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18 EL IMPERIO R E T ~ R I C O

Hay más. En los Estados Unidos de ~ m é r i dla , ense-


ñanza de la retórica, que estaba integrada a los cursos de
inglés, se ha separado de ellos hace casi sesenta años y se
ha organizado en departamentos especiales consagrados a Lógica, d ialkctica,
la retórica como técnica de la comunicación y del discurso
persuasivo. Más de cinco mil profesores la enseñan actual-
mente. Han publicado miles de obras consagradas a esta
materia. Hace nueve años apareció en Pensilvania una
revista titulada Philosophg and Rhetoric, dirigida por
, En su prontuario dedicado a la antigua retórica, Roland
filósofos y retóricos, donde el estudio de las figuras no ocu- Barthes observa -con razón- que "la retórica debe ser
pa sino u n lugar muy reducido. siempre leida dentro del juego estructural de sus vecinas
El renacimiento y rehabilitación de la retórica en .el.. (gramática, lógica, poética, filosofía)"'. Yo agregaría, por
pensamiento c q @ m g a ~ m - ~ ~-a?.ist&~s ~~~ai. F.. mi parte, que para situar bien la retórica y definirla mejor,
ha sido posible sino después de un reexamen de las relacio- se necesita igualmente precisar sus relaciones con la dia-
ES entre la retórica y3!,ladialéctica, tales como habían* léctica.
establecidas por Arjstóteles y profundamente modificadas Aristóteles distinguió en su Orfianon dos especies de Fa-
enK,sen~d~desfavorLib~ega~ilil la retp&? por zonamiento~,~.razonamientos analíticos y razonamientos
&&s.Es a tal reexamen al que vamos a proceder. El ex- dialécticos. El estudio que emprendió de aquellos en los
plicará las causas de la decadencia de la retórica y dilucida- Primeros y Segundos analíticos, le valió ser considerado en
rá las relaciones de la nueva retórica con la teoría de la la historia de la filosofía como el padre de la lógica formal.
argumentación. Pero los lógicos modernos perdieron de vista, porque no se
habían dado cuenta de la importancia, que Aristóteles
también había estudiado los razonamientos dialécticos en
los Tópicos, La retórica y Las refutaciones sofsticas, lo que
hace de él, igualmente, el padre de la teoría de la argumen-
tación.
En sus Analíticos, Aristóteles estudia la forma de infe-
rencia váiida, especialmente los silogismos que permiten,
dadas ciertas hipótesis, inferir necesariamente de ellas una
conclusión: si todos los A son B y si todos'los B son C7re-
sulta, necesariamente, que todos los A son C. La inferencia
es válida cualquiera que sea la verdad o falsedad de las
premisas; pero la conclusión no es verdadera a menos que

14. cf. V. Florescu, "Rhe,toncand its Rehabilitation in Contem-


porary Philosophy",Philosophg and Rcthoric, 1970, págs. 193-224 1. Comvnunicahns, 16, 1970, pág. 194.
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las premisas sean verdaderas. Esta inferencia se caracteri- más o menos fuertes, más o menos convincentes y que
za a la vez por el hecho de ser puramente formal porque es jamás son puramente formales. Un argumento persuasivo
válida cualquiera sea el contenido de los términos A, B y e s persUa-d'Fa ai@e]ra"4uien se dirige4. Contraria-
C, (a condición de tener cuidado de que cada letra sea re- mente al razonamiento a d t i c o , el razonamiento dialécti-
emplazada por el mismo valor cada vez que ella se presen- co no es impersonal, pues él se aprecia por su acción s o b ~
te), y por el hecho de que elia establece una relación entre un espíritu. Resulta de ello que es preciso distinguir neta-
la verdad de las premisas y la verdad de la conclusión. mente los razonamientos analiticos de los razonamientos
Siendo la verdad una propiedad delas proposiciones, inde- dialécticos; los unos se refieren a la verdad v los otros a la
pendie- de la opinión ----.-. de los hombres, los razonamientos .ouini6n.
- Cada dominio exige otro tino de discurso--v es ri-
.d

