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UNIVERSIDAD NACIONAL EVANGELICA


UNEV

ASIGNATURA:
PRACTICA GINECO OBSTETRICIA

TEMA:
EMBARAZO Y PUERPERIO

PARTICIPANTE:

SORIMAR AGUILÓ MONEGRO

MATRÍCULA:
2016-1200006

PROFESORA:
DRA. ALTAGRACIA

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS R.D


ABRIL DEL 2020
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ÍNDICE

PRESENTACIÓN……………………………………………………………….. 1
ÍNDICE……………………………………………………………………………. 2
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… 3

Desarrollo: 4
Infecciones puerperales en mujeres embarazadas…………………………. 4
Síntomas de puerperio en embarazada y concepto……………………….. 6
Cambios fisiológicos en embarazadas puerperales ………………………. 8
Cuidado de enfermería durante el puerperio………………………………
Cuidado de enfermería durante le puerperio, hemorragia, eclampsia, 9
post parto (infecciones puerperales, riesgo)…………………………………. 11
Concepto y cambio de infecciones puerperales……………………………...
13
CONCLUSIÓN ………………………………………………………………….. 14
FUENTES ………………………………………………………………………..
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INTRODUCCIÓN

El embarazo es un periodo de cambios constantes para la mujer en el que el


parto suele ser el momento más deseado, no obstante tras el nacimiento los
retos a afrontar pueden desbordar a los padres. La realidad es distinta a la que
suelen idealizar los padres y en ocasiones pueden desbordarles. Informar y dar
apoyo a las madres y padres que acaban de tener un hijo es de gran
importancia para adaptarse a las nuevas condiciones.
Las madres no solo presentan cambios durante el embarazo sino que además,
una vez dado a luz, deben adaptar su vida al nuevo miembro de la familia y
sobrellevar sus propios cambios físicos y mentales.
El puerperio, no solo coincide con la readaptación a los cambios internos y
externos de la madre sino que también influye en la adaptación de la vida
familiar, social y laboral.
Partiendo de ese contexto, la meta de este trabajo consiste en realizar un
trabajo de investigación sobre el embarazo, mujeres embarazadas,
infecciones puerperales, cambios en mujeres embarazadas, entre otros
sub temas de gran interés para su estudio en la asignatura Gíneco
Obstetricia.
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DESARROLLO:

INFECCIONES PUERPERALES EN MUJERES EMBARAZADAS


La infección puerperal es una de las complicaciones postparto, una
inflamación séptica, localizada o generalizada, que se produce en los primeros
15 días tras el parto como consecuencia de las modificaciones y heridas que el
embarazo y parto causan sobre el aparato genital.
Esta infección era frecuentemente conocida como "fiebre puerperal", poniendo
el énfasis en uno de sus síntomas, aunque este nombre ya no se considera
adecuado para describirla y se opta por "infección postparto o puerperal" que
engloba otros síntomas importantes que enumeraremos a continuación.
La causa de la infección puerperal es una infección por bacterias
normalmente encontradas en una vagina saludable. Estas bacterias pueden
infectar el útero, la vagina, los tejidos contiguos y los riñones.
La infección suele ocurrir en el útero y causa inflamación. La causa más
frecuente de infección postparto es la endometritis o inflamación del
revestimiento interior del útero. También puede haber flebotrombosi, esto es,
inflamación de las venas del útero).
También puede afectar la vagina, la vulva, el perineo (área entre la vagina y el
recto, en las episiotomías), el cuello del útero o el peritoneo (membrana que
cubre los órganos abdominales, peritonitis).

