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TEMA 2: VICENTE HUIDOBRO.

Se considera el fundador de la vanguardia poética hispanoamericana.


Fue un viajero incansable, aunque en sus viajes hay, sobre todo, dos o tres ciudades
importantes, que son Santiago de Chile, donde nace y adquiere su formación, París,
donde entra en contacto con la vanguardia y Madrid, donde difunde lo aprendido.
Nace en Santiago de Chile, bajo el seno de una familia de la oligarquía chilena,
tradicionalista y acomodada.
Su madre, María Luisa Fernández Basuñán, figura decisiva para Huidobro, es una dama
de la alta sociedad aficionada a la literatura, por lo que alentó las iniciativas tempranas
de su hijo en la literatura y la política.
Fue un escritor prolífico. Pudo publicar por su condición social, lo cual le ayudó a viajar
y publicar.
Aunque se crió en una familia tradicionalista, se hizo comunista y revolucionario, y
participó en la Guerra Civil española, y más tarde, en la Guerra Fría se hizo
anticomunista.
En Santiago es donde publica su poesía juvenil, con la que rompe, en gran
medida, con su chile natal, su lengua materna, una ruptura relativa que él quiso
subrayarla cuando se va a París, en plena Guerra Mundial. Aquí entra en contacto con el
centro de las vanguardias artísticas y es cuando comienza su obra de mayor importancia
histórica. En Madrid es donde cumplió la función de difusión de la vanguardia.
Siempre se comparó con Darío en cuanto a su función histórica de gran viajero y
fundador del Modernismo, en su caso en las vanguardias.
Además de poesía, tiene novelas, teatros, guiones cinematográficos, un gran
número de ensayos, etc. Pero casi todas sus obras van con la intención de estar en la
vanguardia, casi una obsesión que le va a llevar a la polémica.
Trata de representar sus obras como rompedoras, pero, en el fondo, esas obras y esa
búsqueda de la novedad no dejó de estar acompañada de la idea de la modernidad, una
mitificación del poeta, concibiendo la poesía y al poeta como algo excepcional.
Huidobro se identifica con un tipo de poeta heroico cuyas expresiones son el poeta
viajero, aventurero, profeta, creador, incluso Dios.
Aparte de Altazor, cuyo personaje crea para simbolizar al artista moderno, algunos con
los que se identifica que son Mio Cid Campeador, Caliostro y otros títulos que aluden a
grandes espacios por los cuales el poeta vive sus aventuras. (El temblor del cielo,
Poemas Árticos).
En relación con esto, fue un teorizador y polemista, apasionado y feroz.
Estaba empeñado en mantener su prioridad, un rasgo muy megalómano de Huidobro y
característico de la vanguardia.
Juan Larrea, un poeta español menor, muy amigo de Vallejo, explora muy pronto Perú,
concretamente el Machupichu, y fue de los pocos amigos fieles de Huidobro. Este no
dejó de llamar a Huidobro el “caudillo de la poesía”, pues estaba empeñado en ser el
más viejo de su novedad.
Muchas de las polémicas que provocó fueron por mantener su posición, manteniendo
polémicas con Guillermo de Toro, Neruda, etc.

1. ETAPA POSTMODERNISTA:
Es su etapa primera de iniciación en Chile.
Muchos críticos, inducidos por el propio Huidobro, han buscado en esta etapa los
gérmenes de la renovación.
Los primeros poemarios publicados entre 1911 y 1914 entran dentro de este
posmodernismo intimista y musical buscando caminos renovadores, como sus primeros
ideogramas y caligramas.
Triángulo armónico
Thesa 
La bella 
Gentil princesa 
Es una blanca estrella 
Es una estrella japonesa 
Thesa es la más divina Flor de Kioto 
Y cuando pasa triunfante en su palanquín 
Parece un tierno lirio, parece un pálido loto 
Arrancado una tarde de estío del imperial jardín. 
Todos la adoran como a una diosa, todos hasta el Mikado 
Pero ella cruza por entre todos indiferente 
De nadie se sabe que haya su amor logrado 
Y simpre está risueña, está sonriente. 
Es una Ofelia japonesa 
Que a los flores amantes 
Loca y traviesa 
Triunfante 
Besa.
Es un poema de estética orientalista con el que trata de renovar lo que ya está
desgastado.
La japonería de la estética finisecular aparece aquí, a lo que Borges llamó “las
japonesedades de los modernistas”.
Aparece un escenario orientalista, y las características de la imagen finisecular.
Ideológica y formalmente es una redisposición de viejos materiales, que están indicando
ese afán de renovación, tomando lo desgastado y haciendo un caligrama, un rombo, una
forma caprichosa por otro lado, sin motivación.
La capilla aldeana
............... Ave
...........................canta
...........................suave
...............que tu canto encanta
...............sobre el campo inerte
...........................sones
...........................vierte
...........................y ora-
...........................ciones
............................llora.
...........................Desde
......................la cruz santa
................el triunfo del sol canta
............y bajo el palio azul del cielo
.......deshoja tus cantares sobre el suelo.
Es un ideograma que sí está motivado, porque la forma es una extensión del sentido del
poema.

