: 117
7. Fecha de publicación o ac- 2.3. La titulación: 119
tualización: 106
8. Partes y contribuciones: 3. Las relaciones sintácticas: 119
108 3.1. La concordancia: 119
9. Notas: 106 1. Reglas generales: 119
10. Disponibilidad y acceso: 2. La silepsis: 121
106 3. El plural de modestia: 121
11. Fecha de consulta: 107 4. El plural mayestático: 122
12. Número normalizado: 107 5. La concordancia ad sénsum:
7.3.2.2. Aplicación de los datos a los 123
recursos electrónicos: 107 3.2. Orden de colocación de los
la. Textos electrónicos, ba- elementos oracionales: 122
ses de datos, programas 1. Los elementos sintácticos:
informáticos: 107 122
1b. Partes de textos electró- 2. Tipos de orden o construc-
nicos, bases de datos, ción: 123
programas informáticos: 3. El hipérbaton: 123
107 4. Situación de los adjetivos:
1c. Contribuciones en textos 124
electrónicos, bases de da- 3.3. Las aposiciones: 124
tos, programas electróni-
cos: 108 4. Nivel de lengua y registro lin-
2a. Publicaciones seriadas elec- güístico: 126
trónicas completas: 108 4.1. Nivel de lengua: 126
2b. Artículos y otras contri- 4.2. Registro lingüístico: 127
buciones en publicacio- 4.3. Lenguaje marginal: 127
nes seriadas electróni- 4.4. Lenguaje malsonante: 127
cas: 109 4.5. Ultracorrección: 128
3a. Sistemas electrónicos de
boletines de noticias, listas 5. Los recursos lingüísticos: 128
de discusión (foros) y de 5.1. Presente y pasado históricos:
mensajería: 109 128
3b. Mensajes electrónicos: 109 5.2. Los eufemismos: 128
7.3.2.3. Bibliografía de referencias de 5.3. Las perífrasis: 129
recursos electrónicos: 110 5.4. Los modismos: 129
5.5. Los sinónimos y otros -ónimos:
129
2. La escritura: 113 1. Los cuasisinónimos: 131
2. Los parasinónimos: 131
1. El autor, la obra y su destinata- 3. Los geosinónimos: 131
rio: 113 6. El lenguaje figurado: 131
1.1. El autor: 113 6.1. La metáfora: 131
1.2. La obra: 114 6.2. La metonimia: 131
1.2.1. El artículo científico: 114 6.3. La sinécdoque: 132

11
índice

6.4. La hipérbole: 132 12.3. Préstamos y calcos: 144


1. Los préstamos: 144
7. Problemas de redacción: 132 2. Los calcos: 144
7.1. La ambigüedad: 132 12.4. Latinismos: 144
1. Ambigüedad debida al or- 12.5. Falsos amigos: 145
den de los elementos de la 12.6. Xenismos: 145
oración: 132
2. Ambigüedad por el uso de 13. Aspectos sincrónicos y diacró-
tiempos verbales y pronom- nicos de la lengua: 146
bres: 132 13.1. Arcaísmos y neologismos:
3. El uso del gerundio: 133 146
4. Otras formas de ambigüe- 13.2. Palabras obsolescentes y pala-
dad: 133 bras históricas: 146
7.2. La vaguedad: 133 13.3. Los anacronismos: 146
7.3. Los anacolutos: 133
7.4. Anfibología u oscuridad: 134
7.5. Empobrecimiento: 134 3. La ortotipografía: 147

8. Formas de expresión: 134 1. La grafía, desde la letra hasta el


8.1. Los latiguillos: 134 texto: 147
8.2. Las muletillas: 135 1.1. Ortografía de la letra: 147
8.3. Los lugares comunes: 135 1.2. Ortografía de la sílaba: 148
8.4. Los epítetos: 135 1.3. Ortografía de la palabra: 149
8.5. Los oxímorones: 135 1.4. Ortografía de la frase: 150
1.5. Ortografía del texto: 150
9. Propiedad e impropiedad del
lenguaje: 136 2. Extranjerismos ortográficos:
150
10. Los pleonasmos: 137 2.1. El mimetismo ortográfico: 150
10.1. Pleonasmos correctos: 138 2.2. Anglicismos ortotipográficos:
10.2. Pleonasmos incorrectos: 138 150
2.2.1. Anglicismos ortográficos: 150
11. Incorrecciones de lenguaje: 1. El empleo de mayúsculas:
139 150
11.1. Los barbarismos: 139 2. El plural de las siglas:
11.2. Las cacografías: 140 151
11.3. Las cacologías: 140 3. La escritura de las décadas y
11.4. Los dequeísmos y antidequeís- los años: 151
mos: 141 4. La puntuación de las canti-
1. Los dequeísmos: 141 dades: 151
2. Los antidequeísmos: 141 5. La numeración de apartados
11.5. Otras formas de barbarismo: y párrafos: 151
141 6. El uso de la raya y el me-
11.6. El gerundio: 141 nos: 152
11.7. Los solecismos: 142 7. El uso de las comillas: 152
8. Empleo de la. coma: 153
12. Extranjerismos y voces extran- 9. Grafía de las abreviaturas:
jeras: 142 153
12.1. Extranjerismos: 142 10. La construcción del diálo-
12.2. Voces extranjeras: 143 go: 154

12
índice

2.2.2. Anglicismos tipográficos: 154 3. Signos ortográficos sintag-


1. Omisión de la sangría: 154 máticos: 164
2. Utilización de la versalita 6.2. Signos matemáticos: 169
en las primeras palabras del 6.3. Signos lexicográficos: 169
primer párrafo: 154
3. Empleo de un cuadratín des-
pués de un punto y seguido: 4. La bibliología: 171
154
4. Las llamadas de nota: 154 1. Tipos de editoriales: 171
2.3. Galicismos ortotipográficos:
155 2. El comité editorial y el comité
2.3.1. Galicismos ortográficos: 155 de expertos: 171
2.3.2. Galicismos tipográficos: 155 2.1. El comité editorial: 171
2.4. El barbarismo ortográfico: 155 2.2. La revisión por expertos: 172
2.3. Selección de la revista: 174
3. El fetichismo de la letra: 155 2.3.1. Criterios de selección: 174
3.1. Conservadurismo ortográfico: 2.3.2. Fuentes para la selección: 174
155 2.3.3. Normas para la presentación
3.2. Alternancias grafemáticas: 160 de originales: 174
3.3. Neografismos: 161
3. El trabajo de edición: 175
4. Los grupos cultos: 161 3.1. Definición de la obra: 175
4.1. Los grupos consonánticos: 3.1.1. El formato del libro: 175
161 3.1.2. Medidas de la página tipográ-
4.2. Los grupos vocálicos: 161 fica: 177
3.1.3. Dimensiones de los márgenes:
5. La abreviación en el lenguaje 177
escrito: 161 3.1.4. Tipo de letra del texto: 178
5.1. El empleo de abreviaciones: 3.1.5. Ojos, cuerpos e interlineados:
157 178
5.2. Abreviación del sintagma: 158 1. La edad del lector: 178
5.3. Abreviaciones de palabras y 2. El tipo de texto: 178
sintagmas: 161 3. La medida en ciceros de la
caja de composición y el
6. Los signos: 162 estilo de la letra: 179
6.1. Signos ortográficos: 162 3.1.6. Blanco de cortesía en los arran-
6.1.1. Clases de signos ortográficos: ques: 180
162 3.1.7. Estética de la página tipográfi-
1. Signos ortográficos diacríti- ca: 181
cos: 162 3.1.8. Hojas de cortesía: 183
2. Signos ortográficos auxilia-
res: 163 4. El original: 184
3. Signos ortográficos sintag- 4.1. Original en papel: 184
máticos: 163 1. El formato: 184
6.1.2. Grafía de los signos ortográfi- 2. El texto: 184
cos: 163 2.1. De una obra: 184
1. Signos ortográficos diacríti- 2.2. De una tesis: 185
cos: 163 2.3. De un trabajo o artículo
2. Signos ortográficos auxilia- para una revista científi-
res: 164 ca: 185

13
índice

4.2. Original en soporte informáti- 7.1. División externa de la obra:


co: 185 207
4.3. Corrección de estilo y prepara- 7.1.1. Los tomos: 207
ción tipográfica: 186 7.1.2. Los volúmenes: 207
4.4. Numeración de los capítulos y 7.2. División interna de la obra:
sus partes: 187 208
4.4.1. Numeración decimal de capítu- 7.2.1. Macroestructura textual: 208
los: 187 1. Los tomos: 208
4.5. La alineación de los datos: 2. Los libros: 208
188 3. Las partes: 208
4.6. La composición del texto: 4. Las secciones: 208
190 7.2.2. Microestructura textual: 208
4.7. La corrección de las pruebas 1. Los capítulos: 208
tipográficas: 191 2. Los subcapítulos: 208
4.7.1. Signos de corrección: 194 3. Los párrafos: 209
1. Las llamadas: 194 4. Los apartados: 209
2. Los signos: 195 5. Los subapartados: 209
4.8. La maqueta de compaginación: 6. Los subsubapartados:
195 209
4.9. Los índices alfabéticos: 196 7.3. La forma de los párrafos:
4.10. La alfabetización: 196 209
7.3.1. Párrafo ordinario: 211
5. La diacrisis tipográfica: 197 7.3.2. Párrafo moderno o alemán:
5.1. El concepto: 197 210
5.2. Aplicación de la diacrisis tipo- 7.3.3. Párrafo francés: 210
gráfica: 200 7.3.4. Párrafo en bandera o composi-
ción quebrada: 210
6. La letra de imprenta: 201 7.3.5. Párrafo en bloque: 211
6.1. La elección de la letra de im- 7.3.6. Párrafo español: 211
prenta: 201 7.3.7. Párrafo en base de lámpa-
6.2. El estilo de la letra: 202 ra: 211
6.2.1. Las letras romana antigua y 7.3.8. Composición en base de lámpa-
romana moderna: 202 ra invertida: 211
6.2.2. Las letras egipcia y paloseco: 7.3.9. Composición epigráfica: 212
202
6.3. La familia de la letra: 202 8. Organización interna de la
6.3.1. Letra redonda: 203 obra: 212
6.3.2. Letra cursiva: 203 8.1. Los principios del libro: 212
6.3.3. Letra minúscula: 204 1. Páginas de cortesía: 212
6.3.4. Letra versalita: 204 2. Portadilla o anteportada:
6.3.5. Letra mayúscula: 205 212
6.3.6. Letra fina y letra normal: 205 3. Contraportada: 212
6.3.7. Letra seminegra: 205 4. Portada: 212
6.3.8. Letra negrita: 205 5. Página de derechos: 212
6.3.9. Letra estrecha y letra ancha: 206 6. Dedicatoria: 213
6.3.10. Letra subíndice: 206 7. Lema, tema o epígrafe:
6.3.11. Letra superíndice: 206 213
8. Textos de presentación de la
7. Organización externa de la obra: 213
obra: 207 9. Agradecimientos: 213

14
índice

10. Índice: 213 SEGUNDA PARTE


11. Listas: 214 DICCIONARIO DE MATERIAS
8.2. El cuerpo del libro: 214
8.3. Finales del libro: 214 ÍNDICE DE MATERIAS: 210

9. El trabajo de producción, im- a -z : 227-721


presión y encuadernación: 214
9.1. La producción: 214 BIBLIOGRAFÍA: 723
9.2. La impresión y la encuaderna-
ción: 215 ÍNDICE ALFABÉTICO: 731

15
Lista de cuadros

PRIMERA PARTE A6. Derivados de antropónimos:


261
1. Abreviaturas utilizadas en bi- A7. Acentuación de apellidos ex-
bliografía: 89 tranjeros: 273
2. Grupos cultos consonanticos y A8. Signos del alfabeto árabe: 277
vocálicos: 159 A9. Signos usados en astronomía:
3. Clasificación de los signos orto- 282
gráficos: 165
4. Llamadas y signos empleados en Bl. Símbolos de la Biblia en espa-
corrección de estilo y tipográfi- ñol: 289
ca: 192 B2. Símbolos de la Biblia en latín:
5. La diacrisis tipográfica: 198 290
6. Clases de letras tipográficas:
203 Cl. Algunos cargos y empleos: 299
C2. Signos del alfabeto cirílico:
304
SEGUNDA PARTE C3. Condecoraciones españolas: 310
C4. Denominaciones y símbolos de
Al. Voces biacentuales admitidas las constelaciones: 314
por la Academia: 232 C5. Abreviaturas de cortesía: 316
A2. Símbolos de los principales
aeropuertos: 239 D1. Derivados de nombres de equi-
1. Del nombre al símbolo: 239 pos de fútbol españoles: 324
2. Del símbolo al nombre: 240 D2. Desinencias de la lengua españo-
A3. Aplicación de los antenombres: la: 327
249 D3. Los nombres de las partes del
A4. Abreviaturas de los antenom- día: 335
bres: 250 D4. Abreviaturas y símbolos de los
A5. Antropónimos españoles: 253 días de la semana: 336

17
lista de cuadros

El. Símbolos de los elementos quí- N1. Nombres de personas, animales


micos: 350 y cosas: 461
1. Del nombre al símbolo: 350 N2. Divisiones de la clasificación
2. Del símbolo al nombre: 350 biológica: 464
3. Nombres y símbolos desecha- N3. Alternancias acentuales en nom-
dos: 351 bres propios mitológicos: 466
E2. Tipos de buques ingleses y esta- N4. Notaciones musicales: 468
dounidenses: 353 N5. Notación mayor y menor: 469
E3. Numeración de las unidades del
Ejército y la Armada: 353 O1. Tipos de obras de creación: 472
E4. Abreviaturas cronológicas: 358 O2. Abreviaciones empleadas en
obras musicales: 476
Fl. Formatos clásicos de las fechas: O3. Onomatopeyas españolas: 479
375 1. De la palabra a la onomato-
peya: 479
Gl. Abreviaciones de los grados: 2. De la onomatopeya a la pala-
391 bra: 480
G2. Signos del alfabeto griego: 395 O4. Abreviaturas de órdenes y con-
gregaciones religiosas: 483
H1. Signos del alfabeto hebreo: 1. Del nombre a la abreviación:
400 483
H2. Abreviaciones de los términos 2. De la abreviación al nombre:
horarios: 403 487
1. En general: 403
2. Aplicadas a los Estados Uni- Pl. Prefijos y sufijos utilizados en
dos: 403 español: 505
P2. Periodicidad de las publicacio-
I1. Símbolos de informática: 408 nes periódicas: 520
P3. Símbolos de los puntos cardina-
Ll. Abreviaturas comunes de las les: 521
lenguas más utilizadas: 421
L2. Locuciones latinas: 427 S1. Siglas y acrónimos: 535
S2. Denominaciones de los siglos:
M1. Matrículas automovilísticas: 446 562
1. Internacionales: 446 S3. Signos ortográficos, lógicos,
2. España: 446 monetarios, musicales y mate-
3. Italia: 447 máticos más habituales: 564
4. Suiza: 447 S4. Símbolos de los prefijos y uni-
M2. Los nombres de los meses: dades del sistema internacional:
450 584
M3. Símbolos y abreviaturas para S5. Combinaciones posibles de pre-
representar los nombres de los fijos y unidades de los sistemas
meses: 450 de medida: 585
M4. Símbolos monetarios de uso 1. De la palabra al símbo-
corriente: 453 lo: 585
M5. Las monedas y sus fracciones: 2. Del símbolo a la pala-
454 bra: 596

18
lista de cuadros

S6. Grafía de los símbolos del si: 1. De la dignidad o cargo al tra-


609 tamiento: 687
2. Del tratamiento a la dignidad
T1. Símbolos topográficos de Brasil o cargo que lo recibe: 690
y Canadá: 622 T9. Abreviaturas de tratamientos:
T2. Abreviaturas y símbolos topo- 693
gráficos de los Estados Unidos: 1. Del tratamiento a la abrevia-
623 tura: 693
T3. Símbolos de las comarcas de 2. De la abreviatura al trata-
Cataluña: 624 miento: 694
T4. Nombres de países con sus capi-
tales y gentilicios: 625 U1. Conversión de medidas y pesos:
T5. Grafías toponímicas extranjeras: 698
644
T6. Abreviaciones de toponimia Z1. Nombres de los signos del Zodia-
urbana: 683 co: 717
T7. Grafía de topónimos trascritos: Z2. Signos del Zodiaco: 718
684 Z3. Las voces de los animales: 719
T8. Tratamientos de dignidades y Z4. Nombres de los conjuntos de
cargos: 687 animales: 720

19
Presentación

M ARTÍNEZ DE SOUSA lleva


medio siglo trabajando con la palabra,
ya sea componiendo, corrigiendo, es-
De no ser por el currículo que lo
avala, podría parecer, si no pretencio-
so, sí al menos atrevido redactar un
cribiendo o leyendo textos. Sus dedos manual de estilo de la lengua española.
están encallecidos de apretar el bolí- En primer lugar, porque el estilo, tal
grafo o de percutir las teclas de una como lo concebimos hoy día, no es
máquina de escribir o de un teclado cosa que pueda liquidarse compilando
de ordenador; sus ojos están cansa- las reglas gramaticales que gobiernan
dos de leer originales y pruebas a la una lengua (gramática, ortografía, ter-
espera de su publicación. Pero, sobre minología), tarea ya ardua de por sí y
todo, su mente ha estado aquejada de no exenta de posiciones encontradas,
la enfermedad que da pie a la sabidu- sino que afecta al modo en que las
ría: su obsesiva inquietud por encon- unidades textuales que conforman un
trar respuesta al porqué de las cosas. escrito son revestidas de forma gráfica
No se ha limitado a aprender los in- y apariencia física (tipografía), a los
tríngulis de los diversos oficios que ha métodos y técnicas que ayudan al
ejercido, sino que ha intentado siempre escritor a construir su discurso (redac-
comprender las tareas que cada uno de ción), a las normas y usos que regulan
ellos conllevaba; y no solo por el puro la publicación (edición) y, por último
deseo de entenderlos y dominarlos me- y no por ello menos importante, a las
jor, sino por el de perfeccionarlos. Bue- directrices éticas que deben guiar el
na parte de sus obras (entre otras, el proceder de los que escriben, traducen,
Diccionario de tipografía y del libro, el corrigen y editan. Estamos, pues, ante
Diccionario internacional de siglas y un tema poliédrico y con aristas.
acrónimos, el Diccionario de informa-
ción, comunicación y periodismo y el Y en segundo lugar, porque no creo
Diccionario de lexicografía práctica) factible y menos aún eficaz, y así lo
responden precisamente a esa necesi- manifiesta también el autor en distin-
dad. tas partes de este manual, reunir bajo

21
presentación

un mismo techo todas las peculiari- especialmente correctores de estilo


dades del estilo en las distintas ramas y tipográficos, periodistas, traducto-
del saber y entornos profesionales. res...; en definitiva, que está dirigido
Porque, si bien es verdad que la lengua a todos aquellos que participan de
es la herramienta común a todos los una u otra manera en el complejo acto
que producen y tratan textos escritos, de la comunicación escrita. Estén se-
también lo es que las maneras en que guros todos los destinatarios de este
estos se visten y adornan en cada una libro de que en él hallarán respuestas a
de estas especialidades son extraordi- sus preguntas, certezas para sus dudas,
nariamente dispares. soluciones a sus problemas, explica-
ciones para las cuestiones más enre-
No obstante, si alguien en España vesadas.
está en condiciones de hacerlo sin pe-
recer en el intento, ese es, sin lugar a Es tan inmensa y abrumadora la
dudas, Martínez de Sousa. Solo él po- catarata de conocimientos que aquí
see los mimbres que permiten construir se destilan, que todos los sedientos de
esa cesta. De todas las cuestiones a las conocimientos lingüísticos, estilísticos
que antes me refería y que caen bajo el o tipográficos podrán aplacar su sed en
manto protector del estilo, Martínez esta fuente. Pero, y tal vez no pueda ser
de Sousa ya ha disertado monográfi- de otro modo dada la amplia audiencia
camente (Diccionario de tipografía y a la que se dirige, no todos quedarán
del libro, Diccionario de bibliología igualmente satisfechos. Esta es al mis-
y ciencias afines, Manual de edición y mo tiempo la grandeza y la miseria
autoedición, Diccionario de redacción de esta obra. Los autores y editores
y estilo, Diccionario de ortografía de la científicos, por referirme a aquellos a
lengua española, Diccionario de usos y los que me siento más próximo y de
dudas del español actual, Diccionario los que puedo hablar con cierto fun-
de ortografía técnica, Diccionario in- damento, deberán seguir sirviéndose
ternacional de siglas y acrónimos, Dic- de los manuales y estándares de facto
cionario de información, comunicación vigentes en cada disciplina. Las parti-
y periodismo). Además, posee el arrojo cularidades terminológicas imperantes
necesario para afrontar retos difíciles. en cada campo y el seguimiento masi-
Qué podemos decir de un hombre vo que se hace en las distintas áreas de
que ha osado proponer una reforma conocimiento de algunas de las normas
de la ortografía española, aunque no que intervienen en la redacción de un
haya gozado del eco que él pretendía, trabajo científico, con especial mención
no por la esencia de sus propuestas, de los sistemas de citación y referencia-
sino por carecer de la autoridad de que ción bibliográfica, así lo aconsejan.
están investidos los que tienen poder Hay que tener muy presente que los
para reglar la lengua. hábitos y prácticas de publicación son
tan dispares entre las diversas discipli-
Se nos presenta, pues, un manual nas, que lo más razonable es atenerse a
que pretende asistir y orientar a es- las pautas que, tras años de sesudos de-
critores, tanto literarios como cien- bates, han logrado imponerse a duras
tíficos o técnicos (desde profesores penas. Crear nuevas normas, por muy
hasta investigadores), editores de racionales que estas sean y por mucha
todos los ramos, técnicos editoriales, autoridad intelectual que posea quien

22
presentación

las propugna, entorpecería más que que lo habitual en dichos manuales


ayudaría a la comunicación científica. es organizar los temas de manera sis-
Baste observar lo que ha ocurrido con temática, descomponiendo un tema
las normas iso (International Organi- en epígrafes y subepígrafes, en este
zation for Standardization) de publica- manual, sin renunciar a esta estructura
ción: no son conocidas y, por ende, no (la parte primera de la obra sigue este
son aplicadas, y cuando se conocen son camino), se opta, además, por ofrecer
ignoradas olímpicamente. A pesar de una lista alfabética de los términos
lo dicho, los científicos, sobre todo los pertinentes (segunda parte). Aquí re-
que siguen empleando el español como side uno de los principales activos y
lengua para comunicar los resultados aciertos de la obra. La disposición en
de sus investigaciones, lamentablemen- forma alfabética posibilita que cual-
te cada día menos, podrán recurrir a quier persona, sin necesidad de dispo-
este manual con la seguridad de que ner de conocimientos previos, pueda
podrán hallar en él informaciones que consultarla con facilidad identificando
no están a su alcance en ninguna obra el tema de su interés. Es, por otra
escrita en castellano. parte, tal el cúmulo de entradas y de
remisiones a otras voces equivalentes o
Estamos, por otra parte, ante un relacionadas, que es difícil que el lector
manual de estilo atípico, si lo com- no pueda localizar el aspecto que le
paramos con los libros de estilo que interese. Asimismo, está cuajado de
para el consumo de la prensa se han cuadros, ilustraciones gráficas y ejem-
publicado en España (Abc, El País...) plos que permiten al lector interpretar
o con manuales de estilo anglosajones correctamente la información que se
de la solera del Chicago Style Manual, le ofrece. De nuevo Martínez de Sousa
del Council Biology Editors Manual, nos vuelve a demostrar su maestría en
del American Medical Association la confección de este tipo de obras. No
Manual of Style o del Publication Ma- hay que olvidar que es un experto re-
nual of the American Psychological conocido, siendo autor de un reputado
Association. Ante todo, porque todas manual con el que ha sentado cátedra
estas obras son de responsabilidad en la materia (Diccionario de lexico-
colectiva. Aunque después de lo dicho grafía práctica).
sobre la personalidad del autor no
nos puede extrañar, pues ya podemos Acostumbran los manuales de estilo
hacernos una idea de lo que es capaz. al uso a emplear un lenguaje claro,
Por consiguiente, lo que más asombra preciso, conciso y prescriptivo, cua-
de este monumental trabajo es que lidades que entiendo deben adornar
haya sido ejecutado en solitario, algo las obras que se precien de llevar este
que ya sorprendió a uno de sus críti- nombre. De no ser así, se corre el ries-
cos, quien dudaba qué admirar más, si go del rechazo por parte de escritores
la ciencia o la paciencia de que hacía y editores. Y es que cuando un autor o
gala el autor. un editor se hallan en la zozobra de la
duda necesitan, al igual que el enfermo
Pero es que, además, ni por la for- que acude a su médico de cabecera,
ma en que se estructura y dispone ni recetas que palien el mal y resuelvan el
por el lenguaje que emplea es un libro problema. Pues bien, que sepa el lector
de estilo parangonable. Así, mientras que en este libro no solo se le ofrecen

23
presentación

recetas, sino que estas vienen adereza- una de esas obras que deben estar
das con explicaciones, justificaciones, siempre a mano encima de la mesa
discusiones, en algunos casos, a mi de trabajo. Podría seguir añadiendo
modo de ver, excesivas para los fines epítetos elogiosos, pero esta obra no
de la obra, pero que estoy seguro de los necesita. Muchos de ellos, por ma-
que harán las delicias de los amantes nidos, han perdido realmente su valor.
de la lengua y demás bibliólatras. Pero Si algún reproche pudiera hacérsele,
la búsqueda de respuestas racionales es que llega en un momento inopor-
al porqué de la realidad es rasgo con- tuno, por no haber visto la luz antes.
sustancial al autor. Al igual que su pro- Su publicación, por varias razones,
pensión natural a poner nombres a las no solo era necesaria, sino urgente.
cosas y a definir hasta lo indefinible. En primer lugar, porque los medios
Su amor por la lexicografía le lleva a profesionales de la edición española,
utilizar, e incluso a crear, términos irre- faltos de formación reglada, care-
prochables conceptualmente, pero de cen de la instrucción necesaria para
poco uso y ajenos al vocabulario del desempeñar con el debido decoro su
escritor y editor de a pie. Sirvan de bo- trabajo. Aunque esta obra no pueda
tón de muestra los siguientes: editorial suplir esas carencias educativas, sí por
bibliológica, editorial bemerológica, lo menos puede aliviarlas. En segundo
editología científica, ortotipografía. lugar, porque existen campos de la
edición española, como el científico,
Creo llegado el momento de calificar donde la ausencia de manuales de
la obra. Lo mejor que se puede decir este tenor constituye, más que una la-
de un manual de estas características guna, un auténtico agujero negro. En
es que es útil. No hay que ir más allá tercer lugar, porque de haber nacido
de la lista de cuadros y figuras para antes esta obra, hubiera prestado un
darnos cuenta de la utilidad de este servicio ecológico de primera magni-
libro. Escritura de símbolos, números, tud, ahorrando el papel y la tinta que
fechas, unidades de tiempo, unidades se han desperdiciado en la edición
de medida, nomenclaturas, antropóni- de algunos mal llamados manuales
mos, topónimos, abreviaturas de todas o libros de estilo. Ahora tendrá que
las clases y un largo etcétera. Pero no cumplir otra función: evacuar la la-
se detiene ahí, pues nos suministra guna de las obras que la han llenado
orientaciones sobre cómo redactar de turbias aguas. Y en último lugar,
títulos, citas, notas, referencias biblio- porque las nuevas tecnologías de la
gráficas; sobre cómo emplear correc- información y la comunicación han
tamente nuestro idioma (ortografía, convulsionado el mundo de la edición.
léxico, gramática) o cómo hacer un Si el ordenador y los procesadores de
diseño tipográfico coherente y estético textos dotaron al acto de escribir y
gracias a la información sobre tipos de editar un texto de sencillez y rapidez
letras, líneas, párrafos, páginas, partes sin precedentes en la historia de la es-
de una obra... critura, Internet ha aparecido como el
más potente medio de publicación que
Por todo ello, el Manual de estilo ha visto el hombre desde la irrupción
de la lengua española es una obra de de la imprenta. Al dar voz a los que
referencia fundamental para escrito- antes no la tenían, ha hecho añicos el
res, editores, traductores, correctores; tradicional circuito de comunicación

24
presentación

escrita que descansaba en la trilogía fundir sus pensamientos sin limitación


autor-editor-lector. El editor, que venía alguna. Para todos ellos, este manual
actuando de filtro entre el autor y el será herramienta que ayudará no solo
lector, como un agente regulador de a juntar palabras con cierto orden o
los flujos de la producción escrita, se a hilvanar ideas con sentido, sino a
ha visto desbordado desde el momen- presentarlas con rigor no exento de
to en que el autor se transforma a la belleza.
vez en editor de sus propios escritos.
Miles de autores, antes anónimos, que Conociendo al autor, estoy seguro
soñaban con la posibilidad de ver sus de que este manual no se detendrá
palabras en letras de molde impresas aquí. Antes aun de haber visto la luz
en papel, han hecho realidad sus de- esta edición, ya estará pensando en la
seos y, aunque ahora sea en moldes próxima, que, no me cabe duda, está
virtuales, tienen la posibilidad de di- asegurada.

Emilio Delgado López -Cózar

Granada, octubre de 1999

25
Prólogo

N unca se había dado en espa-


ñol una floración de libros de estilo
lo sería para ninguna de las especia-
lidades de la ciencia y de la técnica.
como la aparecida, tanto en España Es obvio que un libro de estilo de un
como en Hispanoamérica, en los úl- periódico sirve de poco en una caja
timos veinte años: libros de estilo de de ahorro o en un ayuntamiento, que
periódicos, de televisiones, de radios, tienen necesidades expresivas dis-
de universidades, de ayuntamientos, tintas. Lo mismo sucedería, con más
de cajas de ahorro... Incluso libros de razón, en el campo de la biología, la
estilo generales, sin un destinatario medicina, la química, la bioquímica,
preciso. Parece como si de pronto se la sicología, la siquiatría, la astrono-
hubiera despertado la conciencia lin- mía y en otras muchas especialidades
güística y normadora de las personas científicas y técnicas. Las abreviacio-
e instituciones que manejan el lenguaje nes, la terminología, la metodología y
escrito en sus relaciones profesionales otros aspectos son tan disímiles que,
con los demás. en efecto, cada uno de esos campos
debe tener su propio manual de estilo,
A primera vista, podría parecer que, y así sucede en otras lenguas en las
si no fuera por el mantenimiento y que desde hace tiempo se ha tomado
la alimentación de la honrilla, sería conciencia de la importancia que tiene
preferible fundir todos esos libros y la emisión científica de mensajes. Un
obtener un solo libro de estilo genérico inconveniente, al parecer insalvable:
que fuese útil a todo el mundo hispá- esa situación contribuye a aumentar
nico, aunque después cada periódico, la falta de uniformidad general en la
ayuntamiento, institución, universidad presentación de los trabajos para su
o entidad añadiese la información publicación, ya que las normas fijadas
específica para su uso particular. Sin por cada entidad o institución no son
embargo, este proceder, que sería sin necesariamente iguales que las de las
duda útil para los periódicos y algunas restantes. La experiencia en la aplica-
de las instituciones mencionadas, no ción de normas en el mundo editorial,

27
prólogo

sea el bibliológico o el hemerológico, para una publicación o una entidad


ya nos indica algo de esto: el lector determinada, las grafías que autori-
no entiende cómo lo que es correcto za y los usos que rechaza, así como
en una publicación está prohibido en la parte de documentación genérica
otra o a qué se debe que unos libros que pueda resultar útil en función del
utilicen una determinada grafía que tipo de escrito de que se trate, con
es evitada cuidadosamente en otros. las explicaciones oportunas cuando
Esta situación afecta especialmente sean necesarias. Dice cómo se utili-
(dramáticamente, diría) a los escritores zan las abreviaciones (abreviaturas,
y, sobre todo, a los traductores y a los abreviamientos, criptónimos, símbolos,
correctores de estilo y tipográficos, siglónimos, siglas) y los alias y sobre-
pero también a los profesores de todos nombres; cuándo se utiliza mayúscula
los niveles de la enseñanza y demás y minúscula (documentos históricos,
profesionales de la lengua. En muchos edades, épocas; instituciones, enti-
aspectos de la grafía, no se sabe qué dades, organismos, organizaciones);
aplicar ni qué enseñar. cómo se escriben los antropónimos
(nombres y apellidos) y los topónimos
También falta en el mercado un (macrotopónimos, mesotopónimos y
manual de estilo para las personas no microtopónimos); cuál es la grafía de
especializadas, para los escritores de a los nombres científicos; cómo afectan
pie, los que no pertenecen a un perió- al significado de las palabras las desi-
dico, a una revista, a un ayuntamiento nencias y prefijos y sufijos; cómo se
ni a una caja de ahorro y tampoco escriben los ejemplos, los títulos de
escriben exclusivamente para un pú- obras creadas (libros, publicaciones
blico científico o especializado. Me periódicas, títulos de esculturas, pintu-
refiero a los escritores que trabajan en ras, obras musicales y de teatro); qué
o para una editorial, en su casa para grafía hay que conceder a los extran-
sí o para otros, a los traductores, a los jerismos crudos o a los aclimatados a
impresores y a los autoeditores, a los las peculiaridades de nuestra lengua;
correctores de estilo y tipográficos, a cuál es la grafía exacta y el significado
las empresas de servicios editoriales y preciso de una locución latina o el
también, cómo no, a las instituciones significado de muchas siglas; cómo
y entidades que emiten mensajes, a se utiliza un tratamiento o a quién
los periodistas y especialistas que no corresponde una condecoración o la
tienen un manual de estilo que los guíe abreviatura de una orden religiosa...
en sus dudas y los ayude a pergeñar De todo ello, en esta obra hay infor-
y a presentar sus materiales escritos. mación para satisfacer las dudas de
También, claro, a quienes preparan quien pueda necesitar tales materiales.
una tesis o han de presentar un trabajo
de redacción del tipo que sea. El lector debe saber que no hay que
buscar en un manual de estilo respues-
Las dudas que se presentan al tratar tas a cuestiones que hay que plantear
de redactar un texto destinado a la a otras obras como los diccionarios de
publicación son de todos los colores usos y dudas, por ejemplo. Un diccio-
y formas. También son variopintas las nario de usos y dudas nos dice, en rela-
maneras de resolverlas. Un manual ción con las palabras y sintagmas que
de estilo tiene la función de elegir, registra, cuáles son los plurales que no

28
prólogo

se ajustan a las reglas ordinarias, la otro lado, escritores no especializados,


conjugación de los verbos irregulares, periodistas, traductores, correctores
el régimen preposicional de algunas de estilo y tipográficos, profesores,
palabras, el género de las palabras que etcétera, pueden necesitar en algún
lo presentan dudoso, la propiedad o momento la consulta de los datos que
impropiedad de ciertos términos, las en este manual se ofrecen y que proba-
palabras y construcciones que hemos blemente no van a hallar con facilidad
tomado impropiamente de otros idio- en otros manuales.
mas y cuestiones semejantes.
En muchos casos, el contenido
El presente manual de estilo con- de este libro se complementa con el
tiene información que puede resultar de otras obras mías publicadas con
útil tanto a los científicos como a los anterioridad. No me ha parecido
técnicos y literatos. Sus normas y los oportuno repetir una y otra vez que es
datos que se aportan son comunes a conveniente, si se desea dominar mejor
todas las especialidades. Sin embargo, el campo estudiado, consultar tales
hay aspectos, sobre todo en lo relacio- obras, pero creo que aquí debo decir
nado con la metodología del trabajo que es aconsejable conocer especial-
y la forma de llevar a cabo ciertos mente dos de ellas: el Diccionario de
extremos de la escritura científica, en ortografía técnica1 (Madrid: Fundación
los cuales sin duda cada uno debería Germán Sánchez Ruipérez, 1987,1999
seguir lo que los organismos pertinen- [primera reimpresión]) y el Dicciona-
tes aconsejan para tales especialidades. rio de ortografía de la lengua española2
Estas presentan necesidades normati- (Madrid: Paraninfo, 1996). En este
vas distintas, de tal manera que, como oficio de escribir y corregir también
se ha dicho antes, las normas de una pueden resultar útiles el Diccionario de
pueden ser inútiles, o poco menos, redacción y estilo (3.a ed., Madrid: Pi-
para otra. Sin embargo, en todas las rámide, 2003), el Manual de edición y
especialidades técnicas, científicas o li- autoedición (Madrid: Pirámide, 1994,
terarias se usan, alfabetizan y traducen 1999; 2.a ed., 2005), el Diccionario
nombres de personas (antropónimos) de usos y dudas del español actual
y de lugares (topónimos), se escriben [dudea ] (4.a ed., Gijón: Trea, 2008) y,
abreviaciones generales y especializa- finalmente, el Manual básico de lexico-
das, cifras, tratamientos, etcétera. Por grafía (Gijón: Trea, 2009).

José Martínez de Sousa

1,2 Obras actualmente integradas en Ortografía y ortotipografía del español actual (Gijón:
Trea, 2004; 2.a ed., corregida, 2008), a la cual remito al lector.

29
Manejo de la obra

Con objeto de facilitar la consulta y compleja, pero en el fondo no lo es.


obtener de ella los máximos beneficios, Se trata, en realidad, de una presen-
antes de sumergirse en los vericuetos tación alfabética de la materia, con
de la obra, el lector debe tratar de desarrollo de cada una de sus entradas
comprender sus mecanismos y la for- y remisiones internas de una voz a las
ma en que se presentan sus contenidos, voces relacionadas directa o indirecta-
especialmente en lo que se refiere a la mente con ella. De esta forma, es difícil
segunda parte. Para la comprensión que el lector se pierda, por cuanto
de la primera parte basta, en prin- siempre hallará una palabra relaciona-
cipio, con consultar el índice (pági- da con aquella que provoca sus dudas,
nas 9-15), en el que se expone la ma- si es que de primera intención no ha
teria con sus divisiones y subdivisio- dado con ella. Esta segunda parte está
nes. Este índice se complementa con precedida de un índice de materias
la lista de cuadros (pp. 17-19), en el (pp. 219-223) en el que aparece una
que se indican los que corresponden a lista con todas las entradas, principa-
cada letra, ya que el número de cada les y secundarias, que la forman. En el
cuadro va precedido de la letra en que tratamiento de las entradas, al final,
está inserto. Por ejemplo, el cuadro de como último párrafo, suele haber una
los nombres de países con sus capitales remisión general a las palabras relacio-
y gentilicios está en la entrada topóni- nadas con la de entrada o dependientes
mos y lleva el número T4. Finalmente, de ella. Con esta información, el lector
para los casos de duda acerca del lugar dará fácilmente con la materia que
en que se trata una materia concreta, necesita consultar.
a partir de la página 731 se halla un
completo índice alfabético con las La primera parte se destina a instruir
entradas correspondientes a todas al lector acerca de la forma de enfocar
las materias contenidas en la obra. el trabajo intelectual y de redactar el
texto correspondiente. La segunda es,
La segunda parte puede parecer más como se ha dicho, un diccionario en el

31
manejo de la obra

que, por orden alfabético, se exponen cia se habla de nombre genérico y


las materias dudosas y las normas nombre específico (o solo genérico
que afectan a cada una de ellas desde y específico). En las denominaciones
el punto de vista de la definición, la sintagmáticas (las formadas por más
grafía, la alfabetización, la traducción de un término), el nombre genérico (o
y otras particularidades relacionadas solo genérico) es el elemento común
con el empleo de lo que la respectiva del conjunto, coincidente en otras
entrada sugiere, con remisiones a otras denominaciones del mismo género,
voces para ampliar la información o mientras que el segundo, el nombre
relacionar unos términos con otros del específico (o solo específico), es el ele-
mismo campo asociativo. Por ejemplo, mento distintivo, no coincidente con
todo lo relativo a los nombres de pila el de otra denominación, aunque esta
está en antropónimo, pero también comience con el mismo genérico. Por
se registran términos como apellidos, ejemplo, en un topónimo como bahía
nombres, nombres de pila, nombres de Cádiz, bahía es el nombre genérico,
de personas, con tratamiento propio y Cádiz, el específico; lo mismo puede
o envío a antropónimo cuando es decirse de bahía de Rosas, montanas
necesario, al tiempo que los aspectos Rocosas, río Ebro, cabo de Buena
concretos relacionados con un tipo de Esperanza, etcétera; en una entidad
antropónimo se estudian en su voz; o institución como Ministerio de
por ejemplo, cognomentos, alias o Hacienda, la palabra Ministerio es el
apodos, sobrenombres, seudónimos. genérico, y Hacienda, el específico; lo
En general, en cada entrada el texto mismo puede decirse de Ministerio de
expone la normativa aplicable al caso. Industria, Dirección General de Pesca,
Sin embargo, a veces, para facilitar la Escuela Naval, etcétera; en un nombre
comprensión de la norma, se propor- comercial o similar como Hotel Reina
ciona un texto secundario, en forma de Sofía, la palabra Hotel es el genérico,
nota o ampliación. Esta se compone en y Reina Sofía, el específico; lo mismo
texto menor, sangrado verticalmente y vale para Bar García, Cafetería Rosa,
encabezado por una flecha (→). Cine Pelayo, etcétera. Como se ve, en
unos casos el genérico se escribe con
Las remisiones a otros puntos o en- inicial minúscula y en otros con ma-
tradas se indican con una flecha como yúscula. La regla aplicable se explica
esta: →. Si el lector se siente interesado en la entrada correspondiente de la
en el conocimiento del fenómeno a que segunda parte.
afecta la remisión, lo mejor es seguir la
dirección de la flecha. Las normas están siempre ejemplifi-
cadas. Cuando los ejemplos se escriben
En las citas textuales (por lo tanto, en párrafo aparte y son más de uno,
puestas entre comillas latinas), un sig- solo el último lleva la puntuación que
no igual (=) indica que en el original de le corresponda en función de cómo
donde se toma el texto que se reprodu- siga el texto subsiguiente (generalmen-
ce hay punto y aparte. te, tal puntuación es el punto). En los
casos de ejemplos de alfabetización,
En las referencias al empleo de las las entradas con remisión se grafían de
mayúsculas en las respectivas entradas la misma manera que en principio se
en que se trata de ellas, con frecuen- aconseja que emplee el lector cuando

32
manejo de la obra

se encuentre en esa necesidad. Es decir, que le servirá de gran ayuda en la


que para indicar que el texto de la re- elección de las obras de referencia,
misión está invertido, la grafía de esta especialmente los libros de estilo,
remisión es: siempre necesarias en el trabajo in-
telectual. Más adelante, en las pági-
cataratas: v. Niágara, Cataratas del, nas 110 y 111, hallará una bibliografía
especializada de fuentes de informa-
pero en texto seguido habríamos escrito ción de recursos electrónicos, y, por
último, al final de la obra hay una
cataratas del Niágara. bibliografía de las obras consultadas
especialmente por el autor. Todos
A lo largo de la obra aparecen al- ellos son materiales necesarios y es-
gunas abreviaturas y algún que otro pero que suficientes para guiar al
signo, pero en ambos casos son so- lector en este campo de la escritura
bradamente conocidos; por ejemplo, científica.
sabido es que con v. c. C2 se le quiere
decir al lector: «véase el cuadro C2», La obra termina con un índice alfa-
y con el signo § seguido de una cifra le bético lo más completo posible de los
remitimos a un párrafo concreto. Por datos contenidos en ella (pp. 731-773).
esta razón, y por la escasa cantidad de El ordenamiento de esos datos se ha
abreviaciones que aparecen en la obra realizado aplicando la alfabetización
y la trasparencia de las que se utilizan, continua o por letras (v. páginas 196-
se prescinde aquí de introducir una 197), es decir, que en el proceso se
lista que, además de corta, sería en tienen en cuenta todas y cada una de
cierta manera redundante. Como el las palabras o frases alfabetizables
lector comprobará consultando la lista (aunque estén formadas por una sola
de cuadros, muchas de las entradas letra). Cuando, al ordenar frases, sea
llevan uno con las abreviaciones más necesario invertir el orden habitual de
utilizadas en el tema al que aquellas se los elementos oracionales, el elemento
refieren. Véanse, por ejemplo, los cua- situado en segundo lugar o posterior
dros 1, A4, C5, D4, E4, G1, H2, L1, comienza siempre con mayúscula.
M3, O2, O4, T2, T6, T9. No obstante, Las palabras o frases en esta posición
algunas pueden quedar descolgadas, nunca son sustituidas por la raya (—),
como las siguientes: al., alemán; c., aunque coincidan unas encima de
cuadro; fr., francés; i., inglés; it., italia- las otras. Debe tenerse en cuenta que
no; port., portugués; t., también; v. t., con la raya se sustituyen las palabras
véase también. y las partículas que ocupan posición
Entre las páginas 53 y 63 se ofrece anterior respecto de ellas, no las que
al lector una bibliografía estructurada ocupan posición posterior.

33
Introducción

La normalización, el estilo y la edición1

1. La normalización la física, la química y la bioquímica, la


economía, la lingüística, la lexicogra-
Podemos definir la voz normali- fía, la biblioteconomía, etcétera. Por
zación como la actividad dedicada ceñirnos a la documentación y al escri-
al establecimiento de disposiciones to, que es lo que prioritariamente nos
relacionadas con problemas reales interesa aquí, las normas nacionales e
o potenciales para su uso común y internacionales afectan a
repetido, con el fin de obtener un gra-
do de orden óptimo en determinado 1) los nombres de países;
contexto. Tales disposiciones reciben 2) la trasliteración de escrituras;
el nombre de normas, que pueden 3) la terminología de la información
definirse como el «resultado de una profesional y de la documenta-
normalización realizada en un campo ción;
determinado y aprobada por una au- 4) la codificación informática de los
toridad reconocida» (ISO). juegos de caracteres;
La normalización se apoya en 5) la estadística de los documentos
resultados comprobados técnica y y de las bibliotecas;
científicamente, así como en la expe- 6) la identificación y descripción de
riencia acumulada en los más variados documentos.
campos de la cultura humana. Lejos
de limitarse a las industrias y sus pro- Para ello, varios organismos nacio-
ductos, como sería fácil suponer, se nales e internacionales se dedican a la
extiende a otras muchas actividades, producción de normas. Por ejemplo, la
como pueden ser la documentación.1 bsi (British Standards Institution ‘Ins-

1 Los temas tratados en esta introducción pueden ampliarse mediante la consulta de obras y
trabajos específicos como los que se mencionan en la bibliografía que figura en el párrafo 5, espe-
cialmente el apartado 5.2, páginas 59 ss. También puede resultar útil la consulta de obras y trabajos
concretos de la bibliografía general situada al final de la obra.

35
la normalización, el estilo y la edición

titución Británica de Normalización’), de grano vaciado en la piedra


la ansi (American National Standards calcárea, como patrón para la
Institute ‘Instituto Nacional de Nor- medida de cereales en Gerona;
malización Estadounidense’), la ASTM — en el siglo xvi se consolidó en Eu-
(American Society for Testing Mate- ropa la notación musical actual;
rials ‘Sociedad Norteamericana para — en torno al año 1850 se introdujo
el Ensayo de Materiales’, fundada en el llamado sistema Didot para la
1898), la BIPM (Burean International normalización internacional de
des Poids et Mesures ‘Oficina Interna- los caracteres tipográficos;
cional de pesas y Medidas’, fundada en — en 1872 se dio el primer intento
París en 1875) y la IFLA (International internacional de normalizar la
Federation of Library Associations and nomenclatura en química or-
Institutions ‘Federación Internacional gánica con la Nomenclatura de
de Asociaciones de Bibliotecarios y de Ginebra;
las Bibliotecas’). — en 1875 se creó la Oficina Inter-
Las normas se publican por esos nacional de Pesas y Medidas.
organismos en forma de documentos
en los que se explicitan una serie de En el siglo xx llega a su cima el es-
condiciones que deben cumplirse. Tales fuerzo normalizador. En 1917 se crea
organismos se intercambian las normas en Alemania el Comité de Normas
producidas por cada uno de ellos, las para la Ingeniería Mecánica General,
cuales sirven asimismo de base a la ISO transformado después en el Instituto
y a otras organizaciones nacionales e Alemán de Normalización, que crea y
internacionales para la redacción de publica las famosas normas din (del
sus normas internacionales. nombre en alemán del propio instituto:
Deutsches Institut für Normung). En
octubre de 1946 se funda en Londres
1.1. Los orígenes de la normalización el organismo normalizador mundial,
la ISO (International Organization
La preocupación por el estableci- for Standardization ‘Organización
miento de un sistema de unidades que Internacional de Normalización’), con
permitiera ordenar el comercio y la el objetivo de coordinar y unificar las
industria no es nueva en la historia normas internacionales. En marzo de
de la humanidad. Fuentes Arderiu 1961 se funda en París el cen (Comité
(1996: 12) ofrece la siguiente lista de Europeo de Normalización) para fo-
hechos: mentar la implantación de las normas
ISO en Europa, establecer las suyas
— dos siglos y medio antes de Cris- propias y armonizar las ya existentes
to, en Egipto estaba normalizada en los países europeos.
la medida de los ladrillos; En España existía el Iratra (Instituto
— en el Imperio romano se esta- Nacional de Racionalización del Tra-
blecieron especificaciones sobre bajo), que en enero de 1973 cambió su
las longitudes y los pesos de las nombre por el de Iranor (Instituto de
cañerías para la conducción de Racionalización y Normalización) y en
agua; 1986 por el de Aenor (Asociación Es-
— en 1234, Jaime I estableció la pañola de Normalización y Certifica-
Mitgera de Monells, un medidor ción), entidad reconocida actualmente

36
la normalización

para desarrollar tareas de normaliza- solo no permiten que sus normas de


ción y certificación en nuestro país. campos concretos y específicos sean di-
vulgadas por otros autores o entidades
pertenecientes a esos mismos campos
1.2. La aplicación de las normas y así dadas a conocer a quienes deben
cumplirlas, sino que para autorizarlo
Es indudable que el hecho de que solicitan derechos desorbitados que
existan organizaciones internacionales hacen prohibitivo reproducirlas y dar-
y nacionales que se encargan de nor- las a conocer para que sean aplicadas.
malizar en campos científicos generales Esto contribuye al desconocimiento de
o concretos solo debe merecer aplau- las normas y a su correlativo incumpli-
so. Cuestión bien distinta es que las miento por quienes deberían ajustarse
normas emitidas por tales organismos a ellas al escribir.
hallen entre los potenciales usuarios el Conclusión: Los organismos interna-
eco que por naturaleza deberían hallar. cionales y nacionales siguen trabajan-
Hay que decirlo con claridad: en algu- do, pero el fruto de su trabajo ejerce, a
nos casos, las normas internacionales veces, poca influencia precisamente en
o nacionales no han hallado eco, no el terreno donde sus normas deberían
se emplean. ¿A qué se debe este fenó- ser conocidas, estudiadas, discutidas y,
meno, siendo así que todos deseamos finalmente, aplicadas. Esto aumenta la
actuar de acuerdo con unas normas, frustración de quienes escriben para
mejor que convertir la comunicación públicos especializados, que esperan
científica en un campo de Agramante? del autor una guía segura en el maras-
Las causas son varias y a veces muy mo de opiniones y criterios aplicables
complejas. a la materia de estudio y escritura.
En primer lugar, el desajuste entre la Ante esta situación, las entidades, en
existencia de la norma y su no aplica- especial los gremios y asociaciones
ción por los usuarios puede deberse a profesionales, así como las editoriales,
la ignorancia por parte de estos, pero a tanto bibliológicas como hemero-
veces se debe al hecho de que algunas lógicas, crean sus propias normas y
normas internacionales no hacen otra aumentan así, si cabe, el maremagno
cosa que reflejar los usos y costumbres existente. El perjudicado es el usuario
del mundo anglosajón, tan distintos en potencial de las normas, bombardeado
algunos aspectos de los que en igual por los organismos internacionales
caso corresponden al mundo latino, y y nacionales y además por cada una
los organismos de alcance nacional se de las empresas o entidades para las
limitan, la mayor parte de las veces, a que trabaja, aparte de los autores que
traducir las normas internacionales, mantienen criterios divergentes en
sin adaptación alguna a los usos y las relación con los hechos culturales que
costumbres locales. les afectan. Se me ocurre, pues, ofrecer
En segundo lugar, porque, como a los organismos implicados en estos
se ha apuntado, algunas normas con problemas las siguientes sugerencias:
vocación de universalidad chocan con
usos y costumbres distintos y no son Sugerencia primera: Puesto que cier-
aceptadas por los usuarios. tas normas no tienen que ser (tal vez
En tercer lugar, porque los organis- no siempre pueden ser) necesariamente
mos internacionales y nacionales no universales, en algunos casos se debe-

37
la normalización, el estilo y la edición

rían crear normas particulares para mos implicados, para evitar abusos. Lo
sectores mundiales y especializados que no parece admisible es que para la
que habría que definir; por ejemplo, reproducción de unas normas que no
para el mundo anglosajón, para el ocupan más de cuatro o seis páginas se
mundo latino, para el mundo eslavo, pretenda que el autor abone por ellas
para el mundo árabe, etcétera. Este una cantidad que equivale a la totali-
es el espíritu de la normalización uni- dad de sus derechos de autor sobre la
versal, pero no siempre se cumple en obra producida.
todas partes. Pongo un solo ejemplo:
¿por qué empeñarse en que el título Sugerencia tercera: Para facilitar el
del lomo de los libros se disponga de cumplimiento de estas propuestas, los
arriba abajo, a la anglosajona (como Estados deberían contribuir al sosteni-
mandan las normas ISO 6357-1985 y miento de estas instituciones con algo
une 50-120-92), cuando en el mundo más que el reconocimiento oficial.
latino se ha hecho tradicionalmente
al revés, de abajo arriba, situación a
la que se le encuentran más ventajas 1.3. El sistema internacional
por lo que respecta a la lectura de esos de unidades (si )
textos? (Recuérdese que esta disposi-
ción, con lectura de abajo arriba, es El sistema internacional de unidades
la misma que se aplica a los cuadros y (SI) es un conjunto coherente de uni-
grabados que se disponen en la página dades destinado a unificar los valores
en la misma posición por razón de su de las medidas en todos los ámbitos.
tamaño, de manera que en las páginas Su plasmación en forma de sistema es
pares la cabeza del cuadro o grabado un viejo anhelo de la humanidad, que
va al margen de corte y en las impares ya desde la Antigüedad había dado
va al margen de lomo. Si se dispusie- pasos en pro de un sistema semejante.
ran al revés, para leer sus contenidos Se basa tal anhelo en la necesidad de
habría que girar el libro en dirección descubrir regularidades en los acon-
contraria a la de las agujas del reloj, lo tecimientos del universo, así como en
cual es más incómodo.) fijar en normas las costumbres huma-
nas relacionadas con el comercio y la
Sugerencia segunda: Se debería per- industria.
mitir a los escritores la divulgación, En los templos de los antiguos egip-
dentro de trabajos más amplios, de las cios y asirios se guardaban los patro-
normas o partes de ellas que facilitan y nes de las medidas de longitud y masa,
unifican el trabajo en un campo deter- al modo como hoy se guarda el metro
minado. Por ejemplo, un bibliotecario patrón en Sevres (París). El sistema de
debería poder reproducir algunas de unidades romano, que el Imperio había
las normas que afectan a su tema cuan- difundido por toda Europa, fue susti-
do escribe acerca de él. En un manual tuido, a la caída de este, por sistemas
de estilo se deberían poder reproducir muy variados. Hasta bien entrado el
algunas normas internacionales o na- siglo xvii no empezaría a vislumbrar-
cionales necesarias para la unificación se la forma de satisfacer la necesidad
de los criterios de escritura. Todo ello, humana de disponer de un sistema de
naturalmente, con el conocimiento y unidades de medida que fuera coheren-
la autorización expresa de los organis- te y contara con las virtudes suficientes

38
la normalización

para sustituir a las unidades en uso. entre Dunkerque y Barcelona (casti-


El antecedente más inmediato del llo de Montjuïc) para determinar el
sistema internacional de unidades (SI) metro patrón, que se definió como la
es el llamado sistema métrico decimal, diezmillonésima parte del cuadrante
conjunto de medidas que tenían el me- del meridiano terrestre comprendido
tro por base. Al parecer, la idea de un entre el polo Norte y el ecuador. Esta
tal sistema se debe a Gabriel Mouton, definición estuvo oficialmente en vigor
párroco de San Pablo de Lyon, quien desde la primera Conferencia Gene-
hacia 1670 concretó en una propuesta ral de Pesas y Medidas (CGPM) cele-
el sistema por el cual habían suspirado brada en París en 1889 hasta octubre
muchos científicos a lo largo de varias de 1960. En la actualidad, el me-
décadas. Se basaba en tres principios tro se define como «la longitud del
fundamentales: trayecto recorrido en el vacío por la luz
durante un tiempo de 1/299 792 458
— naturaleza decimal; de segundo» (17.a CGPM, 1983,
— prefijos sistemáticos y raciona- res. 1; cit. real decreto 1317/1989, de
les; 27 de octubre, boe núm. 264/1989,
— patrones basados en medidas de p. 34496).
la tierra. Se han utilizado asimismo sistemas
especializados para ciertas ramas de
Sin embargo, el primer intento oficial la ingeniería o la técnica, como los
de racionalizar los sistemas de medida siguientes, entre los considerados más
se remonta a junio de 1789, cuando importantes:
una comisión de doce expertos de
la Academia de Ciencias de Francia El CGS (centímetro, gramo, segundo),
presentó a la Asamblea Nacional, a también llamado sistema cegesimal,
petición de esta, un estudio con la adoptado por un congreso sobre elec-
revisión del conjunto de unidades en- tricidad en 1881, que se basaba en tres
tonces vigente. En 1790 se aprobaba unidades fundamentales:
este sistema, llamado sistema métrico
decimal, cuyas unidades eran: centímetro (longitud)
gramo (masa)
metro (longitud) segundo (tiempo).
gramo (masa)
metro cúbico (volumen) Utilizaba como unidades derivadas las
área (superficie). siguientes:

El 19 de junio de 1791 Luis XVI ángstrom (Á)


sancionó la propuesta, que tenía por bar (bar)
base los principios fundamentales baria (ba)
expuestos por Mouton. Entre los biot (Bi)
años 1792 y 1798, los astrónomos dina (dyn)
franceses Pierre Méchain (1744- ergio (erg)
1804) y Jean-Baptiste Delambre franklin (Fr)
(1749-1822) midieron (utilizando la gal (Gal)
toesa, que equivalía a 1,949 metros) gauss (G)
el arco de meridiano comprendido gflbert (Gb)
la normalización, el estilo y la edición

máxwell (M, Mx) tema sustituía al CGS cuando las unida-


óersted (Oe) des de este eran demasiado pequeñas
poise (P) para su aplicación práctica. Entre sus
stokes (St). unidades se contaban el estenio (sn) y
la pieza (pz), con su múltiplo hecto-
En 1951, con la adopción del franklin pieza (hpz).
y el biot, se dividió en dos sistemas
separados: el centímetro, gramo, se- Actualmente las unidades de estos
gundo, franklin por un lado y el centí- sistemas han sido adoptadas por el
metro, gramo, segundo, biot por otro. SI o, en su caso, desechadas, de tal
manera que solo serán válidas si el SI
El mks (metro, kilogramo, segundo), las acepta y define. Así pues, toda uni-
adoptado en 1901 a propuesta del físico dad de medida calificada de pertenen-
e ingeniero italiano Giovanni Giorgi cia a los sistemas CGS o MKS no debe
(1871-1950), por lo que también se usarse en el sistema SI si este no la
lo llamó mksa (al añadírsele el am- define.
pere) o sistema Giorgi, adoptado a En 1954, en la décima Conferencia
su vez en 1935 por la cei (Comisión General de Pesas y Medidas, se decidió
Electrotécnica Internacional, fundada sustituir el sistema métrico decimal
en Londres en 1906), que se basaba por un sistema nuevo basado en seis
en las siguientes unidades fundamen- unidades básicas:
tales:
metro
metro (longitud) kilogramo
kilogramo (masa) segundo
segundo (tiempo) amperio
ampere (corriente eléctrica) kelvin
candela (intensidad luminosa) candela.
grado Celsius (intervalo de tempera-
tura). En efecto, en la undécima CGPM,
celebrada en 1960, se adoptó el nuevo
Utilizaba como unidades derivadas las sistema, que fue bautizado con el nom-
siguientes: bre de sistema internacional de unida-
des, con la abreviación SI para todas
julio (J) las lenguas; en 1971, a las anteriores
kilogramo fuerza (kgf) o kilopondio unidades se añadió una nueva, el mol.
(kgp) En la decimotercera CGPM, celebrada
newton (N) en 1967, se decidió suprimir el signo
poiseuille (Pl) grados (°) con que se representaba el
vatio (W). kelvin; desde entonces lo correcto es
escribir kelvin (K), no grado Kelvin
Aceptado en 1950 y ampliado, daría (°K). Este sistema se halla en constante
lugar al surgimiento del sistema inter- perfeccionamiento con la colaboración
nacional de unidades (SI). de la mayor parte de los países, con
objeto de dotar a la humanidad de un
El MTS (metro, tonelada, segundo), sistema de unidades coherente y útil en
sistema de unidades absolutas. Este sis- todo tipo de mediciones.

40
la normalización

España desempeñó desde bien pron- blecen las unidades legales de medida,
to un papel preponderante en el campo que son las siguientes:
de la unificación de unidades. Por ejem-
plo, el primer presidente de la Oficina 1) unidades básicas
de Sévres, donde se conserva el metro metro: m (longitud)
patrón, fue el general Carlos Ibáñez de kilogramo: kg (masa)
Ibero, marqués de Mulhacén (1825- segundo: s (tiempo)
1891), quien desde 1872 hasta 1891 ampere: A (intensidad de corriente
presidió la Comisión Internacional eléctrica)
del Metro e influyó en la realización y kelvin: K (temperatura termodiná-
desarrollo de la Convención del Metro, mica)
celebrada el 20 de mayo de 1875, a la mol: mol (cantidad de sustancia)
que se adhirieron veinte Estados. El 19 candela: cd (intensidad luminosa)
de julio de 1849, la reina Isabel II uni-
ficó por ley todas las medidas y pesas, 2) unidades suplementarias
tomando como unidad de longitud radián: rad (ángulo plano)
la diezmillonésima parte del arco del estereorradián: sr (ángulo sólido)
meridiano terrestre comprendido entre
el polo Norte y el ecuador, a la que se 3) unidades derivadas expresadas a
llamaba metro. partir de unidades básicas y suple-
En 1875 España, como se ha visto, mentarias
asiste a la Convención del Metro, metro cuadrado: m2 (superficie)
donde se funda la Oficina Internacio- metro cúbico: m3 (volumen)
nal de Pesas y Medidas (BIPM ‘Burean metro por segundo: m/s (velocidad)
International de Poids el Mesures’), metro por segundo cuadrado: m/s2
cuyo primer presidente fue el ya men- (aceleración)
cionado general Ibáñez de Ibero. En metro a la potencia menos uno: m-1
1892, la reina regente aprueba la ley (número de ondas)
de Pesas y Medidas de 8 de julio, por kilogramo por metro cúbico: kg/m3
la que se adopta el sistema métrico (masa en volumen)
decimal. El sistema internacional de metro cúbico por segundo: m3/s
unidades (si) fue declarado de uso (caudal en volumen)
legal en la ley 88/1967 de Pesas y Me- kilogramo por segundo: kg/s (caudal
didas de 8 de noviembre. En el decreto másico)
1257/1974, de 25 de abril, se recogie- radián por segundo: rad/s (velocidad
ron las modificaciones a este sistema angular)
acordadas en las CGPM celebradas en radián por segundo cuadrado: rad/s2
París en 1967 y 1971. En 1975, del (aceleración angular)
15 al 17 de diciembre, se celebró en
España la primera Asamblea Nacional 4) unidades derivadas con nombres
de Metrología, coincidiendo con la ce- y símbolos especiales
lebración del centenario de la Conven- hercio: Hz (frecuencia)
ción del Metro. Actualmente, el siste- newton: N (fuerza)
ma de unidades de medida se rige en Pascal: Pa (presión, tensión)
España por el real decreto 1317/1989, julio: J (energía, trabajo, cantidad
de 27 de octubre (boe núm. 264, de calor)
pp. 34496-34500), por el que se esta- vatio: W (potencia, flujo radiante)

41
la normalización, el estilo y la edición

culombio: C (cantidad de electrici- dades si , pero que no son múlti-


dad, carga eléctrica) plos o submúltiplos decimales de
voltio: V (tensión eléctrica, potencial dichas unidades
eléctrico, fuerza electromotriz) vuelta (ángulo plano) (no establecida
ohmio: Ω (resistencia eléctrica) por la CGPM)
siémens: S (conductancia eléctrica) grado centesimal o gon: gon (ángulo
faradio: F (capacidad eléctrica) plano)
wéber: Wb (flujo magnético, flujo de grado: ° (ángulo plano)
inducción magnética) minuto de ángulo:' (ángulo plano)
tesla: T (inducción magnética, den- segundo de ángulo: " (ángulo pla-
sidad de flujo magnético) no)
henrio: H (inductancia) minuto: min (tiempo)
lumen: lm (flujo luminoso) hora: h (tiempo)
lux: lx (iluminancia) día: d (tiempo)
becquerel: Bq (actividad [de un ra-
dionucleido]) 8) unidades en uso con el SI cuyo va-
gray: Gy (dosis absorbida, energía lor en unidades si se ha obtenido
comunicada másica, kerma, índi- experimentalmente
ce de dosis absorbida) unidad de masa atómica: u (masa)
siévert: Sv (dosis equivalente, índice electronvoltio: eV (energía)
de dosis equivalente)
9) unidades admitidas Únicamente
5) unidades derivadas expresadas a en sectores de aplicación especia-
partir de las que tienen nombres lizados
especiales dioptría (potencia de los sistemas
Pascal segundo: Pa∙s (viscosidad di- ópticos) (no establecida por la
námica) CGPM)
julio por kelvin: J/K (entropía, ca- quilate métrico (masa de las piedras
pacidad térmica) preciosas)
julio por kilogramo kelvin: J/(kg∙K) área: a (área de las superficies agra-
(capacidad térmica másica, entro- rias y de las fincas)
pía másica) tex: tex (masa longitudinal de las
vatio por metro kelvin: W/(m∙K) fibras textiles y los hilos) (no es-
(conductividad térmica) tablecida por la CGPM)
voltio por metro: V/m (intensidad de milímetro de mercurio: mmHg (pre-
campo eléctrico) sión sanguínea y presión de otros
vatio por estereorradián: W/sr (in- fluidos corporales) (no estableci-
tensidad radiante) da por la CGPM)
barn: b (sección eficaz).
6) nombres y símbolos especiales de
múltiplos y submúltiplos decimales Aunque el referido decreto no las
de unidades si autorizadas menciona, la CGPM admite tempo-
litro: l, L (volumen) ralmente las siguientes magnitudes y
tonelada: t (masa) unidades:
bar: bar (presión y tensión)
ángstrom: Å (longitud)
7) unidades definidas a partir de uni- milla náutica (longitud)

42
la normalización

bar: bar (presión) Reino Unido y los Estados Unidos. Se


nudo (velocidad). aplica a todas las mercancías menos
los metales nobles, pedrería y medi-
De la misma manera que el metro camentos. Comprende las siguientes
fue prontamente adoptado por algu- unidades de masa:
nos países como unidad de medida de
longitud, el sistema de unidades lo fue cental (ctl)
asimismo, primero el sistema métrico dram (dr)
decimal y posteriormente el si. Sin grano (grain) (gr)
embargo, su adopción y aplicación en hundredweight (cwt)
todos los países y en todas las ciencias libra (pound) (lb)
y técnicas presenta ciertos problemas. cuarto (quarter) (qr)
Por ejemplo, si bien el Reino Unido onza (ounce) (oz)
adoptó el sistema internacional, en los short hundredweight (sh cwt)
Estados Unidos, que también lo adop- stone (no tiene símbolo)
taron, sigue empleándose, en general, tonelada (ton) (tn)
el llamado sistema usual U. S., heredado tonelada corta (short ton) (sr tn).
del sistema imperial británico.
IMPERIAL. Este sistema de medidas,
adoptado oficialmente en 1963 en el
1.4. El sistema de medidas Reino Unido, comprende las siguientes
angloestadounidense unidades:

Uno de los sistemas de medidas más longitud:


importantes utilizados en el mundo es cadena (chain) (no tiene símbolo)
el que se conoce como angloestadouni- furlong (fur)
dense, aunque de hecho se origina en yarda (yard) (yd)
el sistema inglés de medidas, llamado milla (mile) (mi)
sistema imperial británico. Comprende pie (foot) (ft)
los siguientes: pulgada (inch) (in)

APOTHECARY. Se deriva de las reglas superficie:


establecidas por los farmacéuticos acre (ac)
ingleses en el siglo XVII para la medida yarda cuadrada (square yard) (sq
del peso y el volumen de líquidos y medi- yd, yd2)
camentos. Comprende las siguientes milla cuadrada (square mile) (sq
unidades: mi, mi2)
pie cuadrado (square foot) (sq ft,
onza apothecaries (ounce apotheca- ft2)
ries) (oz ap) pulgada cuadrada (square inch) (sq
dracma (drachm) (dr ap) in, in2)
dram (dr ap) rood (no tiene símbolo)
scruple (s ap)
grano (grain) (gr). volumen:
yarda cúbica (cubic yard) (cu yd,
AVOIRDUPOIS. Se origina en el si- yd3)
glo xlx y actualmente tiene uso en el pie cúbico (Cubic foot) (cu ft, ft3)

43
la normalización, el estilo y la edición

pulgada cúbica (cubic inch) (cu in, de las unidades de la misma clase son
in3) decimales en el si (milímetro, metro,
kilómetro), no sucede lo mismo con
capacidad: las del sistema imperial británico; por
galón (gallón) (gal) ejemplo, no existe dependencia alguna
gili (gi) entre la pulgada, la yarda y la milla.
onza fluida (fluid ounce) (fl oz) Los Estados Unidos y el Reino Unido
pinta (pint) (pt) han aceptado el sistema internacional
cuarto (quart) (Q) (si), pero emplean sus unidades jun-
tamente con las del sistema imperial.
peso: Esta situación es incómoda, pero se
cental (ctl) entiende cuando se consideran los inte-
dram (dr) reses comerciales y de todo orden que
grano (grain) (gr) concurren en el caso. Como era de espe-
hundredweight (cwt) rar, la aceptación por parte de los Esta-
libra (pound) (lb) dos Unidos y la Unión Europea del
onza (ounce) (oz ) sistema imperial obliga al doble etique-
cuarto (quarter) (qr) tado para las exportaciones entre estos
stone (no tiene símbolo) países.
tonelada (ton) (tn) Lo ideal, naturalmente, sería que
tanto el Reino Unido como los Estados
TROY. Sistema de unidades de masa Unidos aceptasen incorporar el sistema
de origen francés medieval (troy de- internacional en su legislación. Para
riva del nombre de la ciudad francesa ello, ya en 1904 la Cámara de los Lores
Troyes). Al principio se aplicaba a la propuso cambiar al sistema métrico,
medición de metales preciosos como el pero la propuesta fue rechazada por la
oro y la plata. Se abolió en Inglaterra Cámara de los Comumes. En 1965 se
en 1879, fecha desde la cual se aplica aprobó el uso del sistema métrico, y en
únicamente la onza, con sus múltiplos 1971 se introdujeron los decimales en el
y submúltiplos, para la medición del sistema monetario británico. El sistema
oro, la plata, el platino y las piedras métrico se enseña en las escuelas bri-
preciosas. Se basa en la libra avoirdu- tánicas desde los años setenta del siglo
pois. Comprende las siguientes unida- pasado. Según una encuesta realizada
des de masa: por la BBC, actualmente (2007) se utili-
zan en el Reino Unido los tres sistemas,
grano (grain) (gr) pero con porcentajes de uso distintos:
libra troy (troy pound) (lb ir) solo el sistema imperial (22 %), solo el
onza troy (troy ounce) (oz tr) sistema internacional (29 %) y ambos
pennyweight (pwt). sistemas (49 %).

El sistema norteamericano tiene


como unidades fundamentales la yarda 2. El estilo
y la libra con sus divisiones (por ejem-
plo, la pulgada) y sus múltiplos (como Las publicaciones que a lo largo de
la tonelada). La relación entre sí de es- la historia se han creado para poner de
tas unidades es arbitraria; por ejemplo, manifiesto la necesidad de uniformi-
mientras las relaciones de dependencia dad de criterios en lo relativo a todos

44
el estilo

los aspectos de la escritura técnica de ciertas partes del texto (por ejem-
y científica desde un punto de vista plo, folios explicativos, grafía de las
profesional podrían dividirse en tres firmas, disposición de las citas) o de
categorías: ciertos textos (por ejemplo, las notas,
los índices, las bibliografías, las crono-
— códigos tipográficos, empleados logías). Se utilizaron en las imprentas
en las imprentas y en las editoria- y en las editoriales bibliológicas (las
les bibliológicas (las que editan especializadas en la edición de libros,
principalmente libros) (v. §2.2); no de revistas), y en la actualidad sus
— libros de estilo, de empleo en los contenidos suelen formar parte de los
periódicos y agencias de prensa manuales de estilo.
para la unificación de criterios en Los libros de estilo son publicacio-
el uso de la lengua, modelos de nes generalmente normativas en las
redacción de los distintos textos que, entre otras cosas, se dice cómo
informativos (noticias, crónicas, se escribe una palabra determinada,
reportajes, entrevistas, etcétera) las palabras que no deben usarse, los
(véase §2.3); plurales que la publicación cree que
— manuales de estilo, que reúnen en son los correctos y la grafía elegida
sí aspectos de los códigos tipo- para los antropónimos y topónimos.
gráficos y de los libros de estilo Se utilizan en las editoriales que editan
y que se destinan, especialmente revistas científicas, en los periódicos y
en las editoriales, sociedades y en las agencias de prensa.
asociaciones científicas, a sentar Los manuales de estilo ofrecen capí-
las bases de la escritura científica tulos en los que se tratan las cuestiones
de libros y revistas (v. § 2.4). más controvertidas en relación con un
tipo de publicaciones determinadas (de
En principio, los tres tipos de publi- medicina, biología, siquiatría, sicolo-
caciones son distintos por su contenido gía, ingeniería...), con doctrina sobre
y su enfoque, así como en lo relativo a el plagio, la redacción científica de un
sus destinatarios, como hemos visto. texto, las normas de ética que afectan
No es extraño, sin embargo, que, desa- al escritor científico y las que deben
parecidos o a punto de desaparecer lo cumplirse en la redacción de artículos
que pudiéramos considerar códigos de revistas, las formas de hacer citas,
tipográficos puros o estrictos, las pu- etcétera, y se completa con aspectos
blicaciones actuales, destinadas a los más propios de libros de estilo, como
diarios, las agencias de prensa o las la escritura de los antropónimos y
editoriales, se denominen promiscua- topónimos, cuestiones gramaticales y
mente libros de estilo o manuales de de ortografía, terminología, etcétera.
estilo, pese a que entre unos y otros En muchos casos se enriquecen con
hay o debe haber algunas diferencias, normas de composición y disposición
no solo de matiz, que los distinguen. de los textos, con lo cual se trata de
Un código tipográfico es un conjun- mostrar al usuario ciertas normas de
to de normas para la realización de un ortotipografía que eran más propias
impreso, entre las cuales sobresalen de los códigos tipográficos. Se utilizan
las que se refieren a las grafías tipo- especialmente en las editoriales científi-
gráficas. Algunos códigos contienen cas (las especializadas en la edición de
también normas para la composición revistas científicas), pero también en

45
la normalización, el estilo y la edición

las bibliológicas (libros), en las univer- los impresos y de los cuales hay especí-
sidades, entidades, etcétera. menes en todas las lenguas, no son
todavía ni siquiera códigos tipográfi-
cos propiamente dichos. Se tiene un
2.1. La labor de los humanistas antecedente notable en la obra Ortho-
typographie, de Jerónimo Hornschuch,
La preocupación por la uniformi- publicada en latín en Leipzig en 1608
dad de criterios, por la depuración del (traducida por Susan Baddeley y
estilo, por la presentación pulcra y la publicada en París por Éditions des
realización exacta de los originales Cendres en 1997). De hecho, las obras
destinados a su publicación nace con que andando el tiempo se convertirán
la imprenta. Seguramente con la apa- en base de los códigos tipográficos y
rición de la primera errata de que se ortotipográficos surgen en Francia
tiene noticia en el Psalmorum codex, en 1723 con La Science pratique de
impreso en Maguncia (Alemania) en Vimprimerie, de Martin-Dominique
1457 por Johann Fust y Peter Schoffer Fertel, seguido, entre otros, por el
(decía Spalmorum en lugar de Psalmo- Code des corrections typographiques
rum) , nacía tímidamente la necesidad de Pierre-François Didot (1732-1793),
de luchar contra el error bibliológico, considerado el primer código tipográ-
fuera del tipo que fuese. Quienes se fico propiamente dicho, y por el Traité
encargaron de fijar las reglas de la de typographie, de Henri Fournier
tipografía y de la ortografía fueron (1825); la Guide pratique du composi-
los tipógrafos humanistas, a la cabeza teur d'imprimerie, de Théotiste Lefèvre
de los cuales hay que situar al italiano (1855, seguida «casi hasta el plagio»
Aldo Manuzio (h. 1449-1515), al que por Juan José Morato en su obra
siguen los franceses Geofroy Tory (h. de 1900, incluso en el título, como
1480-1533) y los miembros tipógrafos él mismo confiesa); Les règles de la
de la familia Estienne (empezando por composition typographique, de Désiré
Henri I, cabeza de la estirpe [1460- Greffier (1898); Manuel pratique de
1520], y siguiendo por Robert [1499- composition typographique, de Victor
1559] y Henri II [1531-1598], entre Breton (1911), y otros, entre los que
los más importantes). En España, esta puede mencionarse uno de los últimos,
función corresponde al humanista Elio Manuel de typographie et de mise en
Antonio de Nebrija (1441-1522: Gra- page, de François Richaudeau (1989),
mática de la lengua castellana, 1492; y La chose imprimée, dirigido por
Reglas de orthographia en la lengua John Dreyfus y François Richaudeau
castellana, 1517). (1987), traducido al español con el
título de Diccionario de la edición y de
las artes gráficas (1990).
2.2. Los códigos tipográficos En España hay un primer trabajo.
Institución y origen del arte de la
Los códigos tipográficos hallan sus imprenta y reglas generales para los
remotos antecedentes en ciertos ma- componedores, escrito hacia 1680 por
nuales profesionales destinados a los Alonso Víctor de Paredes. Contamos,
cajistas o compositores tipográficos (v. además, con obras de tratadistas ti-
§ 2.4). Estos manuales, en los que se pógrafos destacados, entre los cuales
encuentran normas de realización de descuella el primer tratado español

46
el estilo

de tipografía, escrito por Juan José titulado Code des corrections typo-
Sigüenza y Vera, el Mecanismo del arte graphiques debido al impresor y
de la imprenta para facilidad de los librero francés Pierre-François Didot
operarios que la exerzan (1811). Le si- (1732-1793). Aparte de los libros
guen, entre otros, el Manual del cajista técnicos destinados a la formación de
y de la tipografía, de José María Pala- cajistas y a la descripción del oficio
cios (1845); el Manual de la tipografía de componer textos y formar mol-
española, de Antonio Serra y Oliveres des de imprenta, el primer código
(1852); el Manual de la tipografía tipográfico del siglo xx lo inicia en
española, o sea el arte de la imprenta, 1922 la Société amicale des protes et
de José Famades Villamur (1882); correcteurs (Sociedad Profesional de
el Tratado de tipografía o arte de la Regentes de Imprenta y Correctores);
imprenta, de José Giráldez (1884); el la primera edición se publica después
Manual del cajista de imprenta, de de dos años de trabajo. En 1977,
Francisco Bollo (1889); la Guía prác- con el título de Code typographique:
tica del compositor tipógrafo, de Juan choix de regles à l’usage des auteurs et
José Morato (1900, «La obra especial professionnels du livre, apareció en Pa-
mejor orientada entre las de su clase rís la duodécima edición bajo los aus-
en lengua castellana», en palabras de picios del Syndicat national des cadres
Fernando Huarte Morton); el Manual et maitrises du livre, de la presse et des
practico del cajista de imprenta, de Ál- industries graphiques; la decimoséti-
varo Fernández Pola (1904); la Cartilla ma edición apareció también en París
del aprendiz de cajista de imprenta, de en 1993, esta vez auspiciada por
Juan José Morato (1929); el Manual la Fédération C.G.C. de la commu-
del cajista de imprenta, de F. Fábregues nication.
y J. M. Saavedra (1933); El libro del En España no se ha editado nunca
corrector: vademécum de los escritores un código tipográfico formal. Cuando
y de los profesionales de la tipografía, más, algunos folletos de normas para
de Pelegrín Melús y Francisco Millá uso y disfrute de una sola editorial. Se
(1940); la Teoría y práctica de la tipo- puede poner el ejemplo, entre otros, de
grafía con nociones de las industrias las normas internas de dos editoriales
afines, de Vicente Martínez Sicluna ya desaparecidas: Editorial Bruguera,
(1945); la Cartilla de tipografía para Normas para traductores y correctores
autores: preparación de originales y de Editorial Bruguera (39 pp., 1971),
corrección de pruebas, de Fernando y Editorial Labor, Normas de trabajo
Huarte Morton (1955); la Corrección (60 pp., 1979), ambas impresas. Otras
de pruebas tipográficas, de R. Ramos editoriales, como Seix Barral y Barral
Martínez (1963); La composición Editores, de Barcelona como las ante-
en artes gráficas, de Euniciano Mar- riores, disponían de normas mecano-
tín (2 vols., 1970 y 1974), y, de José grafiadas desde 1969 (en ambos casos
Martínez de Sousa, el Diccionario de se titulaban Normas de producción y
tipografía y del libro (1974), el Dic- eran muy parecidas). Por desgracia,
cionario de ortografía técnica (1987) existe entre nosotros el prurito de que
y el Manual de edición y autoedición nadie lo hace mejor que uno mismo, y
(1994). ello nos lleva a considerar que nuestro
Pero tal vez el primer código ti- criterio es inmejorable. Sin embargo,
pográfico propiamente dicho sea el las cosas están cambiando últimamen-

47
la normalización, el estilo y la edición

te. Los editores se han dado cuenta de del Oxford dictionary for writers and
que ciertas correcciones recurrentes editors (editado por Clarendon Press,
les salen demasiado caras, y, por otro 1981, puesto al día anualmente), al
lado, la entrada del ordenador en la que se añadían cinco páginas con las
tipografía facilita el aprovechamiento diferencias propias del diario. Este
del trabajo de mecanografiado del diccionario de escritores y directores
autor y del traductor. Se impone, pues, ha sido tomado también como base de
el establecimiento de unas normas su estilo por otros muchos periódicos
de trabajo que unifiquen criterios y de lengua inglesa, que se limitan a pu-
sirvan de guía tanto para autores blicar unas páginas en las que hacen
y traductores como para correctores de constar sus preferencias expresivas.
estilo y para correctores tipográficos Por ejemplo, The Guardian añade 55
(que así «heredan» la responsabilidad páginas, tituladas The Guardian style
que anteriormente correspondía a los book.
correctores de estilo). El Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich
(Suiza), tiene un libro de estilo de 88
páginas originado en un conjunto de
2.3. Los libros de estilo normas al parecer iniciadas en 1968,
que actualmente se titula Sprachlich-
Antes de que dispusiera de sus pro- Technisches Vademecum für die Redak-
pios libros de estilo, la prensa se había toren, Korrespondenten und Mitarbei-
valido, como es lógico, de los códigos ter der Neue Zürcher Zeitung, cuya
tipográficos por lo que respecta a la segunda edición es de 1982.
presentación gráfica (v. §2.2), mien- En España, los libros de estilo de la
tras que en lo relacionado con el estilo prensa han proliferado desde los pri-
de escritura, especialmente con los meros años ochenta del siglo xx. Desde
aspectos gramaticales y léxicos, había el Manual de español urgente (16.a ed.,
que atenerse, de forma general, a lo 2005), de la Agencia Efe, que sirve de
establecido por la Academia Española faro a muchos periódicos nacionales y
en sus publicaciones. extranjeros («es el más antiguo de los
Los libros de estilo periodísticos publicados en la comunidad de habla
son un producto típicamente estado- española», se dice en su prólogo), has-
unidense. Tal vez uno de los primeros, ta el de los diarios de Vocento (de José
si no el primero, sea el que en 1962 Martínez de Sousa, Gijón: Trea, 2003),
publicó el New York Times, titulado pasando por el de El Mundo (Madrid,
The New York Times style book for 1996), el de El País, que va ya por la
writers and editors, que en 1977 publi- 16.a edición (Madrid, 2002), el de La
có su segunda edición con el título de Vanguardia (Barcelona, 2004), el de
The New York Times, Manual of style La Voz de Galicia (La Coruña, 2002),
and usage. En 1978 apareció el libro el del Abc (2.a ed., Madrid, 2001)
de estilo del Washington Post, titulado y el de El Periódico (Barcelona, 2002).
The Washington Post deskbook on Su abundancia no va en detrimento
style. The Times, de Londres, tuvo des- de la uniformidad de criterios en gran
de 1970 hasta 1984 un libro de estilo medida, como se podría suponer, por-
titulado Style book and spelling words que, en general (con pocas excepciones
adopted by The Times. En noviembre notables), se copian unos a otros y las
de 1984 fue sustituido por las normas diferencias en lo relativo al léxico y la

48
el estilo

ortografía son prácticamente nulas. otros y publicado en Madrid (1995).


