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Fecha de 1 de Septiembre de 2013

Resolución:

Número de P./J. 33/2013 (10a.)


Resolución:

Localizacion: Décima Época. Pleno. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XXV,
Octubre de 2013, Tomo 1, página 528.

Emisor: Pleno

SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN Y CONDENA CONDICIONAL.


LOS ARTÍCULOS 70, ÚLTIMO PÁRRAFO Y 90, FRACCIÓN I, INCISO B), DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL, EN LA PARTE QUE LIMITAN EL
OTORGAMIENTO DE DICHOS BENEFICIOS, SON CONSTITUCIONALES Y,
POR ENDE, LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL NO DEBE DEJAR DE
APLICARLOS MEDIANTE UN CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD.
Los artículos citados limitan el acceso a los sustitutivos de la pena de prisión
y a los beneficios de la condena condicional, respectivamente, a quien
anteriormente hubiere sido condenado en sentencia ejecutoriada por delito
doloso perseguible de oficio y al sentenciado reincidente por delito doloso,
lo que guarda proporcionalidad y razonabilidad constitucional, en la
medida en que quienes no se encuentran en las hipótesis mencionadas
pueden aspirar a ellos si cumplen con las exigencias previstas en dichos
preceptos. Lo anterior es así, toda vez que el legislador está facultado para
generar las limitaciones a los beneficios de la ley, siempre y cuando resulten
razonables y proporcionales, como sucede en los supuestos referidos, en los
que por cuestiones de política criminal y para combatir la inseguridad
pública, así como para evitar la impunidad, dispuso regular su acceso con
un doble efecto: uno preventivo y otro represivo; el primero tiene que ver
con alcanzar la paz social al evitar que se cometan delitos, y el segundo,
guarda razonabilidad con los fines de la pena, esto es, con la retribución, la
ejemplaridad y la aflicción. Así, su esencia es acorde con los postulados de
la Ley Suprema, pues es constitucional y convencionalmente válido que el
creador de la ley limite la sustitución de la pena de prisión y el beneficio de DERECHO PENAL
– AGOSTO 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
la condena condicional a quienes insisten en reiterar una conducta antisocial
reprochable, en la medida en que de la interpretación del artículo 18 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que los
beneficios de la ley deben concederse cuando se cumplen los parámetros
que condicionan su otorgamiento. Consecuentemente, la autoridad
jurisdiccional no puede dejar de aplicar los artículos 70, último párrafo y 90,
fracción I, inciso b), del Código Penal Federal, en la parte que restringen el
otorgamiento de los beneficios ahí contenidos, mediante un control difuso
de constitucionalidad y convencionalidad.
Clave: 1a. , Núm.: CLXIX/2012 (10a.)
Amparo directo en revisión 2672/2011. 11 de abril de 2012. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Horacio Nicolás Ruiz
Palma.
Tipo: Tesis Aislada 
 

RESUMEN

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 24/2012. COMISIÓN NACIONAL DE LOS


DERECHOS HUMANOS.INDUSTRIA PENITENCIARIA. LA LIMITACIÓN ESTABLECIDA EN
EL ARTÍCULO 6o., PÁRRAFO PENÚLTIMO, DE LA LEY QUE ESTABLECE LAS NORMAS
MÍNIMAS SOBRE READAPTACIÓN SOCIAL DE SENTENCIADOS, NO VULNERA LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.REINSERCIÓN DEL
SENTENCIADO A LA SOCIEDAD. SU ALCANCE CONFORME AL ARTÍCULO 18 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.TRABAJO
PENITENCIARIO. EL ARTÍCULO 10, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY QUE ESTABLECE
LAS NORMAS MÍNIMAS SOBRE READAPTACIÓN SOCIAL DE SENTENCIADOS, QUE
PREVÉ UN DESCUENTO DIRIGIDO AL SOSTENIMIENTO DEL REO CON CARGO A LA
PERCEPCIÓN QUE TENGA COMO RESULTADO DE AQUÉL, VULNERA EL DERECHO AL
MÍNIMO VITAL.TRABAJO PENITENCIARIO. EL ARTÍCULO 10, PÁRRAFO SEGUNDO, DE
LA LEY QUE ESTABLECE LAS NORMAS MÍNIMAS SOBRE READAPTACIÓN SOCIAL DE
SENTENCIADOS, QUE PREVÉ UN DESCUENTO PARA EL SOSTENIMIENTO DEL REO
CON CARGO A LA PERCEPCIÓN QUE TENGA COMO RESULTADO DE AQUÉL, VULNERA
EL ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.TRABAJO PENITENCIARIO. EL ARTÍCULO 10, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA
LEY QUE ESTABLECE LAS NORMAS MÍNIMAS SOBRE READAPTACIÓN SOCIAL DE
SENTENCIADOS, QUE PREVÉ UN DESCUENTO PARA EL SOSTENIMIENTO DEL REO
CON CARGO A LA PERCEPCIÓN QUE TENGA COMO RESULTADO DE AQUÉL, VULNERA
LOS PRINCIPIOS DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN.TRABAJO PENITENCIARIO. LOS
SENTENCIADOS POR DELITOS GRAVES NO DEBEN ENTENDERSE EXCLUIDOS DE
AQUÉL, COMO MEDIO PARA LOGRAR SU REINSERCIÓN A LA SOCIEDAD.TRABAJO
PENITENCIARIO. SU DESARROLLO DEBE ESTAR ERIGIDO SOBRE LA OBSERVANCIA Y
EL RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA.

PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. CORRESPONDE A LA AUTORIDAD


JURISDICCIONAL LA APLICACIÓN RETROACTIVA EN BENEFICIO DEL REO DE LOS
ARTÍCULOS 25, PÁRRAFO SEGUNDO Y 64, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL, PARA MODIFICAR EL QUÁNTUM DE AQUÉLLAS, AUN CUANDO ESTÉ EN
EJECUCIÓN LA SENTENCIA.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 2/2007-PS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL SEGUNDO


TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO NOVENO
CIRCUITO Y EL PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER
CIRCUITO.

CONSIDERANDO:

PRIMERO
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer
de la posible contradicción de tesis denunciada, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 107, fracción XIII, de laConstitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ;
197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción VIII, de laLey Orgánica del Poder Judicial de la
Federación , así como en el punto cuarto del Acuerdo 5/2001 emitido por el Tribunal Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el veintiuno de junio de dos mil uno, en
relación con el punto segundo, segundo párrafo y el punto tercero, fracción VI, del mismo
acuerdo, en virtud de que se trata de la posible contradicción entre tesis que sustentan
Tribunales Colegiados de Circuito en relación con un asunto de carácter penal, cuya
materia es competencia exclusiva de esta Primera Sala.

SEGUNDO
La presente denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima, en función de
que fue formulada por los Magistrados integrantes del Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito, quienes se encuentran facultados
para ello, de conformidad con los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A de la Ley de Amparo .

