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Wesleyana de la
Adoración
la adoración teocéntrica
la adoración cristocéntrica
la adoración escatológica
el acto
EL BAUTISMO
1. Tomó el pan
2. Dio gracias (eucariota) sobre este
3. Lo rompió
4. Lo distribuyó con ciertas palabras
5. Tomó la copa
6. Dio gracias (eucaristía) sobre esta
7. Lo distribuyó con ciertas palabras
el orden
Planificar el orden de la adoración es importante. En la cons-
trucción de un edificio, la base debe ser construida antes de cons-
truir el techo, de lo contrario colapsaría. Esto no significa que la
base es más importante que el techo, es solo que se sujeta a un
orden. La adoración ortodoxa tiene un orden que facilita la forma-
ción espiritual del creyente. Note el principio del orden en el tra-
bajo de cada persona en la Trinidad. Dios crea el mundo para traer
estar prestos a escuchar la voz de Dios. Los siguientes son los ele-
mentos que intervienen en esta fase:
el tiempo
La cuestión del tiempo, es un aspecto que distancia a la cris-
tiandad de otras confesiones religiosas. Estás últimas, comúnmen-
te, centran y valorizan su adoración a partir de sus templos y todos
los objetos que lo ocupan. Este tipo de adoración va camino hacia
un despropósito: el enfoque es cambiado hacia el dinero y los
recursos materiales, la adoración basada en regalos elaborados,
conduce a la competencia. Este tipo de adoración inhibe la unidad
EL AÑO CRISTIANO
el sonido
Toda la creación fue hecha para adorar a Dios. Consideremos
de todas las cosas creadas, cuántas producen sonido y cuán parti-
cular es. Podemos tomar como ejemplo el agua, el viento, las aves,
los animales, la tormenta, el rayo, etc. Pero de todos ellos, ningún
sonido es tan sofisticado como la voz humana. Dios nos dio la
habilidad de cantar y transmitir significado con nuestra voz (no
tan solo con las palabras). La canción es una herramienta muy
valiosa en la adoración porque combina los pensamientos de nues-
tra mente, las emociones y los deseos del corazón.
La música es poderosa en la adoración ya que puede condicio-
nar el ánimo y el comportamiento de las personas. Satán sabe esto
y lo usa para lo malo. Considerando el mandamiento de “no ado-
rar otros dioses” (Éxodo 20:3). Satán conduce a la gente hacia el
pecado cuando los tienta a cantar alabanzas a alguien o algo en
vez de a Dios. Por ejemplo, escuchar música que promueve la
autodestrucción, siembra la idea en la persona, y con el tiempo,
terminará haciéndolo. En la adoración, podemos usar la música
para restaurar el daño hecho por Satán.
El sonido es algo que toda la congregación produce junta, uni-
ficada en un canto. Cantar juntos trae a la memoria el misterio
esencial de la iglesia como una asociación. Cantar aquellos himnos
grandiosos de la iglesia, nos recuerda que somos parte del cuerpo
universal de Cristo.
El uso del sonido cambia a medida que la iglesia se desarrolla.
La iglesia del Nuevo Testamento hace una pequeña distinción
entre hablar y cantar. Mientras la música eclesiástica se desarrolló,
el espacio
el servicio litúrgico
Este fue usado por los reformadores y se basa en el estilo cúlti-
co de las sinagogas. Es de resaltar que, al inicio del mismo, se hacía
un abundante uso de las Escrituras, seguido del sermón y la cena
del Señor que se celebraban semanalmente. Isaías 6 provee un for-
mato para el servicio litúrgico, cuando comienza con la trascen-
dencia de Dios y se mueve hacia su inmanencia. Donde la trascen-
dencia tiene que ver con la naturaleza del Ser Supremo y su inma-
nencia está ligada a su autorevelación o la experiencia del creyen-
te con la que Dios se hace manifiesto.
Una vez que el hombre es conciente de la grandeza y la santi-
dad del Señor, es capaz de reconocer cuán inmundo es a causa de
su pecado y cuánto requiere del perdón de Dios para ser pleno. La
libertad del perdón trae tal dicha, que el hombre no puede conte-
ner su respuesta, la cual toma forma en actitudes de servicio y ala-
banza. Este es el sistema litúrgico de la reforma:
1. Himno y respuesta
2. Himno y confesión
3. Lectura del Antiguo Testamento y respuesta
4. Lectura de la Epístola y respuesta
5. Lectura del evangelio y respuesta
6. SERMÓN
7. Himno
8. Credo
9. Oración
10. Saludo
11. Ofrenda
12. Preparación y Comunión
13. Himno y respuesta
14. La Bendición y Despedida
el servicio temático
MEDIOS DE GRACIA
1. Medios generales
a. Obedecer los mandamientos
b. Autonegación
c. Tomar nuestra cruz
2. Medios particulares
a. La oración
b. Escudriñar las escrituras y meditar sobre ellas
c. La Santa Cena
d. El Ayuno
LA SANTIFICACIÓN Y LA ADORACIÓN
consagración pública
INFLUENCIA DE LA MÚSICA
EN LOS PERSONAJES BÍBLICOS
¿CUÁNDO COMENZARON A
SER POPULARES LOS HIMNOS?
una experiencia personal con Dios: por ejemplo “Mil voces para
celebrar” habla de la gratitud a Dios y fue escrito en el primer ani-
versario de su conversión.
La música era más accesible a la gente que los Salmos. La razón
de ello es que los salmos no tienen una métrica o rima, por el con-
trario, la música occidental en la época de Wesley, era bastante
melódica y la métrica le daba numerosas posibilidades rítmicas
que pronto eran asimiladas por las personas comunes.
Los himnos hacen una contribución significativa al evangelis-
mo. Carlos Wesley se dedicó a comunicar la santidad a través de
la música. Él combinó la música popular de la época con letras que
instruían a las personas sobre los atributos y la obra redentora de
Dios. La música se constituyó así, en una herramienta para el
aprendizaje y la memorización. Todavía hoy, la mayoría de las
personas están más aptas para recordar las palabras de una can-
ción que el mensaje de un sermón. Muchas personas en Inglaterra
eran analfabetas, así que los himnos jugaron un papel importante
al momento de impartirles la Palabra.
Debido a esta gran versatilidad, los himnos no sólo adquirie-
ron valor por su utilidad en el evangelismo, sino también por su
eficacia en el discipulado. Sus letras no sólo incluían mensajes
evangelísticos sino también doctrinales. La música hace posible la
traducción del evangelio al lenguaje de cada contexto.