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LACLAU, Ernesto: La razón populista. Buenos Aires, FCE, 2005, pp. 9-12; 91-161.

Prefacio.

-Tema: lógica de formación de identidades colectivas. Enfoque: postestructuralistas y postindividualistas. Método:


división del grupo en demandas; unidad del grupo = resultado de articulación de demandas; demanda = reclamo a
determinado ordene establecido: “Como ese orden no puede absorber totalmente la demanda, no consigue constituirse a
sí mismo como una totalidad coherente” (Laclau, 2005: 9) = lógica de la diferencia y lógica de la equivalencia.
Centralidad de la nominación en la constitución de la unidad de formación. Centralidad del afecto en la constitución
social.
-Discusión sobre populismo: desestimación = desestimación de la política + afirmación de la gestión de asuntos
comunitarias como poder administrativo (fuente de legitimidad = conocimiento de la buena comunidad) = discurso de la
filosofía política desde Platón. El referente del populismo se vuelve borroso = “el populismo no tiene ninguna unidad
referencial porque no está atribuido a un fenómeno delimitable, sino a una lógica social cuyos efectos atraviesan una
variedad de fenómenos. El populismo es, simplemente, un modo de constituir lo político” (Laclau, 2005: 11).

Parte II: La construcción del pueblo

Capítulo 4: El pueblo y la producción discursiva del vacío.

Algunos atisbos ontológicos.

-Presupuestos peyorativos del populismo: 1) vaguedad e indeterminación; a) en el público al que se dirige + discurso; b)
postulados políticos; 2) mera retórica. Afirmaciones de Laclau: 1) vaguedad e indeterminación = NO son defectos de un
discurso sobre la realidad social; 2) retórica = no es epifenoménica: toda estructura conceptual se cohesiona recurriendo a la
retórica. Populismo = vía real de comprensión de la constitución ontológica de lo político como tal.
-Supuestos ontológicos generales = conjuntos de categorías:

 Discurso = complejo de elementos (no solo del habla y la escritura) de relaciones constitutivo de la objetividad.
Lenguaje = elemento significativo = no existen términos positivos sino solo diferencias = acción (una acción es lo
que es mediante sus diferencias con otras acciones posibles y otros elementos significativos); tipos de relación:
combinación + sustitución. “En nuestra perspectiva, no existe un más allá del juego de las diferencias, ningún
fundamento que privilegio a priori algunos elementos del todo por encima de los otros” (Laclau, 2005: 93).
 Significantes vacíos y hegemonía. 1. Conjunto = diferencial; totalidad = debe estar presente en cada acto individual
de significación como tal. 2. Aprehensión conceptual de la totalidad = aprehensión de límites = distinción de algo
diferente de sí misma. 3. Posibilidad de tener un exterior = resultado de una exclusión = la totalidad expela de sí
misma a fin de constituirse (una sociedad alcanza un sentido de cohesión propia a partir de la demonización de un
sector de la población). Elemento excluido = todas las otras diferencias son equivalentes entre sí; “toda identidad es
construida dentro de esta tensión entre la lógica de la diferencia y la lógica de la equivalencia” (Laclau, 2005: 94). 4.
Totalidad fallida = constitución de un objeto imposible y necesario. 5. Inexistencia de medios conceptuales de
aprehensión total del objeto: “existe la posibilidad de que una diferencia, sin dejar de ser particular, asuma la
representación de una totalidad inconmensurable” (Laclau, 2005: 95) = Hegemonía = operación mediante la cual
una particularidad asume una significación universal; identidad hegemónica = significante vacío.
 Retórica = sustitución de un término literal por un término figurativo. Significante vacío = necesidad de nombrar un
objeto imposible y necesario = operación hegemónica = catacrética (un término figurativo no puede ser sustituido
por otro literal) = construcción política del pueblo.

Demandas e identidades populares.

