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22 La invención de la burocracia

la Cámara de los Comunes que proceda a-una "reforma económica" 32 que l. Arqueología: los servidores del rey
permita reducir los gastos públicos y acrecentar la eficacia de la organi-
zación administrativa. Ahora bien, esta verdadera "revolución de gestión
empresarial" que Burke llama a realizar apunta, en realidad, a privar al
monarca de los medios de influencia política que le confiere su poder dis-
crecional de nombramiento en los empleos públicos. Dos siglos más tarde,
los gobernantes británicos invocan a su vez argumentos económicos, aná-
logos a los que utilizaba el diputado whig, para reapropiarse de un poder
de control sobre la función pública. Paradoja de la historia, Gran Breta-
ña, después de haber sido la primera en instituir un funcionariado cuyos
rasgos más se acercan al tipo ideal weberiano, es también la primera en
cuestionarlo.
La burocracia -en definitiva, una institución reciente en los Estados
No vayas a imaginarte que son tus cualidades
democráticos, construida en un proceso de larga duración- puede ser vista personales y tu talento los que lograrán que te otor-
como el espejo en el que, en cada momento de su historia, se refleja la so- guen un cargo. Si tú piensas que lo recibirás por el
ciedad de la que ella surgió. Eso implica recurrir a la historia política, en mero hecho de ser el más competente, no eres más
el seno de la cual se inserta y actúa como factor diferenciado, pero también que un inocente. Siempre se prefiere confiar una fun-
a las corrientes de pensamiento que, interesadas en las formas que asume ción importante a un incapaz antes que a un hombre
el poder, incluyeron la cuestión administrativa en sus reflexiones, y, final- que lo merece. Actúa entonces como si tu único deseo
mente, a las transformaciones sociales que contribuyen a remodelar las fuera deber tus cargos y prerrogativas a la benevo-
prácticas institucionales. El estatus del funcionariado, caracterizado en lencia de tu patrón.
Cardenal Mazarino, Breviario de los políticos
cada país por garantías y obligaciones particulares, no es el resultado de
políticas voluntaristas inspiradas por la investigación de una racionalidad
maximizada: es el producto singular de factores múltiples y a menudo con-
tradictorios cuya trama, en las páginas que siguen, deberemos descifrar. Las situaciones políticas que experimentan Inglaterra y Francia en
los últimos años del siglo XVII son radicalmente opuestas. En la hora en
que el absolutismo monárquico culmina sobre el continente, en Ingla-
terra "el cambio que se instaura en el siglo XVII va mucho más allá de
una simple revolución constitucional o política o de una revolución en
el dominio económico, religioso o del gusto. Abarca la vida en todos sus
aspectos". 1 Desde el punto de vista político, la Revolution Settlement de
1688 y la adopción del Bill of Rights en 1689 pueden ser considerados la
manifestación victoriosa de un combate por la libertad; un combate di-
rigido por las clases poseedoras, 2 y en su beneficio, para limitar el poder
real, siempre tentado de abusar de su prerrogativa para ponerle trabas a
la oposición eventual del Parlamento. El advenimiento de la monarquía
constitucional -cuya teoría fue elaborada por John Locke, a partir de

l. Christopher Hill, The Century of Revolution, Londres, Sphere Books, 1969, p. 16.
32. Edmund Burke, "Speech on presenting to the House of Commons (on the 11th february 2. Véase George M. Trevelyan, The English Revolution, Londres, Oxford University Press,
1780) a Plan for the better security of the independance of Parliament, and the Economical
1965, p . 7.
reformation ofthe civil and other Establishments", en The Words of E. Burke, Boston, Little,
Brown and Cie., 1865, vol. 11. [ 23]
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1680, 3 en el Segundo tratado del gobierno civil- marca el término de una trate de Constituciones comunales, venta de oficios o monopolios, de los
forma de ejercicio absolutista del poder real y el "retorno" a la Constitu- que el Parlamento inglés ya había declarado en 1624 que eran contrarios
ción mixta en virtud de la cual, según la tradición, la soberanía pertenece a las "leyes fundamentales de este reino". 5 La soberanía no reside más que
"al rey en su Parlamento". en la persona del monarca y no puede ser compartida con nadie en razón
A la inversa, el tipo de régimen que conoce Francia en la misma época de la esencia divina de la función real.
