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EL BLUES

El Blues surge en la población llevada desde África a EE.UU. como mano de obra
esclava para trabajar en las plantaciones. Se trata de un repertorio cantado que en
sus inicios se interpretaría a capella y que con el tiempo se irá enriqueciendo con la
incorporación de distintos instrumentos que interpretan el soporte armónico que
funciona de acompañamiento.
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Es de suponer que muchas de sus características las hereda de las sonoridades de
la música africana que los esclavos llevan consigo y que poco a poco se fusionan
con la música popular de los EE.UU.
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Además tendrá gran influencia en otros estilos musicales que se desarrollan a lo
largo del siglo XX como el Jazz o el Rock.
/
1. FORMA
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La forma de Blues viene determinada por la estructura básica del texto (una frase
que se repite y una que concluye). Escucha Cross Road y All My Love in Vain como
ejemplo.
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Formalmente el Blues consta de 12 compases (aunque pueden aparecer otras
variaciones) y cada frase del texto ocupa cuatro compases.
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Esta forma se plantea como un círculo que se repite siempre igual cambiando el
texto pero manteniendo el acompañamiento. Esto facilita, además, que los músicos
improvisen alternando las partes cantadas con las instrumentales. Con este
esquema podrías hacer una progresión de Blues en cualquier tono:
RITMO

/El ritmo de Blues también tiene ciertas peculiaridades ya que se trata de la sucesión
de grupos de dos figuras siendo la primera más larga que la segunda
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__ _ __ _ __ _ __ _ …
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Es lo que habitualmente se conoce como Swing y se puede representar de distintas
maneras.
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Este ritmo da la sensación de movimiento y lo encontraremos como uno de los
principales elementos que el Jazz tomó del Blues.

Algunos flautistas de blues y jazz indispensables :


Sam Most, maestro de la flauta bebop. “Flute Talk” (1979), Sam Most & Joe
Farrell, un disco indispensable para flautistas
Lew Tabackin, saxofonista tenor y flautista, moderno, expresivo, escuchar sus
discos como líder y como solista de la Tabackin-Akishoshi Big Band.
Dave Valentin, “Live At Blue Note” (1988). Jazz Latino, énfasis en el ritmo.
Yusef Lateef, “The Golden Flute” (1966).
Eric Dolphy, multiinstrumentista, original y muy expresivo.
James Moody.
Bud Shank. AUDICIÓN: BLUES FOR DELILAH
https://www.youtube.com/watch?v=KZoIyVFwkh0

MÚSICA LATINA

El termino música latinoamericana se empezó a utilizar en los 50 en los Estados


Unidos para hacer una clara diferencia de los ritmos típicos de América Latina de
los afroamericano, dentro de este concepto se encuentra un gran número de
géneros como el merengue, la bachata, la salsa, el reggaetón, la rumba, la ranchera,
el bolero, la bossa nova, la cumbia, el tango, el fado, la milonga, el rock latino que
son las más conocidas, cada una de estas tiene su auge en los diferentes países
latinos, pero lo que cabe resaltar de todas estas es el factor común que tienen, los
idiomas latinos donde predomina el español y el portugués de Brasil.
Características y géneros
La música latinoamericana en su concepto más general se refiere a los bailes y
músicas populares que tienen como origen América Latina pero como ya
habíamos mencionado existen diversos estilos de música en los cuales en menor o
mayor grado se palpa la influencia de la música europea, africano o indígena, en
cuanto a este punto en particular muchos expertos han escrito diferentes posturas,
una de esas posturas decía que la música latina está privada de la influencia
africana, otros que es puramente africana y que carece de influencia indígena o
europea, pero en la actualidad se llega a un acuerdo, de que los ritmos latinos con
sincréticos, es decir una perfecta fusión de los diferentes ritmos que tuvo presencia
en América Latina.
Brasil:
Es el país más extenso de toda América del Sur y por consiguiente con diversos
aspectos culturales por lo que la historia de la música brasileña es muy extensa
que comprende desde la innovación a comienzos del siglo XX del samba hasta la
moderna música popular brasileña, el tropicalismo, la bossa nova y el jazz latino,
como consecuencia de los intercambios culturales con países no solo
pertenecientes al imperio portugués hubo una influencia musical como por ejemplo
la ópera italiana y francesa, bailes como la zarzuela, el bolero y la habanera de
origen español, en los siglos XVIII y XIX las más populares fueron la polca y el vals,
ya en el siglo XX la influencia vino de Estados Unidos con el jazz.
Brasil se caracteriza por la gran influencia que tuvo de los africanos que fueron
llevados como esclavos a esas tierras lejanas para realizar los trabajos más difíciles,
por ende esta influencia también alcanzó por supuesto a la música, ya en el siglo
XVIII se comenzó a mostrar muestras de la creación de un sonido muy particular,
característico solo de ese país, sin embargo en cuanto a la música clásica aparece
tardíamente en escena nacional que comparado con países como México o Perú no
tuvo mayor desarrollo por lo que ese sonido característico brasileño a pesar de que
se trató de mantener otras corrientes musicales como la opera cobró más fuerza de
la mano de Villa Lobos a mediados del siglo XX.

