Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gestion de Inventarios y Almacenes Parte PDF
Gestion de Inventarios y Almacenes Parte PDF
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
GESTIÓN DE INVENTARIOS Y
ALMACENES
PARTE I. EL ALMACENAMIENTO.
Desde el punto de vista operativo, la función del almacén tiene un doble enfoque: como
actividad al servicio del proceso productivo o de la organización distributiva. En el primer caso, el
almacén de aprovisionamiento se constituye en un sistema de alimentación del proceso productivo,
colaborando en la uniformidad y continuidad de éste; es el eslabón que une la producción con el
cliente. En el segundo caso, el almacén se constituye como un sistema de alimentación al mercado,
ayudando a la función de ventas a proporcionar un servicio eficaz al cliente en este caso sería la
pieza de la cadena que enlaza la producción con el cliente.
Los almacenes también pueden ser vistos, no sólo desde el punto de vista operativo, sino
desde sus fines de carácter general. Atendiendo a este aspecto, podemos diferenciar en los
almacenes tres funciones:
Se produciría esto cuando resulta más rentable adquirir algunos artículos en grandes lotes
y/o transportarlos en cargas consolidadas hacia lugares de almacenamiento cercanos a los puntos de
venta, que adquirir lotes más pequeños en los momentos puntuales que indique la demanda.
Se observaría en productos tales como quesos, vinos, licores, embutidos, etc. que precisan
de un período de maduración previo a su consumo.
El servicio del almacén no es un área aislada operativamente del resto de las actividades de
la empresa, sino un "servicio" de gran importancia para los fines últimos de ésta, estrechamente
relacionado, operativa y organizativamente, con ellas.
Una primera relación se detecta con la función financiera de la empresa, ya que los
problemas relativos al nivel de stocks de materiales o la consiguiente dimensión y organización de
los almacenes acarrea decisiones de inversión y disponibilidad de capital. Por otro lado, las
funciones contable y administrativa inciden directamente en la vida de los almacenes. La función
contable participa en el control de los stocks, recogiendo datos fundamentales para la elaboración
de las cuentas de explotación y balances, y posteriormente su interpretación, con fines de control.
La función administrativa desarrolla sus relaciones con los almacenes cuando organiza la actividad
de éstos con el fin de que puedan cumplir sus tareas respetando las normas vigentes, tanto a nivel
de empresa como a nivel nacional o internacional (externo).
Asimismo, la función técnica está relacionada con la de almacén en cuanto que estudia la
organización física y los criterios de funcionamiento del mismo, por ejemplo, los transportes
internos, el estudio y disposición de las estanterías, instalaciones, etc.
Por otro lado, y como fácilmente se puede deducir de lo ya expuesto, son indiscutibles la
relaciones que deben mantener los almacenes con producción, compras y ventas, pues lo exigen el
tratamiento de temas como los siguientes:
Elección de las técnicas de rotación de las mercancías para resolver posibles problemas de
obsolescencia, eliminando restos y desechos.
Los criterios para clasificar los almacenes pueden ser varios y, por tanto, se pueden
considerar varias clases de almacenes:
En primer lugar, podemos señalar los almacenes que cubren las necesidades del ciclo
productivo y que almacenarían materias primas (materiales no elaborados), materiales semi-
elaborados o materiales consumibles (accesorios o auxiliares), y los que satisfarían las necesidades
del ciclo de distribución o almacenamiento de los productos destinados a la venta o productos
acabados (finales).
Como norma general, todo almacén deberá satisfacer los siguientes requisitos mínimos:
Por otra parte, se debe tener en cuenta que un almacenamiento inadecuado puede
presentar los siguientes problemas:
5. LOCALIZACION DE UN ALMACÉN.
6. SISTEMAS DE ALMACENAJE.
Una primera consideración, permitiría diferenciar dos sistemas de almacenaje: al aire libre
y cubierto.