TERCERO
Las consideraciones de las ejecutorias pronunciadas por los Tribunales Colegiados de
Circuito que dieron origen a la denuncia de la contradicción, son las siguientes:
1. El Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno
Circuito, al resolver el amparo en revisión 118/2006, el veintinueve de junio de dos mil
seis, en lo que a esta contradicción de tesis interesa, precisó:
Como ya se dijo, resultan infundados los agravios formulados por la autoridad
responsable recurrente, lo que se afirma por lo siguiente. Por cuanto hace a su
argumento en el que señala que de acuerdo al criterio novedoso sustentado por la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, derivado de la contradicción
de tesis 106/2005-PS, registrado bajo el número de jurisprudencia 174/2005, publicado
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, febrero de 2006,
de rubro: ‘REDUCCIÓN DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA LEY MÁS
FAVORABLE AL REO, AUN CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA
SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN
FEDERAL).’, en el que, según la autoridad recurrente, en ese criterio se concluye que
una autoridad administrativa carece de competencia legal para pronunciarse sobre la
aplicación retroactiva de los artículos 25 y 64 delCódigo Penal Federal . En primer
término, cabe señalar que el artículo 21 constitucional establece que: ‘La imposición de
las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial.’. Dicho precepto constitucional
establece el principio de reserva judicial, relativo a que la imposición de las sanciones
penales o punición, corresponde única y exclusivamente a la autoridad judicial. Esta
disposición recoge los principios consistentes en los que no puede haber pena sin juicio
y no puede haber pena sin Juez, los cuales constituyen un derecho subjetivo como lo es
que ningún individuo, corporación o autoridad estatal que no sea la jurisdiccional puede
imponer pena alguna, es decir, ninguna sanción que como tal, esté prevista en el Código
Penal. Por lo que se advierte que esa norma constitucional establece que sólo la
autoridad jurisdiccional tiene la posibilidad de ‘imponer’ penas, pues la única forma en
la que una pena puede ser impuesta a un gobernado, es cuando ésta es consecuencia del
ejercicio de la función jurisdiccional desplegada por los órganos competentes,
impidiendo así que autoridades no preparadas para ello emitan resoluciones en las que
se finquen penas a los reos. De todo lo anterior, se concluye que la imposición de las
penas es propia del Poder Judicial y consiste en la fijación de la restricción de los
bienes jurídicos del delincuente, lo cual se logra adecuando el grado de culpabilidad a
los límites referidos por el legislador para cada pena. Así se tiene que, cuando se
solicita la reducción de las penas porque entró en vigor una ley que prevé una
punibilidad menor para el delito por el que fue condenado el solicitante, ello tiene una
relación directa con la facultad de imponer penas, pues al modificarse los límites
establecidos por el legislador (máximos y mínimos de la sanción), esa modificación
incide directamente en la fijación de la pena que ya había sido impuesta, lo cual,
evidentemente, tiene relación directa con la facultad constitucional de imponer las
penas que corresponde sólo a la autoridad judicial. En segundo término, se estima que
el acto reclamado en el asunto que se revisa, es inherente a la ejecución de las sanciones
impuestas, pues se trata de determinar si son aplicables o no las reformas a los
artículos 25 y 64 delCódigo Penal Federal , para efectos de la compurgación de penas
en forma simultánea, como así lo estima el quejoso en el juicio constitucional, lo cual
no constituye propiamente la reducción de las penas asignadas. Para determinar que no
asiste la razón a la autoridad recurrente, se precisa transcribir los citados preceptos 25 y
64 del Código Penal Federal , los que son del tenor siguiente: ‘Artículo 25. La prisión
consiste en la privación de la libertad corporal. Su duración será de tres días a sesenta
años, y sólo podrá imponerse una pena adicional al límite máximo cuando se cometa un
nuevo delito en reclusión. Se extinguirá en las colonias penitenciarias, establecimientos
o lugares que al efecto señalen las leyes o la autoridad ejecutora de las penas,
ajustándose a la resolución judicial respectiva. La privación de libertad preventiva se
computará para el cumplimiento de la pena impuesta así como de las que pudieran
imponerse en otras causas, aunque hayan tenido por objeto hechos anteriores al ingreso
a prisión. En este caso, las penas se compurgarán en forma simultánea.’. ‘Artículo 64.
En caso de concurso ideal, se aplicará la pena correspondiente al delito que merezca la
mayor, que se aumentará hasta una mitad del máximo de su duración, sin que pueda
exceder de las máximas señaladas en el título segundo del libro primero. En caso de
concurso real, se impondrán las penas previstas para cada uno de los delitos cometidos,
sin que exceda de las máximas señaladas en el título segundo del libro primero. Si las
penas se impusieran en el mismo proceso o en distintos, pero si los hechos resultan
conexos, o similares, o derivado uno del otro, en todo caso las penas deberán contarse
desde el momento en que se privó de libertad por el primer delito. En caso de delito
continuado, se aumentará de una mitad hasta las dos terceras partes de la pena que la
ley prevea para el delito cometido, sin que exceda del máximo señalado en el título
segundo del libro primero.’. La exposición de motivos de la Cámara de Diputados que
dio origen a las citadas reformas dice: ‘... En nuestro país, los preceptos jurídicos
relativos a la ejecución de penas privativas de libertad están contenidos
fundamentalmente en el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos , en la Ley que Establece las Normas Mínimas sobre Readaptación Social
de los Sentenciados, en las leyes estatales sobre ejecución de sanciones privativas de la
libertad y en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal . La mayoría de los
instrumentos internacionales en materia penitenciaria no es convencional sino, desde
nuestro punto de vista, de naturaleza declarativa. No obstante, en ellos se enuncian
principios éticos fundamentales reconocidos universalmente que, si bien no imponen
obligaciones jurídicas, son un imperativo ético para los Estados miembros de la
Organización de las Naciones Unidas, entre ellas México. De acuerdo con las cifras
presentadas en el tercer informe de gobierno, para julio de 2003 el sistema nacional
penitenciario reportó una sobrepoblación de 27.9 por ciento, 4.8 puntos porcentuales
más que en diciembre de 2002. Esas cifras muestran que, en menos de 20 años, la
población penitenciaria se ha triplicado. La solución que propone el Gobierno Federal
para abatir la sobrepoblación consiste en crear nuevos espacios, pero no va al fondo del
problema. Nuestra perspectiva es tratar de abatir la sobrepoblación, disminuyendo el
número de internos y no aumentando los espacios de reclusión. Para obtener ese
resultado, podría haber diversas soluciones, pero las más simples son disminuir la
prisión preventiva y aplicar penas sustitutivas de prisión. La prisión preventiva debe ser
totalmente excepcional y responder a motivos muy justificados. No obstante, la
legislación mexicana permite aplicarla en forma demasiado extensa y prolongada.
Resulta aberrante que más del 25 por ciento de los internos sean procesados y que
permanezcan en esa situación durante meses y -en ocasiones- años. Los procesados
gozan de una presunción de inocencia y deben ser tratados como tales. Sin embargo, en
la mayoría de los centros y reclusorios preventivos se les trata como culpables. No
todos los sentenciados deben ser condenados a penas de prisión. Los Códigos Penales
de la mayoría de los Estados establecen para los delitos de menor importancia, y que
tienen penas más bajas, la posibilidad de que el Juez reemplace la pena de prisión por
una sustitutiva que se cumple en libertad y consiste generalmente en trabajos en favor
de la comunidad u otras similares. Si se aplicaran esas penas sustitutivas en forma
general y sin excepciones, disminuiría en gran parte la sobrepoblación de los
reclusorios y se resolverían muchos de los graves problemas del sistema penitenciario.
Al respecto, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en su informe
sobre nuestro país correspondiente a 1998, recomendó: ‘Que amplíe el ámbito de
aplicación de las penas alternativas a la prisión, se adopten las medidas necesarias a fin
de acelerar los procesos y se aumente la capacidad locativa de los centros
penitenciarios. ...’. Por su parte, el dictamen de la Cámara de Origen, sostuvo lo
siguiente: ‘... La iniciativa en estudio toca aspectos cruciales para la impartición de
justicia en materia del fuero federal. Dos son las vertientes: La que se refiere a la
prisión preventiva y a la aplicación de penas sustitutivas de prisión’. La propuesta de
fondo está dirigida de manera directa al abatimiento de la sobrepoblación existente en
las cárceles de nuestro país, al disminuir el número de internos y no creando y
aumentando, consecuentemente, los centros de reclusión. Por lo tanto, una alternativa
efectiva es la aplicación de penas sustitutivas así como la consideración de la prisión
preventiva en los casos de delitos cometidos, por hechos anteriores al ingreso a prisión.
De acuerdo con la cifras presentadas en el tercer informe de gobierno para el mes de
julio de 2003, el sistema nacional penitenciario reportó una sobrepoblación de 27.9%,
4.8 puntos porcentuales más que en diciembre de 2003, estas cifras muestran que en
menos de 20 años, la población penitenciaria se ha triplicado. En este contexto, la
prisión preventiva debe ser totalmente excepcional y responder a motivos muy
justificados. Los procesados gozan de una presunción de inocencia y deben ser tratados
como tales. Sin embargo, en la mayoría de los centros y reclusorios se les trata como
culpables. Por otra parte, no todos los sentenciados deben ser condenados a penas de
prisión. Los códigos penales de la mayoría de las entidades federativas establecen para
los delitos de menor importancia, y que tienen las penas más bajas, la posibilidad de
que el Juez reemplace la pena de prisión por una pena sustitutiva que se cumple en
libertad y consiste generalmente en trabajos a favor de la comunidad u otras similares.
Si se aplicaran estas penas sustitutivas en forma general y sin excepciones disminuiría
en gran parte la sobrepoblación de los reclusorios y se resolverían muchos de los graves
problemas del sistema penitenciario. Sin embargo, esta comisión ha considerado
conveniente realizar algunos cambios en la redacción propuesta en dos de los artículos