Escribe Ecos del alma (1911), La gruta del silencio (1912), Canciones de la noche
(1913), y Las pagodas ocultas (1914).
Es un joven audaz que trata de presentarse como un renovador.
De aquí se entiende su primer libro de ensayo Pasando y pasando, de 1914, donde
recoge sus artículos y declara que de la literatura solo le gusta aquello que es “original”.
El primer artículo ya muestra sus declaraciones contundentes.
En Literatura me gusta todo lo que es innovación. Todo lo que es original.
    Odio la rutina, el cliché y lo retórico.
    Odio las momias y los subterráneos de museo.
    Odio los fósiles literarios.
    Odio todos los ruidos de cadenas que atan.
    Odio a los que todavía sueñan con lo antiguo y piensan que nada
puede ser superior a lo pasado.
Es una iconoclasia planteada que comparten bastantes movimientos juveniles de
vanguardia. Da una lista de poetas canónigos, y aún no tiene noticias de la vanguardia.
En este mismo año, Huidobro crea el manifiesto Non serviam, que habla de la
necesidad de romper con todo y propone un poeta creador. Esta frase ya la dijo Satán en
el mito del ángel rebelde que dice no al creador.
Este manifiesto se presenta revelándose a una concepción de arte mimético,
convencional, y planteando la idea de que el poeta debe ser el creador.
Y he aquí que una buena mañana, después de una noche de preciosos sueños y delicadas pesadillas,
el poeta se levanta y grita a la madre Natura: Non serviam.

Esta búsqueda decidida pero desorientada hacia lo nuevo, culmina con dos libros
de 1916, probablemente los dos más significativos de esta etapa inicial; Adán, publicado
en Santiago, y El espejo del agua, publicado en Buenos Aires.
Adán.
Es un libro de ambiciones, poeta metafísico, sobre el mito de la creación del primer
hombre. Adán es la metáfora del poeta creador.
En Huidobro, sobre todo el este tiempo, los prólogos son más renovadores que el propio
poema.
Así, en el prólogo de Adán, dice que hay que adaptarse al verso libre, que hay que
mezclar versos. Cita a Emerson, quien hace una diferencia entre el poeta (el verdadero
artista) y el literato (artesano del verso).
En este libro puede darse una relación con Altazor, en cuanto que es un poema que tiene
un personaje principal, tiene orígenes míticos y ofrece una metapoética, la retórica.

Espejo de agua.
Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.

Mi espejo, más profundo que el orbe


Donde todos los cisnes se ahogaron.

Es un estanque verde en la muralla


Y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.

De pie en la popa siempre me veréis cantando.


Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.