1.1. Almacenaje ordenado. Según este método se asigna a cada producto un único lugar, fijo y
predeterminado. Por consiguiente, los espacios destinados a alojar los diversos productos
se adecuan a las características particulares de éstos, de tal manera que solamente
acogerán productos con las características señaladas. Destaca positivamente en este
sistema, la facilidad de control y manipulación de los productos. Sin embargo, la
limitación del almacenamiento a los espacios previstos puede provocar infrautilización del
mismo, ya que su capacidad puede que no sea cubierta en su totalidad.
1.2. Almacenaje Caótico o de hueco libre. En este sistema de almacenaje, se asignan espacios
a medida que se van recepcionando los productos o mercancías sin tener en cuenta ningún
orden predeterminado. No obstante, suelen establecerse ciertas reglas para la ubicación de
los productos por razones de seguridad, optimización de recorridos, condiciones
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
medioambientales, rotación etc. y las dimensiones de los huecos serán las adecuadas para
los productos que puedan recibirse. Es un método que permite un mayor aprovechamiento
de espacio en aras de un peor control de los productos almacenados, precisando, por tanto,
métodos sofisticados de control.
2. Según el flujo de entrada/salida. Se acogen bajo este criterio dos sistemas o métodos diferentes:
2.1. El método FIFO (First In - First Out). Se basa en que el primer producto que entra en el
lugar de almacenaje, es también, el primero en salir de él. Se considera el más apropiado
para productos perecederos o de rápida caducidad.
2.2. El método LIFO (Last In - First Out). En este caso, el último producto que entre es el
primero en salir.
3. Según el equipamiento empleado para la optimización del espacio disponible. Bajo este factor
diferenciador, se pueden distinguir dos grandes sistemas de almacenaje:
3.1. Almacenaje sin pasillos. Este método obedece a la disposición de los productos de forma
que entre ellos no exista espacio alguno. Admite los siguientes tipos:
Vamos a dividir este apartado en cinco subapartados que comprenden: los sistemas para el
almacenamiento al aire libre, el almacenamiento en locales cerrados o cubiertos, las zonas de un
almacén, las instalaciones y por último los tipos de estanterías.
En cuanto a los productos a utilizar, los materiales plásticos ofrecen un campo interesante
de aplicaciones para los sistemas de protección en los casos de almacenamiento al aire libre; se
suelen usar el polietileno o el nylon-vinilo.
Otro material muy utilizado es el fabricado con vinilo elástico laminado, recubierto de
nylon por ambas caras. Este producto es bastante resistente a la corrosión, por ejemplo, del agua
salada o de diferentes tipos de ácidos. Todos estos materiales pueden ser reparados fácilmente en
caso de rotura producida al manejarlos.
Las nuevas estructuras de carpa de tipo hemisférico ofrecen entre otras ventajas: una gran
resistencia al viento, pueden ser revestidas de materiales que las hagan resistentes a las radiaciones
solares y permitan tener alguna ventaja en cuanto al espacio.
Número de plantas.
Geometría de la planta.
Suelos.
Columnas
Iluminación
Rampas
Seguridad
El material de construcción.
La cubierta.
Las paredes.
Los accesos.
7.2.2. Las zonas de un almacén. La adecuación de las diferentes zonas en que se divide
un almacén para un uso específico, permite hablar de rentabilidad alta en el funcionamiento
del mismo. Básicamente, se pueden diferenciar en un almacén las siguientes zonas:
Zona de stock-reserva.
Zona de picking y preparación.
Zona de salida y verificación.
Zona de oficinas y servicios.
Otras zonas:
o Cámaras frigoríficas.
o Zona de devoluciones.
o Palets o paletas vacías. Envases vacíos.
o Zona de mantenimiento.
7.2.3. Las instalaciones. Para definir el tipo de instalación adecuado, se deben tener en
cuenta los tiempos necesarios para el movimiento de los materiales (tiempo de carga,
desplazamiento, descarga y almacenamiento) y la densidad del tráfico. Los diferentes tipos
básicos de instalaciones son los siguientes:
Estanterías ligeras.
