Está en la página 1de 26

TERMINOLOGÍA DE LA CIENCIA FICCIÓN

¡Hable Como Si Supiera!

(Primera Parte: Términos sobre el Género)

por Gabriel Benítez

Dicen que la ciencia ficción es una literatura de elite. En cierta forma me inclinaría a
pensar que sí. Los lectores ocasionales parecen creerlo también de esta manera. Uno
de sus problemas principales es la terminología, la jerga fanta-científica, palabras
comunes para los lectores asiduos del género, pero no para los nuevos lectores y para
aquellos que asoman sus narices para tentar el terreno.

Esta jerga esta conformada por muchos y diferentes conceptos basados ya sea en la
ciencia "dura" (llamémosle así a la ciencia realmente utilizada por científicos), o en
Ciencia Imaginaria. Estos conceptos de ciencia imaginaria no son conceptos de
seudociencia, como se pueda creer a primera vista, sino elementos especulativos de
la ciencia que no han podido ser comprobados, o que han sido imaginados para poder
hacer viable una historia.

La Seudociencia por su lado, adolece del error de pretender ser real. La seudociencia
es a menudo utilizada por gurús e "investigadores de lo oculto" que gustan de obtener
términos de ciencia imaginaria para aplicarlos a sus hipótesis descabelladas y baratas,
denigrándolas así a ser sólo definiciones de pacotilla.

El término Dimensión, por ejemplo es usado frecuentemente como un sinónimo de


Mundo Paralelo, cuando en realidad es una referencia de dirección.

Por su lado, la Ciencia Imaginaria no pretende ser real, sino que es un experimento
imaginativo enfocado a lo que ya decíamos antes, hacer viable una historia. Un
ejemplo de esta ciencia imaginaria son los viajes a mayor velocidad que la de la luz.
Con las teorías físicas actuales es un hecho que es imposible viajar más rápido que
ella. Para lograr eso, los tripulantes de una nave deberían al igual que ésta,
transformarse en fotones, cosa que no logra la aceleración. Al contrario, la nave y los
tripulantes se volverían seres ultramasivos hasta acabar convertidos en algo difícil de
imaginar.

¡Ah! Pero la imaginación tiene respuestas para todo. La imaginación puede crear
nuevos estados de la materia, nuevas sustancias, máquinas capaces de acelerar a
velocidades hiperlumínicas...

Los tripulantes de esta literatura de imaginación, al igual que los marineros de antaño,
tienen sus propias palabras. Saben lo que es velocidad Warp y son capaces de
identificar a un ser multidimensional de uno paradimensional.

Las siguientes definiciones le ayudarán en sus futuros viajes hacia "las estrellas y aún
más allá".
1. TÉRMINOS SOBRE EL GÉNERO

No todos los términos tienen que ver con los relatos en sí. Muchos términos son
usados para identificar tendencias, épocas del género o temáticas del mismo. A
continuación varias de ellas:

Ciencia Ficción

Por desgracia, no existe una definición exacta para el término. ¿Ciencia ficción es
ficción basada en ciencia?. No. Una novela 100% basada en la ciencia no sería ciencia
ficción sino novela científica. ¿Entonces? Hay miles de opiniones en torno a esto.

Alguien dijo por ahí que la ciencia ficción es aquello que los editores de ciencia ficción
dicen que es. Otros dicen que son los relatos o las historias basados en la especulación
científica. No obstante, la definición que más me gusta es que la ciencia ficción es la
fantasía de la ciencia.

La etiqueta de Ciencia - Ficción fue acuñada en 1929 por Hugo Gernsback para
usarla en su nueva revista Science Wonder Stories, pues había perdido ya la
dirección de Amazing Stories.

La etiqueta, sin embargo, ya había sido usada antes por el escritor William Wilson,
en 1851, en un tratado sobre la poesía de la ciencia.

Durante algún tiempo, varias revistas del género se resistieron a utilizar la etiqueta
Ciencia - Ficción como definitiva, por lo que en el mercado de las revistas se podían
encontrar diferentes términos para designar a las historias del estilo: ficción
científica (Scientific fiction), historias imposibles (Impossible Stories),
Scientifiction, Seudo-cientific Stories, etc.

Sin embargo, la etiqueta Ciencia - Ficción acabó dominando el terreno. Sus iniciales,
SF, son bien conocidas en ingles y son muy bien aceptadas pues sirven no sólo de
iniciales para la etiqueta original, sino para otras sugeridas, como Speculative Fiction
(sugerida por Robert A. Heinlein), Science Fantasy, Speculative Fantasy,
Scientific Fantasy, Science Fable (sugerida por la escritora Judith Merrill) y
Structural Fabulation (sugerida por Robert Scholes, investigador y estudioso del
género).

Sin embargo no son SF las únicas siglas usadas para el género. Sci-Fi son otra de
ellas, sin embargo son más usadas para definir al género dentro de otros medios como
la televisión y el cine. Esto ha hecho que algunas veces, los fans definan como Sci-Fi
aquella ciencia ficción facilona y barata.

Hugo Gernsback tenía en un elevado sitio el concepto sobre la ciencia ficción, un


concepto que aún hoy en día continúa siendo válido y que se traduce más o menos así:
«No sólo es la ciencia ficción una idea de tremenda importancia, podría ser
también un importante factor en hacer del mundo un mejor lugar para vivir, a
través de educar al público sobre las posibilidades de la ciencia y de la
influencia de ella en la vida... Si cada hombre, mujer, niño y niña pudieran ser
inducidos a leer ciencia ficción, daría como resultado un gran beneficio para la
comunidad... La ciencia ficción puede hacer a la gente más feliz, dándole un
mayor entendimiento del mundo, haciéndola más tolerante.»

Ciencia Ficción Dura y Blanda

Se le llama Ciencia Ficción Dura a las historias del género cuyo hilo argumental o
elemento especulativo principal se desprende de postulados científicos hasta cierto
punto rigurosos. Por lo general, esta ciencia ficción tiene raíces en las llamadas
"ciencias exactas", como la física, la química o las

matemáticas. Por otra parte, se define como ciencia ficción blanda a aquellas
novelas cuyo hilo argumental o soporte especulativo no está basado en postulados
científicos rigurosos.

Veamos algunos ejemplos para despejar dudas.

La novela TAU CERO, de Poul Anderson, basa su hilo argumental en el problema de


una nave estratorecolectora con motor Bussard que, poco a poco, va acelerando y
amenaza con llegar a la barrera de la velocidad de la luz. Toda la cantidad de
fenómenos causada por esta aceleración afectan a la tripulación en todos los niveles,
desde el físico hasta el social. Una novela como ésta se circunscribe claramente dentro
de la ciencia ficción dura.

En contraparte, tenemos como ejemplo la serie de LAS CRONICAS MARCIANAS de


Ray Bradbury, donde se nos describe un Marte claramente improbable, más un
reflejo de las tierras del sudeste de los Estados Unidos que un Marte verdadero. A esto
se le define como Ciencia ficción blanda.

Pero mucho ojo... el que la ciencia ficción sea dura o blanda no afecta en nada su valor
como ciencia ficción. Una novela de ciencia ficción "dura" no es mejor que una novela
de ciencia ficción "blanda", ni al revés. Tal vez es un poco más meritoria la ciencia
ficción dura en el rubro de lo que cuesta investigar todos los datos necesarios para
hacer creíble una novela con estos elementos, pero eso no será nunca pretexto
suficiente para afirmar, por ejemplo, que Tau Cero merece ser más ciencia ficción que
las Crónicas Marcianas.

Además la ciencia es muy caprichosa y algo de su mérito se da en que diariamente


tiene cosas nuevas que mostrarnos y errores de sí misma que hay que enmendar.

Veamos un ejemplo. La serie de LUCKY STAR, EL RANGER DEL ESPACIO, de Issac


Asimov, fue escrita como una serie de ciencia ficción dura para jóvenes. El
protagonista principal y su compañero pasaban emocionantes aventuras en todos los
planetas del Sistema Solar. Los datos para los escenarios habían sido obtenidos de
fuentes rigurosamente científicas. De esa forma, teníamos un planeta Venus cubierto
de mares y un Mercurio que no rotaba con una parte de sí misma convertida en un
infierno y otra sumida en la noche eterna.
Actualmente, TODA la serie se encuentra plagada de datos científicos erróneos y
falsos. ¿Eso la hace menos meritoria como ciencia ficción? En lo absoluto. ¿Eso la
convierte en ciencia ficción blanda?

Tampoco, pues fue escrita en base a los datos con los que se contaba en ese
momento. Podríamos decir que la serie de Lucky Star es una serie de ciencia ficción
dura, pero errónea.

Hay otro importante punto que tocar en torno a esto y ese es el de calificar una obra
por el escritor. Hay algunos autores ya identificados como amantes de la ciencia ficción
dura y se cree que toda obra que hagan se convierte inmediatamente en eso. Nada
más falso.

