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MACRONUTRIENTES Y

MICRONUTRIENTES DEL SUELO

Integrantes:

Adriana Guamán

Omar Gusñay

Britt Nivelo

Diego Muñoz

Juan Osorio

GRUPO 2
Macronutrientes y micronutrientes del suelo

Los macronutrientes son elementos necesarios en cantidades relativamente abundantes

para asegurar el crecimiento y supervivencia de las plantas. La presencia de una cantidad

suficiente de elementos nutritivos en el suelo no garantiza por sí misma la correcta

nutrición de las plantas, pues estos elementos han de encontrarse en formas moleculares

que permitan su asimilabilidad por la vegetación. En síntesis, se puede decir que una

cantidad suficiente y una adecuada disponibilidad de estos nutrientes en el suelo son

fundamentales para el correcto desarrollo de la vegetación. Cabe destacar la existencia,

en los suelos, de grandes cantidades de elementos nutritivos en formas inalteradas, tanto

formando parte de los minerales de la roca madre, como incorporados a moléculas

orgánicas complejas, que constituyen una reserva a largo plazo de éstos, entre los que se

encuentran los macronutrientes. (Ortiz, Gomez Tello, & Seron Arbeloa, 2005)
Dentro del grupo de los macronutrientes, conviene distinguir entre elementos primarios

(N, P y K) y secundarios (Ca, Mg y S). (Leon, 1994)

1.1. ELEMENTOS PRIMARIOS

En la mayoría de los cultivos, las

necesidades de las plantas son superiores a

las reservas existentes en forma asimilable

de los elementos en el suelo, por lo que es

necesario realizar aportes mediante el uso

de fertilizantes. (Infoagro, 2007)

1.1.1. Nitrógeno

Este elemento merece

mención especial dado que

es considerado el cuarto

elemento más abundante

en los vegetales tras el C, H

y O. Además, es el

macronutriente que se

suministra más

frecuentemente como fertilizante, ya que las plantas lo requieren en grandes cantidades.

Los procesos de combinación del nitrógeno con otro elemento reciben el nombre

de fijación del nitrógeno y se realizan, en la naturaleza, gracias a la acción de ciertos

microorganismos y a las descargas eléctricas que tienen lugar en la atmósfera. Sin

embargo, la cantidad de nitrógeno fijado suele ser pequeña en comparación con la que las

plantas podrían utilizar. Cerca del 99% del nitrógeno combinado en el suelo, se halla
contenido en la materia orgánica. El nitrógeno orgánico, incluido en moléculas grandes y

complejas, sería inaccesible a los vegetales superiores si no fuera, previamente, liberado

por los microorganismos. La actividad microbiana descompone, gradualmente, los

materiales orgánicos complejos en iones inorgánicos simples, que pueden ser utilizados

por las plantas. La rapidez con que, potencialmente, los cultivos serían capaces de utilizar

el nitrógeno, suele exceder a la rapidez con que éste es liberado. En consecuencia, la

cantidad de nitrógeno disponible en el suelo suele ser muy pequeña. (Ciampitti & Garcia,

2007)

1.1.2. Fósforo

A diferencia del

nitrógeno, que puede

incorporarse a los suelos

por medio de la fijación

bioquímica por

microorganismos, el

fósforo no posee tal

ayuda microbiana. El fósforo procede únicamente de la descomposición de la roca madre

que tiene lugar durante el proceso de meteorización, y representa alrededor del 0,10% de

la corteza terrestre. Su contenido, bajo en las rocas primitivas o sedimentarias (0,03-

0,08%), resulta notablemente más elevado en las rocas volcánicas (0,10-0,30%), que

constituyen la fuente original del fósforo, que se encuentra principalmente como

inclusiones apatíticas. El contenido medio de P en la corteza terrestre es de 0,05%. La

cantidad de fósforo total del suelo, expresada como P2O5, en raras ocasiones sobrepasa el

valor del 0,50% y puede clasificarse, en general, como inorgánico y orgánico. El fósforo

inorgánico es casi siempre predominante, excepto en los suelos donde la materia orgánica
se halla en una gran proporción. El fósforo orgánico suele ser mayor en las capas

superficiales que en el subsuelo, debido a la acumulación de materia orgánica en las

mismas. Debe indicarse también, en cuanto al contenido total, que generalmente suele ser

más alto en los suelos jóvenes vírgenes y en las áreas donde las lluvias no son excesivas.

En los suelos cultivados tiende a acumularse en las capas superficiales debido a que parte

de este elemento se pierde por lixiviación y a que las eliminaciones por las cosechas son

generalmente pequeñas. La proporción de fósforo que procede del material originario

oscila, en general, entre el 40 y 80% del fósforo total siendo el resto de origen orgánico.

