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Universidad Gran Mariscal de Ayacucho

Post-Grado de Derecho Procesal Civil


Cátedra: Sentencia
Profesora: Dra. MILAGROS PALMA GONZALEZ

Temario:

Sentencia.
Indexación.
Requisitos de la Sentencia.
Vicios de la Sentencia.
Clases de Sentencias (Clasificación).
Ejecución de la Sentencia.
Cosa Juzgada.

- Formal.
- Material

Costas Procesales.

Actos de Autocomposición Procesal.

- Convenimiento
- Transacción-

1
RAMON:
La Sentencia:
Es la función Jurisdiccional que realiza el Órgano de Estado, denominado Tribunal,
que acoge o rechaza la pretensión incoada. Este concepto está íntimamente ligado
(relacionado) con la definición de jurisdicción.
Para el Profesor Humberto Bello Tabares, la Sentencia1:

“…es el acto más importante del proceso judicial, del órgano


jurisdiccional encarnado en la persona del operador de justicia, quien en
base a lo alegado y probado, aplica el derecho al caso concreto,
acogiendo o rechazando la pretensión; se trata acto decisorio o sentencia
que proviene del poder de jurisdicción que Constitucionalmente le
pertenece al órgano jurisdiccional -artículo 253 Constitución- siendo la
manera típica o normal de terminación del proceso judicial, donde el
jurisdicente declara la voluntad de la ley en el caso concreto, en función
de los hechos aportados por las partes y las pruebas que cursen en autos,
bien sean aportadas por ellas -las partes- o traídas oficiosamente –
cuando es permitido- por el juez…”

Son las resoluciones judiciales más solemnes que deciden definitivamente la cuestión
objeto del proceso en una instancia o en el recurso ordinario o extraordinario; o las que
recayendo en una incidencia, pongan término a lo principal, no haciendo posible su
continuación, o purguen al proceso de vicios que pueda contener.
La Sentencia, para COUTURE, es al mismo tiempo un Acto Jurídico Procesal y un
Documento, que es el que la contiene.
Como Acto, la Sentencia es aquella que emana de los Agentes de la jurisdicción y
mediante la cual se decide la causa o punto sometido a su conocimiento. Como Documento,
la Sentencia es la pieza escrita, emanada del Tribunal, que contiene el texto de la decisión
emitida.
La Sentencia es el mandato jurídico individual y concreto, creado por el Juez mediante
el proceso, en el cual se acoge o rechaza la pretensión que se hace valer en la demanda.

1
Humberto Bello Tabares, La Casación Civil, Propuesta para un Recurso Eficaz y Constitucional, Ediciones Paredes, Caracas-
Venezuela, Año 2010, Pág. 440.

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Clasificación de la Sentencia:
La clasificación de la Sentencia puede hacerse, según la Doctrina, bajo diversos
criterios, en este caso nos referiremos a dos de ellos: a) La Clasificación por la Posición que
ocupa en el proceso: Definitivas e Interlocutorias. b) Por el contenido específico de la
Sentencia: Declarativa, de Condena, Constitutiva y Dispositiva o Determinativas.

Por su Posición en el Proceso:


Definitivas: La sentencia Definitiva es la que se dicta al final de la cognición, al final
del proceso y que resuelven la controversia o litis.
En la práctica forense generalmente suelen distinguirse la sentencia definitiva, la
sentencia definitivamente firme y la sentencia ejecutada, siendo la primera, aquella
dictada al final de la cognición, al final del proceso y que resuelven la controversia o litis;
las definitivamente firme, aquellas contra las cuales no cabe recurso alguno, bien por
haberse ejercido o por no estar regulados para impugnar la decisión judicial, que adquiere
los atributos de la cosa juzgada; mientras que la sentencia ejecutada, se trata de aquella que
se ha cumplido en forma absoluta, bien de manera voluntaria o mediante la fuerza pública
de ser el caso, según el tipo de contenido plasmado en la misma, bien que hubiera
condenado al cumplimiento de una obligación, bien que constituyera una nueva situación o
relación jurídica, sin perjuicio de las decisiones mero declarativas que en sí conllevan su
ejecución.
También se podemos hablar de las sentencias ejecutoriadas, entendidas como aquellas
que tienen certeza oficial de cosa juzgada por virtud del auto o decreto estampado por el
Juez de Primera Instancia que ordena su ejecución, en los términos del artículo 524 del
Código de Procedimiento Civil.
La sentencia definitivamente firme como consecuencia de no existir recursos
judiciales o de haberse agotado, que hace tránsito a la cosa juzgada, dependiendo del tipo
de sentencia que se trate, será susceptible de ejecución voluntaria y eventualmente forzosa,
constituyendo el título ejecutivo por excelencia a que se refiere el artículo 1.930 del Código
Civil, que permitirá la ejecución de los bienes del deudor (cuando se trate de sentencia de
condena) previa la solicitud de parte o instancia de parte mediante el ejercicio de la actio

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judicati, todo lo que se ubica como un derecho de contenido constitucional a que se refiere
el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Interlocutorias:
Es la que se dicta en el curso del proceso, para resolver cuestiones incidentales, como
las que plantean, por ejemplo, las cuestiones previas; la admisión o negativa de una prueba;
la acumulación de autos, entre otras. En general deciden cuestiones accesorias y previas
relativas al proceso y no al derecho discutido, hasta ponerlo en estado de ser decidido por
sentencia definitiva.
Mediante ellas el Juez concede peticiones de las partes relativas al desarrollo del
proceso, mediante oposición de la contraparte, o sin ella, por ejemplo la admisión o
negativa de una prueba.
Podemos clasificarlas en Simples, Interlocutorias con fuerza definitiva y las
Interlocutorias no sujetas a apelación.

Interlocutorias Simple:
Son aquellas sentencias que deciden cuestiones incidentales, sin producir los efectos
fatales que se desprenden de las sentencias interlocutorias con fuerza definitiva, mediante
este tipo de sentencias el juez concede peticiones de las partes relativas al desarrollo del
proceso, mediante oposición de la contraparte, o si ella, ejemplos, las que admite o niega
una prueba promovida; la que resuelve sobre la declaración de pobreza solicitad, por una
parte, la que resuelve sobre la inhibición o recusación del juez, entre otras.

Interlocutorias con Fuerza Definitiva:


Son aquellas que ponen fin al juicio, como las que resuelven las cuestiones previas de
los ordinales 9° (Cosa Juzgada), 10° (Caducidad) y 11° (Prohibición de Admitir por Ley)
del Artículo 346 Código Procesal Civil, si son declaradas con lugar, su efecto será desechar
la demanda y extinguir el proceso, Artículo 356 Eiusdem, o la que declara la perención de
la instancia en cualquiera de los casos del Artículo 267 del Código en comento, que
extingue el proceso. Y hay otras que ponen fin al proceso sin resolver el conflicto
intersubjetivo juicio, como por ejemplo la que declara la perención de instancia, co estas el

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proceso culmina y puede empezar nuevamente a los 90 días siguientes a la declaración de
perención.

Interlocutorias no sujetas a apelación:


La interlocutoria no sujeta a la apelación y esencialmente revocables por contrario
imperio, las cuales, constituyen meros autos de sustanciación, siendo como son
providencias que pertenecen al impulso procesal.

De Reposición:
También se distingue en nuestro derecho la categoría de sentencias llamadas de
“reposición”; las cuales no ponen fin al proceso. Están contempladas en el Artículo 245 del
Código de Procedimiento Civil; o sea, pueden ser de reposición de la causa por algún
motivo legal y al estado en que la propia sentencia lo determine, en consecuencia tienen
casación diferida.

Por su Contenido Específico:


Por su contenido específico las sentencias se Clasifican en: Sentencias Declarativas, de
Condena y Constitutiva.

Sentencias Declarativas:
Son todas aquellas donde se logra la afirmación de la existencia o certeza de un
derecho, vale decir, que tienden a eliminar la falta de certeza acerca de la existencia o
inexistencia de un derecho.
Para Chiovenda, estas sentencias merodeclarativas o de simple declaración, son
aquellas que estiman la demanda del actor cuando tiende o no a la realización de un
derecho, sino cuando se limita a pedir que sea declarada la existencia o inexistencia de un
derecho ajeno.
Para Eduardo J. Couture, se trata de aquella que por limitarse a un simple
pronunciamiento sobre una materia de hecho o de derecho, no produce efectos constitutivos
ni de condena, limitándose a la mera declaración de existencia o no de un derecho.

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Para Hernando Deivis Echandía, al tratar el tema de la acción ejecutiva, que conllevan
al dictado de sentencias declarativas, bajo la denominación de “declarativas puras” las
define como aquellas que tienden a la declaración de existencia o inexistencia de una
relación jurídica, exclusivamente, siendo en el primer caso positivas y en el segundo,
negativa.

De Condena:
Es la que lleva consigo o aparejada la noción de una prestación. Este tipo de sentencia
presupone cuestiones:
a) la existencia de una voluntad de la Ley garantice un bien o alguien imponiendo al
demandado la obligación de prestación.
b) la convicción de juez, que basándose en la sentencia pueda inmediatamente o
después de un cierto tiempo proceder mediante los órganos de Estado a los actos
posteriores necesarios para la consecución efectiva del bien garantizado por la Ley. O sea la
ejecutabilidad de la sentencia.
Cabe destacar que se trata de aquellas sentencias que presuponen la existencia de la
voluntad de la Ley que impone al demandado la obligación de una prestación que puede ser
de dar, hacer, o no hacer, conforme a la obligación cuyo cumplimiento es reclamado como
objeto de la pretensión procesal.
Para Couture, las considera como aquellas que imponen el cumplimiento de una
prestación, ya sea en sentido positivo dar o hacer-ya sea en sentido negativo no hacer o
abstenerse.

Constitutiva:
Por su propia naturaleza, obra normalmente ex nunc (hacia el futuro): los efectos del
cambio jurídico sólo comienzan en el momento en que el cambio se produce, lo cual sucede
cuando la sentencia tiene valor de cosa juzgada; sólo en ciertos casos por disposición
expresa de la Ley, obra ex tunc o sea aunque el cambio no tenga lugar sino con el
pronunciamiento definitivo del juez, sus efectos se retrotraen al momento del
pronunciamiento no definitivo (casos de las sentencias de interdicción e inhabilitación,
artículo 739 del Código de Procedimiento Civil) a veces al momento de la demanda (caso

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típico de la separación de cuerpos) (Art. 189 C.P.C) puede haber la separación de bienes de
inmediato. El efecto ex nunc es pues, normal en las sentencias constitutivas pero no
pertenece a su esencia. Lo que es esencial es la producción de un estado jurídico que antes
de la sentencia no existía.
Para Eduardo J. Couture, las sentencias constitutivas, se trata de aquellas que luego de
declarar un derecho de las partes en el proceso, constituyen o crean un estado jurídico, no
existente antes de su expedición, o modifica o extingue el estado preexistente, como sucede
en materia de estado y capacidad de las personas.

Sentencias Dispositivas o Determinativas:


La Doctrina también distingue también una categoría de Sentencia como Sentencias
Dispositivas o Determinativas, que son aquellas que dicta el Juez en la Jurisdicción de
Equidad. Estas Sentencias tienen también naturaleza declarativa, pues no se trata de dar a
la relación controvertida una regulación jurídica diversa de la que tenía hasta el momento,
sino que tratan solamente de declarar en qué modo, antes y fuera del proceso, se encontraba
ya regulada la relación controvertida, por los principios de equidad natural, a los cuales el
legislador ha atribuido en aquel campo, fuerza obligatoria de derecho positivo.

Efectos Jurídicos de la Sentencia:


a) Extinción de la jurisdicción, entendido más bien como extinción de la competencia,
referido a que una vez pronunciada la misma, no puede ser modificada ni revocada por el
mismo tribunal que la dictó, salvo el caso de las ampliaciones, aclaratorias, rectificaciones
analizadas en temas anteriores;
b) Declaración del derecho, referido a que la sentencia más que declarar derechos,
reconoce los que se habían desconocido;
c) Retroactividad, referido a que la sentencia tiene carácter declarativo, de manera que
sus efectos se proyectan hacia el pasado, ello no obstante a que sus efectos variarán en la
medida del tipo de acción ejercitada, pues en las merodeclarativas, sus efectos se extienden
hasta el momento de la constitución del derecho; las de condena pueden producir sus
efectos también hacia el pasado, remontándose sus efectos al momento de la interposición

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de la demanda y al día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada; las
constitutivas, proyectan sus efectos hacia el futuro;
d) Cosa juzgada; y
e) La condena en costas procesales, que se produce como consecuencia del efecto
declarativo de la sentencia, como lo es el reintegro de los gastos ocasionados en la defensa.
f) La obligatoriedad e imperatividad, al tratarse de una norma individual directamente
aplicable a la situación concreta que resuelve, de manera que se produce el efecto natural
señalado, previsto de aptitud para ser acatado por las partes o peticionarios y respetada por
los terceros ajenos al proceso; pero además de estos efectos, se presentan otros particulares
que resultan de su contenido, como lo es la eliminación de la falta de certeza que dio
nacimiento a la pretensión declarada positivamente en la sentencia; nacerá un título
ejecutivo a favor del vencedor que puede ser objeto de ejecución posterior; también la
sentencia tendrá efectos probatorios acerca de su propia existencia; y la cosa juzgada.

Principios que rigen la Sentencia:


La Sentencia se rige por Tres (03) Principios Fundamentales: Unidad del Fallo, la
Autosufiencia del Fallo y la Finalidad del Requisito.

