Andres Rondón - Liturgia Contextual - SEBAD

RESUMEN II
UNA TEOLOGIA DEL CULTO CRISTIANO
La gente adora de acuerdo al concepto acerca de Dios, hay un consenso de que teología puede definirse como
“pensamiento razonado acerca de Dios” en un contexto cristiano la teología individual está formada por un encuentro
personal con nuestro Salvador y Señor Jesucristo.
Comunión con Dios

En nuestra vida Cristiana es de máxima importancia la relación que tenemos con Dios porque nos enseña a vivir
con experiencias y no solo con palabras, la palabra comunión significa común unión, esto quiere decir que encontramos
en Dios este tema en común y que a su vez nos une de tal manera que somos uno cuando hablamos y cuando adoramos.
Llegamos entonces a ese nivel de intimidad que nos permite conocer más a Dios y a su vez entregamos nuestra vida sin
reservas porque sabemos que Él nos conoce y que no hay nada que podamos ocultar de su presencia.

Una vida en comunión nos despierta el deseo de vivir en santidad, de entender que nos dirigimos a alguien santo
y que no podemos hacer menos que tratar de acercarnos lo más posible a ese nivel de santidad “sin santidad nadie vera
al Señor”

Recordando siempre que nuestro amado consolador El Espíritu Santo nos lleva de la mano en este caminar de
Fe, de comunión, de adoración, que sin su ayuda no podríamos vivir una vida de santidad y no podríamos acercarnos
tanto al Padre o al Hijo como quisiéramos “ Mas El Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles”

La Congregación como Sacerdotes

En la crucifixión de Jesús ocurre un acontecimiento importante y es que el velo se parte a la mitad dejando al
descubierto el lugar santísimo, ya no necesitamos que un intercesor entre a ese lugar de intimidad profunda con Dios
porque nosotros podemos hacerlo.

El Antiguo testamento describe como una de las actividades principales del sacerdocio el sacrificio de animales
para expiación de los pecados, pero hoy en día el sacrificio es una vida y todo lo que la rodea dedica a Dios. (Hebreos
13:15-16) Otra característica del Sacerdote en la antigüedad era la intercesión por el pueblo, hoy en día como
Sacerdotes de un nuevo pacto tenemos la oportunidad y el deber de interceder por los demás, teniendo una vida de
oración ferviente implícitamente adoramos a nuestro amado Dios.

Dios también nos ha dotado de dones y talentos es por eso como Sacerdotes de la Gracia es idóneo tener
sabiduría para saber motivar al pueblo y tener la sensibilidad a los diversos elementos que integran el culto de
adoración, la iglesia primitiva dentro de su liturgia utilizo elementos muy básicos pero muy poderosos dentro de la
adoración que hoy en día son principios que tenemos como herencia: la alabanza, la oración, proclamación y la ofrenda,
esto incentiva al pueblo a vivir en constante adoración.

Las Actitudes de los Sacerdotes

Seglar indica que la adoración completa su ciclo cuando se describen nueve actitudes positivas que dan
expresión al sacerdocio, estas son: Adoración: Expresada en todo momento de nuestras vida, un estilo de vida que
muestra la actitud de nuestra mente y corazón en profunda reverencia como el más alto grado de amor y honor.
Alabanza: Que es la expresión exterior de la adoración, es exaltar los atributos del Creador. Gratitud y Acción de Gracias:
es una expresión del corazón que adora y alaba a Dios, damos gracia por lo que él ha hecho en nuestras vidas.
Arrepentimiento: En la presencia de Dios vemos nuestra verdadera condición espiritual que nos genera necesidad de
arrepentirnos. Perdón: Es la certeza de que nuestro amado Dios nos perdona y nos limpia de toda iniquidad, también
somos capaces de perdonar a otros. Dependencia: Nos da la seguridad de que Él lo suple todo. Sumisión: Es la capacidad
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de entender la voluntad de Dios para nuestra vida y someternos a ella. Compromiso: Es una acción positiva que nos
impulsa a una consagración genuina.