Antología de poemas Tú que en los jardines

negros del Engaño

1. Hombre pequeñito Alejandra Pizarnik vestido de rojo
Hombre pequeñito, hombre pequeñito, corriste al Estrago.
Suelta a tu canario que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito, Tú que el esqueleto
Déjame saltar. conservas intacto
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, no sé todavía
Hombre pequeñito que jaula me das. por cuáles milagros,
Digo pequeñito porque no me entiendes, me pretendes blanca
Ni me entenderás. (Dios te lo perdone),
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto me pretendes casta
Ábreme la jaula que quiero escapar; (Dios te lo perdone),
Hombre pequeñito, te amé media hora, ¡me pretendes alba!
No me pidas más.
Bien pudiera ser Huye hacia los bosques,
Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido vete a la montaña;
No fuera más que aquello que nunca pudo ser, límpiate la boca;
No fuera más que algo vedado y reprimido vive en las cabañas;
De familia en familia, de mujer en mujer. toca con las manos
Dicen que en los solares de mi gente, medido la tierra mojada;
Estaba todo aquello que se debía hacer... alimenta el cuerpo
Dicen que silenciosas las mujeres han sido con raíz amarga;
De mi casa materna... Ah, bien pudiera ser... bebe de las rocas;
A veces a mi madre apuntaron antojos duerme sobre escarcha;
De liberarse, pero se le subió a los ojos renueva tejidos
Una honda amargura, y en la sombra lloró. con salitre y agua:
Y todo eso mordiente, vencido, mutilado
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado, Habla con los pájaros
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo. y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
2. Tú me quieres blanca Alfonsina Storni y cuando hayas puesto
Tú me quieres alba, en ellas el alma
me quieres de espumas, que por las alcobas
me quieres de nácar. se quedó enredada,
Que sea azucena entonces, buen hombre,
Sobre todas, casta. preténdeme blanca,
De perfume tenue. preténdeme nívea,
Corola cerrada . preténdeme casta.
3. Tú, que nunca serás. Alfonsina Storni
Ni un rayo de luna Sábado fue, y capricho el beso dado,
filtrado me haya. capricho de varón, audaz y fino,
Ni una margarita mas fue dulce el capricho masculino
se diga mi hermana. a este mi corazón, lobezno alado.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca, No es que crea, no creo, si inclinado
tú me quieres alba. sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
Tú que hubiste todas no es para mí, mas juega y rueda el dado.
las copas a mano,
de frutos y mieles Yo soy esa mujer que vive alerta,
los labios morados. tú el tremendo varón que se despierta
Tú que en el banquete en un torrente que se ensancha en río,
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes y más se encrespa mientras corre y poda.
festejando a Baco.
Ah, me resisto, más me tiene toda, sobre las íes
tú, que nunca serás del todo mío.
4. Dos cuerpos. Octavio Paz por eso digo
Dos cuerpos frente a frente señor ministro
son a veces dos olas de qué se ríe
y la noche es océano. de qué se ríe