Se trata, más que de folletos (o poco Hay también una serie de libros
más), como es habitual en algunos de estilo generales, cuya calidad y
periódicos extranjeros, de verdaderos adecuación a las propias necesidades
volúmenes que suelen superar las habrá de establecer el lector, previo
doscientas páginas. Con todo, debe ad- análisis. Conozco los siguientes: Libro
vertirse que algunos de estos libros de de estilo universitario, de Carlos Arro-
estilo tienen poco interés y, en algunos yo Jiménez y Francisco José Garrido
casos concretos, excesivos errores de Díaz (Madrid: Acento, 1997); Manual
todo tipo. general de estilo, de Firmas Press (Ma-
También las emisoras de radio y drid: Playor, 1994; obra que hay que
televisión tienen sus libros de estilo. consultar con precaución); el Libro de
Tal vez el primero sea el que en 1980, estilo para juristas, de Antonio Millán
con el título de Manual de estilo para Garrido (Barcelona: Bosch, 1997); el
informadores de radio, publicaron Libro de estilo para universitarios, de
conjuntamente Radiotelevisión Es- Miguel Ángel Santos Guerra, Benja-
pañola y Radio Nacional de España, mín Mantecón Ramírez y Cristóbal
seguido, en 1985, por el de Miguel González Álvarez (Málaga: Miguel
Pérez Calderón, Libro de estilo de los Gómez, 1995); Manual práctico de es-
Servicios Informativos (obra de escasa tilo, de Ramón Sol (Barcelona: Urano,
calidad y con excesivos errores). En 1992).
1991 apareció el Libro de estilo de
Canal Sur Televisión, de Sevilla (2.a
ed., Sevilla, 2004); en 1993, el Libro 2.4. Los manuales de estilo
de estilo de Telemadrid, y en el mismo
año, el Manual de estilo de TVE, redac- Aunque algunos libros de estilo
tado por Salvador Mendieta. periodísticos llevan por título manual
En cuanto a las instituciones, se de estilo, esta denominación suele
cuenta con las siguientes obras: Ma- reservarse para los libros de estilo
nual de estilo del lenguaje administra- editados por y para las editoriales, ya
tivo, publicado por el Ministerio para que su contenido, disposición y apli-
las Administraciones Públicas (Ma- cación son bien distintos de los que
drid, 1990); el Libro de estilo, redacta- afectan al mundo periodístico. Aunque
do por Valentín Arias López y publica- tienen como precedentes históricos
do por la Consellería de Cultura e Xu- los códigos tipográficos y las normas
ventude, de Santiago de Compostela ortotipográficas que forman parte de
(1993); Joan Solà dirigió dos libros de los libros sobre técnica tipográfica, en
estilo en catalán: el primero, titulado la actualidad estos libros se alimentan
Llibre d'estil, para la Caixa d’Estalvis tanto de los códigos tipográficos como
i Pensions de Barcelona (1991), y el de las normas para la edición científica
segundo, titulado Llibre d’estil de (v.§3).
l’Ajuntament de Barcelona, para el Los manuales de estilo más antiguos
Ayuntamiento de Barcelona (1995). son el de la Oxford University Press
La Universidad Nacional de Educa- (1893) (New Hart’s rules, Oxford:
ción a Distancia (UNED) tiene también Oxford University Press, 2005) y el
su libro de estilo, el Manual de estilo, de la Chicago University Press (1906)
redactado por José Romera Castillo y (The Chicago Manual of Style, 15.a

49
la normalización, el estilo y la edición

ed., Chicago: University of Chicago y a desarrollarse a partir de los años


Press, 2003). Ambos manuales tienen cincuenta del siglo xx, cuando las vie-
hoy un innegable prestigio interna- jas revistas se ven desbordadas por la
cional. Sin embargo, no nacieron abundancia de ofertas de trabajos para
directamente como manuales de esti- su publicación, trabajos generalmente
lo, sino como reglas para uso de las mal escritos y de escasas cualidades de
respectivas imprentas. En relación con legibilidad.
esto, «La historia del manual de la APA En los Estados Unidos, el American
[American Psychological Association Institute of Biological Sciences (Institu-
‘Asociación Norteamericana de Psico- to Estadounidense de Ciencias Bioló-
logía’] es muy representativa de lo que gicas) de Washington publica en 1960
ha ocurrido a este respecto en otros lo que se considera el más antiguo de
campos científicos. Las siete páginas los manuales para la enseñanza de la
de las instrucciones de 1929 pasaron redacción científica, el Style manual
a treinta y dos en 1944 y a sesenta for biological journals, cuya autoría
en 1952, que es cuando se publica corresponde a la Conference of Biolo-
la primera edición del manual como gy Editors (concretamente, al Commit-
un suplemento de la revista; fue pu- tee on Form and Style). Las ediciones
blicada de forma independiente en subsiguientes (1964, 1972, 1978, 1983
1957» (Delgado López-Cózar, 1998, y 1994) corren a cargo del Council of
64-65). Biology Editors (Consejo de Editores
De este tipo de obras, en España de Biología), organismo que instituye
solo disponemos del Diccionario de un Committee on Editorial Policy (Co-
ortografía técnica (José Martínez de mité de Política Editorial). En 1987 se
Sousa, Madrid: Fundación Germán tradujo al español la quinta edición del
Sánchez Ruipérez, 1987, reimpr. 1999, Style manual con el título de Manual
hoy [2008] incluido en Ortografía de estilo: guía para autores, editores y
y ortotipografía del español actual, revisores en el campo de la medicina y
Gijón: Trea, 2004) y del Manual de es- la biología (versión española de Marta
tilo publicado por la revista Medicina Pulido, Barcelona: Salvat, 1987).
Clínica (Barcelona: Doyma, 1993). En En Europa, la investigación en este
catalán se cuenta con el Manual d’estil: terreno es mucho más lenta y modesta.
la redacció i Vedició de textos, de En 1964, el editor Karger, de Basilea
Josep M. Mestres y otros (Barcelona: (Suiza), edita un folleto con propues-
Eumo, 3.a ed., 2007), obra notable por tas de reglas de escritura científica. En
su riqueza y el orden expositivo. 1970, J. N. Maillard y J. P. Benhamou
publican L’article médical (París: L’Ex-
pansion scientifique) y en 1973 apare-
3. La edición científica ce Comment écrire, comment dire, en
médecine, de Roger Bénichoux (París:
El primer periódico científico, el Masson, 1973).
Journal des Savants, apareció por pri- Entretanto, el American National
mera vez el 5 de enero de 1665 bajo Standards Institute (ANSI) de Nueva
la dirección de Denis de Sallo, pero la York publica en 1969 una norma
noción de edición científica aplicada a para la abreviación de los títulos de
los trabajos publicados en las revistas las publicaciones periódicas y en 1972
científicas empieza a tomar cuerpo da a conocer la «Preparación de los

50
norma, uso y autoridad lingüística

artículos científicos para su presenta- En los años setenta del siglo xx se


ción escrita u oral», en la que define la funda en el Reino Unido la European
fórmula IMRaD (lntroduction, Material Association of Science Editors (EASE)
and Methods, Results and Discussion (Asociación Europea de Editores Cien-
‘Introducción, material y métodos, tíficos), que publica European Science
resultados y discusión’: IMRyD), las Editing, boletín de enlace entre los
cuatro partes en que desde entonces se responsables de editoriales científicas
divide el artículo científico, muy difun- europeas y los profesionales de la edi-
dida actualmente (v. p. 118). ción científica.
En 1978, un pequeño número de di- En España la preocupación por la
rectores de revistas médicas generales, presentación uniforme de los origi-
más tarde conocido como el Grupo de nales destinados a revistas científicas
Vancouver, se reunieron en Vancouver es más tardía. Hay trabajos desde los
(Columbia Británica [Canadá]) para primeros años setenta (por ejemplo,
establecer las pautas relativas al for- David Romano, Elementos y técni-
mato de los originales que los autores ca del trabajo científico, Barcelona:
enviaban a sus revistas. Sus normas Teide, 1973). También contribuyeron
para la uniformidad de los originales a la aplicación creciente de normas
fueron publicadas por primera vez en científicas obras como el Diccionario
1979. Actualmente, este grupo se ha de ortografía técnica, de José Mar-
convertido en el International Commit- tínez de Sousa, destinado al mundo
tee of Medical Journal Editors (ICMJE) editorial en general, pero no fal-
(Comité Internacional de Directores de tan dignos ejemplos de preocupación
Revistas Médicas [CIDRM]), que se reú- por la uniformidad de los originales
ne anualmente. El comité elaboró en destinados a revistas científicas, como
1982 unos Requisitos de uniformidad el ya mencionado Manual de estilo,
para originales presentados a revistas hasta el presente el único manual de
biomédicas que en 1997 alcanzaron la estilo científico publicado en Espa-
quinta edición. Actualmente, más de ña, editado por la revista Medicina
quinientas revistas de todo el mundo Clínica, dirigido por Ciril Rozman y
siguen y recomiendan estas normas redactado por un equipo de destaca-
de uniformidad en la presentación de dos especialistas en cada una de las
originales. El objetivo de estos requi- materias tratadas.
sitos es conseguir que los trabajos que La edición científica, pues, ha he-
se presentan a las revistas adheridas cho que el cientificismo de la edición
cumplan tales requisitos y las revistas adquiera una importancia enorme en
los acepten. Con ello se consigue que el estos tiempos, en que la producción li-
científico tenga la seguridad de que su teraria científica toma caracteres preo-
trabajo no será rechazado por cuestio- cupantes por su cantidad y dispersión.
nes formales. Es de alabar la decisión
del CIDRM no solo de permitir la copia
y reproducción de sus normas, sino 4. Norma, uso
también el hincapié que hace en que y autoridad lingüística
ello suceda: «El comité anima a la dis-
tribución de este material». Compárese Estrechamente ligados a la norma-
con la actuación de la ISO y de Aenor... lización y al estilo se hallan los con-
(v. §1.2). ceptos de norma, uso y autoridad.

51
la normalización, el estilo y la edición

Pongamos la última en primer lugar mismo corte. La impone una insti-


del análisis: si el usuario del lenguaje, tución reconocida por la sociedad,
cualquiera que sea su nivel, no acepta institución que para el español, tanto
de buena gana la autoridad de las el europeo como el hispanoamericano,
entidades encargadas de legislar, de es la Real Academia Española, fundada
nada sirve que exista una norma, la en 1713. Su función es discutida, pero
cual, para su mayor justificación, debe su autoridad sigue siendo mayoritaria-
estar en consonancia con un uso y mente aceptada.
servir como de eco o resonancia de Sin embargo, una norma ortográfica
él. El problema de la aceptación de la puede estar en vigor durante siglos
autoridad se relaciona con la facultad pese a que nadie la cumpla; y si una
que esta tiene de legislar para el indi- norma no se cumple en absoluto, pese
viduo y no para sí misma. La falta de a lo cual todo funciona bien, es que la
acuerdo entre lo que el uso establece norma sobra. La última edición de la
y lo que registra la norma es otro de gramática académica tiene, de hecho,
los escollos con que tropieza quien más de setenta años de antigüedad,
escribe. No es fácil que se llegue al puesto que la edición de 1959 era en
pleno acuerdo de cuantas entidades todo semejante a la de 1931 y proba-
en este mundo se dedican a legislar en blemente esta se parecía mucho a la de
aspectos que afectan al escritor (espe- 1920, cuyo prólogo reproducen ambas,
cialmente al escritor científico), y tal la de 1931 y la de 1959. Publicado el
vez eso sea lo mejor que puede suce- prometedor Esbozo de una nueva
der, pero, así como hay aspectos de la gramática de la lengua española en
cultura que no reclaman urgentemente 1973, desde entonces sigue en estado
una legislación, hay otros que, por el de esbozo, puesto que la Gramática de
contrario, necesitarían un conjunto de la lengua española de Emilio Alarcos
reglas claro, sencillo y fácilmente apli- Llorach (1994) y la Gramática descrip-
cable. Y necesitarían, además, que esa tiva de la lengua española de Ignacio
legislación sustituyera al marasmo de Bosque y Violeta Demonte (1999) han
usos y abusos actuales en la escritura sido publicadas por la Academia, pero
científica. Pero el problema no está ninguna de ellas es «su» gramática.
solo en las normas y en el uso: está Esta es la que apareció en el 2009
también en la autoridad. con el título de Nueva gramática de
la lengua española, publicada en tres
volúmenes por Espasa, de Madrid.
4.1. Norma y uso Por lo que respecta al Diccionario de
la lengua española, el Diccionario por
Una norma, en sentido lingüístico, antonomasia para quienes hablamos
es el conjunto de reglas restrictivas y escribimos en español, arrastra tal
que definen lo que se puede utilizar en cantidad de defectos lexicográficos,
el uso de una lengua si se ha de ser fiel que su consulta se convierte a menudo
a cierto ideal estético o sociocultural. en un engorro. Por poner un ejemplo,
La norma supone la existencia de unos si se consulta la palabra delegación,
usos considerados correctos y otros que es un sustantivo femenino, la Aca-
considerados incorrectos, definidos demia responde con un verbo transi-
ambos en las gramáticas y ortografías tivo, puesto que dice: «Acción y efecto
normativas y en los diccionarios del de delegar»; es decir, que para saber

52
bibliografía específica para escritores y traductores

qué significa delegación tenemos que o para cuestiones lingüísticas escrito-


consultar delegar, la cual nos dará una res o tratadistas que no son ni clásicos
respuesta verbal, no sustantiva. ni académicos.
Así pues, no es de extrañar que el
uso vaya por delante de la norma,
situación que puede crear verdaderos 5. Bibliografía específica
problemas a quienes desean mante- para escritores y traductores
nerse dentro de la norma académica.
Si la Academia ha de admitir en su Tanto los escritores como los traduc-
Diccionario palabras o significados tores necesitan rodearse de una bien
que tienen todos los méritos para ello, nutrida biblioteca en la que figuren
debe hacerlo antes de que se convier- las obras que emanan de las autori-
tan en problema. dades oficiales y también las de los
autores en los que el escritor deposite
su confianza a la hora de resolver sus
4.2. Autoridad lingüística problemas.
Trazar el contenido de una biblio-
Debido a la delicadeza suma del grafía es sumamente complejo. Ten-
arma que maneja, el lenguaje, el escri- tativamente se pueden proporcionar
tor no lingüista necesita con frecuencia bibliografías o listas de libros especia-
apoyar su criterio en la opinión de lizados para cada uno de los campos
quienes mejor escriben o de quienes que a un autor le pueden interesar,
tienen conocimientos acerca de la pero nadie como el propio escritor o
lengua. Para ello busca el amparo de traductor para definir sus necesidades
entidades como la Real Academia bibliográficas y la forma de satisfacer-
Española o de obras que le merecen las. A la hora de elegir un libro, debe
confianza a la hora de resolver sus el usuario tomarlo en sus manos y ana-
problemas con la gramática y el len- lizarlo aunque sea someramente. En
guaje. Ciertamente, es difícil para un este análisis debería prestar atención
escritor basarse en una sola autoridad. cuando menos a dos aspectos: por un
Se entiende que en una lengua como lado, el contenido, su alcance, su pro-
la nuestra, donde se acepta de buena fundidad, su tratamiento en la obra, y
voluntad la autoridad académica, esta por otro lado, la forma de presentarlo:
no responda siempre a las necesidades formato, tipografía, disposición en la
de quien se dedica, por profesión o página, facilidad de lectura, etcétera.
esporádicamente, a dejar constancia Si suponemos que el usuario busca
escrita de lo que piensa, siente u opina. un diccionario de lengua, debe tener
Se dice que los «buenos escritores» se en cuenta que para los usos a que lo
convierten en autoridad lingüística, va a destinar probablemente necesita
pero el concepto es tan vago que resul- que contenga más de cuarenta mil en-
ta difícil decidir qué es ser buen escri- tradas, ya que de lo contrario tal vez
tor. Si nos referimos, como es habitual, en muchos casos no responderá a su
a los clásicos, es obvio que su escritura consulta por falta de datos. La canti-
nos parece excelente, pero muchas dad de contenido es, en cualquier caso,
de sus fórmulas y formas ya no nos importante, pero esa cantidad debe
sirven hoy. De hecho, muchas veces se venir acompañada de la mínima cali-
convierten en autoridades lingüísticas dad tanto en el tratamiento de la mate-

53
la normalización, el estilo y la edición

ria como en la forma de presentarla. Seco , Manuel, Olimpia Andrés y Gabino


Partiendo de criterios muy parecidos Ramos : Diccionario del español actual,
Madrid: Aguilar, 1999.
a estos, se ofrece seguidamente un en-
sayo de bibliografía que puede resultar
útil a escritores y traductores. El hecho 5.1.1.3. Diccionarios de lengua
de figurar en esta lista no es signo en soporte informático
forzoso de calidad. Las obras aquí Academia Española : Diccionario de la lengua
mencionadas son de calidades muy dis- española [cd -rom ], Madrid: Real Academia
tintas, y algunas incluso desechables. Española, 1995.
El lector debe tener conocimiento de Diccionario general de la lengua española Vox
ellas, saber que existen. Su elección, [cd -rom ], Barcelona: Biblograf, 1997.
Gran diccionario de la lengua española
como he dicho anteriormente, debe ser [cd -rom ], Barcelona: Larousse Planeta,
el resultado de un análisis personal de 1996.
la obra para elegir las que se ajusten a Moliner , María: Diccionario de uso del espa-
sus necesidades y desechar las que no ñol [cd -rom ], Madrid: Gredos, 1996.
alcancen la categoría suficiente.
5.1.1.4. Diccionarios de lengua
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5.4. Otros temas

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63
Primera parte

El trabajo intelectual
1 El trabajo documental

La publicación de una obra científi- se pongan negro sobre blanco en un


ca o un artículo científico es la última soporte, papel o archivo informático.
parte de un trabajo de investigación. A la hora de llevar a cabo esta función
Al informar a la comunidad científica entran en acción una serie de meca-
se contribuye al desarrollo de la cien- nismos que el redactor o escritor debe
cia. En investigación científica, escribir tener en cuenta. Una obra técnica o
es una necesidad: «publica o perece», científica, sea un artículo para una re-
suele decirse, dando a entender que vista o un libro, debe redactarse según
en ciertos medios la no formulación unas técnicas generalmente aceptadas.
por escrito de los resultados de las
investigaciones o de las especulaciones
redunda en el desconocimiento de tales 1. Las fuentes de consulta
hallazgos y de su autor.
También algunos técnicos o expertos Las fuentes son los documentos que
en materias determinadas necesitan aportan información para el estudio de
poner en común con los colegas de una materia. Pueden ser muy variadas;
todo el mundo sus conocimientos de por ejemplo, las actas de un congreso
una materia o de parte de una materia, o de una institución oficial, manus-
y en virtud de ello deben afrontar la es- critos, obras originales, publicaciones
critura de un artículo o de una obra. periódicas, libros, folletos, informes
Asimismo, el estudiante que debe científicos y técnicos y otras. Pueden
redactar una tesina o una tesis de ser de primera o de segunda mano.
doctorado debe poner por escrito los
resultados de sus investigaciones o
especulaciones, con objeto de presen- 1.1. Fuentes de primera
tarlos ante las autoridades académicas y de segunda mano
correspondientes.
Todo ello exige que los resultados Las fuentes con que puede trabajar
del trabajo intelectual o especulativo un escritor para realizar un trabajo

67
el trabajo documental

sobre un tema pueden ser de dos tipos: El autor de un trabajo de investi-


primaria, original o de primera mano gación está obligado a trabajar con
y secundaria, derivada o de segunda fuentes de primera mano, para lo cual
mano. muchas veces deberá invertir muchas
Son fuentes primarias las totalmente horas en investigar dónde se hallan
originales; suelen considerarse origi- estas y en tratar de verlas y valorarlas
nales documentos como los libros, las por sí mismo. Sin embargo, alguna vez
publicaciones periódicas, los informes será ciertamente difícil acceder a la
científicos y técnicos, los programas fuente de primera mano, y en ese caso
de investigación, las actas de congre- será lícito que el autor recurra a fuen-
sos y otros semejantes, siempre que tes de segunda mano, a fuentes deriva-
contengan información de primera das. Por ejemplo, si hacemos una cita
mano. Este concepto es, con todo, algo de un texto de un autor, la fuente ori-
complejo; por ejemplo, una autobio- ginal es, en principio, la propia obra,
grafía puede ser una fuente de primera que es de donde debe tomarse ese tex-
mano, pero no lo será una biografía to que necesitamos citar. Suponiendo
escrita por persona que ni siquiera que el acceso a esa obra es imposible o
haya convivido con el autor ni coetá- muy difícil, se puede citar a través de
nea ni coterráneamente. Las fuentes de una cita hecha anteriormente por otro
primera mano de una biografía serán autor. La mención de la fuente debe
precisamente las fuentes de primera hacer constar al autor de la obra, pero
mano (los documentos, cartas, pu- también al citador intermedio, que es
blicaciones periódicas y otros) que el la fuente de segunda mano que hemos
autor de la biografía haya manejado. utilizado.
En relación con una obra traducida, En los casos de documentos desa-
es de primera mano la obra original parecidos o de los que solo existe un
en idioma extranjero; la traducción ejemplar difícil de ver, algunos autores
es una fuente de segunda mano: nada de reconocido prestigio que los re-
ni nadie nos garantiza, a priori, que el produzcan pueden convertirse, en la
traductor no traiciona el pensamiento práctica, en fuentes de primera mano
del autor. Las obras de recopilación de para aquel tema concreto.
documentos son asimismo fuentes de No se debe citar «de oído», espe-
segunda mano; son de primera mano cialmente si la fuente está al alcance
los documentos mismos, ya que en la y es fácil de consultar. Por poner un
reproducción pueden haberse cometi- ejemplo, quienes citan la célebre frase
do errores. Suelen considerarse fuentes de don Quijote «Con la Iglesia hemos
de segunda mano los boletines de re- topado, Sancho», se equivocan una
súmenes, las bibliografías y en general y otra vez. En el Quijote (2.a parte,
las obras de referencia, como los dic- capítulo ix) no se dice eso, sino «Con
cionarios y enciclopedias, repertorios, la iglesia hemos dado, Sancho», no
directorios, anuarios. Son documentos porque hubieran topado con la Iglesia
que se pueden manejar en la investiga- (institución), sino porque la sombra
ción y en la escritura del trabajo, pero, que adivinaban antes de acercarse no
siempre que se pueda presentar duda era la del alcázar en que moraba su
en relación con un dato, se debe hacer amada Dulcinea, sino la de «la igle-
el esfuerzo de acceder a las fuentes de sia principal del pueblo» (cito por la
primera mano. edición de Labor, 1969, ii, 74).

68
las citas

2. Las citas citadas en el mismo contexto y por los


mismos motivos. Para bien o para mal,
Las citas son textos ajenos que se la evaluación de la producción cientí-
traen como prueba de lo que se afirma fica de un autor, un país o una materia
o como contraste con ello. se apoya en el número de veces que es
Los textos pueden citarse por dos citado por otros.
motivos principales: para analizar ese La extensión de la cita debe co-
texto, si estamos escribiendo un estu- rresponderse con la importancia que
dio crítico de la materia o en el que la su texto tenga para el trabajo que se
materia aparece como una de sus par- realiza. Dicho queda que un trabajo
tes, o bien en apoyo o como contraste no se hace con citas, sino con inves-
de las ideas que se exponen. Las citas tigación, y la cita apoya (en caso
deben estar siempre justificadas, y no contrario, si la cita o su extensión no
sería honrado el trabajo que se basase están plenamente justificadas, podría-
solo en citas traídas por los pelos y en- mos incurrir en plagio). Se debe citar,
garzadas unas a otras como si fueran además, exactamente aquel fragmento
cerezas. Se supone que cualquier tra- que contiene la información que inte-
bajo, modesto o importante, consiste resa. Cuanto más amplia sea la cita,
en la exposición y desarrollo de una más difícil es justificarla y también
idea acerca de un tema, y se supone analizar su contenido. Por otro lado,
también que el autor del trabajo sabe el autor citado debe ser una verdadera
algo acerca de ese tema. Si lo único autoridad en el tema que se analiza, y
que sabe es traer a colación e hilvanar lo que diga debe ser fruto de su propia
fragmentos de textos de los que han investigación y análisis. Mencionar a
investigado el tema con anterioridad, un Pero Grullo cualquiera al que nadie
el trabajo no vale demasiado como reconoce autoridad es una forma de
elemento investigativo. Las citas no de- perder el tiempo y el propio prestigio.
ben constituir el meollo de un trabajo, En cualquier caso, el texto que se cita
salvo que se trate de un estudio crítico ha de tener enjundia e importancia en
de uno o más documentos originales; relación con la investigación que se
generalmente son solo su apoyo. lleva a cabo o con el texto que se es-
En principio, es poco ético citar al cribe. Atribuir a un autor una frase de
jefe o al compañero meramente por- conocimiento común y general es una
que lo son, de la misma manera que es impropiedad, aunque tal autor haya
poco ético citarse a sí mismo sin mo- escrito realmente ese texto.
tivo suficiente. Sin embargo, en uno y
otro caso la cita debe hacerse cuando,
independientemente de quién sea el 2.1. El estilo de la cita
autor del texto citado, este es relevante
y se hubiera citado en cualquier caso. Por la forma en que se reproduzca
A este respecto, el propio autor de un el texto de la cita o de referirnos al
texto no debe citarse en el sentido de pensamiento de un autor, la cita se
«este tema ha sido tratado por mí en el denomina cita directa, cita indirecta o
trabajo tal», por cuanto mí no va a ser cita indirecta libre.
citado por nadie. El autor debe escribir
su propio nombre, exactamente igual 1. CITA DIRECTA. La cita directa,
que hace con los de las demás obras también llamada estilo directo o dis-

69
el trabajo documental

curso directo, consiste en reproducir 2.2. Citas de primera


de forma literal y exacta lo dicho o y de segunda mano
pensado por otro o por uno mismo:
Las citas deben hacerse mediante
«Cuando se estudia un autor extranjero, las fuentes primarias (v. §1.1), o, si se
citas deben ir en la lengua original» (Eco, trata de ediciones críticas o de otro
1982: 191).
tipo, valiéndose de la edición más acre-
Me dije: «Si consigo una nota superior al
ditada. Si esto no es posible, se puede
aprobado, podré ir de Vacaciones a Egipto». echar mano de una fuente secundaria.
Si la cita es de un autor extranjero
A ello nos referiremos a lo largo de en una lengua distinta de la nuestra,
toda esta Sección (v. § 2.2 SS.). debe darse con el texto extranjero
(escrito como las citas en español,
2. Cita indirecta . La cita indirec- siempre de redondo). A continuación
ta, también llamada estilo indirecto de ella, entre paréntesis o en nota a pie
y discurso indirecto, consiste en la de página, debe darse su traducción.
reproducción de lo dicho o pensado
por otro o por uno mismo no de forma
literal, sino como una oración subor- 2.3. Reproducción del texto
dinada que actúa de complemento del de la cita
verbo principal:
El texto de la cita puede incluirse de
En opinión de Umberto Eco (1982: 191), si varias maneras en el entramado textual
el trabajo se refiere a un autor extranjero, que nosotros estamos confeccionando,
el texto de la cita debe respetar la lengua siempre debidamente distinguido para
original. evitar cualquier malentendido (no sería
honrado, sino un plagio, incorporar a
Me dije que si conseguía una nota superior al
aprobado, podría ir de Vacaciones a Egipto. nuestro texto el de otro autor sin indi-
cación alguna). Las citas se componen
siempre con letra redonda; no es un
Este tipo de citas no se distinguen con
acierto, sino todo lo contrario, distin-
diacríticos en relación con el texto que
guirlas componiéndolas en cursiva, y
las rodea.
menos aún si además se le añaden las
comillas latinas.
3. Cita indirecta libre . La cita
indirecta libre es un estilo indirecto
1. Disposición de las citas . El
en el que se ha suprimido el sintagma
texto de la cita puede disponerse de las
verbal introductor (decía que, dijo que,
siguientes maneras:
pensó que) y en la escritura suele ir
después de dos puntos:
1) si es corto (digamos, entre tres y
seis líneas, poco más o menos),
El muchacho seguía aferrado a su idea: si
conseguía una nota superior al simple apro- puede situarse a continuación del
bado, iría de Vacaciones a Egipto. propio texto (sin hacer punto y
aparte), precedido de dos puntos
No presenta problemas de grafía, o de las indicaciones gramatica-
puesto que no lleva ningún tipo de les adecuadas que avisen al lector
diacrítico. de que lo que sigue es una cita;

70
las citas

la cita, en este caso, se encierra la poesía debe citarse aparte, en cuerpo


entre comillas latinas (« »); más pequeño (al menos dos puntos
2) si es largo, en párrafo aparte, tipográficos), de redondo, sin comillas
pero y colocada en la página como se hace
con las poesías: centrada al verso más
a) en cuerpo menor que el del largo.
texto general (en imprenta o
en autoedición), a la medida
de este texto y sin comillas; 2.4. Intervención en el texto de la cita
b) sangrado (es decir, dispuesto a
medida menor y marginado a El texto de la cita debe reproducirse
la derecha en la página) y sin con sumo cuidado, escrupulosamente,
comillas; incluso con errores o con las erratas
c) con el mismo cuerpo del tex- que haya en la fuente. Sin embargo, le
to, sangrado o sin sangrar, cabe al autor que cita la posibilidad de
pero sin interlínea; también se introducirse en el texto ajeno para rec-
omiten las comillas; tificarlo sin alterarlo. Lo más frecuente
d) con el mismo cuerpo e inter- es que el citador añada, ante lo que
lineado de composición del considera una irregularidad del texto
texto general, pero en este original, un aviso al lector para indi-
caso con comillas para abrir carle que aquello está así en el original;
y cerrar la cita; si esta es muy suele expresarse con la voz latina sic
larga y tiene párrafos muy entre corchetes ([sic]) a continuación
amplios, debe llevar, además, de la palabra o expresión original que
comillas de seguir, es decir, co- se considera irregular (algunos auto-
millas de cierre (») al inicio de res son partidarios de sustituir sic por
cada párrafo para indicar al así ([así]), que es su forma española).
lector que la cita sigue; si los Debe tenerse en cuenta que este aviso
párrafos son cortos, las comi- solo es válido para denotar una grafía
llas de seguir pueden omitirse, que el lector pueda reconstruir con
con objeto de no sobrecargar facilidad en función de la competencia
el texto sin necesidad. lingüística que la lectura e interpreta-
ción del texto requiera (los libros no
Si la cita es de una poesía de pocos tienen a todos los lectores por desti-
versos, se puede disponer en el mis- natarios naturales). Sin embargo, no
mo párrafo, encerrada entre comillas sirve de nada, o de muy poco, cuando
latinas y separando unos versos de el error es más grave o cuando, por
otros por medio de una barra (/) entre ejemplo, hay una alteración de cifras
espacios: en una fecha. Si trascribimos un tex-
to donde dice que «Colón descubrió
«Ya suben dos compadres / hacia las altas América en 1942», el [sic] (o [así])
barandas. / Dejando un rastro de sangre. / puede valer porque el lector será ca-
Dejando un rastro de lágrimas» (Federico
García Lorca: Antología poética, sel. de paz de ver que se le llama la atención
Guillermo de Torre y Rafael Alberti, 8.a ed., acerca de una fecha muy conocida, y
Buenos Aires: Losada, 1975: 95). convierte mentalmente 1942 en 1492;
sin embargo, si el texto dijera 1893,
Si se reproducen más de cuatro versos. es más dudoso que todos los lectores

71
el trabajo documental

sustituyeran 1893 por 1492. Peor to- obra lleva notas, y no todas las llevan.
davía si el error es de mayor importan- Puede el autor asimismo introducir
cia; por ejemplo, si un texto dice que un texto suyo, breve, para aclarar al
«Francisco de Orellana tomó posesión lector algún aspecto de la cita que no
del Pacífico en 1513» no basta con un quede claro por falta de información.
[sic]; hay que intervenir a continuación Hay que tener en cuenta que normal-
de esa afirmación y dejar constancia de mente el texto de la cita se saca de
lo contrario; por ejemplo: «Francisco contexto (no es posible reproducir
de Orellana [error: fue Vasco Núñez todo el contexto donde se halla inserto
de Balboa] tomó posesión del Pacífico el que nos interesa); también en este
en 1513». También se podría hacer así: caso se hace uso de los corchetes para
«Francisco de Orellana tomó posesión encerrar debidamente nuestra inter-
del Pacífico en 1513 [así en el original; vención.
quien tornó posesión del Pacífico en A veces la cita debe abarcar un gran
1513 fue Vasco Núñez de Balboa]». trozo de texto, pero con la salvedad de
También se puede poner en nota a pie que una o más partes de su interior no
de página, si la obra las lleva. nos interesan. Estas partes no intere-
Dentro de la cita se puede corregir santes pueden consistir en una palabra,
una errata que advirtamos; suponga- una frase o uno o más párrafos. Dado
mos que el texto dice conteto donde que no los necesitamos, no debemos
sin ninguna duda debe decir contexto. reproducirlos, puesto que en este caso
No sería correcto corregir la palabra incluso pueden convertirse en un ruido
sin más y escribir contexto, como si o interferencia que aparte la atención
el texto original lo dijera bien. Lo que del lector de aquello que más nos inte-
procede es introducir la letra faltante resa. En este caso lo que procede para
entre corchetes en su lugar exacto: indicar la elipsis es introducir tres pun-
tos entre corchetes ([...]), un signo que
conte[x]to suele denominarse puntos encorche-
tados. Este signo se sitúa precisamente
(no hace falta poner la X de cursiva en el lugar que ocupaba el texto que
en este caso, ya que es recurso que se hemos suprimido. Si la puntuación con
reserva para las trascripciones epigráfi- que acaba el texto anterior al signo es
cas o modernizaciones de textos punto o puntos suspensivos con va-
antiguos) o bien introducir una expli- lor de punto, se mantiene en su lugar;
cación encorchetada; supongamos que si es coma o punto y coma, se supri-
en vez de decir vertical, el texto dice men.
perpendicular en un caso en el que sa- Si lo que se suprime es un párrafo
bemos con toda seguridad que se trata entero o más de uno, se puede indicar
del primer término (se deduce por el de varias maneras: si la cita está entre
contexto); lo que cabe hacer es, a con- comillas latinas, a continuación del úl-
tinuación de la palabra equivocada, timo final de párrafo se coloca un igual
añadir entre corchetes: [sin duda quiso entre espacios, después los puntos
decir vertical] y sigue la cita. También encorchetados, seguidos de otro igual
se puede optar por poner una llamada entre espacios y el texto del párrafo
de nota en el punto adecuado y remi- siguiente:
tir al lugar en que se hallen las notas;
pero este recurso solo es válido si la [cita] = [...] = [cita];

72
las citas

se usa el mismo signo si se trata de mienzo del párrafo que sigue, es se-
un párrafo como si son dos o más los ñal de que hemos omitido parte del
suprimidos; si la cita se dispone aparte comienzo de este párrafo porque
y en cuerpo menor, tampoco nos interesa. En este caso, la
parte omitida se sustituye por puntos
a) se hace punto y aparte después encorchetados, y la grafía queda así:
del último párrafo trascrito, se
marca la sangría que lleve el tex- [cita]. = [...] [cita].
to y se coloca un signo de puntos
encorchetados: A veces, el texto que se toma no
es inicio de párrafo ni va después de
[cita] punto, razón por la cual la cita debe
[...] comenzar con minúscula; en estos ca-
[cita]
sos se abren comillas latinas y a conti-
nuación, sin espacio, se colocan puntos
o bien
encorchetados seguidos de espacio y el
principio de la cita; así:
b) después del último párrafo tras-
crito se hace punto y aparte y a
«[...] [cita].
toda la medida del texto de la
cita se coloca una línea de pun-
Si la cita termina con puntuación que
tos separados por un cuadratín
no sea punto o puntos suspensivos, se
o espacio similar (más o menos,
elimina y a continuación de la última
tres espacios de barra espacia-
palabra se coloca espacio y puntos
dora):
encorchetados, y se cierra con comillas
[cita]
latinas; así:

[cita]. [cita] [...]».

El texto citado se dispone tal como A veces, si para la dinámica del dis-
aparezca en el original, con sus mis- curso los signos iniciales estorban,
mos puntos y aparte. Sin embargo, será lícito en algún caso omitirlos (la
si la cita es corta y la introducimos escritura con minúscula ya indica que
en nuestro párrafo y entre comillas no va después de punto ni a comienzo
latinas, el punto y aparte no se indica de párrafo); sin embargo, en los mis-
haciendo un punto y aparte efectivo, mos casos no deberán suprimirse los
que daría al escrito un aspecto chocan- de cierre, ya que sin esos signos no se
te, sino poniendo un signo igual (=) (o sabe si la cita termina o el citador ha
incluso una doble pleca: ||) en el lugar omitido una parte final.
que debería ocupar el texto que omiti- En cuanto a la ortografía, las citas se
mos; irá precedido de punto y espacio hacen exactamente con la que tengan
y le seguirá espacio antes de continuar en el original. Sin embargo, si lo que
con el texto de la cita: está en juego no es precisamente el
tema de la ortografía, puede el autor
[cita]. = [cita]. que cita reducir la grafía del original
para hacerla coincidir con la suya; por
Si el texto subsiguiente no es el co- ejemplo.

73
el trabajo documental

1) puede escribir dio, vio, fue, fui Si el autor citado puntúa mal, el ci-
aunque en el original aparezcan tador puede rectificar esta puntuación,
acentuadas: dió, vió, fué, fuí, gra- pero solo después de respetar la del
fías incorrectas; original. Por ejemplo, supongamos que
2) puede escribir prohíbo, rehúso, donde el autor usa una determinada
buho, sustituido, grafías actual- coma, debería haber usado punto y
mente correctas, aunque en el coma; pues bien, la intervención del
original esté escrito prohíbo, citador consistirá en colocar ese punto
rehuso, buho, sustituído; y coma entre corchetes después de la
3) puede acentuar a su modo en pa- coma del original. También se puede
labras biacentuales, como amonia- dar el caso de que una coma sobre;
co, periodo, quiromancia, en vez si se trata de un texto general, salvo
de amoníaco, período, quiroman- que la coma cambie el sentido (y esto
cía, también correctas; es muy difícil de determinar, a menos
4) puede suprimir las tildes de este, que el contexto lo deje muy claro), lo
ese, aquel y de solo; mejor es respetarla donde está, pero si
5) puede simplificar los grupos se trata de un texto ortográfico o gra-
cultos consonánticos o vocálicos matical, entre corchetes puede avisarse
que se presten a ello. al lector de que la coma sobra, así:
[sobra esta coma]. En algunos casos,
Sin embargo, si lo que está en juego para evitar engorros, se han utilizado
es precisamente el uso ortográfico, es otras soluciones; una de ellas sería, por
obvio que se debe respetar escrupulo- ejemplo, tipografiando con letra negri-
samente el original en este aspecto. ta las comas que estén indebidamente
También se debe respetar el original colocadas, que sobran; sin embargo,
cuando el autor sea heterógrafo, es esto presenta un problema grave: ¿qué
decir, cuando se aparte consciente e in- se hace con las comas que están inco-
tencionadamente del modelo ortográfi- rrectamente usadas en lugar de otro
co oficial; por ejemplo, una cita de un signo?; ¿qué se hace cuando un punto
texto de Unamuno o de Juan Ramón y coma debiera ser coma o punto?
Jiménez, que usaban heterografías en Se deben trasmitir todos los signos
sus escritos, debe respetar sus grafías, diacríticos del original; por consi-
por raras que parezcan. No obstante, guiente, si una palabra aparece entre
de este aspecto debe avisarse, bien en comillas o de cursiva, esta es la grafía
nota a pie de página si se trata de algo que debe trascribirse; sin embargo,
esporádico, bien en una nota previa otros tipos de letras, como la versalita,
al principio del libro, advirtiendo al las versales o mayúsculas o la negrita,
lector de que en los casos de hetero- no se trascribirán si pertenecen a la
grafías se han respetado las grafías situación propia del libro de que se
originales. Aunque se podrían añadir, reproducen y no tienen en él un signi-
a continuación de las heterografías, ficado especial que deba trascribirse. Si
las correcciones oportunas entre cor- citamos, por ejemplo, de un dicciona-
chetes, en estos casos es mejor dejar el rio (pongamos por caso el Diccionario
texto como está, puesto que se supone de uso del español, de María Moliner)
que el lector, una vez advertido, sabrá en el que una serie de signos adquieren
interpretar el texto original y conside- un valor de significación interna (es
rar las heterografías como tales. decir, tales signos solo son operativos

74
las citas

o encierran significado especial en esa sistema numérico es más utilizado, en


obra, mientras que fuera de ella pue- general, en ciencias experimentales.
den aplicarse con otros sentidos), tales
tipos de letras deben despreciarse al ci- 1. LA CITA BIBLIOGRÁFICA. La cita
tar esos textos. Supongamos que en un bibliográfica es el método tradicional
diccionario funciona la convención de de indicar la fuente de la que se to-
que las palabras escritas con versalitas man los datos. Se trata de un sistema
remiten automáticamente a esa pala- engorroso e incómodo que consiste en
bra así escrita; pues bien, fuera de ese hacer una llamada en el texto, donde
contexto, la versalita en esa palabra sea oportuno (es decir, el punto en que
carece de sentido y, por consiguiente, debe añadirse el dato bibliográfico que
ese tipo de letra no debe reproducirse remite a la fuente), y colocar a pie de
en una cita. Puede darse el caso con- página o al final del capítulo, la parte
trario: que el citador cambie la grafía o el libro los datos de autor, obra y
del original, añadiéndole algún tipo de página de donde se toma la cita. Se
diacrisis tipográfica (v. cap. 4, § 5); por suele empezar por el o los apellidos
ejemplo, poner de cursiva una palabra y a continuación el nombre, lo cual
que en el texto original aparece con es innecesario, puesto que la cita bi-
letra redonda; en este caso, el citador bliográfica no forma parte de ningún
está obligado a avisar al lector de que orden alfabético; se debe empezar,
el cambio realizado es de su responsa- pues, por el nombre de pila seguido del
bilidad; por ejemplo, así: o de los apellidos (escritos de redondo
sin diacríticos), el título de la obra, el
«[cita] [cursiva mía]». pie editorial (lugar de edición y editor,
generalmente entre corchetes), el año
y las páginas donde aparece el texto
2.5. Identificación del autor que se cita:
y de la procedencia de la cita
4 Juan Gabriel López Guix y Jacqueline
Siempre debe quedar constancia Minett Wilkinson: Manual de traducción:
inglés/castellano [Barcelona: Gedisa], 1997,
clara de la autoría y la procedencia de 235-298.
la cita. Hay para ello varios métodos;
1) cita bibliográfica, referencia bi- Si más adelante se cita al mismo autor
bliográfica o nota bibliográfica (que y la misma o distinta obra, la grafía
algunos llaman cita-nota); 2) sistema depende de cuál sea la realidad. Por
Harvard o autor-ano; 3) sistema nu- ejemplo, si en la misma página, a con-
mérico; 4) otros sistemas. El empleo de tinuación de la cita anterior, se hace
estos sistemas no suele ser indiferente, otra cita bibliográfica del mismo autor
sino que de forma general depende del y la misma obra, en la segunda se pone
campo en el que se produzca el escrito. id. (ídem) para indicar que es el mis-
Por ejemplo, el sistema de cita biblio- mo autor, seguido de ib. (ibídem) (en
gráfica es más utilizado en humanida- ambos casos sin diacríticos, es decir,
des, aunque también en este campo se escrito en redondo) para indicar que
emplea el sistema Harvard; el sistema es la misma obra, y a continuación la
Harvard parece más apropiado en nueva página:
ciencias sociales, aunque también aquí
se emplea el de cita bibliográfica, y el 5 Ídem, ib., 252.

75
el trabajo documental

En estos casos en que se trata de la latín, lugar citado en español). Pues


misma obra mencionada en la cita bi- bien, a veces es difícil saber cuál es la
bliográfica inmediatamente anterior, se obra citada si anteriormente se han ci-
puede comenzar con ib. (ibídem), y a tado varias y, sobre todo, en ocasiones
continuación los datos pertinentes: obliga a volver atrás varias páginas
para saber a qué obra se refiere. Por
5 Ibídem, 235-298. todos estos inconvenientes, este siste-
ma está en clara regresión, sustituido
Se omiten los datos de autor y año, por el llamado sistema autor-ano.
puesto que forman parte del ibídem, Una variante de este sistema consiste
es decir, el mismo lugar, pero se dan en repetir en la notación a pie de pá-
las nuevas páginas. Si se trata de obra gina todos los datos de las referencias,
distinta, se comienza con ídem y a con- aunque estén inmediatamente antes,
tinuación se hace constar el título de la y añadir los cambios oportunos. Esto
nueva obra y los restantes datos. evita el engorro de utilizar las fórmu-
Si las citas bibliográficas están en la las ídem, ibídem, cit., o. cit., l. cit.,
misma página pero no van seguidas, etcétera.
se deben repetir los datos de autoría y
obra. Cuando más, esta podría susti- 2. SISTEMA AUTOR-AÑO. Este siste-
tuirse por o. cit. (obra citada) (escrita ma (también llamado sistema Harvard,
de redondo) si se refiere a la última de a veces denominado de autor-fecha,
la cual se han dado los datos (siempre denominación impropia, ya que no se
y cuando la cita de la obra se haya da la fecha, sino el año) es más dinámi-
hecho en la misma página), pero esta co, más claro y menos engorroso que
solución no es válida si hay un cambio el anterior, y, además, de aplicación
de página (es decir, si la última obra fácil. Si en el texto, antes o después
fue citada en una página distinta de la de la cita o la mención, se explicita
actual), caso en el cual debe repetirse el nombre del autor a quien hemos
el título de la obra mencionada (a citado o mencionado, se pone entre
veces en forma abreviada); tras este, paréntesis el año de edición de la obra
cabe hacer dos cosas: poner «citada» y a que nos referimos y, tras dos puntos,
añadir los datos (es decir, las páginas), la o las páginas donde se halla el texto
o bien repetir de nuevo todos los datos original:
editoriales, a los cuales se añaden las
nuevas páginas. [...] de Gibaldi y Achtert (1994: 111-115,
Como se ve, este sistema presenta 119), que [...];
muchos inconvenientes, ya que obliga
a utilizar constantes referencias a da- si no se hace mención explícita del au-
tos mencionados anteriormente. Por tor, se ponen entre paréntesis el o los
ejemplo, cuando se ha hecho una cita apellidos del autor (sin el nombre de
de un autor en una página que precede pila), el año de edición y las páginas:
a la actual, al mencionarlo de nuevo es
[...] las bibliografías en obras de consulta,
frecuente poner una nota bibliográfica folletos y publicaciones gubernamentales (Gi-
con el nombre del autor y expresiones baldi y Achtert, 1994: 111-115), que [...].
como op. cit. (opere citato en latín) o,
mejor, o. cit. (obra citada) y los datos Este sistema se complementa con la
restantes, o bien l. cit. (loco citato en bibliografía situada al final del libro.

76
las citas

donde se hallan por orden alfabético sistema presenta algunas variantes.


todos los autores mencionados con los Por ejemplo, las normas Vancouver
títulos de sus obras y los restantes da- prefieren la numeración correlativa de
tos, en especial el año de edición, que las fuentes a medida que se mencionan
nos ha servido, junto con el apellido, por primera vez en el texto, las tablas
para referenciar la obra tras la cita o o los rótulos de las figuras, donde se
la mención. Como se puede ver, no se identifican mediante números arábigos
recurre a la nota bibliográfica a pie de del cuerpo del texto entre paréntesis.
página o dondequiera que se coloque. En estas unidades, las citas se nume-
De esta manera, si la obra es tan com- ran desde la primera en cada unidad
pleja que también lleva notas, estas se textual.
pueden colocar a pie de página sin que
las citas y las notas se interfieran. (La 4. OTROS SISTEMAS DE IDENTIFICA-
puntuación más generalizada de los CIÓN DEL AUTOR DE LA CITA. Según
datos encerrados entre paréntesis es la una variante del sistema numérico, las
que he utilizado aquí en los ejemplos; obras que forman la bibliografía que
no obstante, a veces los dos puntos que se va a manejar se numeran previa-
separan el año y las páginas se sustitu- mente (no hay necesariamente ningún
yen por coma; parece, no obstante, que orden preestablecido, aunque puede
los dos puntos son mejor puntuación, emplearse el alfabético), y después, en
ya que si después del año el número de el texto, se utilizan en forma de llama-
la página fuese parecido, ese número da especial; por ejemplo, colocadas en
podría confundirse con el correspon- el lugar correspondiente encerradas
diente a una segunda obra, en vez de entre corchetes: [234], ya sea con el
a la página.) En este sistema, la dis- mismo cuerpo del texto o con cifras
posición de la bibliografía al final de voladitas (siempre entre corchetes).
una unidad textual o de la obra puede Este sistema no se interfiere con el de
variar de la tradicional, adelantando el las notas, que se indicarán con cifras
año de edición para colocarlo después voladitas sin corchetes; si ambas se
del nombre del autor: expresan con cifras voladitas, no se
estorban; por ejemplo,23 [234], donde 23
Lorenzo , Emilio (1994): El español de hoy, remite a una nota que normalmente
lengua en ebullición, Madrid: Gredos.
debe estar al pie de la página y [234]
Si de un autor se menciona más de una remite a un autor que se halla al final
obra del mismo año, en este sistema se de la obra, en la sección dedicada a la
distinguen mediante letras minúsculas bibliografía. Si la llamada bibliográfica
escritas de cursiva: fuera acompañada de las páginas a que
se refiere, también podrían añadirse,
Lorenzo , Emilio (1994a): El español de hoy, tras dos puntos:[234:24-43].
lengua en ebullición, Madrid: Gredos. A veces, en ciertas obras especiales,
se utilizan otros sistemas; uno de ellos
Esta misma distinción, naturalmente,
consistiría en crear un sistema de siglas
se hace en el texto:
bibliográficas de una serie de obras
«[...] de datos léxicos» (Lorenzo, 1994a: estudiadas en aquella en que estamos
25). trabajando. En el texto de esta, al re-
ferirse a una de ellas, incluso con su
3. El sistema numérico . Este página, puede hacerse mediante la si-

77
el trabajo documental

gla; por ejemplo, lep , 58 querría decir que aceptar necesariamente tales con-
‘Libro de estilo de El País, página 58’. diciones; también puede negociarlas
con el editor hasta llegar a un acuerdo
que favorezca a ambos. En estos ca-
3. Los derechos de autor, sos, el escritor debe ser consciente
el derecho de cita y el plagio de qué tipo de derechos cede y cuá-
les se reserva. En caso de duda, es
3.1. El derecho de autor aconsejable acudir al consejo de un
experto.
El autor de una obra o escrito, por
el solo hecho de escribirlos, adquiere
sobre ellos unos derechos que la ley 3.2. El derecho de cita
reconoce y protege. En virtud de ello,
nadie puede reproducir y publicar la El derecho de cita es una excepción
obra o escrito sin el permiso expreso al derecho de autor. En su virtud, un
de su autor. Para hacerlo legalmente, autor puede reproducir trozos de texto
la reproducción y explotación de la de otros autores, pero con las siguien-
obra deben estar precedidas de la tes condiciones:
firma de un documento entre autor y
editor, documento que recibe el nom- 1) la cita ha de estar plenamente
bre de contrato de edición. En él se justificada;
fijan las condiciones según las cuales 2) su extensión ha de ser razonable,
el editor reproduce y publica la obra, en virtud de lo que se persigue;
así como las contraprestaciones que el 3) el texto se ha de distinguir clara-
autor recibe por ello y la duración del mente de los que lo rodean;
contrato (generalmente, quince años 4) debe darse la fuente exacta de
como máximo). Las normas básicas donde se toma el texto de la
para la redacción del contrato de edi- cita.
ción se hallan en la ley de Propiedad
intelectual de 1987, reformada pos- La extensión de la cita no está estric-
teriormente, además de otras que son tamente regulada por las leyes, aunque
consuetudinarias. La casuística es muy en algunos países se dice que no puede
variada, por lo que, en caso de sentirse superar las mil palabras. La ley de
inseguro, debe el autor consultar con Propiedad intelectual española (art.
un especialista en derechos de autor 32) indica que «Tal utilización [de
antes de ceder los suyos a un tercero, textos ajenos] solo podrá realizarse
que en este caso suele ser el editor. con fines docentes o de investigación,
En el campo de las revistas científi- en la medida justificada por el fin de
cas, los editores suelen explicitar sus esa incorporación e indicando la fuen-
normas en las hojas de instrucciones te y el nombre del autor de la obra
para los autores que figuran en ellas, utilizada».
y estos deben aceptarlas en su integri-
dad si quieren publicar en ese medio.
Es habitual que los editores científicos 3.3. El plagio
se reserven todos los derechos por la
mera publicación del artículo científi- Plagiar es copiar una obra, partes de
co. Pero el escritor científico no tiene ella o una idea y darlas como propias.

78
las notas

Es el más directo atentado contra los 4.1. Función de las notas


derechos de autor. La ley lo prohíbe
y persigue a quienes lo realizan. Sin Muchos autores creen que si su tra-
embargo, hay algunos casos en que bajo va «adornado» con un aparato
no se da plagio; por ejemplo, en los si- rebosante de anotaciones, indicaciones,
guientes (de Martínez de Sousa, 1993: aclaraciones, llamadas de atención, ex-
687): plicaciones, remisiones y otras adver-
tencias semejantes, causará sensación
1) cuando exista similitud de ideas, entre sus colegas o impactará al lector:
puesto que estas no tienen carác- «¡Cuánta erudición! ¡Cómo domina la
ter rigurosamente personal; materia! ¡Asombroso!». Sin embargo,
2) cuando se pueda apreciar re- lo más probable es que la primera im-
miniscencia, esto es, imitación presión del lector sea la del susto. Por-
inconsciente y sin mala intención que no todos los lectores reaccionan de
de la obra de otro; la misma manera ante la abundancia
3) cuando exista analogía, ya que exagerada de notas a un texto. Si a
puede tratarse del mismo asunto, ello añadimos las citas bibliográficas
pero no de la misma forma de que el texto pueda contener, que en
exponerlo o tratarlo, de la dis- casos así pueden ser muy abundantes,
posición de la materia, del estilo, la sensación de barullo, ruido o interfe-
etcétera, que caracterizan a cada rencia que el lector experimente puede
autor; ser notable. Muchas veces, lo que se
4) cuando se trate de una parodia o pretende con tanta anotación es crear
imitación de ciertas situaciones una faramalla en torno a la materia
de una obra; estudiada, de tal manera que la abun-
5) cuando se trate de un análisis de dancia de la forma ahogue u oculte la
la obra de otro; falta de contenido de la obra.
6) cuando una obra, aunque ins-
pirada en otra de distinto autor,
representa una creación personal 4.2. Contenido de las notas
y no una mera trasformación de
la primera. Las notas pueden ser necesarias,
pero no tan a menudo ni tantas como
Con todo, el autor que no esté seguro algunos autores opinan. Si la nota es
de que actúa dentro de lo establecido esencial para la comprensión de la ma-
por la ley, debe consultar con un ex- teria, debe incluirse en el texto de esta,
perto en derechos de autor antes de donde corresponda, haciéndole lugar.
meterse en trabajos que puedan resul- A veces basta con situar ese texto
tar sospechosos. entre paréntesis. En ocasiones el texto
de la nota es muy interesante, pero no
cabe en el texto, no hay manera de
4. Las notas introducirlo si no es a costa de romper
el hilo expositivo. En esos casos, las
Las notas son explicaciones, comen- notas están muy justificadas y deben
tarios o advertencias que acompañan ponerse. Pueden ser necesarias, por
a un texto, pero que se sitúan fuera ejemplo, para abrir nuevos frentes de
de él. investigación o de análisis, para enviar

79
el trabajo documental

al lector a otras fuentes que tratan (1), o voladitas: (1); pero la forma que
extensamente aquel punto de la ex- hoy predomina, y que debería ser la
posición; a veces, incluso para añadir única correcta en la actualidad, es la
una cita interesante que no halla lugar que emplea cifras arábigas voladitas
en el texto, dada la contextura de este. desnudas, sin paréntesis ni ningún otro
También se pueden usar las notas para signo: 1. Este es el método más simple
situar a pie de página la traducción o y más claro entre los que hemos anali-
la adaptación de un texto extranjero zado (v. cap. 4, §6.3.11).
que hemos traído como cita, o para Las notas se numeran correlativa-
agradecer la ayuda que en aquel punto mente a lo largo del capítulo, de la
de la investigación nos ha prestado un parte o del libro. Por razones obvias,
profesor, una persona particular o una es preferible numerarlas por capítulos,
institución. La extensión del texto de ya que, si se presenta la necesidad de
la nota es otro problema. Si es dema- un recorrido de la numeración, siempre
siado extensa, sin duda puede incluirse será menor que si la unidad numerada
como apartado en el texto y ligar su es mayor. No es recomendable, sino
contenido con la materia que se está más bien lo contrario, numerar las
exponiendo. notas por páginas (se hacía así cuando
se usaban asteriscos como llamada),
ya que, además de inútil y de no aña-
4.3. La llamada de nota dir ninguna ventaja a la numeración
por capítulos, puede dar un enorme
Las notas se numeran por algún pro- trabajo.
cedimiento de los varios que existen. Si en la numeración se sufre un error,
Antiguamente se usaban los asteris- las soluciones no suelen ser difíciles si
cos, solos: *, o entre paréntesis, estos se han numerado por capítulos y estos
normales: (*), o voladitos: (*). También no son muy largos, pues se puede in-
se usaban letras mayúsculas entre dicar un ligero recorrido de la nume-
paréntesis: (A), o letras minúsculas ración. Sin embargo, si la numeración
voladitas solas: a, entre paréntesis vo- es muy larga y no se quiere tomar el
laditos: (a), entre paréntesis del cuerpo trabajo, existen soluciones elegantes
de composición: (a), letras minúsculas para resolver tales situaciones. Por
normales en cursiva entre paréntesis ejemplo, supongamos que hemos pa-
redondos del cuerpo: (a), y aun otras sado de la nota 13 a la 15, con falta de
formas faltas de estética como letras la 14; en este caso se convierte la 13
minúsculas voladitas con un parén- en 13-14 (escrita con guión para do-
tesis de cierre voladito: a), o normal: tarla de unicidad). Supongamos ahora
a). En otros países existen costumbres que, una vez compaginado el libro,
muy diversas, como emplear ciertos advertimos que la nota 15 aparece dos
signos como llamada de nota (a lo que veces correlativas en notas distintas;
nuestra tipografía tampoco fue ajena en este caso se convierte la primera
en otros tiempos); por ejemplo, en el nota en 15a y la segunda en 15b. Si se
mundo anglosajón aún utilizan signos da el caso de que varios lugares llevan
como cruces sencillas: †, o dobles: una nota cuyo texto es idéntico, las
‡, párrafos: §, calderones: ¶, y otros. llamadas, aunque estén algo alejadas
También se han usado cifras arábigas entre sí, pueden hacerse con la misma
entre paréntesis del cuerpo del texto: numeración; por ejemplo, puede haber

80
las notas

una llamada 14 con un texto determi- cifras voladitas sin paréntesis (seguidas
nado, luego la 15 con un texto distin- de medio cuadratín), esta es la grafía
to, después sigue la llamada 14 otra que debe tener la notación:
vez porque se repite el texto, después
la 16 y la 17, después nuevamente la 14 La historia...
14. Por supuesto, la notación a pie de
página se da solo una vez, puesto que Sin embargo, alguna vez se advierte
el texto es común a todas las llamadas que el editor ha prescindido de esta
realizadas con la misma cifra. Debe identidad y ha utilizado cifras nor-
tenerse en cuenta que esta solución males del cuerpo del texto de la nota,
solo es válida para las repeticiones que seguidos o no de punto y, en cualquier
se dan en una misma página. Si estas caso, de espacio fijo (medio cuadra-
pasan a la siguiente, debe comenzarse tín):
de nuevo, repitiendo a pie de página
el texto de la nota 14. Lo contrario 14. La historia...
supondría que el lector debe volver
atrás para conocer el contenido de la Es cierto que las cifras voladitas dan
nota repetida. Por supuesto, también algo más de trabajo al componer el
se pueden numerar correlativamente texto, pero el esfuerzo es despreciable
todas las llamadas y después remitir en ante el beneficio de identificar sin du-
cada caso a la nota 14. das la grafía de la llamada y la corres-
Cuando las notas correspondan a pondiente de la notación, sobre todo
autores distintos dentro de una misma en textos que pueden tener divisiones
unidad textual (capítulo, artículo o señaladas por cifras seguidas de punto
lo que fuere) hay que distinguirlas de y espacio.
alguna manera. Lo más fácil es escribir Antiguamente era costumbre colocar
sin nada especial las que más abunden, un filete, que puede llamarse filete de
que normalmente son las del autor, y nota, a toda la medida de ancho de la
señalar el origen cuando varíe; las no- página o bien de solamente cuatro o
tas que no son del autor pueden ser del seis ciceros, para separar las notas y el
traductor o del editor. Raramente se texto general de la página. La verdad
debe permitir que otra persona inter- es que aún se usa a veces, sobre todo el
venga en la obra para añadir notas (al- corto, pero, si no es por motivos esté-
guna vez puede aparecer una nota del ticos, en páginas de una sola columna
revisor, pero, en general, estas notas, si es solución poco menos que inútil, ya
tan precisas son, debe asumirlas el edi- que las notas se componen en cuerpo
tor o el traductor). Las indicaciones se al menos dos puntos menor que el del
hacen al final de la nota, entre parénte- texto general y deben separarse de este
sis, de redondo y en abreviatura: por un espacio equivalente o próximo
al de una línea de blanco, lo cual esta-
(N. del [de la, de los] T.), blece entre ambos una diferencia sufi-
(N. del E.). ciente. Sin embargo, en obras a dos o
más columnas puede parecer útil o es-
Al pie de la página, la repetición de tético (desde luego, imprescindible no
la llamada, que se llama notación, sue- es) separar el aparato de notas de cada
le repetir la grafía que tiene en el texto; una de las páginas y el texto de estas
como en este hemos acordado utilizar mediante un filete fino a toda la medi-

81
el trabajo documental

da. No obstante, en casos como este puntuación que a la palabra o frase


puede bastar con el hecho de unificar corresponde:
la altura de las dos columnas de no-
tas, en lugar de colocar en cada co- ... de los animales23;
lumna las notas que le correspondan,
Sin embargo, es menester tener en
lo cual presenta un aspecto poco ela-
cuenta dos cuestiones que resultan
borado.
interesantes a este respecto: en primer
En algunas obras, generalmente por
lugar, las llamadas de nota son elemen-
razones estéticas, las notas, llamadas
tos extratextuales, no pertenecen al
entonces notas marginales, ladillos o
texto, y se pueden eliminar cuando se
apostillas, tienen colocación marginal,
desee sin que el texto se mueva lo más
en una franja lateral estrecha a modo
mínimo; en segundo lugar, la puntua-
de columna auxiliar. En este caso debe
ción pertenece al texto, a la palabra o
situarse de manera que la notación
frase junto a la cual va, y marca una
se halle a la altura de la llamada de
inflexión que se hace en esa frase o
la nota, a no ser que esta quede muy
palabra y no después de ellas. Tenien-
abajo en la página y lo impida. En este
do en cuenta ambas consideraciones,
caso, la nota puede empezar antes de
las llamadas de nota deben colocarse
la llamada. El hecho de que las notas
después de los signos de puntuación
se numeren correlativamente hace que
que correspondan a la palabra o frase
esto carezca en absoluto de importan-
a que afecta:
cia.
Si la nota afecta al contenido de un ... de los animales;23
cuadro, la llamada debe hacerse con
letras voladitas cursivas, preferible- Si la puntuación se sitúa detrás de la
mente sin paréntesis, y se sitúan al pie llamada, esta debe leerse con la ento-
del cuadro; la notación, es decir, la re- nación que corresponda a la palabra
petición de la llamada de la nota al pie o frase que la precede; si en lugar de
del cuadro, encabezando el texto de la signo de puntuación hay un signo de
nota, debe ser igual que la del texto del entonación (interrogación o exclama-
cuadro o tabla, es decir, con letra vo- ción), ¿dónde situaremos la llamada?
ladita cursiva. Si afecta a una fórmula Indudablemente, después de tales
matemática, la llamada se hace con signos, puesto que, de lo contrario,
asteriscos sueltos o entre paréntesis, habríamos de leer la nota con la ento-
siempre que el asterisco no tenga en nación interrogativa o exclamativa:
ella una función, caso en el cual deberá
buscarse otra forma de hacer la llama- ... de los animales23?
da. La nota se sitúa a pie de página, y ... de los animales23!
la notación ha de responder a la grafía
que tenga en la fórmula. Dispuesta así, tendría que leerse:
«¿... de los animales nota veinti-
trés?», «¡...de los animales nota vein-
4.4. Situación de la llamada titrés!». Por consiguiente, lo mismo
que anteriormente con los signos de
Si se analizan los impresos, pode- puntuación, la única forma correcta de
mos comprobar que normalmente las situar los signos de entonación (u otros
llamadas de nota se sitúan antes de la que ocupen el mismo lugar) es:

82
las remisiones

... de los animales?23 o para una ampliación de la materia.


... de los animales!23 Normalmente, las remisiones internas,
es decir, las que envían al lector a un
punto de la misma obra, se indican
4.5. Situación de las notas con una abreviatura que suele ser v.
‘véase’, generalmente entre parénte-
Hasta no hace mucho, la mayor sis. Las remisiones externas, las que
parte de los editores eran partidarios envían al lector a un documento que
de situar las notas agrupadas al final no es la propia obra, suelen expresarse
del capítulo, de la parte o del libro. con la abreviatura cf. o cfr. ‘confer
Con ello ahorraban mucho trabajo al (confróntese, compárese)’, o bien cp.
compaginador, pero incomodaban al ‘compárese’ (en ambos casos, escritas
lector, que se veía obligado a mantener de redondo).
como mínimo dos puntos de lectura La cuestión que con más frecuencia
para, al final, cansado de recurrir a las se le suele presentar al escritor y al tra-
páginas donde se hallaban las notas, ductor es: el punto, ¿antes o después
abandonar la lectura de estas por las de la remisión? Si se cierra con punto
incomodidades a que su lectura daba la exposición anterior a la remisión,
lugar. Aún hay quien actúa de la mis- esta ha de comenzar con una v., y si
ma manera por afán de ahorrarse no no se cierra en ese lugar, sino más o
se sabe bien cuánto (pero no mucho). menos en medio de la oración o el pe-
Los libros y los artículos de revistas ríodo, ha de comenzar con v., lo cual
científicas se escriben para el lector, y parece irregular en un trabajo que se
es en este en quien hay que pensar a la quiere coherente no solo en el fondo,
hora de disponer los elementos infor- sino también en la forma (cuando me-
mativos de aquellos. Si una obra lleva nos, el empleo de ambas grafías por
notas, estas deben situarse al pie de la imperativos ortográficos resulta incó-
página correspondiente, que es el lugar modo). En principio, nada se opone
en que el lector va a intentar buscarlas. a que se refleje siempre con v., y, por
Los sistemas modernos de composición consiguiente, el punto se traslada des-
y compaginación (la autoedición) faci- pués del paréntesis de cierre:
litan bastante la situación de las notas
al pie de su respectiva página, pese al ... bicicleta (v. Giráldez, 1950: 23).
hecho de que sigue siendo más cómo-
do, para el editor, situarlas al final del El escritor debería huir de remisio-
capítulo, de la parte o del libro. nes genéricas «a ninguna parte», como
esas que suelen decir «véase anterior-
mente», «véase más adelante» (donde,
5. Las remisiones por cierto, no debe usarse la abrevia-
tura v., sino la palabra entera [y en la
Las remisiones son indicaciones que forma véase, no ver], puesto que no
se colocan (generalmente entre parén- le sigue dato numérico); este tipo de
tesis) en un lugar de un texto para que indicaciones no sirven prácticamente
el lector acuda a un punto de la propia para nada, puesto que el lector no sabe
obra o trabajo (remisión interna) o adónde dirigirse. Distinto es el caso si
de otro documento (remisión exter- se dice en qué lugar concreto (párrafo,
na) para confirmar una aseveración apartado, página), anteriormente o

83
el trabajo documental

más adelante, se encuentra el punto La inicial de la entrada a la que se re-


que al autor le interesa que el lector mite puede ser mayúscula si pertenece
vea. Por supuesto, no resuelve el pro- a un nombre propio y minúscula si
blema, y aun lo empeora, la utilización pertenece a un nombre común.
de formas latinas como supra o infra, En las remisiones a figuras o cua-
que a veces se sustituyen asimismo por dros, la v. puede omitirse, puesto que
formas también rechazables como más la remisión se ve clara:
arriba o más abajo (por más que sean
correctas). En general, con algunas ... bicicleta (fig. 28);
excepciones, es también poco efecti- ... bicicleta (c. 12).
... (V. fig. 23), (V. c. 5), (V. § 4-6);
va la remisión a una obra entera y, a
veces, a un capítulo entero, salvo para
indicar dónde se trata una materia, incluso podría decirse que resulta re-
pero no para un aspecto concreto dundante: el lector sabe que le están
de ella. remitiendo a una figura, un cuadro o
Cuando se remite a una obra divi- un párrafo aunque no conste la abre-
dida en columnas, debería indicarse viatura.
la columna mediante una letra cursi- En texto también se puede utilizar
va; por ejemplo, ‘p. 25a’ se refiere a una abreviatura como q. v. ‘quod vide’,
la primera columna de la página 25; que equivale a v., pero en español es
‘p. 25b', a la segunda columna, y muy escasamente usada.
‘p. 25c', a la tercera columna. En obras lexicográficas y enciclopé-
En la remisión a párrafos o aparta- dicas, especialmente diccionarios, las
dos, la grafía depende del tipo de nu- remisiones suelen hacerse mediante
meración. Por ejemplo, si empleamos un signo, que puede ser una flecha
la numeración decimal y tenemos dos normal: →, o doble: =>, un triángu-
órdenes, uno de títulos y otro de párra- lo: ►, u otro que parezca pertinente
fos y apartados, se disponen así: para el caso. El empleo de signos como
estos permite prescindir de la abre-
viatura v. cuando la remisión queda
V. § 2.3-4b,
a final de oración, por los problemas
que plantea. La grafía de la palabra o
que quiere decir: «véase el apartado b término remitido suele ser la versalita,
del párrafo 4 del título 2.3». Normal- con inicial mayúscula en los nombres
mente, la letra del apartado o subapar- propios:
tado se compone de cursiva y pegada
al número anterior, pero, si se prefiere → armas ; =>Vaticano .
otra forma, también puede separarse
con espacio: 4 b, o con coma y espa- Suele utilizarse también un asterisco,
cio: 4, b. pero en este caso es más propio de
Las remisiones en índices alfabéti- remisiones automáticas (es decir, en el
cos, bibliografías y listas semejantes propio texto, sin colocar la remisión
se escriben normalmente con letra entre paréntesis ni dotar a la palabra
cursiva: remitida de una grafía especial) y ade-
más hay que colocar el asterisco des-
religiones: V. budismo; catolicismo; protestan- pués de la palabra remitida y antes de
tismo; taoísmo los signos de puntuación o entonación
religiosos: V. Lutero, Martín; Pío V. que a ella correspondan:

84
los cuadros

... había actuado el Vaticano*, en desacuerdo materia o de una parte de ella y sus
con las declaraciones de De Gaulle*; interrelaciones.
En principio, aunque las palabras
Se hace así para evitar que el asterisco, cuadro y tabla suelen emplearse in-
si se antepusiera a la palabra remitida distintamente, deberían distinguirse
(*Vaticano), pudiera confundirse con teniendo en cuenta que el cuadro pre-
el oficio lingüístico de este signo (es senta elementos textuales o numéricos
decir, cuando se emplea, antepuesto, interrelacionados, mientras que la ta-
para indicar que una forma lingüística bla expone solo una relación de cifras
es hipotética o que no se ajusta a las en una o más columnas.
leyes gramaticales u ortográficas). La grafía de los cuadros difiere de
En los diccionarios de lengua (y uno a otro aun dentro de una misma
en los enciclopédicos, por cuanto obra. No obstante, es preciso tratar
contienen también uno de lengua) las de conferirles un «aire de familia» al
remisiones de una entrada a otra sino- menos en los aspectos más notables,
nímica deben distinguirse de alguna como los que siguen.
manera, ya que de lo contrario, si se
siguen las normas de la lexicografía
moderna, podrían dar lugar a confu- 6.1. Título general del cuadro
siones. En efecto, las remisiones de una
entrada a un sinónimo deben hacerse El título general del cuadro consta
de manera que este sinónimo vaya de dos partes: el antetítulo, que es la
acompañado de una palabra o frase palabra cuadro (o tabla, si es este el
que aclare a qué acepción de la pala- nombre que se le da) y el número que
bra remitida se hace la remisión. Si una le corresponde (en cifras arábigas), y
entrada remite a otra sin ninguna acla- el título propiamente dicho, que es el
ración, quiere decirse que la palabra conjunto de palabras (generalmente
que remite es sinónima de la remitida una oración) con que resumimos el
en todas las acepciones de esta. Es el contenido del cuadro. Las palabras
caso, por ejemplo, de una palabra que cuadro o tabla se suelen escribir con
remite a otra cuando esta otra solo tie- letra VERSALITA, y entre la cifra arábiga
ne una acepción. Sin embargo, cuando y el comienzo del título propiamente
tiene más de una, debe explicarse muy dicho se suele incluir medio cuadratín
brevemente a cuál de ellas se refiere el o un cuadratín. El título suele compo-
sinónimo. Es lo que sucede con escar- nerse con letra redonda, sin diacríticos,
cho, que remite a «rubio , pez», donde o bien con cursiva (poco usual), con
pez indica de qué acepción de rubio es VERSALITAS (en este caso, el antetítulo
sinónima escarcho. habría de escribirse de otra manera,
para evitar la coincidencia; por ejem-
plo, con negrita) o con NEGRITAS. La
6. Los cuadros elección del tipo de letra dependerá de
la cantidad de cambios que a este res-
Los cuadros son datos clasificados pecto se produzcan en la obra o en los
de determinada manera para presentar cuadros en relación con la letra normal
ciertos aspectos de una obra o trabajo, o fina, que es la general. Normalmente,
de forma que un análisis visual per- este título se centra a la medida hori-
mita comprender el conjunto de una zontal del cuadro.

85
el trabajo documental

6.2. Las casillas 6.4. Los filetes en los cuadros

Después del título suele colocarse Los cuadros llevan filetes de diverso
un filete, normalmente de un punto o grosor. Antiguamente se recuadraban
menos, y a continuación las casillas, es con un filete mediacaña (— —), pero
decir, la cabecera o la parte horizontal actualmente se usan muy pocos filetes
del cuadro que presenta el título de en los cuadros. Con más frecuencia
cada una de sus columnas. Este títu- llevan un filete a la cabeza, después del
lo puede componerse con un cuerpo título, y otro al pie, ambos del mismo
menor que el del resto del cuadro (que grosor; por ejemplo, de un punto: —.
asimismo se compone con un cuerpo Después de las casillas, otro más fino
al menos dos puntos menor que el del (------). Si dentro del cuadro se necesi-
texto), pero generalmente se utiliza tan filetes, se procura que su grosor sea
el mismo cuerpo en cursiva. Si estas inferior a los de cabeza y pie (---- ).
cabeceras ocupan más de una línea, se
pueden centrar la una a la otra, o bien
se pueden marginar a la izquierda y 6.5. Notas en los cuadros
hacer que el texto de las columnas se
alinee por la izquierda con el título en Si el cuadro lleva notas, las llamadas
las casillas de la cabecera. En este caso se hacen con letras minúsculas cursivas
en que las cabeceras hacen más de una voladitas (para que no se interfieran
línea, las de una sola línea, si hay algu- con las llamadas de las notas al texto).
na, deben alinear por la cabeza, no por Las normas Vancouver (destinadas
el pie; es decir, las casillas cuyo título especialmente a revistas biomédicas)
solo tenga una línea se alinean con la dicen que se han de utilizar los sig-
primera línea de las que tienen dos o nos *, †, ‡, ¶ y otros semejantes, pero
más líneas. este uso está considerado actualmente,
en español y hablando en general, an-
glicismo ortotipográfico. La notación
6.3. El cuerpo del cuadro y el texto de las notas de cuadros se
colocan al pie de estos (las normas
El cuerpo del cuadro es la parte Vancouver indican que deben ir a pie
de este que queda por debajo de las de página). Se componen con un cuer-
casillas, donde se expone o desarrolla po un punto menor que el del texto
el contenido del cuadro. Si este con- del cuadro.
tenido consiste en texto y las partes
que ocupan en la columna (las filas,
es decir, el desarrollo horizontal) son 7. Las referencias bibliográficas
disímiles (unas harán más líneas que y las bibliografías
otras), se alinean por la cabeza, o sea,
por las primeras líneas de cada colum- 7.1. Referencias bibliográficas
na, de tal manera que las filas quedan
igualadas por arriba. Normalmente, el Las referencias bibliográficas son
texto de estas casillas se compone a la conjuntos de elementos que identifi-
francesa, sangrando medio cuadratín can un documento o una de sus partes
todas las líneas menos la primera, que y que se destinan a formar parte de
sobresale ligeramente a la izquierda. listas de fuentes citadas o consultadas

86
las referencias bibliográficas y las bibliografías

en un trabajo o publicación o de una de estilo de editoriales (por ejemplo,


bibliografía. Tienen las siguientes apli- Gibaldi y Achtert, 1995: 86 ss.; Nor-
caciones: mas de trabajo de Editorial Labor,
1979: 39 ss.; Libro de estilo de RBA
— bibliografías; Realizaciones Editoriales, 1999: 61
— fichas bibliográficas que preceden ss.), así como en las hojas de instruc-
a un resumen o una reseña; ciones de las revistas científicas (v., por
— citas bibliográficas integradas en ejemplo, Estivill y Urbano, 1997: 4 ss.)
un texto o colocadas en forma y aun en otras fuentes (v., entre otros,
de nota. Martínez de Sousa, 1987: 50 ss.). Para
tratar de reflejar la gravedad del pro-
Debe hacerse la pertinente distin- blema, hay que decir que ninguna de
ción entre referencia bibliográfica, las mencionadas ni otras que existen
cita bibliográfica y bibliografía. Las (las propuestas son innumerables) es
referencias proporcionan los datos seguida unánimemente por las edito-
de las fuentes; las citas bibliográficas riales, sean estas de revistas científicas
colocan estos datos, referidos a una o de libros, ni por los autores. Así
cita concreta hecha en el texto, en el pues, el autor de un trabajo, sea un
propio texto o al pie de la página (o artículo para una revista científica o
al final del capítulo, la parte o el docu- un libro técnico o científico para una
mento), y la bibliografía es el conjunto editorial, hará bien en conocer de an-
de referencias en forma de lista, sea temano las normas que a este respecto
total (generalmente colocada al final mantiene la editorial.
del trabajo o libro) o por conjuntos El problema no solo es grave (resulta
parciales (situadas al final de cada increíble que la ISO no ofrezca más que
unidad considerada; por ejemplo, un una norma confusa y voluntariamente
capítulo o una parte). incompleta), sino enojoso, ya que no es
fácil establecer unas normas editoriales
comunes que todos puedan y deban
7.1.1. PROBLEMAS seguir, tanto en los datos como en las
DE LAS REFERENCIAS grafías. A este respecto es notable la
BIBLIOGRÁFICAS opinión de Umberto Eco, quien en
cierta ocasión preguntó, en clave de
El mayor de loS problemas que broma, «si los editores van a establecer
presenta la redacción de referencias unos criterios metodológicos comu-
bibliográficas es la generalizada falta nes para la bibliografía o las notas a
de acuerdo en cuanto al orden de los pie de página ‘‘porque los franceses,
datos y a la grafía y puntuación que los italianos y los españoles eso no
estos deben adoptar. Existen normas saben hacerlo”», según expone José
internacionales (ISO 690: 1987), na- A. Sorolla en El País (28/9/1989: 38).
cionales (UNE 50-104-94, que eS una Realmente, no son los editores quienes
traducción de la anterior), normas deben resolver este problema, sino los
particulares reflejadas en los libros de organismos internacionales y naciona-
estilo de revistas científicas (por ejem- les que entienden de estos asuntos.
plo, el Manual de estilo: publicaciones En la exposición que sigue se pro-
biomédicas de la revista Medicina Clí- porcionan, en esencia, las normas
nica, 1993: 310 ss.) y en los manuales internacionales, pero, dado que no

87
el trabajo documental

son seguidas unánimemente, se ofrecen PRINCIPAL. La zona de responsabilidad


además las variantes que aplican otras principal comprende la autoría y está
fuentes o que parecen más adecuadas formada por el nombre y apellido(s)
teniendo en cuenta la tradición hispá- del autor o de los autores.
nica. De hecho, la variedad de actua-
ciones en este campo concreto muestra 1.1. El autor. En las obras con
cuán difícil ha sido, hasta el presente, texto, el autor es la persona o entidad
dar con una formulación que satisfaga responsable del contenido intelectual
todos los gustos y, de alguna manera, de un documento. En otras obras
el fracaso de la ISO al no haber podido puede serlo el artista, compositor u
dar con una fórmula admisible por otro. En los documentos de patente, la
todos. responsabilidad principal corresponde
al solicitante o al propietario de la pa-
tente. Si es autor personal, puede ser
7.1.2. DATOS DE LAS REFERENCIAS individual o colectivo.
BIBLIOGRÁFICAS
1.2. El autor individual. En el caso
Para un mejor entendimiento de del autor individual, en la referencia
esta cuestión, dividiré las referencias bibliográfica se escribe su apellido o
en partes a las que llamaré zonas (si- sus apellidos y, tras coma, el nombre
guiendo la terminología de la isbd (m ) de pila. Es frecuente, en las normas de
[International Standard Bibliographic origen anglosajón, abreviar el nombre
Description for Monographic Publica- de pila (que en inglés es generalmen-
tions ‘descripción bibliográfica norma- te doble, del tipo José María, Juan
lizada internacional para publicaciones Antonio, como sucede, por ejemplo,
monográficas’], también se las llama con John Fitzgerald Kennedy, Richard
áreas, denominación menos adecua- Milhous Nixon, Robert Francis Ken-
da; la norma une 50-104-94 las llama nedy); además, tal abreviación apa-
elementos, nombre que me parece rece normalmente escrita sin puntos
mucho menos apropiado que zonas). y juntando las dos mayúsculas: Ken-
Las zonas se definen como secciones nedy JF, Nixon RM (obsérvese que
de la referencia que comprenden datos entre el apellido y las abreviaciones
de una categoría determinada o de un del nombre doble tampoco hay coma
conjunto de categorías; a tales datos, en muchas publicaciones extranjeras,
siguiendo también la referida isbd (m ), probablemente siguiendo las pautas de
los llamaremos elementos. Las zonas normas como Vancouver y otras). La
son generalmente variables en función norma une 50-104-94, traducción de
de una realidad que nunca es uniforme la norma internacional, dice que «Los
(cada monografía y cada publicación nombres de pila que formen parte del
en serie es como un prototipo). Por nombre de un autor, editor, etc., pue-
consiguiente, en ella estudiaremos los den reducirse a sus iniciales, siempre
cambios que pueden sufrir según las que ello no de [dé] lugar a confusión».
circunstancias, y después aplicaremos Sin embargo, anteriormente dice que
estos conocimientos a los tipos especí- «Los datos que se incluyen en la re-
ficos de publicaciones. ferencia bibliográfica, normalmente
deben transcribirse tal como aparecen
1. ZONA DE RESPONSABILIDAD en la fuente». Podemos mantener el

88
las referencias bibliográficas y las bibliografías

Cuadro 1. Abreviaturas utilizadas en bibliografía1

A. autor (en nota del autor) apais. apaisado comp. compendio; compi-
a. c. artículo citado apdo. apartado (mejor, ap.) lador; compositor (en mú-
a. C. ante Chrístum (mejor, apénd. apéndice (mejor, ap.) sica)
a. de C.) aper. aperiódico compl. complementario
a. de C. antes de Cristo apócr. apócrifo cont. continuación; conti-
a. de J. C. antes de Jesucristo apte. aparte (mejor, ap.) nuador
(mejor, a. de C.) are. arcaísmo coord. coordinador
a. l. alia lectio (Variante, otra arregl. arreglador cop. copyright ‘derechos re-
lectura) art. artículo servados’. (En lugar de esta
a. p. antes del presente. (Se art. cit. artículo citado abreviatura, lo habitual es
usa en trabajos científicos as. asesor emplear el símbolo interna-
para indicar la antigüedad aum. aumentado cional ©)
real de un hecho o acon- aut. autor corr. corregido; corrector
tecimiento, sin necesidad autógr. autógrafo cp. compárese
de referirse al cómputo de crít. crítico
una era determinada. Por bad. badana cuad. cuaderno
convención internacional, se bibl. bibliografía cub. cubierta
entiende por presente el año biogr. biografía curs. cursiva
1950, con objeto de evitar bl. blanca (página)
que los datos publicados bl. y n. blanco y negro d. de C. después de Cristo
con anterioridad tengan que b/n blanco y negro d. de J. C. después de Jesu-
ser modificados en función bol. boletín cristo (mejor, d. de C.)
del año de su utilización; en ded. dedicado; dedicatoria
inglés, bp, before present) c. cuadro; circa (mejor, ca.) del. delineavit (dibujado por)
AA. autores c. a. caja alta (mayúscula) diar. diario (periódico)
ac. acepción c. b. caja baja (minúscula) dic. diccionario
acepc. acepción (mejor, ac.) c. f. cum figuris (con figuras, dipl. diplomático
act. actual; actualizado ilustrado) dir. dirección; director (de
ad. adición; adenda ca. circa (alrededor de, hacia) edición); dirigido por
adapt. adaptador can. canon (mejor, en.) dis. diseño
add. addenda (mejor, ad.) cap. capítulo doc. documento
adh. adherido cart. cartón; cartoné dupl. duplicado
adic. adicionador cat. catálogo
agot. agotado cf. confer (confróntese, com- E. editor (en nota del editor)
al. alii (otros) párese) e. c. estudio citado (mejor,
ampl. ampliado cfr. confer (mejor, cf.) est. cit.)
an. anexo; anuario cíc. cicero e. d. es decir
An. anales circ. circiter, circum (cerca e. g. exempli gratia (por
anagr. anagrama de, alrededor de; mejor, ca.) ejemplo)
anast. anastático cit. citado e. l. eódem loco (en el mismo
anón, anónimo cn. canon lugar)
anot. anotador coaut. coautor ead. pag. eadem pagina (en
ant. antífona; anticuado; cód. código la misma página, la misma
antología; antologo coed. coedición página)
antep. anteportada col. colaborador; colección; ed. edición; editor
ap. apartado; aparte; apén- color; columna ed. abrev. edición abreviada
dice col. y n. color y negro ed. ampl. edición ampliada
áp. ápud (en general, ápud com. comentario; comen- ed. aum. edición aumentada
no se abrevia) tarista ed. cit. edición citada

1 Además de los casos de abreviaturas que expresan plural (como AA., pp., por ejemplo), cuando sea
necesario deberían usarse las formas plurales de las abreviaturas, plurales que consisten, generalmente,
en añadir una -s al singular; por ejemplo, de ampl., ampls.; de arc., arcs.; de art., arts.; de cat., cats.; de
ed., eds., de impr., imprs.; de núm., núms.; de pág., págs.; de rev., revs.; etcétera. Solo cuando pueda pre-
sentarse anfibología (casos muy raros) deberá prescindirse de la forma plural.