Las dos historias a las que por más tiempo se les ha achacado esta clasificación son a
FUNDACIÓN de Isaac Asimov y a 2001, ODISEA DEL ESPACIO de Arthur C.
Clarke. Ninguna de las dos es ciencia ficción dura pues sus postulados no están
basados en ciencia rigurosa. Incluso para muchos resultará una sorpresa enterarse
que, en especial el primer autor mencionado, pocas veces manejó ciencia ficción
realmente dura.

Fantasía Científica

En español, este término era otra forma de llamar a la ciencia ficción, pero en la
lengua anglosajona determina otra definición diferente. Son relatos o historias donde
hay un elemento científico o de ciencia ficción, pero donde predomina la fantasía como
base central.

Las novelas de Michel Moorcock como EL BASTÓN RÚNICO son un ejemplo de esta
fantasía científica.

La historia se desarrolla en un mundo del futuro, donde una Gran Bretaña gótica y
maligna extiende su imperio por toda Europa. El plato fuerte de elementos es el género
que llamamos "Espada y Brujería", pero hay algunos agregados que son elementos
directos de la ciencia ficción.

Jack Vance, en sus series de relatos sobre LA TIERRA MORIBUNDA, también


maneja lo que podríamos llamar fantasía científica. El escenario también es una tierra
del futuro, un planeta Tierra agonizante con un Sol también agonizante, donde la
ciencia se ha llegado a convertir en mera magia, incluso para el lector. Uno nunca
estará seguro de si los magos contactan con verdaderos demonios o con inteligencias
artificiales olvidadas.

Espada y Brujería & Fantasía Heroica

Espada y Brujería es el nombre que recibe un subgénero fantástico emparentado con


la ciencia ficción, pero hermano directo de las sagas y leyendas. La mayor parte de sus
historias se basan en mundos prehistóricos que el nombre de prehistóricos no los
confunda, tiene que ver con «antes de nuestra historia» y no con alguna alusión a la
época de los dinosauriosseudomedievalizados o barbáricos, o en mundos
indefinidos pero con las dos características anteriores. Claro que esto no es una
condicionante, pero es la generalidad.

Como ejemplo tenemos la serie de relatos de CONAN EL BARBARO, un héroe


creación del escritor Robert E. Howard. Conan vive en la llamada "Era Hiboriana",
una extraña mezcla de todas las culturas antiguas que han existido en nuestro planeta
(incluso tan dispares en la historia como la Edad Media, el Imperio Maya o las Culturas
Mesopotámicas) y que se supone pertenece a nuestro pasado. Conan es también una
mezcla de guerrero, ladrón, gladiador y toda una suerte de aptitudes violentas que lo
hacen un enemigo mortífero para magos, hechiceros y monstruos de magia negra.

Otro ejemplo perfecto, de lo que es este genero, lo encontramos en las aventuras de


dos pícaros inventados por Fritz Leiber : Fhafd y el Ratonero Gris. Ambos son
espadachines cuyas aventuras transcurren en el mundo de Newon, plagado de dioses,
semidioses y magia multicolor en la serie de libros cuyos títulos siempre comienzan
con "Espadas...". Ya mencionado antes, tenemos a Michael Moorcock, cuya
creación, "el campeón eterno", resulta ser un guerrero multidimensional capaz de
aparecer de formas variadas en mundos y épocas diferentes, en lo que él ha llamado el
multiverso.

Por su parte, la Fantasía Heroica prefiere moverse en entornos seudomedievalizados


y épicos. Se diferencia de la Espada y Brujería en que ésta suele enfocarse más hacia
la acción y a la aventura, mientras que la otra se desenvuelve en líneas argumentales
algo más complejas que enfrentamientos entre acero y magia. La serie de novelas de
INDIGO, de Louis Copper, sobre una chica inmortal que deja escapar una serie de
demonios de los cuales debe ser su némesis, y la excelente serie del mundo de

Terramar de Ursula K. LeGuin, donde se sigue las huellas de Ged, futuro archimago,
son dos perfectos ejemplos de esta Fantasía Heroica.

Cyberpunk

El cyberpunk es una corriente estilística ya una temáticade la ciencia ficción,


basada en la relación del hombre con un mundo dominado por la tecnología cibernética
y los medios de comunicación masivos.

El término cyberpunk fue inventado por Garder Dozois (editor de Isaac Asimov
Science Fiction Magazine) para definir este movimiento que se dio en los 80's con la
aparición de la novela NEUROMANTE escrita por William Gibson (creador del
término "ciberespacio") y cuyo promotor principal fue Bruce Sterling. El
movimiento, enfocado por su tendencia punk, suele tomar como escenarios centros
urbanos decadentes y ultraviolentos en una especie de novela negra
ultratecnologizada.

Como nota, es importante señalar que la estilística del subgénero comenzó a gestarse
mucho tiempo antes de la novela de Gibson. Como ejemplo podemos señalar los
trabajos de Alfred Bester, en especial EL HOMBRE DEMOLIDO, una novela negra de
policías y criminales telepáticos, y las obras de Samuel Delany (Las Torres de
Toron), Normand Spinrad (Icordie a Jack Barron) y John Brunner (Todos sobre
Zanzibar y El Jinete de la Onda de Choque).
La palabra ciber se ha convertido a estas alturas en una suerte de prefijo definitorio,
como lo es el "bati" para Batman. Si decimos bati-cueva, se refiere a un lugar
cavernoso perteneciente a la parafernalia de Batman. Si decimos "ciber-cueva", lo mas
seguro es que se refiera a otro lugar cavernoso plagado de computadoras y hackers.

Ucronías o Historias Alternativas

Las ucronías son aquellas historias de ciencia ficción basadas en mundos posibles o
líneas probabilísticas existentes y dependientes de nuestra línea histórica reconocida.

Pondré un ejemplo para ser más explícito. La novela de Philip K. Dick, EL HOMBRE
EL EN CASTILLO basa su trama en un escenario postsegunda guerra mundial donde
los nazis resultan victoriosos y los Estados Unidos han sido divididos en tres partes:
una para los alemanes, otra para los japoneses y otra para los italianos. Este es un
mundo ucrónico.

Cierto factor en la historia como la conocemos no se dio, por lo cual el resultado ha


sido una línea alternativa diferente a la de nuestro mundo. Esto ha sido muy bien
reflejado en películas como VOLVER AL FUTURO, o en la serie televisiva SLIDERS
(Deslizadores), donde un grupo de viajeros salta a planetas Tierra diferentes, en la
misma época, pero con diferentes resultados históricos.

Es importante no confundir un Mundo Alternativo con un Mundo Paralelo.

Los mundos paralelos son mundos o universos que coexisten con el nuestro, en
nuestro mismo espacio y tiempo, pero en otra "dimensión" o plano. Su desarrollo es
independiente de nuestro desarrollo biológico e histórico. Podríamos mostrar como
ejemplo de mundo paralelo al "Mundo de las Hadas" y a la "Zona Fantasma" de los
comics de Superman.

Lafferteadas

Término usado para definir las historias del escritor Raphael Aloysius Lafferty (Los
Saltamundos) ya que no caen en ninguno de los moldes establecidos para la
literatura fantástica convencional. No son ciencia ficción, pero tampoco son mera
fantasía ni fantasía científica. Son Lafferteadas.

Space Opera

La Space Opera es un subgénero de la ciencia ficción cuyas historias tienen como


escenario el espacio profundo. El nombre de Space Opera lo obtienen de los
melodramas trasmitidos por radio (ahora por televisión), llamados Soap Operas como
resultado de ser patrocinados generalmente por marcas de jabones. La Space Opera,
muy socorrida en los 30's, 40's y 50's, son una especie de relatos espaciales, muy
inocentes al principio, claramente derivadas de las novelas de acción y aventuras.

El término fue acuñado por Wilson Tucker (El Año del Sol Tranquilo) en 1941. La
serie de Los Hombres Lente de E.E. «Doc» Smith es un ejemplo de las historia de
Space Opera, donde el héroe debe enfrentarse a las amenazas más peligrosas del
espacio interestelar.

Actualmente, la más famosa de las Space Operas tal vez sea LA GUERRA DE LAS
GALAXIAS de George Lucas. Es importante notar como la fórmula de la aventura es
sólo sustituida por elementos característicos del género donde se escribe el relato. El
Barco, el caballo o el carro son sustituidos aquí por las naves espaciales. El revólver o
la espada por el arma de rayos.

Sin embargo, la Space Opera no debe ser tomada como mera aventura. También
define una especie de ambiente donde se pueden manejar historias de ciencia ficción
"dura", como en MUNDO ANILLO de Larry Niven, o ciencia ficción a secas como la
serie de FUNDACIÓN de Issac Asimov.

Imperios Galácticos

Una especie de subdivisión de la Space Opera, basada en la premisa de extensos


imperios que abarcan sistemas enteros o incluso galaxias. Es una clara transposición
de las novelas de aventuras ambientadas en reinados al estilo de «Los Tres
Mosqueteros» de Alejandro Dumas o «El Prisionero de Zenda» de Anthony
Hope. El tema parece ser extrañamente más utilizado por los escritores anglosajones
que por los ingleses, los cuales viven una verdadera monarquía (dentro de lo que cabe,
pues). Como ejemplo de historias de Imperios Galácticos tenemos LOS REYES
ESTELARES de Edmond Hamilton y GUIJARRO EN EL CIELO de Issac Asimov.
Muy recomendada también es la excelente antología temática de Brian Aldiss,
IMPERIOS GALÁCTICOS.

