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Primer ensayo: comprender la comunicación

Reflexión: ¿Cómo contribuye la comunicación en la resolución de conflictos?

El conflicto es tan natural como cualquier otro intercambio rutinario y con frecuencia
las personas experimentan desacuerdos sobre muchas cuestiones. El disentimiento
también puede producir consecuencias positivas cuando la gente entiende las
formas de manejar sus diferencias y es transigente. Claramente la comunicación del
hombre primitivo limitaba el disentimiento.

Podemos definir el proceso de resolución constructiva de conflictos como aquel que

consiste en dotar a las partes de recursos comunicativos de calidad para que
puedan solucionar el conflicto. El hombre primitivo solo contaba con recurso de
comunicación muy limitados, tales como sonidos, señales, gruñidos, gestos, gritos,
etc., y a partir de esta limitación se generaban los conflictos.

La comunicación es sobre todo importante porque:

Una buena comunicación es una herramienta necesaria para llegar a la base de los
conflictos y encontrar soluciones satisfactorias para las partes.

En cambio, la mala comunicación puede ser en sí misma la causa de los conflictos.

La disputa, considerada como una de las etapas del conflicto, es un proceso de

comunicación.

Entonces, la comunicación puede:

Crear el conflicto, expresar el conflicto y transformar el conflicto.

Para iniciar, escuchar nos permitirá hacer un diagnóstico de la situación, el contexto,

los sentimientos y de más ingredientes a tener en cuenta. Para este proceso
debemos evitar prejuicios y distracciones. El hombre primitivo no escuchaba, solo
oía para reaccionar a una situación determinada, como una señal de afinidad o
peligro.

Escuchar sirve para crear empatía y comprender a las dos partes implicadas en un
conflicto, y para que ambas se entiendan entre sí. Se trata de dejar de lado el propio
punto de vista para “sintonizar” con el del interlocutor. Se utiliza para obtener más
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información, corroborando datos. Se hace preguntando, parafraseando, pidiendo

aclaraciones, acotando y contextualizando.

También es escucha pasiva, silencio interesado o expresiones verbales o gestuales

de aceptación y receptividad, mostrando interés; es comprender empáticamente,
poniéndose en el lugar del otro.

El que reconozcamos lo que el otro dice no conlleva que acordemos con ella, sino
que tenemos en cuenta su opinión, y demuestra respeto a la misma.

Es indispensable tener en cuenta la asertividad como criterio fundamental, esto es,

la capacidad de autofirmar los propios derechos, opiniones e intereses, respetando
los de los demás, tendiendo a resolver los problemas inmediatos y minimizando la
posibilidad de que surjan en el futuro; es la destreza que regula el manejo y
comunicación de los sentimientos, opiniones y puntos de vista de una persona en
relación con los demás.

Comportarse asertivamente significa:

Utilizar lenguaje no verbal adecuado, expresar firmeza en el mantenimiento de las

posiciones, respetar los derechos del otro, pactar, llegar a acuerdos, ser firme con el
tema y respetuoso con las personas, tomar decisiones propias, tener confianza en
uno mismo, hablar en primera persona, hacer y recibir críticas, empatizar con las
necesidades del otro aunque manteniendo las propias.

Hoy el desarrollo en la comunicación del hombre moderno nos brinda muchos

recursos y herramientas para abordar de manera exitosa la negociación de un
conflicto. Por ejemplo, podemos identificar y/o aplicar las estrategias de Kilmann y
Thomas; seguir directrices para la negociación, tales como las “Ocho
recomendaciones para una negociación basada en principios, las cuales incluyen
sugerencias concernientes a la negociación de posiciones, separar las personas de
los problemas, centrarse en los intereses más que en las posturas, inventar
opciones para la ganancia mutua, utilizar criterios objetivos para valorar situaciones,
desarrollar una posición de línea de fondo para resolver un antagonismo, lidiar con
la resistencia a la negociación y evitar jugadas sucias.

Jaime Antonio Valencia B. ID 443249