analíticos
--- ...- son
- - -demostrativos
- - - "-------
- e impsonales. Pero esto no -- -contentarse
diculo --. con argu-aZZbies . por
sucede con los razonamientos dialéctico~.Un raz~namien~ parte .de
m.
,
un matemático como
...,.....,. .........- -.,-. 1...-
& -+--
exigirpruebas
-.-.-,. ....- .,.. .....- " a
científicas
~esd14~c~co~no~dice.~Ar:ist0leI~~~.s~lis~~-p~m!sas~~~n u n orador5.
~~ti~Iul_..~o~o~inion.es~,~enere!.men~.ace~%d.~Y~~ be- Ahora bien, es con respecto a este punto donde se sitúa
h.- e así las opiniones
.-.--..-.-v.---.-...--.- aceptadasportodos,
--. por la mayor la novedad, pero también el error de ~ e t r u Ramus, s error
- o por los. ñlósofos. es decir, ~ ---.-
parte o todos,
r -.. por la mayoría. ..-- que debia ser fatal para la retórica. Partiendo del nivium,
o gor
-- ---.---."*-
los más notables e ilustres entre ellos3. las artes del discurso, artes disserendi, é l define la grarnáti-
En ciertos casos, lo que eS generalmente aceptado es ve- ca como "el arte de bien hablar", esto es, el arte de hablar
rosímil, pero no se trata de confundir este verosímil con correctamente, la dialéctica como el arte del bien razonar y
una probabilidad calculable. Al contrario, el sentido de la la retórica como el arte del bien decir, del uso elocuente y
palabra Eulogos (Eulogos), que se traduce por "general- ornado del lenguaje6.
mente aceptado" o "aceptable", tiene un aspecto cualitati- Considerando a la dialéctica como "el arte general para
vo, lo que lo aproxima más al término "razonable" que al inventar y juzgar todas ~ ~ ~ ~ c opretende s w ~ que ~ , ,"no,hay
tenni& "probable". Observemos, por otra parte, que la sino un soJométodo, el de Platón y Aristóteles. Este meto-
probabilidad no se refiere sino a hechos o a acontecimien- do se encuentra en V.irgilio y :ciceSón,.en Homero y: en
ios pasados o futuros, mientras que las tesis que están en Demóstenes; preside a las matemáticas, a la filosofía, a los
discusión pueden 'referirse a &caciones intemporales, juicios y a la conducta de los hombre^"^.
tales como: 'Cel mundo es finito o irrfinito?", id la democra- Rechaza ruidosamente la distinción aristotélica entre
cia es o no la mejor forma de gobierno?": razonamientos analíticos y dialécticos, justific&do así Su
Vemos hmedktamenb que Ips-r_onamkntos.W~c~icos actitud: "aunque las co-S conocidas . . sean unas, necesarias
parten de lo que es a ~ t----a.m-.dd--- osiendo , su fin el hacer admitir . ..
otras
. tesis pue. son - ? o e- d_,-. e n ser, qmtrovertidas. Se. ..-propo:
.,-.m , ..
nen, puesL~rsuadir --,-. o convencer: no consisten en - inferen-
--
4. Aristóteles,Retórica, 1356 b, 28.
5. Aristóteles,Btica a Nicómco, L. 1. 1094 b,-25-28.
~~-?Bs~xI~~c~~v~s_~~@$~ 6. Cf.Pierre De La Ramée, Dla&ctiquc(l555), edici6n crítica de M.
Dassonville, Geneve, Droz, 1964,pBg. 61.
2. Aristóteles, Tópicos, 100 a, 30-31. 7. Ibid., pág. 50 (pag; Ir del prefacio). .
3. Bid., 100 b, 22-24. 8. lbid, pág. 25, cita del prefacio de Scholae in liberalesartes.
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y científicas, contingentes y opinables, las otras, así como deliberación íntima o de una
p
. -.---.-.-. -- discusión píiblica- presen-
la vista es común para ver todos los colores, sean inmu- Hado argumentos en pro o en contra de una tesis, criti-
tables o mutables; también el arte de conocer, es decir, 1 cando o refutando una crítica. En todos estos casos no se
dialéctica y lógica es una y la misma doctrina para conocer demuestra, como en matemáticas, sino que se argumenta.
todas las cosaswg. E & ~ o r m a l si, uno concibe la lógica como el estudio
La amplitud dada así a la dialéctica, que comporta tam- del raz~namieq~~_b_a&ot@s sus formas, comgletar la o
bién el e&dio de las inferencias válidas como-el arte de ría de la demostración, desarrollada por.-la l&ica
-_ - . -- :.!-,.
--- formal
encontrar y juzgar argumentos, le quita a la retórica de c~n.una__tar!.&la~'$~~enE(1.IOn,-~~~esru~Lllqs-
Aristóteles sus dos partes esenciales, la invención y la dis- !
i namientos dialéc~co_s&Aristó_le
posición, para no dejarle sino la elocución, el estudio de las 1 Éstos consisten en argumentaciones que pretenden
formas del lenguaje adornado. Es en este espíritu, después
de esta reducción filosóficamentejustificada, corno el ami-
go de Petrus Ramus, Romer Talon, publica en Colonia, en !
I
lograr la aceptación o el rechazo de una tesis debatida: su
estudio, asi como las condiciones de su presentación, es
objeto de la nueva retórica que prolonga, amplificando, la
1572, la primera retórica sistemática limitada al estudio de de Aristóteles.
las figuras, siendo la figura, segiin la definición de Talon En efecto, Aristóteles había opuesto la retórica a la dia-
"una expresión por la cual el aspecto del discurso difiere, léctica, tal como la había examinado en los Tópicos, no
del hábito recto y ~irnple"'~. De esta manera fue instaurada i viendo en ella sino la homóloga (antistrofos] de la dialécti-
1
la retórica clásica, esta retórica de las figuras, que condujo ea". . .... se interesaba
Ésta .-.-. _los argumentos
por - - - . . utilizados en

