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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

INTRODUCCION
A continuación trataremos temas de suma importancia como la psicoterapia que
es el tratamiento que se da a algunas enfermedades, en especial nerviosas y
mentales, y que consiste en la aplicación de determinados procedimientos
psíquicos o psicológicos.
Diferentes funciones que emplea el terapeuta para cumplir determinados modos
de comunicaciones los cuales son: Función Instruccional, Función Evaluativa,
Función Atencional, Función Operativa, Función Expresiva, Función de
Compromiso Vincular.

 Estilo del terapeuta


 Estrategias de evaluación del tratamiento)
 Definición de psicoterapia y sus orígenes
1. Realiza un ensayo que contenga los siguientes puntos:
     a) Modos de comunicación.
Se trata del factor más idiosincrásico y comprende las acciones estilísticas
primordiales con que el EPT moldea las aplicaciones de una técnica específica.
Para desempeñarse en el seno de un acto psicoterapéutico, el terapeuta debe
cumplir con una serie de funciones. Para ello, cada profesional emplea
determinados modos de comunicación que operan integradamente imprimiendo su
sello personal de ejercer la práctica. Las funciones primordiales que hemos
identificado son las siguientes: instruccional, evaluativa, atencional, expresiva,
operativa y de compromiso vincular. Cada una de ellas puede manifestarse a
través de varias dimensiones. Hemos seleccionado para cada una las dos
dimensiones más relevantes e ilustrativas con el fin de estudiar el modo en que
opera el EPT.
Función Instruccional
Se refiere al modo en que el terapeuta transmite las normas y
prescripciones que rigen durante el tratamiento.
Está integrada por el conjunto de acciones que lleva a cabo el terapeuta con el
propósito de instalar el dispositivo terapéutico y sirve para determinar los alcances
y los límites de la relación terapéutica, y, por consiguiente, la distancia operativa
que regirá entre paciente y terapeuta, así como los intercambios entre ambos,
considerados legítimos en esa relación.
Si bien cada técnica terapéutica establece principios generales sobre la forma en
que debe desarrollarse ese vínculo, el EPT refuerza esos principios de manera
singular.
Función Evaluativa
Se trata de la función que opera de modo más permanente desde el
comienzo del tratamiento y durante todo su curso. Consiste en el conjunto de
estimaciones que lleva a cabo el terapeuta para ponderar la marcha del
tratamiento, tanto en lo que respecta a su propia performance como a la del
paciente. Sirve como regulación de todas las otras funciones, incluida la del
establecimiento de las reglas que gobiernan la tarea.
Guidano (1994) considera que resulta casi imposible diferenciar la evaluación de
la intervención terapéutica. Para cumplir con esta función, el terapeuta, por lo
regular, recurre, más que en cualquiera de los otros casos, a otros expertos
(supervisores) con la finalidad de ZIOJIefectuar los ajustes y las correcciones
necesarias.