89
el trabajo documental

ed. corr. edición corregida hol. holandesa N. de la R. nota de la re-


ed. crít. edición crítica hom. homilía dacción
ed. dipl. edición diplomáti- n. s. nueva serie
ca i. e. id est (esto es) N. del T. nota del traductor
ed. facs. edición facsimilar i. q. ídem quo (lo mismo n. v. ne variétur (a fin de
ed. fon. edición fonética que) que no se cambie, edición
ed. lit. editor literario ib. ibídem definitiva)
ed. orig. edición original íd. ídem neg. negativo
ed. pal. edición paleográfica il. ilustración; ilustrador negr. negrita (letra)
ed. prínc. edición príncipe impr. imprenta; impresión; núm. numerado
ed. reform. edición refor- impreso; imprimátur (mejor, núm. número
mada imprim.)
ed. renov. edición renovada imprim. imprimátur o. c. obra completa
ed. rev. edición revisada incl. incluido O. C. obras completas
ed. mod. edición moderna incompl. incompleto o. cit. obra citada
ed. modern. edición moder- índ. índice op. opus (obra)
nizada índ. alf. índice alfabético op. cit. opere citato (en la
edic. edición (mejor, ed.) inic. iniciales obra citada; mejor, o. cit.)
edit. editado; editorial init. initio (al principio) opúsc. opúsculo
EE. editores (en nota de los intr. introducción orig. original
editores) introd. introducción
ej. ejemplar; ejemplo ít. ítem p. página; punto (tipográ-
ene. enciclopedia fico)
encuad. encuadernación l. letra; libro; línea; lugar P. pregunta
ep. epígrafe l. c. lugar citado p. C. post Christum (después
epíl. epílogo l. cit. lugar citado de Cristo; mejor, d. de C.)
esc. escudo l. gót. letra gótica p. ej. por ejemplo
esp. especial; especialmente l. rom. letra romana pag. paginación
esq. esquema lám. lámina pág. página (también, p.)
est. estudio lb. libro (mejor,/.) pag. dupl. paginación du-
est. cit. estudio citado leg. legajo plicada
establ. tip. establecimiento lit. literal; literalmente pag. var. paginación Variada
tipográfico litogr. litografía pal. paleográfico
etc. etcétera ln. línea (mejor,/.) párr. párrafo
exc. excudit, excusum (im- loe. cit. loco citato (en el lu- perg. pergamino
preso, impreso por) gar citado; mejor, /. cit.) periód. periódico
extr. extractado; extracto pl. plancha
m. muerto pleg. plegado
f. folio m. tip. marca tipográfica poligr. poligráfico
facs. facsimilar; facsímile may. mayúscula port. portada
fase, fascículo mecan. mecanografiado port. grab. portada grabada
fig. figura min. minúscula portad, portadilla
fin. fínem (en la expresión ad mod. moderno pos. positivo
fínem ‘al fin’) modern. modernizado pp. páginas (también, págs.)
fl. flóruit (‘floreció’, dicho de ms. manuscrito pref. prefacio
un artista antiguo) multigr. multigrafiado prelim. preliminares
fol. folio (mejor, f.) mús. música prep. preparación; prepa-
fon. fonético rador
fonol. fonológico n. nacido; nota pres. presentación
fragm., frg. fragmento n.° número (mejor, núm.) present. presentador
N. del A. nota del autor priv. privilegio
glos. glosario N. B. nota bene (nótese bien) proc. procedencia
gráf. gráfico N. del C. nota del compi- prol. prologuista
lador pról. prólogo
h. hacia (= ca.); hoja N. del E. nota del editor pte. parte
h. e. hic est, hoc est (esto es, n. l. non líquet (no está publ. publicación; publi-
es decir) claro) cado

90
las referencias bibliográficas y las bibliografías

q. v. quod vide (Véase) (sin lugar [de edición] ni subt. subtítulo


año) sum. sumario
r. recto s. l. f. sin lugar (de edición) supl. suplemento
R. respuesta ni fecha
rda. redonda (letra) s. l. i. sin lugar de impresión t. tomo
rdo. redondo (tipo) s. l. n. a. sin lugar (de edi- T. traductor
rec. recopilación ción) ni año tip. tipografía
recop. recopilador s. n. sine nomine (sin nombre tít. título
red. redactor [de editor]; también, s. e.) tít. orig. título original
reed. reedición s. p. i. sin pie de imprenta trad. traducción; traductor
ref. refundidor s. pag. sin paginación transcr. transcriptor
reform. reformada (edición) s. v. sub voce, sub verbo (en trat. tratado
reimpr. reimpresión el artículo)
reprod. reproducción sc. scilicet (a saber) v. véase; Versículo; Versión;
res. resumen; resumidor scil. scilicet (mejor, se.) Verso; Vuelto
retr. retrato s/cub. sobrecubierta v. a. Véase además
rev. revisado; revisor; re- sec. sección v. g., v. gr. verbi gratia (verbi-
vista sel. selección; seleccionador gracia, por ejemplo)
rúst. rústica sem. semanario v. t. véase también
semestr. semestrario var. variante
s. siglo; siguiente sep. separata vers. versalitas (letras); ver-
s. a. sin año (de edición) seq. sequitur (en la frase non sión
s. d. sine data sequitur ‘no sigue’, poco vid. vide (véase; mejor, v.)
s. e. sin editor usada) viz. videlicet (a saber)
s. f. sin fecha seud. seudónimo vol. volumen
s. i. sin imprenta seud. colect. seudónimo co- w. versos; volúmenes
s. l. sin lugar (de edición) lectivo
s. l. e. a. sine loco et anno sig. siguiente xil. xilografía

criterio de que la norma que permite la ficha debe encabezarse por


abreviar los nombres de pila no es
muy acertada. Al contrario, el nombre Alvar López, Manuel.
y los apellidos de la ficha, que des-
pués se utilizará donde sea necesario No sería correcto, en este caso, escri-
(bibliografía, crítica), deben reflejar bir
exactamente la grafía de la fuente (la Alvar, M.,
fuente del elemento de responsabilidad Alvar López, M.
es la portada en un documento textual;
a falta de portada, podría utilizarse la Sin embargo, si en la fuente dijera
cubierta como fuente). Si en ella apa-
rece escrito M. Alvar,

Manuel Alvar, no sería correcto reflejar en la ficha, en


este caso,
en la ficha debe escribirse
Alvar López, Manuel,
Alvar, Manuel;
por más que estemos seguros de que se
si en la fuente aparece trata de la misma persona.
Si en la fuente el nombre, simple o
Manuel Alvar López, doble, del autor o los autores apare-

91
el trabajo documental

ciera abreviado, se reflejaría así en la invertir el orden normal nombre +


ficha, poniendo punto en cada inicial apellido (+ apellido, si se hace constar
y separando estas en la escritura. En el segundo), pese a que lo indique la
este caso, si conviene, se puede añadir, norma une mencionada (deberán ha-
a continuación de las iniciales res- cerlo así, naturalmente, quienes sigan
pectivas y entre corchetes, la parte de a rajatabla tales normas). Aunque
nombre que falta: algunas normas coinciden en que se
haga al revés, no parece que haya
Jiménez, J[uan] R[amón]. ninguna razón de peso para invertir
el orden normal del nombre de una
Tras el añadido puede omitirse el pun- persona cuando no ocupa el primer
to abreviativo, como se ha hecho en lugar en la serie; el primero sí, porque
el ejemplo, pero también puede colo- sirve para ordenar alfabéticamente la
carse: ficha que contiene ese dato, pero no es
este el caso de los restantes. La norma
Jiménez, J[uanl. R[amón]. une 50-104-94 (ap. 7.1.2) dice que
«Los nombres que se incluyen en la
1.3. El autor colectivo. En el caso ‘responsabilidad principal’ se harán
de autor colectivo, pueden reprodu- constar tal como aparecen en la fuente
cirse todos los autores que aparezcan pero en forma invertida si es necesario
(en la ficha bibliográfica deben constar [...]», y solo es necesario hacerlo con
todos; después, al utilizarlo en una el primero, por razones obvias (es
bibliografía, crítica bibliográfica o en decir, para poder establecer el orden
otra aplicación, se decide hacer constar alfabético del primer autor citado). A
uno o más): mayor abundamiento, la inversión de
Pinós , Josep Mana, Ricard Sebastià Sima - los nombres situados en el segundo lu-
rro y Montserrat Soldevila Flores : Qué gar y siguientes exige una puntuación
m’expliques?, Vilassar de Mar (Barcelona): muy recargada:
Oikos-Tau, 1996.
Santamaría , Andrés; Cuartas , Augusto;
Si son más de tres (algunas normas Mangada , Joaquín, y Martínez de
permiten hasta seis, pero otras alcan- Sousa , José: Diccionario de incorrecciones,
zan muchos más, dependiendo del particularidades y curiosidades del lenguaje,
4.a ed., Madrid: Paraninfo, 1984.
campo de aplicación), se puede citar
al que ocupe el primer lugar o el lu- No es correcto abrir la ficha, la bi-
gar más destacado en la fuente y se bliografía o lo que fuere por autores
hace constar en el orden apellido(s) + varios (a veces abreviado en AA. VV.)
nombre y la expresión et al. (et alii ‘y o varios autores (a veces abreviado en
otros’) o, mejor aún en textos españo- VV. AA.); tampoco deberá usarse Anó-
les, y otros: nimo como entrada de la ficha o la bi-
bliografía. En todos esos casos la ficha
Santamaría , Andrés, et al.: Diccionario de
incorrecciones, particularidades y curiosida- se abre por el título (v. § 7.1.2-1.5).
des del lenguaje, 4.a ed., Madrid: Paraninfo, En los documentos colectivos, el
1984. nombre del director intelectual o edi-
tor científico puede ocupar el lugar de
Cuando se hace constar más de un la responsabilidad principal cuando
autor, el segundo y siguientes no deben su nombre aparezca destacado en la

92
las referencias bibliográficas y las bibliografías

fuente. Suele añadirse, a continua- el nombre del país: España. Ministerio


ción del nombre y entre paréntesis, de Fomento, y para las autonomías
la abreviatura ed. de editor (tal como basta con el nombre oficial de estas:
establecen las normas ISO y une ) o dir.
de director (más lógico en español): Generalitat de Catalunya . Centre d ’In -
vestigació de la Comunicació : Directori
Dreyfus , John, y François Richaudeau espanyol d’investigado en comunicació
(dirs.): Diccionario de la edición y de las [Directorio español de investigación en
artes gráficas, Madrid: Fundación Germán comunicación], Barcelona, 1995.
Sánchez Ruipérez-Pirámide, 1990.
Si es preciso concretar el nombre de
1.4. El autor corporativo o entidad. una entidad que quede dudoso, tras su
En el caso del autor corporativo o nombre se puede añadir, entre parénte-
entidad, la autoría corresponde a una sis, el de la ciudad donde se halla, el de
persona jurídica (institución o enti- su jurisdicción, el de la institución con
dad, sociedad, departamento estatal que se relaciona u otro dato semejante
o local u otro de características simi- que contribuya a clarificar o situar la
lares que aparezca en una publicación entidad. Si el nombre de la entidad se
formalmente identificada y que asuma da en forma de sigla, a continuación,
la responsabilidad de la redacción o entre corchetes, se puede proporcionar
publicación de la obra): su desarrollo original.
España . Ministerio de Cultura . Centro
del Libro y de la Lectura : Panorámi-
1.5. El autor anónimo. Si ninguno
ca de la edición española de libros 1988, de los nombres o entidades que apa-
Madrid, 1989 (Serie: Análisis Sectorial del rezcan en la fuente puede considerarse
Libro, 3). autor, se trata de una obra de autor
desconocido o autor anónimo, y el
Los documentos de autor corporativo registro del documento se hará por el
reflejan el pensamiento colectivo o la título:
actividad de la entidad (informes de
comités, actas de congresos) o son Normas de trabajo, Barcelona: Labor, 1979.
de naturaleza administrativa (manua- Diccionario ideológico de la lengua española,
les, directorios, catálogos). El nombre Barcelona: Biblograf, 1995.
de la entidad aparecerá en el lugar de
la autoría con la grafía que tenga en No es correcto introducir los datos en
la fuente. Si la entidad está subordina- la ficha mediante la palabra anónimo
da a una entidad superior, se dará el o autor anónimo.
nombre de aquella junto con todos los El primer elemento de las publica-
niveles intermedios necesarios para la ciones en serie es el título.
identificación de la entidad responsa-
ble. Pero puede esta entidad aparecer 2. Zona del título . El título es
encabezando la ficha bajo su propio la palabra o frase que normalmente
nombre si sus funciones específicas son figura en el documento, se utiliza para
independientes de la entidad de mayor citarlo e identificarlo y con frecuencia,
rango; por ejemplo, no parece necesa- aunque no necesariamente, sirve para
rio colocar Ministerio del Interior para distinguirlo de otro documento.
introducir la Dirección General de Trá- 2.1. Grafía del título. Se debe hacer
fico. Para los ministerios, se puede dar constar tal como aparece en la fuente.

93
el trabajo documental

En lo que respecta a las mayúsculas 2.4. Abreviaciones de títulos y sub-


y minúsculas, la norma une 50-104- títulos. En principio, los títulos de
94 (ap. 6) dice que «Los datos que se libros, revistas o partes de estos deben
incluyen en la referencia bibliográfica, darse en su integridad, sin supresio-
normalmente deben transcribirse tal nes ni abreviaturas. Algunas normas
como aparecen en la fuente;[.] Sin em- (como las de ISO, por ejemplo) obligan
bargo[,] los detalles de estilo, como el a utilizar abreviaturas en los títulos
uso de mayúsculas, la puntuación, etc., de publicaciones en serie de acuerdo
pueden no reproducirse en la transcrip- con la norma une 50-134. La norma
ción», regla confirmada en el apartado une 50-104-94 (equivalente de la ISO
6.3: «Para el uso de las mayúsculas, se 690:1987) dice: «Un título o subtítulo
seguirá el uso ortográfico de la lengua se pueden abreviar siempre que no se
en la que se da la información» (la pierdan datos esenciales. La omisión
norma que puede aplicarse en español no se debe hacer al comienzo del tí-
es la de poner mayúscula en la prime- tulo. Todas las omisiones se indicarán
ra palabra y en los nombres propios por puntos suspensivos»:
solamente). Cuando el título está en
una lengua extranjera y la obra no Academia Española : Esbozo de una nueva
se ha traducido, se puede añadir gramática..., Madrid: Espasa-Calpe, 1973.
una traducción española entre cor-
chetes: 2.5. Títulos en caracteres no lati-
nos. Si el título está en caracteres no
Estivals , Robert: La bibliologie: introduction latinos, se puede reproducir tal cual,
historique à une Science de l’écrit [La biblio- añadiendo entre corchetes la traslite-
logía: introducción histórica a una ciencia
del escrito], París: Société de bibliologie et ración, o usar solo la trasliteración o
de schérnatisation, 1978. romanización correspondiente (según
normas ISO).
2.2. Dos o más títulos. Si en la
fuente figura más de un título, o uno 2.6. Títulos de capítulos o partes
en más de un idioma, se hace constar de monografías. De acuerdo con la
el título o el idioma que aparezca más tradición hispana, cuando la referen-
destacado. Si no destaca ninguno, se cia sea de un capítulo u otra parte de
elige el que aparezca en primer lugar. una monografía, el título de esa parte
se escribe de redondo entre comillas
2.3. El subtítulo. Si en la fuente latinas (« ») a continuación de la zona
aparece un subtítulo u otro título re- de responsabilidad principal; entre el
lacionado, se puede añadir en el caso título de la parte y el del documento se
de que aporte alguna información adi- introduce la preposición en y al final
cional para una mejor identificación. de la referencia se indican las páginas
Entre el título y el subtítulo debe haber primera y última ocupadas por la parte
dos puntos (:), y el segundo comienza mencionada:
con minúscula:
Millares Carlo , Agustín: «La imprenta en
Eco, Umberto: Cómo se hace una tesis: téc- Barcelona en el siglo xvi», en Historia de la
nicas y procedimientos de investigación, imprenta hispana, Madrid: Editora Nacio-
estudio y escritura, Barcelona: Gedisa, nal, 1982,491-543.
1982 (Colección Libertad y Cambio, Serie Miller , George A.: «The scientific study of
Práctica). language» [El estudio científico del lengua-

94
las referencias bibliográficas y las bibliografías

je], en The Science of words [La ciencia de en que aparecen en la fuente, pueden
las palabras], Nueva York: Scientific Ame- añadirse a continuación del título.
rican Library, 1991, 1-19.
Aunque la norma dispone estos datos
a continuación del título, sin más,
Las normas (entre ellas las de la se puede aceptar la situación, pero
ISO y une ) no utilizan comillas para la grafía (sin diacríticos) parece más
encerrar el título de esa parte de una apropiada si esos datos se encierran
monografía o una publicación en se- entre paréntesis:
rie, al revés de como es costumbre en
campos no científicos, en que se usan Grimal , Pierre: Diccionario de la mitología
las comillas. griega y romana (pról. Charles Picará; trad.
Francisco Payarols; reV. y pról. ed. esp. Pe-
2.7. Título clave. El título clave dro Pericay), Barcelona: Labor, 1965.
es el nombre que se atribuye a una
publicación en serie en el isds (Inter- 4. ZONA DE LA EDICIÓN. A conti-
national Serials Data System ‘Sistema nuación del título, o de la responsabi-
Internacional de Datos sobre las Pu- lidad subordinada si la hay, se coloca
blicaciones en serie’); está asociado al el número de la edición, si no es la
ISSN (v. p. 414). En las referencias de primera (salvo que conste en la fuente
publicaciones en serie, el título puede esta primera edición).
ser sustituido por el título clave si este
aparece en la fuente. 4.1. Grafía de la edición. Se da en
Una publicación en serie es la que, forma abreviada, con una cifra y su
impresa o no, se edita en fascículos punto abreviativo, la letra voladita
o volúmenes sucesivos, numerados más la abreviatura correspondiente:
secuencialmente (con cifras o indi- 3.a ed.
caciones cronológicas) y se destina Dice la norma is o ya mencionada
a aparecer indefinidamente con una que este dato debe proporcionarse «en
periodicidad determinada. La norma la forma en que aparece en la fuente».
une 50-104-94 considera que son Se supone que con ello la norma trata
publicaciones en serie las revistas, los de evitar errores de traducción o adap-
periódicos, los anuarios, las series de tación de la terminología, pero cuando
informes y memorias de las institucio- un lector español que no sepa inglés
nes, las series de actas de congresos y lea, detrás de un título, new enl. ed.,
conferencias y las de monografías. puede quedarse atónito: sin duda que
no sabe lo que quiere decir; sin embar-
3. ZONA DE RESPONSABILIDAD SU- go, si dice nueva edición, ampliada,
BORDINADA. Las personas o entidades dispondrá de muchísima más infor-
que aparecen en la fuente desempeñan- mación, y de esto es de lo que se trata.
do una función secundaria (editores Cualquier otra grafía puede resultar
científicos, directores intelectuales, admisible para medios profesionales
traductores, ilustradores, inventores (bibliotecarios, documentalistas). Los
con intereses en una patente, entidades datos de la edición y su clase pueden
patrocinadoras y otras semejantes) no darse en abreviatura: ed. ampl., ed. rev.
suelen aparecer en el elemento de res- (v. c. 1).
ponsabilidad principal, pero sus nom-
bres y funciones, en el mismo orden 4.2. Pie editorial. A continuación se

95
el trabajo documental

dan los datos del pie editorial y el año, darse «en el idioma original y en caso
por este orden: lugar, editor, año: nominativo como aparece en la fuen-
te». Esta regla supone un problema
Polo , José: Manifiesto ortográfico de la insalvable cuando se trata de un libro,
lengua española, Madrid: Visor, 1990. y a veces también cuando se trata de
un artículo científico. En efecto, si
Hay autores españoles que prefieren
cuando escribimos en español es en
un orden distinto: editor, lugar, año,
español como debemos expresarnos,
orden que les parece más lógico en
es obvio que debemos escribir, en el
español:
texto general de la obra o trabajo,
Polo , José: Manifiesto ortográfico de la len- Fráncfort, París, Londres, Nueva York,
gua española. Visor, Madrid, 1990. Milán, Turín, Tolón, Marsella y topóni-
mos semejantes. Resulta, pues, incon-
Sin embargo, es este un aspecto de la gruente que en las citas bibliográficas
referencia bibliográfica que se puede situadas a pie de página (o al final del
unificar internacionalmente sin que capítulo o del libro) y en la bibliogra-
haya que renunciar a usos y costum- fía cambiemos radicalmente de opi-
bres largamente establecidos, puesto nión y escribamos, respectivamente,
que el hecho de que se coloque el lugar Frankfurt, París, London, New York,
delante del editor no supone ninguna Milano, Torino, Toulon, Marseille. Es
irregularidad grave en nuestra lengua. probable que esta norma sea muy útil
De hecho, este orden, de mayor a me- e incluso necesaria para la confección
nor importancia, se aplica en otros ca- de la ficha catalográfica, pero lo que el
sos de las referencias, como cuando, en escritor hace no es eso. Por lo tanto, en
las obras de autor corporativo, escri- bibliografías publicadas en obras o tra-
bimos España. Ministerio de Trabajo bajos de publicaciones periódicas debe
y Seguridad Social. Dirección General aceptarse la grafía según el exónimo
de la Seguridad Social. español de los topónimos extranjeros.
La norma une 50-104-94 (ap. 7.6) Cuando exista riesgo de confusión,
dice que «Los detalles relativos al puede añadirse, entre paréntesis (y
lugar de publicación y al editor son abreviado si es necesario), el nombre
opcionales. La fecha de publicación es del Estado, provincia o país a que per-
obligatoria». Por el contrario, opino tenece el lugar de edición:
que esos datos, lugar de publicación
y editor, deberían figurar obligatoria- Córdoba (Argentina)
mente en todas las manifestaciones de Cambridge (ru )
la referencia bibliográfica, sea una bi- Georgia (eua ).
bliografía, una ficha bibliográfica que
precede a un resumen o a una reseña En la medida en que sean aplicables,
o bien una cita bibliográfica colocada deben emplearse las abreviaciones de
en forma de nota. Los datos que con- los códigos alfa-2 y alfa-3 de la nor-
tribuyan a la identificación y localiza- ma une 1-084. Para lo no legislado,
ción del documento deben figurar en abréviese según la costumbre. Para los
la referencia. estados estadounidenses y brasileños y
Según la referida norma une (apar- los territorios canadienses se utilizan
tado 7.6.2), el nombre de la ciudad las que se señalan en los cuadros T1
en que se editó el documento debe yT2.

96
las referencias bibliográficas y las bibliografías

Si en la fuente aparece más de un contrario. Los nombres de los demás


lugar de publicación, se hace constar se pueden hacer constar seguidos del
el que figure de forma más destacada, lugar de publicación en cada caso.
y si ninguno se destaca, el primero. A Si el nombre del editor es una sigla y
veces se mencionan todos los lugares se conoce su desarrollo, se puede colo-
que aparecen en la fuente, pero no pa- car entre corchetes después de la sigla:
rece un dato importante: suele tratarse
de sucursales. Se separan con coma. Rodríguez Morató , Arturo: La problemá-
Dice la norma UNE 50-104-94 tica profesional de los escritores y traduc-
tores: una visión sociológica, Barcelona:
(apartado 7.6.4) que si en la fuente no acec [Asociación Colegial de Escritores de
aparece ningún lugar de publicación, Cataluña], 1997.
se hace constar una frase como «lugar
de publicación desconocido» o una Dice la norma une mencionada que si
abreviatura equivalente. Lo que se en la fuente no aparece ningún editor,
ha venido usando es una abreviatura se hace constar una frase como «editor
como s. l. ‘sin lugar (de edición)’, que desconocido» o una abreviatura equi-
sigue siendo útil para estos casos, y es valente. Lo que se ha venido usando es
la que debe seguir empleándose. la abreviatura s. n. ‘sine nomine (sin
Dicha norma añade que «se puede nombre [de editor])’, o bien s. e. ‘sin
indicar el nombre del editor». Esto da editor’, que siguen siendo útiles para
a entender que, si se quiere, se puede estos casos y deben seguir empleán-
omitir. Más bien parece que debería dose.
ser norma la constancia del editor En los casos de autor editor, la pa-
(como asimismo la del lugar y año de labra autor sustituye al nombre del
edición), puesto que, entre otras cosas, editor en la ficha, pero es conveniente
facilita la búsqueda y adquisición del añadir, entre paréntesis, la dirección
documento. El nombre del editor debe del autor si este la proporciona, para
darse tal como aparezca en la fuente, facilitar la búsqueda de la obra.
pero no es preciso añadir Editorial, El año de edición (si se trata de una
Ediciones, Editor, y Compañía, e publicación en serie, debe hablarse de
Hijos, S. A., S. L., Inc., Lted. y otras fecha de edición) se hace constar tal
semejantes. No es necesario, pues, como aparece en la fuente, en cifras
poner Editorial Labor, ya que basta arábigas. Si el documento se publica
con Labor siempre que el nombre no en partes o entregas a lo largo de más
dé lugar a confusión. Cuando exista de un año, se deben hacer constar el
este riesgo debido a que coinciden los primer año y el último, pero si aún
nombres de las editoriales en dos o no se ha completado la publicación,
más países, se añaden los nombres de se indica el primer año seguido de un
estos entre paréntesis: guión y espacio: 1995-. Si en la fuente
no se menciona el año de publicación,
Editora Nacional (España)
Editora Nacional (México) se indica la fecha del derecho de autor,
Labor(España) la del depósito legal, pie de imprenta,
Labor (Bélgica). colofón o, si tampoco existen estas,
una fecha aproximada:
Si en la fuente aparece más de un edi-
tor, se hace constar el que aparezca 1997 pie de imprenta
más destacado o el primero en caso 1995 D. L.

97
el trabajo documental

La fecha puede encontrarse en las pri- crofichas, discos sonoros) debe hacerse
meras o en las últimas páginas (a veces constar la extensión en número de pie-
solo se encuentra en el colofón). Si se zas físicas y la extensión de cada una
conjetura, se puede escribir de ellas, si interesa.
ca. 1996
6. ZONA DE LA COLECCIÓN. Cuan-
o incluso entre interrogantes: do el documento que se describe perte-
nece a una unidad más amplia llamada
¿1996? colección o serie, se hace constar el
nombre de esta y el número que le
A continuación del año de edición se corresponda si lo tiene:
añaden, cuando las hay, las informa-
CoNTRERAS, Lidia: Ortografía y grafémica,
ciones referentes a partes de una mo- Madrid: Visor, 1994 (Biblioteca Gráfica de
nografía (capítulo, volumen, apéndice la Lengua Española, 4).
o lo que fuere) o de una publicación
en serie, cuando no se trata de una Esta información puede omitirse en las
colaboración independiente, y se bibliografías de libros.
identifican de manera separada con la
numeración, el título u otros detalles 7. ZONA DE LAS NOTAS. Cuando
de la referida parte. exista alguna otra información com-
plementaria, puede hacerse constar a
5. ZONA DE LA DESCRIPCIÓN FÍSICA. continuación del elemento anterior.
Esta zona, también llamada colación y Puede indicarse, por ejemplo, que se
descripción externa, no es obligatoria trata de una reimpresión de una edi-
en las referencias que forman parte de ción muy anterior. También se pueden
bibliografías en libros, pero sí debe hacer indicaciones que favorezcan la
aparecer en las críticas de libros de obtención de un documento de difícil
periódicos y revistas. Se aplica opcio- localización; indicaciones que se refie-
nalmente a las monografías y consta ran a las limitaciones de accesibilidad
del número de tomos y volúmenes, (por ejemplo, edición no venal, edición
páginas, hojas, columnas, ilustraciones, limitada, solo para uso oficial) o al
formato y materiales complementarios estado de publicación del documento
que puedan acompañar al libro. Si (por ejemplo, de próxima aparición,
se trata de una publicación en serie en prensa) u otras informaciones que
(V. §7.1.2-2.7), la indicación del fas- resulten interesantes para el lector. Al-
cículo debe ser lo más completa posi- gunas de estas indicaciones no suelen
ble y tal como aparezca en la fuente, figurar en bibliografías de libros.
en su misma lengua. Si la referencia no
es a un fascículo determinado, sino al 8. ZONA DEL NÚMERO NORMALIZA-
conjunto de una publicación todavía DO. El número normalizado asignado
en curso, se hace constar solamente la al documento (el ISBN en monografías
indicación numérica correspondiente o el ISSN en publicaciones en serie)
al primer fascículo, seguido de guión puede hacerse constar. Es opcional en
y espacio. Si la referencia comprende el caso de las partes, capítulos u otras
una secuencia de fascículos, se hacen divisiones de las monografías y en el
constar el primero y el último. de los artículos o trabajos de publica-
En los documentos no impresos (mi- ciones en serie.

98
las referencias bibliográficas y las bibliografías

7.2. Las bibliografías o los apellidos del mismo autor, en la


de monografías segunda y siguientes menciones se sus-
y artículos tituyen el o los apellidos y el nombre
de pila por una raya (—) o un menos
7.2.1. DEFINICIÓN (-) (según lo que se esté utilizando
en el texto general) seguidos de un
Las bibliografías son listas de refe- espacio fijo (en tipografía, un espacio
rencias bibliográficas que se han utili- de dos puntos o bien de un cuarto de
zado en una obra o que se mencionan cuadratín), sin ninguna puntuación,
en ella para conocimiento del lector y con lo cual todos los datos, cuando el
guía del investigador. texto se dispone en párrafo francés (el
más adecuado en estos casos), vendrán
en columna:
7.2.2. ORDENACIÓN DE LOS DATOS
Polo , José: Lenguaje, gente, humor..: mate-
LOS datos de las referencias se orde- riales para una antología semántica espa-
ñola, Madrid: Paraninfo, 1972.
nan por zonas, tal como se indica en el — Ortografía y ciencia del lenguaje, Madrid:
párrafo 7.1.2. Paraninfo, 1974.
— Enseñanza del español a extranjeros,
Madrid: Sociedad General Española de
7.2.3. ORDENACIÓN Librería, 1976a.
— El español como lengua extranjera, ense-
DE LAS REFERENCIAS ñanza de idiomas y traducción, Madrid:
Sociedad General Española de Librería,
Las referencias que forman una 1976b.
bibliografía pueden organizarse de — Epistemología del lenguaje e historia de la
varias maneras, pero en español, nor- lingüística, Madrid: Gredos, 1986 (Biblio-
teca Románica Hispánica. II: Estudios y
malmente, se hace por orden alfabético Ensayos, 346).
de los apellidos de los autores, el único
si solo hay uno o el primero si hay dos Si en la compaginación estos signos
o más (en las demás lenguas, según aparecen ocupando el primer lugar de
sea su costumbre; véanse las entradas la columna o la página, se restituyen el
correspondientes en la segunda parte). o los apellidos y el nombre del autor a
El orden alfabético puede ser único si que sustituyen.
todas las referencias forman un solo
cuerpo, de la a a la z, o bien puede
ordenarse la bibliografía por materias, 7.2.4. Puntuación de las zonas
y dentro de cada materia, por orden Y LOS ELEMENTOS
alfabético de las fichas que contenga o DE LAS BIBLIOGRAFÍAS
cronológicamente. También se pueden
ordenar por números arábigos, si las Las normas internacionales (ISO) y
citas bibliográficas responden a este nacionales (UNE) no dan reglas para
sistema (v. §2.5-3). Para ello, cada la puntuación de las zonas y los ele-
obra puede llevar un número corre- mentos dentro de ellas. Solo aconsejan
lativo, y los documentos pueden estar que se use un sistema de puntuación
colocados por orden alfabético, por coherente. Sin embargo, pese a no
materias o sin ningún orden. optar por un modelo de puntuación,
Si dos o más fichas comienzan con el lo usan en sus ejemplos, y esto explica

99
el trabajo documental

que, aun no pareciendo satisfactorio Milner , Richard:


en algunos casos, tal modelo haya sido
copiado y generalizado por cuantos La puntuación entre el o los apelli-
han escrito acerca de la forma de dis- dos y el nombre es la coma. La omi-
poner las bibliografías. sión de este signo en ese lugar, reco-
Lo coherente, como pide la norma, mendada y aun practicada por algunos
podría consistir en separar siempre con autores, parece inadecuada (incluso
punto las zonas, y con coma u otros en el caso, que no se da siempre, de
signos los elementos dentro de ellas. que los apellidos aparezcan con grafía
Y, en efecto, esto es lo que practican la distinta —en este caso versalita— de la
mayor parte de los autores y entidades del nombre).
que han emitido normas, pero no es 2a) El título puede ir seguido de
modelo generalizado en las editoria- punto (según el uso que establecen las
les bibliológicas. La no aceptación normas):
generalizada de un modelo para la
Milner , Richard: Diccionario de la evolu-
disposición, puntuación y grafía de las ción.
bibliografías hace posible la existencia
de muchos modelos de actuación en
2b) Una solución alternativa muy
este terreno, aunque no sea deseable.
utilizada consiste en colocar coma tras
Puesto que las normas dejan libertad
el título:
de criterio a la hora de puntuar estos
datos, y solo aconsejan aplicar la co- Milner , Richard: Diccionario de la evolu-
herencia a los modelos utilizados en ción.
cada caso, entiendo que la coherencia
a que se refieren debe consistir en: a) la El subtítulo, cuando lo hay, se es-
elección de un modelo que se acerque cribe en cursiva y se separa del título
lo más posible al que se utiliza en las mediante dos puntos y comenzando
normas (aunque no sea normativo), y con minúscula:
b) utilizar el mismo modelo en todas
las obras de una misma editorial, insti- Milner , Richard: Diccionario de la evolu-
ción: la humanidad a la búsqueda de sus
tución o autor. En esta obra se explica- orígenes.
rá la que utilizan las normas oficiales,
pero se deja la puerta abierta a otros Algunas fuentes prefieren escribir con
usos, que se exponen en cada caso con inicial mayúscula el subtítulo, pero las
objeto de no desperdigar demasiado normas emplean la minúscula en sus
las reglas de escritura. ejemplos.
Conforme con lo dicho, se pueden 3a) El elemento de la responsabili-
aplicar las siguientes normas: dad subordinada va seguido de punto
en las normas:
la) Según las normas, el nombre del
autor debe ir seguido de punto: Milner , Richard: Diccionario de la evolu-
ción: la humanidad a la búsqueda de sus
Milner , Richard. orígenes. Prólogo de Stephen Jay Gould,
traducción de José Luis Gil Aristu.
lb) Una alternativa, que parece más
lógica, consiste en separar el nombre y 3b) Una alternativa muy utiliza-
el título mediante dos puntos (:): da, y tal vez preferible, consiste en

100
las referencias bibliográficas y las bibliografías

colocar esos datos entre paréntesis: gamos lo mismo. En cualquier caso,


tal indicación es obligada cuando las
Milner , Richard: Diccionario de la evolu- funciones a que nos referimos no se
ción: la humanidad a la búsqueda de sus
orígenes (pról. Stephen Jay Gould, trad.
deben al autor de la obra, sino a per-
José Luis Gil Arista), sona ajena a esta. Por ejemplo.

Seco , Rafael: Manual de gramática española,


y se sigue de coma en lugar de punto. 11.a ed., reV. y ampl. por Manuel Seco, Ma-
4a) La zona de la edición, que se drid: Aguilar, 1990.
expresa en abreviatura, va seguida de
punto en las normas: La información aquí proporcionada es
pertinente, ya que el autor de la puesta
Milner , Richard: Diccionario de la evolu- al día y la revisión no es el de la obra.
ción: la humanidad a la búsqueda de sus
orígenes. Prólogo de Stephen Jay Gould, La puntuación entre el número de la
traducción de José Luis Gil Arista. 1.a ed. edición y el texto subsiguiente dentro
de la misma zona es, en cualquier caso,
4b) Una alternativa Consiste en Co- la coma, como se ha visto en el ejem-
locarla después de Coma, especialmente plo anterior.
si se ha cumplido 3b: 4c) Algunos autores relacionan el
número de edición con el año en que
Milner , Richard: Diccionario de la evolu- esta se da, por lo que trasladan el dato
ción: la humanidad a la búsqueda de sus al final de la ficha y colocan, tras el
orígenes (pról. Stephen Jay Gould, trad. año y en cifras voladitas, el número de
José Luis Gil Arista), 1.a ed.,
la edición:
y hacerla seguir de coma en lugar de Seco , Rafael: Manual de gramática española,
punto. Madrid: Aguilar, 199011 (rev. y ampl. por
Cuando no se trata de la primera (la Manuel Seco).
cual solo se hará constar si figura en
la fuente), puede la edición ir acom- Como se ve en el ejemplo, si hay que
pañada de elementos de información añadir algo relacionado con el tipo de
que es preciso hacer constar. La norma edición, puede hacerse a continuación
UNE 50-104-94 dice que debe indicarse entre paréntesis. Ciertos autores son
tal como esté en el original. Por lo que partidarios de este mismo modelo,
respecta al español, la información que pero colocando el número de la edi-
suelen ofrecer los editores puede inclu- ción antes del año:
so resultar redundante; por ejemplo,
Seco , Rafael: Manual de gramática española,
si se trata de la segunda edición, se da Madrid: Aguilar, 111990 (rev. y ampl. por
por supuesto que el texto de la primera Manuel Seco).
ha sido alterado, ampliado, corregido,
etcétera, por lo que se supone que bas- Por supuesto, otras colocaciones tam-
taría con indicar «3.a ed.», ya que lo bién serían posibles (al menos, en lite-
demás se da por sabido (no hay nueva ratura y campos afines); por ejemplo,
edición si no hay ampliación o cambio colocando el número de la edición en
en el texto original). Sin embargo, si forma subíndice, antes o después del
en textos extranjeros hemos de copiar año, pero no parece recomendable di-
lo que la fuente diga (lo entendamos versificar las grafías de este dato.
o no), lo lógico es que en español ha- 5a) El pie editorial se puntúa de la

101
el trabajo documental

siguiente manera, según las normas: ralmente no aparece mencionada en


entre el lugar de edición y la editorial las bibliografías. De los datos que la
se colocan dos puntos (:), y entre la forman (tomos, volúmenes, páginas,
editorial y el año, coma: hojas, columnas, ilustraciones, formato
y materiales complementarios), solo
Milner , Richard. Diccionario de la evolu- los tomos y los volúmenes, con menos
ción: la humanidad a la búsqueda de sus
orígenes. Prólogo de Stephen Jay Gould, frecuencia las páginas, pueden apare-
traducción de José Luis Gil Arista. 1.a ed. cer en las bibliografías de monografías
Barcelona: Biblograf, 1995. (distinto es el caso, como se verá más
adelante, cuando se trata de trabajos o
La norma UNE, que no recomienda capítulos de obras). En las normas, los
ninguna puntuación en especial, sin tomos y volúmenes se hacen constar
embargo utiliza en sus ejemplos los después del año de edición, separado
dos puntos después del lugar de edi- de este por un punto:
ción, grafía que actualmente se ha
generalizado. Moliner , María. Diccionario de uso del
5b) Una grafía alternativa sería la español. Madrid: Gredos, 1966, 1967.
coma, como se ha hecho siempre en es- 2 Vols.
Enciclopedia Labor. Barcelona: Labor, 1967-
pañol. La exigencia de los dos puntos 1984. 10 t. en 11 Vols. + 3 suplementos.
puede estar relacionada con el hecho
de añadir, tras el lugar de edición,
6b) Una grafía alternativa, que pa-
otros elementos aclaratorios que no
rece más lógica, consistiría en colocar
sean precisamente la editorial, como
la indicación de los volúmenes antes
sería lógico esperar; en este caso, los
de la edición o, si falta este dato, in-
dos puntos dejan claro (convencional-
mediatamente antes del lugar de edi-
mente) que lo que sigue es el nombre
ción:
de la editorial sin duda alguna. Se da
con frecuencia el hecho de que el lugar
Moliner , María. Diccionario de uso del
de edición es una unidad perteneciente español, 2 Vols., Madrid: Gredos, 1966,
a otra que administrativamente es más 1967.
importante; por ejemplo, Boston, Mas- Enciclopedia Labor, 10 t. en 11 Vols. + 3
sachusetts. Aunque en español esto suplementos, Barcelona: Labor, 1967-1984.
tendría fácil remedio —poner entre
paréntesis la unidad toponímica mayor En principio, parece que anunciar pri-
en relación con la menor; por ejemplo, mero los años en que se producen las
Vilassar de Mar (Barcelona)—, en in- ediciones de los respectivos volúmenes
glés no suele hacerse así, lo que justifi- y después decir cuántos son estos volú-
ca el uso de esos dos puntos. Y puesto menes parece un poco irregular.
que su empleo está muy generalizado,
podría admitirse en la grafía alternati-
va; es decir, que, cualquiera que fuera 7.2.5. Grafía tipográfica
el modelo de grafía que se elija, este DE LAS ZONAS Y SUS ELEMENTOS
dato debería puntuarse con los dos
puntos, como se ha venido haciendo Las normas no establecen la grafía
en los ejemplos. tipográfica de los elementos de las
6a) La zona de la descripción física bibliografías. Se da a continuación la
no es obligatoria, por lo que gene- grafía más habitual y lógica en tipo-

102
las referencias bibliográficas y las bibliografías

grafía, teniendo en cuenta la tradición título de una parte (capítulo, parte) se


hispánica: escribe de redondo entre comillas lati-
nas (« »); en estos casos, la preposición
1) Zona de responsabilidad prin- en se escribe de redondo, seguida del
cipal. El o los apellidos se escriben título de la monografía en cursiva:
con VERSALITAS; el nombre de pila, con
minúsculas: Pujol , Josep M., y Joan Solà : «Puntuació i
tipografía», en Ortotipografía: manual de
l’autor, l’autoeditor i el dissenyador gràfic,
Alvar Ezquerra , Manuel, y Antonia María 2.a ed., rev., Barcelona: Columna, 1995,
Medina Guerra : Manual de ortografía de 69-129.
la lengua española, Barcelona: Biblograf,
1995.
Contreras , Lidia: Ortografía y grafémica, Antiguamente, si el procedimiento
Madrid: Visor, 1994 (Biblioteca Gráfica de de trabajo (por ejemplo, cuando se
la Lengua Española, 4). empleaba la máquina de escribir para
presentar el original) no permitía uti-
Si el procedimiento de composición del lizar la cursiva en el título, la solución
texto no permite utilizar la versalita consistía en subrayarlo (en la imprenta
en el apellido, la solución consiste en convertían lo subrayado en letra cur-
escribirlo con mayúsculas: siva):
ALVAR EZQUERRA, Manuel, y Antonia Pujol , Josep M., y Joan Solà : «Puntuació i
María MEDINA GUERRA: Manual de tipografía», en Ortotipografía: manual de
ortografía de la lengua española, Barcelona: Fautor. Pautoeditor i el dissenyador gràfic.
Biblograf, 1995. 2.a ed., rev., Barcelona: Columna, 1995,
CONTRERAS, Lidia: Ortografía y grafémica, 69-129.
Madrid: Visor, 1994 (Biblioteca Gráfica de
la Lengua Española, 4).
3) Las demás zonas. En redondo,
Si esta solución no es adecuada (la sin distinción alguna aunque se trate
mayúscula puede resaltar demasiado de términos o frases en idioma extran-
en algunos tipos), como mal menor se jero.
puede disponer con letra minúscula:

Alvar Ezquerra, Manuel, y Antonia María 7.3. Referencias bibliográficas


Medina Guerra: Manual de ortografía de de otros documentos
la lengua española, Barcelona: Biblograf,
1995. 7.3.1. Patentes
Contreras, Lidia: Ortografía y grafémica,
Madrid: Visor, 1994 (Biblioteca Gráfica de
la Lengua Española, 4). En los documentos de patentes la
referencia puede empezar con el nom-
Si el trabajo se presenta en soporte in- bre del solicitante o el del propietario
formático y el texto no dispone de la de la patente, seguido del título del
forma tipográfica adecuada, es nece- invento. En una mención de responsa-
sario, en este caso, escribirlo todo con bilidad subordinada se pueden incluir
minúsculas, indicando, en la copia en los nombres de personas o entidades
papel, qué términos habrán de compo- que desempeñan otras funciones. La
nerse en versalitas. referencia debe incluir el identificador
2) Zona del título. En las monogra- del documento, que se compone de los
fías, el título se escribe con cursiva; el siguientes datos:

103
el trabajo documental

— nombre del país o de la organiza- Aun en su diversidad, los documentos


ción internacional (a no ser que en soporte informático deben guardar
esté claramente indicado en la cierta identidad o parecido con los
clase del documento de patente, demás documentos citados en una
caso en el cual puede omitirse); determinada obra o escrito, tanto en
— clase del documento de patente; la forma de presentación como en la
— número del documento de pa- puntuación y tipografía. A este respec-
tente, que consiste en el código to son de aplicación las normas adop-
une de dos cifras para el país tadas para las bibliografías de escritos
(norma une 1-084) o el código en soporte papel (v. § 7.2.3 y 7.2.4).
de la organización internacional El lector debe tener en cuenta que
(OMPI standard ST.3), el número esta materia es aún muy nueva y se ha-
del documento (cód. 11) y el có- lla sometida a cambios constantes, no
digo de dos caracteres de la clase solo de los elementos mencionados en
de documento (WIPO standard una lista o bibliografía, sino de las for-
ST.16); como mínimo se debe mas de citarlos. Debido a que se trata
hacer constar el número del do- de materiales fungibles, inestables,
cumento (cód. 11); cambiantes... y que en muchos casos
— fecha de publicación (cód. 41- han desaparecido cuando se citan, los
47), de acuerdo con la norma problemas que presentan son muchos.
UNE 1-143. El escritor debe mencionar todos los
datos de que disponga, dejando cons-
Ejemplo (tomado de la norma UNE 50- tancia clara del URL (uniform resource
104-94, §7.12): locator ‘localizador uniforme de recur-
sos’) consultado y de la fecha.
SoCIÉTÉ MINIÈRE ET MÉTALLURGIQUE DE En la actualidad hay una serie de
Peñarroya : Procédé pour la dissolution sitios de Internet donde se dan normas
sélective du plomb. Beutier, D. (inventen). para la cita de recursos electrónicos
Int. Cl.3: C22B 3/00; C22B 19/02. Fecha del
depósito 1983-08-24. Demande de brevet (generalmente en inglés y francés)
européen EP00102299AL 1984-03-07. (v. §7.3.2.3). Sin embargo, yo me he
basado especialmente en el trabajo de
Estivill y Urbano (30/05/1997, v. 1.0),
7.3.2. Recursos electrónicos sin perder de vista las decisiones adop-
tadas en la norma is o 690-2 (1.a ed.,
Los recursos publicados en for- 15/11/1997), que los citados autores
mato electrónico son cada día más también tienen en cuenta.
abundantes y se consultan con mucha
frecuencia. Correlativamente, se citan
cada vez más, lo que hace aconsejable 7.3.2.1. Zonas y grafías
disponer de unas normas que permitan de las referencias
distinguir el tipo de mensaje y la for- de recursos electrónicos
ma de citarlo, ya sea en el texto, ya en
las listas de documentos consultados Los recursos electrónicos pueden
(bibliografías). Al igual que con los tener las siguientes zonas:
documentos en papel, los que se dispo-
nen en soporte informático deben ser 1. Responsabilidad principal . Se
fácilmente identificables y localizables. refiere al autor, sea individual, colec-

104
las referencias bibliográficas y las bibliografías

tivo o institucional (entidad). Si es de escritura no permite esta grafía, se


autor personal, el o los apellidos se puede subrayar o, en caso de no ser
escriben con versalitas, y el nombre, posible, comenzar y terminar el título
con minúsculas (excepto la inicial). Si con el signo subraya (_). Si el título
es una institución o entidad, el nombre es de un capítulo, artículo en revistas
de esta se escribe con versalitas, salvo o diarios o caso semejante (es decir,
las iniciales de sustantivos y adjetivos, de una parte dependiente de obra
que van con mayúsculas. Cuando el independiente), se escribe de redondo
mensaje sea público (por ejemplo, lis- y entre comillas latinas (« »). Si hay
tas de discusión, boletines de noticias, subtítulo, este se sitúa después del tí-
etcétera), a continuación del nombre tulo separado de él por dos puntos (:)
del autor se debe hacer constar su di- y comienza con minúscula.
rección electrónica entre antilambdas
(< >). Si no existe responsable principal 3. TIPO DE SOPORTE. Los soportes
o el recurso comprende documentos de son los elementos en que se hallan los
varia procedencia, el primer elemento documentos que se citan. Se escriben
de la ficha es el título. Como en el de redondo y entre corchetes. Pueden
caso de las bibliografías de trabajos ser los siguientes:
presentados en soporte papel, pueden
ir seguidas de punto o dos puntos (:) [en línea]
[cd -rom ]
(v. § 7.2.4). [cinta magnética]
[disco o disquete].
2. TÍTULO. Se obtiene de la pantalla
principal del recurso. Si el título no Cuando sea necesario, se puede especi-
existe o es poco significativo, puede ficar el tipo de material:
obtenerse del soporte físico, de la do-
cumentación escrita o del envoltorio, [monografía en cd -rom ]
según los casos. En los recursos web, [monografía en cinta magnética]
[base de datos en línea]
si no aparece en la pantalla principal [publicación seriada en línea]
un título destacado, se toma el que [programa informático en disquete]
figura en el head del recurso en forma- [boletín de noticias en línea]
to HTML (hypertext markup language [correo electrónico].
‘lenguaje de marcado de hipertexto’)
(el título del head también se puede En los documentos que tienen subtítu-
proporcionar en nota si el título de la lo (v. § 7.3.2.1-2), la indicación corres-
pantalla principal se ha tomado como pondiente se coloca antes de este. Se
título). En los mensajes electrónicos, el escribe siempre entre corchetes.
título es el mismo que figura en la línea
subject del mensaje. 4. EDICIÓN. En esta zona se hace
En el caso de que el recurso care- constar el dato que se refiere al número
ciese de título y no pudiera elegirse de la edición o al hecho de que esta sea
una de sus partes como tal, se puede revisada o actualizada, o a la versión
crear un título breve que se sitúa en- del recurso. Se pueden abreviar.
tre corchetes. Si el título es de obra o
publicación semejante (es decir, mono- 5. FASCÍCULO. Se hace constar el
grafía u otra obra independiente), se primer número de la publicación o
escribe con letra cursiva. Si el sistema la cronología de esta. Si ha dejado de

105
el trabajo documental

publicarse, se anota también el último del documento fuente, se sitúan a con-


número. tinuación de los datos que describen
este documento fuente y antes de las
6. LUGAR DE EDICIÓN Y EDITOR. En notas. Si se trata de contribuciones
esta zona se hacen constar el nombre independientes en textos y publicacio-
de la localidad en que se publica o nes seriadas, el responsable y el título
distribuye el recurso y el nombre del son los elementos iniciales y deben
editor o distribuidor. Si no están claros diferenciarse tipográficamente del
en la fuente de que se deben tomar, se documento fuente. Como en los casos
omite este dato, pero sin indicar que de documentos en soporte papel, entre
se omite. Si el recurso citado tiene los datos de la contribución y los del
también edición impresa, los datos de documento fuente debe colocarse en
publicación que hay que hacer constar (de redondo). La numeración y loca-
son los del recurso electrónico. Los lización de la contribución dentro del
de la edición en papel se dan en nota. documento fuente se hacen constar
Entre el lugar de edición (que debe después de los datos de este último.
escribirse en español) y el del editor se
colocan dos puntos (:) (v. § 7.2.4). 9. Notas . Aunque se trata de un
dato opcional, suelen anotarse en este
7. FECHA DE PUBLICACIÓN O ACTUA- apartado la periodicidad, los datos de
LIZACIÓN. Se anota con el formato con publicación de la edición impresa, el
que figura en el recurso, pero expresa- tipo de material cuando no se puede
do en español (1998, 19/01/1998, 19 deducir con claridad (por ejemplo, ba-
en. 1998) (aunque mejor sería utilizar se de datos, programa informático).
la norma internacional para la fecha:
año-mes-día: 1998-01-19, para unifi- 10. DISPONIBILIDAD Y ACCESO. En
car criterios). Si el recurso se actualiza este apartado se identifica y localiza el
con frecuencia y en el documento fi- recurso. Solo se aplica a los recursos
gura la fecha de publicación, esta pue- que aparezcan en lugares que no sean
de escribirse dejándola abierta (es la Internet; por ejemplo, se puede hacer
decir, con guión y espacio pospues- constar «También disponible en Info-
tos: 1998- ), salvo si la referencia es a vía». Normalmente, la localización se
una versión concreta; en este caso se limita a la mención del URL (v. § 7.3.2),
pueden citar las dos fechas, la prime- pero sin necesidad de repetir esta sigla;
ra precedida de la voz actualización es decir, se coloca entre antilambdas
(1998, actualización 15 jul. 1998); (< >). La grafía de estas direcciones
si solo figura la fecha de revisión o debe respetar exactamente la que
actualización, se hace constar esta en tengan en la fuente, en especial en lo
lugar de la de publicación. Si los re- relativo a las mayúsculas, los signos es-
cursos son en línea y no existe fecha peciales y las cifras. Cuando el recurso
de publicación ni de actualización, se aparezca en otros lugares o formatos
anota solamente la fecha de consulta (por ejemplo, en ASCII), debe mencio-
después del URL (v. § 7.3.2). narse a continuación de la localización
del ejemplar consultado. Los boletines
8. Partes y contribuciones . Estos de noticias y listas de discusión deben
datos, que comprenden el título, la llevar dos localizaciones: la dirección
numeración y su localización dentro electrónica a la que se envían y donde

106
las referencias bibliográficas y las bibliografías

se publican los mensajes y el servidor — edición;


de la lista. Si los mensajes se guardan — lugar de publicación;
en un archivo permanente, su direc- — editor;
ción se anota también. En el caso de — fecha de publicación;
revistas electrónicas debe proporcio- — fecha de actualización o revi-
narse la información para la suscrip- sión;
ción. Cuando sean necesarios códigos — fecha de consulta (obligatorio en
de acceso (en las bases de datos en documentos en línea; opcional en
línea, por ejemplo), se dan precedidos los demás casos);
de la anotación correspondiente: login, — colección (opcional);
clave de acceso o lo que sea perti- — notas (opcional);
nente. — disponibilidad y acceso (obliga-
torio en los documentos en línea;
11. FECHA DE CONSULTA. Solo es opcional en los demás casos);
obligatoria en los documentos en línea. — número normalizado (opcional).
Este dato puede disponerse después del
URL (v. § 7.3.2), en forma abreviada, Ejemplos:
entre corchetes y precedida de la pa-
labra Consulta o similar; por ejemplo, idrc [International DeVeloprnent Research
«[Consulta: 5 oct. 1998]». Centre ‘Centro Internacional de Inves-
tigación para el Desarrollo: ciid ’]: The
Author's Page [en línea]: editorial guidelines
12. NÚMERO NORMALIZADO. Este and instructions from idrc books, Ottawa
dato, declarado obligatorio en el bo- (Canadá), idrc , 26/02/1996, <http://www.
rrador de la ISO, lo consideran opcio- idrc.ca/books/edit/sgrefse.htrnl>. [Consulta:
20/02/1999.]
nal algunas de las demás fuentes (en Enciclopedia Planeta multimedia [cd -rom ],
especial, Estivill y Urbano), razón por 1.a ed., 8 vols., Barcelona: Planeta, 1998.
la cual, atendido el argumento de que Diccionario general de la lengua española
en los documentos en soporte papel Vox [cd -rom ], 1.a ed., Barcelona: Biblograf,
tampoco es obligatorio (salvo en las 1995, serie 1995-01.
Catálogo colectivo de las universidades de
monografías), aquí se considera op- Cataluña [en línea], <http://www.cbuc.es/
cional. Este número puede ser el ISBN vtls/spanish>. [Consulta: 02/03/1999.]
o el ISSN.
1b. PARTES DE TEXTOS ELECTRÓ-
NICOS, BASES DE DATOS, PROGRAMAS
7.3.2.2. Aplicación de los datos INFORMÁTICOS. Los elementos que
a los recursos electrónicos deben Cumplimentarse en este apar-
tado son:
1a. TEXTOS ELECTRÓNICOS, BA-
SES DE DATOS, PROGRAMAS INFOR- — responsabilidad principal (del
MÁTICOS. Los elementos que deben documento fuente o documento
cumplimentarse son los siguientes: principal);
— título (del documento fuente o
— responsabilidad principal; documento principal);
— título; — tipo de soporte;
— tipo de soporte; — responsabilidad secundaria (del
— responsabilidad secundaria (op- documento fuente) (opcional);
cional); — edición;

107
el trabajo documental

— lugar de publicación; — título de la contribución;


— editor; — responsabilidad principal del do-
— fecha de publicación; cumento fuente;
— fecha de actualización o revi- — tipo de soporte;
sión; — edición;
— designación del capítulo o de la — lugar de publicación;
parte; — editor;
— fecha de consulta (obligatorio en — fecha de publicación;
documentos en línea; opcional en — fecha de actualización o revi-
los demás casos); sión;
— capítulo o designación equivalen- — numeración del documento fuen-
te de la parte; te (opcional);
— título de la parte; — localización de la contribución
— número del documento fuente dentro del documento fuente;
(opcional); — notas (opcional);
— localización de la parte en el do- — disponibilidad y acceso (obliga-
cumento fuente; torio en documentos en línea;
— notas (opcional); opcional en los demás casos);
— disponibilidad y acceso (obliga- — número normalizado (opcional).
torio en los documentos en línea;
opcional en los demás casos); Ejemplo:
— número normalizado (opcional).
«Impresionismo», en Enciclopedia Planeta
multimedia [cd -rom ], 1.a ed., 8 vols.,
Ejemplos:
Barcelona: Planeta, 1998, vol. 3, «Tecno-
idrc [International DeVelopment Research logía».
Centre]: The Author’s Page [en línea]: edi-
torial guidelines and instructions from idrc 2a. Publicaciones seriadas elec -
books, Ottawa (Canadá), idrc , 26/02/1996, trónicas COMPLETAS. Los elementos
Chapter 3: «One to nine and beyond», que deben cumplimentarse son los
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html>. [Consulta: 20/02/1999.] siguientes:
CD-ROM Librarían [en línea]: The optical me-
dia review for Information professionals, — responsabilidad principal;
Westport: Meckler Corporation, 1986- — título;
1992, vol. 7, núm. 4 (diciembre 1992). — tipo de soporte;
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[Consulta: 02/03/1999.] — editor;
Enciclopedia Planeta multimedia [cd -rom ], — fecha de publicación;
1.a ed., 8 vols., Barcelona: Planeta, 1998,
vol. 3, «Tecnología». — fecha de consulta (obligatorio en
documentos en línea; opcional en
1c. Contribuciones en textos los demás casos);
ELECTRÓNICOS, BASES DE DATOS, PRO- — colección (opcional);
GRAMAS INFORMÁTICOS. Los elemen- — notas (opcional);
tos que deben cumplimentarse son: — disponibilidad y acceso (obliga-
torio en los documentos en línea;
— responsabilidad principal de la opcional en los demás casos);
contribución; — número normalizado (opcional).

108
las referencias bibliográficas y las bibliografías

Ejemplo: [en línea], vol. 1, núm. 1, oct. 1998, Sala-


manca: Asociación Española de Bibliología
Asociación Española de Bibliología
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Bibliología (aeb ), oct. 1998, <http://www.
uv.es/%7ebarrueco/reb/esp/instrucciones. 3a. Sistemas electrónicos de
htm>. [Consulta: 05/03/1999.] BOLETINES DE NOTICIAS, LISTAS DE
DISCUSIÓN (FOROS) Y DE MENSAJE-
2b. ARTÍCULOS Y OTRAS CONTRIBU- RÍA. Los elementos que deben cum-
CIONES EN PUBLICACIONES SERIADAS plimentarse son los siguientes:
ELECTRÓNICAS. Los elementos que
deben cumplimentarse en este caso son — título;
los siguientes: — tipo de soporte;
— lugar de edición;
— responsabilidad principal de la — editor;
contribución; — fecha de publicación;
— título de la contribución; — fecha de consulta (obligatorio en
— título de la publicación en serie; documentos en línea; opcional en
— tipo de soporte; los demás casos);
— edición; — notas (opcional);
— fecha de actualización o revi- — disponibilidad y acceso (obliga-
sión; torio en los documentos en línea;
— fecha de consulta (obligatorio en opcional en los demás casos).
documentos en línea; opcional en
los demás casos); Ejemplo:
— localización de la parte dentro del
documento fuente; Apuntes [en línea]. Moderadores: Alberto
— notas (opcional); Gómez Font y Pedro García Domínguez.
— disponibilidad y acceso (obliga- Lista de discusión sobre lenguaje. Madrid:
Agencia Efe, 1997- . <apuntes@eunet.
torio en los documentos en línea; es>. Archivo de los mensajes en <http://
opcional en los demás casos); goya.eunet.es/listserv/apuntes>. [Consulta:
— número normalizado (opcional). 11/10/1999.]

Ejemplos: 3b. MENSAJES ELECTRÓNICOS. Los


elementos que deben cumplimentarse
Ibarra i Ollé , Ricard: «El paper deis arxius
en el mercat del patrimoni documental»,
son:
Butlletí Informatiu de PAssociació d’Ar-
xivers de Catalunya [en línea], marzo- — responsabilidad principal del
abril de 1998, pp. 1-2. <http://www.bcn. mensaje;
es/aac/catala/c_but45.htm>. [Consulta: — título del mensaje;
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(Sobre la lista de países de las Naciones ca el mensaje;
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<http://europa.eu.int/comm/sdt/bulletins/ — responsabilidad secundaria/re-
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109
el trabajo documental

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110
las referencias bibliográficas y las bibliografías

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111
2 La escritura

1. El autor, la obra y su destinatario ejemplo, partes o capítulos de la obra),


sea porque firme con su nombre al pie
1.1. El autor del trabajo (por ejemplo, en enciclo-
pedias y diccionarios enciclopédicos).
Llamamos autor a la persona, Si en la obra o trabajo no se especifica
conjunto de personas o entidad que quién es el autor de cada parte, sino
concibe y realiza una obra o trabajo que la totalidad de los autores asumen
científico, literario o artístico, general- su contenido, se habla de autor colec-
mente destinado a la difusión. tivo. Los autores en colaboración y los
Al frente de una obra que no sea colectivos son coautores en relación
anónima o de autor corporativo (enti- con los demás autores de la misma
dad) debe aparecer siempre el nombre obra, pero suele distinguirse a los
de su autor. Es habitual que se trate de primeros como colaboradores y a los
una sola persona (autor único o indivi- segundos como coautores.
dual), pero abundan también las obras A veces, en las obras en colabora-
con dos o más autores, sobre todo en ción y en las colectivas aparece una
trabajos de investigación científica, en persona, llamada director, director in-
los cuales la autoría de la investiga- telectual o director científico, que tiene
ción y de su resultado corresponde a la misión de definir y dirigir la obra, lo
un equipo, en ocasiones formado por que a veces implica la búsqueda de los
decenas de personas. coautores (cualquiera que sea el tipo de
Cuando una obra o trabajo corres- obra, en colaboración o en colección)
ponde a más de un autor (autor múl- y la fijación de los temas, con su enfo-
tiple), puede tratarse de un autor en que, extensión, tratamiento y cantidad
colaboración o de un autor colectivo. de bibliografía. En este tipo de obras
Hablamos de autor en colaboración el nombre del director intelectual suele
cuando en la obra se especifica qué aparecer destacado tipográficamente
parte corresponde a cada uno de ellos, y precedido del término dirigido por
sea porque esté bien delimitada (por (si se antepone al nombre) o director

113
la escritura

(si se pospone). Se corresponde con el artículos en revistas especializadas), ya


editor inglés. que son el resultado de la investigación
Si en la obra no aparecen autores de un equipo científico.
concretos, sino que su contenido está
amparado por el nombre de una enti-
dad o institución (archivo, biblioteca, 1.2.1. EL ARTÍCULO CIENTÍFICO
conservatorio, laboratorio, museo,
universidad), una sociedad (científica, Un artículo científico es un texto
educativa, benéfica) o un departamen- unitario, de regular extensión (en gene-
to gubernamental (ministerio, direc- ral proporcionada a la importancia o
ción general, secretaría, departamen- al enfoque de su contenido), dedicado
to), hablamos de autor corporativo a la descripción de un trabajo de inves-
o entidad, y se trata de una persona tigación por el autor o los autores que
jurídica. la han realizado.
Finalmente, cuando un autor decide Los artículos científicos que apare-
publicar por sí mismo y a su costa la cen en las revistas especializadas pue-
obra que ha producido, hablamos de den ser de los siguientes tipos:
autor editor.
1) artículo original: trabajo de in-
vestigación en el que se comuni-
1.2. La obra can los resultados obtenidos por
uno o más colaboradores;
A la producción del entendimiento 2) nota, comunicación breve: tra-
plasmada en un soporte (papel o archi- bajo de menor extensión que el
vo informático) que permita su lectura artículo que generalmente da
se la llama obra. Puede consistir en un cuenta de la situación de una
libro o un conjunto de libros, que es la investigación en marcha;
idea más elemental y generalizada que 3) revisión: análisis de un tema por
se tiene de la palabra, pero también un experto teniendo en cuenta
es obra el resultado de un trabajo de su experiencia y la bibliografía
investigación que se publica en forma publicada sobre el tema;
de artículo científico en una revista 4) recensión, crítica de libros: co-
especializada. mentario crítico de libros de re-
Normalmente, una obra es fruto de ciente aparición relacionados con
un solo autor (obra individual), pero se los temas en que se es experto;
da con frecuencia la obra formada por 5) cartas de los lectores: comenta-
más de un autor. En este caso se deno- rios de los lectores relacionados
mina obra en colaboración a la produ- con aspectos científicos.
cida por más de un autor cuyos traba-
jos aparecen claramente delimitados
e identificables. Si la contribución de 1.2.2. Las revistas científicas
cada autor no es distinguible, sino que
se diluye en el conjunto de la obra, se Las revistas científicas son publica-
habla de una obra colectiva o en colec- ciones periódicas que proporcionan
ción. En el mundo de la investigación informaciones científicas sobre investi-
científica es muy común la publicación gaciones en un campo determinado en
de obras colectivas (se trate de libros o forma de artículos, notas, revisiones.

114
la redacción

recensiones y cartas de los lectores. 1.3. El destinatario


Pueden ser de varios tipos:
No es indiferente, a la hora de es-
1) de información: dan a conocer cribir, que nos haya de leer un niño o
progresos científicos; un adulto, una persona cualquiera o
2) primarias o de investigación: un especialista, un lego en la materia
presentan novedades de investi- o un técnico, un público mayoritaria-
gación; mente femenino o masculino. Según
3) de resúmenes o secundarias: sea el destinatario, así habrá de ser el
proporcionan el contenido, resu- nivel de lengua, el léxico empleado, la
mido, de revistas primarias; riqueza y complejidad de la expresión,
4) de progresos científicos y tecno- etcétera. Por ejemplo, parecería muy
lógicos o terciarias: proporcio- inadecuado emplear figuras retóricas
nan resúmenes de los contenidos en un discurso para niños, o términos
de revistas primarias de amplios muy profesionales en un escrito de di-
períodos. vulgación médica, por ejemplo. Cada
público requiere su lenguaje.
Hay que definir por adelantado, en la En general, el escritor debe procurar
medida de lo posible y sin perder de expresarse con sencillez, eligiendo la
vista que se trata de una aproximación, palabras más sencilla, la más compren-
la extensión de la obra que vamos a es- sible, la más corta, la más adecuada
cribir. No es lo mismo, naturalmente, al medio o el momento. El excesivo
escribir un artículo destinado a un rebuscamiento en la expresión no hace
periódico o una revista, el texto de una más bello ni más interesante el discur-
conferencia, una comunicación a un so. La oscuridad expresiva no facilita
congreso o un libro. el entendimiento directo, a la prime-
La extensión, enfoque y lenguaje de ra lectura. Los circunloquios no en-
un artículo de periódico están limita- riquecen el texto, más bien lo empo-
dos por la índole del propio medio. En brecen.
cuanto a las revistas, suelen ofrecer en
cada uno de sus números las reglas de
escritura que están dispuestos a admi- 2. La redacción
tir, y, si no se cumplen, devuelven el
trabajo para que se adecue a sus nor- A la hora de comenzar a escribir
mas; además, si se trata de una revista por primera vez un artículo para un
científica, el trabajo será sometido al periódico o una revista, el texto de
equipo de expertos, que determinará una comunicación o conferencia o
si, en función del tema, el tratamiento, un capítulo para un libro, es normal
el enfoque y la escritura, es admisible que el escritor novel se sienta solo y
o no. desvalido. Ante el reto de poner por
Las conferencias tienen una exten- escrito lo que debe decir, la angustia se
sión que en cada caso se determina; apodera de él: considera que escribir
normalmente van de los tres cuartos es muy difícil y es probable que en
de hora a la hora y cuarto poco más o algún caso esté a punto de abandonar.
menos. El contenido y nivel de lengua Si hiciera esto, sería su primer error.
de una conferencia dependerá del pú- Porque esa situación es común a to-
blico al que se destina. dos los creadores, a cuantas personas

115
la escritura

intentan obtener algo de la nada. Una perfeccionan, en ocasiones, hasta que


cosa es la idea, primero una nebulosa el árbol está completo.
informe, y otra muy distinta el trabajo La acción de escribir no tiene un
de convertir la nebulosa en algo forme lugar de comienzo específico. Una
mediante el estudio, la elaboración, la vez que tenemos, aunque sea en sus
investigación y la escritura. Dotar de grandes líneas, el esquema del tema
ropaje adecuado a esa idea para que que queremos tratar, el orden de tra-
se vea y se aprecie su naturaleza es la- tamiento de cada una de las partes de
bor tan delicada al menos como la del ese esquema es una cuestión aleatoria.
escultor cuando toma entre sus manos No hay, necesariamente, un princi-
un pedrejón y ha de darle una determi- pio por el que empezar a escribir. Es
nada forma, eliminando las partes que más: muchas veces ese principio es
impiden ver la figura que se encuentra sumamente complejo y no estamos
dentro de la piedra. aún preparados anímicamente para
emprenderla con él. (Por ejemplo,
hay escritores que lo primero que
2.1. Cómo se empieza escriben es el prólogo; otros, por el
contrario, escriben el prólogo en últi-
Lo primero que se debe hacer, por mo lugar, una vez que han terminado
fácil que parezca el escrito, es trazar la obra.) Lo mejor, pues, es empezar
un esquema de la materia con la forma a escribir por una parte cualquiera
que aproximadamente queremos darle. del esquema, tal vez por la más fácil,
Este esquema puede ser muy detallado por la más interesante, por la más
si la materia es corta y tenemos las conocida, por la más rica en docu-
ideas muy claras en relación con la mentación, etcétera. Lo importante es
forma final del escrito, pero es nor- empezar.
mal que se trate, en principio, de un Es errónea la idea que tienen algu-
esquema amplio que posteriormente, nas personas de que un artículo, un
poco a poco, iremos completando. trabajo en una revista, una conferencia
Así pues, a un tronco con algunas o una comunicación a un congreso
ramas irán saliéndole, a medida que se empiezan a redactar por el primer
vayamos escribiendo, nuevas ramas párrafo, se sigue con el segundo y así
cada vez menos importantes, más sucesivamente hasta alcanzar el final.
delgadas y alejadas del tronco, hasta La cuestión es bien distinta. Se puede
que finalmente le saldrán al esquema empezar a escribir por cualquier sitio,
las últimas ramificaciones, las ramitas por cualquier párrafo, por cualquier
con sus hojuelas, y el esquema quedará capítulo, por cualquier parte del libro
terminado. En algunos casos es pro- o del artículo, del trabajo o de lo que
bable que esta etapa no se complete sea. La escritura puede incluso ser par-
hasta que no acabemos de escribir, ya cial. La dejaremos en ese punto hasta
que a lo largo de los días se va viendo que podamos investigar más, hasta que
con mayor claridad cómo ha de ser la nos sea posible confirmar ciertos extre-
parte más fina del esquema. Es fácil mos en las fuentes adecuadas.
ver con claridad el tronco y las ramas En cualquier lugar donde uno se
gruesas, pero las ramificaciones finas, encuentre puede surgirle una idea
las divisiones y subdivisiones que van feliz, una expresión apropiada para
más allá de las ramas gruesas, no se reflejar un pensamiento o una parte

116
la redacción

de un pensamiento. Lo que procede (salvo que se vayan viendo las cosas


es tomar nota, lo más circunstanciada claras y se junten los párrafos por con-
y completa posible, de aquello que se ceptos o materias), hasta el momento
nos ha ocurrido. Muchos escritores en que se tiene una cantidad de texto
llevan los bolsillos llenos de papeles de cierta consideración. Es entonces
o fichas con apuntes de todo tipo. Es cuando procede ir emparejando conte-
corriente que el lector se admire de la nidos por sus afinidades. Nos daremos
facilidad del escritor para hallar ejem- cuenta entonces de que las ideas van
plos adecuados, de esos que van como tomando cuerpo, de que los conceptos
el anillo al dedo para la ocasión. No hallan su lugar adecuado y de que el
hay tal facilidad. Al contrario, ello solo trabajo empieza a adquirir la faz que
supone que el autor ha vivido, comido, queríamos darle. Posteriormente, una
respirado y viajado con su tema y con vez ordenadas las ideas y completados
los datos de su tema, y que gracias a los conceptos, todo el barro sobrante
ello ha acumulado tal cantidad de in- de la figura principal se elimina y se
formación, que le obliga incluso (ello alisa y afina cada perfil.
sucede muy a menudo) a desechar ma- Un trabajo científico pretende mos-
teriales preciosos que no puede incluir trar o demostrar algo, exponer una
en su trabajo (en parte, por ejemplo, tesis, pero para ello hay que utilizar
porque desequilibrarían el conjunto). los medios adecuados y solo ellos. La
También se da el caso de que, mu- redacción sin objetivo, lo que suele
chas veces, trabajos medio elaborados llamarse paja, es material de desecho,
que en un buen principio nos parecie- lastre, puesto que solo contribuye a
ron excelentes, en una segunda lectura, embrollar las ideas, no a clarificarlas,
o bien después de haber avanzado en no a guiar al lector por sus pasos
la investigación y redacción de otros contados hasta la demostración que
aspectos del tema, nos parecen detes- culmina el trabajo y que es su objetivo.
tables, innecesarios o erróneos. No se Tampoco las repeticiones conceptuales
deben tirar al cesto de los papeles de injustificadas contribuyen a fijar las
forma inmediata, porque pueden en- ideas. A veces, por el contrario, diluyen
cerrar en sí alguna pista investigativa, el argumento, hacen que se pierda el
pero sí es conveniente retirarlos de la hilo de su exposición.
redacción para que no nos estorben en
el avance. Si posteriormente, al volver
al tema, creemos que aquello que de 2.2. Elementos de la redacción
sechamos podría sernos útil, se puede
volver a lo guardado para reconsiderar No hay una norma ni un conjunto
su validez. de normas de aplicación general para
La primera redacción del traba- dar forma a un escrito. Podría decirse
jo suele ser un batiburrillo de ideas que lo mejor es comenzar desde el
expuestas a medias, muchas veces principio y seguir en orden cronoló-
inacabadas y deshilvanadas, pero que gico hasta agotar el tema de escritura.
pueden ser el germen de otras ideas, Sin embargo, no siempre ese es el
una vez bien desarrolladas y ordena- mejor modelo, aunque pueda serlo en
das. Las fichas así obtenidas, con con- algunos casos. Por otro lado, como
tenidos deslavazados e inconexos, se ya se ha dicho, no se escriben con la
van acumulando sin demasiado orden misma técnica expositiva una novela.