Unidad del Fallo:


Si bien sobre la base del Artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, podemos
señalar que la Sentencia consta de Tres (03) Partes: 1.- Expositiva y Narrativa, 2.-Motiva, y
3.- Dispositiva, no es menos cierto que toda sentencia debe contener una síntesis clara,
precisa y lacónica de los términos en que quedó trabada la controversia, sin transcribir en
ella los actos del proceso que constan en autos.
Esta exigencia tiene relación con los principios de autosuficiencia y de unidad del fallo,
en consecuencia el Principio de la Unidad de la Sentencia consiste en considerar a la
sentencia como una unidad procesal, por lo que si bien está conformada por diversas partes:
narrativa, motiva y dispositiva, los requisitos exigidos en la ley para su elaboración pueden
ser cumplidos por el juez en cualquiera de dichas secciones del fallo; por tanto, si bien lo
correcto es que la determinación de la controversia esté expresada en la parte narrativa, la

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sentencia no resulta nula por contener el establecimiento de la litis en la parte motiva o
dispositiva.
La Sentencia como Acto constituye una unidad, por lo cual un requisito omitido en una
parte de la decisión puede válidamente estar contenido en otro.
A este respecto ha sostenido la Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil2,
que:

“El análisis de los requisitos de la sentencia está regido por tres principios
fundamentales: la unidad del fallo, la autosuficiencia del fallo y la finalidad del
requisito.
En virtud del primero de ellos, si bien se acostumbra, por razones de método,
dividir el fallo en parte narrativa, motiva y dispositiva, la sentencia como acto
constituye una unidad, por lo cual un requisito omitido en una parte de la
decisión puede válidamente estar contenido en otra.

En el caso bajo decisión, la sentencia no contiene en su parte dispositiva la
precisión sobre la suerte de la demanda y la reconvención, pero en su parte
motiva establece que el previo análisis "obliga a esta Alzada a declarar sin
lugar por improcedente la acción de cumplimiento de contrato incoada, y así
se decide"; y luego expresa, en relación con la reconvención que lo
fundamentado "hace prosperar necesariamente la reconvención planteada, y así
se decide."
En virtud del principio de unidad del fallo, al estar contenida la decisión en la
parte motiva, no es nula la sentencia recurrida.
Por otra parte de no existir tal precisión en el fallo, la disposición legal
infringida sería el ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, por no contener la sentencia una decisión expresa sobre las pretensiones
incoadas, y no el ordinal 6º de la misma regla legal, que establece el deber de
expresar en el fallo el objeto sobre el cual recae, o sea, en el caso bajo decisión,
el contrato, el cual, por lo demás está descrito en la sentencia”.

Criterio este que fue ratificado mediante Sentencia de la Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia3 que:

“La sentencia constituye una unidad aun cuando se divida en tres partes:
narrativa, motiva y dispositiva. Cada una de estas partes permiten la
estructuración de una decisión que sea clara e inteligible para los justiciables,
primero con la narrativa, donde el juez o jueza deberá sintetizar los términos en

2
Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil, Sentencia de fecha 09 de Diciembre del Año 1.998, Exp. Nº 98-038. Magistrado
Ponente: Alirio Abreu Burelli.
3
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 237, de fecha 23 de Marzo del Año 2004, Expediente Nº 03-021.
Magistrado Ponente: Carlos Oberto Vélez.

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que ha quedado planteada la litis y las circunstancias procesales que han
sucedido en autos para llegar a su conocimiento; luego con la motiva, parte en
que el sentenciador establecerá los hechos con el material probatorio para
expresar los motivos fácticos y de derecho que fundamenten su decisión; y, por
último la parte dispositiva, donde el jurisdicente, de forma expresa, positiva y
precisa, dictará su decisión.
Sin embargo, puede suceder que la decisión no se encuentre en la parte
dispositiva de la sentencia, ya que en oportunidades es posible que se resuelva
un punto o un pedimento, en la parte motiva del fallo estableciendo su
resolución en ella y no en la dispositiva. En éstos supuestos no puede
considerarse que la decisión adolezca de ser expresa, positiva y precisa.

La Sala, después de realizar el concienzudo análisis sobre el fallo recurrido, y
apoyándose en la doctrina supra transcrita, advierte que el sentenciador de la
alzada utilizó, por ser, además, de permitido perfectamente correcto, el método
referido precedentemente, vale decir, el ad-quem en el desarrollo del texto de su
fallo, fue desgranando tanto los pedimentos de la accionante como las defensas
de la accionada, y como se observa claramente del texto parcialmente
transcrito, de una manera por demás patente, resolvió respecto a cada uno de
los asuntos que integraron el thema decidendum, quedando establecido de
manera indubitable la declaratoria con lugar de la acción deducida, o sea la
resolución del contrato de apertura de crédito; dando cumplimiento a los
extremos de contener decisión expresa, positiva y precisa…”.

En cuanto a las Partes de la Sentencia, podemos precisar lo siguiente:

1.- Expositiva y Narrativa: En la parte narrativa se indica, entre otras circunstancias,


los nombre de las partes, los datos que las identifican, la pretensión y defensa. Así mismo,
sobre la base del Ordinal 3º del Artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, Toda
Sentencia debe contener “Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha
quedado planteada la controversia, sin transcribir en ellos los actos del proceso que
consta de autos”. La exigencia de una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en
que ha quedado planteada la controversia, se refiere a los términos en los cuales ha quedado
planteado el problema judicial o thema decidendum, es decir, el problema circunscrito a los
términos de la demanda y de la contestación que debe ser hecha en toda sentencia, pues de
lo contrario, mal podría decirse que el juez resolvió con arreglo a la pretensión y defensa.
2.- Motiva: Es aquella que contiene “los motivos de hecho y de derecho de la
decisión”, tal y como lo establece, el Ordinal 4º del Artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil. Se expresan los razonamientos de hecho y de derecho en que el Juez
fundamenta su decisión, ello a los fines de que la decisión sea el resultado de un juicio

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lógico del Juez, fundado en el derecho y en las circunstancias de hecho comprobadas en la
causa; lo que trae como consecuencia contenga en sí misma la prueba de su conformidad
con el derecho y de que los elementos de la causa han sido cuidadosamente examinados y
valorados.
3.- Dispositiva: Es aquella que comprende la “Decisión expresa, positiva y precisa con
arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en
ningún caso pueda absolverse de la instancia”; ello según lo tipificado en el Ordinal 5º del
Artículo 243 del Código de Procedimiento Civil.

Autosufiencia del Fallo:


Sobre la base del Ordinal 3º del Artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, toda
sentencia debe contener una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que quedó
trabada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos.
Esta exigencia tiene relación con los principios de autosuficiencia y de unidad del fallo. De
acuerdo con el principio de autosuficiencia, la sentencia debe bastarse a sí misma y debe
llevar consigo la prueba de su legalidad, sin que su comprensión dependa de otros
instrumentos o actas del expediente, pues ello es requisito indispensable para su ejecución y
la determinación de la cosa juzgada que adquirirá al quedar definitivamente firme.
La Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia4, sentenció que:

“…Sobre este particular, la Sala observa que de conformidad con lo dispuesto


en la norma cuya infracción es alegada, toda sentencia debe contener una
síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que quedó trabada la
controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos.
Esta exigencia tiene relación con los principios de autosuficiencia y de unidad
del fallo. De acuerdo con el primero, la sentencia debe bastarse a sí misma y
debe llevar consigo la prueba de su legalidad, sin que su comprensión dependa
de otros instrumentos o actas del expediente, pues ello es requisito
indispensable para su ejecución y la determinación de la cosa juzgada que
adquirirá al quedar definitivamente firme…
Asimismo, la norma dispone que el juez debe elaborar una síntesis, lo que
supone un resumen o una exposición concreta de los alegatos controvertidos
por las partes, y califica esa actividad como clara, precisa y lacónica. Lo
primero, supone que dicha síntesis no sea oscura, difusa o ambigua; lo segundo,

4
Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil, Sentencia de fecha 09 de Diciembre del Año 1.998, Exp. Nº 98-038. Magistrado
Ponente: Alirio Abreu Burelli.

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que sea puntual o exacta; y lo tercero, que el juez demuestre su parquedad y
desapego por las florituras verbales.
En cumplimiento de esta labor ordenada en la ley, el juez debe limitarse a
precisar cuál es el tema a decidir, esto es, realizar la labor intelectual de
comprender y exponer los términos en que las partes trabaron la controversia,
actividad ésta que si bien debe ser cumplida en la narrativa, también podría
estar contenida en otra parte de la sentencia, en virtud del principio de unidad
del fallo, como fue explicado con anterioridad…”.

Finalidad del Requisito:


El principio de finalidad del requisito constituye un valioso auxiliar para determinar si
existe o no un vicio en la sentencia, pues se acudirá a las razones por las cuales se
estableció el requisito, para establecer si fue cumplido; puesto que, de acuerdo con el
artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, en ningún caso se declarará la nulidad si el
acto alcanzó el fin al cual estaba destinado. En el caso de la sentencia la finalidad consiste
en la resolución de la controversia, con posibilidades de ejecución y fuerza de cosa juzgada;
pero con suficientes garantías a las partes, en cuanto al derecho a alegar, el derecho a
probar y el derecho a recurrir de la decisión.
En cuanto a este Requisito la Jurisprudencia5 Patria ha señalado que:

"El análisis de los requisitos de la sentencia está regido por tres principios
fundamentales: la unidad del fallo, la autosuficiencia del fallo y la finalidad del
requisito.
En virtud del primero de ellos, si bien se acostumbra, por razones de método,
dividir el fallo en parte narrativa, motiva y dispositiva, la sentencia como acto
constituye una unidad, por lo cual un requisito omitido en una parte de la
decisión puede válidamente estar contenido en otra.
El principio de autosuficiencia significa que la sentencia debe bastarse a sí
misma, sin que sea necesario recurrir a otros instrumentos o actas del
expediente, tanto para la el control de legalidad, como para la ejecución de lo
decidido o la determinación del alcance de la cosa juzgada.
El principio de finalidad del requisito constituye un valioso auxiliar para
determinar si existe o no un vicio en la sentencia, pues se acudirá a las razones
por las cuales se estableció el requisito, para establecer si fue cumplido; puesto
que, de acuerdo con el artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, en
ningún caso se declarará la nulidad si el acto alcanzó el fin al cual estaba
destinado. En el caso de la sentencia la finalidad consiste en la resolución de la
controversia, con posibilidades de ejecución y fuerza de cosa juzgada; pero con
suficientes garantías a las partes, en cuanto al derecho a alegar, el derecho a
probar y el derecho a recurrir de la decisión.

5
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia de fecha 09 de Diciembre del Año 1.998, Expediente Nº 98-038.
Magistrado Ponente: Alirio Abreu Burelli.

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En el caso bajo decisión, la sentencia no contiene en su parte dispositiva la
precisión sobre la suerte de la demanda y la reconvención, pero en su parte
motiva establece que el previo análisis "obliga a esta Alzada a declarar sin
lugar por improcedente la acción de cumplimiento de contrato incoada, y así se
decide"; y luego expresa, en relación con la reconvención que lo fundamentado
"hace prosperar necesariamente la reconvención planteada, y así se decide”.
En virtud del principio de unidad del fallo, al estar contenida la decisión en la
parte motiva, no es nula la sentencia recurrida.
Por otra parte de no existir tal precisión en el fallo, la disposición legal
infringida sería el ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, por no contener la sentencia una decisión expresa sobre las pretensiones
incoadas, y no el ordinal 6º de la misma regla legal, que establece el deber de
expresar en el fallo el objeto sobre el cual recae, o sea, en el caso bajo decisión,
el contrato, el cual, por lo demás está descrito en la sentencia…":

Requisitos de la Sentencia:
La Sentencia para que sea válida debe cumplir con los requisitos de Forma y de Fondo.
Requisitos Formales de la Sentencia: Los Requisitos Formales de la Sentencia se
configuran como Intrínsecos y Extrínsecos:
1.- Requisitos Intrínsecos de la Sentencia: Son aquellos que debe cumplir toda
Sentencia referidos a su contenido técnico, y a la relación de la sentencia con la pretensión
que debe examinar, los cuales están establecidos en el Artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, el cual señala que:

“Artículo 243.- Toda sentencia debe contener:


1º La indicación del Tribunal que la pronuncia.
2º La indicación de las partes y de sus apoderados.
3º Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado
planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que
constan de autos.
4º Los motivos de hecho y de derecho de la decisión.
5º Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a
las excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse
de la instancia.
6º La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión”.

Desglosando el Artículo 243 en comento podemos señalar lo siguiente:

1.- La indicación del Tribunal que la pronuncia:


Si no se hace mención alguna del Juzgado que pronuncia la Sentencia, se incurre en el
Vicio de Indeterminación Orgánica, pues la disposición Constitucional (Artículo 253)

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establece que la Potestad de Administrar Justicia corresponde a los Órganos del Poder
Judicial; así mismo debe precisarse que basta que en cualquier lugar de la decisión se
establezca expresamente cual es el tribunal que la pronuncia (principio de la unidad del
fallo), pues debe la propia sentencia, bastarse por sí misma, sin que sea necesario para su
inteligencia, interpretación, alcance o ejecución, acudir a otras actas o instrumentos del
expediente, pues debe contener la prueba de su legalidad (principio de la autosuficiencia).
Si no se hace mención alguna del Juzgado que la pronuncia se incurre en el Vicio de
Indeterminación Orgánica, así mismo es de precisar que este Vicio no se configura cuando
en alguno de los Capitulo o Parte de la Sentencia (Narrativa, Motiva, Dispositiva) se
menciona la Órgano Jurisdiccional que Dictó la Sentencia, ello en aplicación al Principio de
la Unidad de la Sentencia (Unidad Procesal), mediante el cual la sentencia forma un todo
indivisible por la vinculación lógica de la narrativa, motiva y dispositiva tal y como lo ha
señalado, en reiteradas Decisiones la Sala de Casación Civil6:

“… Establece el artículo 243 ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil que


toda sentencia debe contener la indicación del tribunal que la pronuncia, es
decir, basta que en cualquier lugar de la decisión se establezca expresamente el
nombre del Tribunal para que ese requisito esté cumplido y el acto tenga validez
legal.
En ese sentido, la Sala reitera el principio de unidad procesal, en virtud del cual
la sentencia forma un todo indivisible por la vinculación lógica de la narrativa,
motiva y dispositiva, por lo cual es posible que el requisito de forma esté
expresado en cualquiera de ellas (Ver sentencia N° 0298 de fecha 11 de octubre
de 2001, caso: José Antonio Rondón Lara c/ José Antonio Castro).
En el presente caso, el juez sí identificó el tribunal en cuyo nombre dictó la
decisión, tal como se evidencia de la siguiente cita:
“...REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA EN SU NOMBRE:
TRIBUNAL SUPERIOR PRIMERO CIVIL, MERCANTIL, TRÁNSITO,
TRABAJO Y MENORES DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL
ESTADO TÁCHIRA
...Omissis…
DISPOSITIVA
En mérito de las anteriores consideraciones y con fundamento a las
disposiciones legales expuestas, este Tribunal Superior Primero en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito, del Trabajo y de Protección del Niño y del Adolescente
de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, decide: ...
…Omissis…

6
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 098, de fecha: 12/04/2.005. Magistrado
Ponente: Isbelia Pérez Velásquez. Exp. Nº 03-055).

