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INTRODUCCIÓN

El presente informe de sistematización de experiencias brinda información


sobre el Programa Proponte Más (PM) de USAID, que durante los años del
2016 al 2019 ejecutó actividades de prevención de violencia a distintos niveles
de riesgo, mediante un modelo basado en evidencias científicas (Medición de
los cambios antes y después de la intervención), para lo cual se utilizaron
estrategias de intervención adaptadas desde la teoría de sistemas familiares y
el uso de la estrategia de intervención basada en el lugar que según las
políticas de USAID es un enfoque comunitario que ayuda a fortalecer las
condiciones de la población intervenida de manera focalizada centrándose en
la población más necesitada, por ello PM centró su estrategia en regiones
específicas, para lo cual se seleccionaron cinco ciudades con los índices más
altos de violencia (Homicidios y violencia de maras y pandillas), las cuales
fueron Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, Tela y La Ceiba.

El uso de la estrategia basada en el lugar permitió que se atendieran las


poblaciones más afectadas por la violencia y que las intervenciones tengan un
impacto social, psicológico y comunitario integral para la comunidad logrando
un bienestar en los niños, las niñas, los jóvenes, las familias y la comunidad en
general, ya que la estrategia es intrínsecamente intersectorial, se integraron
diversas intervenciones con múltiples actores locales, municipales y actores
comunitarios (referencia a servicios comunitarios, consejería familiar, apoyo en
mesas municipales, intervención en la comunidad, apoyo en eventos
traumáticos, educación, capacitación profesional, entre otros).

La metodología de intervención de Proponte Más se centró en identificar y


abordar los jóvenes según sus distintos niveles y factores de riesgo, este
modelo de prevención de la delincuencia es psicosocial, situacional y
comunitario ya que se enfatizan diferentes factores de riesgo, y, por lo tanto,
mediante las distintas acciones que ejecutó PM se identificaron las condiciones
psicológicas y sociales que hacen a las personas vulnerables de ser víctimas o
victimarios de situaciones de violencia. Las intervenciones bajo este modelo
intentan mitigar los factores de riesgo generando mecanismos de protección
que permitan a las personas resistir y volverse resilientes a los
comportamientos delictivos y violentos, regenerando así el tejido social y en
este caso específico en el fortalecimiento del sistema familiar bajo la premisa
de que la familia es un gran aliado para prevenir que los jóvenes caigan en
asociación de grupos violentos.

Por ello este informe se centra en resaltar el trabajo realizado por todos los
profesionales que trabajaron en cada uno de los 5 resultados propuestos por el
programa y que fueron capacitados para trabajar en estrecha colaboración con
familias, líderes comunitarios, operadores de justicia, entre otros actores. El
principal objetivo del programa fue reducir el comportamiento de riesgo de los
jóvenes y fortalecer las relaciones que disminuyen los factores de riesgo y
fortalecer la resistencia a la asociación con maras y pandillas.

Así mismo abordaremos además el contexto social, el estado de la prevención


de la violencia en Honduras, el contexto Institucional de las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales en Honduras en relación al tema de
prevención de la violencia.

Además describiremos brevemente que es Proponte Más (PM), cual fue la


visión que tuvo USAID acerca del Programa, hablaremos del Modelo de
Prevención y objetivos del Programa mediante 5 resultados centrales a todo el
desarrollo programático, los cuales se desglosaron en diversas actividades
complementarias del programa, las cuales se encuentran enlazadas para
cumplir con los objetivos de desarrollo que USAID plantea en la Estrategia de
País de Cooperación para el Desarrollo 2015-2019, el cual es un documento
que rige las acciones a seguir por parte de USAID durante 5 años para los
distintos países donde tiene cooperación internacional.

Además presentaremos un análisis del impacto de la intervención desde el


punto de vista de los actores clave que vivieron la experiencia, mediante el cual
destacaremos las actividades innovadoras, las dificultades, las lecciones
aprendidas, oportunidades de mejora para futuras implementaciones y las
estrategias para la sostenibilidad en las comunidades, instituciones
gubernamentales socias, organizaciones no gubernamentales, y demás
profesionales que fueron participes durante los 4 años de ejecución del
Programa Proponte Más.

Resumen Ejecutivo

Proponte Más es un programa financiado por USAID, suscrito en un convenio


con Creative Associates International Inc, con fondos destinados a prevención
de la violencia. Luego de un piloto de 18 meses con Alianza Joven USAID en
Tegucigalpa, entre 2013 hasta 2015, Proponte Más inició sus operaciones el 4
de enero de 2016.

El programa Proponte Más es una expansión del piloto de prevención


secundaria de USAID/Honduras. El proyecto está enfocado en la intervención
de familias con jóvenes de edades entre 8-17 años en las comunidades meta
de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba y Tela las cuales fueron
abordadas ya que poseen los indicadores más elevados de violencia en
Honduras.

El marco de duración del programa fue del 2016 al 2019 y el objetivo principal
de Proponte Más fue utilizar el modelo de prevención de la violencia que
mediante intervención familiar a distintos niveles de riesgo busca reducir los
factores de riesgo de los jóvenes evaluados y evitar que se asocien con grupos
que van en contra de la ley. El programa Proponte Más es un programa que
trabaja con la familia, implementando nuevas soluciones contra los riesgos que
lo jóvenes enfrentan de participar y convertirse en víctimas o victimarios de la
violencia. La familia es el enfoque principal, por medio de ella se implementan
soluciones distintas para proteger a los niños y jóvenes de los riesgos
asociados a la violencia.

Por medio del programa Proponte Más se brindaron recursos, herramientas y


oportunidades para reducir el riesgo de convertirse en víctimas o perpetradores
de crímenes o violencia en sus comunidades, garantizando una reducción
sostenible a largo plazo de los factores de riesgo, mediante la colaboración y
coordinación con actores locales e intersectoriales (socios del Gobierno de
Honduras, Organizaciones no gubernamentales y de sociedad civil)
involucrados en la resolución de los retos de desarrollo de Honduras. Gracias a
las acciones realizadas en conjunto con otros actores el programa ha tenido
éxito en el fortalecimiento de las familias y en reducir los riesgos de las
poblaciones de jóvenes voluntarios e involuntarios mediante el cumplimiento de
5 Resultados que están interrelacionados y que juntos cumplen el papel de
fortalecer la prevención de la violencia a distintos niveles de riesgo en el país.

Los 5 componentes del programa están orientados a proveer prevención


secundaria en cinco municipalidades en Honduras y ofrecer servicios de
consejerías en beneficio de jóvenes de 8-17 años, crear programas exitosos en
cinco ciudades de Honduras, implementar un proceso de referencias en el cual
se identifican a jóvenes de 8-17 años que están en alto riesgo de involucrarse
en comportamientos de riesgo y determinar su elegibilidad para recibir servicios
de prevención de violencia.

El Resultado 1 cumplió con el objetivo de aumentar la cantidad de jóvenes en


riesgo remitidos, evaluados y que reciben servicios de prevención secundaria a
través del modelo para la prevención e intervención de los sistemas familiares
(PIFSM) en cinco municipios objetivo con las tasas de criminalidad más altas,
mejorando el proceso de remisión a proveedores clave de servicios locales y al
gobierno de Honduras a través de cuatro grupos de familias atendidos en los
cinco municipios. La teoría de Cambio de Proponte Más se basó en el
fundamento conceptual y metodológico de que los 27 factores de riesgo y las
conductas asociadas con esos factores de riesgo se convierten parte de la
coreografía o las secuencias relacionales de la familia. Si se cambian esas
secuencias relacionales todos los factores de riesgo las conductas asociadas
disminuyen. Con el objetivo de disminuir esos comportamientos de riesgo se
estableció la unidad de consejeros familiares, un equipo de profesionales
entrenados para proveer consejería familiar basado en el modelo de
prevención y crear una red de apoyo familiar formada con miembros de las
comunidades.

Para el Resultado 2 su eje central fueron los esfuerzos realizados para crear y
fortalecer los servicios integrados de la red de apoyo familiar para los jóvenes
no elegibles de Proponte Más y sus familias ayudándoles a navegar en los
sistemas de apoyo, incluyendo servicios de salud mental y de violencia de
género, así como fortalecimiento de los consejos municipales de protección a la
niñez y el desarrollo de un piloto de atención a eventos traumáticos en
Tegucigalpa. Por medio del cumplimiento del Resultado 2 se crearon Las
Redes de Apoyo Familiar las cuales están compuestas por miembros líderes de
las comunidades, los promotores familiares fueron capacitados en el uso de
genograma basado en fortalezas y recibieron entrenamiento en el modelo de
prevención y la teoría de sistemas familiares por lo cual se convirtieron en un
elemento clave para aumentar la cohesión de las familias que fueron
identificadas en un nivel primario de riesgo con el objetivo de crear en las
familias la capacidad de permanecer en niveles primarios de riesgo y por lo
tanto reducir los casos de violencia, los promotores también realizaron
actividades de referencia a los sistemas de apoyo locales para que las familias
tengan acceso a los servicios como ser educación, salud, empleo o remisión
para que realicen actividades recreativas y soporte espiritual, apoyo para las
familias cuando se presentaron eventos traumáticos, como ser la pérdida de un
familiar, debido a los diferentes actos de violencia, parte del proceso de
referencia fue abordado mediante La Plataforma Busco aquí 504 que es una
página web que reúne en un solo lugar y de manera georreferenciada los
sistemas de apoyo de manera accesible la cual nos muestra la ubicación
geográfica y números de teléfono de servicios de salud, salud mental, empleo,
educación, recreación, seguridad y organizaciones de prevención de violencia
de género. En torno al fortalecimiento familiar se realizaron macro actividades
familiares en la comunidad para promover los factores de protección existentes
dentro de la familia y construir la cohesión de la comunidad mediante días
tradicionales de juego, clases de cocina, grupos de discusión sobre temas de
familia, mañana familiar de juegos tradicionales y otras actividades diversas
que fueron diseñadas en torno a los factores de protección identificados en la
evaluación del IMC.

