ASPECTOS DE LA
QUÍMICA DE LOS
Ing. Eduardo Canedo Urriolagoitia
macconsult@entelnet.com
SUELOS
Los rendimientos productivos en la agricultura
son el resultado, principalmente, de una adecuada
selección de suelos y de un manejo de estos
llevado a cabo por métodos científicos.
La incidencia del factor suelo sobre los rendimientos
en las áreas de cultivo en el Departamento de
Santa Cruz es muy grande, aunque de manera
frecuente se ha tendido a subestimar su
importancia. Una muestra de lo expuesto
inicialmente son las notables diferencias en
producción por hectárea de una propiedad a otra,
y aún en diversos lotes de la misma propiedad.
El suelo agrícola es un sistema dinámico cuyo
equilibrio se mantiene mediante cambios en una
dirección dada compensados por variaciones en
otra dirección. La planta toma del suelo los
elementos minerales necesarios para su
desarrollo, formación de flores, frutos y otros.
136 ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS
Anteriormente se creía que los cambios a los que
estaban sometidos los suelos y su capacidad de
proveer nutrientes a las plantas eran de natura-
leza puramente química, hoy se conoce que, en
gran parte, dependen del metabolismo de los mi-
croorganismos del suelo. De ahí que la efectivi-
dad de la aplicación de fertilizantes o de materia
orgánica esté condicionada, en la mayoría de los
casos, a la actividad microbiológica del suelo.
LOS NUTRIENTES
Los elementos requeridos para la nutrición de las
plantas: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno,
fósforo y azufre componen las proteínas y por lo
tanto el protoplasma celular. Además de los seis
nombrados existen catorce elementos más que
son necesarios para el crecimiento de las plantas:
calcio, magnesio, potasio, hierro, manganeso,
molibdeno, cobre, boro, zinc. cloro, sodio, cobalto,
vanadio y sílice. No todos son requeridos por la
totalidad de las plantas, pero se ha demostrado
que todos son esenciales para la mayoría de
estas. Cada uno de los veinte elementos citados
juega un papel determinado en el crecimiento y
en el desarrollo de las plantas, cuando alguno de
estos se encuentra en cantidad insuficiente puede
reducir tanto el crecimiento como los rendimientos. Ca
S
No es suficiente la sola presencia de estos N P
elementos minerales en el suelo, también deben
Bo Cu
encontrarse en la forma química especifica, es
decir, disponibles para que las plantas los puedan
absorber. Por esta razón, cuando se analizan
muestras de suelos para determinar su fertilidad
se intenta cuantificar la disponibilidad de los
nutrientes y no así su cantidad total.
El carbono, el hidrógeno y el oxígeno contenidos
en las plantas se obtienen a partir del dióxido de
Ilustrando la Ley del Mínimo: Así como, la cantidad máxima
carbono del aire y del agua. Se convierten por la de líquido que puede contener este recipiente es
fotosíntesis en carbohidratos simples, luego se dependiente de la viela o tabla más corta así mismo el
transforman en aminoácidos, proteínas y rendimiento es dependiente del factor que se encuentra
en mínima proporción relativa.
finalmente en protoplasma celular. Estos
elementos no son considerados como nutrientes
En varios experimentos de fertilización, realizados
minerales.
en la región, se obvió esta regla y se aplicaron
cantidades variables de nitrógeno, fósforo y
Los demás elementos son extraídos del suelo y potasio. Al no haberse obtenido respuesta
para cumplir con este proceso la planta desarrolla significativa se concluyó que estos elementos se
un sistema radicular amplio que va penetrando encontraban en cantidades suficientes y que no
a través del suelo mientras las condiciones físicas era necesaria su aplicación. No se consideró que
de este último lo permitan (porosidad, textura, el azufre o el zinc, por ejemplo, son en muchos
estructura, etc.). casos deficitarios en estos suelos y que
independientemente del aumento de los otros
Para el normal desarrollo de la planta estos nutrientes, ambos limitaban la producción.
elementos deben estar, además, en ciertas
cantidades que van desde decenas de kilogramos Por esta razón, cuando se aplican fertilizantes al
por hectárea, para algunos, (como el nitrógeno, suelo (macronutrientes como el nitrógeno, el
el fósforo, el potasio y el azufre) hasta unos pocos fósforo y el potasio) conviene también hacer
gramos por hectárea, como en los casos del aplicaciones foliares en micronutrientes como el
molibdeno y el boro. zinc, el boro, el cobre y otros, que son consumidos
en pequeñas cantidades por el cultivo, para
Según la ley del mínimo o ley de Liebig: “El rendi- garantizar el equilibrio nutricional.
miento es dependiente del factor que se encuen-
tra en mínima proporción relativa”. Esta regla Las condiciones actuales de cada suelo dependen,
también es válida para factores tales como: clima, entre otros factores, de su origen mineralógico,
manejo, textura adecuada y otros. Es decir, en el edad de su formación, clima, manejo y de los
caso de que los nutrientes requeridos se cultivos que han sufrido.
encuentren disponibles en la cantidad apropiada,
menos uno, este último limitaría el desarrollo de En suelos muy pesados o con horizontes
las plantas. compactos la penetración es deficiente y el área

ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS 137

 de influencia de las raíces es pequeña, esta
situación indudablemente reduce las posibilidades
de extracción de nutrientes.
Los suelos con altas concentraciones de arena
no tienen capacidad para retener agua y nutrientes
(debido a efectos físico-químicos) por lo cual su
fertilidad es baja o bien decrece rápidamente.
C u a l q u i e r c u l t i v o n e c e s i ta n o s ó l o u n
abastecimiento de los nutrientes minerales
indispensables, sino también que estos últimos
mantengan relaciones óptimas entre ellos y, ante
todo, que se encuentren disponibles o solubles
para que la planta pueda utilizarlos. La
disponibilidad sólo se cumple de manera óptima
cuando un conjunto de condiciones diversas incide
positivamente.
En el análisis de suelos es fundamental la
interpretación de los resultados, de acuerdo a la
metodología y a los extractores utilizados. En el
análisis de suelos agrícolas, reiterando lo
expuesto, no se considera la cantidad total del
elemento presente en el suelo, sino lo disponible
potencialmente para las plantas, dentro de un
plazo razonable de tiempo, y de acuerdo al cultivo
y al clima. En cada región se seleccionan métodos
de análisis que comprendan pruebas para
demostrar la mayor correlación posible con la
extracción de las plantas, en las condiciones
geológicas y climáticas locales. Los análisis
realizados con métodos usados bajo otras
condiciones ambientales conducirían a resultados
numéricos diferentes. Por esto, es muy importante
que el laboratorio encargado de realizar los
análisis sea, a la vez, el responsable de la
interpretación de los resultados y que este
procedimiento se cumpla en base a
experimentación regional.
LA CAPACIDAD
DE INTERCAMBIAR CATIONES (CIC)
Los cationes, elementos con carga eléctrica
positiva, en su mayor parte sirven como nutrientes
para las plantas (calcio, magnesio, potasio, sodio,
amonio, cobre, zinc, hierro, hidrógeno, etc.). Son
atraídos hacia componentes del suelo con carga
eléctrica negativa y protegidos de perderse por
arrastre del agua a través del perfil del suelo o
138 ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS
lixiviación. Las raíces de las plantas pueden utilizar
estos elementos, extrayendo los cationes
retenidos e intercambiándolos por hidrógenos.
Esta característica del suelo es conocida como:
“Capacidad de Intercambio Catiónico” (CIC).
La fracción del suelo en la que se asienta la
Capacidad de Intercambio Catiónico es la coloidal
(partículas que tienen un diámetro menor de 20
micras). Incluye una parte de la fracción limosa
y la totalidad de la arcilla, así como la materia
orgánica coloidal también conocida como humus.
A semejanza de los coloides arcillosos y humíferos
del suelo, las raíces de las plantas disponen de
fuerzas fijadoras electronegativas.
La carga negativa que desarrollan los coloides
orgánicos y minerales, a veces neutralizada por
los cationes, está comúnmente expresada en mili
equivalentes por 100 gramos de suelo (meq/100g).
La Capacidad de Intercambio Catiónico es una
de las más importantes propiedades químicas
del suelo y se relaciona estrechamente con la
fertilidad del mismo.
Los coloides del suelo adsorben (Adsorción =
fenómeno electroquímico), en sus lugares de
intercambio, numerosos cationes retenidos en
varios grados de intensidad, según sus cargas.
La CIC de un suelo estará evidentemente afectada
por la naturaleza y por cantidad de coloides
minerales y orgánicos. Como regla, los suelos
con grandes cantidades de arcilla y materia
orgánica tendrán una mayor capacidad de cambio,
sobre los suelos arenosos con bajo contenido en
materia orgánica. Por esta razón, cuando se aplica
un fertilizante a suelos arenosos o con baja CIC
(menor de 8 meq/100g) deberá hacerse en forma
fraccionada, es decir, en partidas pequeñas y de
acuerdo a las exigencias del cultivo, ya que al
ser aplicada una cantidad excesiva se perderá
por lavaje, después de precipitaciones abundantes
o de riegos copiosos.
La facilidad con que los cationes son absorbidos
por las plantas se relaciona al grado de Saturación
de Bases, es decir la proporción de cationes en
relación al hidrogeno retenidos en la CIC. Para
un suelo dado, la asimilabilidad por las plantas,
de los cationes básicos, se incrementa con el
 ALGUNAS APLICACIONES PRÁCTICAS DERIVADAS DE LA CIC