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Dada, firmada, sellada y refrendada por la Secretaría en la Sala de Despacho
del Juzgado Superior Primero Civil, Mercantil, del Tránsito, del Trabajo y de
Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
Táchira ...” (Mayúsculas de la recurrida).
La Sala estima que aunque en el encabezado de la sentencia aparezca la
mención Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, del
Trabajo y de “Menores” de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira y
después Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, del
Trabajo y de Protección del Niño y del Adolescente, ello no quiere decir que la
decisión haya incumplido el requisito del ordinal 1° del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil como lo denuncia el formalizante, porque se trata del
mismo tribunal toda vez que de conformidad con lo establecido en la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente la denominación de
menores cambió a la de Protección de Niños y Adolescentes…”.

Con respecto a la Indeterminación Orgánica, y su falencia, se pueden asumir dos


posiciones:
1.- No tratándose de un Vicio determinante o transcendente en las resultas del proceso,
pues no es capaz o cambiar o modificar las resultas del juicio a favor del recurrente, deberá
declarase su improcedencia con el debido llamado de atención a la Recurrida, para que en
el futuro no se siga cometiendo dicho error.
En consecuencia se debe aplicar el Artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, o
sea, corregir la falla evitando el efecto repositorio, ello sobre la base de la corrección o
modificación realizada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justica de fecha
10 de Mayo del Año 2.018, Ex Exp. N° 17-1129, es decir, “… se pronunciará sobre las
infracciones denunciadas, pudiendo extenderse al fondo de la controversia y ponerle fin al
litigio…”.
2.- Aplicar el Artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, y corregir la falla,
prescindir del Reenvío impropio y entrar a conocer y decidir las demás denuncia.

JULIO:
2.- La indicación de las partes y de sus apoderados:
En principio la Sentencia es ejecutable solo a favor del demandante, y en contra del
demandado; pero la identificación de las partes que han litigado en el proceso, así como de
su apoderados, sean estas principales o accesorias, terceras que hayan intervenido de
manera forzosa o voluntaria, permite determinar los limites subjetivos del acto sentencial y

15
las personas que quedarán afectados por la cosa juzgada, así como por la ejecución del
fallo.
Este Ordinal establece que se debe mencionar a todos los que fueron parte o se hicieron
parte del proceso, para permitir la eventual ejecución y determinar el alcance de cosa
juzgada, lo cual entraña la finalidad de este requisito. A tal efecto, se debe precisar que tal
requisito, implica el derecho de las Partes de conocer sobre quien recae la decisión dictada,
a los fines de su ejecución, en consecuencia, sino se mencionan se incurre en el vicio de
indeterminación subjetiva; así mismo podemos señalar, sobre el principio de unidad de la
Sentencia, que no se incurre en dicho vicio, si las partes son mencionadas en cualquiera de
los Capítulos o Partes de la Sentencia.
La Sala Civil del Máximo Tribunal7, respecto a la identificación de la Partes precisó
que:

“…De la anterior delación se desprende que el recurrente en casación alega el


vicio de indeterminación subjetiva de la sentencia, por cuanto el juez de alzada,
si bien mencionó a las partes pertenecientes a la relación jurídica procesal, no
indicó ningún otro dato que identifique completamente a las partes, incurriendo,
a su decir, en una “ausencia de identificación plena de las partes” e
infringiendo así lo dispuesto en el ordinal 2° del artículo 243 de la ley civil
adjetiva.
La citada norma procesal señala:
“…Toda sentencia debe contener:
…omissis…
2°. La indicación de las partes y sus apoderados…”
Esta disposición tiene como finalidad, permitir la ejecución del fallo y
determinar los límites subjetivos de la cosa juzgada que emana de la sentencia.
El vicio de indeterminación subjetiva tiene estrecha relación con el principio de
autosuficiencia de la sentencia, según el cual toda sentencia debe bastarse a sí
misma, sin que sea necesario acudir a otras actas e instrumentos del expediente
para materializar la ejecución del fallo o para determinar el alcance de la cosa
juzgada.
Así, esta Sala en innumerables fallos ha señalado que “Toda sentencia debe (…)
llevar en sí misma la prueba de su legalidad, sin que, a tal efecto, pueda
depender de otros elementos extraños que lo complementen o perfeccionen”. (Al
efecto ver fallo del 7 de agosto de 1996, caso: Banco Principal C.A. c/ Horacio
Sosa Antonetti, ratificada en sentencia N° 67 del 27 de febrero de 2007, caso:
S.F. Transporte, C.A. c/ C.N.C.P. Services LTD, S.A.)
También ha señalado esta Sala que lo anterior guarda estrecha relación con lo
previsto en el artículo 340 del Código de Procedimiento Civil, en sus ordinales

7
Tribunal Supremo de Justica, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 022, de fecha 03 de Febrero del Año 2.009. Exp. N° 08-377.
Magistrado Ponente: Luís Antonio Ortíz Hernández.

16
2° y 3°, los cuales de manera taxativa imponen al demandante la obligación de
indicar el nombre y apellido de las partes que fungen como demandante y
demandado, en caso de personas naturales, y en caso de personas jurídicas, la
denominación o razón social y los datos relativos a su creación y registro.
De manera que para que se verifique la exigencia establecida en el ordinal 2°
del artículo 243 de la ley civil adjetiva, basta con que se mencione el nombre y
apellido de todos los sujetos pertenecientes a la relación jurídica procesal,
valga decir, de los demandantes y demandados en el juicio, cuando éstos sean
personas naturales, y en el caso de las personas jurídicas, se tendrá como
cumplido el requisito cuando se señale su denominación o razón social y los
datos relativos a su creación o registro.
Dicho lo anterior, esta Sala concluye que de la sentencia recurrida se constata
la indicación de los nombres y apellidos de todos los sujetos procesales, mas sin
embargo, aun cuando en la misma no indique la cédula de identidad de las
partes, ello no constituye el vicio que a través de la presente delación pretende
imputar el formalizante a la sentencia de alzada, razón por la cual se declara
improcedente la presente denuncia por defecto de actividad. Así se
establece…”.

Criterio este que fue ratificado por la Sala de Casación Civil8, en los siguientes
términos:

“… De la precedente transcripción se desprende que el litisconsorcio activo


estaba constituido por los ciudadanos César Augusto Boada Salazar, Eneida
Boada de Moya y Luís José Boada Salazar, quienes a su vez asumen la
representación sin poder de sus comuneros María Eugenia Salazar y Julio
César Boada Rodríguez.

De la precedente transcripción de algunos extractos de la sentencia recurrida se
evidencia que el ad quem, en las partes de la sentencia en las que tiene que
hacer referencia a la parte actora del proceso se refiere es sólo a tres personas
los cuales son los ciudadanos CÉSAR AUGUSTO BOADA SALAZAR, ENEIDA
BOADA DE MOYA Y LUÍS JOSÉ BOADA SALAZAR, omitiendo sin ningún tipo
de explicación a los ciudadanos María Eugenia Salazar y Julio César Boada
Rodríguez, los cuales si se mencionan en el escrito de reforma del libelo de la
demanda.
...
En ese mismo sentido se pronunció nuevamente la Sala, en sentencia N° 22, de
fecha 3 de febrero de 2009, caso: Helgo Revith Latuff Díaz Y Carmen María
Latuff Díaz, contra el ciudadano Wagib Coromoto Latuff Vargas, en la que
expresó lo siguiente:

“…Esta disposición tiene como finalidad, permitir la ejecución del fallo y
determinar los límites subjetivos de la cosa juzgada que emana de la sentencia.
El vicio de indeterminación subjetiva tiene estrecha relación con el principio de
autosuficiencia de la sentencia, según el cual toda sentencia debe bastarse a sí

8
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 0410, de fecha: 22/07/2.009. Magistrado Ponente: Antonio Ramírez
Jiménez. Exp. Nº 08-660).

17
misma, sin que sea necesario acudir a otras actas e instrumentos del expediente
para materializar la ejecución del fallo o para determinar el alcance de la cosa
juzgada.
Así, esta Sala en innumerables fallos ha señalado que “Toda sentencia debe (…)
llevar en sí misma la prueba de su legalidad, sin que, a tal efecto, pueda
depender de otros elementos extraños que lo complementen o perfeccionen”. (Al
efecto ver fallo del 7 de agosto de 1996, caso: Banco Principal C.A. c/ Horacio
Sosa Antonetti, ratificada en sentencia N° 67 del 27 de febrero de 2007, caso:
S.F. Transporte, C.A. c/ C.N.C.P. Services LTD, S.A.).
También ha señalado esta Sala que lo anterior guarda estrecha relación con lo
previsto en el artículo 340 del Código de Procedimiento Civil, en sus ordinales
2° y 3°, los cuales de manera taxativa imponen al demandante la obligación de
indicar el nombre y apellido de las partes que fungen como demandante y
demandado, en caso de personas naturales, y en caso de personas jurídicas, la
denominación o razón social y los datos relativos a su creación y registro.
De manera que para que se verifique la exigencia establecida en el ordinal 2°
del artículo 243 de la ley civil adjetiva, basta con que se mencione el nombre y
apellido de todos los sujetos pertenecientes a la relación jurídica procesal,
valga decir, de los demandantes y demandados en el juicio, cuando éstos sean
personas naturales, y en el caso de las personas jurídicas, se tendrá como
cumplido el requisito cuando se señale su denominación o razón social y los
datos relativos a su creación o registro.
Dicho lo anterior, esta Sala concluye que de la sentencia recurrida se constata
la indicación de los nombres y apellidos de todos los sujetos procesales, más sin
embargo, aun cuando en la misma no indique la cédula de identidad de las
partes, ello no constituye el vicio que a través de la presente delación pretende
imputar el formalizante a la sentencia de alzada, razón por la cual se declara
improcedente la presente denuncia por defecto de actividad. Así se establece”.
De la transcripción de la precedente jurisprudencia se desprende que
efectivamente cuando ocurre la omisión del nombramiento de alguna de las
partes que constituyen la controversia planteada, ello acarrea la nulidad del
fallo recurrido.
Ahora bien, si aplicamos al caso de autos este precedente jurisprudencial,
vemos que efectivamente el juez de alzada incurrió en la infracción del artículo
243 ordinal 2° del Código de Procedimiento Civil, por cuanto al omitir nombrar
alguna de las partes que constituyen la controversia sea parte actora o parte
demandada acarrea la nulidad del fallo, ya que ello implicaría el
desconocimiento sobre quien recae la decisión dictada ya sea parte actora o
demanda; en consecuencia, y siendo que en el caso subjudice, se omitió
mencionar otros ciudadanos de los que conforman el litisconsorcio activo, como
fueron los ciudadanos María Eugenia Salazar y Julio César Boada Rodríguez,
es por lo que se debe declarar con lugar la denuncia bajo análisis, y así se
decide…”.

En cuanto al señalamiento de los Apoderados la Jurisprudencia9 ha señalado que:

9
Tribunal Supremo de Justica, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 274, de fecha 10 de Agosto del Año 2000. Exp. N° 00-149.
Magistrado Ponente: Franklin Arrieche G.

18
“En cuanto a la falta de mención de los apoderados judiciales, esta Sala en
sentencia de fecha 15 de julio de 1998, en la cual se ratificó el fallo de fecha 15
de diciembre de 1994, expresó lo siguiente: "De allí que consideramos
heterodoxo la distinción que hace la Corte entre "parte en sentido material" que
para la Corte serían los sujetos activo y pasivo de la pretensión procesal, y
"parte en sentido formal" que en concepto de la Corte son los apoderados de las
partes, los cuales no pueden considerarse como partes en ningún sentido: ni
formal, porque no son sujetos de la demanda ni de la pretensión, ni material,
porque no son titulares de los derechos que se hacen valer en el juicio, sino
meros representantes de las partes para la gestión procesal, sin estar sujetos a
ninguno de los efectos del proceso, los cuales recaen exclusivamente sobre las
partes" (Rengel Romberg, Arístides, Tratado de Derecho Procesal Civil,
páginas 311 y 312). Establecida así la correcta interpretación del ordinal 2º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, en relación con la mención de
los apoderados, ha de concluirse que será nulo el fallo conforme a la
disposición del artículo 244 del mismo Código, cuando exista omisión de los
requisitos intrínsecos de la forma de la sentencia, esto es, cuando falten
"aquellas determinaciones subjetivas y objetivas que configuren la pretensión,
entre los cuales figuran las partes, pero no los apoderados de éstas, porque el
límite subjetivo de la cosa juzgada lo determinan las partes". (Rengel Romberg,
Arístides; ob. Cit., pág 211)…”.

Criterio este ratificado por la Sala Civil10, al establecer:

“Establecida así la correcta interpretación del ordinal 2° del artículo 243 del
Código de Procedimiento Civil, en relación con la mención de los apoderados,
ha de concluirse que será nulo el fallo conforme a la disposición del artículo
244 del mismo Código, cuando exista omisión de los requisitos intrínsecos de
forma de la sentencia, esto es, cuando falten "aquellas determinaciones
subjetivas y objetivas que configuran la pretensión, entre las cuales figuran las
partes, pero no los apoderados de éstas, porque el límite subjetivo de la cosa
juzgada lo determinan las partes" (Rengel Romberg, Arístides; Ob. Cit., pág.
211). De la manera anteriormente expuesta, queda sentada la nueva posición de
la Sala, en lo relativo a la correcta interpretación del ordinal 2° del 243 del
Código de Procedimiento Civil, referente a la mención de los apoderados de las
partes en el fallo. Se abandona la doctrina sustentada en el fallo de fecha 14 de
abril de 1993." (Sentencia de fecha 15-12-94, en el juicio seguido por la
ciudadana Aura Quintero de Vásquez contra Oscar Elías Muñoz y otros).... Por
las razones expresadas en la anterior doctrina, la omisión de señalar los
apoderados de la parte querellada en el cuerpo de la sentencia, no genera su
nulidad…”.