Ciencia Ficción de Aventuras

Este término no lo encontrarán en muchos lados. Digamos que corresponde a una


disertación del autor de este artículo sobre una pregunta muy recurrente en el género:
¿Se puede considerar a historias como ARMAGEDON 2419 D.C. de Philip Nowlan
(mejor conocida como BUCK ROGERS EN EL SIGLO XXV) o PRINCESA DE MARTE
de Edgar Rice Burroughs como Space Operas? Mi opinion es que no. La space
opera cuenta con un elemento muy importante que la define y que ya explicamos:
gran parte de su acción transcurre en el espacio o éste resulta ser un elemento
primordial para la historia.

Con la aventura de ciencia ficción no se precisa este elemento. En PRINCESA DE


MARTE, el capitán John Carter vive aventuras increíbles en los paisajes ocres del
planeta Marte (o Barssom, para los marcianos), enfrentándose a criaturas árbol,
extraños monos blancos, y a las razas de Barssomianos, seres gigantes y verdes con
dos pares de brazos y un rostro que no deja lugar a dudas de su origen no humano. En
toda la historia el elemento espacio brilla por su ausencia. Incluso John Carter llega al
planeta rojo no en una nave espacial, sino por medio de una extraña trasmigración:
su cuerpo "astral" se desprende de su cuerpo físico en la Tierra para después volver a
tomar corporeidad en Marte.
Este tipo de aventuras de ciencia ficción se desarrolla principalmente en planetas
exóticos o paisajes de maravillosos futuros lejanos, lo que a veces parece
emparentarlos más con la fantasía que con la ciencia ficción.

Como un ejemplo perfecto de aventuras de ciencia ficción, podemos mencionar


muchas de las novelas de Jack Vance, entre las cuales es imprescindible señalar la
serie de: EL PLANETA DE LA AVENTURA. El Planeta de la Aventura es un verdadero
malstrom de lo que su título promete. Dividido en 4 tomos (Los Chasch, Los Whank,
Los Dirdir y Los Pnume) acompañamos a Adam Reith, explorador y náufrago
espacial, a una carrera contra el tiempo en el planeta Tschai para recuperar su
vehículo interestelar. Por supuesto que la misión será poco menos que mortal y Adam
Reith deberá sobrevivir a los bestiales guerreros Chasch, seres pisciformes divididos en
tres razas principales que no se tientan el corazón para matar; a las intrigas de los
insidiosos Whank, seres parecidos a los batracios; a los Dirdir, cazadores y asesinos
implacables y finalmente a los Pnume, seres misteriosos de gran intelecto y
conocimientos que ocultan más de lo que parecen.

Durante toda la aventura conoceremos la geografía, costumbres y seres que pueblan el


mundo de Tshai. Lo mismo ocurre en otras de sus obras como PLANETA GIGANTE, la
serie del CÚMULO ESTELAR ALASTOR y la serie de EL ANOMO.

Sci-Fi

Se le llama Sci-Fi a toda esa ciencia ficción de relleno y comercialista que inunda las
librerías y quita espacio a lo que en verdad vale la pena. Los libros de Star Wars caen
en ese rubro, al igual que cualquier otra novelización de serie, ya sea de televisión,
cine, comic o incluso de mismos libros de ciencia ficción hecha con el único afán de
forrarse los bolsillos con el vicio de los fans.

New Thing (Nueva Ola)

Actualmente se le llama así a un movimiento surgido en Inglaterra a principio de los


60's, comandado por escritores como J.G. Ballard (Crash!) y Brian Aldiss (El
Mundo Sumergido). El término parece haber sido acuñado por el escritor
Christopher Priest (Pavana), basado en el termino francés «nouvelle vouge»
utilizado para definir y clasificar a las películas experimentales dirigidas por Jean Luc
Goddard (Alphaville) y Francois Truffaut (Farenheit 451), entre otros.

De hecho esta ciencia ficción se diferenció por ser una ciencia ficción experimental,
tanto en lo temático como en lo literario. Se rompía con los convencionalismos del
género y se expandía aún más sus horizontes con historias que ya no se limitaban sólo
al espacio o al extraterrestre, sino que se sumían en el análisis y la interiorización de la
naturaleza humana bajo especulaciones sociales, psicológicas, filosóficas e incluso
místicas. El escritor

Michel Moorcock, en ese entonces editor de la revista NUEVOS MUNDOS, dio


espacio al movimiento en su publicación. El movimiento llegó a los Estados Unidos
influenciando a una nueva generación de escritores como Tomas M. Disch (Campo
de Concentración) o Harlan Ellison. En realidad la Nueva Ola, como tal, no fue tan
rompedora en los Estados Unidos, pero permitió que obras de autores como Philip K.
Dick o Michel Bishop tomaran su lugar y su público dentro de los lectores de la
ciencia ficción, que encontraron un nuevo y renovador aire dentro de esta corriente.

Mainstream

Este término se aplica a la narrativa tradicional realista y se usa a veces para definir a
aquellos escritores que bordean por fuera a la ciencia ficción.

Ahora, intentaré describir este fenómeno. La ciencia ficción es un género literario que
permite una extrema libertad de expresión a cualquier escritor. Pero no cualquier
escritor soporta estar 100% dentro del género. Hay escritores que son casi exclusivos
de la ciencia ficción y que están orgullosos de ello, como Robert Silverberg cuyas
mejores obras se dan y se darán siempre dentro de este campo. Pero hay otros que,
seducidos por la libertad del género, escriben dentro de él sin pertenecer de lleno al
gremio y sin comprometerse con él. Estos son los llamados escritores del Mainstream.

Al revés, también hay escritores del género que han salido a explorar nuevos
horizontes fuera de la órbita de la ciencia ficción, pero la mayoría de ellos siempre
vuelven a su hogar.

Hay algunos de estos escritores del Mainstream cuya obra maestra se ha dado en el
género sin pertenecer ellos de lleno a él. Aldous Huxley es uno de estos autores con
su MUNDO FELIZ. George Orwell y su 1984 es otro. Dentro de los más modernos
tenemos a Margaret Attwood y su RELATO DE LA NODRIZA; y Kurt Vonnegut,
Jr. con MATADERO CINCO, LA PIANOLA, CUNA DE GATO y otras obras.

El de Kurt Vonnegut es un caso interesante. Con dos oportunidades para alcanzar el


Nobel de literatura, el pobre de Kurt no lo ha logrado. Le achaca la culpa a sus novelas
de ciencia ficción. Durante algún tiempo Kurt Vonnegut luchó contra viento y marea
para abandonar su imagen de escritor de ciencia ficción, cosa que ofendió a bastantes.
De cualquier forma Kurt Vonnegut tenía razón. Él no pertenece al mundo de la ciencia
ficción, sólo lo bordea por fuera. En su obra GUMPETEROS, FOMAS Y
GRANFULONES, da su opinión sobre el mundo de la ciencia ficción y tiene razón en lo
que dice. Cuenta además que en una convención del género, los escritores se la
pasaron hablando de relatos viejos de ciencia ficción que él en su vida había leído.
Toda la noche la pasaron hablando de ciencia ficción.

Para Vonnegut la ciencia ficción es sólo un pretexto para contar una historia. No
escribe ciencia ficción por amor al género. Hay otros escritores dentro del género que
casi a patadas quieren dejar de pertenecer a éste, pero cuyas historias delatan la
familia a la que pertenecen. George Alec Effinger (Cuando Falla la Gravedad) era
uno de esos. En la versión en español de su novela HERMANOS, Robert Silverberg
da una presentación sobre Effinger que más parece un reproche. Tal parece que
Effinger nunca quiso ser conocido como escritor de ciencia ficción..., pero acudía a las
convenciones y publicaba en publicaciones del género. Lástima.

Otros autores lucharon por dar a conocer su obra de Mainstream y no lo lograron. Uno
de ellos fue Philip K. Dick al que nunca le publicaron otra cosa que no fuera ciencia
ficción. Hasta hoy aparecen sus obras «serias»; Ir tirando, Humpity Dumpity en
Oackland, Mary y el Gigante, y Confesiones de un artista de mierda, por citar
sólo algunas; las cuales merecían haber corrido con más suerte.

Otros autores nunca lucharon por llegar al mainstream y ahí están. Una de ellas es
Ursula K. LeGuin que merecidamente ha logrado trascender de los meros géneros
para ser reconocida a todos los niveles. Lo mismo ocurrió con Ray Bradbury.

Espacio Interior

Las novelas o relatos de espacio interior, son aquellos abocados a explorar las
reacciones y relaciones humanas, el lado oculto de nuestra psique, basándose en
premisas de ciencia ficción. En realidad, el término fue más utilizado para designar a
las historias escritas bajo la influencia de la Nueva Ola, donde la verdadera trama
subyacía en el interior de los personajes en su relación con el ambiente y las
situaciones de la historia.