SÍNTOMAS DE PUERPERIO EN EMBARAZADA Y CONCEPTO


Puerperio:
En la fisiología humana, el puerperio es el período que inmediatamente sigue
al parto y que se extiende el tiempo necesario (normalmente 6-8 semanas, o 40
días) para que el cuerpo materno —incluyendo las hormonas y el aparato
reproductor femenino— vuelvan a las condiciones pregestacionales,
aminorando las características adquiridas durante el embarazo. En el puerperio
también se incluye el período de las primeras 24 horas después del parto, que
recibe el nombre de posparto inmediato.
Si los fenómenos se suceden naturalmente y sin alteraciones, el puerperio será
normal o fisiológico, en caso contrario será irregular o patológico. Se trata de
un período muy importante, ya que es el tiempo de aparición de los factores
que encabezan las causas de mortalidad materna, como
las hemorragias posparto, entre otras. Por ello, se acostumbra durante el
puerperio tener controlados los parámetros vitales y la pérdida
de sangre maternos.
El enfoque principal del cuidado durante el puerperio es asegurar que la madre
esté saludable y en condiciones de cuidar de su recién nacido, equipada con la
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información que requiera para la lactancia materna, su salud


reproductiva, planificación familiar y los ajustes relacionados con su vida.
Durante este período de transición biológica, el recién nacido pasa a su vez por
un estado de adaptación extrauterina, una de las transiciones fisiológicas de
mayor repercusión hasta la muerte.
Síntomas durante del puerperio:
En el posparto, el organismo de la mujer experimenta muchos cambios. En
esta etapa, llamada cuarentena o puerperio, pueden aparecer algunos
trastornos, completamente independientes del embarazo y el parto: es decir,
aunque estos hayan sido normales, pueden surgir complicaciones después.
1. Sangrado. Es normal   tener un sangrado similar a una regla la primera
semana que luego irá disminuyendo poco a poco y cambiando de color a un
tono marrón y posteriormente amarillento hasta los 15 o 20 días, aunque haya
algún día con un manchado un poco más abundante. Son los loquios.
Es anormal   continuar sangrando como una regla más allá de diez días, o
volver a tener un sangrado hemorrágico y muy abundante después de varios
días de manchado escaso. Esto se produce porque ha quedado algún resto
dentro del útero.
2. Fiebre. Es normal   una ligera febrícula de hasta 37,5º cuando se produce
la subida de la leche.
Es anormal   una temperatura de más de 37,5º en varias ocasiones, en
cualquier momento del posparto. Esto indica que hay una infección, que puede
estar localizada en las mamas, el útero, la episiotomía, la incisión de
la cesárea, o en la orina, y que será necesario tratar con antibiótico.
3. Hipertensión arterial. Es normal   que la tensión después del parto esté en
cifras bajas (sobre 120/60), incluso aunque en el embarazo haya estado alta y
la madre haya tenido tratamiento.
Es anormal   tener tensiones de 140/90 o más. Cuando la tensión sube mucho,
se nota un intenso dolor de cabeza, que no cede con calmantes, y puede haber
destellos en la vista. A veces también aparece dolor en la parte alta del
abdomen.
4. Fatiga. Es normal   sentir cansancio debido a los cuidados del bebé, la falta
de sueño y la adaptación a los cambios. Incluso puedes sentir que eres capaz
de realizar esfuerzos importantes.
Es anormal   sentir un cansancio extremo que no te permite realizar las
actividades de la vida cotidiana ni cuidar a tu recién nacido. Puede deberse a
una anemia. Tampoco es normal sentir dificultades para respirar, lo que,
aunque es muy infrecuente, podría deberse a un trombo en el pulmón.
5. Molestias en el pecho. Es normal   que los primeros días de
la lactancia aparezcan algunas molestias en las mamas, porque están
inflamadas y los pezones son extremadamente sensibles y no están
acostumbrados a la succión continua del bebé.
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Es anormal   que sea un dolor insoportable, que el pecho tenga zonas