117
la escritura

un reportaje, una noticia, una obra consiguiente, el ejercicio personal, la


científica o un artículo periodístico o escritura por la escritura seguida de
científico. El periodismo tiene fijados un análisis crítico de lo que hemos
para cada género unos estilos de re- escrito. Es interesante comprobar si
dacción que contribuyen a facilitar el lo que hemos dicho, tal y como lo
comienzo, la continuación y el final de hemos dicho, es lo que queríamos
la redacción de acuerdo con una pauta decir. Asimismo, debemos comprobar
ya muy experimentada. una y otra vez que la forma y el con-
Sigue siendo útil, aunque tampoco tenido de lo expresado están confor-
sea de aplicación generalizable, la mes con lo que pretendíamos alcanzar.
fórmula nemotécnica de las siete pre- Porque puede estar expresado todo
guntas clásicas: lo que queríamos decir, pero no en
la forma en que lo queríamos decir,
quién: define al protagonista; no con la riqueza léxica o propiedad
qué: se refiere al motivo, la causa; lingüística con que lo queríamos ex-
cuándo: en qué momento o época; poner.
dónde: sitúa el hecho en el espacio; En cuanto al artículo científico,
por qué: explica las causas; desde hace unos años existe una fór-
cómo: describe la forma, la ma- mula, conocida con la sigla IMRaD
nera; (del inglés Introduction, Material and
para qué: la finalidad o propósito. Methods, Results and Discussion), que
en español adquiere la forma IMRyD
No existe necesariamente un orden (Introducción, Material y métodos.
de exposición o de respuesta a estas Resultados y Debate). Esta fórmula
cuestiones en la escritura. Ni siquiera nemotécnica contiene los elementos o
es necesario responder a todas ellas, partes que deben considerarse en un
pues en muchos casos carecen de apli- trabajo de esta índole.
cación. A la vista de su necesidad expo- En el primer apartado, Introducción,
sitiva, el autor tomará de ellas las que se responde preponderantemente al
necesite y las colocará en el orden que qué (tema de investigación, su origen,
le parezca más adecuado o apropiado justificación y alcance), al por qué y al
cuando proceda a desarrollarlas. para qué (los objetivos y la finalidad
A la hora de escribir, lo importante, del trabajo).
más que el orden de exposición o la En el segundo apartado. Materiales y
técnica para afrontar la comunicación, métodos (o solo Métodos), se responde
es la materia, lo que se tiene que decir, a la cuestión relacionada con la forma
y el orden mental en que lo concebi- en que se ha desarrollado la investi-
mos y lo exponemos. Sin ideas no hay gación y los materiales, instrumentos,
escritura, pero sin orden expositivo no técnicas y métodos empleados. Se debe
hay comunicación. Así pues, no bas- dar respuesta a las cuestiones qué (el
ta con que tengamos algo que decir: objeto de la investigación), cómo (for-
hemos de saber decirlo. Y, aunque se ma en que se han obtenido la muestra
pueden leer libros que tratan de las o los datos para la investigación y en
técnicas de escritura, y es aconsejable qué forma se han analizado y tratado
leerlos, a la postre cada cual tiene su estos), dónde y cuándo (en relación
estilo, su manera de ver y exponer con la realización del estudio).
los problemas. También cuenta, por En el tercer apartado. Resultados,

118
las relaciones sintácticas

se exponen los hallazgos obtenidos de dor. Si el contenido de una unidad no


la investigación. En algunos casos será se corresponde con el del título, este
necesaria la forma gráfica para demos- es erróneo, falso o inadecuado. Si es
trarlo: cuadros o tablas, esquemas, así, esto ayuda poco al escritor, puesto
dibujos, esbozos, etcétera. que cuando los títulos mantienen una
En el cuarto apartado, Discusión, se gradación de importancia creciente o
analizan e interpretan los resultados decreciente, ayudan a descubrir incon-
obtenidos, lo que nos permite delimi- secuencias en el tratamiento de la ma-
tar los hallazgos, verificar hipótesis, teria, en el orden de exposición de los
resolver problemas, sugerir ideas, sacar contenidos. Los títulos deben expresar
conclusiones... la gradación, la importancia relativa en
Normalmente, el artículo científico la relación de unos con otros. Es obvio
termina, si es pertinente, con agrade- que el título principal debe ser el más
cimientos a personas e instituciones y destacado por su tamaño, por la clase
con una bibliografía en la que se ofrez- de letra, por la situación en la página,
can al investigador las obras que se por la numeración decimal (si es esta
han tenido a la vista. La técnica para la la aplicada) que le corresponda y aun
cita y la bibliografía será precisamente por otras circunstancias como puede
la que tenga establecida la publicación ser el color.
donde deba aparecer el trabajo.

3. Las relaciones sintácticas


2.3. La titulación
3.1. La concordancia
Un aspecto importante de los co-
mienzos de la redacción es la titula- 1. Reglas generales . La concor-
ción. Hay un título general para el dancia es la relación que existe entre
trabajo (libro, capítulo, artículo, con- dos o más miembros de una construc-
ferencia, comunicación) y hay títulos ción sintáctica. Esta relación se mani-
y subtítulos de distintos valores para fiesta en la igualdad o semejanza entre
esquematizar adecuadamente el con- dos o más de los morfemas de los tér-
tenido del trabajo, para después situar minos relacionados. La concordancia
cada materia en su casillero. Una ti- se manifiesta en la igualdad de género
tulación adecuada y bien escalonada y número entre adjetivo o artículo y
nos ayuda muchas veces a ver dónde sustantivo y en la igualdad de número
tenemos fallos, dónde hay grandes y persona entre el verbo y su sujeto.
escalones y vacíos clamorosos que Según expone el Esbozo (1973: 386
hacen que el contenido quede cojo o y siguientes), Bello sentó dos reglas
incompleto. generales de concordancia:
Los títulos han de ser, si es posible,
cortos, expresivos y verdaderos (hay Primera regla general: Cuando el
que rechazar de plano los títulos que verbo se refiere a un solo sujeto, con-
no reflejan el contenido: son títulos cierta con él en número y persona:
falsos, aunque sean chocantes o pa-
El chico llegó corriendo
rezcan hallazgos). A continuación de Las chicas llegaron corriendo,
cada título o subtítulo debe haber un
texto del cual sea resumen o anuncia- y cuando el adjetivo se refiere a un solo

119
la escritura

sustantivo, concierta con él en género (La gente que había allí empezaron
y número: a desfilar), es preferible no abusar
demasiado de ella en la escritura ac-
Me regaló un libro hermoso tual. Una excepción a este principio lo
Me regaló unos libros hermosos.
constituye la concordancia ad sénsum
Segunda regla general: El verbo debe (v. § 3.1-5).
ir en plural cuando se refiere a varios A veces, coloquialmente o por ra-
sujetos: zones estilísticas, se establece una dis-
cordancia deliberada al dirigirse a un
Madre e hija estaban acongojadas. sujeto singular con el verbo en plural;
por ejemplo:
Cuando concurren personas verbales
Qué, ¿estarnos bien ya de ese resfriado?
diferentes, el orden de preferencia es el
siguiente: tercera, segunda y primera
A este tipo de discordancia correspon-
personas:
de el plural de modestia (v. § 3.1-3).
TÚ y yo iremos a Madrid; Cuando en la construcción gramati-
Anselmo y tú iréis a Toledo; cal intervengan dos o más sustantivos
Anselmo, tú y yo iremos a Sevilla. asociados pueden sentirse como un
todo unitario y concertar en singular:
El adjetivo va en plural cuando se re-
fiere a varios sustantivos, y si estos son La ida y Venida del agua producía cierto
rumor
de distinto género, en masculino: La carga y descarga de mercancías estaba
prohibida.
Llegaron unos chicos y chicas furibundos.
Sin embargo, por un lado son posibles
Los títulos y tratamientos como
las formas en plural:
usted, usía, señoría, excelencia, alteza,
majestad y otros concuerdan con ad- La ida y Venida del agua producían cierto
jetivo masculino o femenino según el rumor
sexo de la persona a que se apliquen: La carga y descarga de mercancías estaban
prohibidas,
Su majestad está satisfecho de la respuesta
popular y, por otro, si se disocian los sustan-
Usted está enfadada por lo que ha dicho su tivos mediante la anteposición de
Vecino.
artículos o demostrativos y se sienten
como independientes, el plural es obli-
Los colectivos expresados en sin-
gatorio:
gular concuerdan con su verbo en
singular: La ida y la Venida del agua producían cierto
rumor
Un rebaño interrumpía el paso por la ca- La carga y la descarga de mercancías estaban
rretera prohibidas.
La gente que había allí estaba muy alterada.
A veces, la reunión de dos o más infi-
Aunque por licencia es posible la nitivos puede expresarse con un verbo
concordancia del verbo en plural en en singular o en plural:
los casos de colectivo en singular,
usada especialmente por los clásicos Trasnochar habitualmente, consumir alcohol

120
las relaciones sintácticas

sin freno y llevar una Vida de crápula le sentido es solo la compasión, porque si
destrozó [le destrozaron] la salud. fueran los dos parece más lógico, para
evitar malentendidos, escribir amor y
En relación con la posición del ver- compasión sentidos. Esta subjetividad
bo y dos o más sujetos, pueden darse la pone de manifiesto la Academia en
estos casos: su Esbozo de una nueva gramática de
la lengua española (1973: 392) cuando
1) si los sujetos preceden al verbo, dice que a veces la utilización de sin-
este va generalmente en plural: gular o plural en estos casos depende
El paisaje, la calma ambiental, «de la cohesión con que se piensan los
el día soleado y su paz interior sustantivos: Lengua y literatura espa-
contribuían a su felicidad; ñolas supone los dos sustantivos en
2) si el verbo precede a los sujetos, su aislamiento, en tanto que Lengua y
la concordancia puede hacerse literatura española los piensa como un
con el primero de ellos: Se apre- todo unitario, que permite calificarlo
ciaba allí tanto desorden y grite- en singular». En estos casos, si el adje-
ría que optó por retirarse; tivo precede a dos o más sustantivos,
3) si el verbo se halla entre varios concierta generalmente con el más
sujetos, tiende a concordar con el próximo:
más próximo: Mi obligación era,
y también mi deseo, ayudarle en El rey fue recibido con respetuoso cariño y
aquel trance; devoción
El rey fue recibido con respetuosa devoción
4) cuando los sujetos llevan la y cariño.
copulativa ni, la concordancia
puede hacerse en singular o en 2. LA SILEPSIS. La Silepsis o cons-
plural: Ni sus amenazas ni su trucción ad sénsum es una figura retó-
desfachatez sera (o serán) bastan- rica por la que se permite faltar a las
te para acobardarme; reglas de la concordancia en el género,
5) si dos o más sujetos están unidos el número o la persona para atender al
por la disyuntiva o, el verbo pue- sentido. Un caso de silepsis lo tenemos
de concertar con uno solo en sin- en el uso del plural mayestático (v.
gular o con todos en plural: Su § 3.1-4), en la concordancia ad sénsum
riqueza o su saber hará (o harán) (V. § 3.1-5), en la concordancia del vos
de él un hombre famoso. con la tercera persona o en el uso de la
tercera persona con la segunda: Uste-
En cuanto al adjetivo, si va detrás de des estáis equivocados.
dos o más sustantivos, concierta con
ellos en plural: 3. El plural de modestia . El
plural de modestia consiste en la
Motocicletas y coches rapidísimos. utilización de la primera persona del
plural del pronombre personal en
Se dan casos problemáticos, cuya so- sustitución de la primera del singular.
lución dependerá, muchas veces, de Pese a lo que digan ciertas fuentes (por
la intención del autor; por ejemplo, ejemplo, el Diccionario enciclopédico
cuando decimos de alguien que tiene Salvat universal, 1974) en el sentido
amor y compasión sentida, lo que de que «es típico de las hipótesis y de
parece que queremos decir es que lo la redacción científica», actualmente

121
la escritura

el plural de modestia está considerado normalmente nos referimos a los com-


absolutamente acientífico y su uso está ponentes del grupo, no al grupo mismo
prohibido en la escritura de trabajos en tanto que tal.
científicos. En efecto, cuando un autor
dice: «Nosotros pensamos que este
procedimiento...», ¿a quién se refiere?; 3.2. Orden de colocación
¿quién es nosotros?: ¿una sola perso- de los elementos oracionales
na que utiliza el plural de modestia?,
¿varias personas que usan el plural? 1. Los elementos sintácticos .
Por consiguiente, redáctese en prime- Por razones históricas de desarrollo
ra persona cuando el autor sea úni- de la lengua, los elementos que forman
co, y en plural cuando el autor sea las oraciones no tienen en ella una
múltiple. posición dependiente de la voluntad
libérrima del escritor. Por poner un
4. EL PLURAL MAYESTÁTICO. El ejemplo, la oración
plural mayestático utiliza la primera
persona de plural con valor de primera Los chiquillos del colegio de al lado arman un
ruido espantoso
persona de singular: Nos, el Rey; Nos
[el papa] deploramos... A veces se omi- no podría expresarse de ninguna de las
te el nos, pero permanece la primera siguientes maneras:
persona de plural usada por la primera
de singular: Deploramos... Es propio *Chiquillos los ruido arman un espantoso de
del lenguaje engolado, y reclama un al lado del colegio
léxico afectado y solemne. No es pro- *Del colegio espantoso los un ruido arman de
pio del lenguaje científico. al lado chiquillos.

5. La concordancia ad sénsum .
Hay elementos del enunciado ora-
La concordancia ad sénsum, tam- cional que no suelen cambiar de lugar,
bién llamada concordancia lógica o salvo que caigamos en un hipérbaton.
construcción lógica, es una figura de Por ejemplo, colegio de al lado y rui-
construcción, caso especial de silepsis, do espantoso (o espantoso ruido, por
según la cual la concordancia de los razones estilísticas) no se prestan a
elementos oracionales viene determina- cambios. Se puede decir
da por el sentido y no por las unidades
Arman un ruido espantoso los chiquillos del
sintácticamente ligadas; por ejemplo, colegio de al lado
si decimos Un ruido espantoso arman los chiquillos del
colegio de al lado,
Un grupo de soldados se acercaba por la
carretera, pero no
Arman espantoso un ruido,
generalmente nos referimos al conjun-
to (que es como lo vemos a distancia) o bien
y no a cada uno de sus componentes;
sin embargo, si decimos Chiquillos del lado al de colegio.

Un grupo de soldados detenían a unos alboro- Se deduce, pues, que los elementos
tadores. sintácticos o unidades funcionales

122
las relaciones sintácticas

(como chiquillos del colegio de al lado, aspecto que desea resaltar. Si decimos,
colegio de al lado, ruido espantoso o por ejemplo.
espantoso ruido) deben mantener su
Mañana no viene Anselmo,
estructura aunque cambie la de la ora-
ción que forman. hacemos hincapié en el día en que An-
selmo no viene, pero si decimos
2. TIPOS DE ORDEN O CONSTRUC-
CIÓN. Podemos considerar dos tipos de Anselmo no viene mañana,
orden de los elementos oracionales: el
orden o construcción lineal y el orden hacemos hincapié en la persona.
o construcción envolvente. En el orden La redacción técnica y científica
lineal, el sujeto va seguido del verbo, no rechaza el orden envolvente, pero
y este, de los complementos: comple- normalmente prefiere el orden lineal,
mento directo, complemento indirecto, simple y claro. El orden envolvente,
complementos circunstanciales (de que sin duda también se puede utili-
tiempo, lugar, modo y otros): zar, especialmente si la oración no es
muy compleja, es más propio de la
El alcalde inauguró la nueva línea del metro literatura.
ayer a las cuatro de la tarde en la estación
de Sants. 3. EL HIPÉRBATON. El hipérbaton
consiste en la alteración del orden
En el orden envolvente se da siempre considerado normal de las palabras en
un cambio de orden de estos elemen- la oración simple o de las oraciones en
tos en función de intereses varios; por el período, como
ejemplo, por razones estilísticas, ya que
si el orden lineal es el más frecuente y La nueva línea del metro ayer a las cuatro de
generalmente el más claro y sencillo, la tarde en la estación de Sants el alcalde
inauguró,
el orden envolvente suele resultar
más bello y estilístico, añade mayor tanto menos aceptable cuanto que
variedad al discurso. Así, la oración sitúa el verbo al final de la oración,
anterior puede disponerse también de comportamiento impropio de la sin-
las siguientes maneras: taxis española. Suele ponerse como
ejemplo típico de hipérbaton la célebre
Ayer, a las cuatro de la tarde, el alcalde inau-
guró la nueva línea del metro en la estación poesía de Gustavo Adolfo Bécquer
de Sants «Del salón en el ángulo oscuro, / de
El alcalde inauguró ayer, a las cuatro de la su dueño tal vez olvidada, / silenciosa
tarde, la nueva línea del metro en la esta- y cubierta de polvo / veíase el arpa»;
ción de Sants una reconstrucción prosaica sería, por
Ayer, a las cuatro de la tarde, en la estación
de Sants, el alcalde inauguró la nueva línea ejemplo:
del metro
En la estación de Sants, el alcalde inauguró El arpa, silenciosa y cubierta de polvo, se
ayer la nueva línea del metro a las cuatro Veía en el ángulo oscuro del salón, tal vez
de la tarde. olvidada de su dueño,

o bien:
El cambio de orden de los elementos
oracionales viene marcado a veces por El arpa, tal Vez olvidada de su dueño, se Veía
ciertas elecciones que realiza el escritor en el ángulo oscuro del salón, silenciosa y
para colocar en primer lugar aquel cubierta de polvo.

123
la escritura

Obsérvese que mientras la forma que tintamente, cuando expresa una


le dio el poeta es bella a pesar del hi- cualidad no necesaria para la
pérbaton, la que resulta de aplicar el comprensión de la frase: libro
orden lineal es más bien adocenada bello o bello libro, día hermoso
y carece de belleza alguna. De aquí o hermoso día, buena persona
que el hipérbaton no siempre sea una o persona buena, calle ancha o
forma condenable sin más. Dependerá ancha calle.
de cómo lo sienta el oído, de si la dis-
posición de los elementos oracionales El adjetivo se antepone cuando
parece violenta o no. expresa una cualidad esencial del sus-
tantivo: negra noche, confuso tropel,
4. Situación de los adjetivos . El solemne tontería (v. § 8.4). En otros
adjetivo puede ir colocado antes o des- casos, dependiendo de la colocación,
pués del sustantivo al que modifica. Se el sintagma que forman sustantivo y
ha querido interpretar que, en general, adjetivo (o a la inversa) puede cambiar
la anteposición equivale a subjetividad, de sentido. Así, no es lo mismo hombre
y la posposición, a objetividad. Así, si pobre que pobre hombre, esperanza
decimos Barcelona es una gran ciudad, cierta que cierta esperanza, hombre
emitimos un juicio subjetivo, y si deci- simple que simple hombre.
mos Barcelona es una ciudad grande, En las frases fijas, cuya estructura ha
un juicio objetivo. Sin embargo, la sido acuñada por el uso, el orden de
expresión Barcelona es una ciudad los elementos es aquel que tienen y no
grande no tiene el mismo valor para el inverso, aunque este fuera posible
una persona que procede de un pueblo gramaticalmente; por ejemplo, caerían
de mil habitantes que para una perso- en pedantería quienes emplearan las
na que procede de México o de Tokio, siguientes fórmulas: por propio mérito,
por poner dos ejemplos de ciudades el humano género, a propia petición,
con muchos millones de habitantes. su pésame sentido, su interno fuero en
Puede haber, pues, en la posposición lugar de por mérito propio, el género
un juicio subjetivo. humano, su sentido pésame, su fuero
En relación con la colocación del interno (v. § 8.3).
adjetivo, pueden tenerse en cuenta los
puntos siguientes:
3.3. Las aposiciones
1) se antepone en los casos de
colocación fija: alta mar, dulce Las aposiciones son yuxtaposicio-
nombre, santo cielo, medio litro, nes de dos sustantivos (llamadas, en
medio muerto, mera costumbre, este caso, aposiciones unimembres o
triste consuelo, así como en las locuciones geminadas), dos frases u
exclamaciones: ¡menudo lío!, otros conjuntos significativos comple-
¡pobre mujer!, ¡dichosa enferme- jos (llamadas aposiciones bimembres),
dad! (v. §8.3, 8.4); el segundo de los cuales califica o de-
2) se pospone cuando restringe la termina al primero sin que entre ellos
significación del sustantivo: coche medie ninguna partícula subordinante.
azul, animal carnicero, concepto Entre las aposiciones unimembres, los
abstruso, chico listo; ejemplos, entre otros muchos, pue-
3) se antepone o pospone, indis- den ser: conferencia cumbre, hombre

124
las relaciones sintácticas

rana, tren botijo, camión tienda, mesa cir la conjunción y porque los dos
camilla, buque escuela, casa cuartel. elementos convienen por igual a lo
Ejemplos de aposiciones bimembres: designado por ellos, el plural afecta
Barack Obama, presidente de los Es- a los dos términos: pájaros moscas,
tados Unidos; Rita Barberá, alcaldesa buques escuelas, cafés teatros, casas
de Valencia; Alfrredo Pérez Rubalcaba, cuarteles, decretos leyes, coches camas,
ministro socialista. También pueden máquinas herramientas, mesas cami-
darse aposiciones de dos frases con llas, muebles camas, primos hermanos
intervención de alguna partícula su- y otras. Cuando el segundo sustantivo
bordinante, como en la calle de Pelayo, funciona como adjetivo y entre uno
la isla de La Palma, título de conde, y otro se puede introducir la fórmula
villa de Madrid. «que + verbo ser» (se diferencia de las
Tanto las aposiciones unimembres anteriores en que no admiten entre
como las bimembres pueden ser espe- ambos la conjunción y), el plural fluc-
cificativas: El hombre que no asistió al túa entre aplicarlo a los dos términos
trabajo está enfermo, buque fantasma, o solo al primero; por ejemplo, parece
río Guadiana, el rey profeta, el año que se acepta el de buques fantasmas,
de 1997, la isla de Mallorca, o expli- días fenómenos, ciudades satélites, días
cativas: El hombre, que no asistió al perros, niños prodigios, pero, sin em-
trabajo, está enfermo; la democracia, bargo, se experimenta cierta resistencia
motor de la paz. a hacer lo mismo con estos ejemplos:
Los problemas que presentan las directores estrella, empresas modelo,
aposiciones unimembres tienen que ver expresiones cliché, fechas símbolo,
con la grafía y con el plural. En cuan- noticias bomba, obras cumbre, pisos
to a la grafía, es habitual ver escrito piloto, puestos testigo.
mesa-camilla, camión-cisterna, buque- Otro problema frecuente es la omi-
escuela, coche-cama, hombre-rana; es sión o no de la preposición de en cier-
recomendable, sin embargo, escribirlas tos casos de aposiciones unimembres
en dos términos, ya que no se trata de como calle de Pelayo, avenida de Gar-
un compuesto en el que ambos térmi- cía Morato, provincia de Pontevedra,
nos intervinientes se fundan en uno estado de Guerrero, isla de La Palma.
solo, sino que simplemente el segundo A este respecto, debe tenerse en cuenta
califica o determina al primero, para lo que los topónimos cuyo genérico sea
cual debe mantener su independencia bahía, cabo, estrecho, lago, laguna,
gráfica; así pues, la grafía debe ser, mar, isla y otros llevan preposición si
respectivamente, mesa camilla, camión el especificativo es un sustantivo: bahía
cisterna, buque escuela, coche cama, de Cádiz, cabo de Creus, estrecho de
hombre rana; solo deben aceptarse Gibraltar, lago de Ginebra, lagunas
con guión aquellas aposiciones en que de Ruidera, mar de Aral, isla de Cuba,
el signo sustituye a por: pasajeros-ki- pero no si es un adjetivo: mar Medi-
lómetro, horas-hombre; pero con la terráneo, mar Tirreno, islas Canarias,
salvedad de que la grafía kilowatts- islas británicas, océano Índico. Hay
hora es incorrecta por kilowatts hora, excepciones, como el lago Léman.
sin guión. También se mantiene la preposición
En cuanto al plural, los problemas en los sintagmas encabezados por
requieren un análisis. Cuando entre mes: mes de enero, mes de abril (no
ambos términos sea posible introdu- es correcto en español mes enero, mes

125
la escritura

abril); sin embargo, se duda a menudo El nivel más elevado es el lenguaje


entre año de 1997 o año 1997. culto; le sigue el lenguaje popular
Se ha perdido en parte en las deno- o corriente y, finalmente, las hablas
minaciones de los topónimos urbanos; regionales. Por definición, el lenguaje
se dice y escribe más frecuentemente culto es el empleado por las personas
calle Pelayo, avenida García Morato, cultivadas, pertenecientes a las capas
plaza Cataluña, glorieta Bilbao, paseo altas y aristocráticas de la sociedad. El
Valle de Hebrón que sus correspon- lenguaje popular es el empleado por
dientes con de: calle de Pelayo, avenida personas cuyo bagaje cultural es esca-
de García Morato, plaza de Cataluña, so. No es necesariamente un lenguaje
glorieta de Bilbao, paseo del Valle de contrario a las normas del lenguaje
Hebrón. estándar (la variante de una lengua
Asimismo, se ha perdido práctica- con un alto grado de aceptación por
mente de forma absoluta en Teatro los hablantes de esa lengua, en la que
María Guerrero, Cine Apolo, Insti- se han eliminado la mayor parte de las
tuto Quevedo (el Instituto Cervantes diferencias dialectales), sino que más
español, de fundación relativamente bien responde a las peculiaridades del
reciente, nació ya sin de). No llevan habla de las capas más amplias de la
la preposición denominaciones como sociedad. Las hablas regionales son
Hotel Presidente, Hotel Princesa So- propias de un grupo social caracteri-
fía, Museo Reina Sofía (pero se sigue zado por el mantenimiento de rasgos
diciendo y escribiendo Museo del propios tanto en el léxico como en la
Prado). sintaxis y la fonética.
Hay que considerar también el len-
guaje coloquial y el lenguaje vulgar.
4. Nivel de lengua El lenguaje coloquial es el que carece
y registro lingüístico de preparación previa y se caracteriza
por corresponder a la forma natural y
4.1. Nivel de lengua espontánea de manifestarse la expre-
sión oral. Utiliza palabras informales
El nivel de lengua es la forma en que como pirarse ‘irse’, diñarla ‘morirse’,
un determinado estrato social utiliza picarse ‘enfadarse’ o expresiones fa-
el lenguaje. Se puede distinguir por miliares como calas por barba ‘pesetas
la mayor o menor riqueza léxica y la por persona’, feo con ganas ‘muy feo’,
elección de la terminología, porque el más torpe que una alcayata ‘muy tor-
nivel de lengua comporta un nivel de pe’. El lenguaje vulgar es el utilizado
léxico, es decir, una diferencia de mo- por personas que no han tenido una
dalidad expresiva derivada del nivel formación cultural adecuada y carecen
sociocultural del hablante. La estrati- de capacidad para cambiar de registro
ficación lingüística determinada por el lingüístico. Generalmente se conside-
nivel de lengua no es fija: una persona ran propias del nivel vulgar palabras
con un nivel notable de formación y como *afoto, *amoto, *arradio por
educación puede ocupar fácilmente un foto, moto, radio, respectivamente; * en-
nivel inferior a la hora de expresarse. diñar por dar, endilgar, y la utilización
Las diferencias entre niveles consisten de tiempos verbales como *andé por
especialmente en el léxico, pero tam- anduve, *cabo por quepo, *dijistes por
bién en la fonética y la morfosintaxis. dijiste y otras formas, verbales o léxi-

126
nivel de lengua y registro lingüístico

cas, que no tienen en cuenta las reglas 4.3. Lenguaje marginal


por las que se manifiesta actualmente
el lenguaje. El lenguaje marginal es una modali-
El lenguaje científico debe ser un dad de lengua entre popular y grosera
lenguaje neutro: correcto, con el nivel que crea y utiliza un sector marginal
de lengua que corresponda al destina- de la sociedad como jerga propia. Se
tario natural de la obra o publicación, trata, en realidad, más de un léxico
efectivo y exacto. No es un lenguaje especial que de un lenguaje, puesto que
académico, purista y cuidado en exce- en esencia consiste en un conjunto de
so, pero tampoco un lenguaje vulgar. palabras con algunas frases hechas do-
Podría decirse que se parece más a un tadas de sentidos propios y peculiares.
lenguaje literario, caracterizado por En España se conoce más como cheli,
su perfección formal y por el frecuente palabra desconocida en Hispanoamé-
empleo de recursos léxicos y sintácti- rica, y también como pasota o lenguaje
cos, aunque, evidentemente, el lenguaje del rollo. La utilización de una palabra
científico y técnico no es literario. o frase de este tipo de lenguaje requiere
una explicación aunque sea breve (di-
gamos, su equivalente: tachines ‘pies’,
4.2. Registro lingüístico calcos ‘zapatos’, pajarraca ‘follón
organizado en la cárcel’, dar un toque
El registro lingüístico es la modali- ‘avisar, prevenir’, dar un viaje ‘maltra-
dad expresiva que adopta el hablante tar’). El lenguaje científico y técnico no
teniendo en cuenta la situación o el se expresa a este nivel normalmente.
receptor de su mensaje. Puede haber,
pues, un registro familiar, coloquial,
técnico o científico, académico. De 4.4. Lenguaje malsonante
más está decir que el registro corres-
pondiente a un trabajo científico es Lenguaje malsonante o lenguaje
precisamente este, el científico. Sin grosero es el que usa palabras o frases
embargo, es difícil establecer los lí- propias de niveles vulgares y tildadas
mites de esta modalidad de lenguaje. de groseras, obscenas o malsonantes.
A este respecto, podríamos decir que Este tipo de lenguaje tiene su lugar en
el lenguaje científico ha de ser culto, las obras de creación narrativa (novela
pero neutro. Si no le es propio decir y cuento), pero raramente en la lite-
de alguien que la ha diñado, palmado, ratura científica y técnica. Con todo,
espichado o que ha estirado la pata, habría que distinguir algunos niveles.
tampoco tiene que emplear siempre Por ejemplo, no es lo mismo una voz
y necesariamente la forma fenecido o poco eufónica, como lo son guzpata-
expirado: puede usar una forma como rra, bonoloto, tocomocho o chachalaca
muerto, que todos entienden y carece (todas ellas registradas en el DRAE92),
de pedantería. Sin embargo, el lengua- que una voz o frase ofensiva, como
je tiene un referente, y la expresión lo son hijo de (la gran) puta, maricón
debe tenerlo en cuenta; sería chusco y o cabrón, o que una voz socialmente
pedante decir de un animal cualquiera inconveniente (no malsonante, porque
(pongamos por caso un gato) que ha a todo el mundo no le suena mal),
fenecido o que ha expirado, debiendo como lo son coño, cojones o joder. No
decir sencillamente que ha muerto. deben usarse gratuitamente en ningu-

127
la escritura

no de los tres niveles que he trazado, 5. Los recursos lingüísticos


pero tampoco deben rechazarse si son
necesarias (digamos, «si lo exige el 5.1. Presente y pasado históricos
guión»).
El presente histórico o presente de
narración consiste en el empleo en una
4.5. Ultracorrección narración del presente de indicativo
para actualizar una acción pasada, en
La Ultracorrección, también llama- lugar de un tiempo pretérito:
da hipercorrección, hipercultismo o
hiperurbanismo, consiste en que el ha- Joaquín Crespo, militar y político Venezolano
blante considera incorrecta una forma (1841-1898), se incorpora a los movimien-
tos armados cuando cuenta diecisiete años.
normal del lenguaje por analogía con
otra forma incorrecta. Por ejemplo,
dirá *bacalado y *Bilbado por no caer La redacción de un texto así por medio
en el mal efecto de los que pronuncian del pasado histórico consiste en em-
*Uegao, *terminao. Dirá * perito, * libi- plear el tiempo indefinido que sitúa el
do o *cónsola no solo por el prestigio relato en un momento ya cumplido:
de que gozan las palabras esdrújulas,
Joaquín Crespo, militar y político Venezolano
sino por huir de la «plebeyez» de cier- (1841-1898), se incorporó a los movimien-
tas palabras llanas. Escribirá *a pies tos armados cuando contaba diecisiete
juntillos porque le parecerá que a pies años.
juntillas es un error (falta de concor-
dancia). Dirá y escribirá *pantomina, Los dos estilos son correctos y utiliza-
* idiosincracia o * indiosincrasia en vez bles, pero debe tenerse en cuenta que
de pantomima e idiosincrasia porque en una unidad textual debe mantenerse
estas le parecerán formas vulgares o una sola de las dos formas.
extrañas. Este fenómeno está en la
base de algunos errores fonológicos
que poco a poco van pasando a la for- 5.2. Los eufemismos
ma gráfica; por ejemplo, *espúreo por
espurio, que es la forma correcta. Pese Los eufemismos son las formas con
a que pudiera creerse que este tipo de que se sustituye en la lengua usual
errores solo se cometen en niveles muy una palabra o expresión de mal gusto,
bajos del conjunto de los hablantes, inoportuna, malsonante o tabuizada.
la realidad nos dice que no es así; por La utilización de eufemismos no forma
ejemplo, los mecánicos de automóviles parte de la escritura científica, donde a
siempre están esperando al *périto, cada cosa o hecho se le da el nombre
en lugar de al perito (o al especialista, que le corresponde y que todos entien-
si quieren huir de tecnicismos); los den. Un anciano es una persona que
médicos hablan de la *líbido en lugar tiene una edad determinada, a partir
de la libido; los informáticos nos in- de la cual se considera que es vieja. Si
forman del contenido de la *cónsola, la palabra viejo pudiera resultar poco
con lo bien que suena consola. To- atractiva, se puede sustituir por ancia-
dos ellos son profesionales, y dichas no, pero no se entiende qué quiere de-
palabras pertenecen a su campo de cir persona de la tercera edad aplicado
aplicación. a una persona anciana. Ni los ciegos se

128
los recursos lingüísticos

molestan porque los llamen ciegos ni mencionar otra vez a Cristóbal Colón,
los negros porque los llamen negros. del que estamos hablando.
Unos y otros saben que son lo que
son, y el hecho de que les sustituyan
el nombre por invidente o persona de 5.4. Los modismos
color, respectivamente, no cambia su
situación. Ello no presupone que en un Los modismos son expresiones plu-
escrito científico se empleen palabras riverbales o construcciones peculiares
que pudieran resultar desagradables de una lengua que generalmente bur-
para la generalidad de las personas (las lan las reglas de la concordancia y la
llamadas palabras malsonantes). Los construcción y que no son traducibles
eufemismos prestan mejores servicios literalmente a otras lenguas. Por ejem-
a los sociólogos y a los políticos, al po- plo, frases como a la pata la llana, a
ner a su disposición palabras y frases pie juntillas, a ojos cegarritas, a ojos
con que ocultar realidades desagra- vistas son ejemplos clásicos de modis-
dables o inconvenientes. Hablar, por mos en los que no hay concordancia
ejemplo, de desequilibrios territoria- entre sus elementos.
les en vez de desigualdades regionales, El significado de los modismos no
de empleada de hogar en vez de cria- se deduce de sus componentes gra-
da o de empleado de finca urbana en maticales; el de a la pata la llana, por
vez de portero, de económicamente ejemplo, no se deduce de pata y llana,
débiles en vez de pobres, de exceden- y para conocerlo es necesario consultar
te empresarial en vez de beneficios un diccionario.
empresariales, de reajuste de precios En los trabajos científicos y técnicos
en vez de subida de precios puede ser debe hacerse un uso parco de este tipo
conveniente para quien lo utiliza, pero de construcciones, salvo que se supon-
no necesariamente para el directamen- ga que para el lector su interpretación
te interesado. no va a presentar problema alguno.
Además, es condición necesaria que
sea preciso utilizarlo; si no lo «exige el
5.3. Las perífrasis guión», mejor abstenerse.

Generalmente, para expresar un


eufemismo necesitamos una perífrasis, 5.5. Los sinónimos y otros -ánimos
es decir, un conjunto de palabras con
las que exponer con belleza, energía Los sinónimos son los vocablos que
o habilidad un concepto único que tienen distinta morfología y la misma
hubiera podido decirse con menos. o muy parecida significación, de ma-
Por ejemplo, cuando manifestamos nera que, en el mismo contexto, uno
que alguien puso fin a sus días utili- puede sustituir al otro sin que varíe el
zamos una perífrasis para decir que contenido semántico.
se suicidó; en este mismo sentido, el En este campo hay que distinguir
reino de las sombras no es otra cosa una sinonimia absoluta, como la re-
que el infierno. A veces la perífrasis se presentada por dos términos intercam-
emplea para no repetir la mención de biables, como anginas y amigdalitis
un nombre, como cuando hablamos o lobezno y lobato, y una sinonimia
del descubridor de América para no parcial, representada por dos términos

129
la escritura

semánticamente próximos, como oír y competencia cultural, de su conoci-


escuchar, mirar y ver, ya que uno no miento de la realidad que refleja. Para
puede sustituir al otro en todos los los casos en que ambas cosas fallan,
contextos. existen los llamados diccionarios de
Los sinónimos absolutos son muy sinónimos, obras que, en principio,
escasos, de lo que se deduce que son deben despertar más sospecha que
pocas las palabras sustituibles la una confianza. En este sentido es poco de
por la otra en cualquier contexto. Si fiar un diccionario que ofrezca más de
tomamos, por ejemplo, alegría y gozo, tres sinónimos para la misma palabra.
a primera vista parecen sinónimos Tal vez en este caso no se trate de
absolutos; sin embargo, si buscamos sinónimos, sino de palabras afines o
sus definiciones exactas, vemos que, se- pertenecientes al mismo campo semán-
gún el Diccionario académico (1992), tico, las cuales no son necesariamente
alegría significa «Sentimiento grato y sustituibles (de hecho, casi nunca lo
vivo, producido por algún motivo de son, ya que añaden o restan matices
gozo placentero o a veces sin causa que pertenecen o no a una de las pa-
determinada, que se manifiesta por labras consideradas sinónimas). Por
lo común con signos exteriores», y ejemplo, Fernando Corripio, en su co-
gozo, «Sentimiento de complacencia nocido Gran diccionario de sinónimos
en la posesión, recuerdo o esperanza (Barcelona: Bruguera, 1974), registra
de bienes o cosas apetecibles»; aunque como sinónimos de tomo los siguien-
la Academia añade seguidamente una tes: volumen, ejemplar, libro, obra,
definición sinonímica, «Alegría del cuerpo, parte. Para empezar, tomo y
ánimo», vemos que las dos primeras volumen no son sinónimos, sino dos
definiciones nos sitúan ante dos he- cosas distintas. Decir, por ejemplo, que
chos: el gozo es íntimo y además, a una obra tiene diez tomos no es lo mis-
veces, la base de la alegría; esta, por el mo que decir que tiene diez volúmenes;
contrario, se manifiesta por lo común en efecto, los diez tomos pueden estar
con signos exteriores. impresos en más de un volumen, con
El empleo de sinónimos es muy lo que la obra puede tener diez tomos
delicado. Autor y traductor deben tra- en quince volúmenes, de donde se
tarlos con cuidado. Aun en los casos deduce que en este caso no podría de-
en que se considere que dos palabras cirse que la obra tiene diez volúmenes.
son sinónimos absolutos (como en an- Si decimos que una biblioteca tiene
ginas y amigdalitis), antes de sustituir dos mil volúmenes, no podemos decir,
la una por la otra debe comprobarse alternativamente, que tiene dos mil
que, efectivamente, la operación puede tomos, porque el tomo no es contable:
realizarse sin que se produzca ningún el contenido de una biblioteca no se
problema semántico o de uso. Por puede expresar en tomos. Si analiza-
ejemplo, cuando un médico se dirige mos las restantes palabras, veremos
a otro no es probable que emplee la que sufren de males parecidos. Aquí
palabra anginas, y cuando un niño ha- podríamos decir que todas esas voces
bla con otro de su edad no es probable pertenecen al mismo campo de apli-
que le diga que padece amigdalitis. cación (son palabras bibliológicas),
Para la resolución de los problemas pero ese es todo su parentesco. Luego
que presenta la sinonimia, lo mejor esas palabras mencionadas no son
sería que el escritor se valiera de su sinónimas, por más que el diccionario

130
el lenguaje figurado

diga en su título que es de sinónimos. metáfora, la metonimia, la sinécdoque


A mayor abundamiento, los sinóni- y la hipérbole, figuras retóricas muy
mos forman una suerte de familia de relacionadas.
voces semánticamente próximas por
varias circunstancias, como las siguien-
tes: 6.1. La metáfora

1. LOS CUASISINÓNIMOS. LOS cua- En sentido clásico, la metáfora es


sisinónimos son palabras cuyos signi- la expresión de una noción abstracta
ficados están muy próximos, sin que mediante una palabra concreta; por
exista entre ellas sinonimia absoluta, ejemplo, en el peso de los años, peso
como leve y suave, exacto y riguroso, está empleada metafóricamente. En la
que se diferencian en los matices. actualidad la palabra se usa más para
designar el empleo de un término que
2. LOS PARASINÓNIMOS. Los pa- sustituye a otro con el que se asimila,
rasinónimos son palabras que tienen como en los brazos de la araña, donde
muchos rasgos en común, pero que brazos son los candeleros que salen del
generalmente no son intercambiables, cuerpo central de una lámpara y sostie-
como iglesia y catedral, bosque y selva, nen una luz y araña es una lámpara de
calle y avenida, que, entre otras cosas, varios brazos (como los de la araña);
se diferencian en el tamaño. ese sintagma, pues, se ha formado con
dos metáforas.
3. LOS GEOSINÓNIMOS. Los geosi- La escritura usa muy a menudo la
nónimos son palabras que dan nombre metáfora; si nos paramos a analizar
a la misma cosa, pero en distinto dia- el lenguaje que empleamos, veremos
lecto de una lengua, como albedru en que frecuentemente, incluso sin pre-
asturiano y madroño en español. tenderlo, usamos metáforas. Por ejem-
plo, cuando decimos que el pie de la
lámpara del comedor es muy alto, o
6. El lenguaje figurado que la almohada se coloca a la cabeza
de la cama; son asimismo expresiones
Hay en la lengua un sentido propio, metafóricas hoja de papel, cabeza de
literal o recto, que es aquel que tienen puente, brazo de mar, pata de la mesa.
una frase, locución o giro según la Sin embargo, las metáforas hay que
suma de los significados de cada uno utilizarlas con tino y más bien pocas
de sus componentes, y un sentido figu- que muchas, porque en su empleo
rado, impropio o traslaticio, que es el tan fácil es alcanzar lo sublime como
sentido en que se toman las palabras caer en el más espantoso de los ridí-
o frases para que denoten idea distin- culos.
ta de la que corresponde al sentido rec-
to. Por ejemplo, si hablamos del cami-
no del palacio utilizamos camino en su 6.2. La metonimia
sentido recto, y si hablamos del camino
de la existencia, la palabra camino está Muy relacionada con la metáfora
utilizada en sentido figurado. está la metonimia, que consiste en
Varios tropos del lenguaje nos ayu- designar una cosa con el nombre de
dan a construir el lenguaje figurado: la otra con la que está relacionada, que

131
la escritura

se le asocia de forma natural, como raciones. Por ejemplo, cuando decimos


en la cabeza de la cama. Te he repetido mil veces que los libros
En la metonimia se sustituye la causa no se tocan, o Como esto siga así, le
por el efecto, como cuando llamamos voy a partir la cara a alguien. Se ve
Eolo al viento, o el efecto por la causa, fácilmente que la hipérbole no es de-
como en las canas por la vejez; el lugar seable en el discurso científico, el cual
por la cosa que de él procede, como el debe dar cuenta de la realidad con las
cariñena por el vino de Cariñena; el palabras más adecuadas.
signo por la cosa significada, como en
la cruz vencerá a la media luna (es de-
cir, el cristianismo al mahometanismo); 7. Problemas de redacción
el autor por sus obras, como en leer a
Platón por leer una obra de Platón; 7.1. La ambigüedad
la parte por el todo, como en la vela
por el barco de vela, o Madrid por el Una oración, período o secuencia
Gobierno español. lingüística es ambigua cuando ofrece
Como sucede con las metáforas, hay la posibilidad de ser interpretada de di-
que utilizar la metonimia cuando esté versas maneras a causa de su construc-
justificado. ción o del orden en que se presentan
los elementos que los componen.

6.3. La sinécdoque 1. AMBIGÜEDAD DEBIDA AL OR-


DEN DE LOS ELEMENTOS DE LA ORA-
La sinécdoque, relacionada a su vez CIÓN. La situación de los elementos
con la metonimia, consiste en emplear en la oración da lugar muchas veces a
una palabra por otra estando sus con- la formación de oraciones ambiguas,
ceptos respectivos en la relación de que no dicen exactamente aquello que
género a especie o viceversa, parte a el escritor quisiera que dijeran. Dos
todo o viceversa y singular a plural o ejemplos pueden bastar para ver clara
viceversa. De hecho, el parecido con la la importancia de ordenar los elemen-
metonimia es tanto, que normalmente tos oracionales en debida forma:
ambas figuras se confunden. Por ejem-
plo, se hace uso de la sinécdoque cuan- El cuerpo del trabajador fue encontrado
do decimos que el español es sincero y totalmente descuartizado por sus compa-
ñeros
nos referimos a los españoles; cuando La lucha por desengancharse del alcohol de
hablamos del hombre para referirnos un sacerdote.
al género humano; o cuando decimos
de un libro pequeño que es un gran li- Sin duda es más clara esta distribución
bro, donde nos referimos al contenido, de los elementos que forman esos dos
no al tamaño. títulos de periódico:
El cuerpo del trabajador, totalmente des-
6.4. La hipérbole cuartizado, fue encontrado por sus com-
pañeros
La lucha de un sacerdote por desengancharse
La hipérbole consiste en emplear del alcohol.
palabras o expresiones que falsean la
realidad mediante el empleo de exage- 2. AMBIGÜEDAD POR EL USO DE

132
problemas de redacción

TIEMPOS VERBALES Y PRONOMBRES. nada en su casa o es que cuando hay


Los tiempos verbales mal empleados que pintar no lo hace. Se da en otros
pueden dar lugar a oraciones ambi- muchos casos de la vida ordinaria;
guas; por ejemplo, cuando decimos por ejemplo, Tomó una botella y se
Creemos en la escuela, sin más con- marchó, donde no se sabe si agarró
texto, no sabemos si se refiere a una la botella y se marchó o si se la bebió
profesión de fe en la escuela (del verbo antes de marcharse.
creer) o una invitación a crear en la La ambigüedad morfológica se da
escuela. El empleo del pronombre lo cuando un verbo es interpretable al
puede resultar ambiguo en una frase menos de dos formas: Manuela no
como Lo voy a premiar, ya que no quiere a su hermana porque es mala,
es posible saber a quién. Pero ningún donde no se sabe quién es mala, si
pronombre tan ambiguo como su, con Manuela o su hermana.
tanta frecuencia usado mal en español. De más está decir que la prosa
Por esta razón son ambiguos enuncia- científica no puede ser ambigua, sino
dos como precisa y exacta. Para ello debe huirse
de las situaciones en que una palabra
Anselmo vio a María en su casa
El Betis gana al Celta en su campo o una oración puedan convertirse en
Javier le dijo a Juan que su abuelo había bisémicas o polisémicas si no se pre-
fallecido. tende eso.

Respecto del primer ejemplo, no se


sabe si Anselmo ve a María en su pro- 7.2. La vaguedad
pia casa o en la casa de ella. En cuanto
al segundo, no se sabe si el Betis gana La vaguedad es la indeterminación
al Celta en el campo del Betis o en el semántica de una palabra o una expre-
del Celta. En el tercero, el abuelo pue- sión. No permite deducir el significado
de serlo tanto de Javier como de Juan, de la expresión por falta de informa-
puesto que en la oración no queda ción. Por ejemplo, si decimos María
claro. es una persona muy interesante, no
podemos deducir por qué lo es.
3. El uso del GERUNDIO. El em- La información proporcionada en
pleo defectuoso del gerundio puede un trabajo científico debe ser completa
dar lugar a ambigüedad en un caso y no debe dejar cabos sueltos. Decir,
como el siguiente: por ejemplo, que Al trabajador le cor-
Vi a tu mujer paseando, taron un dedo no es demasiado explí-
cito, pues no se dice cuál, ni cuándo, ni
oración en la que no es posible saber dónde, ni cómo, ni por qué.
quién paseaba, si la mujer o el que da
la noticia.
7.3. Los anacolutos
4. Otras formas de ambigüedad .
La ambigüedad léxica se da cuando Los anacolutos consisten en la
una voz es susceptible de ser interpre- construcción sintáctica incorrecta de
tada en dos o más sentidos; por ejem- dos oraciones que son correctas consi-
plo, la frase Su marido no pinta nada deradas en sí mismas, separadamente.
en casa, donde no se sabe si no decide Por ejemplo, en el refrán quien a buen

133
la escritura

árbol se arrima, buena sombra le cobi- adjetivos o verbos. El buen escritor


ja, en el que se ve que ambas oraciones procura enriquecer su léxico y aplicar-
son correctas, pero están mal relacio- lo con propiedad. No se deben permitir
nadas, puesto que no se dice a quién las repeticiones de vocablos en corto
cobija la buena sombra del árbol; la espacio de un escrito. Es uno de los
redacción correcta sería a quien a buen defectos que más de manifiesto ponen
árbol se arrima, buena sombra le cobi- la escasa cultura del escritor. Todos no
ja. Sin embargo, no es cuestión, a estas somos Séneca ni Cervantes, ni preten-
alturas, de corregir el refrán... demos serlo. Pero si nos dedicamos a
El anacoluto fue usado por nuestros escribir aunque sea un corto artículo,
clásicos cuando todavía no se habían una carta en un periódico o incluso
asentado formas superiores de expre- una humilde carta particular, hemos de
sión. Actualmente se considera una procurar, en función de nuestro desti-
forma incorrecta de construcción de natario, utilizar un lenguaje enriquece-
la lengua, y debe evitarse a toda costa, dor, aunque en algún caso ello obligue
salvo en esos textos en que se remeda al receptor del mensaje a consultar un
o se cita el lenguaje vivo, en el que el diccionario. Si esto sucede solo de vez
anacoluto es habitual. en cuando, es saludable. Lo contrario
es contribuir a la pobreza expresiva
del lenguaje. Y, en honor a la verdad,
7.4. Anfibología u oscuridad podremos quejarnos de la cantidad
enorme de soluciones expresivas del
El lenguaje resulta anfibológico u español, pero nunca de lo contrario.
oscuro cuando empleamos palabras Quien no se expresa con riqueza y sol-
u oraciones de doble sentido o que tura es porque lee poco, escribe menos
se prestan a más de una interpreta- y al hablar utiliza siempre las mismas
ción debido a la colocación de los muletillas.
elementos oracionales o a su relación.
La Gramática de la Academia (ed. de
1959, § 482) pone este ejemplo: corroe 8. Formas de expresión
la espada el orín, donde no se sabe si
la espada corroe al orín o si es este el 8.1. Los latiguillos
que corroe a aquella.
El lenguaje científico no debe ser Los latiguillos son expresiones efec-
anfibológico. Para conseguirlo, a veces tistas y sin originalidad que se repiten
será necesario sustituir estilísticamente constantemente en la conversación y
palabras o construcciones polisémicas en ciertos medios de comunicación
por otras cuyos significados no se social. Suelen ponerse de moda en
presten fácilmente a interpretaciones un momento determinado y, afortu-
variadas. nadamente, en la mayor parte de los
casos terminan por desaparecer de la
circulación al cabo de un tiempo. Son
7.5. Empobrecimiento expresiones como o sea (reducido a
veces a sea: Sea, que no vienes); quiero
Empleamos un lenguaje monótono y decir; ¿entiendes?; ¿verdad?; vale; en-
pobre cuando utilizamos solo un corto tiendes, ¿no?; para nada; como muy.
número de vocablos, sean sustantivos. Por supuesto, todas estas expresiones

134
formas de expresión

u otras semejantes están rigurosamente finalizan, se perfila como, cotas de


prohibidas en la redacción del trabajo competitividad, básico, variopinto, de
científico o técnico. mucho calado, se constata, se contem-
pla, incide.
Desde luego, si por huir del lugar co-
8.2. Las muletillas mún, de la expresión trillada, creemos
que lo original está en variar el orden
Las muletillas, también llamadas de las palabras que forman una expre-
bordones, estribillos o expresiones sión, podemos caer fácilmente en la pe-
expletivas, son palabras o frases que dantería; por ejemplo, decir su interno
se intercalan innecesariamente en el fuero en lugar de su fuero interno, que
lenguaje y constituyen una especie de es una frase fija (v. § 3.2-4).
apoyo en la expresión. Son muletillas
expresiones como valga la expresión,
valga la redundancia (y muchas ve- 8.4. Los epítetos
ces no se trata de redundancia, sino
de repetición de una palabra, que es Los epítetos son adjetivos aparen-
distinto), si se me permite la compa- temente innecesarios que atribuyen
ración, por así decir, como aquel que al sustantivo una cualidad que le es
dice, digamos, de alguna manera. Un inherente: verde selva, mansa oveja,
tipo especial de muletilla es la empuña- negra noche, alta torre. Este tipo de
dura, fórmula o expresión consagrada adjetivación no debe abundar en un es-
por el uso para iniciar una narración: crito científico o técnico. Muchos casos
Érase que se era.... Érase una vez.... resultarán redundantes o sencillamente
Había una vez... Están prohibidas en inútiles al añadir al sustantivo aquella
el lenguaje científico y técnico. cualidad que todos le conocemos como
También están relacionados con las propia: las noches son negras, el hielo
muletillas los timos, que son dichos es frío, el pesar es hondo, el abismo es
o frases que se repiten a manera de profundo, abril es florido, el ruido es
muletilla durante cierto tiempo: pues estridente, por lo que las expresiones
sí que estamos bien; nos ha fastidiado; negra noche, frío hielo, hondo pesar,
adónde vamos [iremos] a parar; basta profundo abismo, florido abril, estri-
ahí podíamos llegar; en qué país esta- dente ruido son adocenadas y poco
mos [vivimos]. No son utilizables en el originales (v. § 3.2-4).
lenguaje científico y técnico.

8.5. Los oxímorones


8.3. Los lugares comunes
La palabra oxímoron designa el
Los lugares comunes, también lla- enfrentamiento u oposición de dos
mados tópicos, son expresiones vulga- palabras o dos frases de significado
res o triviales, sin significado especial, real o aparentemente contrario, como
carentes de información o ya muy ruido silencioso, silencio sonoro, dulce
empleadas en casos análogos. El em- amargura, apresurarse lentamente o
pleo de lugares comunes es indicio de vísteme despacio, que tengo prisa. Es
que se carece de formas de expresión. figura literaria, pero carece de uso en
Por ejemplo, consiste en..., constituyen, la escritura científica o técnica.

135
la escritura

9. Propiedad e impropiedad de ninguna de las tres cosas definidas


del lenguaje anteriormente. Hasta aquí empleamos
las palabras con propiedad, es decir,
Después de siglos y milenios de uso, según el sentido, recto o figurado, que
los límites semánticos de las palabras y las palabras tienen o pueden adqui-
expresiones van quedando más o me- rir. Sin embargo, a veces las palabras
nos fijados y los hablantes de esa len- empiezan a «torcerse»; digamos, a
gua se entienden entre sí sin necesidad adquirir sentidos que no tienen, bien
de llevar un diccionario en la mano o que sean totalmente contrarios (como
en el bolso para consultarlo cada vez álgido, que significa «muy frío» y
que hablen con sus semejantes. Cuan- «acompañado de frío glacial», usado
do decimos ventana en una situación en el sentido contrario de «crítico o
normal de uso, sin denotaciones ni culminante»), o bien que se trate de
connotaciones, todos sabemos a qué sentidos impropios.
nos referimos. Con las demás palabras El lenguaje se usa con propiedad
sucede lo mismo, porque la mayoría cuando las palabras se emplean con
de los hablantes hemos establecido que el sentido que todos les reconocen y
los significados que tienen las palabras no con aquel que, por error, creamos
son los que aceptamos y no otros que que tienen, y con impropiedad en el
momentáneamente se le puedan ocu- caso contrario. Por ejemplo, utilizamos
rrir a alguien. impropiamente el lenguaje cuando usa-
Es cierto, sin embargo, que las mos el verbo deleznable en el sentido
lenguas se enriquecen no solo por la de «reprobable, despreciable, repulsi-
adición a su acervo de nuevas voces vo», puesto que esa palabra significa
(neologismos de forma o léxicos), «que se rompe, disgrega o deshace
sino también por la adición de nue- fácilmente; que se desliza y resbala con
vos significados a las voces existentes mucha facilidad; poco durable, incon-
(neologismos de sentido o semánticos). sistente, de poca resistencia».
Así, ventana, además de significar También la palabra detentar, que
«abertura más o menos elevada sobre significa «retener uno sin derecho lo
el suelo que se deja en una pared para que manifiestamente no le pertenece»,
dar luz y ventilación», que es su pri- se usa impropiamente en el sentido
mer significado, se aplica también a la de «ocupar, desempeñar, representar,
«hoja u hojas de madera y de cristales disponer de, tener en su poder». Asi-
con que se cierra esa abertura» y a mismo, es impropio utilizar el verbo
«cada uno de los orificios de la nariz», mesar, que significa «arrancar los ca-
significados que ha ido adquiriendo bellos con las manos», en el sentido de
con el trascurso del tiempo. Así, según acariciarlos, arreglarlos o aplastarlos.
el contexto o situación en que nos Cuestión distinta, digna de estudio, es
encontremos o acerca de lo que ha- la de establecer cuándo uno de estos
blemos, ventana significará una cosa neologismos de sentido debe conside-
u otra. Si aplicamos la palabra a una rarse correcto. En este sentido, no cabe
situación semejante a las descritas, duda de que la extensión de uso hace
como, por ejemplo, abrir una ventana que pasen a considerarse correctas
en un grabado o estampa para colocar voces o acepciones antes consideradas
en ella un rótulo, todos sabremos a incorrectas o incluso inaceptables.
qué nos referimos aunque no se trate Por ejemplo, prácticamente todos

136
los pleonasmos

los extranjerismos condenados en la tenemos el Reino Unido, que tampoco


Gramática de la Academia (1959: es sinónimo de Inglaterra). También
438-440) están actualmente incluidos es fácil confundir Gran Bretaña con
como voces normales en el Dicciona- Reino Unido, siendo así que Gran Bre-
rio de la institución. En este sentido, taña es una de las islas (la mayor) que
es esclarecedor este texto de la propia forman parte del Reino Unido. Algo
Gramática (1959: 440): «Las dicciones semejante sucede con Holanda y Países
bárbaras tienen sus hados también, Bajos; aunque los propios neerlandeses
y algunas llegan a prevalecer y a en- aceptan la generalización de nombrar
trar en el caudal común de la lengua. a los Países Bajos con el nombre de
Barbarismos eran para los escritores Holanda, reconocen que se trata de
castizos del siglo XVII adolescente, una impropiedad, puesto que Holanda
candor, fulgor, joven, meta, neutrali- es solo una parte de los Países Bajos.
dad, palestra, petulante, presentir y Paralelamente, los holandeses son los
otras muchas que son ahora corrien- habitantes de Holanda del Norte u
tes y bellas». Si esa obra se escribiera Holanda del Sur, dos regiones de los
ahora, habría que añadir infinidad Países Bajos; a los habitantes de esta
de palabras que, rechazadas como ex- nación, los Países Bajos, se los conoce
tranjerismos aún no hace mucho, han como neerlandeses, que es la denomi-
entrado ya a formar parte del léxico nación que con más propiedad puede
oficial de la lengua. El problema radica aplicárseles.
en establecer cuándo es oportuno dejar De más está decir que el lenguaje
de considerar incorrecta una palabra o técnico y científico debe procurar el
una expresión... mayor grado de exactitud y propiedad.
Suelen aplicarse impropiamente Cuando una palabra pudiera ser mal
algunos topónimos y sus gentilicios; interpretada en un contexto determi-
por ejemplo, el caso de América por nado debido a que es polisémica, con-
Estados Unidos, ya que estos son solo viene dejar muy claro en qué sentido
una parte de aquella; correspondien- se usa.
temente, es impropio usar americano
por estadounidense; también se emplea
a menudo norteamericano por estado- 10. Los pleonasmos
unidense, pero no es un término muy
apropiado, por cuanto norteamerica- Un pleonasmo, también llamado re-
nos lo son también los mexicanos y dundancia, es, por un lado, la palabra,
los canadienses. Se deduce, pues, que expresión o enunciado que se añaden
tampoco debe emplearse Norteamé- a una oración sin que modifiquen el
rica por Estados Unidos, puesto que significado de esta: Me duele mi bra-
a esa parte del continente americano zo izquierdo (en lugar de Me duele
también pertenecen México y Ca- el brazo izquierdo), y, por otro, en el
nadá. Se dan otros casos paralelos, empleo de palabras, expresiones o
como llamar ingleses a los británicos, enunciados, sinónimos o perifrásticos,
ya que ingleses son solo los naturales cuyo significado ya está expresado de
de Inglaterra, que es una de las tres forma distinta: A las ocho semanas
partes que componen la isla de Gran después del accidente, donde a las y
Bretaña: Inglaterra, Gales y Escocia después son, en este caso, la misma
(y si le añadimos Irlanda del Norte, cosa; es decir, que se debe escribir A

137
la escritura

las ocho semanas del accidente o bien doble negación del mismo género, no
Ocho semanas después del accidente, y tampoco, por lo que en la expresión
pero no A las ocho semanas después sobra una de ellas; podemos, pues,
del accidente. decir No lo haremos nosotros o, si el
La lengua española es sumamente matiz es el otro, tampoco lo haremos
redundante. Dicho así, parece que se nosotros o tampoco nosotros lo hare-
tratara de un defecto, y además, que mos. Decir que una ley está en vigor
solo lo tuviera la lengua española. Hay actualmente es asimismo redundante,
que matizar: todas las lenguas tienen porque lo que está en vigor es actual.
grados diversos de redundancia, la En este tipo de redundancia sutil se
cual no es necesariamente rechazable. cae muy a menudo al escribir; es fácil
Sin embargo, cuando una noticia de un asegurar que de eso ya hemos hablado
diario dice que el asunto fue aprobado con anterioridad, siendo así que si ya
por la total unanimidad de todos los hemos hablado de ello, ha sido forzo-
asistentes, uno piensa que, en efecto, el samente con anterioridad. También se
uso del idioma español puede llegar a cae en redundancia cuando se utilizan
ser muy redundante: en un caso como ciertas expresiones como período
este hubiera bastado con decir que el de tiempo, ya que período se define
asunto fue aprobado por unanimidad. como «tiempo»; también espacio
de tiempo es redundante y, además,
impropio; es redundante porque en
10.1. Pleonasmos correctos esta expresión espacio se define como
«trascurso de tiempo», y es impro-
No todos los pleonasmos o redun- pio porque o hablamos de espacio o
dancias son incorrectos. La expresión hablamos de tiempo, pero no pode-
del lenguaje vivo presenta situaciones mos hablar a la vez de los dos con-
donde la no repetición de la idea ceptos.
hace que la lengua sea inexpresiva. La redundancia es en ocasiones fru-
Por ejemplo, no se puede decir, con to de la falta de matización: si de una
energía o enfado, ¡Sube y bájame ese obra decimos que manejamos la terce-
libro!; lo natural es que se diga ¡Sube ra edición actualizada, lo que quere-
arriba y bájame ese libro! Así pues, mos decir, sea esa nuestra intención o
hay pleonasmos que son correctos o, no, es que manejamos la tercera de las
al menos, no condenables, como subir ediciones que han sido actualizadas,
arriba, bajar abajo, salir (a)fuera, en- lo cual es, además, impropio, ya que
trar (a)dentro, volar por los aires, caer toda edición ha de ser actualizada o no
escaleras abajo, verlo con los propios es edición (será, si acaso, reimpresión
ojos, a nosotros no nos pertenece y o nueva tirada); lo que corresponde
otras. decir es que manejamos la tercera edi-
ción, y al editor, si quiere convencer
al lector de que, en efecto, se trata de
10.2. Pleonasmos incorrectos una nueva edición y no de una simple
reimpresión, le será lícito hacer constar
Otras formas de pleonasmo son en la sobrecubierta o cubierta y en sus
más difíciles de descubrir; por ejem- catálogos que se trata de una reedición
plo, cuando decimos No lo haremos actualizada, pero de esta manera: «3.a
tampoco nosotros empleamos una edición, actualizada», con una coma

138
incorrecciones de lenguaje

explicativa. Hay otras muchas formas consistir en la utilización incorrecta


de pleonasmo, como en el uso del pro- de las palabras o en la construcción
nombre: Nosotros opinamos que..., incorrecta de las frases y oraciones. A
Yo deseo manifestar...; en frases como lo primero se le llama, en general, bar-
estas, la supresión de los pronombres barismo; a lo segundo, solecismo.
dota al lenguaje de mayor viveza: Opi-
namos que.... Deseo manifestar...
Es pleonástico también el empleo del 11.1. Los barbarismos
artículo un aplicado a meses o años se-
guidos de medio: Hace un mes y medio Llamamos barbarismos a las pala-
que...; Hace un año y medio que...; si bras generadas según normas morfo-
suprimimos los artículos, la expresión lógicas o fonológicas que no son las
gana en elegancia elocutiva: Hace mes propias de una lengua o que no han
y medio que...; Hace año y medio sido admitidas por el uso considerado
que..., porque tanto el mes como el correcto. Como se desprende de la de-
año, en esas expresiones, son un. finición, el concepto de barbarismo es
cambiante con el paso del tiempo, ya
que las palabras, aunque consideremos
11. Incorrecciones de lenguaje que nacen con defectos, consiguen
hallar un hueco en el lenguaje bien sea
Llamamos lenguaje correcto al que por verdadera necesidad, bien sea sim-
se acomoda a las normas establecidas plemente por el uso, de tal manera que
por una institución y aceptadas por la a veces llegan a desplazar a una forma
sociedad en general. Quien pretenda sinónima que está mejor formada.
escribir con corrección deberá some- Hay muchas clases de barbarismos.
terse a esas normas, lo que equivale a Por ejemplo, los de tipo fonético, como
decir que el lenguaje correcto es, a la pronunciar y escribir los vocablos con
postre, un lenguaje guiado, encasilla- alguna forma de incorrección, como
do, constreñido, situado entre ciertos *llegao por llegado, *expédito por
límites más allá de los cuales puede ser expedito, *inflacción por inflación.
socialmente rechazado. También se considera barbarismo
Esta situación puede convertirse en utilizar formas verbales como *llegas-
enojosa para un escritor que necesite tes, *quisistes por llegaste, quisiste,
expresarse con palabras o formas ex- respectivamente, y otras voces en las
presivas no aceptadas por la sociedad que se sustituye la terminación de
hablante o la institución que vela por una palabra por la de otra, como las
la pureza del lenguaje. Habría que siguientes:
admitir que es correcto todo mensaje
que pueda ser entendido por los demás -áceo por -acto: *batráceo por batracio, *se-
en el mismo sentido que le pretende láceo por selacio
-aneo por -anio: *geráneo por geranio
conferir quien lo emite. En caso con- -erio por -éreo: *celenterio por celentéreo
trario, naturalmente, nos encontraría- -eano por -iano: *euclideano por euclidiano
mos ante una incomunicación, todo lo -úreo por -urio: * espúreo por espurio.
contrario de lo que con el lenguaje se
pretende. Otro grupo de barbarismos, fre-
En lo relativo a la construcción cuentes en algunas personas, consiste
del lenguaje, la incorrección puede en añadir a ciertas palabras letras que

139
la escritura

actualmente no tienen; por ejemplo, a las personas con menos formación


estas: cultural, lo cierto es que se cometen
en todos los estratos de la sociedad,
* balandronada por baladronada aunque sea en los más bajos donde,
* conlindante por colindante por razones obvias, se dan con más
*conjuntura por coyuntura
*convalescencia por convalecencia frecuencia. Generalmente consisten en
*desgeneracion por degeneración el incumplimiento de las normas por
*discursion por discusión que se rige la escritura de las letras,
*disfamar por difamar por la cantidad de tales normas y por
*disgresion por digresión la dificultad que supone el recordarlas
*dislacerar por dilacerar
*disminutivo por diminutivo en el momento necesario.
*farmancia por farmacia El hecho, por ejemplo, de que las
*inextrincable por inextricable palabras puedan llevar un signo que
*imitación por irritación no suena, como la h o la u (en las
*reinvindicar por reivindicar
*rescinsión por rescisión sílabas gue, gui), un signo que suena
* suscinto por sucinto exactamente igual que otro de distinta
*telesférico por teleférico. figura, como la b y la v, la g ante e, i
y la j ante todas las vocales, y otros
Otros cambios que se dan con casos similares de la ortografía del
alguna frecuencia consisten en susti- español, hace que las faltas de ortogra-
tuir una vocal por otra, como en las fía al escribir nuestra lengua abunden
siguientes: más de lo que debería esperarse de
una ortografía a la que, sin demasiada
*celenterio por celentéreo consistencia, se la considera fonética.
*concerner por concernir
*controverter por controvertir
*discerner por discernir
*distendir por distender 11.3. Las cacologías
*diverger por divergir
*espúreo por espurio Las cacologías son las expresio-
*estriñir por estreñir nes que resultan idiomática, lógica
*euclideano por euclidiano
o gramaticalmente incorrectas o las
*geraneo por geranio
*ictiricia por ictericia que, aun respetando la estructura gra-
*impelir por impeler matical, no responden a la conexión
*proboscídeo por proboscidio semántica interna del idioma. Dicho
*selaceo por selacio de otra manera, son expresiones en las
*sumerger por sumergir
*sobreseír por sobreseer cuales hay una palabra que está mal
*vertir por verter colocada porque su función no es la
*visícula por vesícula. que se le asigna. Por ejemplo, cuando
decimos que iba acompañado de la
cabra y la bija atentamos contra el
11.2. Las cacografías primer sentido de la voz, puesto que
la expresión lógica pide que la hija se
Llamamos cacografía a la falta de mencione antes que la cabra.
ortografía, es decir, a toda grafía que En cuanto al segundo sentido, es
no está de acuerdo con las normas de mucho más habitual, lo que indica
escritura de una lengua. Aunque es ha- que el hablante español conoce poco el
bitual achacar las faltas de ortografía empleo de ciertas palabras que sirven

140
incorrecciones de lenguaje

de nexo; por ejemplo, cuando decimos *Informo que no asistiría


que analizaremos el asunto bajo la *Estaba convencido que era mejor así,
base de que los sueldos bajarán, aten-
tamos contra la conexión semántica, cuyas formas correctas son las siguien-
puesto que las cosas, las que sean, se tes:
analizan, estudian o sitúan sobre una
base, no bajo ella; tampoco se analiza Informo de que no asistiría
bajo ciertas condiciones, sino con cier- Estaba convencido de que era mejor así.
tas condiciones o en ciertas condicio-
nes, según el sentido que en el contexto En la duda, para saber si una frase
tenga esta expresión. Este mal empleo lleva o no lleva de se debe interrogar
de las preposiciones está muy genera- al verbo: ¿qué informó?, ¿qué estaba
lizado en el lenguaje ordinario, por lo convencido? Las respuestas a estas dos
que al escribir hay que «medir bien las interrogaciones son imposibles, lo cual
palabras», sobre todo desde el punto quiere decir que deben llevar la prepo-
de vista científico, para no caer en tales sición. Interroguemos a los verbos con
situaciones. ella: ¿de qué informó?, ¿de qué estaba
convencido? Las respuestas (que co-
mienzan con de: de que no asistiría,
11.4. Los dequeísmos de que era mejor así) son, como se ve,
y antidequeísmos fáciles con esa construcción.

1. LOS DEQUEÍSMOS. Llamamos


dequeísmo a una incorrección de 11.5. Otras formas de barbarismo
lenguaje que consiste en utilizar la
preposición de ante que en oraciones Son también barbarismos los neo-
completivas, generalmente con verbos logismos creados y empleados sin
de decir: sujeción a las normas del lenguaje, las
impropiedades, las grafías extranjeras
*Dijo de que Vendría temprano utilizadas en nuestra lengua (como
*Creía de que no me iba a encontrar
*No le importaba de que no vinieran khedive por jedive, khan por jan, fol-
*Juro de que no volvería a pasar por allí. klore por folclor(e) y otras semejan-
tes), el uso de arcaísmos y, finalmente,
En estas frases sobran todas las prepo- la grafía extranjera de topónimos y
siciones de: antropónimos que tienen exónimo es-
pañol (como Milano por Milán, New
Dijo que vendría temprano York por Nueva York, o Brutus por
Creía que no me iba a encontrar
No le importaba que no vinieran Bruto, Josephus por Josefo, Lenine
Juro que no volvería a pasar por allí. por Lenin).

2. LOS ANTIDEQUEÍSMOS. El defec-


to contrario al anterior, consistente en 11.6. El gerundio
omitir la preposición de en frase que
debe llevarla, se llama antidequeísmo El gerundio, forma no personal del
(o queísmo). Es bastante frecuente y verbo, se caracteriza por la unión a la
se da sobre todo en frases como las base verbal de la terminación -ando
siguientes: para la primera conjugación (amando.

141
la escritura

de amar) y -iendo para la segunda y o de las preposiciones:


tercera (temiendo, de temer, e hiriendo,
de herir). *Esto es distinto a lo que yo me esperaba.
El empleo del gerundio es normal-
mente correcto, aunque algunas veces, También comete solecismo quien co-
sobre todo si se abusa de él, es prefe- loca incorrectamente dos partículas
rible sustituirlo por una perífrasis; por relacionadas:
ejemplo, mejor que Se cayó subiendo
es Se cayó mientras subía. Tal vez el *Se vende piso con o sin garaje,
uso incorrecto más conocido sea el
llamado (en España) gerundio del oración que debe construirse así: Se
Boletín Oficial del Estado (o gerundio vende piso con garaje o sin él. Como
del BOE), por la utilización que de esta se ve, los solecismos pueden llegar a
construcción se hacía en otra época en conferir cierta plebeyez al escrito.
esta publicación oficial; por ejemplo.
Ley regulando. Decreto disponiendo,
en lugar de Ley por la que se regula. 12. Extranjerismos
Decreto por el que se dispone. y voces extranjeras
También es incorrecto el llamado
gerundio de posterioridad, es decir, 12.1. Extranjerismos
la construcción en la que el gerundio
indica una acción posterior a la del Los extranjerismos son palabras o
verbo principal del cual depende; por frases de un idioma usados en otro.
ejemplo. Los ladrones fueron deteni- Este uso puede ser necesario, y en-
dos, siendo de inmediato conducidos tonces los extranjerismos deben ser
a comisaría. Aquí cabría decir que Los bienvenidos, aceptados y aclimatados
ladrones fueron detenidos y llevados a nuestra grafía y fonética, labor que,
de inmediato a comisaría. en general, ha tomado sobre sí la
Academia Española. Si son necesa-
rios, pues, hay que admitirlos, y una
11.7. Los solecismos postura conservadora opuesta a su
admisión y adaptación es retrógrada y
Los solecismos son usos incorrec- no nos lleva sino al empobrecimiento
tos de una expresión construida sin lingüístico. Dicho esto, hay que añadir
atender a las exigencias de la sintaxis. también que no parece de recibo el
No afectan a las palabras aisladas, hecho de que el único camino sea el
sino a sintagmas, frases, oraciones o de la adopción tardía y desacertada,
períodos. Hay muchas formas de so- como viene haciendo la Academia en
lecismos, razón por la que resulta fácil este tan importante campo. En efecto,
caer en ellos si no se redacta con cui- en el DRAE92 ha admitido palabras
dado y atendiendo al uso de las clases como marketing, cross, open, best sé-
de palabras. Por ejemplo, se comete ller, dossier, gángster, autostop y otras
solecismo con el empleo inadecuado de factura semejante. ¿No son todas
de los pronombres: ellas, salvo dossier y autostop, palabras
inglesas puras? ¿Cómo es que no han
*Les vi, pero no les reconocí
*No volví en sí hasta dos horas después elaborado más su forma para que fue-
*Me se cayó al suelo, ran admisibles y utilizables en español,

142
extranjerismos y voces extranjeras

como las restantes palabras? Por poner este respecto, parece oportuno decir
un ejemplo de disparate, considérese lo siguiente: cuando se escribe en es-
la palabra marketing; tal como está pañol, es en español como uno debe
escrita, y puesto que está registrada en expresarse, y no en inglés, francés,
el Diccionario de la Academia, debe alemán, italiano u otra lengua. En
leerse [marketing], palabra aguda. segundo lugar, mal escritor será quien
Sin embargo, palabras y términos deba recurrir a una lengua extranjera
ingleses penetran en nuestra lengua, para explicar los conceptos que usa en
como penetran en las demás lenguas su propia lengua.
de cultura (aunque algunas de ellas, Si los términos que usa son de
como el francés, traten de luchar origen extranjero, pero están ya
contra la admisión cruda y sin adap- arraigados en su lengua y el destina-
tación). En el campo de la medicina, tario natural los va a entender, no es
por ejemplo, tenemos el by-pass; pa- preciso recordar, aunque sea entre
rece que los médicos han renunciado paréntesis, cuál es el origen de la ex-
a usar derivación o puente, que es su presión conceptual. Lógicamente, en
traducción; siendo así, lo mejor es usar los casos en que el término no esté
baipás, con lo que no solo obtenemos aún bien asentado en nuestra lengua,
una palabra de apariencia española, o bien cuando haya varias expresiones
sino que además se presta bien al para el mismo concepto, tal vez sea
plural: baipases. Como se ve, solo se aceptable añadir entre paréntesis la
aleja de la forma inglesa en la grafía, expresión en lengua extranjera de la
porque la fonética es muy similar. Por que se deriva la que estamos usando.
consiguiente, la regla de oro en reía- El escritor debe huir del prurito de
ción con los extranjerismos debe ser utilizar mucha terminología en inglés,
la de no utilizarlos sino en casos de francés, alemán o la lengua que sea
necesidad, y entonces, en la medida de para demostrar al lector su dominio
lo posible, adaptarlos a la grafía y la de lenguas o sus numerosas lecturas
fonética de nuestro idioma. En estos en obras originales. La modestia, y
casos no estará de más, si el escritor lo hasta la humildad en algunos casos,
cree oportuno, poner entre paréntesis, deben ser compañeras inseparables
la primera vez que utilice una forma de quien escribe para los demás; lo
así en su escrito, la grafía original: cual no está reñido con la propiedad
de la terminología y hasta con la erudi-
El baipás (by-pass) fue un éxito. ción cuando sea necesario demostrarla.
Recuérdese que el idioma se defiende
de los términos ajenos no integrados
12.2. Voces extranjeras escribiéndolos con letra cursiva en
lo tipográfico y subrayándolos en lo
Con la expresión voces extranjeras mecanográfico o manuscrito. Sin em-
no me refiero a los extranjerismos, bargo, si en una misma obra se repiten
de los que se acaba de hablar y que a menudo uno o más términos no
se usan habitualmente en una lengua integrados en la lengua, lo aconsejable
se hallen acomodados o no; me re- es escribirlos de cursiva la primera
fiero a las voces o frases ocasionales vez que aparezcan en cada una de las
que el autor puede tener necesidad unidades de un escrito (por ejemplo,
de emplear alguna vez en su texto. A en cada capítulo) y en el resto de la

143
la escritura

misma unidad escribirlos de redondo. latino. Todas las lenguas cultas usan
Pero si la frecuencia de aparición no latinismos, especialmente si pertenecen
es intensa ni abundante el número de al grupo de las lenguas romances, que
extranjerismos presentes, se debe man- tienen como lengua madre al latín.
tener la cursiva en estos casos. También las lenguas anglosajonas,
aunque no se deriven del latín, toman
de él términos que les vienen bien para
12.3. Préstamos y calcos satisfacer sus necesidades lingüísticas.
Sin ir más lejos, misil, palabra con que
1. LOS PRÉSTAMOS. LOS neolo- se designa un proyectil dotado de un
gismos procedentes de una lengua sistema de propulsión autónoma, pro-
extranjera (extranjerismos) se llaman cede de la voz inglesa missile, palabra
préstamos cuando se hallan integra- que los ingleses tomaron del latín mis-
dos en el sistema de la lengua, la cual sile, que significa «arma arrojadiza».
los recibe mediante la adaptación de Los latinismos que se usan en espa-
su estructura fónica y morfológica. ñol pueden ser de varios tipos:
Tenemos ejemplos muy claros de prés-
tamos en las palabras fútbol, pronun- 1) voces y frases latinas que la Aca-
ciación de la grafía inglesa football, y demia registra en su Diccionario
cruasan, que a su vez lo es del francés y que deben someterse en todo a
croissant. las reglas de escritura del espa-
El préstamo se llama integrado o asi- ñol, especialmente en lo relativo
milado cuando está adaptado a las re- a la acentuación y al plural;
glas fonológicas y gráficas de la lengua 2) palabras y frases latinas que no
que lo recibe, como las que acabamos tienen registro en el Diccionario
de mencionar como ejemplos. Se llama de la Academia y que, como las
aclimatado cuando el extranjerismo se anteriores, deben someterse en
usa en una lengua en la que no se ha todo a las reglas de escritura del
integrado totalmente, como week-end, español, aunque algunos tratadis-
water-closet. tas recomiendan una grafía con
cursiva, que no es adecuada;
2. LOS CALCOS. Los calcos son ex- 3) palabras y frases latinas o latiniza-
tranjerismos integrados en el sistema das que se usan en la ciencia y la
de la lengua que los recibe mediante la técnica para denominar géneros,
traducción de la estructura semántica especies, virus y bacterias, y que
o léxica, como balompié, del inglés se usan con inicial mayúscula,
football (literalmente, ‘pie balón’), o con letra cursiva y sin ponerles
medialuna, del francés croissant (lite- ninguna tilde (puesto que en latín
ralmente, ‘creciente, media luna’). En no hay tildes, aunque a veces, en
general, se prefiere el procedimiento las trascripciones [lo que no es el
anterior. caso], se usen acentos breves [~]
y largos o mácrones ["]).

12.4. Latinismos De todos modos, debe tenerse como


regla general, a la que solo se debe
Los latinismos son préstamos o cal- faltar en caso de necesidad, que se
cos que tienen su origen en el idioma debe escribir en español, no en otros

144
extranjerismos y voces extranjeras

idiomas (que el lector no tiene por palabra équipage significa tripulación,


qué conocer), y que tampoco resulta no equipaje, y un faux titre no es un
elegante esmaltar la redacción de un falso título, sino una portadilla (de un
texto español con frecuentes palabras libro). Igualmente, el inglés candid no
extranjeras, ante las que el lector significa cándido, sino sincero; actual
puede encontrarse inerme por falta de no se traduce por actual, sino por real;
conocimiento de la lengua concreta. consistent no es consistente, sino com-
La palabra latinajo suele aplicarse patible; exit no es éxito, sino salida;
irónicamente para denominar los sensible no es sensible, sino juicioso, y
latinismos mal formados o de grafía severe no es severo, sino grave.
macarrónica empleados por escritores No deben confundirse los falsos
que no conocen el latín y quieren dar amigos con los falsos extranjerismos o
la sensación de que lo dominan, para falsos exotismos, que son las palabras
lo cual se consagran a incluir palabras o construcciones cuya apariencia grá-
seudolatinas o latinas mal escritas o fica o fónica la atribuye a una lengua
mal aplicadas. Cometen este defecto a la que no pertenecen. Por ejemplo, y
quienes escriben acuarium en vez de a pesar de su apariencia, footing, jog-
aquarium, eucaliptus en vez de eu- ging, slip, recordman y recordwoman
calyptus (con la salvedad de que no se no son palabras inglesas (o no lo es
trata de un latinismo, ni siquiera con la el significado con que las utilizamos),
grafía eucalyptus, puesto que eucalipto sino seudoinglesas. Algunas de ellas,
proviene del griego eukalyptós). Si por como recordman y recordwoman,
el propio lenguaje hay que moverse fueron creadas en Francia.
con pies de plomo por las dificultades
que puede presentar, no digo nada
cuando uno se introduce en el impe- 12.6. Xenismos
netrable bosque de una lengua ajena
desconocida. Llamamos xenismos a las voces ex-
tranjeras que se usan en español con la
misma grafía que tienen en su lengua
12.5. Falsos amigos de origen y una pronunciación similar,
como las inglesas marketing, whisky,
Llamamos falsos amigos (aunque jockey, parking y las francesas dossier,
mejor fuera llamarlos parónimos in- boutique, affaire.
terlingüísticos, como sugiere Polo La grafía de este tipo de palabras
[1976: 167], o calcos paronímicos, es muy variable; cuando están aco-
como prefiere el profesor López Guix modadas por un largo uso, la Aca-
[1997: 243, n. 225]) a palabras o demia termina aceptándolas, pero,
frases que tienen morfología o etimo- aun así, no dejan de presentar pro-
logía semejantes a las de otras de una blemas. Para adaptarlas al español,
lengua distinta, pero cuyo significado la Academia admite grafías que no
es totalmente diferente. Por ejemplo, parecen aceptables, como cross, best
son falsos amigos o parónimos in- seller, marketing, boutique. Puesto
terlingüísticos el francés armee, que que se trata de voces que tienen uso en
fácilmente puede traducirse por arma- el idioma, pueden utilizarse sin diacrí-
da, en lugar de por ejército, que es lo ticos de ningún tipo cuando se em-
que significa; de la misma lengua, la pleen en su propio contexto, mientras

145
la escritura

que podrán distinguirse con la cursiva permitan utilizarlos con cualidades


aquellos xenismos que no estén arrai- morfosintácticas similares.
gados en el contexto en que se utilizan.