Estanterías fijas para paletas:
Estanterías para paletas. Sistema compacto.
En este apartado vamos a comentar: los sistemas de ubicación de mercancías y los criterios
a tener en cuenta en la gestión de las ubicaciones.
Se conoce por ubicación de una mercancía en los almacenes, el lugar donde se aloja
temporalmente el producto o la unidad de carga referida a éste. Cada ubicación debe estar
identificada mediante un código. Este código suele estar formado por letras y/o cifras en número de
tal manera que permita identificar: la ubicación de la mercancía en las estanterías, en la zona que
corresponda y en el almacén utilizado. Se diferencian los siguientes SISTEMAS DE UBICACION
DE MERCANCIAS:
2. UBICACIÓN POR PASILLOS O UBICACIÓN PEINE. Bajo este método, cada pasillo
es identificado con un número correlativo. Cada pasillo solo es recorrido en un sentido,
alternando el sentido ascendente y el descendente. La profundidad de cada estantería se
numera en el sentido ascendente de circulación, asignando números pares a la derecha y
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
Con estos dos métodos descritos podemos definir con tres coordenadas cualquier ubicación
dentro del almacén. El código utilizado adoptaría la forma: A, B, C, D, donde:
Por otra parte, las unidades de manipulación pueden agruparse constituyendo otro tipo de
unidades, que responde a las exigencias del mercado, tales como:
Entre los aparatos de manipulación cabe destacar, la paleta o palet y los aparatos de
manutención propiamente dichos entre los que citaremos: los aparatos para el manejo de cargas
unitarias, los aparatos para la preparación de pedidos y los puentes grúa.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
LA PALETA O PALET. Las paletas o palets se suelen clasificar bajo dos criterios: en
función de su forma de construcción y en función del uso a que se destinen. La clasificación más
generalizada es la que atiende a su forma constructiva que viene exhaustivamente recogida en la
norma UNE-49900 "Paletas para manipulación de mercancías".
De toda la extensa variedad de paletas que existen, hay que centrar la atención en la paleta de
madera denominada europea, de dimensiones 800 x 1.200 mm. por ser su uso el más extendido en
la distribución de productos de gran consumo, llegando "casi" a imponerse la obligatoriedad de su
uso.
La Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC) y como resultado de varias
reuniones de trabajo con empresas fabricantes y distribuidores, llegó al acuerdo de recomendar el
uso de la paleta europea de 800 x 1.200 según la menciona la Norma UNE - 49.902-77 parte III.
1.2. APILADORAS: se denominan así a aquellas máquinas que permiten, además del
transporte horizontal, elevar las cargas hasta situarlas a la altura de la estiba. Podrían
considerarse como transpaletas provistas de un mástil elevador, sobre el que se desliza la
horquilla. También aquí hay que diferenciar dos tipos, en función de la existencia o no de
motor eléctrico, llamadas apiladoras de tracción manual o de tracción autopropulsada
respectivamente.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
1.3. CARRETILLAS. Se definen como máquinas complejas que reúnen las ventajas de las
apiladoras y de las transpaletas, pero ampliando sus capacidades. Se suelen diferenciar los
siguientes tipos:
1.4. TRANSELEVADORES.
3. PUENTES GRÚA.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
De acuerdo con el grado de conocimiento de dos variables claves, que son la demanda y
el tiempo de suministro, la gestión clásica puede llevarse a cabo bajo tres situaciones distintas:
Estos sistemas se diferencian entre sí, fundamentalmente, por la prioridad con la que dan
respuesta a las dos preguntas básicas que ha de abordar cualquier sistema de gestión de
inventarios: cuánto pedir y cuándo pedir. Así, en el modelo de cantidad fija de pedido, se
considera prioritario contestar a la primera cuestión, mientras que en el sistema de periodo fijo
se otorga mayor prioridad a la segunda de ellas. En ambos casos, el objetivo básico que se
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
persigue al dar respuesta a estas preguntas es minimizar los costes de la gestión de inventarios.