El fósforo orgánico es de gran importancia en la fertilidad debido a que, por lo general,

determinados compuestos orgánicos son una fuente indirecta de formas solubles. El

humus y otros tipos de materia orgánica no humificada son la principal fuente de fósforo

orgánico en el suelo. El fósforo inorgánico es suministrado por la meteorización de

minerales como el apatito Ca5(PO4)3F, mineral de fosfato de calcio constituyente de rocas

ígneas, sedimentarias o metamórficas, y en menor proporción este fósforo inorgánico

puede formar parte de la cadena de silicatos donde sustituye al silicio, o encontrarse en

minerales neoformados. (Ortiz, Gomez Tello, & Seron Arbeloa, 2005)

1.1.3. Potasio

El potasio es, tal vez, el

elemento mineral que se

encuentra en mayor

proporción en las plantas

y es relativamente

frecuente en las rocas.

Con independencia del

potasio que se añade como componente de diversos fertilizantes, el potasio presente en


los suelos procede de la desintegración y descomposición de las rocas que contienen

minerales potásicos. Los minerales que se consideran fuentes originales de potasio son

los feldespatos potásicos, la moscovita y la biotita. La disponibilidad del potasio en estos

minerales, aunque baja, sigue el orden siguiente: biotita>moscovita>feldespatos

potásicos. El potasio se halla también en el suelo bajo la forma de otros minerales como

silvina, carnalita, silvinita, illita, vermiculita y clorita. Junto a este potasio mineral debe

incluirse el procedente de la descomposición de restos vegetales y animales. A diferencia

del fósforo, el potasio se halla en la mayoría de los suelos en cantidades relativamente

grandes. En general, su contenido como K2O oscila entre 0,20-3,30% y depende de la

textura. En suelos sódicos el contenido varía entre 2,50-6,70%. La fracción arcillosa es la

que presenta un mayor contenido de K, por lo que los suelos arcillosos y limo-arcillosos

son más ricos que los limo-arenosos y arenosos, teniendo en cuenta también que la

variación en el contenido de potasio está influenciada por la intensidad de las pérdidas

debidas a extracción por los cultivos, lixiviación y erosión. (Leon, 1994)

1.2. ELEMENTOS SECUNDARIOS

Las cantidades de estos elementos

presentes en el suelo suelen cubrir las

necesidades de los cultivos, por lo que, en

general, no es preciso realizar aportes de

ningún tipo al suelo. Este grupo de

elementos comprende Ca, Mg y S.

(Crodacropcare, 2014)
1.2.1. Calcio

Además de su esenciabilidad,

puede decirse que ningún otro

elemento, exceptuando hidrógeno y

potasio, ha recibido tanta atención

desde el punto de vista de la

fertilidad del suelo. El estudio del

Ca ha demostrado su papel

fundamental, no sólo en la estructura del suelo, sino también en la mecánica y química

del complejo adsorbente, y su influencia sobre la capacidad de asimilación de otros

elementos considerados esenciales para la planta. El calcio presente en el suelo, aparte

del añadido como fertilizante o enmienda, procede de las rocas y de los minerales del

suelo, y su contenido total puede variar ampliamente. En los suelos considerados no

calizos oscila entre el 0,10 y 0,20%, mientras que en los calizos puede alcanzar hasta un

25%. De forma general, se puede decir que el calcio proviene de la meteorización de

minerales como plagioclasas, piroxenos, anfíboles, olivinos, feldespatos, caliza y yeso.

Estos materiales son tan comunes que la mayoría de los suelos contienen suficiente calcio

para cubrir gran parte de las necesidades de la planta. Por efecto de la meteorización,

estos minerales van liberando calcio, que al ser solubilizado puede tener diversos

destinos: perdido por lixiviación, absorbido por los organismos del suelo, adsorbido por

el complejo coloidal, o reprecipitado como compuestos cálcicos secundarios,

especialmente en suelos situados en zonas áridas. En estas regiones, su contenido es alto,

como consecuencia de una pluviometría débil y poca lixiviación. Las concentraciones

más bajas de calcio aparecen en suelos muy lavados, con capacidades de intercambio

catiónico bajas, como sucede en algunos suelos tropicales. En regiones templadas, no es


probable encontrar contenidos tan bajos de calcio de forma que este elemento suele

representar del 75 al 85% del total de bases de cambio existentes. (Manahan, 2007)