que se pretenden modificar o adicionar a través de la iniciativa analizada, que
aclaramos, no tocan el fondo de los mismos, sino que precisan sus contenidos con la
sintaxis propuesta. Por ejemplo, en el artículo 25, la iniciativa dice: «El tiempo de
privación de libertad sufrido preventivamente se abonará en su totalidad para el
cumplimiento de la pena o penas impuestas, en la causa en que dicha privación haya
sido acordada, o en su defecto de las que pudieran imponerse contra el reo en otras ...».
Esta comisión propuso que quedara de la siguiente manera: «La privación de libertad
preventiva se computará para el cumplimiento de la pena impuesta así como de las que
pudieran imponerse en otras causas ...». Asimismo, en relación al artículo 55, la
iniciativa propone «Cuando el mandato de captura solicitado por el Ministerio Público
se dicte en contra de una persona mayor de 78 años de edad, el Juez ordenará que la
prisión preventiva se lleve a cabo ...». ... La propuesta de esta comisión quedó de la
siguiente forma: «Cuando la orden de aprehensión se dicte en contra de una persona
mayor de 78 años de edad, el Juez podrá ordenar que la prisión preventiva se lleve a
cabo. ...». También el segundo párrafo, del mismo artículo, recibió modificaciones, al
eliminarlo y proponer una nueva redacción, pues se hacía referencia a los delitos graves
y los enumeraba, cuando bastaba con señalar la presunta peligrosidad o su presumible
sustracción a la acción de la justicia. Por último, se respetó la redacción propuesta en el
artículo 64. Los integrantes de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos consideran
que el objeto de la minuta en comento es el de perfeccionar el marco jurídico en la
materia penal federal con el fin de fortalecer la impartición de justicia. ...’. En este
sentido, debe decirse que las consideraciones plasmadas en la minuta de la Cámara de
Diputados e incluso el dictamen del Senado de la República, respecto de las reformas
de los artículos que han quedado transcritos, son las consideraciones generales que
alimentaron el espíritu de esas reformas, consisten en dos vertientes, por una parte, la
que se refiere a la prisión preventiva, y por otra, la aplicación de penas sustitutivas de
prisión. La propuesta de fondo está dirigida de manera directa al abatimiento de la
sobrepoblación existente en las cárceles de nuestro país, al disminuir el número de
internos y no creando y aumentando, consecuentemente, los centros de reclusión. Por
tanto, concluyeron que una alternativa efectiva es la aplicación de penas sustitutivas así
como la consideración de la prisión preventiva en los casos de delitos cometidos por
hechos anteriores al ingreso a prisión. Analizadas en su conjunto esas consideraciones,
así como los preceptos legales reformados que quedaron transcritos en párrafos
precedentes, se desprende que las reformas en comento no se refieren a modificación de
sanción de ilícitos en cuanto a los máximos y mínimos, sino a la aplicación de
beneficios de penas sustitutivas así como al cómputo de la prisión preventiva en los
casos de delitos cometidos, por hechos anteriores al ingreso a prisión; por lo que la
finalidad de esas reformas, es abatir la sobrepoblación penitenciaria, razón por la cual,
la mejor medida para ello -determinaron las Cámaras Legislativas- era otorgarle la
libertad a los sentenciados que, contando con varias sentencias privativas de libertad,
pudieran compurgarlas a partir de la misma fecha; repercutiendo así en la disminución
de la población penitenciaria. Dicho en otras palabras, de acuerdo a las características
materiales del beneficio que la nueva norma concede, se desprende que es un aspecto
que no deriva directamente de la imposición de las sanciones penales (actividad
jurisdiccional), sino de la ejecución de la pena, lo cual propiamente es tarea del Poder
Ejecutivo, toda vez que no se trata de imponer ninguna penalidad o de reducir o
modificar la misma, y las reformas en comento no fueron realizadas para disminuir las
penalidades respecto de los ilícitos imputados al quejoso. Por tanto, se concluye que fue
correcta la determinación a la que arribó el Juez de Distrito, en el sentido de que la
autoridad responsable comisionado del órgano administrativo desconcentrado
Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública Federal,
residente en México, Distrito Federal, para que esa autoridad se pronuncie sobre la
aplicación o no de esas reformas en virtud de que se trata de ejecución de sanciones y
no de imponer o reducir las ya impuestas; amén de que la intención del legislador
respecto de las reformas a los artículos 25 y 64 del Código Penal Federal -como ya se
dijo-, lo fue precisamente con la intención de abatir la sobrepoblación en los centros de
readaptación social mediante la reducción del número de internos, ofreciendo como
solución la disminución de la prisión preventiva en caso de delitos cometidos antes del
ingreso a prisión. Por las razones antes apuntadas, este Tribunal Colegiado estima que
no asiste la razón a la autoridad responsable recurrente, pues del criterio jurisprudencial
que invoca, claramente se advierte que es aplicable cuando se trata de imposición o
reducción de las penas que hayan sido impuestas a las personas sujetas a procesos o
sentenciados, al entrar en vigor una nueva disposición que prevé una punibilidad menor
para el delito por el que fue condenado el solicitante, lo que tiene una relación directa
con la facultad de aplicar penas, porque al modificarse los límites establecidos por el
legislador para determinada conducta delictiva, esa modificación incide directamente en
la fijación de la sanción que ya había sido impuesta, lo cual, evidentemente, tiene
relación directa con la facultad constitucional de imponer las penas que corresponde
sólo a la autoridad judicial. Sin embargo, como ya se dijo, la autoridad competente para
decidir sobre la procedencia o no del beneficio, con motivo de las reformas de los
artículos 25 y 64 del Código Penal Federal , a favor del quejoso, es el órgano
administrativo desconcentrado Prevención y Readaptación Social, dependiente de la
Secretaría de Seguridad Pública Federal, puesto que no se trata de una imposición,
reducción o modificación de las penas que le fueron aplicadas en los procesos
instruidos en su contra al solicitante del amparo. Amén de que el referido artículo
56 del Código Penal Federal , señala: ‘Cuando entre la comisión de un delito y la
extinción de la pena o medida de seguridad entrare en vigor una nueva ley, se estará a
lo dispuesto en la más favorable al inculpado o sentenciado. La autoridad que esté
conociendo del asunto o ejecutando la sanción, aplicará de oficio la ley más favorable.
Cuando el reo hubiese sido sentenciado al término mínimo o al término máximo de la
pena prevista y la reforma disminuya dicho término, se estará a la ley más favorable.
Cuando el sujeto hubiese sido sentenciado a una pena entre el término mínimo y el
término máximo, se estará a la reducción que resulte en el término medio aritmético
conforme a la nueva norma.’. Por lo que con acierto el Juez Federal, con apoyo en el
citado precepto legal, determinó que la autoridad responsable recurrente, debe
pronunciarse respecto a la aplicación o no de las reformas a los
artículos 25y 64 del Código Penal Federal , respecto de los procesos por los cuales se
encuentra el quejoso a su disposición, ya que esas reformas sólo se refieren a la
aplicación de beneficios de penas sustitutivas así como al cómputo de la prisión
preventiva en los casos de delitos cometidos por hechos anteriores al ingreso a prisión;
por lo que la finalidad de esas reformas, es abatir la sobrepoblación penitenciaria. Por
las consideraciones antes expuestas, este órgano colegiado no comparte el criterio
sustentado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, con
sede en México, Distrito Federal, en el amparo en revisión número 101/2006, al
resolver el recurso de revisión interpuesto por el quejoso ... en contra de la sentencia de
catorce de diciembre de dos mil cinco, dictada por el Juez Noveno de Distrito de
Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, en el juicio de amparo indirecto
2269/2005-IV, que invoca la autoridad recurrente como base de sus argumentos. Para
mayor claridad del criterio que invoca la autoridad recurrente, y que este órgano
colegiado considera que no es aplicable al caso, por las consideraciones que han
quedado expuestas, sin que ello signifique que este tribunal vaya en contra de la
jurisprudencia sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, la cual es consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXIII, febrero de 2006, tesis 1a./J. 174/2005, Materia Penal, visible en la página
455, de rubro y contenido siguientes: ‘REDUCCIÓN DE LA PENA. LA
APLICACIÓN DE LA LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN CUANDO YA
ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD
JUDICIAL (LEGISLACIÓN FEDERAL).’ (se transcribe). Al interpretar la
jurisprudencia antes transcrita, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito determinó que el órgano administrativo responsable carece de
competencia para pronunciarse sobre la aplicación de las reformas de los
artículos 25 y 64 del Código Penal Federal , por tratarse de una reducción de sanciones,
y que el único facultado para ello es el juzgador del proceso; mientras que este tribunal
no arriba a la misma conclusión, pues se estima que dichas reformas fueron realizadas
para el solo efecto de la aplicación de beneficios de penas sustitutivas y para el
cómputo de la prisión preventiva en los casos de delitos cometidos por hechos
anteriores al ingreso a prisión, y así disminuir la sobrepoblación penitenciaria. Por ello,
es necesario denunciar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la posible
contradicción de criterios existentes entre este órgano de control constitucional y el
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, residente en México,
Distrito Federal, de conformidad con lo establecido en el artículo 197-A de la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales. En esas condiciones, ante
lo infundado de los agravios formulados por la autoridad recurrente, sin que proceda
suplir en su favor la queja deficiente, lo que procede, es confirmar la sentencia recurrida
en lo que fue materia de la revisión, y conceder la protección constitucional solicitada
por el impetrante de garantías ... respecto del acto reclamado al comisionado del órgano
administrativo desconcentrado Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de
Seguridad Pública Federal, residente en México, Distrito Federal."
2. El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, órgano
jurisdiccional que no redactó tesis, sostuvo al resolver el juicio de amparo en revisión
penal número 101/2006, promovido por ... en la parte que interesa, lo siguiente:

QUINTO
Los agravios para considerarlos fundados deben ser suplidos en su deficiencia, en términos
de lo dispuesto por el artículo 76 Bis, fracción II, de la Ley de Amparo . En efecto, en este
asunto la problemática a dilucidar consiste en establecer sobre la aplicación de los
artículos 25 y 64 del Código Penal Federal , reformados por publicación del Diario Oficial
de la Federación de veintiséis de mayo de dos mil cuatro, dado que el quejoso considera
que con base en esta normatividad, las penas que se le impusieron por la comisión de los
delitos contra la salud y violación a la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada ,
deben compurgarse en forma simultánea. Previamente al estudio de fondo, y para una
mejor intelección del presente asunto, es necesario hacer relación de algunos antecedentes,
que se desprenden de las constancias enviadas por el Juez de Distrito para resolver este
asunto, consistentes en que: ... g) En resolución de catorce de diciembre del dos mil cinco,
el titular del Juzgado Noveno de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito
Federal, negó el amparo y protección de la Justicia Federal, al estimar que resultaba
imposible aplicar las reformas aludidas por el quejoso, pues consideró que: I. Conforme lo
dispuesto por el artículo 25 citado, las penas se compurgan de manera simultánea,
únicamente por el tiempo de la privación de la libertad preventiva, la cual se tomará en
consideración en todas las causas en las que estuviere inodado el procesado, es decir, la
parte correspondiente de la pena impuesta relativa al quántum de la prisión preventiva es la
que debe darse por compurgada de manera simultánea en todas las causas, aunque haya
tenido por objeto hechos anteriores, y para apoyar esta decisión, citó la jurisprudencia
identificada con el número I.2o.P. J/25 de la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, con el rubro: ‘PRISIÓN, CUMPLIMIENTO SIMULTÁNEO DE
ESA PENA.’. II. Respecto del artículo 64 aludido, indicó que la sanción impuesta a ... se
trataba de una sola pena, puesto que según el a quo federal se fijó aplicando la
correspondiente al delito de mayor entidad, a la cual se le agregó la correspondiente al
restante y con base en que le atribuyó un grado de culpabilidad entre el mínimo y la media
le impuso un gran total de veintiséis años, tres meses de prisión y tres mil trescientos
ochenta y siete días multa, equivalente a ochenta y nueve mil quinientos ochenta y seis
pesos con quince centavos, sustituible por tres mil trescientos ochenta y siete jornadas de
trabajo, no remunerados a favor de la comunidad, insistiendo que se trataba de una sola
pena, y continuó mencionando que consideraba que se trataba de una sola sanción, porque
en la época de los hechos imperaba la teoría de la acumulación jurídica, que considera a la
sanción del concurso real de delito, como una pena total, de ahí que ahora no podía hablarse
de que al ahora agraviado se le impuso una pena por delito, sino una por el concurso real de
delitos, de ahí que no aplicaba la última reforma del artículo 64 del Código Penal Federal ;
y, III. Que cuando se habla de aplicación de la pena en caso de concurso real, no puede
imponerla la autoridad ejecutora. De lo relacionado se aprecia que los agravios son
fundados en su suplencia, porque este Tribunal Colegiado de Circuito advierte que el Juez
de Distrito violó el principio de congruencia interna al dictar la resolución impugnada,
entendiendo por esta como aquella característica de que el fallo no tenga afirmaciones que
se contradigan entre sí. Ello es así, porque, en la sentencia impugnada, si el a quo federal,
por un lado, deficientemente pudo mencionar que la autoridad responsable carecía de
competencia para la aplicación de la pena en caso de concurso real, debió concluir siendo
exhaustivo, que lo mismo ocurre en aquellos casos en que se pretende la aplicación de lo
dispuesto por el artículo 25 y 64 del Código Penal Federal vigente, en virtud de que es
facultad del juzgador la aplicación y modificación de la pena, pero no convalidar la
inconstitucionalidad, porque esto equivale a sostener la competencia de la responsable, en
franca violación delartículo 16 constitucional, que exige que todo acto de autoridad debe
estar emitido por una competente. Efectivamente, la negativa de la protección federal, el
Juez recurrido la apoyó en tres consideraciones torales, de las cuales, para solucionar este
asunto, interesa resaltar la última, en la cual, como ya se mencionó, vagamente indicó que
la autoridad ejecutora carecía de facultades, puesto que en caso de concurso real aquella no
puede imponer las penas, dado que esta facultad es propia de la autoridad judicial, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 21 constitucional, por tratarse de una facultad
reservada, conclusión que es acertada a pesar de que el Juez no logró desentrañar sus
premisas y los efectos que provocaba sobre el acto reclamado. Esto se afirma, porque el a
quo incorrectamente aplicó la jurisprudencia número 1a./J. 5/93, dado que la tesis refiere
que el juzgador tiene el deber de sancionar cuando está en presencia de un concurso real de
delitos, a pesar de que el Ministerio Público no haya acusado por el concurso, supuesto que
no se actualiza en el caso, ya que no versa sobre la ausencia de acusación. Por otro lado,
respecto del problema que se atiende, este Tribunal Colegiado, en algunos asuntos que
resolvió con antelación, implícitamente reconoció la facultad del órgano administrativo
responsable para aplicar las reformas de los artículos 25 y 64 del Código Penal
Federal vigente, empero recientemente la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación al resolver la contradicción de tesis 106/2005-PS, fijó la jurisprudencia 174/2005
con el siguiente rubro y texto: ‘REDUCCIÓN DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA
LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA
SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN
FEDERAL).’ (se transcribe). Razón por la cual, en observancia de lo dispuesto por
el artículo 192 de la Ley de Amparo , este órgano ahora ajusta su criterio a la precitada
jurisprudencia. Del contenido de la tesis, se observa que el Máximo Tribunal actuando en
Sala, fijó con carácter obligatorio que la aplicación de la ley más favorable al reo, aun en
etapa de ejecución de la sentencia corresponde a la autoridad judicial, dado que el artículo
21constitucional, establece el principio de reserva judicial, respecto de la imposición de las
penas, el cual constituye una garantía a favor de los gobernados, en tanto que la restricción
de los bienes jurídicos del autor del delito sólo pueden ser consecuencia de la función
jurisdiccional ejercida por la autoridad judicial competente, por tanto, la aplicación de una
ley favorable que les permita a los sentenciados la reducción de la pena, corresponde al
Juez, puesto que si bien su jurisdicción cesó, no se agotó en virtud de que el acto de
reducción de la pena tiene relación directa con la facultad de los Jueces para imponer las
sanciones ya que para realizar aquélla, o sea la reducción, debe adecuar a la ya impuesta la
que entró en vigor. Entonces, a partir de este criterio se concluye que la aplicación de las
normas que tienen que ver con la reducción de la pena, es una facultad exclusiva reservada
a la autoridad judicial y precisamente al Juez del proceso. De tal modo que, por similitud
jurídica, también corresponde al juzgado del proceso conocer sobre la aplicación de las
últimas reformas de los artículos 25 y 64 del Código Penal Federal en beneficio del reo, a
virtud de que estas normas inciden de manera directa y preponderantemente sobre el
compurgamiento de las penas y la aplicación de la prisión preventiva, lo que sin duda
finalmente se traducirá en la variación de las penas, luego, si en el caso el planteamiento del
recurrente ante la responsable que generó el acto reclamado tiene que ver con la forma de
compurgar las penas, es inconcuso que la solicitud presentada por el impetrante a la
responsable para la aplicación de los artículos citados al inicio de este párrafo es
competencia única del Juez del proceso, por constituir una facultad reservada a ella, de lo
contrario se le estaría delegando a la autoridad administrativa una facultad inexistente
propia de la autoridad judicial. Sin embargo, no obstante que el a quo apreció vagamente el
problema de competencia, decidió entrar al estudio del fondo del asunto, y determinar que
la autoridad administrativa había actuado apegado a derecho, apreciación que aun cuando
no se comparte, resultaba plausible, pero actualmente con motivo del criterio obligatorio
citado con antelación, debe determinarse la incompetencia de la autoridad responsable, de
ahí que bajo estas premisas lo que corresponde es revocar la resolución impugnada y
declarar la inconstitucionalidad del acto reclamado, por haber sido emitido por una
autoridad que carece de competencia, dado que el artículo 16 constitucional exige que todo
acto de autoridad esté dictado por quien sea competente para tal efecto. En consecuencia,
como el Juez de Distrito no advirtió la inconstitucionalidad del acto reclamado, lo
procedente es revocar la sentencia recurrida y, por tanto, otorgar el amparo y protección de
la Justicia de la Unión solicitada, para el efecto de que la autoridad responsable, primero
deje insubsistente el acto reclamado y en segundo lugar emita otro nuevo en el cual
siguiendo los lineamientos apuntados, concluya que carece de competencia legal para
decidir sobre la aplicación retroactiva de los artículos 25 y 64 del Código Penal Federal , y
como consecuencia remita la petición formulada por el quejoso al juzgado del proceso, para
que resuelva lo que proceda, lo anterior para evitar mayor dilación en la contestación de la
petición."