l1
-*....., _,._.._--
_..<.. <_ ____,._Ii _-
progresivamente de la degeneración a la muerte de la retó- una controversia, o.en una discusión con un solo interlo-
rica. cutor, rnientr.sgugla ~ t ó r i c ase refiere a las técnicas del
Es de conocimiento público que la lógica moderna, tal orador que se dirige a una masa reunida en una plaza pú-
como se desarrolló desdelxe&adogdel siglo xrx, bajo la in- blica que noposee ningún saber especializadoy es incapI!az_
n-t y de los lógic-os matemáticos,,identiñcó la de seguir l.ln ra~?~~~i~~o~n_~'oco.e!ab~ado!~.
-
.lógica no con la dialéctica sino con la 1óP;ica forma1,g
!
1
Pero la nueva retórica, por oposición a la antigua, con-
$~oI~.~~0na.m:1e.~t0~.a~0aií~~0~..P_e~BIrkt0~te1~~~ Y.@r cierne a los discursos dirigidos a toda c h e de auditorios,
vidó completamsnte los razonamientos dialécticos. consi- i trátese de una masa reunida en la plaza pública O de una

i1
-.
derados como extraños a la lógica. En esto parece haber reunión de especialistas, trátese-ae un discurso dirigido a
cometido un error simétrico al de Ramus pues, si es inne- un solo individuo o a toda la humanidad incluso ella
---------*---------..--.----?-+.---
exa-
---./
*que -
la lógica formal constituye -
una discxlina separa- minará los argumentos __.-.-_ .-.. que uno se dinie-.---
--,_ a si mismo
---- ..-.cuan-
da, que se presta como las matemáticas Sa-oPera>~nesv ,,a ii
do delibe~g&tim-~eg~AConsiderando que su objeto de
cálculo. tambiénesinnegable~ue~sotros ra~oemE*2 estudio es el discurso no demostrativo, el análisis de los
cuando no calculamos -por ejemplo en el momento de la razonamientos que no se limitan a inferencias formalmen-
1
m.