Con este libro logra depurar o rechazar la retórica modernista, por lo que se muestra
más conciso e imaginativo, prescindiendo de lo sentimental. Esa mayor importancia a lo
imaginativo lo va acercando a una poesía más vanguardista.
La imagen central del poema es la imagen del espejo, renovando esa imagen de objeto
mágico, relacionándolo con sus propios orígenes, con el espejo primigenio, que es el
agua.
Aquí, la noche es el ámbito de los sueños, por tanto, de la imaginación.
Hay una referencia a la figura del cisne modernista, figura emblema de la estética
modernista. Esto se ha tratado ya por esta época por Merlén quien decía que había que
retorcerle el cuello al cisne (la elocuencia).
La alusión que aquí hace con que su espejo es más profundo denota que la estética
modernista es superficial y caduca.
De hecho, la vanguardia se afirma negando todo lo anterior, es decir, negando el
modernismo.
En esta progresión del espejo, termina desembocando en el mar, símbolo de la oquedad,
del misterio, del ensueño, de lo caduco.
Y en la decisión última ya aparece la imagen del poeta viajero, con insignias como la
rosa, el ruiseñor, tomadas de la tradición, pero los adjetivos son el matiz.
Esto enlaza con la idea de la poesía como búsqueda de aventuras, del poema como
viajero explorador.
La imaginación de Huidobro es ascendente, aunque en Altazor se da la subida y la
caída. En esta obra, Huidobro ya está preparando su viaje.
Dentro de esta obra está el poema Arte poética, que es la poética cuya ejemplificación
es El espejo del agua.
Arte poética.
  Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
     Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
     Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
     Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
     El Poeta es un pequeño Dios.
Es la idea de la mitificación del poeta, como rival del creador, como la llave que es
capaz de abrir nuevos mundos.
Es la ruptura con la mímesis tradicional de la naturaleza convencional.
Es un poema muy sentencioso, donde él exalta el poder de la poesía y el poeta, un poder
liberador, renovador, el poder de la imaginación, que lo hace a través de distintas
imágenes. Por ejemplo con las puertas, hacia un mundo, que expresa lo nuevo, lo
recreado.
Es una nueva forma de percibir la realidad (cuanto miren los ojos, entender, oír, miren),
donde lo más insignificante se transforma mediante la imaginación del poeta (una hoja
cae…).
El temblor es también la reacción contra el misterio, es decir, da un nuevo sentido a la
realidad.
En (inventa) quiere decir que la poesía no es solo percibir, sino también decir.
El adjetivo aquí se entiende como que lo decorativo representa ya una poesía caduca,
como obstáculo. Representa por tanto una poesía caduca y una nueva.
Identifica la poesía rigurosa con lo cerebral e intelectual.
El (músculo cuelga) hace referencia a la poesía caduca y vieja.
Finaliza con el poeta como creador.
2. VIAJE A EUROPA:
En 1916, Huidobro sale con su familia de Chile para viajar a Europa. En ese
mismo año, Juan Ramón Jiménez viaja a Hispanoamérica y, en el barco, ambos se
enteran de la muerte de Rubén Darío: se cierra una etapa vieja y se abre otra nueva el
simbolismo moderno y ambos piensan que son los sucesores.
París, para los artistas, es la capital de la modernidad, el escenario de la revolución de
las letras, donde acuden escritores de todas las naciones.
A fin de siglo existe una colonia importante de poetas hispanoamericanos en París, cuyo
máximo representante fue Darío.
Es el momento que llega Huidobro esa colonia se ha dispersado por la guerra; se
encarga de tareas menores y se preocupa en ponerse en contacto con un grupo de
jóvenes más avanzados que van en torno al cubismo, como Picasso, Apollinaire o
Lipchitz.
En una entrevista que recoge René de Costa, Huidobro identifica al grupo cubista como
el arte nuevo, el movimiento esencial o matriz para otros movimientos modernos.
El cubismo en la pintura pretende plasmar pinta lo que se conoce, y no lo que se ve.
Por ej. “Las señoritas de Avignon” de Picasso.
El cubismo crea una descomposición y recomposición de planos y formas geométricas,
el cuadro se convierte en un sistema de relaciones, donde se nos da lo invisible, pero
también lo oculto, trata de ofrecer un hecho artístico nuevo, autónomo y creado.