Como parte del Resultado 2 también se lograron fortalecer las Mesas de


Protección de la Infancia y Adolescencia mediante el acercamiento con la
Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) y las municipalidades de
estableciendo procesos de dialogo y planes de acción en torno a temas locales
de protección infantil. También como parte del proceso de sostenibilidad se
abordaron las clínicas de consejería familiar del ministerio de salud de
Honduras con el objetivo de generar procesos de fortalecimiento técnico y se
identificaron las necesidades de equipamiento en las clínicas de consejería
para determinar que insumos necesitaban y con ello brindar una mejora física
de los centros de atención que prestan servicios de apoyo en salud mental,
para las sobrevivientes de violencia de género y consejería dirigida a los
victimarios.

También se creó un Piloto de Atención a Incidentes Traumáticos el cual brindó


intervención y asistencia a familias afectadas por incidentes traumáticos
relacionados con episodios de violencia, mediante facilitadores capacitados con
el apoyo del Centro de Desarrollo Humano (CDH) se brindaron 6 semanas de
intervención a las familias de la ciudad de Tegucigalpa.

El Resultado 3 de Proponte Más consistió en establecer programas de


formación y certificación en el modelo de prevención de la violencia, la teoría
sistémica, la diferenciación de riesgos, el uso de las técnicas como el
genograma basado en fortalezas mediante el establecimiento de acuerdos con
universidades nacionales y extranjeras, al igual que con asociaciones de
profesionales se impartieron 6 diplomados en teoría y práctica de sistemas
familiares a distintos niveles de riesgo dirigidas a promotores familiares y
profesionales de organizaciones de gobierno y sociedad civil, también se
estableció la maestría con orientación familiar de la Universidad Católica de
Honduras con el objetivo de desarrollar profesionales calificados en Honduras.
Los profesionales que fueron formados y certificados mediante programas
académicos enfocados en teórica y práctica de sistemas familiares se
integraron a las redes de profesionales que funcionan y operan en las
comunidades objetivo a través de acciones de voluntariado que permiten
atender las necesidades de las familias identificadas. También se
implementaron procesos de certificaciones en consejería familiar a través del
Colegio de Psicólogos y la implementación de una red de profesionales
voluntarios en los 5 municipios del país que utilizaron sus conocimientos para
apoyar las familias y comunidades hondureñas de manera voluntaria y gratuita.
Como parte del Resultado 4 se fortalecieron los sistemas de medidas
alternativas del sistema especial de justicia mediante el perfeccionamiento de
la implementación y aplicación de los sistemas de gestión de casos se creó un
protocolo de atención de casos y la plataforma SIGAH que, el fortalecimiento
del Instituto Nacional Para la Atención a Menores Infractores (INAMI) y el
desarrollo de estrategias de intervención dirigida a jóvenes con medidas
alternativas. Proponte Más logró brindar acompañamiento a la transición de
responsabilidades de La Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) al
instituto nacional para la atención a adolescentes infractores (INAMI) para
apoyarlos la gestión de los procesos de justicia juvenil, parte del
acompañamiento fue la creación del Comité Técnico de Justicia Juvenil que
mediante la participación del poder ejecutivo, el poder judicial, la oficina del
procurador general, y la sociedad civil promovió el dialogo en temas
relacionados al sistema especial de justicia para fortalecer los servicios
brindados a los jóvenes en conflicto con la ley. Se construyeron alianzas en
coordinación con el INAMI, jueces, ministerio público, la policía y la sociedad
civil, las organizaciones locales y el comité técnico sirvió como órgano de
coordinación generando un programa integral que se centró en las áreas
prioritarias del sistema de justicia especial, la prevención, investigación,
intervención social, rehabilitación y reintegración de los niños, niñas y jóvenes
que han cometido infracciones a la ley con el objetivo de mejorar el sistema y
garantizar los derechos de los menores. Por lo cual se desarrolló un sistema de
gestión de casos en conjunto con la organización Tierra de Hombres creando
así un protocolo de medidas alternativas a la privación de la libertad, se
capacitaron las organizaciones en temas de justicia juvenil, se reforzaron las
políticas en cuanto al uso de medidas alternativas y reducir el número de
jóvenes encarcelados, otro punto importante fue el dialogo sobre temas de
interés en justicia juvenil incluyendo la reducción de la edad punible en
Honduras que mediante las acciones de investigación y seguimiento del comité
técnico se logró un debate científico y basado en datos se determinó que la
reducción de la edad punible no era la salida más viable, se analizaron los
compromisos y las obligaciones del estado de Honduras para la protección y
los derechos de los menores y el impacto que el sistema penal puede tener en
el desarrollo de un joven.
Además, se capacitaron los operadores de justicia y otros profesionales en
temas de justicia juvenil y protección de derechos a través de un Master en
Protección de la Infancia y la justicia de menores, impartido por La universidad
de Málaga de España. Por último, como parte de las estrategias de prevención
se capacitó y se implementó un Modelo de orientación familiar dirigido a los
jóvenes con medidas alternativas (jóvenes involuntarios) para lo cual mediante
la organización Orphan Helpers se les brindó asesoramiento y asistencia
durante seis meses en los cuales recibieron consejería familiar y seguimiento
en el cumplimiento de las medidas alternativas ordenadas por la corte, este
proceso se realizó en cooperación con el INAMI,

Por último, el Resultado 5 ha sido transversal a todo el proceso del


establecimiento del modelo de prevención de la violencia fue el encargado de
mantener el rigor analítico y documentar el proceso recolectando evidencia
sobre los resultados y el impacto, para establecer y consolidar el modelo. Se
estableció un modelo de prevención secundaria basado en evidencias en la
comunidad, con insumos calibrados para el contexto hondureño, que pudiera
ser adoptado por parte de actores locales para lo cual se logró la consolidación
de las capacidades locales incluyendo organizaciones de sociedad civil e
instituciones académicas como La Dirección de Investigación Científica
Universitaria (DICU). En el marco de este resultado se estableció el modelo de
prevención basado en los resultados del programa en Honduras, se
sistematizaron las experiencias, se estableció la efectividad del modelo, se
recolectó data de un grupo de tratamiento y un grupo control para determinar
los cambios en la población que recibió la intervención. También brindo un
monitoreo y seguimiento de todo el programa para mantener la fidelidad del
modelo y como parte del establecimiento del modelo en Honduras se trabajó en
el traspaso de conocimientos sobre el modelo de prevención secundaria a
proveedores de servicios locales mediante un piloto de consejería familiar
implementado por CESAL Honduras. Además documentó los cambios en los
comportamientos mediante la reducción de factores de riesgo y el aumento de
los factores de protección, su labor principal fue la sistematización del modelo
en el país para constatar mediante evidencias científicas que la intervención
redujo significativamente el riesgo de los jóvenes de cometer violencia o de
unirse a grupos en conflicto con la ley, este resultado valido la información
resultante de las aplicaciones de las herramientas de análisis (IMC-Beta, IMC y
FACES-IV).

Otro punto muy importante fue asegurarse que los socios de investigación
internacionales desarrollen relaciones de trabajo con académicos locales y
socios nacionales y se ha logrado eficazmente transferir los conocimientos
sobre este modelo a La Dirección de Investigación de La Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH) y el Grupo de Neurociencias Aplicadas (GINA)
lo cual asegura que un proveedor local queda capacitado para brindar
acompañamiento a futuros programas y proyectos.

DIAGRAMA DE RESULTADOS DEL PROGRAMA PROPONTE MÁS

RESULTADOS DEL
PROYECTO ACTIVIDADES CENTRALES

Búsqueda de referentes en la comunidad


Aplicación de herramienta IMC
Intervención Consejería Familiar en las comunidades

Redes de apoyo familiar (Promotores familiares)


Consejería familiar para familias en nivel primario
Plataforma BuscoAqui504 (georreferenciación de servicios
locales)
Consejos municipales de protección a la niñez y la juventud
Piloto de atención a eventos traumáticos
Fortalecimiento del tejido social mediante Macro actividades
familiares en la comunidad

Fortalecimiento de las capacidades teórico prácticas en


teoría de sistemas familiares
Capacitaciones, diplomados, Programa de Maestría,
Simposios Científicos, publicaciones AQUÍ FALTA REDES
DE PROFESIONALE SY PROGRAMAS

Plataforma de gestión de casos en el sistema especial de justicia


Conformación y seguimiento del comité técnico de justicia
juvenil
Consejería familiar a jóvenes con medidas alternativas
Capacitación a operadores de justicia
libertad

Documentación del proceso y validación científica del


modelo de prevención
Calibración de la herramienta de medición
Valoraciones de impacto antes y después de la
intervención

I. Contextos Sociales

I.1. Contexto Socio-Demográfico

Honduras se encuentra situada en América Central, tiene una población de


9,587,522 y es uno de los países más pobres de América Latina, con más del
60% de la población viviendo en pobreza (2018) y 40% de la población activa
están desempleados o subempleados. Sus habitantes tienen una percepción
alta de la corrupción, con un Índice de Percepción de la Corrupción del sector
público en Honduras de 29 puntos (Datos Macro, 2018).

Desde la crisis económica de 2008-2009, Honduras ha experimentado una


recuperación económica moderada, impulsada por inversiones públicas,
exportaciones y altos ingresos por remesas. En 2017 el país creció un 4.8 por
ciento y un 3.5 por ciento en 2018, sin embargo, a pesar de que las
perspectivas económicas son positivas, Honduras enfrenta los niveles más
altos de desigualdad económica de Latinoamérica y según la CEPAL (2017),
Honduras es uno de los tres países más desiguales del continente Americano,
donde el 10% de la población más pobre recibe el 0.7% del ingreso nacional,
mientras que el 10% más rico recibe el 40.6%.