9. Bid., pág. 62 (Diakctique), L. I., págs. 3-4. 11. Aristóteles, Retórica, 1354 a 1.
10. Cf.para esta T A., pág. 227. 12, lbid,, 1357 a 1-3.
10
Lúgicu, dialéctica, 25
Jilosofh retórica

te correctas, a cálculos más o menos mecanizados, la teoría u-n_fu,n,damentosólido,e.indd~utiOurd~~na&tui@~-


d s j a argumentación -ogcebida como una nueva retórica dente que garantice la verdad de lo que es percibido como
o una nueva dialéctica-, cubre todo el campo del discurso_ evidente. La evidencia - - así concebida, no es -- un estado sub-
. ---

--
que busca pe~s~~~.~.~on~ence_r,1a1~&a~e~-~~~a~_i~o: jetivo que pueda variar de--.--un momento a otro, de un indi-
no a¿cual se d i r b e ~cualquiera sea ¿am a p k sobre la cual viduo al otro; su papel, en efecto, consiste en establecer un
versa. Se podrá completar, si eso parece útil,el estudio de la- puente entre lo que es percibido como evidente por el suie-
argumentación, con metodologías especializadas, según el
tipo de auditorio y el género de disciplina. Es así como se
-
to que conoce y la verdad de la proposición evidente que
debe imponerse de la misma manera a todo ser de razónI4.
podría elaborar una 1ógiEa j u r í d i ~ ay' ~una Mgica filosófica Una argumentación jamás puede procurar la evidencia
que no serían sino aplicaciones particulares de la nueva y no es posible argumentar contra lo que lo es. Quien pro-
retórica al derecho y a la ñlosofía. pone la evidencia está seguro de que ella se impondrá con
Subordinando la lógica ñlos6fica a la nueva retórica, tamo la misma evidencia a todos sus interlocutores. La argu,
partido en el debate secular que ha opxesto la filosofía a la mentación no puede intervenir más que si la evidencia
retórica, y esto desde el gran poema de Parménides. es discutida; es lo que ya notó Aristóteles, que reconoce
Éste y la gran tradición de la metafísica occidentai, ilus- indispensable recurrir a los razonamientos dialécticos
trada por los nombres de Platón, Descartes y Kant, - ha cuando los primeros principios de una ciencia, que nor-
~~esto~siem pl~
la-k~estig_ac%n_&h verdad, ob&tp_pro- malmente se imponen por sí mismos, se ponen en tela de
laMlobe.!s losofía,a!as-técoi_m de,l9sre_t0~.~0~ y de juicioLs.Lo mismo sucede cuando se discute una defini-
los sofistas
.. -.Y.. que se -conteiitan _
--..- .. -.-.-.-...
con hacer admitir
---. ojiniones
-.--. -.. ción.
tan variadas como eng@osas. Parménides prefiere el cami- Si es gracias a la intuición como normalmente uno
no de la verdad al de la apariencia; Platón opone el saber a aprehende las nociones simples y los primeros principios
la opinión común; Descartes funda la ciencia sobre evi- de una ciencia teórica, Aristóteles reconoce q g ~ s _ j &
dencias irrefutables y considera casi falso todo lo que no es -
disciplinassgrácticas tales como la ética y la política, en las
más que verosímil; por dtimo, Kant se propone &rpulsar s e-.--las decisiones
.-.- -. y las controversias son inevitables, don- ~

{lasopiniones de la filosofía elaborando su metafísica, que -de.- el-..recurso


<-. -- --... .a. la-.argumentación
.---
se impone, trátese de una
es esencialmente una epistemología, inventario de todos deliberación íntima o de una discusión publica. Es por esto
los conocimientos que, "teniendo un fundamento a prior-i, por lo cual su Organon comprende, al lado de los Anali-
deben ser aceptados por anticipado como absolutamente ticos, que estudian el razonamiento formal, los Tópicos,
B
necesarios'! que examinan los razonamientos dialécticos que permiten
Para estar seguros de gue las tesispropu&nadas por los
--A justificar la mejor opinión, la opinión razonable (eulogos).
filósofos no constituyen opiniones inciertas y falaces,&hn
verdadeAn~les.seria&o-q~esed_enefcLaraara4 be
14. Cf, "Evidence et preuve", en Ch. Perelman,Justice et raison, op.
13. Cf. mi Logiquejundique,Paris, Daiioz, 1976. [Traducida al cas- cit., págs. 140-154 y "De L'évidence en Métaphysique", en Ch.
tellano como U&a jurúiica g la nueva retórica, Editorial Civitas, Perelman, Le champ de l'argumnztation, op. cit., págs. 235-248.
1979.1 15. Aristóteles, Tópicos,101 a y b.
'Wica, dialéctica, 27
filosofíu y redrica

