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La evolución de la comunicación 1.0, 2.0 y 3.0: Características y oportunidades.

Todo está en constante cambio y, desde luego, también la forma en la que nos
comunicamos. Las diferentes organizaciones (empresas, corporaciones, medios de prensa,
etc) han experimentado mejor que nadie esas transformaciones y por eso es que, desde
hace algunos años, se reconocen las siguientes etapas en la evolución de la
comunicación:

Es la forma de comunicación más antigua y básica que existe; aquí el papel del emisor y
receptor están perfectamente definidos. Dentro de esa dinámica, el emisor brinda la
información que le conviene a través de sus medios tradicionales, siendo los clientes meros
receptores pasivos que tienden a confiar en lo que se les dice. En gran parte, esa credulidad
se debe a la falta de fuentes alternativas de información.

Se trata de una comunicación 100% unidireccional; como ejemplos podemos


mencionar a los periódicos impresos y los comerciales de TV. Hoy en día, las
personas muestran mucha desconfianza hacia las diferentes organizaciones, por eso
decimos que la comunicación 1.0 es insuficiente y desfasada por sí sola.

Comunicación 2.0

Es de naturaleza bidireccional. Fue la primera gran revolución en la forma de


comunicarse, ya que el público tiene espacios para opinar sobre la información que
se les brinda. A su vez, dichas opiniones constituyen datos valiosos que las
empresas analizan para elaborar sus propias estrategias de marketing.

Las nuevas tecnologías (primeras redes sociales, foros, inicios de Facebook, etc) facilitaron
este proceso en demasía, pero aún no estaban lo suficientemente desarrolladas para dar el
siguiente paso. Dentro de este contexto, las marcas lograron afinar sus formas de
comunicación. Por otro lado, los consumidores comenzaron a empoderarse,
logrando que su opinión ganara influencia.
Comunicación 3.0

Como extensión de la comunicación 2.0, significó la consolidación del empoderamiento


ciudadano, lo que trajo como consecuencia que los medios tradicionales perdieran
su hegemonía. En esta nueva realidad, los empleados y los consumidores gozan de mayor
credibilidad que las diferentes corporaciones; además, ejercen una presión tan grande sobre
los medios que la adaptación es imprescindible.

Características:

Sus principales características son: la reciprocidad, debido a que la dinámica emisor-


receptor es bastante fluida; la auto comunicación de masas, porque las personas
comunes pueden crear contenidos para los demás y volverse referentes (incluso líderes de
opinión); la viralización, porque cualquier información positiva o negativa se puede
expandir como la pólvora; y una alta credibilidad en conjunto, ya que la gente confía más
en recomendaciones y testimonios que en las palabras de los ejecutivos, políticos,
empresarios, etc.

Mark Zuckerberg, creador de Facebook, resume perfectamente las consecuencias de la


comunicación 3.0 con esta frase: “Al dar a las personas el poder de compartir, hemos
hecho del mundo un lugar más transparente”. Gracias a este nuevo contexto, cualquier
negligencia, información falsa o mala fe de algún medio, se paga con el conocimiento
público a gran escala.

Por eso, el tema de la reputación nunca fue tan importante -ni tan frágil- como lo es
hoy. Sin embargo, a pesar de que la comunicación 3.0 demanda demasiado trabajo,
innovación y presión sobre las diferentes empresas y medios, no significa que carezca de
ventajas para ellos. De hecho, gracias a esta revolución comunicativa, se abren una
serie de oportunidades.
Oportunidades:

Gracias a la comunicación 3.0, las empresas pueden dirigirse a un público mucho


mayor y de forma más eficiente. Asimismo, les permite desarrollar contenido más
creativo y emotivo; recordemos que la emoción es una aliada de la fidelización. Si
el cliente se emociona, sentirá más interés por el producto o servicio; si siente mayor
interés, muy probablemente compartirá y recomendará el contenido, contribuyendo así a
una buena imagen.

Por el contrario, si el cliente se indigna con el contenido y con lo que este ofrece, con
bastante probabilidad lo compartirá para difundir una mala fama. En pocas palabras, el
contexto de la comunicación 3.0 es un instrumento que puede convertirse en un
gran aliado o en la peor pesadilla. Todo depende de las estrategias que las marcas
pongan en marcha.  

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