1.2.2. Magnesio

El magnesio es un elemento

químicamente muy activo pero

que no aparece por sí solo como

elemento libre en la naturaleza,

sino que se encuentra

ampliamente distribuido en

forma mineral. Según diversas

estimaciones su contenido medio en la corteza terrestre puede situarse en un 2,30%

(Navarro García y Navarro Blaya, 2000), mientras que en el suelo se aproxima a un

0,50%. En las rocas el Mg se halla estrechamente asociado a numerosos minerales,

mayoritariamente silicatos, como olivino, anfíbol, piroxeno y biotita, y a otros minerales

de arcilla, como clorita y vermiculita. La secuencia de abundancia es la siguiente: rocas

ígneas básicas>rocas ígneas ácidas>rocas sedimentarias. Además, conviene tener en

cuenta que la dolomita (principal componente de la caliza) es la fuente más común de

este elemento en suelos alcalinos. En general, ninguno de los minerales es tan resistentes

a la meteorización como feldespatos, cuarzo e hidróxidos, de manera que los suelos

tienden a empobrecerse en minerales magnesianos, antes de que desaparezcan otros más

resistentes como potasio, sodio y calcio. La arcilla retiene el Mg de forma menos

resistente que el Ca, por lo que es lixiviado más fácilmente del suelo. A consecuencia de

esto, los suelos con bajo contenido en magnesio son más comunes que los suelos con bajo

contenido de calcio. (Infoagro, 2007)


Aunque se encuentran presentes en nuestros suelos en cantidades muy pequeñas son
elementos nutritivos necesarios para el desarrollo y crecimiento vegetal. Desempeñan un
papel complejo en el sistema suelo asociado con otros procesos fundamentales en el que
intervienen otros nutrientes. Los principales micronutrientes son el Cu, Mn y Zn,
indispensables para las plantas y para los animales en baja concentración, ya que si
alcanzan determinados niveles pueden resultar tóxicos para ambos, por lo que su falta en
los suelos conlleva a una carencia mientras que su exceso a una toxicidad. Su carencia
puede ser un factor limitante para el crecimiento y/o desarrollo de las plantas. (Lopez
Aguilar, y otros, 2006)

Además, su disponibilidad va a depender de un factor muy importante como es el pH que


va a modificar su comportamiento en el suelo en función de su solubilidad, adsorción e
inmovilidad. Se diferencian con los macronutrientes en la proporción que necesita la
planta de ellos ya que en el caso de los micronutrientes es mucho menor. (Manahan, 2007)

Las plantas deben extraer los siguientes nutrientes de la tierra:

Micronutrientes - boro (B), cloro (Cl), cobalto (Co), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso
(Mn), molibdeno (Mo) y zinc (Zn). (Ortiz, Gomez Tello, & Seron Arbeloa, 2005)
Cobre (Cu)

Es considerado como uno de los elementos


esenciales más importantes tanto para las
plantas como para los animales, pero si se
encuentra en grandes cantidades puede
causar toxicidad. (Campbell, 2007)

Desempeña varias funciones en las plantas


ya que interviene en la formación de semillas viables o actúa como catalizador para la
respiración y constituyente de enzimas. Además, forma parte del metabolismo de
carbohidratos y proteínas y en la síntesis de proteínas. (Crodacropcare, 2014)

Manganeso (Mn)

Este elemento se encuentra presente en el suelo


procedente de óxidos, carbonatos, silicatos y
sulfatos. Su disponibilidad disminuye en suelos
bien aireados cuando el pH del suelo es superior
a 5,5 ya que se favorece su oxidación por acción
biológica. Por otro lado, las formas oxidadas se
reducen y pasan a tener una mayor
disponibilidad en suelos reducidos y con un pH más ácido. (Campbell, 2007)
Este nutriente es muy importante en el aprovechamiento del nitrógeno por la planta ya
que es esencial para el metabolismo de dicho nutriente y además actúa en la reducción de
los nitratos. También juega un papel importante en la asimilación del anhídrido carbónico
(fotosíntesis) y en la formación de caroteno, riboflavina y ácido ascórbico. Su carencia en
los suelos presenta síntomas muy similares a los del hierro tales como hojas amarillas
entre los nervios que permanecen verdes, pero se diferencian en que en el caso del Mn
aparece una aureola de color verde alrededor de los mismos. Los suelos que suelen
presentar una mayor falta de Mn son suelos calcáreos y suelos arenosos muy lavados.
(Campbell, 2007)

Zinc (Zn)