Otro de sus grandes desafíos es el alto nivel de crimen y violencia, con una de
las tasas más altas en el mundo con 43.6 asesinatos por cada 100.000
habitantes y los jóvenes siguen representando el 80,3% de las víctimas. La
tasa de mortalidad entre los adolescentes y jóvenes es muy superior a la tasa
nacional. En 2016, la tasa de homicidios en los hombres de entre 8 y 19 años
de edad fue de 125,7 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que la
tasa de homicidios de mujeres en ese mismo grupo de edad fue de 17,3
homicidios por cada 100.000 habitantes, Honduras todavía tiene seis veces
más muertes violentas que el promedio mundial (Observatorio de la Violencia
de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, 2017). La Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Departamento de
Estado de Estados Unidos estiman que el 80% de las drogas que llegan a los
Estados Unidos pasan por Honduras, lo que ha abierto el mercado local para el
tráfico de drogas, esto ha tenido un impacto directo en el aumento de la
violencia, especialmente en las zonas urbanas (65% de los homicidios ocurren
en el 5% de los municipios: San Pedro Sula, Distrito Central - Tegucigalpa y
Comayagüela, La Ceiba, Choloma, y Yoro). En Honduras, el coste anual de la
violencia es igual a 10 por ciento de su PIB (cerca de US $900 millones).

Las cifras de violencia son alarmantes y sobrepasan el promedio de otros


países de Latinoamérica, las autoridades atribuyen el crecimiento de la
violencia y la criminalidad a la expansión del crimen organizado, el tráfico de
drogas, armas y personas y el incremento de personas en las maras y pandillas
u otros grupos violentos tales como las barras bravas. Es importante mencionar
que es difícil establecer el origen de los actos violentos y criminales debido a la
falta de investigación de los actos violentos y delictivos que al final quedan
impunes.

En Honduras las noticias amarillistas publicadas en varios medios de


comunicación, causan temor y preocupación en la ciudadanía, generando un
imaginario colectivo de peligrosidad a altos niveles. Uno de los grupos sociales
más afectados por la violencia y la criminalidad es la niñez y la juventud,
particularmente aquellos que viven en zonas marginales urbanas y algunas
zonas rurales pobres. Vemos que los datos sobre violencia son elevados y esto
sumado a la crisis social producto de la falta de gobernabilidad y conflictos
políticos que vive el país, eleva los niveles de desconfianza de las personas y
las comunidades en los poderes estatales y las instituciones, lo cual a su vez
genera que las personas no confíen en la policía ni en las autoridades de
seguridad en general.
De acuerdo con un estudio realizado por La Red COIPRODEN, los jóvenes en
Honduras experimentan violencia directa, estructural y cultural. Por un lado la
violencia directa es la perciben en las calles (asaltos, asesinatos, secuestros,
entre otros.), la violencia estructural que se vive por la falta de cumplimiento de
derechos de la niñez y adolescencia, falta de oportunidades (el 49,4% de los
desempleados son jóvenes menores de 25 años), el no poder estudiar (poca
cobertura educativa solo de un 29,9%), la pobreza, entre otros, y la violencia
cultural que se genera por la discriminación y las profecías autocumplidas, ya
que los jóvenes que residen en ciertas colonias del país son tachados y
estigmatizados aunque no estén involucrados en comportamientos
inadecuados, ya que el solo hecho de pertenecer a comunidades violentas
coloca una etiqueta en los jóvenes y en el imaginario colectivo de las personas
esa comunidad está marcada, por tanto se vuelve más difícil conseguir empleo,
acceder a servicios comunitarios, entre otras oportunidades.

Los jóvenes son los más afectados, no solo por la violencia sino porque no han
logrado la satisfacción de las necesidades básicas para vivir con dignidad, al
verse orillados sin dignidad ni oportunidades muchos terminan asociándose
con grupos en conflicto con la ley, lo cual es otra preocupación permanente ya
que los niños, niñas y jóvenes se vuelven muy codiciados para realizar
acciones fuera de la ley, lo cual agudiza el ciclo de la violencia y estos se
vuelven víctimas y a su vez victimarios de la violencia.

Los gobiernos tienden a la implementación de estrategias reactivas para


responder a la violencia juvenil y detener la expansión de las maras y pandillas.
Medidas como las detenciones masivas de jóvenes y sentencias drásticas de
prisión. En términos generales, las políticas oficiales para combatir la violencia
se enfocan en tratar las consecuencias de la violencia y no sus causas, se
presta poca atención a la compresión y solución de las causas estructurales del
problema y a promover medidas preventivas que propicien el desarrollo de la
resiliencia juvenil y comunitaria que evite que los niños, niñas y jóvenes
cometan actos violentos o se asocien con grupos en conflicto con la ley.

Ha quedado demostrado que las estrategias reactivas que se enfocan en las


consecuencias y buscan reprimir son ineficientes para detener la problemática
real, por tanto se vuelve necesario encontrar nuevos modelos, metodologías y
estrategias de prevención de la violencia que puedan atacar las causas y
generar procesos de reconstrucción del tejido social y familiar que permitan
favorecer las cualidades positivas de nuestros jóvenes y así alejarlos de los
riesgos asociados a los grupos conflictivos con la ley.

I.2. Contexto de la Prevención de la Violencia en Honduras

El contexto de prevención de la violencia desde el ámbito gubernamental de


Honduras se encuentra enmarcado por la POLÍTICA INTEGRAL DE
CONVIVENCIA Y SEGURIDAD CIUDADANA PARA HONDURAS 2011–2022,
que enfatiza la seguridad humana inspirado en un concepto de goce efectivo
de derechos. El propósito fundamental no es solo disminuir los índices de
delitos, sino garantizar a todas las personas la posibilidad efectiva de ejercer
sus derechos fundamentales sin que se vean afectados por la agresión de
terceros.

Los ejes principales de prevención de la violencia han estado enfocados en el


fortalecimiento de la gestión nacional y local de convivencia y seguridad, de la
secretaria de seguridad, observatorio de violencia, promoción de la
participación ciudadana y del sector privado en temas de violencia, control de
armas de fuego y explosivos, control de sustancias, fortalecimiento de las
unidades de mediación y conciliación, plan de equipamiento de la policía y las
cárceles, fortalecer la investigación criminal e inteligencia, seguridad vial, lucha
en contra de las drogas, y programas orientados a jóvenes vinculados a
pandillas.

Como vemos los ejes de prevención han sido focalizados en la parte de


seguridad, control de armas, sustancias y mediación, encarcelamiento y
observatorios de la violencia, sin embargo, se ha descuidado la parte
comunitaria y de prevención primaria y secundaria, por lo cual vemos que se
atacan las consecuencias y no se previene en las comunidades, la política del
país no está enfocada en la prevención en niveles tempranos de aparición de
los “síntomas” o comportamientos en contra de la ley, sino más bien utiliza
paliativos que atacan de forma ineficiente las consecuencias de la violencia.

Por ello a nivel general y en base a la situación del país, USAID en Honduras
ha participado en consultas extensas en distintas zonas y con los actores
involucrados en seguridad ciudadana, con miembros clave del gobierno de
Honduras, donantes, sociedad civil y el sector privado. Estas consultas se han
enfocado en entender las causas de la violencia en Honduras, evaluando los
mejores y más eficientes enfoques para combatir la delincuencia y acordar las
mejores formas de coordinar todos los actores, generando programas y
proyectos que puedan atacar las causas y generar mecanismos de prevención.

En base a la política y las prácticas para luchar en contra de la violencia vemos


que en Honduras se han enfocado en las acciones de prevención de la
violencia en base a sus consecuencias, históricamente en Honduras la
prevención de la violencia desde las instituciones de gobierno se ha basado en
la saturación de los entes de seguridad en las colonias más conflictivas, la
lucha contra el narcotráfico, la reducción de la edad punible de los jóvenes, el
estado permanente de emergencia y todas las políticas públicas del gobierno
en materia de reducción de la violencia están orientadas a condenar los hechos
delictivos con todo el peso de la ley, a pesar de ello; se ha observado que estos
enfoques no son efectivos y no han logrado reducir las tasas de violencia.

Lo anterior sumado a que las noticias en Honduras son sensacionalistas


generan temor en la ciudadanía, existe una percepción generalizada de que
ciertas colonias son muy peligrosas y que es difícil ingresar a esas
comunidades. En el imaginario colectivo tenemos barreras que nos impiden
entrar a ciertas zonas que consideramos “peligrosas”, por lo cual al planificar
acciones de prevención esas mismas barreras o límites territoriales limitan el
alcance que podríamos tener en estas comunidades.

Gracias a los proyectos sociales enfocados en las personas de la comunidad


hemos aprendido que en vez de ver la comunidad como un lugar de peligro
podemos visualizar las personas que residen en el lugar como posibles aliados.
En base al trabajo comunitario los mismos pobladores resaltan que existe un
lado positivo, que la mayoría de personas en estas zonas son personas
trabajadoras, “gente buena”, lo cual debe ayudarnos a cambiar el paradigma ya
que, si gestamos acciones comunitarias basadas en el lugar, las comunidades
y las familias generaremos modelos de intervención que repercutirán en todo el
tejido social, potenciando la resiliencia de las comunidades mediante la
implementación de iniciativas de prevención basadas en la familia, evidencia
científica y diferenciación de riesgo.

I.3. El Panorama General de la implementación y seguimiento de


iniciativas

Honduras posee una frágil democracia, que se ve cada vez más amenazada
por los alarmantes niveles de delincuencia, violencia, altos niveles de pobreza,
inseguridad, corrupción y en general una débil gobernabilidad. El gobierno de
Honduras tiene políticas públicas, planes y estrategias de desarrollo integral del
país, sin embargo es muy difícil darle continuidad a las acciones que realizan o
tener resultados que perduren en el tiempo ya que cada programa o proyecto
depende de una institución y del presupuesto de la nación, históricamente
Honduras se caracteriza por una frágil estabilidad de las instituciones públicas
ya que muchas estructuras de las instituciones y figuras del organigrama
organizacional se modifican continuamente dependiendo del gobierno de turno,
o en ocasiones se cambian las responsabilidades de las instituciones, estas
acciones propician la no consolidación de los procesos, actividades y proyectos
de desarrollo planteados ya que, al existir estos cambios las instituciones
abandonan en cierta medida el plan de acción anterior y se incorpora uno
nuevo dependiendo de la administración de turno.