10
Tribunal Supremo de Justica, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 382, de fecha 5 de Abril del Año 2001. Exp. N° 00-492.
Magistrado Ponente Carlos Oberto Vélez.

19
ALNELLYS:
3.- Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado
planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan de
autos:
Es el deber del juez de determinar en forma previa los límites de la controversia, antes
de examinar las pruebas y decidir la litis, aplicando el derecho a los hechos alegados y
probados. Por eso expresa la ley que toda sentencia debe contener una síntesis clara, precisa
y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia.
Así mismo, la norma le impone al Juez el deber de elaborar una síntesis, lo que supone
un resumen o una exposición concreta de los alegatos controvertidos por las partes, y
califica esa actividad como clara, precisa y lacónica. Clara, supone que dicha síntesis no
sea oscura, difusa o ambigua. Precisa, que sea puntual o exacta; y Lacónica, que el juez
demuestre su parquedad y desapego por las florituras verbales.
En cumplimiento de esta labor ordenada en la Ley, el Juez debe limitarse a precisar
cuál es el tema a decidir, esto es, realizar la labor intelectual de comprender y exponer los
términos en que las partes trabaron la controversia, actividad ésta que si bien debe ser
cumplida en la narrativa, también podría estar contenida en otra parte de la sentencia, en
virtud del principio de unidad del fallo, como fue explicado con anterioridad.
La Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil11, con respecto a este requisito
sentenció:

“Tal como lo denuncia el recurrente, la Alzada en una página señala quiénes


son las partes y los apoderados actores, establece que la demanda fue por
cumplimiento de contrato "para que cumpla con las obligaciones derivadas del
contrato celebrado y que les otorgue la titularidad del (inmueble) apartamento"
cuya dirección establece y que la primera instancia declaró sin lugar la acción
y parcialmente con lugar la reconvención, sin señalar el contenido de ésta
última, el cual se puede deducir sólo del dispositivo, pues añade que se declara
resuelto el contrato de opción.
Además de lo señalado, la sentencia sólo contiene una transcripción de la parte
de la motivación de la decisión de primera instancia que la Alzada considera
pertinente y las siguientes afirmaciones:
"Ahora bien, revisadas las actas y constatados (sic) en el expediente que los
hechos que sirven de fundamento a la sentencia de Primera instancia son
rigurosamente ciertos. Este Tribunal comparte plenamente los criterios

11
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia de fecha 22 de Octubre del Año 1.997, Exp. Nº 96-202. Magistrado
Ponente: Alirio Abreu Burelli.

20
expuestos por el A-quo, los cuales se han vertido ex-profeso en esta decisión
para hacerlos suyos, como en efecto los hace, y para que sirvan igualmente de
motivación para esta decisión. En consecuencia, se hace necesario concluir que
la mencionada decisión debe ser confirmada por estar ajustada a derecho y así
se declara."
De acuerdo con lo dispuesto en el ordinal 3° del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, toda sentencia debe contener "Una síntesis clara, precisa y
lacónica de los términos en que ha quedado planteada la controversia, sin
transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos".
En el caso bajo decisión, el Sentenciador de Alzada omite totalmente hacer la
síntesis de la controversia, o sea expresar en el fallo antes de entrar a motivar
su decisión cuáles fueron los fundamentos de las pretensiones deducidas en el
libelo y en la demanda reconvencional y cuáles las excepciones y defensas
opuestas a los respectivos demandados, por lo cual la recurrida infringe la
referida disposición legal.
El caso extremo presentado al control de esta Corte, de total ausencia de la
expresión de la controversia a ser decidida por la Alzada, permite verificar con
los hechos la certeza de la afirmación teórica de Carnelutti, para quien los
defectos de forma son síntomas de injusticia.
En efecto, las partes tienen derecho a una doble instancia de decisión, o sea a
que la controversia decidida en primera instancia sea revisada, en la medida de
la apelación, por el Juez Superior. La estructura deficiente de la recurrida
permite determinar que tal examen no se realizó, sino que se limitó el Juez de la
apelación a examinar la decisión apelada, para expresar la conclusión sobre su
legalidad."
Sentencia de fecha 18 de diciembre de 1996. Ponente Magistrado Dr. César
Bustamante Pulido. (Gisela Santander contra la Casa del Closet, S.R.L., en el
expediente Nº 95-704, sentencia Nº 425):
“Como acota el impugnante en su escrito de contestación al recurso, con cita de
una sentencia de esta Sala del 20 de julio de 1994 (Constructora Carma, S.A.
contra Novedades Guela, C.A.), la doctrina de este Alto Tribunal en denuncias
similares acerca del supuesto de hecho del ordinal 3° del artículo 243 del
Código de Procedimiento Civil, producto de una modificación que el legislador
introdujo en 1986, es que resulta totalmente innecesario que los jueces se
extiendan en la parte narrativa del fallo haciendo una transcripción de las
actuaciones ocurridas en el proceso. Sin embargo contrario a lo expresado por
la impugnación, la Sala en la decisión antes citada, expresó que constituye
igualmente infracción de la norma denunciada, el hecho de que los jueces
relaten todas o buena parte de las actuaciones del juicio.
Desde una sentencia del 11 de febrero de 1988, la Sala ha indicado que si bien
la redacción del fallo no está sometida a fórmulas rígidas y extremas, el ordinal
3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, exige que en la sentencia
la síntesis controversias sea planteada en términos claros, precisos y lacónicos
para evitar dilaciones en el proceso.
La Sala reitera su doctrina contenida en la decisión del 20 de julio de 1994
antes citada, de “que los jueces si lo estiman conveniente, pueden en el fallo
copiar in extenso el libelo, el escrito de contestación al fondo de la demanda y
otros alegatos y defensas de las partes que consideren pertinentes, con datos
que a veces son específicos, para de esa manera cumplir con la obligación de
hacer una síntesis clara, precisa y lacónica de la controversia. Pero si es
censurable y acarrea la infracción del artículo 243, ordinal 3º, del Código de

21
Procedimiento Civil, cuando en la decisión se transcriban o relaten
prácticamente todos los actos del proceso que no tengan mayor relevancia, pues
justamente esto último está en contravención con lo deseado por el legislador.
En fallo del 20 de junio de 1990 (Anriette Merjech Saab de Hernández contra
María Aurelia Cisneros y otros), se señaló:
"La Sala, en aplicación de la doctrina antes expuesta, encuentra, por tanto, que
si bien los jueces pueden en el fallo, si lo estiman conveniente, copiar in extenso
el libelo de la demanda, el escrito de contestación al fondo de la demanda y
otros alegatos y defensas de las partes que estimen pertinentes, con datos que a
veces son específicos, tal como la Sala, al resolver los recursos propuestos,
suele hacer al copiar los planteamientos que hacen los recurrentes en sus
denuncias, para de esa manera cumplir con la obligación de hacer una síntesis
clara, precisa y lacónica de la controversia, si es censurable y acarrea la
infracción del ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil,
cuando en la decisión se transcriban prácticamente todos los actos del proceso
que no tengan mayor relevancia, pues justamente esto último está en
contravención con lo deseado por el legislador. Lo contrario, o sea, seguir
aceptando la viciada práctica de permitir las extensas narrativas en los fallos,
sería dejar sin efecto y sin sentido el requisito establecido en el código
procedimental, pues no contribuye a una síntesis precisa y lacónica de la
controversia, la transcripción por parte del Juez de todos los actos del proceso.
(... )
(... ) La Sala se ve precisada a reiterar los conceptos que emitió en su sentencia
del 11 de febrero de 1988, y con posterioridad, que si bien los jueces en la
redacción y los términos de la sentencia no están sometidos a ciertos
formalismos, el supuesto de hecho del ordinal 3º del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, obliga al sentenciador a efectuar una síntesis de la
controversia, lo cual no está presente en el caso de autos, siendo en
consecuencia procedente la denuncia, ya que de las extensas citas y
transcripciones que hizo la recurrida, no se tiene una idea de lo acontecido en
el proceso, y sin que se cumpliera con lo establecido por el legislador.
Por lo demás, pocas veces se observa que en un fallo inútilmente se copien
textualmente dos (2) veces el libelo, su reforma, el escrito de contestación al
fondo de la demanda y los escritos de promoción de pruebas de ambas partes,
así como las otras actuaciones llevadas a cabo, conducta ésta que si bien no era
sancionada por el Código derogado, viola lo dispuesto en el ordinal 3º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, cuya infracción por la
recurrida se declara, al no hacer una síntesis clara, precisa y lacónica de los
términos en que quedó planteada la controversia; e igualmente fue violado el
artículo 244 eiusdem, ya que el fallo no contiene los requisitos mínimos exigidos
en ese respecto.
El impugnante en su escrito para desestimar la denuncia, alega que la
infracción del ordinal 3º del artículo 243 del Código Procesal, sólo se produce
cuando el Juez no hace la síntesis de los términos en que quedó planteada la
controversia, la cual está presente. Pero la Sala es del criterio, en razón de lo
extenso de las transcripciones de todos los actos del proceso que el Juez del
Tribunal a quo hizo, que no realizó esa síntesis, sino como antes se indicó, se
limitó a transcribir todas las actuaciones llevadas a cabo, sin que ello pueda
implicar que hizo una síntesis de la controversia.
En efecto, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española trae como
acepción de la palabra lacónica ser breve, conciso y compendioso en el

22
lenguaje, forma ésta en que debe estar planteada la síntesis que exige el ordinal
3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, lo que no ocurre en el
caso de autos, ya que se observa que la parte narrativa constituye la mayor
parte del fallo, haciendo citas textualmente y repetitivas de todos los actos del
proceso, con lo cual la recurrida no fue precisa en ninguno de sus
planteamientos, e incurrió de esa manera en violación protuberante y grosera
de los textos de ley denunciados".
Como se expresó en la cita que antecede, la acepción de la palabra lacónica es
"ser breve, conciso y compendioso en el lenguaje", según el diccionario de la
Real Academia de la Lengua Espafíola, por lo cual la síntesis de que trata el
ordinal 3º, del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil debe hacerse en
esa forma.
La expresión de los términos en los cuales queda planteada la controversia,
como señala el impugnante haciendo cita de la opinión del Dr. Arístides Rengel
Romberg, en su obra Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano según el
nuevo Código de 1987 debe entenderse, a criterio de la Sala, como la
obligación del Juez de referir la calificación de la acción, los términos del libelo
y de la contestación, en forma precisa y lacónica sin emitir opinión de fondo
sobre dichos aspectos y tan sólo relatar aquellas actuaciones realmente
relevantes en el proceso.
En el caso de autos, la narrativa del fallo consta de diecisiete (17) páginas, es
decir, una cuarta parte del mismo, pues tiene sesenta y ocho (68) páginas. Se
observa que la recurrida luego de relatar el contenido de la querella en forma
sumamente extensa, por lo demás, pasa luego a narrar íntegramente lo
concerniente a lo sucedido cuando se practicó la restitución del inmueble en el
proceso, incluyendo lo relativo a la medida de arresto que se ordenó en esa
actuación y demás incidencias surgidas, así como hace mención a la garantía
que se constituyó para decretar la restitución del inmueble y la impugnación de
dicha garantía, puntos estos dos (2) últimos que realmente no eran objeto de
decisión en la recurrida, que debía limitarse a determinar si era o no
procedente el interdicto decretado en el cual la medida de restitución fue
ordenada al inicio del juicio.
El sentenciador igualmente refiere que por escrito presentado el 14 de octubre
de 1993, tres (3) días después de la impugnación de la garantía ofrecida por la
querellante para que se decretara la restitución, los apoderados de la
querellada promovieron una prueba de cotejo e inspecciones judiciales. Luego
relata que los apoderados de la ciudadana Gisela Santander, además de
promover pruebas por escrito del 18 de octubre de 1993, se opusieron a la
pretensión de que se tuviera como insuficiente la garantía ofrecida; además, que
el auto que aceptó esa garantía estaba definitivamente firme en el proceso.
Dentro de las actuaciones relatadas igualmente está que el Tribunal fijó la
oportunidad para el nombramiento de expertos grafotécnicos, que ese acto
quedó desierto y que nuevamente se solicitó se realizara. Después se indica que
los apoderados de la querellante procedieron a tachar los documentos y testigos
de la contraparte, con sus actuaciones realizadas; la consignación de un nuevo
mandato por los apoderados de la querellada; que procedían a tachar los
testigos promovidos por la parte querellante; que era extemporáneo la tacha
por ella intentada y después en la parte motiva del fallo se admite no fue
formalizada. (... )
(... ) La Sala como expuso en los fallos antes citados, estima que la recurrida no
contiene una síntesis "lacónica y precisa" de la controversia, pues no es breve,