enrojecidas muy dolorosas y calientes (síntomas de mastitis) o que los pezones
estén agrietados y heridos. Si esto ocurre, hay que vigilar el enganche y
la  postura del bebé mientras mama.
6. Dolor. Es normal  que las heridas después del parto
(desgarro, episiotomía, herida de la cesárea) duelan durante unos días, pero
debe ser un dolor soportable, que se calma con analgésicos y que mejora día a
día.
Es anormal   un dolor insoportable que no se calma con analgésicos y que nos
impide hacer las actividades de la vida cotidiana. Puede deberse a una
infección, un hematoma o una dehiscencia (que los puntos se hayan abierto)
en la herida.
7. Mal olor. Es normal   que la zona genital de una mujer que acaba de parir
tenga un olor muy fuerte, aunque haya una higiene adecuada. Las secreciones
(loquios) huelen de una forma especial.
Es anormal   que huela muy mal (con olor a carne podrida). Puede deberse a
una infección dentro del útero que además se acompañaría de dolor en la tripa
por debajo del ombligo.
8. Tristeza. Es normal   tener una sensación de tristeza y desánimo unos días
después del parto, por el cansancio, la adaptación a los cambios que supone
tener un hijo y por la revolución hormonal que se produce tras el parto. Suele
durar unos días, este fenómeno se llama “Maternity blues”.
Es anormal   que esa tristeza dure más allá del primer mes, que te impida
cuidar a tu bebé y continuar con tu vida. Puede ser el principio de
una depresión posparto que hay que tratar.

CAMBIO FISIOLÓGICO EN EMBARAZADAS PUERPERALES

Sistema Reproductor. El útero es el órgano que más cambia durante el


embarazo pasa de los 50  gr de peso en mujeres no embarazadas a alcanzar
casi los 1000 gr.
La vagina también aumenta de tamaño al igual que la cantidad de flujo vaginal.
La mama es otro de los órganos que sufre bastantes cambios. A partir del
segundo mes, aumenta el tamaño  y la tensión, y se hacen visibles algunas
venas debajo de la piel. El pezón y la areola también aumentan de tamaño y se
vuelven más oscuros.
Piel. Pueden aparecer estrías gravídicas, que no desaparecen tras el
embarazo. El ombligo se suele borrar, y debajo de él puede aparecer la línea
alba, un aumento de la pigmentación de la piel. En la cara pueden aparecer
manchas marronáceas irregulares  llamadas cloasma. Ambas suelen
desaparecer después del embarazo. Es normal desarrollar arañas vasculares
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en las piernas, y tener las plantas de los pies y las palmas de las manos
enrojecidas.

Sistema musculo – esquelético


Aumenta la curvatura de la columna vertebral para compensar el aumento de
peso del útero, lo que origina la aparición de dolor de espalda .La pelvis  
aumenta su flexibilidad, gracias a la relaxina, una hormona que aumenta su
secreción durante el embarazo
Sistema circulatorio. Aumenta el volumen de sangre pero no las células,
produciéndose una anemia fisiológica del embarazo durante el segundo
trimestre. El corazón aumenta ligeramente de tamaño y modifica su posición.
Suele aumentar el pulso y disminuir la tensión arterial.
Sistema respiratorio. Aumenta el consumo de oxígeno. El diafragma sube a
consecuencia del aumento del tamaño del útero y se suele tener una sensación
de falta de aire a pesar de que se respira mejor.
Suele aparecer congestión nasal debido al aumento de flujo venoso en las
mucosas.
Sistema renal. Los riñones y uréteres suelen aumentar de tamaño y hay
mayor incidencia de infecciones urinarias. Aumenta la producción de orina, por
lo que aumenta el número de micciones.
Sistema Digestivo. Durante las primeras semanas hay modificaciones en el
apetito, y aparecen nauseas y vómitos matutinos como consecuencia del
aumento de la hormona del embarazo ( β-hcg).
Las encías suelen sangrar y puede aparecer un tipo de gingivitis llamada
épulis.
Suele aparecer acidez gástrica y aumento de gases como consecuencia del
enlentecimiento de la digestión y la disminución del tono del esófago y los
intestinos.
El estreñimiento es frecuente debido a que disminuye la motilidad del intestino
grueso y aumenta la absorción de agua. Pueden aparecer hemorroides, que
son consecuencias del estreñimiento y de la compresión uterina.