se caracteriza por la concentración del poder en las manos de un monar- Pero la noción de Estado absolutista remite también a una forma de
ca, único poseedor legítimo de la soberanía. Mientras el rey de Francia estructuración de las instituciones. Para Perry Anderson, al analizar la
está constantemente ocupado en reducir todas las tentativas de oposición emergencia del Estado en la época moderna, "el absolutismo, en lo esen-
a su poder, el contrato entre el monarca inglés y el pueblo -que los Es- cial, no era más que una nueva ordenación, un reforzamiento del apara-
tuardo habían quebrado-, sellado por Guillermo de Orange en 1689, con- to de dominación feudal", 6 "el nuevo caparazón político de una nobleza
fina el poder real a unos límites estrechos. Y si en Francia el rey utiliza amenazada"; 7 la característica del Estado absolutista está constituida por
a los intendentes que nombra discrecionalmente para hacer aplicar sus "el desplazamiento de la coerción político-jurídica hacia un vértice cen-
decisiones en las provincias, en Inglaterra la utilización de la "prerroga- tralizado y militarizado". Por su lado, Bertrand Badie y Pierre Birnbaum
tiva" real, que confiere el derecho de nombrar a todos los "servidores del adoptan un punto de vista más matizado sobre la génesis del Estado mo-
rey", es decir los agentes públicos, constituirá para el monarca inglés un derno8 y cuestionan "la fórmula de Anderson que no ve en el Estado ab-
recurso político esencial. En efecto, a través del patronato él intentará solutista más que el simple instrumento de la aristocracia". 9 Para ellos
asegurar, por un lado, el apoyo de la Cámara de los Comunes en materia también la centralización del poder y, en consecuencia, la reducción de
financiera y, por el otro, el de las colonias americanas con respecto a su todas las formas de autonomía local, gracias al desarrollo de un aparato
política económica. administrativo y militar profesionalizado, constituyen los rasgos domi-
nantes del Estado absolutista. Pero estos autores se separan radicalmente
de Anderson cuando clasifica a Inglaterra dentro de ese tipo de sistema
El absolutismo político. 10 En efecto, "la monarquía inglesa pudo imponerse muy rápido
como centro político, sin tener que recurrir por ello al modo autoritario y
Aunque los autores están de acuerdo en calificar la monarquía francesa burocrático, y sin ser obligada a reducir, a través de un Estado, las velei-
como absolutista y situar su apogeo bajo el reinado de Luis XIV, subsisten dades de autonomía de una aristocracia por cierto poco feudalizada y más
diferencias de interpretación según se refieran al absolutismo como modo interesada en controlar al rey que en cuestionar la existencia de las ins-
de ejercicio del poder político o como forma de organización de las institu- tituciones monárquicas". 11 Por su lado, Pierre Goubert rechaza el uso del
ciones estatales. término "absolutismo real" para calificar, en el caso de Francia, un "deseo
El absolutismo puede ser definido como un poder soberano que se ejerce de unificación legislativa y consuetudinaria", una aplicación para reducir
sin límites porque toma su origen, y entonces su legitimidad, de una refe- a la obediencia a cada provincia, cada ciudad, cada súbdito, un "esfuerzo
rencia absoluta. Luis xv expuso ese principio en una formulación lapidaria hacia la unidad y la centralización", cuyo instrumento, desde cuatro siglos
particularmente esclarecedora: "Sólo Dios nos da la corona. El derecho de antes del advenimiento de Luis XIV, fue una "red estrecha de agentes, co-
hacer leyes, por las que nuestros súbditos deben ser conducidos y gober-
nados, nos pertenece sólo a nosotros, sin dependencia y sin división". 4 La
monarquía absoluta no se considera sometida a ninguna ley -salvo las
leyes divinas- y nci reconoce otro poder que el propio, lo que significa par- 5. Christopher Hill, The Century of Revolution, p. 39.
ticularmente que le está permitido acordar privilegios -o suprimirlos-, se 6. Perry Anderson, L'État absolutiste, París, Maspero, 1978, p. 18.
7. Ídem, p. 19.
8. Bertrand Badie y Pierre Birnbaum, Sociologie de l'État, París, Grasset, 1979, pp. 148 ss.
3. Véase Richard Ashcraft, La Politique révolutionnaire et les deux Traités du gouvernement
de John Loche, París, Presses Universitaires de France, 1996. 9. Ídem, p. 153.
10. Ídem, p. 156.
4. Edicto de diciembre de 1770, en Isambert, Decrusy, Armet, Recueil général des anciennes
lois fran~aises, París, Behin-Leprieur, 1822-1833, t. XII, p. 506. 11. Ídem, p. 155.
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misarios y oficiales". 12 Sin dudas, el reforzamiento de las estructuras es- "los oficiales reales e incluso los oficiales de franquicias debían primero
tatales centralizadas, esencialmente encarnadas en los comisarios reales, ejecutar las órdenes venidas de Westminster"; 17 la libertad de la que dispo-
constituyó en Francia uno de los instrumentos del poder absolutista. Pero nían en relación al rey se sostenía en el hecho de que no recibían pagos de
el absolutismo como práctica política no implica ni la uniformidad de las él y que su posición social los ponía en situación de ser sus interlocutores.
estructuras administrativas, ni la de las instituciones jurídicas, como lo En Francia, al contrario, los bailíos, que a fines del siglo XIII ejercían en
demuestra la situación de Francia hasta la Revolución. nombre del rey, que los remuneraba, el conjunto de funciones administra-
En realidad, como bien lo han demostrado J oseph Strayer13 y Charles tivas del Estado en las provincias, no tienen ningún vínculo con el lugar
Tilly,l 4 la centralización de las instituciones políticas, jurídicas y fiscales donde ejercen su cargo; si "a fines de la Edad Media, la administración
de la realeza y del poder militar constituyen los rasgos que marcan la francesa es más compleja y más costosa que cualquier otra, pero[ ... ] capaz
emergencia del Estado moderno en Europa occidental. Pero la noción de de responder mejor que todas los impulsos de la administración central", 18
Estado absolutista, que en Perry Anderson se confunde con la de Estado, es porque sus agentes no sirven a otros intereses que los del rey, a los cua-
no permite dar cuenta de cuál es la diferencia básica del modo de ejercicio les sus propios int'ereses están indisociablemente ligados.
del poder, particularmente en Francia y en Inglaterra. En efecto, la cues- El esfuerzo de unificación del reino de Francia, que se opera en la larga
tión no es tanto las formas que reviste la organización de la administración duración, revistió diversas formas y tomó sus justificaciones de diversas
en tanto medio de ejecución de decisiones políticas como las modalidades fuentes: en particular, gracias al "redescubrimiento" en el siglo XIII del de-
de esta toma de decisión. Más precisamente, la definición del absolutismo recho romano, los legistas encontraron en la compilación de Justiniano
reenvía a la cuestión de saber quién es el que tiene el poder decisorio y "la imagen de una monarquía absoluta y administrativa donde la libertad
sobre qué fundamento descansa su legitimidad. estaba ausente, pero donde también habían sido desterradas las violencias
En este sentido, el caso de Inglaterra es particularmente ejemplar, en y la rudeza de la sociedad feudal" .19 Eso no impide que la organización de
la medida en que la estructuración del Estado y el ejercicio de un poder servicios administrativos centrales fuera más tardía que en Inglaterra,
absolutista están cronológicamente disociados: el segundo está circuns- donde particularmente el Exchequer, o cámara de cuentas, aparece des-
cripto a la dinastía de los Estuardo. Desde la alta Edad Medía, Inglaterra de comienzos del siglo XII como un desmembramiento especializado de la
"supera las primeras etapas de la edificación del Estado a una velocidad Corte.
