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RESOLUCIÓN Y GESTIÓN DEL CONFLICTO.

En general, el conflicto puede traer consecuencias positivas o negativas.

Cuando hablamos de resolución de conflictos no referimos a la acción de reducción o


eliminación del mismo, por otro lado, gestionar un conflicto implica resaltar los
aspectos positivos que este pueda tener.

Autores como Wall y Callister se cuestionaban en cuanto a si es favorable mantener un


cierto grado de conflicto para conseguir metas organizacionales, a lo que responden
negativamente ya que suponen que el conflicto no es deseable en ninguna circunstancia.

En cambio De Dreu y Van de Vlient proponen que el conflicto sí puede tener resultados
positivos para las organizaciones.

Tanto una creencia como la otra están en lo cierto, pues en determinado punto el
conflicto debe ser evitado, pero en otros casos pueden ser gestionados y sacar aspectos
positivos.

ASPECTOS CONTEXTUALES DEL CONFLICTO.

Cuando hablamos de Aspectos contextuales de los conflictos, nos estamos refiriendo a


los requisitos necesarios para que se origine y mantenga el mismo. Existen condiciones
que pueden modular los resultados positivos del conflicto, estos son: Interdependencia,
el nivel del conflicto y tipo de conflicto.

INTERDEPENDENCIA: se refiere a cuando los resultados de la situación de una


persona pueden verse afectados por las acciones de otra. Está interdependencia que
exista entre la partes puede ser positiva refiriéndose a la afinidad de perseguir un mismo
objetivo, que aunque no tengan las mismas formas de hacerlo saben que debe ser juntos;
también está la negativa, se da cuando ambos sujetos persiguen objetivos diferentes
mediante actividades diferentes.

EL NIVEL DE TENSIÓN: Walton describió tres niveles de tensión, en los que se


origina y desarrolla el conflicto, estos son: bajo, moderado y elevado.

Nivel bajo: este conduce a la inactividad a la evitación, produciendo menores


resultados debido a la falta de urgencia y nula necesidad de actuar de forma asertiva;
Los Niveles Elevados producen la capacidad de procesar la información por parte del
sujeto, por lo tanto trae resultados negativos. Contrario a estos los niveles moderados
permite que el sujeto busque e integre mayor información, lo cual se traduce a un mayor
deseo de mejorar la situación.

La historia previa entre los sujetos (existía y fracasos juntos) puede influir de manera
fundamental en los niveles de tensión.

TIPOS DE CONFLICTOS.

Investigaciones realizadas en el ámbito organizacional han ayudado a identificar dos


tipos de conflictos, uno orientado a la tarea que inicia cuando las partes de la disputa
tienen diferentes puntos de vista en cuanto a la decisión que debe tomarse en
determinada tarea. Por otro lado el conflicto relacional que aparece cuando las partes
tienen incompatibilidad personal en cuanto a gustos, creencias, valores, etc.

EXPERIENCIA DEL CONFLICTO.

El conflicto produce diferentes emociones cognitiva y emocionales en el sujeto. Todo


depende si es visto de forma negativa como una pérdida o positiva como una
oportunidad de beneficiarse.

GESTIÓN DEL CONFLICTO.

La gestión del conflicto hace referencia a distintos procesos e intervenciones. La


Gestión Estructural del conflicto son intervenciones que intentan gestionar el conflicto
alterando la percepción que los miembros de la organización tienen sobre la intensidad
del mismo en diferentes niveles organizacionales mediante la modificación de alguno de
sus parámetros.

ESTILOS Y CONDUCTAS DE LA GESTIÓN DEL CONFLICTO.

Thomas propone tres tipos de intenciones para la gestión del conflicto: estratégicas, son
intensiones generales que las partes consideran para la resolución del conflicto;
intensiones tácticas sin medios concretos para llevar a cabo las intenciones estratégicas
y por último las conductas que son las acciones observables que emiten las partes.

Las estratégicas y las táctiles son predisposiciones, en cambio las conductas les son
acciones concretas.
APROXIMACIONES EN EL ESTUDIO DE LOS ESTILOS Y CONDUCTAS DE
GESTIÓN DEL CONFLICTO.

-La aproximación dicotomía: en esta Deutsh distingue dos formas de gestionar el


conflicto, mediante la cooperación considerada como aspecto agradable y deseable y la
competición que influye para que las partes perciban de forma negativa la
interdependencia.

-La aproximación de los dos estilos: está perspectiva propone la no confrontación y la


orientación a la solución del problema y el control. En conjunto buscan evitar el
conflicto, buscar soluciones a los que ya existen y mantener el control para llegar a un
acuerdo que satisfagan los intereses personales a cada uno.

-La aproximación bidimensional: se basa en la teoría de los intereses dobles y se centra


en el interés como el factor determinante de la interacción estratégica de la partes en
conflicto.

El modelo bidimensional tiene sus ventajas y desventajas.

La ventaja principal es que presenta una configuración de estilos que está validada y
confirmada utilizando diversas metodologías, pero a la vez es esa su desventaja debido a
las críticas que ha recibido por centrarse fundamentalmente en su escasa capacidad de
predicción y su exhaustividad.

Van de Vlient y Euwema consideran los modelos anteriores como unidimensionales, de


tres estilos y bidimensional es, no son tangencialmente opuestos y pueden ser integrados
teniendo en cuenta el grado de actividad de la conducta y la agradabilidad de la misma.

 Conducta de evitación: es utilizada cuando el sujeto reduce el esfuerzo por


negociar de forma activa y constructiva, no desea rendirse y mucho menos una
victoria rápida.
 Conducta de acomodación: aquí la persona se acomoda al punto de vista de su
oponente, ya sea por altruismo, evitación de enfrentamiento etc.
 Conducta de compromiso: es la consecución de acuerdos satisfactorios para las
partes. Está conducta busca el acuerdo mutuo.
 Conducta de solución de problemas: se da cuando se busca un acuerdo que
satisfagan las aspiraciones de las partes en conjunto.

 Conducta de dominación: son orientadas a la búsqueda de satisfacer


necesidades, deseos o intereses propios mediante el oponente. Aquí se
distinguen dos tipos de lucha la directa y la indirecta.

Lucha directa: es la acción abierta que pretende la reducción del nivel de aspiraciones
en el oponente.

Lucha indirecta: aquí el sujeto busca obstruir los planes del oponente, hacer
observaciones a espaldas del mismo, crear alianzas, etc.

EL CONTROVERTIDO PAPEL DEL ESTILO DE COMPROMISO.

El estilo del compromiso se considera como un estilo intermedio entre la competición y


la acomodación según las tipologías de Rain y Bonoma (1979), thomas (1992) y Van
De Vliert junto a Euwema (1994), en este sentido el compromiso se traduce en
integración de las partes, con el fin de que ambos estén satisfechos con el resultado
final.

Una conducta de compromiso puede entenderse de manera distinta en función del nivel
de integratividad del contexto negociador.

EDELYN ALONZO

1-13-0194

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