Cambios fisiológicos en el puerperio


Tras el parto, el cuerpo de la mujer vuelve gradualmente al estado previo al
embarazo, aunque este proceso es distinto en cada mujer y el tiempo que
puede llevar también difiere. Además, no todas las partes del cuerpo
evolucionan de la misma manera:

 El útero empieza su involución inmediatamente después del parto. Los


minutos que siguen al momento de dar a luz son vitales puesto que el útero
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debe formar lo que se conoce como globo de seguridad para prevenir la


hemorragia postparto. A las 24 horas del parto, la mamá puede palpar su
útero a la altura del ombligo.  A medida que pasan los días, el útero va
descendiendo hasta que a los 15 días se encuentra por encima del pubis y,
tres semanas después del parto, se convierte en un órgano intrapélvico.

 Los entuertos son pequeñas contracciones uterinas que producen dolor


y cuya función es facilitar que el útero recupere su tamaño y posición
original. Son más frecuentes en mujeres multíparas y cuando la mujer está
amamantando a su hijo. Desaparecen, por lo general, a los siete días.

 El resto del aparato genital: vagina, cérvix y vulva vuelven a su estado


normal a las 2-4 semanas tras el parto.

 Las mamas, que se han empezado a preparar para la lactancia durante


el parto, acaban de completar su función. Están más turgentes, se pueden
distinguir pequeñas venas en la mama y los tubérculos de Montgomery
alrededor del pezón, cuya función, entre otras, es la de lubricar toda la zona.
Por regla general, al final del embarazo la gestante empieza a segregar
calostro. La leche sube a los 3-5 días tras el parto.

  Aparato urinario, los primeros cinco días la mujer elimina mucho de


los líquidos retenidos a través de la orina. El funcionamiento de los riñones
vuelve a su estado normal entre 2-6 semanas postparto.

  Aparato digestivo, a medida que los niveles de progesterona


descienden y el útero vuelve a su estado fisiológico, el intestino se va
recuperando. En casos como el estreñimiento gestacional o las hemorroides,
pueden tardar hasta seis semanas en desaparecer o mejorar.  El reflujo y la
acidez desaparecen en el momento en el que el útero disminuye su
volumen.

  Aparato cardiovascular, como hemos comentado anteriormente, los


primeros días tras el parto, la mujer elimina muchos de los líquidos retenidos
a través de la orina. La frecuencia cardiaca se normaliza pasados unos diez
días del parto, lo mismo ocurre con la tensión arterial.

  Peso, es uno de los aspectos que más suele preocupar a las mamás
después del parto. Por regla general, la mujer vuelve a su peso
normal transcurridos seis meses desde el parto. Una dieta sana y
equilibrada y el realizar ejercicio físico de forma regular ayudan a recuperar
la figura. Si la mujer está lactando no se recomienda seguir ninguna dieta.

CUIDADO DE ENFERMERÍA DURANTE EL PUERPERIO


En el puerperio inmediato las principales complicaciones son la hemorragia y el
shock hipovolémico, por lo tanto los cuidados de enfermería irán encaminados
a vigilar para prevenirlos:

 Toma de constantes.
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 Vigilar la administración de fármacos oxitócicos.

 Palpar el fondo uterino para comprobar la contracción de éste.

 Control urinario para controlar si es espontáneo o si necesita un sondaje


vesical.

 Valorar la episiotomía.

 Valorar el descanso, favorecer la lactancia, y vigilar el estado de las


mamas.

 Vigilar la aparición de los loquios, la cantidad, color y los coágulos si


aparecen.
En el puerperio intermedio o mediato se tendrá en cuenta el estado general de
la mujer, controlar las constantes vitales para descartar posibles hemorragias o
alertarnos de signos de infección. Se debe valorar la involución uterina y los
loquios con el fin de valorar la máxima involución uterina. En el puerperio
tardío el trabajo de enfermería es indirecto, tratará de educación previa al alta o
post parto en la que se capacita a la madre para reconocer signos en su
domicilio.

 La completa involución de los genitales.

 Cuidado de las mamas, informar de la aparición de grietas, fisuras e


infección para que la madre pueda manejarlas. Por medio de una
adecuada limpieza de manos, evitar cremas y lociones.

 La lactancia materna y si no la hay, vigilar el regreso de la menstruación.


En todo el proceso se valorará la reacción psicológica de la madre debido al
proceso, su adaptación a él y sus capacidades.

 Reconocer el contacto visual y físico con el recién nacido.