Todos los que creen poder despejar la verdad indepen- problemas de conocimiento, es decir, de.verdad:o,probabi-
dientemente de la argumentación, sólo tienen desprecio lidad, o simplemente han sido considerados como irrele-
por la retórica que se ocupa de opiniones: en rigor, podría vantes para la razón.
servir para propagar verdades garantizadas en el orador Pero todos aquellos que creen en la existencia de deci-
por la intuición o la evidencia, pero no para establecerlas. siones razonables precedidas de una deliberación o de dis-
p..--

Pero si no se admite que las verdades filosóficas puedan es- cusiones donde las diferentes solu.ucionesse confrontan las-
tar fundadas sobre intuiciones evidentes, será priciso re- '! unas can las otras. no podrán arescindihdesean adqui-
currir a técnicas argumentativaspara hacerlas prevaler. La rir una clara conciencia de los métodos intelectuales utiii-
nueva retórica se convierte entonces en un instrumento z&-, -tal como la
de u ~ t e o r í ade la argvmentación,
indispensable para la presenta la nueva rethrica.
Aquel que, como Ricoeur, admite en filosofía verdades Por otra parte, ésta no se limitará d dominio práctico,
metafóricas que no pueden prevalerse de una evidencia sino que también estará en el corazón de los problemas
constrictiva puesto que ellas proponen una reestructura- teóricos para aquel que es consciente del papel que juega
ción de lo real, no puede negar normalmente la importan- en nuestras teorías la escogencia de definiciones, modelos
cia de las técnicas retóricas que tienden a hacer Prevalecer y de analogías y, de una manera más general, la elabora-
tal metáfora sobre la otrai7: él no podría olvidarlas sino ción de un lenguaje adecuado, adaptado d campo de nues-
cuando admite la existencia de una intuición que impone tras investigaciones. Es en este sentido como se podrá ligar
una sola visión de lo real y excluye, por lo mismo, todas las el papel de la argumentación a la razón práctica, papel que
dem4s's. será fundamental en todos los dominios en que uno vea en
La decadencia de la retórica a partir de finales del sido acto la razón práctica, aun cuando se trate de la solución
xv;. se debe al ascenso del pensamiento burgués que ha Rs de problemas teóricos. Debo precisar este punto para evi-
neralizado el papel de la evidencia personal del protestan- tar todo malentendido referente al alcance de la argumen-
tismo, de la evidencia racional del cartesianismo o de la tación tal como yo la concibom.
evidencia sensible del empirism~'~.
; El desprecio a la retórica, el olvido de la teoría de la ar-
a
gumentación han conducido la negación de la razón
práctica. Los problemas de acción han sido reducidos a

16. Cf. Ch. Perelmen, "Philosophie, rhétorique, liew commuas",


Bulktin k lkicadémie Ro~aiede Belgique. Ciasse des lettres et des
sciences morales et politiques, 1972, págs. 144156.
17. Cf.Ch.Perelman, "Analogie et métaphore en science,poésie et
philosophie", en Le champ de i'argumcntation,págs, 271-286. .
18. Cf. P. Ricoeur, La métaphore vive, pág. 310-321. 20. Cf. con respecto a este punto R Blanché, Le raisonncrnent,
19. Cf. Ch. Perelman y L. Olbrechís-Tyteca, "Logique et rhéto- París, P.U.F., 1973, págs. 230-231, así como M. V i b y "Nouvelle
rique", en Rhétoriqile et philosophie, Presses Universitaires de France, rhétorique et droi: r ~ turei",
e Logique et Anabse, No 73, 1976, págs.
1952, pág. 30.Véase también R. hrthes, op. cit., pág. 192. 4-10.
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