Dos cuerpos frente a frente usté conoce

son a veces dos piedras mejor que nadie
y la noche desierto. la ley amarga
de estos países
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces ustedes duros
en la noche enlazadas. con nuestra gente
por qué con otros
Dos cuerpos frente a frente son tan serviles
son a veces navajas
y la noche relámpago. cómo traicionan
el patrimonio
Dos cuerpos frente a frente mientras el gringo
son dos astros que caen nos cobra el triple
en un cielo vacío
5. De que se ríe. Mario Benedetti cómo traicionan
(Seré curioso) usté y los otros
En una exacta los adulones
foto del diario y los seniles
señor ministro
del imposible por eso digo
señor ministro
vi en pleno gozo de qué se ríe
y en plena euforia de qué se ríe
y en plena risa
su rostro simple aquí en la calle
sus guardias matan
seré curioso y los que mueren
señor ministro son gente humilde
de qué se ríe
de qué se ríe y los que quedan
llorando de rabia
de su ventana seguro piensan
se ve la playa en el desquite
pero se ignoran
los cantegriles allá en la celda
sus hombres hacen
tienen sus hijos sufrir al hombre
ojos de mando y eso no sirve
pero otros tienen
mirada triste después de todo
usté es el palo
aquí en la calle mayor de un barco
suceden cosas que se va a pique
que ni siquiera
pueden decirse seré curioso
señor ministro
los estudiantes de qué se ríe
y los obreros de qué se ríe.
ponen los puntos 6. Romance de la luna - Federico García Lorca
La luna vino a la fragua pero también para todas las posiciones
con su polisón de nardos. intermedias.
El niño la mira mira. Un amor como abrir los ojos.
El niño la está mirando. Y quizá también como cerrarlos.
8. Táctica y estrategia Mario Benedetti
En el aire conmovido Mi táctica es
mueve la luna sus brazos mirarte
y enseña, lúbrica y pura, aprender como sos
sus senos de duro estaño. quererte como sos

Huye luna, luna, luna. mi táctica es

Si vinieran los gitanos, hablarte
harían con tu corazón y escucharte
collares y anillos blancos. construir con palabras
un puente indestructible
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos, mi táctica es
te encontrarán sobre el yunque quedarme en tu recuerdo
con los ojillos cerrados. no sé cómo ni sé
con qué pretexto
Huye luna, luna, luna, pero quedarme en vos
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises, mi táctica es
mi blancor almidonado. ser franco
y saber que sos franca
El jinete se acercaba y que no nos vendamos
tocando el tambor del llano. simulacros
Dentro de la fragua el niño, para que entre los dos
tiene los ojos cerrados. no haya telón
ni abismos
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos. mi estrategia es
Las cabezas levantadas en cambio
y los ojos entornados. más profunda y más
simple
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol! mi estrategia es
Por el cielo va la luna que un día cualquiera
con el niño de la mano. no sé cómo ni sé
con qué pretexto
Dentro de la fragua lloran, por fin me necesites.
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela. 9- El futuro – Julio Cortázar
el aire la está velando. Y se muy bien que no estarás.
7. Un amor más allá del amor – Roberto Juarroz No estarás en la calle
Un amor más allá del amor, en el murmullo que brota de la noche
por encima del rito del vínculo, de los postes de alumbrado,
más allá del juego siniestro ni en el gesto de elegir el menú,
de la soledad y de la compañía. ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
Un amor que no necesite regreso, ni en los libros prestados,
pero tampoco partida. ni en el hasta mañana.
Un amor no sometido No estarás en mis sueños,
a los fogonazos de ir y de volver, en el destino original de mis palabras,
de estar despiertos o dormidos, ni en una cifra telefónica estarás,
de llamar o callar. o en el color de un par de guantes
Un amor para estar juntos o una blusa.
o para no estarlo Me enojaré
amor mío vivo, amo,
sin que sea por ti, inventemos palabras,
y compraré bombones nuevas luces y juegos,
pero no para ti, nuevas noches
me pararé en la esquina que se plieguen
a la que no vendrás a las nuevas palabras.
y diré las cosas que sé decir Hagamos
y comeré las cosas que sé comer otros dioses
y soñaré los sueños que se sueñan. menos grandes,
Y se muy bien que no estarás menos lejanos,
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo, más breves y primarios.
ni allí afuera Otros sexos
en ese río de calles y de puentes. hagamos
No estarás para nada, y otras imperiosas necesidades
no serás mi recuerdo nuestras,
y cuando piense en ti otros sueños
pensaré un pensamiento sin dolor y sin muerte.
que oscuramente trata de acordarse de ti. Como quien dice: nazco,
duermo, río,
10.Fundación Susana Thenón inventemosla vida
nuevamente
Como quien dice: anhelo,