Estos costes son: el de adquisición (relacionado con la compra o fabricación de los ítems a
gestionar), el de emisión (relacionado con la solicitud y recepción de un pedido; si éste es
interno, a este coste se le suele denominar coste de lanzamiento), el de posesión (derivado de
mantener unidades físicas en almacén) y el de ruptura (derivado de la falta de unidades físicas
en el almacén cuando éstas son necesarias).
Para el análisis de los modelos, se van a emplear diversas variables y parámetros, siendo
los principales los que se relacionan a continuación:
En este modelo se solicitan lotes de una misma cantidad, denominada lote económico o lote
óptimo (Q*), que es el que minimiza los costes totales de la gestión de inventarios. Un nuevo
pedido se emite cuando en almacén se alcance un determinado nivel de stocks denominado
punto de pedido (Pp). Cada uno de los lotes solicitados llegará completo una vez transcurrido el
tiempo de suministro (TS), en el momento en que se anula el nivel de existencias en almacén.
Por tanto, tal como se comentó anteriormente, nunca existirán rupturas, siendo los costes de
adquisición, emisión y posesión los únicos a considerar. La evolución gráfica de los inventarios
en este modelo queda reflejada en la siguiente figura.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
TR = Q* / d
Siendo la demanda diaria (d) y el tiempo de suministro (TS) conocidos con certeza, el
desarrollo del modelo pasa por determinar el lote económico (Q*, ello respondería a la pregunta
cuánto pedir) y el punto de pedido (Pp, a través del cual responderíamos a la pregunta cuándo
pedir).
Puesto que se desea calcular el tamaño del lote que minimiza los costes totales de la
gestión de inventarios, en primer lugar se determinará cada uno de éstos en función de la
variable buscada (el tamaño del lote).
Coste total de adquisición (Cta): sería igual al coste unitario, ca, por el número de
unidades a consumir en el horizonte de planificación, D.
Cta ca D
D
Cte ce f ce
Q
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
Coste total de posesión (Ctp): es igual al coste de posesión unitario, cp, por el número
medio de unidades mantenidas en inventario (o stock medio) y por el periodo de
almacenamiento, .
Ct p c p stock medio
stock medio
stock máximo stock mínimo Q 0 Q
2 2 2
Así pues, el coste total de posesión vendría dado por la expresión siguiente:
Q
Ct p c p
2
Con todo ello, el coste total durante el horizonte de planificación resultaría igual a:
D Q
Ct Cta Cte Ct p ca D ce cp
Q 2
En la siguiente figura puede verse una representación de los costes en función del tamaño del
lote. En ella no se representa el coste total de adquisición (Cta) ya que es independiente del
tamaño del lote, el coste total de emisión (Cte) disminuye a medida que aumenta el tamaño del
lote y el coste total de posesión (Ctp) aumenta con el mencionado tamaño.
El objetivo buscado es minimizar el coste total anual, para ello se deriva la expresión
anterior respecto a Q y se iguala a cero, obteniendo así el tamaño del Lote Óptimo Q*:
2 ce D
Q* =
cp
A partir del cálculo del Lote Óptimo, se obtienen los demás datos:
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
D
Número de pedidos : f
Q*
Tiempo de Reaprovisionamiento: TR
f
Una vez conocido cuánto pedir, habrá de determinarse cuándo solicitar un nuevo lote.
Como se ha comentado anteriormente, en estos modelos se emite un nuevo pedido cuando el
inventario alcanza un determinado nivel, denominado punto de pedido (Pp), que se define como
el nivel de inventario necesario para satisfacer la demanda desde que se emite un pedido hasta la
llegada del siguiente lote. Como se observa en la siguiente figura, si se denomina TSp al tiempo
que transcurre desde que se solicita un lote hasta la llegada del siguiente, el punto de pedido
puede expresarse como:
Pp d TSp
En su cálculo son dos las situaciones que pueden aparecer, dependiendo de si el tiempo
de suministro (TS) es inferior o superior al tiempo de reaprovisionamiento (TR). Ambas
situaciones se representan en las siguientes figuras.