extraordinaria, y esta rapidez torna posible una rara uniformidad en la
estructura de las instítuciones". 15 La administración fiscal y la justicia fue- El rey de Inglaterra disponía desde entonces de un servicio fi-
ron confiadas a notables locales, que no eran remunerados por el rey, aun nanciero, que muchos príncipes europeos no podrán soñar hasta dos
cuando éste nombraba a la mayor parte de ellos en su cargo. El hecho de siglos más tarde. 20
que estos agentes del poder real -primero el sheriff, luego los jueces de
paz que, a partir de 1360, se transforman en oficiales permanentes- perte- Las instituciones centrales inglesas fueron reestructuradas durante el
nezcan a la aristocracia rural local de los condados y de los burgos donde período que se extiende desde la segunda mitad del siglo xv hasta medía-
ejercen sus funciones no significa, contrariamente a una tesis muy difun- dos del siglo xvr, y muy particularmente durante los reinos de Eduardo rv,
dida, que las instituciones locales inglesas estén beneficiadas con una au- Enrique VII y Enrique VIII: el acrecentamiento del poder del Consejo privado
tonomía similar a la de las colectividades descentralizadas, y tampoco que -órgano político-, la diferenciación entre los consejeros privados y los conse-
la estatización fuera débil en Inglaterra. 16 Como destaca Bernard Guenée, jeros ordinarios, la especialización de las competencias, la modernización de
la administración de las finanzas y de la justicia son sus rasgos caracterís-
ticos; la laicización del servicio del rey y la profesíonalízación de la common

12. Pierre Goubert, Louis XIV et vingt millions de Franr;ais, París Fayard, 1966, p. 38.
13. Joseph R. Strayer, Les Origines médiévales de l'État moderne, 1979. 17. Bernard Guenée, L'Occident aux XIV" et xV" siecles, París, Presses Universitaires de Fran-
14. Charles Tilly (ed.), The Formation of the National S tates in Western Europe, Princeton ce, 1971, p. 184.
University Press, 1975. 18. Ídem, p. 189.
15. Joseph R. Strayer, Les Origines medievales de l'État moderne, p. 73. 19. Adhémar Esmein, Histoire du droit franr;ais, París, Sirey, 1912, p. 383.
16. Véase Bertrand Badie y Pierre Birnbaum, S ociologie de l'État, pp. 155-156. 20 . Ber n ard Guenée, L'Occident au XIV" et xV" siecles , p. 191.
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law contribuyeron igualmente a dar una nueva fisonomía al gobierno. 21 No los cuales se recompensa a los cortesanos, a quienes se les da la ocasión de
obstante, y éste es el punto más importante, el reforzamiento de las institu- "hacer un caballero". Pero sobre todo la posibilidad de distribuir empleos
ciones centrales -y por lo tanto del poder real- no exime al rey de recurrir al (por medio de las finanzas) es un verdadero me~io de gobierno: ~quellos
Parlamento para cobrar los impuestos. En efecto, el Parlamento no funciona que disponen de uno crean una vasta red de o?hgados que se e~~1quecen
de manera permanente y su poder en materia fiscal sólo consiste en una al "servicio" del rey y contribuyen a crear un s1stema de corrupcwn gene-
autorización y no en un control financiero. Pero desde que en 1322 el Parla- ralizada. Por otro lado, el acrecentamiento intempestivo del número de
mento de York había decidido que todos los asuntos concernientes al rey y pares por la venta de títulos y la expoliación de l_a gentry, que só~o. ~arcial­
al reino debían ser "tratados, consentidos e instituidos en el Parlamento a mente se beneficia con los empleos lucrativos, alimentan la opos1c10n de la
través del rey y el consentimiento de los prelados, de los condes, de los baro- Cámara de los lores y de los comunes. Finalmente, "la monopolización del
nes y de la comunidad del reino", el Poder Legislativo incumbe en conjunto patronato por Buckingham contribuyó en gran medida a crea~ ~na divi-
al rey y al Parlamento, y el monarca no puede abrogar las leyes votadas por sión entre la corte y el país y a provocar en el seno de la clase d1ngente la
el Parlamento. ruptura que hizo posible la guerra civil". 23
Sin dudas, este último sólo tiene un poder muy relativo, que se refuerza Con respecto a Francia, sus instituciones a comienzos del siglo XVII pre-
cuando las necesidades financieras son más apremiantes, como fue el caso sentan, a pesar de algunas similitudes con las de Inglaterra, rasgos que le
bajo Enrique VIII, quien debió reunirlo con frecuencia; pero convocarlo y de- son propios. 24 Sin entrar en el detalle de la organización estatal del reino
terminar los temas sobre los cuales es llamado a pronunciarse es una pre- de Francia, se deben señalar algunos puntos relevantes. El aparato central
rrogativa del rey. Si bien al finalizar el reino de Isabel el principio de una so- sufre importantes transformaciones en el siglo XVI, en particular cuando
beranía compartida entre el rey y su Parlamento todavía no está vigente, las los antiguos "secretarios de mandato" recibieron el título de secretarios de
Cámaras han adquirido un efectivo poder de iniciativa legislativa, aunque Estado (1557). El cambio de denominación corresponde a una ampliación
limitado. También ha comenzado a germinar la idea de que el uso abusivo de su competencia y, sobre todo, a una especialización de sus funciones; al
de la prerrogativa real-una de cuyas manifestaciones es la venta de oficios igual que el canciller y el superintendente de finanzas, quienes tienen esos