Suelos con CIC mayor a 11 Suelos con CIC de 1 a 10

Mayor contenido de arcilla Alto contenido de arena

Requieren más cal para corregir acidez Requieren menos cal para corregir acidez

Mayor capacidad de retener nutrientes Mayor probabilidad de pérdidas

de nitrógeno y potasio por lixiviación

Conducta física asociada Conducta física asociada

a contenidos altos de arcilla a contenidos altos de arena.

Alta capacidad de retener agua Baja capacidad de retener agua.

grado de saturación de bases. Por ejemplo, un también dependiente de la concentración en la

suelo con una saturación de bases del 80%
proveerá de cationes a las plantas mucho más
fácilmente que el mismo suelo con una saturación
de bases de solamente 40%.
Es también muy importante la proporción
relativa en que se encuentran estos cationes
para mantener el equilibrio nutricional. En un
sistema equilibrado el calcio deberá cubrir
desde 80 a 90 % de la CIC, el magnesio de 6
al 10 %, el potasio desde 2 a 3 % y el sodio
menos del 1 %.
cual cada uno de los cationes se encuentra en
la solución del suelo, así como también depende
del coeficiente de partición y de la presencia de
ácidos orgánicos y otras moléculas orgánicas,
todo lo expresado anteriormente permite
comprender el aspecto principal.
MOLES /LITROS
pH (H+) (OH-)

LA REACCIÓN PH ÁCIDO 0 0 10-14

1 10-1 10-13

A medida que las plantas extraen los cationes 2 10-2 10-12

del suelo, en cosechas sucesivas, la CIC 3 10-3 10-11
quedara menos saturada (menor saturación
4 10-4 10-10
de bases) y el hidrogeno, así como también
bajo algunas circunstancias el aluminio tóxico, 5 10-5 10-9
irán reemplazando esos puntos hasta producir 6 10-6 10-8
la acidificación del suelo (a mayor contenido
de hidrogeno, mayor acidez). El proceso es NEUTRO 7 10-7 10-7
medido por el pH o logaritmo inverso de la 8 10-8 10-6
concentración de hidrogeno. El pH está
9 10-9 10-5
considerado como uno de los indicadores más
importantes del equilibrio químico de los suelos. 10 10-10 10-4
La agricultura tiende siempre a una 11 10-11 10-3
acidificación de los suelos que puede ser
compensada con la fertilización. 12 10-12 10-2
13 10-13 10-1
Aunque, por lo general, el proceso es más ALCALINO 14 10-14 0
complejo que el descrito en los párrafos
anteriores, ya que la Saturación de Bases es

ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS 139

 El pH del suelo, de manera directa o indirecta
puede ser responsable de la disponibilidad, para
las plantas, de casi todos los nutrientes del suelo.
El fósforo, el hierro y el zinc entre los principales
nutrientes, son insolubilizados por reacciones
químicas que se producen con un pH demasiado
ácido o extremadamente alcalino. El pH es
también responsable de la solubilización de otros
elementos, algunos tóxicos para las plantas, como
el aluminio en pH menor a 5.2.
En algunos casos la cantidad de cationes presentes
en el suelo es mucho mayor que la CIC, debido a
la acumulación de sales que han sido arrastradas
por el agua desde otros lugares y que por
deficiencias en el drenaje no se han lixiviado. Esta
condición es conocida como salinidad, y puede
ser determinada en el suelo por medio de la
conductividad eléctrica y expresada en milimohos
por centímetro (mmohos/cm).
SUELOS SALINOS
Los efectos de la salinidad son proporcionales al
incremento de sales. El contenido excesivo de
sales en el suelo produce generalmente una
elevada presión osmótica en la solución que rodea
140 ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS
a las raíces, con lo cual disminuye, hasta anularse,
la transferencia de agua del suelo hacia la planta.
Se debe tener presente que el contenido de
algunos elementos de las sales del suelo puede
llegar a niveles tóxicos para la planta (como en
el caso del boro) o a saturar las arcillas con
cationes monovalentes (como sucede con el
sodio), deteriorando la estructura y en general
las condiciones físicas.
El pH puede desplazarse en algunos casos, por
acción de los carbonatos o hidróxidos presentes
en las sales, a niveles de alcalinidad que inhiban
el ciclo del nitrógeno o hagan inaprovechables
algunos nutrientes por fijación, como en el caso
del fósforo, el hierro y el manganeso, o también
que disuelvan el humus del suelo ocasionando
pérdida de la materia orgánica.
LA MATERIA ORGÁNICA
Y EL NITRÓGENO
A pesar de que en los últimos años se ha usado
mucho el confuso termino “cultivo orgánico”, se
conoce que las plantas superiores no absorben
directamente y en forma natural compuestos
orgánicos, ya que se nutren casi exclusivamente
de elementos minerales, son autótrofas y la
presencia de materia orgánica en el suelo no
afecta de manera significativa y directa el
desarrollo normal del cultivo, aunque,
indirectamente, tiene un fuerte efecto sobre las
condiciones físicas del suelo (conservación de la
humedad, estabilización de la temperatura e
incremento de la CIC). y ejerce influencia sobre
la porosidad y la estructura del suelo,
convirtiéndose en depósito de nutrientes que
serán donados a la planta una vez que ocurra su
mineralización.
La mineralización de la materia orgánica en el
suelo es especialmente importante para el
suministro de nitrógeno a las plantas a través de
lo que llamamos el “ciclo del nitrógeno”. La materia
o r g á n i c a a ta c a d a p o r l o s m i l l o n e s d e
microorganismos del suelo libera amonio (NH4+)
que es retenido por la CIC y posteriormente un
pequeño grupo de bacterias convierte el amonio
a nitritos (NO2-) y después a nitratos (NO3-) que