Pp d TS
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
Pp d TSp
Para el cálculo del tiempo que transcurre desde que se emite un pedido hasta la llegada
del siguiente lote (TSp), se restará a TS «n» veces TR, siendo «n» el número entero de
periodos de reaprovisionamiento que están incluidos dentro del tiempo de suministro.
Así, el valor de TSp será igual a:
TS
TSp TS E TR
TR
Siendo E[TS/TR] TR la parte entera del cociente entre TS y TR. Por lo que la expresión
del punto de pedido quedaría:
TS
Pp d TS E TR
TR
Q pt
Sin embargo, la cantidad máxima almacenada (Smáx) es inferior al tamaño del lote y
puede calcularse a través de la expresión:
Smax p d t
Cta ca D
D
Cte ce f ce
Q
Coste total de posesión (Ctp): éste es el único coste cuyo cálculo difiere del modelo
básico. Sabemos que para determinarlo hemos de multiplicar el coste unitario por el
número medio de unidades almacenadas y por el tiempo en almacén.
Ct p c p stock medio
stock medio
stock máximo stock mínimo p d t 0 p d t
2 2 2
Así pues, el coste total de posesión vendría dado por la expresión siguiente:
Ct p c p
p d t
2
Ct p c p
p d Q
2 p
Si organizamos esta expresión de esta otra forma, podrá observarse mejor cómo el cálculo del
coste total de posesión es igual al del modelo básico multiplicado por la relación entre (p – d) y
p
Ct p c p
Q
p d
2 p
Con todo ello, el coste total durante el horizonte de planificación resultaría igual a:
Ct Cta Cte Ct p ca D ce
D Q
c p
p d
Q 2 p
Derivando e igualando a 0 esta expresión, se obtiene el valor del lote económico Q*,
que hace mínimos los costes de gestión (si se calcula la derivada segunda, ésta es mayor que 0).
2 ce D p
Q*
cp ( p d )
A partir de Q*, se pueden calcular ya el resto de los datos necesarios para la gestión:
2 ce D p
Q*
cp p d
Tanto los distribuidores como los fabricantes, ofrecen a veces descuentos a los clientes
por una serie de razones: reducción de stocks que tienen acumulados, aumento del volumen de
producción y ventas, o para deshacerse de un stock que se vuelve obsoleto, etc.
Cuando al calcular el lote óptimo de pedido sin tener en cuenta el descuento, éste es
mayor que la cantidad necesaria para obtener el descuento, no hay ningún inconveniente que
impida beneficiarse del mismo. Sin embargo, el problema aparece cuando el lote óptimo es
menor que la cantidad que proporciona el descuento. Es entonces cuando será necesario realizar
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
un estudio, para comprobar si el aumentar el tamaño del pedido con el fin de obtener la ventaja
del descuento, compensa frente al aumento del coste de posesión y almacenamiento.
Ventajas: Precios más bajos, costes de transporte menores, menores rupturas, mayor
protección contra alzas en los precios, etc.
Inconvenientes: mayor riesgo de obsolescencia, menor rotación de stocks, mayor
capital inmovilizado, mayor coste de oportunidad, etc.
En primer lugar, los descuentos que puede ofrecer el proveedor pueden ser de diferentes
tipos; en este caso se considera que cuando el pedido es menor a unas M unidades (dato dado
por el proveedor), el precio unitario de cada artículo es p euros, siendo p´ < p euros cuando el
tamaño del pedido es superior o igual a esa cantidad M.