-Unidad de análisis más pequeña: demanda social = petición – reclamo. Ejemplo de origen de demandas aisladas y proceso
de articulación: migrantes agrarios asentadas en villas miserias = demanda de vivienda digna + otras demandas (extensión de
demandas de otros sectores sociales); relación equivalencial de demandas = acumulación de demandas insatisfechas +
incapacidad institucional de absorción de demandas de forma diferencia; resultado = abismo de separación entre el sistema
institucional y la población = dicotomización del espectro político mediante surgimiento de cadena equivalencial de
demandas insatisfechas = transición de la petición al reclamo de demandas. Demanda democrática = demanda que
permanece aislada. Demanda popular = pluralidad de demandas articuladas de forma equivalencial que constituyen una
subjetividad social más amplia = pueblo como actor histórico potencial = estado embrionario = configuración populista.1
-Precondiciones o dimensiones estructurales del populismo:

1) Formación de frontera interna (dicotomización) antagónica entre pueblo y poder; división de la sociedad en dos
campos (antagonismo);
2) Articulación equivalencial de demandas (transición de peticiones a reclamos de demandas que se extienden hacia
otros sectores sociales) que originan el pueblo;
3) Unificación de demandas equivalenciales (de solidaridad social) en un sistema estable de significación (posible
solo cuando la movilización política alcanza un nivel alto); construcción de identidad popular que es algo más que
la suma de lazos equivalenciales.

Aventuras de equivalencias.

-Dos formas de construcción de lo social: 1) afirmación de la particularidad: particularismo de demandas = lógica


diferencial; 2) claudicación parcial de la particularidad: equivalencia de demandas = lógica equivalencial; trazado de
frontera antagónica. El populismo, entonces, supone la expansión de la lógica de la equivalencia a expensas de la lógica de
la diferencia, pero, en efecto, estas lógicas no constituyen una relación de mutua exclusión.
-Totalización discursiva. No hay totalización (unificación o construcción del “pueblo”) sin exclusión; la exclusión presupone
la división entre la lógica diferencial y la lógica equivalencial. La operación hegemónica crea una totalización parcial que no
elimina dicha escisión, por lo que la diferencia y la equivalencia deben reflejarse entre sí. La diferencia y la equivalencia
constituyen una relación de tensión siempre latente: “la equivalencia y la diferencia son finalmente incompatibles entre sí;
sin embargo, se necesitan la una a la otra como condiciones necesarias para la construcción de lo social. Lo social no es otra
cosa que el locus de esta tensión insoluble” (Laclau, 2005: 107).
-Tensión entre diferencia y equivalencia en el populismo. Toda identidad social (discursiva) es constituida a partir de la
coincidencia entre la diferencia y la equivalencia (combinación y sustitución lingüísticas). La totalización requiere que la
diferencia asuma la representación de una totalidad necesaria e imposible: “Así, una determinada identidad procedente del
campo total de las diferencias encarna esta función totalizadora” (Laclau, 2005: 107) = el populismo privilegia el momento
equivalencial = establecimiento del horizonte de lo social. Diferencia entre totalización populista e institucionalista = la
lógica equivalencial del populismo crea una frontera antagónica que divide la sociedad en dos campos: pueblo =
componente parcial aspirante a ser concebido como única totalidad legítima; pueblo del populismo = que los menos
privilegiados (plebs) reclamen ser el cuerpo de todos los ciudadanos (populus) = parcialidad que quiera funcionar como la
totalidad de la comunidad; hay una parte que se identifica con el todo. Transición de demandas democráticas (incorporadas
a una formación hegemónica en expansión) a demandas populares (representan un desafío a la formación hegemónica como
tal).

Hasta el momento, sabemos que el populismo requiere la división dicotómica de la sociedad en dos campos-uno que
se presenta a sí mismo como parte que reclama ser el todo-, que esa dicotomía implica la división antagónica del
campo social, y que el campo popular presupone, como condición de su constitución, la construcción de una identidad
global a partir de la equivalencia de una pluralidad de demandas sociales. (Laclau, 2005: 110).

Antagonismo, diferencia y representación.