MÚSICA CUBANA

En la música cubana, se evidencia una amplia gama de géneros, variantes y estilos


que abarcan desde sus nebulosos orígenes hasta el reconocimiento universal de
que goza hoy en día. Su origen es muy diverso, debido a que en su integración
participaron tanto las etnias indocubanas como las españolas, ejerciendo estas
últimas una mayor influencia, pues durante el período de la colonización ocurre un
proceso de sincretismo cultural muy significativo como resultado del fenómeno de
poblamiento necesario para el desarrollo político, económico y social del “Nuevo
mundo”. A partir de este choque de culturas y con la inclusión de pobladores de
otros territorios, fundamentalmente de los esclavos africanos, se fraguan naciones
que aportarán posteriormente la nueva herencia cultural cargada de un híbrido de
razas, religiones, idiomas y nuevas tendencias musicales.
Como todo fenómeno de gestación, la música cubana pasó por varias etapas, que
comienza su curso en los rituales de los primeros pobladores y da sus siguientes
pasos durante el período de colonización, abarcando desde el siglo XV hasta finales
del siglo XIX, donde se precisa destacar el papel de la cultura española y la africana,
las primeras festividades y representaciones teatrales, los primeros centros de
estudios musicales, la presencia de la mujer en esta manifestación, las figuras
representativas, la evolución de los instrumentos, el surgimiento de el Himno
Nacional de Cuba, la inclinación patriótica de los músicos populares y la vinculación
con los sucesos políticos y sociales acontecidos a lo largo de la historia.
FLAUTISTAS CUBANOS: LA ORQUESTA ARAGÓN:
Richard Egües integra junto José Antonio Fajardo y Antonio Arcaño, la tríada de
virtuosos de la flauta en la música cubana.

Oriundo de la región central del país, Egües fue también el tercero de los flautistas
que se unió a la orquesta Aragón. Antes aprendió piano, clarinete y hasta saxofón,
con el que era capaz de suplir el violín tal como lo demostró en una de las
agrupaciones por las que transitó en su juventud.

Sin embargo, se decidió por la flauta y su gran momento llegó con la orquesta
Aragón, pues su instrumento y sus arreglos imprimieron parte de su sonido y sello
distintivos a la famosa charanga.

Conocido por su fluidez melódica, al decir de los estudiosos Richard Egües “encajó
a la perfección en La Aragón y contribuyó con creces a que se cumpliera el gran
sueño de Rafael Lay: crear la charanga eterna”.

Por si fuera poco, el también compositor y arreglista dotó a la agrupación y a la


música cubana de temas imprescindibles como Sabrosona, El Cuini y El bodeguero.

En 1984 Richard Egües creó su propia charanga, con la cual participó de numerosos
proyectos musicales. Esa fue otra etapa productiva de su vida artística, donde
alternó la interpretación y dirección con la docencia, al impartir clases sobre el
instrumento en Cuba y en otros países.

A Richard Egües se le otorgó el Premio Nacional de Música en 2002 como digno


reconocimiento a este grande de la flauta cubana y de nuestro pentagrama.

A finales de los años 50 del pasado siglo José Antonio Fajardo y Richard Egües
fueron testigos de la llegada de otro talentoso flautista al ámbito musical cubano:
Alberto Cruz, alias Pancho El Bravo y ex-miembro de la orquesta de Neno González.

En 1959 organizó su propia charanga Candelas del Tira-Tira, capaz de cambiar su


formato y convertirse en septeto de son o piquete de rumba. Su estilo tira-tira -
identificado por las voces unificadas del piano, el contrabajo y los violines- adquirió
considerable popularidad en los años sesenta.