23
concisa y compendioso en el lenguaje, no teniendo por qué relatar íntegramente
en casi su totalidad buena parte de las diversas actuaciones del proceso, pues
debió limitarse a indicar los parámetros en los cuales la litis quedó trabada, es
decir, todos aquellos aspectos que tengan relación con el fondo de¡ asunto
debatido y otros actos de relevancia.
De la doctrina de la Sala la cual aquí se reitera, el sentenciador en la narrativa
del fallo debe limitarse a exponer los fundamentos principales en que las partes
basan sus pretensiones, para luego en la parte motiva del fallo, si lo desea,
transcribir aquellas actuaciones que estime realmente necesarias para el
análisis de los alegatos expuestos. Esto último es importante, en relación con lo
señalado por el ¡repugnante, el cual destaca que no sería causal de infracción
del ordinal 3º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, lo
concerniente a que los jueces relaten en la parte narrativa las diligencias o
actuaciones realizadas sobre un punto en concreto; pero de permitirse
continuar con esa práctica viciada, ello en el fondo sería dejar sin efecto la
sanción establecida por el legislador y no aplicar el supuesto de hecho del
ordinal 3º del artículo 243, norma de orden público la cual indica uno de los
requisitos que toda sentencia debe contener.
Por lo antes expuesto, se encuentra que está presente el vicio por defecto de
actividad alegado por el recurrente, pues la recurrida hace una relación
detallada de casi todas las actuaciones que los tribunales del mérito y las partes
llevaron a cabo, con lo cual se excedió en la narrativa de dichos hechos, lo que
trae como consecuencia que no cumplió con la obligación de sintetizar los
términos en los cuales quedó planteada la controversia.
VOTO SALVADO
El Magistrado Dr. Aníbal Rueda, disiente del criterio sustentado en el presente
fallo por la mayoría sentenciadora y, en consecuencia salva su voto de la
siguiente manera:
Mediante sentencia de fecha 20 de junio de 1994 (caso: Constructora Canna
S.A. contra Novedades Guela C.A. y otra), cuyo ponente fue el Magistrado Dr.
Carlos Trejo Padilla se expresó que la infracción del ordinal 3º del artículo 243
del Código de Procedimiento Civil según el cual "toda sentencia debe contener:
una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado
planteada la controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que
constan en autos", se produce: 1) Cuando el Juez en la parte narrativa del fallo
se extiende haciendo una detallada transcripción de todas las actuaciones
ocurridas en el proceso, es decir, cuando en la decisión se transcribe
prácticamente todos los actos del proceso que no tengan mayor relevancia, y 2)
Cuando la sentencia no contiene una síntesis controversial planteada en
términos claros, precisos y lacónicos, entendiendo estos términos según el
diccionario de la Real Academia Española como: claro: que se distingue bien,
inteligible, fácil de comprender, lenguaje claro, explicación clara, cuentas
claras. Preciso: conciso y rigurosamente exacto y lacónico: breve y
compendioso.
Ahora bien, quien disiente opina que la redacción de la sentencia no debe estar
sometida a fórmulas rígidas y extremas, ni tampoco los jueces deben hacer una
extensa relación de todos los hechos ocurridos del juicio, es decir, que los
jueces se extiendan en la parte narrativa del fallo haciendo una detallada
transcripción de todas las actuaciones ocurridas en el proceso. Sin embargo, los
jueces pueden y así lo ha señalado la jurisprudencia de esta Sala de Casación
Civil, copiar in extenso, si lo estiman conveniente, el libelo, el escrito de

24
contestación del fondo de la demanda y otros alegatos y defensas de las partes
que consideren pertinentes, cumpliendo así la exigencia del referido ordinal 3º
del artículo 243 del Código Procesal. (Subrayado mío).
En la presente decisión, se declara con lugar el recurso de casación interpuesto
por la parte demandada por la infracción del artículo 243 de la Ley Adjetiva
Civil en su ordinal 3º, ya que "la recurrida no contiene una síntesis lacónica y
precisa” de la controversia, pues no es breve, concisa y compendioso en el
lenguaje, no teniendo porqué relatar íntegramente en casi su totalidad buena
parte de las diversas actuaciones del proceso......
No obstante y de un análisis detallado de la sentencia impugnada, si bien puede
considerarse que el Juez no se atuvo al principio de brevedad contenida en la
disposición mencionada supra, resulta absolutamente contrario a ese principio
declarar la nulidad del fallo por el motivo expresado precedentemente, por
cuanto consideró que lo esencial resultó cumplido, tal vez en exceso, además de
que los actos transcritos en la recurrida son los de mayor relevancia y siendo
así, ello no acarrea el incumplimiento del ordinal 3° del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil, cuando en el caso de autos surgió la necesidad de
transcribir algunos actos por ser estos los de mayor relevancia para la solución
del litigio en cuestión.
Por consiguiente, si bien la omisión de la determinación del thema decidendum
de la sentencia daría lugar a la nulidad del fallo por la infracción del ordinal 3°
del artículo 243 del Código Procesal, no sucedería lo mismo si el Juez se
extendiese demasiado al realizar tal síntesis o si hubiese transcrito actuaciones,
más aun, como precedentemente se acotó, cuando como en el caso objeto del
presente recurso, los actos transcritos por la recurrida son los de mayor
relevancia para la solución del referido litigio.
En consecuencia, considero que en este caso, no ha debido la Sala declarar la
nulidad del fallo por la infracción del tantas veces mencionado ordinal 3º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, pues el mismo por los motivos
que expuse anteriormente no fue infringido por la sentencia recurrida…”.

Así mismo, sobre el requisito de la síntesis de la controversia la Sala de Casación Civil


del Tribunal Supremo de Justicia12, precisó:

“Este requisito debe cumplirse en todo tipo de sentencias, tal como lo tiene
establecido esta Sala de Casación Civil, pudiendo referirse la sentencia de
fecha 5 de abril de 2001, dictada en el juicio seguido por el ciudadano
HUMBERTO ADOLFO COLLS RIVAS, contra la ASOCIACIÓN
COOPERATIVA DE TRANSPORTE LARENSE DE RESPONSABILIDAD
LIMITADA, y en la que se dejó establecido lo siguiente:
"...AI respecto, la Sala ha elaborado reiterada y pacífica jurisprudencia
contenida, entre otros, en fallo de fecha 16 de febrero de 1994, caso Juan de
Jesús Velasco Ureña y otro contra Luis Miguel Casique Velasco, expediente 92-
823, que copiada textualmente, dice:
"...La doctrina de la Sala, con respecto al ordinal 3° del artículo 243 del Código
de Procedimiento Civil, es de reciente data, por cuanto la exigencia contenida
12
Tribunal Supremo de Justica, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 289, de fecha 12 de Junio del Año 2003. Exp. N° 01-179.
Magistrado Ponente: Antonio Ramírez Jiménez.

25
en esa norma, acerca de los requisitos que el Juez debe cumplir en la sentencia,
fue incorporada en la Reforma de 1986, como señala la Exposición de Motivos
de Código de Procedimiento Civil, siguiendo la jurisprudencia que consideraba
totalmente necesario y no contribuía a un mejor desenvolvimiento de la justicia,
que los jueces se extendieran en la parte narrativa del fallo haciendo una
transcripción de todas las actuaciones ocurridas en el proceso.
En decisión del 11 de febrero de 1988, la cual ha sido sustentada
posteriormente, la Sala asentó que si bien la redacción de la sentencia no está
sometida a fórmula rígidas y extremas, el legislador en el ordinal 3° del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, requiere que la síntesis controversia)
sea planteada en términos claros, precisos y lacónicos, para evitar mayores
dilaciones en el proceso, por la práctica viciada que tenían y aún tienen los
jueces, de hacer una extensa relación de todos los hechos ocurridos en el juicio,
lo que es innecesario y, por el contrario, es sancionado por el Código
Procedimental.
La Sala, considera, por tanto, que si bien los jueces pueden en el fallo, si lo
estiman conveniente, copiar in extenso el libelo de la demanda, el escrito de
contestación al fondo de la misma y otros alegatos y defensas de las partes que
consideren pertinentes, con datos que a veces son específicos, para de esa
manera cumplir con obligación de hacer una síntesis clara, precisa y lacónica
de la controversia, sí es censurable y acarrea la violación del ordinal 3° del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, cuando en la decisión se
transcriban prácticamente todos los actos del proceso que no tengan mayor
relevancia. Seguir aceptando la viciada práctica de permitir extensas narrativas
en los fallos, es dejar sin efecto y sin sentido el requisito establecido en el
Código, pues no contribuyen a una síntesis precisa y lacónica de la
controversia, la transcripción por parte del Juez de todos los actos del
juicio....".
Como se desprende de la jurisprudencia transcrita, se deja de cumplir con la
referida norma adjetiva, cuando: 1) el juez se extiende en la narrativa
señalando y transcribiendo todos los actos que no tengan mayor relevancia, y;
2) el juez no realiza ninguna síntesis, no dejando, en consecuencia, en forma
clara, precisa y lacónica los términos en que ha quedado planteado el asunto
jurídico a resolver.
En el sub judice se impugna a la recurrida por el segundo de los supuestos
supra mencionados, es decir, por la falta absoluta de síntesis.
(...)
El requisito del ordinal 3° del artículo 243 eiusdem, es de impretermitible
cumplimiento en cualquier tipo de sentencias, va sean interlocutorias o
definitivas, que resuelvan el fondo del asunto o alguna incidencia, como la del
caso bajo estudio, donde la alzada conoce en una incidencia de medida
preventiva, resolviendo sobre la oposición formulada al decreto de dicha
medida...". (Destacado de la Sala).
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia transcrita, el requisito contenido en el
numeral 3° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, debe cumplirse
en todo tipo de sentencias, por lo que se desecha el alegato formulado por el
impugnante según el cual, al ser la recurrida una sentencia interlocutoria, no le
era exigible el referido requisito, y así se decide.
Resuelto lo anterior, la Sala procede a examinar la sentencia recurrida y en este
sentido observa lo siguiente:

26
Durante la fase de ejecución del presente procedimiento, en primera instancia
se dictó un fallo que le puso fin, al establecer la falta de acto ejecutoriado que
fijara cantidad alguna para seguir adelante la ejecución y la suficiencia del
pago hecho por un tercero para liberar la garantía hipotecaria constituida
sobre el bien a ser rematado. Dicho fallo fue apelado por la parte ejecutante y
fue el que debía ser revisado por la recurrida.
Ahora bien, la recurrida consta en total de 42 folios, de los cuales 37 son
destinados a transcribir el contenido de los informes y las observaciones de las
partes en segunda instancia, el contenido de algunas sentencias dictadas en el
presente procedimiento y finalmente la sentencia apelada. Luego, la recurrida
decidió la insuficiencia del pago hecho por el tercero en la presente causa y la
necesidad de continuar la presente causa hasta sacar a remate el bien
hipotecado.
La Sala considera que, efectivamente, como se ha denunciado, la recurrida
infringió el ordinal 3° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, pues
entró a decidir la suficiencia o no del pago hecho por un tercero para liberar la
garantía hipotecaria sin que ese pronunciamiento hubiere estado acompañado
de una síntesis clara donde incluso pudiese ser apreciado su propio criterio
sobre el asunto de fondo planteado.
En este sentido, la Sala reiterando su doctrina de fecha 5 de abril de 2001,
citada en la presente decisión, considera entonces que la recurrida infringió el
ordinal 3° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, al haber hecho
omisión de la correspondiente síntesis clara, precisa y lacónica de los términos
en que quedó planteada la controversia que debía resolver…”.

Así mismo, preciso la Sala Civil13, que:

“Al establecer el Legislador como requisito de la sentencia, que la misma


contenga una síntesis de los términos planteados en el debate, sin transcribir los
actos del proceso que constan de autos, lo que ha querido es que se exprese,
antes de resolver, cuál es el tema a decidir, para una mayor claridad y precisión
del fallo y para dar cumplimiento al principio de que la sentencia debe bastarse
a sí misma. También puede afirmarse que en beneficio de la celeridad y
brevedad el Legislador, estipuló que esa formalidad se cumple a través de una
síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en los cuales quedó planteada
la litis, sin transcribir las actuaciones que constan de autos.
Conforme con nuestro ordenamiento jurídico procesal el Juez en la sentencia
tiene tres facetas diferentes; a saber, en la narrativa se comporta como un
historiador del proceso indicando los diversos planteamientos hechos por las
partes para dejar constancia en forma clara, precisa y lacónica de los términos
en que ha quedado planteada la controversia; en la motiva actúa como un
catedrático del derecho al hacer un conjunto ordenado y metódico de
razonamientos que se traducen en prueba de la legitimidad de la sentencia y que
no son otra cosa sino la explicación del por qué se llegó a una determinada
conclusión y, por último en el dispositivo se comporta como el verdadero
órgano del Estado que resuelve el conflicto sometido a su consideración.

13
Tribunal Supremo de Justica, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 458, de fecha 21 de Agosto del Año 2003. Exp. N° 01-955.
Magistrado Ponente: Antonio Ramírez Jiménez.

27

De la transcripción anterior de la recurrida, se puede evidenciar que la
conducta asumida por el juzgador ad quem, viola e incumple el precepto
denunciado, ya que, no contiene la síntesis clara, precisa y lacónica de los
términos como ha quedado planteada la controversia, prevista en el ordinal 3º
del artículo 343 del Código de Procedimiento Civil delatado, toda vez que no
señala los términos en la cual quedó planteada la litis obviando por completo
los actos procesales como la demanda, la admisión y la contestación, solo se
limitó a reseñar la apelación de la actora de la sentencia de primera instancia.
Ahora, lo verdaderamente necesario no era una reseña cronológica de los actos
sino la explicación de las pretensiones del actor; de los alegatos de descargo de
la demandada para poder saber cuáles fueron los hechos controvertidos cuya
prueba se ameritaba, cuáles fueron los razonamientos de las partes en los
informes, en caso de plantear algún hecho de importancia y, en fin, cómo quedó
planteada la controversia.
En consecuencia, en criterio de la Sala, la denuncia bajo análisis de infracción
de los artículos 12 y 243 ordinal 3º, es procedente. Así se decide…”.