finalmente pueden ser utilizados por las plantas.
El nitrato, al ser un anión (carga negativa), no es
bien retenido por el suelo por lo que puede
perderse fácilmente por lavaje. Afortunadamente,
varios de estos nitratos retornan a la forma
orgánica del nitrógeno (aminoácidos,
aminoazucares, etc) por acción de las mismas
plantas al formar su protoplasma o de un gran
numero de microorganismos del suelo para iniciar
nuevamente el ciclo. El éxito de la agricultura en
muchos casos puede deberse al buen control de
este ciclo, a través del laboreo del suelo, aunque
el agricultor no sea consiente de los efectos de
su trabajo.
Durante las etapas iniciales de la descomposición
de los materiales orgánicos recientes se produce
un rápido aumento en el número de
microorganismos heterótrofos que va acompañado
por el desprendimiento de grandes cantidades
de dióxido de carbono. Si la relación C/N del
material reciente es amplia, habrá una
inmovilización del nitrógeno, posteriormente una
proporción de la población microbiana muere a
causa del decrecimiento del alimento disponible,
y se alcanza por ultimo un nuevo equilibrio. El
logro de este último se acompaña de la liberación
del nitrógeno mineral. El tiempo requerido para
que este ciclo de descomposición se realice
completamente depende del clima, de la cantidad
de material orgánico añadido, del suministro de
nitrógeno utilizable y de la resistencia del material
al ataque microbiano.
La aplicación de materia orgánica rica en carbono
y pobre en nitrógeno (como residuos de cosecha
de gramíneas, materiales celulósicos y otros),
puede provocar que los microorganismos del
suelo utilicen el nitrógeno disponible en el suelo
compitiendo con el cultivo el cual queda,
momentáneamente, deficitario en este nutriente.
Los cultivos anuales de crecimiento rápido, como
el maíz, pueden sufrir por esta causa una
importante limitación en su rendimiento.
Las concentraciones de materia orgánica
inferiores al 2% son normalmente insuficientes
para influir en forma importante sobre las
condiciones físicas del suelo. Las
concentraciones menores de 2000 kg/ha (1000
partes por millón) de nitrógeno se consideran
pobres y las cantidades mayores a 4000 kg/ha
(2000 ppm) resultan satisfactorias para
suministrar a los cultivos el nitrógeno necesario,
sin requerirse de la fertilización.
EL FÓSFORO (P)
El fósforo es el segundo elemento, por orden de
importancia, en el suelo. El núcleo de cada célula
vegetal contiene fósforo, por lo que la división y
crecimiento celular son dependientes de su
presencia en adecuadas cantidades. Como
nutriente, es crítico, porque el suministro de fósforo
en la mayoría de los suelos es bajo y no esta
realmente disponible para las plantas. El promedio
de fósforo total en un suelo arable es
aproximadamente de 1000 partes por millón y
solo una ínfima parte está disponible para las
plantas. Las plantas absorben fósforo como iones
ortofosfato (PO 4-), La concentración de estos
iones en la solución del suelo, en un tiempo dado,
es pequeña, generalmente no mayor a algunas
partes por millón.
Los iones solubilizados de PO 4 , reaccionan
rápidamente en el suelo para formar fosfatos
insolubles con iones de calcio o con hidróxidos de
hierro y aluminio, por esta razón, y cuando se
ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS 141
 exige al cultivo rendimientos de un volumen
económicamente satisfactorio, el fósforo debe ser
añadido como fertilizante, si el suelo no es capaz
de suministrarlo en proporciones adecuadas.
El fósforo es un elemento esencial y constituyente
en procesos de transferencia de energía vitales
para la vida y el crecimiento. La disminución de
los niveles de P disponible en el suelo resulta en
menores rendimientos de los cultivos y pasturas.
Investigaciones realizadas por universidades y
grupos de productores y profesionales en
numerosas regiones, y también por instituciones
de otros países, indican que los niveles de P
disponible en el suelo deberían ubicarse por
encima de 20 y 25 ppm (Extractor Bray 1). Las
investigaciones y experimentos de campo han
demostrado las ventajas agronómicas y
económicas de la fertilización fosfatada en suelos
de baja disponibilidad de fósforo.
EL POTASIO (K)
El potasio es el tercer elemento, por orden de
importancia, porque las necesidades de las plantas
de éste elemento son altas y es tomado por la
planta como ion K+. A diferencia del nitrógeno,
azufre, fósforo y varios otros, el potasio no forma
una parte integral de los componentes de la planta
(tales como el protoplasma celular). Su función
parece más bien de naturaleza catalítica, a pesar
de esto es imprescindible para el metabolismo
142 ASPECTOS DE LA QUÍMICA DE LOS SUELOS
de los hidratos de carbono o formación y
transformación del almidón y de los azucares.
Los cultivos de alta producción de almidones o
azucares, como la caña, requieren grandes
cantidades de este elemento. Es también
importante su acción sobre el control del agua en
la planta y para favorecer otras acciones del
metabolismo y activación de varias enzimas.
La deficiencia de potasio, normalmente con
tenores de análisis de potasio intercambiable
inferiores a 180 Kg/ha (90 ppm), se asocia con
una disminución de la resistencia de la planta a
las enfermedades. Se ha relacionado la carencia
de este elemento al incremento del ataque por
hongos. La calidad de algunos cultivos, de manera
especial en los de frutas, es inferior con bajas
dosis de potasio.
Desgraciadamente y por razones de espacio, no
podemos analizar aspectos de otros nutrientes
como el calcio, el magnesio y el azufre o el grupo
de los microelementos, tarea que posponemos
hasta otra oportunidad.
Es importante aclarar que la interpretación de los
análisis de suelos y el manejo de la fertilidad son
aspectos complejos, pero que en la actualidad
existen modelos matemáticos de computadora
que ayudan a evaluar las condiciones e
interrelaciones de los diferentes nutrientes y a
planificar la fertilización de los suelos para obtener
mayores beneficios.