Función Atencional
Está constituida por todas las operaciones que el terapeuta realiza con el fin
de acceder a la información aportada por el paciente en su búsqueda de ayuda.
Tradicionalmente fue denominada “función de escucha”, en particular cuando la
psicoterapia era considerada, casi con exclusividad, una curación por medio de la
palabra. La actual manera de concebir la psicoterapia como una conversación y la
importancia asignada a los estilos narrativos en este campo, ha reforzado esa
perspectiva. Sin embargo, a medida que se fueron agregando otros modos de
comunicación en el proceso terapéutico (signos corporales, dramatizaciones,
utilización de objetos intermediarios, entre otros), esta función incluyó operaciones
más diversificadas. Todas ellas orientadas a capturar los signos provistos por el
paciente que pueden favorecer el reconocimiento de su universo significativo.
Función Operativa
Se trata de las acciones que el terapeuta desarrolla con la finalidad de
cumplir con el plan de tareas establecido.
Está centrado en el manejo de las técnicas establecidas para cada
tratamiento. En la medida en que el terapeuta esté correctamente capacitado, se
espera que aplique en forma rigurosa la técnica apropiada para cada caso.
Pese a ello, el estilo personal de cada terapeuta lo llevará a cumplir con
esta función de modos muy diversos.
Función Expresiva
Se trata de la función sobre la que más se ha insistido, probablemente, en
los estudios sobre incidencia del factor personal del terapeuta. Se ha elaborado,
incluso, un cierto prototipo o modelo ideal de función expresiva que describe al
psicoterapeuta como alguien “cálido”, de gesto comprensivo, nunca muy
elocuente, capaz de transmitir confianza y seguridad para comunicarse con él.
Alguien sereno y preocupado por el otro, que invita a que uno le informe de sus
problemas y pueda esperar una solución frente a ello.
Función de Compromiso Vincular
Esta función sintetiza el involucramiento con que se cumplen todas las
modalidades de comunicación usadas durante el acto terapéutico. No se refiere a
una acción específica. Cada terapeuta manifiesta, por medio de su compromiso
vincular, su disposición para ayudar al paciente. Por lo general, se consideraba,
como ocurre en el caso de la expresividad, que la mejor estrategia con que un
terapeuta podía cumplir con esta función consistía en situarse, dentro de
cualquiera de sus dimensiones, en un punto equilibrado.
 Estilo Personal del Terapeuta
Terapeutas que operan en forma eficiente en terapias individuales suelen
tener estilos que privilegian una asimetría acentuada, mientras que la asimetría
moderada es característica de quienes se desempeñan con eficacia en las
terapias grupales.
Terapeutas interesados en ayudar a personas con enfermedades físicas y
terminales, por lo común, presentan estilos evaluativos optimistas; estilos más
críticos se suelen encontrar entre los terapeutas acostumbrados a trabajar con
pacientes adultos sin trastornos de gran severidad.
Los terapeutas que trabajan en localidades pequeñas casi siempre
muestran un estilo interpersonal próximo, mientras que los que se desempeñan en
grandes centros urbanos (sobre todo cuando trabajan dentro de grandes
organizaciones), manifiestan predominio de un estilo interpersonal distante.
Se trata de un terapeuta capaz, por sobre todas las cosas, de moldear sus
intervenciones de acuerdo con cada situación concreta que le concierna enfrentar.
Tendrá un estilo definido en algunas dimensiones como alta flexibilidad y función
atencional abierta, y, en muchas dimensiones, podrá variar a lo largo del continuo,
pues el carácter integrativo de su práctica lo volverá proclive a elegir, de manera
alternativa, entre distintas opciones.

 c) Estrategias de evaluación del tratamiento)


El objetivo básico de la investigación en psicoterapia es desarrollar y
evaluar tratamientos efectivos. Esto se lleva a cabo a través de varias estrategias
de evaluación del tratamiento, que se agrupan en ocho (Kazdin, 1980, 1983, 1986,
1992, 1994): paquete de tratamiento, estrategia de descomposición del
tratamiento, estrategia de construcción del tratamiento, estrategia de parámetros
del tratamiento, estrategia de comparación del(os) tratamiento(s), estrategia de
variación del paciente y del terapeuta, estrategia de investigación del proceso y
estrategias combinadas de las anteriores.

Estrategia de Paquete de Tratamiento


Esta estrategia se denomina así porque éste es examinado en conjunto
cuando incluye distintos componentes. Aquí, se evalúa el efecto de un tratamiento
en particular para comprobar su efectividad en un problema clínico concreto. En
esta estrategia y, para excluir la posibilidad de que el cambio sea una función de
eventos históricos, madurativos, remisión espontánea, evaluación repetida y otras
amenazas a la validez interna; por lo general, se utiliza un grupo control de no
tratamiento o lista de espera.
En esencia, esta estrategia implica aplicar un tratamiento concreto a un
trastorno específico y comprobar si con el mismo se produce un cambio
terapéutico.