públicos- podría ser objeto de una limitación por un acto del Parlamento. títulos son ministros del rey. Un reglamento de 1589 les asignó las ofici-
La dinastía de los Estuardo, que sucede a los Tudor, toma de las mo- nas ministeriales, por cierto muy modestas. En esa misma época aparecen
narquías continentales y católicas la fuente de inspiración de sus prácticas los intendentes, representantes del rey en las provincias; la institución
absolutistas. Jacobo I y su sucesor Carlos I ejercen un poder personal y se generaliza durante el siglo xvn. 25 A estos oficiales reales, sucesores de
entran en conflicto con las Cámaras. El recurso a la teoría de J ean Bodin, los bailíos, y que simbolizan hasta hoy la voluntad centralizadora de la
que postula la indivisibilidad de la soberanía que se expresa en el poder monarquía, se les otorgaron poderes muy importantes en materia de jus-
de hacer las leyes, apunta a reforzar el poder monárquico y a cuestionar ticia, de policía y de finanzas. Sin embargo, aunque la extensión de sus
la doctrina de la con, ti tución mixta, en boga en esa época. 22 El rey se sirve competencias demuestra que concentran en sus manos todos los poderes
de las jurisdicciones para que ellas declaren vigentes las leyes que el Par- administrativos, esto no significa que se hayan suprimido las numerosas
lamento se rehúsa a adoptar. La prerrogativa real, que supuestamente no autoridades que antes cumplían esas diferentes misiones. Una de las ca-
podía ser ejercida más que para acuñar moneda y nombrar pares, sigue racterísticas del sistema administrativo consiste, en efecto, en despojar a
siendo interpretada extensivamente. En efecto, es utilizada para esquivar los antiguos titulares de sus funciones pero manteniendo sus títulos: el
la oposición del Parlamento que se niega a votar impuestos: la venta de caso de los gobernadores de provincia -lugartenientes generales del rey-,
los monopolios comerciales, de los títulos de par o de barón y de los oficios cuya autoridad es suplantada por la de los intendentes, que son creados
públicos se vuelve sistemática, particularmente de 1608 a 1612, y luego de con esta finalidad, es caricaturesca pero igualmente instructiva. En efecto,
1618 a 1624. Esas ventas son una fuente no despreciable de ingresos, por "los gobernadores de provincia y de lug~res son reducidos a un título útil,

21. Véase Charles Tilly (e d.), The Formation of the National States in Western Europe, pp. 23. Christopher Hill, The Century of Revolution, p. 69.
475-476. 24. Véase particularmente Gerard E. Aylmer, The King's Servants, Londres, Routledge, 1961,
22. Véase, por ejemplo, Olivier Beaud, La Puissance de l'État, París, Presses Universitaires pp. 439-453.
de France, 1994, pp. 76-81. 25. Véase Adhémar Esmein, Histoire du droit franr;ais, p. 661.
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pero sin función, sí no tienen cartas de orden con residencia; un mismo la diferencia fundamental entre esos dos regímenes reside en la extensión
departamento no puede tener dos amos (el gobernador y el íntendente)"; 26 del poder real. En efecto, el rey de Francia, contrariamente al inglés, está
pero para la alta nobleza, que se beneficia de las sinecuras, la pérdida de lejos de encontrar un límite a su poder en los estados generales. Tradi-
la función es ampliamente compensada con la importancia de la remune- cionalmente, estos últimos están encargados de ayudar al rey (es decir,
ración vinculada al título. financieramente) y darle consejo. Sin embargo, desde 1439, la percepción
En cuanto al reclutamiento de los intendentes, se opera en la gran ma- de impuestos permanente se efectúa sin que haya sido consentida por los
yoría de los casos en el seno del cuerpo de jefes de requisitorias, magistra- estados generales, por lo cual Loyseau, dos siglos más tarde, estimaba que
dos encargados de recibir las quejas y requisitorias dirigidas al rey. Consti- éstos "no participan en absoluto de la soberanía". 29 Convocados en 1484,
tuyendo desde el siglo XIV el personal auxiliar del Consejo del rey, su rol se los estados generales votaron los porcentajes de impuestos sólo para dos
limita a fines del siglo XVI a informar sobre casos y procesos ante el Consejo, años, ¡pero hubo que esperar hasta 1614 para que se reunieran otra vez!
en el ejercicio de su competencia judicial; pero esta relativa pérdida de in- En los dos casos, además, las convocatorias se explican por la debilidad
fluencia es compensada con la posibilidad que se les ofrece de ahora en más del poder ejercido por una regente y la necesidad de encontrar un sostén
de acceder a otras funciones administrativas, sin dejar de formar parte del para los representantes del reino. Durante ese largo período en que los
Consejo del rey. estados generales no son reunidos, la monarquía convoca a las asambleas
Este Consejo, al que Luis xrv debía dar su forma definitiva, se organi- de notables cuya composición y cuyos poderes -estrictamente de consulta-
za a partir del siglo xrv. Sus funciones son muy variadas: políticas, guber- casi no difieren de los de los estados generales. Después de 1614, cuando
namentales, contenciosas en materia administrativa, incluso judiciales. esas diferentes asambleas hubieron desaparecido de hecho de la escena
A comienzos del siglo XVII, lo componen personas de tres categorías: los política, otras instituciones van a tratar de tener un rol de limitación de
consejeros propiamente dichos, que son nombrados por comisión, y por lo las prerrogativas reales.