Un ejemplo de esto lo tenemos en la novela EL MUNDO SUMERGIDO de J.G.


Ballard. En ella, el mundo vive una crisis ambiental tremenda. El sobrecalentamiento
de la atmósfera terrestre ha derretido buena parte de los polos y las aguas se han
tragado a buena parte de las ciudades, convirtiendo a gran parte del mundo en un
cenegal tropical. Sin embargo, esta trama no es lo más importante dentro de la
historia, sino el cambio en la personalidad y en la concepción del mundo de los
sobrevivientes.

La novela parece adolecer de una especie de soledad y hastío tremendo, lo cual no es


más que el reflejo del mundo en que viven sus protagonistas. En otro ejemplo, el
planeta Marte descrito por Philip K. Dick, en su novela TIEMPO DE MARTE, resulta
ser un espejo simbólico de la vida de sus colonos humanos. Una vida vacía,
erosionada, dedicada sólo a sobrevivir en un ambiente hostil y desértico. Marte es la
perfecta representación de sí mismos e incluso del autor.

El término de Espacio interior (Inner space) parece haber sido usado por primera
vez por el escritor Robert Bloch (Psicosis) y, acuñado ya con sus características, por
el mismo J. G. Ballard, en 1962, en uno de sus ensayos.

Utopías y Distopías

Por lo general, en el ámbito de la ciencia ficción se considera como utopía a una visión
del mundo, o de la sociedad, donde los principales problemas que restan armonía ya
han desaparecido, dejando lugar a una civilización saludable, espiritual y equilibrada.
El nombre se ha obtenido de una novela de Sir Tomás Moro, UTOPIA precisamente.
En la ciencia ficción los mundos utópicos han sido frecuentemente utilizados por
escritores, desde Edward Bulwer Lytton hasta Issac Asimov y más aún. Los
escritores rusos, por ejemplo, hicieron de la utopía uno de sus temas favoritos, pues
muchas de sus novelas futuristas mostraban gracias a la propaganda, un futuro
luminoso y brillante, un futuro que sólo podría provenir del socialismo soviético. Ivan
Efremov muestra uno de ellos en su excelente, aunque algo inocente, space opera LA
NEBULOSA DE ANDROMEDA.

Por desgracia, muchos de estos autores vivían en una real distopía. Las distopías son
anti-utopías basadas por lo general en sociedades con aparatos gubernamentales
opresivos, como ocurre en la novela 1984 de George Orwell, o en un análisis más
profundo de las aparentes utopías, que bajo otra óptica resultan no serlo tanto.
MUNDO FELIZ de Aldous Huxley y el film de ciencia ficción GATTACA son un
ejemplo de este segundo rubro de distopía.

Series de Ciencia Ficción

Una serie de ciencia ficción es un grupo de relatos relacionados por mundos, ideas o
personajes que se repiten a lo largo de una serie de títulos. Estos relatos pueden ser
independientes unos de otros, o pueden depender en gran medida del desarrollo
principal en un seguimiento más parecido a los capítulos de una obra. Veamos algunos
ejemplos de estas series:

l Series basadas en mundos o ambientes: La serie de LOS SEÑORES DE LA


INSTRUMENTALIDAD de Cordwainer Smith, la serie de novelas del cúmulo estelar
ALASTOR de Jack Vance, o la serie de novelas dedicados al planeta MAJIPUR de Robert
Silverberg.

l Serie basada en ideas: La Serie de las FUNDACIONES de Isaac Asimov, que


recientemente acaba de convertirse en una serie de mundos compartidos.

l Series basadas en personajes establecidos: STAR TREK de Gene Roddenberry es


el ejemplo más típico, y a la mano, de obras creadas sobre personajes. LA RATA DE
ACERO INOXIDABLE y BILL, HÉROE GALÁCTICO de Harry Harrison son otras de estas
series.

Por desgracia, muchas de las actuales series son, a todas luces, trampas de la
mercadotecnia para el mercado lector. Como ejemplo podemos mencionar la serie de
novelas, cada una de mas baja calidad que las anteriores, basadas en la novela CITA
CON RAMA de Arthur C. Clarke. Esta misma tendencia ya es fórmula probada de
éxito en el cine. Uno de los formatos más solicitados para las serie, suele ser el de
trilogía, la cual es más utilizada por la literatura de fantasía.

Todo parece indicar que el gusto por este formato se desprendió del éxito de EL
SEÑOR DE LOS ANILLOS de J.R.R. Tolkien, sin embargo es bueno indicar que
Tolkien no tenía pensado este formato de tres tomos para su novela. La obra apareció
así por cuestiones de costo editorial. A Tolkien le editarían sólo el primer tomo, si éste
tenía éxito entonces aparecerían los demás.

De ahí en adelante ya tenemos plaga de trilogías fantásticas...

Mundos Compartidos

Los mundos compartidos son un invento de la mercadotecnia editorial que deja un


buen dinero a los que participan en estos proyectos. Bueno, en realidad no fue así al
principio. El mundo compartido se basa en el establecimiento de ciertas reglas,
geografías y elementos básicos que un autor determinado crea para un mundo o idea
que otros escritores retomarán.
H. P. Lovecraft y su círculo de escritores amigos hicieron una especie de mundo
compartido en el que todos los implicados agregaban no sólo ideas y personajes
nuevos, sino concepciones diferentes de mitos y leyendas. A este tipo de mundo
compartido (llamado por lo general MITOS DEL CTHULHU) se puede acceder sin
necesidad de permiso, pues cada quien puede escribir lo que guste e incluir lo que
quiera que esté relacionado a ellos (el que se ajusten bien o no ya es otro asunto).
Esta misma idea la aprovechan otros oportunistas como Byron Preiss para crear
dinero. Como ejemplo tenemos el bodrio de siete títulos llamado LA MAZMORRA,
serie de historias inconexas e ilógicas que se suponen continuaciones, inspiradas y
basadas según dicta la contraportada en ideas de Philip José Farmer, autor de
ciencia ficción cuya única participación consiste en prestar su nombre para la portada
de la serie y en hacer insulsas introducciones para cada una de las novelas, escritas
éstas por diferentes autores.

Bibliografía:

The Encyclopedia of Science Fiction / John Clute and Peter Nicholls / St.
Martin's Griffin, 1995

The Visual Encyclopedia of Science Fiction / Brian Ash / Harmony Books,


1977

Science Fiction in the 20th Century / Edward James / Oxford University Press,
1994

How to Write Science Fiction and Fantasy / Orson Scott Card / Writer's Digest
Book, 1995
VERDADES REFUTABLES

TERMINOLOGÍA DE LA CIENCIA FICCIÓN 2

¡Hable como si supiera!

(Segunda Parte: Términos del gremio.)

En la primera parte de este artículo señalábamos a la ciencia ficción como una


literatura de élite. Cuenta con un grupo de lectores cautivos que conocen y saben
reconocer ciertas terminologías y conceptos que la mayoría de la gente o
lectores -llameémoslos convencionales - no entenderían sin una previa
explicación, explora puntos de vista o posiciones ideológicas diferentes y a veces
rompedoras, cuestiona la sociedad y expone situaciones difíciles de presentar en otros
contextos literarios.

Dentro de la ciencia ficción la terminología, la jerga fanta-científica, palabras


comunes para los lectores asiduos del género, pero no para los nuevos lectores, es pan
de cada día.

Sin embargo, no están creadas como una forma de lenguaje identificativo, sino que la
mayor parte de las veces son ideas y conceptos interesantes que se han
convertido en dominio público, dentro del género e incluso fuera de el, en el
mundo de la ciencia.

Prepárense para un tour por algunos de los términos y conceptos más usados
dentro de los relatos y novelas de ciencia ficción.

Ansible

Uno de los grandes problemas de comunicación en el espacio es que esta


también se encuentra sujeta a las leyes de la física.

Veamos este ejemplo: si usted se encuentra aburrido en su nave orbital solar y


gustase de platicar un momento con alguno de sus amigos situado en la Tierra, la
comunicación no podría ser de ninguna forma instantánea.

El mensaje que usted enviara tardaría por lo menos 8 minutos en llegar y la respuesta
otros 8 en regresar. Una a eso que las compañías

telefónicas cada vez dan peor servicio y llegamos a la conclusión de que mejor le
conviene platicar con su confiable computadora Hal 900 o echarse una siesta en
gravedad cero.
Por fortuna, muchos de los personajes de la ciencia ficción ya no tienen ese problema
pues usan el Ansible. El ansible es lo que nosotros podemos denominar como un
sistema de comunicación instantánea. No importa si usted se encuentra en otra
galaxia o en el cuarto de al lado, la comunicación será en el momento.

¿Problemas relativistas?

