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Lectura 3 Cuanto Vale Su Empresa
Lectura 3 Cuanto Vale Su Empresa
El valor de mercado es otra de las mediciones de cuánto vale una empresa. Las
bolsas de valores “perciben” el valor de las acciones a través de información que
se permea en publicaciones especializadas. No obstante, en Colombia, y en
muchos países en desarrollo, las bolsas no miden el verdadero valor de las
empresas, ya que la evaluación de las acciones se manipula con fines fiscales, y
esto será así hasta que el gobierno, como lo tiene planeado, elimine los
impuestos sobre el patrimonio y fomente un verdadero mercado de capitales.
Otra técnica que se utiliza, al menos en Estados Unidos, es medir las relaciones
precio /utilidad, fijando el valor de la acción como un múltiplo de sus dividendos.
Es lo que los estadounidenses y llaman el Price/earnings ratio (P/E), que fluctúa
entre 7 Y 16, de una forma más bien caprichosa. Esta evaluación tiene el gran
defecto de provenir de un dato contable como es el de las ganancias, de ignorar
si durante el periodo se hicieron inversiones que van a redundar en mayores
ganancias durante el periodo siguiente y el ya mencionado de la gran
variabilidad de los múltiplos.
Otra medida, del mismo tenor pero con mejor lógica, es la que calcula el valor
de la acción por medio de la ecuación siguiente:
La contabilidad está cada día más desacreditada en todos sus aspectos. Obedece
a realidades de comienzo de siglo y no mide las nuevas situaciones. Es una
fotografía en un mundo donde se imponen las películas. Mide el pasado cuando
lo que interesa es el futuro. No se ha podido adaptar al manejo de situaciones
inflacionarias. Es manipulable sin violar los principios generalmente aceptados.
Así las cosas, está tomando mucha fuerza la medición del flujo de fondos que
permite predecir hacia donde van las empresas y jugar con variaciones en sus
parámetros que simulen el impacto sobre la generación de fondos. Se está
abriendo camino al concepto del shareholder value análisis (SVA) que se ocupa
de analizar el resultado de cualquier estrategia sobre el valor agregado a la
suma invertida por los accionistas.
Uno de los modelos más aceptados, últimamente, para estimar el valor de una
empresa, o para evaluar el de una unidad o división dentro de la misma
empresa, es el propuesto por Alfred Rappaport en su libre Creating Shareholder
Value. Para él, el valor de una compañía es la suma de su deuda más el valor
que ella represente para sus accionistas. Por lo tanto, el valor de los accionistas
es igual a l valor de la compañía menos su deuda. El valor de la compañía, a su
turno, se compone del valor presente de su flujo operativo, más el valor
residual, más los activos que en el momento posea, que se puedan liquidar sin
afectar la capacidad operativa de la firma.
El flujo de fondos operativo representa la diferencia entre los ingresos y los
egresos. Esta diferencia es importante porque es la suma disponible para
compensar a los accionistas y a los acreedores. Se debe descontar a valor
presente con la tasa que represente el costo de capital. Ésta es el promedio
ponderado del costo de las deudas y del rendimiento esperado por los
accionistas. Es importante notar que este flujo no incluye costos financieros,
pero si se calcula después de los impuestos.
Una vez obtenido el valor presente del periodo analizado, falta estimar cuál es el
valor presente de las utilidades pendientes al terminar dicho periodo. Este
concepto del valor residual es tratado magistralmente por Rappaport. Lo usual
en nuestro medio, y aun en los países avanzados, es considerar un horizonte de
cinco años para fines de evaluación. Esta costumbre viene de cuando las
proyecciones se debían hacer a mano por no contarse con los procesadores y
sus hojas electrónicas. Los más avisados tampoco olvidaban el valor de
salvamento, estimando que al final del periodo la maquinaria valía poco y no se
rescataba sino la propiedad raíz, la cual conservaba su valor en términos
constantes.
Modelos como éste se están imponiendo en Estados Unidos. Sirven no solo para
estimar el valor de las empresas, sino también para calcular el valor de las
divisiones o unidades estratégicas dentro de las empresas. Cuando el valor
presente así calculado es mayor de lo que hay que invertir por una compañía, el
negocio parece viable, al menos desde el punto de vista financiero. Por el
contrario, si lo que se pretende invertir es mayor que lo que se espera recibir, el
negocio sería un destructor de valor agregado. Si una división de compañía tiene
un valor presente inferior a lo que la compañía ha invertido en ella (estimado,
por ejemplo en su valor de liquidación), la línea o división es una destructora de
valor y sería mejor venderla.