tanto revocables, y perciben una fuerte remuneración; los miembros de Los Parlamentos, donde los oficiales reales cumplen el rol de conseje-
derecho -pares de Francia y príncipes de sangre, por un lado; grandes ros, además de desempeñarse judicialmente deben proceder al registro de
oficiales de la Corona, secretarios de Estado, superintendente y contralor edictos, ordenanzas y letras patentes que emanan del rey para que sean
general de las finanzas por el otro-; y finalmente los consejeros autoriza- ejecutadas en las provincias sometidas a su jurisdicción. El rechazo a re-
dos -prelados y señores- a los que se les confiere el derecho de participar gistrarlos, que surge del derecho de amonestación -es decir, de la argu-
con voz deliberativa, derecho que habitualmente no ejercen. En muchos mentación dirigida al rey para justificar el rechazo-, constituye antes de
aspectos, los grandes oficiales de la Corona son los personajes más impor- finales del siglo XVI un medio de oponerse a la política real. Las tentativas
tantes del Consejo del rey; los más influyentes también en la medida en parlamentarias para imponer sus puntos de vista encuentran en las dos
que, al ser titulares de oficios que se transforman en hereditarios a partir Frondas de 1648-1649 y de 1650 una ilustración espectacular. La alianza
de 1604, disponen de cargos que dependen del "sector administrativo". de la nobleza de toga -preocupada por conservar sus privilegios, particu-
Charles Loyseau observa, a este respecto, "que el más bello derecho que larmente el de no pagar impuestos y mantener sus poderes frente a los
tienen hoy los oficiales de la Corona es la disposición de pequeños oficios intendentes- con los grandes señores, "ávidos de aventuras, de influencia
a su cargo, porque se les ha permitido venderlos". 27 y de pensiones", 30 puede ser considerada la expresión corporatista de un
Finalmente, a excepción del modo de gobierno "conciliar" y del sistema grupo social privilegiado, que se ha vuelto independiente del poder a nom-
generalizado de venalidad de los oficios -que en Francia alcanza proporcio- bre del cual se supone que hacen justicia, pues sus miembros han adquiri-
nes considerables y conduce a la creación de una nobleza de toga-, los sis- do sus cargos y los transmiten libremente a sus herederos.
temas de administración francés e inglés se diferencian claramente. 28 Pero La subordinación de los Parlamentos fue realizada por Luis XIV, quien
a través de una ordenanza de 1667 transforma el registro en un procedi-
miento obligatorio al que esas asambleas no pueden oponerse. Esta refor-
26. René D'Argenson, Considérations sur le gouvernement ancien et présent de la France, ma lleva la marca de la teoría de fa indivisibilidad de la soberanía, que
Aúnsterdarn, 1764, p. 239.
27. Charles Loyseau, Des offices, 1, IV, cap. 2, No 6, en Oeuvres completes, ed. de Estienne
Gamonet, Ginebra, 1636. 29. Charles Loyseau, Des seigneureries, cap. m, No 46, en Oeuures completes.
28. Véase particularmente Gerard E . Aylrner, The King's Servants , pp. 439-453. 30. Pierre Goubert, Initiation a l'histoire de France, París , Taillandier, 1984, p. 162.
32 La invención de la burocracia Arqueología: los servidores del rey 33

afirma que los poderes concedidos por el rey a los Parlamentos son siempre la influencia real, "y en las circunscripciones ordinarias, los numerosos
revocables, pero también que si el rey consulta en el ejercicio de esta sobe- electores y patrones de los burgos que entregaban habitualmente sus vo-
ranía decisoria, ésta no es compartida. Para poner fin a cualquier veleidad tos y su influencia con la esperanza de beneficiarse de empleos, pensiones
de poder que habrían podido animar los grandes, los miembros del clero o 0 favores reales, actuaron en esta ocasión según sus propias inclinacio-
los príncipes de sangre, Luis XN sólo admite en el Alto Consejo, que consti- nes; pues nadie sabía quién sería el rey y todavía menos quién podría ser
tuye el gobierno propiamente dicho, tres ministros, sin alcurnia pero fieles ministro".33 El espíritu partidario, tory contra whig, se manifiesta poco en
y experimentados, pues afirma que "no era mi intención nombrar súbditos estas elecciones, y el único compromiso de los electos concierne al restable-
de una calidad más eminente [... ] mi intención era no compartir mi auto- cimiento de la Constitución. La designación de los monarcas, que realiza
ridad con ellos". 31 el Parlamento el 13 de febrero de 1689 -dada la vacante en el trono por
la huida a Francia de J acobo n-, se produce después de que Guillermo y
María hubieran aceptado solemnemente el Bill of Rights que limita su po-
El poder de nombramiento, instrumento político der. De hecho, esta declaración es puramente conservadora: no figura allí
ningún principio nuevo. Recuerda lo que el rey no puede hacer y reafirma
Mientras que la soberanía del monarca francés se ejerce sin compar- los derechos del Parlamento. Fruto de un compromiso entre los dos parti-
tirla con nadie, las revoluciones que se producen en Inglaterra, en el cur- dos cuyas teorías políticas divergen en muchos aspectos, esa declaración
so del mismo siglo, encuentran su origen, en gran parte, en el uso abusivo sella la reconciliación de los propietarios de tierras y de los comerciantes,
de la prerrogativa real. Limitada después de la Gloriosa Revolución de y traduce la solidaridad última de sus intereses.
1688, se ejerce sin embargo en el nombramiento de "servidores del rey", La revolución de 1688 consagra así una teoría en las antípodas de la
lo cual se constituirá, de ahora en más, en una de las piezas maestras en que, en la misma época, legitima la soberanía absoluta de Luis XIV. Si la
el juego de equilibrio de los poderes entre el rey y el Parlamento. fórmula según la cual "la teoría del Estado inglés no es la del absolutis-
Los cambios instaurados durante el gobierno republicano de Cromwell mo administrativo de un rey sino la de la omnipotencia legislativa de un
no sobrevivieron a la Restauración. Sin embargo, una revolución se había parlamento"34 es excesiva para caracterizar los principios de la época, no
consumado: "Una monarquía absoluta sobre el modelo francés era a todas es menos cierto que el balance se inclina a favor del Parlamento, y más
luces imposible. Los instrumentos del despotismo [. .. ]habían sido abolidos particularmente de la Cámara de los Comunes, en el seno de la Constitu-
pa~a siempre". 32 Le ejecución de Carlos I el 30 de enero de 1649, juzgado ción mixta. El rey no pierde por ello los poderes que le son propios, pero
trmdor a la Commonwealth, simboliza esta revolución. La restauración de la prerrogativa real, que Blackstone -en sus Commentaries on the Laws
la monarquía en 1660, después de la muerte de Cromwell, no podía signi- of England, publicados entre 1765 y 1769- estimaba extremadamente ex-
ficar el retorno a las prácticas de J acobo I y de Carlos 1: toda tentativa por tensa, en realidad es limitada. 35 No obstante, se ejerce de manera incues-
abusar de la prerrogativa real o de evitar al Parlamento está condenada tionada en el nombramiento de los "servidores del rey", los cuales, como
al fracaso. La doctrina del contrato que liga al rey con el pueblo justifica la contrapartida del empleo recibido, en las elecciones de la Cámara de los
resistencia contra el monarca que rompa el pacto, como lo evidencia la in- Comunes darán sus sufragios a los candidatos reales.