Se trata de un nutriente ampliamente


distribuido en muchos suelos y plantas,
que se encuentra en los suelos en
pequeñas cantidades, pero suficientes. Su
carencia en algunos suelos se puede deber
o bien a su escasez en los materiales
parenterales o bien a su reacción
desfavorable. (Leon, 1994)
Juega un papel importante en la creación de diferentes hormonas que afectan al
crecimiento de las plantas y favorece un mejor tamaño de los frutos y flores en cantidades
adecuadas. Además, actúa como estabilizador de la molécula de la clorofila y en la
metabolización de la glucosa, oxidación y obtención de energía. Un déficit de este
elemento en las plantas puede conllevar a un mal aprovechamiento del nitrógeno y el
fósforo ya que es necesario para la correcta asimilación de éstos. (Leon, 1994)
Hierro (Fe)

Es un micronutriente muy abundante en


suelos y rocas, pero a pesar de ello es de
los más deficientes. Es el elemento
nutritivo más utilizado por las plantas
siendo fundamental para la formación de
la clorofila y el transporte de oxígeno.
También es fundamental para la
realización de la fotosíntesis e interviene
en diferentes procesos implicados en el
crecimiento de las plantas. (Infoagro, 2007)

Además, es necesario en la realización del proceso de reducción de los sulfatos y de los


nitratos y en la producción de energía y la respiración de la planta. La falta de Fe en la
planta puede provocar clorosis férrica. (Infoagro, 2007)
Bibliografía
Campbell, R. (2007). Biologia. Madrid: Panamericana.

Ciampitti, I., & Garcia, F. (2007). Requerimientos nutricionales Absorción y Extracción de


macronutrientes y nutrientes secundarios. Buenos Aires(Argentina): International Plant
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Crodacropcare. (2014). crodacropcare.com. Obtenido de https://www.crodacropcare.com/es-


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areas/micronutrients#:~:text=Macronutrientes%20primarios%20%2D%20nitr%C3%B3
geno%20(N),Mo)%20y%20zinc%20(Zn)

Garcia, A. (9 de Mayo de 2019). Fertibox.com. Obtenido de https://www.fertibox.net/single-


post/macronutrientes-del-suelo

Infoagro. (2007). Macro-, micronutrientes y metales pesados presentes en el suelo. Obtenido


de
https://www.infoagro.com/documentos/macro___micronutrientes_y_metales_pesad
os_presentes_suelo.asp

Leon, L. (1994). Evaluación de la fertilidad del suelo . Bogota: CO-BAC.

Lopez Aguilar, I., Chagollan, F., del Campo , J. M., Garcia , R., Contreras , I., & Garcia , R. (2006).
Ecologia. Mexico: Umbral.

Manahan, S. (2007). Introduccion a la quimica ambiental. Mexico: Reverte S.A.

Ortiz, L., Gomez Tello, V., & Seron Arbeloa, C. (2005). Requerimientos de macronutrientes y
micronutrientes. Nutricion hospitalaria, 13-17.

Ribo Herrero, M. (2004). Balance de macronutrientes y materia orgánica en el suelo de


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Valencia.

Rodriguez, M., & Ulehlova, B. (1986). Ciclo de los macronutrientes en el sistema detritus-suelo
en dos ecosistemas de bosque en Sierra del Rosario. Revista del Jardin Botanico
Nacional, 63-72.
Cuestionario

Dentro del grupo de los macronutrientes cuál de los siguientes grupos de elementos

pertenecen a los macronutrientes primarios:

a. Ca, Mg y S

b. N, P, y K

c. C, Si, Na y Mo

d. O, I y H

¿Cuál de los siguientes macronutrientes es considerado como el cuarto elemento más

abundante en los vegetales?

a. Carbono

b. Litio

c. Nitrógeno

d. Oxigeno

Conteste con verdadero o falso al enunciado: “El fósforo procede únicamente de la

descomposición de la roca madre que tiene lugar durante el proceso de

meteorización, y representa alrededor del 0,10% de la corteza terrestre”

a. Verdadero

b. Falso

Cual de los siguientes micronutrientes es considerado como uno de los elementos

esenciales más importantes tanto para las plantas como para los animales, pero si se

encuentra en grandes cantidades puede causar toxicidad.

a. Cobre

b. Manganeso
c. Plata

d. Zinc

Complete el siguiente enunciado según corresponda:

La disponibilidad de los macronutrientes en el suelo va a depender de un factor muy

importante como es el _______ que va a modificar su comportamiento en función de

su ________, __________ e ____________.

a. Clima, estado, temperatura, inocuidad

b. Sitio, ubicación, condiciones, naturaleza

c. Hábitat, tamaño, estructura, inmovilidad

d. pH, solubilidad, adsorción, inmovilidad

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