CUARTO
Como una cuestión previa debe determinarse si en el caso existe contradicción entre los
criterios antes referidos, pues sólo en tal supuesto es dable que esta Sala emita un
pronunciamiento en cuanto al fondo de la presente denuncia.
En efecto, para que haya materia a dilucidar respecto de cuál criterio debe prevalecer,
tratándose de la figura jurídica de la contradicción de tesis, debe existir, cuando menos
formalmente, una oposición de criterios jurídicos en los que se controvierta la misma
cuestión y para que surja su procedencia, la contradicción denunciada debe referirse a las
consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas vertidas dentro de la parte
considerativa de las sentencias respectivas, que son las que constituyen las tesis que
sustentan los órganos jurisdiccionales.
La contradicción de tesis se presenta cuando los Tribunales Colegiados contendientes, al
resolver los negocios jurídicos sometidos a su consideración, examinan cuestiones jurídicas
iguales, adoptando posiciones o criterios jurídicos discrepantes; siempre que la diferencia
de criterios se actualice en las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas
de las sentencias respectivas, requiriéndose además, que los distintos criterios provengan
del examen de los mismos elementos.
Resulta aplicable al respecto la tesis de jurisprudencia número 26/2001 del Pleno de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro: "CONTRADICCIÓN DE TESIS DE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU
EXISTENCIA."(1)
Del análisis de las ejecutorias transcritas se advierte que sí existe la contradicción de tesis
denunciada, en virtud de que los tribunales contendientes tomaron en cuenta los mismos
elementos para resolver en la forma en que lo hicieron, pues analizaron asuntos en los que
después del dictado de la sentencia definitiva, el sentenciado pretendió que la autoridad
administrativa que estaba ejecutando la sentencia aplicara retroactivamente las reformas a
los artículos 25, párrafo segundo y 64, párrafo segundo, del Código Penal Federal ,
publicadas el veintiséis de mayo de dos mil cuatro; que en su concepto le eran favorables;
asimismo, ambos tribunales analizaron si conforme a lo que se señaló en la tesis de
jurisprudencia 1a./J. 174/2005, emitida por esta Primera Sala, con el rubro: "REDUCCIÓN
DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN
CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA, CORRESPONDE A LA
AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN FEDERAL).", las reformas a las que se hace
mención deben o no ser aplicadas retroactivamente por la autoridad jurisdiccional al
tratarse de la reducción de la pena.
Igualmente, los tribunales resolvieron la misma cuestión jurídica, pues estudiaron a qué
autoridad correspondía aplicar retroactivamente dichas reformas que favorecen al reo
cuando ya se dictó sentencia definitiva; sin embargo, la solución que dieron a esa cuestión
fue diversa.
En efecto, mientras que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito
señala que conforme al criterio sostenido en la tesis de jurisprudencia aludida, cuando ello
acontece, la autoridad que debe aplicar la ley más favorable es la jurisdiccional, el Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito considera
que a quien corresponde esa aplicación, es a la autoridad administrativa y que no se está en
el supuesto que señala la tesis a la que se ha hecho mención.
De lo antes expuesto se desprende que sí existen criterios opuestos, pues en las resoluciones
de ambos tribunales se realiza el análisis de los mismos elementos -juicios en los que el
sentenciado pretendía que la autoridad administrativa aplicara retroactivamente las
reformas a los artículos 25, párrafo segundo y 64, párrafo segundo, del Código Penal
Federal , publicadas el veintiséis de mayo de dos mil cuatro, pidiendo la reducción de la
pena-, y se plantea la misma cuestión jurídica, es decir, a qué autoridad corresponde esa
aplicación cuando ya se dictó sentencia; sin embargo, se resuelve de forma opuesta pues,
por un lado, se considera que le corresponde a la autoridad administrativa y, por otro, que
debe aplicarla la autoridad jurisdiccional.
El problema de la presente contradicción, toda vez que se ha declarado existente, es:
Cuando se está ejecutando una sentencia penal, pidiendo que se le apliquen
retroactivamente las reformas a los artículos 25, párrafo segundo y 64, párrafo segundo,
del Código Penal Federal , publicadas el veintiséis de mayo de dos mil cuatro; que le eran
favorables, esa aplicación ¿La debe hacer la autoridad jurisdiccional o corresponde a la
autoridad administrativa, es decir, quien está ejecutando la sentencia?
No obsta a la conclusión que antecede el que el Primer Tribunal Colegiado haya señalado
que acatando estrictamente lo que se estableció por esta Primera Sala en la tesis de
jurisprudencia antes citada, determinaba que es competencia de la autoridad jurisdiccional
la aplicación retroactiva de las reformas a los artículos 25, párrafo segundo y 64, párrafo
segundo, del Código Penal Federal , publicadas el veintiséis de mayo de dos mil cuatro;
debido a que del análisis de la sentencia transcrita se advierte que en realidad lo que dicho
Tribunal Colegiado realizó fue una interpretación de dicha tesis jurisprudencial y una
aplicación de lo que señaló por mayoría de razón, sin embargo, no aplicó directamente la
tesis en comento, ya que ésta no resuelve el problema planteado; en consecuencia, no se
puede considerar que la contradicción denunciada sea entre el Segundo Tribunal Colegiado
y esta Primera Sala, lo cual sería improcedente sino, como se dijo, entre los criterios
sostenidos por dos Tribunales Colegiados.