vitación hecha a Guillermo de Orange, el 30 de junio de 1688, a que libere Desde el reino de Guillermo, está planteado el principio de inamovili-
a Inglaterra de un soberano -Jacobo n-poco respetuoso de las libertades dad de los jueces -al servicio de la ley y no al servicio del rey-, principio
constitucionales del reino. adoptado por el Parlamento en 1701. Pero no sucede lo mismo con los "fun-
La Convention Parlement convocada por el príncipe de Orange, que ase- cionarios". Todos los agentes del Poder Ejecutivo son servidores del rey,
guraba el interregno después de que el rey se exilió en Francia, reviste un que tiene el poder de nombrarlos y de destituirlos; la distinción entre las '
carácter particular, no solamente en razón de la tarea que le correspon-
dió sino también por la composición de la Cámara de los Comunes. Las
elecciones, en ausencia del soberano reinante, no estuvieron sometidas a 33 . George M. Trevelyan, The English Revolution, p. 71.
34. Ernest Barker, The Development of Public Services in Western Europe, Oxford University
Press, 1944, p. 31.
31. Pierre Goubert, Louis XIV et vingt millions de Franr;ais, pp. 48-49. 35 . Véase Albert V. Dicey, lntroduction to the Study ofthe Law ofthe Constitution, Londres,
32. Christopher Hill, Th e Century of R evolution, p. 165. Macmillan, 10n ed., 1959, pp. 8 ss.
34 La invención de la burocracia Arqueología: los servidores del rey
35

funciones políticas -los puestos ministeriales- y administrativos en esta leales, influir al electorado en la elección de re?resen~antes e .influ~r en la
época no existe ni en Inglaterra ni en Francia. El Poder Ejecutivo, entendi- legislatura elegida. 37 La primera"d~ esa~ funcwnes t~ene ~n I~teres n:uy
do como ejecución de la ley votada por el Parlamento, pertenece al rey que marginal, pero las otras dos son vitales para el gobierno mgl~s del siglo
lo ejerce por intermedio de sus agentes, que sólo dependen de él. De hecho, XVJII. La puesta en práctica del sistema de influencias en matena electoral
a excepción de los empleos de carácter político, sus titulares se benefician es compleja, en la medida en que pone en juego no solamente el poder del
casi siempre con un nombramiento de por vida; la letra patente por la cual rey sino también el de los "magnates" -casi siempre, los pares- que con-
el interesado recibe el puesto le confiere además ventajas financieras y le trolan los burgos, y el de los ministros, elegidos igualmente entre los pares
permite -salvo que esté formalmente prohibido- vender su cargo. 36 Por 0
promovidos posteriormente a esta dignidad; además, en algunos burgos,
otra parte, el titular de un empleo que, además de su remuneración legal, las elecciones son controladas por la administración del lugar, pues lama-
percibe honorarios por servicios realizados y a veces tiene el derecho de yor parte de los electores son pose~dores de un ~eque~o empleo real, lo
cobrar tasas en su provecho, puede delegar el ejercicio de sus funciones: cual justifica que voten por los candidatos del gobierno. Una vez ganada
el delegado es pagado directamente por el titular según arreglos diversos. la elección, el patronato debe permitir el control de la cámara a fin de que
La práctica de la delegación, que legalmente sólo está prevista en el caso sus miembros apoyen un gobierno del que no son necesa~iamente deudores
de impedimento para el titular de asegurar por sí mismo sus funciones, -pues los empleos pueden haber sido distribuido~ antenormente po~ o_tros
está extremadamente extendida y no sólo concierne a los empleos más ministros-. Bajo estas condiciones, el nombramiento en puestos mimste-
rentables. Este sistema de nombramiento, cuya fuente original es el rey, riales y en empleos vacantes no permite nunca esperar una proporción de
se propaga por intermedio de todos aquellos que tienen un poder de nom- individuos equiparable a la de otros beneficiarios del patronato: , .
bramiento: grandes oficiales responsables de un servicio administrativo Desde los albores del siglo XVIII, sin embargo, se plantearon ciertos hmi-
pero también titulares de puestos patentados de rango menos elevado que tes para impedir la acumulación de empleos y escaños en el Parlam_ento.