Por otra parte, las Organizaciones no gubernamentales ONGs, son


organizaciones sin fines de lucro que apoyan la ejecución de actividades de
desarrollo comunitario, sin embargo, como no cuentan con un presupuesto
estable ni apoyo por parte del estado, autogestionan los fondos y al ser
autosostenibles esto conlleva a que los proyectos y actividades que realizan
estén enmarcadas por la agenda política de los organismos de cooperación y
otras organizaciones que brindan apoyo económico a causas sociales. Esto
produce que, aunque las metodologías y procesos de intervención comunitarios
sean efectivos ya al momento de acabar el financiamiento si la estrategia no
tiene posibilidades de obtener más financiamiento se puede abandonar, a
menos que otros estén interesados o la estrategia por si misma tenga
extensiones factibles de sostenibilidad como ser las redes de voluntariados y
seguimiento a través de líderes comunitarios naturales.

Esto nos lleva a plantearnos interrogantes acerca de los procesos de


implementación y seguimiento de las iniciativas sociales, Por un lado la
implementación mediante Organizaciones Gubernamentales ya que los
antecedentes demuestran que es difícil darle continuidad a las acciones en un
Estado que modifica constantemente sus estructuras, además es complejo el
seguimiento de acciones que no tienen una secuencia en el tiempo y que
dependerán del gobierno de turno para operar o desaparecer, esos escenarios
provocan en los implementadores un estado de desequilibrio y la no
permanencia de las acciones a su vez produce procesos inconclusos y es difícil
conocer el impacto de acciones que no tienen sostenibilidad ni se ejecutan a
largo plazo.

Por otro lado, se encuentran las Organizaciones No Gubernamentales que,


aunque tienen buenas intenciones están condicionadas al presupuesto de otros
entes que tienen su propia agenda de acción y conciben modelos y
metodologías de abordaje distintos, habrá que plantearse como lograr que
estas organizaciones puedan brindar seguimiento a las acciones que se ha
comprobado que funcionan mediante otros financiamientos y no solo apegarse
a acciones basadas en la agenda política de cooperación. Para lograr dar
respuesta a este panorama de implementación y seguimiento de iniciativas
sociales será necesario un compromiso real de todos los involucrados y lograr
tener un dialogo que permita sentar las bases de los mecanismos de
seguimiento de los modelos y metodologías ya implementados y la
complementariedad del uso de los recursos provenientes de cooperantes
nacionales, internacionales, Organizaciones de Gobierno y Sociedad Civil.
II. Que es Proponte Más, USAID

2.1. Visión de USAID Acerca del Programa

El programa Proponte Más, USAID es una iniciativa que surgió como parte del
documento marco de USAID: La estrategia de País de Cooperación para el
Desarrollo 2015-2019, bajo este modelo de acción Proponte Más aportó al
cumplimiento del objetivo de desarrollo 1 (OD1): Seguridad ciudadana
incrementada para poblaciones vulnerables en áreas urbanas de alta
delincuencia mediante procesos de abordaje de los sectores vulnerables en
áreas urbanas de alta delincuencia, para ello el programa PM identificó 5
municipios y se focalizo en estas zonas para realizar diversas intervenciones,
dichas intervenciones contribuyeron al mejoramiento de la resiliencia de las
comunidades y personas, fortaleciendo y empoderando las Estructuras
Comunitarias que aportan a la mitigación de la delincuencia y la violencia.

El programa Proponte Más también contribuyó al cumplimiento del objetivo de


desarrollo 2 (OD2): sostenibilidad de extrema pobreza reducido para
poblaciones vulnerables en honduras, el proyecto apoyó en el mejoramiento del
capital humano con un enfoque en la gestión de servicios locales por medio de
la red de profesionales voluntarios, los promotores familiares y también se
mejoró el enfoque en la niñez mediante los consejos municipales de protección
de la niñez, fortalecimiento de la institucionalidad de los organismos de
gobierno que trabajan con niñez en situación de vulnerabilidad y niñez
infractora de la ley y el mejoramiento de la gestión en materia de justicia juvenil
(Comité Técnico de Justicia Juvenil).

La regionalización del programa Proponte Más en 5 municipios obedece al


cumplimiento del OD1, intervenciones en áreas urbanas de alta densidad con
presencia verificable de maras y tasas de homicidio notablemente altas.
Proponte Más (PM) se centró desde su creación hasta la fecha en insertar la
prestación de servicios directos a las familias y en las políticas públicas, para
crear un modelo basado en información que puede cambiar las percepciones y
guiar en la reducción de la violencia. Proponte Más nació con el deseo de
intervenir en las comunidades por medio de la familia y de esta forma crear un
modelo nuevo de desarrollo de comunidad, un modelo centrado en reducir los
factores de riesgo asociados con comportamientos criminales. Su teoría de
cambio fue: “Si podemos reducir estos factores, creemos que cambiaremos los
comportamientos: un joven y una familia a la vez”.

Los objetivos principales del programa han cumplido con las metas propuestas
y son parte la estrategia principal de USAID/Honduras ya que, empoderando a
las poblaciones más vulnerables, la comunidad es capaz de reducir la
criminalidad y violencia mediante recursos y oportunidades brindadas a las
familias y así reducir el riesgo de que los jóvenes se conviertan en víctimas o
perpetradores de crímenes o violencia en sus comunidades.

2.2. Logros Percibidos de parte de USAID

Desde el punto de vista de La Agencia de los Estados Unidos para el


Desarrollo Internacional, USAID en Honduras el Programa Proponte Más fue
un referente debido a que no se tenían antecedentes del trabajo que se ha
venido realizando con las familias en las comunidades, el trabajar con familias
en Honduras ha sido un reto y a la vez una experiencia que nació desde el
Piloto de prevención de la violencia que surgió antes de existir el programa
Proponte Más y que se realizó en el marco de una visita y colaboración con la
alcaldía de Los Ángeles que realizaba trabajos directos con jóvenes en más
alto riesgo en ser reclutados por las pandillas. Por los niveles altos de violencia
y de influencia de maras y pandillas en las comunidades se trasladó a
Honduras el piloto que constaba inicialmente de una duración de 12 meses, en
5 barrios y con la meta de atender al menos 100 familias.

El programa Proponte Más logró ampliar su rango de acción e implementó un


modelo de prevención de la violencia que se basa en el modelo de salud
pública donde se interpreta la violencia como una epidemia que se debe
abordar e intervenir en sus distintos estadios o niveles de riesgo, todo
dependiendo de cómo están evolucionando “Los síntomas”, en este caso los
factores de riesgo que presentaban los jóvenes de ser víctimas o victimarios de
la violencia, según la cantidad de factores de riesgo y mediante las
herramientas de intervención como el IMC-Beta y el IMC se determinó si los
jóvenes se encuentran en nivel primario: prevención, antes de que se
manifiesten síntomas, en nivel secundario que se podría interpretar como una
atención de contención/prevención enfocada cuando ya empiezan a aparecer
síntomas (se observan varios factores de riesgo presentes en el joven) o en el
nivel terciario donde ya el joven se encuentra infectado o presenta síntomas
más avanzados (mayor cantidad de factores de riesgo).

Proponte Más (PM) brindo la oportunidad de diagnosticar estos niveles con su


herramienta de análisis Índice de Medición del Comportamiento (IMC) para
poder diferenciar y dirigir las intervenciones, si bien es cierto PM no los aborda
en su totalidad ya que su énfasis es la intervención en jóvenes con nivel
secundario de riesgo, pero las descubre y ha generado mecanismos para
abordar la prevención a distintos niveles de riesgo.

Uno de los aspectos más innovadores del programa son los mecanismos de
sostenibilidad ya que es uno de los primeros proyectos en los cuales todo lo
que se invirtió económicamente se queda en Honduras, es claro que no fue
fácil crear vínculos comunitarios tan profundos y que las redes de promotores y
profesionales voluntarios son un elemento importante en la preservación del
modelo, el despertar el interés en las personas y a su vez brindarles las
destrezas a las personas de las comunidades fue un reto que lograron cumplir
con creces.

Otro punto importante para USAID es el tema de prevención de violencia


utilizando un modelo de intervención cuyo uno de sus principios es generar
conocimiento basado en evidencia científica y guía constantemente el proceso
mediante datos (evidencia) respaldados por instituciones académicas como ser
La Universidad de Arizona en Estados Unidos y La Universidad Nacional
Autónoma de Honduras.

El programa ha ayudado a cambiar los discursos, ya que ahora sabemos que


Honduras no está llena de familias disfuncionales, sino que estamos frente a
familias que son resilientes, poseen capacidades, fortalezas y mecanismos de
preservarse a sí mismas y a sus miembros. Evidenciar las realidades de la
heterogeneidad de las familias hondureñas donde cualquiera puede ser familia,
y bajo el lema “Familia es lo que hay y no lo que hace falta”, ha traído un
enfoque fresco y novedoso que ha gustado mucho a los beneficiarios de las
comunidades ya que antes sentir que faltaba un miembro de la familia se
consideraba negativo y un estigma para las familias que quedaban etiquetadas
como desintegradas o disfuncionales, sabiendo que familia es lo que hay ese
discurso cambia y cualquier familia integrada por los miembros que estén
puede ser una familia “funcional”.

Es importante rescatar estos aspectos debido a que el Gobierno habla de la


desintegración familiar como un causante de la violencia, toman la no
presencia de un padre o madre en las familias como un factor determinante en
las altas tasas de violencia, sin embargo otro punto importante del programa es
que se descubrió que la mayoría de jóvenes analizados mediante la
herramienta están en niveles primarios de riesgo lo cual también modifica la
prenoción de que la mayoría de las familias hondureñas está en niveles
elevados de riesgo.

Este programa fue No Confrontativo, ya que a pesar buscar reducir la


asociación a grupos, no se trabaja directamente con las maras y pandillas, el
utilizar la estrategia basada en el lugar ha demostrado tener un impacto muy
fuerte ya que el poder de las redes dentro de las comunidades se percibe.
También es necesario darle realce a las personas que trabajan por la
comunidad, tanto promotores familiares como las redes de voluntariado de los
profesionales ha generado alcances significativos en los cambios de
comportamiento de los jóvenes y el fortalecimiento de las familias, con esto
queda demostrado que no se necesita grandes inversiones materiales sino más
bien invertir en el capital humano para darle apoyo a las familias y
comunidades porque las familias carecen de información para realizar trámites
o recibir beneficios por parte de los servicios disponibles.