QUINTO
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que debe
prevalecer con el carácter de jurisprudencia, el criterio que se sustenta en el presente fallo,
de conformidad con los siguientes razonamientos.
Para resolver el problema de la presente contradicción, se hace necesario transcribir la tesis
de jurisprudencia 1a./J. 174/2005, de esta Primera Sala, visible en la página cuatrocientos
cincuenta y cinco del Tomo XXIII, febrero de dos mil seis, de la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, a la que se ha hecho referencia en el
considerando que antecede y cuyos rubro y texto son:
REDUCCIÓN DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA LEY MÁS FAVORABLE AL
REO, AUN CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA, CORRESPONDE
A LA AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN FEDERAL). Los
artículos 56 del Código Penal Federal y 553 del Código Federal de Procedimientos
Penales señalan que la aplicación de la ley posterior que favorece al inculpado o al
sentenciado corresponde tanto a la autoridad judicial como a la administrativa que esté
ejecutando la sanción penal. Sin embargo, esa aplicación deberá efectuarse de acuerdo a las
características materiales del beneficio que la nueva norma concede al reo. Por otro lado,
el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece un
principio de reserva judicial respecto de la imposición de las penas, el cual constituye una
garantía a favor de los gobernados, en tanto que la restricción de los bienes jurídicos del
autor del delito sólo puede ser consecuencia de la función jurisdiccional ejercida por la
autoridad judicial competente, pues precisamente por esa reserva judicial los
artículos 51 y 52 del Código Penal Federal disponen que las autoridades jurisdiccionales
aplicarán las sanciones y fijarán las penas, lo cual se lleva a cabo a través de la adecuación
de la culpabilidad del sentenciado con respecto a los máximos y mínimos establecidos
como sanción en las leyes penales. En consecuencia, al entrar en vigor una ley que permita
a los sentenciados la reducción de las sanciones impuestas por un delito determinado, su
aplicación corresponde a la autoridad judicial, aun cuando ya se esté ejecutando la
sentencia, pues la jurisdicción de la autoridad judicial si bien cesa, la misma no se agota, en
virtud de que el acto de reducción de la pena tiene relación directa con la facultad de los
Jueces para imponer las sanciones, porque al modificarse los límites señalados por el
legislador para sancionar un delito, necesariamente debe realizarse una adecuación entre lo
ya impuesto y lo que entró en vigor, de ahí que no puede considerarse como una cuestión
de ejecución de las penas.
Contradicción de tesis 106/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, Octavo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito. 9 de
noviembre de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez
Mireles."
De la que se desprende, que para determinar cuál es la autoridad que debe aplicar la ley
posterior que favorece al inculpado o al sentenciado, se deberá estar a la clase de beneficio
que ésta concede al reo, pues de acuerdo con las facultades constitucionales y legales de
cada autoridad, corresponderá a una o a otra la aplicación de la ley respectiva, es decir, se
debe atender a las características materiales de la ley que beneficia al reo para decidir si esa
ley la debe aplicar la autoridad judicial o si debe aplicarla la autoridad administrativa.
Por lo anterior, debe determinarse en qué consistieron las reformas a los artículos 25,
párrafo segundo y 64, párrafo segundo, del Código Penal Federal , publicadas el veintiséis
de mayo de dos mil cuatro, pues dependiendo de su contenido se establecerá a qué
autoridad corresponde aplicarlas; para lo cual, se hace necesario transcribir los artículos en
comparación con los preceptos anteriores, los cuales indican:
Ver cuadro comparativo
Del anterior cuadro comparativo se advierte que en ambos preceptos, únicamente se
reformó su respectivo segundo párrafo, los cuales establecen:
1. Que la privación de libertad preventiva se computará para el cumplimiento de la
pena impuesta, así como de las que pudieran imponerse en otras causas, aunque hayan
tenido por objeto hechos anteriores al ingreso a prisión; y, que "en este caso", las penas
se compurgarán en forma simultánea.
2. Que en caso de concurso real de delitos, si las penas se impusieran en el mismo
proceso o en distintos, pero si los hechos resultan conexos, o similares, o derivado uno
del otro, en todo caso las penas deberán contarse desde el momento en que se privó de
libertad por el primer delito.
Como puede apreciarse, el contenido de la reforma al segundo párrafo del artículo
25 del Código Penal Federal es confuso, puesto que no se precisa si al establecer el
cumplimiento simultáneo de las penas, se refiere a las penas impuestas en diversos juicios,
o bien si se refiere solamente al tiempo de la privación de la libertad preventiva. Esto es, si
la compurgación simultánea a que se refiere dicho precepto reformado se refiere a las penas
impuestas o al tiempo de la prisión preventiva.
Este punto específico ya ha sido resuelto por esta Primera Sala en la contradicción de tesis
38/2006-PS, en cuyas consideraciones, en lo que al caso interesa, se señaló:
Ahora bien, al constituir el tema a dilucidar una cuestión relativa a la interpretación que
ambos Tribunales Colegiados realizan respecto al segundo párrafo reformado del artículo
25 del Código Penal Federal , resulta necesario acudir a una interpretación causal,
teleológica y sistemática del precepto en cuestión.
...
Del proceso legislativo que ha quedado transcrito parcialmente, se obtiene que la reforma
de los artículos 25,55 y la adición al artículo 64 del Código Penal Federal , obedeció al
problema consistente en la sobrepoblación existente en los centros de reclusión del país y la
intención del legislador de resolver en parte dicho problema, para lo cual se enfocó en dos
aspectos claramente definidos en dicho proceso, que son la prisión preventiva y la
aplicación de penas sustitutivas de prisión, quedando descartada la posible solución de la
creación de nuevos centros de reclusión.
En efecto, las alternativas que el legislador consideró viables para remediar en parte el
problema de la sobrepoblación de internos en los centros penitenciarios, fue, por un lado,
reemplazar las penas de prisión por penas sustitutivas y, por otro, la consideración de la
prisión preventiva en los casos de delitos cometidos por hechos anteriores al ingreso a
prisión.
Luego entonces, atendiendo a la causa y finalidad de la reforma descrita, se obtiene que
obedeció a remediar el citado problema ampliando la posibilidad de aplicar penas
sustitutivas a la pena de prisión siempre que la gravedad del delito lo permita y tomando en
cuenta la prisión preventiva para delitos cometidos por hechos diversos acaecidos con
anterioridad.
Ahora bien, atendiendo al sentido literal del precepto cuyo análisis se realiza es necesario
precisar que originalmente el segundo párrafo del artículo 25 sería reformado en los
siguientes términos:
‘El tiempo de privación de libertad sufrido preventivamente se abonará en su totalidad para
el cumplimiento de la pena o penas impuestas, en la causa en que dicha privación haya sido
acordada, o en su defecto de las que pudieran imponerse contra el reo en otras. ...’
Sin embargo, dicho párrafo fue matizado por una cuestión de ‘sintaxis’ por la Comisión de
Justicia y Derechos Humanos de la Cámara de Diputados para quedar como sigue:
‘La privación de libertad preventiva se computará para el cumplimiento de la pena
impuesta así como de las que pudieran imponerse en otras causas, aunque hayan tenido por
objeto hechos anteriores al ingreso a prisión. En este caso, las penas se compurgarán en
forma simultánea.’
Es esta última parte del artículo la que por su redacción provocó la contradicción de
criterios, ya que la expresión en ‘Este caso, las penas se compurgarán en forma
simultánea.’, no resulta del todo clara, así la expresión ‘En este caso ...’, se refiere a la
existencia de diversas causas que tienen como objeto hechos anteriores al ingreso a prisión
en cuyo caso se computará el tiempo de la prisión preventiva para el cumplimiento de la
pena impuesta.
Ahora en cuanto a la expresión consistente que ‘... las penas se compurgarán en forma
simultánea’, esta Primera Sala considera que la compurgación simultánea a que alude el
precepto en cuestión, se refiere al tiempo de la prisión preventiva, mas no a las penas
impuestas al procesado; esto es, se refiere a la parte correspondiente de la pena impuesta
relativa al tiempo de duración de la prisión preventiva, la que debe darse por compurgada
de manera simultánea en todas las causas, aun cuando los hechos hayan ocurrido antes de
su ingreso a prisión, lo anterior atendiendo principalmente al origen de la reforma del
artículo 25 y al motivo que llevó al legislador a realizarla consistente en reducir la
población de internos en los centros de reclusión, atendiendo a dos aspectos torales, la
sustitución de la pena privativa de la libertad y tomar en cuenta la duración de la prisión
preventiva para otras causas seguidas en contra del propio inculpado aunque hubiera tenido
por objeto hechos anteriores; ya que literalmente el precepto no resulta claro.
No pasa desapercibido para esta Primera Sala, que el artículo 25 del Código Penal
Federal antes de la reforma, en el segundo párrafo, se refería a la compurgación sucesiva de
las penas impuestas y se reiteraba casi textualmente la garantía contenida en el párrafo
tercero de la fracción X, apartado A, del artículo 20constitucional, lo que llevó al Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito a considerar que el hecho de que
ahora en el mismo párrafo segundo se refiera al señalar la simultaneidad de las penas, a las
impuestas y no al tiempo de la prisión preventiva, en virtud de que dicha interpretación es
literal, sin atender a la intención del legislador que llevó a cabo la reforma del artículo que
se analiza. Aunado a que la reforma en cuestión fue sustancial en tanto que el segundo
párrafo del artículo 25 ya reformado, se refiere a la prisión preventiva solamente.
Robustece a la consideración anterior lo señalado en el artículo 64 del propio Código Penal
Federal , también reformado en el propio decreto publicado el veintiséis de mayo de dos
mil cuatro, que dice textualmente:
‘Artículo 64. En caso de concurso ideal, se aplicará la pena correspondiente al delito que
merezca la mayor, que se aumentará hasta una mitad del máximo de su duración, sin que
pueda exceder de las máximas señaladas en el título segundo del libro primero.
(Reformado, D.O.F. 26 de mayo de 2004)
‘En caso de concurso real, se impondrán las penas previstas para cada uno de los delitos
cometidos, sin que exceda de las máximas señaladas en el título segundo del libro primero.
Si las penas se impusieran en el mismo proceso o en distintos, pero si los hechos resultan
conexos, o similares, o derivado uno del otro, en todo caso las penas deberán contarse
desde el momento en que se privó de libertad por el primer delito.
(Reformado, D.O.F. 13 de mayo de 1996)
‘En caso de delito continuado, se aumentará de una mitad hasta las dos terceras partes de la
pena que la ley prevea para el delito cometido, sin que exceda del máximo señalado en el
título segundo del libro primero.’
De la anterior transcripción se advierte que el segundo párrafo establece que tratándose de
concurso real (cuando con pluralidad de conductas se realizan varios delitos) si las penas se
imponen en el mismo o diversos procesos, pero si los hechos son conexos o similares, o
derivados uno del otro, las penas deberán contarse desde el momento en que se privó de la
libertad por el primer delito, es decir, las penas se compurgarán de manera simultánea, así,
dicho precepto establece como único caso en el cual las penas se compurgan de manera
simultánea el concurso real de delitos cuando los hechos son conexos, similares o derivados
unos de otros, lo que resulta lógico partiendo de que se trata de los mismos hechos, o bien,