SABRINA:
4.- Los motivos de hecho y de derecho de la decisión:
El requisito de motivación impone al Juez el deber de expresar en la sentencia los
motivos de hecho y de derecho que sustentan lo decidido.
Los primeros están conformados por el establecimiento de los hechos con ajustamiento
a las pruebas que los demuestran, y los segundos por las normas y principios jurídicos que
el Juez aplicó para resolver la controversia. En relación con estos últimos, es conveniente
aclarar que no importa la falta de cita de preceptos legales, sino la indicación de la norma
allí contenida.
Esta exigencia tiene por objeto:
a) controlar la arbitrariedad del sentenciador, pues le impone justificar el razonamiento
lógico que siguió para establecer el dispositivo; y
b) permitir a las partes conocer los motivos de la decisión para determinar si están
conformes con ellos. En caso contrario, podrán interponer los recursos previstos en la ley,
con el fin de obtener una posterior revisión sobre la legalidad de lo sentenciado.
La obligación de expresar en el fallo los motivos de hecho y de derecho en los cuales
se fundamenta; tiene dos propósitos esenciales: uno político: que consiste en permitir a las
partes y a la comunidad entender las razones de la decisión de manera tal que la sentencia
se cumpla no solo por el peso de la autoridad de la emana, sino también porque convenza
con la fuerza de la razón; y otro procesal, consiste en permitir que la Sala de Casación

28
controle la legalidad, porque esta, al resolver el recurso por infracción de Ley debe
limitarse a lo expresado en el fallo de alzada, salvo los caso de excepción en los cuales
puede extender su examen al establecimiento y apreciación de los hechos.
Este vicio tiene dos casos:
a) caso de Inmotivación de los Hechos: consiste en que le Juez no puede escoger
algunos elementos probatorios para sustentar su determinación y silenciar otros; está
obligado por el Artículo 509, a analizar y juzgar todas las pruebas.
b) caso de Inmotivación de Derecho: el Juez debe expresar en el fallo los motivos de
derecho que los sustentan aplicando las razones que respaldan la aplicación de cada una de
las reglas generales que forman parte de la premisa mayor judicial.
Es doctrina reiterada del Tribunal Supremo de Justicia que el vicio de Inmotivación se
produce cuando la sentencia carece totalmente de fundamento, lo que no debe confundirse
con la escasez o exigüidad. En este sentido hay falta absoluta de fundamentos, cuando lo
motivos del fallo por ser impertinentes o contradictorios o íntegramente vagos e inocuos no
le proporcionan apoyo alguno al dispositivo de la sentencia, que constituye la verdadera
finalidad de la pretensión.
Así mismo, nos señala la Catedrática Perretti de Parada14:

“Se corresponde con la parte motiva de la sentencia. Esta exigencia se


relaciona con el deber de motivar sus decisiones, a cargo de los Jueces. En esta
parte de la sentencia, el Juez debe expresar las razones de hecho y de derecho
que fundamentan su decisión.
Como sostiene RENGEL-ROMBERG, con esta exigencia se protege a las partes
contra lo arbitrario, “de tal modo que la decisión que aparezca como resultado
de un juicio lógico del Juez, fundado en el derecho y en las circunstancia de
hecho comprobadas en la causa cuya expresión en la sentencia hacen que ésta
contenga en sí misma la prueba de su conformidad con el derecho y de que los
elementos de la causa han sido cuidadosamente examinados y valorados”.
(Obra cit., T. II – p. 296).
Este requisito exige del Juez la valoración y pronunciamiento sobre todo el
material probatorio que exista en los autos, cuya violación daría lugar a la
pertinente denuncia de infracción de silencio de prueba, en el contexto de un
recurso de apelación o casación…”.

Al respecto el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil15, ha


establecido:

14
Perretti de Parada, Magaly, Derecho a la Defensa, Ediciones Liber, Caracas, 2004, Pág. 326.

29
“Los requisitos intrínsecos de la sentencia contemplados en el artículo 243 del
Código de Procedimiento Civil, son de estricto orden público. En este sentido,
se ha señalado que los errores in procedendo de que adolezca una sentencia de
última instancia, constituyen un síntoma de injusticia que debe reprimirse por
medio de la nulidad de la sentencia, pues los errores de tal naturaleza se
traducen en violación del orden público.
Al respecto se ha pronunciado esta Sala en sentencia Nº 224, de fecha 13 de
julio de 2001, expediente Nº 97-225, y fallo Nº 182, del 9 de abril de 2008,
expediente Nº 2007-876, entre muchos otros, cuando señaló lo siguiente:
“...Establece el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil la facultad de
casar de oficio el fallo recurrido, cuando la Sala observe en la sentencia
infracciones de orden público, aunque no hayan sido denunciadas.
Ha sido criterio reiterado de la Sala de Casación Civil, considerar los
requisitos de la sentencia a que alude el artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil como de orden público, por tanto, la inobservancia de los
mismos por parte de los jueces de instancia debe ser sancionada por este
Tribunal Supremo...”
Asimismo, dispone el artículo 243, en su numeral cuarto (4°) del Código de
Procedimiento Civil, que toda sentencia debe contener los motivos de hecho y
de derecho que sustentan la decisión.
Al respecto, mediante sentencia N° 291 de fecha 31 de mayo de 2005, (Caso:
Manuel Rodríguez c/ Estación de Servicios El Rosal C.A.), esta Sala señaló lo
siguiente:
“...Uno de los requisitos formales de la sentencia es el que prevé el artículo 243
ordinal 4º del Código de Procedimiento Civil, que es el referido a la motivación
del fallo; requisito que obliga a los jueces a expresar los motivos de hecho y de
derecho de la decisión; al mismo tiempo, exige que la sentencia sea el resultado
de un juicio lógico fundado en el derecho y en las circunstancias de hecho
comprobadas en la causa. De esta manera, se controla la arbitrariedad del
sentenciador, pues le impone justificar el razonamiento lógico que siguió para
establecer el dispositivo y, garantiza adicionalmente, el legítimo derecho de
defensa de las partes, al conocer éstas los motivos de la decisión, ya que si no
están de acuerdo con la argumentación dada por el sentenciador, podrán
interponer los recursos previstos en la ley para la revisión de la legalidad del
fallo.
En este sentido, la Sala ha señalado que “...El requisito de la motivación del
fallo previsto en el artículo 243 ordinal 4º, del Código de Procedimiento Civil,
obliga al sentenciador a expresar los motivos de hecho y de derecho de la
decisión, protegiéndose de esta manera a las partes contra lo arbitrario, y
exigiendo del juez la elaboración de un fallo que resulte de un juicio lógico
fundado en el derecho y en las circunstancias de hecho comprobadas en la
causa...Como el poder del juez al momento de su decisión se encuentra
vinculado al derecho (quaestio iuris) y a la certeza de los hechos (quaestio
facti), se sigue de aquí que la motivación del fallo ha de comprender ambas
cuestiones, como expresamente lo exige la norma procesal antes citada...”.
(Sent. 21/5/97, caso: Jesús Alberto Pisani c/ Banco Caroní, C.A.).

15
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 257, de fecha 26 de Abril del Año 2.012. Exp. Nº 11-430.
Magistrado Ponente: Luís Antonio Ortíz Hernández.

30
Asimismo, ha expresado que “...el vicio de inmotivación en el fallo, consiste en
la falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o exiguos
con lo cual no debe confundirse. También ha sostenido la Sala en repetidas
ocasiones que la falta absoluta de motivos puede asumir varias modalidades: a)
Que la sentencia no presente materialmente ningún razonamiento. b) Que las
razones dadas por el sentenciador no guarden relación alguna con la acción o
la excepción y deben tenerse por inexistentes jurídicamente. c) Que los motivos
se destruyan los unos a los otros por contradicciones graves e irreconciliables
y, d) Que todos los motivos sean falsos...”. (Vid. Sent. Nº 83 del 23/3/92,
reiterada el 26/4/00, caso: Banco Mercantil C.A. S.A.C.A., contra Textilera
Texma C.A. y otro). (Destacados de la Sala).
La exigencia de la motivación, está universalmente contenida en las leyes
procesales, y es consecuencia del principio de legalidad de los actos
jurisdiccionales y es una característica de la jurisdicción de derecho. Así ha
dicho esta Sala que:
“...El dispositivo de todo fallo debe ser razonado, es decir, estar fundado en un
examen de los hechos y de la pruebas aportadas a los autos, con las
conclusiones jurídicas que a los Jueces le merecen. Esta formalidad es una
garantía contra la arbitrariedad judicial pues que con su cabal cumplimiento la
cosa juzgada que emerge del dispositivo llega a ser el resultado lógico de una
sana administración de justicia” (G.F. Nº 39. Pág. 192. Márquez Añez,
Leopoldo. Motivos y Efectos del Recurso de Forma en la Casación Venezolana,
editorial jurídico venezolano. Pág. 36, Cita Nº 46)
Conforme al numeral cuarto (4°) del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, es requisito de toda sentencia, aportar los motivos de hecho y de derecho
en los cuales se fundamenta. En otras palabras, el juez tiene el deber de
explicar su decisión, esto es, hacerla comprensible mediante la descripción de
los motivos que lo condujeron a tomar tal determinación.
De esa manera, el razonamiento jurídico expresado y justificado por el juez en
la sentencia, permite que las partes del juicio queden convencidas que fue
emitida una decisión objetiva y no arbitraria, en estricto acatamiento al
ordenamiento jurídico positivo y al mismo tiempo, pueda la comunidad en
general conocer las razones que sustentan tal decisión. (Véase al efecto fallo Nº
669 de fecha 21 de octubre de 2008, expediente Nº 2008-314, caso Centro
Simón Bolívar, C.A., y/o la República Bolivariana de Venezuela, contra Diego
Arria Salicetti, y otros.)
Por lo cual, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho
de la decisión, para que sea el resultado de un juicio lógico fundado en el
derecho y en las circunstancias de hecho comprobadas en la causa.
Pues bien, la finalidad procesal de la motivación en la sentencia de alzada,
consiste en permitir a la Sala de Casación Civil, al resolver el recurso
extraordinario de casación, el control de la legalidad del fallo, propósito que se
cumple al acoger y transcribir en dicha sentencia la fundamentación de la
decisión.
También ha sostenido la Sala, atenida a los diuturnos, pacíficos y consolidados
criterios doctrinales y jurisprudenciales reiterados en la transcripción que, ad
exemplum, se vierte a continuación, que la falta absoluta de motivos puede
asumir varias modalidades:
a) Que la sentencia no contenga materialmente ningún razonamiento que la
apoye. Vale decir, no contenga materialmente ningún razonamiento, de hecho o
de derecho que pueda sustentar el dispositivo.

31
b) Que las razones expresadas por el sentenciador no guardan relación alguna
con la pretensión deducida o las excepciones o defensas opuestas. Caso en el
cual los motivos aducidos, a causa de su manifiesta incongruencia con los
términos en que quedó circunscrita la litis, deben tenerse jurídicamente como
inexistentes.
c) Que los motivos se destruyen los unos a los otros por contradicciones graves
e inconciliables. Generando una situación equiparable a la falta de
fundamentación; y
d) Que todos los motivos son falsos. Caso en que los motivos sean tan vagos,
generales, inocuos, ilógicos o absurdos que impiden a la alzada o a la casación
conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su decisión, caso éste
también que se equipara a la falta de motivación. (Véase sentencia Nº 83 del
23/3/92, caso: Juan Nazario Perozo, contra Freddy Victorio Escalona Cortez y
otros, reiterada el 24/2/00, fallo Nº RC-40, Exp. 1999-750, caso Pedro Antonio
Alonzo Miranda, contra Ana Luisa Alonzo de Bellera y otros, el 26/4/00, fallo
Nº RC-125, Exp. 1999-302, caso: Banco Mercantil C.A. S.A.C.A., contra
Textilera Texma C.A. y otro, nuevamente ratificada mediante fallos del 20/7/05,
Nº RC-477, Exp. 2004-531, casación de oficio, caso: Jorge Perera Flores,
contra Victorio Escalona Cortez y otro, y Nº RC-182 del 9/4/08, Exp. 2007-876,
casación de oficio, con ponencia del mismo Magistrado que con tal carácter
suscribe la presente, caso: Marlene Evarista Revete Abreu y otros, contra la
Asociación Civil Unión de Conductores del Oeste).
Dentro de la categoría “a” encontramos la inmotivación absoluta cuando la
decisión no presenta materialmente ningún razonamiento que la apoye. Dicha
motivación se encuentra constituida por el conjunto de razonamientos lógicos
expresados por el juez al analizar los hechos alegados y probados por las partes
y subsumirlos en las normas y principios jurídicos que considera aplicables al
caso. El cumplimiento de este requisito es necesario para que las partes puedan
comprender las razones del fallo y en caso de desacuerdo, obtener el control de
la legalidad de lo decidido, mediante el ejercicio de los recursos pertinentes.
Pues el propósito de la motivación del fallo es, además de llevar al ánimo de las
partes la justicia de lo decidido, permitir el control de la legalidad, en caso de
error.
La motivación debe estar constituida por las razones de hecho y de derecho que
dan los jueces como fundamento del dispositivo. Las primeras están formadas
por el establecimiento de los hechos con ajustamiento a las pruebas que las
demuestran; y las segundas, la aplicación a éstos de los preceptos y los
principios doctrinarios atinentes.
Para la Sala en constante y pacífica doctrina, por lo menos a partir de 1906,
está claro, que el vicio de inmotivación en el fallo, consiste en la falta absoluta
de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o exiguos con lo cual no
debe confundirse.
Efectuadas las consideraciones antes plasmadas, este Alto Tribunal considera
oportuno ejercer en el presente caso la facultad de casar de oficio el fallo
recurrido, puesto que ha evidenciado en éste, una infracción de orden público
no denunciado por el formalizante que constituye el vicio de inmotivación.
[...]
Se desprende de la sentencia transcrita, que el sentenciador de alzada después
de hacer una reseña de las pruebas de la parte demandante identificadas con
las letras “a”, “b” y “c”, señala que él las valora de conformidad con lo

32
previsto en el artículo 444 del Código de Procedimiento Civil, “…estimándose
en todo su valor probatorio por esta Superioridad. Y ASÍ SE ESTIMA.”
Lo que determina que es palmariamente axiomático, que en la sentencia no se
expresa ningún razonamiento, en torno a lo que el juez considera se probó, o
cómo fue que analizó las pruebas, y en particular, no se sabe que dimana de las
pruebas de la parte demandante signadas con las letras “a”, “b” y “c”, que
señala fueron estimadas en todo su valor probatorio, vale decir, de lo trascrito
precedentemente del texto de la recurrida, no es posible deducir, ni desde el
punto de vista fáctico, ni desde el punto de vista jurídico, qué basamento
sustenta la decisión tomada; pues como se aprecia no existe un razonamiento
que permita entender el porqué de lo decidido.
La recurrida, al no contener los motivos concretos y determinados en la
valoración del cúmulo de pruebas aportadas a los autos, y sólo reseñarlas, sin
realizar el análisis completo de las mismas, ciertamente está viciada por
inmotivación, pues si bien las consideró y determinó que las valoraba, al
establecer los hechos indicó que éstos estaban debidamente probados por
dichas probanzas, pero sin indicar la respectiva motivación a dicha tarea.
A juicio de la Sala, lo antes señalado no puede considerarse motivación
suficiente para fundamentar la decisión recurrida, dado que, de una parte,
desde la muy limitada óptica que se le observa, no se expone razón alguna que
haga entender y comprender en qué sentido fueron supuestamente valoradas las
pruebas, y que fue lo que estas aportaron al proceso. No se sabe que fue lo que
supuestamente se probó.