Así, para un mismo coste de posesión (cp) y para un mismo coste de emisión (ce), las
funciones de coste total durante un período de gestión , con una demanda global D en ese
período serán:
D Q
Ct1 ca1 D ce cp
Q 2
D Q
Ct2 ca 2 D ce c p
Q 2
c p ca
En este caso, la diferencia estará en la representación gráfica, ya que la curva que aparece más
alta no será sólo porque su coste de adquisición total sea mayor, sino también porque el coste de
posesión total también lo es (en la representación es una recta y por lo tanto tendrá más
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
pendiente), pero de cualquier forma siempre la curva de costes totales sin descuento será más
elevada o estará más arriba que la de con descuento.
Hay que estudiar los tres casos por separado, reflejando cada una de las posibilidades
gráficamente, y obteniendo así el tamaño del Lote Óptimo.
Los costes totales, son los que se dibujan en trazo grueso, no teniendo sentido real las
partes de la curva representadas en línea discontinua. El significado del gráfico es el siguiente:
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
para tamaños del lote Q inferiores a QDESC , el Coste de Adquisición es ca1 , y por lo
tanto se corresponde a la curva CT1..
en el momento en que Q = QDESC , se produce el descuento y ahora el Coste de
Adquisición es ca2 , y por lo tanto se pasa a la curva CT2 .
Con todo ello, se puede apreciar que el coste total mínimo lo proporciona Q2 , por lo
tanto en este caso Q* = Q2 ya que es el punto más bajo de la curva (en negrita) de costes totales.
Q* = Q2
En este tercer caso, habrá que distinguir dos posibilidades en función de lo alejado que
esté Q2 del tamaño del Lote que proporciona el descuento QDESC . Esto se representa en las
gráficas que se pueden ver a continuación.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
Sin embargo en la gráfica de la derecha, en la que el tamaño del lote a partir del cual se
descuenta está muy alejado de Q2 , el punto mínimo de la curva de costes totales es el de abscisa
Q1 ; por lo tanto en este caso Q* = Q1 .
De los tres casos posibles, se pueden obtener entonces las siguientes conclusiones:
Si QDESC ≤ Q2 Q* = Q2
Si QDESC > Q2 Q* = QDESC ó Q* = Q1
Hay que tener en cuenta que a veces, una vez obtenido el tamaño del lote óptimo, éste
no puede utilizarse tal cual, ya que da un número de pedidos fraccionarios para una demanda
dada. Si es necesario redondear la frecuencia, habrá que determinar si es mejor hacerlo por
defecto y por lo tanto el lote de pedido será mayor que Q*, o por exceso, y entonces el lote de
pedido será menor que Q*, escogiendo siempre la alternativa que implique menos incremento
del coste total CT.
Cta ca D
Cte ce f ce
T
Coste total de posesión: para su cálculo, partiremos de la expresión del modelo básico
de cantidad fija de pedido, pues, como puede verse en la figura anterior, con este
modelo el inventario medio mantenido también coincide con Q/2, al ser Q el stock
máximo real y 0 el stock mínimo.
Q
Ct p c p
2
Para expresar el coste total de posesión en función del periodo óptimo, podemos partir
del hecho de que f = θ/T, e igualmente f = D/Q, por lo que θ/T = D/Q. Despejando el
valor de Q, se obtiene que Q = [(D × T)/θ] y sustituyendo esto en la expresión inicial del
coste total de posesión, éste quedaría:
D T D T
Ct p c p cp
2 2
D T
Ct Cta Cte Ct p ca D ce cp
T 2
2 ce
T*
cp D
Con ello se ha determinado cuándo pedir, quedando por determinar cuánto pedir. Como
se ha comentado anteriormente, la cantidad a solicitar será Q, que se calcula como la diferencia
entre el nivel máximo de stocks (NMS) y el nivel de inventario existente en el momento de
realizar el pedido (NI).