¡Ja! Eso déjeselo a los primates subdesarrollados del Siglo XX... El ansible es un
invento de ciencia imaginaria, creada por Ursula Le Guin para su novela Los
Desposeídos (1974), perteneciente al ciclo de los Hainish (al cual pertenecen también
novelas como El Mundo de Rocannon (1966) , Planeta de Exilio (1966) y La
Ciudad de las Ilusiones (1967) ).

Aunque el invento no esta plenamente justificado en la novela, eso no representaba


ningún problema para que muchos otros escritores lo aplicaran en sus escritos, incluso
con el mismo nombre. No queremos decir con esto que no existiera la comunicación
instantánea en el mundo de la ciencia ficción antes de Los desposeídos, de hecho era
muy común, en especial en las historias de Space Opera, pero bueno… Sin embargo, el
Ansible no es el único sistema de comunicación con el que podremos toparnos en los
relatos o novelas: James Blish también se inventó el suyo: el comunicador Dirac ( el
nombre en honor del físico teórico Paul Dirac), para su relato Bleep (1954).

Antigravedad y Gravedad. Dedalo murió por tonto.

Se hizo una alas de cera y plumas para escapar de un encierro obligado en la isla de
Creta. Le funcionaron, eso si, pero en su vuelo se acercó tanto al sol que estas se
derritieron y él cayó irremediablemente al vacío para morir. Por supuesto, eso no le
hubiera pasado si en lugar de hacerse unas burdas alas hubiese inventado un sistema
de antigravedad.

Gravedad es el efecto de atracción que existe entre dos masas. Toda materia en el
universo cuenta con esta fuerza - una especie de curvatura en el espacio tiempo
creada por la materia misma - y Aunque Ripley se niegue a creerlo, incluso usted
mismo ejerce esa atracción sobre el mismo planeta donde esta parado. Por supuesto,
esta atracción es ridícula en comparación a la que ofrece la Tierra frente a nosotros.

Desde que Newton ofreció el concepto de la gravedad, un nuevo reto y un nuevo


sueño se abrió para la humanidad: Vencer la fuerza de

gravedad, -lo cual ya se ha logrado en parte por medio del uso de aeronaves o
cohetes- o lo que es un muchito mas difícil: Nulificarla o repelerla.

El tema de la antigravedad, de hecho es de los primeros en salir a relucir dentro de la


ciencia ficción. Julio Verne, el famoso escritor francés, cuenta la historia de un hombre
que inventa un aparato formado de un elemento antigravitatorio: una especie de
huevo, cuya mitad era repelida por la gravedad, mientras que la otra era atraída con
más fuerza. Tal vez la sustancia antigravitatoria más famosa sea la creada por H. G.
Wells para su novela Los primeros hombres en la Luna (1901): La cavorita, un
extraño metal repelente a la gravedad que es usado para enviar una nave esférica con
humanos en su interior hasta el mismo satélite de nuestro planeta, el cual, para
sorpresa de todos, esta habitado.

La antigravedad se convierte en popular dentro del género y es frecuente ver en las


portadas de los libros y las revistas, gigantescas ciudades flotantes y automóviles
voladores surcándolas.

Sin embargo, tal vez el mas sorprendente ejemplo de antigravedad sea mostrado en la
película El Agujero Negro (1979) de Garry Nelson, producido por la compañía Disney,
donde una gigantesca nave espacial orbita alrededor del malstrom de gravedad de un
agujero negro por medio de un sistema secreto que le impide ser absorbido por este
y destruido en la vorágine. Por supuesto que estos no son los únicos ejemplos de
antigravedad.

James Blish, para su serie de relatos de Cities in Flight (1970) crea un sistema
denominado Spindizzy, los cuales toman en cuenta la teoría de que los campos
gravitacionales son creados por la rotación para hacer flotar sus ciudades a donde sea,
mientras que el director japonés Hayao Miyazaki hace flotar a su ciudad aérea, Laputa
- tomada directamente de Los Viajes de Gulliver de Johnatan Swift - gracias al poder
de una piedra especial llamada "Levi-stone", piedra levitadora, en su fantástica película
de animación, Ciudad en el Cielo.

Si hablamos de gravedad y antigravedad, tomamos en cuenta que esta ultima solo


podría funcionar en base a una masa negativa, un concepto que parece solo aplicable
un universo de sus mismas condiciones que podríamos llamar "antiespacio".

¿Como llevar este anti-espacio al nuestro sin causar una aniquilación? O mejor dicho:
¿De verdad existirá lo que llamamos un "antiespacio"? En la ciencia ficción,
pues, la antigravedad ha tenido desde siempre un lugar preponderante en lo
maravilloso. Sin embargo, más maravillosa debería de resultar la acción contraria: la
creación de gravedad.

En términos físicos actuales no es difícil crear una simulación de esta por medio de la
rotación y la fuerza centrífuga. Para ello, se necesita de un cubículo rotando alrededor
de un eje como ocurre en la película 2001: Odisea del Espacio (1968) de Stanley
Kubrick o en el libro Cita con Rama de Arthur C. Clarke, autor también de la historia
filmada por el anteriormente mencionado director.

Sin embargo, en la ciencia ficción es mas que fácil encontrar naves espaciales carentes
de rotación, donde sus tripulantes no tienen mayor problema en caminar como si
nada.

¿Como se logra esto?

No se… se lo dejo de tarea.

Astrogación

Es una especie de triangulación estelar que ayuda a los navegantes espaciales a


determinar su posición en el espacio o a calcular la de algún cuerpo. En si es una
forma de guiarse usando a las magnitudes de las estrellas conocidas en los mapas
estelares. Sin embargo, resultaría más plausible usando las ondas de radio emitidas
por los cuerpos conocidos como "estrellas de neutrones" o "pulsares" las cuales
rotan con elevadísima rapidez, creando una serie de pulsaciones identificables por los
receptores. Hasta ahora se supone que cada pulsación de este tipo es diferente en
cada una de las estrellas de neutrones y no hay dos iguales, lo cual las convierte
en una especie de útiles faros espaciales, ideales para la navegación en el cosmos.
Bueno, ideales siempre y cuando los aparatos de detección sean lo suficientemente
poderosos para poder captar una de estas emisiones, cuya energía es muy baja.

Big Dumb Objects

En realidad no hay - que yo conozca – un equivalente al español para este termino,


muy usado en el medio de la ciencia ficción anglosajona para definir a las
historias cuya temática ocurre alrededor del descubrimiento de algún
gigantesco objeto ya sea en el espacio o en algún planeta, creado presumiblemente
por una inteligencia no humana. En la ciencia ficción hay montones de ejemplos sobre
este tema: Larry Niven narra el encuentro con un mundo artificial en forma de anillo
alrededor de su propio sol en la novela Mundo Anillo (1970).

Greg Bear nos muestra el increíble encuentro con una esfera de Dyson, cuyo interior
es mayor que su exterior en sus series de novelas compuestas por Eon (1985) y
Eternity (Eternidad) (1988).

Gregory Benford nos lleva al interior de un extraño cometa que resulta ser una nave
espacial en su novela En el océano de la noche (1977).

Los personajes de la novela Mundos en el Abismo (1988 ) de los españoles Juan


Miguel Aguilera y Javier Redal hacen también un asombroso descubrimiento al
encontrar un sistema solar (el nuestro) encapsulado en una especie de burbuja
artificial de increíbles proporciones.

El mexicano José Luis Zarate enfrenta a la tripulación de la nave Magallanes al


misterioso encuentro de un monstruoso planeta artificial

diseñado para capturar nada menos y nada más que a Dios en su relato La Luz.

Sin embargo, tal vez la novela más famosa sobre este tópico no sea otra que Cita con
Rama (1973) de Arthur C. Clarke, sobre el encuentro de la raza humana con una
gigantesca nave cilíndrica de origen desconocido en cuyo interior se desarrolla y recicla
todo un ambiente cibernético-biológico de asombrosas proporciones.

El sentido de la maravilla que "emiten" este tipo de historias es uno de los preferidos
por los lectores del género: la curiosidad, la sorpresa, el asombro, todo se conjuga
dentro de ellas. Incluso, esta temática tiene un lugar preponderante dentro de los
ciclos de relatos denominados Mitos de Cthulhu, donde los narradores y personajes
son testigos de los descubrimientos de bestiales y megalíticas ciudades pre-humanas y
objetos pétreos descomunales que ocultan en su interior o en su exterior algún secreto
innombrable que más valdría que permaneciera oculto, como en la novela de H. P.
Lovecraft, En las montañas de la locura (1936) donde una expedición a la Antártida
hace el fatal descubrimiento de una antigua ciudad perdida cuyo orígenes son difíciles
de situar en el tiempo y cuyos habitantes nada tienen de humanos.

BEM

BEM es el diminutivo que se le da al termino ingles "Bug Eye Monster" (literalmente


monstruo con ojos de insecto o monstruo de ojos saltones) y se refiere al tipo de
criatura que aparecía dibujada frecuentemente en las portadas de las revistas pulp
de entre los años 1930 y 40. Los estilos de estos monstruos ya fueran
extraterrestres o no, se dividían entre lo claramente insectil (grandes ojos, garras,
brazos desmesurados terminados en garras o tentáculos, cuerpos moluscoides,
peludos, etc.) y los humanoides cabezones y bajitos que aún perduran dando de que
hablar en el mundo de la ovnilogía.