Las legendarias descargas de los años cincuenta inyectaron una nueva vitalidad
improvisadora en la música popular cubana. Especialmente las del sello Panart
realizadas en 1956, que resaltaron la flauta de Juan Pablo Miranda, sobreviviente de
la vieja guardia que asimiló las novedosas corrientes descarguistas.

Juan Pablo Miranda debutó profesionalmente en 1927 con la orquesta de Silvio


Contreras, pero luego dirigió sus propias charangas: la Orquesta Riviera y La Siglo
Veinte, sin olvidar que en 1957 las admirables habilidades improvisadoras de
Richard Egües se manifestaron en Sorpresa de Flauta. Nos referimos a una de las
descargas del grupo de Israel López Cachao en el histórico LP Cachao y su Ritmo
caliente.

Por cierto, ese mismo año Fajardo también grabó cuatro temas de un sobresaliente
álbum descarguista en La Habana. Cuando en 1961 este instrumentista abandonó el
país, Richard Egües quedó como monarca indiscutible de la flauta en Cuba.

El panorama musical cubano se transformó drásticamente en 1970 cuando Juan


Formell fundó su charanga modificada. El primer álbum de Los Van Van introdujo al
ambiente musical la flauta versátil de un joven villaclareño graduado de la Escuela
Nacional de Arte.

Nos referimos a José Luis Cortés, conocido por El Tosco y con posterioridad director
de NG La Banda. Al decir de este renombrado músico, su etapa junto a Formell fue
muy significativa porque “la utilización de la flauta en el desarrollo de la música
popular cambió totalmente a través del surgimiento de Los Van Van”.

Pese a la trascendencia de la agrupación liderada por Formell, El Tosco la


abandonó en 1979 para unirse a Irakere. De aquel momento de su carrera comentó:
“Comenzamos a usar la flauta sistemática con la banda de Chucho Valdés, pero él
la empleaba de una manera diferente, intentando imitar lo que estaban haciendo los
flautistas de charanga, mientras que yo estaba interesado en hacer algo diferente”.

Aunque El Tosco participó en festivales internacionales de jazz y se destacó por la


originalidad de sus improvisaciones en la flauta, en 1988 abandonó Irakere para
fundar NG La Banda.

José Luis Cortés es autor de la casi totalidad del repertorio de su orquesta, donde se
abordan la mayoría de los géneros de la música popular cubana, además del jazz
latino, el jazz fusión y algunas especies del pentagrama latinoamericano. Todo ello
con aportes
melódico-armónicos y de instrumentación que han influido en el desarrollo posterior
de la música popular cubana.

Cuando José Luis Cortés se despidió de Irakere, su puesto lo ocupó un joven de


veintidós años nombrado Orlando Valle. Dicho así, tal vez muchos no sepan que nos
referimos a Maraca, destacado instrumentista que hoy dirige Otra Visión.

En Irakere, Maraca tocó la flauta y los teclados durante seis años, pero también
abandonó esta banda para crear su propio grupo de jazz-fusión. Desde entonces
Otra Visión se distingue por su inusual sección de viento integrada por dos flautas,
trompeta y saxo alto.
Y por una estructura compatible con los objetivos de su líder, considerado por
algunos críticos como el flautista de jazz más hábil que ha dado Cuba.

Como flautista Maraca ha logrado expandir su repertorio de tal forma que sus
presentaciones y discos son admirados por un amplio sector del público. Y es que
de ellos gustan por igual los amantes del jazz, bailadores de salsa, admiradores de
un buen danzón, un cha-cha-chá o, como nombró a una de sus grabaciones, de una
“descarga total”.

Según su propio testimonio, Maraca aspira “a demostrar que la flauta puede hacer
exposiciones poderosas e impresionantes en lo que se refiere a su
sonoridad…alejándose del esquema tradicional que obliga al flautista a tocar
solamente charanga.”

Maraca se ha dedicado totalmente al estudio de la flauta hasta consagrarse y


dominarla de tal manera que hoy día el instrumento se utiliza en Cuba en todo tipo
de orquestaciones.
Fue por ello que lo bautizaron como “El liberador de la flauta”.

Notables flautistas han prestigiado el pentagrama nacional en sus distintas épocas,


pues Cuba ha sido un país pródigo en virtuosos ejecutantes de este instrumento.
Tanto es así, que a los mencionados pueden sumarse otros como Alberto Corrales.

Flautista de formación clásica, Corrales transitó por el Quinteto de Emiliano Salvador


y luego creó Panorama, agrupación cuyo repertorio fundamental es el danzón.