Estrategia de Descomposición del Tratamiento


En esta estrategia, se analizan los componentes de un tratamiento.
Ello implica que usamos un paquete de tratamiento que previamente ha mostrado
su eficacia y ahora nos interesa conocer a qué componentes del mismo se debe la
misma. En esta estrategia, un grupo de sujetos recibe el tratamiento completo;
otro grupo, el tratamiento menos un componente del mismo; otro, sin dos
componentes, etc. En la práctica, suelen emplearse dos o, como máximo, tres
grupos de comparación con tal estrategia, siendo conveniente utilizar también otro
de control. Esta estrategia permite conocer cuáles son los principales
componentes específicos del tratamiento.

Estrategia de Construcción de Tratamiento


Al contrario de la estrategia anterior, en ésta partimos de un tratamiento al
que añadiremos componentes adicionales u otro tratamiento con el objetivo de
mejorar el resultado del mismo.
Un ejemplo claro de esta estrategia son los múltiples estudios realizados en
los últimos años comparando tratamientos psicológicos con tratamientos
farmacológicos, en donde se usan el psicológico y el farmacológico, en forma
separada, y la combinación de ambos.
Esta estrategia permite conocer la eficacia diferencial de dos tratamientos y
si en conjunto obtienen los mismos resultados que cada uno por separado o, por
el contrario, hay una mejora adicional en dicha combinación. Al igual que ocurre
con las estrategias anteriores, en esta estrategia es conveniente incluir un grupo
control.
Estrategia de Parámetros del Tratamiento
En esta estrategia, alteramos aspectos específicos de un tratamiento con el
objetivo de maximizar el cambio terapéutico. Por lo común, lo que se hace es
variar alguna dimensión cuantitativa del tratamiento. De ese modo, se pueden
emplear dos grupos donde uno recibe el tratamiento y el otro, el mismo
tratamiento, pero con una variación cuantitativa en una dimensión particular. Por
ejemplo, en el tratamiento de exposición, utilizar distintos tiempos de exposición al
estímulo que provoca ansiedad, presentación imaginaria o en vivo, usar mayor
número de sesiones o un modo de presentación del material.
Estrategia de Comparación del Tratamiento
En ella, se comparan dos o más tratamientos distintos para conocer cuál es
el más eficaz para un problema clínico. Esta estrategia es ampliamente utilizada e,
incluso, en ocasiones, se usa como grupo control un tratamiento efectivo que se
compara con otro del que se espera que sea más efectivo.
Cuando se comparan dos estrategias de tratamiento distintas (por ejemplo,
desensibilización sistemática vs. psicoterapia breve) deben especificarse algunos
parámetros del tratamiento que deben ser homogéneos, como número y duración
de las sesiones, visitas por semana, entre otros, ya que, en caso contrario, no
serían comparables porque estarían influyendo variables extrañas al tratamiento
que pueden ser la causa de los resultados obtenidos (por ejemplo, mayor o menor
número de sesiones). En esta estrategia debe emplearse un grupo control porque,
si no hay diferencias significativas entre los dos tratamientos, éstas no se
atribuyan a los factores inespecíficos del tratamiento.

Estrategia de Variación del Paciente y del Terapeuta


Partimos de la base de que un tratamiento es efectivo por los componentes
efectivos que contiene. No obstante, también puede ser posible que la eficacia del
tratamiento pueda deberse a las características de los pacientes y a las del
terapeuta. La estrategia de variación del paciente y terapeuta se orienta
precisamente a analizar si distintos atributos de éstos son los responsables de los
resultados logrados. Esta estrategia se lleva a cabo en forma operativa
seleccionando una o más variables del paciente —como sexo, edad, nivel
socioeconómico, educación, estado civil, gravedad del trastorno, variables de
personalidad, entre otras—. Un ejemplo de esta estrategia aplicada al alcoholismo
puede verse en Kadden, Cooney, Getter y Litt (1989).