La multiplicidad de actores y de acciones ha logrado tener gran impacto en


distintas ramas de la prevención como ser la reducción de los factores de
riesgo de los jóvenes y las familias, referir a los servicios de apoyo para los
jóvenes y sus familias elegibles, se han capacitado gran cantidad de
profesionales mediante simposios, diplomados, maestrías y otras actividades
de formación.
También se logró un impacto en el fortalecimiento de la institucionalidad en
materia de Justicia Juvenil, ya que fueron fortalecidas las medidas alternativas
a la detención para los jóvenes infractores de la ley, entre otras actividades que
han tenido coherencia y que están enlazadas según los objetivos que se
planteó USAID en la Estrategia de Desarrollo vigente.

El proyecto fue muy ambicioso y sobrepaso las expectativas, las pautas de


medición también sobrepasaron las expectativas y lo que el programa ha dado
en cuanto aprendizaje y cambios en Honduras ha sido más significativo que
sus objetivos como programa. Quedo demostrado con evidencia que el trabajo
con la familia era más impactante a todos los niveles en comparación al trabajo
con individuos.

2.3. El Modelo de Prevención de Proponte Más

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID),


firmó una orden de trabajo con Creative Associates International, Inc. el 4 de
enero de 2016, para la implementación del Programa Secondary Violence
Prevention Activity (Proponte Más), como parte de las iniciativas de desarrollo
de la prevención secundaria de la violencia en la Región del Triángulo Norte de
Centroamérica.

El objetivo general del proyecto fue reducir los factores de riesgo derivados
empíricamente y los comportamientos asociados a dichos factores en jóvenes
en riesgo de afiliarse a grupos delictivos. Este objetivo se logró a través de la
implementación de cinco resultados: 1. Incrementado el número de
familias/jóvenes que reciben servicios de prevención secundaria en
comunidades meta, 2. Incrementado el número de jóvenes/familias elegibles
teniendo acceso a servicios de apoyo en las comunidades, 3. Establecido el
número de consejeros familiares en cada comunidad, 4. Fortalecidas las
medidas alternativas de justicia juvenil, y 5. Establecido el modelo comunitario
de prevención secundaria.

El Proceso de Intervención de Proponte Más es un modelo de orientación


familiar, conocida como modelo para la prevención e intervención de los
sistemas familiares (PIFSM), que se centra en el desarrollo del liderazgo de los
padres, el objetivo es aumentar la funcionalidad de la familia en lugar de tratar
el comportamiento individual; de esta manera, los propios padres ayudan a
fortalecer y dirigir a la familia, establecer expectativas claras para el
comportamiento de sus hijos y se vuelven capaces de resolver los problemas
que surgen.

El objetivo del enfoque de los sistemas familiares de PM, es la reducción de los


factores de riesgo y los comportamientos asociado, que son científicamente
predictivos, esto se logra generalmente mediante el fortalecimiento de los
patrones familiares, la supervisión y el fortalecimiento de la estructura
jerárquica de la organización de la familia.

En el contexto de la intervención con las familias el equipo de Proponte Más


debe identificar y probar cual es la dinámica, pueden identificar el obstáculo o
constituir el fortalecimiento de la supervisión y la estructura organizativa de la
familia, el papel del consejero de la familia de PM, no es para hacer frente a
todas las dinámicas familiares potencialmente problemáticas, sino centrarse en
las dinámicas que son críticas para el logro de los objetivos del programa, el
intento de centrarse en todas las complejidades presentadas por las familias
que viven en las comunidades más violentas de Honduras, puede dar lugar a
una sensación de impotencia y agotamiento por parte del consejero, y en última
instancia al proyecto, para evitar esto, PM estableció un proceso de orientación
clínica para guiar a los asesores en el proceso de priorización de las dinámicas
familiares que afectan específicamente a la capacidad de la familia para dirigir
a los jóvenes lejos de las conductas disfuncionales con los factores de riesgo.

2.4. Objetivos del Programa Proponte Más, USAID

Los objetivos del Programa Proponte Más se basan en el cumplimiento de 5


Resultados que están interconectados y son complementarios entre sí, y que
mediante su consecución ayudan de manera transversal al logro de la
implementación de un modelo de prevención de la violencia que esta
diferenciado según los distintos niveles de riesgo, basado en el lugar,
comunitario y que mediante el apoyo a distintas organizaciones
gubernamentales, no gubernamentales y de sociedad civil ha logrado el
traspaso de conocimientos, habilidades y herramientas basadas en la teoría de
sistemas familiares y enfocados en las fortalezas de la familia, los 5 resultados
se enlistan a continuación:

R1. Aumentar la cantidad de jóvenes en riesgo remitidos, evaluados y que


reciben servicios de prevención secundaria a través del modelo PIFSM en
cinco municipios objetivo con las tasas de criminalidad más altas (Tegucigalpa,
La Ceiba, Tela, Choloma y San Pedro Sula), mejorando el proceso de remisión
a proveedores clave de servicios locales y al gobierno de Honduras a través de
cuatro grupos de familias atendidos en los cinco municipios.

R2. Centrar esfuerzos en crear y fortalecer los servicios integrados de la red de


apoyo familiar para los jóvenes no elegibles de Proponte Más y sus familias
para ayudarles a navegar los sistemas de apoyo, incluyendo servicios de salud
mental y de violencia de género, así como fortalecimiento de los consejos
municipales de protección a la niñez y el desarrollo de piloto de atención a
eventos traumáticos en Tegucigalpa.

R3. Establecer y documentar la provisión de servicios a través de un cuadro de


consejeros familiares locales formados y certificados cada vez más
profesionales los cuales después de ser formados mediante programas
académicos enfocados en teoría y práctica de sistemas familiares se integraron
a redes de profesionales voluntarios que funcionan y operan en las
comunidades objetivo.

R4. Fortalecer los sistemas de medidas alternativas de justicia para jóvenes


mediante el perfeccionamiento de la implementación y aplicación de los
sistemas de gestión de casos, en coordinación con otros implementadores del
sector justicia, así como el fortalecimiento del Instituto Nacional de Atención a
Menores Infractores (INAMI) y el desarrollo de estrategias de intervención
dirigida a jóvenes con medidas alternativas.

R5. Establecer un modelo de prevención secundaria basado en la comunidad,


calibrado para el contexto hondureño, que esté disponible para su adopción por
parte de actores locales mediante la consolidación de las capacidades locales
para establecer alianzas sostenibles y funcionales de trabajo con los
principales actores locales y gubernamentales, incluyendo: organizaciones de
sociedad civil e instituciones académicas.

III. El Recorrido del Programa Proponte Más

3.1. Antes de Proponte Más- La experiencia Piloto

Durante los años 2013 al 2015 la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) contribuyó a la prevención de violencia a
través de un piloto basado en consejería familiar que fue realizado en
comunidades de alto riesgo social, este trabajo de prevención a nivel
secundario marcó el inicio de las intervenciones basadas en teoría y práctica
de sistemas familiares en Honduras

Este piloto de prevención de la violencia generó oportunidades de intervención


familiar y comunitaria con el objetivo de mantener a los jóvenes en situación de
vulnerabilidad social y riesgo fuera de las calles, evitar la asociación con grupos
delictivos mediante el aumento del acceso que tienen los jóvenes a servicios
sociales.

Fue debido a la aceptación y al éxito que tuvo la prevención de la violencia bajo


el método de consejerías familiares realizadas en la comunidad que, se abrió el
camino para lo que ahora se conoce como Proponte Más.

El programa Proponte Más surgió del Piloto pero posee un enfoque más amplio
e integrado y contribuye al cumplimiento de los objetivos de desarrollo que
están enmarcados en la política de cooperación de USAID, el programa abordó
múltiples actividades, resultados y metas enmarcadas en las líneas de acción
de USAID como parte de su estrategia integral para mejorar la seguridad
ciudadana en alianza con el gobierno de Honduras, Organizaciones no
gubernamentales, las comunidades meta y la sociedad civil en general.

3.2. El Proceso de Implementación del Programa Proponte Más


El inicio del programa fue complicado ya que Proponte Más comenzó a trabajar
sin contar con una oficina adecuada y sin los insumos necesarios para ingresar
a las comunidades debido a que se tenía que alquilar y acondicionar el lugar
desde cero, comprar mobiliario y equipos para iniciar el trabajo,
afortunadamente se logró trabajar y comenzar las actividades, la adquisición de
los vehículos fue un reto ya que se compraron en el extranjero lo cual retraso
su uso para ingresar a las comunidades. A pesar de los inconvenientes se
logró acceder a las comunidades y explorar los líderes comunitarios que
servirían de fuentes de referencia de jóvenes que pudieran ser parte del
proceso de intervención.

Durante la fase de implementación del programa existían muchos retos de


parte de los profesionales ya que por un lado había que capacitar personal en
el modelo para que evaluaran los jóvenes y por otro lado se necesitaban
jóvenes a los cuales aplicarles la herramienta de medición en las comunidades,
se logró mediante las escuelas y los profesores encontrar los jóvenes con las
características necesarias para la aplicación de la herramienta de medición.

Al inicio de la implementación el encontrar apoyo en los referentes comunitarios


fue crucial para el desarrollo del programa ya que, mediante los líderes
comunitarios, profesores y padres de familia se lograron ubicar los jóvenes
índices que serían la puerta de entrada a las familias hondureñas. Se les pedía
a algún padre o tutor de los jóvenes que firmaran el consentimiento informado y
se procedía a la aplicación del IMC-Beta, una herramienta para determinar el
nivel de riesgo y la elegibilidad en el programa de intervención secundaria, si
resultaba primario se trasladaba al sistema de referencia de los promotores
familiares, si resultaba secundario era elegible para formar parte de la
intervención con consejeros familiares y en caso de encontrarse en el nivel
terciario se referían a otros servicios locales.

Al inicio se creyó que la mayoría de familias serian elegibles para el programa


ya que debido al constante bombardeo de las noticias y a las cifras alarmantes
en las estadísticas se tenía la percepción de que la mayoría de los jóvenes
estarían por lo menos en nivel secundario de riesgo, sin embargo, en la
realidad la mayoría de familias se encontraban en nivel primario de riesgo lo
cual es buena noticia para la población hondureña de esas zonas ya que
contrario a lo que se menciona en los medios de comunicación se encontró que
los jóvenes no presentan niveles elevados de riesgo por lo cual los
presupuestos en los programas y los proyectos deberían orientarse a la
prevención y no a las medidas punitivas.

