Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El modernismo fue una corriente del pensamiento que se desarrolló en la baja edad
media en los siglos XVII y XVIII, hasta finalizar la 2da guerra mundial. Lo que
significó el crecimiento del pensamiento racional. La modernidad se caracterizó por la
racionalización de la existencia. Ese pensamiento fue marcado por el surgimiento de
grandes utopías sociales, políticas, económicas, culturales, tecnológicas, industriales,
entre otras. Así, el hombre modernista era un hombre comprometido con la humanidad,
convencido de que se puede cambiar la sociedad para un futuro mejor para él y para
todos.
Hoy nos encontramos en una edad moderna que ha perdido el contacto con las raíces de
su propia modernidad, donde el individualismo generado por el capitalismo salvaje ha
consumido las ideas del progreso de la sociedad y del bien común, para perseguir sus
objetivos egoístas de producción y consumo.
Es en este punto donde empieza el Posmodernismo, que es una corriente de
pensamiento filosófico. La postmodernidad hace su aparición cuando el proyecto
moderno deja de ser válido total o parcialmente. Consecuente de una sociedad
tecnológica y de desencanto. Los postmodernos no sienten ilusión por cambiarlo. No se
sienten llamados a superar la modernidad. Es donde el YO es antes que todos, y los
ideales y preocupación por mejorar la sociedad han pasado a un segundo plano.
Entonces es la tecnología el origen de la sociedad como tal y de los cambios en la
misma. Cambia también la manera en que la información y el saber son adoptadas a
nuestro lenguaje y a nuestra cultura en general.
LA EDUCACIÓN POSTMODERNA
El educador y el educando se encuentran ante un dilema: o educamos según la
postmodernidad (aceptando y fomentando sus fundamentos axiológicos y culturales) o
bien la rechazamos total o parcialmente, orientando nuestros esfuerzos hacia un cambio.
VISIÓN ACTUAL
En nuestro tiempo, todos los aspectos tratados por Jervilla están vigentes, ya que la
Postmodernidad domina el tiempo actual.
Sin embargo, puedo puntualizar que yo, como futuro educador, pertenezco a la
Postmodernidad y educaré en base a ella. Este punto, pues, no estará vigente en un corto
espacio de tiempo, ya que no serán “modernos” los educadores de la próxima
Postmodernidad.
CRÍTICA
Con respecto a la visión del pensamiento y los valores de los jóvenes reflejados
en el libro, estoy de acuerdo con el planteamiento desde un punto de vista general.
Debemos admitir, que a pesar de que los jóvenes insistamos en no incluirnos
dentro de esa postmodernidad dominada por el pasotismo, que consideramos peyorativa,
ese movimiento postmoderno es una realidad.
Por otro lado, la postmodernidad nos ha aportado a los jóvenes otra forma de
comprometernos con nuestra sociedad: ante el desencanto en la política, nunca ha
habida tal proliferación de ONG... vemos que se ha producido un traspaso de valores.
CONCLUSIÓN
Los valores expuestos por Gervilla en su trabajo son un fiel reflejo de la realidad
actual de acuerdo con mi experiencia. La moda, el consumismo, el culto al cuerpo...
han llegado, incluso, a convertirse en nuevos problemas para la sociedad. Y la
influencia de dichos valores se ve reforzada por el monopolio de los medios de
comunicación de masas.