13.2. Palabras obsolescentes


13. Aspectos sincrónicos y palabras históricas
y diacrónicos de la lengua
Hay palabras que aún no han desa-
13.1. Arcaísmos y neologismos parecido, pero que están en proceso de
desaparición; son las palabras obsoles-
En el devenir histórico, una lengua centes, como, por ejemplo, estraperlo
va dejando atrás cierta cantidad de las- o haiga ‘coche lujoso’. Hay, por otro
tre, mientras al propio tiempo va ad- lado, palabras que siguen vivas a pe-
quiriendo nueva savia. Tanto el lastre sar de que designan cosas que ya no
como la savia nueva consisten en léxi- existen, como gladiador, astrolabio,
co y fraseología, principalmente. Hay carabela, calesa. Estas palabras no
palabras y frases que han dejado de deben confundirse con el arcaísmo,
figurar en los libros desde hace ya que en este lo que ha desapareci-
muchos años, siglos tal vez, y pa- do no es solo la cosa designada (o
labras y frases que han entrado en no necesariamente), sino la palabra
el caudal léxico hace muy pocos misma.
años. Los primeros se llaman arcaís-
mos, y no es fácil que vuelvan a
tener un lugar en la lengua con la 13.3. Los anacronismos
misma grafía y el mismo signifi-
cado desaparecidos; los segundos Uno de los errores de la construc-
se llaman neologismos y están en- ción del lenguaje escrito, impropio de
trando en la lengua constantemente; la prosa científica, es el de atribuir un
unos, los más útiles y necesarios, arrai- acontecimiento a una fecha errónea.
gan y se quedan entre nosotros, sea Si la fecha es anterior a aquella en que
con su propia forma, sea dotándolos aconteció el hecho, el anacronismo se
de características que los hagan se- llama metacronismo; si es posterior,
mejantes a los de su nuevo medio y paracronismo.

146
3 La ortotipografía

1. La grafía, desde la letra ca que se aplican a la presentación de


hasta el texto los elementos gráficos: bibliografías,
cuadros, poesías, índices, notas de
En el campo de los hechos ortográ- pie de página, citas, citas bibliográfi-
ficos hemos de considerar, en primer cas, obras teatrales, aplicación de los
lugar, la ortografía usual, es decir, la diversos estilos de letras (redonda,
académica, sin cuyo conocimiento cursiva, negrita, versalitas, así como
completo no es posible emitir mensa- las combinaciones de unas y otras);
jes escritos. La ortografía es la herra- finalmente, la ortografía publicitaria
mienta gramatical que nos permite, es la aplicación de la ortografía usual
mediante el cumplimiento de sus reglas y la ortotipografía en el campo de la
y excepciones, conferir a las letras, pa- publicidad. Comprende, pues, no solo
labras, frases y oraciones su verdadero todo tipo de anuncios en prensa, sino
valor desde el punto de vista fonológi- también todos los hechos gráficos cuyo
co, morfológico y sintáctico. resultado se expone al aire libre (orto-
En segundo lugar tenemos la que se grafía a la intemperie).
conoce, en general, como ortografía
técnica, que comprende la ortografía
especializada, la ortografía tipográfica 1.1. Ortografía de la letra
y la ortografía publicitaria. La ortogra-
fía especializada puede definirse como Esta parte de la ortografía nos per-
el conjunto de reglas por que se rige mite conocer las letras del alfabeto y
la expresión gráfica de los elementos su uso según las reglas y excepciones
de escritura que no son estrictamente establecidas por la Real Academia
letras, como los signos, los símbolos, Española, máxima autoridad en este
el ordenamiento alfabético, etcétera; campo. Hasta el 2010, oficialmente
la ortografía tipográfica, más conocida (es decir, según la Academia), nuestro
por ortotipografía, es el conjunto de alfabeto constaba de 29 letras, pese a
reglas de estética y escritura tipográfi- que en 1994 había decidido suprimir

147
la ortotipografía

la ch y ll, combinaciones que son dí- representación gráfica de los sonidos


grafos, no letras, y un alfabeto solo del español (por eso no se eligen las
ordena letras. Por consiguiente, ac- formas con h, ya que se trata de una
tualmente nuestro alfabeto consta de letra que generalmente no suena). Hay
solo 27 letras. El aprendizaje del uso casos, no obstante, ante los cuales el
de las letras es penoso tanto para niños escritor se parará a pensar: ¿escribi-
como para adultos, por cuanto hemos rá sicología en lugar de psicología?;
de aprender y recordar una serie de sería lo más lógico si hemos elegido
normas que no tienen soporte lógico, la forma acorde con la fonética, pero
que se basan solamente en la historia es muy probable que el escritor, aun
y evolución de la lengua y no en la ra- aceptando escribir armonía en lugar de
cionalidad. La Academia se ha negado harmonía, se incline resueltamente por
desde hace casi dos siglos a reformar las grafías complejas en el caso de las
de nuevo la ortografía (el último reto- que comienzan con ps-. Tal decisión es
que de cierta importancia —pero que respetable, a pesar de que nos siga pa-
no puede considerarse una reforma de reciendo que la coherencia interna del
la ortografía— lo realizó la Academia sistema ortográfico exigiría la grafía
en 1959). Por consiguiente, para es- sicología si hemos optado por escribir
cribir bien, con sujeción a las normas armonía.
académicas, es preciso aprender y
recordar esas normas y leer mucho,
tratando de comprender, por medio de 1.2. Ortografía de la sílaba
un diccionario (mejor si contiene eti-
mologías), el porqué de ciertas grafías. Con una, dos o más letras formamos
En el empleo de las letras, el escritor una sílaba. La separación entre una
debe aplicar las reglas que le parezcan sílaba y la siguiente se llama frontera
oportunas dentro de lo permitido por silábica, la cual tiene varias aplica-
la Academia. Sin embargo, parece que ciones en ortografía; en primer lugar,
es pertinente establecer una forma de permite averiguar si dos vocales conse-
grafía lo más simple posible, con obje- cutivas son tautosilábicas (pertenecen
to de evitar problemas que en princi- a la misma sílaba, forman diptongo)
pio carecen de importancia, pero que o si son heterosilábicas (pertenecen a
se pueden convertir en un engorro a la sílabas contiguas, forman hiato); en
hora de unificar criterios de escritura. segundo lugar, indica por dónde pode-
Por ejemplo, en las palabras que indi- mos dividir una palabra, puesto que,
ferentemente se pueden escribir con b según las normas de la Academia, las
o con v, parece lo más acertado elegir palabras se dividen por sílabas cabales
las formas que se escriben con b para (con algunas excepciones). Si dos vo-
representar el sonido bilabial, por lo cales consecutivas son tautosilábicas,
que escribiremos chabola con prefe- nos hallamos ante un diptongo y, por
rencia a chavola, ambas permitidas consiguiente, la palabra no se puede
por la Academia. En el mismo sentido, dividir por ellas, dejando una a final
escribiremos pajel y no pagel, armonía de línea e iniciando la siguiente con
en vez de harmonía, etcétera. Es decir, la otra (por ejemplo, di- / osa, porque
que, sin faltar a las grafías registradas io son dos letras tautosilábicas en
por la Academia, elegiremos las que este caso). Si dos vocales consecutivas
respondan con más propiedad a la son heterosilábicas, a veces se puede

148
la grafía, desde la letra hasta el texto

dividir por ellas la palabra y a veces signo de puntuación y un blanco o a


no; por ejemplo, se pueden dividir los la inversa» (Mounin, 1979: 134). La
términos compuestos no lexicalizados, ortografía de la palabra tiene que ver
en los que ambos componentes están con la acentuación, las abreviaciones
aún vivos en la mente del usuario de (abreviaturas, abreviamientos, siglas,
la lengua; por ejemplo, hispano- / acrónimos, símbolos y otros), la ma-
americano, norte- / americano, pero yúscula y la minúscula, la antroponi-
no se pueden dividir palabras simples, mia y la toponimia, la numeración (ará-
como po- / eta, fe- / ote, a pesar de que biga y romana), la unión y separación
las vocales estén en hiato. Tampoco se de palabras y los signos lexicológicos
puede dividir a- / tene- / o, pues no se (los diacríticos y los auxiliares, que
permite dejar una sola vocal a final o son los que afectan a la palabra; los de
principio de línea. Sin embargo, en el puntuación afectan a la frase).
caso del grupo -tl-, lo más aconsejable En las entradas de la segunda parte
es mantenerlo siempre sin separación, de esta obra se analizan estos pro-
debido a que en Hispanoamérica es blemas, especialmente si afectan a la
costumbre pronunciarlo como dos palabra concreta que se consulta. En
consonantes tautosilábicas (atle- / ta, cuanto a las abreviaciones, hay que
trasa- / tlantico), a pesar de que en el decir que en los textos no se deben
español europeo se suelen considerar emplear abreviaturas, las cuales, no
heterosilábicas (at- / leta, trasat- / obstante, pueden aparecer entre pa-
lántico). Haciéndolo así se respeta la réntesis, en los cuadros y tablas y en
pronunciación de ese tipo de palabras las notas y citas bibliográficas. Las
a uno y otro lado del Atlántico, ya que mayúsculas se usan en español más
el grupo -tl- podrá pronunciarse como que en francés, pero menos que en in-
tautosilábico o como heterosilábico glés y en alemán; lamentablemente, no
según la costumbre de la persona que hay reglas fijas e indubitables para su
lo pronuncie. empleo, que en muchos casos depende
En la grafía de la sílaba podemos de la opinión particular del escribiente,
hallar dificultades en las que albergan de su formación e incluso de sus ideas
los grupos complejos del tipo -bs-, religiosas, políticas, sociales, etcétera
-ns-, -tl-, etcétera. La tendencia gene- (en general, el uso de la mayúscula,
ral debería inclinarnos a utilizar los especialmente de la que se emplea por
grupos más simples, dentro de lo que meras razones de ornato, es más pro-
la Academia permite o la necesidad pio de mentalidades conservadoras).
aconseje (v. §4). Por ejemplo, debe También la onomástica suele presentar
seguirse la tendencia académica a sim- graves problemas de grafía, ya que,
plificar el grupo -st- en post- y escribir si en algunos casos se puede emplear
posoperatorio con preferencia a posto- la forma original de antropónimos y
peratorio. topónimos, en otros se deben adaptar
a nuestra grafía, ya sea por razones
de uso o por tradición. La numera-
1.3. Ortografía de la palabra ción (arábiga y romana) es asimismo
fuente de dolores de cabeza debido a
Con una, dos o más sílabas forma- que, según los casos, se podrá o de-
mos una palabra, es decir, una «uni- berá escribir con numeración arábiga
dad limitada por dos blancos, por un o romana, con cifras o con letras, y

149
la ortotipografía

en cada caso habremos de saber cuál y, por otro, la ortografía tipográfica


es el mejor de los criterios a la hora u ortotipografía, que enseña la utili-
de dar forma gráfica a este aparta- zación de los distintos tipos de letra
do de la escritura. La unión y sepa- (fina, cursiva, negrita, versalita y las
ración de palabras puede presentar combinaciones de unas y otras), los
problemas, ya que, si bien lo ideal cuadros, notas, índices y cronologías,
sería dividir las voces por sílabas ca- la estética bibliológica y la tipográfica
bales, a veces, por una u otra causa, se (v.§1).
presenta la necesidad de hacer excep-
ciones a esa regla general. Asimismo,
es necesario conocer el empleo de los 2. Extranjerismos ortográficos
signos lexicológicos (los diacríticos y
los auxiliares; v. §6.1.1), que son los Los extranjerismos ortográficos son
que afectan a la palabra, así como las grafías pertenecientes a otras len-
otros pertenecientes a las más diversas guas utilizadas en la nuestra.
disciplinas, como las matemáticas, la
lógica, la música, etcétera.
2.1. El mimetismo ortográfico

1.4. Ortografía de la frase Ángel Rosenblat llamó mimetismo


ortográfico a la copia, normalmente
Esta parte de la ortografía ordena inconsciente, de grafismos no idiomá-
las frases en el discurso y establece la ticos en español, grafismos que perte-
estructura de este. Su parte más impor- necen a sistemas ortográficos de otras
tante es la que afecta a los signos de lenguas. Los anglicismos y galicismos
puntuación (coma, punto y coma, pun- ortotipográficos, por ejemplo, son for-
to, dos puntos, puntos suspensivos), mas de mimetismo ortográfico.
los signos de entonación (exclamación
—no admiración, como decía anterior-
mente la Academia— e interrogación) 2.2. Anglicismos ortotipográficos
y los signos auxiliares de la puntuación
(paréntesis, corchetes, raya, comillas y Hay varios casos en que se comete
antilambdas) (v. §6.1.2). Todo escritor anglicismo ortográfico o tipográfico al
que desee estructurar de modo claro copiar usos y costumbres anglosajones
y preciso su discurso debe dominar ajenos a nuestra grafía. A continuación
especialmente esta parte de la ortogra- se exponen algunos casos que no se
fía, ya que ella es la base expositiva del deben copiar (o, mejor, que se deben
trabajo científico y técnico. evitar a toda costa).

1.5. Ortografía del texto 2.2.1. ANGLICISMOS ORTOGRÁFICOS

La ortografía que afecta al texto 1. EL EMPLEO DE MAYÚSCULAS. Los


comprende, por un lado, la llamada idiomas español e inglés no aplican
ortografía técnica, que se ocupa de las los mismos criterios en relación con
reglas de alfabetización, la confección la mayúscula. Mientras el inglés hace
de bibliografías, las citas bibliográficas. un uso generoso de esta clase de letra,

150
extranjerismos ortográficos

el español la utiliza con mucho menor las oNGs, los degs , las ONG’s, los deg ’s ,
frecuencia. Por consiguiente, no es
extraño que en algunos casos el uso de en vez de pluralizarlas mediante el
ciertas mayúsculas en español obedez- determinante:
ca a copia de usos ingleses, impropios las ONG, los DEG.
de la ortografía de nuestra lengua, y no
a usos normales del español. Por ejem- 3. La escritura de las décadas y
plo, se comete anglicismo ortográfico LOS AÑOS. Es anglicismo ortográfico
al utilizar la inicial mayúscula en los escribir los nombres de las décadas con
siguientes casos: cifra seguida de s, como en los 70s, los
años 70s, o bien en indicarlas con la
1) en los sustantivos comunes y cifra precedida de apóstrofo: los ’70,
adjetivos que forman parte de un los años ’70. Este anglicismo se da
título, sea de obra (como el de un también en otras expresiones, como
libro, de obra musical o pictóri- Mundial '80, Expo ’92. En todos es-
ca) o de parte de obra (como un tos casos la grafía española prescinde
artículo de periódico, un capítulo de la s y del apóstrofo, o lo expresa de
en un libro, un trabajo en una otra manera, tal vez más adecuada: los
publicación y otros): setenta, los años setenta, Mundial 80,
Expo 92.
*El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de
la Mancha
*«El Vuelo de la Paloma Mensajera» 4. La puntuación de las cantida -
*«Análisis de los Depuradores». des . Son anglicismos ortográficos, en
lo que respecta a las cantidades, los
La grafía correcta en español es siguientes usos:
la siguiente:
1) el empleo de coma para señalar
El ingenioso hidalgo don Quijote de la los miles: 12,428, en lugar de
Mancha utilizar el espacio fino: 12428 (v.
«El vuelo de la paloma mensajera» CANTIDADES, §2.10 SS.);
«Análisis de los depuradores»; 2) el empleo de punto decimal en
lugar de coma decimal; por ejem-
2) en algunos casos en que en espa- plo, la grafía inglesa 12,428.35
ñol se escribe minúscula, como debe escribirse 12428,35.
los días de la semana, los nom-
bres de los meses, las estaciones 5. La numeración de apartados
del año, los gentilicios, los nom- Y PÁRRAFOS. En este aspecto, es angli-
bres de miembros de religiones, cismo ortográfico:
etcétera, que en inglés suelen
escribirse con inicial mayúscula. 1) encerrar entre paréntesis las le-
tras o cifras con que se numeran
2. El plural de las siglas . Se los apartados o los párrafos; por
considera anglicismo ortográfico la ejemplo, (1) la utilización...*, (a)
indicación del plural de las siglas el cierre..., grafías que en espa-
mediante la adición de una s (prece- ñol se escriben sin el paréntesis
dida o no de apóstrofo) a la sigla; por de apertura, como se ha visto en
ejemplo. esta sección;

151
la ortotipografía

2) numerar con cifras romanas sin espacio alguno o bien entre


escritas con minúsculas los apar- espacios. Por ejemplo:
tados de un párrafo; por ejemplo,
(i) la utilización...; (ii) el cierre... «Después de medio siglo de crecimien-
En español debe sustituirse ese to—dice Georges Mounin—, la lin-
sistema por el que corresponda güística ocupa una posición muy a
biguá en la cultura del gran público».
en el conjunto, normalmente
letras minúsculas cursivas o
«Después de medio siglo de crecimiento
cifras arábigas, en ambos casos - dice Georges Mounin -, la lingüísti-
seguidas de paréntesis de cierre ca ocupa una posición muy ambigua
en redondo: a) la utilización...; en la cultura del gran público.»
1) el cierre...;
3) es asimismo anglicismo orto- La forma española de componer
gráfico el empleo de esta misma estos textos consiste en colocar
numeración, con cifras romanas antes de la primera raya o menos
en minúsculas, empleada en los y después de la segunda (o de su
folios prologales de un libro, así puntuación) el espacio que co-
como su reflejo en otra fuente o rresponda a la línea:
en otro lugar de la misma obra;
por ejemplo, véanse las páginas «Después de medio siglo de crecimiento
xiii a xviii; en español, los folios —dice Georges Mounin—, la lingüís-
prologales se grafían con cifras tica ocupa una posición muy ambigua
romanas en versalitas, y así se en la cultura del gran público».
reflejan también cuando se citan:
véanse las páginas xiii a xviii . «Después de medio siglo de crecimiento
-dice Georges Mounin-, la lingüística
ocupa una posición muy ambigua en
6. EL USO DE LA RAYA Y EL MENOS. la cultura del gran público.»
La raya (—) y el menos (-) pueden dar
lugar a varios tipos de anglicismos.
En este sentido, lo son las siguientes 7. El uso de las comillas . En
aplicaciones: relación con el uso de las comillas, son
anglicismos ortográficos
1) emplear el menos o la raya con
valor de signos de puntuación, 1) la utilización de comillas inglesas
como pueden ser los dos puntos, (“ ’’) en lugar de comillas latinas
la coma o los puntos suspensivos, (« ») en las citas; por ejemplo: Se
según los casos; por ejemplo, las dice en el Quijote: “En un lugar
enfermedades cardíacas —arrit- de la Mancha...”, en vez de Se
mia, infarto, etcétera, caso en el dice en el Quijote: «En un lugar
que estos signos deben sustituirse de la Mancha...»;
por dos puntos: las enfermedades 2) el cierre de comillas y su apertura
cardíacas: arritmia, infarto, etcé- posterior para introducir un inci-
tera; en otras ocasiones la sustitu- so en una cita; por ejemplo: «La
ción habrá de ser por otro signo cosecha», dijo el ministro, «se
que resulte más apropiado; presenta muy prometedora»; en
2) utilizar estos signos, cuando se español, estas intervenciones del
emplean con valor incidental. redactor o escritor se incluyen

152
extranjerismos ortográficos

entre menos o rayas: «La cosecha Le escribo la presente para comuni-


—dijo el ministro— se presenta carle...
prometedora»;
3) la colocación de la coma antes de 2) separar con coma dos unidades
cerrar comillas: administrativas de distinta di-
mensión cuando una depende de
«El rector propuso la reforma,» que se
la otra:
llevo a cabo.

En español, los signos de pun- En El Rosal, Pontevedra, se cría un vino


albariño muy apreciado,
tuación (salvo el punto en algu-
nos casos; v. p. 166) se colocan
después de las comillas (los en lugar de encerrar entre parén-
signos de entonación, es decir, la tesis la unidad mayor:
exclamación y la interrogación,
podrán colocarse antes o después En El Rosal (Pontevedra) se cría un Vino
de las comillas de cierre según el albariño muy apreciado.
caso concreto de que se trate).
9. GRAFÍA DE LAS ABREVIATURAS.
8. Empleo de la coma . Es angli- Es anglicismo ortográfico:
cismo ortográfico:
1) escribir las abreviaturas sin punto
1) sustituir los dos puntos (:) por abreviativo y con mayúscula si le
coma (,) en los encabezamientos corresponde minúscula:
y escribir, por ejemplo.
Querido amigo, No
Distinguida señora,
por
en lugar de
Querido amigo: n. °
Distinguida señora:
o, mejor,
Si el texto que sigue comienza
con minúscula, es asimismo an- núm.
glicismo ortográfico, por cuanto
en español debe comenzar con 2) escribir sin punto ni espacio las
mayúscula: abreviaturas del prenombre en
bibliografías y empleos semejan-
Querido amigo,
solo dos letras para decirte que...
tes, como Sánchez, JM.
Distinguida señora,
le escribo la presente para comunicar- 10. La construcción del diálo -
le... go . Es anglicismo ortográfico construir
los diálogos encerrando entre comillas
en lugar de cada parlamento:
Querido amigo:
Solo dos letras para decirte que... «Se han llevado cuanto teníamos», dijo
Distinguida señora: Jean. «¿Qué haremos ahora?»

153
la ortotipografía

En español se escribe: a las grafías extrañas al español que circulan


en él en palabras no generadas en nuestra
—Se han llevado cuanto teníamos —dijo lengua.
Jean—. ¿Qué haremos ahora? Por ejemplo, astrakán o astracán por astra-
cán, que sería la trasliteración más ajustada al
nombre del topónimo ruso del que se deriva
el de la piel de cordero nonato.
2.2.2. ANGLICISMOS TIPOGRÁFICOS
Esta forma de destacar el comienzo de
En el campo de la tipografía se un trabajo, capítulo, parte, etcétera,
aplican a veces soluciones que no se carece de sentido y no contribuye a
corresponden con las habituales en la destacarlo ni a aumentar su legibilidad
tipografía española. ni su estética, si alguna tuviera la tipo-
grafía del texto. Es más bien una deci-
1. OMISIÓN DE LA SANGRÍA. Tiene sión injustificada que a nada conduce
la tipografía anglosajona, en general, y que ningún efecto tiene.
la costumbre de eliminar la sangría del
primer párrafo de un escrito o el que 3. Empleo de un cuadratín des -
va después de título o subtítulo cuan- pués DE UN PUNTO Y SEGUIDO. Es este
do se ha elegido el párrafo ordinario, uno de los más enojosos anglicismos
es decir, el que comienza siempre con tipográficos. Consiste en colocar el
sangría. Por ejemplo: blanco de cuadratín después de punto
y seguido, lo que contribuye a desequi-
Se da el nombre de barbarismos ortográficos librar los espacios de la página. Por
a las grafías extrañas al español que circulan ejemplo:
en él en palabras no generadas en nuestra
lengua.
Por ejemplo, astrakán o astracán por as- Se da el nombre de barbarismos ortográficos
traján, que sería la trasliteración más ajusta- a las grafías extrañas al español que circulan
da al nombre del topónimo ruso del que se en él en palabras no generadas en nuestra
deriva el de la piel de cordero nonato. lengua. Por ejemplo, astrakán o astracán
por astraján, que sería la trasliteración más
ajustada al nombre del topónimo ruso del
Esa costumbre ha sido copiada por la que se deriva el de la piel de cordero nona-
tipografía española en algunos casos to. Emilio Lorenzo asegura que...
(por ejemplo, la pone en práctica el
diario El País), pero no está justificada La costumbre es tan antiestética y tan
y debería evitarse. perturbadora de la regularidad del
espaciado, que no se entiende cómo
2. UTILIZACIÓN DE LA VERSALITA EN alguien puede copiarla. A pesar de lo
LAS PRIMERAS PALABRAS DEL PRIMER cual, en España se ha empleado esta
PÁRRAFO. Otra costumbre anglosajo- modalidad de espaciado alguna vez,
na, asimismo copiada por el diario El obviamente por copia del antiestético
País y puesta en práctica en sus pági- uso anglosajón.
nas (por ejemplo, en los editoriales),
consiste en grafiar con versalitas las 4. Las llamadas de nota . Se con-
dos o tres primeras palabras del primer sidera anglicismo tipográfico la indica-
párrafo de un artículo, capítulo, parte, ción de la llamada de nota con signos
etcétera. Por ejemplo, como el párrafo (§), el antígrafo (¶),
la cruz u óbelo (†), la cruz doble (‡),
Se da el nombre de barbarismos ortográficos etcétera; en español, estas llamadas se

154
el fetichismo de la letra

hacen normalmente con cifras arábigas puntuación y algunos otros (como las
voladitas. comillas latinas o las rayas) y el texto
al que se juntan:

2.3. Galicismos ortotipográficos « ¿ Se da el nombre de —barbarismos orto-


gráficos— a las grafías extrañas al español
Los galicismos ortotipográficos son que circulan en él en palabras no generadas
los usos y costumbres ortográficos y en nuestra lengua?».
tipográficos del francés utilizados en
español. Su influencia en el español En español, todos estos signos, simples
actual es muy inferior a la que ejerce o dobles, se pegan a la palabra a la que
el inglés. afectan:

«¿Se da el nombre de —barbarismos ortográ-


ficos— a las grafías extrañas al español que
2.3.1. GALICISMOS ORTOGRÁFICOS
circulan en él en palabras no generadas en
nuestra lengua?».
El caso más importante es el de co-
piar las grafías minúsculas del francés
en sustantivos y adjetivos del nombre 2.4. El barbarismo ortográfico
o título de una entidad o institución.
Por ejemplo, en francés se escribe Se da el nombre de barbarismo
ortográfico a las grafías extrañas al
Front de libération nationale du Tchad
Muséum d’histoire naturelle español que circulan en él en palabras
Commission européenne no generadas en nuestra lengua, como
Nations unies, astrakán o astracán por astraján, que
sería la trasliteración más ajustada al
mientras que en español se escribe nombre del topónimo ruso del que se
deriva el de la piel de cordero nonato,
Frente de Liberación Nacional del Chad
Museo de Historia Natural
Astraján: Chekbov por Chéjof, Tcbai-
Comisión Europea kowsky por Cbaikovski; Pouchkine
Naciones Unidas, por Pucbkin (v. Lorenzo, 1980: 106,
quien usa el sintagma barbarismos
con inicial mayúscula en sustantivos y ortográficos al hablar de estos fenóme-
adjetivos. nos). La escritura científica o técnica
no está reñida con la exactitud en la
grafía según nuestras reglas.
2.3.2. GALICISMOS TIPOGRÁFICOS

El hecho histórico de que la tipogra- 3. El fetichismo de la letra


fía francesa haya influido secularmente
en la española explica que en nuestro 3.1. Conservadurismo ortográfico
idioma se descubran menos galicis-
mos que anglicismos se descubren Hablamos de conservadurismo orto-
actualmente. Sin embargo, algunos gráfico para referirnos a la tendencia a
hay, como, por ejemplo, colocar un es- conservar todos los elementos gráficos
pacio fino (antiguamente de un punto que forman parte de un estadio de la
aproximadamente) entre los signos de grafía de la lengua, aunque actual-

155
la ortotipografía

mente su realización fonética se haya signos de los que precisa para que las
perdido o aminorado. Por ejemplo, palabras se lean tal como ellas son.
hay personas que gustan de escribir
subscripto, subscripción, subscriptor,
transcripto, septiembre, obscuro, subs- 3.2. Alternancias grafemáticas
tancia, transporte, psicología, gnomo,
mnemotécnico, postoperatorio, reem- Las alternancias grafemáticas, va-
plazo, reembolso, reencuentro, cere- riantes ortográficas o alografías afectan
broespinal y otras formas complejas a las palabras que pueden represen-
en lugar de, respectivamente, suscrito, tarse con dos o más grafías, correctas
suscrición (o suscripción), suscritor todas ellas, puesto que están registra-
(o suscriptor), trascrito, setiembre, os- das en el Diccionario de la Academia.
curo, sustancia, trasporte, sicología, Es el caso, por ejemplo, de las grafías
nomo, nemotécnico, posoperatorio, de los grupos consonánticos y vocáli-
remplazo, rembolso, rencuentro, cere- cos cultos de que se ha hablado en el
brospinal. Como era de esperar, tal párrafo anterior. Pero lo es también de
tendencia se da tanto más cuanto más palabras cuya grafía alterna con otra
culta es la persona. Por su influencia, distinta, de las cuales generalmente se
los escritores noveles tienen tendencia prefiere una. También aquí interviene
a utilizar toda la parafernalia de signos el conservadurismo ortográfico o feti-
que la ortografía permita con tal de chismo de la letra, ya que muchas per-
parecerse, cuando menos en la forma, sonas tienen tendencia a elegir aquellas
a los escritores consagrados. grafías que ofrecen mayor complejidad
La Academia, remisa como es a los (¿acaso para parecer más cultas?). Por
grandes cambios, va dando, con todo, ejemplo, preferirán escribir harmonía,
pasitos en la dirección de la simplifi- harmonioso y todas las formas de la
cación ortográfica. Por ejemplo, en la misma familia con esa h que no suena
edición del Diccionario de 1992 deci- antes que las formas sin ella, como
dió simplificar el grupo culto -bs- en armonía, armonioso, pese a que la
-s- y en la Ortografía de 1999 hizo lo Academia prefiere estas a aquellas.
propio con el grupo -st-, que ahora Hay en el Diccionario de la Academia
puede simplificarse en -s-. Los escrito- infinidad de palabras de estas caracte-
res cultos la han seguido y ahora escri- rísticas, como, entre otras, hacera, que
ben tranquilamente oscuro y sustancia, es la misma grafía que acera, solo que
cuando hace poco más de cinco años con h inicial. Jamás he visto usada la
escribían solo obscuro y substancia. grafía hacera, pero sigue en el drae 92
(Se supone que, sobre todo los mé- y en su correspondiente entrada no
dicos, adoptarán la simplificación de dice que sea una grafía arcaica. La
-st- en -s- y escribirán posoperatorio escritura científica debería preferir las
en lugar de postoperatorio.) A esto, formas más simples y las grafías que
Ángel Rosenblat lo llamó en 1963 fe- responden mejor, según la tradición
tichismo de la letra, es decir, tendencia ortográfica española, a los sonidos
a la conservación de las letras aunque que representan; por ejemplo, si entre
no cumplan ninguna función. Natural- harmonía y armonía debe elegirse la
mente, es a las personas cultas a quie- segunda porque la h no suena, entre
nes compete la decisión de utilizar una pagel y pajel debe elegirse también la
escritura realista, que no emplee más segunda porque el sonido velar sordo

156
la abreviación en el lenguaje escrito

se representa mejor con la j que con la palabra, y otros son intermedios,


la g, y entre chabola y chavola, la pri- aparecen en el interior de la palabra
mera, puesto que la v suena como la (v. c. 2-1). El mantenimiento de dichos
b en español (por lo que lo lógico es grupos en la grafía, sin reducción a un
representarlo con ella). Científicamen- solo grafema, es una muestra de con-
te, la utilización de las formas que se servadurismo ortográfico, porque en
han desechado carece de explicación, la pronunciación difícilmente aparecen
puesto que también en el campo de la íntegros la inmensa mayoría de ellos.
ortografía puede introducirse algo de
homogeneidad y coherencia.
4.2. Los grupos vocálicos

3.3. Neografismos Los grupos cultos vocálicos son


grafías en las que aparecen dos o más
Llamamos neografismos a los cam- vocales que a veces se simplifican en
bios ortográficos que puede experi- un solo grafema en el lenguaje ordina-
mentar una palabra sin que afecten a rio. A diferencia de los grupos cultos
la pronunciación. Cuando una palabra consonánticos, que muestran una
pueda escribirse de dos o más formas, clara tendencia a la simplificación en
debe elegirse la que se avenga mejor la mayor parte de los casos, los gru-
con las tendencias del español, como pos cultos vocálicos son mucho más
se ha explicado en el párrafo anterior. conservadores. La norma general debe
Cuando una palabra pueda escri- ser la de simplificar siempre que sea
birse en un término o en más de uno, posible y el lenguaje estándar lo acep-
debe tenderse a escribirlo en uno, ya te. Ha de tenerse en cuenta que este
que ello simplifica el lenguaje escrito tipo de reducciones solamente pueden
y elimina dudas acerca de cuál de las realizarse en voces compuestas con un
grafías se debe utilizar. Por ejemplo, precomponente terminado en vocal y
entre aprisa y a prisa, bajorrelieve y un poscomponente iniciado por otra
bajo relieve, camposanto y campo vocal. En algunos casos una de las dos
santo, cortocircuito y corto circuito, vocales se pronuncia con preferencia a
deprisa y de prisa, enseguida y en se- la otra, y si son iguales, su valor foné-
guida y otros casos semejantes deben tico disminuye (v. c. 2-2).
elegirse las primeras formas.

5. La abreviación
4. Los grupos cultos en el lenguaje escrito

4.1. Los grupos consonanticos 5.1. El empleo de abreviaciones

Los grupos cultos consonánticos Es frecuente la tendencia del escritor


son grafías en las que aparecen uno a utilizar formas abreviativas mientras
o más grafemas tautosilábicos que va tomando apuntes de aspectos de di-
generalmente en el lenguaje ordinario versas fuentes, apuntes que le van a ser
se simplifican en uno solo de tales útiles a la hora de redactar su trabajo.
grafemas. Algunos de estos grupos Esas formas abreviativas deben ser
son iniciales, aparecen al comienzo de desarrolladas en el momento en que se

157
la ortotipografía

empieza a redactar el trabajo, a darle mencionar, como, por ejemplo, el Mi-


forma definitiva. nisterio de Educación. En todos estos
En general, los trabajos científicos y casos, y aun en otros semejantes que
técnicos publicados o dispuestos para en la práctica pueden presentarse, lo
su publicación no deberían llevar más que hacemos es abreviar el sintagma
que las abreviaciones científicas y téc- que estamos utilizando porque es de-
nicas que estén reconocidas o estanda- masiado extenso y lo vamos a emplear
rizadas en el campo al que pertenece más de una vez. Autor y lector aceptan
el destinatario para el que escribimos «de común acuerdo» que la grafía me-
(normalmente, solo ciertas abreviatu- nos formal, abreviada por uno u otro
ras y los símbolos establecidos). Estas procedimiento, equivale a la formal u
abreviaciones no afectan a las palabras oficial. Es una forma de abreviación
del lenguaje estándar, no forman parte correcta y admitida por el uso, pero
del desarrollo del discurso, y cuando debe hacerse de manera conveniente;
aparecen se escriben entre paréntesis, por ejemplo, deberían tenerse en cuen-
van después de cifras o en cuadros o ta estas normas genéricas:
tablas. Hay otras formas de abreviar,
como la abreviación del sintagma — la primera vez que en una unidad
(v. § 5.2), que sí pueden utilizarse textual (capítulo, artículo, etcéte-
en los trabajos científicos y técnicos, ra) se cite un nombre de persona,
mientras que formas abreviativas como de institución, de organización o
las abreviaturas, los abreviamientos y lo que fuere, primero se mencio-
otras no deberían aparecer en esos na por entero (si es pertinente,
trabajos. A continuación se analizan seguido del año de nacimiento y
unos y otros. muerte en el caso de las personas)
y en las menciones posteriores se
utiliza la forma abreviada;
5.2. Abreviación del sintagma — si se trata de una denominación
que tiene forma abreviativa (ge-
Se llama así a ciertas formas de neralmente sigla), se menciona
presentar algunas denominaciones o primero por entero e inmediata-
títulos con menos palabras de las que mente después, entre paréntesis,
normalmente los forman. Por ejemplo, la sigla, para después utilizar
cuando hablamos de De Gaulle nos esta en el texto subsiguiente
referimos a un general francés que se (v. § 5.3).
llamaba Charles de Gaulle; cuando
mencionamos Malí nos referimos a un Si se cambia de unidad textual (por
Estado africano cuyo nombre oficial es ejemplo, de capítulo en un libro, de
República de Malí; cuando escribimos artículo en un periódico, de trabajo en
EUA abreviamos el nombre completo una revista), debe aplicarse la norma
de un país que se llama Estados Uni- como si se tratase del inicio absolu-
dos de América; cuando utilizamos to de un capítulo, artículo, etcétera.
ueo abreviamos el nombre completo Cuando la referencia se haga con el
de una organización que se denomina nombre genérico de la institución o
Unión Europea Occidental; cuando entidad (como en el caso del ministerio
escribimos «el citado ministerio» nos citado anteriormente), este nombre ge-
referimos a uno que acabamos de nérico se escribe con minúscula, puesto

158
la abreviación en el lenguaje escrito

Cuadro 2. Grupos cultos consonanticos y vocálicos

1. Grupos consonanticos gogia, sicastenia, sicasténico, de estas voces, las formas si-
que también deben consi- que y siquis no tienen regis-
1.1. Grupos iniciales derarse correctas. De las tro académico, pero no cabe
que empiezan por psico- no duda de que son correctas.
en-: aparece en las palabras ofrece alternancia para las pt-: aparece en las palabras
cneoráceo y cnidario. La formas psico-, psicoanalista, pterodáctilo y ptosis. Nin-
Academia admite la simpli- psicoanalítico y psicoana- guna de las dos tiene sim-
ficación en n- en neoráceo, lizar (pese a que admite plificación, pero las formas
pero no en nidario, forma sicoanálisis), psicodélico, terodáctilo y tosis deberían
que sin duda también es psicodrama, psicofármaco, considerarse admisibles.
admisible. psicofísico (pero sí sicofí-
gn-: aparece en las pala- sica), psicogénico, psicoge-
bras gneis, gnéisico, gne- no, psicokinesia, psicometra, 1.2. Grupos intermedios
táceo, gnomo, gnomon, psicometría, psicopático
gnomónica, gnomónico, (pero sí sicópata y sicopa- -bs-: aparece en palabras como
gnoseología, gnoseológico, tía), psicopatología, psi- obscuro, substancia, substra-
gnosis, gnosticismo y gnós- copedagogía, psicopeda- to, subscripción, substituir,
tico. La Academia admite la gógico, psicoquinesia, psi- substraer y otras. Desde
simplificación en n- menos cosomático, psicotecnia, la edición del drae 92, la
en gnoseología, gnoseológi- psicotécnico, psicoterapeuta, Academia se ha inclinado
co y gnosis, cuyas formas psicoterapéutica y psicote- por la adopción preferente
simplificadas noseología, no- rápico (pero sí sicoterapia). de las formas que sustitu-
seológico y nosis no registra, Como se ve, la aplicación yen el grupo -bs- por -s-, y
pero deben considerarse asi- del criterio académico en prefiere las formas oscuro,
mismo formas correctas. este grupo es sumamente sustancia, sustrato, suscrip-
mn-: aparece en las palabras irregular y desordenada; es ción, sustituir, sustraer. Hay
mnemónica, mnemónico, lógico admitir que también algunas voces que carecen
mnemotecnia, mnemotéc- son correctas, aunque no de alternancia, como absce-
nica y mnemotécnico. La las registre, las formas sico-, so, abscisa, abstención, abs-
Academia permite la sim- sicoanalista, sicoanalítico, tener, abstracción, abstraer,
plificación en n- menos, ex- sicoanalizar, sicagogia, sicas- abstruso, obscenidad, obs-
trañamente, en mnemónico; tenia, sicasténico, sicodélico, ceno, obstetricia, obstina-
no cabe duda de que la sicodrama, sicofármaco, ción, obstinado, obstinarse,
forma nemonico es también sicofísico, sicogénico, si- obstrucción, obstruccionis-
correcta. cógeno, sicokinesia, sico- mo, obstructor, obstruir y
ps-: aparece en las palabras metra, sicometría, sicopá- otras.
pseudo-, pseudología, psi-, tico, sicopatología, sicope- -ns-: aparece en palabras que
psicagogia, psicastenia, psi- dagogía, sicopedagogico, comienzan con ins-, cons- y
casténico, psico- (y todos los sicoquinesia, sicosomático, trans-, pero la Academia solo
compuestos con este prefijo sicotecnia, sictécnico, sico- admite alternancias en las
que significa «alma», «ac- terapeuta, sicoterapéutica y del grupo trans-. Aun así, la
tividad mental»), psitácida, sicoterápico. De las voces actuación académica en rela-
psitaciforme, psitacismo, que siguen a las iniciadas ción con este grupo es muy
psitacosis y psoriasis. La con psico-, la Academia complicada; por ejemplo,
Academia solo admite, con no admite alternancia para hay una serie de palabras
pseudo-, la voz pseudología, psitaciforme y psoriasis, que solo admiten la grafía
y las restantes, con seu- pero las formas sitaciforme con tras-, como trasaltar,
do-, con la extraña decisión y soriasis deben conside- trascabo y otras; palabras
de no registrar la forma rarse correctas. Quedan que solo se escriben con
seudología. De las que em- todavía por analizar las trans-, como transgangético,
piezan con psic-, no admite formas en que psico- cambia translimitación y otras; fi-
alternancia para psicagogia, a psiqu-, grupo en el que nalmente, hay un grupo
psicastenia, psicasténico; admite las palabras psique, de palabras que pueden
es decir, que la Academia psiquiatra, psiquiatría, psi- escribirse con trans- o con
no registra las formas sica- quiátrico, psíquico y psiquis; tras-, pero con preferencias

159
la ortotipografía

muy disímiles; por ejemplo, cribir portaaviones, con demia gran inseguridad; en
prefiere tras- en trascenden- rechazo explícito de la gra- unos casos prefiere mante-
cia (y derivados), traslación fía portaviones. Otras Vo- ner el grupo, como en adies-
(y derivados, pero no admite ces, como chupaalcuzas, trar, compartimiento, coro-
transladar), trasluciente, contraacusación, contra- namiento, diezmar, encanta-
traslucirse, traspuesta, tras- análisis, cortaalambres, ex- miento (en las que se puede
puesto (pero prefiere trans- traacadémico, intraatómico, suprimir la z); en otras
poner a trasponer), prefiere no están registradas por la prefiere la simplificación
trans- en Voces como tran- Academia. en -e-, como arbitramiento/
salpino, transandino, trans- -ae-: las palabras en que se da arbitramento, y en otras,
bordar, transbordo y otras. este encuentro de vocales como incitamiento, corni-
Esta inseguridad a la hora de suelen mantener el grupo jamiento y cornisamiento,
establecer un criterio lleva a íntegro, sin simplificación; no muestra preferencias.
algunas personas a colocar se escribe, pues, anaero- Agravamento ‘agravio’ y
una n en palabras que nun- bico, anaerobio, anaerobio- agravamiento ‘acción de
ca la han llevado y que la sis, guardaespaldas, quin- agravar(se)’ tienen significa-
Academia registra sin ella, taesencia, infraestructura, dos distintos.
como * transplante, forma portaestandarte y otras. -oa-: en general en este grupo
incorrecta por trasplante. -ai-: solo aparece simplificado se mantienen ambas vocales,
en quitaipon/quitapón, pero como en centroasiático, cen-
se mantiene en las restantes, troamericano, psicoanálisis/
2. Grupos vocálicos como guardainfante. sicoanálisis, tromboangitis,
-ao-: no tiene alternancias ni autoaglomeracion, autoaler-
2.1. Los grupos vocálicos experimenta simplificación; gia y otras; sin embargo, la
MÁS IMPORTANTES se escribe, pues, escarbaore- Academia admite la alter-
jas, infraorbitario, porta- nancia euroasiatico/eurasiá-
-aa-: aparece, sin alternancias, objeto. tico, con preferencia por
en las siguientes palabras: -ea-: se da especialmente en la simplificación, como en
cagaaceite, contraarnura, palabras compuestas con radiactividad y radiactivo,
contraaproches, contraarma- sobre-, en las que se man- ahora admitidas junto con
dura, contraarrninos, contra- tienen las dos Vocales, como radioactividad y radioac-
atacar, contraataguía, contra- en sobreabundancia, sobrea- tivo.
ataque, contraaviso, falsaar- bundar, sobreaguar, sobre- -oe-: en los compuestos cuyo
madura, portaalmizcle, por- agudo, sobrealimentación, precomponente termina en
taaviones, tragaavemarías, sobrealimentar, sobrealzar, -o y el poscomponente em-
yaacabo. La Academia rec- sobreañadir, sobrearar, so- pieza con e- seguida de s y
tifico la grafía cenaaoscuras brearco, sobreasada, so- otra consonante, la Acade-
por cenaoscuras, más lógica, breasar, de las cuales solo mia prefiere la simplificación
en la edición de 1992 del admite simplificación en en la mayor parte de las
Diccionario, y registra solo sobreasada, que también palabras, como arterioescle-
guardamigo en Vez del guar- se puede escribir sobrasada rosis/arteriosclerosis, che-
daamigo de otras fuentes. (forma preferida). Por lo coeslovaco/checoslovaco,
Este tipo de palabras suele que respecta a sobreasar y electroestriccion/electros-
presentar graves problemas sobrasar, tienen significados triccion, yugoeslavo/yugos-
para su simplificación; de distintos. Para sotaventearse lavo; sin embargo, no aplica
hecho, en muchas de ellas también admite sotaventarse el mismo criterio a aero-
las dos aes permanecen en (forma preferida). espacial, cerebroespinal,
la pronunciación, por lo -ei-: en este grupo registra la endoesqueleto, dermatoes-
que es lógico que aparezcan Academia correveidile/co- queleto, neuroesqueleto,
también en la grafía. De rrevedile, fideicomiso/fideco- homoestático, radioescucha
hecho, la Academia solo miso (pero solo fideicomi- y otras, que sería preferible
admite la simplificación sario y fideicomitente), con simplificar, como recomien-
en contralmirante. Otras preferencia por el grupo dan autores como Julio Ca-
fuentes se mantienen fieles -ei-, y caleidoscopio/cali- sares (1952: 52) y Pío Font
a las grafías académicas; doscopio, con preferencia Quer (1953, xx). Así pues,
El País y El Mundo, por por la supresión de la e. en este grupo en que se da la
ejemplo, recomiendan es- -ie-: en este grupo tiene la Aca- coincidencia de es a princi-

160
la abreviación en el lenguaje escrito
pio del segundo componen- tendencia a la simplifica- moblaje, muestrario/mostra-
te, cabe ir directamente a la ción, como en centroriental, rio, vuelapie/volapié. Por el
simplificación sin excesivas centroceánico, medioriental, contrario, en los siguientes
dudas. En otros casos tal germanoccidental, germano- Vocablos prefiere mantener
Vez sea mejor mostrarse algo riental y otros; igualmente, -ue-: amoblar/amueblar, bo-
conservador, como sucede en obras de medicina se nazo/buenazo, desamoblar/
con compuestos como aero- prefiere radiopaco, aunque desamueblar, dormivela/
elasticidad, aeroelectrónica algunos autores y traduc- duermevela, portorriqueño/
y otros. tores escriben radioopaco. puertorriqueño, desosar/
-oi-: en este grupo, la Acade- -ua-: en las palabras cualifi- deshuesar; en portezuela/
mia prefiere la simplificación cado, cualificar y cuasi, la puertezuela y portezuelo/
en termoiónico/termiónico, Academia prefiere prescindir puertezuelo no establece
pero no en otros compuestos de la u (aunque calificar preferencias; engrosar/en-
como gastrointestinal. tiene acepciones que no le gruesar y rodero/ruedero
-oo-: en los compuestos cuyo son aplicables a cualificar), tienen significados distintos.
primer elemento termina en pero prefiere mantenerla en En las Voces bonísimo, bo-
-o y el segundo comienza tribual (donde debería optar yada, boyero, grosísimo, for-
con la misma letra existe por la forma tribal, mucho tísimo, poblada, entre otras,
tendencia general al man- más utilizada). no admite alternancias con
tenimiento del grupo com- -ue-: la Academia prefiere -ue-, pero deben considerar-
plejo, especialmente en los la sustitución de ue por o se correctas, como advierte
que comienzan con auto-, en abunuelado/abunolado, el drae de 1992 (p. xxn):
co-, micro-, pro- y psico-/si- abuñuelar/abuñolar, bar- «el Diccionario incluye los
co-, como autoobservación, coluengo/barcolongo, bue- superlativos bonísimo, pul-
cooperar, microonda, pro- yuno/boyuno, cigüeñal/ci- quérrimo y paupérrimo por
occidental, psicoorgánico/ goñal, cigüeñuela/cigoñue- ser irregulares, pero no bue-
sicoorgónico. La Acade- la, cuerdezuela/cordezuela, nísimo, pulcrísimo y pobrí-
mia simplifica el grupo, sin cuerezuelo/corezuelo, cuer- simo, que son los regulares
alternancias, en autómnibus, nezuelo/cornezuelo (instru- y también correctos».
decimoctavo, claroscuro, mento), duelaje/dolaje, en- -uo-: la Academia prefiere la
radioyente, que se escriben cluecar/enclocar, encuevar/ simplificación en cuotidia-
con una sola o. En com- encovar, engruesar/engrosar, no/cotidiano y mantiene el
puestos formados con otros fuentezuela/fontezuela, fuer- grupo en secuoya/secoya y
precomponentes se tiene tezuelo/fortezuelo, mueblaje/ espirituoso/espiritoso.

que no estamos utilizando el nombre que se dice en el apartado 5.1 anterior.


oficial o propio de la institución o enti- Sin embargo, la abreviatura etc. es
dad, sino el genérico (es indudable que actualmente un verdadero quebradero
el Ministerio de Educación y Cultura de cabeza. En efecto: según una vieja
es un ministerio). regla ortotipográfica, se prohíbe su
aparición a principio de línea; esto
hace que, cuando es así, el corrector
5.3. Abreviaciones tipográfico de turno, o el propio autor
de palabras y sintagmas o traductor, desarrollen su forma y la
conviertan en etcétera, con todas sus
Las palabras y sintagmas de un letras, cada vez que aparece en esa
texto se pueden abreviar mediante los posición. Sin embargo, con los moder-
procedimientos de la abreviatura, el nos sistemas de composición, como
abreviamiento, el símbolo y la sigla. En la fotocomposición o la autoedición,
textos ordinarios, la única abreviatura el texto es absolutamente incontrola-
que se consiente es etc. ‘etcétera’; las ble, y basta que se elimine o se añada
restantes están prohibidas, salvo lo una coma para que todo el texto del

161
la ortotipografía

párrafo afectado se recorra automá- espectaculares y contribuyen a destruir


ticamente y la palabra etcétera pase a la regularidad visual del texto.
ocupar otra posición en la línea, con
lo cual debería devolvérsele su grafía
abreviada. 6. Los signos
Este problema ha llevado a algunos
diarios, como El País, a prohibir la uti- Si bien son signos todos los caracte-
lización de la abreviatura etc. (obliga a res que se emplean en tipografía para
utilizar siempre la palabra escrita por expresar el contenido de cualquier
entero, etcétera). Sin embargo, habría texto, se le da especialmente ese nom-
que pedir a los autores que restrinjan bre a cualquier dibujo o símbolo que
al máximo la utilización de la palabra represente algo distinto de su figura o
y su abreviatura; la lengua tiene otros indique una operación matemática. En
recursos para dar a entender que lo un texto impreso intervienen multitud
dicho no comprende la totalidad de lo de signos, empezando por las letras y
que podríamos decir acerca de algo (en siguiendo por los ortográficos y los
realidad, muchas veces el etc. no oculta especializados.
nada más que la ignorancia en relación
con lo que sigue: se pone etc. cuando
no se sabe qué añadir). 6.1. Signos ortográficos
Los abreviamientos son fórmulas
familiares y por ello no deben aparecer 6.1.1. CLASES
en los impresos formales, como los DE SIGNOS ORTOGRÁFICOS
escritos científicos y técnicos.
Los símbolos se usan cuando la Los signos ortográficos se dividen,
norma lo permita y tal y como esta lo tal como se indica en el cuadro 3, en
establezca. signos diacríticos, signos auxiliares y
Las siglas pueden ser de diversos signos sintagmáticos.
tipos, y en algunos textos científicos
o técnicos se abusa de ellas. La norma 1. Signos ortográficos diacríti -
general para este tipo de escritos es uti- cos . Llamamos signos ortográficos dia-
lizar el menor número de siglas, aun- críticos a los signos ortográficos que se
que sean especializadas, y nunca sin añaden a una letra, una palabra o un
aclarar cuál es su significado. Para ello grupo de palabras para distinguirlos de
puede optarse por mencionar primero otros de igual grafía y distinta función
el enunciado y seguidamente, entre pa- o significado.
réntesis, la sigla, que será la que se use Por su posición en relación con el
en el texto posterior, o bien mencionar elemento al que afectan, los signos
la sigla, colocar entre paréntesis el diacríticos pueden ser suprascritos,
enunciado (si es extranjero, seguido de suscritos y laterales. Los suprascritos,
la traducción española entre comillas que son los que se colocan sobre el
simples, sin coma intermedia) y usar elemento afectado, pueden ser acen-
la sigla en el texto posterior. Por lo tuales, como los acentos (agudo, grave,
demás, para mantener la estética de la circunflejo, anticircunflejo, macron o
página de texto, las siglas se componen largo, breve y ápex) y espíritus (áspero
con letras VERSALITAS, no con MAYÚS- y suave), o especiales (virgulilla, punto
CULAS, ya que estas son mucho más suprascrito, diéresis y sobrerraya).

162
los signos

Los suscritos comprenden la cedilla, sobre la letra afectada. Los espíritus,


el subpunto y la subraya. Los laterales si afectan a una letra minúscula, se
comprenden el apóstrofo y los índices colocan sobre ella, pero si afectan a
(índice, superíndice y subíndice). una mayúscula, se anteponen a ella.
Los signos especiales no presentan
2. Signos ortográficos auxilia - ninguna peculiaridad desde el punto de
res . Los signos ortográficos auxilia- vista del uso, con la salvedad de que la
res comprenden una serie de signos sobrerraya no debería cruzar las astas
que tienen una determinada función ascendentes de las letras, como b, d, f,
ortográfica que no es diacrítica ni sin- etcétera, por el efecto antiestético que
tagmática. A veces afectan a una sola se produciría, de tal manera que, si es
palabra, como el asterisco, el calderón posible, la raya debe trazarse de forma
o antígrafo, la cruz, obelisco u óbelo y que no afecte a esas letras. Tampoco
la cruz doble, la manecilla, el párrafo. los suscritos presentan mayor proble-
Otros pueden tener función relacio- ma. Como en el caso anterior, y por
nante entre la letra, palabra o grupo de la misma causa, habría que procurar
palabras que le preceden y los que le que la subraya no cruzase las astas
siguen, como la antibarra (poco usa- descendentes de letras como p y q.
da), la barra y la barra doble, el cris- En el caso del índice (') y el apóstro-
tas, el et, la flecha, el guión, el igual, la fo (’) suelen darse errores de uso por
pleca y la pleca doble, y el punto alto confundir las figuras de uno y otro.
o medio. En unos pocos casos, como la El índice, que es una tilde o signo pa-
llave, a veces puede tener función sim- recido, se utiliza, a la derecha de otro
ple, pero también la suele tener doble. signo, para indicar

3. Signos ortográficos sintagmá - 1) en geometría, el minuto sexage-


ticos . Los signos ortográficos sintag- simal, unidad de ángulo que
máticos son los que afectan a la frase equivale a la sexagésima parte
u oración. Se dividen en signos de del grado sexagesimal;
puntuación, signos de entonación y 2) en geografía y astronomía, minu-
signos auxiliares de la puntuación. tos (') y segundos (");
Por su figura y su función, pueden ser 3) en matemáticas se emplea afec-
simples o dobles; son simples todos tando a una letra con valores
los de puntuación, y son dobles los de de dos o más formas análogas,
entonación y los auxiliares. Obsérvese pero distintas: a, a", a", que se
cómo los signos dobles tienen figuras leen, respectivamente, a prima, a
contrapuestas (salvo la raya, que es el segunda, a tercera.
único de estos signos que no siempre
actúa como signo doble, y cuando lo El apóstrofo se usa generalmente en-
hace mantiene la misma figura). tre dos letras para indicar la elisión
de una de ellas, la primera: d’aquel,
l’aspereza.
6.1.2. Grafía de los signos En la trascripción de textos en
ORTOGRÁFICOS idiomas que utilizan alfabetos dis-
tintos del latino pueden presentarse
1. Signos ortográficos diacríti - muchas letras con diacríticos, tanto
cos . Los signos acentuales se colocan vocales como consonantes. La regla

163
la ortotipografía

de oro para su aplicación debe ser la términos relacionados, y otros, como


siguiente: el igual, la doble pleca y los puntos en-
corchetados se escriben con el espacio
1) en obras de contenido científico y normal de la línea antes y después; el
técnico, así como en diccionarios, punto medio suele situarse entre espa-
especialmente en los enciclopédi- cios finos, pero en algunos casos no
cos, lo más acertado será emplear los necesita.
los diacríticos establecidos para Los signos que se juntan a otro
cada caso; signo o palabra y los que se separan
2) en las restantes obras, cuando de ellos mediante un espacio fino no
no sea necesaria una precisión deben quedar en líneas consecutivas,
extrema, los diacríticos pueden unos al final y otros al comienzo de
evitarse, pues en la mayor parte la siguiente. Los demás signos tienen
de los casos no servirán para comportamientos distintos: el guión
nada, debido al desconocimiento debe permanecer a final de línea (salvo
por parte del lector. en algunos casos de escritura estilís-
tica, en que debe dejarse al final de
Sin embargo, si se dispone de la la línea y repetirse al principio de la
posibilidad de utilizarlos, es recomen- siguiente; por ejemplo, re-crear que-
dable escribir todos los diacríticos, daría así: re- / -crear, para mantener
se apliquen a vocales o consonantes, la intencionalidad del escritor de es-
empleados en idiomas que se escriben cribir re-crear y no recrear). La barra
con alfabeto latino; por ejemplo, debe debe quedar a final de línea, como el
escribirse å, ē, õ, ł, ś, ź, etcétera. A ve- guión. El igual debe quedar a final de
ces, cuando no se dispone de alfabetos línea, aunque se admite que quede a
con esos signos, algunos pueden sus- principio de línea, incluso repitiendo
tituirse por otros que se les parecen; el signo a uno y otro lado (esta norma,
por ejemplo, en trascripciones del sin embargo, está ya superada, cuando
árabe, el hamza puede representarse menos en su función textual, por lo
con un apóstrofo (’), y el ‘ayn, con que su situación a final de línea debe-
una comilla simple abriendo (‘); el ría ser suficiente).
hamza se consigue mejor con una c
voladita: C, y mejor aún si se emplea 3. Signos ortográficos sintagmá -
para ello una letra paloseco estrecha:C. ticos . La grafía de los signos ortográ-
ficos sintagmáticos depende de la clase
2. Signos ortográficos auxilia - de estos.
res . Los signos ortográficos auxiliares 3.1. Los signos de puntuación son
tienen usos muy distintos. Unos se es- de utilización difícil, y no es posible
criben juntándolos a la palabra a que resumir aquí, en pocas palabras, algo
afectan, como el asterisco, la cruz y la que en ortografía requiere mucho es-
cruz doble; otros, como el calderón pacio debido a la rica casuística de que
o antígrafo, la flecha, la manecilla y se rodean algunos de ellos. Basta, para
el párrafo, se separan de la palabra a entender este aserto, considerar los
que afectan mediante un espacio fino, problemas que supone para un escritor
mientras que otros, como la barra, el el uso de un signo tan modesto aparen-
guión y la pleca en algunos casos se temente como la coma, de empleo tan
emplean sin espacio alguno entre los complejo y difícil. En general, interesa

164
los signos

Cuadro 3. Clasificación de los signos ortográficos

acento agudo (')


acento grave (')
acento circunflejo (^)
acento anticircunflejo (v)
acentuales macron (")
(ápices) breve (~)
ápex (')
suprascritos
espíritus áspero (')
suave (’)
virgulilla (~)
especiales punto suprascrito (*)
diacríticos diéresis (")
sobrerraya (“)

cedilla (ç)
suscritos subpunto (.)
subraya (_)

índice (')
índices superíndice (8,a)
laterales subíndice (8 a)

apóstrofo (’)

antibarra (\)
asterisco (*)
barra (/)
barra doble (//)
calderón (¶)
cristus (+)
cruz (†)
cruz doble (‡)
et (&)
auxiliares flecha (→)
guión (-)
igual (=)
línea de puntos (...... )
llave ({})
manecilla (►)
párrafo (§)
pleca (|)
pleca doble (||)
punto alto o medio (∙)
puntos encorchetados ([...])

punto (.)
coma (,)
de puntuación punto y coma (;)
dos puntos (:)
puntos suspensivos (...)

sintagmáticos de entonación exclamación (¡ !)


interrogación (¿ ?)

auxiliares comillas (« ‹ “ ‘ ’ ” › »)
de la paréntesis [( )]
puntuación corchetes ([ ])
raya (—) o menos (-)
antilambda (< >)
la ortotipografía

dejar constancia de que la abundancia ¿Has Visto la película Lo que el viento se


o escasez de signos de puntuación, llevó?
¡Valiente es la palabra!
especialmente de la coma, marcan el
ritmo de lectura: a mayor cantidad
de signos puntuarios, más lentitud; 3.3. Los signos auxiliares presentan
a menor cantidad, más viveza en el mayores problemas.
desarrollo del discurso. Así pues, el 3.3.1. En lo que se refiere a las co-
tejido textual será más o menos denso millas, es necesario tener en cuenta
según el número de comas introdu- que se emplean en las citas directas,
cidas para separar sus componentes. incluidos los pensamientos, en los
Una puntuación recargada o trabada títulos citados de partes importantes
no es muy recomendable en principio, dependientes de otras (como los títu-
ya que a veces su empleo se traduce en los de capítulos en libros, artículos en
un número excesivo de pausas que el publicaciones seriadas, etcétera) y en
lector se ve constreñido a realizar, lo los significados. Para su empleo deben
que puede convertir el discurso en una observarse las siguientes normas:
carrera de obstáculos. Sin embargo, en
algunos textos, según el estilo del autor a) por lo que respecta a las citas
o la materia de que trata (por ejemplo, en textos españoles, las comillas
en obras didácticas), se verá en la nece- se usan por este orden: se abre
sidad de usar una puntuación trabada y cierra con las comillas latinas
en lugar de una puntuación suelta o, (« »); si dentro de este entreco-
en el peor de los casos, una puntuación millado es preciso utilizar nuevas
neutra o funcional. Depende, pues, más comillas, se abre y cierra con las
que del estilo del escritor (más o menos comillas inglesas (“ ’’); si dentro
«comista»), del tipo de escrito. de estas es necesario abrir un
En cuanto a su grafía, los signos de nuevo tipo de comillas, se em-
puntuación se escriben pegados a la plean las simples o sencillas (‘ ’);
palabra a la que afectan y deben adop- no es probable que se necesiten
tar la figura tipográfica (en cuanto a más tipos de comillas, pero si ex-
familia, estilo y grosor o inclinación cepcionalmente se presentara la
del ojo) de esa palabra, como se expli- necesidad, dentro de las sencillas
ca en el párrafo siguiente. podrían utilizarse las angulares
3.2. Los signos de entonación (ex- (‹ ›);
clamación [¡ !] e interrogación [¿ ?]) b) la puntuación de los entrecomilla-
deben mantener la misma grafía que dos es como sigue: todos los
la palabra o término a que afectan signos de puntuación se colocan
(v. §6.1.2-3.3.16, p.166): después de las comillas de cierre,
menos el punto, que puede ir
¿Arde París?
Una pregunta: ¿Arde París? antes o después, según los casos;
para dirimir cuándo se coloca
Si uno de los elementos afectados por dentro y cuándo fuera de las co-
los signos es de grafía distinta, los sig- millas, se tiene en cuenta esta re-
nos siguen manteniendo la grafía del gla: si las comillas abren, también
período y no la de la palabra o frase deben cerrar y, por consiguiente,
más próxima, si no está afectada por el punto va dentro de las comillas
el valor del signo: de cierre:

166
los signos

«Más quiere España honra sin barcos Según el ministro (¡quien no dice que el paro
que barcos sin honra.» aumentara!), las cifras son alentadoras...

Si las comillas no abren, tampoco Tiene el paréntesis de cierre un oficio


cierran; es decir, que si abren des- como signo simple: el de acompañar a
pués de un signo de puntuación las cifras o letras con que se numeran
(excepto el punto) o en ausencia los apartados de un párrafo. En estos
de signos de puntuación, el punto casos, cuando acompaña a letras mi-
debe colocarse fuera de las co- núsculas (también puede acompañar
millas de cierre, puesto que estas a letras mayúsculas, sean redondas o
están incluidas en el período al cursivas), estas se escriben de cursiva
que pertenecen: (salvo que lo que sigue sea un titulillo
escrito en cursiva, caso en el cual la
Dijo un célebre marino: «Más quiere letra de orden se escribe de redondo),
España honra sin barcos que barcos pero los paréntesis de cierre se escriben
sin honra».
de redondo.
Un problema de cierta importancia
Este punto, como se ve, no cie- se presenta cuando en un texto puesto
rra solo la oración Más quiere entre paréntesis hay otra expresión
España honra sin barcos que parentética; en este caso es correcto
barcos sin honra, sino todo el mantener, dentro de la frase parentéti-
período que empieza en Dijo un ca, los paréntesis en vez de sustituirlos
célebre marino. Por consiguiente, por corchetes:
el signo debe ir fuera y cerrar el
conjunto. [...] el nombre Xavier, etc. (junto a los nor-
males Valdepeñas, Ribadavia (nombre de
lugar). Ribera [...]).
3.3.2 Los paréntesis y los corchetes,
como todos los signos dobles, se escri- Este texto, que es de la Academia (Or-
ben precedidos de espacio y seguidos tografía, 1974: 23), mantiene, como se
de espacio o de signo de puntuación y ve, paréntesis dentro de paréntesis. La
espacio (v. § 6.1.2-3.2, p. 166): norma no es descabellada siempre que
ambos paréntesis, los internos y los ex-
El ápex y los espíritus (áspero y suave) son
signos ortográficos diacríticos suprascritos
ternos, no coincidan juntos a principio
acentuales. o fin de período o texto intraparen-
tético, ya que, de ser así, los internos
Ambos signos se escriben con el mismo hay que sustituirlos por corchetes.
tipo de letra con que se escriba la letra, Sin embargo, lo que aquí se aconseja
palabra, frase o período que encierre: al escritor, con objeto de reducir los
problemas suscitados por las dudas, es
El ápex y los espíritus (áspero y suave) son que, de forma sistemática, dentro de
signos ortográficos diacríticos suprascritos paréntesis utilice siempre corchetes,
acentuales. no paréntesis.
3.3.3. La raya, junto con el parénte-
Si la palabra o frase más próxima a sis, es otro de los signos sintagmáticos
los signos de apertura y cierre cambia auxiliares que pueden tener un oficio
de forma, ambos signos deben tener la como signo simple y otro como signo
grafía que corresponde al período: doble, en este caso de tipo parenté-

167
la ortotipografía

tico (por ejemplo, en los diálogos y que el menos), pero, dada la situación,
en otros casos en que se usa con los lo mejor es llamar raya al antiguo
mismos fines, o muy parecidos, que el menos tipográfico y menos al me-
paréntesis). Como signo simple, suele nos matemático, con lo que tendría-
emplearse, en los índices y bibliogra- mos:
fías, con el valor de ídem, para no re-
petir una palabra, frase, antropónimo — raya
o topónimo que se encuentra inmedia- - menos.
tamente antes, o bien como elemento
indicador de subapartado (cuando Sin embargo, otros elementos han
estos no van numerados de ninguna venido a sumar confusión, ya que
otra manera); en los tres casos va se- algunos tipógrafos, por razones de
guido de un espacio fino. Cuando se estética, sustituyen en sus funciones
emplea en su función parentética, tiene ortográficas o tipográficas a la raya
el mismo empleo y la misma grafía que (—) por el menos (-), y así componen
el paréntesis: va precedido de blanco las palabras o frases parentéticas, los
y seguido de blanco (el propio de la diálogos, índices, bibliografías, etcéte-
línea) o de un signo de puntuación. ra, con menos y no con raya. Es decir,
Desde el punto de vista tipográfico, que el menos matemático ha sustituido
la raya ha tenido siempre tantos pun- al menos tipográfico o raya en todos
tos de longitud como puntos tenga sus oficios. Podríamos convenir en que
el ojo del tipo con que se compone en los tipos que dispongan del menos
un texto; por ejemplo, en un tipo del matemático (hoy día se obtiene por
ojo 10, la barra tiene una longitud de combinaciones del teclado numérico)
10 puntos: —; a este signo se lo ha lla- se emplee el menos matemático en
mado en tipografía, tradicionalmente, todas las funciones de la raya, y esta
menos (tomado de las matemáticas), cuando aquel falte.
aunque también se lo ha aplicado, 3.3.4. Los signos dobles van prece-
con menos propiedad profesional (sí didos del espacio ordinario de la línea
ortográfica), el nombre de raya. Sin y seguidos del mismo blanco si no
embargo, resulta curioso comprobar interviene ningún signo de puntuación
que la longitud del menos tipográfico o entonación.
siempre ha sido superior (el doble) que En cuanto a los cambios de clase
la del menos matemático: de letra, los signos dobles se escriben
ambos con la misma grafía, pero
— menos tipográfico o raya esta puede variar. Si el texto incluido
- menos matemático
+ más (elemento de comparación). dentro de un signo doble se grafía de
cursiva, negrita o negrita cursiva, los
Como se puede ver en el ejemplo signos de apertura y de cierre adoptan
que precede, el menos tipográfico la misma grafía, como se ha visto antes
o raya no es adecuado para su uso (v. §6.1.2-3.3.2, p.167). Cuando el
en matemáticas, lo que hace incom- texto dentro de un signo doble empie-
prensible que se lo haya llamado así za de una manera y termina de otra,
durante tanto tiempo. Al signo que los signos deben ser redondos en un
en matemáticas ejerce esta función texto de redonda (sea fina o negrita)
se ha propuesto llamarlo semimenos y cursivos en un texto en cursiva (sea
(es decir, un signo que mide la mitad fina o negrita) (v. §6.1.2-3.2, p. 166).

168
los signos

6.2. Signos matemáticos usen una serie de signos que tienen


en los diccionarios ciertas funciones
Los signos que se emplean en mate- repetitivas, como pueden ser el aste-
máticas son innumerables, y muchos risco (*) para indicar «nacido en» o
de ellos responden a exigencias con- la cruz (†) para indicar «fallecido en»
cretas de una obra o un autor, por (en ambos casos, seguido de la fecha
lo que carecen de interés general. Sin o el topónimo correspondiente, o los
embargo, algunos tienen uso frecuente dos). Pueden utilizarse otros, como la
y muchas veces no se sabe ni siquiera raya (—) para evitar la repetición de
cómo se llaman. En el cuadro S3 se ex- un término.
ponen los que parece que se usan más También se usan en lexicografía los
habitualmente en este campo. signos propios de la lingüística, así co-
En cuanto a la grafía tipográfica, los mo, en los diccionarios especializados,
signos operadores, como los propios de cada ciencia o técnica
(por ejemplo, los signos de minería,
el menos (-) de botánica, de astronomía, etcétera,
el más (+) en obras que traten de esos temas,
el por (x)
la división (4-, /, —) para evitar la repetición de ciertos
el igual (=), términos).
Para separar unas acepciones o
llevan antes y después la misma can- subacepciones de otras en los artícu-
tidad de espacio, que además debe ser los polisémicos se suelen emplear los
fijo; es decir, no debe utilizarse en ellos siguientes:
el espacio normal de la línea, que es
la pleca (|)
variable de una a otra. la pleca doble (||)
la barra (/)
la barra doble (//)
6.3. Signos lexicográficos
u otros que puedan sustituirlos, como
Es habitual que en lexicografía se los topos o bolos (•, ♦, ◊, ♦, ◊).

169
4 La bibliología

1. Tipos de editoriales lingüística, o una de lingüística a otra


especializada en la edición de libros de
Las editoriales a las cuales el au- poesía. Aunque pueda parecer extraño
tor puede ofrecer su obra o trabajo, o chocante, no son pocos los poetas
cuando no se trate de un encargo, se y novelistas en cierne que ofrecen sus
dividen en dos tipos principales: edito- trabajos a editoriales técnicas o cientí-
riales bibliológicas (las que se dedican ficas... Así pues, es importante conocer,
especialmente a la edición de libros) y aunque sea mínimamente, el mundo
editoriales hemerológicas (las que se editorial para no perder el tiempo
dedican especialmente a la edición de andando de una en otra. En caso de
periódicos y revistas). duda, lo mejor es asesorarse con algu-
Las editoriales bibliológicas suelen na persona que conozca ese mundo o
especializar sus producciones. Algunas que tenga alguna experiencia personal
se dedican prácticamente a un solo a través de otros autores. Lo mismo
tipo de obras (por ejemplo, las de inge- puede decirse de las revistas técnicas
niería, las de medicina, las de lingüísti- y científicas: es necesario saber, antes
ca, las de comunicación y periodismo, de ofrecerles un trabajo, si esa revista
etcétera, o incluso todas esas materias publica materias como la que se le
debidamente estructuradas en coleccio- ofrece.
nes, pero no literatura), mientras que
otras no están especializadas, aunque
haya temas (por ejemplo, la poesía) a 2. El comité editorial
los que no prestan atención. y el comité de expertos
El autor debe tener un mínimo de
conocimiento del tipo de editorial 2.1. El comité editorial
al que debe dirigirse con objeto de
publicar su obra o trabajo. Sería de- Las editoriales que editan libros sue-
sacertado ofrecer una obra de ingenie- len aconsejarse con personas a las que
ría a una editorial que solo publicase se conoce como asesores editoriales.

171
la bibliología

lectores y comités de lectura o comités divergentes, se elige un tercero. En al-


editoriales. Los asesores editoriales son gunos casos, las revistas obran de for-
personas, generalmente especialistas en ma distinta: encomiendan la función
alguna rama del saber, profesionales o evaluadora al comité editorial (cuya
universitarias, a las que el editor reca- misión es la de establecer la política
ba consejo en relación con una obra o editorial, mantener el prestigio de la
un conjunto de ellas. Los lectores son revista, atraer originales, etcétera). En
personas que conocen una materia y cualquier caso, el responsable último
a las que se somete una obra literaria, de la publicación de un artículo es el
científica o técnica para que la lean director de la revista, quien ejerce sus
y emitan un informe, llamado infor- funciones con la ayuda del consejo de
me de lectura, que ayudará al editor redacción.
a tornar una decisión documentada Así pues, los trabajos presenta-
sobre la obra. Los comités de lectura dos a una revista científica pueden
o comités editoriales son grupos de ser admitidos para su publicación o
personas que tienen por función ase- rechazados. Las razones habituales
sorar al editor acerca de las obras que para el rechazo suelen ser la falta
es conveniente publicar en una línea de relevancia o significación para el
editorial determinada. Este comité avance del conocimiento, los errores
puede ser periódicamente reunido por metodológicos (muestras, métodos de
el editor para poner al día sus ideas en investigación, tratamiento estadístico)
relación con la línea editorial que sigue o bien la no coincidencia con el cam-
la empresa editora. po cubierto por la revista. El rechazo
La función de los asesores y comi- puede ser total (el trabajo no merece
tés editoriales es fundamental para el ser publicado) o parcial; en este caso
buen fin de una empresa editora. Pero han detectado una serie de deficiencias
no dejan de ser, en cualquier caso, relacionadas con la forma de presentar
asesores. Esto quiere decir que la res- el trabajo, con el nivel de lengua y de
ponsabilidad última de las decisiones terminología empleado que entra en
editoriales, como no podía ser de otra conflicto con una o más normas de las
manera, corresponde al propio edi- instrucciones a los autores estatuidas
tor, quien no solamente define la po- por la propia editorial y publicadas en
lítica editorial, sino todos los demás la revista. Si estas normas no prevén
elementos que darán cuerpo al pro- lo contrario, el trabajo rechazado se
ducto. devuelve a los autores.
Estos asesores se denominan tam-
bién expertos de igual rango, porque
2.2. La revisión por expertos se supone que los trabajos fruto de la
investigación han de ser juzgados por
Las editoriales de revistas científicas personas expertas en los mismos cam-
actúan de forma algo distinta. Sus di- pos y del mismo nivel que los autores,
rectores (o los consejos de redacción en y se les aplican también los nombres de
su caso) someten el trabajo presentado arbitros, pares, consejeros o revisores
para su publicación a lo que los ingle- (además del de asesores).
ses llaman peer review (revisión por La función de los asesores científicos
expertos) para que lo evalúen. Suelen es doble: por un lado, mantener alto
ser dos científicos. Si sus criterios son el prestigio de la empresa o la revista

172
el comité editorial y el comité de expertos

para la que actúan, y por otro, ayudar amañados sobre un asunto ya discu-
a los escritores a perfeccionar el estilo, tido a 75 especialistas en la materia
la presentación y el contenido de sus cuyas opiniones sobre la cuestión eran
trabajos. Tienen, pues, responsabilida- conocidas. La mayoría de estos espe-
des éticas y morales con ambas partes, cialistas —dice Milner— «elogió el su-
lo que hace su trabajo realmente difícil cedáneo de artículo cuyas conclusiones
y comprometido. coincidían con sus propias posiciones y
Sin embargo, la historia de la edi- rechazó el que parecía ofrecer pruebas
ción científica registra algunos casos de la opinión contraria».
sorprendentes en relación con la ac- Este mismo procedimiento fue
tuación de estos comités. Richard Mil- utilizado por otros dos sicólogos,
ner, en su Diccionario de la evolución Douglas J. Peters, de la Universidad de
(Barcelona: Biblograf, 1995: 142-144), Dakota del Norte, y Stephen J. Ceci,
expone varios ejemplos de casos en los de la Universidad de Cornell. Tomaron
que los asesores no cumplieron con su algunos artículos ya publicados por
deber en la medida que de ellos se es- científicos de primera fila, los meca-
peraba, teniendo en cuenta, además, la nografiaron de nuevo y sustituyeron
trascendencia de su función. Dice este los nombres de sus autores por otros
autor: «Los científicos ambiciosos [que ficticios. Después los enviaron a las
actúan de expertos de igual rango] se mismas revistas que los habían publi-
consideran observadores inteligentes y cado originariamente, para que fueran
agudos, meticulosos y diligentes. Reco- sometidos a revisión por los árbitros.
nocer un descubrimiento nuevo puede Resultado: todos los artículos fueron
equivaler a admitir que un colega o ri- rechazados. Ninguno de los especia-
val es más listo, más metódico o mejor listas cayó en la cuenta de que tales
observador —o que, simplemente, ha trabajos ya habían aparecido en la
tenido mejor suerte—. La resistencia [a misma publicación.
reconocer los méritos de una investiga- En los dos casos mencionados, los
ción] puede ser especialmente intensa investigadores que sometieron a prue-
si el nuevo conocimiento proviene de ba el cientificismo de los expertos de
un aficionado». igual rango fueron amenazados por
Milner expone varios casos en los poner en duda la calidad del funcio-
que ciertos especialistas han sometido namiento del sistema científico. Sin
a prueba la independencia de criterio embargo, su propio trabajo es en sí
de los árbitros de igual rango y los mismo una prueba de que, aunque sea
resultados han sido desalentadores: excepcionalmente, los vigilantes son
en algunos casos, tales expertos es- a su vez vigilados (al parecer, desde la
tán dispuestos a aprobar los traba- publicación de este trabajo, los directo-
jos que concuerdan con su línea de res de revistas científicas son reacios a
investigación o con sus ideas en un someterse voluntariamente a este tipo
determinado campo científico, pero de investigación).
rechazan los que se oponen a esos Las revistas científicas deben elegir
prejuicios. buenos expertos y tomar todas las
Relata Milner que en 1977, el sicó- medidas para que su opinión sea lim-
logo Michael J. Mahoney, de la Uni- pia y no esté marcada por cuestiones
versidad del Estado de Pensilvania, en ajenas al trabajo científico mismo. Por
los Estados Unidos, envió dos artículos ejemplo, y como es más que lógico.

173
la bibliología

antes de emitir su opinión en relación 2.3.1. CRITERIOS DE SELECCIÓN


con el trabajo sometido a su criterio, el
experto no debe conocer al autor del Para la selección del medio en que
trabajo ni este saber qué experto se lo se debe publicar un artículo científico
va a juzgar. Sin embargo, en algunas debe tenerse en cuenta (según Emilio
disciplinas (como la medicina, por Delgado López-Cózar en Delgado Ló-
ejemplo) es habitual que el revisor sepa pez-Cózar y otros, 1977: 12 ss.):
quién es el autor, si bien este no sabe
quiénes son los revisores. Algunos ex- — cobertura: difusión de la revista;
pertos son partidarios actualmente de — tipo de trabajos que publica:
que los revisores firmen sus informes materias que atiende en los con-
con objeto de mantener la trasparencia tenidos de la revista;
y la ética científica. — idioma: si publica en inglés, los
trabajos se difunden y citan con
más facilidad, pero deben entre-
2.3. Selección de la revista garse redactados en este idioma;
— difusión: qué tirada tiene la revis-
En muchos casos, el proceso edi- ta y alcance de su distribución;
torial comienza antes de que el autor — prestigio: interesa saber si el
empiece a escribir su trabajo. No será equipo asesor científico cumple
así cuando el autor haya escrito una su función con decoro o bien si la
tesis o un libro. Muchas tesis no se revista carece de él o no se sabe
publican y muchos libros se destinan a que lo tenga.
una editorial después de escritos (salvo
que se escriban por encargo). Sí lo será
cuando lo que desee escribir sea un 2.3.2. FUENTES PARA LA SELECCIÓN
artículo o un trabajo para una revista.
En el caso de que se trate de un Pueden consistir en
artículo, lo primero que debe hacer el
autor, antes de ponerse a escribir, es 1) repertorios y bases de datos bi-
elegir la revista donde quiere publicar bliográficas, o
su trabajo. La revista elegida nos dará 2) catálogos de bibliotecas, hemero-
hecha también la definición del des- tecas y centros de documentación
tinatario del artículo. La elección de especializados.
la revista habrá de hacerse midiendo
todos los pros y contras, ya que de ello Los primeros son exhaustivos, pero
depende la difusión de la comunica- merecen escasa fiabilidad debido al
ción. Es una perogrullada decir que no deficiente control, y los segundos son
todas las revistas son adecuadas para menos exhaustivos, pero merecen fia-
todos los trabajos, pero es importante bilidad por su mejor control.
que el escritor lo sepa. El amplísimo
círculo de revistas que se editan anual-
mente en el mundo empieza a reducir- 2.3.3. Normas
se paulatinamente como posibilidad PARA LA PRESENTACIÓN
de publicación en cuanto vayamos DE ORIGINALES
definiendo el alcance y destinatario de
nuestra comunicación. Utilizando los instrumentos de

174
el trabajo de edición

búsqueda apuntados antes, se debe revista que tiene estas condiciones en


proceder a identificar las revistas en sus instrucciones a los autores. Incluso
las cuales publicar nuestro trabajo. puede que cobre por leer el trabajo y
No estará de más, si se puede, conocer emitir su informe, puesto que algunas
la revista físicamente, consultarla en revistas actúan así. Las exigencias de
una biblioteca, hemeroteca o centro las editoriales de revistas científicas
de documentación. Es importante leer para publicar un trabajo pueden ser de
atentamente las normas para la presen- otros tipos, y el autor solamente lo sa-
tación de originales que todas las re- brá si lee con atención las instrucciones
vistas científicas suelen insertar, ya que que los propios editores proporcionan
proporcionan datos muy interesantes en sus revistas.
acerca de las materias que se pueden
publicar en ella, extensión, estructura
y presentación del contenido, así como 3. El trabajo de edición
normas de escritura de ciertos aspectos
como las cantidades, las referencias 3.1. Definición de la obra
bibliográficas y las bibliografías. Esto
facilita el posterior tratamiento edito- En una editorial bibliológica, el
rial del trabajo y su mejor inserción trabajo, si es original, se encomienda,
en el conjunto de la revista y abarata junto con las instrucciones generales
costos al tiempo que aligera los plazos (si pertenecerá o no a una colección),
de confección. También contribuye a a un editor de mesa o técnico editorial,
la homogeneidad, siempre deseable, de quien establecerá los parámetros para
los contenidos de la publicación. la confección del libro:
A veces, estas instrucciones no se
refieren solo a la forma de presentar — formato del libro cortado;
un original, sino también a otros ex- — medidas de la página tipográfica,
tremos de la publicación del trabajo mancha o caja de composición;
que al autor le interesa conocer. Por — dimensiones de los márgenes;
ejemplo, podría darse el caso de que — tipo de letra con que se ha de
el editor se negara a devolver el texto componer el texto;
y las ilustraciones de los originales re- — cuerpos e interlineados con que
chazados por sus expertos. Puede que se ha de componer el texto gene-
se niegue también a facilitar copias de ral, cuadros, citas e intercalados,
las razones que han tenido los árbi- prólogos, bibliografías, índices y
tros para rechazar el trabajo. Algunas cronologías;
revistas pueden cobrar por publicar — cantidad de blanco en los arran-
trabajos que ocupen más de un núme- ques de capítulo, prólogo y partes
ro determinado de páginas y exigirán semejantes;
que los autores se manifiesten por — si ha de llevar o no hojas de cor-
escrito a este respecto. Algunas revis- tesía al inicio de la obra.
tas pueden cobrar la reproducción de
las ilustraciones en blanco y negro, y,
desde luego, siempre cobran las repro- 3.1.1. EL FORMATO DEL LIBRO
ducciones en color, cuyos costos son
bastante elevados, y el autor debe sa- El formato del libro depende del
berlo antes de enviar su trabajo a una que tenga el pliego en que se imprime.