practican la delegación. Pero el Act of Settlement de 1701, que prohíbe al poseedor de un oficw o a
El arcaísmo de la organización administrativa inglesa, hasta fines del si- un pensionado de la Corona hacerse elegir en la Cámara_ de l~s -~omunes,
glo XVIII, depende sobre todo del hecho de que nunca es suprimido un empleo, es interpretado de manera muy liberal, al igual que las disposiCI~nes u~t~­
incluso cuando las funciones ya no existen y son reemplazadas por otras. riores, tomadas en 1707 y en 1742, que aumentaban los casos de melegibl-
Aunque esta situación recuerda a la que conocía Francia, particularmente en lidad: sólo pueden ser elegidos los que tengan empleos de un nivel modes-
la época en que se crearon las intendencias, su significación es profundamen- to. Analizando la composición de las Cámaras de los Comunes e~tre 1716 Y
te diferente. En efecto, contrariamente al objetivo perseguido por los reyes 1783 Betty Kemp demuestra que sobre 829 miembros del Parlamento que
franceses, la utilización del poder de nombramiento no tiene por objeto ase- fuer;n nombrados en un empleo, y por lo tanto sometidos a la obligación
gurar una mejor administración del reino o de promover las competencias. de abandonar su escaño, 658 fueron reelectos. Las once cámaras elegidas
Constituye un medio de gobierno. La atribución de empleos -el patronato- es durante ese período tuvieron un número promedio de doscientos "agentes
utilizado como un recurso privilegiado para tratar de obtener el apoyo de la públicos" instalados en sus bancas. 39
Cámara de los Comunes y, en particular, el voto de subsidios solicitados por La influencia del First Lord ofTreasury aumentó de manera constante,
el rey para llevar a cabo su política. En una época en que los ministros no son tanto en el seno del gobierno como de la Cámara de los Comunes, en la
políticamente responsables frente a la Cámara de los Comunes, donde la lon- medida en que era el principal proveedor de empleos, en particular en el
gevidad de los primeros no tiene relación con la de-la segunda, la elección de nivel local. Por otra parte, al asumir la Cámara de 'los Comunes la p<5líti.ca
ministros por parte del rey no está regida por la existencia de una mayoría en financiera, la calidad de sus relaciones con el tesoro revistió una importan-
la cámara baja sino por la capacidad que tendrán esos hombres para influir cia primordial. Pero el patronato, que encuentra su fuente en la prerroga-
en las próximas elecciones. tiva real, se extendió considerablemente mucho más allá del núcleo duro
Analizando las funciones que puede cumplir el patronato en un sistema
representativo, Samuel E. Finer determina tres: asegurarse funcionarios
37. Samuel E. Finer, "Patronage and the public service", Public Administ!-ation, XXX, 1950,
p . 338.
36. Véase Norman Chester, Th e English Administrative System , Oxfo rd, Clarendon Pr ess, 38. Véase Betty Kemp, King and Commons, 1660-1832, Londres, Macmillan, 1965, pp. 92-93.
1981, p. 18. 39. Ídem, p. 97.
36 La invención de la burocracia Arqueología: los servidores del rey 37

y casi permanente de los allegados al rey, que agrupaban alrededor de juego eco.nómico claramente más ventajosas para la metrópolis que para
cuarenta personas: los ministros y algunos poseedores de grandes oficios. 40 las colomas.
La amplitud del fenómeno se explica porque, habiéndose transformado el Mientras las asambleas locales representativas de los colonos reto-
Parlamento en el centro del poder desde la Revolución, era indispensable man sus prerrogativas bajo Guillermo m, después de que hubieran sido
para el Ejecutivo poder controlar ese órgano y muy particularmente la abolidas por Jacobo n, la influencia del poder real se refuerza también
Cámara de los Comunes. tanto en las colonias que se benefician con una Constitución (como Mas-
sachusetts) como en aquellas que tienen el estatuto de provincia real. El
Mientras que antes el lugar más vital y más corrupto de Ingla- poder real está representado localmente por el gobernador, asistido por
terra era Whitehall, de ahora en más es reemplazado por West- un consejo cuyos miembros también son nombrados por el poder cen-
minsterY tral. El gobernador -cuyo empleo, por supuesto, procede del patronato
ejercido por el Secretary of State for the southern Department y, de 1752
No obstante, el patronato en tanto elemento de la prerrogativa real es a 1761, sólo por el Board of Trade- recibe sus competencias generales
considerado por ciertos filósofos políticos del siglo XVIII, como David Hume, de la "comisión" por la cual es nombrado en su función. Pero las moda-
"inseparable de la naturaleza misma de la Constitución". 42 Constatando lidades de su acción están fija das por las instrucciones reales que cons-
que, según la Constitución, la Cámara de los Comunes "puede tener todo tituyen "vuestra regla de conducta en todos los asuntos concernientes
el poder que desea", Hume estima que no lo extiende "porque semejante a los poderes que os han sido conferidos por vuestra comisión". 45 Como
usurpación sería contraria al interés de la mayoría de sus miembros", be- representante del rey, y por lo tanto depositario de la prerrogativa real,
neficiarios de la distribución de empleos. Gracias a la influencia -denomi- el gobernador obtiene importantes poderes, tanto en materia legislativa
nada "corrupción" o "sometimiento"-,43 que ejercen el rey y su gobierno, la como ejecutiva y judicial. A la cabeza del organismo, convoca, prorroga
mayoría de la cámara les da apoyo, asegurando así "la preservación del o disuelve la asamblea de colonos, dispone de un poder de veto sobre las
carácter mixto del gobierno". 44 Elemento de equilibrio del sistema político, decisiones de esta última y, conforme a su comisión, se beneficia de una
el patronato no es visto como un medio que apunte a asegurar una puena competencia absoluta en materia financiera.
administración sino más bien como el único instrumento que permite al La amplitud de sus poderes no imp~ica que el gobernador esté en con-
Ejecutivo conservar un cierto control sobre las decisiones tomadas por la diciones de ejercerlos sin tomar en cuenta la voluntad de la asamblea ele-
Cámara de los Comunes . gida; se ha podido decir, además, que lo esencial de la historia de la admi-
. La situación que conocen en la misma época las colonias inglesas de nistración colonial está en la oposición entre las asambleas y la Corona, a
América difiere sustancialmente de la situación de la metrópolis; La di- propósito de la prerrogativa real. 46 El rechazo de los colonos a que se les
versidad de estatus jurídicos a los que están sometidas las colonias tien- imponga el conjunto de.reglas que los gobierna, por medio de instruccio-
de a reducirse después de la revolución de 1688. En tanto dependencias nes reales, se traduce de diferentes maneras. Desde 1680, las asambleas
de la Corona, las colonias -a excepción de las que están gobernadas por obtuvieron el derecho de iniciativa para todas las leyes coloniales -la apro-
un propietario que obtiene sus derechos de la Corona- cuentan con insti- bación era dada por el Consejo privado al que eran transmitidas por el go-
tuciones gubernan;¡.entales creadas y controladas por el Ejecutivo inglés; bernador, si éste no las había vetado- y también el derecho de controlar las
el Parlamento casi no interviene en los asuntos coloniales, salvo para finanzas, definiendo su utilización y, sobre todo, logrando la supervisión de
adoptar medidas sobre comercio y navegación, particularmente entre los gastos por un agente elegido por ellas. 47 Es necesario prestar atención a
1660 y 1696. Éstas, conformes a la doctrina mercantilista, fijan reglas de este punto, en la medida en que evidencia una de las fallas del sistema ad-
ministrativo instaurado en la colonia. La asamblea no está beneficiada con
ningún derecho en materia de nombramientos, lo cual no impide que se lo
40. Betty Kemp, King and Commons, p. 96.
41. George M. Trevelyan, The English Revolution, p. 100. [Whitehall: sede del gobierno; West-
minster: sede del Parlamento, N. del T.)