Estrategia de Investigación del Proceso


En los últimos años ha cobrado gran relevancia esta estrategia que atañe a
qué ocurre a lo largo del tratamiento (proceso) que explica los cambios que se
presentan al final del mismo. Aunque los estudios iniciales sobre el proceso no se
concebían exactamente con este objetivo, hoy los estudios se orientan sobre todo
a conocer qué técnicas son las más apropiadas y cómo podemos explicar esa
eficacia o cuáles son los antecedentes del cambio terapéutico.
Dicha estrategia tiene su lugar preferente en el estudio de los procesos y
resultados de un tratamiento y de las bases teóricas que sustentan al mismo. En
este caso, podemos evaluar no sólo el resultado, sino qué factores podemos
considerar responsables del mismo, según el modelo teórico del que partimos.

Estrategias Combinadas de las Anteriores


En ocasiones, los investigadores utilizan las estrategias anteriores de modo
combinado, aplicando más de una. Por ejemplo, podemos analizar la relación
entre el paciente, el terapeuta y la técnica. Para ello, podemos usar varias de las
estrategias mencionadas. Claramente, un estudio que incluya estos tres
componentes proporciona mucha información en distintos niveles. A pesar de ello,
como veremos más adelante, es difícil llevar a cabo estudios de este tipo debido a
la gran cantidad de sujetos que se precisarían.

 d) Definición de psicoterapia y sus orígenes


La psicoterapia es un método terapéutico dirigido a personas enfermas que
pertenece al campo de la medicina. A diferencia de otras técnicas, el sujeto
participa activamente en su tratamiento. El objetivo principal no es aconsejar u
orientar, sino clarificar el problema y restaurar la normalidad en el
funcionamiento psicosocial del individuo.
El término psicoterapia fue empleado por primera vez por Reil en 1803 para
referirse a “la aplicación de métodos psíquicos en el tratamiento de las
enfermedades mentales”(1). Durante demasiado tiempo, la medicina no había
tenido en cuenta la repercusión que los factores psicológicos tienen sobre el
cuerpo, por ello la psicoterapia estuvo relacionada en sus inicios con las
prácticas religiosas o chamánicas. Para algunos autores (2), los estudios de
Breuer y Freud (1895) sobre la Histeria fijarían el comienzo de la”psicoterapia
científica”. En la actualidad, la psicoterapia se incluye entre las disciplinas
médicas y está considerada una “arma terapéutica” más a disposición del
médico. Es decir, la medicina utilizaría métodos químicos (fármacos), físicos
(cirugía, radiología), biológicos (vacunas) y métodos psicológicos. La psicoterapia
no utiliza objetos intermedios (grageas, bisturí, etc.), sino que se aplica por medio
del lenguaje y de la relación interpersonal (RIP) con el paciente. Sin embargo, esta
diferencia no exime de alcanzar un adiestramiento óptimo a los profesionales que
la practican.
CONCLUSION

En conclusión el psicoterapeuta tiene muchas funciones como el modo de


comunicación es muy interesante conocerlos ya que indica que tipo de función
debo usar para el paciente, el estilo del terapeuta se trata de un terapeuta capaz,
por sobre todas las cosas, de moldear sus intervenciones de acuerdo con cada
situación concreta que le concierna enfrentar. Tendrá un estilo definido en algunas
dimensiones como alta flexibilidad y función atencional abierta, y, en muchas
dimensiones, podrá variar a lo largo del continuo, pues el carácter integrativo de
su práctica lo volverá proclive a elegir, de manera alternativa, entre distintas
opciones.

Es muy importante ya que es lo que nos permitirá llevar por buen camino la terapia
claro a no ser por cuestión del paciente.

Bibliografía

Recursos de UAPA

file:///C:/Users/pc/Downloads/Psicoterapias%20Contemporaneas%20Luis%20A%20Oblitas
%20(1).pdf

https://ebookcentral.proquest.com/lib/uapasp/reader.action?
ppg=8&docID=4870589&tm=1541828194898

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