175
la bibliología

Fig . 1. Esquema, basado en las teorías de Van de Fig . 2. Este método para el establecimiento de
Graaf, para la obtención de las dimensiones de la las dimensiones de la caja de composición se
caja de composición. Se utilizan las dos páginas en- denomina escala universal y se debe al destacado
frentadas, par e impar (por este orden), y se trazan tipógrafo argentino Raúl M. Rosarivo. Consiste en
las dos diagonales del rectángulo grande y una de dividir la superficie del papel (páginas par e impar
cada uno de los rectángulos pequeños (cada mitad enfrentadas) en un número de partes iguales que
del grande), en la forma que indica el esquema; sea múltiplo de tres tanto en sentido vertical como
arriba, en el centro, se forma otro rectángulo, al horizontal. De ellas, se toman una para el margen
que se trazan también las diagonales; los puntos de cabeza y el de lomo y dos para el de corte y el
donde se cruzan estas diagonales con las del rec- de pie. La mancha o caja queda, así, situada en
tángulo grande nos indican la situación de los vér- su lugar, con las dimensiones de los respectivos
tices de las cajas de composición, como se ve. En la márgenes. En la página par (izquierda), los márgenes
página de la derecha, el rectángulo menos intenso tienen estos valores: lomo, 1; cabeza, 1,5; corte, 2,
corresponde a las dimensiones de la caja obtenida y pie, 3. Como se ve, también desperdicia mucho
por ese procedimiento. El rectángulo más intenso papel (propio, pues, para obras de lujo), por lo
representa la misma página, pero situada en su que, ampliando un 50% (salvo en el margen de
lugar, con lo que se comprueba que obtenemos de cabeza, donde la ampliación ha de ser inferior) las
una vez las dimensiones de la caja de composición medidas de la caja en los márgenes que se indican
y también las de los márgenes. La proporción de en la página impar (derecha), aprovechamos más
estos en este caso es la siguiente: lomo, 1; cabeza, el papel y nos da estos márgenes: lomo, 1; cabeza,
1,5; corte delantero, 2, y pie, 3. Esta proporción es 1; corte, 1,5, y pie, 2. Así resulta apropiado para
apropiada para obras de lujo todo tipo de obras

Aunque un libro puede tener cualquier como hay que aumentar el papel que
formato que se desee o necesite, pro- se desperdicia en el refilado o desvira-
bablemente la elección de formatos no do (es decir, el corte con la guillotina
normalizados o estandarizados en el del libro intonso, para que sus hojas
comercio redunde en un encarecimien- puedan abrirse), tenemos que el pliego
to del producto, tal vez no suficiente- utilizable para la impresión debería
mente justificado. medir 100 × 70 cm; ¿existe ese for-
En principio, si no hay razones para mato comercial?; en efecto, existe, por
operar de otra manera, una vez elegido lo que podemos elegir ese formato, si
el formato que puede tener un libro, se es el que nos satisface. Si la diferencia
averigua si existe un pliego de papel es despreciable, la solución consiste
estándar que, una vez plegado y refi- en adecuar el formato del libro al
lado, nos dé ese formato. Por ejemplo, del papel, con objeto de abaratar la
supongamos un libro que mide 23,5 edición. Si la diferencia es notable,
× 15,5 centímetros; si multiplicamos entonces se pueden tener en cuenta
por 4 cada una de esas dimensiones, otras consideraciones; por ejemplo,
tenemos un pliego de 94 × 62 cm; el número de ejemplares; si este ha de

176
el trabajo de edición

ser elevado (por ejemplo, más de cinco podemos establecer que para una obra
mil), las papeleras fabricarán papel de gran lujo, las dimensiones de la caja
especialmente para esa obra a precios deben corresponder al 62 % de las del
más o menos asequibles; si la tirada es formato: 23,5 × 15,5 cm; caja: 14,5 ×
muy baja, no vale la pena, y lo mejor 9,6 cm; redondeando, a un formato
es cambiar de formato. de 23,5 × 15,5 cm le corresponde, en
una obra de gran lujo, una caja de 15
× 10 cm.
3.1.2. MEDIDAS DE LA PÁGINA Se podrían, pues, establecer estos
TIPOGRÁFICA porcentajes para la caja de composi-
ción según el tipo de obra:
La página tipográfica se llama caja,
caja de composición o mancha (figs. 1 — de lujo: entre el 62 % y el 70 %;
y 2). Las dimensiones de la caja depen- — normales: entre el 71 % y el 76 %;
den, en parte, del contenido de la obra. — de batalla, diccionarios, enciclo-
Por ejemplo, si se trata de una obra pedias y otras obras de consulta:
lujosa, se aplicarán a la caja dimen- entre el 77 % y el 80 %.
siones pequeñas, con objeto de que la
página disponga de amplios márgenes,
los cuales contribuirán a dar mayor 3.1.3. Dimensiones de los márgenes
esplendor a esa página. Si se trata de
una obra de cierto lujo, los márgenes Las páginas tienen cuatro márgenes:
serán amplios, pero no demasiado. Por de lomo, de cabeza, de corte y de pie.
el contrario, si se trata de una obra de Cuando el libro está bien hecho y la
batalla, o bien de una obra destinada a caja bien situada en la página, ninguno
consulta, como pueden ser los diccio- de ellos tiene la misma medida que los
narios y enciclopedias, los márgenes otros. Sin embargo, son interdepen-
serán los estrictamente necesarios, dientes dos a dos: el de lomo se
sin que se tengan aquí en cuenta los complementa con el de corte, y el de
aspectos estéticos de la página. En cabeza, con el de pie. Para establecer
cualquier caso, lo deseable es que las sus valores nos servimos de la propor-
dimensiones de la caja se correspondan ción áurea, es decir, la que mantiene la
con las del formato del libro, lo cual relación 1:1,6; así, la diferencia entre
no siempre se tiene en cuenta. las medidas de altura y anchura de la
Podemos establecer una escala que caja de composición se divide por 1,6;
vaya desde el 62% hasta el 80% de el resultado se resta de esa diferencia,
las respectivas dimensiones de altura y y la parte menor se adjudica al mar-
anchura. Esas cifras corresponden a di- gen de lomo o al de cabeza, según que
mensiones máxima y mínima; es decir, trabajemos con la altura o con la an-
que la caja de un libro, en principio, no chura, respectivamente. Por ejemplo, el
debería medir menos del 62 % ni más formato de un diccionario mide 23,5 ×
del 80 % de las dimensiones de altura 15,5 cm; el 80 % de estas dimensiones
y anchura del formato correspondien- da 19 × 12,5 cm. Si restamos 19 de
te. La primera cifra se aplicaría a las 23,5 nos da 4,5 cm; pues bien, los 5/8
dos dimensiones en obras de gran lujo (=1,6) de 4,5 es igual a 2,8; si resta-
(más o menos, se corresponde con la mos 2,8 de 4,5 nos da 1,7. Ya tenemos
proporción áurea: 1:1,6). Por ejemplo, el margen de cabeza, 1,7 cm, y el de

177
la bibliología

pie, 2,8 cm. Con la anchura operamos de interlineado; en 10/12, dos puntos;
de la misma manera: restamos 12,5 de en 10/13, tres puntos; y así sucesiva-
15,5 y nos da 3; los 5/8 de 3 son 1,9; mente). A la hora, pues, de elegir un
de 1,9 a 3 van 1,1. Así pues, el margen ojo para un texto, deben tenerse en
de lomo tendrá 1,1 cm, y el de corte, cuenta al menos tres factores: a) la
1,9 (el margen de lomo no debe tener edad del lector; b) el tipo de texto de
menos de 1 cm en obras de pocas pá- que se trate, y c) la medida en ciceros
ginas; en obras de más de quinientas de la caja de composición y el estilo de
páginas, el margen de lomo debe au- la letra que se va a emplear.
mentar en proporción).
1. LA EDAD DEL LECTOR. La edad
del posible lector debe tenerse en cuen-
3.1.4. TIPO DE LETRA DEL TEXTO ta en primer lugar; los ojos mínimos
recomendados del texto general son:
El tipo de letra con que se ha de
componer un texto depende, en primer — 5-6 años: ojo 16;
lugar, del contenido de ese texto. En ge- — 7-8 años: ojo 14;
neral, los textos humanísticos se com- — 9 años: ojo 12;
ponen con letras romanas, mientras — 10 años: ojo 10;
que algunos libros técnicos, obras de — adultos: ojo 8.
consulta y otras semejantes se pueden
componer con letras romanas o con la 2. EL TIPO DE TEXTO. Sabido es
egipcia o la paloseco, estas dos últimas que en una obra puede intervenir, en
de estructura más clara, pero también primer lugar, el texto general, aquel
de lectura más cansada (v. § 6.2). en que se expresa el cuerpo del escrito,
con el que se desarrolla la trama argu-
mental de la obra; este texto puede lle-
3.1.5. OJOS, CUERPOS var intercalados (por ejemplo, citas o
E INTERLINEADOS trozos de ojo menor), cuadros o tablas,
esquemas, pies o epígrafes de grabados
El ojo es el tamaño de la letra con y notas, y en los anexos puede llevar
que se compone un libro o artículo. índices alfabéticos, cronologías, vo-
La palabra tamaño se refiere aquí a cabularios o glosarios y bibliografías.
la altura del ojo de la letra impresa, Pues bien: estos textos se componen
considerando esta desde el ojo superior con tamaños de letras distintos. Por
(astas ascendentes) hasta el ojo inferior ejemplo, supongamos que se trata de
(astas descendentes). Aunque es común una obra para personas de diez años;
referirse a esta altura con la palabra ya tenemos un dato: la letra ha de ser
cuerpo, ha de entenderse que el cuerpo, del ojo 10 o superior. Entonces tene-
en autoedición, es el ojo más la inter- mos que si el texto general se compone
línea. Es decir, que si hablamos de un al ojo 10, los intercalados, cuadros, es-
texto compuesto ojo/ojo quiere decirse quemas y pies o epígrafes, así como los
que no tiene interlineado, mientras que textos de los anexos, han de ser de un
un texto compuesto ojo/cuerpo tiene ojo dos puntos más pequeño, es decir,
interlineado (de un determinado valor del 8, y las notas, tres puntos más pe-
que se especifica en las cifras con que queño, del 7 (o del 8 sin interlineado,
se menciona: en 10/11 hay un punto si los demás textos llevan interlínea).

178
el trabajo de edición

El tipo de letra con que se ha de compo- El tipo de letra con que se ha de componer
ner un texto depende, en primer lugar, del un texto depende, en primer lugar, del
contenido de ese texto. contenido de ese texto.
[tipo caslon] [tipo serifa]
El tipo de letra con que se ha de componer un El tipo de letra con que se ha de com-
texto depende, en primer lugar, del contenido poner un texto depende, en primer
de ese texto. lugar, del contenido de ese texto.
[tipo garamond de Adobe] [tipo clarendon]
El tipo de letra con que se ha de compo- El tipo de letra con que se ha de com-
ner un texto depende, en primer lugar, del poner un texto depende, en primer
contenido de ese texto. lugar, del contenido de ese texto.
[tipo bembo] [tipo egyptienne]
Letra romana antigua Letra egipcia

El tipo de letra con que se ha de componer El tipo de letra con que se ha de com-
un texto depende, en primer lugar, del poner un texto depende, en primer lugar,
contenido de ese texto. del contenido de ese texto.
[tipo bauer bodoni] [tipo helvetica]
El lipo de leíra con que se ha de compo- El tipo de letra con que se ha de com-
ner un lexto depende, en primer lugar, del poner un texto depende, en primer lugar,
conlenido de ese lexlo. del contenido de ese texto.
[tipo linotype didot] [tipo futura]
El tipo de letra con que se ha de compo- El tipo de letra con que se ha de com-
ner un texto depende, en primer lugar, poner un texto depende, en primer
del contenido de ese texto. lugar, del contenido de ese texto.
[tipo century] [tipo univers]
Letra romana moderna Letra paloseco

Fig . 3. Los cuatro estilos fundamentales de la clasificación tipológica de Francis Thibaudeau

3. La medida en cíceros de la a 20 cíceros, y la máxima, a 30 cice-


CAJA DE COMPOSICIÓN Y EL ESTILO DE ros. Es decir, que con un ojo 10 no es
LA LETRA. Teniendo en cuenta el estilo recomendable componer a 8 ni a 32
de la letra con que se compone el texto, cíceros. Sin embargo, con la egipcia y
hay una medida mínima, otra óptima y la paloseco, las medidas cambian: la
otra máxima. con las letras romanas medida mínima es la expresada por
(romana antigua y romana moderna), el ojo de composición; la óptima, la
la medida mínima es la expresada por mitad más, y la máxima, el doble. Por
el cuerpo de composición; la óptima, el ejemplo, supongamos que compone-
doble, y la máxima, el triple. Por ejem- mos, como anteriormente, con el ojo
plo, supongamos que componemos, 10; pues bien, la medida de composi-
como anteriormente, con el ojo 10; ción, con ese cuerpo, es a 10 cíceros;
pues bien, la medida de composición, la óptima, a 15 cíceros, y la máxima, a
con ese ojo, es a 10 cíceros; la óptima. 20 cíceros. Es decir, que en los estilos

179
la bibliología

1/4 1/3 5/8

Fig . 4. Establecimiento de la cortesía de arranque de capítulo. Aunque puede hacerse


a capricho (o a ojo de buen cubero), es mejor basarse en una proporción o medida
determinada (5/8 equivale a proporción áurea)

egipcia o paloseco no es recomendable ejemplo, ya que, en casos así, las astas


componer a 8 ni a 22 cíceros con un ascendentes de una línea y las descen-
ojo 11. Esto nos indica también, una dentes de la anterior se tocan). Lo
vez establecida la medida de un texto, normal, en textos de lectura continua,
en qué ojos podemos componer. Por es que haya un punto de interlineado;
ejemplo, si vamos a utilizar la romana por ejemplo, 10/11, lo que permite una
a una medida de 26 cíceros, nos dice lectura muy equilibrada y clara. En
que no debemos componerlo al ojo algunos textos, especialmente los des-
8, puesto que la medida máxima para tinados a chicos y personas de edad,
composición con ojo 8 es 24 (8 × 3); el interlineado puede ser de dos o tres
por lo tanto, lo podemos componer puntos para facilitar la lectura.
con 9, 10, 11, 12, según el tipo de lec- Al establecer el interlineado debe
tor o la clase de obra. Por supuesto, no tenerse en cuenta el ojo de la letra
solo se debe tener en cuenta al lector, que utilicemos. Hay letras que tienen
sino también el tipo de obra, ya que un ojo medio muy alto, por lo que
las obras de consulta, por ejemplo, requieren un interlineado fuerte, mien-
que son de lectura discontinua, ad- tras que otras letras que tienen un ojo
miten cuerpos más pequeños (aunque medio más bien pequeño requerirán un
en este caso se suele echar mano de la interlineado mucho menor o incluso
división de la página en columnas, y podrán prescindir de él.
entonces puede adecuarse el cuerpo a
la medida).
En cuanto al interlineado, puede ser 3.1.6. BLANCO DE CORTESÍA
0, es decir, componer un texto ojo/ojo; EN LOS ARRANQUES
desde este punto de vista, compondría-
mos un texto 10/10, sin interlineado Normalmente, el arranque o co-
(no es recomendable el interlineado mienzo de prólogos, introducciones,
negativo, es decir, aquel en que el ojo capítulos, etcétera, se inicia con un
sea mayor que el cuerpo: 9/8.5, por blanco de cortesía (en algún libro, tales

180
el trabajo de edición

partes pueden comenzar a la cabeza los tres cuartos del título propio, y am-
de la caja de composición, separadas bos se separan mediante una cantidad
entre sí por los blancos que se hayan de blanco (de dos a cuatro líneas, por
establecido —por lo tanto, sin blan- ejemplo) que se respetará a lo largo de
cos de cortesía—, pero es lo menos la obra.
habitual). Este blanco puede estable- El comienzo del título y antetítulo
cerse de varias maneras; por ejemplo, también puede ser otro; por ejemplo,
puede equivaler a un tercio o a un en el caso de los 5/8 de que se ha
cuarto de la página (fig. 4). También hablado antes, se toma la mitad, el
se aplica la proporción áurea; es de- blanco equivalente a ocho líneas, y
cir, se hallan los 5/8 de la altura de la ahí comienza la zona del título de las
página, que constituyen la parte del pie partes del libro. Para ello es conve-
de la página, y los 3/8 restantes son el niente saber si el título más extenso de
blanco de cortesía; es un blanco seme- la obra, compuesto con el cuerpo que
jante al tercio de la página, pero no para ellos se ha elegido, cabe bien en
exactamente igual. Para que el lector el espacio de nueve líneas que le hemos
se haga una idea, el cuarto de esta pá- dejado, teniendo en cuenta que entre
gina que tiene ante sí equivale a 11,5 el título más extenso y el texto (que
líneas (12, para redondear); el tercio, a en este caso comienza en la línea 18)
15 líneas, y los 5/8, a 17 líneas. quedan al menos tres líneas de blanco
Cuando se aplica el blanco de corte- del cuerpo del texto. Si no fuera así,
sía, el texto debe comenzar a la altura habría que cambiar los parámetros.
que se haya establecido según el valor
de esta; es decir, a la altura de la línea
13 cuando se aplica el cuarto de la 3.1.7. ESTÉTICA DE LA PÁGINA
página; a la de la línea 16, si se aplica TIPOGRÁFICA
el tercio, y a la altura de la línea 18, si
se aplican los 5/8. Al principio de la La página tipográfica, es decir, la
página quedan en blanco, pues, 12, 15 caja de composición con todos sus ele-
y 17 líneas, respectivamente. mentos auxiliares (textos de cabeza y
La situación del antetítulo en los de pie, como folios, folios explicativos,
capítulos con título o bien de los títu- etcétera), no es solo un contínuum de
los de prólogos, introducciones, partes materiales formando líneas, párrafos,
y casos semejantes puede variar en páginas, capítulos, partes, etcétera,
función del gusto del técnico editorial, colocados unos detrás de los otros sin
diseñador o editor de mesa que dirija solución de continuidad. Por el con-
la realización de la obra. Por ejemplo, trario, cada una de esas partes debe
en los casos en que el título es gené- recibir la forma más adecuada según
rico (prólogo, introducción, índice), sea su naturaleza y disponerse de una
puede colocarse a la cabeza, y el texto determinada manera para que el con-
comenzar a la altura elegida, según junto sea armonioso al propio tiempo
se ha explicado antes. Cuando haya que útil.
capítulos u otras partes que tengan Un impreso cualquiera debe recibir,
título propio, este se compondrá del por parte de quien lo esboce o realice,
mismo cuerpo que los títulos genéri- la forma más acorde con su propia
cos, pero el antetítulo se compondrá esencia. Con más razón, pues, la pági-
de un cuerpo que vaya de la mitad a na tipográfica, quintaesencia del arte

181
la bibliología

de la tipografía puesta a disposición Hay, además, otros aspectos que


del lector. Así pues, el texto, si está pueden contribuir a hacer más legible
bien construido, puede dividirse en la página, más equilibrado su contenido,
partes; estas en capítulos; estos en más artístico el conjunto. Por ejemplo,
párrafos, y estos, a su vez, en subpárra- los párrafos suelen empezar con un
fos, apartados, subapartados, etcétera. blanco al comienzo de la primera línea,
Cada una de estas partes recibe forma blanco que recibe el nombre de sangría
y disposición distintas. Por ejemplo, y que consiste en comenzar el texto
los títulos de las partes suelen ocupar algo más adelante al principio de la
página independiente, impar (blanca línea. Normalmente, con un cuadratín
la par posterior), y el capítulo que la es suficiente, pero en líneas que midan
inicia comienza en página impar con más de veinte cíceros puede utilizarse
su cortesía de arranque de capítulo, cuadratín y medio (un cuadratín es
como hemos visto (fig. 4). un cuadrado que tiene de lado tantos
No todas las partes de un libro co- puntos como puntos tenga el cuerpo
mienzan de la misma manera. Algunas —no el ojo— en que se compone; en
tienen posición fija, que debe respetar- un cuerpo 12, por ejemplo, cuadratín
se. Por ejemplo, la dedicatoria, el le- y medio son 18 puntos; en un cuerpo
ma, el índice de contenido, la presen- 8 equivale a 12 puntos). Normalmente,
tación, el prólogo, el capítulo primero pueden considerarse antiestéticas san-
de cada parte, el primer anexo, la bi- grías cuyos blancos sean desmesura-
bliografía y el índice de materias deben dos, salvo que puedan justificarse por
comenzar en página impar. La lista de alguna razón. Por otro lado, los párra-
cuadros e ilustraciones, los agradeci- fos terminan con una línea, la última,
mientos, las advertencias y algunos de que generalmente es corta. Este hecho,
los componentes de los anexos (crono- que es normal, se convierte en anormal
logías, etcétera) pueden ocupar página cuando la línea corta tiene menos de
par o impar, según les corresponda. cinco letras, sin contar el punto. En
Las portadillas internas (las que llevan estos casos se resuelve recorriendo li-
el título de cada parte) deben comen- geramente el texto anterior para ob-
zar siempre en página impar y la par tener alguna sílaba más con la que
siguiente debe ir en blanco. aumentar el contenido de la línea
Los capítulos comienzan en página corta.
nueva, que puede ser siempre impar (si En cuanto al texto, es antiestético si
todos empiezan en impar) o bien par o el espaciado no es regular (por ejem-
impar, según la que le corresponda (si plo, cuando aparecen líneas muy espa-
van seguidos). Los capítulos se divi- ciadas en la proximidad de líneas con
den en párrafos, que son las unidades espaciado muy estrecho), cuando hay
conceptuales formadas por un número demasiados guiones de final de línea
indeterminado de líneas. Para descar- seguidos (se consienten tres en medidas
gar el texto y no construir párrafos normales y hasta cinco en medidas es-
excesivamente largos, que rechazan trechas) y cuando dos o más palabras
una lectura continua, los párrafos se o fragmentos de palabras aparecen a
dividen, cuando es pertinente, en otras principio o final de dos o más líneas
partes menores que se llaman aparta- seguidas.
dos, a su vez divididos en subapartados Una página o una columna o frag-
e incluso en partes menores. mento de columna no deben comenzar

182
el trabajo de edición

con una línea corta que sea final de primero con su contenido y después
párrafo (sí se admite si la línea corta con el formato de la página. Normal-
comienza y acaba en la misma línea, mente, los correspondientes epígra-
es decir, aquella que por sí misma for- fes deben tener la anchura del grabado
ma un párrafo); por ejemplo, una que o ilustración, salvo que por sistema
diga: «Sí, señor»; aunque sea corta, tengan todos la misma medida, que
que lo es, se considera correcta). en este caso será la de la página o de la
Los títulos y subtítulos entre párra- columna respectiva.
fos deben estar precedidos y seguidos Contribuyen también a la estética
de un blanco, el primero de los cuales de la página las líneas de folio, que
debe ser, preferiblemente, el doble que pueden constar solo del número de
el segundo o, en otro caso, que sea la página, con filete o sin él, o bien ir
mayor el primero que el segundo. Al acompañadas del nombre del autor,
final de una página, detrás de una línea título del libro o de la parte, con nu-
de título con su blanco, no debe haber meración de esta o sin ella, normal-
menos de dos líneas de texto; una es mente subrayado por un filete a toda
incorrecto. la medida de la página.
La página final de un capítulo o par-
te semejante no debería tener menos
líneas que las que forman el arranque 3.1.8. Hojas de cortesía
de capítulo (v. §3.1.6). Como esto
puede resultar imposible en la práctica, Los libros pueden llevar una (es lo
se acepta que cualquier página final de habitual) o dos hojas totalmente en
capítulo (llamada página de birlí si es blanco al comienzo, y pueden acabar
corta) tenga como mínimo cinco líneas con una (como mínimo) o más hojas
de texto. Para ello, en ocasiones puede en blanco al final. Las hojas de cortesía
ser necesario marcar algún recorrido constituyen, en principio, una muestra
del texto anterior, con objeto de hacer de respeto al lector, al ofrecerle en-
que un párrafo doble una línea y que trar en el templo no de sopetón, sino
las necesarias pasen a la página corta a través de un atrio, o en el propio
incorrecta para que deje de serlo. domicilio mediante un zaguán o ves-
La estética de la página impresa tíbulo. Esto no quiere decir que sean
tiene también que ver con las letras incorrectas las presentaciones de una
iniciales destacadas que se emplean obra cuando tales hojas no existen,
en algunas revistas, incluso en las pero, si se puede, es mejor comenzar
científicas. En estos casos debe tenerse el libro con una hoja (dos páginas) de
en cuenta que la inicial no debe ir en cortesía.
la primera línea de una columna ni Lleve o no hojas de cortesía al prin-
tampoco tan al pie que no queden al cipio, sí debe llevar el libro una hoja
menos dos líneas de texto después de de cortesía al final. A veces, los libros
la inicial (con las líneas que esta com- acaban de tal manera que la última
prenda). página es impresa, y aun en ocasiones
Es asimismo una cuestión de estética es totalmente impresa. Antiguamente,
de la página la colocación y el tamaño cuando se daban estos casos, el propio
de las ilustraciones y de los cuadros. encuadernador añadía manualmente
Estos nunca deben interrumpir el tex- una hoja en blanco para que el libro
to y su tamaño debe estar en relación no terminase de forma tan abrupta.

183
la bibliología

Hoy puede darse el caso de libros — la numeración comienza en la cu-


que acaban así, abruptamente, o bien, bierta, si la lleva, aunque en ella
caso contrario, con diez o más hojas no se haga constar (por razones
en blanco (especialmente en libros de estética);
confeccionados en los Estados Uni- — si es prueba obtenida por im-
dos). Aunque al editor le cuesta más, a presora, tal como indique la
veces, eliminar esas páginas en blanco, editorial.
la verdad es que no están empleadas en
señal de respeto, sino de comodidad y 2. EL TEXTO. Se deberán tener en
áhorro (para el editor), por lo que no cuenta estas normas:
deberían lastrarse con ellas los libros.
2.1. De una obra. El texto original
de una obra debe constar de las si-
4. El original guientes partes:

Una vez aprobado el trabajo, el au- 1) principios del libro:


tor debe corregirlo según se le haya in- — portada:
dicado (si ese es el caso) o presentarlo — título de la obra, con subtí-
en la forma que en la editorial se haya tulo si lo tiene;
establecido mediante las instrucciones — nombre del autor o autores
a los autores. El original puede presen- (se puede añadir el título
tarse de dos maneras: solo en papel o académico de cada uno);
bien en soporte informático (que com- — dedicatoria;
prende también una copia en papel). — lema;
— índice de contenido;
— presentación (autor ajeno al de
4.1. Original en papel la obra);
— prólogo (del autor de la
Las normas para presentación de obra);
originales suelen contener reglas muy — introducción (del autor);
precisas para la presentación de los — lista de cuadros o tablas;
originales, tanto en papel como en so- — lista de abreviaciones;
porte informático. Por lo que respecta 2) cuerpo del libro:
al papel, se siguen las siguientes: — partes, capítulos, párrafos,
apartados;
1. EL FORMATO. Se tendrán en 3) finales del libro:
cuenta los siguientes datos: — epílogo;
— ultílogo o posfacio;
— en folio tamaño UNE A4 (21 — apéndices;
× 29,7 centímetros); — anexos;
— si es mecanografiado, a doble — índices: de materias, de auto-
espacio (30 líneas de 70 pulsacio- res, de fechas (cronología), si
nes aproximadamente); son pertinentes;
— margen izquierdo de 3 cm; — glosario o vocabulario;
— hojas numeradas correlativamen- — bibliografía:
te desde 1 hasta n en el ángulo — fe de erratas;
superior derecho; — colofón.

184
el original

2.2. De una tesis. El original de 2.3. De un trabajo o artículo para


una tesis debe constar de las siguientes una revista científica. Las revistas sue-
partes: len contener una hoja de instrucciones
a los autores, instrucciones que deben
1) preliminares: seguirse fielmente, aunque se esté acos-
— cubierta: título de la tesis; tumbrado a trabajar de otra manera.
— portada: título, el subtítulo Además de los requisitos para la pre-
si procede, el número de vo- sentación de los textos, la realización
lúmenes si hay más de uno de citas y bibliografías, en general las
(con numeración arábiga), el revistas suelen exigir los siguientes:
título de la serie, nombre del
autor seguido, si procede, de — las tablas, cada una en una hoja,
los títulos o distinciones ho- con sus epígrafes, se incluyen
noríficas; institución, departa- aparte del texto del trabajo;
mento en que se ha realizado — en un sobre se incluyen las figu-
la investigación, director de la ras, numeradas y con indicación
tesis, presidente y miembros de la orientación (con una flecha
del tribunal, grado al que se en el dorso); los epígrafes de figu-
postula, especialidad, fecha ras se reúnen en hoja aparte;
de defensa, disponibilidad o — en la primera hoja del original
editor y fecha de edición; deben incluirse datos como los
— índice de contenido; siguientes: título del artículo,
— resumen (extensión, aproxima- nombre y apellidos de los auto-
damente quinientas palabras): res, nombre del centro en que
ha de ser un resumen analítico han realizado el trabajo con su
en el que se preste atención a dirección; personas con las que
los siguientes aspectos: justifi- debe mantenerse la correspon-
cación, objetivos, metodología dencia y su dirección, teléfono,
de investigación, resultados y fax y correo electrónico;
conclusiones; — si se exige resumen, este se inclui-
— lista de ilustraciones (si pro- rá en la segunda página y tendrá
cede); una extensión de unas cien a
— lista de cuadros (si procede); doscientas cincuenta palabras
— lista de abreviaciones (si pro- (de quinientas a mil doscientas
cede); cincuenta pulsaciones);
— glosario (si procede); — en la misma página anterior, de
2) texto: tres a seis palabras clave para el
— introducción; índice y las bases de datos biblio-
— texto: se dividirá en partes, gráficas.
capítulos, párrafos, apartados,
etcétera (cada parte comenza-
rá en página nueva, impar), 4.2. Original en soporte informático
numeradas mediante el siste-
ma de numeración decimal: Prácticamente las mismas normas
1,1.1, 1.1.1, 1.2, 1.2.1, 2, 2.1, que para soporte papel, pero, además,
2.1.1, y así sucesivamente; las siguientes especificaciones relacio-
3) anexos. nadas con el soporte de almacenamien-

185
la bibliología

to (disquete, CD-ROM, comprimido, sempeñadas por técnicos distintos.


etcétera) que se debe proporcionar: Desde hace ya mucho tiempo, pero
sobre todo desde que se impusieron
— nombre del archivo y su tamaño los métodos técnicos derivados de la
en bytes; autoedición (a partir de 1985), ambas
— nombre del tratamiento de texto funciones suelen ser desempeñadas por
con que se ha compuesto (Micro- una sola persona. A ella se le exige una
soft Word, WordPerfect, Display presentación literaria impecable del
Writer, Lotus SmartSuite u otro); original y la señalización de cada una
— tipo de ordenador con el que se de las partes de la obra para que sean
ha trabajado (PC, Macintosh); interpretadas correctamente por el
— nombre del programa con que se técnico de la imprenta o compaginador
han realizado las gráficas (Har- autoeditor.
vard Graphics, por ejemplo); La profundidad o dificultad de la
— si se ha compaginado, nombre del corrección de estilo depende, natural-
programa con que se ha realizado mente, de la forma de escribir del au-
la compaginación (PageMaker, tor o del traductor. Si este es pulcro y
QuarkXPress, InDesign, Ventura, conoce bien la herramienta que maneja
FrameMaker); (el lenguaje), la labor del corrector de
— si se utilizan otros programas, estilo se aligera notablemente. Sin em-
deben indicarse (Photoshop, Illus- bargo, no es este el caso más general, y
trator, etcétera). aun habría que decir meridianamente
que sucede lo contrario: los escritores
Cuando el original se entrega en sopor- españoles, especialmente los técnicos
te informático, debe ir acompañado de y científicos, suelen escribir mal (a ve-
una copia del trabajo en papel (obteni- ces muy mal) y, por consiguiente, sus
da por impresora). Esta copia en papel originales exigen un trabajo profundo
será sometida a las operaciones edito- para dejarlo en forma de ser leído por
riales que permitirán enviarla al taller su destinatario sin rechazo.
(o a la sección de compaginación), jun- La labor de corrección de estilo
to con los disquetes o CD-ROM, para su debe encomendarse a persona respon-
conversión en texto tipográfico. sable y con experiencia en este tipo
de trabajos. Debe tener el corrector
una sólida formación literaria y gra-
4.3. Corrección de estilo matical y conocer los problemas que
y preparación tipográfica más a menudo presenta el lenguaje. A
él corresponde la tarea nada fácil de
Una vez establecidas las líneas maes- unificar criterios en cuanto a grafías,
tras que definen la obra en sus aspectos acentos y otros extremos. En los casos
más destacados, se pasa a la corrección de duda, y después de haber agotado
de estilo y preparación tipográfica, con los elementos de consulta a su alcan-
objeto de que en la imprenta puedan ce, debe someterla al propio autor o
dar forma tipográfica al original, con al traductor en su caso. Si esto no es
vistas a convertir su texto en páginas posible, debe recordar que el autor es
de un libro. dueño de su trabajo e incluso de la for-
Antiguamente, estas dos funciones ma en que lo presenta y que, en caso
eran dos especialidades separadas, de- de litigio, a él debe darse, en principio.

186
el original

la razón. Sin embargo, el autor, por su cifras romanas y cifras arábigas car-
lado, no debe olvidar que ha entregado dinales u ordinales e incluso, si fuera
su original a un editor determinado al necesario, letras griegas, seguidas gene-
que él debe conocer o, cuando menos, ralmente de paréntesis de cierre, punto
saber qué edita y cómo lo edita. De la o medio cuadratín, y en unos u otros
misma manera que el articulista cien- casos se podían aplicar índices para
tífico acepta las condiciones de edición repetir la misma numeración anterior
establecidas en las instrucciones para pero con un grado inferior de impor-
los autores de las editoriales hemero- tancia. El sistema resultaba sumamente
lógicas (v. §2.3.3), también el autor de complejo y en algunos casos podía
una editorial bibliológica debe aceptar, alcanzar una gradación importante,
a priori, las condiciones de edición del como se muestra a continuación:
editor que ha elegido.
La labor de señalización tipográ- I.
fica del original consiste en valorar I)
A.
tipográficamente cada una de las A)
partes del libro, desde el texto general 1.
hasta el último anexo, pasando por la 1)
portadilla, la dedicatoria, las partes, a)
los capítulos, la forma de los párrafos, a')
aa)
el valor y colocación de los títulos y α)
subtítulos, la colocación de las notas αα)
y citas bibliográficas y otros casos que
dependerán del tipo de obra. Para ad- Tal cantidad de grados no era fácil
vertir la importancia de esta función, que apareciera en la mayor parte de
recuérdese que la forma gráfica del las obras, pero en algunos casos inclu-
libro, su equilibrio visual y su estética so podía aumentarse al situar ciertas
global dependen de la señalización partes, las menos importantes, en línea
tipográfica, lo cual requiere en el pro- con la primera línea del texto, fuera
fesional una gran pericia. numerada o no, con lo que se estable-
La letra tipográfica con que se ha de cía un sistema de gradación aparte del
componer la obra debe estar en con- general. La complicación aumentaba y
sonancia con el contenido de esta. Por la aplicación de tan complejo sistema
ejemplo, una obra de lectura continua se hacía sumamente difícil.
puede componerse con una letra roma-
na, sea antigua o moderna, mientras
que un diccionario, que es de lectura 4.4.1. Numeración decimal
discontinua, admite (si así se desea) DE CAPÍTULOS
una letra egipcia o paloseco.
Existe actualmente la llamada
numeración decimal de capítulos,
4.4. Numeración de los capítulos norma internacional que se aplica de
y sus partes la siguiente manera: los capítulos se
numeran correlativamente a partir del
Antiguamente se aplicaba un sistema 1; cada capítulo puede subdividirse en
de numeración de capítulos compues- n partes (subtítulos) desde 1 hasta n;
to de letras mayúsculas y minúsculas. cada parte, a su vez, puede dividirse en

187
la bibliología

otras partes menores (párrafos) desde marginado o sangrado en cantidad


1 hasta n; y así sucesivamente: variable para que coincida vertical u
horizontalmente con otro u otros que
1. ocupan situación igual o similar.
4. 4.1. La alineación afecta a varios as-
4.2. 4.2.1. pectos del texto. Por un lado, el texto
4.2.2.
4.2.2. 1. general de un libro puede alinear por
4.2.2.2. la izquierda (bandera por la derecha),
4.2.2.2.1. por la derecha (bandera por la izquier-
4.2.2.2.2. da) o por los dos márgenes al mismo
tiempo (composición justificada). Por
Si la obra lleva un prólogo y se quiere otro lado, un dato, línea o conjunto
numerar, se le asigna el 0; la intro- de líneas pueden adoptar una posición
ducción puede numerarse con 00. Sin cualquiera en relación con otros datos
embargo, recuérdese que se denomina internos del texto, sea cual fuere la dis-
numeración decimal de capítulos, es posición general de este. Por ejemplo,
decir, que se aplica desde esta subdivi- los párrafos pueden llevar sangrada la
sión del libro para abajo, y que por lo primera línea (párrafo ordinario), to-
tanto esta numeración no es aplicable das las líneas menos la primera (párra-
a tomos, libros o partes cuando la fo francés) o bien sangradas todas las
obra lleve estas divisiones. La numera- líneas por la izquierda, por la derecha
ción que se aplique a los títulos de par- o por ambos lados, en relación con el
tes o secciones del capítulo situadas en texto general en que se inscribe.
párrafo aparte debe ser independiente Entre otros datos, se alinean:
de la serie que se aplique a los titulillos
en línea, aquellos que se sitúen en la a) las cifras arábigas cuando vienen
primera línea del párrafo correspon- en columna:
diente. La numeración decimal es un
5 5. 5)
método que ayuda a elegir la grada- 25 25. 25)
ción tipográfica de los títulos y subtítu- 125 125. 125)
los. Así, por ejemplo, si el apartado 1.1 1225 1225. 1225)
se escribe con negrita cursiva, esta será 42556 42556. 42556)
la clase de letra que corresponda a los 542556 542556. 542556)
apartados 2.1, 3.1, 4.1... Al escribir la
b) las cantidades (alineación deci-
numeración decimal, las cifras llevan
mal):
el punto que les corresponde, incluida
la última: 4.23.2.; sin embargo, al 4365,467098 8
mencionarla en una remisión, el último 23444,467098 85
punto se omite: (v. 4.23.2). 423453,673521743
5154975,9652345486
46 876549,78423456467
346 876549,784234564679
4.5. La alineación de los datos
c) los números romanos:
La alineación de las partes de un
I. Letras
texto consiste en la colocación de II. Espacios
un dato, conjunto de datos o texto en III. Líneas
una posición o situación determinadas. IV. Párrafos

188
el original

I. Letras 1.1.1996
II. Espacios 2.10.1996
III. Líneas 10.2.1996
IV Párrafos 21.12.1996

d) párrafos, apartados y subaparta- g) abreviaturas y datos similares por


dos: su disposición:

1) El libro autn. aumentativo


A) Partes externas bad. badana
a) la faja coord. coordinador
b) la sobrecubierta encuad. encuadernación
c) la cubierta multigr. multigrafiado
B) Partes internas reprod. reproducción
a) principios del libro transcr. transcriptor
a') páginas de cortesía
b') portadilla
c') portada aum. aumentativo
b) cuerpo del libro bad. badana
c) finales del libro coord. coordinador
2) Realización del libro encuad. encuadernación
A) Pasos fundamentales multigr. multigrafiado
B) Operaciones troncales reprod. reproducción
a) corrección de concepto transcr. transcriptor
b) corrección de estilo
aum............................... aumentativo
e) asteriscos (en notaciones): bad............................... badana
coord............................ coordinador
* El autor se refiere a las acciones del encuad.......................... encuadernación
Ejército de Salvación Nacional que actuaba multigr......................... multigrafiado
por aquellas fechas. reprod........................... reproducción
** Véase el apartado 2.3. transcr.......................... transcriptor.
*** No hay datos fehacientes acerca
de este episodio de la historia de esta parte La alineación horizontal se refiere a
de África.
la situación en la misma línea, llamada
línea estándar, de palabras de distintos
f)fechas:
cuerpos, estilos o familias, de modo
10/01/1996 que el pie de las letras coincide en el
01/10/1996 mismo plano horizontal aunque sus
10.01.1996 cuerpos o clases sean distintos:
01.10.1996
10-01-1996
01-10-1996.

Si las fechas se escriben sin los ceros


que suplen la falta de un dígito, co- Fig . 5. La línea estándar
mo se ha hecho en los ejemplos ante-
riores, no vienen en columna, lo que a La alineación vertical depende de la
veces supone un grave inconveniente forma de los párrafos, ya sea sangran-
desde el punto de vista estético (por do la primera línea (párrafo ordinario),
ejemplo, en cuadros, cronologías, et- ya todas menos la primera (párrafo
cétera): francés) o cualquiera de las disposi-

189
la bibliología

ciones que un texto puede adoptar en desorganizaciones de la composición,


cuanto a su forma (v. § 7.3). muy comunes en la composición ma-
nual. Sin embargo, el hecho de que la
máquina dispusiera de un crisol en el
4.6. La composición del texto que se hallaba el material de imprenta
(plomo, antimonio y estaño) en esta-
Los procedimientos de composición do líquido hacía que sus evaporaciones
de los textos han variado mucho a lo fueran peligrosas para los operarios.
largo del tiempo. Johann Gensfleisch Por consiguiente, en el momen-
Gutenberg inventó el tipo suelto o to mismo de su invención se le empe-
movible y con él se compusieron los zaron a buscar sustitutos a la lino-
textos, tanto los bibliológicos como tipia.
los hemerológicos, a lo largo de casi A finales del siglo xix ya se habían
cuatro siglos y medio. La composición, iniciado las investigaciones para con-
especialmente la de los periódicos, se seguir un sistema de composición
hacía con equipos de cajistas que se que aprovechara las cualidades de la
dividían el original en entregas y con- fotografía. Desde comienzos del si-
juntaban lo compuesto por cada uno glo xx, estas investigaciones fueron
para proceder a la compaginación y incrementándose en todos los países,
posteriormente a la tirada. especialmente en Francia y los Esta-
La composición era un trabajo dos Unidos. A mediados de ese siglo
penoso y lento. El cajista situaba en se puede decir que comienza a ser
la parte inclinada de un chibalete o rentable el primer sistema de fotocom-
comodín con pupitre la caja en la que posición, la primera generación de
estaban depositadas las suertes de la fotocomponedoras, que no eran más
letra elegida para el texto general de la que linotipias transformadas para su
obra o trabajo. Si había un cambio en uso con matrices fotográficas de cada
el cuerpo o la inclinación de la letra, letra, en lugar de matrices de latón.
había que ir a otra caja, componer el Desapareció, pues, el crisol con sus
texto, guardarla de nuevo y volver a la peligros, pero el sistema era muy lento.
anterior. Las líneas compuestas se iban Las correcciones suponían, en estos
depositando en un galerín, y cuando primeros aparatos de fotocomposición,
se completaba la longitud de este, el una rémora importante. Se llegaron
texto tipográfico compuesto, llamado a utilizar dos cintas perforadas, la
galerada, se ataba y se apilaba junto compuesta originalmente, antes de la
con las restantes de la misma obra. corrección, y otra con las correcciones;
Una vez terminado el original, se les sometidas las dos juntas a un pro-
sacaba una prueba, que se destinaba a ceso, se obtenía una tercera cinta
la corrección. perforada sin erratas. Posteriormente
Este sistema empezó a ser sustituido se introdujo una película doble para
por otro más rápido y seguro cuando poder corregir las erratas por medio
en 1886 Ottmar Mergenthaler inventó del stripping, levantando una de las
la linotipia en los Estados Unidos. Se capas de la película para añadir otra
trataba de una máquina maravillosa capa nueva con la corrección. Cuando
que proporcionaba las líneas en una la fotocomposición alcanzaba altas
sola pieza, con lo que se eliminaba cotas de perfeccionamiento surgió, en
el peligro de los empastelamientos o 1985, la autoedición, al poner a punto

190
el original

un programa compaginador (el Page- por un corrector tipográfico (y por su


Maker) y una impresora de láser (la autor o traductor). Las primeras prue-
LaserWriter). bas se llaman también galeradas, pala-
A partir de ese momento se incre- bra que pertenece a la antigua termi-
mentan las ventajas de este sistema nología, cuando se componía a mano
de composición y compaginación de o con linotipia o monotipia, aunque
textos, en constante evolución y per- ahora, tanto en fotocomposición como
feccionamiento. En este sistema, que en autoedición, no procedan de una
puede combinarse con bases de datos galera ni de un galerín.
para el tratamiento de la información, La corrección de galeradas es un
se pueden llevar a cabo las composi- trabajo que en su sencillez aparente
ciones más complejas (por ejemplo, encierra mucha dificultad, de la que
los diccionarios) sin grandes proble- se deriva una gran responsabilidad.
mas, con enormes ventajas. Muchas El corrector ha sido siempre, desde
revistas, científicas o no, y editoriales que la imprenta existe, una pieza fun-
han instalado ordenadores para la damental en el mundo tipográfico y
composición y compaginación de sus editorial. No es un simple «barrendero
libros mediante este sistema. Esto ha de erratas», como alguien podría creer.
hecho que los antiguos talleres de De él depende, en última instancia, la
fotocomposición, pese a haberse recon- perfección del trabajo, la unificación
vertido a los nuevos sistemas, se hallen de criterios en relación con la grafía.
en franca regresión en lo que respecta Muchas veces, la coherencia interna
a su número y al volumen de trabajo. de algunas obras no es fruto de su au-
Sin embargo, es aquí donde el nuevo tor, sino de sus correctores (sin duda
sistema, la autoedición, no aporta ven- empezando por el de estilo, pero, si
taja ninguna, sino todo lo contrario. este falla o falta, siempre estará ahí el
Los talleres de fotocomposición están corrector tipográfico para hacer valer
dirigidos por profesionales de la com- sus minuciosos conocimientos).
posición y compaginación de textos, El corrector tipográfico debe leer las
y los autoeditores, salvo excepciones, galeradas o pruebas muy atentamente,
son, en muchos casos, meros aficiona- sin distracciones. Debe apuntar todas
dos que saben aprovechar las virtudes las grafías que le parezcan exóticas,
de los ordenadores y de los programas sobre todo si duda de su memoria.
con los que trabajan, pero que ignoran Es importante saber si en un nombre
todo aquello que los ordenadores y extranjero hay o no una h intercalada,
los programas no saben o no pueden si lleva w o v, si hay algún diacrítico
hacer. poco habitual. Una de sus funciones
más importantes es la eliminación de
las erratas, es decir, de las equivocacio-
4.7. La corrección nes materiales cometidas al componer,
de las pruebas tipográficas pero no quiere decir que en una sola
lectura las encuentre todas. Por eso ge-
Cuando el texto está compuesto, se neralmente los libros y otros trabajos
le saca una prueba (generalmente por editoriales se someten a dos lecturas
impresora de láser, si se trata de auto- como mínimo.
edición, o por otro procedimiento), Cuando se ha terminado la correc-
prueba que se destina a su corrección ción de las galeradas (o corrección de

191
la bibliología
Cuadro 4. Llamadas y signos empleados en corrección de estilo y tipográfica

1. Llamadas la corrección de estilo como en la


tipográfica para separar elementos
de distinta importancia.
10. Poner sangría de cuadratín y
medio. Se usa tanto en la corrección
de estilo como en la tipográfica.
11. Componer dos o mas letras con
2. Signos ligadura, es decir, en un solo blo-
que. Se usa tanto en la corrección
1. Colocar blanco entre líneas. Se de estilo como en la tipográfica. Es
usa tanto en la corrección de estilo conveniente hacerlo especialmente
como en la tipográfica. Se debe indi- en las combinaciones fiy fl.
car la cantidad de blanco (2 p., 1 l.); 12. Componer en posición voladi-
si no se indica, se sobrentiende que ta. Se usa tanto en la corrección
se trata de una línea de blanco. de estilo como en la tipográfica. El
2. Eliminar blanco indebido entre signo con que se indica puede variar:
líneas y juntarlas. Se usa tanto en la una raya Vertical o una ondulada
corrección de estilo como en la tipo- Verticalmente.
gráfica, pero sobre todo en esta. 13. Componer en posición subíndi-
3. Eliminar espacio entre letras y ce. Se usa tanto en la corrección
juntarlas. Se usa tanto en la correc- de estilo como en la tipográfica. El
ción de estilo (donde se tacha la signo con que se indica puede variar:
letra con el trazo Vertical) como en una raya Vertical o una ondulada
la tipográfica, pero más en esta. Verticalmente.
4. Colocar un espacio entre dos 14. Cambiar el orden de dos letras,
letras o palabras, separar, abrir. Se palabras u oraciones. Se usa tanto
usa tanto en la corrección de estilo en la corrección de estilo como en
como en la tipográfica. A Veces se la tipográfica. No hace falta poner
debe indicar la cantidad de blanco números para indicar el orden.
que hay que añadir. 15. Cambiar el orden de tres letras,
5. Suprimir lo indicado por la palabras u oraciones. Se usa tanto
llamada (letra, palabra, frase, ora- en la corrección de estilo como en
ción, párrafo, etcétera). Se usa en la tipográfica. Es necesario indicar
corrección tipográfica, ya que en la el orden en que deben colocarse las
de estilo lo que haya que suprimir se partes.
tacha directamente. 16. Cambiar el orden de una, dos o
6. Suprimir la tilde. Se usa tanto en mas líneas o párrafos. Se usa más en
la corrección de estilo como en la la corrección tipográfica que en la de
tipográfica. No basta, en esta última, estilo. Puede indicarse de las dos ma-
con escribir la letra sin tilde, porque neras expuestas, o bien numerando
la corrección consiste precisamente las líneas según el orden que hayan
en suprimir esta. El corrector podría de guardar.
no hacer caso de la indicación. 17. Sustituir el punto y aparte por
7. Anadir sangría. Se usa tanto en punto y seguido. Se usa tanto en la
la corrección de estilo como en la ti- corrección de estilo como en la tipo-
pográfica. En un caso como en otro, gráfica. El signo une el final de un
la cantidad de sangría tiene que ha- párrafo y el comienzo del siguiente
berse establecido previamente. para que formen uno solo.
8. Poner un espacio en blanco de un 18. Punto y aparte. Se usa tanto en
cuadratín. Se usa tanto en la correc- la corrección de estilo como en la
ción de estilo como en la tipográfica tipográfica. El signo debe ser el indi-
para separar dos elementos que no cado y no otro, pues ninguno como
pertenecen a la misma categoría. este da la sensación de rompimiento
9. Poner un espacio en blanco de de la línea donde hay que establecer
medio cuadratín. Se usa tanto en el nuevo párrafo.

192
el original
19. Componer sin sangría. Se usa 29. Componer con letra mayúscula
tanto en la corrección de estilo como o versal cursiva. Se usa tanto en la
en la tipográfica. Indica que la san- corrección de estilo como en la ti-
gría existente no debe mantenerse. pográfica. También se puede indicar
20. Llenar la línea. Se usa en la subrayando u ovalando el texto y
corrección tipográfica cuando una añadiendo: may. curs., may. c.a o
línea final de párrafo es corta y dis- c. a. c.a.
pone de un blanco inferior al de la 30. Componer con letra mayúscula
correspondiente sangría si la usa o o versal negrita. Se usa tanto en la
la que en su caso usaría. corrección de estilo como en la ti-
21. Vale lo tachado. Queda sin pográfica. También se puede indicar
efecto la corrección señalada. Se usa subrayando u ovalando el texto y
tanto en la corrección de estilo como añadiendo: may. negr., may. n.s o c.
en la tipográfica, en ambos casos a. negr.
para indicar que una corrección 31. Componer con letra mayúscula
es inválida y que vale el texto ta- o versal cursiva negrita. Se usa tan-
chado. to en la corrección de estilo como
22. Componer con letra cursiva. Se en la tipográfica. También se puede
usa en la corrección de estilo y en la indicar subrayando u ovalando el
tipográfica. También puede indicarse texto y añadiendo: may. curs. negr.
subrayando u ovalando el texto y o may. c.a n.s.
añadiendo: curs., c.a. 32. Anular el subrayado. Se usa
23. Componer con letra cursiva ne- tanto en la corrección de estilo como
grita. Se usa tanto en la corrección en la tipográfica. El subrayado pue-
de estilo como en la tipográfica. de comprender una o más líneas.
También se puede indicar subrayan- 33. Igualar el espaciado. Se usa en
do u ovalando el texto y añadiendo: la corrección tipográfica cuando los
curs. negr. o c.a negr. espacios que separan las palabras
24. Componer con letra versalita. Se son desiguales.
usa tanto en la corrección de estilo 34. Centrar las líneas en sentido
como en la tipográfica. También se vertical. Se usa especialmente en la
puede indicar subrayando u ovalan- corrección tipográfica, pero a veces
do el texto y añadiendo: vers. o v.s. también en la de estilo.
25. Componer con letra versalita 35. Centrar las líneas horizontal-
cursiva. Se usa tanto en la correc- mente. Se usa especialmente en la
ción de estilo como en la tipográfica. corrección tipográfica, pero a veces
También se indica subrayando u también en la de estilo.
ovalando el texto y añadiendo: vers. 36. Recorrer el texto. Se usa en la
curs., vers. c.a, v.s curs. o v.s c.a. corrección tipográfica para ganar
26. Componer con letra versalita (por la izquierda) o recorrer (por la
negrita. Se usa tanto en la correc- derecha) el texto.
ción de estilo como en la tipográfica. 37. Parte del texto ilegible o du-
También se puede indicar subrayan- dosa. Se usa tanto en la corrección
do u ovalando el texto y añadiendo: de estilo como en la tipográfica.
vers. negr., vers. n.s o v.s n.s. También se puede indicar con un
27. Componer con letra versalita signo de interrogación de cierre en el
cursiva negrita. Se usa tanto en la margen o una o dos rayas verticales,
corrección de estilo como en la ti- con signo de interrogación o sin él.
pográfica. También se puede indicar 38. Evitar que varias líneas segui-
subrayando u ovalando el texto y das terminen con el mismo signo.
añadiendo: vers. c.a negr. o v.s c.a n.s. Se usa solo en la corrección tipo-
28. Componer con letra mayúscula gráfica.
o versal. Se usa en la corrección de 39. Trasladar de sitio una porción
estilo y en la tipográfica. También de texto. Se usa tanto en la correc-
se puede indicar subrayando u ova- ción de estilo como en la tipográfica.
lando el texto y añadiendo, general- El destino ha de indicarse con clari-
mente al margen: may. o c. a. dad para evitar confusiones.

193
la bibliología

primeras pruebas) se procede a com- guidos (es decir, en página nueva


paginar la obra, es decir, a disponer cada vez, sea par o impar) o en
el texto, más los cuadros y las ilustra- página impar;
ciones, en forma de páginas, con sus — comienzo del prólogo, la intro-
dimensiones. De estas páginas se saca ducción, el índice de contenido,
una nueva prueba, que será sometida los apéndices o anexos.
también a un corrector tipográfico,
preferiblemente distinto del que realizó El corrector tipográfico de segundas
la primera corrección. Estas pruebas debe pensar que, muy probablemente,
(también llamadas compaginadas) se tal como él deje la obra, así saldrá. Y
someten a una corrección tan estricta debe saber también que las erratas o
y atenta como la de galeradas, con la irregularidades que tanto le cuesta a él
condición de no cambiar los criterios encontrar y corregir, saltarán a la vista
aplicados si no hay para ello razones en el momento mismo en que la obra
de peso. Por ejemplo, si en primeras llegue a la editorial procedente del ta-
se dejó una grafía como período y ller de encuadernación. Por ello, toda
zodíaco y se halla unificada a lo largo atención es poca.
de toda la obra, no hay razón alguna
para sustituirlas por periodo y zodia-
co, respectivamente. Sin embargo, si 4.7.1. Signos de corrección
de la corrección anterior se escapó la
incoherencia de escribir unas veces pe- En la corrección de estilo, como en
ríodo y otras periodo, indistintamente, la tipográfica, se emplean unos signos
la obligación del corrector de segundas que indican al compositor cuáles son
o compaginadas es unificar ese criterio. los cambios que debe introducir en el
Para ello le puede servir de guía el uso texto. Como en general coinciden en
del autor en otros casos. Por ejemplo, sus funciones, los damos en el mismo
supongamos que el autor utiliza zo- cuadro (v. c. 4). Solamente distingui-
díaco; en este caso se puede colegir que mos entre llamadas y signos, por el
empleará período con preferencia a pe- hecho de que las llamadas no indican
riodo, puesto que si hubiera preferido operación alguna, solo sirven para
esta, lo lógico sería que hubiera escrito señalar el lugar donde se halla el error,
también zodiaco. mientras que los signos son aplicables
En la corrección de segundas prue- a la corrección de estilo o a la tipográ-
bas debe prestarse especial atención fica según las necesidades.
a los elementos correlativos, como
son: 1. LAS LLAMADAS. Las llamadas son
trazos de diversas formas con que el
— las numeraciones (folios, partes, corrector señala la letra, conjunto de
capítulos, párrafos, apartados); letras, palabra, conjunto de palabras,
— los títulos y subtítulos, con obje- etcétera, que deben ser corregidas. La
to de que mantengan siempre la misma señal que se haga en el texto se
misma grafía y posición; repite al margen de la prueba y, siem-
— los blancos, para que tengan las pre a su derecha, se coloca la enmien-
mismas dimensiones en todos los da, generalmente representada por un
casos semejantes; signo (v. c. 4, § 1).
— la situación de los capítulos, se- 2. Los signos . Los signos se em-

194
el original

plean tanto en corrección de estilo


como en corrección tipográfica, eli-
giendo en cada caso el más adecuado
para lo que se quiere expresar (v. c. 4,
§2). Generalmente indican una opera-
ción, que puede consistir en suprimir o
aumentar espacio entre líneas o letras;
suprimirlas; poner sangría o espacio
especial; colocar las letras de determi-
nada manera (por ejemplo, voladitas o
subíndices); cambiar el orden de letras, Fig . 6. Esquema de una maqueta, con la situa-
palabras o frases, incluso de párrafos; ción de las cajas de composición (mancha), el
unir dos párrafos o dividir un párrafo folio de cabeza y la línea áurea (trazos horizon-
en dos; suprimir la sangría o hacer que tales) para el arranque de los capítulos y demás
partes del libro, incluido el corte del papel una
una línea corta sea completa, y, final- vez refilado
mente, una serie de indicaciones que
tanto pueden hacerse en corrección
de estilo como en la tipográfica, con formas de configurar una página, las
la salvedad de que en la primera se normas de corrección ortotipográfica,
hacen en el mismo texto (por ejemplo, etcétera, lo cual no es fácil.
indicar que una palabra, frase, etcé-
tera, han de componerse con cursiva,
versalitas, versales), sin sacarlas al 4.8. La maqueta de compaginación
margen, mientras que en las pruebas
tipográficas se indican siempre en el En obras complejas, con mucha ilus-
margen más próximo a la situación de tración y cuadros o tablas, así como en
la errata. las revistas, es necesario preparar una
El escritor debe conocer estos signos maqueta de compaginación en la que
y su utilización, ya que son entendidos se indique claramente al compaginador
por todos los profesionales que de una dónde va cada elemento. Para ello se
u otra forma han de tratar su texto. traza un esquema con las dimensio-
Si este se presenta ya tipografiado, nes de la página con su folio y con
es decir, con la letra que corresponde las dimensiones de corte de la obra; las
exactamente a cada parte de su texto páginas han de aparecer colocadas en
(con más razón si presenta el tex- el lugar que les corresponda dentro de
to ya compaginado), las indicaciones la página de papel. Después, con un
de cambios de tipos o clases de le- juego de galeradas distinto del que ha
tras son innecesarias, puesto que ya servido para la corrección (en estos
está explícito en la forma misma de casos siempre se piden dos juegos de
la tipografía. Esto resulta hoy muy pruebas), una vez que estas hayan
fácil mediante el poderoso auxilio de sido corregidas (con objeto de tener
la informática. El problema radica en cuenta las líneas que se aumentan o
precisamente en aplicar esas diversas disminuyen a causa de las correcciones
tipografías con acierto. Para ello, en introducidas), se va formando cada pá-
cualquier caso, el escritor debe conocer gina, en la que se sitúan la ilustración y
los usos tipográficos, las aplicaciones los cuadros o tablas. Para ello se tiene
de las diversas clases de letras, las en cuenta que las partes más visibles

195
la bibliología

de dos páginas enfrentadas son las esta razón, es mejor titularlo índice de
superiores marginadas al exterior, y es antropónimos o índice antroponímico,
ahí donde se deben colocar preferible- y en él distinguir, mediante la grafía,
mente las ilustraciones y los cuadros los que son autores de los que no lo
cuya situación no esté obligada por son; para ello, basta con tipografiar
razón de una llamada o una indicación los nombres de autores con versalitas
precisa en el texto. en el o los apellidos, mientras que los
Las pruebas del texto, las ilustra- de personajes mencionados aparecen
ciones y los cuadros se recortan exac- de redondo normal. Si se mezclan los
tamente a sus dimensiones y se pegan índices de antropónimos y el de mate-
en el lugar oportuno de la maqueta. El rias, pueden aparecer con el título de
pegamento ha de ser de los que per- índice alfabético, que podría compren-
miten levantar la prueba para situarla der también el índice de topónimos o
de otra forma (engrudo, por ejemplo), toponímico en el caso de que estos no
cuestión que se plantea muy a menudo fueran en cantidad tal que justificaran
al preparar una maqueta. la confección de un índice de topóni-
mos aparte.

4.9. Los índices alfabéticos


4.10. La alfabetización
Las obras técnicas y científicas, así
como las históricas y de ensayo, deben Alfabetizar es una operación que en
llevar (aunque a veces no los lleven) el trabajo de escritura y edición se debe
varios índices alfabéticos (además del realizar muy a menudo. Puede tratarse
índice de contenido, ordenado sistemá- de un trabajo sencillo y corto, como
tica o metódicamente, generalmente si- los componentes de una columna de
tuado al principio del libro en este tipo un cuadro, pero también puede ser
de obras). Esta presencia de índices más complejo, como la alfabetización
alfabéticos es una exigencia científica de un índice alfabético de materias,
que solo en países de bajo nivel cul- antroponímico o toponímico.
tural pasa inadvertida. Su confección En español, la alfabetización es grafe-
es una labor ingrata, cierto, pero la mática (ordena letras), no fonética
cultura exige que no se cumplan solo (ordena sonidos). Esto quiere decir
las funciones amables y compensa- que una grafía como M’ se ordena por
doras, que permiten un lucimiento la m seguida del apóstrofo y la letra
máximo con el mínimo esfuerzo, sino que le siga (el apóstrofo no se tiene en
todas aquellas que la ciencia y la téc- cuenta en la alfabetización: como si no
nica exigen para su esclarecimiento y estuviera); no sería correcto alfabetizar
aprovechamiento por los lectores y los esa grafía en mac, puesto que, aunque
investigadores. suene así, no se escribe (en este caso
Normalmente, los índices alfabéti- concreto) Mac, sino M’.
cos son de autores, de materias o una Si se ordenan palabras, la alfabeti-
tercera forma que comprende los dos zación es simple o lexicológica y no
juntos. El índice de autores suele reco- presenta problemas. Si se ordenan
ger no solo los autores propiamente sintagmas, frases o grupos de nom-
dichos, sino también los nombres de bres (antropónimos o topónimos,
personas mencionadas en el texto. Por por ejemplo), la alfabetización es com-

196
la diacrisis tipográfica

pleja o sintagmática y puede presen 5. La diacrisis tipográfica


tar muchos más problemas que la
simple. 5.1. El concepto
La alfabetización compleja puede
ser continua o por letras o disconti- La palabra diacrisis es una voz nue-
nua o por palabras. La alfabetización va para denominar algo que es viejo.
continua o por letras considera que Sin embargo, nace ya con la marca del
todas las palabras que forman el ele- desacuerdo. Las dos fuentes en que
mento que haya que alfabetizar cons- la he visto usada tienen de ella dis-
tituyen una sola palabra (aunque tinta idea, la definen de maneras casi
los espacios que separan a unas de opuestas y la aplican con extensión
otras sigan en su lugar), mientras diferente.
que la alfabetización discontinua o El Manual de estilo, publicado por
por palabras alfabetiza cada palabra Doyma en 1993 (pp. 265-269), define
del conjunto. En este caso puede ha- así esta palabra: «Por diacrisis [mejor,
cerse de dos maneras: contando, en la diacrisis] entendemos el área de co-
alfabetización, los nexos o conectivos nocimiento que trata de la distinción,
(artículo, preposiciones y conjuncio- por medio de recursos tipográficos,
nes), o bien prescindiendo de ellos en de letras, palabras o expresiones cuya
la alfabetización (aunque sigan figu- naturaleza lingüística difiere de la del
rando en su correspondiente lugar). contexto en que están comprendidas,
En la alfabetización de frases, sin- o cuya naturaleza técnica requiere
tagmas, etcétera, es habitual aplicar de una convención formal para dis-
la alfabetización discontinua con co- tinguirla. = Nada como un ejemplo
nectivos (es decir, contando estos en la para ilustrar una definición. Así, en
alfabetización) o bien la alfabetización cuanto a la primera función, tenemos,
continua, aunque en muchos casos es entre otros casos, la inclusión de una
preferible la discontinua sin conectivos. expresión o término en un idioma
En la alfabetización de antropónimos distinto al del discurso —natural ki-
y topónimos, la variante aplicable es ller, Plasmodium—. En cuanto a la
la discontinua sin conectivos, puesto segunda, se adopta para diferenciar
que en ellos estas partículas no des- entidades como ‘e’, número neperiano,
empeñan más papel que el de su mera y ‘e’, variable, en matemáticas, o A1 A
presencia. En Gómez de las Casas, por (genotipo) y A (fenotipo) en genética,
ejemplo, lo que interesa resaltar, desde así como en otras muchas áreas. = En
el punto de vista de la alfabetización, consecuencia, debemos excluir de la
es Gómez y Casas, y lo mismo se acepción de diacrisis todos aquellos
puede decir de Carrión de los Con- recursos tipográficos que se emplean
des, en el que los elementos alfabe- para dar relevancia a un término, tan-
tizables son los sustantivos Carrión y to por opción retórica:
Condes.
Un problema añadido es el que ata- a lo que podríamos llamar diacrisis, por eti-
ñe a la alfabetización de los apellidos mología y derivación,
según la nacionalidad o la lengua de
que procedan. Estos problemas se tra- como si se utiliza a la manera de recur-
tan en la segunda parte de esta obra, so formal para establecer, por ejemplo,
en la entrada de la lengua respectiva. escalados de títulos u otros procedi-

197
la bibliología

Cuadro 5. La diacrisis tipográfica

Elemento No es diacrítico Es diacrítico

1. Diacrisis tipográfica endógena

1.1. La letra

1) la inclinación la letra normal la cursiva, inclinada o cursiva inversa


2) la figura la letra normal la MAYÚSCULA y la versalita
3) el grosor del ojo la letra normal la más negra y más fina
4) la anchura la letra normal la más estrecha o la más ancha
5) la posición la letra normal la la subíndice
ysuperíndice
6) el cuerpo la letra normal la más pequeña o la más grande
7) el estilo de letra la letra normal otro estilo que contraste
8) el espaciado la letra normal la letra espaciada
9) el color de impresión la letra normal la impresa en otro color
10) el fondo del soporte la letra normal fo
la
impresa sobre del blanco |
ndo distinto

1.2. El texto

1) la medida la medida normal más pequeña o (raramente) más grande


2) la relación ojo/cuerpo la relación normal más pequeña o más grande

2. Diacrisis tipográfica exógena

1) el subrayado la letra normal la letra subrayada una o dos veces


2) el recuadrado la letra normal la letra o texto | recuadrados |
3) los signos la letra normal añadir signos: - antes; => antes; después*
4) los topos o bolos la letra normal añadir ♦ topos; ► topos; • topos

mientos de presentación gráfica. De la marcación que se practica en la es-


hecho, este tipo de recurso está sujeto critura o composición de una unidad
a la decisión del redactor o editor, gráfica —por lo general, una palabra,
mientras que la diacrisis trata de con- mas también pueden ser varias, o mu-
venciones aceptadas universalmente chas, o bien un solo carácter— con la
para la disciplina implicada». finalidad de dotarla de un matiz de es-
En la práctica, la fuente citada limita pecialidad [la cursiva es del original]»
la diacrisis tipográfica, en los ejemplos (pp. 272-273). Añade este autor que
subsiguientes, a la sustitución de la le- la diacrisis puede ser endógena, «si
tra redonda por la letra cursiva (y a la los recursos empleados para obtenerla
inversa, si la grafía normal del discurso entrañan necesariamente una altera-
es la cursiva). ción de su naturaleza», o exógena, «si
Por su lado, Miguel Duro Moreno, tales recursos consisten en elementos
en su trabajo «La crisis de la diacrisis o (símbolos) añadidos que no implican
la cursiva mal traducida» (en Morillas mutación alguna». La diacrisis según
y Arias, 1997: 267-291), define así el manual antes citado sería solo una
el sintagma diacrisis tipográfica: «La parte de la que Duro Moreno llama
diacrisis tipográfica se define como diacrisis endógena.

198
la diacrisis tipográfica

El ojo es el tamaño de la letra con que se compo- El ojo es el tamaño de la letra con
ne un libro o artículo. La palabra tamaño se refiere
aquí a la altura del ojo de la letra impresa, conside- que se compone un libro o artículo. La
rando esta desde el ojo superior (astas ascenden- palabra tamaño se refiere aquí a la altura
tes) hasta el ojo inferior (astas descendentes). del ojo de la letra impresa, consideran-
do esta desde el ojo superior (astas
7/7 ascendentes) hasta el ojo inferior (astas
descendentes).
El ojo es el tamaño de la letra con que se compo-
ne un libro o artículo. La palabra tamaño se refiere 9/9
aquí a la altura del ojo de la letra impresa, conside-
rando esta desde el ojo superior (astas ascenden-
tes) hasta el ojo inferior (astas descendentes). El ojo es el tamaño de la letra con
que se compone un libro o artículo. La
7/8 palabra tamaño se refiere aquí a la altura
del ojo de la letra impresa, consideran-
El ojo es el tamaño de la letra con que
se compone un libro o artículo. La palabra
do esta desde el ojo superior (astas
tamaño se refiere aquí a la altura del ojo de ascendentes) hasta el ojo inferior (astas
la letra impresa, considerando esta desde el descendentes).
ojo superior (astas ascendentes) hasta el ojo
inferior (astas descendentes). 9/10
8/8
El ojo es el tamaño de la letra con
El ojo es el tamaño de la letra con que que se compone un libro o artículo.
se compone un libro o artículo. La palabra La palabra tamaño se refiere aquí a
tamaño se refiere aquí a la altura del ojo de la altura del ojo de la letra impresa,
la letra impresa, considerando esta desde el considerando esta desde el ojo su-
ojo superior (astas ascendentes) hasta el ojo perior (astas ascendentes) hasta el
inferior (astas descendentes). ojo inferior (astas descendentes).
8/9
10/10
El ojo es el tamaño de la letra con que
El ojo es el tamaño de la letra con
se compone un libro o artículo. La palabra
tamaño se refiere aquí a la altura del ojo de
que se compone un libro o artículo.
la letra impresa, considerando esta desde el La palabra tamaño se refiere aquí a
ojo superior (astas ascendentes) hasta el ojo la altura del ojo de la letra impresa,
inferior (astas descendentes). considerando esta desde el ojo su-
perior (astas ascendentes) hasta el
8/10
ojo inferior (astas descendentes).
10/11

Fig . 7. La relación ojo/cuerpo en varios tamaños. De las dos cifras con que se marca cada uno de ellos,
la primera, antes de la barra, representa el ojo o tamaño de la letra, y la segunda, después de la barra, el
cuerpo o altura de la línea en que se inscribe aquella. Salvo en el caso de 8/10, no se ofrecen ejemplos con
dos puntos de interlínea, por no ser habituales en textos ordinarios

Entiendo que la diacrisis tiene que Duro Moreno que del que se expone
Ser, en efecto. Una cuestión mucho más en el manual citado. Sin embargo, pa-
amplia que la mera cursiva para solo rece que habría que replantearse la voz
distinguir lo que en el marco de una con que este autor inicia su definición.
materia debe ser distinguido. Desde Porque, según lo entiendo, la diacrisis
este punto de vista, me hallo mucho no es la marcación, sino su resultado
más cerca del criterio expuesto por (marcación es un término técnico que

199
la bibliología

tiene una aplicación concreta en este vamos a emplear; supongamos que el


campo como en el de la informática; tipo es el times new roman y la clase
por ejemplo, en el HTML [hypertext de letra la redonda; pues bien: si a lo
markup language ‘lenguaje de marcado largo del impreso nos vemos obliga-
de hipertexto’]). En el contexto en que dos, por la razón que sea, a utilizar
hablamos, la marcación es la indica- otro tipo (por ejemplo, la helvetica)
ción, en un texto, acerca de cómo ha u otra clase de letra (por ejemplo, la
de componerse o disponerse una parte cursiva, la negrita o la seminegra),
de ese texto, mientras que la diacrisis estos se convertirán en diacríticos. Sin
se manifiesta en el impreso mismo, una embargo, si un texto o una parte de
vez realizadas aquellas operaciones. él se compone solamente con cursiva
Es decir, que lo diacrítico aquí son o solamente con negrita, los cambios
las alteraciones a que se somete una que en ellos se introduzcan, la redon-
parte de lo escrito para que signifique da en el primer caso y la seminegra o
o se refiera a algo distinto de lo que se normal en el segundo, se convierten
desprende del contexto. Superado esto, también en diacríticos. Seguidamente
la aplicación de Duro Moreno com- decidimos que el ojo/cuerpo de com-
prende prácticamente todos los hechos posición será el 10/11; pues bien: si a
que podemos considerar diacríticos en lo largo del texto es necesario aumen-
tipografía, como veremos. tar o reducir el tamaño ojo/cuerpo
(por ejemplo, convirtiendo el 10/11
en 9/1O) o su relación (por ejemplo,
5.2. Aplicación 10/10 en vez de 10/11), estos cam-
de la diacrisis tipográfica bios son diacríticos en relación con
10/11, que es lo normal.
Para establecer si un hecho determi- A lo largo del texto se presentará la
nado es diacrítico, entendemos que los necesidad de componer textos más es-
textos se componen en alfabeto latino trechos o más anchos que el normal de
y con unas determinadas condiciones composición, o letras, cifras o palabras
que se consideran normales; la diacrisis más elevadas (voladitas o superíndices)
que en cada caso corresponda anotar o más bajas (subíndices), los cuales se
es la grafía o forma que se aparta de convierten en diacríticos en relación
esa que consideramos normal. con el texto normal. Igual sucede si
A la hora de preparar un original una palabra o una frase han de ir es-
para la imprenta, hay que establecer paciadas, o impresas en distinto color,
una serie de parámetros que van a o con un fondo diferente del que tiene
constituir «lo normal» en el impreso el soporte de los demás textos.
que nos proponemos realizar. Por La diacrisis exógena es mucho
ejemplo, se establece que la medida menos utilizada, normalmente, que
de composición del texto (es decir, el la endógena, salvo en algunas obras
ancho de la caja de composición de la con muchos documentos o bien, en las
página) será de 24 cíceros; esa es, pues, obras didácticas, con muchos elemen-
la «medida normal»; si por cualquier tos extratextuales destinados a captar
causa hemos de reducirla (por ejemplo, la atención de los jóvenes lectores.
para componer una cita), estaremos Todas esas formas diacríticas dotan
utilizando un diacrítico. También ele- al texto impreso de connotaciones
giremos el tipo y la clase de letra que distintas de las que tendría sin ellas.

2OO
la letra de imprenta

Sin embargo, hay que advertir que la riqueza de la informática aplicada a un


escritura normal, en todos los sentidos, ordenador de sobremesa.
es la que debe ocupar la mayor parte Los cambios que se introducen en
de un impreso cualquiera, y los diacrí- un texto escrito en letra redonda nor-
ticos, utilizarse comedidamente, solo mal no son gratuitos o caprichosos, en
cuando están justificados por las reglas general; al contrario, obedecen a una
por las que se rige cada uno de ellos. causa, la cual indicará si lo que sigue
No se puede estar encendiendo y apa- habrá de expresarse con letra cursiva
gando constantemente las luces, como (por ejemplo, el título de una obra
si el lector fuera incapaz de entender creada o de una publicación periódica,
un texto sin avisos. la aparición de una palabra en idioma
extranjero), con negrita (por ejemplo,
un título o subtítulo), con negrita cur-
6. La letra de imprenta siva (por ejemplo, un subtítulo), con
versalita (por ejemplo, el o los apelli-
6.1. La elección dos de un autor en una bibliografía, o
de la letra de imprenta el nombre de un personaje en una obra
de teatro u otros casos).
Las letras tipográficas son los sig- Para que la expresión gráfica de un
nos pertenecientes a un estilo y una escrito tenga coherencia y resulte ar-
clase con que se representa la escritura mónica y estética, los cambios de letras
impresa. en cuanto a forma y tamaño deben
La letra tipográfica presenta la gran realizarse con gusto y prudencia. No
ventaja, no suficientemente valorada sería admisible llenar una página de
por quienes se dedican a escribir para letra cursiva en un contexto de letra
el público, de poderse variar de grosor redonda sin justificación suficiente,
(puede ser normal, estrecha o ancha), o salpicarla con siglas grafiadas con
de tamaño (puede tener la altura que letras mayúsculas, ni abusar de títulos
se defina si el sistema de composición y subtítulos en letra negrita chillona.
lo acepta), de forma (puede ser redon- No solo hay que ser parco en los cam-
da o normal, cursiva o inclinada) y de bios de tipo de letra, sino que además
grosor de ojo (puede ser fina, normal o hay que recordar que la tipografía
negrita). Esta enorme variedad ofrece y la ortografía ponen a disposición
al escritor una cantidad importante de del tipógrafo otros recursos, como
posibilidades expresivas. pueden ser, cuando estén justificadas,
El texto normal de una publicación, las comillas en sus distintas figuras, la
sea libro, diario, semanario o revista, letra compuesta con cuerpo menor que
se compone con letra normal, general- el normal (por ejemplo, para las citas
mente fina o, en algunos casos, semine- textuales), el texto sangrado (es decir,
gra. Cuando por alguna razón debe a medida menor que la normal del
cambiarse de clase de letra, esta puede texto, generalmente acompañado del
ser cursiva, negrita, cursiva negrita, tamaño menor), la letra con ojo más o
versalita redonda, versalita cursiva, menos negro que el normal con que se
versalita negrita, versalita cursiva ne- compone el texto, etcétera.
grita, seminegra, seminegra cursiva y La elección del tipo de letra en una
otras alteraciones que la autoedición obra es un aspecto muy delicado del
hace posibles actualmente merced a la proceso de realización de un libro o

201
la bibliología

revista. No debería elegirse la letra sin Ambas romanas suelen emplearse en


hacer uso de un criterio sopesado. Hay la composición de textos humanísti-
que tener en cuenta las evocaciones de cos, como novelas, relatos, informes,
los distintos estilos de letra; así, las dos reportajes, libros de texto, dicciona-
romanas, antigua y moderna, son muy rios y enciclopedias (aunque estos tam-
adecuadas para obras humanísticas bién pueden componerse con palose-
(estudios, literatura, poesía, tratados, co) y también obras de carácter cien-
ensayos, obras de teatro, obras cientí- tífico.
ficas), mientras que las egipcias y palo-
secos resultan muy adecuadas para
periódicos, folletos, octavillas, progra- 6.2.2. LAS LETRAS EGIPCIA Y PALOSECO
mas, publicidad y casos semejantes.
La letra llamada egipcia tiene las
astas de trazo regular o uniforme y su
6.2. El estilo de la letra terminal tiene el mismo grosor, como
esta que se muestra:
Por la forma del dibujo con que se
trazan las astas de las letras, podemos
considerar aquí, sin pretensiones técni- A M N O P
cas desde el punto de vista de la tipo-
grafía, los cuatro estilos tradicionales En algunos casos se usan tipos llama-
de letra de imprenta. dos paloseco, los cuales tienen también
las astas de grosor constante, pero ca-
recen de terminales, como esta:
6.2.1. LAS LETRAS ROMANA ANTIGUA
Y ROMANA MODERNA
A M N O P
Un texto científico o técnico se
compone con la forma normal, gene- Estos dos estilos de letra se prestan
ralmente del estilo de la romana, que con más facilidad que los romanos a
comprende letras de asta de grosor las variaciones de grosor de las astas.
variable y terminadas en un trazo ho- En letra de monotipia se han conse-
rizontal que se llama remate o termi- guido hasta 21 ojos con astas de dis-
nal. Si este terminal forma una figura tinto grosor de una misma letra, pero
triangular bien delimitada, pertenece a actualmente, con la autoedición, se
la romana antigua, como esta: pueden conseguir algunos más. De to-
dos modos, en textos científicos y
técnicos carecen generalmente de apli-
A M N O P cación.