Blasters, phasers, rayos de la muerte, pistolas de rayos de energía y


desintegradores.

De seguro usted las ha oído mencionar. Todos estos pertenecen a la armería


fantástica de la ciencia ficción y se han convertido en un estándar dentro del
género. Enfrentarse al poder destructor de estas armas resulta para quien se atreva
una segura sentencia de muerte. Las space operas eran y son caldo de cultivo especial
para estas armas y otras mucho más espantosas que no escatiman en su grado de
destrucción.

Las armas Blasters, por ejemplo suelen hacer explotar lo que tocan, mientras que los
rayos de la muerte o de rayos de energía (que pueden ir desde los rayos A hasta
los Z) se conforman con matar a su victima, dejándoles un hoyo humeante en el pecho
o un limpio orificio de entrada y salida debidamente cauterizado. Los relatos pulp y los
comics de Flash Gordon y Buck Rogers hacían uso indiscriminado de ese tipo de armas.
también los personajes de E.E. "Doc" Smith, en especial los Lensman, sentían cierta
cariñosa predilección por ellos.

Los dos ejemplos de rayos de la muerte más conocidos son tal vez la tristemente
famosa "Estrella de la Muerte" de La guerra de las galaxias (1977) de George Lucas
y el arma devoraespacio que succiona a las naves enemigas en la novela Los reyes
estelares (1949) de Edmond Moore Hamilton.

Dentro del rango de los rayos de la muerte cae también el Phaser, pistolas de rayos
que cargan muchos de los tripulantes de la serie de televisión norteamericana Viaje a
las Estrellas (Star Trek)

Los rayos caloríficos, por su parte, hacen su trabajo consumiendo en combustión a


su victima. El ejemplo más notable de estos viene - literalmente - de manos de los
marcianos en la novela de H. G. Wells, La guerra de los mundos (1898). Rayos
caloríficos provenientes de unas extrañas cajas convierten a sus victimas en despojos
carbonizados, son capaces de hacer hervir el agua o incluso de derretir la piedra. Los
desintegradores, por su lado y como bien dice su nombre, consumen a la victima ya
sea absorbiendo sus moléculas o descohesionándolas, por lo que la víctima se
desintegra sin remedio. Los marcianitos de caricatura son capaces de volver a integrar
a la víctima gracias a que sus armas tienen la opción de "invertir la polaridad" lo que
para este caso significa la capacidad de volver a formar - quien sabe de donde - y dar
vida al cuerpo del finado.

Ahora, que si intención no es matar sino solamente detener, también hay rayos
aturdidores que aran que el blanco pierda el conocimiento en cuanto sea tocado por
estos. Por lo general son ideales para mantener a raya a animales extraterrestres o a
miembros de la tripulación que actúan bajo misteriosas y peligrosas influencias ya
sean de origen nervioso o por intrusión desconocida o no humana.

Créditos

Hay un lugar en el futuro donde su firma no sirve de nada y su American Express no es


más que un inútil e impotente rectángulo de plástico. Ahí, lo que importan son los
"créditos". El "crédito" es la unidad estándar de moneda en el mundo de la
ciencia ficción. Se usa mucho cuando un autor no tiene ganas o tiempo de inventarse
unidades monetarias con nombres como "Irds" " Flacloks" o "Darmarios".

Además, el crédito puede servir también como la menor unidad fraccionaria de valor,
lo que nos ayuda a no confundirnos transformando 8 "irds" en su equivalente de
345.76 "elds" o evitar los fastidiosos cambios de moneda a "Glebos" aceptados
únicamente en los violentos y peligrosos sectores no imperiales de la confederación
Antrita.

Además, los créditos son intemporales. Puede utilizarlos tanto en el futuro como en
pasados alternativos o donde usted guste. Digamos que los "créditos" son para la
economía de la ciencia ficción lo que los productos "Acme" para las caricaturas del
correcaminos y el coyote.

Ciberespacio

El ciberespacio es un especie de zona o espacio virtual subjetivo o simulado creado por


medio de gráficos o datos de computadora. El termino fue inventado por el escritor
William Gibson para su novela Neuromante (1984), pero su concepto no es nuevo. En
realidad el concepto de ciberespacio no es fácil de explicar pues colinda muchas veces
con diferentes campos, que van desde la ciencia hasta la mística.

No es un espacio que podríamos definir como "verdadero". Existe solo en la mente de


la persona que se conecta a "la red" (y en la "red" por supuesto) y le permite acceder
y "nadar" en el "mar" de datos e información de la maquinas. Sin embargo puede
simular bastante bien una realidad "real", basada en nuestras cuatro dimensiones.

Es un espacio virtual, resultado de la interconexión e interrelación entre mente y


maquina. Una especie de "realidad light", capaz de ser manipulable por el hacker o
usuario que se sumerja en ella.

Al igual que nuestro universo, no tiene limite, pues su existencia se extiende a la


infinidad de permutaciones que pueden crear los datos contenida por ella. Es capaz
de crear "vida" no biológica en su interior, retener recuerdos y personalidades
digitalizadas e incluso ser caldo de cultivo para nuevas clases de conciencia, humanas
y no humanas. Puede ser el punto espiritual de contacto entre el hombre y su
creación: la maquina.

El ciberespacio, es pues, un concepto atrevido y muy estimulante que por


desgracia acaba muchas veces ahogado en el océano de la mediocridad
literaria que lo convierte solo en una especie de "nintendo" sexual y telón de fondo
para detecti-hackers amargaditos de novelita negra. Lastima.

Ciborgs.

El término ciborg es en realidad una contracción de "Organismo cibernético" y se


refiere al resultado de una hibridización biológica/cibernética, una fusión
humano/máquina en algunos casos.

La novela más celebre sobre hibridación ciborg es tal vez Limbo (1952) de Bernard
Wolfe, donde la sociedad humana futura a decidido

automutilarse para sustituir sus partes por repuestos mecánicos y robóticos en aras de
estabilizar la paz mundial.

El ciborg más famoso viene directo del mundo de la televisión: Steve Austin, el
personaje interpretado por Lee Majors de la serie The six millon dolar man (1973-8)
producida por la Universal y Glen A. Larson, conocida también como "el hombre
biónico" o "el hombre nuclear", es el producto de un accidente aeroespacial que implica
su reconstrucción con partes biónicas, lo cual le otorga ciertos poderes especiales
como súper fuerza, supervelocidad y una sorprendente capacidad telescópica. Aunque
la literatura de ciencia ficción cuenta con muchos ejemplos sobre el termino se
recomienda con especial énfasis las novelas ¿Quien? (1958) de Algiss Budrys, sobre
un científico norteamericano accidentado y rescatado por los soviéticos, cuya cabeza
despedazada tiene que ser sustituida por otra robótica; la novela corta El hombre del
Bicentenario (1976) de Isaac Asimov, relato contrapartida de Limbo, donde un robot
sustituye partes mecánicas por orgánicas; y finalmente, Los tres estigmas de
Palmer Eldritch (1964) de Philip K. Dick, donde la mecanización del personaje
principal - pero la mayor parte del tiempo solo sugerido - el mencionado P. Eldritch:
Ojos, dientes y una mano mecánica, es un simbolismo claro de lo antinatural, de lo
maligno y lo inhumano.

Espers, Psionicos y poderes psiquicos

Los supuestos poderes de la mente es un tema que a apasionado a muchos de los


escritores de ciencia ficción desde el principio de esta e

incluso antes. Realmente, el mundo de los poderes de la mente, llamados también


poderes psiquicos, psi (su abreviación), extrasensoriales o paranormales
pertenecen a lo que muchos denominan como paraciencia (seudociencia, realmente) y
se supone que existen realmente, aunque hasta ahora nada a sido demostrado pues
no han pasado rigurosas pruebas de laboratorio que podrían confirmarlas.
Esto, por supuesto, no detuvo a los escritores del género que aún los consideran
dentro del reino de lo posible. Dentro de estos poderes psiquicos podemos identificar
como los más populares a

l La Telepatía (capacidad de captación o comunicación mental a distancia) El cruel


tormento del personaje principal de la novela Muero por dentro de Robert Silverberg.
O la capacidad anticriminal del que echan mano los policías psiquicos de la fabulosa
novela El Hombre Demolido de Alfred Bester, para interrogaciones y para detectar
"posibles" planes ilegales de sus perseguidos.

l La telekinesis (capacidad de movilizar objetos a distancia. La levitación, capacidad


de elevar los objetos venciendo la fuerza de gravedad, sin tocarlos, es una variante de
esta capacidad).

l La precognición (capacidad de ver o percibir los hechos y situaciones futuras).