hechos relacionados, los que dan origen a diversos delitos, es decir a varias conductas
típicas.
Ahora bien, de una interpretación sistemática del artículo 64 y del segundo párrafo
del artículo 25 del propioCódigo Penal Federal , se desprende que en el caso de que las
penas privativas de la libertad fueran impuestas por diversos delitos en diferentes causas
penales en las cuales los hechos no son conexos, similares o derivados unos de otros, las
penas impuestas deben compurgarse sucesivamente, mientras que la prisión preventiva
debe darse por compurgada de manera simultánea en todas las causas, que equivale a
descontar el quántum de la prisión preventiva en todas las penas impuestas al mismo
inculpado."
Derivado de dicha contradicción de tesis esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación aprobó la tesis de jurisprudencia 8/2007, cuyos rubro y texto son:
PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. LA COMPURGACIÓN SIMULTÁNEA
PREVISTA EN EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 25 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL SE REFIERE AL TIEMPO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA. Del proceso
legislativo que originó la reforma del segundo párrafo del artículo 25 del Código Penal
Federal , publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de mayo de 2004, se advierte
que ésta obedeció al problema de sobrepoblación en los centros de reclusión del país, ante
lo cual el legislador atendió, por una parte, el reemplazo de las penas de prisión por penas
sustitutivas y, por otra, el tiempo que dura la prisión preventiva en los delitos cometidos por
hechos anteriores al ingreso a prisión. Ahora bien, de la interpretación sistemática de dicho
artículo y del numeral 64 del citado código -también reformado en la fecha indicada-, se
colige que en caso de que se impongan penas privativas de la libertad por diversos delitos
en diferentes causas penales en las cuales los hechos no son conexos, similares o derivados
unos de otros, aquéllas deben compurgarse sucesivamente, mientras que la prisión
preventiva debe tenerse por cumplida simultáneamente en todas las causas, lo que equivale
a descontar el quántum de la prisión preventiva en todas las penas impuestas al mismo
sujeto. En congruencia con lo anterior, se concluye que el referido artículo 25, al contener
la expresión ‘las penas se compurgarán en forma simultánea’, se refiere al tiempo de
duración de la prisión preventiva, el cual debe tomarse en cuenta para todas las causas
seguidas en contra del inculpado, sobre todo porque con ello se atiende al objetivo de la
pena, como medida aflictiva para quien realiza una conducta delictuosa, la cual también
debe ser preventiva e inhibir las conductas antisociales, pues estimar lo contrario, es decir,
que la compurgación simultánea de las penas se refiere a las que son impuestas como
sanción, las haría nugatorias en tanto que de manera indebida se reduciría
considerablemente el tiempo de reclusión." (Tesis aprobada en sesión de 17 de enero de
2007, pendiente de publicación).
Una vez que se ha precisado lo anterior, debe destacarse que esta Primera Sala ya ha
establecido que de una interpretación sistemática del artículo 64 y del segundo párrafo
del artículo 25, del propio Código Penal Federal, se desprende que lo que este último
precepto establece es que, en el caso de que las penas privativas de la libertad fueran
impuestas por diversos delitos en diferentes causas penales en las cuales los hechos no son
conexos, similares o derivados unos de otros, las penas impuestas deben compurgarse
sucesivamente, mientras que la prisión preventiva debe darse por compurgada de manera
simultánea en todas las causas, que equivale a descontar el quántum de la prisión
preventiva en todas las penas impuestas al mismo inculpado.
Asimismo, como se señaló, en lo que respecta al artículo 64 del Código Penal Federal , se
advierte que el segundo párrafo establece que tratándose de concurso real (cuando con
pluralidad de conductas se realizan varios delitos), si las penas se imponen en el mismo o
diversos procesos, pero si los hechos son conexos o similares, o derivados uno del otro, las
penas deberán contarse desde el momento en que se privó de la libertad por el primer
delito, es decir, las penas se compurgarán de manera simultánea, así dicho precepto
establece como único caso en el cual las penas se compurgan de manera simultánea el
concurso real de delitos cuando los hechos son conexos, similares o derivados unos de
otros.
Ahora bien, debe destacarse que para que el Juez pueda determinar el quántum de la pena
privativa de la libertad, además de determinar el grado de culpabilidad del delincuente y
atender al grado de peligrosidad del inculpado así como a las circunstancias con las que se
cometió el ilícito, remitiéndose a los máximos y mínimos establecidos para cada tipo penal
como sanción para el delito correspondiente; el juzgador debe precisar desde cuándo
empieza a compurgarse dicha pena y si las penas que determina tratándose de varios delitos
cometidos en forma independiente o cuando los hechos son conexos, similares o derivados
unos de otros, se llevarán a cabo o se compurgarán, ya sea de manera simultánea o
sucesiva, pues con estos elementos se encontrará en posibilidad de señalar el tiempo
efectivo al que es condenado el sentenciado y determinar con precisión a cuántos años de
prisión se condena al sujeto responsable, es decir, el quántum de la pena impuesta en su
totalidad.
Entonces, si las reformas a los artículos analizados contienen criterios que deben ser
observados por el juzgador al momento de imponer la pena correspondiente, en el que
previamente debe precisar si se está o no ante un concurso real de delitos, es decir, inciden
precisamente en aspectos relativos a la compurgación de las penas privativas de la libertad
en forma simultánea o sucesiva cuando fueran impuestas por diversos delitos en causas
penales en las cuales los hechos hayan sido o no conexos, similares o derivados unos de
otros, y la forma en la que la prisión preventiva deberá compurgarse, en el caso en forma
simultánea en todas las causas penales; debe determinarse que inciden en el quántum de la
pena impuesta por el Juez; por tanto, dado que esa modificación afecta directamente en la
disminución de la pena que ya había sido impuesta, lo cual, evidentemente, tiene relación
directa con la facultad constitucional de imponer las penas que corresponden sólo a la
autoridad judicial, pues como se ha sostenido, existe constitucionalmente una reserva
judicial relativa a que la imposición de las sanciones penales o punición corresponde
únicamente a la autoridad judicial. Por lo que atendiendo al beneficio que se prevé en
dichas reformas se concluye que es competencia de la autoridad jurisdiccional.
Lo anterior se hace evidente con el hecho de que para aplicar la reforma a dichos artículos
deben determinarse aspectos como si se está o no ante un concurso de delitos en el que los
hechos son o no conexos, similares o derivados unos de otros, lo cual requiere un análisis
especializado que no es propio de realizarse por una autoridad administrativa que no tiene
obligación de ser perito en derecho.
Esto es así, previo a aplicar las reformas en comento, es necesario determinar si debe
aplicarse la reforma alartículo 25 o al artículo 64 del Código Penal Federal , determinando
si se está o no ante un concurso real de delitos y si los hechos delictuosos son o no conexos,
similares o derivados unos de otros, para así estar en posibilidad de determinar si procede
aplicar el numeral 25 o el 64, o ninguno de los dos, por tanto, debe concluirse que compete
conocer de la aplicación de dichas reformas a la autoridad jurisdiccional quien tiene el
conocimiento suficiente para determinar estas cuestiones, que de hecho sirvieron de base
para imponer la pena al reo.
Por tanto, atendiendo al beneficio que concede la reforma a los citados artículos que incide
indudablemente en el quántum de la pena fijada por el Juez, es evidente que cuando se está
ejecutando una sentencia penal y el reo solicita la reducción de la pena, pidiendo que se le
apliquen retroactivamente las reformas a los artículos25, párrafo segundo y 64, párrafo
segundo, del Código Penal Federal , publicadas el veintiséis de mayo de dos mil cuatro,
conforme a la tesis de jurisprudencia número 1a./J. 174/2005, esa aplicación debe hacerla la
autoridad jurisdiccional y no así la administrativa.
En efecto, lo que el reo pretende al solicitar a la autoridad administrativa que aplicara las
reformas en cita, es que se reduzca su condena privativa de la libertad y se modifique la
pena ya impuesta y fijada por el Juez, lo que hace evidente que es competencia de la
autoridad jurisdiccional aun cuando ya se encuentre en ejecución de la pena privativa de la
libertad, y que el Juez ya haya dictado sentencia firme con lo cual en principio concluiría su
actuación y jurisdicción, ya que conforme a lo que establece la tesis de jurisprudencia a la
que se ha hecho alusión si bien su jurisdicción cesa, la misma no se agota.
De acuerdo con la exposición precedente, debe prevalecer con carácter de jurisprudencia,
en términos delartículo 192 de la Ley de Amparo , el criterio que sustenta la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a continuación:
PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. CORRESPONDE A LA AUTORIDAD
JURISDICCIONAL LA APLICACIÓN RETROACTIVA EN BENEFICIO DEL REO DE
LOS ARTÍCULOS 25, PÁRRAFO SEGUNDO Y 64, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL, PARA MODIFICAR EL QUÁNTUM DE AQUÉLLAS,
AUN CUANDO ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA.-Esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis 1a./J. 174/2005, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, febrero de
2006, página 455, con el rubro: "REDUCCIÓN DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA
LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA
SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN
FEDERAL).", sostuvo que para definir qué autoridad debe aplicar la ley más benéfica al
inculpado o al sentenciado, ha de atenderse a las características materiales del beneficio que
concede la nueva norma y, por otro lado, al resolver la contradicción de tesis 38/2006-PS
estableció que de la interpretación sistemática de los artículos 25, párrafo segundo y 64,
párrafo segundo, del Código Penal Federal , reformados mediante Decreto publicado en
el Diario Oficial de la Federación el 26 de mayo de 2004, se advierte que cuando se
impongan penas privativas de la libertad por diversos delitos en diferentes causas penales
en las cuales los hechos no son conexos, similares o derivados unos de otros, aquéllas
deben compurgarse sucesivamente, mientras que la prisión preventiva debe tenerse por
cumplida en forma simultánea en todas las causas penales, lo cual equivale a descontar el
quántum de la prisión preventiva en todas las penas impuestas al mismo sujeto. En ese
sentido, se concluye que cuando se está ejecutando una sentencia penal y el reo solicita que
se le apliquen retroactivamente los citados artículos para que se le reduzca la pena, tal
aplicación corresponde a la autoridad jurisdiccional, pues debe determinar aspectos que
requieren un análisis especializado de peritos en derecho, como si se está ante un concurso
real de delitos y si los hechos ilícitos son conexos, similares o derivados unos de otros,
además de que tales aspectos inciden en la disminución de la pena que ya había impuesto el
juzgador, lo cual se relaciona directamente con la facultad para aplicar sanciones y fijar
penas que compete exclusivamente a la autoridad judicial, conforme al principio
constitucional de reserva judicial, aun cuando ya esté en ejecución la sentencia porque si
bien al dictarla cesa la jurisdicción del Juez, ésta no se agota sino que se retoma cuando en
virtud de la entrada en vigor de la mencionada reforma debe adecuarse la pena impuesta al
reo.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO
-Sí existe la contradicción de tesis a que este expediente se refiere, en los términos del
considerando cuarto de esta resolución.