De igual forma, la Sala se permite advertir que en el proceso de formación del
fallo, el juez debe determinar los hechos controvertidos, examinar las pruebas y
fijar los hechos demostrados, para luego aplicar el derecho a los hechos
concretos y así resolver la controversia. En esta labor preliminar de valoración
de las pruebas y establecimiento de los hechos, el juez realiza una serie de
conclusiones jurídicas previas, que deben contener su debida motivación de
hecho y de derecho. Luego de esta labor de fijación de los hechos demostrados
en el caso concreto, el juez deberá construir la regla general aplicable a esos
hechos, mediante la interpretación del derecho. Esas normas, preceptos o
principios jurídicos y su aplicación en el caso concreto para resolver la
controversia, constituyen los motivos de derecho de la decisión. (Cfr. Decisiones
de esta Sala Nos. RC-149 del 30-3-2009. Exp. N° 2008-662, y RC-755 del 14-
12-2009. Exp. N° 2009-447).
Esta omisión por parte de la recurrida impide ejercer el control sobre la
legalidad del fallo, por lo cual esta Sala considera que el mismo se encuentra
inficionado del vicio de inmotivación previsto en el ordinal 4° del artículo 243
del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.
Ahora bien por otra parte no menos importante, esta Sala observa lo
siguiente:
De la lectura del fallo recurrido se desprende también, la comisión del vicio de
inmotivación por contradicción entre los motivos y el dispositivo, pues de la
narrativa del fallo se observa:
“Ahora bien, en cuanto al segundo supuesto de incongruencia como sería la
omisión de pronunciamiento sobre algo peticionado por las partes, la sociedad
accionante manifestó que no se había resuelto su solicitud de declaratoria de
confesión ficta expuesta en su escrito de informes de primera instancia, con
relación a lo cual, se verifica de la lectura de la sentencia apelada, que luego de

33
haberse pronunciado negativamente sobre las defensas de fondo propuestas por
la demandada en la presente causa, se analizó la existencia del siniestro y de los
daños causados como se refirió con anterioridad, concluyéndose finalmente en
la declaratoria sin lugar de la demanda con base a la falta de demostración de
tales daños, lo que palmariamente determina que en efecto el Juez a-quo omitió
total pronunciamiento sobre la petición de declaratoria de confesión ficta, la
cual de ser procedente resultaría determinante en la decisión a ser proferida,
ameritando su correspondiente análisis y resolución.
Lo anterior despeja de dudas a este Jurisdicente Superior para considerar que
la sentencia dictada por el Juzgado a-quo adolece del vicio de inmotivación
por incongruencia negativa, el cual se colige del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil en su ordinal 5°, por lo que consecuencialmente, resulta
acertado en derecho el deber estimar el alegato in examine, y por ende,
declarar la NULIDAD del fallo recurrido de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 244 del Código de Procedimiento Civil, procediendo este Tribunal
de Alzada en uso de sus facultades jurisdiccionales, a descender al
conocimiento del fondo del asunto debatido, en atención a lo normado por el
artículo 209 del Código de Procedimiento Civil. Y ASÍ SE DECLARA.” (Las
negrillas son de la sentencia transcrita)…”.

PEDRO:
5.- Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la
instancia:
Tiene por finalidad asegurar el efectivo cumplimiento del principio dispositivo
contenido en el Articulo 12 del Código de Procedimiento Civil, que implica el deber del
Juez de atenerse a lo alegado y probado en autos, sin poder sacar elementos de convicción
fuera de estos, ni suplir excepciones o argumentos de hechos no alegados ni probados.
Así mismo, su violación puede llevar a incurrir en el vicio de Incongruencia, el cual se
configura cuando existe disconformidad formal entre le problema judicial planteado por las
partes del proceso, de un lado y lo decidido por el tribunal de mérito, del otro lado.
El Profesor Humberto Cuenca16, expresa que:

“… la incongruencia en un error de concordancia lógica jurídica entre la


pretensión y la sentencia que nuestro ordenamiento impone al exigir esta que
sea dictada con arreglo a las acciones deducidas y las excepciones o defensas
opuestas”.

Existen Dos Reglas fundamentales de Congruencia:

16
Humberto Cuenca
34
1.- RESOLVER SOLO LO PEDIDO.
2.- RESOLVER TODO LO PEDIDO.
Incongruencia Positiva: cuando el juez resuelve lo no pedido.
Incongruencia Negativa: es cuando el juez no resuelve lo pedido.
Incongruencia Mixta: es cuando el fallo contiene algo distinto de lo pedido por las
partes.
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil17, en cuanto a este requisito
precisó que:

“Alega el recurrente que el ad quem incurrió en incongruencia positiva en


razón de que resolvió sobre asuntos no planteados en el debate judicial, vale
decir, otorgó a la demandada cuestiones no reclamadas por ella y, en
consecuencia, se pronunció respecto a puntos distintos a los que integraron
thema decidendum.
Se considera conveniente, ratificar el criterio sostenido y ratificado por esta
Máxima Jurisdicción respecto al requisito de exhaustividad que deben exhibir
las decisiones judiciales a efectos de que ellas puedan cumplir con las
condiciones de ser expresas, positivas y precisas, preceptuadas como
requerimientos de orden público en el ordenamiento adjetivo vigente, así en
sentencia nº 131 de 26 de abril de 2000, juicio Víctor José Colina Arenas contra
Raúl Aldemar Salas Rodríguez, expediente N° 99-097, con ponencia del
Magistrado que con tal carácter suscribe ésta, la Sala señaló:
“...La doctrina explica que “Ultrapetita es el vicio de la sentencia que consiste
en haber declarado el derecho de las partes más allá de lo que ha sido objeto de
la pretensión o litigio” (Couture. Vocabulario Jurídico). La Expresión viene del
latín “ultrapetita”, que significa “más allá de lo pedido”.
En nuestro derecho no se define la ultrapetita, pero la pacífica y constante
doctrina de la Sala ha precisado el concepto, que consiste en que el juez en el
dispositivo de la sentencia o en el considerando de una decisión de fondo se
pronuncie sobre cosa no demandada o concede más de lo pedido, ya que el
órgano jurisdiccional tiene que limitarse a decidir el problema judicial
sometido a su conocimiento conforme a la demanda y la defensa, no pudiendo
excederse o modificar los términos en que los propios litigantes la han
planteado.
Este Alto Tribunal desde la sentencia del 30-4-28, precisó el concepto en
nuestro derecho y es el que ha seguido invariablemente la Sala hasta la fecha.
En esta oportunidad la Sala expresó que la ultrapetita “es aquel
pronunciamiento judicial que concede más de lo pedido o que se pronuncia
sobre cosa no demandada”. (M. de 1936. p. 387. Leopoldo Márquez Añez.
Motivos y Efectos del Recurso de Forma en la Casación Venezolana. Pág. 81).
En consecuencia, los jueces no deben incurrir en ultrapetita, que viene a ser una
manifestación particular del principio general de la congruencia de la sentencia

17
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 335, de fecha 27 de Abril del Año 2.004. Exp. Nº 03-581.
Magistrado Ponente: Carlos Oberto Vélez.

35
con la pretensión del actor y la defensa. También es importante destacar que
este vicio solo puede cometerse en el dispositivo de la sentencia, ya que se
encuentra en la parte final del fallo o en un considerando que contenga una
decisión de fondo...”.
[...]
Ahora bien, fijado de la manera transcrita los términos en que se contestó la
demanda, la Sala observa de la transcripción ut supra realizado de la
recurrida, que el ad quem, sin que mediara pedimento alguno en tal sentido por
parte de la demandada, decidió ordenar se le pagara a ésta una cantidad de
dinero, además indexada como una compensación por haber poseído de buena
fe y cuidado del inmueble objeto de reivindicación y, aun cuando declaró con
lugar la demanda, por vía de consecuencia, condicionó la entrega de dicho
inmueble a los actores, hasta tanto no se cancele a la demandada aquella suma
de dinero, por asistirle a éstas últimas un supuesto derecho de retención del
inmueble, se repite, no alegado por la demandada.
Con la conducta asumida, efectivamente la alzada se excedió en lo peticionado
por la demandada, ya que suplió defensas no alegadas por esta, vale decir,
desorbitó el thema decidendum.
En consecuencia, por aplicación de las consideraciones anteriores y la doctrina
casacionista transcrita, la Sala encuentra que la sentencia impugnada infringe
el ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil y, por vía de
consecuencia, deberá declararse procedente la denuncia que se estudia, tal
como se hará de manera expresa, positiva y precisa en la dispositiva del
presente fallo. Así se decide…”.

A este respecto hay que precisar, que no hay incongruencia cuando el Juez aplica el
Derecho, ello sobre la base del Principio Iura Novit Curia, tal y como lo ha sostenido la
Sala Civil18:

“Considera la Sala, que de la transcripción que hace el formalizante del fallo


recurrido, no se dan las condiciones fácticas para que se pueda detectar el vicio
acusado.-
En efecto, se puede decir que la cuestión de hecho corresponde a las partes y la
cuestión de derecho, su calificación y declaración, corresponde a los jueces.-
Es éste el principio que se encuentra en la máxima “IURA NOVIT CURIA (el
juez conoce la ley) y asi la Sala tradicionalmente en doctrina constante y
pacífica a través de su larga existencia ha dicho: “....Conforme al principio
admitido IURA NOVIT CURIA, los jueces pueden sin suplir hechos no alegados
por las partes, elaborar argumentos de derecho para fundamentar su decisión,
pues a ello se contrae su deber: Aplicar el derecho alegado o no por las partes
a los hechos que si deben ser siempre alegados por éstas.
Por tanto no hay incongruencia en ningún sentido cuando en la decisión el Juez
presenta la cuestión de derecho en forma distinta a como la presentaron las
partes cambiando las calificaciones que estos hayan dado o adicionando
apreciaciones o argumentos legales que son productos de su enfoque jurídico.
18
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 90, de fecha 13 de Marzo del Año 2.003. Exp. Nº 01-468.
Magistrado Ponente: Carlos Oberto Vélez.

36
Consecuente con estos principios doctrinarios la Sala ratificando su doctrina
constante y pacífica en sentencia de fecha 17-2-2000, Exp. Nº. 96-789,
Sentencia Nº. 02 en el caso de Robert Watkin Molko, contra Humberto
Quintero, que:
“...Respecto de lo expresado en el fallo, esta Sala ha indicado que: ‘...conforme
al principio admitido ‘iura novit curia’ los jueces pueden, ‘si no suplir hechos
no alegados por las partes’, sí elaborar argumentos de derecho para
fundamentar la decisión, pues a ello se contrae su deber jurisdiccional...’. Con
relación a la soberanía del juez respecto de la calificación jurídica,
necesariamente la subsunción se debe efectuar de los hechos alegados por las
partes a la norma. Según Chiovenda, lo que la regla prohíbe es la sustitución de
hechos constitutivos, tales que individualicen una nueva acción o una nueva
excepción a aquellos que se hacen valer por las partes, porque tanto la acción
como la excepción, se individualizan por el hecho y no por la norma. Por
consiguiente, si un mismo hecho cae bajo diversas normas, el cambio del punto
de vista jurídico está permitido al juez, pero los hechos deben haber sido
correctamente alegados....” (Sentencia de 04-10-93, ratificada el 12-08-99)....”.

La absolución de la instancia, se produce cuando el Juez, fundado en que las Pruebas


no suministran toda la convicción para decidir sobre la pretensión, deja en suspenso la
suerte del litigio, dando por quite o libre al demandado, con la posibilidad de que sea
replanteada la misma litis, con nuevos elementos probatorios aportados por el actor.
Hay absolución de la instancia cuando la Sentencia deja en suspenso el Juicio so
pretexto de no ser suficiente el mérito de autos para resolver o condenar, o cuando da por
terminada la instancia por falta de elementos para decidir.