 Ver la respuesta al llanto y resto de necesidades.

 Procurar que se genere un ambiente tranquilo, donde se pueda


desarrollar bien la relación padres – niño.

 Informar a la paciente que la tristeza, los cambios de humor y cierta


depresión posparto es normal y es pasajera. Recomendar periodos de
reposo y ejercicios acordes con sus necesidades.

 Educar e informar sobre los métodos anticonceptivos ya que durante


este periodo puede quedar embarazada.

CUIDADO DE ENFERMERÍA DURANTE EL PUERPERIO: HEMORRAGIA,


ESCLANCIA POST PARTO (INFECCIONES PUERPERALES: RIESGO)
Causas de las Hemorragias post parto:
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 Aproximadamente en el 75% de los casos es debido a la atonía o


hipotonía uterina.
 Desgarros en el canal del parto.
 Placenta o restos placentarios retenidos.
 Rotura uterina.
 Inversión del útero.
 Alteración de la coagulación.

Actuaciones de Enfermería ante una hemorragia:

 Vigilar pérdidas de líquidos


 Mantener vía IV permeable y flujo de líquidos constantes para evitar la
hipovolemia.
 Disponer de líquidos sanguíneos para la transfusión sanguínea si
procede.
 Vigilar constantes vitales.
 Extracción de sangre para el control de coagulación.
 Administración IV de analgésicos para el dolor según pauta médica.
 Evaluar la eficacia de las medidas tomadas para controlar ese dolor

Eclampsia post parto:


La preeclampsia posparto es una enfermedad poco frecuente que se produce
cuando una mujer tiene presión arterial alta y exceso de proteínas en la orina
inmediatamente después del parto. La preeclampsia es una afección similar
que se manifiesta durante el embarazo y, en general, se resuelve cuando nace
el bebé.
La mayoría de los casos de preeclampsia posparto se manifiestan en un plazo
de 48 horas después del parto. Sin embargo, la preeclampsia posparto, a
veces, se presenta hasta seis semanas o más después del parto. Esto se
conoce como “preeclampsia posparto tardía”.
La preeclampsia posparto requiere tratamiento inmediato. Si no se trata, la
preeclampsia posparto puede ocasionar convulsiones y otras complicaciones
graves. Los signos y síntomas de la preeclampsia posparto (que suelen ser los
mismos síntomas de la preeclampsia) pueden incluir lo siguiente:

 Presión arterial alta (hipertensión) de 140/90 milímetros de mercurio


(mm Hg) o mayor
 Exceso de proteínas en la orina (proteinuria)
 Dolores de cabeza intensos
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 Cambios en la vista que incluyen pérdida temporal de la vista, visión


borrosa o sensibilidad a la luz
 Dolor en la parte superior del abdomen, por lo general debajo de las
costillas y del lado derecho
 Disminución de la orina
Cuidados de Enfermería: durante la hospitalización se monitorizará la presión
arterial cada 4 horas, así como las funciones vitales, latidos cardiacos fetales y
contracciones uterinas; del mismo modo, se controlará la diuresis y realizará el
control bioquímico y hematológico, que incluye perfil de coagulación, perfil renal
(creatinina, urea y ácido úrico, depuración de creatinina), proteinuria cualitativa
diaria, control diario de peso, balance de líquidos administrados y eliminados,
perfil hepático (enzimas hepáticas) diario o más seguido, de ser necesario. Se
evaluará el bienestar fetal por lo menos cada 72 horas (16).
Es recomendable continuar la atención entre el parto y el puerperio, por
personal capacitado para evitar complicaciones, el control posparto es
imprescindible para valorar la recuperación de la madre y analizar los factores
que generen riesgo para la salud materna (19).

Infecciones puerperales (riesgo):


La infección puerperal es una inflamación séptica, localizada o generalizada,
que se produce en los primeros quince días del puerperio como consecuencia
de las modificaciones y heridas que el embarazo y parto causan sobre el
aparato genital.
La severidad de la infección, bien sea relativa infección sin complicaciones y,
posiblemente, la sepsis puerperal con riesgo para la vida de la madre.