Si el terminal forma una figura fi-


liforme mediante una raya fina sin 6.3. La familia de la letra
variaciones, pertenece a la romana
moderna, como esta: La letra texto presenta variaciones
en su trazo. Por ejemplo, por su figura
puede ser redonda o cursiva; por su
A M N O P tamaño, minúscula, versalita o mayús-

202
la letra de imprenta

cula; por su ojo, fina, normal o texto y Cuadro 6. Clases de letras tipográficas
negrita, y por la dimensión de la caja,
Ejemplo Nombre Señalización
estrecha o ancha. Seguidamente se
analizan las distintas clases de letras normal redonda
que se pueden utilizar en un texto. avenida minúscula (nada)
AVENIDA Versalita
AVENIDA mayúscula
6.3.1. LETRA REDONDA
normal cursiva
Se aplica el nombre de letra redonda avenida minúscula
a una clase o familia de letra que es AVENIDA Versalita
derecha y de forma circular. Cualquier AVENIDA mayúscula
texto que no aparezca señalizado en
el original de una manera especial se negrita redonda
compone con letra redonda normal (es avenida minúscula
decir, sin ningún diacrítico). AVENIDA versalita
AVENIDA mayúscula

6.3.2. LETRA CURSIVA negrita cursiva


avenida minúscula
La letra cursiva, inclinada hacia la AVENIDA versalita
derecha, se utiliza en los textos ordi- AVENIDA mayúscula
narios, compuestos con letra normal,
para poner de relieve una letra, pala-
bra, frase o párrafo:
ratura, escultura, música, cine y casos
Letra redonda semejantes), deben aparecer escritos
Letra cursiva con letra cursiva.
En otros muchos casos, la cursiva
Se emplea en muchos casos bien para sirve para indicar aspectos separados
poner de relieve, bien para separar unos del contexto en que aparece utilizada.
textos de otros a los que solo sirve de Por ejemplo, en las obras de teatro, para
apoyo. Puede el autor creer que debe indicar las acotaciones del autor, así
destacar especialmente una palabra o como las interrupciones en un debate;
frase porque le concede valor especial las remisiones en un índice; las pala-
dentro de un contexto, y entonces, en bras extranjeras, las letras minúsculas
su original, si escribe a mano o con citadas en un texto o utilizadas en una
máquina de escribir, subraya con un enumeración; los nombres propios de
trazo simple el texto afectado (v. c. 6). aparatos (aeronaves, barcos, trenes,
En la composición tipográfica, ese texto ciertos objetos).
aparecerá escrito de cursiva. A veces, Los signos de puntuación que acom-
esta forma de destacar está impuesta pañan a una palabra o frase escritas
por cuestiones técnicas; por ejemplo, en cursiva deben escribirse también en
cuando el autor emplea una palabra cursiva:
en metalenguaje, es decir, un autónimo. ... pedir protección;
También por razones técnicas, muchos
títulos, como los de obras creadas (lite- los signos de entonación (interroga-

203
la bibliología

ción y exclamación) se escriben de 6.3.4. Letra versalita


cursiva si la palabra o frase aparecen
en cursiva, y de redondo si aparecen La letra versalita tiene el dibujo de
en redonda (aunque al principio, en la letra mayúscula, pero con el tama-
medio o al final aparezcan una o más ño de la minúscula aproximadamente
palabras en cursiva): (generalmente, algo mayor):

¡Atención, amigos! LETRA VERSALITA


¿Estamos todos?
LETRA SEUDOVERSALITA
¡Buscamos nurses!
¿Yogur es la palabra? LETRA MAYÚSCULA

Aunque en autoedición se puede con-


En un original, la letra, palabra, seguir por medio de la reducción de la
frase o párrafo que haya de aparecer mayúscula a un 70 o 75 %, el resulta-
con letra cursiva se subraya con un do se llama seudoversalita o versalita
trazo simple (v. c. 6) o bien se envuelve falsa, ya que la versalita verdadera
en un globo y se añade la abreviatura es de trazo independiente y mantiene
curs. o c.a. el grosor de sus astas sensiblemente
igual que el de la mayúscula corres-
pondiente. Se emplea en los textos
6.3.3. LETRA MINÚSCULA para poner de relieve ciertas partes de
él, especialmente para valorarlo desde
La letra minúscula se distingue de la el punto de vista de la presentación
mayúscula por su trazo más sencillo y estética. Se aplica a la numeración ro-
pequeño. Es la forma que aparece nor- mana de siglos y milenios, así como a
malmente en los textos de los libros y la numeración de libros, cantos, odas
publicaciones periódicas que no exijan y partes semejantes, porque son pala-
ningún tipo de resalte: bras que en el texto aparecen escritas
con minúscula inicial; la versalita, en
estos casos, está justificada porque con
letra minúscula ella se tiende a equilibrar el tamaño
de ambos elementos. Se recomienda
LETRA MAYÚSCULA
emplearla en la grafía tipográfica de
las siglas porque, de lo contrario, es-
En un original, cuando una pala- tablecida su grafía con mayúsculas,
bra escrita con mayúsculas haya de resaltarían excesiva y antiestéticamente
aparecer con minúsculas, se subraya en el texto de la página sin necesidad
o envuelve con un globo y se añade la ni justificación.
abreviatura c. b., que significa «caja En un original, la letra, palabra, fra-
baja» y se refiere a la letra minúscu- se o párrafo que haya de aparecer con
la (que antiguamente se depositaba en letra versalita se subraya con un tra-
la parte baja de la caja donde compo- zo doble (v. c. 6) o bien se envuelve
nía el cajista, de ahí la denominación) en un globo y se añade la abreviatu-
(v. c. 6). ra vers.

204
la letra de imprenta

6.3.5. LETRA MAYÚSCULA contexto de letra no normal (muy fina


o negrita, por ejemplo). Cuando sea
La letra mayúscula tiene distinta normal por definición («por defecto»,
figura que la minúscula y es general- como dicen los programas de ordena-
mente más alta. Se usa en principio dor), no se indica nada especial.
de escrito, después de punto, en los
nombres propios y para resaltar una
palabra, frase o párrafo. No debe 6.3.7. Letra seminegra
usarse en las siglas, aunque la grafía
de estas se defina como que se escriben La letra seminegra imprime un ras-
con mayúscula (v. § 6.3.4). go de grosor intermedio entre el de la
En un original, cuando una palabra normal y el de la negrita.
escrita con minúscula haya de aparecer
con mayúscula se subraya con un trazo letra normal
triple o se envuelve con un globo y se letra seminegra
añade la abreviatura c. a., que significa letra negrita
«caja alta» y se refiere a la letra ma-
yúscula (que antiguamente se deposi- No disponen de ella todos los tipos, y
taba en la parte alta de la caja donde su uso en bibliología es también limita-
componía el cajista, de ahí el nombre) do. Solo se emplea cuando se necesita
(v. c. 6), o bien may. establecer un contraste entre la normal
y la negrita, como suele suceder en
algunos diccionarios.
6.3.6. LETRA FINA Y LETRA NORMAL En un original se indica mediante
la palabra seminegra aplicada al ele-
La letra fina tiene un trazo muy es- mento que haya que distinguir con esa
trecho, y en ciertos tipos o no existe o clase de letra.
se usa poco:

letra fina 6.3.8. Letra negrita


letra normal
La letra negrita pinta un trazo más
Los textos se componen con una clase fuerte y grueso que el de la letra nor-
de letra que no suele ser ni muy fina ni mal. Se suele emplear solo para desta-
muy negra. Es costumbre llamarla letra car ciertos títulos y subtítulos, a veces
normal o letra texto, pero en algunos combinada con la cursiva, que da lugar
tipos recibe otras denominaciones, a la negrita cursiva:
como letra regular o letra media y
aun otras; el nombre más habitual en letra normal
tipos de fabricación anglosajona es el letra negrita
de regular. Esta letra que no es ni fina
ni negrita se llama habitualmente letra letra cursiva normal
normal y es la que se usa en un texto letra cursiva negrita
ordinario, sin tener en cuenta las par-
tes que deben destacarse. En un original, la letra, palabra, fra-
En un original, la indicación de se o párrafo que haya de aparecer con
normal se añade cuando se está en un letra negrita se subraya con un trazo

205
la bibliología

ondulado (v. c. 6) o bien se envuelve 23,46823, 9a


en un globo y se añade la abreviatura
negr. Si es negrita cursiva, se subraya Normalmente se colocan a la derecha
con un trazo ondulado y otro recto, o del signo, pero en algunos casos, sobre
bien se envuelve en un globo y se aña- todo en matemáticas y en química,
de la abreviatura negr. curs. pueden ir a la izquierda:

4n .
6.3.9. LETRA ESTRECHA
Y LETRA ANCHA
6.3.11. LETRA SUPERÍNDICE
Por la dimensión horizontal de la le-
tra, esta puede ser estrecha (con menos Son superíndices los signos situados
dimensión que la normal) y ancha (con a la cabeza de otro Signo, generalmen-
más dimensión). En general, tienen te a su derecha.
escaso valor en tipografía biblioló- Los signos que se colocan en posi-
gica (se emplean más en trabajos de ción más elevada en relación con otro
remendería) y menos aún en trabajos signo se escriben con un tamaño más
científicos y técnicos: pequeño y se sitúan alineados con la
cabeza del signo al que afectan:
letra estrecha
letra normal
23, 46823, 9a
letra ancha Normalmente se colocan a la derecha
del signo, pero en algunos casos, sobre
En un original, la letra, palabra, fra- todo en matemáticas y en química,
se o párrafo que haya de aparecer con pueden ir a la izquierda:
letra estrecha o ancha se señala con la
palabra pertinente: estrecha, ancha (y 254N
se añade el porcentaje de estrechamien-
to o de ampliación: 90 %, 80 %, 70 %, Si se trata de notas escritas con ci-
etcétera). A veces, los tipos tienen va- fras voladitas, estas se sitúan después
riantes estrechas y anchas, con lo cual de los signos de puntuación que pue-
no hace falta elegir un porcentaje. dan afectar al signo al que se juntan:

... calamidad;5
6.3.10. LETRA SUBÍNDICE el choucroute...6
Son subíndices los signos situados La escritura, en este caso, se hace
al pie de otro signo, generalmente a su con letra ordinaria, normal (ni fina
derecha. ni negrita) y de redondo, aunque la
Los signos (letras, cifras u otros) cifra o la palabra a las que afecta
que se colocan en posición más baja estén escritas en negrita o de cursiva
en relación con otro signo se escriben (las llamadas de nota son extratex-
con un tamaño más pequeño y se si- tuales). En los demás casos, especial-
túan a la altura de la base del signo al mente cuando indica la numeración
que afectan: arábiga ordinal, la parte voladita o

206
organización externa de la obra

superíndice se grafía igual que la cifra división interna, dependiendo de que


o letra a que afecta: la extensión y esquematización de la
obra dé lugar a la existencia de ambas
3.er, M.a. divisiones. Si una obra está contenida
en una sola unidad física, esta se llama
volumen, no tomo. Recuérdese que
7. Organización externa de la obra tomo significa «sección, corte», y un
solo volumen carece de cortes. Por
Hay una división material y una esta razón, además, un volumen puede
división conceptual de la obra. La divi- estar dividido en tomos (es decir, la
sión material concierne a la obra como materia estar dividida en partes dentro
conjunto y al libro que la contiene. La de un solo volumen), en el caso de que
división intelectual o conceptual se el contenido sea fácilmente divisible
relaciona con el contenido y depende pero no tenga la extensión suficiente
del tipo de obra, de su extensión, de para ocupar más de un volumen.
las partes que en ella puedan señalarse
o establecerse claramente y de otros
aspectos menores. 7.1.2. LOS VOLÚMENES
Cualquier obra consta de una serie
de partes bien diferenciadas. Así, una Un volumen es una división física,
novela sencilla consta de muy pocas una unidad de encuadernación, unidad
partes, pero una enciclopedia puede que puede ser homogénea o hetero-
constar de muchas. génea, dependiente o independiente.
En alguna ocasión, tomo y volumen
pueden coincidir en una sola unidad
7.1. División externa de la obra física, pero será precisamente en el
caso de que una obra esté dividida en
La obra como un todo puede divi- tomos; cuantas veces un tomo de ella
dirse en grandes partes que se llaman esté contenido en un solo volumen, en
tomos y volúmenes. No son la misma una sola unidad física, tomo y volu-
cosa, aunque muy frecuentemente se men coincidirán. Sin embargo, es más
confundan y en algunos casos coin- corriente que una obra tenga más vo-
cidan. lúmenes que tomos. Supongamos, por
ejemplo, una Historia de la humanidad
formada de la siguiente manera:
7.1.1. LOS TOMOS
Partes Tornos Volúmenes
Un tomo es una de las partes en que
puede dividirse una obra para orde- Antigüedad 1 1
nar su contenido. No es una división Edad Media 1 2
Edad Moderna 1 3
material, sino conceptual. La obra Edad Contemporánea 1 4
no se divide arbitrariamente, sino en
función de su contenido, tratando Total 4 10
de que la división responda a la or-
denación intelectual. Por esta razón, Se puede comprobar que, en virtud de
como se verá, el tomo puede ser una la mayor abundancia de documenta-
división externa pero también una ción existente en las últimas edades

207
la bibliología

históricas, cada tomo de los cuatro en tomos, es también división poco prodi-
que se ha dividido la obra necesita más gada actualmente.
volúmenes para exponer su contenido.
Vemos, pues, que la obra se ha dividi- 3. Las partes . Lleve o no una obra
do en cuatro tomos que requieren diez las dos divisiones anteriores, es decir,
volúmenes. Podemos decir, entonces, los tomos y los libros, puede esta divi-
que se trata de una obra en cuatro dirse en partes, las cuales comprenden
tomos y diez volúmenes. Obsérvese, un número determinado de capítulos
de paso, cómo en la primera parte, la en los que se desarrolla una parte con-
Antigüedad, las unidades de tomo y ceptual del contenido de la obra. Son
volumen coinciden, coincidencia que más frecuentes que las dos divisiones
es poco habitual. anteriores. Suelen llevar título propio
y, en este caso, estar introducidas por
portadillas internas (portadas diviso-
7.2. División interna de la obra rias), con el dorso en blanco.

Para su más fácil manejo intelectual, 4. Las secciones . Si las partes se


la parte física del contenido, es decir, el dividen en otras menores, estas suelen
texto, se divide internamente en varias recibir el nombre de sección. En el caso
partes. Podemos considerar en el libro de que las partes se dividan en seccio-
realizado una macroestructura y una nes, son estas las que se subdividen en
microestructura. capítulos. Su numeración depende de
la que lleven las partes, pero, a dife-
rencia de estas, no es normal que estén
7.2.1. MACROESTRUCTURA TEXTUAL introducidas por portadillas internas.

Para organizar internamente el texto


que constituye la obra, se puede dividir 7.2.2. MICROESTRUCTURA TEXTUAL
en tomos, libros o partes, los cuales
contienen porciones determinadas del La microestructura textual compren-
texto. Puede la obra constar de estas de la división más importante de un
tres grandes divisiones internas, pero libro, porque constituye la base de la
también puede prescindir de todas o estructura bibliológica: los capítulos y,
algunas. a veces, aunque raramente, los subcapí-
tulos. Ambos se subdividen en una se-
1. Los tomos . Ya se ha visto an- rie de unidades semánticas que contri-
teriormente (v. § 7.1.1) que las obras buyen a exponer el contenido concep-
pueden dividirse internamente en to- tual de una obra mediante oraciones
mos, aunque esta sea, ciertamente, divi- gramaticales y períodos enlazados e
sión poco frecuente en la actualidad. interdependientes. Suelen subdividirse,
normalmente, en párrafos, apartados,
2. Los libros . Se divida o no en subapartados y subsubapartados.
tomos, el contenido de una obra puede
dividirse en unas partes conceptuales 1. Los capítulos . Los capítulos
llamadas libros, tantas en cada una son las divisiones de cierta extensión
de ellas como exija la complejidad del que se hacen en la materia de los libros
texto. Aunque más comunes que los para una mejor exposición de su con-

208
organización externa de la obra

tenido. Algunas veces se subdividen en pendientes de un apartado. Su nume-


subcapítulos. ración depende de la que tengan estos;
si es con cifras y paréntesis de cierre,
2. LOS SUBCAPÍTULOS. ESta divi- la de los subapartados puede ser con
sión infrecuente sirve para dividir en letras minúsculas cursivas seguidas de
partes los capítulos cuando su exten- paréntesis de cierre en redondo.
sión es muy larga y el contenido muy
complejo. Contribuye a clarificar el 6. LOS SUBSUBAPARTADOS. Son divi-
contenido. siones de los subapartados, y se nume-
ran con una grafía menos importante
3. LOS PÁRRAFOS. LOS párrafos Son que las anteriores: cifras griegas o le-
unidades estructurales del texto for- tras minúsculas cursivas con apóstrofo
madas por una oración o una serie de o bien duplicadas.
oraciones que constituyen un bloque
temático unitario y homogéneo. Estas
unidades semánticas pueden tener una 7.3. La forma de los párrafos
extensión muy variable, desde unas
líneas hasta columnas y páginas, de- Los párrafos pueden adoptar más
pendiendo del contenido del párrafo de una forma, según nuestros deseos
y del estilo del escritor. Cada párra- o la aplicación concreta del texto. Por
fo comprende un número determina- ejemplo, no se dispone igual el texto
do de líneas, de manera que cuando general de un libro o el de un artículo
se hace punto y aparte se inicia otro de periódico que una bibliografía o un
párrafo. Es pues, también, una di- artículo de diccionario. También las
visión física del texto. Sin embargo, casillas de los cuadros pueden adoptar
puede en algún caso hacerse punto y una figura determinada, distinta de la
aparte dentro del mismo párrafo; se que se esté utilizando en el texto.
da este caso cuando el contenido de
un párrafo presenta división en partes,
numeradas o no. 7.3.1. Párrafo ordinario

4. LOS APARTADOS. Los apartados Este estilo de párrafo comienza


son pequeños párrafos dependientes con una sangría, es decir, un pequeño
de otro mayor para la más fácil ex- blanco al comienzo de la primera línea
posición de la materia o contenido de texto, y sus líneas son todas iguales
de este. Generalmente se numeran, ya (se justifican, aunque haya que dividir
sea con cifras arábigas (normalmente palabras) menos la última, que puede
seguidas de paréntesis de cierre), con ser más pequeña (como mínimo debe
letras minúsculas cursivas (seguidas tener cinco letras más la puntuación):
de paréntesis de cierre redondos) o con
un elemento gráfico (signo o topo) El sistema internacional de unidades (si) es
que indique dónde comienza cada un conjunto coherente de unidades destinado
apartado. a unificar los Valores de las medidas en todos
los ámbitos.
Su plasmación en forma de sistema es un
5. LOS SUBAPARTADOS. Los subapar- Viejo anhelo de la humanidad, que ya desde
tados son divisiones de los apartados la Antigüedad había dado pasos en pro de un
formadas por pequeños párrafos de- sistema semejante.

209
la bibliología

Es útil para la composición de textos los cuadros o tablas, en las referencias


generales de libros, revistas y perió- bibliográficas de las bibliografías, en
dicos. los índices alfabéticos. También se
emplea en la alineación de las partes
de párrafos (es decir, apartados y
7.3.2. PÁRRAFO MODERNO O ALEMÁN subapartados).

Variante del párrafo ordinario que


consiste en disponer el texto sin la 7.3.4. PÁRRAFO EN BANDERA
sangría inicial. La última línea debe O COMPOSICIÓN QUEBRADA
ser corta, ya que de lo contrario no se
distinguiría el final de un párrafo y el Disposición del texto de tal manera
comienzo del siguiente: que por uno de los lados, el derecho o
el izquierdo, o por los dos, el texto no
El sistema internacional de unidades (si) es justifica, es decir, la línea de texto no
un conjunto coherente de unidades destinado llena necesariamente la medida exacta.
a unificar los Valores de las medidas en todos Si la parte justificada es la izquierda,
ios ámbitos.
Su plasmación en forma de sistema es un
se dice que hace bandera por la dere-
Viejo anhelo de la humanidad, que ya desde cha:
la Antigüedad había dado pasos en pro de un
sistema semejante. El sistema internacional de unidades
(si) es un conjunto coherente
Es poco utilizado en textos normales, de unidades destinado a unificar
pero puede emplearse en los epígrafes los Valores de las medidas
en todos los ámbitos.
o pies de figuras y en las casillas de los Su plasmación en forma de sistema
cuadros. es un Viejo anhelo de la humanidad,
que ya desde la Antigüedad
había dado pasos en pro de un sistema
semejante.
7.3.3. PÁRRAFO FRANCÉS

Modelo de párrafo inverso del ordi- Si la parte justificada es la derecha, se


nario; en él se sangran o entran todas dice que hace bandera por la izquierda:
las líneas menos la primera:
El sistema internacional de unidades
El sistema internacional de unidades (si) es (si) es un conjunto coherente de
un conjunto coherente de unidades desti- unidades destinado a unificar
nado a unificar los Valores de las medidas los Valores de las medidas
en todos los ámbitos. en todos los ámbitos.
Su plasmación en forma de sistema es un Vie- Su plasmación en forma de
jo anhelo de la humanidad, que ya desde sistema es un viejo anhelo
la Antigüedad había dado pasos en pro de de la humanidad, que ya desde la
un sistema semejante. Antigüedad había dado pasos en pro
de un sistema semejante.

Se usa mucho en diccionarios y vo-


cabularios para la composición y Si la no justificación se aplica por los
disposición de los artículos. En biblio- dos lados, se dice que hace bandera
logía es muy útil en la composición y a derecha e izquierda (texto centra-
disposición de casillas del cuerpo de do):

210
organización externa de la obra
El sistema internacional de unidades (si) El sistema internacional de unidades (si) es
es un conjunto coherente un conjunto coherente de unidades desti-
de unidades destinado a unificar nado a unificar los valores de las medidas
los valores de las medidas en todos los ámbitos
en todos los ámbitos. Su plasmación en forma de sistema es un
Su plasmación en forma de sistema Viejo anhelo de la humanidad, que ya des-
es un Viejo anhelo de la humanidad, de la Antigüedad había dado pasos en pro
que ya desde la Antigüedad había de un sistema semejante.
dado pasos en pro de un sistema semejante.
Es muy útil para la composición y
disposición de epígrafes o pies, por el
Este tipo de disposición de los textos
contraste que presenta su figura con la
es poco utilizado en libros, revistas y
del texto general, normalmente com-
periódicos, salvo en publicidad. Las
puesto en párrafo ordinario.
líneas necesitan una revisión, pues hay
que evitar que en la parte de la bande-
ra queden partículas aisladas y como
7.3.7. PÁRRAFO EN BASE DE LÁMPARA
flotando.
Forma de la composición que consis-
te en un conjunto de líneas centradas
7.3.5. PÁRRAFO EN BLOQUE
desiguales cuya longitud va disminu-
yendo paulatinamente a medida que
Variante del párrafo alemán, en el
se aleja de la primera:
que todas las líneas son iguales (inclui-
da la primera y la última): El sistema internacional de unidades
(si) es un conjunto coherente de
unidades destinado a unificar
El sistema internacional de unidades los Valores de las medidas
(si) es un conjunto coherente de uni- en todos los ámbitos.
dades destinado a unificar los Valores
de las medidas en todos los ámbitos. Se usa sobre todo en títulos de cu-
Su plasmación en forma de sis- biertas, portadillas, portadas, títulos
tema es un Viejo anhelo de la
humanidad, que ya desde la An- centrados, composición de colofones
tigüedad había dado pasos en y en algún otro caso.
pro de un sistema semejante.

7.3.8. Composición en base


Es poco útil, y si se empleara por
DE LÁMPARA INVERTIDA
sistema (por ejemplo, para componer
los epígrafes de las figuras), obligaría
a un esfuerzo enorme para hacer que Variante del párrafo en base de lám-
todos los epígrafes cuadraran, lo cual para que consiste en un conjunto de
es anticientífico y absurdo. líneas centradas desiguales cuya longi-
tud va aumentando paulatinamente a
medida que se aleja de la primera:
7.3.6. PÁRRAFO ESPAÑOL El sistema
internacional
Variante del párrafo alemán en el de unidades (si) es
un conjunto coherente
que la última línea ha de ser corta (de de unidades destinado a
lo contrario, se trataría de un párrafo unificar los valores de las
en bloque) y se centra: medidas en todos los ámbitos.

211
la bibliología

Se suele emplear en títulos y subtítu- página hasta inmediatamente antes


los, pero, con todo, es de muy escaso del capítulo primero o la introducción
empleo. o texto que haga sus veces. Sus partes
son las siguientes:

7.3.9. COMPOSICIÓN EPIGRÁFICA 1. PÁGINAS DE CORTESÍA. Son dos o,


raramente, cuatro páginas que suelen
También llamada jarrón de Médicis dejarse en blanco al comienzo del li-
o copa de Médicis, consiste en un con- bro como muestra de respeto al lector.
junto de líneas desiguales centradas: Confieren prestancia a la obra y es
una forma elegante de comenzarla. Sin
El sistema internacional embargo, por razones varias, algunas
de unidades (si) es un conjunto obras no las llevan.
coherente de unidades
destinado a unificar los Valores
de las medidas 2. Portadilla o anteportada . Si
en todos los ámbitos. la obra no lleva páginas de cortesía,
esta es la primera página del libro. En
Se usa especialmente en títulos y co- ella solo se hace constar el título de la
lofones. obra, sin subtítulo aunque esta lo lleve.
Debería ir en todas las obras, pero en
algunas, por razones de economía, se
8. Organización interna de la obra suprime esta página (y, por consiguien-
te, también la hoja en que aparece).
Quien escribe una obra científica
o técnica debe conocer, siquiera sea 3. CONTRAPORTADA. Si la obra no
someramente, cómo se organiza inter- lleva portadilla, esta página no existe,
namente una obra. puesto que, en los libros que la llevan,
Los trabajos bibliológicos, es de- corresponde al dorso de aquella. Por
cir, los libros, suelen dividirse en tres lo tanto, queda situada frente a la
partes: principios del libro, cuerpo portada, no detrás de ella. Su conte-
del libro y finales del libro. Todas las nido, cuando lo lleva, suele ser parco.
obras, por sencillas que sean, constan En colecciones suele colocarse aquí el
cuando menos de dos de esas tres par- nombre de la colección, su director y
tes: el pliego de principios y el cuerpo los títulos de las obras que la forman.
del libro. Si carece de uno de ellos,
se trata de un fenómeno o de un tra- 4. PORTADA. También llamada
bajo mal organizado y técnicamente fachada, es la página siguiente a la
mal hecho. contraportada, pero puede ser la pri-
mera del libro si este no lleva páginas
de cortesía ni portadilla; la tercera, si
8.1. Los principios del libro lleva portadilla, y la quinta, si lleva
dos páginas de cortesía. Raramente
Los principios del libro, también la portada puede alcanzar un núme-
llamados pliego de principios (porque ro de página (folio) más alto. Es la
siempre se imprimen en el primer plie- página más importante del libro, y
go) o preliminares, comprenden los en ella se hacen constar los siguientes
contenidos del libro desde la primera datos:

212
organización interna de la obra

— nombre del autor; 7. LEMA, TEMA O EPÍGRAFE. A ve-


— título de la obra y subtítulo si lo ces, los autores ponen al frente de su
lleva; obra, como si fuera su motivo guía,
— pie editorial (nombre de la edito- una frase o verso que se refiere al con-
rial y lugar donde reside). tenido del libro. Puede ocupar la mis-
ma página que la dedicatoria, debajo
A veces aparecen aquí otras indica- de ella, o la página impar siguiente.
ciones, como el nombre del traductor
(si se trata de una traducción), el del 8. TEXTOS DE PRESENTACIÓN DE LA
director literario o científico (si se OBRA. En la página impar siguiente
trata de una obra colectiva o en cola- a la última ocupada con texto, co-
boración), el del prologuista u otros mienzan los textos de presentación
semejantes. de la obra, que pueden consistir en
una presentación (escrita por persona
5. PÁGINA DE DERECHOS. Es la pá- distinta del autor), un prólogo (escrito
gina que ocupa el dorso de la portada. por el autor o por persona ajena), una
En ella se hacen constar los siguientes advertencia o nota previa (escrita por
datos: el editor o por el director literario).
Generalmente los textos mencionados
— nombre del traductor (si es una comienzan en página impar, lo que
traducción); indica la importancia que se concede a
— nombre del revisor; estas partes introductorias.
— diseñador de la cubierta;
— dibujante y fotógrafo; 9. AGRADECIMIENTOS. Los autores
— número de la edición y año; de obras o trabajos técnicos y científi-
— número de la reimpresión y cos tienen motivos más que sobrados
año; para mostrar su gratitud a personas
— título original de la obra tradu- e instituciones que les han facilitado
cida; las cosas. Normalmente, los agrade-
— editor de la obra original y lugar cimientos se hacen constar al final del
donde reside; prólogo (si ocupan solo un párrafo) o
— derechos editoriales de la obra bien en nota aparte (si son más exten-
original y año; sos).
— derechos de la obra traducida y
año; 10. ÍNDICE. A continuación pue-
— editorial y su dirección; de haber un índice de contenido de
— número de depósito legal; las partes de la obra, con remisión a
— número de ISBN; las páginas en que cada parte co-
— la expresión «Printed in Spain - mienza.
Impreso en España»; La situación del índice de contenido
— pie de imprenta (imprenta, direc- es discutida, pero pueden tenerse en
ción y año). cuenta estas normas:

6. DEDICATORIA. El autor puede 1) en obras técnicas y científicas, el


dedicar su obra a una persona o enti- índice de contenido debe ir en los
dad. Ocupa la página siguiente a la de principios del libro;
derechos. 2) en los principios del libro, nor-

213
la bibliología

malmente el índice de contenido de topónimos), cronología, glosario,


se coloca inmediatamente des- la bibliografía del libro y otros textos
pués de la página de derechos (es semejantes, siempre tendentes a facili-
decir, antes de la presentación, tar al lector el manejo o la intelección
el prólogo o texto que haga sus de la materia.
veces), pero en algunos casos Los índices alfabéticos, que pueden
los autores prefieren desplazarlo ser de antropónimos, de topónimos,
hasta el final de los principios de materias o una suma de todos
del libro; ellos, son imprescindibles en las obras
3) en obras literarias o semejantes, técnicas y científicas. Omitirlos es una
el índice debe ir al final. falta grave y solo merece una nota de
desaprobación.
11. LISTAS. Después del índice de Los editores poco serios no sugieren
contenido suelen colocarse, cuando la siquiera la conveniencia de realizar
obra las lleva, algunas listas que pue- los índices alfabéticos, puesto que di-
den ser muy útiles para el lector; por latan unos días la salida de la obra y
ejemplo, de abreviaciones, de láminas, en cierto modo la encarecen (aunque
de figuras, de cuadros y tablas, de es- este aspecto sea despreciable). Es el
quemas, etcétera. autor quien debe convencer al editor
de la necesidad de presentar la obra
con todos los requisitos científicos, y
8.2. El cuerpo del libro el de los índices lo es. Confeccionar-
los es delicado. Requiere, sobre todo,
El cuerpo del libro puede dividirse una idea clara acerca de qué materias
en tomos, libros y partes, como se ha deben figurar en el índice alfabético
visto (§ 7.1), pero más habitualmente correspondiente, y si habrá o no índice
se divide solo en partes y capítulos, y de antropónimos y de topónimos, si se
estos en párrafos y apartados. Si lleva mezclarán con los términos del índice
partes, estas pueden ir introducidas de materias, todo en un solo cuerpo, o
por una portadilla interna o portada si se omitirán.
divisoria, en la cual se hace constar el Algunos libros terminan con una
título de la parte; la página posterior anotación, a veces festiva, llamada
debe aparecer en blanco. colofón, donde se suele hacer constar
También puede llevar una intro- que la obra tal (la presente) se terminó
ducción, texto distinto del prólogo; la de imprimir el día del santo tal en los
redacta el autor y en ella da cuenta de talleres de tal, o un texto semejante.
la disposición general de la obra, sus
partes y el contenido de sus capítulos.
9. El trabajo de producción,
impresión y encuadernación
8.3. Finales del libro
9.1. La producción
Esta parte, no obligatoria (muchos
libros no la llevan), es propia de li- En el mundo editorial, la produc-
bros científicos y técnicos, y en ella ción es la faceta de la edición que se
se hacen constar documentos, índices encarga de la realización material de
alfabéticos (de materias, de autores, la obra. El jefe del departamento se

214
el trabajo de producción, impresión y encuadernación

relaciona con las empresas que cola- Por ejemplo, si un impresor dispone
boran con la editorial; por ejemplo, de máquinas para imprimir 64 o 128
las papeleras, los talleres de compo- páginas de una determinada medida
sición, impresión y encuadernación y y el encuadernador solo puede plegar
otras que puedan ser necesarias para una medida inferior, la unidad de tira-
la obtención del producto. Se encarga da será de 64 o 128 páginas, pero la
de buscar los talleres que desarrollarán de encuadernación será de 32 páginas,
las funciones complementarias, como por ejemplo.
la fotorreproducción. La impresión suele hacerse, en este
Durante el proceso de edición, el tipo de obras, por un procedimiento
departamento de producción actúa de litografía indirecta llamada ófset
de correa de trasmisión entre el de- (en inglés, offset). Es un procedimien-
partamento de ediciones y los talle- to litográfico, es decir, con formas
res, de modo que se convierte en un o moldes sin huecos ni relieves, y la
importante nudo de comunicaciones. impresión es indirecta porque la for-
Una vez que recibe de ediciones los ma o molde no imprime directamente
fotolitos revisados y dispuestos para en el papel, sino en una mantilla de
la tirada, producción se encarga de caucho que transfiere la tinta (es decir,
todas las funciones de la obra (si ex- la imagen y el texto) al papel. Este
ceptuamos las pruebas ozálidas, que procedimiento, desarrollado a partir
normalmente son revisadas por el de 1904 (de forma especial a partir de
editor, pero que también podrían serlo 1920), presenta grandes ventajas sobre
por el productor). la clásica impresión tipográfica, como
pueden ser la falta de relieve o huella
(no existe presión como en tipografía)
9.2. La impresión y la calidad de impresión de las ilus-
y la encuadernación traciones tramadas, aunque las tramas
sean muy finas y el papel de mala
Cuando el editor aprueba los foto- calidad. El único inconveniente que
litos o películas en que constan impre- presenta, cada vez menos relevante,
sionados el texto y las ilustraciones, es lo mortecino de la tinta en algunas
el impresor los monta en una película impresiones, debido a que el proceso,
llamada astralón según la distribución que es fisicoquímico, hace uso del agua
que cada página ocupa en el pliego para que la tinta grasa no se adhiera a
(a lo cual se llama lanzado o casado). las partes de la plancha polimetálica
Este pliego es un rectángulo de papel que ha de imprimir en la mantilla de
en el que, según su tamaño, caben 16, caucho. Este juego de agua/tinta a que
32, 64 o más páginas si responde a un se somete la plancha hace que se inves-
plegado regular y distinto número de tigue continuamente en busca de tintas
páginas si el plegado no es regular. resistentes al contacto con el agua.
El pliego en que se imprime un libro Cuando se acaba la tirada, los plie-
se llama unidad de impresión, la cual gos se llevan al taller de encuaderna-
no coincide necesariamente con la uni- ción, donde serán plegados, alzados,
dad de encuadernación, que es el rec- cosidos y encuadernados con tapa
tángulo impreso por ambas caras que (cartoné) o cubiertos con un papel re-
el encuadernador introducirá en sus sistente o cartulina previamente prepa-
máquinas para plegar y encuadernar. rados (rústica). Ese conjunto de pliegos

215
la bibliología

se puede refilar o desvirar (cortar por cación, ya que, aunque el libro o la re-
los tres lados) para que el libro deje de vista estén editados y encuadernados,
ser intonso y se pueda abrir para ser no estarán publicados hasta que no
leído o contemplado. sean puestos a disposición del público
Una vez completadas estas opera- en un número de ejemplares que, como
ciones, el libro o la revista quedan dice la ley de Propiedad intelectual es-
dispuestos para salir al encuentro con pañola, satisfaga razonablemente sus
su lector. Esta salida supone la publi- necesidades.

216
Segunda parte

Diccionario de materias
Índice de materias

ABREVIACIONES ÁNGELES ARGOT BIBLIA


ABREVIAMIENTOS ANIMALES ARISTÓNIMOS BIRMANO
ABREVIATURAS ANIVERSARIOS ARMADA BITÁCORAS
ACCIDENTES GEO- ANTENOMBRES ARMAS BLOGS
GRÁFICOS ANTONOMASIA ARMAS MILITARES BOTÁNICA
ACENTO ANTROPÓNIMOS ARTES BREVES
ACONTECIMIENTOS ANTROPÓNIMOS EX- ARTÍCULOS BULAS
HISTÓRICOS TRANJEROS ASAMBLEAS POLÍ- BUQUES
ACOTACIONES ANTROPÓNIMOS DE TICAS
ACRÓNIMOS FICCIÓN ASCETÓNIMOS CACOGRAFÍAS
ACTAS JUDICIALES ANUARIOS ASIGNATURAS CALIBRES
ACTOS AÑOS ASOCIACIONES CALLES
ACUERDOS APARTADOS ASTERÓNIMOS CAMPEONATOS Y
ADAPTACIÓN APARTADOS DE CO- ASTRONÁUTICA CONCURSOS
ADJETIVOS RREOS ASTRONAVES CANCIONES
ADVOCACIONES APARTADOS POS- ASTRONOMÍA CANTIDADES
AERONAVES TALES ASTROS CANTOS
AEROPUERTOS APELLIDOS AUTÓNIMOS CAPÍTULOS
AFORISMOS APELLIDOS CATA- AUTOPISTAS Y AU- CARACTERES DE IM-
AFRIKÁANS LANES TOVÍAS PRENTA
AGNOMENTOS APELLIDOS ESPA- AUTORES CARGOS Y EMPLEOS
AGRUPACIONES ÑOLES AUTOVÍAS CARRETERAS
ALBANÉS APELLIDOS EXTRAN- AVENIDAS CARTAS
ALEACIONES JEROS AVES CARTAS APOSTÓLI-
ALEGORÍAS APELLIDOS GALLE- AVIONES CAS
ALEMÁN GOS CARTAS DE LA BA-
ALFÓNIMOS APELLIDOS VASCOS BACTERIAS RAJA
ALIAS APÉNDICES BALLETS CARTOGRAFÍA
ALMANAQUES APODOS BANDOS CATALÁN
ALÓNIMOS APOTECÓNIMOS BARAJA CÁTEDRAS
ANEMÓNIMOS ÁRABE BARCOS CERTÁMENES
ANEXOS ÁRBOLES BATALLAS CESURAS

219
Indice de materias

CH CORREOS ELECTRÓ- DISTINCIONES ESCULTURAS


CHECO NICOS DISTRITOS ESLÓGANES
CHINO CORTESÍA DIVINIDADES ESLOVACO
CIENCIAS CORTIJOS DIVISAS ESPADAS
CIFRAS COSMÓNIMOS DIVISIONES ADMI- ESPAÑOL
CINE CREACIONES NISTRATIVAS ESPECIES
CINTAS CRIPTÓNIMOS DOCTRINAS ESTABLECIMIENTOS
CIRCULARES CROMÓNIMOS DOCUMENTALES ESTACIONES
CÍRCULOS IMAGI- CRONOLOGÍA DOCUMENTOS ESTACIONES DEL
NARIOS CRONÓNIMOS DRAMATURGIA AÑO
CIRÍLICO CRUCES1 ECLESIÁSTICOS ESTACIONES FERRO-
CISMAS CRUCES1 ECLÍPTICA VIARIAS
CLASES SOCIALES CRUZADAS ECUADOR ESTACIONES ORBI-
CÓDIGOS CUADERNOS EDADES TALES
CÓDIGOS POSTALES CUADERNOS DE BI- EDADES HISTÓRI- ESTANCIAS
COGNOMENTOS TÁCORA CAS ESTATUAS
COLECCIONES BI- CUADROS EDICIONES ESTILOS ARTÍSTI-
BLIOGRÁFICAS CURSOS Y CURSI- EDICTOS COS
COLOQUIOS LLOS EDIFICIOS ESTRATOS GEOLÓ-
COLORES EDUCACIÓN GICOS
COMARCAS DANÉS ÉGLOGAS ESTRELLAS
COMEDIAS DANZAS EJEMPLOS ESTROFAS
COMERCIO DÉCADAS EJÉRCITO Y ARMA- ET
COMETAS DECENIOS DA ETNIAS
CÓMICS DECIMALES ELEMENTOS QUÍ- ETNÓNIMOS
COMIDAS DEDICATORIAS MICOS EUSKERA
COMPETICIONES DE- DEIDADES EMBARCACIONES EVANGELIOS
PORTIVAS DEMONIOS EMPERADORES EXOANTROPÓNI-
COMPOSICIONES MU- DEPARTAMENTOS EMPLEOS MOS
SICALES DEPORTES Y JUEGOS EMPRESAS ExÓNIMOS
COMUNICACIONES DESINENCIAS ENCABEZAMIENTOS ExOTOPÓNIMOS
CONCIERTOS DIÁLOGOS ENCÍCLICAS EXPOSICIONES
CONCILIOS DIARIOS ENCICLOPEDIAS EXTRANJERISMOS
CONCURSOS DÍAS ENCUENTROS
CONDECORACIO- DÍAS DE LA SEMA- ENFERMEDADES FACULTADES
NES NA ENLACES FALTAS DE ORTOGRA-
CONECTIVOS DICCIONARIOS ENSEÑANZA FÍA
CONFERENCIAS DICHOS ENTIDADES FÁRMACOS
CONFLICTOS DICTADOS ENTOMÓNIMOS FASCÍCULOS
CONGREGACIONES DIGNIDAD ENTRADAS FAXES
RELIGIOSAS DÍGRAFOS ENUMERACIONES FECHAS
CONGRESOS DINASTÍAS EPÍSTOLAS FERIAS
CONSTELACIONES DIOSES ÉPOCAS FESTIVAS FESTIVALES
CONSTRUCCIONES DIRECCIONES POS- ÉPOCAS HISTÓRICAS FICCIÓN
CONTRACCIONES TALES EPÓNIMOS FIESTAS
CONVENCIONES DIRIGIBLES ERAS FILMES
CONVERSACIONES DISCIPLINAS ACADÉ- ESCALAS FINCAS
COREANO MICAS ESCENAS FINÉS
COREOGRAFÍAS DISCOS ESCOCÉS FIRMAS
CORPORACIONES DISCURSOS ESCRITOS FIRMAS COMERCIA-
CORREOS DISGRAFÍAS ESCUELAS LES

220
Indice de materias

FÍSICA GUERRAS LATINISMOS MICÓNIMOS


FITÓNIMOS LATITUDES MICROTOPÓNIMOS
FLAMENCO HAGIÓNIMOS O LECCIONES MILENIOS
FOLIOS HAGIOTOPÓNI- LEMAS MILICIA
FOLIOS PROLOGA- MOS LENGUAS MINERALES
LES HEBREO LETRAS MITOLOGÍA
FOLLETOS HECHOS HISTÓRI- LEYES MODA
FORMATOS COS LIBROS MODELOS
FOROS, GRUPOS DE HEMISFERIOS LIBROS SAGRADOS MODISMOS
NOTICIAS Y LISTAS HETEROGRAFÍAS LIGADURAS MONEDAS
DE DISTRIBUCIÓN HETERÓNIMOS LÍNEAS IMAGINA- MONJAS
FOTOGRAFÍAS HIDRÓNIMOS RIAS MONUMENTOS
FRAILES Y MONJAS HIMNOS LISTAS DE DISTRI- MOSAICOS
FRANCÉS HINDI BUCIÓN MOTES
FRASES HIPERENLACES LITERATURA MOTU PROPRIO
FRASES CÉLEBRES HIPERVÍNCULOS LITÓNIMOS MOVIMIENTOS AR-
FUENTES HIPOCORÍSTICOS LL TÍSTICOS, POLÍTI-
FUERZAS ARMADAS HISTORIA LOCUCIONES COS Y CULTURA-
HOLANDÉS LONGITUDES Y LA- LES
GAÉLICO HORARIOS TITUDES MUÑECAS
GALARDONES HORAS LUGARES CELESTIA- MÚSICA
GALAXIAS HÚNGARO LES
GALLEGO HURACANES LUGARES DE EDI- NAIPES
GÉNEROS LITERA- CIÓN NAVES
RIOS ICTIÓNIMOS NAVES ESPACIALES
GENES IMPRESOS MACROTOPÓNIMOS NEBULOSAS
GENTILICIOS IMPUESTOS MALAPROPISMOS NEERLANDÉS
GEOGRAFÍA INDIOS MAPAS NEOLOGISMOS
GEOLOGÍA INDONESIO MÁQUINAS NOMBRES
GEOMETRÍA INDUSTRIA Y CO- MARCAS REGISTRA- NOMBRES ANTONO-
GEÓNIMOS MERCIO DAS MÁSTICOS
GLOBOS INFORMÁTICA MARES NOMBRES DE AU-
GLOTÓNIMOS INGLÉS MÁSTERES TORES
GRADOS INSCRIPCIONES MATEMÁTICA NOMBRES DE CA-
GRADOS MILITARES INSECTOS MATRÍCULAS AUTO- LLES
GRAFEMAS COM- INSTITUCIONES MOVILÍSTICAS NOMBRES CIENTÍ-
PLEJOS IRLANDÉS MÁXIMAS FICOS
GRAFÍAS IRONÍA MEDALLAS NOMBRES COMER-
GRAMÁTICA ISBN MEDICAMENTOS CIALES
GRIEGO ISSN MEDICINAS NOMBRES DE DIG-
GRUPOS ARTÍSTI- ITALIANO MEDIDAS NIDAD
COS MEDIOS DE COMU- NOMBRES ESPECÍ-
GRUPOS ESCULTÓ- JARDINES NICACIÓN FICOS
RICOS JERGA MEMBRETES NOMBRES FICTI-
GRUPOS HUMANOS JORNADAS MENCIÓN Y USO CIOS
GRUPOS MUSICALES JUDICATURA MESAS REDONDAS NOMBRES GENÉRI-
Y TEATRALES JUEGOS MESES COS
GRUPOS DE NOTI- JUEGOS OLÍMPICOS MESOTOPÓNIMOS NOMBRES GEOGRÁ-
CIAS METALENGUAJE FICOS
GRUPOS SANGUÍ- LÁMINAS METALES NOMBRES DE GUE-
NEOS LATÍN METEOROLOGÍA RRA

221
índice de materias

NOMBRES HIPOCO- ORACIONES PIEZAS TEATRALES RÓTULOS


RÍSTICOS ÓRDENES MILITA- PINTURAS RR
NOMBRES DE LU- RES PLANETAS RUMANO
GAR ÓRDENES RELIGIO- PLANTAS RUSO
NOMBRES MITOLÓ- SAS POESÍAS RUTAS
GICOS ORGANISMOS POLACO
NOMBRES DE PAÍSES ORGANIZACIONES POLICÍA SACRAMENTOS
NOMBRES DE PER- ORNITÓNIMOS POLÍTICA SALMOS
SONA ORÓNIMOS POLOS SANTOS
NOMBRES PERSONI- PONENCIAS SATÉLITES
FICADOS PÁGINAS POR MIL SATÉLITES ARTIFI-
NOMBRES DE PILA PAÍSES PORCENTAJES CIALES
NOMBRES POSTI- PÁJAROS PORTUGUÉS SÁTIRAS
ZOS PALABRAS BIACEN- PRECIOS SECCIONES
NOMBRES PROPIOS TUALES PREFIJOS Y SUFIJOS SECTAS
NOMBRES DE RELI- PALABRAS EXTRAN- PREGONES SEGUNDOS
GIÓN JERAS PREMIOS SELECCIONES NA-
NORUEGO PALABRAS MALSO- PRENOMBRES CIONALES
NOTAS MUSICALES NANTES PRÍNCIPES SEMANARIOS
NOTICIAS PALOS DE LA BA- PROFESIONES SEMANAS
NOVÍSIMOS RAJA PROGRAMAS SEMINARIOS
NUMERACIÓN ARÁ- PAPAS PROGRAMAS INFOR- SENTIDO
BIGA PARENTESCO MÁTICOS SEÑAS
NUMERACIÓN RO- PARQUES Y JARDI- PRONOMBRES DI- SEPARATAS
MANA NES VINOS SERES VIVOS
NÚMEROS PÁRRAFOS PROVERBIOS SERIES TELEVISIVAS
NUMISMÁTICA PARTES PROYECTOS SEUDÓNIMOS
PARTIDOS POLÍTI- PUBLICACIONES SEUDÓNIMOS ANA-
OBJETOS COS PUBLICACIONES PE- GRAMÁTICOS
OBRAS DE ARTE PASEOS RIÓDICAS SIGLAS
OBRAS CIENTÍFICAS PECADOS CAPITA- PUEBLOS SIGLAS DE LA BIBLIA
Y TÉCNICAS LES PUENTES SIGLAS BIBLIOGRÁ-
OBRAS DE CREA- PECES PUNTOS CARDINA- FICAS
CIÓN PELÍCULAS LES SIGLÓNIMOS
OBRAS DRAMÁTI- PENSAMIENTOS SIGLOS
CAS PERIÓDICOS RAZAS SIGNIFICADOS
OBRAS LEXICOGRÁ- PERÍODOS FESTI- RECITALES SIGNOS
FICAS VOS RECOPILACIONES SÍMBOLOS
OBRAS MUSICALES PERÍODOS GEOLÓ- REFRANES SIMPOSIOS
OBRAS NORMATI- GICOS REGÍMENES POLÍ- SISTEMA INTERNA-
VAS PERÍODOS HISTÓ- TICOS CIONAL DE UNIDA-
OBRAS DE TEATRO RICOS REGIONES NATU- DES (SI)
OCÉANOS PERSONAJES CELES- RALES SISTEMA MÉTRICO
ODAS TIALES RELIGIONES DECIMAL
OFICIOS Y PROFE- PERSONAJES DE FIC- RELIGIOSOS SOBRENOMBRES
SIONES CIÓN REUNIONES SOCIEDADES
OLIMPÍADAS PERSONAJES REA- REVISTAS SOCIEDADES CO-
ONOMÁSTICA LES REYES, EMPERADO- MERCIALES Y MER-
ONOMATOPEYAS PERSONIFICACIO- RES, PRÍNCIPES CANTILES
OPERACIONES NES ROSA DE LOS VIEN- SONETOS
ÓPERAS PIE EDITORIAL TOS SUECO

222
Indice de materias

SUFIJOS TÍTULOS HONORÍ- TRIBUS VERSOS


FICOS TURCO VÍAS PÚBLICAS
TAILANDÉS TÍTULOS POLÍTICOS VIENTOS
TALASÓNIMOS TOMOS ULTRACORRECCIO- VIETNAMITA
TALLERES TOPOGRAFÍA NES VILLAS
TAXONOMÍA TOPÓNIMOS UNIDADES DE ME- VÍNCULOS
TEATRO TOPÓNIMOS DE ES- DIDA VIRTUDES
TEBEOS PAÑA UNIDADES MILITA- VIRUS
TELÉFONOS Y FAXES TOPÓNIMOS EX- RES VIRUS INFORMÁTI-
TEÓNIMOS TRANJEROS UNIVERSO COS
TEXTOS TOPÓNIMOS URBA- URBANIDAD VOLÚMENES
TIEMPO NOS URBANIZACIONES
TIFONES TRASCRIPCIONES Y USO Y MENCIÓN WEBS
TIPOS DE IMPRENTA TRASLITERACIONES WEBLOGS
TÍTULOS TRATADOS VASCO
TÍTULOS ACADÉMI- TRATAMIENTOS VEGETALES ZEPELINES
COS TRATAMIENTOS RE- VEHÍCULOS ZODIACO
TÍTULOS DE DIGNI- LIGIOSOS VERSÍCULOS ZONAS DEL UNIVER-
DAD TRENES VERSIONES SO
ZOÓNIMOS

223
aa A

abreviaciones utilizar una abreviación (abreviatura o sím-


1. DEFINICIÓN. La palabra abreviación bolo) si el autor no está plenamente seguro
da nombre genérico a todas y cada una de de que Va a ser rectamente interpretada. Para
conseguir esto, es menester que entre parén-
las formas de abreviar. Por ejemplo, podría-
tesis, o bien a pie de página o, en caso de ser
mos decir que toda abreviatura es una abre- muy abundantes, en lista al principio del libro
viación, pero no toda abreviación es una o escrito, se indique qué significa cada una de
abreviatura. Lo mismo podríamos decir de las abreviaciones empleadas en el texto.
los abreviamientos, las siglas, los símbolos
y algunas otras formas de abreviar. 2. GRAFÍA. Cada tipo de abreviación tie-
ne su propia grafía. Así, mientras las abre-
En cualquier obra técnica o científica, en
cualquier trabajo de investigación puede ser viaturas se escriben con punto abreviativo,
necesario utilizar abreviaciones de distintos los abreviamientos, las siglas y los símbolos
tipos. Si bien es una Vieja costumbre que no no lo llevan; mientras las abreviaturas y los
está prohibida, modernamente se tiende a abreviamientos (especialmente los hipoco-
emitir mensajes libres de interferencias, rui- rísticos) se escriben con las mayúsculas que
dos, dudas o inseguridades. Por ello, como les correspondan (si les corresponden) y el
norma general, deben emplearse las menos resto con minúsculas, las siglas se escriben
abreviaciones que sea posible. En textos or- con versalitas y los símbolos con la grafía
dinarios no deben emplearse abreviaturas
que para cada uno de ellos se haya estable-
comunes, salvo si aparecen entre paréntesis
o en cuadros. En cuanto a los símbolos, solo cido; mientras las abreviaturas se prestan
deben emplearse aquellos que el lector pueda al plural y a veces lo llevan, las siglas y los
interpretar con seguridad; por ejemplo, por símbolos carecen de esa marca. Debe aten-
tratarse de símbolos empleados en su propio derse, pues, al tipo de abreviación que se
contexto o campo de aplicación o porque en utilice para aplicarle su grafía.
el propio escrito están suficientemente expli- 3. → ABREVIAMIENTOS; ABREVIATURAS;
cados. En biología y otras ciencias, el número ACRÓNIMOS; ASTERÓNIMOS; CRIPTÓNIMOS;
de abreviaturas y símbolos debe limitarse a los GRAMÁTICA; NOMBRES HIPOCORÍSTICOS;
que con seguridad sean comprendidos por el
SIGLAS; SIGLÓNIMOS; SIGNOS; SÍMBOLOS.
lector sin obligarle a un esfuerzo adicional.
Recuérdese que un texto lleno de abreviacio-
nes añade un código de interpretación a los abreviamientos
que ya contiene un texto técnico o científico. 1. Definición . Un abreviamiento es
Por supuesto, ninguna obra o escrito debería el resultado del acortamiento fonético de

225
abreviaturas

una palabra, como poli por policía, pelu entre paréntesis o en citas bibliográficas,
por peluquería. notas, cuadros y esquemas (V. c. 1), pero no
2. GRAFÍA. al correr del texto, salvo que sean imprescin-
2.1. Los abreviamientos se escriben de dibles. Algunas abreviaturas, incluso de las
muy utilizadas en ciertos textos, pueden en
redondo y con inicial minúscula si forman algún contexto prestarse a una interpretación
nombres comunes: errónea, con más razón las que son poco habi-
tuales o están mal formadas. Muchos lectores
poli, pelu, tele, peque, chelo, fago, fax, alelo, carecen de experiencia en la interpretación de
lito, metro, magneto, fonendo, moto, bici, abreviaciones, por lo que debe facilitárseles
mili. la información con los menos tropiezos que
sea posible. Como norma general, los textos
Solamente deben escribirse con cursiva (no ordinarios no deberían contener abreviaturas,
con comillas) los abreviamientos acomoda- salvo si se emplean entre paréntesis o si apa-
ticios y ocasionales. recen en notas, cuadros, citas bibliográficas
2.2. Se escriben de redondo y con inicial o bibliografías. En este caso son corrientes
mayúscula los abreviamientos que al mis- las abreviaturas de palabras como articulo,
mo tiempo son nombres hipocorísticos de capitulo, edición, figura, lámina, libro, pagina,
personas, como tomo, volumen.

Mari, Santi, Toni, 2. GRAFÍA.


2.1. Los procedimientos de abreviación
o de lugares, como dan lugar a los siguientes tipos generales
de abreviaturas:
Guate (Guatemala), Frisco (San Francisco),
Barna (Barcelona), Císter (Cistercium), Popo 1) abreviaturas regulares o por sus-
(Popocatépetl), Nica (Nicaragua).
pensión (apócope), que se forman
3. GÉNERO. Los abreviamientos se for-
eliminando la parte final de la pala-
man por aféresis (chelo por violonchelo) bra, pero conservando de esta más
o por apócope (san por santo). El más de una letra, como imp. ‘importe’,
utilizado es el segundo, que, al no aparecer deleg. ‘delegación’ o ‘delegado’, estét.
en ellos la moción de género, mantienen el ‘estética’;
que tenían como palabras plenas; solo una 2) abreviaturas convencionales, que se
extraña excepción impuesta por el uso: subdividen en
profa como femenino de profe (de hecho,
abreviamiento de profesora). a) abreviaturas por siglas (apócope),
4. ALFABETIZACIÓN. Los abreviamien-
que se forman conservando de la
tos no presentan, a este respecto, problemas palabra solo la inicial, como A.
especiales. Se alfabetizan como las palabras ‘aprobado’, P. ‘padre’ (religioso);
que son, escribiéndolas con inicial minús- b) abreviaturas por contracción (sin-
cula o mayúscula según que se trate de copa), que se forman eliminando
un nombre común o propio, respectiva- varias letras del interior de la
mente. palabra, seguidas o alternas: cia.
5. → ABREVIACIONES; GRAMÁTICA; NOM- ‘compañía’, prnl. ‘pronominal’.
BRES HIPOCORÍSTICOS.
Son mucho más abundantes las primeras,
abreviaturas las regulares o por suspensión, pero casi
1. DEFINICIÓN. Una abreviatura es la re- siempre se prestan mal al plural, al que se
presentación gráfica de Una o más palabras someten mejor las abreviaturas convencio-
con menos letras de las que las forman. nales (v. § 7).
2.2. Cualquier palabra puede abreviarse
La regla de oro de las abreviaturas es con solo la inicial, siempre que en la misma
usarlas lo menos posible, preferiblemente unidad textual no se confunda con otra

226
abreviaturas

abreviatura igual para una palabra distinta. línea, posición en que no debía aparecer por
No obstante, si la palabra tiene consagra- cuanto quedaba separada de su complemen-
da una forma abreviativa, es preferible to (siempre anterior), resolvía el problema
usar esta a cualquier otra. Por ejemplo, la escribiendo la palabra a lo largo, con todas
palabra artículo podría abreviarse en a., sus letras. Sin embargo, en la actualidad,
pero esta voz tiene una abreviatura, art., desde que se introdujo la autoedición (e
que le es propia en su contexto (es decir, incluso antes, con la fotocomposición),
en edición y bibliología, a veces en co- el teclista no controla las peculiaridades
mercio); lo mismo podría decirse de cita- del texto, por lo que el corrector se verá
do, cuya abreviatura reconocida es cit., obligado a corregirla cuando aparezca a
por lo que no es recomendable ninguna principio de línea. Pero basta un leve cam-
otra. bio del contenido (por ejemplo, la adición
2.3. Para que valga la pena realizar la o eliminación de una coma) para que todo
abreviatura, es menester suprimir al menos el texto cambie en su disposición y lo que
tres signos de la palabra que se abrevia. antes era incorrecto sea ahora correcto,
Solo en contados casos puede admitirse una y viceversa. Esta situación, corrigiendo y
abreviatura con una supresión de menos de descorrigiendo sucesivamente, se convierte
tres signos. Sin embargo, no debería usarse en un engorro. La única solución consis-
una abreviatura como vid. (cuatro signos) te en componer siempre la palabra con
para sustituir a vide (cuatro signos); en este todas sus letras: etcétera (así lo hace ya un
caso la abreviatura correspondiente es v. diario como El País, de Madrid), con lo que
‘vide, véase’. El hecho de que se haya usa- el problema desaparece.
do siempre así no debería servir de excusa 3. ESCRITURA TIPOGRÁFICA. La letra
para no rectificar algo que a todas luces es o letras con que se representan en la es-
erróneo o inadecuado. critura una o más palabras se escriben
2.4. Una abreviatura regular o por generalmente de redondo y, en principio,
suspensión (v. §2.1-1) nunca debe acabar con inicial minúscula o mayúscula según
en vocal, como *vé. por véase, ni tampoco que se trate de nombre común o propio,
separar las dos consonantes que preceden a respectivamente:
una vocal si ambas consonantes son tauto-
silábicas (pertenecen a una misma sílaba); admon., art., arts., p., pp., EE. UU., JJ. MM.,
por ejemplo, la abreviatura correcta de Udes.
explosión es expl., no exp. Sí pueden acabar
en vocal las abreviaturas convencionales 4. PUNTO ABREVIATIVO.
(v. §2.1-2). 4.1. En español, todas las abreviatu-
2.5. Algunas abreviaturas que se em- ras deben llevar punto, llamado punto
plean normalmente en notas y citas biblio- abreviativo. Esta norma no rige con igual
gráficas deben escribirse con todas sus letras imperativo en otras lenguas, como inglés
si comienzan texto; por ejemplo, no se debe o francés. En inglés se hace amplio uso no
escribir V. M. Seco, porque parece que se solo de las abreviaturas sin punto, sino tam-
trata de un nombre, sino Véase M. Seco. bién sin espacios cuando hay más de una
2.6. La abreviatura etc., prácticamente (en abreviaturas compuestas); por ejemplo,
la única que se empleaba sistemáticamente en las bibliografías y trabajos semejantes,
en textos españoles, debe dejar de utilizar- las letras con que se abrevian los nombres
se debido a las peculiaridades de la grafía de pila de los autores se escriben juntas y
tipográfica en autoedición. En efecto, con sin punto:
la composición manual y en linotipia o
monotipia, el control de los accidentes de Kennedy, PT; McQuinn, JE.
la composición correspondía al compositor,
de tal manera que este, cuando observaba En francés llevan punto las abreviaturas
que la abreviatura iba a caer a principio de regulares o por suspensión (v. §2.1-1):

227
abreviaturas

chap. chapitre ‘capítulo’, Vol. volume ‘Volu- los tratamientos, pese a que escritos a lo
men’, largo llevan minúscula inicial: ud. ‘usted’,
5. M. ‘su majestad’, Rvdo. ‘reverendo’.
pero no lo llevan las abreviaturas conven-
Por razones tradicionales, se escriben con
cionales (v. §2.1-2):
inicial mayúscula otras abreviaturas como
Mme madame ‘señora’, Cie compagnie ‘com- N. B. ‘nota bene’, P. D. ‘posdata’, V.° B.°
pañía’, bd boulevard ‘bulevar’, fg faubourg ‘visto bueno’, P. P. ‘porte pagado’, P. V. P.
‘suburbio’. ‘precio de venta al público’, 5. R. C. ‘se
ruega contestación’ y otras. En otros casos
4.2. En las abreviaturas con una parte se admite la escritura con mayúscula o con
voladita, el punto abreviativo se coloca minúscula, indistintamente, y entonces
antes de esa parte voladita: M.a, no *Ma ni es preferible utilizar la minúscula: p. a. o
*Ma.; de igual manera, la forma correcta P. A. ‘por autorización’ (mejor, con todo,
de abreviar doña es D.a, no *Da ni *Da. P. a., puesto que siempre empieza después
(con punto exterior). Es también incorrecto de punto), q. D. g. o Q. D. G. ‘que Dios
eliminar el punto abreviativo y escribir con guarde’ y otras.
letra normal la que debe ser voladita: *Ma 6. GÉNERO. En el párrafo 6.1.6, página
(María), *Da (doña). 95, de la ole 99, la Academia establece una
4.3. Teniendo en cuenta la norma an- extraña norma que dice: «El femenino de
terior, las abreviaturas de números deben las abreviaturas puede formarse añadiendo
llevar el punto abreviativo y además colo- una a, volada o no. Ejemplos: Sr.a o Sra.
cado antes de la letra voladita: 1.a, 2.°, 3.er, (por señora), Dr.a o Dra. (por doctora)». Se-
4.°. Omitir este punto abreviativo, como gún las normas de abreviación (v. § 2.1-2b,
suelen hacer algunos, no solo es ortográfi- anteriormente), las abreviaturas convencio-
camente incorrecto (las abreviaturas deben nales obtenidas por contracción mantienen
llevar punto), sino que puede introducir un las letras primera y última, como en Sr., Dr.
elemento de confusión en el mensaje; en por señor, doctor, respectivamente (a veces
efecto, no es lo mismo 4.° (cuarto) que 4° las dos últimas, como en Cía.) o la primera
(cuatro grados). letra y la última sílaba, como en gdor. por
4.4. En su ole 99, la Academia intro- gobernador, Excmo. por excelentísimo.
duce, en alternancia con las normales, las Pues bien: según la Academia, cuando se
voladitas subrayadas (a o), letras inexistentes conserva la inicial y la consonante final
en las pólizas modernas (se pueden obtener (caso de Sr., Dr.), el femenino puede formar-
subrayando las letras y después convirtién- se con la última letra voladita o normal. Así,
dolas en voladitas, como se ha hecho aquí), para la Academia son correctas las formas
por lo que parece absurdo retroceder en el Sr.a o Sra., Dr.a o Dra. Ninguna norma del
tiempo y elegir una grafía que necesaria- español escrito puede amparar esa grafía en
mente hay que abandonar. la que se descoyunta la última sílaba para
5. MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS. Las presentar, sin ninguna razón, la cabeza de la
abreviaturas de palabras escritas con inicial sílaba al nivel normal de escritura y la coda
minúscula se escriben normalmente con en forma voladita. Eso no tiene sentido en
inicial minúscula, y las de palabras escritas la grafía de las abreviaturas en español. La
con inicial mayúscula se escriben con inicial Academia olvida que lo que está haciendo
mayúscula; por ejemplo, pról. por prólo- es obtener las abreviaturas respectivas de
go, J. C. por Jesucristo. Sin embargo, esta palabras femeninas como señora y doctora
norma presenta muchísimas excepciones, (no está estableciendo la forma femenina
sobre todo en el sentido de escribir con de abreviaturas masculinas como Sr. o Dr.,
inicial mayúscula muchas abreviaturas de sino la abreviatura de palabras como señora
palabras o sintagmas que se escriben con y doctora), las cuales, siguiendo el método
inicial minúscula. Por ejemplo, se escriben de la contracción, son Sra. y Dra. Es decir,
con inicial mayúscula, sin excepción, todos respectivamente la primera letra y la última

228
abreviaturas

sílaba de las palabras femeninas cuyas abre- es *pt., sino pta. (ni la palabra es *pesets,
viaturas queremos obtener. Sin embargo, sino pesetas). Cuando la abreviatura con-
obsérvese que sí es correcta la abreviatura vencional acaba en consonante, el plural
de directora como dir.a (la Academia, en el se forma añadiendo el morfema -es: de
DRAE01, escribe Dir.a, pero no es exacto: admón. ‘administración’, admones.; así
la palabra directora no es un tratamiento pues, el plural de pta. no es *pts., como
[que es lo que justifica la mayúscula de Sr. dice la Academia en su Ortografía (1999:
y Dr.], sino el nombre de un cargo, por lo 96), sino ptas., e igualmente el de Ud. no
cual debe escribirse con minúscula inicial). es, como asegura la misma fuente, * Uds.,
En efecto, esta abreviatura no se obtiene sino Udes. Lo que se abrevia, en uno y otro
por contracción, sino por apócope, lo cual caso, es pesetas y ustedes, respectivamente,
permite escribir la primera parte de la no *pesets ni *usteds.
grafía con letra normal y después, al ha- 7.2. En algunos casos, sobre todo cuan-
cer el femenino, marcarlo con la última le- do los elementos del contexto dejan claro
tra en posición voladita, como se hace con que se trata de un plural, puede utilizarse
prof.a ‘profesora’. Es decir, que el género la abreviatura singular con ese valor, como
de las abreviaturas se obtiene de manera en pág. 25-27, o bien 236 pág., donde se ve
distinta si se trata de una por apócope que se trata de más de una página. Sin em-
(regular o por suspensión) (que se forma bargo, debido a las vacilaciones que puede
añadiendo el femenino, como en deleg.a ‘de- provocar en el lector, y por mantener cohe-
legada’), que si se trata de una obtenida por rencia interna del sistema (abreviaturas en
contracción, como las vistas anteriormente. plural siempre que se abrevie una palabra
7. PLURAL. en plural), es mejor emplear las abreviaturas
7.1. Las abreviaturas admiten general- que corresponden al plural: págs. 25-27, o
mente la forma de plural cuando se aplican bien 236 págs.
a una palabra en plural; por ejemplo, pags. 8. DIVISIÓN A FIN DE LÍNEA.
o pp. por páginas, sigs. o ss. por siguientes, 8.1. En contra de lo que se ha dicho
ff. cc. por ferrocarriles, VV. A A. por vues- más de una vez en textos normativos,
tras altezas. A veces resulta problemática una abreviatura puede dividirse a final de
la adición de la forma de plural en las línea siempre que su estructura lo permita.
abreviaturas por suspensión, especialmen- Como en español las palabras se dividen
te debido a que el lugar en que se da la por sílabas, las abreviaturas solo pueden
moción de plural es precisamente la parte dividirse si tienen más de una; por ejemplo,
suprimida. Incluso puede llegar a producir se puede dividir admón. (ad- / món.), pero
confusión en algún caso; por ejemplo, no se puede dividir impr. porque no tiene
bols. puede ser abreviatura de boletines y más que una sílaba.
de bolsillo. Sin embargo, si el contexto es- 8.2. Las abreviaturas que constan de más
clarece cuál es la palabra abreviada, puede de un término no pueden separarse a final
emplearse el plural. Cuando la abreviatura de línea; por ejemplo, no se debe separar
se expresa con solo la inicial de la palabra 5. / M. ni tampoco la abreviatura del térmi-
(abreviatura convencional), el plural se no de que depende: S. M. / el rey.
indica duplicando esa inicial, ambas en 9. ALFABETIZACIÓN.
mayúsculas y con un solo punto: A. ‘alteza’ 9.1. Las abreviaturas simples, formadas
y AA. ‘altezas’, SS. MM. ‘sus majestades’, por un solo término, no ofrecen, en princi-
JJ. OO. ‘Juegos Olímpicos’, CC. OO. pio, mayores problemas de alfabetización.
‘Comisiones Obreras’. En las abreviaturas 9.2. Las abreviaturas formadas por dos
convencionales que acaban en vocal, el o más términos pueden alfabetizarse por
plural se indica tras esta vocal: de Srta. palabras (alfabetización discontinua) o
‘señorita’, la forma plural es Srtas.; de pta. por letras (alfabetización continua). Dada
‘peseta’, el plural es ptas. La abreviatura la naturaleza de las abreviaturas, es reco-
*pts. es incorrecta porque el singular no mendable la primera forma, con objeto de

229
accidentes geográficos
que todas las abreviaturas que tengan la de abreviaturas latinas como et al. por y
misma forma en la palabra inicial queden otros, q. v. ‘quod vide’ por v. ‘véase’, vid.
juntas. Un ejemplo de la alfabetización por ‘vide’ por v. ‘véase’, etcétera. De hecho, solo
palabras: la grafía de los símbolos es internacional y,
por ende, invariable. Las abreviaturas o los
P. D. posdata símbolos no internacionales deben traducir-
p. ej. por ejemplo se a su forma en español.
p. o. por orden 11. → ABREVIACIONES.
p. p. por poder
pág. página accidentes geográficos
pbro. presbítero 1. DEFINICIÓN. Los accidentes geográfi-
ptas. pesetas. cos son los elementos naturales de un lugar
que dan a este su configuración geográfica.
He aquí cómo quedaría la alfabetización 2. GRAFÍA.
por el sistema continuo o por letras: 2.1. Los nombres comunes o genéricos
de los accidentes geográficos se escriben de
pág. página redondo y con inicial minúscula:
pbro. presbítero
P. D. posdata angostura, cañada, cañón, desfiladero, gargan-
p. ej. por ejemplo ta, pico, monte, promontorio, meseta, arroyo,
p. o. por orden río, lago, cabo, bahía, catarata.
p. p. por poder
ptas. pesetas.
2.2. Se escriben de redondo y con inicial

El primer sistema, en el que cada abrevia- mayúscula los nombres específicos de los
accidentes geográficos:
tura equivale a una palabra (se considera
independientemente de las demás), es pre-
cabo de Gata
ferible por su claridad.
gran cañón del Colorado
9.3. Para facilitar la tarea, al alfabetizar
cataratas del Niágara
abreviaturas debe prescindirse de los signos bahía de Cádiz.
(cualquiera que sea la posición que en ellas
ocupen), así como las partes voladitas (to- 3. ALFABETIZACIÓN.
dos los cuales, naturalmente, permanecen nombres de los
3.1. Al alfabetizar los
en su lugar, pero no se tienen en cuenta a accidentes, el nombre común o genérico
la hora de alfabetizar tales abreviaturas). se pospone al propio o específico. Por
Por ejemplo, ejemplo,
p. página Cádiz, Bahía de
p.a para Colorado, Cañón del
P. padre (sacerdote) Gata, Cabo de
Niágara, Cataratas del.
se alfabetizan como si p.a se hubiera escrito
p. Al situarlas en la lista, primero se colo- 3.2. Cuando constituyen el nombre de
can las formas más simples y después las un topónimo urbano (calle, plaza, avenida,
más complejas dentro de su propia grafía paseo, etcétera), se alfabetizan tal como
(por eso p.a aparece antes que P.). En este figuren en la respectiva placa, posponiendo
sentido, debe tenerse en cuenta que al alfa- el nombre común o genérico:
betizar abreviaturas, las grafías más simples
preceden a las más complejas. Bahía de Cádiz, Calle de la
10. TRADUCCIÓN. En los textos en espa- Cabo de Gata, Avenida del
ñol deben utilizarse abreviaturas españolas, Cañón del Colorado, Paseo del
siempre que sea posible. Por ello debe huirse Cataratas del Niágara, Plaza de las.

230
acento

4. Traducción . Los nombres comunes con sus femeninos y plurales y al adverbio


o genéricos de los accidentes geográficos se solo, así como a la conjunción o cuando va
traducen siempre. entre cifras. Seguidamente analizamos los
5. → TOPÓNIMOS. problemas de estas voces.
4.1. Este, ese, aquel (con sus femeninos
acento y plurales). Entre las cuestiones problemá-
1. Definición . Llamamos acento a una ticas que las llamadas nuevas normas de
particularidad de la pronunciación por la prosodia y ortografía de 1959 nos dejaron
que se distingue un elemento de una deter- se encuentra la norma que dice así (Orto-
minada sílaba de una palabra, elemento que grafía, 1974, § 38d): «Los pronombres éste,
en español es el vocálico. ése, aquél, con sus femeninos y plurales,
llevarán normalmente tilde, pero será lícito
El signo que se aplica cuando, según las prescindir de ella cuando no exista riesgo de
reglas, deba señalarse se llama tilde, y en anfibología. Existiría este riesgo en la ora-
nuestro idioma toma la figura de un rasgo ción siguiente: Los niños eligieron a su gus-
en forma de cuña que desciende de derecha to, éstos pasteles, aquéllos bombones. Con
a izquierda sobre la Vocal de la sílaba tónica:
tilde, éstos y aquéllos representan niños; sin
cantara, cantara, cantara. Puede afectar a las
cinco Vocales. No siempre se hiere con la tilde tilde, estos y aquellos son determinativos de
la sílaba tónica; solo cuando está previsto por pasteles y bombones, respectivamente». La
las reglas de acentuación. norma no puede estar peor redactada: lo
que debería decir no es que esos pronom-
2. LA TILDE EN LAS MAYÚSCULAS Y VER- bres «llevarán normalmente tilde, pero será
SALITAS. Las mayúsculas y versalitas se lícito prescindir de ella cuando no exista
tildan siempre: MAYÚSCULAS, mayúscu - riesgo de anfibología», sino precisamente
las , Álvaro. al revés: «normalmente se escribirán sin
3. Las voces biacentuales . Un proble- tilde, pero será lícito colocársela cuando
ma importante en el campo de la acentua- exista riesgo de anfibología». Tal como
ción lo constituyen las llamadas palabras está redactada, la regla académica admite
biacentuales, es decir, las que pueden pro- la escritura sin tilde como excepción,
nunciarse y escribirse de dos maneras, como cuando en realidad la excepción debe ser
período/periodo, aloe/aloe, mama/mama, la adición de la tilde, solo «cuando exista
termostato/termóstato, yataí/yatay, zoster/ riesgo de anfibología». ¿Y cuándo existe
zóster. La coherencia quiere que, elegida riesgo de anfibología? Prácticamente,
una de las dos formas, se mantenga esta a nunca. El ejemplo con que la Academia
lo largo del mismo trabajo, salvo que haya pretende convencer de que a veces se
razones adicionales para, excepcionalmen- presentan casos anfibológicos carece de
te, emplear ambas formas. En el cuadro Al entidad si se puntúa como se debe: Los
se exponen las 250 palabras biacentuales niños eligieron a su gusto: estos, pasteles;
que registra la Academia. Esta institución aquellos, bombones. Se ve claramente no
ha cambiado muy a menudo sus preferen- solo que la entonación es mucho más clara
cias por una u otra variante, ya se trate del que la provocada por las tildes académicas,
Diccionario, el Diccionario panhispánico sino que tales tildes son inútiles y que una
de dudas, la Ortografía y aun otras fuentes. buena puntuación es preferible a gran can-
El usuario del lenguaje debe sentirse libre, tidad de tildes. La Ortografía académica de
no obstante, para elegir la que crea más 1999 (p. 49) dice que pueden llevar tilde
conveniente. cuando funcionan como pronombres, y
4. Palabras problemáticas a causa añade: «Solamente cuando se utilicen como
DE LA TILDE. La acentuación en español pronombres y exista riesgo de ambigüe-
presenta ciertos problemas que las ortogra- dad se acentuarán obligatoriamente para
fías analizan, entre los cuales descuellan los evitarla». Para demostrar cuán necesaria
relativos a los pronombres este, ese, aquel puede ser en estos casos la tilde, pone este

231
acento

Cuadro A1. Voces biacentuales admitidas por la Academia1

acedía o acedía cartel o cártel (convenio; agru- exegesis o exégesis


ademprio o ademprío pación) exegeta o exégeta
Adonaí o Adonay cartomancia o cartomancía exoftalmia o exoftalmía
aerobic o aerobic catoptromancia o catoptro- exosfera o exosfera (Hisp.)
aeromancia o aeromancía mancía exosmosis o exosmosis
aerostato o aerostato caudimano o caudímano
áfilo o afilo celíaco o celiaco farandola o farándola
afrodisíaco o afrodisiaco celtíbero o celtibero fárrago o farrago (desús.)
agrafía o agrafía cénit o cénit folíolo o folíolo
aguaí o aguay centimano o centímano fotolisis o fotolisis
ajo o ajo (interj.) ceraunomancia o cerauno- fotosfera o fotosfera (Hisp.)
alectomancia o alectomancía mancía frejol (Extr.) o fréjol
áloe o aloe cercén o cercen fríjol (Hisp.) o frijol
alvéolo o alveolo ceromancia o ceromancía fútbol o fútbol
amoniaco o amoníaco chofer o chofer
anafrodisíaco o anafrodisia- cleptomaníaco o cleptoma- gametofito o gametofito
co niaco genesíaco o genesiaco
anémona o anemona coctel o coctel genetlíaco o genetliaco
anhídrido o anhídrido cordiaco o cordíaco geomancia o geomancía
antiafrodisíaco o antiafro- cromosfera o cromosfera giróstato o giróstato
disiaco (Hisp.) gladíolo o gladiolo
apolonida o apolonida cuadrumano o cuadrúmano gradíolo o gradiolo
areola o aréola cuilio (El Salv.) o cuilío grafìla o gráfìla
armoniaco o armoníaco (Hond.) grátil o gratil
atmosfera o atmosfera guion o guión
atríaca o atriaca deixis o deíxis
austríaco o austríaco demoníaco o demoniaco hala o alá (interj.)
demonomancia o demono- helespontíaco o helespontiaco
bálano o balano mancía helíaco o heliaco
balaustre o balaústre dinamo o dínamo heliostato o heliostato
barisfera o barisfera (Hisp.) dionisíaco o dionisiaco hemiplejía o hemiplejía
bebe (Arg., Hond., Perú, Ur.) dipsomaníaco o dipsomaniaco hemorroísa o hemorroisa
o bebé dominica o dominica heteromancia o heteromancía
bereber o beréber domino o domino (P. Rico) heterosfera o heterosfera
bibliomancia o bibliomancía (Hisp.)
bimano o bímano egílope o egílope hidrácida o hidracida
biosfera o biosfera (Hisp.) egipciaco o egipcíaco hidrólisis o hidrólisis
bosniaco o bosníaco electrólisis o electrólisis hidromancia o hidromancía
bronquiolo o bronquíolo elefancía o elefancía hidrosfera o hidrosfera
bucare o búcare elefancíaco o elefanciaco (Hisp.)
bue (desús.; Sal.) o bué (desús.; elegiaco o elegiaco hipocondríaco o hipocon-
Sal.) o búe (desús.) élite o elite driaco
bustrofedon, bustrofedon o elixir o elíxir hipomaníaco o hipomaniaco
bustrofedon endocrino o endocrino (Méx.) humil o húmil (ant.)
esfácelo o esfacelo humilmente o húmilmente
caí o cay espahí o espay (ant.)
cámpago o campago espatulomancia o espatulo-
cantiga o cántiga mancía ibero o íbero
capnomancia o capnomancía esporofita o esporofita icono o icono
carau [¿caráu?] o caraú ester o éster ilíaco o iliaco
cardiaca o cardíaca estratosfera o estratosfera ion o ion
cardíaco o cardiaco (Hisp.) ionosfera o ionosfera (Hisp.)