La estética cubista también se adapta a la literatura, y su encargado y máximo
representante es Apollinaire, que hace una adaptación literaria del simultaneísmo
cubista siguiendo la técnica de la yuxtaposición (elimina los lazos conectores) y le da
gran importancia a la imagen poética.
En Los hijos del Limo, Octavio Paz dice que el método cubista es la yuxtaposición y la
materia es la imagen.
Junto con esto, hay otra serie de aportaciones del cubismo que se incorporan a las
primeras vanguardias.
En su libro, Guillermo de Torre hace un sumario de características generales del
cubismo:
- Liberación de la realidad y aspiración de crear, es decir, un arte que trata de ir más allá
de lo convencional y de crear un arte autónomo.
- Eliminación o hacer tablas rasas de lo anecdótico y descriptivo para conseguir esa
liberación, se elimina lo figurativo y se queda en la fragmentación.
- Eliminación del sentimentalismo, considerado herencia del romanticismo, y uso del
humor como antídoto. De hecho, el arte de vanguardia es una burla del ARTE.
- Se insiste en una visión instantánea, el dinamismo y un sentido planetario.
Huidobro conoció a Apollinaire, pero su amigo más próximo fue el pintor cubista Juan
Gris, como principal guía de ayuda para traducir. A todos ellos, el joven poeta y
multimillonario Huidobro compra y fianza sus obras de arte.
Cuando Huidobro llega a Europa, escribe sus poemas en español y en francés,
esta será su etapa más vanguardista.
En 1917 vio la luz el primer libro de Huidobro en Francia, Horizón carré.
Dentro de este libro está el poema Matin, muy influido por la estética cubista.
En él se refleja el acercamiento extremo entre la literatura y la pintura, como un intento
de transformación de un cuadro o paisaje cubista.
En este poema se utiliza este método de yuxtaposición, la puntuación desaparece, y las
palabras quedan libres en el poema, se suprimen los márgenes y se pierden los tipos,
que quizás se apreciaban en los manuscritos.
Esa yuxtaposición es un método que lleva a la activación del lector, quien tiene que
utilizar dos códigos, el visual y el lingüístico, para interpretar y leer el poema, en una
lectura no fijada, para buscar relaciones entre las palabras e imágenes.
En el poema todo gira en torno a la metáfora del sol, y, a partir de aquí, se pueden
interpretar las otras imágenes.
Es una visión de París que responde al momento de entusiasmo, de deslumbramiento
parisino, una visión, al mismo tiempo, superficial y turística. Huidobro tampoco tendrá
una visión crítica, y mantiene una actitud admirativa y turística.
En este poema se recoge el Sena, la Torre Eiffel y el Obelisco de la Plaza de la
Discordia, y, a su vez, todos los elementos se corresponden.
Puede que el sol sea una metáfora de una antorcha, que aparece en la orilla e ilumina.
Los álamos, a su vez, se corresponden con la Torre Eiffel.
El gallo es el símbolo de la bandera francesa, y, al mismo tiempo, el canto de la
mañana, la cual también es el sol.
Y a la vez, el obelisco personalizado ha olvidado lo antiguo, por lo que se pone en
relación con la imagen de los álamos primeros.
Huidobro interrumpe la estancia parisina, ante la reanudación y el final de la
guerra (entre julio y noviembre de 1918), y se instala en Madrid.
Aquí, Huidobro contacta con los intelectuales españoles del momento, como Cansinos
Assens (uno de los primeros maestros de Borges), quien dirige una tertulia en el Café
Colonial, y a su rival, Ramón Gómez de la Serna, y su tertulia en el Café Pombo.
Sobre todo, Huidobro ejerce una importante influencia sobre una serie de jóvenes,
futuros ultraístas, como Guillermo de Torre, Juan Larrea y Gerardo Diego, a quienes les
muestra las novedades vanguardistas, cubistas, u lo que se llamará el “creacionismo”.
Aparte, él mantiene una relación con otros artistas que se refugian en Madrid, como el
matrimonio de Robert Delaunay y Sonia, quienes colaboraron en algunos de sus libros
donde la literatura y la pintura van de la mano.
Aquí, en 1918, Huidobro va a publicar una serie de libros. Una nueva edición de El
Espejo de agua, dos pequeños libros Tour Eiffel (diseñado por el matrimonio Delaunay,
este libro es una celebración de París como una ciudad de Modernidad), y Hallali, y
además, dos libros en español, que fueron los dos primeros libros de vanguardia en