SEGUNDO
-Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta Primera
Sala, en los términos de la tesis redactada en el último considerando del presente fallo.

TERCERO
-Dése publicidad a la tesis jurisprudencial que se sustenta en la presente resolución, en
términos del artículo 195 de la Ley de Amparo .
Notifíquese y, en su oportunidad, archívese el expediente como asunto concluido.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por
unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: Sergio A. Valls Hernández, Juan N.
Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y presidente José Ramón Cossío
Díaz. Ausente el Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo (ponente), haciendo suyo el asunto
el Ministro presidente José Ramón Cossío Díaz.
Nota: La tesis 1a./J. 8/2007 citada en esta ejecutoria, aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXV, mayo de 2007, página
452.
__________
1. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XIII, abril de 2001, tesis P./J. 26/2001, página 76.-"De conformidad con
lo que establecen los artículos 107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución
Federal y 197-A de la Ley de Amparo , cuando los Tribunales Colegiados de Circuito
sustenten tesis contradictorias en los juicios de amparo de su competencia, el Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala que corresponda deben decidir cuál
tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que existen tesis contradictorias cuando
concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los negocios jurídicos se
examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios
jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en las
consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias
respectivas; y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos
elementos."
Tablas/Anexos relacionados
Ver cuadro comparativo

TESIS JURISPRUDENCIALES

Tesis Jurisprudencial de Primera Sala nº 1a./J. 100/2007 Jurisprudencia, del 01 de


Agosto de 2007
Rubro: PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. CORRESPONDE A LA
AUTORIDAD JURISDICCIONAL LA APLICACIÓN RETROACTIVA EN BENEFICIO
DEL REO DE LOS ARTÍCULOS 25, PÁRRAFO SEGUNDO Y 64, PÁRRAFO
SEGUNDO, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, PARA MODIFICAR EL QUÁNTUM
DE AQUÉLLAS, AUN CUANDO ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA..
Localizacion: 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVI, Agosto de 2007; Pág. 241;
[J];.

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