Los procesos de aceptación en la comunidad al momento de la implementación


eran variables ya que aunque las familias se mostraban muy accesibles sin
embargo hubo algunas que mostraban altas expectativas de apoyo material y
algunas familias decidieron no participar en el programa al enterarse que solo
eran “Charlas Familiares”, fue complejo lograr ganar la confianza de las familias
y la comunidad, fue un proceso que se fue dando a medida que las familias
atendidas percibían cambios, la comunidad se empezó a dar cuenta que el
programa Proponte Más podría ayudarles de otras formas que no implican una
remuneración económica.

Pasar del punto de que algunas familias no estaban muy interesadas en


participar por no brindar incentivos económicos a ser reconocidos por las
comunidades como un apoyo fue motivo de gran satisfacción para todos los
miembros del equipo de Proponte Más que al ver la anuencia de la comunidad
se mostraban aún más comprometidos con el modelo de intervención.

Fue debido a gran compromiso que mostró el equipo de trabajo de Proponte


Más que trabajaron en conjunto con los socios comunitarios y proveedores de
servicios que Proponte Más logró visualizarse como un programa de ayuda al
desarrollo de las familias, vemos entonces que las relaciones entre y dentro de
los distintos actores basados en el lugar son importantes para la construcción
de relaciones de confianza, es importante comprender la estructura de poder
local y las relaciones preexistentes en una comunidad para lograr sacar el
mayor provecho al capital social que está conectado mediante líderes en
diversos canales y niveles estatales y locales.

Los actores que han trabajado en el programa mencionaron que intervenir en


algunas comunidades ha sido un reto constante. En algunas áreas, los
consejeros familiares y los promotores familiares han tenido que acceder a
zonas no pavimentadas, calles estrechas, muchas de las cuales no se puede
acceder en coche. También las zonas consideradas de alta peligrosidad han
generado un reto ya que atender a las familias en su hogar y llegar a visitarlas
casa por casa ha sido posible gracias a las estrategias de seguridad que
implementaron para reducir el riesgo percibido.

Las medidas de seguridad utilizadas fueron un punto vital en la implementación


ya que brindaba pautas de acción en caso de situaciones inesperadas, además
mediante el uso de dichas medidas se brindaba tranquilidad a los consejeros
familiares que ingresaban en comunidades desconocidas para ellos.

Entre las medidas adoptadas estuvo el uso de puntos de referencia, se


identificaban lugares donde los vehículos pudieran aparcar. En ocasiones fue
necesario retrasar o reprogramar las visitas cuando los consejeros informaron
de la presencia policial en las comunidades, o cuando se observaban civiles
armados en la comunidad. Los equipos lograron adaptarse rápidamente a las
realidades en las que viven las familias y los procesos de reorganización de la
familia continuaron sin ningún problema a pesar de las complejidades de
seguridad en las comunidades.

Al momento de implementar el programa y durante el desarrollo del mismo los


profesionales que laboran en PM han notado ciertas diferencias según los
distintos contextos comunitarios de intervención, por un lado la implementación
del modelo de Proponte Más en la región de Atlántida principalmente en La
Ceiba, se ha observado que las familias de esta región se encuentran
fortalecidas en su aspecto vertical ya debido a factores culturales se ven
favorecidos los fuertes vínculos verticales en las estructuras familiares, existe
un apoyo emocional multigeneracional, en el caso de las comunidades
garífunas se observó que existía un punto fuerte en la permanencia de ritos y
costumbres familiares influenciadas por la estructura familiar extendida que
caracteriza esta población.

Por otra parte, en la zona norte, los municipios de San Pedro Sula y Choloma
están caracterizados por ser un área de mucha influencia industrial, esta zona
ha atraído a un gran número de migrantes que vienen de otras partes del país
en busca de empleo, por tanto son familias que migran para trabajar y la
combinación de estos movimientos migratorios de población debilitan los
procesos verticales en las estructurales familiares y los horarios de trabajo
extendidos como ser el caso de las industrias textiles afectan la convivencia
horizontal de la familia, es una zona donde las reuniones familiares pueden ser
difíciles de organizar debido a las largas jornadas laborales por lo cual es
necesario valerse de otras estrategias para intervenir en zonas donde las
madres trabajan en la maquila y los jóvenes quedan a cargo de otras figuras de
apoyo.

La zona del Distrito Central, en Tegucigalpa es una zona caracterizada por


empleo de servicios, comercio y trabajos en organizaciones gubernamentales y
no gubernamentales, debido a las condiciones de las familias se observa
predominancia en las estructuras familiares horizontales, las familias conviven
con sus parientes extendidos debido al poco acceso a viviendas propias y la
falta de zonas habitacionales accesibles para las familias, esto provoca que las
familias no solo estén integradas por el núcleo primario Papá, Mamá e hijos
sino que existen otras redes de apoyo cercanas a la familia como ser tías o
tíos, primas o primos, hermanos e inclusive los vecinos contribuyen a fortalecer
los procesos de convivencia familiar, el cuidado y supervisión de los jóvenes
estos procesos pueden ser potenciados por las características de muchos
hogares viviendo en una sola casa.

Durante las intervenciones que se realizaron existieron casos que fueron


desestimados y que no continuaron con el proceso, al abordar las razones se
encontró que la mayoría de casos desestimados tienen que ver con razones
socioeconómicas como ser los horarios laborales, búsqueda de empleo, la
migración interna entre comunidades o la migración hacia otros países,
migración forzada debido a problemas en su comunidad y una pequeña parte
por falta de interés en el proceso, estos fueron los determinantes más comunes
y que dificultaron la permanencia de las familias en el proceso de intervención.

El proceso de implementación, aceptación y arraigo del programa Proponte


Más fue un proceso complejo que evidencio las fortalezas de tejer redes
locales para propiciar la aceptación y el impacto de las acciones, la estrategia
basada en el lugar utilizada durante el programa facilito que se dieran las
condiciones óptimas para realizar los abordajes, queda implementado el punto
de partida para el trabajo con familias en Honduras y se prevé que mediante
los distintos procesos de formación en teoría y práctica de sistemas familiares y
el modelo de prevención enseñado a distintos actores, las redes de
profesionales voluntarios y las redes de promotores la semilla que impulso el
programa, Proponte Más puede continuar dando sus frutos aun después de
que finalice su periodo de ejecución.

3.3. Las Estrategias de intervención del programa Proponte más,


USAID

3.3.1. La estrategia basada en el lugar

La estrategia de intervención basada en el lugar es un enfoque que utiliza


USAID para hacer frente a las condiciones físicas, sociales, estructurales y
económicas de una comunidad que afecta el bienestar de los niños, las niñas y
las familias en general que viven en la zona. Estas estrategias incluyen
esfuerzos para mejorar la calidad de vida en una comunidad determinada. Un
objetivo importante de las estrategias basadas en el lugar es el desarrollo de
soluciones locales a las situaciones problemáticas y abordar dichos problemas
de forma comunitaria e intersectorial. Este enfoque posee el común
denominador de que los esfuerzos deber ser encabezados por los líderes de la
comunidad, tales como personas de alto liderazgo en la localidad,
organizaciones comunitarias sin fines de lucro, organizaciones de desarrollo
comunitario y proveedores locales de servicios.

La estrategia basada en el lugar fue utilizada en el Programa Proponte Más,


USAID a lo largo de toda la ejecución programática de actividades ya que se
incluyeron todos los elementos que competen a este tipo de estrategias y que
han demostrado ser más afectivos y sostenibles en el tiempo que los enfoques
que no enlazan los actores intersectoriales. En el caso de Proponte Más todos
los esfuerzos basados en el lugar se centraron en lograr que la comunidad
mejore su tejido social a través del fortalecimiento de la cohesión familiar y el
restablecimiento del liderato en los hogares hondureños; teniendo como punto
focal la construcción de las habilidades de los residentes de la comunidad (los
jóvenes índices y sus familias) enfocándose en el cambio de comportamiento de
los jóvenes y mejorando su dinámica familiar.
Las estrategias basadas en el lugar en comunidades en situación de
vulnerabilidad tratan de enfocar sus esfuerzos en abordar de manera
intersectorial a distintos niveles (individual, familiar, comunitario y municipal) el
aumento de las tasas de violencia por ello, en el caso de Proponte Más se
seleccionaron 5 Municipios con los mayores índices de violencia. La
incorporación de distintos actores fomentó la unión entre los proveedores de
servicios, tratando de evitar la fragmentación o duplicación de esfuerzos,
ayudándole así a las familias a encontrar una variedad de servicios de acuerdo a
sus necesidades y capacidades económicas.

Proponte Más como parte de la estrategia basada en el lugar unió esfuerzos con
los referentes comunitarios los cuales fueron típicamente encabezados por
padres de familia, las escuelas, colegios, iglesias, Centros de Alcance,
Consejerías Familiares de la Secretaria de Salud y otros líderes locales, se
utilizó este enfoque con la visión de tener una colaboración con los líderes más
influyentes de la comunidad. Las intervenciones encaminadas a hacer frente a la
violencia se enfocaron en fortalecer la comunidad y por ende las familias que la
conforman. Fue a través de los líderes comunitarios, la red de profesionales
voluntarios y los promotores familiares que el Resultado 2 del programa logró
crear una red de apoyo que brindó atención directa (red de profesionales
voluntarios) y referencia a los servicios con el fin de nutrir a los niños, las niñas y
los jóvenes en diferentes aspectos de su desarrollo como seres humanos
(académico, emocional, física, laboral y social).

La estrategia basada en el lugar fungió como un medio para abordar los


determinantes sociales de la violencia basados en la premisa de que “la
capacidad de prevenir y curar los aspectos que dañan la comunidad se
encuentra en la misma comunidad.” En el caso de Proponte Más se mejoraron
las fortalezas de las familias para modificar los comportamientos de riesgo en los
jóvenes mediante el pegamento que une las familias “la cohesión familiar”.