español, Poemas árticos, y Ecuatorial.
Poemas árticos:
1. Horas.
El villorio
Un tren detenido sobre el llano
 En cada charco
duermen estrellas sordas
Y el agua tiembla
Cortinaje al viento
 La noche cuelga en la arboleda
 En el campanario florecido
Una gotera viva
Desangra las estrellas
 De cuando en cuando
Las horas maduras
 Caen sobre la vida.
2. Expres.
 Una corona yo me haría
De todas las ciudades recorridas
Londres Madrid ParísRoma Nápoles Zurich
 Silban en los llanos
Locomotoras cubiertas de algas
 Aqui nadie ha encontrado
 de todos los ríos navegados
Yo me haría un collar
 El Amazonas El Sena
El Támesis El Rin
 Cien embarcaciones sabias
Que han plegado las alas
 Y mi canción de marinero huérfano
Diciendo adiós a las playas
 Aspirar el aroma del Monte Rosa
Trenzar las canas errantes del Monte Blanco
Y sobre el Zenit del Monte Cenis
Encender en el sol muriente
El último cigarro
 Un silbido horada el aire
 No es un juego de agua
 Adelante
  3. Mares árticos.
Los mares árticos
Colgados del ocaso
Entre las nubes se quema un pájaro
 Día a día
Las plumas iban cayendo
Sobre las tejas de todos los tejados
 Quien ha desenrollado el arco-iris
 Ya no hay descanso
Blando de alas
Era mi lecho
Sobre los mares árticos
Busco la alondra que voló de mi pecho.
 4. Wagon-lit.
 Camino de otras constelaciones
El tren que se desprende de los astros
Va cortando la noche
 Mis secretros al borde de la almohada
 Esta celda errante
atraviesa los años
Y contra los uros se rompieron mis alas
 En el aire dos manos
 Tú y yo
 Nunca más habrá sol
 Más seguiremos la jornada
 Valles
Selvas
Montañas
 El invierno
Viene de aquel cementerio
4. Apeninos gibosos
Marchan hacia el desierto
 Las estrellas del oasis
Nos darán miel de sus dátiles
 En la montaña
El viento hace crujir las jarcias
Y todos los montes dominados
Los volcanes bien cargados
Levarán el ancla.
ALLA ME ESPERAN
HASTA MANANA
 Buen viaje
 Un poco más lejos
Termina la Tierra
 Pasan los ríos bajo las barcas
La vida ha de pasar
La metáfora central de este libro es el viaje, y el procedimiento que sigue es, no como
una serie de poemas independientes, sino como una sucesión de poemas que hay que
leer hasta el final, donde las imágenes hay que relacionarlas unas con otras, de unos
poemas a otros.
Utiliza el viaje como búsqueda de lo absoluto, la plenitud, algo que siempre está lejos y
se escapa, simbolizado con los mares árticos que aparecen al final del poema.
Surge una melancolía que nace de la búsqueda de lo imposible, rechazando el amor
romántico.
Hallalí:
Utiliza el tema de la guerra como metáfora de una jauría de perros, e introduce el
contexto histórico del momento en su obra.
Ecuatorial:
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas
Y ayer vi muerta entre las rosas
La amatista de Roma
ALFA
OMEGA
DILUVIO
ARCO-IRIS
Cuántas veces la vida habrá recomenzado
Quién dirá todo lo que en un astro ha pasado45
Sigamos nuestra marcha
Llevando la cabeza madura entre las manos
EL RUISEÑOR MECÁNICO HA CANTADO
Aquella multitud de manos ásperas
Lleva coronas funerarias
Hacia los campos de batalla
Alguien pasó perdido en su cigarro
QUIÉN ES
Una mano cortada
Dejó sobre los mármoles
La línea Ecuatorial recién brotada
Siglo
Sumérgete en el sol
Cuando en la tarde
Aterrice en un campo de aviación46
Hacia el solo aeroplano
Que cantará un día en el azul
Se alzará de los años
Una bandada de manos
CRUZ DEL SUR
SUPREMO SIGNO AVIÓN DE CRISTO
El niño sonrosado de las alas desnudas
Vendrá con el clarín entre los dedos
El clarín aún fresco que anuncia
El Fin del Universo
Es un poema que alude sobre la preocupación que tiene Huidobro por la situación que
está viviendo de la Primera Guerra Mundial.
Ve el mundo dividido en dos partes, a través de la línea ecuatorial, y ambas partes son el
final de la guerra y el inicio de lo nuevo que tiene que venir, la apocalipsis del mundo
que termina (s.XIX) y la utopía de lo que se vislumbra, el contraste entre lo nuevo y lo
viejo.
Esta obra se relaciona íntimamente con Altazor.
Prefacio: Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio,
bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
     Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba
suspiros de acróbata.
Canto I: Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad? 
¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus 