Como el regalo a veces no tan agradable que recibe el personaje principal de la novela
Zona Muerta, de Sthepen King.

l La clarividencia (capacidad de percibir las situaciones pasadas o presentes de una


persona u objeto). Como la perteneciente a los Hombres Lente de las series de E.E.
"Doc" Smith, con la cual podían ver a través de objetos sólidos, en plena oscuridad o
internarse en los laberínticos amasijos orgánicos de sus enemigos.

l La teleportación (capacidad de trasladar o trasladarse de un lugar a otro un objeto


o a uno mismo sin tocarlo y presumiblemente, al instante). también llamado Jaunteo,
en la novela ¡Tigre, Tigre ¡ de Alfred Bester Un fenómeno, presumiblemente de esta
naturaleza, fue experimentado por John Carter (de la serie de novelas sobre
Marte/Barssom escritas por Edgar Rice Burrohugs, el autor de Tarzán), para poder
llegar al planeta Marte sin necesidad de nave espacial, en una variedad de este poder
que se denomina como "trasmigración". La diferencia estriba en que mientras la
teleportación incluye boleto para cuerpo físico, la trasmigración puede darse muchas
veces solo a nivel mental. En el clásico Hacedor de Estrellas de Olaf Staplendon, el
personaje principal hace un recorrido espacio-temporal por nuestro universo en,
-tenemos que decirlo de alguna manera - espíritu o cuerpo astral. Incluso es capaz de
penetrar en las mentes de varios seres extraterrestres para comprender sus
pensamientos y puntos de vista.

l La pirokinesis (capacidad de combustionar elementos o materiales solo con el poder


de la mente) Como la perteneciente a la niña protagonista de la novela Ojos de
Fuego, de Sthepen King. Y finalmente

l La Telempatía (o émpatía) (la capacidad de captar las emociones antes que los
pensamientos detallados). Un ejemplo de esto pero al revés la maldición del personaje
de la novela El Hombre en el Laberinto de Robert Silverberg, el cual gracias a una
manipulación alienígena "despide" de su mente una especie de "emanación" mental
que lo convierte en repudiable para los demás.

l El control mental. Muy usado por los caballeros Jedi de la serie de películas sobre
La Guerra de las Galaxias, les permite obligar a sus objetivos a realizar cualquier
acto que el primero desee, haciéndolo sentir como si este segundo lo hubiera realizado
por voluntad propia.
La variedad de poderes psi no se detiene aquí por supuesto. Hay muchos y muy
variados en el mundo de la ciencia ficción.

Por ejemplo, en la novela Ubik (1969) de Philip. K. Dick encontramos una extraña
chica con el poder de cambiar el presente manipulando mentalmente el pasado. En
Necroscopio, de Lumbley, nos encontramos con un ingles capaz de comunicarse con
los muertos y en Dunas de Frank Herbert conocemos el gigantesco poder de los
Navegantes de la cofradía, humanos mutados capaces de "teleportar" naves espaciales
de un lado al otro del universo.

A los seres que detentan estos poderes se les llama psionicos, termino acuñado por
John W. Campbell Jr., el cual ayudo a popularizar en gran medida a este personaje en
los cincuentas, a veces señalado o considerado (con buenas razones) como un
mutante.

El término psionico es en realidad una contracción del término ingles "psychic


electronic" (electrónica psíquica, una especie de capacidad mental que implica
manipulación de energías con la mente y que incluso puede ser generada o controlada
con maquinas) , así como esper lo resulta ser de "Extra Sensory Perception"
(percepción extrasensorial, capacidad de decodificar sensaciones más allá de nuestros
5 sentidos).

La pregunta del como funcionan estos poderes varía de acuerdo con las historias, pero
tiene mucha aceptación la "teoría" de una manipulación en campos
electromagnéticos derivada de los poderes psiquicos del individuo, que interactúan
con el mundo físico a su alrededor.

Otra interesante teoría fue expuesta por Robert Anson Heinlein en su novela 7. La
energía y la capacidad de aplicar estos poderes mentales

viene de la sintonía de ciertos sujetos con un universo "paralelo". La capacidad les


permite desplegar energía de un universo al otro y interactuar con los objetos que
deseen.

Estas capacidades psi, son para muchos presumiblemente el "próximo paso


evolutivo" de la humanidad, o en dado caso, así vendía la idea Campbell. De hecho,
detestaba los relatos o novelas donde los personajes psionicos o mutantes eran
considerados amenazas para el género humano.

Muchos autores como fueron Kuttner o Van Vogt, congeniaban con su idea, pero otros
muchos no, como Robert Silverberg, especialista en mostrar el lado oscuro de los
poderes psíquicos, no para los demás, sino para los poseedores mismos de estos
poderes, parías sociales, apartados del mundo gracias a su capacidad que representa
para ellos más una cárcel que una ventaja. Y en cierta forma tiene razón. Un telépata
no la pasaría nada bien sabiendo a cada momento lo que en realidad se piensa de él.
Philip K. Dick también consideraba que tal vez los poderes psionicos no dejaban nada
bueno y una versión bastante salvaje de esta idea la plasma en su novela Ubik (1969)
en un mundo futuro de 1999, donde las guerras corporativas se libran en base a
espionajes psiquicos y defensas antipsiquicas.
Hiperespacio

Han Solo, contrabandista espacial del filme La Guerra de las Galaxias (1977) se
encuentra cercado por las naves de ataque del Imperio Galáctico. Todo esta perdido.
Pero no para su nave: El Halcón Milenario que cuenta con la ventaja de ser la nave
más rápida de toda la galaxia. Han Solo mueve una palanca y entonces, frente a si , el
universo de estrellas se convierte en un espacio surcado por brillantes líneas blancas
que se extienden hasta el infinito.

El Halcón Milenario acaba de brincar al hiperespacio, "otra" clase de espacio fuera


de los dominios del espacio común; una especie de atajo intergaláctico donde el
tiempo y la distancia no existen. Esta cualidad le permite a los viajeros
hiperespaciales, acceder de nuevo a nuestro universo en cualquier punto deseado y
prácticamente al instante. Bueno, esto refiriéndonos a "una" clase de hiperespacio.

La palabra hiperespacio fue inventada por John W. Campbell para su relato corto
The Mightiest Machine (1934). A todos los demás escritores les encantó la idea y la
"adoptaron" para si, convirtiéndola en estándar común dentro del genero.

Sin embargo el concepto cada quien lo barajaba a su gusto. Para unos, el hiperespacio
era el "otro" espacio ya descrito. Para otros es un espacio de más dimensiones donde
se haya incluido nuestro universo cuatridimensional, y que permite al salirnos de este
ultimo y entrar al primero "juntar" dos puntos en una arruga o dobles, como ocurre en
la novela Jones, El Hombre Estelar (1953) de Robert Heinlein.

La misma idea se maneja en la película Event Horizon (1997) de Paul Anderson,


donde no queda claro si este viaje doblando el espacio lleva

a la tripulación hacia un universo "mas allá del doblez" que es un autentico infierno; o
si en el momento del traspaso se encuentra comprimido ese otro universo infernal.

Para Frederik Pohl en su relato The Mapmakers , el hiperespacio es una especie de


universo más pequeño al nuestro con puntos de correspondencia planimétrica entre los
dos. Es como si ese otro universo fuera una especie de mapa del nuestro, donde las
distancias son muchísimo más cortas. Entraríamos en la Tierra hacia el punto
destinado para esta en ese mapa y nos moveríamos una corta distancia hacia el otro
punto del mapa que nos arrojaría al Marte de nuestro universo.

Para George R.R. Martin en su relato Más Rápido que la Luz resulta que incluso el
hiperespacio no es ningún atajo para ningún lado ya que resulta ser mucho más
tardado viajar por aquí que por espacio normal.

Salto Warp

Campbell no solo invento el concepto de viaje hiperespacial. También el Salto Warp –


muy usado en la serie televisiva de ciencia ficción de Viaje a las Estrellas y en la
serie Fundación de Isaac Asimov, - en su relato Islands in Space (1931)

El salto Warp es similar en idea al hiperespacio unido por un dobles pero tiene que ver
con la curvatura que ejercen las masas sobre el espacio de su alrededor, la
cual da el impulso a la nave. Al igual que el hiperespacio tiene muchas variantes.
En Fundación, por ejemplo, las naves se limitan a dar el salto Warp para llegar a un
punto determinado del espacio conocido. De ahí, haciendo uso de mapas astronómicos
y la astrogación , calculan el siguiente salto.

Pero, ¿como sabríamos en que parte del espacio estamos? Algunos científicos y
escritores han tomado en cuenta a los faros naturales del espacio: las estrellas de
neutrones, o pulsares, los cuales son estrellas ultramasivas, resultantes de una
reacción de supernova. Emiten una señal de rayos x y giran a velocidades
elevadísimas, emitiendo como su nombre lo indica, una señal de pulsar. Tiptip- tip.
Estas estrellas emiten la señal siempre con la misma frecuencia de tiempo, lo que las
hace identificables y clasificables. Hasta ahora no se han encontrado dos iguales.