45 . "Board ofTrade to W. Popple", 17 de febrero de 1749, citado en Leonard W. Labaree, Ro-
42. David Hume, Essais moraux, politiques et littéraires, Parfs, Elive, 1999, p. 77. yal Government in America, New Haven, Yale University Press, 1930, p. 14.
43 . Ibfdem. 46. Leonard W. Labaree, Royal Government in Ame rica , p. 2.
44. Ibfdem. 47 . Véase John Miller, Origins ofthe American Reuolution, Londres , Faber, 1945, p. 32.
38 La invención de la burocracia Arqueología : los servidores del rey 39

apropien y lo usen, a pesar de las protestas del gobernador, única autori- nuevas estructuras 51 o los nombramientos de agentes. La concepción que
dad investida con ese poder. Este "desliz" es facilitado por el hecho de que preside esos nombramientos no se diferencia en absoluto cuando se trata
no es la Corona la que remunera al gobernador sino que es la asamblea, de proveer de empleos en América o en Inglaterra, y los que acceden a
según las instrucciones reales, la encargada de proveer su salario, al igual esos puestos -de un lado y otro del Atlántico- no se distinguen tampoco
que a los otros agentes encargados de comisiones reales en la ejecución de desde el punto de vista de sus características sociales. Pero si, en In-
tareas determinadas. glaterra, es aceptado el patronato de todos aquellos que, en razón de su
De hecho, el gobernador es tributario, en cierta medida, de la buena estatus social, tienen acceso a las instituciones políticas y extraen benefi-
voluntad de los representantes de la colonia; sólo posee medios de influen- cios del sistema, no sucede lo mismo en las colonias americanas. Para los
cia indirectos en la medida en que no dispone de una lista civil-es decir, colonos, el ejercicio de la prerrogativa real, tal como la usan y abusan los
medios de remunerar a los agentes-. De eso se queja, por ejemplo, el gober- gobernadores, corrompe la organización poco jerarquizada de la sociedad
nador Bernard de Massachusetts, que escribe, el 23 de abril de 1769, que y pone en peligro su libertad, pues muchos hombres se dejan "influir para
"los desórdenes americanos encuentran su origen en la ausencia de una obtener la más pequeña bagatela".52 El sistema político-administrativo
lista civil asegurada y apropiada para cada colonia".48 En contraposición, puesto en práctica en las colonias americanas, a mediados del siglo xvm,
eso no impide a dicho gobernador destituir a los coroneles de la milicia que aparece como una especie de mezcla del que se conoce en Francia y en
emitieron votos negativos en el seno de la asamblea de representantes, Inglaterra en la misma época: imperialismo administrativo del poder
para hacer uso de su poder de patronato. 49 De manera general, los go- central representado por el gobernador a las órdenes del rey, por un lado;
bernadores utilizan su poder de nombramiento, particularmente para los corrupción política a través de la utilización del patronato, que apunta
puestos judiciales, así como otros medios de presión, como la atribución de a formar entre los colonos un partido Javorable a la Corona, por el otro.
contratos públicos remunerativos, para establecer su propia red de obliga- Mientras que en Francia los agentes nombrados por el rey son elegidos
dos y, sobre todo, para tratar de corromper a los representantes elegidos y para administrar el reino al servicio de un monarca, único poseedor del
obligarlos a apoyarlo. poder político, el patronato es utilizado por el monarca inglés como un
El sistema de patronato, denunciado con gran vigor por los americanos, contrapeso al enorme poder potencial del Parlamento. Al mismo tiempo,
cumple una doble función: por un lado, las colonias ofrecen un vasto mer- el sistema que se practica en Inglaterra, durante el siglo XVIII, asegura a
cado de empleos para los ingleses que el gobierno desee ubicar; por el otro, los poseedores -propietarios rurales, hijos de pares, pero también comer-
su utilización con respecto a los colonos debería permitirle al gobernador, ciantes- el monopolio de la representación en la Cámara de los Comunes y
y entonces a la Corona, desarrollar una política económica particularmen- permite que los intereses económicos de las clases superiores sean siempre
te fructífera para Inglaterra, con el consentimiento de la población local, tomados en consideraci 6n v 11 ,.] nivel político.
particularmente de dueños de plantación y comerciantes.
Como ya se ha observado a propósito de la metrópolis, el nombramien-
to en un empleo público no significa de ninguna manera que el titular
tenga la menor competencia para ejercer la función . Se puede hacer una
constatación análoga en el caso de quienes son enviados a las colonias:
a pesar de la dificultad de la tarea de gobernador, los que realizan los
nombramientos en Londres no parecen haber considerado que la elección
de personas calificadas pudiera tener importancia, y los puestos son ocu-
pados por individuos mediocres. 50 En general, los •principios de eficacia
administrativa o de competencia no son los que dictan la creación de

48. Bernard Papers , VIII, Harvard University Library.


49. Gordon S. Wood, La Création de la République américaine (1969), París, Belin, 1991, p. 51. Véase M. Spector, The American Department of the British Government, Nueva York,
195. Columbia University Press, 1940, p . 21.
50. Véase John Miller, Origins of the American Revolution, p. 30. 52. Gordon S. Wood, La Création de la R épublique am ér~caine , p. 185.

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