 ojos como el adorno de un dios? 
Altazor:
Es la gran obra de Huidobro, poema elaborado durante 12 años. Empieza donde termina
Ecuatorial. Lo comienza a escribir en 1919 y lo termina en 1931, año en el que se
publica bajo el nombre Altazor o el viaje en paracaídas: poema en VII cantos (1919).
Con este poema culmina la utopía creacionista.
Esta obra apareció en francés y en español, y sigue presente su influencia francesa.
Su larga elaboración y fragmentaria es un hecho del problema de la unidad interna.
Tiene relación con otros textos del autor, sobre todo con el poema en prosa Temblor de
cielo.
La intención de Huidobro era elaborar un gran poema extenso en español que tuviese
cabida en la tradición poética de la modernidad, es un poema ambicioso. El poema
extenso moderno es distinto al poema extenso épico (aquel que canta los orígenes de un
pueblo mediante hechos gloriosos, protagonizados por héroes y ayudado por los dioses).
El poema extenso moderno cuenta la destrucción del mundo, protagonizado un
antihéroe.
El título no nos anuncia un vuelo, sino una caída que es amortiguada por un invento
reciente de uso militar (guerra), el paracaídas. El título largo explica la temática, el
protagonista lírico y la estructura.
Se trata de un viaje metapoético que busca el sentido perdido de un nuevo lenguaje
poético. Es una aventura o experiencia de la vanguardia y de él mismo como
representante.
Altazor es un personaje inventado, híbrido entre hombre y pájaro, ángel y demonio,
aviador y paracaidista, se autocalifica durante la obra. Huidobro crea esta imagen a
partir de unos modelos muy antiguos, teniendo muy en cuenta a los héroes negativos de
la mitología clásica y la judeocristiana (Adán, Ícaro, Faetón, Orfeo…). Crea una imagen
mitificadora del poeta siguiendo estos modelos. Altazor está revestido con la apariencia
de un piloto aviador, paracaidista, modernizado o atendiendo a los héroes modernos de
la época. A Huidobro siempre le interesó la aviación como actividad moderna y
arriesgada. El personaje oscila entre la exaltación extrema y el hundimiento, la
negación.
En todo el viaje, el poema se mueve en un espacio lejano, abierto, un escenario astral.
Muchas de las metáforas del poema nacen de los elementos de la naturaleza y, al mismo
tiempo, de elementos creados por el hombre (avionetas, telescopios, etc.) que le permite
realizar el viaje metafórico y metapoético.
El poema se divide en 7 cantos y un prefacio en prosa. Los cantos no tienen igualdad en
extensión, hay diferencias entre ellos. Conforme avanza el poema, el lenguaje se va
desintegrando, destruyendo. No hay un orden entre los cantos. Hay detenciones,
paréntesis, vueltas, etc. la caída metafórica tiene un zigzag. No hay que forzar una
explicación unificadora que cubra las oscilaciones del poema, hay que tomar el poema
en todas sus desigualdades.
Le interesa resaltar al final del poema, el vértigo y la caída.
Durante el viaje, Altazor se encuentra con Dios, con la Virgen… y los retrata de forma
decrépita pero sin negarlos, en cambio en el canto I sí.
El amplio contexto histórico, ideológico e intelectual que acompaña a la redacción del
poema (fin de la Iª GM, crisis existencial, etc.) es muy visible como trasfondo de la
obra, enmarcada por las ideas de renacimiento y apocalipsis, de salvación y caída.
Es un poema que quiere ser total y totalizador, un testamento para la humanidad de
nuestra época.
El libro sería una gran alegoría del artista moderno vanguardista (factor sorpresa clave
de la Vanguardia).
El grito final, ¿es una salvación?, ¿es un grito de fracaso o de triunfo? El viaje es una
alegoría sobre la aventura de la poesía moderna. Sobre las ambiciones y sobre los
límites donde se busca crear algo nuevo; pero la meta final, ¿es posible? Es lo que se
pregunta Huidobro en 1931, cuando ya ha pasado la fase fuerte de la Vanguardia.
Posiblemente, no lo ven factible. Parece que Huidobro, aunque reconozca el fracaso de
la vanguardia en su propósito de buscar algo nuevo y dejar atrás lo antiguo, también
reconoce el valor de la aventura y la dignidad de este fracaso.
Altazor es un poema que trata de mostrar, de ejemplificar. Al final, Altazor aparece
como un héroe derrotado que encuentra en su derrota la gloria (ya no se puede ir más
allá de la Vanguardia).

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