CONCEPTO Y CAMBIO DE INFECCIONES PUERPERALES

Las infecciones que se desarrollan después del parto de un bebé (infecciones


posparto) por lo general comienzan en el útero.

 Las bacterias pueden infectar el útero y sus alrededores poco después


del parto.

 Tales infecciones suelen causar dolor en la parte inferior del abdomen,


fiebre y secreciones malolientes.

 El diagnóstico generalmente se establece de acuerdo con los síntomas


y los resultados de un examen físico.

 Por lo general la infección se cura con antibióticos.


Después del parto, el útero se puede infectar si las membranas que contienen
al feto (el saco amniótico) están infectadas (llamada corioamnionitis).
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Las infecciones uterinas incluyen

 Infección de la mucosa uterina (endometritis)

 Infección de músculo uterino (miometritis)

 Infección de las áreas alrededor del útero (parametritis)


Causas

Las bacterias que normalmente viven en la vagina pueden causar una


infección después del parto. Las enfermedades que hacen que una mujer
tenga más probabilidades de desarrollar una infección incluyen las siguientes:

 Anemia

 Vaginosis bacteriana

 Tactos vaginales reiterados durante el parto

 Monitorización interna del feto (que requiere ruptura de las membranas


que contienen el feto)

 Un retraso de más de 18 horas entre la ruptura de las membranas y el


parto

 Trabajo de parto prolongado

 Necesidad de cesárea

 Fragmentos placentarios retenidos en el útero después del parto

 Hemorragia excesiva después del parto (hemorragia posparto o


hemorragia puerperal)

 Edad temprana de la madre

 Bajo nivel socioeconómico


Las probabilidades de desarrollar una infección uterina dependen
fundamentalmente del tipo de parto:

 Partos vaginales normales: del 1 al 3%

 Cesáreas que han sido programadas y se realizan antes del inicio de la


dilatación: del 5 al 15%

 Cesáreas que no se han programado y se realizan después del


comienzo de la dilatación: del 15 al 20%
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CONCLUSIÓN

En resumen resalto que el puerperio es el período que comienza justo


después del parto y finaliza a los 40 días después del mismo, otros autores
también lo definen como las seis primeras semanas tras el parto. 
Este período se caracteriza por:
- El cuerpo de la mujer vuelve a su estado normal.
- Un nuevo rol, el de padres.
- Cambios psicológicos y hormonales.
Por otro lado, las infecciones que se desarrollan después del parto de un
bebé (infecciones posparto) por lo general comienzan en el útero.
En tal sentido, las bacterias pueden infectar el útero y sus alrededores poco
después del parto. Estas infecciones suelen causar dolor en la parte inferior
del abdomen, fiebre y secreciones malolientes.
El diagnóstico generalmente se establece de acuerdo con los síntomas y los
resultados de un examen físico. Por lo general la infección se cura con
antibióticos.
Finalmente, la enfermería puede potenciar la capacidad de las madres para
superar los inconvenientes del puerperio, ayudándolas a la adaptación en esta
nueva etapa, ésta es una labor importante del profesional de enfermería, ya
que informarlas y educarlas sobre los cambios que se producen mitigaría y
evitaría las posibles complicaciones del puerperio, garantizando la armonía de
la nueva situación familiar.
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FUENTES:

https://www.bebesymas.com/postparto/la-infeccion-puerperal

https://www.serpadres.es/embarazo/parto-posparto/articulo/puerperio-8-
sintomas-de-alarma-que-no-debes-ignorar-en-el-posparto-291487583959

https://es.wikipedia.org/wiki/Puerperio

https://www.sermamas.es/general/los-cambios-fisiologicos-mas-importantes-
del-puerperio/

https://www.paritoriosonline.com/embarazo/cambios-fisiologicos-en-el-
embarazo/

https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/puerperio-cuidados-
enfermeria/

https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/cuidados-de-
enfermeria-hemorragias-postparto/

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/postpartum-
preeclampsia/symptoms-causes/syc-20376646

https://es.wikipedia.org/wiki/Infecci%C3%B3n_puerperal

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