La gama de desafíos que existen en las intervenciones que se han realizado en


otros contextos pone en relieve la necesidad de que las estrategias basadas en
el lugar se adapten específicamente a las características de la propia
comunidad, es por ello que Proponte Más a través del Resultado 5 ejecutó
actividades de adaptación del modelo de prevención y las herramientas de
análisis para que fueran específicas para el contexto hondureño, enfatizando
que las soluciones o metodologías de intervención adaptadas para comunidad
pueden ser más efectivas.

Proponte Más además desarrolló capacidades en la comunidad incluyendo la


construcción de conocimientos, habilidades, relaciones y procesos para que los
residentes en este caso las familias puedan empoderarse de los procesos de
prevención, además se les brindó las herramientas necesarias a los actores
vinculados, ya que mediante el Resultado 3 se capacitaron y formaron distintos
actores locales como ser Promotores Familiares, Consejeros Familiares,
Profesionales, Personal de Organizaciones Gubernamentales y no
Gubernamentales y otras personas de sociedad civil en el modelo de prevención
a distintos niveles de riesgo y la teoría de sistemas familiares, estos programas
de formación lograron cambiar paradigmas y esquemas mentales típicamente
enfocados en los aspectos negativos para lograr reforzar lo positivo de la
comunidad.

Las organizaciones a menudo tienen objetivos superpuestos y beneficiarios


comunes, sin embargo y vemos que la coordinación entre organismos no se
produce de forma natural, por ello, para construir y fortalecer las relaciones
interinstitucionales que afectan a las estrategias basadas en el lugar fue
necesario el promover la colaboración entre las organizaciones y ayudar a crear
sistemas de monitoreo y medición compartidos, como en el caso de las Mesas
de Protección de los Derechos de la Niñez y la Juventud en las cuales Proponte
Más impulso el dialogo y las reuniones periódicas las cuales tuvieron mucho
éxito en los Municipios de San Pedro Sula, Choloma y La Ceiba.

Además fue necesario que se establecieran otros procesos de colaboración


como ser el Comité Técnico de Justicia Juvenil que mediante el Resultado 4
brindó apoyo a los tomadores de decisiones, se les facilito el dialogo mediante la
creación de puntos de conexión y una agenda compartida en materia de justicia
juvenil, como resultado se logró la disminución del uso de las medidas privativas
a la libertad y se mejoraron las medidas alternativas del sistema especial de
justicia que ahora establece la prioridad en la rehabilitación y reinserción de los
jóvenes a la sociedad.
Esta comunicación permanente entre actores y el dialogo compartido ha
demostrado que no se logra fácilmente, sino que debe ser un esfuerzo consiente
por las instituciones, es una estrategia que tiene un gran impacto colectivo para
monitorear el progreso hacia una visión compartida de la comunidad y el logro
de objetivos concretos en la sociedad. Por ello es importante que los programas
y proyectos tomen en cuenta que un mecanismo de apoyo es el ayudar a crear
sistemas de dialogo y medición compartidos para mejorar el intercambio de
datos sobre los objetivos entre las organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales logrando así resultados más integrados y que pudieran ser
visibles a largo plazo.

3.3.2. La Intervención diferenciada según Niveles de Riesgo

En Centroamérica hasta el 2012, no existía un marco que permitiese medir


factores de riesgo para diferenciar la prevención de la violencia en diferentes
niveles basados en evidencia. Con el surgimiento del programa piloto de
prevención secundaria en el año 2013 en Honduras, se apertura la oportunidad
de iniciar un proceso para construir acciones que alimenten la visión de un
trabajo de prevención basado en niveles de riesgo con un enfoque familiar.

El enfoque de prevención de la violencia basada en distintos niveles de riesgo


fue tomado de la diferenciación que hace salud publica en su modelo, ya que
interpretando la violencia como una epidemia es necesario abordar el problema
e intervenir según los distintos estadios que puede presentar la población, todo
basado en la aparición y gravedad de los “síntomas”, en el caso de Proponte
Más los síntomas se median según los factores de riesgo que presentaban los
jóvenes de ser víctimas o victimarios de la violencia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la prevención como las


“Medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad,
tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su
avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida” (OMS, 1998). De
acuerdo a la OMS las actividades preventivas se pueden clasificar en tres
niveles: primaria, secundaria y terciaria.

La prevención primaria consiste en el uso de medidas orientadas a evitar la


aparición de una enfermedad o problema de salud mediante el control de los
factores causales y los factores predisponentes o condicionantes (Colimón,
1978), en este nivel de prevención se realizan acciones orientadas a evitar la
aparición de una enfermedad o problema de salud, mediante el control de los
factores causales y los factores predisponentes o condicionantes” (Colimón,
1978).

En el caso de la prevención secundaria se debe diagnosticar precozmente la


enfermedad incipiente (antes de que ocurran manifestaciones), este trabajo se
realiza mediante la búsqueda en personas “aparentemente sanos” de
enfermedades lo más precozmente posible. Comprende acciones en
consecuencia de diagnóstico precoz y tratamiento oportuno. Estos objetivos se
pueden lograr a través de diagnósticos periódicos y tomando medidas que
eviten la aparición de la enfermedad. En la prevención secundaria, el
diagnóstico temprano, la captación oportuna y el tratamiento adecuado, son
esenciales para el control de la enfermedad, cuando aún el daño no está tan
avanzado y, por lo tanto, los síntomas no son aún aparentes (OMS, 1998).

Por último, la prevención terciaria se refiere a acciones relativas a la


recuperación de la enfermedad manifiesta, mediante un correcto diagnóstico,
tratamiento y la rehabilitación física, psicológica y social buscando reducir las
secuelas. En la prevención terciaria son fundamentales el control y
seguimiento, para aplicar el tratamiento y las medidas de rehabilitación
oportunamente.

Cada una de las medidas de prevención se caracterizan por niveles de


atención acordes al nivel de riesgo por ello es importante resaltar que el
proceso de intervención acorde a nivel de atención necesario es una forma
ordenada, estratificada y consciente de organizar y asignar los recursos para
satisfacer las necesidades de la población
En el caso de Proponte Más se establecieron niveles de atención según los
resultados esperados del programa, el primer nivel de atención se logró
mediante los consejeros familiares, es el más cercano a la población, de primer
contacto y consiste en la organización de los recursos que permite resolver las
necesidades de atención básicas y más frecuentes permitiendo así una
adecuada accesibilidad a los recursos (proceso de referencia) a la población,
pudiendo realizar una atención oportuna y eficaz.

El segundo nivel de atención se prestó mediante los consejeros familiares de


PM que prestaron servicios relacionados a la atención cuando el joven ya
presentaba niveles secundarios de riesgo y se basó en intervenciones según
los síntomas que presentaba la población y en el tercer nivel de atención se
realizó mediante el fortalecimiento de las instituciones que brindan atención de
problemas complejos que requieren procedimientos especializados, en este
caso las instituciones que atienden menores infractores a la ley en el sistema
especial de justicia.

Para realizar esa división Proponte Más tomó en cuenta la cantidad de factores
de riesgo que presentaban los jóvenes los cuales eran medidos mediante las
herramientas de intervención como el IMC-Beta y el IMC que determinaba si
los jóvenes se encuentran en nivel primario, secundario o terciario.

Proponte Más (PM) mantuvo un enfoque innovador debido a que la violencia


era tratada indistintamente el nivel de riesgo, sin embargo al diferenciar dichos
niveles se pudo analizar de mejor forma los jóvenes y las familias que
participaron en el programa, dándole a Proponte Más la oportunidad de
diagnosticar estos niveles con su herramienta de análisis Índice de Medición
del Comportamiento (IMC) para poder diferenciar y dirigir las intervenciones
según las dosificaciones más oportunas y acordes a los “síntomas” de cada
familia.

Aunque el énfasis de la intervención de PM se encuentra en el nivel secundario


de riesgo, la herramienta de análisis permitió conocer los distintos estadios y el
programa generó mecanismos para abordar la prevención de forma
diferenciada.
Mediante las redes de promotores familiares se realizaron múltiples esfuerzos
para abordar el nivel primario de riesgo y así mantener en el nivel primario de
riesgo a las familias cuyos jóvenes índice poseían menos de cuatro factores de
riesgo, esto en conjunto con el proceso de referencia a otros servicios locales
permitió que dichas familias pudieran fortalecer sus procesos resilientes, ya
que mediante la consolidación del liderato familiar y la cohesión de la familia
fue posible lograr que dichos jóvenes permanezcan en un nivel primario.

En el nivel secundario de riesgo se abordaba la prevención de la violencia


desde las intervenciones realizadas por los consejeros familiares de Proponte
Más que mediante consejería familiar realizada durante 6 meses mediante un
equipo estratégico de consejeros que basándose en la teoría y práctica de
sistemas familiares se enfocaban en fortalecer la familia vertical (varias
generaciones de la familia) y la familia horizontal (la familia que convive en el
hogar) mediante estrategias que permitían a la familia aumentar sus factores
de protección, cohesión familiar y recuperar la práctica de sus ritos y
costumbres familiares, todo esto con el objetivo de que el joven índice reduzca
sus niveles de riesgo y pueda mantenerse alejado de acciones que puedan
desencadenar que se vuelva víctima o victimario de la violencia.

En el caso del nivel terciario Proponte Más se enfocó en fortalecer la


institucionalidad de las organizaciones que abordan el nivel terciario de riesgo,
mediante el comité técnico de justicia juvenil para abordar temas sobre el
sistema especial de justicia, se fortalecieron las medidas alternativas a la
privación de la libertad brindando mayores oportunidades a los jóvenes que
cometen infracciones ante la ley de rehabilitarse generando oportunidades de
reinserción oportuna a la sociedad. Este enfoque en el nivel terciario se logró
también mediante el acompañamiento realizado al Instituto Nacional Para la
Atención a Menores Infractores (INAMI) para tener una plataforma de gestión
de casos y un protocolo adecuado a las necesidades de la población de
menores infractores, estos esfuerzos sumados al trabajo que realizó la
organización Orphan Helpers mediante procesos consejería familiar en
personas involuntarias (menores infractores) permitió que se les diera atención
oportuna a la población terciaria y así mismo se dejan las capacidades
instaladas en una organización local.
Uno de los aspectos más innovadores del programa son los mecanismos de
sostenibilidad ya que es uno de los primeros proyectos en los cuales todo lo
que se invirtió económicamente se queda en Honduras, es claro que no fue
fácil crear vínculos comunitarios tan profundos y que las redes de promotores y
profesionales voluntarios son un elemento importante en la preservación del
modelo, el despertar el interés en las personas y a su vez brindarles las
destrezas a las personas de las comunidades fue un reto que lograron cumplir
con creces.