-Noción de frontera antagónica: concepción de la sociedad como dos campos irreductibles estructurados alrededor de dos
cadenas equivalenciales incompatibles. Así como el dictum lacaniano reza que “la relación sexual no existe”, lo mismo
ocurre con el antagonismo: “el momento estricto del corte –el momento antagónico en cuanto tal- escapa a la aprehensión
conceptual” (Laclau, 2005: 111) = “Entre la forma en que la gente ‘vive’ sus relaciones antagónicas y el ‘verdadero
significado’ de estas últimas habría una brecha insalvable. Por este motivo, la ‘contradicción’ en su sentido dialéctico es
totalmente incapaz de capturar lo que está en juego en un antagonismo social” (Laclau, 2005: 112).
-Noción de antagonismo constitutivo [de la política] (frontera radical) = necesidad de espacio fracturado. Dimensiones de
la fractura. La frustración de demandas sociales posibilita el pasaje de demandas democráticas diferenciales (aisladas) a

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Las demandas surgen, aisladas al comienzo, en diferentes puntos del orden social [ demandas democráticas]; la transición
hacia una subjetividad popular consiste en el establecimiento del vínculo equivalencial entre ellos [demandas populares].
demandas populares equivalenciales que generan un antagonismo social, creándose la noción de pueblo (subjetividad social
amplia).

 1ª dimensión = experiencia de una falta = brecha en la continuidad de la armonía social = ausencia de plenitud de
la comunidad; “la construcción del ‘pueblo’ va a ser el intento de dar un nombre a esa plenitud ausente” (Laclau,
2005: 113); no hay posibilidad de antagonismo, de frontera o de pueblo, si no hay una ruptura inicial de algo en el
orden social. Asimismo, no solo hay una experiencia de falta, sino que la falta surge ante demandas sociales
insatisfechas, por lo que se identifica un poder insensible a dar respuesta a dichas demandas.
 2ª dimensión = las demandas populares crean un nuevo marco diferencial (el marco vigente deja de contenerlas al
no atender las demandas sociales); identidad del enemigo = proceso de construcción política: “Puedo estar
relativamente seguro de quién es el enemigo cuando, en luchas limitadas, estoy luchando contra el concejo
municipal [etc.] (…). Pero una lucha popular implica la equivalencia entre todas esas luchas parciales, y en ese caso
el enemigo global a ser identificado pasa a ser mucho menos evidente” (Laclau, 2005: 114).

-Populismo = división de la sociedad en dos campos = presencia de significantes privilegiados = proceso de condensación
de la significación de todo un campo antagónico: oprimidos = pueblo, nación, mayoría silenciosa; enemigo = régimen,
oligarquía, grupos dominantes; doble aspecto del proceso de condensación: a) rol ontológico; b) contenido óntico del rol
ontológico; de la construcción discursiva de la división social; “entre el populismo de izquierda y el de derecha existe
una nebulosa tierra de nadie que puede ser cruzada –y ha sido cruzada- en muchas direcciones” (Laclau, 2005: 115).

 3ª dimensión: tensión entre diferencia y equivalencia. Absorción de demandas individuales dentro del sistema
dominante = disolución de vínculos equivalencias con otras demandas = disolución del pueblo: “el destino del
populismo está ligado estrictamente al destino de la frontera política: si esta última desaparece, el ‘pueblo’ como
actor histórico se desintegra” (Laclau, 2005: 117).

-El liberalismo representa la primacía de la lógica diferencial por sobre la lógica (ruptura) equivalencial, dado que “la
política se volvió menos una cuestión de confrontación entre dos bloques antagónicos y más una cuestión de negociación de
demandas diferenciales dentro de un Estado social en expansión” (Laclau, 2005: 121). La actuación de los sindicatos son un
claro ejemplo de ello: éstos conseguían mayor atención a sus demandas (diferenciales) mediante la negociación con el Estado
que en confrontación con él.

Estructuración interna del “pueblo”.