Naves generacionales

Las Naves Generacionales son gigantescos hábitats artificiales, una especie de


"arcas del espacio". La tripulación que llegue a su objetivo ya no será la generación
que salió de la Tierra sino sus tataranietos o los tataranietos de estos. La idea de este
tipo de nave fue popularizada por primera vez en la ciencia ficción por Robert
Heinlein en su obra Universo (1941) y su secuela Sentido Común (1941) –ambas
publicadas en un solo tomo titulado Huérfanos del Cielo (1963) - , sin embargo la
idea no era nueva, pues Don Wilcox ya había manejado una historia similar en algunos
titulada El Viaje que Duró 600 Años (1940). En el relato de Wilcox, el capitán de la
nave generacional es el único que viaja en hibernación, pero cada 100 años es
despertado para supervisar que todo marche correctamente.

Cada vez que despierta se encuentra con grandes cambios sociales sufridos por los
diferentes descendientes de la tripulación original. Él mismo llega a convertirse en un
mito supersticiosos dentro de la nave gracias a estas apariciones y a que el grupo
social ha degenerado hasta dividirse y convertirse en una especie comunidades tribales
a bordo.

En Universo, de Heinlein, los descendientes de la tripulación llegan incluso a olvidar el


hecho de que viajan en una nave. Exactamente lo mismo ocurre con la novela de Brian
Aldiss, La Nave Estelar (1958) donde el personaje principal Roy Complain, descubre
en su periplo de exploración la verdad de "su mundo" el cual a involucionado
socialmente hasta estar divididos en grupos tribales...

En Nave de Sombras (1969) de Fritz Leiber ocurre el efecto de la involución social de


las astronaves generacionales, mezclada con una

extraña historia de gatos telépatas y vampiros. En Universo Cautivo (1969) de


Harry Harrison la ingeniería cultural a convertido a los tripulantes de una astronave
generacional en una especie de monjes medievales y grupos aztecas.

La cuestión de la estructura social dentro de las naves generacionales es de hecho uno


de los puntos mas importantes en esta clase de historias.

En un espacio tan reducido espacio como el de una astronave, las interacciones


sociales no pueden ser tan fáciles. ¿Como se adaptarían las nuevas generaciones
nacidas en la nave al espacio vital y la interacción social?, ¿Que nuevas
costumbres y que orden social se desarrollaría en base a este nuevo ambiente?
Muchos escritores se han decantado por la involución social, ya mencionada, a grupos
tribales, salvajes y supersticiosos.

Campos o escudos de Fuerza

Es muy típico en el género, observar como los ataques láser son repelidos
eficientemente por medio de campos de fuerza, una especie de barrera de energía
que sirve de protección a naves espaciales, ciudades futuras o incluso planetas.

Estos escudos protectores son muy útiles en algunos aspectos pero en otros no. En la
novela Dunas de Frank Herbert, algunos afortunados cuentan con escudos de
repulsión individuales, los cuales no permiten entrar digamos, una bala, pero si un
cuchillo o una espada que entre lentamente a su campo de acción. En otras palabras,
la repulsión es directamente proporcional a la energía cinética del objeto impactado.
Herbert no es el único con esta idea, aparece también en Los Hombres Paradójicos del
Charles L. Harness.

Sobre como funcionan estas paredes de energía se ha especulado mucho, pero en


realidad no hay una explicación muy convincente. Por ejemplo, muchos obtienen
su energía de pilas atómicas o nucleares, mientras que otras lo hacen de la misma
fuerza cinética de sus atacantes. Hay algunos que incluso son formados por la mente.

Por lo general, estos escudos de energía tienen la tremenda ventaja de ser invisibles
o transparentes de colores variados, lo que nos permite saber con cierto grado de
seguridad que demonios nos esta atacando. Pero entonces viene la gran duda cuando
nos preguntamos el como es posible que una barrera de fuerza repela un láser, pero
no repele los fotones de luz ordinarios que nos permiten ver el exterior.

¡Ah! Misterios de la ciencia ficción.

Sociedades o Mentes- Colmena

Estas sociedades están basadas directamente en organizaciones realmente


existentes: las de aquellos insectos que basan su reproducción en un solo elemento
fértil, como las abejas o las hormigas. La complejidad de esta estructura social,
completamente antagónica a las estructuras humanas donde el individualismo tiene un
papel preponderante la convirtió, efectivamente, en un buen modelo a seguir para
aplicarla a culturas alienígenas.

Por lo general, estas mente colmena no solamente comparten un solo medio de


reproducción, sino muchas veces una sola mente. El individuo es para ellos no un
ente separado sino una expansión de este mismo, sin voluntad propia. A ojos
humanos, esto resulta aborrecible, es sin duda una esclavitud aberrante y nada
humana.

Por supuesto que la mente colmena no es de la misma idea y tal vez para ella, no haya
nada más espantoso que una estructura semiorganizada e inestable como la
humana, la cual por su peligrosidad, tal vez merezca ser exterminada de la faz del
universo.
Tal vez unas de las mentes colmena más famosas sean la de los insectores, aparecida
en la novela de Orson Scot Card, El juego de Ender (1977); la de los Taurinos, de La
Guerra Interminable (1974) de Joe Hadelman; los monstruosos aliens de la película
Alien de Ridley Scott; o las agresivas chinches de la película Tropas del Espacio
(1998), de Paul Verhoven (basada en la novela del mismo nombre de Robert Anson
Henlein).

Terraformación

Aún perteneciente al mundo nada limitado de la ciencia ficción, es un término ya


aceptado por la ciencia y con muchas posibilidades de convertirse en una
realidad. Cuando hablamos de terraformación, nos referimos a la acción de adaptar
un planeta para convertirlo en un lugar adecuado para el hábitat humano.

Por supuesto que esto no tiene nada de instantáneo pero es muy posible que futuras
generaciones humanas puedan moldear mundos para hacerlos habitables.

Uno de los primeros objetivos es, por supuesto, Marte, un planeta similar a la tierra,
pero con una atmósfera tan tenue que nos descomprimiría de inmediato si
intentáramos deshacernos de nuestro traje espacial. Sobre la terraformación de Marte
y en especial sobre este tema, sobresale la trilogía de novelas escritas por Kim Stanley
Robinson: Marte Rojo (1992), Marte Verde y Marte Azul. Cada una describe una
fase de esta terraformación, desde el inicio, pasando por los primeros cultivos
vegetales hasta la creación de océanos.

Por supuesto que Robinson no fue el primero en lograr esta terraformación. Los
extraños antiguos de la novela Princesa de Marte de Edgar Rice Burrohugs, dejaron
en su superficie maquinas para "crear atmósfera" con la cual es posible la vida en el
planeta.

Psicohistoria

Dejemos que la misma Enciclopedia Galáctica nos defina lo que es (Nota: las Itálicas
son del autor de este artículo):

"…Gaal Dornick, utilizando conceptos no matemáticos, ha definido la psicohistoria


como la rama de las matemáticas que trata sobre las reacciones de conglomeraciones
humanas ante determinados estímulos sociales y económicos… Implícita en todas estas
definiciones está la suposición de que el número de humanos (en el Imperio
Galáctico) es suficientemente grande para un tratamiento estadístico válido. El tamaño
necesario de tal número puede ser determinado por el primer teorema de Sheldon
que… (se refiere a Hari Sheldon, matemático creador de la Psicohistoria y de las dos
Fundaciones, una de ellas creada como doble pantalla, para cubrir - incluso sin ellos
saberlo - a la Segunda Fundación)".

Otra suposición necesaria es que el conjunto humano debe desconocer el análisis


psicohistórico a fin de que su acción sea verdaderamente casual… En otras palabras, La
psicohistoria es una especie de calculo estadístico que predice el futuro de los grandes
conglomerados humanos. Por supuesto que el numero de habitantes de un planeta
como la Tierra no sirve de muestra para un VERDADERO conglomerado como el
Imperio Galáctico de la archifamosa novela de Isaac Asimov, Fundación (1951), de
la cual se obtiene este término.

Ahora permítanme desviarme algo del tema para comentarles algo muy interesante:
Alguien dijo alguna vez: "Como es arriba, es abajo". Pues bien, creo que tiene mucha
razón y algo de esto lo veo reflejado en la serie del ciclo de Trántor (así se le llama a
la trilogía de la Fundaciones, compuesta por Fundación, Fundación e Imperio y
Segunda Fundación), en realidad lo veo más que nada en la psicohistoria. Creo que la
manera en como la psicohistoria ve al conglomerado humano es muy similar a como
nosotros vemos el fabuloso mundo de las partículas sub-atómicas.

¿Porque? Lean las novelas y después lean también un interesante libro de física
quántica (yo les recomiendo a Paul Davies, es ameno, interesante y nada aburrido) y
van a ver, muchas, pero muchas similitudes… Dicho de otra forma: se los dejo de
tarea.

CONTINUA…

Bibliografía:

The encyclopedia of Science Fiction / John Clute y Peter Nicholls / St. Martin´s
Griffin 1995

La ciencia en la ciencia ficción / Peter Nicholls, David Langford y Brian Stableford /


Ed. Orbis 1982

Dictionary of Astronomy / Brockhampton Press, London 1995

The visual encyclopedia of science fiction / Brian Ash / Harmony Books 1977

También podría gustarte