También está el caso de Javier Zalba, quien además del saxofón ejecuta la flauta y
ha transitado por importantes agrupaciones como Irakere y ORU hasta la creación
de su grupo Temperamento.

La historia de la flauta en Cuba también se prestigia en las últimas décadas con el


desempeño de la mujer, pues por mucho tiempo fue considerado un instrumento
solo para hombres.

El Instituto Superior de Arte ya ha graduado más de 20 instrumentistas femeninas en


esta especialidad, aunque tal vez la más sobresaliente de todas sea Niurka
González.

Su calidad le ha valido el reconocimiento tanto en escenarios cubanos como


internacionales acompañada de prestigiosas orquestas.

En los últimos años Niurka González acompaña a Silvio Rodríguez en sus


conciertos y además grabó el disco Flauta virtuosa.

La destacada flautista también posee premios en eventos internacionales como el


obtenido en el Conservatorio Superior de Música de París en 1997.
Lo anterior da la medida de su talento para con la flauta, un instrumento que ha
contado con no pocos virtuosos a lo largo de nuestra historia musical.
AUDICIÓN: ORLANDO MARACA
https://www.youtube.com/watch?v=mGoHz1VzRiE

LA FLAUTA EN EL FLAMENCO:

En los últimos años la flauta travesera ha ido ganando importancia y presencia en


todo tipo de espectáculos flamencos. Desde que Paco de Lucía fascinara a públicos
de todo el mundo con la magia de su Sexteto, con Jorge Pardo alternando flauta y
saxo, muchos otros artistas y compañías han incorporado flautistas a sus
elencos. En el flamenco cada vez es más habitual encontrar incorporaciones de todo
tipo de instrumentos. Tal vez la flauta, el violín o el saxo sean los más habituales,
pero hoy es fácil escuchar todo tipo de timbres de diversas culturas y tradiciones. La
progresiva apertura del flamenco a otras influencias musicales y estéticas ha
facilitado estas colaboraciones, al igual que una paulatina absorción de elementos
musicales. La flauta travesera ha sido generalmente bien acogida por los músicos
flamencos, gracias a las características del instrumento (sonoridad, virtuosismo,
etc.). No debe ser casualidad que la combinación de la flauta con la guitarra haya
convencido en el flamenco y en la música clásica….
Flautistas como Jorge Pardo, Domingo Patricio o Juan Parrilla, vienen marcando el
camino a seguir desde hace años, y han logrado adaptar su técnica instrumental a la
interpretación del flamenco, desarrollando nuevas sonoridades y nuevas formas de
articular, de frasear, o de improvisar , que han ido conformando un estilo
interpretativo característico.
La aportación de la flauta al flamenco pasa por papeles más o menos visibles.
Puede limitarse a dar un poco de color y variedad a la interpretación, apareciendo
discretamente para reforzar la armonía y los planos sonoros, o bien funcionar a
modo de instrumento de percusión, para reforzar partes rítmicas en determinados
pasajes. Pero la travesera también acostumbra a asumir otro tipo de
responsabilidades, y funcionar de forma más independiente, compartiendo melodías
con las guitarras al unísono, por terceras, de forma contrapuntística, etc. Puede
aparecer tanto en las partes instrumentales como en las vocales y suele participar
con frecuencia en falsetas, remates, introducciones, etc. En los últimos tiempos
incluso se han grabado discos de flauta flamenca solista, donde ésta adopta el papel
protagonista tradicionalmente reservado a la guitarra.
Cada vez son más los flautistas más o menos especializados en flamenco;
normalmente suelen ser músicos con formación y experiencia en otras músicas
(jazz, música clásica, músicas tradicionales, etc.) que se acercan al flamenco, o
músicos con formación y experiencia en el flamenco que aprenden a tocar la flauta.
En el flamenco, como en otras músicas, la preparación del músico va más allá del
necesario dominio instrumental, y la calidad de las interpretaciones viene
especialmente marcada por aspectos como la formación auditiva, la precisión
rítmica, la predisposición para la improvisación, el "directo" y la creatividad, el
conocimiento del flamenco y sus diferentes estilos y formas de interpretarlos, la
capacidad para trabajar en equipo, o la apertura y versatilidad en las diferentes
situaciones.

AUDICIÓN BULERÍAS y FLAMENCO SINFÓNICO:

https://www.youtube.com/watch?v=YB003wRZxJI

https://www.youtube.com/watch?v=YB003wRZxJI

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