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3. Fin lícito.
La finalidad o fin lícito consiste en la orientación que se da a la
manifestación de la voluntad para que ésta se dirija, directa y
reflexivamente, a la producción de efectos jurídicos. Se exige una
identificación de la finalidad del acto jurídico con los efectos buscados
mediante la manifestación de voluntad.
Por ejemplo: ¿porqué celebramos el contrato, cuál es el motivo o el
impulso?. La respuesta a estas preguntas, es el fin.
PARA QUE UN ACTO JURÍDICO SEA VÁLIDO, ES
NECESARIO QUE:
• Como verás un hechos jurídico puede ser un acto jurídico, pero un acto
jurídico no puede ser nunca un hecho jurídico, por que para que sea Acto
jurídico debe mediar la VOLUNTAD.
• En un hecho no media siempre la voluntad, entendemos que la
naturaleza no depende de la voluntad de las personas. En un accidente
de tránsito no media tampoco la voluntad de las personas.
• Entonces podemos concluir que un hecho jurídico puede ser voluntario o
involuntario, pero un acto jurídico sólo puede ser voluntario.