La técnica del SVA se utiliza también para evaluar las estrategias que pretenden
añadir valor a la firma. Estas estrategias están usualmente caracterizadas por
algún compromiso inicial de fondos, para adquirir bienes de capital o contratar
personas o servicios, en aras a lograr unos beneficios futuros. Por su intermedio
se pueden identificar factores creadores de valor.
Para tener un mejor estimado de los flujos netos futuros lo usual es construir
diversos escenarios y estimar las diferencias ene l valor presente al descontar los
flujos. Muchos autores proponen simular diversos escenarios asignándole
probabilidades a su ocurrencia, con el ánimo de estimar un valor presente
esperado. Este procedimiento es cuestionable. A la firma solo le ira de una
manera, bien o mal, pues ella es una unidad. El planteamiento sería válido solo
si hubiera un número de empresas elevado, superior a treinta, dedicadas al
mismo negocio, por ejemplo una franquicia para vender hamburguesas de
marca. En este caso, aplicando la ley de los grandes números y el teorema del
límite central, a unas les iría bien, a las otras regular y a otras mal,
obteniéndose un verdadero valor promedio esperado.
Un comentario final es que las empresas no valen lo mismo para todas las
personas. Para algunos tendrán valor estratégico, para otros generaran sinergia
y para los demás podrán ser negocios independientes. Tampoco valía lo mismo
en el tiempo. Un negocio puede ser bueno mañana y malo hoy. Tampoco se
pueden pasar por alto todas las consideraciones cualitativas, muy esencialmente
la del recurso humano. Gran cantidad de las adquisiciones de empresas de alta
tecnología han fracasado porque las empresas son la gente y los empleados
abandonan a las empresas al cambiar de dueño.
Un grupo de inversionistas recibe una oferta por una empresa que está
operando. Los vendedores aspiran a obtener $1000 millones por su empresa. Se
trata de una compañía de bajo riesgo, que el año entrante vender 700 000
unidades de un producto, con un precio de $ 1000 la unidad. Las ventas subirán
en 100 000 unidades anuales, hasta el año quinto, inclusive. De allí en adelante
se estabilizarán, pues se espera la entrada de competidores cuando el negocio
“madure”. Los precios se incrementarán en un 25% anual, a la par con la
inflación. Las ventas se recaudan con un mes de plazo, y no se dan atrasos en la
cartera. Las compras cuestan un 50% de las ventas (margen bruto del 50%). se
requiere un mes de inventario y los proveedores conceden un mes de plazo para
el pago. La depreciación se hace por el método de línea recta, con 20 años de
plazo para los edificios y 10 para los demás activos. El valor en libros de las
edificaciones es de $250 millones y el de la maquinaria es de $600 millones. Los
impuestos se causan al 30% sobre la renta gravable.
La mano de obra costará $100 millones el primer año, esperándose alzas del
26% cada año. Los gastos de administración son de $50 millones por año.
Existen otros costos por $20 millones. Estas dos partidas se espera que
evolucionen con la inflación. A partir del tercer año será necesario reponer
equipos en cuantía de $30 millones. Para investigación y desarrollo se destinan
$10 millones anuales. Estos dos ítems se irán elevando en costo con la inflación.