NMS d T * TSp
NI d TSp
Cuando se trabaja en condiciones de certeza, los dos modelos básicos (el de cantidad
fija de pedido y el de periodo fijo) ofrecen la misma solución, siendo las relaciones existentes
entre ambos las que se muestran en la siguiente tabla:
Aunque en esta introducción hemos visto cómo calcular los valores óptimos del lote
(Q*) y del tiempo entre pedidos (T*), es obvio que una empresa puede hacer pedidos con otros
tamaños o tiempos distintos. Lógicamente, cualquier tamaño o periodo con el que trabaje la
empresa que no sean los óptimos, implicará unos costes de inventarios superiores ya que, como
vimos, estos valores (Q* y T*) son los que minimizan los costes.
Master Universitario de Administración y Dirección de Empresas (MADIEMP)
Universidad de Oviedo
LOGÍSTICA
El caso de demanda variable pero conocida con certeza, se presenta cuando la demanda se
produce de forma irregular y se estudia agrupada en períodos discretos de tiempo (días o semanas
enteras, etc.). Para este caso existe un procedimiento que permite calcular el programa de
lanzamientos que minimiza el coste total sobre un horizonte de tiempo fijado y reposición
instantánea. Sin embargo, el algoritmo exacto (debido a Wagner y Whitin) tiene una serie de
dificultades, no siendo la menor su complejidad, que hacen que en la práctica se prefieran
procedimientos aproximados. Es de capital importancia una propiedad de los programas óptimos
que todos los métodos aproximados tratan de cumplir, esta propiedad pretende asegurar que:
“cuando se realiza un lanzamiento, se produce la cantidad necesaria para cubrir la demanda durante
un número entero de períodos”. De entre los procedimientos aproximados podemos citar los tres
siguientes, aunque veremos que existen muchos más:
Ce / Cp
Una vez calculado el número de partes por período, éste se utiliza en vez del coste del
stock, limitándonos a contar el número de partes-período que se almacenan. Por
ejemplo, supongamos que la demanda viene dada por 10, 5, 20, 9, 15, para los próximos
5 períodos. El coste de lanzamiento es de 100 u.m.. y el de posesión de 2 u.m. por
período. El número de partes-período es 100/2 = 50. El cálculo empieza suponiendo que
se lanza un lote igual a la demanda del primer período. Como se mantendrá, en
promedio, medio período en stock, el número de partes-período por stock es de 10/2 =5.
Como este número es inferior a 50, se añade un período más de demanda a la
producción. Así se han añadido un número de partes-período igual a 5 durante un
período, más 2,5 unidades más durante medio período, en total 7,5 partes-período.
Sumadas con las anteriores, se tienen ahora 12,5 partes-período. El proceso sigue hasta
llegar a, aproximadamente, 50 partes-período.
Los modelos desarrollados hasta ahora partían de la hipótesis de una demanda constante
y conocida; sin embargo, en la mayoría de los casos, y dentro del contexto de demanda
independiente, dicha hipótesis será más teórica que realista, y la demanda será variable,
siguiendo una determinada ley de probabilidad. Por otra parte, el tiempo de suministro, hasta
ahora también supuesto conocido y constante, tampoco responderá a las citadas características.
Esto nos lleva a que si se trabaja con valores medios, se corra el riesgo de una ruptura de stock,
ya que los valores reales fluctuarán alrededor de los mismos. Si se quiere disminuir el
mencionado riesgo, será necesario la creación de un Stock de Seguridad, SS, para que absorba
las posibles fluctuaciones; de esta forma se desea asegurar un cierto porcentaje de entregas a los
clientes cuando la demanda sobrepase la previsión media o cuando el suministro sufra algún
retraso.
Existen una serie de conceptos que aparecen en estos modelos no determinísticos, cuyo
significado es el siguiente:
En la gestión no determinista, el pedido hay que lanzarlo cuando en stock queda una
cantidad igual a la demanda en el tiempo de suministro más el stock de seguridad :
Evidentemente mantener un stock de seguridad tiene un coste. Por eso, los modelos de
gestión no determinista tratan de obtener el punto de pedido adecuado, que proporcione la
suficiente seguridad de que no habrá rotura, a cambio de un coste razonable.