ANTONIO:
6.- La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión:
Es criterio doctrinario que en esta materia es imperativo que la determinación aparezca
directamente del fallo y no por referencia a otro documento o recaudo fuera del fallo,
porque la sentencia debe bastarse a sí misma, y contener en sí todos los requisitos,
menciones y circunstancias que la Ley exige, sin que sea preciso acudir a otros elementos
extraños para completarla o hacerla inteligible.
Así, por ejemplo, no llena la sentencia esta exigencia de la ley, cuando, en materia
interdictal, no se determina en el fallo la cosa cuya restitución se ordena, sino que la
sentencia se remite a la querella; o cuando en materia de reivindicación, no se determina la
extensión de terreno que se ordene entregar, por sus medidas y linderos, ni cuando se
condena a pagar intereses, sin determinar el quantum de la condenatoria, ni ordenar su

37
determinación por una experticia complementaria del fallo, conforme al Artículo 249 del
Código de Procedimiento Civil.
Es cuando el fallo no determina la cosa u objeto sobre el que recaiga la decisión, esta
sería inejecutable.
El vicio de indeterminación se produce cuando el juez omite nombrar la cosa sobre la
que recae la decisión e identificarla. De acuerdo al Ordinal 6º del Artículo 243 del Código
Procesal Civil, este es un requisito esencial de la sentencia y su omisión conlleva a la
nulidad del fallo. Tanto la Sala de Casación Civil como la Sala de Casación Social se ha
venido aplicando el criterio del principio de la unidad procesal del fallo, que no es más que
la sentencia forma un todo indivisible de modo que todas las partes que integran su
estructura tradicional (narrativa, motiva y dispositiva) se encuentran vinculadas por lo que
se ha llamado un enlace lógico.
Al respecto el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación Civil19, Sentenció:

“Ha sido criterio de la Sala en su constate y pacífica doctrina, que las


disposiciones del Código de Procedimiento Civil, son de estricto público y que
su infracción trae como consecuencia la nulidad del fallo recurrido.-
Antes durante la vigencia del Código de Procedimiento Civil de 1916, existía
una disposición legal, el artículo 435, en su último aparte el cual decía: “...Si en
el examen del asunto la Corte encontrare que se ha quebrantado alguna
disposición legal expresa o aplicado falsamente alguna Ley, sin que tales
infracciones se hayan alegado, lo advertirá a los jueces sentenciadores para
conservar la integridad de la legislación y la uniformidad de la jurisprudencia.”
Esta era la “Casación en interés de la Ley”, como lo llamó la doctrina. Con la
reforma del Código Vigente de 1986, esta disposición legal fue sustituida por la
llamada casación de oficio que se encuentra en el artículo 230.-
El ordinal 6º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, dice asi:
Toda sentencia debe contener:
6º La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión.
Como se puede apreciar, existe una disparidad en el dispositivo de la sentencia
con respecto al lindero Sur, pues mientras en el libelo se identifica dicho lindero
con terrenos municipales y asi lo expresa el fallo en sus considerándos, en el
dispositivo de la sentencia recurrida, se dice que el inmueble a reivindicar linda
por el Sur, con el callejón uno, lo que a juicio de la Sala deja sin identificación
verdadera el inmueble sobre el que se trabó ejecución.
Explica la doctrina que:
Si la sentencia dejase de designar las personas entre quienes se siguió el pleito y
respecto de quienes ha de surtir sus efectos, favorables o adversos, o no
determinase con toda precisión y exactitud la cosa sobre la cual verse su

19
Tribunal Supremo de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia Nº 282, de fecha 6 de Junio del Año 2.002. Exp. Nº 00-491.
Magistrado Ponente: Carlos Oberto Vélez.

38
dispositivo, por sus caracteres peculiares y específicos si fuere mueble; o por su
denominación, situación y linderos si fuere inmueble, o por su condición, causas
y constancia si se tratare de un derecho puramente incorporal, la decisión sería
ilusoria, porque no constituiría título ni a favor ni en contra de nadie y
carecería de materia sobre qué trabar ejecución: sería la nada....” (Dr. R.
Marcano Rodríguez. Apuntaciones Analíticas. Tomo III. Pág. 25).-
La doctrina de la Sala ha sido constante y pacífica, en relación con la
determinación objetiva y al efecto en sentencia de fecha 19-7-2000, Exp. Nº. 99-
941, Sentencia Nº. 238 en el caso de Isabel Mendoza contra Roberto Pulido
Mendoza y Otra, se expresa:
Dispone el artículo 243, ordinal 6º, del Código de Procedimiento Civil, que toda
sentencia debe contener la determinación de la cosa u objeto sobre el que
recaiga la decisión. El incumplimiento de este requisito constituye el vicio de
indeterminación objetiva.
Este requerimiento legal tiene estrecha relación con dos principios esenciales
del proceso: la autosuficiencia y la unidad procesal del fallo; conforme al
primero, la sentencia debe bastarse a sí misma, sin que la prueba de su
legalidad dependa de otros elementos extraños que la complementen o
perfeccionen. Por esta razón, se exige mencionar en la sentencia el objeto sobre
el que recae la decisión, para así cumplir la necesidad de precisar los límites
objetivos de la controversia, a fin de conocer y facilitar la recta ejecución de la
sentencia. De acuerdo con el segundo, el fallo en todas sus partes: narrativa,
motiva y decisoria, constituye un todo indisoluble vinculado por enlaces de
necesaria lógica, por lo que el requisito de determinación objetiva se encuentra
cumplido no sólo en el dispositivo de la sentencia, sino en cualquier parte de la
misma.
Concluye, pues, la Sala que la determinación del objeto debe aparecer
directamente en el fallo y no por referencia a otro documento o recaudo fuera
de éste, porque la sentencia debe bastarse a sí misma y contener en sí todos los
requisitos y menciones que la ley exige, sin acudir a elementos extraños que la
complementen o la hagan inteligible.
De acuerdo con lo anterior, y partiendo del principio de la unidad procesal del
fallo, conforme al cual la sentencia forma un todo indivisible, de modo que
todas las partes que conforman su estructura tradicional (narrativa, motiva y
dispositiva), se encuentran vinculadas por lo que se le llama “un enlace
lógico”, esta Sala concluye que en los casos en que en la parte dispositiva,
motiva o narrativa no se identifique la cosa sobre la cual recae la decisión o
cuando su determinación depende de otros elementos extraños documentos o
instrumentos, se configurará el vicio de indeterminación objetiva.
En el caso de especie, a pesar que tanto en el libelo de la demanda como en
sentencia recurrida se identifican los linderos del inmueble objeto de la acción
correctamente, en el dispositivo como ha quedado transcrito, en la recurrida se
hace lindar dicho inmueble por el sur con el callejón uno (1), cuando había
afirmado que el inmueble linda por el sur con terrenos municipales como dice el
libelo y el documento público acompañado.
Con esta equivocación de la recurrida deja, sin identificación efectiva el bien
inmueble objeto de la acción, lo que dificulta su ejecución, ya que el ejecutor
tendrá que hurgar en las actas del expediente para ubicar de qué inmueble se
trata, e identificarlo. Esta manera de sentenciar la Sala en otras oportunidades
lo ha censurado, por carecer el fallo de la determinación de la cosa u objeto de
la decisión.

39
En consecuencia en criterio de la Sala, en el presente caso se dan las
condiciones fácticas para que se considere que la recurrida contiene el vicio de
indeterminación objetiva, y por cuanto este error no fue denunciado por el
recurrente, siendo un vicio de orden público, la Sala en el dispositivo de esta
sentencia declara de oficio la casación del fallo recurrido conforme a lo
establecido en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil. Asi se
decide…”.

2.- Requisitos Extrínsecos de la Sentencia:


Son aquellas exigencias de forma que se refieren a la Sentencia como expresión
externa de la voluntad del órgano jurisdiccional, sin las cuales no adquiere existencia ni
autonomía la sentencia en el mundo jurídico.
Son aquellos que están referidos a la sentencia como documento.
Los requisitos extrínsecos están referidos a los diversos momentos que integran el iter
lógico que conduce a la exteriorización de la voluntad: la deliberación, la documentación y
la publicación.
Deliberación: Este momento es netamente secreto. Tiene mayor trascendencia cuando
se trata de un Tribunal Colegiado, pues si el órgano es unipersonal, el proceso de
deliberación permanece íntimo, reservado a su conciencia, mientras que si el órgano es
colegiado, la deliberación implica discusión y votación del parecer de los integrantes del
Tribunal, pero también en este caso la deliberación es secreta (Artículo 24 de CPC); pues
los distintos pareceres se conocerán al momento de la documentación; en el cual se les
permite a los miembros hayan disentido respecto del dispositivo, salvar su voto, el cual se
extenderá a continuación de la sentencia, firmada por todos (Artículo 246).
Documentación: es la redacción por escrito de la sentencia y la atestación de su fecha
y la firma de los miembros del tribunal (sin incluir al alguacil). Es la aplicación del
principio de Escritura, Artículos 25 y 246 del C.P.C.
Publicación: Es el Acto final del proceso de exteriorización de la sentencia, y que
implica agregarla al expediente haciendo constar el día y la hora (art. 247 C.P.C.),
registrarla en el libro diario (art. 113 C.P.C.); la publicación se requiere para que la
sentencia adquiera eficacia en el mundo jurídico. Antes de publicación, el fallo se mantiene
privado y no comienzan a correr los lapsos que concede la ley para pedir aclaratoria o
ampliaciones, o para interponer los recursos de apelación o casación.

40
Finalmente, la sentencia se pronuncia en nombre de le República y por Autoridad de la
ley. (Art. 242. C.P.C.).
Hay que precisar que los Requisitos de Forma de la Sentencia no tienen todos las
mismas significación ni finalidad, pues mientras los intrínsecos se refieren al contenido
técnico de la sentencia y persiguen la finalidad de que ésta se corresponda con la
pretensión que es objeto del proceso; en cambio los requisitos extrínsecos se refieren a la
sentencia como documento o expresión externa de la voluntad del órgano jurisdiccional,
con la finalidad de que adquiera existencia y autonomía en el mundo jurídico.
Por ello deben distinguirse los vicios de la Sentencia en dos grandes categoría:
Los derivados de las inobservancias de los requisitos intrínsecos, que producen la
Nulidad de la Sentencia.
Los derivados de las inobservancias de los requisitos extrínsecos, que producen la
Inexistencia de la Sentencia.
Ambas categorías de Vicios de la Sentencia corresponden a defectos en la actividad del
Juez (Errores in Procedendo), que consisten simplemente en la inejecución por parte del
Juez, de una norma procesal que se dirige a él para ordenarle cierta conducta, ejemplo
decidir con arreglo a la acción deducida y la defensa opuesta, motivar el fallo, nombrar la
persona condenada o absuelta, concurrir al pronunciamiento del fallo, firmar la sentencia,
etc., cuya inobservancia hace nula o inexistente la sentencia; a diferencia de los errores en
que pueda incurrir el juez al juzgar el mérito de la causa, ya en la quaestio iuris, por
ignorancia del derecho, infracción de la ley expresa o cualquier razón, ya en la quaestio
facti, por no conocer bien los hecho, no haber valorado correctamente la prueba, haber
omitido la consideración de otras, entre otros. (Errores in iudicando), los cuales conducen a
una sentencia injusta, por la errónea declaración que contiene acerca de la procedencia o
improcedencia de la pretensión examinada.
La nulidad y la inexistencia se refieren, pues, la sentencia como actividad; la injusticia,
a la sentencia como juicio.
Los vicios de la sentencia como consecuencia de defectos de forma extrínsecos e
intrínsecos (errores in procedendo):

41
Inexistencia:
El vicio de la inexistencia consiste en la omisión, por parte del órgano jurisdiccional,
de requisitos extrínsecos de forma de la sentencia, sin los cuales ésta no adquiere existencia
y autonomía en el mundo jurídico.
- Es inexistente la sentencia a cuyo pronunciamiento no han concurrido todos los
jueces llamados por la ley a pronunciarla (Tribunal Colegiado).
- Es inexistente la sentencia a cuyo pronunciamiento no han concurrido el juez llamado
por la ley a pronunciarla (Tribunal Unipersonal).
- También hay Inexistencia cuando es suscrita la sentencia por el secretario, el alguacil,
o por el Juez que ha quedado excluido del conocimiento de la causa por falta de
competencia subjetiva (inhibición-Recusación).
En ambos casos, estaríamos en presencia de una NO SENTENCIA (INEXISTENCIA),
por no haber sido pronunciada por el órgano jurisdiccional.
Nulidad:
El vicio de nulidad de la sentencia se produce la omisión por parte del órgano
jurisdiccional de los requisitos intrínsecos de forma de la sentencia, sin los cuales esta no es
congruente con la pretensión que es objeto del proceso.
Diferencia entre Nulidad e Inexistencia de la Sentencia:
El Incumplimiento de los Requisitos Intrínsecos de la Sentencia (Artículo 243 del
CPC), así como los vicios de Ultrapetita, de Condicionalidad, Contradictoria, Absolución
de Instancia (Artículo 244 del CPC), conduce a la Nulidad de la misma, lo cual debe
hacerse valer a través de los medios de impugnación: Apelación y Casación.
El Incumplimiento de los Requisitos Extrínsecos de la Sentencia (Artículo 246 del
CPC), que se refieren a la expresión externa de la voluntad del Órgano Jurisdiccional así
como los vicios de Ultrapetita, de Condicionalidad, Contradictoria, genera la no autonomía
e Inexistencia de la Sentencia en el mundo jurídico; lo cual no requiere que tal situación
sea impugnada a través de los Recursos, pues sobre la base del Artículo 346 en comento:
“… No se considerará como sentencia ni se ejecutará, la decisión a cuyo pronunciamiento
aparezca que no han concurrido todos los jueces llamados por la ley, ni la que no esté
firmada por todos ellos”; por lo que se puede concluir que la Sentencia que no cumpla con

42
los requisitos extrínsecos simplemente se constata sin necesidad de que contra ella se ejerza
recurso alguno.

A este respecto los Artículos 244, 245, 246 y 247 del Código de Procedimiento Civil
tipifican:

“Artículo 244.- Será nula la sentencia: por faltar las determinaciones


indicadas en el artículo anterior; por haber absuelto de la instancia; por
resultar la sentencia de tal modo contradictoria, que no pueda ejecutarse
o no aparezca que sea lo decidido; y cuando sea condicional, o contenga
ultrapetita”.

“Artículo 245.- Salvo lo dispuesto en el artículo 209, la sentencia podrá


limitarse a ordenar la reposición de la causa, por algún motivo legal, al
estado que en la propia sentencia se determine”.

“Artículo 246.- La sentencia expresará la fecha en que se haya


pronunciado y se firmará por los miembros del Tribunal, pero los que
hayan disentido respecto de lo dispositivo, podrán salvar su voto, el cual
se extenderá a continuación de la sentencia, firmada por todos.
No se considerará como sentencia ni se ejecutará, la decisión a cuyo
pronunciamiento aparezca que no han concurrido todos los jueces
llamados por la ley, ni la que no esté firmada por todos ellos”.

“Artículo 247.- Las sentencias definitivas se publicarán agregándose al


expediente, en el cual se pondrá constancia del día y la hora en que se
haya hecho la publicación”.

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