SOLUCIÓN AL CASO
Para saber cuánto vale la empresa se precisa proyectar su flujo de fondos para
apreciar su capacidad de reparto futura. Vamos a utilizar el modelo propuesto en
este capítulo, según el cual, el valor del aporte de los socios está dado por:
AÑOS PROYECTADOS 1 2 3 4 5 6
INGRESOS
VENTAS UNIDADES 700 800 900 1.000 1.100 1.100
PRECIO POR UNIDAD 1,00 1,25 1,56 1,95 2,44 3,05
VENTAS TOTALES 700,00 1.000,00 1.406,25 1.953,13 2.685,55 3.356,93
INGRESOS POR VENTAS 641,67 975,00 1.372,40 1.907,55 2.624,51 3.300,98
COMPRAS
COMPRAS 350,00 500,00 703,13 976,56 1.342,77 1.678,47
INVENTARIO INICIAL 29,17 41,67 58,59 81,38 111,90 139,87
INVENTARIO FINAL 41,67 58,59 81,38 111,90 139,87 -
COMPRAS NETAS 362,50 516,93 725,91 1.007,08 1.370,75 1.538,59
PAGOS POR COMPRAS 361,46 515,52 724,01 1.004,54 1.368,42 1.550,25
INGRESOS
INGRESOS X VENTAS 641,67 975,00 1.372,40 1.907,55 2.624,51 3.300,98
OTROS INGRESOS 90,00 112,50 140,63 175,78 219,73 274,66
TOTAL INGRESOS 731,67 1.087,50 1.513,02 2.083,33 2.844,24 3.575,64
EGRESOS
PAGOS POR COMPRAS 361,46 515,52 724,01 1.004,54 1.368,42 1.550,25
MOD 100,00 126,00 158,76 200,04 252,05 317,58
GASTOS ADMINISTRATIVOS 50,00 62,50 78,13 97,66 122,07 152,59
OTROS GASTOS 20,00 25,00 31,25 39,06 48,83 61,04
TOTAL EGRESOS 531,46 729,02 992,15 1.341,29 1.791,36 2.081,45
Este flujo se debe descontar a valor presente utilizando una tasa de interés igual
a l costo de capital. El costo de capital es el promedio ponderado del costo del
dinero prestado y del costo del capital accionario o propio. El costo del dinero
prestado es el neto del costo de los préstamos comerciales, descontando su
crédito tributario. Si, en este ejemplo, el crédito comercial cuesta al 35%
efectivo, y si los intereses son totalmente deducibles (pueden no serlo, como era
el caso de Colombia, donde parte de los intereses no eran deducibles), su costo,
con un nivel de impuestos del 30%, es del 24.5% (=35 x 0.70). La
determinación del costo de los fondos propios está muy ligada al nivel de riesgo
del proyecto. Los inversionistas aspiraran a una tasa más elevada que lo que
rente el ahorro institucional, pues de lo contrario invertirán en papeles bancarios
de bajísimo riesgo. Vamos a suponer que para el riesgo envuelto en este
proyecto, los inversionistas aspirarían a un rédito del 45% después de
impuestos. Recuerde que los repartos a que dio lugar el flujo son después de
impuestos. Falta definir que ponderación utilizar. Aquí recomienda el modelo
que se utilice la estructura de capital que se espera tener en el largo plazo, sin
importar cuál sea la actual de la empresa. Vamos a suponer que se aspira
mantener una estructura de 50% fondos propios y 50% préstamos. El promedio
ponderado del costo de capital resulta ser del 34.75% (=45 x 050 + 24.5 x
0.50).
Al descontar el flujo de repartos para los primeros cinco años, utilizando una
tasa del 34.75%, se obtiene un valor presente del $618.86 millones. Este
descuento se puede efectuar por medio de una calculadora que acepte flujos
variables, o utilizando calculadoras financieras sencillas, o tablas de interés,
trayendo cada partida a valor presente. Concluimos que la empresa vale
$618.86 millones por concepto de flujos de efectivo repartidos en los cinco
primeros años.
La tasa constante resulta 7.8% anual, y con ella descontamos el flujo de fondos
residual, así:
TABLA 14.2
Proyección crédito
LIQUIDACION DE LA DEUDA
AÑOS - 1 2 3 4
MONTO INICIAL 475 475 475 317 158
AMORTIZACION DE KAPITAL - 158 158 158
INTERESES - 143 143 95 48
INTERESES DESPUES DE IMP - 116 116 78 39
CUOTA - 116 275 236 197
SALDO 475 475 317 158 -
La empresa parece valer mucho más de lo que sus dueños piden por ella. Si se
fuera a evaluar por su valor intrínseco, hoy la empresa cuenta con activos que
valen $950 millones ($250 millones en edificaciones, $600 millones en
maquinaria y $100 millones en caja). Como su deuda es de $475 millones, s
valor intrínseco es de $475 millones. Observe la diferencia entre los dos
estimados. Sería conveniente que los potenciales compradores realizarán
análisis de sensibilidad para estimar como varía el valor de la firma con cambios
en diferentes parámetros, entre los cuales pueden variar las ventas, margen,
rotaciones de cartera e inventario, costos fijos, y tasas de descuento. También
pueden chequear transacciones similares recientes, y, por supuesto, valores de
las acciones en la bolsa, si existe un mercado de capitales bien desarrollado.