1 La Academia prefiere las primeras formas en cada caso.

232
acento

isiaco o isíaco olimpiada u olimpíada rizofito o rizofito


isóbara o isobara omoplato u omoplato robalo o robalo
isoquímena o isoquimena onicomancia u onicomancía rosoli o rosoli
isótopo o isótopo oniromancia u oniromancía rúan o ruán (pavo; tela)
onomancia u onomancía rubéola o rubéola
jeremíaco o jeremiaco oosfera u oosfera (Hisp.)
jopé o jope orgía u orgia semiperíodo o semiperiodo
ornitomancia u ornitomancía sicómoro o sicómoro
kárate o karate ozonosfera u ozonosfera simoniaco o simoníaco
(Hisp.) siriaco o siríaco
laureola o lauréola solo o solo
lecanomancia o lecanomancía pabilo o pábilo
lipemaniaco o lipemaníaco pachulí o pachuli tabarro o tábarro
litosfera o litosfera (Hisp.) paradisíaco o paradisiaco tángana o tangana
litotes o litotes paralimpiada o paralimpíada tarara o tarará (toque)
paraplejia o paraplejía taxon o taxon
magnetosfera o magnetosfera parolimpiada o parolimpíada termosfera o termosfera (Hisp.)
(Hisp.) parsec o pársec tetraplejia o tetraplejía
mama o mamá (madre) pecíolo o peciolo tipoi [¿tipói?] o tipoy
maná o mana (Hisp.) pelícano o pelicano (ave) tortícolis o torticolis
mándala o mandala peloponesiaco o pelopone- travestí o travestí
maníaco o maniaco síaco tríbada o tríbada
médula o medula pensil o pénsil triglifo o tríglifo
mesosfera o mesosfera (Hisp.) pentagrama o pentágrama troposfera o troposfera (Hisp.)
metempsícosis o metempsico- período o periodo true o trué
sis pion o pión (partícula elemen- truhán o truhán
meteoro o metéoro tal; que pía)
metopa o métopa piromancia o piromancía uromancia o uromancía
microscopia o microscopía pirosfera o pirosfera (Hisp.) utopía o utopia
mildiu [¿mildíu?] o mildiú pitorá o pitora
mimesis o mimesis policíaco o policiaco vacaraí o vacaray
misil o misil policromo o polícromo Vaguido o Váguido (Hisp.)
monomaniaco o monoma- polígloto o poligloto varice o várice (= Variz)
niaco présago o presago Velahí o Velay
mucilago o mucüago prion o prion Vídeo o Video (Hisp.)
mué o mué procero o procero
muón o muón pucara o pucará xeroftalmia o xeroftalmía
pudín o pudín
naíf o naif pulmoníaco o pulmoniaco yataí o yatay
necromancia o necromancía
neroli o neroli quiromancia o quiromancía zabila o zábila
nigromancia o nigromancía zodiaco o zodíaco
noli o noli raíl o rail
noósfera o noósfera (Hisp.) ranglán o ranglán yataí o yatay
reostato o reostato
oftalmía u oftalmía reptil o réptil zabila o zábila
ole u olé (interj.) resoli o resolí zodiaco o zodíaco
olimpiaco u olimpíaco reuma o reúma zoster o zoster

ejemplo: Dijo que esta mañana vendrá. que habría que decir es que tal ambigüedad
Ha tenido que recurrir la Academia a un no existe y, por lo tanto, la tilde sobra. Ese
ejemplo casi imposible (en la realidad na- mismo ejemplo podría haberse resuelto
die se expresa así) para justificar que existe así: Dijo que, esta, mañana vendrá. Como
algún hipotético caso en que la tilde sea este empleo de las comas es innecesario en
defendida por razón de ambigüedad. Lo la mayor parte de los casos, se demuestra

233
acontecimientos históricos

que no es preciso emplear tilde alguna. esos medios no lo supiera, de nada habría
4.2. O. Dice la Academia, en la Orto- de servirle un signo, la tilde, que incluso
grafía de 1999 (p. 49): «La conjunción podría estar mal aplicado. Por lo demás, en
disyuntiva o no lleva normalmente tilde. el Diccionario (1992) la Academia admite
Solo cuando aparece escrita entre dos cifras la alternancia sólo/solo, lo cual quiere decir,
llevará acento gráfico, para evitar que se como en las restantes alternancias acentua-
confunda con el cero. Así, 3 ó 4 no podrá les, que podemos elegir una cualquiera de
tomarse por el número 304». No existe las dos, sin plantearnos otras cuestiones.
tal riesgo; en primer lugar por el propio Escribamos, pues, solo.
contexto; por ejemplo, podemos decir que 5. ERRORES DE ACENTUACIÓN. También
en el puerto de Barcelona hay 3 0 4 buques son fuente de problemas ciertas palabras
de guerra (que habría que escribir tres o que en las publicaciones oficiales de la
cuatro) y seguro que nadie interpretará Academia aparecen con una grafía que no
que hay 304 buques de guerra; en segundo parece aceptable, a la luz de sus propias
lugar porque la o y el O (cero) impresos son normas. Considérense las del cuadro A1,
netamente distintos y nadie interpretará acerca de las cuales el escritor debe tomar
3 o 4 como 304; en tercer lugar porque una decisión.
en 3 o 4 existen espacios separadores, mien-
tras que estos faltan en 304. (A mayor abun- acontecimientos históricos
damiento, esa expresión debería escribirse 1. Definición . Resulta difícil delimitar
con letra, como se apunta antes, por dos el sintagma acontecimiento histórico, por-
razones: se trata de una cifra dubitativa y que los que se han dado, se dan y se darán
está formada por números dígitos; así pues, son incontables y de todo tipo. Se tratarán,
independientemente de cómo se escriba la o por consiguiente, aquellos acontecimientos
cuando se usa esa grafía, debería escribirse que no tengan una entrada específica en
tres o cuatro.) Por todas estas razones, esta obra.
debe cambiarse la doctrina académica, bien 2. GRAFÍA.
suprimiéndola, bien restringiéndola a lo 2.1. Los nombres de los acontecimientos
manuscrito y cuando de la propia escritura históricos, en general, se escriben de redon-
o del contexto pudiera temerse peligro de do y con inicial mayúscula en sustantivos
confusión. En todos los demás casos es una y adjetivos:
norma perturbadora e innecesaria.
4.3. Solo. Dice la Academia (Ortografía la Revolución Cultural
de 1999, § 4.6.4a, p. 50): «La palabra solo la Semana Trágica
puede funcionar como adjetivo o como la Semana Roja
la Liberación (1944)
adverbio. [...] Cuando quien escribe per- la Primavera de Praga
ciba riesgo de ambigüedad, llevará acento Mayo del 68.
ortográfico en su uso adverbial». La norma
es inútil, porque resulta prácticamente 2.2. En algunos casos se escriben con
imposible que la utilización de solo sea inicial minúscula en sustantivos y adjetivos:
anfibológica: ¿no habrá un contexto que
nos diga claramente en qué sentido está la querella de las investiduras.
empleada la palabra? Las palabras no se
usan aisladamente, sino arropadas por 3. Consideramos también aquí aconteci-
otras que forman su contorno y las dotan mientos históricos aquellos que se refieren a
de su sentido exacto. Por otro lado, ¿cómo la vida de Cristo y la Virgen y que tradicio-
saber si en determinado contexto la no atil- nalmente, por antonomasia, se han escrito
dación de la o es o puede ser ambigua para con inicial mayúscula, especialmente en
un lector? Siendo así las cosas, tildar solo ciertas obras religiosas o pictóricas para
es superfluo, ya que el lector, con tilde o sin referirse a los temas representados en los
ella, sabe a qué se refiere la palabra, y si con cuadros y reproducciones, así como a los

234
acotaciones

hechos religiosos, misterios, conmemora- mientras que la guerra de los Campesinos


ciones, ciertas fiestas religiosas, etcétera. Por (1524-1525) se llama así y no en la forma
ejemplo, se escribirán con inicial mayúscu- alemana, Bauernkrieg. En general, si la
las voces como las siguientes: traducción es posible, se realiza; pero, por
el contrario, si la denominación refleja el
la Anunciación contenido significativo del acontecimiento,
la Ascensión se respeta su forma original. En cualquier
la Asunción caso, es conveniente, si se da la traducción,
la Bajada a los infiernos
la Candelaria
añadir entre paréntesis la forma original, y
la (santa) Cena si se da esta, añadir la traducción.
la Circuncisión 6. → BATALLAS; EDADES HISTÓRICAS;
la Concepción ÉPOCAS HISTÓRICAS; FIESTAS; GUERRAS;
el Corpus Christi MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS, POLÍTICOS Y
la Crucifixión CULTURALES; TRATADOS.
la Epifanía
la Flagelación acotaciones
la Inmaculada 1. DEFINICIÓN. Las acotaciones a que
el Nacimiento
la Navidad o Natividad
aquí nos referimos son las notas que en
la Oración en el huerto una obra teatral, comedia o diálogo advier-
la Pascua ten y explican todo lo que se relaciona
la Pascua Florida con la acción o los movimientos de las
la Pasión personas.
Pentecostés 2. GRAFÍA.
la Presentación en el Templo 2.1. Las acotaciones se escriben de cur-
la Purificación siva y entre paréntesis. Pueden aparecer en
la Resurrección
párrafo aparte, sangrado en relación con
la Transfiguración
la Trinidad el texto, o a continuación del nombre:
la Venida del Espíritu Santo
la Transfiguración. (Sale el Guardia y entra Gertrudis , asustada
y haciendo aspavientos.)
María . (Con un amago de sonrisa.) Calla,
4. ALFABETIZACIÓN. Los nombres de los mujer, que más se perdió en Cuba.
acontecimientos históricos se alfabetizan tal Antonio . ¡Vaya por Dios, qué cosas se te
cual se escriben: ocurren!

Liberación (1944) Obsérvese que los nombres de los persona-


Mayo del 68 jes se escriben de redondo y con versalitas
Primavera de Praga
y que el punto va dentro de los paréntesis
querella de las investiduras
Semana Roja de cierre en ambos casos. Este modelo es
Semana Trágica aplicable tanto a las obras teatrales como a
Vísperas Sicilianas. los diálogos en otros tipos de obras, cuando
se disponen con el nombre del interlocutor
En algún caso puede ser conveniente hacer en lugar de utilizar la raya (—). Actualmen-
una entrada secundaria: te no suele emplearse la raya que antes se
utilizaba para separar el nombre del inter-
investiduras: v. Querella de las investiduras. locutor (o la acotación cuando la llevaba)
y su parlamento:
5. Traducción . Ciertos acontecimien-
tos históricos que tienen nombre original María . (Con un amago de sonrisa.)—Calla,
suelen emplearse con él, como sucede, por mujer, que más se perdió en Cuba.
ejemplo, con las hermandades o confede- Antonio .—¡Vaya por Dios, qué cosas se te
raciones de los irmandiños (1467-1469), ocurren!

235
acrónimos

Cuando al nombre le sigue una acotación 2. FORMACIÓN DE LOS ACRÓNIMOS.


se omite el menos o raya, y cuando no hay 2.1. Se forman por la suma de
acotación basta con medio cuadratín entre
el nombre en versalitas y el parlamento, 1) dos o más apócopes (como radar [ra-
como se vio anteriormente: dio detection and ranging]);
2) una apócope más una aféresis (como
María . (Con un amago de sonrisa.) Calla, bit [binary digit]);
mujer, que más se perdió en Cuba. 3) una apócope más una síncopa (como
Antonio . ¡Vaya por Dios, qué cosas se te radac [rapid digital automatic navi-
ocurren!
gation]);
4) una aféresis más otra aféresis (como
2.2. Las acotaciones que se pueden in- Tísner [Avellí Artís Gener]);
tercalar en un discurso (procedimiento en 5) una aféresis más una apócope (como
desuso) se han escrito siguiendo el modelo tergal [poliéster galo]).
del párrafo anterior, encerrando entre pa-
réntesis y de cursiva el texto intercalado en
2.2. Teniendo en cuenta lo anterior, un
el discurso y ajeno a este:
acrónimo puede formar nombres propios
El partido al que represento ha hecho un es- (por ejemplo, entre los mencionados antes,
fuerzo (Risas.) por mantener el poder adquisi- Tísner) y, por consiguiente, se escriben de
tivo de las pensiones. (Golpes en los pupitres.) redondo y con inicial mayúscula, o nombres
comunes (por ejemplo, radar, bit, rádac,
Polo (1974: 376-380) propone este modelo, tergal) y, por consiguiente, se escriben de
más sencillo y lógico: redondo y con inicial minúscula.
3. VARIACIONES MORFOLÓGICAS. Los
El partido al que represento ha hecho un acrónimos que son nombres comunes se
esfuerzo (risas) por mantener el poder adqui- someten a las variaciones morfológicas
sitivo de las pensiones (golpes en los pupitres). de las palabras españolas; por ejemplo, al
plural: el de radar es radares; el de tergal,
Sin embargo, dado que se trata de intromi- tergales; el de bit, bites o bits.
siones en texto ajeno, deberían escribirse 4. → ABREVIACIONES; CRUCES2; GRAMÁ-
entre corchetes y de redondo, con inicial TICA; NEOLOGISMOS; SIGLAS.
minúscula:
actas judiciales
El partido al que represento ha hecho un 1. DEFINICIÓN. Las actas judiciales Son
esfuerzo [risas] por mantener el poder adqui- escritos redactados según ciertas reglas
sitivo de las pensiones [golpes en los pupi- formales en los que se consigna un hecho
tres]. de naturaleza jurídica.
2. GRAFÍA.
De esta manera se unifica esta grafía con la 2.1. Las cifras que aparezcan en este tipo
que se produce en casos semejantes en que de documentos, cualesquiera que sean, se
el autor se ve obligado a introducir una escriben con letras:
aclaración propia en texto ajeno.
3. → OBRAS DE TEATRO. En Barcelona, a veintiséis de marzo de mil no-
vecientos cincuenta y cuatro, a las diez horas
acrónimos y dieciséis minutos de la mañana...
1. DEFINICIÓN. En esta obra Se entiende
por acrónimo toda palabra resultante de 2.2. Con objeto de evitar intervenciones
la fusión de aféresis, apócopes o síncopas ajenas, es costumbre no dejar huecos exce-
de las voces que forman un término com- sivos entre palabras o al final de las líneas,
puesto o un sintagma, cualquiera que sea razón por la cual estas solían igualarse (en
el orden. escritura mecanográfica) mediante la adi-

236
adjetivos

ción de una hilera de guiones; actualmente, culturales que un escritor concibió en otra
los escritos informáticos pueden justificarse, lengua y otra cultura. Sabemos que se adaptan
con lo que resulta innecesaria la hilera los antropónimos y los topónimos en algunos
de guiones. Fuera de este uso, tal costum- casos, pero quien no haya Vertido nunca un
texto de una lengua a otra no sabrá que en
bre, aplicada a cualquier tipo de escritu- otros muchos casos el traductor ha de recurrir
ra, se considera incorrecta (despectiva- a la adaptación de refranes, dichos, denomina-
mente, se le llama el guión de las mecanó- ciones (frutas, árboles, fiestas, celebraciones,
grafas). etcétera). En muchos casos los innumerables
3. → DOCUMENTOS. problemas que se plantean solo pueden resol-
verse mediante las obras de consulta.
actos
1. DEFINICIÓN. Un acto es una parte de 2. → LIBROS.
una obra teatral cuando esta se ha dividido
en varias partes. adjetivos
2. GRAFÍA. 1. Definición . Un adjetivo es una
2.1. Los actos suelen numerarse con palabra, sintagma o frase que acompaña
cifras romanas: al nombre para calificarlo o añadir algún
accidente.
acto ii, acto iii. 2. GRAFÍA.
2.1. Los adjetivos pueden adoptar
Sin embargo, siempre que se pueda, es grafías diversas en relación con su letra
preferible escribirlos con cifras arábigas: inicial, que en unas denominaciones se
acto 1.°, acto 2.°. escribe con mayúscula y en otras con mi-
núscula. Por ejemplo, en los topónimos,
2.2. No obstante, como regla general, se escribe con mayúscula si el adjetivo
la reproducción de la numeración de los forma parte del nombre propio, como en
actos de una obra se hará conforme figuren Australia Oriental y Australia Occidental,
en el original. nombres de dos estados australianos, así
3. → OBRAS DE TEATRO. como en Nilo Azul, Volta Blanco, Volta
Negro, ríos africanos. Sin embargo, cuan-
acuerdos do el adjetivo solo se utiliza para situar la
1. DEFINICIÓN. Un acuerdo es un parte de un país a la que nos referimos o
convenio entre dos o más partes y el do- de la cual decimos algo, ese adjetivo se
cumento en que consta. escribe con minúscula, como en
2. GRAFÍA. Los nombres oficiales de
los acuerdos se escriben de redondo y la Alemania meridional
con inicial mayúscula en los sustantivos la España septentrional
y adjetivos: la Francia oriental
la Europa central
Acuerdos de París (1954). el Imperio portugués.

3. → DOCUMENTOS. Solo en el topónimo América Central se


acepta la mayúscula por excepción, ya que
adaptación con igual categoría y en el mismo micro-
1. Definición . Entendemos por adap- sistema se escribe América septentrional
tación la acomodación de los hechos cul- y América meridional. (→ TOPÓNIMOS,
turales de una lengua a otra lengua que los §2.6.)
recibe mediante cierta trasformación. 2.2. Hay algunos casos en que el nombre
específico de un país es un adjetivo; sucede
La adaptación es constante en el trabajo esto, por ejemplo, con
del escritor, pero, sobre todo, en el del tra-
ductor, quien se ve en la necesidad de hacer Argentina, Dominicana, Checa, Centroafri-
accesibles a un tipo de lectores los hechos cana.

237
advocaciones

El nombre completo comprende la palabra 2.5. También se escribe con mayúscula


genérica, que en estos casos es República. El cuando el adjetivo se deriva de un nombre
caso de la República Checa es muy reciente propio y se aplica a un edificio, una parte
(1993). Debido a que resulta incómodo de él, un monumento, etcétera:
referirse a la República Checa constante-
mente, se ha dado en utilizar Chequia como la columna Trajana
nombre básico y usual de esta república. la Biblioteca Mazarina.
Aunque algunos autores rechazan esta
solución aduciendo que los representan- 3. → ANTENOMBRES; GRAMÁTICA; MO-
tes diplomáticos de dicha república no NUMENTOS; TOPÓNIMOS.
aceptan ese nombre, la verdad es que una
lengua nunca pide permiso a una nación advocaciones
para formar el exónimo con que deno- 1. DEFINICIÓN. Las advocaciones son
minarla (o el gentilicio con que referirse denominaciones complementarias del
a ella). Así, mientras los franceses llaman nombre de una persona divina o santa que
Allemagne al país al que nosotros llamamos se refieren a determinado misterio, virtud
Alemania, los anglosajones la llaman Ger- o atributo suyos, a momentos de su vida,
mania (Germany) y cada una de las lenguas a lugares vinculados a su presencia o al
le aplica el nombre que se adecua a sus pe- hallazgo de una imagen suya.
culiaridades y a su tradición. El nombre de 2. GRAFÍA.
Chequia resuelve un grave problema de uso. 2.1. Las advocaciones se escriben de
Ya sabemos que sucede otro tanto con la redondo y con inicial mayúscula:
República Dominicana y con la República
Centroafricana, pero si podemos resolver el Cristo de la Agonía
la Virgen de la Esperanza
al menos uno de los problemas...
la Virgen del Pilar
2.3. Sin embargo, en los nombres de ins- el Jesús del Gran Poder
tituciones, contrariamente a lo que sucede la Virgen de la Peña.
en francés, los adjetivos se escriben siempre
con mayúscula, como en 2.2. Tales nombres se convierten a veces
en antropónimos:
Instituto Nacional de la Mujer
Asociación Española de Bibliología Esperanza
Real Academia Española Pilar.
Instituto Nacional del Libro Español.
2.3. Cuando se use de forma espontánea,
2.4. Adjetivos como san, santo, santa, a modo de exclamación, la advocación se
que se escriben con minúscula cuando escribe con inicial minúscula:
se juntan al nombre de un santo para
determinarlo (san José, san Ambrosio, ¡Virgen del amor hermoso!
san Jerónimo, santa Dorotea), se escriben
con mayúscula cuando dan nombre a un 3. ALFABETIZACIÓN. Las advocaciones
topónimo, a una iglesia, a una fiesta o a se alfabetizan tal cual se escriben:
una persona:
Cristo de la Agonía
San Diego (California) Jesús del Gran Poder
San José de Costa Rica Virgen de la Esperanza
San Juan de Puerto Rico Virgen de la Peña
iglesia de San Cipriano Virgen del Pilar.
isla de Santa Lucía
calle de San Antonio María Claret Sin embargo, no estará de más, cuando
día de San Antón parezca oportuno, hacer una entrada se-
fiesta de Santa Cecilia cundaria por la advocación y remitir a la
Antonio de San José. expresión completa:

238
advocaciones

Cuadro A2. Símbolos de los principales aeropuertos


1. Del nombre al símbolo

Acapulco (México) ACA Florencia (Italia) FLA


Alicante (España) ALC Fráncfort (Alemania) FRA
Almería (España) LEI Fuerteventura (España) FUE
Amsterdam (Países Bajos) AMS Gerona (España) GRO
Ángeles, Los (Estados Unidos) LSQ Gibraltar (Reino Unido) GIB
Asturias (España) OVD Glasgow (Reino Unido) GLA
Asunción (Paraguay) ASU Granada (España) GRX
Atenas (Grecia) ATH Guadalajara (México) GDL
Ayacucho (Perú) AYC Guardia, La (Nueva York) LGA
Badajoz (España) BJZ Guatemala (Guatemala) GUA
Bagdad (Iraq) BGT Guayaquil (Ecuador) GYE
Bahía (Brasil) BHA Habana, La (Cuba) HAV
Bangkok (Tailandia) BKK Haifa (Israel) HFA
Barcelona (España) BCN Hamburgo (Alemania) HAM
Beirut (Líbano) BEY Hannover (Alemania) HAJ
Berlín (Alemania) BER Havre, Le (Francia) LEH
Bermudas BDA Heathrow (Londres [Reino Unido]) LHR
Béziers (Francia) BZR Helsinki (Finlandia) HEL
Biarritz (Francia) BIQ Hong Kong (China) HKG
Bilbao (España) BIO Honolulú (Estados Unidos) HNL
Birmingham (Reino Unido) BHX Ibiza (España) IBZ
Bogotá (Colombia) BOG Jerusalén (Israel) JRS
Bolonia (Italia) BLQ Johannesburgo (Suráfrica) JNB
Bremen (Alemania) BRE John Fitzgerald Kennedy (Nueva JFK
Bremerhaven (Alemania) BRV York [Estados Unidos])
Bruselas (Bélgica) BRU Kabul (Afganistán) KBL
Buenos Aires (Argentina) BUE Kampala (Uganda) KLA
Burdeos (Francia) BOD Kansas City (Estados Unidos) MKC
Cáceres (España) CCX Lanzarote (España) ACE
Cairo, El (Egipto) CAI Leipzig (Alemania) LEJ
Caracas (Venezuela) CCS Leningrado (Rusia) LED
Carcasona (Francia) CCF Lima (Perú) LIM
Cartagena (Colombia) CTG Lincoln (Estados Unidos) LNK
Casablanca (Marruecos) CAS Lisboa (Portugal) LIS
Charles de Gaulle (París [Francia]) CDG Liverpool (Reino Unido) LPL
Chicago (Estados Unidos) CHI Londres (Reino Unido) LON
Colorado (Estados Unidos) COS Luxemburgo (Luxemburgo) LUX
Concepción (Paraguay) CEP Lyon (Francia) LYS
Copenhague (Dinamarca) CPH Madrid (España) MAD
Córdoba (España) COR Mahon (España) MAH
Coruña, La (España) LCG Málaga (España) AGP
Dakar (Senegal) DKR Malta (Malta) MLA
Dallas (Estados Unidos) DFW Managua (Nicaragua) MGA
Dar es Salam (Tanzania) DAR Manchester (Reino Unido) MAN
Delhi (India) DEL Manhattan (Estados Unidos) MHK
Dijon (Francia) DIJ Manila (Filipinas) MNL
Dublín (Irlanda) DUB Mans, Le (Francia) LME
Düsseldorf (Alemania) DUS Marraquech (Marruecos) RAK
Edimburgo (Reino Unido) EDI Melbourne (Australia) MEL
Esparta (Grecia) SPJ Melilla (España) MLN
Estocolmo (Suecia) STO Montreal (Canadá) YUL
Estrasburgo (Francia) SXB Moscú (Rusia) MOW
Filadelfia (Estados Unidos) FLM Múnich (Alemania) MUC

239
advocaciones

Murcia (España) MJV Saint Louis (Estados Unidos) XLS


Nairobi (Kenia) NBO San Diego (Estados Unidos) SAN
Nantes (Francia) NTE San Salvador (El Salvador) SAL
Newark (Estados Unidos) EWR San Sebastián (España) EAS
Nimes (Francia) FNI Santander (España) SDR
Orly (Francia) ORY Santiago de Compostela (España) SCQ
Oslo (Noruega) OSL Santo Domingo (República SDQ
Palma de Mallorca (España) PMI Dominicana)
Palma, La (España) PLP Seo de Urgel (España) LEU
Palmas, Las (España) LPA Sídney (Australia) SDY
Pamplona (España) PNA Singapur (Singapur) SIN
Panamá (Panamá) PTY Sofía (Bulgaria) SOF
Paros (Grecia) PAS Stuttgart (Alemania) STR
Paz, La (Bolivia) LPB Sucre (Bolivia) SRE
Perpiñán (Francia) PGF Tokio (Japón) TYO
Pisa (Italia) PSA Toledo (España) TOL
Plata, La (Argentina) LPG Toronto (Canadá) YYR
Poitiers (Francia) PIS Toulouse (Francia) TLS
Port Said (Egipto) PSD Trípoli (Libia) TIP
Quebec (Canadá) YQB Tucumán (Argentina) TUC
Quito (Ecuador) UIO Valencia (España) VLC
Rabat (Marruecos) RBA Valladolid (España) VLL
Reus (España) REU Valparaíso (Chile) VPS
Reikiavik (Islandia) REK Vegas, Las (Estados Unidos) LAS
Rio de Janeiro (Brasil) RIO Veracruz (México) VER
Rioja, La (España) IRJ Vichy (Francia) VHY
Rochela, La (Francia) LRH Vitoria (España) VIT
Rodas (Grecia) RHO Washington (Estados Unidos) WAS
Roma (Italia) ROM Zagreb (Croacia) ZAG
Rotterdam (Países Bajos) RTM Zúrich (Suiza) ZRH
Sacramento (Estados Unidos) SAC

2. Del símbolo al nombre


ACA Acapulco (México) BRU Bruselas (Bélgica)
ACE Lanzarote (España) BRV Bremerhaven (Alemania)
AGP Málaga (España) BUE Buenos Aires (Argentina)
ALC Alicante (España) BZR Béziers (Francia)
AMS Amsterdam (Países bajos) CAI Cairo, El (Egipto)
ASU Asunción (Paraguay) CAS Casablanca (Marruecos)
ATH Atenas (Grecia) CCF Carcasona (Francia)
AYC Ayacucho (Perú) CCS Caracas (Venezuela)
BCN Barcelona (España) CCX Cáceres (España)
BDA Bermudas CDG Charles de Gaulle (París [Francia])
BER Berlín (Alemania) CEP Concepción (Paraguay)
BEY Beirut (Líbano) CHI Chicago (Estados Unidos)
BGT Bagdad (Iraq) COR Córdoba (España)
BHA Bahía (Brasil) COS Colorado (Estados Unidos)
BHX Birmingham (Reino Unido) CPH Copenhague (Dinamarca)
BIO Bilbao (España) CTG Cartagena (Colombia)
BIQ Biarritz (Francia) DAR Dar es Salam (Tanzania)
BJZ Badajoz (España) DEL Delhi (India)
BKK Bangkok (Tailandia) DFW Dallas (Estados Unidos)
BLQ Bolonia (Italia) DIJ Dijon (Francia)
BOD Burdeos (Francia) DKR Dakar (Senegal)
BOG Bogotá (Colombia) DUB Dublín (Irlanda)
BRE Bremen (Alemania) DUS Düsseldorf (Alemania)

240
advocaciones

EAS San Sebastián (España) MHK Manhattan (Estados Unidos)


EDI Edimburgo (Reino Unido) MJV Murcia (España)
EWR Newark (Estados Unidos) MKC Kansas City (Estados Unidos)
FLA Florencia (Italia) MLA Malta (Malta)
FLM Filadelfia (Estados Unidos) MLN Melilla (España)
FNI Nimes (Francia) MNL Manila (Filipinas)
FRA Fráncfort (Alemania) MOW Moscú (Rusia)
FUE Fuerteventura (España) MUC Múnich (Alemania)
GDL Guadalajara (México) NBO Nairobi (Kenia)
GIB Gibraltar (Reino Unido) NTE Nantes (Francia)
GLA Glasgow (Reino Unido) NYC Nueva York (Estados Unidos)
GRO Gerona (España) ORY Orly (Francia)
GRX Granada (España) OSL Oslo (Noruega)
GUA Guatemala (Guatemala) OVD Oviedo (España)
GYE Guayaquil (Ecuador) PAS Paros (Grecia)
HAJ Hannover (Alemania) PGF Perpiñán (Francia)
HAM Hamburgo (Alemania) PIS Poitiers (Francia)
HAV Habana, La (Cuba) PLP Palma, La (España)
HEL Helsinki (Finlandia) PMI Palma de Mallorca (España)
HFA Haifa (Israel) PNA Pamplona (España)
HKG Hong Kong (China) PSA Pisa (Italia)
HNL Honolulú (Estados Unidos) PSD Port Said (Egipto)
IBZ Ibiza (España) PTY Panamá (Panamá)
IRJ Rioja, La (España) RAK Marraquech (Marruecos)
JFK John Fitzgerald Kennedy (Nueva York RBA Rabat (Marruecos)
[Estados Unidos]) REK Reikiavik (Islandia)
JNB Johannesburgo (Suráfrica) REU Reus (España)
JRS Jerusalén (Israel) RHO Rodas (Grecia)
KBL Kabul (Afganistán) RIO Rio de Janeiro (Brasil)
KLA Kampala (Uganda) ROM Roma (Italia)
LAS Vegas, Las (Estados Unidos) RTM Rotterdam (Países Bajos)
LCG Coruña, La (España) SAC Sacramento (Estados Unidos)
LED Leningrado (Rusia) SAL San Salvador (El Salvador)
LEH Havre, Le (Francia) SAN San Diego (Estados Unidos)
LEI Almería (España) SCQ Santiago de Compostela (España)
LEJ Leipzig (Alemania) SDQ Santo Domingo (República Dominica-
LEU Seo de Urgel (España) na)
LGA Guardia, La (Nueva York) SDR Santander (España)
LHR Heathrow ([Londres] Reino Unido) SDY Sídney (Australia)
LIM Lima (Perú) SIN Singapur (Singapur)
LIS Lisboa (Portugal) SOF Sofía (Bulgaria)
LME Mans, Le (Francia) SPJ Esparta (Grecia)
LNK Lincoln (Estados Unidos) SRE Sucre (Bolivia)
LON Londres (Reino Unido) STO Estocolmo (Suecia)
LPA Palmas, Las (España) STR Stuttgart (Alemania)
LPB Paz, La (Bolivia) SXB Estrasburgo (Francia)
LPG Plata, La (Argentina) T1P Trípoli (Libia)
LPL Liverpool (Reino Unido) TLS Toulouse (Francia)
LRH Rochela, La (Francia) TOL Toledo (España)
LSQ Ángeles, Los (Estados Unidos) TUC Tucumán (Argentina)
LUX Luxemburgo (Luxemburgo) TYO Tokio (Japón)
LYS Lyon (Francia) UIO Quito (Ecuador)
MAD Madrid (España) VER Veracruz (México)
MAH Mahon (España) VHY Vichy (Francia)
MAN Manchester (Reino Unido) VIT Vitoria (España)
MEL Melbourne (Australia) VLC Valencia (España)
MGA Managua (Nicaragua) VLL Valladolid (España)

241
aeronaves

VPS Valparaíso (Chile) YUL Montreal (Canadá)


WAS Washington (Estados Unidos) YYR Toronto (Canadá)
XLS Saint Louis (Estados Unidos) ZAG Zagreb (Croacia)
YQB Quebec (Canadá) ZRH Zúrich (Suiza)

Nota. Los códigos ofrecidos en este cuadro son los establecidos por la IATA (International AirTansport
Association ‘Asociación Internacional del Transporte Aéreo’). La oaci (Organización de Aviación Civil
Internacional, de la onu ) emplea otros códigos de cuatro letras. Por ejemplo, el correspondiente a Ma-
drid es LEMD).

Agonía: v. Cristo de la Agonía 3. → FRASES.


Esperanza: v. Virgen de la Esperanza
Gran Poder: v. Jesús del Gran Poder afrikaans
Peña: v. Virgen de la Pena 1. DEFINICIÓN. Lengua derivada del
Pilar: v. Virgen del Pilar.
neerlandés que se habla en Suráfrica por
4. → ANTROPÓNIMOS. los descendientes de los bóeres.
2. CARACTERÍSTICAS.
aeronaves 2.1. Alfabetización. Las partículas de los
→ NAVES ESPACIALES. apellidos (De, Du, Van, Von) se escriben con
inicial mayúscula y se anteponen:
aeropuertos De Vries, A.
1. Definición . Un aeropuerto es un Du Plessis, I. D.
conjunto de instalaciones técnicas y comer- Van Wyk Louw, N. P.
ciales, comprendido un aeródromo, necesa- Van den Heever, C. M.
rias para la explotación de los transportes Van der Post, Laurens.
aéreos de una ciudad o una región.
2. Grafía . Los nombres de los aero- 3. → NEERLANDÉS.
puertos no presentan especiales problemas
en relación con la escritura. Sin embargo, agnomentos
es conveniente conocer los símbolos por → COGNOMENTOS.
los que se distinguen, símbolos que en al-
gunos casos, con impropiedad mani- agrupaciones
fiesta, se emplean para designar la ciudad 1. DEFINICIÓN. Conjuntos de personas
donde se halla el aeropuerto. Por ejemplo, con una característica común que persiguen
en algunos medios de comunicación im- determinado fin.
presos se usa BCN para referirse a Bar- 2. → ASOCIACIONES.
celona. Debería quedar claro que BCN es
el símbolo del aeropuerto de Barcelona y no albanés
el de la ciudad ni de la provincia (v. c. A2). 1. CARACTERÍSTICAS.
3. → AVIONES. 1.1. Diacríticos. El albanés usa la ç y la
ë (se lee oe).
aforismos 1.2. Dígrafos. El albanés presenta los
1. DEFINICIÓN. Entendemos por aforis- que se indican, seguidos de su equivalencia
mo la frase breve e ingeniosa que resume fonética:
en pocas palabras un pensamiento original
o un conocimiento esencial. dh = th inglés sonoro (como z en juzgar, gozne)
gj = entre dy y dj francesa
2. GRAFÍA. Los aforismos se escriben de
ll = l fuerte
redondo y con inicial minúscula: nj = ñ
sh = ch muy suave (se articula formando una
Decía mi abuela que no por mucho madrugar cavidad de resonancia entre la parte ante-
amanece más temprano y que donde no hay rior de la lengua y las dos hileras de dientes)
pan buenas son tortas. th = z

242
alemán
xh = / inglesa estos signos deben adecuarse a los usos de
zh = / francesa (como en jambe, agé). nuestra lengua.
1.5. Dígrafos, trígrafos y tetrágrafos. En
aleaciones alemán se dan los siguientes, con sus equi-
1. DEFINICIÓN. Las aleaciones Son valencias fonéticas:
Sustancias que se obtienen incorporando,
generalmente por fusión, uno o más ele- ch = j después de a, au, o, ou; j palatal, casi sh,
mentos a un metal. después de a, e, i, o,u o consonante
2. GRAFÍA. Las aleaciones se especifican chs = ks
con cifras porcentuales: dsch = j inglesa
ll=l
La letra tipográfica se compone de 85 % de ph = f
piorno, 12 % de antimonio y 3 % de estaño. qu = ku
sch = sh
ss = s
alegorías tsch = ch
→ PERSONIFICACIONES.
tz = ts.

alemán 1.6. Mayúsculas y minúsculas. Por razo-


1. CARACTERÍSTICAS. nes gramaticales, en alemán se escriben con
1.1. Alfabeto. El idioma alemán utiliza inicial mayúscula todos los sustantivos. A
el alfabeto universal, constituido por 26 pesar de ello, en las traducciones de escritos
letras, las del español menos la w. en alemán hay que aplicar al texto traduci-
1.2. Diacríticos. El alemán no utiliza do las normas españolas relativas al uso de
tildes, pero dispone de la diéresis en las mayúsculas y minúsculas.
siguientes vocales: 2. DIVISIÓN DE PALABRAS.
Ää=e 1) En este idioma las palabras se dividen
Ö ö = oe por sílabas, como en español: Will-
Ü ü = ue. kom-men.
2) La ch se atiene a las siguientes reglas:
1.3. Signos especiales. El signo ß, que
solo emplea el alemán, se llama Eszett y queda a final de línea si detrás lleva
una consonante: he-rrich-ten; si la
representa el sonido de ss cuando la vocal
palabra es compuesta y se divide por
anterior es larga (v. c. S3).
sus elementos componentes, queda
1.4. Uso de las comillas. En alemán,
las comillas se usan al revés que en espa- también a final de línea, aunque la
siguiente sea vocal: durch-arbeiten;
ñol:
si le sigue una vocal, pasa a la línea
siguiente y forma sílaba con esa vocal:
gebrau-chen.
3) La ll queda a final de línea cuando va
seguida de consonante: Dull-bord;
pasa a la siguiente si le sigue una
A veces abren en la forma dicha, pero vocal: He-ller.
cierran al pie, en cualquiera de los tipos 4) Dos consonantes entre dos vocales
de comillas expuestos, o bien abren al pie pueden dividirse: hin-le-gen.
y cierran a la cabeza, pero siempre en la 5) Cuando una palabra se deriva de otras
misma forma expuesta; por ejemplo, que forman un todo, se respetan sus
componentes: Land-arbeit.
„‟ 6) Son inseparables las combinaciones
‚‛. de consonantes siguientes: ch, ph,
sch, sp, th.
Al traducir textos alemanes al español. 7) Por regla general, son inseparables las

243
alfónimos

combinaciones siguientes: bl, dl, gl, kl, 3.2.2. Las partículas de nombres que co-
pl, tl; dr, gr, tr; ny, gn. rrespondan al neerlandés usadas en alemán
se alfabetizan como en alemán.
3. ANTROPÓNIMOS. 3.2.3. Las partículas de apellidos que no
3.1. Alfabetización. En la alfabetización son alemanes ni neerlandeses se alfabetizan
de antropónimos alemanes se debe tener según la lengua de procedencia:
en cuenta que en Alemania el prenombre
suele ser simple, pero también se dan casos Motte Fouqué, K. de la.
de prenombre doble, unidos con guión o
separados: alfónimos
1. DEFINICIÓN. Entendemos por alfóni-
Christoph Strauss mo la palabra formada por la yuxtaposi-
Johann Sebastian Bach ción del nombre de las letras iniciales de
Karl Arnadeus Hartrnann una denominación.
Heinrich-August Marschner
2. GRAFÍA.
Karl Friedrich Steinrnetz.
2.1. Los alfónimos se escriben de redon-
3.2. Partículas. do y con inicial minúscula o mayúscula
3.2.1. Los antropónimos alemanes según que se trate de un nombre común o
pueden estar relacionados por partículas adjetivo o un nombre propio, respectiva-
como mente. Entre los alfónimos, nuestro idioma
cuenta con voces como
von, van, Vorn, Arn, Zurn, Zur.
becegé (de bcg ‘bacilo Calrnette-Guérin’)
cegesimal (de cgs ‘centímetro, gramo, se-
La partícula von (que a veces adquiere la gundo’)
forma von der en apellidos procedentes del checa (de las letras ch y k del ruso Chrezvichai-
neerlandés) se escribe en alemán siempre nais Komissia ‘Comisión Extraordinaria’,
con inicial minúscula, incluso cuando se que ha quedado como sinónimo de «local
menciona aisladamente con su apellido: donde se tortura»)
von Stem. En español, por aplicación de la dedeté (de DDT‘diclorodifeniltricloroetano’)
norma propia (→ ESPAÑOL, § 3.2), se suele elepé (de LP, del inglés long play ‘disco de
larga duración’)
escribir con inicial mayúscula, Von Papen, penene (de PNN ‘profesor no numerario’)
pero debe preferirse la grafía con minúscu- tebeo (de tbo , revista de historietas).
la, puesto que estamos utilizando una forma
de un idioma extranjero. En cualquier caso, 2.2. El procedimiento da lugar a la apa-
debe unificarse la grafía en una misma uni- rición de grafías que no respetan las reglas
dad textual (y si es en todas las unidades morfológicas del español; por ejemplo,
textuales producidas por un autor o una
entidad, mejor). En la alfabetización, las GeCe (Giménez Caballero)
partículas von y van se posponen: JotaBé (Jiménez Blanco).

Stein, Lorenz von Estas grafías deben tener tratamiento de


Beethoven, Ludwig van. grafías exóticas y escribirlas normalmente
de redondo, sin diacríticos. (→ GRAFÍAS,
Las partículas Am, Vom, Zum, Zur se es- §2.)
criben con inicial mayúscula en cualquier 2.3. También da lugar a la aparición de
posición y en la alfabetización se anteponen grafías mixtas, fruto de la mezcla de dos o
al apellido: más formas de abreviar, como en cederrón,
lectura de la sigla de origen inglés CD-ROM.
Am Ende, Johann Gotfried 3. ALFABETIZACIÓN. Los alfónimos se
Zurn Busch, J. P. alfabetizan como las restantes palabras del
Zur Hausen, Harald. idioma. Las grafías exóticas (→ GRAFÍAS,

244
alias

§ 2 y 3) se colocan en el lugar que alfabéti- de redondo y con inicial mayúscula en el


camente les corresponda, detrás de grafías alias (no en el artículo):
más simples si existen.
4. → ANTROPÓNIMOS; NEOLOGISMOS. Así se expresaba la Pasionaria
La historia de España habla del Empecinado.
alias
1. DEFINICIÓN. Un alias es un apodo o 2.5. Entre el nombre propio y el alias
nombre que sustituye o se añade al propio o apodo va siempre coma, salvo que este
de una persona. último esté escrito entre paréntesis:
2. GRAFÍA.
2.1. Los alias se escriben con inicial Juan Pérez, el Torta
mayúscula: Juan Pérez (el Torta).

2.6. A veces (especialmente en nombres


el Niño
el Tuerto de origen inglés o que los imitan), el alias
la Ricitos aparece entre el prenombre y el apellido;
la Terremoto. si se mencionan en esta forma, el apodo se
escribe de cursiva:
El determinante de que suelen ir precedidos
los alias es una mera partícula que se escribe Ernesto Che Guevara
con minúscula. (→ ANTROPÓNIMOS, § 5.2.) el capitán Carlos Aurelio Za Za Martínez
Walter Wolfman Washington
2.2. Cuando se disponen después del
El rey del jazz, Charlie Yardbird Parker, murió
nombre propio, a modo de especificación, en 1955 a los 34 años.
se escriben con letra cursiva:

Antonio García, alias el Tuerto Las menciones de estos antropónimos se


Francisco Ríos, el Pernales escriben de redondo si comienzan con el
Antonio Jiménez, el Niño del Arahal. apodo y se siguen del apellido:

A veces la palabra alias se abrevia en la Cuba recibe los restos de Che Guevara con
forma (a), que se escribe de redondo: honores de héroe nacional
Mantequilla Nápoles ha perdido su último
combate.
Antonio García, (a) el Tuerto
Francisco Ríos, (a) el Pernales.
3.Alfabetización .
2.3. El alias también puede aparecer 3.1. Cuando los alias se añaden al nom-
detrás del nombre propio entre paréntesis; bre y apellido(s), se alfabetizan por el ape-
en este caso recibe la misma grafía que en llido, pero debe abrirse una entrada secun-
el apartado 2.2 anterior: daria por el alias con envío al apellido:

Antonio García (alias el Tuerto) ha muerto. Terremoto: Vargas, Manuela


Tuerto: v. García, Antonio
2.4. Son también alias los nombres que
se relacionan con peculiaridades de una Sin embargo, si en una obra solo se les
persona y que se añaden al de ella o lo conoce por el alias o apodo, el orden de
sustituyen: los datos en las entradas debe ser al revés:

Dolores Ibárruri, la Pasionaria García, Antonio: V. Tuerto


Valentín González, el Campesino Vargas, Manuela: v. Terremoto.
Juan Martín Díaz, el Empecinado.
3.2. Los alias que se mencionan entre
Cuando se mencionan aisladamente, sin prenombre y apellido se alfabetizan tal cual
acompañamiento del nombre, se escriben se escriben, comenzando por el alias:

245
almanaques

Che Guevara, Ernesto de pila y uno o dos apellidos, imitando el


Mantequilla Nápoles, José nombre propio de una persona.
Wolfman Washington, Walter 2. GRAFÍA.
Yardbird Parker, Charlie 2.1. Los alónimos se escriben de redon-
Za Za Martínez, Carlos Aurelio.
do, sin diacríticos, como los seudónimos:
Sin embargo, debe abrirse una entrada
Gabriela Mistral tenía de Verdadero nombre
secundaria en la que desde su verdadero el de Lucila Godoy
nombre se envíe al alias: Rubén Darío se llamaba en realidad Félix
Rubén García Sarmiento.
Guevara, Ernesto: V. Che Guevara, Ernesto
Martínez, Carlos Aurelio: V. Za Za Martínez, Siguen la misma norma los nombres fin-
Carlos Aurelio gidos (sobrenombres) de los artistas de
Nápoles, José: V. Mantequilla Nápoles, José
Washington, Walter: V. Wolfman Washington, cine y teatro y escritores, que en algunos
Walter casos no usan el propio; por ejemplo, el
actor norteamericano de origen ruso Kirk
4. TRADUCCIÓN. En principio, los alias Douglas se llama en realidad Yssur Danié-
no se traducen, pero puede explicarse su lovic Demsky; Rock Hudson se llamaba
significado (por ejemplo, entre corchetes y Roy Scherer Fitzgerald; la escritora norte-
de redondo) la primera vez que aparezcan americana Marguerite Yourcenar se llama-
en una unidad textual. Sí se escriben en ba Marguerite Crayencour.
español los apodos que, aun pertenecien- 2.2. Se escriben con cursiva si van a con-
do a personajes extranjeros, han admitido tinuación del nombre propio, entre comas
forma española tradicional, como Jerónimo o entre paréntesis:
Bosch, el Bosco (en lugar de Hieronymus
van Aeken [o Aken]), también escrito a Lucila Godoy, Gabriela Mistral, obtuvo el
Premio Nobel
veces Hieronymus Bosch, el Bosco. Félix Rubén García Sarmiento (Rubén Darío)
5. → ANTROPÓNIMOS; COGNOMENTOS; estuvo en Barcelona, en una casa, que aún
SEUDÓNIMOS; SOBRENOMBRES. se conserva, de la calle de Tiziano.

almanaques También se escribe con cursiva si se emplea


1. DEFINICIÓN. Entendemos por alma- como aclaración:
naque un registro o catálogo de todos los
días del año con ciertos datos y noticias. Lucila Godoy, más conocida como Gabriela
También son almanaques ciertas publica- Mistral, obtuvo el Premio Nobel.
ciones anuales de contenido similar.
2. GRAFÍA. Los títulos de los almana- 2.3. El tratamiento tipográfico y biblioló-
ques, cuando tienen uno específico, se escri- gico que se da a los alónimos es el mismo
ben de cursiva y con inicial mayúscula en la que se aplica a los nombres verdaderos: las
primera palabra y en los nombres propios: palabras utilizadas como apellidos reciben
tratamiento de apellidos, y las utilizadas
El almanaque del buen Ricardo como nombres de pila, el tratamiento reser-
Almanaque de las musas. vado a los nombres de pila, escritos como
los restantes nombres y apellidos utilizados
3. ALFABETIZACIÓN. Los títulos de en la misma fuente.
almanaques se alfabetizan como los de 3. ALFABETIZACIÓN. En un diccionario,
las obras de creación. (→ OBRAS DE CREA- una bibliografía o un índice alfabético, se
CIÓN, § 3.) alfabetizan por la palabra o las palabras
que actúan de apellidos:
alónimos
1. DEFINICIÓN. Entendemos por alóni- Darío, Rubén
mo un seudónimo formado por un nombre Douglas, Kirk

246
anexos

Mistral, Gabriela
nornoroeste norte nornoreste
Yourcenar, Marguerite. aquilón
noroeste bóreas noreste
Se puede hacer una entrada por el nombre cauro cierzo brisa
verdadero, con remisión al alónimo: coro tramontana gregal
galerna mistral
maestral
Crayencour, Marguerite: v. Yourcenar, Mar- cecias
guerite
oesnoroeste estenoreste
Daniélovic Demsky, Yssur: V. Douglas, Kirk
lesnoreste
García Sarmiento, Félix Rubén: V. Darío,
Rubén
Godoy, Lucila: V. Mistral, Gabriela. oeste este
poniente levante
4. → ANTROPÓNIMOS; SEUDÓNIMOS. céfiro oriente
euro
solano
anemónimos
1. Definición . Se llaman anemónimos
oesuroeste estesureste
las palabras con las que se da nombre a
los vientos.
2. GRAFÍA. suroeste sureste
2.1. Los nombres de los vientos se escri- garbino siroco
lebeche sur jaloque
ben de redondo y con inicial minúscula: austro
ábrego
el Viento del norte sursuroeste vendaval sursureste
los alisios
el ábrego Fig . A1. La rosa de los Vientos
Viento de bolina
el maestral
el terral
el aquilón ábrego
el bóreas alisios
el céfiro bolina, Viento de
el cierzo norte, Viento del
el mistral terral.
el simún
el siroco 4. → PUNTOS CARDINALES.
el solano.
anexos
2.2. Los nombres de vientos personali- 1. DEFINICIÓN. Llamamos anexo al
zados se escriben con inicial mayúscula: conjunto de documentos, estadísticas, grá-
ficos, cuadros, ilustraciones o textos de los
las caricias de Céfiro. cuales no suele ser autor el de la obra en que
se insertan, generalmente al final de ella.
2.3. La palabra que indica la dirección 2. GRAFÍA.
de la cual sopla un viento se escribe con 2.1. Los títulos de las diversas partes de
inicial minúscula: un anexo se numeran preferiblemente con
Viento del norte cifras arábigas, aunque a veces aparecen
el estesureste numerados con cifras romanas.
el gallego. 2.2. En la reproducción de la numera-
ción de los anexos en una fuente distinta,
3. ALFABETIZACIÓN. Los nombres de debe respetarse la grafía que tengan en el
los vientos se alfabetizan por su palabra original, sea arábiga o romana.
específica, posponiendo la palabra Viento 3. → APÉNDICES; CAPÍTULOS; ESCRITOS;
cuando intervenga: TÍTULOS.

247
ángeles

ángeles Las bodas de platino no aparecen definidas


1. Definición . Los ángeles son, según en los diccionarios al uso, pero se aplican
la doctrina católica, espíritus celestes crea- al cumplirse setenta y cinco años de haberse
producido un hecho o fundado una empresa,
dos por Dios.
institución, etcétera. Por ejemplo, en 1990 se
2. GRAFÍA. celebraron las bodas de platino de la ya desa-
2.1. Los nombres comunes de los ángeles parecida Editorial Labor (1915).
que, según la doctrina católica, forman los
nueve coros o grupos de espíritus angélicos 3. → AÑOS; EDADES.
o celestiales se escriben de redondo y con
inicial minúscula: antenombres
1. DEFINICIÓN. Los antenombres son
querubines (1) los nombres o calificativos que se colocan
serafines (2) delante del nombre o del apellido.
tronos (3)
dominaciones (4)
2. GRAFÍA.
Virtudes (5) 2.1. Los antenombres se escriben de
potestades (6) redondo y con inicial minúscula:
principados (7)
arcángeles (8) don Manuel
ángeles (9). señor Rodríguez
fray Jerónimo
(El número entre paréntesis indica el coro.) Venerable Miguel Rúa
2.2. Los nombres propios de arcángeles, beato Almató
como Gabriel, Rafael, Miguel, se escriben san Francisco
de redondo y con inicial mayúscula, pero sor María
no la palabra arcángel: mosén Pujadas
padre Ernesto
el arcángel san Gabriel. madre Asunción
hermana Jesusa
hermano Jeremías.
3. ALFABETIZACIÓN. Los nombres de los
ángeles se alfabetizan tal como se escriben,
se trate de nombre común o propio. La Academia escribe siempre San con
4. → RELIGIONES. mayúscula, e igualmente Fray, pero esa ma-
yúscula no está justificada, pues en igual caso
habría que escribir Señor, Beato, Venerable,
animales Siervo de Dios y otros, lo que no se hace ni
→ ZOÓNIMOS. parece razonable que se haga. (→ frailes y
MONJAS, §2.2.)
aniversarios
1. DEFINICIÓN. Llamamos aniversario 2.2. Los tratamientos religiosos madre,
al día en que se cumple un número exacto padre, hermano, hermana, sor se escriben
de años desde que se dio un acontecimiento. de redondo, con inicial minúscula y se an-
2. GRAFÍA. Los nombres de los aniver- teponen al nombre de pila o al cargo:
sarios se escriben de redondo y con inicial
minúscula.
el padre Antonio
la madre María Sánchez
Los aniversarios se denominan con la
sor Teresa
palabra bodas y un nombre específico que
el padre abad
depende del número de años que se celebran:
el padre prior
la madre superiora
bodas de plata (veinticinco años)
la madre abadesa.
bodas de oro (cincuenta años)
bodas de diamante (sesenta años)
bodas de platino (setenta y cinco años). 2.3. Cuando forman parte de un nombre

248
antenombres

propio se escriben de redondo y con inicial Cuadro A3. Aplicación de los antenombres
mayúscula (→ ADJETIVOS, § 2.4):
beato, beata, san, santo, santa. Venerable: pre-
calle de San Fulgencio ceden al prenombre o nombre de pila, a Veces
avenida de Fray Junípero Serra seguido de apellido o lugar de procedencia:
San Antonio de la Florida beato Juan de Ávila, san Francisco de Asís,
Fray Bentos (Uruguay) san Antonio María Claret, santa Clara, santo
Fray Mocho (seudónimo de José Sixto Ál- Tomás, santa Cecilia, venerable Miguel Rúa
varez)
Fray Candil (seudónimo de Emilio Boba- don, doña: se antepone al nombre: don Antonio,
dilla) dona Juana, o al conjunto nombre + apellido(s):
Beato de Liébana. don Antonio García, dona Isabel García Pérez,
no al apellido solo: *don García, *doña Pérez
2.4. Los antenombres de origen extran-
jero se escriben de redondo: fray, sor, hermano, hermana, padre, madre,
mosén: se anteponen al nombre propio, solo
mister Robson o seguido de apellido o lugar de procedencia:
miss Elisabet fray Anselmo, fray Gerundio de Campazas,
dom Giovanni sor María, sor Juana Inés de la Cruz, herma-
signorina Isabella no Francisco, hermana Mercedes, padre Juan
madame De Stael (a Veces, seguido de un sustantivo común:
monsieur Charles. padre prior), madre Ana (a Veces, seguido de
un sustantivo común: madre abadesa), mosén
→ Los antenombres extranjeros empleados Cinto Verdaguer
en español deben escribirse con la grafía que
sea propia del respectivo idioma. Así, mister señor, señora: se antepone a apellidos: señor
sin tilde como en inglés y Frau con inicial García, no a nombres, Vayan solos o con ape-
mayúscula como en alemán. Se presenta aquí llidos: *señor Juan, *señor Manuel Ortúzar
un problema de coherencia: en inglés también (solo familiarmente puede aceptarse cuando
se escriben con inicial mayúscula los antenom- se antepone al nombre de pila: señor Juan).
bres: Mister, Miss. Sin embargo, las palabras Sí es correcta la formula señor don Manuel
mister y miss, así escritas (con inicial minús- Ortúzar
cula, pero de redondo), son muy comunes en
la literatura española, especialmente en la
traducida, mientras que no se da este caso con limitarse a estos casos; las demás abreviaturas
los antenombres alemanes. Tal vez por esta de antenombres están prohibidas en texto
razón se aceptan los antenombres alemanes seguido, salvo entre paréntesis o en cuadros
con inicial mayúscula y no se hace así con los o esquemas.
antenombres ingleses. De más está decir que
en español solo deben emplearse en los casos
3. APLICACIÓN. En el uso español
en que lo exija la ambientaeion de un relato.
Los tratamientos ingleses mister y mistress se se aplican tal como se indica en el cua-
usan abreviados en inglés (Mr., Mrsd. En espa- dro A3.
ñol, cuando no resulte pertinente traducirlos 4. ABREVIACIÓN. Los antenombres pue-
(v. § 6.1), deberían usarse, como los restantes den abreviarse al pie de los escritos, entre
tratamientos, con todas sus letras: mister Ken- paréntesis, en los cuadros o tablas y en
nedy, mistress John Kennedy. Sin embargo, el casos similares cuando precedan inmedia-
hecho de que la palabra mistress, escrita con tamente al nombre, apellido o cargo, pero
todas sus letras, tenga en inglés connotaciones no en texto seguido, donde deben escribirse
peyorativas (se aplica a la amante o querida),
aconseja escribir siempre, incluso en texto
con todas sus letras (v. c. A4). Obsérvese
seguido, la abreviatura Mrs., como en inglés, que las abreviaturas de antenombres se
y, en consecuencia, para mantener un micro- inician con mayúscula, lo mismo que los
sistema coherente, debe escribirse también tratamientos.
Mr. por mister, aunque en este caso no tenga 5. ALFABETIZACIÓN.
la misma justificación. Pero la excepción debe 5.1. Los antenombres no encabezan

249
antonomasia

Cuadro A4. Abreviaturas de los antenombres sos como estos (especialmente en lo relativo
a don Juan Tenorio) deberían alfabetizarse
beato, beata: B., Bto., Bta. (pl., BB., comenzando por don, no se ve razón para
Btos., Btas.) ello, ni es esperable que alguien los buscase
don: D. así en un orden alfabético. Incluso en el
doña: D.a caso de que se escriba sistemáticamente
fray: Fr.
frey: Fr.
Don Juan en lugar de don Juan, la grafía
hermano, hermana: H. (pl., HH.) en un orden alfabético debe comenzar por
madre: M. (pl., MM.) el nombre propio, y la palabra don, aun
mosén: Mn. escrita con mayúscula, debe posponerse,
padre: P. (pl., PP.) como en los nombres ordinarios se pospo-
san: S. nen los prenombres.
santo, santa: Sto., Sta. (pl., Stos., Stas.) 6. TRADUCCIÓN.
señor: Sr. (pl., Sres.) 6.1. En principio, losantenombres deben
señora: Sra. (pl., Sras.) traducirse al español, sustituyéndolos por
sor (no tiene)
Venerable: Ven. (pl., Vens.). sus equivalentes en nuestra lengua: señor,
señorita, señora:
el señor Clinton
nunca una ficha de orden alfabético, salvo la señora Thatcher.
que se utilicen como nombre propio (por
ejemplo, como apellido [José de San José], Sin embargo, en algunos casos, especial-
nombre de calle o topónimo) (v. §2.3). mente en la novela y el teatro, para mante-
5.2. Los antenombres que se aplican ner el ambiente original pueden respetarse
como tratamiento religioso (santos, beatos en su lengua los antenombres.
y venerables) se alfabetizan por el nombre 6.2. Los alemanes suelen escribirlos con
de pila más los determinativos que even- mayúscula (Herr, Frau, Frdulein), grafía que
tualmente lleven (apellidos, topónimos, debe respetarse en español. El tratamiento
etcétera), seguidos, tras coma, del ante- inglés esquire se abrevia en Esq. y se coloca
nombre: después del nombre propio:
Angélico, Fra Richard Burton, Esq.
Antonio, San
Antonio Abad, San Tratamientos como lord, lady, sir, miss
Francisco de Asís, San deben escribirse con minúscula en textos
Giovanni da Fiesole, Fra españoles:
Luis Gonzaga, San
Luis de León, Fray lord Kelvin
Miguel Rúa, Beato lady Diana
Teresa, Santa. miss Trenton
sir Anthony Eden,
(→ FRAILES Y MONJAS, § 3.)
5.3. Los antenombres que se aplican aunque en inglés suelen escribirlos con
como tratamiento civil se alfabetizan por mayúscula inicial.
el nombre de pila, pero generalmente no se 7. → ADJETIVOS; ANTROPÓNIMOS; FRAI-
utiliza el tratamiento, que se ignora, salvo LES Y MONJAS; TÍTULOS DE DIGNIDAD;
personajes históricos que se conocen con TRATAMIENTOS.
su tratamiento:
Juan, Don
antonomasia
→ NOMBRES ANTONOMÁSTICOS.
Quijote, Don
Rodrigo, Don.
antropónimos
Aunque algunas personas opinan que en ca- 1. Definición . Llamamos antropó-

250
antropónimos

nimo al nombre propio de cada persona. 3.1. Los nombres de pila suelen abre-
2. GRAFÍA. viarse en algunos casos. En general, en
2.1. Los nombres propios de persona que un escrito (por ejemplo, en un artículo de
normalmente se componen de nombre de pila periódico, en una crónica o entrevista) pri-
y uno o más apellidos se escriben de redon- mero se citan por entero el nombre de pila y
do y con iniciales mayúsculas en las pala- los apellidos, para posteriormente abreviar
bras consideradas significativas o propias: el nombre o bien utilizar solo el apellido.
(→ CRIPTÓNIMOS.) Esta costumbre, que se
Antonio Sánchez llama abreviación del sintagma, se pone en
Antonio Sánchez García práctica especialmente en los periódicos, en
José de Lope Corredor los artículos de revistas y en los tratamien-
Juan Corredor de Lope tos enciclopédicos de los diccionarios enci-
Marcelino Menéndez y Pelayo. clopédicos y enciclopedias. Por ejemplo, en
esos casos es normal mencionar a Franklin
2.2. Los nombres de pila españoles no Delano Roosevelt la primera vez que se le
presentan especiales dificultades de gra- mencione, pero después, según el contexto,
fía. Normalmente se escriben tal como se se puede escribir Franklin D. Roosevelt, F.
pronuncian, con alguna diferencia entre el D. Roosevelt, Roosevelt o fdr . Tanto en
español europeo y el hispanoamericano. español como en los demás idiomas, es más
Por ejemplo, el Óscar del español europeo, común abreviar los nombres de pila, gene-
palabra llana, es el Oscar de Hispanoaméri- ralmente solo con la inicial o con las dos
ca (especialmente de la Argentina), palabra primeras letras. Si el prenombre es doble y
aguda. Lo mismo sucede con Ciríaco, grafía masculino, del tipo José Antonio, Juan José,
llana en España, y* Ciríaco, habitual en lo normal es abreviar los dos o el segundo,
Hispanoamérica. La escritura de Lourdes pero no es habitual abreviar el primero;
(grafía que hay que considerar francesa) y así, José A., Juan J., pero no J. Antonio, J.
Lourdes o incluso Lurdes, las tres posibles, José. Sin embargo, si es femenino, se puede
dependerá de quien use el nombre. Como abreviar el primero o el segundo; por ejem-
es natural, la grafía más correcta de las tres plo, María del Carmen y María Antonia
será la elegida por quien tiene ese nombre. pueden abreviarse como M.a del Carmen,
En unos pocos casos se dan alternancias M.a Antonia o como María del C. y María
acentuales en nombres muy poco usados; A. Aunque cualquier nombre de pila podría
por ejemplo, Eliseo/Elíseo, Epifania/Epifa- abreviarse solo con la inicial (o con las dos
nía, Lucio/Lucío (v. cuadro A5). primeras letras si se trata de un dígrafo
2.3. La forma que adoptan los nombres como ch o //), normalmente se procura que
de pila en español no indica siempre y nece- en una misma unidad textual cada nombre
sariamente a priori, aunque sí en la mayor se abrevie de forma distinta, con objeto
parte de los casos, el sexo de la persona. Por de que no se preste a confusión. En algún
ejemplo, Carmen, Patrocinio, Guadalupe, caso tal vez sea conveniente renunciar a la
Loreto, Rosario, Cruz, Trinidad, Reyes, abreviación para mantener la claridad, por
Práxedes, Onofre, Refugio y aun otros la coincidencia en un mismo contexto de
nombres tradicionalmente considerados varios nombres con la misma inicial.
femeninos son propios también de hom- 3.2. Cuando en un antropónimo se usa
bres, especialmente en Hispanoamérica y más de un nombre abreviado, las abreviatu-
Filipinas. La ley española de Nombres ras se separan con espacio (preferiblemente,
y Apellidos (ley 40/1999, de 5 de noviem- espacio fino, para compensar los blancos
bre) dice: «Quedan prohibidos los nombres que rodean al punto):
[...] que hagan confusa la identificación y
los que induzcan en su conjunto a error en J.L.L.Aranguren.
cuanto al sexo».
3. ABREVIACIÓN. 4. Separación a fin de línea . Los

251
antropónimos

nombres abreviados pueden presentar 5.4. Se usa ante los apellidos y los apo-
problemas en su separación a fin de línea; dos de artistas italianos antiguos, como el
por ejemplo, casos como J. L. L. Aranguren Petrarca, el Perugino, pero no se aplica a los
o C. J. Cela pueden quedar, a fin de línea, modernos ni ante los nombres propios; por
separados así: J. / L. / L. /Aranguren, C. / J. ello es incorrecto decir el Dante y el Tiziano.
/ Cela. Estas separaciones no son aceptables 6. PLURAL. Los nombres de pila espa-
normalmente, salvo que la composición se ñoles no suelen utilizarse en plural, pero se
haga en una columna de texto muy estrecha prestan a ello en caso de necesidad:
(menos de diez cíceros) con cuerpos de letra
más bien grandes (más de diez puntos). Muchos Manolos, Luises y Tomases hay aquí;
Debe buscársele una solución, que puede los Pepes, en cambio, no abundan; en Espa-
consistir en devolver su forma completa ña hay muchas Marías y bastantes Pilares.
a alguno de los nombres o apellidos. Por
ejemplo, se puede escribir José Luis L. 7. GRAFÍAS PERSONALISTAS O EXTRAVA-
Aranguren, Ca- / mi- / lo J. Cela. GANTES. A veces, un autor utiliza una grafía
5. ARTÍCULOS EN ANTROPÓNIMOS. personalista de su nombre, grafía que suele
5.1. Actualmente se considera incorrecto respetarse, pero no es obligatorio:
emplear el artículo antepuesto a nombres
propios de mujer. Antiguamente, según e. e. cummings
escribía un autor (cit. por E. Oliver, Pron- Josemaría Escrivá de Balaguer
k. d. lang.
tuario del idioma, p. 167), «el artículo se
aplica a las mujeres de vida airada [...] y en
En casos así, el respeto a la grafía es una
España a tres clases de mujeres: a las altas y
cuestión personal. Algunas fuentes pasan
distinguidas, a las bajas y humildes y a las
por alto tales peculiaridades y utilizan la
traídas y llevadas». No obstante, suele uti-
grafía normal:
lizarse ante nombres de algunas escritoras y
artistas (especialmente bailarinas), siempre
E. E. Cummings
escrito con minúscula: José María Escrivá de Balaguer
K. D. Lang.
la Pardo Bazán
la Dunean
→ Algunas personas han obtenido, mediante
la Caballé
decisión judicial, el derecho a que su nombre
se escriba de determinada manera, con una
En los demás casos debe tenerse por clara- grafía que escapa de las reglas habituales y
mente incorrecto en el español actual. aceptadas por la sociedad. Tales excepciones
5.2. El artículo se escribe con minúscula de grafía solo serán Válidas, como parece
cuando se aplica a sobrenombres de perso- lógico, si acaso en el territorio en el que la
najes célebres: autoridad judicial tiene jurisdicción, pero no
en otros ni en otras lenguas. (→ GRAFÍAS, § 3.)
el Empecinado
Fernando IV el Emplazado. 8. MINUSCULIZACIÓN DE PRENOMBREs
Y APELLIDOS.
(→ ALIAS, §2.1.)
5.3. Ante nombres propios o apellidos 8.1. En algunos casos, los nombres de
es vulgar, pero se usa correctamente (por pila y los apellidos se utilizan para desig-
razones de tradición) si se trata del lengua- nar cosas, por lo que pierden propiedad y
je judicial (incluso delante del apellido: el pasan a escribirse con minúscula, como un
Antonio, el Gómez), o si los nombres están nombre común; por ejemplo,
en plural:
adquirir un picasso
la casa de los Borbones tomarse un chateaubriand
es amigo de todos los Manueles Vender un miró
la dinastía de los Omeyas. poseer un renoir.

252
antropónimos

Cuadro A5. Antropónimos españoles1


Aarón Alejandro [Álex, Chan- Ángeles (V. María de Asunción (V. María de
Abdon dro] los Ángeles) la Asunción)
Abel Alejo Angélica Atanasio
Abelardo Alfeo Angustias (V. María de Ataúlfo
Abraham o Abrahán2 Alfonsa o Alfonsina las Angustias) Atilano
Absalon Alfonso Aníbal Augurio
Abundio Alfredo Aniceto Augusta
Acacio Alicia [Ali, Licia] Anisia Augusto
Acilino Alodia Anselmo Áurea
Acisclo Álvaro Antero Aurelia
Ada Amada Antimo Aureliano
Adalberto Amadea Antolín Aurelio
Adán Amadeo Antolina Aurora
Adela [Ade, Adeli]3 Amado Antonia [Toñita, Toni, Avelina
Adelaida [Ade] Amador Toñi] Avelino
Adelardo Amalia Antonio [Toño, Tono, Aventino
Adelina [Ade, Lina] Amancia Toñito, Toni, Ñito] Azarías
Adelino [Lino] Amancio Anunciación (V. María
Adjutorio Amanda de la Anunciación) Balbina
Adolfo Amando Aparicio Baldomero
Adoración Amaranta Apeles Baltasar
Adrián o Adriano Amaranto Apolinar Bárbara
Adriana Ambrosia Apolonia Bartolomé [Bartolo]
Agapito Ambrosio Apolonio Basileo
Ágata o Águeda Amelia Aquiles Basilia
Agripina Amparo (V. María del Aquilina Basilio
Águeda (V. Ágata) Amparo) Aquilino Basilisa
Agustín Ana [Ani] Arcadio Bautista
Agustina [Tina] Ana Belén [Anabel] Argentina [Tina] Beatriz [Bea]
Alarico Ana Isabel [Anabel] Argimira Begoña [Bego]
Albana Ana María [Ana Mari] Argimiro Belén (V. María de
Albano Anacleto Arístides Belén)
Alberta [Berta] Anastasia Arnaldo Belisario
Albertina Anastasio Arsenio Beltrán
Alberto [Berto, Alberti- Anatolia Artemio Benedicta o Benita
to, Tito] Anatolio Arturo [Turo] [Beni]
Albina Andrea o Andresa Ascensia Benedicto o Benito
Albino Andrés Ascensio [Beni]
Alegría (V. Leticia) Ángel Ascensión (V. María de Benigna
Alejandra Ángela [Gela] la Ascensión) Benigno

1 Se proporciona aquí una lista de los antropónimos mas habituales y clásicos del español, especialmente
los que presentan alguna dificultad desde el punto de Vista de la grafía.
2 Las Variantes de grafía o de forma de un mismo nombre se colocan seguidos, separados por la con-
junción o si son solo dos o por coma menos los dos últimos, en este caso por la conjunción o, si son mas
de dos. Grafías como Diego, Jacobo, Jaime y Santiago son formas diversas del mismo nombre, según las
tradiciones o los orígenes. Aunque, cuando son equivalentes, la festividad se celebra el mismo día, ello no
quiere decir que quien se llama Santiago se llama al mismo tiempo, e indiferentemente, Diego, Jacobo y
Jaime. Por lo demas, cuando un nombre admite mas de una grafía, el portador elige una y suele permanecer
fiel a ella; por ejemplo, quien elige llamarse Genaro escribirá siempre su nombre con g aunque sepa que
la forma más acorde con la ortografía de ese nombre es con j. Las razones por las que se elige una grafía
determinada, aunque sea antietimológica, son de índole familiar o consuetudinarias.
3 Entre corchetes se sitúan las formas hipocorísticas (Paco por Francisco, Pepe por José) o los abrevia-
mientos (Max o Maxi por Maximiliano, Seve por Severiano, Sevi por Severiana). Ninguna de las dos formas
hipocorísticas suele tener reconocimiento legal y su uso se restringe al nivel familiar o amistoso. Por lo
demás, tales formas hipocorísticas son mucho más variadas y caprichosas de lo que aquí se refleja.

253
antropónimos

Benilda Casimira [Casi, Mira] Concordia Dolores (V. María de


Benita (V. Benedicta) Casimiro [Casi, Miro] Concordio los Dolores)
Benito (V. Benedicto) Casto Consolación o Consue- Domingo
Benjamín Castor lo [Chelo] Dominica
Berardo Castorio Consorcia Dominico
Bernabé Cástulo Constancia o Constanza Donada
Bernarda [Bernardi] Catalina Constancio Donato
Bernardina Catón Constantina Dorotea [Doro, Tea]
Bernardino Cayetana Constantino Doroteo [Doro, Teo]
Bernardo Cayetano Consuelo (V. Conso- Dulce
Berta Cayo lación)
Bibiana Cebrián o Cipriano Coral Edgar
Bibiano Cecilia Cordelia Edmunda
Bienvenida Ceeiliano Corina Edmundo [Mundo]
Bienvenido Cecilio Cornelio Eduardo [Edu, Lalo]
Blanca (V. María de las Ceferina o Zeferina Coronación Eduvigis o Eduviges
Nieves) Ceferino o Zeferino Cosme [Edu]
Blandina Celedonia [Cele] Crisanto Efebo
Blas Celedonio [Cele] Crisostomo Efigenia o Ifigenia
Bonifaeia Celestina Crispín Egidio
Bonifacio Celestino Crispina Egisto
Boris Celia Crispiniano Eladio
Borja (V. Francisco de Celiano Cristián Eleazar
Borja) Celsa Cristiana Elena o Helena
Brandano Celso Cristina (V. María Eleuterio
Braulia Cenobia Cristina) Elias
Braulio cenobio Cristino Eligio (V. Eloy)
Brieio César Cristóbal Elisa [Lis, Eli]
Brígida Cesárea Cruz (mase, y fem.) Elisabet (V. Isabel)
Bruna Cesáreo Cunegunda Elisenda [Eli]
Brunequilda Cinta Eliseo o Elíseo
Bruno Cipriano (V. Cebrian) Dagoberto Elmo
Buenaventura Circuncisión Dalmaeio Eloy o Eligio
Ciriaea o Ciríaea Dalmiro Elpidio
Calíope Ciríaco o Ciríaco Dámaso Elsa
Calixta Cirila Damián Elvira
Calixto Cirilo Damiano Emerenciana [Chana]
Camila Clara [Clari] Daniel [Dani] Emerenciano
Camilo Clarisa Darío Emérita
Camino Claudia David Emeterio
Candelaria Claudio Delfín Emilia [Emi]
Candida Clemencia [Ciernen] Delfina Emiliana [Emi]
Cándido Clemente Delia Emiliano [Emi]
Canuto Clementina [Ciernen] Demetrio Emilio [Emi]
Caridad (fem.) [Cari] Clementino Deogracias Emma
Carina Cleofás Desamparados Encarnación (V. María
Carlos Cleoneio Desiderio de la Anunciación)
Carlota o Carola Cleto Desposorios Engelberto [Berto]
Carmela Clodoaldo Dídimo Engracia
Carmelo Clodoveo Diego, Jacobo, Jaime o Enriea o Enriqueta
Carmen (mase, y fem.) Clotilde [Cloti] Santiago Enrique [Quique, Enri]
(V. Mana del Carmen) Coloma o Columba (V. Dimas Enriqueta [Queta] (V.
Carola (V. Carlota) Paloma) Diodoro Enrica)
Carolina [Carol, Lina] Compasión Diógenes Eovaldo
Casandra Concepción [Concha, Diomedes Epifania o Epifanía
Casiano Conehi, Conchita, Dionisia [Fani]
Casilda Chuni] Dionisio Epifanio

254
antropónimos

Erasmo Federico [Fede] Galo Gumersindo


Ermengario Felicia o Felicidad García Gustavo [Chavo]
Ermengaudo Feliciano Gaspar
Erminia o Herminia Felicidad [Feli] Gastón Haroldo
Erminio o Herminio Felipa Gaudemio Héctor
Ernestina Felipe Gaudeneia Helena (V. Elena)
Ernesto Felisa [Feli, Lis] Gaudencio Heliodoro
Erundina Félix Gauderico Heraclio
Esclavitud Fermín Gaufredo Hereulano
Escolástica Fermina Gedeón Hércules
Esmeralda Fernanda (V. María Gelasio Heriberto
Esperanza (V. María de Eernanda) Gema Hermenegildo
la Esperanza) Fernando [Nando, Genaro (V. Jenaro) Herminia (V. Erminia)
Estanislao [Estanis] Nandi] Generosa Herminio (V. Erminio)
Esteban Fidel Generoso Hermogenes
Estefanía [Fani] Fidela Genoveva [Geno] Herundina
Estela (V. Estrella) Filiberto Georgina Higinio
Ester Filomena [Filo] Gerarda Hilaria
Estrella o Estela Filomeno Gerardo Hilario
Eudaldo Flaminio Germán Hilarión
Eudoxia Flaviana Germana Hilda
Eufemia Flaviano Geroncio Hildebrando
Eufrasia Flavio Gertrudis Hildegarda
Eufrasio Flor o Flora Gervasia Hipólita [Poli]
Eugenia Florencia Gervasio Hipólito [Poli]
Eugenio Florencio [Chencho] Gil Homobono
Eulalia [Lali] Florentina Gilberto Honesto
Eulogia Florentino [Lencho] Gilda Honorata
Eulogio Florián Ginés Honorato
Eusebia Florinda Giraldo Honorio
Eusebio Florindo Gisela Horacio
Eustaquia Fortunata Gliceria Hortensia
Eustaquio [Taquio] Fortunato Glieerio Hortensio
Eustasia Francisca [Paca, Paqui, Gloria Huberto
Eustasio Paquita, Curra] Godofredo Hugo
Eutimio Francisco [Paco, Curro, Gonzalo [Chalo] Humberto
Eutropio Frascuelo, Frasquito, Gorgonia
Eva Fran, Pancho, Pacho, Gorgonio Ifigenia (V. Efigenia)
Evangelina Pacorro, Paquito, Sis- Gracia Ignaeia
Evarista eo, Quico, Francis] Gracián o Graciano Ignacio [Nacho]
Evaristo Francisco de Borja Graciana Ildefonsa
Evelio [Borja] Graciosa Ildefonso
Exaltación Francisco Javier [Ja- Grata Iluminada [Ilu]
Ezequiel vier, Javi] Gregoria Iluminado
Francisco José Gregoriana Indalecia
Fabián Froilán Gregorio [Goyo, Gre- Indalecio
Fabio Fructuosa gol Inés
Fabricio Fructuoso Griselda Inmaculada (V. María
Facunda Fulberto Guadalupe (V. María Inmaculada)
Facundo Fulgencia de Guadalupe) Inocencia [Chencha]
Fausta Fulgencio Gualberto Inocencio [Chencho] o
Faustina Gúdula Inocente
Faustiniano Gabino Guida Irene
Faustino Gabriel [Gabo] Guido Irineo
Fausto Gabriela Guillermina Isaac
Fe Gala Guillermo Isabel o Elisabet [Isa,
Federica Gallardo Guiomar Lisa]

255
antropónimos

Isabel María [Isama- Jovita Liborio Mareiala


ri] Juan Lidia Marciana
Isaeio Juan Antonio Lino Marciano
Isaías Juan Enrique [Jua- Longinos Mareos
Isaura nen] Lope Margarita [Márgara]
Iseo (V. Isolda) Juan Francisco Lorenza María [Mari, Marieta,
Isidora Juan Gualberto Lorenzo Maruja, Maruchi]
Isidoro Juan José [Juanjo] Loreto María Amor
Isidra Juan Manuel [Juan- Lotario María Ana [Ana, Ma-
Isidro ma] Loúrdes o Lurdes (v. nan]
Ismael [Mel] Juan María [Juanma] María de Loúrdes) María Cristina [Cristi-
Isolda o Iseo Juan Miguel [Juanmi] Lucas na, Cris, Cristi]
Iván o Ivo Juan Pedro [Juampe] Lucía [Luci] María de Belén [Be-
Ivo (V. Ivan) Juana [Nela] Luciana lén]
Judas Tadeo Lueiano [Chano] María de Guadalupe
Jacinta Judit Lucinda [Guadalupe, Lupe,
Jacinto Julia Lucio o Lucio Lupita]
Jacob Julián o Juliano Lucrecia María de la Anuncia-
Jacoba o Jacobina Juliana Ludovico ción [Anunciación,
Jacobo (V. Diego) Julio Luis Anuncia, María de
Jaime (V. Diego) Juncal Luis Enrique la Encarnación, En-
Javier (V. Francisco Justa Luis Felipe carnación, María de
Javier) Justina Luis Miguel [Luismi] la Visitación, Visita-
Javiera Justiniano Luisa ción]
Jenaro o Genaro Justino Lurdes (v. Loúrdes) María de la Ascensión
Jeremías Justo Lutgarda [Ascensión, Aseen,
Jerónima Juvencio Luz (V. María Luz) Censi]
Jerónimo Luz María [Luzma] María de la Asunción
Jesús [Chus, Chucho, Ladislao [Asunción, Asun,
Suso] Laercio Maeabeo Chon]
Jesús María [Chus- Lamberto Macario María de la Encarna-
ma] Landelino Macedonio ción (V. María de la
Jesusa Laura Macrobio Anunciación)
Joaquín Laura María [Laura Magdalena (V. María María de la Esperanza
Joaquina Mari] Magdalena) [Esperanza] o María
Job Laureano Magín de la O
Joel Laurencio Magina María de la O (V. Ma-
Jonás Laurentino Magno ría de la Esperanza)
Jordán Lázaro Majencio (V. Maxen- María de la Paz [Paz,
Jorge Leandro cio) Mari Paz]
Josafat Leocadia [Leo] Malaquías María de la Soledad
José [Pepe, Pepín, Pe- Leocadio Mamed [Soledad, Marisol,
pito, José] León Mamerto Sole, Chole]
José Antonio Leonardo [Leo] Mamés María de la Visita-
José Luis Leoncia Manfredo ción (V. María de la
José Manuel [Sema, Leoncio Mansueto Anunciación)
Josema] Leónidas [Leo] Manuel [Manolo, Ma- María de las Angustias
José María [Chema, Leonor[Leo] nolito, Manu] [Angustias]
Sema, Josema, Che- Leopoldo [Poldo] Manuela [Manola, Ma- María de las Mercedes
mari] Leovigildo nolita, Manoli] [Mercedes, Merche,
José Miguel [Josemi, Lesmes Mar Merchi]
Chemi] Leticia o Alegría Marcela María de las Nieves
José Ramón Leto Marceliano [Nieves, Blanca]
Josefa (V. María José) Liberata Marcelina María de las Virtudes
Josefina [Fina] Liberato Marcelino [Virtudes]
Josué Liberio Marcelo María de los Ángeles,
Joviniano Libia Marcial María Ángeles [Án-

256
antropónimos

geles, Angelines, Ma- María Rosa [Rosa] de Montserrat) Pablo


ri Ángeles, Marián, María Teresa [Teresa, Napoleón Paciano
Geles] Tere, Maite, Maria- Narcisa Pacomio
María de los Dolores te, Maritere] Narciso [Chicho, Nar- Paladio
o María Dolores María Victoria [Victo- ci] Palatino
[Dolores, Lola, Loli, ria, Vieki, Mariví] Natalia Palmita
Lolita, Mari Lola, Mariana Nataniel Paloma, Coloma o Co-
Marilo, Mariloli] Mariano Natividad o Navi- lumba
María de los Milagros Marina dad [Nati] (mase, Pamela
[Mila, Milagros] Marino y fem.) Pancracio
María de Loúrdes Mario Nazario Pánfilo
[Loúrdes, Lurdes] Marta Nemesiano Pantaleón
María de Montserrat Martín Nemesio Papiniano
[Montserrat, Mont- Martina Neófito Parasceves
se] Martiniano Nereo Parsifal
María del Amparo Mateo Néstor Pascual
[Amparo, Amparín] Maternidad Nicanor Pascuala
María del Carmen Matías Nieasio Pastor
[Carmen, Carmela, Matilde [Mati] Nieéforo Pastora
Carmeta, Carmi- Matrona Nicodemo Patricia [Patri]
na, Carmiña, Mari Mauricio Nicolás [Nico] Patricio
Carmen, Menchu, Mauro Nicolasa [Nico] Patrocinio [Patro]
Mayca] Maxencio o Majencio Nicomedes Paula
María del Pilar [Pilar, Máxima [Maxi] Nieves (V. María de las Paulina
Pili, Mari Pili, Pila- Maximiano [Max, Nieves) Paulino
rín, Piluca, Maipi, Maxi] Noemí Paulo
Maripili] Maximiliano [Max, Norberto Paz (v. María de la
María del Rocío [Ro- Maxi] Novato Paz)
cío] Maximina [Maxi] Nuria Pedro [Perico]
María del Rosario, Maximino [Max, Pedro Luis
María Rosario [Ro- Maxi] Obdulia Pedro Wistremundo
sario, Charo, Chari, Máximo [Max, Maxi] Obdulio Pelagio o Pelayo
Charito, Sarín] Medardo Octavia Pelegrín
María del Socorro Melania Octavio Penélope
[Socorro, Corín] Melchor Odilón Pentecostés
María Elena [Elena, Meliton Odón Perfecta
Marilena] Melquiades o Melquía- Ofelia Perfecto
María Fernanda [Fer- des Olegario Perpetua
nanda, Nanda, Nan- Mena Olimpia Perpetuo
di] Mendo Olimpio Perseveranda
María Inmaculada [In- Mercedes (v. María de Oliva (masc. y fem.) Petra
maculada, Inma] las Mercedes) Oliver