3.3.3. El enfoque en las fortalezas de las familias basada en la teoría de


sistemas familiares

Los sistemas familiares se definen como una serie de relaciones


multigeneracionales y reciprocas con dos características contradictorias la
necesidad de estabilidad y la capacidad de transformación (cambio). Además,
los comportamientos individuales de los miembros de la familia son vistos
principalmente como acciones de adaptación a la dinámica familiar que se
conectan con las diferentes dinámicas relacionales entre los miembros del
sistema.

La teoría familiar sistémica en la ejecución del programa Proponte Más brindo


un marco de referencia y un sustento teórico para entender el comportamiento
de las familias, de la teoría de sistemas familiares se extraen ciertas prácticas
que posibilitaron la intervención con familias, esta teoría explica la aparición de
problemas y síntomas (enfermedades físicas y mentales) que aquejan a los
individuos y a las familias desde una dimensión social y de manera integral
abordando todos los miembros de la familia, logrando así que se modifique el
contexto del joven para posibilitar cambios positivos.

De este marco teórico se derivan principios que guían las intervenciones y


ofrece pautas para que los profesionales puedan comprender mejor la dinámica
de funcionamiento de las familias y lograr potenciar los recursos propios que
tienen sus miembros, en el caso de PM se utilizó el genograma para lograr
indagar en el funcionamiento y dinámica de las familias, se fortaleció la
cohesión familiar, la supervisión de los padres hacia los hijos, el liderato en la
familia y mediante equipos estratégicos se orientaban las intervenciones
asignando tareas de manera consensuada y apoyándose unos con otros,
logrando así aplicar las estrategias de la teoría de sistemas familiares para
lograr que los comportamientos de riesgo de los jóvenes se disminuyan en
base a cambios en la dinámica de la familia, fortalecimiento de la cohesión
familiar y las propias prácticas de la familia, todo lo anterior orientado a la
prevención de la violencia diferenciada por niveles de riesgo.

3.4. Las herramientas de diagnóstico y abordaje

En el desarrollo de las actividades del programa Proponte Más se utilizaron


distintas herramientas para analizar el nivel de riesgo de los jóvenes, el estado
de la dinámica familiar y funcionamiento interno de las mismas y se utilizó una
herramienta para descubrir el estado de las dinámicas relacionales que podrían
ayudar a establecer y diseñar mejores estrategias de abordaje, por ello es
importante que conozcamos cuales fueron esas herramientas y cuál fue el
papel que tuvieron en la implementación y desarrollo del modelo de prevención
de la violencia a distintos niveles de riesgo.

3.4.1. El Índice de Medición de Comportamiento (IMC)

El índice de Medición de Comportamiento (IMC) es una herramienta diseñada


para medir los factores de riesgo y factores de protección de los jóvenes y
poder determinar el nivel de riesgo en el que se encuentran, Proponte Más
utiliza esta herramienta para evaluar los jóvenes que podrían ser elegibles de
recibir la intervención. En base a sus resultados se determina el tipo de
intervención que es más adecuada para cada joven y su familia.

Antes de su proceso de revisión la herramienta constaba de 9 factores de


riesgo, sin embargo, después de un proceso de calibración y ajustes se
extendió a 38 escalas que constan de 173 ítems. Los 38 factores contienen
escalas de relacionadas a factores de riesgo y de protección. La herramienta
incluye factores protectores y factores de riesgo comunitarios como ser
desorganización comunitaria, leyes y normas favorables para el uso de drogas,
percepción de accesibilidad a sustancias, oportunidades de envolvimiento
prosocial y recompensas debido al envolvimiento prosocial. Factores de riesgo
y protección asociados a la familia como ser familia con historial de
comportamiento antisocial, conflictos familiares, supervisión parental débil,
pobre organización familiar, cohesión familiar y oportunidades de envolvimiento
social. Factores de riesgo y protección individuales y asociados con pares
como ser una actitud favorable hacia el uso de drogas, actitud favorable hacia
comportamientos antisociales, amigos que usan drogas, interacción con pares
que presentan comportamientos antisociales, eventos críticos de vida, creencia
en el orden moral, interacción con pares que realizan actividades prosociales y
habilidades sociales y factores de riesgo y protección asociados a la escuela
como ser el fracaso académico, bajo compromiso con la escuela y
oportunidades de envolvimiento social.

Actualmente es un índice de medición muy completo que ha sido probado en la


aplicación de campo en cada ciclo de familias evaluadas por el programa, está
basado en evidencia científica y en este momento se encuentra en proceso de
aprendizaje por actores locales para asegurar la sostenibilidad del uso de la
herramienta en las iniciativas sociales.

3.4.2. La Escala de Funcionamiento Familiar (Faces-IV)

La Escala de Funcionamiento Familiar Faces-IV está basada en el Modelo


Circumplejo de sistemas familiares que fue desarrollado por el Dr. David H.
Olson y sus colegas Russell y Sprenkleen. Dicha escala se utiliza para evaluar
la percepción del funcionamiento familiar, mediante la evaluación de tres
factores, la cohesión familiar, la adaptabilidad o flexibilidad y la comunicación
familiar.

La cohesión familiar está relacionada con el apego o desapego presente entre


los miembros de la familia y se refiere al grado unión emocional percibido por
los miembros de una familia, para evaluar este factor se toman en cuenta los
lazos emocionales, independencia, los límites, las coaliciones, el
tiempo/espacio, los amigos/toma de decisiones, y los intereses/recreación”.
Estas consideraciones facilitan establecer los estilos familiares dentro del
modelo circumplejo, así tenemos familias con estilo desligado, separado,
unidas y enredadas.

El factor de adaptabilidad familiar está vinculado con el grado de flexibilidad y


capacidad de cambio del sistema familiar y se trata de la magnitud de cambios
en los roles, las reglas y el liderazgo que experimenta la familia para lo cual se
evalúa la estructura del poder, los estilos de negociación, las relaciones de los
roles y la retroalimentación”, las cuales ayudan caracterizar a las familias en los
siguientes tipos: caótico, flexible, estructurado y rígido.

Por último, la comunicación es considerada como una dimensión facilitadora


dado que, en sus niveles saludables, permitiría la movilidad del sistema en las
dos dimensiones anteriores. Se define por las destrezas de comunicación del
sistema, que involucra la capacidad de escucharse, de hablar, de tener respeto
por las opiniones de los demás y de compartir los sentimientos.

Durante la ejecución del programa Proponte Más la escala FACES-IV fue


utilizada para evaluar el funcionamiento de la familia y así poder construir
estrategias de abordajes según las necesidades específicas de cada caso, por
ello, los consejeros familiares del Resultado 1 aplicaban la escala y en base a
las puntuaciones de la familia identificaban los aspectos debilitados y
fortalecidos para lograr posteriormente fortalecer la comunicación y cohesión
familiar.

3.4.3. El Genograma Basado En Fortalezas

El genograma es una técnica muy utilizada en la terapia sistémica familiar ya


que es una herramienta muy útil que permite identificar los roles y patrones de
interacción de un determinado sistema familiar que puede incluir varias
generaciones. En modelo de prevención de Proponte Más se le denomina
basado en fortalezas ya que contrario al modelo clínico no se utiliza para
encontrar patologías, sino que resalta los aspectos positivos de la familia y
refuerza aquellas situaciones que favorecen la familia y su cohesión familiar.
El genograma es una representación gráfica (en forma de árbol genealógico)
de la información básica de, al menos, tres generaciones de una familia.
Incluye información sobre su estructura, los datos demográficos de los
miembros y las relaciones que mantienen entre ellos. De esta forma,
proporciona información, lo que permite no sólo conocer a la familia, sino
realizar hipótesis acerca de la relación entre el problema y el contexto familiar,
la evolución del problema a lo largo del tiempo, su relación con el ciclo vital de
la familia. El genograma se utiliza para que la familia pueda implicarse en la
intervención, pudiéndose convertir en un facilitador para hablar de la familia,
inicialmente desde lo más estructural para ir profundizando a un nivel más
relacional, ya que empezar a hablar de quién es quién en la familia es más fácil
que hablar de quién hace qué a quién y de cómo se sienten los distintos
miembros de la familia cuando esto ocurre.

El dibujo del genograma tiene en sí mismo una función terapéutica y no


consiste meramente en una prueba diagnóstica ni de recogida de información.
El genograma es un medio para llegar a compartir información con el resto de
miembros de la familia, nos permite ayudar, incluso ayuda a que miembros de
la familia que se mantienen más al margen se impliquen y colaboren
compartiendo información, viendo ésta como la vía segura para hablar de su
familia y de ellos mismos. En algunos casos, solo el simple hecho de observar
el genograma ya nos da una visión de aquellos patrones relacionales que se
repiten de generación en generación, haciéndose conscientes y convirtiéndose
en un primer paso para poder realizar cambios. Sus funciones básicas son
implicar a la familia, cuestionar el sistema y aclarar pautas familiares.

En el caso del Programa Proponte Más el genograma fue utilizado para que la
familia a través del proceso de investigación se acercará a los demás
miembros y mediante la recolección de historias para ir elaborando el
genograma se fueran acercando, este proceso mejoraba la cohesión familiar y
el compartir historias pasadas sobre el sistema les ayudaba a reconectarse
como familia. Por otra parte, al equipo de Proponte Más les ayudaba a
descubrir las pautas relacionales, generar hipótesis y compartir las hipótesis
derivadas del genograma con el equipo estratégico creando de esa forma
estrategias de intervención adaptadas según cada caso particular.

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