-Construcción de la identidad popular. La noción populista de “pueblo” se constituye en el momento de cristalización de


una identidad discursiva ya no representa las demandas democráticas sino demandas populares, en tanto lazo social
equivalencial; construcción del pueblo = “cristalización de una cadena de equivalencias en la cual la instancia
cristalizadora pesa, en su autonomía, tanto como la cadena infraestructural de demandas que hizo posible su surgimiento”
(Laclau, 2005: 122).
-Como sostiene Ranciére (1996), el pueblo (demos) se apropia de un título de comunidad que es propiedad de todos los
ciudadanos: la libertad: “la plebs [los sin parte, los menos privilegiados, el partido de los pobres] se presenta a sí misma
[reclama] como la totalidad del populus [cuerpo total de ciudadanos]” (Laclau, 2005: 122) = aspiración de una parcialidad
a ser concebida como totalidad social: “el momento de ruptura antagónica es irreductible” (Laclau, 2005: 123).
-Mediante la construcción de vínculos de equivalencias, las demandas democráticas (individuales, diferenciales) se
transforman en demandas populares (equivalenciales). Pluralidad de vínculos – singularidad = mediante condensación de una
identidad popular: “No hay hegemonía sin la construcción de una identidad popular a partir de una pluralidad de
demandas democráticas” (Laclau, 2005: 124).
-Doble aspecto de la construcción de identidad popular: 1) división de la demanda cristalizadora de la identidad
popular: a) demanda particular; b) cadena de demandas equivalenciales; “Aunque continúa siendo una demanda particular,
pasa a ser también el significante de una universalidad más amplia que aquélla” (Laclau, 2005: 124); ejemplo: el “mercado”
después de 1989. Tensión = “cuanto más débil es una demanda, más depende para su formulación de su inscripción popular;
inversamente, cuanto más autónoma se vuelve discursiva e institucionalmente, más tenue será su dependencia de una
articulación equivalencial” (Laclau, 2005: 124-125); 2) producción social de significantes vacíos 2 = “Cualquier identidad

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Los significantes vacíos con aquellas construcciones (palabras, imágenes) que no pueden ser definidos en términos positivos,
es decir que no pueden ser aprehendidos conceptualmente, dado que son de naturaleza antagónica, conflictiva; son términos
fundados en el desacuerdo. Ejemplo: “justicia”.
popular requiere ser condensada, como sabemos, en torno a algunos significantes (palabras, imágenes) que se refieren a la
cadena equivalencial como totalidad” (Laclau, 2005: 125) = a mayor extensión de la cadena equivalencial, menos ligados van
a estar los significantes a sus demandas particulares originales; identidad popular = funciona como significante vacío: “la
identidad popular se vuelve cada vez más plena desde un punto de vista extensivo, ya que representa una cadena siempre
mayor de demandas; pero se vuelve intensivamente más pobre, porque debe despojarse de contenidos particulares a fin de
abarcar demandas sociales que son totalmente heterogéneas entre sí” (Laclau, 2005: 125).
-Carácter vacío de significantes en el populismo = expresión del hecho de que “toda unificación populista tiene lugar en un
terreno social radicalmente heterogéneo” (Laclau, 2005: 128) = “cuando estoy intentando constituir una identidad popular
más amplia y un enemigo más global mediante la articulación de demandas sectoriales, la identidad tanto de las fuerzas
populares como del enemigo se vuelve más difícil de determinar” (Laclau, 2005: 128) = el populismo, entonces, es vago e
impreciso, presupuestos que solo se inscriben en la naturaleza misma de la política.
-Centralidad del líder: las explicaciones que plantean una manipulación resulta inútiles porque solo explican la intención
subjetiva del líder, pero no explican el éxito de la pretendida manipulación, por lo que resulta importante preguntarse acerca
de la existencia en el vínculo equivalencial de algo que preanuncia la función del liderazgo. “(…) la unificación simbólica
del grupo en torno a una individualidad –y aquí estamos de acuerdo con Freud- es inherente a la formación de un pueblo”
(Laclau, 2005: 130); ejemplo: Nelson Mandela.

Nominación y afecto.

Populismo.

Apéndice: ¿por qué denominar “democráticas” a algunas demandas?

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