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Ergonómicos en el
trabajo
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son afecciones y/o enfermedades que involucran a los
tendones, músculos, nervios y otras estructuras que dan soporte y estabilidad al cuerpo humano,
es decir…
Cuando son generados o exacerbados por el trabajo, se producen principalmente en alguna parte
de las extremidades superiores o de la espalda.
Carga postural
Los daños de salud más habituales relacionados con la carga postural tienen que ver
principalmente con: el espacio o entorno, el diseño de la silla y mesa del trabajo y la ubicación del
ordenador y otros elementos informáticos. Los problemas de salud más comunes son:
En los puestos de pantallas de visualización de datos (PVD) con frecuencia se producen daños
a la salud que normalmente se manifiestan transcurridos varios años de exposición al riesgo,
es decir, experimentamos las dolencias después de años de trabajo. Los síntomas para la
detección precoz tienen que ver con:
dolores de espalda (lumbares o de la parte superior), tensión en los hombros, base del
cuello, dolores de cabeza;
escozor de ojos, sequedad de ojos, necesidad de más tiempo para enfocar la vista a
distancias largas;
calambres en las piernas, incomodidad en el asiento y cambios frecuentes de posturas
Los daños, que como decimos se producen a largo plazo por acumulación de exposición
durante mucho tiempo al riesgo, pueden ser:
hernias y pinzamientos cervicales (dolores, calambres, pérdida de funcionalidad de
brazos…) y lumbares (dolores de espalda, ciática…) con pérdida de flexibilidad,
funcionalidad y movilidad
pérdida prematura de visión…
Para evitar estos daños las medidas que podemos tomar son:
1. En primer lugar la toma de consciencia de lo que está sucediendo (qué molestias tengo; a
qué distancia trabajo de la pantalla; cómo de pequeño es lo que veo en pantalla; cuántos
descansos hago a lo largo de la jornada, cuánto duran y qué hago en ellos); cómo ejercito
mis músculos; con qué frecuencia bebo agua durante la jornada….)
2. En segundo lugar adquirir hábitos posturales saludables y realizar descansos apropiados y
3. En tercer lugar tener una vida saludable que nos proporcione unos músculos tonificados
(en la espalda para evitar que sean los discos intervertebrales los que soportan el peso de
nuestro cuerpo y acaben dañándose) y en los ojos para lograr que sean capaces de
trabajar apropiadamente a distintas distancias focales) así como una alimentación
apropiada que nos proporciones los nutrientes e hidratación necesarios, evitando el
sobrepeso